Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

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Universidad de La Salle Universidad de La Salle Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle Doctorado en Agrociencias Facultad de Ciencias Agropecuarias 2020 Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra y Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra y productividad agrícola en Colombia productividad agrícola en Colombia Wilson Vergara Vergara Universidad de La Salle, Bogotá Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/doct_agrociencias Part of the Agriculture Commons, Growth and Development Commons, Place and Environment Commons, and the Public Affairs Commons Citación recomendada Citación recomendada Vergara Vergara, W. (2020). Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra y productividad agrícola en Colombia. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/doct_agrociencias/10 This Tesis de doctorado is brought to you for free and open access by the Facultad de Ciencias Agropecuarias at Ciencia Unisalle. It has been accepted for inclusion in Doctorado en Agrociencias by an authorized administrator of Ciencia Unisalle. For more information, please contact [email protected].

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Universidad de La Salle Universidad de La Salle

Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle

Doctorado en Agrociencias Facultad de Ciencias Agropecuarias

2020

Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra y Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra y

productividad agrícola en Colombia productividad agrícola en Colombia

Wilson Vergara Vergara Universidad de La Salle, Bogotá

Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/doct_agrociencias

Part of the Agriculture Commons, Growth and Development Commons, Place and Environment

Commons, and the Public Affairs Commons

Citación recomendada Citación recomendada Vergara Vergara, W. (2020). Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra y productividad agrícola en Colombia. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/doct_agrociencias/10

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UNIVERSIDAD DE LA SALLE

FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS

DOCTORADO EN AGROCIENCIAS

DERECHOS DE PROPIEDAD AGRARIA, CONCENTRACIÓN DE LA TIERRA Y

PRODUCTIVIDAD AGRÍCOLA EN COLOMBIA

Tesis Doctoral

Wilson Vergara V.

Trabajo de grado como requisito para optar el título de:

Doctor en Agrociencias

Bogotá, Colombia

2020

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ii

Universidad de La Salle

Facultad de Ciencias Agropecuarias

Doctorado en Agrociencias

DERECHOS DE PROPIEDAD AGRARIA, CONCENTRACIÓN DE LA TIERRA Y

PRODUCTIVIDAD AGRÍCOLA EN COLOMBIA

Tesis Doctoral

Wilson Vergara V.

Código: DA132206

Director (a)

Jorge Iván González

Bogotá, Colombia

2020

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iii

Aprobación

DIRECTOR (A)

________________________________

|Jorge Iván González

CODIRECTOR (A)

________________________________

Albert Berry

JURADO

________________________________

Julian García

JURADO

________________________________

Ricardo Argüello

JURADO

________________________________

Jaime Rendón

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iv

Directivas de La Universidad de La Salle

Rector Hno. Niky Alexánder Murcia

Vicerrectora Académica Hno. Cristhian James Díaz Meza

Vicerrector de Investigación

y Transferencia Dra. Leonor Botero Arboleda

Vicerrector de Promoción y

Desarrollo Humano Hno. Diego Andrés Mora Arenas

Vicerrector Administrativo Dra. Adriana Patricia López

Velásquez

Decano Facultad de Ciencias

Agropecuarias Dr. Juan David Corrales

Director Doctorado en Agrociencias Dra. Liliana Chacón

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v

COMPROMISO

Los trabajos de grado no contienen ideas que sean contrarias a la doctrina católica en

asuntos de dogma y moral.

Ni la Universidad, ni el director, ni el jurado calificador son responsables de las ideas

expuestas por el graduando.

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6

Agradecimientos

En la elaboración de esta Tesis Doctoral, me han acompañado de diferentes

maneras un grupo de personas a las que les debo agradecer. De ellas he recibido

el apoyo y la colaboración necesaria, sin los cuales no hubiera sido posible llegar a

buen término este trabajo. En cualquier caso, las omisiones, imprecisiones y juicios

obedecen al autor, y en ningún caso a dichas personas, de las que solo he recibido

apoyo y comentarios edificantes.

En primer lugar, quiero agradecer muy sinceramente a la Universidad de La

Salle, por haberme aceptado como estudiante del Doctorado de Agrociencias, y por

haberme concedido el tiempo necesario para adelantar la parte final de este trabajo

de tesis.

