Cocina Con Alimentos Ecologicos Capitulo 7

CAPÍTULO 7

PLANIFICACIÓN DEL MENÚ II

Introducción

La alimentación según las estaciones

La alimentación personalizada

AUTORIA: Lucía Redondo

Curso Online de Cocina con Alimentos Ecológicos CAPÍTULO 7

© Asociación Vida Sana

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INTRODUCCIÓN

“El padre de la enfermedad pudo haber sido cualquiera,

pero no cabe duda de que la made fue la mala dieta”.

Proverbio chino.

En el capítulo 6, se han dado las pautas necesarias para poder elaborar dietas

equilibradas y sanas. El presente capítulo tiene el objetivo de enseñar a escoger

los alimentos según las estaciones del año y según las características de las

personas.

Se introducirán algunos conceptos de la dietética oriental para poder entender la

elección de alimentos en las diferentes situaciones. No se puede introducir la

dietética oriental sin primero hablar de los principios básicos de la Medicina

Tradicional China (MTC), ya que se trata de uno de los pilares de sus

tratamientos. Esta medicina, desarrollada a lo largo de 3.000 años, ha forjado un

conjunto de conocimientos obtenidos de la observación empírica del ser humano,

considerándolo desde la totalidad, desde la globalidad. Todo ello se ha

conseguido partiendo del mismo objetivo: conseguir el equilibrio y la armonía para

cada persona dentro de su entorno.

Es importante resaltar la enorme diferencia entre la dietética oriental y

occidental. Por un lado, en la dietética oriental los alimentos se observan en su

totalidad y se clasifican según sus cualidades físicas (naturaleza, color, sabor...) y

teniendo en cuenta el efecto que producen en el organismo cuando se ingieren.

Por otro lado, en la dietética occidental los alimentos se desmenuzan y se

analizan en el laboratorio para clasificarlos según su composición química

(proteínas, vitaminas, lípidos...) y en la cantidad de energía (kilocalorías) que

produce un alimento cuando se quema.



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LA ALIMENTACIÓN SEGÚN LAS ESTACIONES

“Cuando hablamos de un día, la mañana está gobernada por la primavera,

el mediodía por el verano, la tarde por el otoño y la noche por el invierno.

La energía de la primavera engendra; el verano produce madurez;

el otoño es el tiempo de la cosecha, y el invierno es tiempo para el alimento”.

Nei Jing

Sabemos por experiencia que el clima y el cambio del día y de la noche y de las

estaciones del año condicionan nuestras vidas. ¿Por qué no adaptar nuestra

forma de vida y, en especial, nuestros hábitos dietéticos a las estaciones del

año?. La mejor manera de saber qué nos conviene comer en cada estación, nos

lo dice la medicina oriental con su teoría de los 5 elementos, también llamada de

las 5 fases o los 5 movimientos.

1. TEORÍA DE LOS 5 ELEMENTOS

Según esta teoría, todos los fenómenos evolucionan de forma cíclica; todo

cuanto existe tiene un principio o estadio de mínima existencia y un estadio de

madurez o de máxima existencia. La transición del mínimo al máximo constituye

un ciclo.

Por ejemplo, las estaciones del año se suceden en un ciclo ordenado y las

temperaturas medias del ambiente pasan de valores mínimos en invierno a

valores máximos en verano. También el crecimiento y desarrollo de los seres

vivos tiene lugar de una forma ordenada.

Para un hombre, lo mismo que para una planta, el invierno corresponde al feto

(almacenaje), la primavera al bebé (nacimiento, crecimiento), el verano al



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adolescente (maduración), el final del verano al adulto (fructificación) y el otoño al

anciano (cosecha).

La teoría de los cinco elementos es la base de la comprensión del ambiente, de

la unidad del ser humano y la naturaleza.

Los procesos naturales ocurren de una forma ordenada, evolutiva, siguiendo

cinco fases o estadios energéticos, los cinco elementos: madera, fuego, tierra,

metal y agua.

Gráfico 1: Los 5 elementos y las estaciones según la MTC.

El elemento Madera corresponde a la primavera, caracterizada por el viento.

