Bauman-La hermenéutica y las ciencias sociales

download Bauman-La hermenéutica y las ciencias sociales

of 16

Transcript of Bauman-La hermenéutica y las ciencias sociales

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    1/16

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    2/16

    121.686BAU Bauman, ZygmuntLa hermenutica y las ciencias sociales. - 1 ed. - I ! reimp.Buenos Aires: Nueva Visin, 2007240 p.; 22x15 cm - (Cultura y sociedad)Traduccin de Vctor Magno BoyI.S.B.N. 978--9!':,()- 602-44 \- 31. Ttulo - 1. Hermenutica. 11. Ciencias Sociales

    Ttulo del original en ingls:Hermeneutics and social scienceNew York, Columbia University Press, 1978Copyright Zygmunt Bauman, 1978

    I.S.B.N. ~ - ) 7 8 - ~ , S O - 6 0 2 - 441-3

    Toda reproduccin total o parcial de esta obra porcualquier sistema -incluyendo el fotocopiado- queno haya sido expresamente autorizada por el editorconstituye una infraccin a los derechos del autory ser reprimida con penas de hasta seis aos deprisin (art. 62 de la ley 11. 723 y arto 172 del CdigoPenal).

    2002 por Ediciones Nueva Visin SAIC. Tucumn 3748, (1189) Buenos Aires,Repblica Argentina. Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723. Impresoen la Argentina / Prinicd in Argentin

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    3/16

    INTRODUCCIN:EL DESAFO'DE LA HERMENUTICA

    Este libro trata de las diversas respuestas de las ciencias sociales aldesafo de la hermenutica.Lahermenutica (del griego hermeneutiks, "relativo a la explicacin";"explicacin" es usado aqu con el sentido de "aclaracin", de hacer llanolo confuso, claro lo no claro) fue durante muchos siglos una subdisciplinade la filologa. Puesto que la mayora de los textos considerados esencialesen el mundo cristiano se conseguan en versiones contradictorias, mostrando seales de descuido y falta de criterio en una infinita cadena decopistas annimos, la cuestin de la autenticidad, de la versin verdadera , contrapuesta a la de la s distorsionadas, no poda sino se r de la mayorimportancia para los eruditos. La hermenutica se desarroll originalmente para responder a esta cuestin. La hermenutica, con el empleopredominante de los mtodos de la filologa, se ocup de la revisin crticadel contenido de los textos, con la consiguiente re-psicin de la versinautntica -el "verdadero significado" del documento- como objetivo final.Recuperar, en este estadio, el verdadero significado era consideradoidntico a la demostracin de la autenticidad del texto. Por razonesobvias, la historiografa era el ms entusiasta y agradecido cliente de lahermenutica.Fue en el siglo XVI cuando la hermenutica emergi de su relativaoscuridad y rpidamente se convirti en centro de la argumentacinerudita. Esta sbita preeminencia se debi al debate catlico-protestantesobre el texto de la Biblia y lo que se entenda como el problema esencial,el verdadero significado de su mensaje. La necesidad prctica del asunto,que haba adquirido mucho m s que una significacin tcnica, coloc a lahermenutica en el centro de las humanidades. La "crtica filolgica"atrajo a los m s brillantes y creativos historiadores y filsofos. Su prestigio fue estimulado por una serie impresionante de logros incuestionables(a partir de Lorenzo Valla) al exponer la falsedad de documentos de cuyaautenticidad ni siquiera se haba dudado a lo largo de los siglos. La

    7

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    4/16

    hermenutica elev la crtica de las fuentes histricas al rango de laerudicin metdica. Se convirti, y sigui sindolo au n cuando susmotivos iniciales dejaron de ser necesarios mayormente, en una ramaindispensable de la historiografa. Sus refinamientos tcnicos, por dife-rentes, pero obvias razones, hicieron que el inters de los juristas laadoptara para interpretar la ley.Sin embargo, no fue por esta posibilidad que la hermenutica seconvirtiera en un desafo para la s ciencias sociales en general, y lasociologa en particular. Mientras la actividad de "aclarar" se mantuvo,la hermenutica fue considerada, sobre todo, una bsqueda del mensajeoriginal, no distorsionado de la s fuentes escritas, fue simplemente unaherramienta, si bien poderosa e indispensable para resolver problemas.Una herramienta es til para resolver problemas; no para crearlos. Sinembargo hacia fines del siglo XVIII se produjo un cambio decisivo. Lareflexin filosfica respecto de la actividad y los resultados de la hermenutica fue m s all de la simple crtica de los textos y comenz a hacersepreguntas difciles sobre la naturaleza y los objetivos del conocimientohistrico como tales; en realidad, sobre el conocimiento en general.Poco a poco, y al principio insensiblemente, el sentido atribuido alsignificado rastreado por la investigacin hermenutica fue cambiando.Los textos de que se ocupaba la hermenutica temprana las ms de lasveces eran annimos; au n si se les atribua el nombre de un autor, a travsde los siglos adquira cada vez mayor peso por s misma como paraconvertirse en independiente de sus creadores. El conocimiento quepoda tenerse de las vidas de los autores genuinos oputativos en conjuntoera au n menos confiable que los mismos textos; por lo tanto poco podancontribuir a su clarificacin. La ms obvia de la s respuestas a estacircunstancia fue un a casi total concentracin en el texto mismo, comonica gua para desentraar su significado. La filologa, ms bien que lapsicologa, dio las pautas para investigar la autenticidad.Pero, ta l vez, ms importante aun fue la esencial armona de laactividad definida como la suposicin cognitiva de la poca. La percepcindel autor como legtimo "dueo" de sus ideas estaba comenzando a atraerla atencin de la imaginacin. Los artistas seguan siendo consideradosartesanos que se regan por las reglas annimas de la cofrada, ms bienque por medio de sus sentimientos y visiones individuales y "privadas".A mediados del siglo XVIII se produjo un resurgimiento genuino de laesttica clsica -con su nfasis puesto en la obra de arte en s misma, suforma y estructura, su armona, su lgica inherente- y la ms absolutaindiferencia po r las intenciones del autor. Para Winckelmann, de lejos elterico ms influyente de la poca, la belleza -ese absolutamen te intrnseco significado de la obra de arte- er a cuestin de las proporcionesinherentes al producto artstico; pero el producto no poda brindarinformacin acerca del contenido de la forma determinada. En estaesttica no haba lugar para la personalidad del autor; se consideraba malotodo arte en que fuera muy visible la individualidad del autor. La teora delarte de Winckelmann, y en realidad tambin la opinin ilustrada de supoca, consideraba el conocimientoen general a pie juntillas desde el punto8

