BOLE-TI NDE LOS

Organo oficial de los Colegios unidos

D. luan Carbatleda.

Director:

D. enrique Quijada

Administrador:

Presidente del Colegio Central:

D. Angel Barahona

Dirección y Administración: Man.uel Fernández González, núm. 8, principal

donde se dirigirá toda la correspondencia

COLEGIOS SUSCRIPTORES:

Málaga, MUl!cia, Seoilla, lJalladolid, :toledo, Santandel!,Salas de los lnfantes, Ciudad Real, Cádiz,

Palencia, Alaoa U Segooia.

Los pagos adelantadosen libl!anzas de la pl!ensa, Gil!o Mutuo, Sobl!e Monede1!o ó letl!a de fácil cobl!o

Suscripci6n: 2,60 pesetas año

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Año IX MADRID, ABRIL 1916 Núm. 93

~oletín ~e lo~ [ole~io~ ~e ~ra[fi[ante~ ~e Me~i[ina y [irn~íaORCANO OFICIAL DE LOS COLECIOS UNIDOS

Se publica la prl",era decena de cada ",es

DlReCtUR D. enllique Quiíada Oillapadiellna

PRECIOS DE SUSCRIPCiÓN

A lo. ColelPo. unidos, 15 cto. número.-Snocrlpeione. individnale., Madrid y Extranjero, 3 pta•• aAoprovlneia., 2,50. Número .nelto, 25 cénts. Pago anticipado.

Sumario

La baja mar. La labor de un Colegio, por D. EnriqueQ. ViIlapadierna.-De Junta Central, por D. AngelBarahona.-Actualidad, por D. Leonardo Sánchez.­Su suerte está echada, por D. Casildo Morales.-Lafuerza del pesimismo, por D. Leopoldo Estalayo.­Viva el practicante español, por D. José Rocamora.Del empirismo hacia la razón y de ésta á la inani­ción, por D. Lucio de las Heras.-Noticias.-Causaprincipal de la tubercull'sis, por el Dr. Calleja.-Par­to gemelar, por D. Enrique Quijada Villapadierna.­Correspondencia administrativa.

ConvocatoriaEl Colegio de Auxiliares de Medi­

cina y Cirugía de Madrid y su pro­vincia celebrará Junta general ordi­Ilaria el día 27 del corriente, á lasnueve en punto de la noche, en 8U

domicilio social, Visitación, 8, paratratar cuanto preceptúa el arte 43de su Reglamento..~.............~..~..~..~..~..~..~..~..~..~.

LA BAJA MAR

La labor de un colegio¿ No habéis visto nunca el mar cuando agita­

do por las grandes turbunadas se estrella contralos acantilados de la costa? Es grande en su

grandeza inmensa, porque onda tras onda, remon­tándose á más lejanas latitudes ¿quién prevésu fin? Es grande con la grandeza de lo infinito,

es grande como inspirado en un pensamientodivino, es grande como el Dios que lo creó.

Pues así el pensamiento del sér humano, cuan­do este pensamiento es cabal, es grande; y másaún, cuando menos quiere serlo, que al no que­rer pone en todo ello la inspiración del don quela providencia le prodigó y acaso cuando quiereserlo encuentra limitada su facultad divina. Puestambién, como el Océano inmenso, tiene el pen­samiento sus horas de nostalgia, y tambiéncomo él, sus momentos de negligencia y descan­so. La baja mar es la morosidad de las aguas;

la negligencia del pensar, es el cansancio del es­píritu; y este cansancio lleva consigo el mal hu­

mor, que, como decía un escritor ilustre, es lajaqueca del alma.

Todo lo creado guarda en sí cierta analogía.Por eso he querido en estas líneas fijar un símbo­lo. Como el mar son las grandes colectividadesy las más pequeñas. Tienen sus momentos deapogeo, de auge, de esplendor. de grandeza;pero también tienen su baja mar. Solo que exis­te en la comparación que establezco una dife­rencia fundamental, la que separa lo físico de loespiritual. Todo lo físico obedece á leyes inmu­

tables sabiamente establecidas, indestructibles.inalienables, incontrastables. Todo lo espiritualtiene un ancho campo, tan ancho, que puede lle­

gar desde la tierra al cielo; que puede remontar­

se á través de las distintas esferas y llegar en un

supremo alarde de inspiración hasta donde nues­

tra imaginación supone que se halla el más ele­vado sitial que creó el todo Creador. Por esovemos que en el transcurso de los siglos no au-

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menta el cauce de los ríos ni de la mar sus ori­llas. Pero es muy delicada la inteligencia huma­na para remontarse y penetrar en los secretos delo ignorado. Lo m~smo se agita hoy el mar en te­rribles convulsiones que siglos ha. Pero tras al­gún tiempo vuelve á recobrar su calma sin quepueda decirse que nunca llega á traspasar aque­llos límites que una fuerza superior le trazó.¿Quién puede decir lo mismo de la inteligenciahumana, que día tras día, y momento tras mo­mento, en el orden social, en el orden científi­co, gana puestos y gana, mano á mano, á los quemás allá pretenden extender la suya. En esoaventajamos á todos los elementos. Pues bien,sírvanos de símil la comparación.

En este elemento formidable que ni avanza niretrocede y que cifra su principal poder en la,integración de todos sus componentes, está sumayor fuerza. ¿Quién es capaz de resistir el em­puje desatado de los elementos de la Natura­leza l ¿Creéis vosotros que hay poder humanocapaz? Pues ¿ quién creéis que lo sería para re­sistir el empuje de la inteligencia humana unidaen un ideal común? Los seres humanos tienende lo físico, acaso su fuerza y su poder; los debi­lita la divisi¿n constante que entre unos y otrosse manifiesta. De aquí que mientras unos son in­deleblemente indeleznables, los otros son indele­blemente deleznables. Se Hesgastan al primerchoque. se corren en sus cimientos y como molevetusta y socavada caen y se derrumban al soplodébil del viento que engendra muchas veces su

misma indecisión.Es la vida social actualmente, en su funda­

mento y en su organización, tan sutil; son tantoslos pormenores que hay que tener en cuenta quecuando todos ellos aparecen consolidados y ajus­tados á una realidad y á una aspiración co­mún, no logran vuelo, y descienden tan al terre­

no que al querer debatir sus alas tropiezan con

una dificultad: la dificultad de que les falta am­biente donde vivir. de la misma man~ra que el'águila, cayendo á tierra, no encuentra espaciodonde volar. Cuando se remonta sobre las plani­cies de las rocas, su vista escudriñadora orisqueahacia el valle y sus alas se extienden y baja. bajahasta donde comprende que no puede faltarleaire; y llega un límite en que su propio instinto

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de conservación le salva y entonces asciende"se remonta y domina el valle. Y muchos ejem­plos pudiéramos citar; pero nosotros los olvida­mos todos ó no los reconocemos y acaso por ig­norancia caminamos derechos al precipicio que

es sima y ha de ser tumba de ideales y aspiracio­nes sinceramente expresadas y noblemente sen­tidas.

Si eleváramos un poco nuestra inteligencia y

percibiéramos claramente á los efluvios que deella, cuando es limpia y ,~oble emanan. divisa­ríamos con meridiana claridad la situación,. y átenor de ella ajustaríamos nuestra conducta. Yoquiero creer que es ofuscación. Cuando debemosadquirir una sola personalidad, única, surge ladivisión y la discordia. y en este estado ¿quiénha de atendernos? Si nosotros mismos aparece­mos á la faz del mundo disgregados ¿cómo po­dremos creer que él ha de ocuparse primero enunir los fragmentos de una cosa que fu~. pero quelo fué tan sutilmente que sin soportar la desapaci­ble brisa de las realidades. el soplo de la menorcontrariedad bastó á pulverizarla? Una de dos.ó somos muy grandes ó somos muy ruines. O den­tro de nuestra clase hay algunos que alardean y

aun poseen el supremo bienestar y tienen pruritoespecialmente determinad~ de que los demás nolleguen á poseerlo. ó todos adolecemos de un vi­

cio: la mentecatez. Solo así puede explicarse.una discrepancia tal en u~ asunto tan común co­mo es el bienestar de una clase.