Como miembro importante de esta Alma Mater, también quiero reconocer el

apoyo brindado por el actual Vicerector de Investigación y Transferencia, Hermano

Ariosto Ardila, quien desde el primer momento confió en mí para adelantar este

proyecto. A todo el cuerpo de profesores del Doctorado de Agrociencias quienes me

mostraron puntos de vista que no había contemplado inicialmente, y que me

sirvieron para fortalecer mi posición teórica.

Igualmente es necesario mencionar la gran ayuda que recibí del profesor

Albert Berry, profesor emérito de la Universidad de Toronto, quien con su gran

sabiduría avivó en mi la inquietud intelectual por investigar en la agricultura familiar.

A mi profesor Absalón Machado, quien dedicó su vida académica al tema agrario,

y de quien he aprendido el amor por la ruralidad. Al profesor Jesús Antonio

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7

Bejarano (Q.E.P.D) quien con su brillante inteligencia me enseñó nuevas visiones

de lo agrario.

A Jorge Iván González, “El sabio” ecléctico y liberal, quien desde la

Universidad Nacional de Colombia me enseñó las escuelas del pensamiento

económico, y que como director de esta tesis me instó a ver el conocimiento con

sencillez y profundidad.

A mis amados padres, y a mis hermanos, quienes han comprendido mi

ausencia en momentos familiares relevantes. A mis hijos: David y Sara Luna, que

me impulsan siempre en la vida y a quienes les he robado un tiempo precioso. Por

último, quiero agradecer muy especialmente a Gisela mi esposa por su amor, su

paciencia y comprensión, ya que es ella quien soportó más de cerca mis angustias

y tristezas.

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8

Contenido

DERECHOS DE PROPIEDAD AGRARIA, CONCENTRACIÓN DE LA TIERRA Y PRODUCTIVIDAD

AGRÍCOLA EN COLOMBIA ................................................................................................................ i

LISTA DE TABLAS ...................................................................................................................... 12

LISTA DE GRÁFICAS .................................................................................................................. 13

RESUMEN .................................................................................................................................... 14

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................... 15

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ................................................................................................ 20

OBJETIVOS ................................................................................................................................... 23

Objetivo general ...................................................................................................................... 23

Objetivos específicos................................................................................................................ 23

CAPÍTULO 1 .................................................................................................................................. 24

CAPÍTULO 1. LA DESIGUALDAD DE LA TIERRA Y LA ESCALA DE PRODUCCIÓN ................................ 25

Introducción ............................................................................................................................ 25

1.1. El problema de la tierra y el debate de la escala de producción .................................. 27

Los orígenes de la concentración de la tierra ............................................................................ 27

El debate de la eficiencia y la escala de producción .................................................................. 30

1.2. Teoría del tamaño de explotación óptimo y la relación inversa .................................. 34

El tamaño óptimo de explotación ............................................................................................. 34

El tamaño óptimo y la relación inversa entre el tamaño y la productividad agrícola ................. 36

1.3. La reforma agraria y la eficiencia en la escala de producción ...................................... 37

La reforma agraria y la redistribución de la tierra ..................................................................... 38

La reforma agraria y el mercado laboral ................................................................................... 41

Objetivos fundamentales de la Reforma Agraria....................................................................... 43

La reforma agraria y la escala de producción ............................................................................ 44

1.4. Derechos de Propiedad de la tierra ............................................................................ 47

La teoría Evolutiva de los Derechos de Propiedad .................................................................... 47

Derechos de Propiedad de la tierra y economías de escala ....................................................... 50

Beneficios de los derechos de propiedad sobre la tierra ........................................................... 53

CAPÍTULO 2 .................................................................................................................................. 56

CAPÍTULO 2. LA REFORMA AGRARIA Y LOS DERECHOS DE PROPIEDAD EN COLOMBIA. ................. 57

Introducción ............................................................................................................................ 57

2.1 La legislación de la reforma agraria en Colombia ........................................................ 57

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9

2.2 Los resultados de la política de tierras........................................................................ 59

2.3 ¿Por qué fracasó la reforma agraria en Colombia? ..................................................... 62

2.4 Tierra y conflicto en Colombia.................................................................................... 67

Política de desplazados y restitución ........................................................................................ 68

La ley de tierras y el Acuerdo de la Habana .............................................................................. 71

2.5 Derechos de propiedad de la tierra, desigualdad y conflicto en Colombia .................. 77

2.6 La debilidad de los derechos de propiedad y la concentración de la tierra en

Colombia ................................................................................................................................. 80