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    5/16

    crduloysuperconfiado criterio pre-kantiano -tan hbil, pero esencialmente despreocupado en el reflejo del mundo " tal cual es".El descubrimiento de Kant del papel crucial del sujeto en el proceso detodo conocimiento (que en s mismo fue causa del despertar del establecimiento del individuo como el nico dueo por derecho propio de cuantopertenece a su identidad social) pronto fue seguido por el descubrimientodel artista detrs de toda obra de arte, un a personalidad pensante ysensible detrs de cada creacin. Para hallar sentido a un a obra de arte,escriba W.H. Wackenroder en 1797, es preciso contemplar al artista msbien que sus productos, hasta el punto de "abarcar toda su caractersticaindividualidad". No mucho m s tarde, Novalis hablaba libremente del"universo interior" del artista, cuya representacin es la obra de arte.Segn palabras de Shelley, el artista se constituye en el "legislador delmundo". Al convertirse rpidamente la libertad personal en el canoninviolable de la nueva esttica (como, en verdad, la visin dominante dela nueva poca), tena poco sentido la bsqueda del significado del textodescuidando al autor. Con los autores siendo poseedores nuevamente desus textos, se les neg a los lectores la posibilidad de juicio.La nueva imagen del artista y de su obra (como, en realidad, de todacreacin humana) fue registrada en la historia intelectual del mundooccidental bajo el nombre de Romanticismo. A pesar de que las teoras delRomanticismo apenas sobrevivieron a los intensos movimientos artsticos poticos y visuales que acompaaba, tuvieron efectos decisivos en eldesarrollo posterior de las ciencias sociales. En particular, fueron fundamentales en la inevitable transformacin del sujeto-materia y la estrategia de la hermenutica.Fue un descubrimiento romntico que la obra de arte (as como lacreacin humana en general) fuera, sobre todo, un sistema intencional.El texto, la pintura, la escultura, terminaron por se r vistos como encarnaciones de ideas, las cuales, aun representadas en sus resultados, no seagotaban en ellos. Estaban totalmente cmodas en el interior de laexperiencia del artista, y era all donde haba que ir a descubrirl as, si esque se las poda descubrir. De pronto, la obra de arte pareci menosimportante como reflejo de la realidad "fuera de" que como reflejo deldesignio del autor, de sus pensamientos y emociones. Se hizo evidenteque el significado genuino del texto no poda desentraarse mediante elanlisis inmanente. Era preciso ir ms all del texto. A menos que elverdadero significado del texto lo eludiera, el lector deba rastrear lasprofundidades impenetrables de la experiencia espiritual del autor. Ellector no poda se r guiado en este esfuerzo por escuetas y fciles reglas.En el acto de la creacin ha y pocas leyes de uniformidad; la obra de arteadquiere su valor de la individualidad, unicidad, irregularidad de laexperiencia que le ha dado origen. El significado de la obra de arteseguira siendo para el lector un libro cerrado, a menos que ste fueracapaz de un a experiencia similar. Para captar el sentido, el lector tieneque hacer uso de su imaginacin, y estar seguro de que su imaginacinsea lo suficientemente rica y flexible para que se la pueda comparar a ladel artista.

    9

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    6/16

    La hermenutica, para permanecer fiel a su actividad, ahora debaextender sus intereses m s all de la fiel descripcin y el anlisisestructural del texto. Deba interpretar, arriesgar hiptesis respecto delmensaje oculto del texto. El texto mismo slo puede advertir al lector laplausibilidad de su interpretacin; no puede ofrecer 1a prueba concluyen-te de que la opcin haya sido verdadera o falsa; a lo sumo es posiblehablar de la "plausibilidad" o "no-plausibilidad" de las interpretaciones.Los mtodos de la filologa, ta n tiles para comprobar la autenticidad,podan no se r suficientes cuando se percibe que el significado verdaderoest localizado de algn modo "ms all" que el propio texto, que es denaturaleza completamente distinta que la del mismo texto. La crticafilolgica sigui siendo parte integrante de la hermenutica, si bien concategora de auxiliar. La mayor atencin de la hermenutica se desplazhacia la "frontera" misma del rea, la interpretacin del significado.Entonces surgieron cuestiones metodolgicas que presentaron difi-cultades nunca enfrentadas antes, y que amenazaban con socavar losfundamentos mismos de la s ciencias sociales.