La vida actual, no se mide por la personalidadde sus individuos individualmente consideradossino que se ajusta á la personalidad de esos indi-·viduos colectivamente congregados. Un tiempofué y ya pasó por fortuna, en que una individua­lidad se imponía á una colectividad. Fué la som­bra negra que cruzó podas albores de la humani­dad naciente en la época medioeval. La evolu­ción sucesiva de la sociedad al advenimiento dela inteligencia humana y acaso la iniciativa delos grandes hombres, hicieron ver á los individuosque todos. todos tienen personalidad propia yque esa personalidad unida podría ser el acica­

te común para impeler á una mayor actividad enél campo de la ciencia, de la industria; en elcampo de las artes, en el desarrollo total de laactividad humana que es tan ilimitado como el

poder divino que le dió forma en la concIenciahumana y en el espíritu del hombre que por muylimitado que. sea obedece siempre y es remedoy reflejo y forma de un soplo del Creador que ledió vida. Y si á comprender llegáramos ese altoprincipio. sabiduría suprema que inspira en sutotalidad á todos los seres de la creación. segu­ramente que al contemplar los más bajos espacios,los más inferiores. nuestra alma se refocilaría yelevándose á las más altas esferas. sabría. en unade ellas. reunir todo el anhelo y todas las aspira­ciol)es que le son comunes. y fundir á estas en unaunidad superior, hacia la cual propenden la abne­gación y el valor: esta unidad es la unidad deDios.

Pero esto. como digo, supone abnegación. yclaro está. intercalar estos lirismos entre tanta pro­sa. es una nota discordante en la bella armoníade una composición. Cuando habla el egoísmo.la razón escueta. desvestida del bello ropaje quele presta á veces el corazón. se avergüenza de símisma y pretendiendo acertar, yerra.

Es muy triste observar la pobreza de ideal. lavacuidad en los fines. y la injuriosa actitud enque se coloca el Colegio de Zaragoza entre cu­

yos componentes en lugar de ser todo armonía.unión y &aternidad. en lugar de sacrificarse indi­vidualmente en aras del bien colectivo ayudandoá la Junta Central como representante de los de­más Colegios, ya que así fué nombrada por unaasamblea; en lugar de buscar con encarnizamien­to eficaz y urgentes soluciones y prestar su con­curso moral y material. dedicando á esta JuntaCentral la mayor suma de fuerzas posibles parahacer saludable y fructífera su acción. se separarotundamente de ella, aleja su concurso-si esque alguna vez lo ha prestado-y adoptando unaactitud punible. zahiere á esta Junta Central quepor otra parte no se merece más que alabanzaspor los desvelos que le proporciona la incesante,entrañable y encarnizada lucha que en defensa'de los intereses colectivos viene sosteniendo.

El Colegio de Zaragoza publica en el último

ní'melo el : igllientc. l)~rra fro:' «Cf'mpañeros dengran valía tenemos en la corte; yo invito á nues­ntro ilustre y querido compañero don EnriquenQuijada. hoy Direc'.or de los Colegios unidos.ná que con su acertada pluma y de común acuer-

ndo con el no menos pundonoroso é ilustre com­npañero señor Martos. organicen una asamblea,nla cual se celebre en Madrid coincidiendo connlas fiestas de San Isidro.n

Yo agradezco á mis compañeros de Zaragozasus palabras lisonjeras. y á su halagüeña invita­ci ón les respondo' que mi pluma valiosa comoellos dicen. modestísimas para mí. jamás trazaráun rasgo que no sea en beneficio y en defensa dela clase; y solo podrá ser así cuando mis escritosestán inspirados en los mismos móviles. en los mis­mos deseos. en las mismas aspiraciones que las dela Junta Central. Jamás. pues. he de ponerme eninteligencia con el señor Martos,-para mí muyrespetable.-para organizar una asamblea. Yosoy un entusiasta de mi clase, divulgador de to­da buena idea. sumiso á la Junta Central á lacual, hasta donde mis fuerzas alcancen he deprestar siempre mi modesto concurso; este es mideber. deber de todo buen asociado. A esta Jun­ta Central es á quien corresponde organizar laasamblea si lo cree oportuno.

y si llegara á efectuarse, porque la Junta Cen­

tral lo creyera conveniente. ésta me tendría, siem­

pre á su disposición si solicitara mi modesta ayu­

da ; pero jamás. lo repito, me pondré de acuerdo

con los que desertan de mi clase.Eso es lo único que yo puedo contestar á la

halagadora invitación que me hace el Colegio deZaragoza, que en su afán de preponderancia es­pecialísima camina por derroteros equivocados.y es triste cosa que los Colegios. que son los queintegran nuestra personalidad. porque ellos su­ponen consolidación de individuos que llevaríaná un todo común. marchen por doquier. Valieramás que vinieran todos de focos distintos parareunirse en una lente superior que refractara laluz é hiciera la claridad en aquel pun~o que es­pecialmente á ellos les interesa y que iluminaracon luz, meridiana. inteligencias superiores. ca­paces y abonadas para escuchar lo que' es. no yael clamor. sino la plegaria explícita de una claseque gime. que llora bajo el peso de una injusticia.no ya de una injusticia social. sino de la propiaaberración y de la propia inclemencia de los in­dividuos que la componen que no saben ni han sa­bido nunca consagrarse á la consecución de unid~al supremo que debe ser para ellos el bienestar

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individual, el bienestar de sus familias, el bien­estar de sus hijos, la felicidad de su hogar y elporvenir que en lontananza deja nuestra imagina­ción en la bella hora de una alborada espiritual.

ENRIQUE QUIJADA VILLAPADIERNA

DE-JUNTA CENTRALRecientemente hemos recibido adhesiones pa­

ra contribuir al pleito relativ'o á las Enfermerasde los Colegios de Cartagena y La Unión. Cá­diz. Sevilla y Murcia; son ya muy pocos los Co­legios que faltan contestar. No obstante, espe­ramos que lo realizarán en el presente mes, á cu­yo término aguardamos para publicar el debidoestado resumen de cuentas

* * *Tenemos noticias de trabajos realizados para

Ja constitución de Colegios en Bilbao. Castro­Urdiales y Badajoz. Compañeros entusiastas de

estas respectivas localidades se han dirigido ánosotros con este fin y dispuestos y decididos es­

tan á llevar á efecto su labor social.Buena falta hace que se difunda el espíritu de

asociación, más que nunca en los actuales mo­mentos necesaria y más que nunca ahora es ~ca'

sión propicia para evidenciar á los indiferentesque los grandes males que nos amenazan, única­mente han podido llegar á tomar estado en la for­

ma oficial que vemos hoy planteada, merced alnegativo valor de nuestros prestigios profesiona­

les, á la carencia absoluta de aprecio de las in-fluencias derivadas de nuestra representación gre­mial, y consecutivamente á la ausencia total deenergías potenciales precisas para obtener pornuestro propio esfuerzo las respetabilidades, fue­ros y preeminencias que la Ley hace referenciaen nuestro Título.

y esto fundamentalmente por falta de umon,por ausencia de armonía, de concordancia y con­formidad entre los elementos profesionales, siem­

pre disconformes y cada vez más, unos de otros,distanciados.

* * *Han terminado las oposiciones á plazas de

Practicantes de la Beneficencia Municipal de es­

ta corte, y con este motivo hemos tenido ocasiónde apreciar admirables ejercicios que han puestode manifiesto el superior grado de -instrucción queen conjunto avaloran cuantos han intervenido enellas. Hemos escuchado con grata complacencia

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brillantes disertaciones. y en general, los oposito­res han demostrado una labor cultural digna deencomIO.

Por esto y por la significación especial que es­ta vez entraña el programa, conteniendo nuevaslecciones cuyos temas no han sido estudiadoshasta hoy en nues,tras obras de texto, entendemosque bien pudieran ser estas oposiciones motivoconstitutivo para aspirar por nuevas orientacionesá la obtención de los prestigios profesionales áque antes aludíamos.

y en contra de la opinión de aquellos que in­

conscientemente han clamado en pugna con laimplantación de estos nuevos temas agregados alprograma, nosotros, cada vez con más profundaconvicci6n y ~ntusiasmo proclamamos la bondadde SI\S trascendentales beneficios traducidos hoyya, en la posesión de más amplias y progresivasactividades.