CAPÍTULO 3 .................................................................................................................................. 85

LA CONCENTRACIÓN DE LA PROPIEDAD RURAL EN COLOMBIA .................................................... 85

CAPÍTULO 3. LA CONCENTRACIÓN DE LA PROPIEDAD RURAL EN COLOMBIA ................................ 86

Introducción ............................................................................................................................ 86

3.1 Los datos de la concentración de la propiedad rural y su evolución en Colombia ....... 87

Fuentes y metodología ............................................................................................................. 87

3.1.1 Concentración de la propiedad mundial ..................................................................... 89

Evolución de la propiedad rural en Colombia ........................................................................... 91

3.2 La estructura de la propiedad rural en el Censo Nacional Agropecuario 2014 ............. 95

3.2.1 Estructura de la propiedad según tamaños de explotación ......................................... 95

3.2.2 Estimación del Coeficiente de Gini de tierras a partir del CNA 2014............................ 97

3.3 El reparto de baldíos y la concentración de la tierra ................................................. 103

3.4 Los derechos de propiedad de la tierra .................................................................... 107

Formas de tenencia de la tierra .............................................................................................. 107

Índice de informalidad de la UPRA ......................................................................................... 108

La informalidad en los derechos de propiedad y la concentración de la tierra ........................ 111

3.5 Consecuencias concentración de la propiedad rural para la eficiencia en Colombia . 112

CAPÍTULO 4 ................................................................................................................................ 116

CAPÍTULO 4. LA RELACIÓN INVERSA ENTRE EL TAMAÑO DE LA FINCA Y LA PRODUCTIVIDAD

AGRÍCOLA: TEORÍA Y EVIDENCIAS INTERNACIONALES ................................................................ 117

Introducción .......................................................................................................................... 117

4.1 La Relación Inversa: Elementos teóricos ................................................................... 118

Origen e importancia ............................................................................................................. 118

Medidas de la productividad agrícola ..................................................................................... 120

Implicaciones de la RI ............................................................................................................. 123

4.2 Explicaciones a la Relación Inversa ........................................................................... 126

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10

El dualismo del mercado laboral ............................................................................................ 126

Los costos de transacción de la mano de obra ........................................................................ 128

Las imperfecciones del mercado de factores rurales .............................................................. 130

4.3 Objeciones a la Relación Inversa .............................................................................. 132

La pregunta de Chicago .......................................................................................................... 132

La calidad de la tierra ............................................................................................................. 133

Globalización y el avance tecnológico..................................................................................... 134

CAPÍTULO 5 ................................................................................................................................ 137

CAPÍTULO 5. LA RELACIÓN INVERSA. INDICIOS EN COLOMBIA .................................................... 138

Introducción .......................................................................................................................... 138

5.1 Antecedentes de la Relación Inversa en Colombia .................................................... 138

5.2 La investigación empírica a partir de los datos del Censo Nacional Agropecuario

2014 140

Los datos 140

La productividad agropecuaria y el tamaño de la UPA ............................................................ 141

La productividad agropecuaria y la calidad de la tierra ........................................................... 145

Empleo y productividad del trabajo ........................................................................................ 146

Consecuencias de la desigualdad en la productividad de los factores ..................................... 147

5.3 Análisis de resultados .............................................................................................. 148

5.4 La Relación Inversa y los sistemas de producción ..................................................... 151

La ganadería extensiva ........................................................................................................... 152

Las actividades agroindustriales ............................................................................................. 153

La agricultura familiar ............................................................................................................ 154

CONCLUSIONES .......................................................................................................................... 156

Bibliografía ................................................................................................................................ 162

ANEXOS ..................................................................................................................................... 170

ANEXO 1: ............................................................................................................................... 171

LA REFORMA AGRARIA EN COLOMBIA: DESDE LA APROPIACIÓN DE BALDÍOS HASTA EL

ACUERDO AGRARIO DE LA HABANA ....................................................................................... 171

ANEXO 2: ............................................................................................................................... 190

ELEMENTOS CONCEPTUALES DE LA REFORMA AGRARIA. DE LA GUERRA FRÍA AL MERCADO DE

TIERRAS 190

ANEXO 3: ............................................................................................................................... 204