    Las ciencias sociales Se haban desarrollado a lo largo de todo el sigloXIX y tambin gran parte del xx, "a la sombra de los triunfos de las cienciasnaturales" 1

    Tales triunfos fueron espectaculares y convincentes. En el deslumbrante esplendor de los logros tecnolgicos, a raz de los cuales las cienciasnaturales, con toda justicia, reclamaban se le acreditaran y de las cualesobtenan siempre renovada confianza, se hicieron poco discernibles loslados oscuros de la duda. Los voceros de la s nuevas ciencias sociales, enun todo a la altura de la autosuficiente nueva poca, so'iaban con emular,en el conocimiento social, "el mismo tipo de iluminacin sensacional ypoder explicativo que ya haban conquistado las ciencias naturales".2Los evidentes logros de la s ciencias naturales eran tan impetuosos yembriagadores como para que sus fanticos perdieran el tiempo enpavadas -o , en realidad, en reflexionar sobre la conveniencia, para elestudio de la vida social, de adoptar el punto de vista de los investigadoresde las ciencias naturales. Pero el tiempo no era propicio (por lo menos enlos comienzos) para meditar sobre la naturaleza exacta y los lmitesintrnsecos del "mtodo cientfico" como tal; los filsofos de la ciencia nohaban llegado a aproximarse siquiera al nivel de sutileza y propioconvencimiento que mucho m s tarde alcanzaran otros filsofos de laciencia como Bachelard o Popper. Era esa una poca de abundancia, y laimagen optimista de s misma que le cuadraba no permita que lespusieran obstculos al dominio humano del mundo m s que aquelloslevantados por la culpa e indolencia de la inventividad e ingenuidadhumanas.Un rasgo revela aun a la mirada ms superficial la exitosa historiacientfico-natural, la u ~ e n c i a absoluta en las conclusiones cientficas de

    1 Anthony Giddens, New Rules of Sociological Method, Hutchison, Londres lBasic,Nueva York]' 1976, pg. 12.2 bid . pg. 13.

    10

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    7/16

    la categora de "intencionalidad". Las ciencias naturales fueron desarro-llando gradualmente un lenguaje que permita dar informes exhaustivossin hacer referencia a "voluntad", "propsito", "intencin". Esta nuevacualidad del lenguaje cientfico fue expresada por Comte como suplanta-cin de lo "teolgico" o lo "metafsico" po r lo "positivo". Muchos de los queestaban al tanto de la terminologa de Comte habran de hablar deltriunfo de la sobriedad secular sobre la s ilusiones religiosas. No es que losinvestigadores de la s ciencias naturales deban de se r agnsticos paraproducir resultados cientficos; sino que sus resultados eran cientficos enla medida en que hablaban sobre "lo qu e deba suceder" y no daban lugara un "propsito divino" esencialmente voluntarista, el cual, en principio,habra podido quitar al fenmeno de su regularidad observada y registra-da. Las ciencias naturales podran se r definidas casi como po r la ausenciade milagros y, en realidad, como sujeto esquemtico e intencional, ajenoa todo lo extrao y extraordinario, sugestivo o conciente, deliberativo.Enfocada de este modo la "comprensin" de los fenmenos terminara po rse r la "explicacin". Sin el "significado" en el sentido de propsito, la"comprensin", es decir la captacin intelectual de la lgica de losfenmenos, era lo mismo que la "explicacin"; es decir qu e la demostra-cin de la s reglas generales y la s condiciones especficas qu e haceninevitable que ta l fenmeno suceda. Slo esta clase de "comprensin"pareca compatible con una ciencia de la sociedad qu e aspirara a emularlos logros magnficos obtenidos por las ciencia naturales.Para este concepto naciente de una "ciencia natural de lo social", lahermenutica, inspirada en la visin romntica de la creacin, significa-ba un serio desafo. En efecto, cuestionaba la posibilidad misma de que sepudiera aclarar nuestro conocimiento de lo social dejando de lado laconsideracin del propsito. Es cierto que es preciso abandonar la bs-queda vana de un "designio" y un "objetivo" en la naturaleza; si existierata l designio y ta l objetivo, en primer lugar no sera el nuestro, el de loshumanos, y, po r lo tanto, sera intil esperar qu e pudiera se r captado.Pero esto no tiene nada que ver con la naturaleza humana. En ella esincuestionable la presencia de designios y objetivos. Los hombres y lasmujeres hacen aquello que se proponen. Y los fenmenos sociales, puestoque en ltima instancia son actos de los hombres y de la s mujeres, debense r comprendidos de manera diferente que a travs de su mera explica-cin. Su comprensin por lo tanto debe contener un elemento ajeno a laexplicacin de los fenmenos naturales: el rescate de l propsito, de laintencin, de la singular configuracin de los pensamientos y los senti-mientos que preceden al fenmeno social y slo alcanzan su manifesta-cin, imperfecta e incompleta, en la evidencia de las consecuencias de laaccin. Po r lo tanto, la comprensin de un acto humano debe ser buscadaen el sentido que le confera la intencin del actor; una tarea, como puedeobservarse a simple vista, esencialmente diferente de la de la s cienciasnaturales.