Convencidos de la importancia de estos facto­res, cuantos integran la Junta Directiva del Co­legio de Madrid, estudian el modo de inantenerlatente, y la forma de cultivar en los diversos ór­denes que nos afectan, los propios conocimien­

tos científicos que fundamentan el arte de nues­tra profesión.

* * *Convecados por nUf'strc compaiíern D. Emete­

rio Gimeno, se han congregado los practicantesde la Beneficencia municipal con el principal ob­jeto de instituir entre sí una Sociedad de Soco­rros mutuos, á cuyo efecto fueron leídos los Es-­

tatutos por que han de regirse, siendo en su con­junto aprobados, acordando que en sucesivas con­vocatorias se proceda á la discusión y aprobación

del articulado en particular.Entre los reunidos se comentó con entusiasmo

la conveniencia de esta Institución, y que ellapuede ser generadora de prosperidades de queestá muy necesitada esta colectividad.

Por la Junta Central.

Angel Barahona.

ACTUALIDADHay cosas que por mucho que me las macha­

quen no me caben en la cabeza. Sin duda llevoesta parte del cuerpo humano encima de los hom­bros única y exclusivamente de adornt>. De otromodo las cosas que uno le~ után desprovistas del

más elemental seRtid. común, la lógica la convier­ten en una absoluta negación y no parecCl sino queestamos en el período álgido de un violento acce­lO de enajenación mental.

¡Pero, señores! ¿Será posible qlole las cosas mássencillas y fáciles las interpretemos de manera tanofuscada y absurda que lleguemos haita la m;;s re·finada maldad? ¿No está bi~n claro que el pleitoque sostenemos contra el Real decreto del .diadoconde de Esteban Collantes, es un asunto, gáBeseÓ se pierda, de vitalísimo interés para todo aquelfIue ostente el título de pra~ticante?Yo creo quet do el que estudia y trabaja para obtener un títu­lo académieo, sea el que fuere, no lo quiere sola­mente para ornamentar laiS paredes de su casa.

Lo racional es que aquel que ha estudiade unacarrera, casi siempre, necesita ejercerla con el find. alcanzar los elementos económicos que son pre­cisos para vivir. Y si esto es cierto, si esto es unairrebatible vcrdad, ¿por qué entonces no contri­buímos todos á defender lo que á todes nos in­cumbe?

Hase dicho, en estas mismas columnas, que undeterminado Colegio de provincias ha escrito áo~ros Colegios aconsejándeles que no contribuyaná la suscripción abierta por la Junta central parasufragar los gastos del famoso pleito.

Esto, señores, es tan amargo y tan brutal queuno nu puede creerlo. Me causaría un tremendodesengaño,si llegara á confirmarse. Y muche más...tratándose del Colegio á quien se atlibuye estebochgrnoso asunto. En otros tiempos,. cuando elColegio de Madrid estaba en una critica si tuacióoeconómica, se hubiera explicado el retraimientotie los Colegios para u:cundar, económicamente,cualquier iniciativa de éste. Pero desde el año 1910,en el que la voluntad de unos cuantos compañerosde buena f~ trabajaron con vehemente tenacidadpor cncumbrar su situación monetaria, no le han'faltado recursos para desenvolverse c(j)n rela.ivadecencia, dentro de la modllsta cuota mensual conque nuestra clase puede contribuir. Para el con­flicto actwal no se ha podido contribuir con másdinero que el que se disponía en Junta Central.Por eso me parece que el deber de ésta era, comeasi lo ha llevado á cabo, recabar la ayuda de todospara completar la cantidad que se precisa. Que

haya quien no pueda coadyuvar con cantidad al­guna, pase; pero lo otro... lo otro es un verdader0crimen.

Y, conste, compañllros, que hace mucho que nopertenezco á la Junta Directiva, por lo cual creoque nadie puede tildarme de sospechoso. Preci­samente, algunos de los individuos que la inte-

gran son los mismos que en Enero de 1912 arro·jaron á 101 compañeros que por aquella fechaeomponían dicha Junta, por el grave delito de ba­ber trabajado mucho por el engrandecimiento 50­

oial y económico del Cohrgio de Madrid y por laprofesión en general. Desde entonees soy el últí­mo soldado de filas y no hago más que cooperarcon mi humilde concurso en todo cuanto me pa­rece que hay un bien para la profesión, presoin­diendo en absoluto de mi susceptibilidad y lIIiran-

. do siempre muy alto con el fin de olvidarme de

muchas ingratitudes.No obstante todas estas cosas, que muchos di­

réis que no os importan nada, en las actuales ycríticas circunstancias yo elogio y defiendo enérgi­camt"nte á la Junta Central, porque considero queha sabido cumplir con su deber entablando estejustísimo pleito saliendo á la defensa de nucstrosderechos y hasla de nuestra propia dignidad pro­fesio nal. ~

Por encima de cuantas dificultades pueda tro­pezar la Junta ceDtral debe ~eguir adelante, hastadejar definitivamente resuello estegr¡¡.ve problema.Aún habria entre los practicéontes de toda Españaonas cuantos hombres de corazón que sabrán acu­dir á llenar la obligación sagrada que tienen con­traída en este asunto. Y si no vienen ¡peor paraellos!... ¡Nosotros no pensamos retroceder!

Y ya que de ~ecabar fondos se trata, allá vauna idea que trasmito y cedo á la Junta central.

¿No podría hacerse una rifa, á 0,25 pesetas losdiez números, en la que se regalórán tres premios,que podían oonsi.. tir en una caja de cirugía, unacaja de ventosas y una máquina para corrienteseléctricas, siendo los números premiados los igua­les á los tres primeros de la Lotería Nacional delsorteo que se señalara? Si la Lotería Nacional tie­nu 34.000 números y vendeIDos los diez númerosen 0'25 pesetas, se recaudarian 850 pesetas. Clll­culand0 en 300 el valor de los regalos, incluyendoel talo·nario, pue~en quedar 550 pesetas si se ex­

penden todas las papeletas. Hay que tener encuenta que estas papeletas podemos encargarnosentre todos de venderlas también entre los médi­cos á quienes podamos, puesto que los objetosque se rifall, á excepción de las ventosas que pue­den sustituirse por un termoc-auterio, ,son de utili­dad lo mismo á los médicos que á los particulares.

Si la idea es acogida con éxito, comenzaré, pa­ra predicar con el ejemplo, por pedir que se meseparen las primeras cinco pesetas en números.

Y si la idea es mala, la retiro, sin otenderme ni

tanto así... ¡Palabra!

* * * s

Después del larguísimo período de trel meseshail terminado, por fin, las op'osicionel á practi­cantes de la Beneficencia Municipal de Madrid.En ellas han actuado más de cien compañeros, ha­

biendo entre los opositores seis ó siete que eranademás alumnos de Medicina y hasta un médico.El número uno le lo Itan adjudicado á don MatiasPérez Marcos.

En las oposiciones de 1910 lo ganó don Leo­poldo Pérez Estalayo. Elte y aquél en el momentode actuar, no tenian más estudios. oficiales que 101 •

de la carrera de practicante. Cuando Pérez Esta­layo, mi hermano de luchal y fatigas en la juven­tud, fué á laI oposiciones de 1910 era completa­mente anónimo entre los profesionales. Entr<l;bapor primera vez en una Casa de Socorro, sin otrobagaje que sus veintiún años, su uniforme de ca bode Sanidad Militar y un elevadísimo pináculo deilusiones. Como había trabajado mucho obtuvo,con merecida justicia, el primer puesto. Más tardeya habéis visto todos que el tribunal de aquellasoposiciones no se equivocó al concederle esa dis­tinción. Ha ocupado, con sobrados méritos, losprimeros pucst0S de nuestro Colegio y su admira­ble pluma, tanto como su vivísima inteligencia yconstante voluntad, han estado en todo momentoal servicio de nuestra profesión para dignificarla yenaltecerla. Hoyes alumno de Medicina del cuartogrupo y estamos predestinados, en un plazo nomuy lejano, á perderle, como recientemente hasucedido con el inolvidable Ramiro de Llana,

El compañero señor Perez Marcos, el que ha te­nido el señalado honor de ganarse reñidamente el'número uno, es uno de los individues más modes­~os y trabajadores que conozco. He presenciadosus primeros estudios en la carrera, su tenacidady entusiasmo por terminarla, los continuados es­fnerzos por ampliar su cultura científica. En ple­nas oposiciones cayó gravemente enfermo. Otro,en su caso-yo mismo-, no hubiera tenido ener­

gía moral y física para continuar luchando. Y, ápesar de todo, él siguió impasible, atendiendo conel mismo interés el complicado tratami4:nto de sugrave dolencia que el programa de oposiciones.Este es el distinguido compañero que nos ha en<',I­tecido en estas oposiciones llevándose la primeraplaza. Si mal no recuerdo, para mayor honra nues­tra también, creo que ha sido preparado pornuestro ilustrado compañero y viejo luchador don

JuanJosé Fernández.