Relacionado con la forma de un árbol: un árbol tiene sus raíces en la tierra,

después un tronco recto que se eleva hacia el cielo y luego las ramas que se

extienden en todas las direcciones. Así consideramos emparentado con la

Madera todo aquello que tiene función de crecimiento, elevación, desbloqueo,

despliegue, desinhibición y desarrollo. Se dice que “la madera ama la libertad”.

FUEGO

AGUA

METAL

TIERRA

MADERA

Primavera

Verano

Verano tardío

Otoño Invierno



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El elemento Fuego corresponde al verano, caracterizado por el calor (días

largos y calurosos). Las características del fuego son calentar y elevar por calor.

Así, consideramos emparentado con el Fuego lo que tiene función de calentar y

elevar.

El elemento Tierra corresponde al verano tardío, caracterizado por la humedad

y las lluvias torrenciales. En la tierra se produce la siembra y la recolección, las

transformaciones. Consideramos emparentado con la Tierra la producción o

generación, lo que sostiene o da soporte y la recepción.

El elemento Metal corresponde al otoño, caracterizado por la sequedad. Como

parte de las herramientas, el Metal está unido a la limpieza y depuración, por lo

que se relaciona con lo que tiene función de limpieza o drenaje.

El elemento Agua corresponde al invierno, caracterizado por el frío (días cortos

y fríos). Sus características son de bajar, enfriar e hidratar; se relaciona con el

descenso (opuesto al fuego), el enfriamiento y la hidratación.

2. RELACIÓN DE LOS 5 ELEMENTOS CON EL CUERPO HUMANO

También el cuerpo humano se organiza de acuerdo a la Teoría de los cinco

elementos, ordenando los órganos como cinco procesos de fisiología y patología

que tienen su centro en cinco órganos o sistemas. A través de esta asimilación,

los órganos del cuerpo humano y sus funciones encuentran una norma, una serie

de leyes que describen y permiten predecir su funcionamiento

Cada elemento regula unas partes del organismo:

• Madera: hígado y vesícula biliar, cartílagos, tendones, músculos,

uñas y ojos.



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• Fuego: corazón e intestino delgado, vasos sanguíneos, rostro,

circulación sanguínea, sistema nervioso central.

• Tierra: la digestión, gran parte del metabolismo de los líquidos, la

cavidad bucal, músculos y tejido subcutáneo.

• Metal: pulmón, intestino grueso, piel, mucosas, vello corporal, nariz,

olfato.

• Agua: riñones, vejiga; la fortaleza física y sexual; la distribución de

líquidos; la estructura ósea; la médula de los huesos, el “mar” de la

médula (el cerebro), el aparato reproductor; las glándulas de

secreción interna (suprarrenales, gónadas, tiroides, paratiroides); el

cabello.

Lo importante de esta clasificación es que hay relación entre todo lo que se

relaciona con un mismo elemento. Por ejemplo, tomando como muestra el Metal,

podemos decir:

• Pulmón pertenece a metal.

• Está relacionado con el sistema cutáneo y su orificio es la nariz;

cuando se produce una disfunción de Pulmón, el paciente se muestra

propenso a lo que la Medicina Occidental denomina infecciones de

las vías respiratorias altas. Las alteraciones del olfato también

guardan relación con desequilibrios de Pulmón.

• Su entraña asociada es el Intestino Grueso, manteniendo una

relación muy estrecha con el Pulmón.

• La sequedad (del otoño) afecta al Pulmón haciéndole más

susceptible al ataque de factores patógenos externos.

3. LOS ALIMENTOS

Hay muchos aspectos de los alimentos que corresponden a cada uno de estos

elementos: color, sabor, lugar donde su acción tiene más afinidad, tipo de



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crecimiento (en el caso de los vegetales), nutrientes, formas de cocción de los

alimentos, etc. Por último, hay una serie de alimentos que, por sus

características, son capaces de equilibrar a un elemento determinado.

Tabla 1: Olga Cuevas Fernández, El equilibrio a través de la alimentación,

2007.

