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Actitudes Lingüísticas en Guadalajara Capital
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Iván Escribano Pérez
Actitudes lingüísticas en Guadalajara capital
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Índice
1. Introducción 4
2. Objetivos y metodología 4
Factores sociales 5
Selección de sujetos 7
Elaboración de los materiales 7
3. Desarrollo 8
4. conclusiones 13
Capacidad de distinción siociolectal de los individuos encuestados 13
Actitudes hacia ellos por cada grupo 13
Distribución de los componentes afectivo y cognitivo en las actitudes lingüísticas
en cada grupo 14
5. Bibliografía 15
Iván Escribano Pérez
3
Actitudes lingüísticas en Guadalajara capital
4
1. INTRODUCCIÓN
Dentro de la sociolingüística, el estudio de la percepción de la lengua por los
hablantes, es decir de la conciencia y la actitud lingüísticas, ha sido uno de los más
prolíficos ámbitos de estudio desde hace algo más de cuarenta años. Con los primeros
trabajos realizados al respecto por W. Bright, W. Labov y J. Fishman se inauguró una
nueva perspectiva desde la que enfocar el estudio de la lengua en su estrecha relación
con el ser humano y la sociedad, perspectiva que se ampliaría con los trabajos de otros
muchos autores como H. Giles, López Morales, etc. hasta consumarse como una de las
más importantes aproximaciones modernas del estudio sociolingüístico.
Por un lado, la conciencia lingüística es el conocimiento que se tiene del entorno
lingüístico inmediato tanto a nivel cuantitativo (cantidad de variables existentes) y
cualitativo (implicaciones valorativas para con las mismas). Por otro, las actitudes
lingüísticas son el conjunto de creencias y valoraciones (extralingüísticas) en las cuales
basamos esas implicaciones a la hora de elegir o no los usos lingüísticos de los que
somos conscientes (ya sean lenguas, variedades, sociolectos, etc.).
Conciencia y actitud conforman entre sí la identidad lingüística del hablante, es
decir, la consideración que tiene de sí mismo respecto al uso que hace de la lengua. En
este sentido, la lengua tiene un carácter igualitario o diferenciador a través del que
indudablemente el hablante se identifica como miembro o no de un colectivo del cual,
por afinidad, conveniencia, etc., reconoce una serie de usos lingüísticos que, bien por su
estatus, bien por su estigma, rechaza o acepta. En este momento es precios hacer una
puntualización respecto a la naturaleza de la actitud lingüística. Existen dos enfoques
desde los que definir las actitudes lingüísticas, el mentalista y el conductista. Desde el
primero, se manifiestan como un rasgo de personalidad preexistente, una disposición
mental intermedia entre el estímulo y el comportamiento; desde el segundo, se
interpretan como la acción misma, como una conducta o respuesta a un estímulo que
sería la lengua misma o un fenómeno, variante, etc. de la misma.
2. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA
En este trabajo nos proponemos estudiar la conciencia y la actitud lingüísticas
que los hablantes tienen del habla de mujeres y homobres, primero observando el grado
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de conciencia lingüística de los mismos al respecto y luego analizando sus actitudes
hacia ella. Concretamente, analizaremos:
a) La capacidad de distinción siociolectal de los individuos encuestados.
b) Las actitudes manifestadas hacia los diferentes sociolectos mostrados.
c) Cuales son los factores que influyen en la distinción de sociolectos y en la
actitud hacia ellos.
Para ello presentaremos una serie de grabaciones-estímulo que serán
reproducidas a una serie de sujetos a los que posteriormente se les entregará un
cuestionario a rellenar en cuyos resultados nos basaremos para efectuar nuestro análisis.