Entre tanto pesimismo y tanta queja ¿no os pro­duce esto una li5era esperanza? ¿No se va d~mos­

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trando, aunque sea muy lentamente, que el prac­ticante no solamente va aprendiendo á leer, sinoque t,ambién comienza á saber estu~jar?

LEONARDO SANCHEZ.

,,~.,,~.,,~..~...~..~..~..~.........~..~~.lo ~uerte eUá e[~a~o.

Veamo~ áver quién [e~~on~e.En el número 90 del Boletín Oficial, publiqué

un articulo titulado .Alea Jacta Est.; en él des­arrollaba nuestra suerte está echada con el doblepropósito de ampliar más tarde aquel enunciado,completándolo hoy con el de: Veamos á ver ',' :. 1

responde.Y, en efecto, para los de Madrid y para los de

provincias, estos momentos supremos, críticos ódecisivos, son momentos de grandes ens\'ñanzas;pues ellos vienen á estableoer una ley espontánea,tan soberana. justa é inapelable, como solemnes,libérrimas y excepcionale -; son las circunstan cias.

Por sí y ante ~i, colegios y particulares, cadacual se trazará voluntariamente su merecido dic­tado. separándose hacia la parte sana los fielesmantenedC'res de las prerrogativas, Jos dignos pro­fesores de su titulo profesional; y hacia la escoriael bando opuesto de los apáticos é indoltlntes.

Ante este cuadro, establecida la línea divisoria,ya no cabrán alegatos; las palabras huecas, altiso·nantes ó de relumbrón para la galería. caerán enel vacío como frases muertas, desprovistas de todosentido beneficiosamente práctico, y sólo l.Hcvale­cerán, res1lrgiendo vivientes en toda su virtual pu­reza, las noms vibrantes, nobles, desinteresadas yaltruistas, porque son las únicas que verdadera­mente encarna!" en el bilateral concepto moral yeconómko, tan indispensable á la situación pre­

sente.Propios y extraños ¿,quién podrá ignorar que es­

tamos empeñados en un litigio ruidoso, pleito devida á muerte, en el que para salir airosos es ne­cesario sacrificar el bolsillo, siquiera sea bien poco,pues no sólo de adhesiones morales vive el

hombre?Somos de 4 á 6.000 compañeros, y existen unos

15 á 20 Col,egios; cuando comparo estas hala­gadoras cifras con la pequeña lista de donantes,un fatídico pensamiento se apodera de mi espíri­tu, fatídico pensamiento que ya me asaltara alcontemplar el doloroso escepticismo que reinabaen el proyecto de Montepío, y que ahora como

entonces amargamente patentiza el tan decantadoentusiasmo profesional que, pa~a muchos, nGl valeni dos pesetas.

¿Seroán culpables tan sólo los indiferentes deprovincias? No; conformes conmigo lo están aso­ciados cua'lldo en plena junta general transmitíaná la Directiva del Colegio de Madrid rumores deotros comprofesores que, según crite~io particular,,"o estaban dispuestos á contribuir metálicamente.y esto para uno de IGS deberes más sagrados y

más apremiantes de la profesión!. ..¿Podremos así regenerarnos? Ya lo decía en Mi

suelto anterior: nues~ra muerte aparente llegará áconverbirsc en real s', por retraimiento suicida,dejamos que en lIuestra clase se produzcan lossíntomas de descompo,ición cadavérica.

Urge, precisa, pues, rcol gauizarse, aportando ála obra más profesional y más vitalisima el real óla peseta que nos quede; si hubiéramos de morir,muramos, pero muramos luchando, y que todo sepic:rdil, menos el honor, que sólo los que así se de­fienden podrán blasonar ó hacer ostelltacíón desu título, pasando, aun después de muertos, alranogo meritorio é imperecl'dero que la historiaglorifi ·a.

Pero insisto, no se traduzca en desmayo estadígresión pesimista; tengamos confianza, pense­mos con fe ciega en la víctoria, que también unadase cuando abriga en su seno dementos que se­pan moverse á impulsos de la dignidad y de lajusticia, sobrevive á impulsos de todas las desacer­tadas Reales órdenes, de todas las asechanzas yde todol; lo~ atropellos. Y, aun cuando hasta aquíseamos pocos, con ese honro<í imo y abnegadopuñado de valientes, vuestra junla Central, por suparte, lóe siente orgullosamente alentada para lle­var la empresa á solución definitiva.

Quiera Dios, la razón y la suerte que desde lameta del ideal y en completo éxito pueda de~pe­diros dicho Directorio, dándoos á los amigos y álos que se tengan por antagonistas, el adiós fra­ternal que, con el fruto de las gestiones y la repre­aentación gen uina depositará gustoso en los quehayan sabido manifestarse como buenos, ya que álos esforzados y entusiastas campeones es á quienpertenece una nueva era redentora.

C. MORALES.Marzo, 1916.

~."""",~" c, , .

La fuerza del pesimismoParodiando al príncipe de nuestra literatura - y

perdonadme tamaña profanación - comenzaré mi

escrito con palabrllJS parecidas á las que él estampóen la página primera de su obra inmortal: En un lu­gar de mi tierra, de cuyo nombre no quiero acordar­me, había un joven y fogoso secretario, encargadopor la municipalidad de llevar en buen orden losrEgistros y' caudales del pequeño cotarro.

Listo en verdad era el mozo, que allá en la ciu­dad estudiara leyes y más leyes, y adquiriera el artede pintar aquellas tan lindas letras que la adlniracióncausaban de los lugareños incluyendo á su alcaldeque, dicho sea de pasada, no sabía escribir, dandovalidez oficial á los documentos de su importantecargo estampando, junto á la rameada firma del se­cretario, dos rayitas que pretendían imitar e! símbo­lo del Redentor de su honrada cO:lciencia de rectomO'ltcrilla.

El lugarejo, corr.o todos los lugares, tenía ISU san­to palrón, que en este caso era santa patrona: San­ta Cedia. y el pueblo que tenía por patroná á laabogada de los músicos, carecía, no ya de un Olfeónó banda, sino de una mala murga que honrar pudie­ra á su santa representante. No fué esto bien vistopor el joven secretario que á su llegada al pueblo,previa solemne entrega del cargo, bajo la empaque­tada presidencia de quien con la cruz firmaba, pensó,desde luego, en organizar un grupo de músicos á loscuales instruiría, que él no perdió el tiempo en laciudad, y á la vez que leyes y bonitas letras, apren­dió también el arte divino de Verdi.

Reclutó los seis mozos que le parecieron más avis­pados, de los nueve que componían la plana solteradel pueblecillo, y á éste un clarinete, á aquel uncornetín, al otro el bombo... la banda quedó com­pleta con gran alegría de las mozas y tal cual gru­ñido del monterilla que vió vaciarse el erario de! Mu­nicipio, y que por vez primera estampó la cruz á re­gañadientes, para autorizar la compra de instrumentosy papeles mojados con rayas y puntos negros. Gran­des fueron los trabajos del iSCCretario para instruir ásus educandos, y mucho el tiempo empleado en latarea; pero, con una paciencia digna de m~jor cau­sa, consiguió su propósito y anunció la oficial presen­tación de la banda por él dirigida. El salón-Ayun­tamiento, engalanado con trapos y cortinas, quedóocupado por los habitantes del pueblo, que escu­chó con silencio religioso la música que honraría ásu santa patrona. Fué un éxito completo; el, alcal­de abrazó al secretario y los niños S31taro:1 á com­pás de su júbilo regocijo; un gran ramo de floressilvestres fué el pago inocente de las mozas, lo queno dejó de despertar sus rencillas en el pecho de al­gún músico que aspiraba á la plaza de galanteador.