Elementos

AGUA

MADERA

FUEGO

TIERRA

METAL

COLOR Negro/azul Verde Rojo Amarillo Blanco

SABOR Salado Ácido-agrio Amargo Dulce Picante

LUGAR DE ACCIÓN Riñones/vejiga

Hígado/

vesícula

biliar

Corazón/

Intestino

delgado

Bazo-

páncreas/

estómago

Pulmón/

Intestino

grueso

TIPO DE

CRECIMIENTO

Raíces,

granos

Hojas,

brotes

Hojas,

frutas,

flores

Redondas,

que crecen a

ras de tierra

Raíces,

granos

ALTO CONTENIDO

EN

Sales

minerales Lípidos Vitaminas Carbohidratos Proteínas

FORMAS DE

COCCIÓN

Cocinados

largos

Al vapor o

escaldados Crudos Hervidos

Cocciones

a presión

EJEMPLOS DE

ALIMENTOS

EQUILIBRADORES

Algas,

azuki,

lentejas,

raíces,

legumbres

Hojas de

nabo,

ortigas,

berros,

brécol

Alcachofa,

endibia,

escarola

Cebolla

calabaza,

mijo

Nabos,

jengibre,

arroz



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4. ALIMENTACIÓN Y LAS ESTACIONES

Aunque todo el año tenemos que hacer una alimentación variada y equilibrada,

podemos aprovechar la energía de cada estación para nutrir y depurar diferentes

partes de nuestro organismo con los alimentos que “resuenen” con esa energía.

4.1 Primavera

La energía de la primavera es muy adecuada para limpiar el organismo y, en

especial, drenar o depurar el hígado y la vesícula biliar. Es una época adecuada

para hacer ayunos.

En la dieta:

• Muchas hojas verdes.

• Alimentos ricos en clorofila como las microalgas (algas espirulina,

klamath...).

• Incluir sabores ácidos de buena calidad: limones, vinagre de arroz y

de manzana, chucrut, ácido láctico...

• Aceite de oliva de primera presión.

• Introducción de algunos alimentos de naturaleza fresca que

estimulen y asciendan la energía, como los germinados, los

fermentados y algunos picantes suaves.

• Tomar Jalea real fresca cuando hay astenia primaveral (cansancio,

apatía...).

• Cocciones al vapor.



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4.2 Verano

La energía del verano también es adecuada para depurar el organismo, pero en

particular el sistema circulatorio; purificar y refrescar la sangre. También es una

época adecuada para hacer ayunos.

En la dieta:

• Procurar una alimentación ligera, con poca comida.

• Evitar comidas que congestionen.

• Dieta fresca, ligera y muy hidratante.

• Incluir sabores amargos suaves: achicoria, endivia, alcachofa...

• Abundantes ensaladas y frutas.

• Introducir alimentos de color rojo: sandía, tomate...

• Mucha hidratación.

• Evitar los alimentos secos y muy concentrados.

4.3 Verano tardío

La energía del verano tardío es la adecuada para armonizar el sistema digestivo

(bazo-estómago) y reconstituir el organismo.

En la dieta:

• Dieta muy equilibrada.

• Alimentos de naturaleza neutra que armonicen: cereales, legumbres

y verduras cocidas.

• Alimentos ricos en hidratos de carbono.

• Incluir sabores dulces suaves: cereales, calabaza, cebolla,

zanahoria...

• Introducir alimentos de color amarillo, crema o marrón claro:

calabaza, mijo...

• Alimentos hervidos.



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• Dieta reconstituyente: Cereales, manzanas, uvas, judías, calabazas,

polen...

Si el sistema digestivo es débil conviene tomar ayudas digestivas (fermentados

como el miso y la salsa de soja, prebióticos, etc.) para conseguir una buena

nutrición que nos prepare para la época fría.

4.4 Otoño

La energía del otoño es la adecuada para: aumentar la energía defensiva,

desintoxicar el intestino grueso y repoblar su flora bacteriana; purificar los

pulmones y hacer un programa de ejercicios respiratorios.

En la dieta:

• Alimentos de naturaleza tibia y caliente.

• Evitar alimentos muy secos.

• Hidratación con caldos vegetales calientes.

• Alimentos que aporten humedad y desciendan la energía.

• Alimentos que refuercen el sistema defensivo, como las setas

(propias de esta época) y alimentos ricos en vitaminas C y A y

oligoelementos cobre y cinc.

• Alimentos de color blanco.