    Quienquiera qu e adhiriera a esta sugerencia de la hermenutica sehabra enfrentado de inmediato con una cantidad de difcultades funda-mentales. Y lo ms preocupante era la legtima duda de que el estudio del

    11

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    8/16

    fenmeno social pudiera llegar a alcanzar el nivel de precisin y exacti-tud, el "poder aclaratorio", que haba llegado a asociarse con la ciencia. Laimagen romntica de la obra de arte sirvi como modelo de la actividadsocial en general; los actos de escribir y leer, de actuar e interpretar laaccin, parecieron pertenecer a la misma categora y conllevaruna fuertesemejanza de familia. Para comprender la obra de arte se haca necesariorecurrir a los designios del artista, lo que por s mismo era una tareaartstica; para interpretar no importa qu acto haca falta recrear lacompleja red de motivos e intenciones. Ambos casos requeran sobre todocrear una afinidad en la experiencia compartida, una suerte de identifi-cacin simpattica con otro se r humano. Al igual que el acto esencialmen-te voluntario, intencionalmente orientado que deba se r comprendido, lasimpata imaginativa que haba que poner en esa comprensin no podareducirse a una serie de reglas que eliminaran el papel del propsitosubjetivoy las decisiones dependientes de ese propsito. Tal comprensinera un arte m s bien que una ciencia.La naturaleza, ms bien artstica que cientfica, de la comprensinrepresentaba un obstculo natural para la aceptacin general de la sinterpretaciones, condicin sine qua non para la fundamentacin de unaactividad comunitaria llamada ciencia. Aun durante los perodos dequiebra y disenso que van sealando la historia de toda ciencia, aquellosque la practican pueden hallar algn aliento y credulidad en la creenciade que existen, o pueden hallarse, algunas reglas de conducta especficasque conducen a la aceptacin comunitaria y aseguren, por lo tanto, elconsenso comn de los resultados. La nocin de tales reglas no se condicedel todo con la imagen de la creacin artstica. Quienes se dedican a lahermenutica, enfrentados con la necesidad de optar entre diversas ycontrovertidas interpretaciones, no pueden referirse fcilmente a reglasimpersonales capaces de regir a travs de un acto de simpata personaly de propia identificacin. El logro del consenso de la interpretacinpresenta complicaciones desconocidas po r las ciencias de la naturaleza.

    Tal dificultad, ya considerable en s misma, era sin embargo menosirritante comparada con la complejidad de la cuestin de la verdad, dadoque la imagen que el siglo XIX tena de la ciencia sobrepasaba los lmitesde lograr un consenso respecto de que los resultados especficos fueranvlidos "ms all de toda duda razonable".

    Formaba parte integral de esta imagen, y una razn importante paragozar del prestigio que gozaban las ciencias naturales, el hecho de que lavalidez de los resultados tuviera fundamentos ms slidos y duraderosque el consenso de los cientficos; en otras palabras, que las reglas en quese basara el consenso justificaran efectivamente los resultados definiti-vos. En principio, los resultados de la s ciencias naturales eran considera-dos como aceptados universalmente, sino a decir verdad, que pudieranse r aceptados para siempre. Esta creencia se basaba en la trabajosamen-te observada impersonalidad de las operaciones conducentes, de modocontrolable por la comunidad, a la formulacin de los resultados. Ms allde lo importante que pueda ser el papel del genio individual, la pentra-cin, el accidente fortuito o golpe de inspiracin al articular una idea12

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    9/16

    nueva, debe haber una serie de reglas universales (que esencialmente nose basen en factores nicos y personales) que se usen para validar lapretensin de la idea al estatus de verdad. La ciencia era consideradacomo una frmula legal-racional absoluta y, po r lo tanto, como un aactividad impersonal y democrtica. El descubrimiento era asunto degenio o de talento, pero su convalidacin estaba basada sobre reglas qu epodran se r aplicadas por quienquiera qu e dominara en el consensogeneral los conocimientos que era dable alcanzar, los cuales, por lo tanto,no dependan de las diferencias que pudieran suscitarse en la personalidad de los cientficos. Esa convalidacin, en consecuencia, era absolutamente impersonal y, puesto que los factores personales no intervenan eneste proceso, no exista ninguna razn valedera para poner en duda qu eaquello qu e haba sido convalidado siguiera siendo vlido para la sgeneraciones sucesivas de estudiosos.Resultaba evidente, sin embargo, que la convalidacin de la s interpretaciones de sentido no podan alcanzar el nivel de impersonalidad o,efectivamente, la-esperanza-de-una-durabilidad, lograda por los hallazgos cientficos-naturales. Lahermenutica consideraba la "comprensin"como inherente a una especie de "unificacin espiritual" del escritor y ellector, el actor y su intrprete. La unificacin, se realizara o no, estabalimitada puesto qu e deba realizarse, siempre en una nica direccin, apartir de una posicin histrica y biogrfica. Aunque los intrpreteslograran neutralizar la s diferencias personales, habran seguido. si nembargo, "encerrados histricamente" dentro del peso y el tipo deexperiencia que les era posible de acuerdo con la tradicin. El consenso,po r lo tanto. no garantizara la verdad. Los recursos para convalidar susinterpretaciones podran a lo sumo se r impersonales solamente dentro deun determinado estadio histrico. En este caso, la impersonalidad no eraequivalente a la atemporalidad. Por el contrario, la impersonalidad delacto de interpretacin (y, en consecuencia, la posibilidad de un consensoentre los intrpretes) slo habra podido se r concebida en el caso de quese basara en qu e los intrpretes p a r t i c i p a r ~ n de la misma tradicinhistrica, en su s recursos esquemticos deriyados de un a misma fuentede experiencia histrica. Pareca como qu e el consenso pudiera slo se rtemporal, limitado por la tradicin, y po r lo tanto incapaz de alcanzar losniveles de la verdad. El verdadero fundamento de lograrla y alcanzar suvalidacin en el consenso general, exclua que fuera tratado como atemporal y definitivo.En una palabra, el desafo que se presentaba a la hermenutica antela idea de que las ciencias sociales habran podido estar a la altura de losestndares de la lgica y la autoridad de la s ciencias naturales radicabaen dos problemas: el del consenso y el de la verdad. Por consiguiente, lasciencias sociales, al afirmar su estatus cientfico, deban limitarse aprobar que sus reglas de- consenso y su estndar de verdad en lainterpretacin de l sentido, alcanzara un grado comparable al qu e sehaba logrado en el estudio de la naturaleza. Este libro est destinado adiscutir los ms destacados intentos para poder ofrecer la prueba de ello.Po r cierto que con los continuos esfuerzos por superar el desafo de la