Todo era para el forastero secretario--palmadas,

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porque querer es podercuando con razón se augura.Si en la lucha de nuestros deberesnos unimos fuertemente,es indudable hacer frenteá legiones pesimistas,hallando grandes conquistassi luchamos constantemente.La unión hará despertará los que han de combatir,pues elJa suele influirpara el error desterrar.Ella viene á levantará los pueblos indolentes;ella á los indiferentesles dará el toque de alerta,que la humanidad despiertallamada por nuevas gentes.Llega la hora de elevarte;despierta, practicante oprimido,despierta que estás dormidoy ven corriendo á colegiarte.Pues cada uno de vosque nuevamente vengáises un cuarenta y dos

con el que sin duda asustáis.Acudid prontamente<¡ue se acerca el enemigo,y unidos fuertementeveremos Abril floridoalegre y soariente.Ya de la nueva alboradase vislumbra el resplandor:

¡Atrás la turba malvada!¡Viva el practicante españoll

J. ROCAMORA.

Del empiri~mo ha[ia la ralóny ~e éUa á la inani[ión.

Tarea ardua, difícil para mi, por carecer de ele­mentos principales para desarrollar bien el epigra­fe de estas líneas; no os haré una pequeña historiade la carrera y en ella podía apreciar las evolucio­nes que ha sufrido esta vilipendiada clase dePracticantes.

Esta clase ha caminado del empirismo hacia larazón nos lo demuestran los hechos siguientes: lacarrera que hoyes de Practicante fué creada porReal cédula dada en Madrid por S. M. el rey don

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Felipe V el dia 29 de En ero de 1717; en esta fechase aprobó la «Instrucción de los sangradores.•

El 14 de Marzo de 1779 se ~probó • Doctrinamoderna para los sangrlldores. por S. M. don Car­los lIl.

En 1836 por otra Real orden se denominó .EB­señanza de Cirugia menor ó de Ministrante. Porotlra Real orden, en 1857, se suprilll e la clase deMinistrante y se crea la actual de Practicante.

El 13 de Mayo de 1902 se aprobó, siendo minis­tro de Instrucción pública el señor conde de Ro­manones el programa que hoy rige. Hasta estafecha no habia prog,-ama de tal carrera, pero coneste nuevo plan de "studios estamos peor que losantiguos; más conocimientos, más gastos y conbastantes menos utilidades.

He leido lIna obra de .t'1 arte de sangrar> deaquellos tiempos, y son los conocimIentos tan ru­dimen tarios, que, claro está, ahora no serviríanpara nada, sujetándose á los procedimientos mo­dernos; en cambio. sólo con esta profesión vivían,hubo sangrador que practicó mil operaciOllec. enun año, entre locales y generales, como es sabido·En aque.lla época estaba tan generalizadas las emesiones sanguíneas, qne á Felipe V le sangrarOlicuarenta y seis veces, á Carlo~ lIl, treiRta y cinco,y de estos señores para abajo, así sucesivamente,habia quien al morir llevaba setenta y ochentaoperaciones.

Cuando se les dió el nembre de Ministrantes; .agregaron algunas nociones de Cirugía menor,vendajes, tópicos, todo esto era sumamente prác­tico.

Al cambiar el nombre de Ministrallte por el dePracticante, aumentaron los conocimientos deAnatomia, arte del Dentista, Callista, etc.

Al aprobarse el programa actual, se aumentaroalas estudios, tales como la asepsia, anllisepsia, et­cétera, etc., y el arte de los partos.

Durante el transcurso de los años, como veis,hemos i io ganando en conocimientos por adelan­tos de la ciencia, pero perdiendo siempre en utili­dades, caminando siempre sin derechos propios ysufriendo vejaciones por parte de aquellos que lesdebiera de interesar el Practicante; por ellos estu­vo suspendida la carrera; en 1875, por medio deuna Real orden, se le despoja del arte del Dentis­ta; ahora, por medio de otra Real orden, se crea lacarrera de Enfermeras, mermando derechos á.Iaclase, por más que nunca los ha tenido; lo únicoque ha tenido siempre ha sido el deber de ellta­eiar para hacer de éllln cri"do ilustrado, pero que

Pe~eta.3.

mIca pueda vivir con algo de independencia eeu carrera. Y yo pregu:~to: ¿Por qué crear más ca·

rreras auxiliares de Medicina si á las que hay no seles facilitan medios para poder vivir? Si la clasepierde el pleito entablado en contra de las Enfer­meras, la carrera de Practicante sucumbe, y éstetendrá que morir por inanición.

Con sentimiento he leido en el 80LfTíN del mespasado que al~unos Colegios de provincias se en­cuentran retraídos con su cooperación materialpa~;¡ la defensa del pleito. ¿Es que no se defiendeIIna causa que á todos nos interesa? ¿Por qué nohemos de coadyuvar todos en general con nues­t as fuerzas morales y materiales? En el mes deEnero un compañero ucribió un articulo que setitulaba ,Sdbt::rnos lo que es unión>. ¡Ah! si todossupiéramos lo que es unión, y después de saberlo,cumpliéramos como un solo hombre, no habríatantas injusticias sociales.

LucIo DE LAS HERAS üNTIN.

M.ldrid 24 de Marzo 1916.

NoticiasLa Jun~a Directiva del Colegio del F errol ha

quedado constituída para el presente año en la Sl­

.guienle for~a :Presidente, Don José Castro Meisoso.Vicepresident~. Don F eliciano Rico.Tesorero, Don Eusebio Hernández.Secretario, Don Sergio Solo.Contador, Do'l Francisco Rodríguez.Vocal primero, Don Jacinto Simó.Vocal segundo. Don José Pajares.

ción de veinte plazas más. En ella figuran los siguien­tes señores :

Núm. 1, Don A. Ortega.» 2, Don Jacinto HilJo.» 3, Don Tomás Varolio.» 4, Don Tomás Morales.Il S, Don Nicomedes Blanco.J) 6, Don Bernardo Francisco Montes.) 7. Don Manuel Fraile.» 8, Don Enrique Quijada Villapadierna.» 9, Don Ernesto Rico.» 1O. Don Pedro Carda del Moral.» 11, Don Rafael Jurado.» 12, Don Juan León.¡) 13, Don José Carda Amores.» 14, Don Ignacio Romeo.), 15, Don José Rocamora.» 16. Don José Antonio Rodríguez.» 17, Don Benito Delgado.» 18, Don Victor Cabrerizo.Il 19, Doña Carmen Cruzado.» 20; Doña Carmen Martínez.

Enviamos á los quince primeros señores nuestraIl'ás cordial enhorabuena y deseamos para los veinterestantes que llegue á feliz término la propuesta.

* * *Por una errata de imprenta se llamó Boleiín de

Enero al que debía llamarse de Febrero y esto ha si­do causa de varias co;¡fusiones por parte de los quesolicitan Boletines del mes de Febrero.

Al advertirlo á nuesrtos suscriptores le; suplicamosnos perdonen el error.

Las cantidad~s recibidas por la Tesorería del Co­legio de' Madrid para contribuir' á los gastos que oca­si;ne el pleito entablado contra la R. O. de las En­fermeras han sido las siguientes:

El ¿ía 6 del pasado Il'es de Marz:o falleció la se­ñora doña Matilde Santiago Reigón. esposa del pro-

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* * *El resultado de las oposiciones de Practicantes á

la Beneficencia municipal ha sido el siguiente:

Núm. 1, DO:l M1tías Pérez Marcos.lo 2, Don Víc;or Sancho.n 3, Don Valeriano Hemra.lo 4, Don Antonio C. Cruz.l' 5, Don Justo Sánchez.)l 6, DO:J Pcdro Cuadros.l) 7. Don Bartolomé Pérez Montilla.)1 8, Don F abián López Arroyo.n 9, Don Venancio Sancho." lO, Don Vicente Martín." 11. Do. Francisco Conzález Ugarte.l) 12, Do. Manuel Cárdena..) 13. Do Luis Berm~jo.

)1 14, DO:J Eduardo ChofeL15 001 Enrique Arta!.