• Sabor ligeramente picante: nabo, rabanito, jengibre...

• Predominancia de los alimentos cocidos sobre los crudos.

• Alimentos recomendados: nabo, peras, raíz de loto.

4.5 Invierno

La energía del invierno es la adecuada para tonificar los riñones, para nutrir lo

más interno de nuestro organismo (huesos, médula de los huesos y cerebro).

Mantener la constitución, fortalecer, guardar.



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En la dieta:

• Dieta con alimentos de naturaleza caliente: trigo sarraceno, ajo,

jengibre, canela...

• Alimentos de color oscuro: algas, sésamo negro, castañas, azukis...

• Sabor salado suave (llevan la energía hacia adentro): algas,

pescados.

• Se recomiendan caldos calientes con pequeñas cantidades de

jengibre y alimentos que “nutran la sangre” como el sésamo negro y

la alfalfa.

• Conviene poner una pequeña cantidad de picantes calientes (como

el jengibre) para favorecer la circulación en las extremidades que

suelen quedar frías, pero hay que tener cuidado con no pasarse en la

cantidad de picante para evitar el riesgo de sudar, que nos haría

perder calor corporal.

• La base de la dieta deben ser granos con su germen (integrales).



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LA ALIMENTACIÓN PERSONALIZADA

“Un gramo de prevención es mejor que un kilo de curación”.

Benjamín Franklin

1. INTRODUCCIÓN

Para saber cuáles son los alimentos que más convienen a cada persona, es

necesario indagar en los síntomas que presenta. Los síntomas los clasificaremos

en: plenitud, debilidad, frío o calor. La plenitud y la debilidad se refieren a la

energía o fuerza que tiene esa persona; la plenitud indica una situación en la que

la energía es correcta, pero hay agentes perversos o excesos que alteran el

organismo; la debilidad indica que la energía es débil.

Si la persona no presenta síntomas, quiere decir que está bien; ni débil, ni

pletórica, ni fría, ni caliente y la dieta que tiene que seguir sería equilibrada y

neutra.

Clasificación según el estado energético:

• Débiles (si tienen poca energía)

• Equilibradas (buen estado energético)

• Pletóricas (con buen estado energético pero con excesos, toxicidad)

Clasificación según la naturaleza:

• Personas frías (síntomas de frío)

• Personas equilibradas (sin síntomas)

• Personas calientes (síntomas de calor)



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2. LOS SÍNTOMAS

Los síntomas que veremos a continuación son señales que muchas veces

ofrece el organismo y que hacen referencia a nuestro estado de salud. Para

empezar a entender este tema, se intentan encasillar los síntomas en

determinados estados. En la práctica, muchas veces aparecen síntomas

mezclados: de momento, debemos “encasillar” según la mayor cantidad de

signos que observemos. Aquí se describen los signos más comunes para las

combinaciones posibles:

2.1 Signos de plenitud - frío

Los signos más frecuentes son: cara pálida, escalofríos, extremidades frías,

lengua con capa blanca, ausencia de sed o apetencia de bebidas calientes,

ausencia de sudor, pulsaciones lentas, el dolor mejora con el calor, la orina es

clara y abundante, diarreas acuosas. Suelen ser cuadros agudos y pasajeros.

Algunas causas:

• Frío externo.

• Abuso de alimentos crudos y fríos: bebidas frías, helados.

• Abuso de alimentos de naturaleza fría: plátanos, aguacates, melón,

sandía, yogures, limones...

2.2 Signos de plenitud - calor

Los signos más frecuentes son: sensación de calor, cara y ojos rojos, sudor,

orina concentrada, lengua con capa amarilla, pulsaciones rápidas, sequedad de

piel y mucosas, mucha sed, estreñimiento, si hay fiebre es muy alta, nerviosismo,

inquietud.



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Algunas causas:

• Calor externo.

• Abuso de alimentos muy cocidos, horneados o fritos.

• Alimentos y bebidas muy calientes.

• Abuso de alimentos de naturaleza caliente: alcohol, tabaco, café,

grasas, fritos, carnes rojas.

• Influencia de las emociones: alegría, cólera, reflexión, tristeza,

inquietud, miedo y terror.

• Acumulación (empacho) de alimentos.