    13

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    10/16

    hermenutica no se agota la historia de la sociologa. Una corrientepoderosa en el campo de las ciencias sociales (que predomin en el sigloXIX y no poco durante el xx) obien n o toma en cuen a el desafo osubestimaempecinadamente su importancia.Esta corriente basa su certeza en la suposicin de la no existencia deuna diferencia significativa entre las situaciones en que operan lasciencias naturales y las sociales. Esta suposicin es defendida en una deestas dos razones: que los "significados subjetivos", las intenciones, losmotivos as como las experiencias "interiores" no son susceptibles de se robservadas y por lo tanto deben ser situadas fuera de todo estudiocientfico, cuyo nico objeto legtimo es el comportamiento observable; oque los factores subjetivos no representan un problema metodolgico ens mismos, puesto que pueden reducirse enteramente a fenmenosexternos, susceptibles de un tratamiento cientfico normaL El derecho anegar el desafo de la hermenutica se justifica a la luz de que el aspectosu bjetivo de la vida social o bien no representa un problema peculiar parael estudio cientfico, o -si lo hace- debe ser puesto en el lugar que lecorresponde, es decir en el dominio de la poesa o de la filosofa. No espropsito de este libro ocuparse de la escuela sociolgica que entronca conesta actitud. Este punto de vista slo ha sido elegido para el anlisis queadmite que el aspecto subjetivo de los fenmenos sociales, a diferencia delos naturales, presenta un problema de inusual complejidad, que, noobstante, espera poder hallar un a solucin que, o bien neutralice suimpacto o reconcilie a la s ciencias sociales con su destino ineludible: lanecesidad de permanecer atado a la tradicin y aseverar verdades contoda evidencia relativas y temporales. Estos puntos de vista tienen encuenta la relatividad del conocimiento como un problema particularmente agudo en el estudio de lo social.

    El efecto inesperado de mis criterios de seleccin es que este librofavorezca ideas desarrolladas dentro de la tradicin intelectual alemana,al tiempo de prestar una atencin relativamente menor a la francesa. Lospadres de las ciencias sociales francesas tuvieron muy poco en cuenta la speculiaridades de la realidad social condicionadapor el carcter subjetivode la accin social, y eran sumamente indiferentes a la complejidad de laestrategia investigativa. Sorprendentemente, eran indiferentes a losanlisis profundos del alma de la hermenutica filosfica, y, en efecto, esposible seguir el desarrollo de la sociologa francesa desde Saint-Simona Durkheim, Halbwachs y hasta Mauss, desconociendo al mismo tiempola presencia, m s all del Rin, de los intereses que la tradicin hermenutica obligaba a los hombres de ciencia a considerar como propios. NiComte ni Durkheim, ni tampoco los m s eminentes de sus herederos, sepreocuparon seriamente por el dao de la relatividad en el estudio de loshechos sociales; y an menos estaban inclinados a sospechar que larelatividad puede ser un mal crnico que resiste a todo remedio conocido.En la creencia de que los hechos sociales son "cosas" como cualesquieraotras, por ejemplo, que existen de derecho propio como entidades realesfuera de la esfera de la experiencia individual, concluan con todanaturalidad, primero, que es posible estudiar las realidades sociales sin14

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    11/16

    tener en cuenta necesariamente el proceso de un producto social y,segundo, que quienquiera emprendiera este estudio con el mtodo apropiado y diligencia habra de llegar con toda certeza a los mismos resulta-dos. Esta es, despus de todo, la maI'lera de considerar las cienciasnaturales en el siglo XIX. Fieles a la firme tradicin racionalista francesa,consideraban el verdadero conocimiento como, sobre todo (y no solamente), un a cuestin de mtodo y de aplicacin sistemtica. La razn cognoscitiva y el objeto de su examen no estaban hechos de la misma tela nisujetos a la s mismas leyes. Autnomos y atentos exclusivamente a la sreglas de la lgica la razn (incluido su sello sociolgico) er a de lejosconsiderada inmune a la s exigencias histricas (en realidad, la concrecin histrica) o cualesquiera otras tpicas de su objeto. En un a palabra,la razn no formaba parte de la realidad social si no se limitaba al campodel estudio.Esta fue, precisamente, la suposicin cuestionada por la tradicinintelectual alemana, en la cual la reflexin sobre la actividad y losproblemas de la hermenutica tenan un papel preponderante. Por lotanto, la interpretacin de la realidad social apareca como un a conversacin entre una y otra poca histrica, o entre una tradicin comunalestablecida; hasta un estudio inmanente, "interior" de la propia realidadsocial era considerado, consecuentemente, como un caso particular dentro de los lmites tradicionales de la comprensin. Para cualquiera queintentara alcanzar un conocimiento objetivamente vlido de lo social, elrelativismo constitua un verdadero peligro, que no poda ser apartadosimplemente desechando los mtodos equivocados, o manteniendouna posicin escptica respecto de la s suposiciones y "evidencias"descontroladas. Ambos integrantes de la conversacin, llamados"comprensin" e "interpretacin" eran especficos histricamente ydeterminados por la tradicin, y el estudio de lo social slo poda se rvisto como un proceso sin fin de revaloracin y recapitulacin, msbien qu e como paso audaz de la ignorancia a la verdad. Segn unaexcelente caracterizacin debida a Isaiah Berlin, durante el perodoromntico, Alemania sostena que la s formas humanas de vida "podan se r sentidas, o intuidas, o comprendidas mediante una especiede familiaridad directa; no podan ser tomadas por partes y vueltas areunir, ni siquiera en el pensamiento, como un mecanismo compuestode partes aisladas, obedeciendo a leyes causales, inalterables yuniversales". Debido a la s contingencias de su propia historia, que seremontaban por lo menos hasta la Reforma, los pensadores alemanesde la poca "eran profundamente concientes de la s diferencias existentes entre su mundo y el universalismo y racionalismo cientficopoderosamente impregnado del punto de vista de la civilizacin aleste del Rin".3