Factores sociales
Muchos son los factores sociales que pueden tenerse en cuenta a la hora de
realizar un estudio sociolingüístico, pero para el presente trabajo, debido a su limitado
alcance y a las particulares características demográficas de la ciudad de Guadalajara,
únicamente consideramos relevantes tres factores sociales de los seis expuestos en el
capítulo IV del volumen Sociolingüística de Humberto López Morales (Morales, 1989),
y en los que nos basaremos tanto a la hora de elegir a los sujetos para las grabaciones
como para estudiar los resultados de las encuestas, estos son: edad, sexo y nivel
sociocultural por ser considerados generalmente los de mayor relevancia y principales
motivos de la variación lingüística. En relación al primero, dividiremos el espectro de
edad en tres generaciones: I (entre 15 y 30 años), II (entre 31 y 50 años) y III (51+
años). Respecto a la distribución del segundo hay que señalar que ha sido uno de los
factores clave para la elección de los sujetos para la realización de las grabaciones y
para todo el estudio, estando siempre representados ambos sexos de forma
proporcionada tanto en las muestras como en los encuestados. En cuanto al tercero, cabe
hacer una puntualización al respecto, ya que presenta la configuración más complicada
de los tres. El nivel sociocultural se ha venido estudiando concienzudamente desde que
Marx y Weber realizaran sus primeras descripciones en el siglo XIX, basándose
respectivamente en la posesión de los medios de producción y capital y en las
habilidades personales y en las oportunidades del mercado. Más tarde, superada la del
primero, algunos autores matizan la del visión weberiana, elaborando otras teorías más
Actitudes lingüísticas en Guadalajara capital
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adecuadas a las situaciones actuales de la clase social. Finalmente, con la
sociolingüística norteamericana (Labov, 1966), alcanza una perspectiva que abogan por
una composición multidimensional en la que se articular diferentes factores como el
educacional, el ocupacional y el salarial, teoría que, aunque no cuenta hoy con todo el
apoyo de la comunidad lingüística, sí es la más eficiente en cuanto a los resultados que
ofrece. Según apunta Fernando Moreno esta clasificación se basó en el modelo de
estratificación social propuesto por J. Michael en 1962, definido como:
una escala lineal de clasificación social —o más bien del estatus social— basada en un
índice socioeconómico de 10 puntos que combina tres elementos: el nivel de instrucción, la
ocupación y los ingresos familiares; cada dimensión queda dividida en cuatro grados o
posibilidades (0, 1, 2 y 3). A los hablantes se les asigna una puntuación por cada una de las tres
dimensiones, de modo que pueden recibir un máximo de 9 puntos (3 + 3 + 3)y un mínimo de 0.
Posteriormente los hablantes quedan agrupados en las siguientes categorías o clases: clase baja
(0-1), clase trabajadora (2-5), clase media-baja (6-8) y clase media-alta (9). (Moreno, 1998)
Este planteamiento ha conocido diferentes reformulaciones que llegan hasta la
fecha, todas ellas siempre basadas en el utilizado por Labov. Hay que señalar también
que este sistema de clasificación sociocultural fue y es todavía hoy criticado debido a
que presenta ciertos inconvenientes, principalmente la consideración semejante de todos
los factores que componen la clase social, el cual se resuelve otorgando diferentes
valores ponderativos a cada uno de ellos que modifican su valor en diferentes
circunstancias.
Teniendo en cuenta todo esto, nos hemos basado en la descripción que López
Morales hace de los diferentes parámetros que componen el nivel sociocultural tomando
como ejemplo los utilizados en su trabajo sobre San Juan de Puerto Rico pero
simplificándolos para la tarea que nos ocupa. Partiendo de las presentadas en el
mencionado trabajo, hemos elaborado unas escalas más sencillas que se adaptan mejor a
la naturaleza de este trabajo basándonos en datos y modelos oficiales. Para el parámetro
de la educación hemos desarrollado una clasificación más generalista que la habitual,
centrada en la titulación máxima obtenida más que en el tiempo de escolarización, la
cual hemos dividido en cuatro niveles: 1) sin estudios, 2) estudios primarios, 3) estudios
secundarios y 4) estudios superiores. Para el de la profesión hemos recurrido a la
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reorganizando los diez niveles de la CNO1 en cuatro: 1) Trabajadores no cualificados;
2) Trabajadores poco cualificados; 3) Trabajadores cualificados (Técnicos y
profesionales); y 4) Trabajadores muy cualificados (Directores y gerentes). Para el de
los ingresos hemos elaborado un baremo a base de múltiplos en relación con el salario
medio anual según los datos de la Agencia Tributaria en el año 20112 que abarca desde
1) bajos (50-100% del SMA), 2) medios-bajos (100-150% del SMA), 3) medios-altos
(150%-200%) y 4) altos (+200%). Y el parámetro del tipo de vivienda se ha dividido en
cuatro: 1) apartamento, 2) piso, 3) unifamiliar adosado y 4) unifamiliar individual. El
valor ponderativo otorgado a cada uno de estos parámetros es de 10 para la educación, 7
para la ocupación y de 6 para los ingresos, pudiendo obtener los sujetos una puntuación
entre 23 y 92. Las clases sociales quedan por lo tanto distribuidas de la siguiente forma
en función de estos valores: 23-46 (baja), 47-69 (media) y 70-92 (alta).