Un ejemplo claro de plenitud-calor es el que tienen algunos adolescentes como

consecuencia del desarrollo hormonal, agravado por comer alimentos de

naturaleza caliente, fumar y/o tomar café. Los signos más característicos son:

pelo y piel grasos, sudor oloroso, granos purulentos o erupciones en la piel,

hambre insaciable, no engordan, lengua roja, encías rojas, agitación y

nerviosismo.

2.3 Signos de debilidad - frío

Las personas con estos signos tienen un metabolismo lento, acumulan líquidos

y tienen síntomas de frío y debilidad. Sus síntomas se agravan con el frío externo,

al abusar de alimentos fríos y con el cansancio, es decir, con el gasto energético.

Los síntomas más característicos son: cansancio, cara pálida, miembros fríos,

edemas, orina clara, heces mal formadas, diarreas sin digerir (falta calor para la

cocción de los alimentos), ausencia de sed, ausencia de sudor, dolor que

empeora con el frío y mejoran con el calor, lengua hinchada y pálida con los

dientes marcados y capa blanca, pulsaciones lentas, astenia física y mental,

somnolencia, comportamiento retraído, actitud pasiva, tranquilo, no suelen tener

fiebre, temperatura corporal baja, encorvamiento, impotencia.

Existen algunas patologías que están asociadas a esta situación: hipotiroidismo,

algún tipo de obesidad.



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2.4 Signos de debilidad - calor

Las personas con estos signos tienen un metabolismo rápido, no acumulan

líquidos y tienen síntomas de debilidad y de “escapes de calor”. Los síntomas se

agravan con el calor externo, al abusar de alimentos calientes y con el estrés. Los

signos más característicos son: tez apagada con pómulos de la cara y ojos rojos,

sudor nocturno y sofocaciones, orina concentrada, estreñimiento, heces secas,

piel, boca, nariz y ojos secos, sed sin ganas de beber, hambre sin ganas de

comer, dolor que mejora con el frío, lengua roja con poca capa o sin capa,

pulsaciones rápidas, adelgazamiento por consumición, nerviosismo, insomnio,

febrícula, hiperlordosis lumbar, tos seca, poca flema, espermatorrea o

eyaculación precoz. Además, si hay debilidad digestiva la persona suele tener frío

o estar destemplada.

Existen algunas patologías que están asociadas a esta situación:

hipertiroidismo, muchas enfermedades mentales, diabetes juvenil... Muchas

veces, la menopausia también va acompañada de este tipo de signos.



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3. LA CLASIFICACIÓN DE LOS ALIMENTOS

3.1 Según su capacidad de depurar o fortalecer

3.1.1 Alimentos para una dieta depurativa

• Abundantes hortalizas

• Algas

• Cantidad moderada de cereales integrales

• Pocas legumbres

• Frutas

• Evitar los productos animales

3.1.2 Alimentos para una dieta fortalecedora

• Abundantes cereales integrales

• Legumbres (siempre que se puedan digerir bien)

• Hortalizas y algas

• Pocas frutas

• Algún producto animal: pescados, huevos, aves

3.2 Según su naturaleza

Mucho antes de que se descubrieran los nutrientes, el hombre elegía los

alimentos guiado por su intuición. En épocas de frío, los alimentos calientes, los

potajes y los cocidos; y en épocas de calor, las ensaladas y los alimentos más

refrescantes. Cuando estaba empachado se abstenía de comer y cuando estaba

débil buscaba alimentos que le fortalecieran.



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Foto 1: Cuando sentimos frío debemos tomar alimentos calientes. Fuente:

www.educima.com

Foto 2: Cuando sentimos calor debemos tomar alimentos frescos. Fuente:

www.educima.com

Durante cientos de años los orientales observaron los efectos de los distintos

alimentos en el organismo y los clasificaron. Asimismo, observaron los diferentes

estados del hombre (frío o con estancamiento interno, caliente o con agitación

interna, etc) y por analogía utilizaban los alimentos más adecuados a cada

naturaleza o estado. Por ejemplo, para calmar a una persona con la mente muy

agitada (con fuego o calor interno que se escapa hacia arriba) empleaban

alimentos refrescantes que movieran la energía hacia abajo.