    Es preciso aclarar que ya antes la disciplina tcnica de la hermenuticahaba alcanzado esta nueva profundidad e importancia filosfica sobre3 Sir Isaiah Berlin, "Foreword" to Friedrich Meinecke. Historism, Routledge & KeganPaul, Londres, 1972, pgs. IX-X.

    15

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    12/16

    todo gracias a la potente visin filosfica de la filosofa hegeliana. Antesde Hegel ningn sistema filosfico haba sido ni siquiera aproximativamente ta n exitoso en asimilar la razn a su objeto, el conocimiento y lahistoria, en una unidad monoltica; y en presentar su separacin yoposicin como un mero momento de desarrollo, que sera trascendido alcontinuar el curso de la historia. En la filosofa de Hegel, la conciencia decada un a de las pocas es un a etapa de progreso de la razn encaminadoa conocerse a s misma, descubrindose gradualmente como la nica"esencia" del ser : "Todo el proceso de la historia .. se dirige a convertir esteimpulso inconciente en conciente". A lo largo de la actividad histrica delos pueblos, la razn se completa a s misma en un a propia totalidadde comprehensin". El esfuerzo perseguido hacia la propia comprehen-sin es, simultneamente, la consumacin de la razn. 4Con la historia y la comprensin de ella se cumple esencialmente elmismo proceso; la comprensin del pasado, el esfuerzo para penetrar ycaptar el sentido de los hechos humanos es por s mismo historia. Elhistoriador, al actuar como agente de su comprensin est sujeto a lalgica de la historia. No tiene un campo desde el cual contemplar elproceso del cual es irremediablemente slo una parte. Slo puede vercuanto puede ser visto desde su ubicacin en el proceso.Este concepto se vio reflejado en la hermenutica filosfica en la nocindel "crculo hermenut ico". La comprensin significa proceder por crcu-los; ms bien que un progreso unilinearhacia el mejor y menos vulnerableconocimiento, consiste en una interminable recapitulacin y un a nuevavaloracin de las memorias colectivas -siempre ms voluminosas- perosiempre selectivas. Es difcil advertir de qu manera cualesquiera de lassucesivas recapitulaciones puede pretender se r la final y concluyente; sinembargo, mucho ms dificultoso sera establecer esta pretensin. Ladificultad se origina en el hecho de considerar como especfico el estudiosocial, al presentar las esencias "comprensivas" cuyos problemas sondesconocidos para las ciencias basadas en la mera "explicacin".El desarrollo de las ideas hermenuticas a lo largo del sigloXIX alcanzsu culminacin en la obra de Wilhelm Dilthey, donde hallaron su msprofunda y -en cierto sentido- ltima expresin. Brillante filsofo yeminente historiador, Dilthey pareci llegar tan lejos cuanto posible enla nocin de la comprensin histrica y de la naturaleza tradicionalistade la comprensin. Puesto que la ms exhaustiva exploracin de lacomprensin fu r lo que condujo a Dilthey a abandonar su esperanzainicial de proveer a la historia de un conjunto definitivo de reglasmetodolgicas inflexibles generadoras de la verdad, la inherente "incon-clusividad" de la comprensin pareci demostrada concluyentemente.Era necesario hacer frente a este desafo, puesto que, de lo contrario, la sciencias sociales habran debido darse por vencidas en sus pretensionespor los resultados cientficos. Este libro se refiere a las ms importantesestrategias empleadas por quienes concordaban en que la cuestin del

    "Georg Wilhelm Friedrich Hegel, trad. de J. Sibree, The Philosophy (I( H,:story, Dover,Nueva York, 1956, pgs. 25, 78. 4567.16