DERECHOS DE PROPIEDAD: ELEMENTOS TEÓRICOS ................................................................ 204

Page 12: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

11

ANEXO 4 213

GINI DE TIERRAS, INDICE DE INFORMALIDAD ......................................................................... 213

ANEXO 5 239

DESARROLLO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN ........................................................... 239

Unidad productora agropecuaria ................................................................................................. 239

Cultivos ..................................................................................................................................... 239

Coeficiente de Gini .................................................................................................................... 241

Asociación entre el coeficiente de Gini y el índice de Informalidad. ........................................... 243

Índice de Tenencia de la Tierra .................................................................................................. 245

GINI POR NUMERO DE UAF ................................................................................................. 246

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12

LISTA DE TABLAS

Tabla 1.1 Tamaño medio de las explotaciones ………………………………………………29

Tabla 1.2 Importancia de las fincas pequeñas y distribución mundial de la tierra

agrícola…………………………………………………………………………………………… 30

Tabla 2.1 Distribución de tierras del Fondo Nacional Agrario (FNA) 1962-2012..…………61

Tabla 2.2 Estimaciones sobre hectáreas abandonadas o despojadas en

Colombia……………….......................................................................................................69

Tabla 3.1 Evolución de la Estructura de la propiedad rural en Colombia. Datos

porcentuales………………………………………………………………………………………94

Tabla 3.2 Estructura de la propiedad rural en Colombia a partir CNA 2014……………….96

Tabla 3.3 Distribución del número de productores, área ocupada y población según tamaño

de la UPA - Total nacional - CNA 2014…………………………………………………………97

Tabla 3.4 Concesiones de Baldíos de la Nación 1827 – 2012………………………………104

Tabla 3.5 Formas de tenencia de tierra. Total nacional - CNA 2014………………………..108

Tabla 5.1 Áreas de cultivos de mayor importancia en Colombia……………………………140

Tabla 5.2 Resultados del modelo de regresión………………………………………………143

Tabla 5.3 Productividad agropecuaria según tamaño del predio. Agregado Nacional……143

Tabla 5.4. Valor de la producción agropecuaria por hectárea según tamaño del predio para

los departamentos de Colombia………………………………………………………………..144

Tabla 5.5 Productividad agropecuaria según rangos de UAF. Agregado Nacional………146

Tabla 5.6. Empleo y productividad del trabajo según rangos de UPA………………………147

Tabla 5.7 Cambios en la producción y el empleo en un escenario de equidad

distributiva………………………………………………………………………………………..148

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13

LISTA DE GRÁFICAS

Gráfica 3.1 Promedio Coeficiente de Gini mundo y continentes……………………………...90

Gráfica 3.2. Porcentaje de tierra que maneja el 1% de las explotaciones más grandes……91

Gráfica 3.3 Evolución del índice de Coeficiente de Gini en la distribución de la propiedad

rural (1960 - 2014)………………………………………………………………………………...92

Gráfica 3.4 Evolución del Coeficiente de Gini de Tierras y UAF……………………………..93

Gráfica 3.5 Evolución del área por rangos de tamaños (1960 a 2014)……………………….95

Gráfica 3.6 Gini de Tierras por Departamentos………………………………………………...99

Gráfica 3.7 Gini UAF por Departamentos……………………………………………………..100

Gráfica 3.8 Coeficiente Gini de tierras por municipio…………………………………………101

Gráfica 3.9 Coeficiente Gini UAF por municipios……………………………………………..102

Gráfica 3.10 Gini de Concesiones de Baldíos 1827 – 2012………………………………….105

Gráfica 3.12 Porcentajes de Concesiones de Baldíos según rangos de tamaños para el total

del periodo 1827-2012…………………………………………………………………………..106

Gráfica 3.13 Porcentaje de UPAS y de Área según Forma de Tenencia…………………...108

Gráfica 3.14 Porcentaje de Informalidad de la propiedad de la tierra Municipios………….110

Gráfica 3.12 Regresión simple Gini de tierras a índice de informalidad…………………….111

Gráfica 4.1 Relación entre la producción y las unidades de trabajo (jornales y número de

operarios)…………………………………………………………………………………………125

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14

RESUMEN

La desigualdad de la tierra en Colombia es una de las más altas del mundo, lo cual ha sido

una causa fundamental del origen del conflicto armado colombiano. La debilidad histórica

en la definición de los derechos de propiedad en el país ha facilitado el despojo y la

apropiación ilegal de la tierra mediante el uso de la violencia. Los intentos de reforma agraria

han generado resultados decepcionantes y en general el país no ha podido corregir la

inequidad en el acceso a la tierra. Como consecuencia, la mayor parte de la tierra en