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Esta clasificación tiene en cuenta la naturaleza térmica de los alimentos: fría,

fresca, neutra, templada y caliente. Algunos alimentos después de su digestión

producen un efecto refrescante, otros tonifican (los neutros) y otros calientan. La

clasificación es siempre relativa y compara los alimentos primero por grupos y

después, dentro de cada grupo. En la naturaleza de los alimentos también influye

el método de cocción.

Por lo general, el grupo de frutas y hortalizas es más fresco que el de cereales y

legumbres y éste menos caliente que el de productos animales.

• Alimentos templados y calientes: tonifican, calientan, ascienden la energía

y la expelen al exterior, mueven, facilitan el metabolismo; en exceso,

fatigan el organismo y agotan la energía.

• Alimentos neutros: equilibran, estabilizan, armonizan, centran.

• Alimentos frescos y fríos: refrescan, astringen, hidratan, llevan la energía

hacia adentro. En exceso, pueden general bloqueo del flujo de

energía y/o de sangre.

Esta clasificación es relativa. Por ejemplo, el grupo de cereales es de naturaleza

neutra en comparación con otros grupos de alimentos, pero dentro de este grupo,

el trigo es fresco en comparación con el arroz que es neutro, la avena que es

templada y el trigo sarraceno que es caliente.

Fríos y frescos Neutros Templados y calientes

Frutas y hortalizas

Cereales y legumbres

Productos animales



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FRÍOS FRESCOS NEUTROS TEMPLADOS CALIENTES

Algas agar-

agar

Plátano

Melón

Sandía

Pomelo

Limón

Horchata

Sal

Yogurt

Trigo

Centeno

Maíz

Espárrago

Berenjena

Acelgas

Lechuga

Pepino

Berros

Espinacas

Tomates

Champiñones

Calabacín

Alcachofas

Soja verde

Tofu

Leche soja

Naranjas

Peras

Manzanas

Higos

Moras

Fresas

Melocotones

Mandarina

Leche

Arroz

Cebada

Mijo

Quínoa

Nabo

Calabaza

Judías verdes

Patatas

Zanahorias

Col

Brócoli

Coliflor

Remolacha

Sésamo

Aceite oliva

Guisantes

Garbanzos

Lentejas

Azukis

Soja negra

Ciruelas

Uvas

Pescado blanco

Sardinas

Pollo

Arroz glutinoso

Avena

Puerros

Cebolla

Perejil

Castañas

Nueces

Orégano

Tomillo

Piel mandarina

Queso curado

Trigo sarraceno

Ajo

Hinojo

Jengibre

Canela

Pimienta

Clavo

Truchas

Cordero

Tabla 2: Olga Cuevas Fernández.



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La naturaleza de algunos estimulantes:

• Alcohol: caliente

• Tabaco: caliente

• Café: templada el natural y caliente el torrefacto (agita y activa).

• Cacao: templada

• Té: los tes son más frescos que el café, pero dentro de los tes, los

menos fermentados (verde y blanco) son más frescos que los más

fermentados (rojo y negro). El negro es el más caliente, el que más

activa.


© Asociación Vida Sana 21

4. ELABORACIÓN DE MENÚS

4.1 Introducción

El primer paso para elaborar una dieta individualizada consiste en identificar el

estado del individuo según los signos que presenta.

SIGNOS DIETA A SEGUIR

Signos de plenitud - frío Dieta depurativa y caliente

Signos de plenitud – calor Dieta depurativa y fresca

Signos de debilidad – frío Dieta fortalecedora y caliente

Signos de debilidad – calor Dieta fortalecedora y fresca

Las personas con signos de plenitud tienen una buena reserva energética y no

tienen alteradas las funciones digestiva, metabólica y de eliminación, pero pueden

acumular toxemia por los excesos (alimentarios, alcohol, agentes patógenos...).

Las personas con signos de debilidad tienen poca reserva energética. El

organismo para depurarse necesita energía. Al hacer una dieta depurativa

hipocalórica o un ayuno, baja la toxemia pero también la energía vital, por lo que en

personas débiles esto puede resultar contraproducente. Por esta razón, es mejor

subir la energía vital con una dieta energética que aumente la capacidad digestiva,

metabólica y de eliminación; y así disminuir la toxemia.