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    13/16

    conocimiento valedero de lo social no poda se r resuelto, a menos deencararse los interrogantes que suscitaba la reflexin hermenutica.Hemos de comenzar con la discusin de las estrategias desarrolladas

    por Marx, Weber y Mannheim. No obstante las grandes diferencias quehay entre ellos, los tres grandes socilogos comparten un a caractersticaprominente: Todos ellos trabajaron, por lo general, en el marco del temahegeliano de la "historia tendiente a comprenderse a s misma"; 0, dichode otra manera, la historia al permitir no un a interpretacin de susdiversas manifestaciones, sino la verdadera interpretacin de las mis-mas, se hace posible, o ineludible. Todos ellos coincidieron en que talescondiciones no existan en el pasado; por lo tanto, los tres mirabanesperanzados hacia el presente o el futuro inmediato, en pos de unasituacin cognitiva cualitativamente diferente, y mucho mejor que lapropuesta por todos los pasados puntos de vista de la interpretacin. Lostres basaron su conviccin en que el verdadero conocimiento de lo sociales accesible, en la edificacin de una sociedad ya estructurada eninminente transformacin; consideraban la fusin de la comprensin ylas ciencias como un objetivo al que deberan dirigirse tanto el conoci-miento como su objeto.Karl Marx tradujo la teora hegeliana de la historia y del conocimientoal lenguaje de la sociologa, antes de que Dilthey formulara todas lasconclusiones metodolgicas a partir de la teora hegeliana incluida en elmero discurso filosfico. Por lo tanto, Marx precede cronolgicamente aDilthey en la concepcin de que el problema de la verdadera comprensinde una historia que debe se r resuelta por s misma histricamente, dentrode lo posible, como un problema sociolgico: como el que constituye unatransformacin de la comunidad humana que al mismo tiempo puede se rrealizable y posible de se r comprendida. Al contrario de Karl Marx, MaxWeber se opona a la obra de Dilthey en que la historicidad de lacomprensin haba sido explorada exhaustivamente y presentada, dehecho, como el perpetuo conflicto de la s humanidades. Por lo tanto Weberhaba de relacionar directamente la cuestin de la naturaleza cientficade los estudios sociales con la posibilidad de un a comprensin objetiva deun a realidad esencialmente subjetiva. Al mismo tiempo que Weberencaraba un nuevo adversario y un a nueva tarea, sin embargo pudohaberse inspirado en los hallazgos de Marx y su "traduccin sociolgica".Fu e Weber quien llev la teora sociolgica de Marx, moldeada en suargumentacin en el historicismo hegeliano, a conferir un a real relevancia al debate hermenutico.La proposicin principal que Dilthey estableci definitivamente en lametodologa de las humanidades fue esta esencial "conmensurabilidad"de ambas tradicioneH, que coincidan en que el acto de la comprenHin eHuna condicin necesaria de la validez de la interpretacin. Segn esto, elcometido de Weber consisti en demostrar que nuestra sociedad (en sutendencia, si no en su realidad) alcanza el logro de su condicin en elmayor grado plausible. Por primera vez en la historia, el sujeto y el objetode la comprensin se unan en el campo de la racionalidad -este principalrasgo caracterstico- de la actividad en pos de la verdad que llamamos

    17

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    14/16

    ciencia. El conocimiento objetivo es el conocimiento racional; por lo tanto,es posible comprender objetivamente las acciones humanas ta l cuales sony, hasta donde es posible pueden se r consideradas como acciones racionales. Por lo tanto, la accin racional se convierte en el modo de conductadominante en la sociedad moderna.Esta proposicin, sin embargo, ha sido controvertida por Karl Mannheim. En su anlisis de la s condiciones estructurales del conocimiento enla sociedad moderna, la racionalidad no surge como un modo de pensaren el sentido de la dominancia y la universalidad. Por el contrario, altrazar la diferencia de sentidos a partir de su fuente -es decir el propiohecho de la estructura social, la diferenciacin posicional de la sociedad-,Mannheim concluy que la parcialidad, distorsin y contencin son yseguirn siendo el rasgo universal y peculiar del conocimiento social, quese ubica en sentido de la comprensin entre varios grupos de sociedad. Lahistoria se ha aproximado a la posibilidad de un consenso basado en laverdad, no porque la conducta de la sociedad a la larga se haya hecho msracional, sino en razn de que dentro de la estructura de la sociedad unnico grupo, el de los intelectuales, ha llegado a se r pensante y a actuarracionalmente. Es este grupo el que puede (o, por lo menos, as se espera)unificar la comprensin con la ciencia. Los intelectuales deben actuarcomo una suerte de mesas colectivos, brindando la verdad a la comprensin humana.

    Un papel similar, si bien sin referencia al cambio de la estructura socialo, en realidad, de la historia, fue asignado por Edmund Husserl a laactividad del anlisis filosfico. Husserl apuntaba a resolver el problemade la verdadera comprensin dentro del contexto del conocimientohumano ta l cual es, m s bien que como una cuestin peculiar delconocimiento de lo social. Tenda a unificar la ciencia dentro de laactividad universal de la comprensin. En vez de mostrar de qu manerala comprensin de la actividad humana puede alcanzar un nivel cientfi-co, demostr que todo conocimiento, la ciencia incluida, se basa en ltimainstancia en la actividad de la comprensin, donde su validez debe ser, odebiera ser, fijada.En Husserl, el discurso hermenutico incorpora el legado franco-cartesiano del racionalismo. Esta coincidencia tiene consecuencias delargo alcance: la esperanza de que los significados deben se r captadosadecuadamente en la actualidad se considera que reside en la posibilidadde liberar el sentido de su contexto tradicional, en vez de buscarlo en suhbitat "natura}". Determinada tradicin, histrica y estructuralmente,slo puede alcanzar un a comprensin inherentemente proteica y contin-gente. Los significados deben se r asidos en su verdad apodctica yabsoluta slo apartados de la tradicin, donde pueden arraigar en unsuelo en que la historia y las divisiones estructurales no hacen impacto.Husserl propone como este suelo la "subjetividad trascendente", a modode una suerte de extra-histrica "comunidad de significados" generadoray mantenedora de los fenmenos en el nico modo de existencia relevante-el modo de "ser conocido". El verdadero sentido slo puede se r vislumbrado si se es capaz de acceder a esta "subjetividad trascendental". Esto18