Selección de sujetos
A la hora de la selección de sujetos, tanto para la elaboración de las grabaciones
como para la realización de las encuestas, hemos tratado de conseguir una
representatividad más o menos satisfactoria de todos los hablantes en función de los
factores anteriormente expuestos. Estos hablantes se dividen en dos grupos en función
del criterio de aplicación de los factores sociales. Un primero grupo, el de los
seleccionados para la realización de las grabaciones, para quienes los factores sociales
han sido considerados como preestratificadores: los hablantes pertenecen a los dos
sexos y están presentes en igual proporción, de la misma forma que a nivel
sociocultural, todos los estratos están representados con el mismo número de hablantes
y todos ellos se adscriben al mismo rango de edad, el II. Un segundo grupo, el de los
seleccionados para realizar las encuestas, para quienes los factores sociales han sido
considerados como postestratificadores.
Elaboración de los materiales
Grabaciones estímulo: han sido tomadas a partir de cuatro voces, produciendo
cada una de ellas un texto de diferente naturaleza diafásica, uno informal, recogido del
discurso espontáneo de cada uno de los hablantes, y otro formal, elaborado a partir de la
1 Clasificación Nacional de Ocupación:
http://www.ine.es/jaxi/menu.do?type=pcaxis&path=/t40/cno11&file=inebase 2 Encuesta Anual de Estructura Salarial: http://www.ine.es/prensa/np790.pdf
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lectura de un texto. Para la primera serie de textos se pidió a los diferentes sujetos que
hablasen alrededor de dos minutos sobre temas familiares con los que se sintiesen
cómodos; esto con el fin de conseguir un registro lo más natural e informal posible; para
el segundo se les pidió que llevasen a cabo la lectura del siguiente texto:
« Lo anunció el exlehendakari Patxi López en 2011 desde el corazón de Texas: bajo el
suelo alavés había unas enormes reservas de gas natural. El equivalente a cinco años de consumo
de toda España, según dijo el entonces Gobierno socialista del País Vasco. Tres años después, el
proyecto Gran Enara, que requeriría del empleo de la fractura hidráulica o fracking para poder
extraer el gas pizarra, continúa con la tramitación. Y los permisos de investigación, concedidos
por el Ejecutivo central a partir de 2006, viajan camino de la caducidad.
El Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha decidido prorrogarlos hasta febrero de
2017. "Se conceden 36 meses más. Ahora se están tramitando los estudios de impacto ambiental
y se hace para que no caduquen las autorizaciones", ha detallado este lunes el Departamento de
Desarrollo Económico y Competitividad del Ejecutivo autónomo3».
Cuestionario: para la elaboración del cuestionario nos hemos basado en los
criterios utilizados en el proyecto PRECAVES4 sobre las creencias actitudes hacia las
variedades normativas del español, modificándolos para su aplicación al estudio de las
actitudes lingüísticas hacia los sociolectos masculino y femenino. Los cambios
realizados al cuestionario se limitan a la eliminación de la pregunta de cabecera, a la
adaptación de los rangos de los parámetros socioculturales a nuestra clasificación en las
preguntas referidas al puesto de trabajo, a los estudios y a los ingresos de los hablantes,
y a la eliminación del apartado de preguntas referidas a la última dimensión «valoración
de la variedad a través de la zona geográfica y de la cultura».
3. DESARROLLO
Tras la realización de las entrevistas, los datos obtenidos han sido procesados de
diferentes formas en función de los objetivos anteriormente planteados. Los datos
obtenidos de las preguntas cerradas, bien basadas en pares semánticos o en escalas, han
3 Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2014/12/22/actualidad/1419275693_145067.html 4 Metodología PRECAVES:
http://www.variedadesdelespanol.es/Content/Metodolog%C3%ADa%20proyecto%20PRECAVES-XXI.pdf
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sido promediados para alcanzar un cierto nivel de generalización en el que basarnos
para elaborar conclusiones lo más satisfactorias posibles; los datos obtenidos de las
preguntas abiertas han sido indizados de acuerdo a la frecuencia en que se han
presentado en las opiniones de los encuestados y, más tarde, clasificados en relación con
los factores socioculturales a los que atiende el estudio.
Primero hemos realizado el estudio de las preguntas 5, 6 y 7, relativas a los
factores presentados en el apartado primero, para observar la capacidad de
discernimiento de los encuestados, comparando los datos obtenidos de los entrevistados
respecto de las grabaciones con los aportados por los hablantes de las mismas mediante
tras ponderarlos a través de los respectivos valores de cada parámetro. Para ello hemos
clasificado los errores en tres tipos en función de la distancia existente entre el NSC que
supone el entrevistado y el correspondiente a cada uno de los hablantes de las
grabaciones, a saber: I, distancia de un punto, II, distancia de cuatro puntos, y III
distancia de más de cuatro puntos. De esta forma hemos observado que el 34,375% de
los resultados relativos a la identificación del NSC de los hablantes de las grabaciones
ha sido erróneo.