Las personas con signos de frío, necesitan ingerir alimentos de naturaleza caliente

y las personas con signos de calor, necesitan ingerir alimentos de naturaleza fresca.

En las siguientes dietas solo se indica qué tipos de alimentos se deben incluir en la

dieta. Con estos ingredientes se elaboran las recetan que aparecen en el último

capítulo.



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4.2 Dieta para personas con signos de plenitud - frío

Para este tipo de personas, la dieta aconsejada es hipocalórica, con alimentos

neutros, templados y calientes. Rica en verduras, pero verdura cocida para evitar su

naturaleza fresca; en general, hay que evitar abusar de alimentos de naturaleza fría

(ver tabla 2), como las frutas y verduras crudas. Tampoco abusar de alimentos que

dejen muchos restos metabólicos, como son los alimentos de origen animal.

Esta dieta, al ser hipocalórica, no debería mantenerse más de un mes (se podría

hacer bajo la revisión de un especialista).

Desayuno

- Bebida vegetal (avena, arroz o almendras) con café soluble de cereales.

- 1 taza de muesli, o bien, 2 tostadas de pan integral con aceite de oliva y

mermelada natural o miel.

- Opcional: manzana al horno o en compota.

Comida

Todos los días: Caldo de verduras (cebolla, zanahoria, nabo), algas (kombu y

wakame), jengibre y miso.

2 días/semana: Un plato de verdura cocida (col, brócoli, alcachofa, acelgas,

calabacín, judías…) y 60g de tempeh.

1 día/semana: Un plato de quinoa con verduras.

1 día/semana: Un plato de verdura cocida (col, brócoli, alcachofa, acelgas,

calabacín, judías…) y 60g de seitán.

1 día/semana: Un plato de verdura cocida (col, brócoli, alcachofa, acelgas,

calabacín, judías…) y pescado (125-150g)

1 día/semana: Un plato de legumbres (lentejas, garbanzos, alubias...) con verduras

y medio plato de arroz integral.

1 días/semana: Un plato de arroz o pasta integral con verduras (tomate, cebolla,

calabacín...) y 60g de tempeh o seitán.



Cena

- 1 plato de verduras (a elegir):

Cocida: col, brócoli, alcachofa, acelgas, judías, calabacín...

Puré: verduras con copos de avena.

Media mañana y/o merienda (ir variando)

- Infusión: té de tres años.

- Manzana, pera o calabaza: cocidas o al horno.

A lo largo del día, consumir como mínimo, una de las dos opciones:

- Una cucharada sopera de semillas de sésamo u otra semilla.

- Un puñado de algas secas (hiziki, wakame, nori, espagueti de mar...).

4.3 Dieta para personas con signos de plenitud - calor

Para este tipo de personas, la dieta aconsejada es hipocalórica, con alimentos

neutros y frescos. Rica en frutas y verduras, en este caso se recomienda que sea

cruda (ensaladas) para refrescar el organismo. Puede ser adecuado un ayuno o una

cura de frutas. Evitar alimentos de naturaleza caliente como los alimentos de origen

animal.

Esta dieta, al ser hipocalórica, no debería mantenerse más de un mes (se podría

hacer bajo la revisión de un especialista).

Desayuno

- En ayunas, un vaso de agua con zumo de limón.

- Bebida vegetal (soja, arroz o almendras) con café soluble de cereales o té

verde poco infusionado.

- 1 taza de muesli, o bien, 2 tostadas de pan integral con aceite de oliva y

mermelada natural o miel.

- 1 pieza de fruta



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Comida

Todos los días: Caldo de verduras (cebolla, zanahoria, nabo y apio), algas (kombu y

wakame), nabo rallado crudo y miso.

2 días/semana: Un plato de ensalada variada y 60g de tofu.

1 día/semana: Un plato de ensalada variada y 60g de tempeh.

1 día/semana: Un plato de ensalada variada y 60g de seitán.

1 día/semana: Un plato de ensalada variada y pescado.

1 día/semana: Un plato de legumbres (lentejas, garbanzos, alubias...) con verduras

y medio plato de arroz integral.