El tr;Lu.al que ha ju. gado á los opositores hamandado al Ayuntamiento una propuesta de amp!ia-

Suma anterior

Don Antonio Mármol (Melilla)Don José Esteban Cruz (Jaén)Colegio de SevillaUno de CartagenaDon Francisco Santa María Núñez (Cá­diz)Colegio de PalenciaColegio de MurciaColegio de Cartagena La UniónColegio de CádizDon Manuel Carda (Cartagena)Don Manuel Férei (Cartagena)Don José Vicente (Cartagena)Don Antonio Morales (Cartage,a)

Teta I

1.146,801,.501,50

100,001,00

2,0032,25

100,0051,0057,003,003,003,003,00

----1.505,05

fesor de la Escuela Normal de Maestros de esta Cor­te, don Zacarías Barrio, y hermana de nuestro dis­tinguido y estimado compañero, el tesorero del Co­legio Central, don Santiago Reigón, á quien acom­pañamos en su honda pena.

* * *De don T oribio de ·la Llana hemos recibido la

siguiente carta:Carta abierta á los iniciadores, organizadores .Y asis­

tentes al banquete en honor de los señores La Lla­na, Marianelli, Castro .Y Roncal.Llega aunque tarde á mi poder un número del

«Boletín de los colegios de Practicantes de Medicinay Cirugía)) en el que se da cuenta de un banquete á losseñores cuyos nombres anteceden. Las lágrimas quebrotan, mal contenidas al escribir esta carta regaroncada uno de los párrafos del citado artículo, cayen­do como rocío de gratitud sobre los nombres de cuan­tos les han festejado.

Un agasajado era mi hijo. El dijo, al daros las gra­cias: «y cuando el cierzo y la nieve azoten la fi­gura del médico rural que, para prestar sus serviciosal doliente, atraviesa los escampados en las obscu­ras y altas horas de la noche, el recuerdo de esta no­che, grabado en caracteres indelebles en mi alma,redoblarán mis bríos... »)

y digo yo; qué importa que el cierzo al ir á pres­tar yo esos servicios como practicante haya aperga­minado mi septuagenario rostro, llenándole de arru­gas, ni que la nieve haya cubierto de plata mi cabe­za, si siento latir mi. corazón con el vigor de la ju­ventud al ver á mi hijo coronado con una diadema in­marcesible por los vivas de manos de mis compañe­ros de profesión y de sacerdotes del Señor, de lajusticia y de la ciencia.

y o os lo dí practicante, y vosotros me lo devol­véis médico. Porque indudablemente uno de los apo­yos que sostuvieron el tesón de su bien templada vo­luntad fué vuestro cariño.

Permitidme añadir á la satisfacción de que habéisllenado mi alma el que públicamente; en mi nombrey en el de toda mi familia envíe á todos los inicia­dores, organizadores y asistentes al banquete, el tes­timonio de la paternal gratitud de vuestro afectísimoamigo y el último de los Practicantes de Medicinay Cirugía.-Toribio de La Llana.Alentizgue (Soria) Febrero de 1916.

* * *VACANTE

La de Practicante de Medicina y Cirugía de Ala­minos (Guadalajara) con la dotación anual de 3.780kilogramos de trigo puro.

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Está bajo la dirección del médico titular el cualreside en Cifuentes. El agraciado disfrutará ademásde casa gratis, y 'libre de cargas vecinales.

L~s solicitudes se dirigirán al Alcalde de dichopueblo en el término reglamentario, contando desdela publicación de este anuncio. (V.o B.O del 6 deMarzo. El Alcalde, Satudo Rojo.

Sección científica

[nU1ft priu[ipnl de lo tu~~r[llIOIilFuera de rarísimas excepciones, la

causa principal de la tuberculosis e.el me6tismo autógeno, e. decir, larespiración del aire viciado por noso­tros mismos, y por consiguiente. elprincipal recurso para disminuir lamorbilidad tuberculosa y la mortali-

dad por tisis, es la ventilación.

Corresponde principalmente á los médicos y

á sus auxiliares, como los practicantes y enferme­

ras, cumplir el supremo deber de instruir y edu­car á las familias que asisten, para prevenir en

ellas la autointoxicación que se produce cuandose respira en lugares cerrados ó no bien ventila­

dos, haciendo saber que el automefitismo es el

peor de los males que sufre la humanidad, y escasi siempre la causa primordial de la tubercu­

losis y en especial de la tisis pulmonar.La retención y reabsorción de los productos

que elimina de su cuerpo todo sér viviente son

muy mortíferos para el mismo que los expulsó;ocurre esto mayormente en los exhalados por los

pulmones, lo cual explica que la respiración sea

la necesidad vital más imperiosa. De aquí la pe­rentoria necesidad de renovar el aire, suficiente­mente, cuando respiramos en habitaciones Il)ásó menos cerradas. A pesar de esto, la ventilación

es generalmente escasa en todos los sitios y suelefaltar casi por completo en los dormitorios que esdon'de más se precisa, puesto que en ellos pasa­

mos, por lo menos, la tercera parte de nuestra

vida.Es un hecho evidentemente demostrado que

la tisis abunda más entre los que duermen en ha­

bitaciones peor ventiladas: todos, ó al menos lainmensa mayoría de los médicos, convienen en

que el lugar donde se adquiere la tisis es el dor­mitorio y tanto más sucede cuanto más le falten

las condiciones sanitarias y sobre todo mientrasmenos se renueve el aire. Así vemos que la mor­talidad por la tisis es proporcional al número deresidentes en relación con un dado espacio ce-rrado ó poco ventilado. '

Pero, si bien la densidad ó nacimiento de po­blación es reconocida por todos como la causaprincipal de la tuberculosis no hay conformidaden la explicación de este hecho, siendo tanta ladisconformidad que es rarísimo se encuentren dosque piensen de igual manera en este asunto. Aho­ra bien, en nuestra opinión la tuberculosis puedeser primitivamente adquirida por contagio y pue­de desarrollarse consecutivamente en el curso decualquiera otra enfermedad siempre que el pro­ceso reaccional (por medio del cual la naturalezatie¡nde á su cabal restitución) llegue al grado in­flamatorio y no logre alcanzar la restauración desOs tejidos por sufrir el individuo un intenso mefi­tismo autógeno y mayormente si éste se hallacomplicado por otras narcosis, ya sean manifies­tas ó ya sean ocultas..

Según nuestro nuevo-dualismo, para determi­nar la tuberculosis directamente por contagio, espreciso CJue éste se verifique por medio de inocu­laciones taumáticas. lo cual es una rarísima Cll­

sualidad; y además es de advertir que la enfer­medad así engendrada es de diferente tipo quela tisis pulmonar de la clínica, esto es, de la quese nos presenta fuera de los laboratorios experi­mentales. Y P9f lo contrario. las enfermedadescrónicas, aun cuando no se nos manifiesten y si·

gan ocultas, cuando son determinadas por un pro­longado automefitismo (y más aún si coadyuvanal empeoramiento del enfermo el abuso prolon.gado de los narcóticos más corrientes, como elalcohol, el tabaco, el opio y la morfina) son ,lasenfermedades más mortíferas que sufre la huma­nidad; terminando el mayor número de dichos

enfermos por tisis pulmonar que por cualquier

otra afección. La tisis corriente que se observa

en la clínica. no siendo otra cosa que la manerade terminar el automefitismo más ó menos com­plicado con otras enfermedades, no es más queuna fracción de enfermedad, esto es, una afec­ci6n parcial que se desarrolla en forma de pro­ceso reactivo y no es por lo tanto una enfermedadcompleta con causa propia inmediata sino ('.o

múltiples y diversos orígenes remotos en sus o·factores.

En los casos de tuberculosis y tisis consecLlti·vas, que son las que se nos presentan ordinariñ.­mente. se desconoce casi por completo tod:.ví ..la biología de los bacilos de Koch, así como lapartícipe asociación que pueden tener otros ~¡'r

menes y también se ignora casi por completo ~n

tales casos el modo de ser engendrados los tu­bérculos. Esto no obstante la experiencia clíni­ca, la historia de la medicina y los experimentosde animales nos ofrecen pruebas ineludibles denuestros asertos. Pero, necesitando para expOI"p.r­los un voluminoso libro y habiendo publicado ~l'i

muchos artículos en libros y revistas consign;-;~J:)

las pruebas referentes á estas cuestiones, no In­

tentaré aquí siquiera enumerarlas, porque ; o SI'­

ría propio del corto espacio que ha de ocupar unartículo dedicado á la publicidad en general.