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    15/16

    Ies posible a travs de la contemplacin metodolgica de los "sentidospuros", revelados por la experiencia de fenmenos despojados de suropaje histrico-estructural.Se podr ver de qu modo la sociologa de Talcott Parsons es un intentode aplicar los preceptos de Husserl para alcanzar la comprensin de laactividad humana, que ser en sumo grado independiente de los contexto s histrico-culturales del significado. A partir del fenmeno de la accinsocial entre este estado dado de "ser conocido", Parsons procede a develarapodcticamente, mediante sus rasgos distintivos, lo trascendental de laaccin, que incluye la presencia de la sociedad y del sistema culturaL Contodo su sentido intrnseco revelado por completo y articulado, la actividadsocial adquiere un marco "inmanente" dentro del cual se encuadra susignificacin y en el cual puede se r captada objetivamente. Aun admitiendo que la actividad humana es una entidad significativa que debe se rcomprendida, a partir de ello es posible abordar su estudio objetivamente-tal como debe ser, en gran medida, en talo cual concepto tradicionaL

    Algunos de los principales principios de Husserl, sin embargo, han sidoobjetados y revisados por Heidegger. Fu e puesta en duda, sobre todo, lasuposicin fundamental de que los significados, la comprensin yla interpretacin pueden ser hallados en un universo diferente del"mundo-de-vida", el mundo de la existencia. Los significados no seconstituyen, y la comprensin es llamada a ello y lo logra, por el acto dela pura y ahistrica contemplacin, que es siempre una actividad dentrode un a tradicin, y una actividad que consiste en la recapitulacin dedicha tradicin. La verdad, entonces, a pesar de no estar de ningn mododisuelta en un mero consenso comunitario, se convierte en un elementode la existencia-descubrindose-a-s-misma, m s bien que una relacinentre la existencia y algo (como una proposicin invertida mediante eltrabajo imparcial de la razn) que se ubique fuera de la existencia. Eldemonio del relativismo se ve privado de buena parte de su terror almostrar que la nocin de verdad puede radcar en gran parte fuera delcontexto de los lmites tradicionales; por lo tanto, el fracaso en poderubicarlo dejar de atormentar la conciencia del hombre de ciencia.En este libro se tratan Schutz y la etnometodologacomo ejemplo de lasociologa hermenuticamente conciente, que opera dentro del marco deHeidegger, del mundo-vital como su fundamentacin ltima, y el nicohbitat, de la significacin y la comprensin. Aqu la comunidad demiembros interactivos se muestra como un universo suficientementepoderoso, y el nico capaz de establecer, mantener en vida y garantizarla interpretacin de los significados. En cierto sentido, la bsqueda deuna respuesta adecuada al desafo de la hermenutica se ha convertidoen un crculo; la etnometodologa nos retrotrae al cuadrado, a la conviccin de que todo significado y toda comprensin son esencialmente"interiores".La bsqueda no se detiene con el advenimiento de la etnometodologa,y no tiene miras de parar. Nuestra historia es cuestionable, puesto que eldesafo de la hermenutica ha logrado obtener aun el consenso y liberarse de la crtica de sus propias y peculiares limitaciones.

    19

  • 8/22/2019 Bauman-La hermenutica y las ciencias sociales

    16/16

    Algunas sugerencias recientes, tales como la relacin entre consensoy verdad, pueden se r postuladas y satisfactoriamente exploradas, y sondesarrolladas al final de este libro. El punto de vista del autor es que estassugerencias marcan una interesante lnea de exploracin, quiz la msmadura hasta la fecha, y tienen que representar un interesante papel enlas ciencias sociales. Pero este libro no es un a historia: un comienzo, eldesarrollo de un argumento y -por encima de todo-un final (feliz). Debese r ledo como un relato, un debate que est muy lejos de alcanzar su final.El libro ni siquiera ambiciona presentar una historia completa del debate.Por el contrario, la s principales (y por lo tanto influyentes) actitudesadoptadas en el transcurso del debate son puestas de relieve y presentada s sistemticamente, de se r posible en su forma m s pura y sobresaliente. Dejando de lado la historia de muchos de los compromisos "intermedios" ola s soluciones eclcticas, destaca el carcter y la originalidad de lasteoras en discusin. Los captulos del libro en gran medida son ensayosindividuales de derecho propio y pueden se r consultados por separado,como, por ejemplo, lo certero de la respuesta de Weber arsons al desafode la hermenutica.

    Expreso mi reconocimiento por la crtica y el aliento prestados porAnthony Giddens, que excede lo que las inevitablemente formales palabras de gratitud pueden formular. Tuve la suerte, asimismo, de habercontado con Robert Shreeve como revisor y editor, y con Gianfranco Poggicomo atento y crtico lector del manuscrito. Resultara imposible pasarpor alto la ayuda y la inspiracin que obtuve de Janet Wolfl", RichardKilminster, Ribert Tristram, Joseph Bleicker, Kevin Dobson y otrosparticipantes del amistoso pero importantsimo debate que constituye ymantiene la comunidad social de Leeds.

    ZYGMUNT BAUMAN

    20