1 días/semana: Un plato de arroz o pasta integral con verduras (tomate, cebolla,

calabacín...) y 60g de tofu.

Cena

- 1 plato de verduras (a elegir, por orden de preferencia):

Ensalada variada

Verdura poco cocida o al vapor: col, brócoli, alcachofa, judías, calabacín...

Puré de verduras con patata.


- Fruta de la estación

- Infusión de té verde

- Agar-agar de frutas, especialmente para calmar el hambre


- Una cucharada sopera de semillas de sésamo u otra semilla.


4.4 Dieta para personas con signos de debilidad - frío

Para este tipo de personas, la dieta aconsejada es energética (no hipocalórica), de

fácil digestión, con alimentos de naturaleza neutra y caliente. Se aconseja el



predominio de los cereales integrales frente a las verduras. No se recomiendan los

ayunos o las curas de frutas.

Desayuno

- Bebida vegetal (avena, arroz o almendras) con café soluble de cereales o té de

tres años.

- Copos de avena en porridge o una crema de cereales, con canela.

Comida

Todos los días: Caldo de verduras (cebolla, zanahoria, nabo), algas (kombu y

wakame), jengibre y miso.

Todos los días: Un plato de un cereal de los siguientes, que puedes cocinar con

verduras a modo de paella o ensaladilla: arroz integral, quínoa, trigo sarraceno o

mijo.

3 días/semana: Medio plato de las siguientes legumbres cocinadas caldosas con

verduras: lentejas o azukis.

3 días/semana: Pescado cocido o a la plancha (125-150g).

1 día/semana: Pollo o pavo.

* Importante: su tu capacidad digestiva es muy pequeña, aumenta hasta 4 ó 5 veces

por semana el pescado y disminuye o elimina las legumbres.

Cena

- Medio plato de verduras (a elegir):

Cocida: col, brócoli, alcachofa, acelgas, judías, calabacín...

Puré: verduras con copos de avena.

- Medio plato de cereales, preferiblemente quínoa o arroz integral.

- 60g de seitán o tempeh.


- Manzana, pera o calabaza: cocidas o al horno.

- Si tienes mucha hambre, toma algo parecido al desayuno.

- Té de tres años.



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- Fruta de la estación cruda, preferiblemente manzana o pera, sólo de vez en

cuando y nunca si se tiene mucha sensación de frío.


- Dos cucharadas soperas de semillas de sésamo u otra semilla.


4.5 Dieta para personas con signos de debilidad - calor

Para este tipo de personas, la dieta aconsejada es energética (no hipocalórica), de

fácil digestión, con alimentos de naturaleza neutra y fresca. Se aconseja el

predominio de los cereales integrales frente a las verduras. No se recomienda llevar

a cabo ayunos o dietas hipocalóricas.

Desayuno

- Bebida vegetal (soja, arroz o almendras) con café soluble de cereales o té

verde poco infusionado.

- Crema de cereales (arroz y mijo).

Comida

Todos los días: Caldo de verduras (cebolla, zanahoria, nabo y apio), algas (kombu y

wakame), nabo rallado crudo y miso.

Todos los días: Un plato de un cereal de los siguientes, que puedes cocinar con

verduras a modo de paella o ensaladilla: arroz integral, quínoa, mijo.

4 días/semana: Medio plato de las siguientes legumbres cocinadas caldosas con

verduras: lentejas o azukis.

3 días/semana: Pescado cocido o a la plancha (125-150g).

* Importante: su tu capacidad digestiva es muy pequeña, aumenta hasta 4 ó 5 veces

por semana el pescado y disminuye o elimina las legumbres.



Cena

- Medio plato de verduras (a elegir, por orden de preferencia):

Ensalada

Verdura poco cocida o al vapor: col, brócoli, alcachofa, judías, calabacín...

Puré de verduras con patata.

- Medio plato de cereales, preferiblemente quínoa o arroz, con verduras.

- 60g de seitán, tempeh o tofu.


- Fruta de la estación cruda.

- Si tienes mucha hambre, toma algo parecido al desayuno.

- Té verde.


- Dos cucharadas soperas de semillas de sésamo u otra semilla.




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Cocina Con Alimentos Ecologicos Capitulo 7

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