Una aproximación más detenida a la distribución de los casos erróneos nos
permite observar por un lado que, en su mayoría, la distancia de las opiniones de los
entrevistados son bastante amplias (más de cuatro puntos por encima o por debajo de lo
real) aunque con algunos casos de escasa distancia (más/menos un punto) y sin que
haya caso alguno error con una distancia intermedia. Por otro lado, se pone de
manifiesto la imprecisión del grupo de hombres de mayor edad a la hora de ubicar a los
hablantes en el NSC al que les hemos adscrito, siendo los resultados divergentes de
0
2
4
6
8
10
12
Bajo I Bajo II Bajo III Alto I Alto II Alto III Total
Confusión de NSC por sexo y edad
MGI MGII HGI HGII
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10
estos los más altos de todos (15,625%), mientras que en el resto de grupos esta
divergencia se manifiesta atenuada al tiempo que de forma homogénea (6,25% en
hombres y mujeres de la primera generación y mujeres de la segunda.
En segundo lugar, hemos precedido a la evaluación de las preguntas 1, 4, 5, 6, 7
y 8, relacionadas con los componentes afectivo y cognoscitivo de las actitudes
lingüísticas. Para ello hemos realizado una media ponderativa de los valores otorgados a
cada apartado por los entrevistados compensando los de aquellos apartados en que se
han invertido los polos, de forma que un resultado alto suponga siempre una actitud
favorable y uno bajo una desfavorable. Tras el correspondiente cruce de datos salta a la
vista la clara, aunque no muy marcada, predilección por el habla femenina, tanto en
hombres como en mujeres, señalada por los valores medios de las actitudes demostradas
hacia ella, los cuales superan, respectivamente en 0,3709375 y 0,203125 puntos a la
masculina, y la actitud menos favorable, aunque positiva, hacia el habla de los hombres
por parte de ambos sexos, en la cual se aprecia una diferencia mínima de 0,5 puntos en
3,709375 3,653125
3,4 3,45
1
Actitudes respectivas de cada sexo hacia el habla masculina y femenina
Actitud de hombres hacia mujeres Actitud de mujeres hacia mujeres
Actitud de hombres hacia hombres Actitud de mujeres hacia hombres
2,80625
4,09375 3,275
4,03125 3,28125 3,51875 3,51875 3,9
Actitud hacia registro masc. bajo
Actitud haci registroa masc. alto
Actitud hacia registro fem. bajo
Actitud haciaregistro fem. alto
Actitudes lingüísticas masculinas y femeninas en función de los diferentes sociolectos
Actitud femenina Actitud masculina
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las muestras del grupo femenino sobre las del masculino.
Si analizamos las actitudes en relación con los diferentes registros y sexos de los
hablantes de las grabaciones, obtenemos curiosos resultados que ponen de manifiesto de
forma algo más explícita las diferencias entre las actitudes masculinas y femeninas de
los encuestados. Las actitudes de hombres y mujeres varían en mayor o menor medida
en su manifestación hacia todos los sociolectos salvo en el caso del femenino alto, el
cual, pese a una mínima diferencia (0,13125 arriba para las mujeres), presenta el mismo
valor tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres, y en el del femenino
bajo, en el que pese a que la distancia es mayor (0,24375 puntos arriba para los
hombres), esta no puede considerarse como representativa. En los casos de los restantes
sociolectos, el masculino bajo y el masculino alto, las diferencias sí son notables y de
una representatividad algo mayor. En caso del primero, la actitud femenina hacia él es
menor que la masculina, suponiendo esta diferencia casi medio punto (0,474625),
mientras que en el segundo, la diferencia supera el medio punto, colocando la actitud de
femenina por encima de la masculina.
En tercer lugar, en continuación con el análisis de los datos aportados por las
preguntas 1, 4, 5, 6, 7 y 8, tratamos de obtener generalizaciones sobre a distribución de
los componentes afectivo y cognitivo de las actitudes de los individuos encuestados.