Ahora bien. aquel hecho en que reina el aC'lt:'do de la íntima relación de causa á efecto '1 le.­

hay entre la tisis y la falta de ventilación es losuficiente para que se¡l proclamada como la pIlomera prescripción preventiva y curativa de 1<' t¡­sis y por consiguiente que los' médicos y los queles ayudan en su incomparable obra laudatoria en

pro de la humanidad doliente, han de procu.ar

ante tqdo hacer toda la propaganda posible para

instaurar ventilación en todo paraje donde te'lga

que perdurar algún tiempo la estancia de perSCJnélSy sobre todo en los lugares donde se hallen ,~I•.".

finados los enfermos. Siendo este artículo de uncarácter popular tenemos que pasar por alto lasleyes para establecer las reformas urbanas y lasarquitectónicas de los edificios para escuelas. ta­lleres, oficinas, sitios de recreo y todo aquelloque se refiere á la higiene pública, y solamentediremos algo sobre el modo que debe realizarsela ventilación desde el punto de vista privado óindividual. y en especial vamos á hacer referen­cia á la ventilación de las habitaciones de los en­fermos. proporcionando los datos más indispensa­bles para calcular y decidir en cada caso el modode llevar á cabo la renovación del aire.

Cada persona que precisa disponer para res­pirar aire suficientemente puro de un espacio cua­drado que tenga por lo menos dos metros y me­

, dio á tres de lado y además, es también indispen­

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sable. renovar el ambiente de la habitación. orasea gradual y constantemente, ora sea rápida é ,interrumpidamente, tres ó cuatro veces por hora;lo cual para efectuarlo sin dar lugar á corrientesde aire que pudieran perjudicar, se necesitanciertas precauciones, sobre todo cuando la tempe­ratura del exterior es más baja que la del sitioque se quiere ventilar. Si la temperatura es pró­ximamente igual dentro y fuera se necesita tenerdel todo abierto un hueco, sea ventana ó balcón.de un metro cuadrado por persona. Si la tempe­ratura del cuarto es mucho más alta que la defuera, produciéndo~e una doble corriente de airemás fresco por la parte baja y caliente por la par­te alta del hueco abierto. es muy conveniente quela abertura sea en una parte alta y puede ser tan­to menor que la norma antes dada mientras mayorsea la diferencia de temperatura. El descenso deltermómetro en la habitación á menos de 16° nosmarcará que la abertura para ventilar puede re­ducirse y su elevación de más de 18° nos dará lapauta para aumentar la ventilación.

El olfato y la cabeza son también instrumentosde alerta en muchos sujetos. especialmente en loshabituados á la ventilación. los cuales adviertencon las molestias que sienten el peligro del aireconfinado. Sin embargo no hay que fiarse solo deesto. Hay que tene.r en cuenta la temperatura delambiente exterior é interior. el tamaño de la ha­bitación. su orientación, el número de personasque haya en ella y las enfermedades que padez­can los que tengan allí su 'estancia.

Indicaremos algunas otras particularidades ydetalles de la ventilación aunque no son tan im­portantes como las ya dichas. Para la ventilaciónalta que se ha de verificar cuando la temperaturaexterior sea menor de doce grados es aconseja­ble, en primer término. utilizar montantes movi­bles y si no los hubiera, colocar en los extremossuperiores de la3 vidrieras, ventiladores de per­sianas. Cuando la temperatura sea igual ó casiigual dentro que fuera de la habitación, convieneque se abra el paso al aire en dos direccionesdistintas. Y cuando la temperatura del exteriorsea más elevada que la del interior deben abrirse

los huecos para la ventilación en las partes más

bajas, y además, si no hubiese viento alguno,

mover el aire con ventialdores. Pero, si el frío,

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fuera de la habitación. fuese demasiado intenso,.y hubiese viento fuerte, se puede alternar cerran­do y abriendo á ratos, por lo menos dos ó tresveces cada hora ó también se puede establecerla ventilación indirecta, estu es por intermediode otra habitación, la cual se cerrará en sus aber­turas exteriores cuando se ponga en comunica­ción con el sitio donde se halle el paciente y vi­ce-versa.

Esto~ cuidados para la ventilaci~n suficientehan de llevarse con el mayor rigor en los casos enque se trata de tisis con ulceración ó supuraciónpulmonar, lo mismo que en los que padezcan gan-·grenas ó bronquitis fétidas ú otras afecciones queexhalen productos icorosos aunque no sean tuber­culosos, y sin preocuparse de si el daño quepuedan inferir es producido por un verdaderocontagio, esto es. por medio de un virus como losbacilos de Koch, ó si consiste puramente en in­toxicaciones por gases y productos orgánicos nI}vivientes, según es nuestra opinión.

Bueno será advertir, aunque lo sepa ya casitodo el mundo, que no es posible tenga condicio­nes sanitarias una habitación qne no se halle enprimera crujía, que no esté orientada al mediodíaó algo inclinada en esta dirección, si bien puedemirar hacia el naciente ó poniente, ni tamposo si

es oscura.

En fin, conviene consignar para la justa inter­pretación de los hechos y para la fiel observa­ción de nuestros cuidados con los enfermos en ge­neral y con los tísicos en particular, que cuandoconcurren múltiples causas de enfermedad en unmismo sujeto, como casi siempre sucede, el em­peoramiento resultante no es como la suma de loscofactores sino como su multiplicación. y á veces

pudiera ser como su elevación á potencias. Por

consiguiente, además de ocuparnos de la venti­lación, removeremos las concausas que compli­casen el automefitismo y evitaremos las que ame­nacen empeorar dicha situación, teniendo muypresente que las concausas más cooperadoras delautomefitismo para que se llegue á verificar ladegeneración gaseosa de los tubérculos-lo cual

es el mayor peligro de ellos-son las narcosis; esdecir las intoxicaciones producidas por los vene­nos estupefacientes, aunque no pasen sus efectosdel grado en que yacen ocultos, siendo entre es-

tOI; 101; peor influyentes los abusos de las bebidasalcohólicas, del tabaco, del opio y de la morfina.T 11mbién vienen á complicar seriamente el auto­mefitismo, con frecuencia, las inyecciones vené­reas. Es digno de advertir que todas estas causasmorbosas ejercen su mayor perniciosa influenciaen el engendro de la prole, naciendo ésta ya conuna reacción vital defi.ciente para realizar la resti­tución íntegra de las lesiones que sufra y dispues-

• ta á la degeneración tuberculosa y caseosa, si di­chas causas morbosas persistiesen incitando infla­maciones crónicas.

En resolución: para librarse de la tisis lo prin­cipal es ventilar bien el sitio donde nos hallemos;además no caeremos en los vicios narcóticos, evi­taremos los contagios venéreos y por último pro­curaremos no cometer faltas de régimen, tanto pormiseria alimentici~ una vez llegada la edad adul­ta pues la superabundancia es sobre todo inhibi­toria para la prole.

DR. CALLEJA

Embarazo gemelarEl Auxiliar de medicina y cirugía ha de verse

IIOrprendido algunas veces ante la presentación enel claustro materno de dos ó más fetos, puesto queeu el embarazo gemelar puede ser de dos, tres ócuatro fetos.

En la especie humana son raros los embarazosmúltiples. El embarazo gemelar se observa, por tér­mino medio una vez por cada 87 partos. La influen­cia de la latitud no está demostrada; la de la .razaes evidente. T chouriloH, cree que entre los carac­teres de la raza, la talla es la que tiene acción másmanifiesta, demostrando que la talla y la gemelaridadparecen decrecer á la vez, es decir, que la gemerali­dad es rara en las regiones en que hay una gran pro­porción de excepciones de talla. (Ribemon, pági-na 224). .

Réstanos saber si esta influencia de la talla no es .indirecta y resulta de la herencia. «Hay familias quetienen, por decirlo así, el privilegio de los embara­zos múltiples. Una gemela pare muy á menudo ge­melos y nada es más comun que oir decir á una mu­jer que para dos gemelos, que su madre, su abuela,su tía ó su prima han tenido partos múltiples)). (Pi­nard).