Colombia se encuentra en unas pocas explotaciones de gran tamaño, mientras la mayor

parte de los propietarios rurales poseen una pequeña porción de la tierra agropecuaria en

predios muy pequeños, donde se aloja la mayor parte de la pobreza rural. Sin embargo, en

un hecho contraintuitivo, pero ampliamente demostrado, se ha encontrado que las

pequeñas explotaciones agrícolas son más eficientes que las grandes. La denominada

“relación inversa” implica que la estructura inequitativa de la tierra genera una ineficiencia

económica y social. Sin embargo, a pesar de su solides teórica y de la abrumadora

evidencia empírica que validan su existencia, aún sigue siendo desconocida o poco

comprendida entre los responsables de la política pública que históricamente han apoyado

mucho más a los grandes propietarios agrícolas.

En este trabajo se analizó el problema de la tierra y el debate sobre las economías de escala

y la teoría sobre las políticas de tierras con énfasis en el caso colombiano, como marco

para analizar los datos del Censo Nacional Agropecuario del año 2014. A partir de esta

información se calcularon los ginis de tierras municipales y departamentales y se analizaron

causalidades estadísticas con la información existente sobre derechos de propiedad y otras

variables relacionadas. Por último, a partir de la información censal se estableció la relación

entre la productividad agrícola y tamaño de explotación, encontrando una fuerte relación

inversa en Colombia. El trabajo muestra evidencias de que, en vista de la relación inversa,

la distribución de la tierra aumenta la producción y el empleo. Se concluye que la

constatación de la relación inversa en Colombia es una evidencia de que la concentración

de la tierra implica una gran ineficiencia económica y social, y demuestra el fracaso de la

política pública en realizar una reforma agraria y garantizar los derechos de propiedad

agraria en Colombia.

Palabras clave: Derechos de propiedad; Reforma agraria; Concentración de la tierra;

Relación inversa.

Page 16: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

15

INTRODUCCIÓN

Desde la década del 50 del siglo pasado, Colombia ha vivido el conflicto armado

más largo en la región, el cual acaba de concluir con éxito después de un proceso

de paz con la guerrilla de las FARC. El primer punto de la negociación de este

acuerdo se enfocó en el desarrollo rural, del cual se derivó la propuesta de una

Reforma Rural Integral fundamentada en el enfoque territorial del desarrollo rural

(Alto Comisionado para la Paz, 2016). La mayoría de los compromisos que

resultaron del punto agrario en el acuerdo de paz se orientaron prioritariamente

hacía los derechos de propiedad de la tierra1. El hecho de que la propiedad de la

tierra haya sido el primer punto de discusión y el más importante en los acuerdos

de paz, demuestra que la concentración histórica de la tierra fue una causa central

en el origen del conflicto colombiano.

La importancia del problema de la tierra radica en que las políticas que aseguren

los derechos de propiedad rural y promuevan el uso eficiente, la sostenibilidad

ecológica y que fomenten su distribución equitativa, están relacionadas con el

crecimiento sostenido, la gobernabilidad y las oportunidades de los habitantes de

un país (IGAC, 2012). Por ello el debate acerca de la distribución de la tierra en

Colombia ha estado presente durante todo el siglo XX en la política nacional y

continúa siendo vigente en esta segunda década del siglo XXI.

La tierra es un factor muy importante para garantizar los ingresos y la seguridad

alimentaria a las poblaciones pobres que viven principalmente en zonas rurales

donde la agricultura es la mayor fuente de empleo (Banco Mundial, 2006). La tierra

tiene una función social que rebasa a la de otros activos productivos, sobre todo en

los países en vía de desarrollo donde la agricultura tiene un gran peso en la

economía. Por ello la concentración de la tierra en manos de pocos propietarios

1 Algunos de los diez compromisos del acuerdo pactado en la Habana se relacionan con los derechos de propiedad de la tierra; por ejemplo, la creación de un fondo de tierras para democratizar el acceso, la formalización de la propiedad, la jurisdicción agraria, la modernización del catastro rural, el recaudo predial y el ordenamiento productivo y ambiental son compromisos que de manera sustantiva afectan los derechos de propiedad agraria.