Tras una primera aproximación a los resultados de estas preguntas, observamos que la
distribución entre los componentes afectivo y cognoscitivo en las actitudes de los
hablantes es asimétrica: existe una inclinación clara hacia el componente afectivo en la
configuración de las actitudes lingüísticas de los entrevistados. Sin embargo, si nos
aproximamos a estos datos desde la diferenciación de sexo, encontramos que la
diferencia antes percibida se presenta matizada, repartida casi homogéneamente entre
ambos sexos, ya que, salvo en el caso de la comparación del componente cognoscitivo
3,853693182 3,185763889
1
Componentes afectivo y cognoscitivo totales
Media A total Media C total
Actitudes lingüísticas en Guadalajara capital
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entre hombres y mujeres, en el que la diferencia es de unos despreciables 0,1631 puntos
de más en los hombres, no existe diferencia alguna.
Al observar los resultados en función de la edad, tampoco encontramos
diferencias notables en la distribución de los componentes. Tanto en el caso de los
hombres como en el de las mujeres, la variación entre el valor de los componentes
afectivo y cognitivo entre generaciones es mínima: en ningún caso mayor de 0,13
puntos.
Podría destacarse, dentro de lo escasamente representativo de la situación, el
hecho de que se observa un patrón inverso en el valor afectivo en relación a la edad y el
sexo. Es decir, mientras que las mujeres de mayor edad presentan unos valores más
elevados del componente afectivo que las de menor edad, los homrbes de la segunda
generación mantienen el valor de dicho componente por debajo del de los hombres de la
primera generación. También es destacable que el componente cognitivo siempre se
presente en mayor cantidad en la primera generación independientemente del sexo del
individuo.
3,917613636 3,789772727 3,104166667 3,267361111
1
Valores afectivo y cognitivo por sexo
Media A femenina Media A masculina Media C femenina Media C masculina
3,892045455 3,943181818 3,166666667 3,041666667
1
Valores afectivo y cognitivo en mujeres por edad
Media A mujeres GI Media A mujeres GII
Media C mujeres GI Media C mujeres GII
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4. CONCLUSIONES
Capacidad de distinción siociolectal de los individuos encuestados
De los resultados obtenidos tras el procesado de los datos se desprende una
distribución desigual respecto al sexo y a la edad de los entrevistados. Existe un criterio
más laxo entre los hombres de más edad a la hora de identificar los diferentes
sociolectos alto y bajo, identificándolos como medios en un número significativo de
ocasiones (15,625%), mientras que las mujeres de todas las edades y los hombres de la
primera generación presentan un criterio más homogéneo y acorde a lo establecido
generalmente.
Actitudes hacia ellos por cada grupo
Es curioso observar que solamente se pueden considerar actitudes
verdaderamente positivas hacia los sociolectos altos, tanto masculino como femenino,
pero que la diferencia de valoración no es tan grande respecto de los sociolectos bajos.
Otro punto a tener en cuenta es la confirmación del hecho de que generalmente la mujer
posee una mayor capacidad de distinción sociolectal, lo cual se confirma a través de la
alternancia de las actitudes femeninas ante los diferentes sociolectos, mucho más
marcada que la de los hombres, cuya variación ascendente en función de la clase y el
sexo es muy leve.
3,846590909 3,76969697
3,326388889 3,208333333
1
Valores afectivo y cognitivo en mujeres por edad
Media A hombres GI Media A hombres GII
Media C homrbes GI Media C hombres GII
Actitudes lingüísticas en Guadalajara capital
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Distribución de los componentes afectivo y cognitivo en las actitudes
lingüísticas en cada grupo
Basándonos en lo anteriormente expuesto no es posible sino concluir que la
distribución de los componentes de las actitudes de los individuos entrevistados, pese a
ser diferente en determinados casos, lo es en tan nimia proporción que no es posible
establecer una generalización suficientemente fuerte como para explicar si influencia en
ellas más allá de una que afirme que el componente afectivo tiene un mayor peso,
aunque no tanto como para ser decisivo, en la conformación de las actitudes de los
hablantes hacia los diferentes sociolectos.
En términos generales, tras el estudio de los datos y su comparación, no es
posible establecer verdaderas diferencias entre las actitudes lingüísticas de los hombres
y las mujeres de Guadalajara basándonos en los datos que poseemos. El único resultado
destacable más allá de lo mencionado es el mencionado en el primer apartado de este
epígrafe sobre la adscripción de individuos a niveles socio-culturales que no les
corresponden según nuestros criterios por parte de los entrevistados de sexo masculino
pertenecientes a la segunda generación.
Iván Escribano Pérez
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5. BIBLIOGRAFÍA
Morales, H. L. (1989). Socilingüística. Madrid: Gredos.
Moreno, F. (1998). Principios de Sociolingüística y Sociología del Lenguaje.
Barcelona: Ariel.