El embarazo gemelar del cual, como vemos, de­pende mucho la herencia, puede depender de un solohuevo con dos manchas germinativas ó monoviteli­nos, ó de dos huevos distintas ó bibipelinos. Este úl­timo caso es el más frecuente.

Además de la herencia podemos citar como cau­sus predisposiciones á un embarazo gemelar, la edadmás desarrollada de la actividad femenina que es de21 á 28 años, siendo más frecuente en las multípa­ras que en las primíparas.

Para que haya un embarazo gemelar se necesitanpor parte de la muier las siguientes condiciones: dosvesículas de De Graaf que pertenezcan al mismo

ovario ó cada una á un ovario distinto, que se rompMl1y que dejen escapar ¿os óvulos; una vesícula de De.Graaf que contenga dos óvulos y que estos sean fe­cundados al mismo tiempo; una sola vesícula de De.Graaf que se rompan y no den salida más que á unsolo óvulo que contenga dos gérmenes. (Balbini).

y resumiendo podemos decir que la preñez geme­lar es el resultado de la fecundación de dos gérme­nes, cuyo resultado puede ser de un coito único ó de.dos coitos separados cuyo caso obedece á la super-impregnación. .

La superimpregnación comprende dos órdenes de.hechos: unos que son admitidos por todo el mundo­(superfecundación) y otros que son más d'iscutidos.(superfetación).

«Una blanca ó una negra tiene, con algunas horasó con algunos días de intervalo, relaciones con unblanco ó con un negro y da á luz un niño blanco yotro mulato. Pinard dice haber visto una mujer quehabía tenido en un mismo día relaciones con suamante ordinario y, con otro de ocasión. este últimoera sifilítico. Pues bien, esta mujer, dió á luz dos ni­ños, uno perfectamente sano y otro manifiestamentesifilítico. ))

« Estos hechos, que no son muy frecuentes, lo. son,en cambio, en los animales. Los ganílderos han 01>­servado bastantes veces la superfecundación en ye­guas cubiertas por dos caballos de raza diferentes ópor un caballo y un asno. El nacimiento de dos po­tros de diferentes razas ó de un potro y un mulo, nodejan la menor sombra de duda respecto á la reali­dad del fenómeno (Ribemont).)) Con esto, está ex­plicado la superfecundación.

El embarazo gemelar significa un mayor esfuenopara el «paralo genital j para el organismo maternoen general, el cual no está acostumbrado á ello y deaquí que en el embarazo se presenten molestias ma­yores que cuando de un solo feto se trata.

Sospecharemos de un parto gemelar, por el grandesarrollo del útero; por los trastornos digestivos ynerviosos más pronunciados; por los fenómenos re­flejos como los vómitos matutinos que son más vio­lentos; por el abombamiento del diafragma que es

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mayor, impidiendo la respiraclOn que se hace mássuperficial. Los trastornos circulatorios, también sonmás acentuados produciéndose varices y edemas,si~ndo frecuentes las nefritis y eclapsias; los movi­mientos gradualmente van dificultándose, se hacendificilísimos, imposibilitando á la mujer el cambio deposición en la cama. Y, por último, cuando en unamujer embarazada se observa alguna discordanciaentre lo que se aprecia por medio de los diversos pro­cedimientos de exploración y los datos que ellos su­ministran sobre la época de 'sus últimas reglas, demodo que cuando la preñez parece más adelantadaque lo que dice la mujer, se debe pensar en la exis­tencia de un embarazo doble. Pensar en su posibi­lidad ya es colocarse en las mejores condiciones pa­ra no desconocerlo.

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I!¿Qué debe hacer el Auxiliar de medicina y ciru­

gía ante un caso de embarazo gemelar? Teniendo en.cuenta el R. D. que le impide asistir á todo parto.que no sea fisiológico ó eutócico y considerando elparto gemelar para la intervención del auxiliar comoparto patológico ó distócico, lo primero que debehacer, en cuanto sospeche la existencia de dos fetosen el claustro materno, aun cuando no pueda asegu­rarlo, después de prevenir á la familia para evitarlela mala impresión que ocasiona,-sobre todo á laembarazada-oir, que hay otro feto, cuando ha sa­lido uno, es inmediatamente avisar al tocólogo ó pro-­fesor á quien ayudará si éste requiere su concursoen las prácticas de la operación.

De modo, que lo más esencial para el auxiliar, esdiagnosticar el parto gemelar para lo cual puedenservir loo datos oue anteceden y, en su labor de ayu­dante si quiere cooperar con algún beneficio á la ac­ción del profesor, ha de tener muy presente las re­~las de desinfección de las manos, instrumental, ob­jetos de cura, etc., etc., pero sobre todo de los ór­ganos genitales externos de la mujer en el que recor­dando los gérmenes existentes en su canal genital,huelga toda manifestación y todo estímulo hacia elAuxiliar para que éste comprenda la desinfecciónexagerada que en esta región tiene que mantener. Ysi aún le quedara alguna sombra de duda respecto áello las palabras del ilustre tocólo'go el Dr. Recasens

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la extinguirá. «Aquel que no sintiera la asepsia noes!á autorizado moralmente para asistir hoy día, nin­gun parto.»

.Como el concepto de asepsia y antisepsia es elmismo en la antisepsia quirúrgica, que en la obsté­trica,. nad~ h.emos de decir de ello. Claro está queconviene mdlcar, para mayor convicción del Au­xilia! la nece.sidad de una rigurosa asepsia y anli-

. sepSla obstétrica, puesto que en ésta, la antisepsiapuede sufrir más complicaciones que en la quirúrgi­ca. ya que en el campo quirúrgico el tiempo es limi­tado y se pueden atender perfectamente á todas lasprácticas de antisepsia; lo que no sucede en el cam­po obstétrico, en el cual, el tiempo no es limitado,porque la curación de un parto no es determinada,pudiendo dilatarse algunas horas, durante las cualesno siempre se pueden mantener las mismas precau­ciones de asepsia y antisepsia. En esto, pues, es en loque principalmente tiene que poner la vista el Au­xiliar de medicina y cirugía.

EN.R'QUE QUIJADA VILLAPADIERNA.

Correspondencia administrativaD. Feliciano Carbonell, Badajoz.-Renovo su

suscripción hasta fin de Diciembre de 1916. Reei­bí por giro postal 2'50.

D. Leoncio Serrano Viejo, León.-Hecha sususcripción hasta fin de Febrero de 1917. Recibídel secretario señor Mateo 2'50.

D, Juan José Roldáu Garcia, Valdl!peñas.-He­cha su suscripción hasta fin de Febrero de 1917.Reoibi del secretario señor Mateo 2'50.

D. Moisés Pascual, Bilbao.-Renovada su sus­oripción hasta fin de Diciembre de 1916. Recibípor giro postal 2'50.

D. Mariano Lambea, Beleña.-Renovo su sus­cripción hasta fin de Dieiembre de 1916. Reoibípor giro postal 2'50.

D. Ricardo Moreno Garcia, Barco de Valdeho­rras.-Renovo su suscripción hasta fin de Febrerede 1917. Recibi en sellos 2'50 del tesorero señorReigón. D. Ricardo del Río, Arboleh: del Arzo­bispo.-Renovo su suscripción hasta fin de Marzode 1917. Recibí del tesorero señor Reigón 2'50.

D. Manuel Martinez Huelva, Sevilla.-Recibidasu carta y esperamos giro. Se le remite periódico.

D. Saturnino Pérez.-Renovo su .ul~ripción

hasta fin de Abril de 1917. Recibi 2'50.Recibí por gire postal, de D. José Marañón, 36

pesetas, del Colegio de Salas de los Infantes.

AVISO

Se ruega á los señores suscriptores que le de­tallan á continlfación que habiendo terminado Sususcripción se iJOngan al corriente de sus pagos:

D. Francisco Luque Moral. D. J.lio L. Balcasa,D. Rafael Caballero y D. Alfonso Cordobés.

Se ha recibido en esta administración un giropostal de 2'50, á nombre de D. Angel González,pero ignoramos en qué concepto nos remiten di­cha suma.

El administrador interino, J. CARBALLEDO.

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