Page 17: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

16

excluye a la mayoría de la población rural de su acceso, generando conflictos

sociales y pobreza rural.

Colombia posee una concentración de la tierra de las más altas del mundo, con un

Coeficiente de Gini de 0,87 (IGAC, 2012), lo cual ha derivado en graves

consecuencias para su desarrollo económico y social. En Colombia la concentración

excesiva de la tierra es para muchos analistas la causa principal del origen y la

perpetuación del conflicto armado. La concentración de la tierra ha llevado a un uso

inadecuado del suelo, generando una gran ineficiencia económica, social y

ambiental que ha obstaculizado el desarrollo humano en Colombia (PNUD, 2011).

La debilidad histórica de los derechos de propiedad agraria en Colombia permitió a

los agentes con más poder apropiarse de la tierra legal o ilegalmente, muchas veces

con el uso de la violencia, llevando a incrementar el tamaño de los predios más allá

de cualquier criterio de eficiencia económica y social. En consecuencia, la mayor

parte de la tierra se encuentra en predios grandes, en su mayoría con muy baja

productividad y poca generación de empleo, mientras que la mayor parte de los

propietarios posee una porción de tierra muy pequeña que no alcanza ni siquiera

para generar ingresos que les permita superar la pobreza.

En esencia, el desarrollo rural consiste en superar la pobreza de los habitantes

rurales, que en su mayoría corresponden a agricultores en pequeña escala. La

agricultura a pequeña escala es más eficiente en un sentido amplio, ya que produce

más ingresos por hectárea, genera más empleo, son más sostenibles

ambientalmente y constituye un patrimonio cultural invaluable. No obstante, el

grueso de la pobreza rural se encuentra en los predios pequeños donde pese a la

mayor productividad por hectárea, el ingreso per cápita es muy bajo. Para superar

la pobreza rural se debe ajustar el tamaño del predio con criterios de eficiencia, lo

cual requiere que los agricultores en pequeña escala incrementen el tamaño de sus

predios.

No obstante, los derechos de propiedad son una condición fundamental para el

funcionamiento de los mercados, y su debilidad es un obstáculo muy fuerte para

que el mercado ajuste el tamaño de los predios agrícolas a un tamaño de

Page 18: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

17

explotación eficiente, sin requerir de una intervención del tipo reforma agraria

expropiatoria. La hipótesis de esta investigación es que la deficiencia en los

derechos de propiedad de la tierra lleva a un tamaño de equilibrio de los predios

agrícolas que no se ajusta con criterios de eficiencia, lo cual es una causa

fundamental de la concentración de la tierra, generando una gran ineficiencia

económica y social que se expresa en la baja productividad de la agricultura,

elevado nivel de desempleo y el deterioro de la sostenibilidad ambiental.

Este trabajo busca analizar las consecuencias sobre la eficiencia económica

generada por la inequidad en el acceso a la tierra y determinar la importancia

histórica de la política pública sobre los derechos de propiedad y la reforma agraria

en la estructura de tenencia de tierra prevaleciente. El punto de partida es el

problema histórico de la concentración de la tierra y el debate sobre la existencia de

las economías de escala en la agricultura. Luego de proponer el concepto del

tamaño óptimo, se plantea la existencia de una regularidad empírica ampliamente

demostrada, conocida como la relación inversa según la cual con el incremento en

el tamaño de explotación se observa una disminución de la productividad agrícola.

La existencia de una relación inversa en la agricultura es la piedra angular de la

política pública agrícola que pretende ajustar el tamaño de explotación para lograr

la eficiencia y desplegar el potencial de desarrollo que emerge de la agricultura. En

este trabajo se explora teórica e históricamente los elementos de la política de

tierras que se han usado para ajustar el tamaño de explotación, como en el caso de

la reforma agraria y los derechos de propiedad, con énfasis en caso colombiano.

Así mismo se analiza los datos de la tenencia de tierra en Colombia y se presentan

análisis estadísticos explorando posibles causas de la concentración de la tierra

El principal resultado que arroja esta investigación es que la constatación de una

relación inversa en Colombia demuestra que la agricultura en pequeña escala es

más eficiente que la agricultura en gran escala, y por lo tanto una reforma agraria y

una mayor garantía de los derechos de propiedad son asuntos urgentes en la

política pública para lograr la eficiencia económica y social y superar la pobreza

rural.

Page 19: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

18

En el capítulo 1 se presenta el debate sobre la escala de producción y la importancia

de la reforma agraria y los derechos de propiedad como las principales políticas

públicas que buscan ajustar el tamaño de explotación agrícola con criterios de

eficiencia económica y social. En este marco teórico se puede concluir que, a pesar

del sesgo en la política pública en favor de los grandes agricultores, desconociendo

la evidencia sólida de una relación inversa, los pequeños agricultores aún son el

sistema de producción más predominante en el mundo en el siglo XXI.

En el capítulo 2 se analiza en detalle la política de reforma agraria y los derechos

de propiedad de la tierra. Este capítulo se apoya en los anexos 1, 2 y 3 donde se

profundiza en los aspectos teóricos de la literatura especializada. En el Anexo 1 se

desarrolla una síntesis histórica de los antecedentes de política agraria en Colombia

desde el reparto de baldíos durante el siglo XIX hasta la políticas del mercado de

tierras contemplado bajo la ley 160 de 1994. En el Anexo 2 se presentan los

elementos teóricos de la Reforma Agraria, su definición sus objetivos y su

importancia. En el Anexo 3 se desarrollan los elementos teóricos de los derechos

de propiedad, su conceptualización y su importancia. En el capítulo 2 se concluye

que el fracaso de la reforma agraria y la debilidad de los derechos de propiedad de

la tierra son responsables de la alta concentración de la tierra en Colombia, lo cual

es para muchos analistas la principal causa del conflicto interno y de los bajos

niveles de bienestar de los pobladores rurales.

El capítulo 3 presenta los datos de la concentración de la tierra, revelando que la

inequidad en el acceso a la tierra es la más alta de la región y una de las más altas

del mundo, y adicionalmente se está profundizando aún más. En este capítulo se

intenta probar algunas hipótesis estadísticas sobre la concentración de la tierra,

como la reforma agraria, la legislación de baldíos y la informalidad en los derechos

de propiedad. En el anexo 5, se presentan los datos calculados de los ginis

municipales y departamentales, así como los datos municipales del índice de

informalidad de la propiedad rural.

El capítulo 4 presenta el marco teórico de la “relación inversa” entre el tamaño del

predio y la productividad agrícola, mostrando las evidencias internacionales, las

Page 20: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

19

principales teorías sobre aparición, así como las principales objeciones que se

plantean. El capítulo concluye afirmando que la relación inversa es inmune a todas

las objeciones que sobre ella se han planteado, que es un hecho comprobado por

numerosas investigaciones en la literatura científica y que solo bajo condiciones

muy particulares, como un sesgo excesivo en la política pública en favor de las

grandes explotaciones, esta no se presentaría.

En el capítulo 5 se muestra los datos que revelan la existencia de una relación

inversa en Colombia a partir la información arrojada por el censo nacional

agropecuario de 2014. El anexo 4 presenta los elementos metodológicos más

importantes que se tuvieron en cuenta en el procesamiento de la información censal

y las pruebas estadísticas. Los datos revelan una relación inversa muy fuerte que

se mantiene incluso cuando se controla la calidad de la tierra por medio de la UAF

(Unidad Agrícola Familiar). Este análisis permite evidenciar que la excesiva

concentración de la tierra en Colombia tiene consecuencias sobre la eficiencia

económica y social, y que el sesgo de la política pública en favor de los grandes

agricultores es un error muy costoso para el país.

Page 21: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

20

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La tierra es el factor productivo más importante en la producción agropecuaria

después de la mano de obra (Banco Mundial, 2006). La tierra es un factor

fundamental para garantizar los ingresos y la seguridad alimentaria a los pobres que

viven principalmente en zonas rurales donde la agricultura es la mayor fuente de

empleo. Además la tierra tiene una función social que supera en importancia a la de

otros activos productivos, sobre todo en los países en vía de desarrollo donde la

agricultura tiene un gran peso en la economía. Por ello la privación del acceso a la

tierra de un gran segmento de la población se constituye en la causa principal de la

pobreza extrema, la dependencia, la inestabilidad social, el conflicto armado, la

migración rural, el abandono de tierras y muchas más consecuencias negativas

(FAO, 2002).

Colombia heredó de la colonización española una concentración de la tierra de las

más altas del mundo, excluyendo a la mayor parte de la población rural del acceso

suficiente a la tierra y constituyéndose en la causa histórica más importante del

origen del conflicto colombiano (GMH, 2013). Este fenómeno ha marcado un estilo

de desarrollo, definiendo distintas facetas de un problema agrario que se expresa

en los órdenes social, político, económico e institucional (Machado, 1998).

Los resultados del censo agropecuario del año 2014 muestran la profunda

desigualdad en la tenencia de la tierra en Colombia. El análisis comparativo con los

dos censos anteriores, realizados en los años de 1960 y 1970, también muestra

como la concentración de la tierra se ha agudizado.

Un hecho contraintuitivo, pero ampliamente demostrado en la literatura científica

internacional, afirma que la productividad agrícola disminuye con el tamaño de la

explotación. De existir esta “relación inversa” entre el tamaño de explotación y la

productividad agrícola en Colombia, estaría evidenciando que la tendencia creciente

en la concentración de la tierra no obedece a criterios de eficiencia económica.

Page 22: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

21

La concentración de la tierra representa una ineficiencia económica y es un

obstáculo al desarrollo rural, porque la mayor parte de la tierra se encuentra en

predios grandes de baja productividad y que generan poco empleo, mientras que

una pequeña fracción de la tierra está en predios de un tamaño insuficiente donde

se aloja la mayoría de la población rural que vive en situación de pobreza. Los

predios pequeños generan el 90% del empleo, representan un patrimonio cultural y

un conocimiento ancestral invaluable, son fundamentales para garantizar la

seguridad y la soberanía alimentaria, demandan bienes locales y sus ingresos no

se filtran a la economía internacional (Berry, 2016). Y quizás, lo más importante, es

que su marginación histórica ha sido la piedra angular del conflicto colombiano, y

por lo tanto el logro de la paz pasa por su reconocimiento explícito en las políticas

públicas.

La concentración de la tierra es un obstáculo para aumentar la productividad

agrícola porque no se logra el tamaño óptimo de explotación. Si el uso del suelo

respondiera a criterios de eficiencia, los predios grandes e ineficientes deberían

fraccionarse y los predios pequeños con mayor productividad deberían incrementar

su tamaño. Los resultados del censo mostraron una tendencia contraria a esta

lógica, ya que los predios grandes aumentaron su tamaño mientras los predios

pequeños se fraccionaron. En Colombia la mayor parte de los predios grandes

corresponden a ganaderías extensivas de muy baja productividad2. De otro lado el

microfundio que constituyen predios con un tamaño de hasta 0,5 UAF3, según el

Proyecto de Protección de Tierras (Citado por Leivovich, 2013), corresponde al 80%

del total de predios en Colombia, pero solo poseen el 10% de la tierra, por lo que

sus predios no generan ingresos suficientes y constituyen el grueso de la pobreza

rural (Leibovich, 2013).

2 Tan solo una fracción muy pequeña del latifundio está en agricultura comercial a gran escala, principalmente azúcar, palma de aceite, banano y algunos cereales, o en ganaderías más tecnificadas como el doble propósito, ceba o lechería tropical. 3 Según el INCODER la UAF “Es la empresa básica de producción agrícola, pecuaria, acuícola o forestal, cuya extensión permite, con su proyecto productivo y tecnología adecuada, generar como mínimo dos salarios mínimos legales mensuales vigentes. Además, permite a la familia remunerar su trabajo y disponer de un capital que contribuya a la formación de su patrimonio”.

Page 23: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

22

La legislación para reforma agraria distributiva intentó modificar esta estructura

inequitativa del acceso a la propiedad agraria en Colombia, pero sus resultados

fueron decepcionantes. En consecuencia el país probó el mercado asistido de

tierras, que buscaba garantizar los derechos de propiedad y permitir la negociación

de la tierra entre las partes con el acompañamiento del gobierno, pero sus

resultados fueron más modestos.

Los derechos de propiedad son una condición fundamental para el funcionamiento

de los mercados, y su debilidad es un obstáculo muy fuerte para que el mercado

fraccione los predios grandes en predios de tamaños eficientes. Cuando los

derechos de propiedad sobre la tierra no están bien definidos pueden causar

costosos conflictos y una reducción de la inversión productiva (Deininger, 2004). La

debilidad en los derechos de propiedad no solo ha obstaculizado el funcionamiento

de los mercados, sino que ha permitido la concentración ilegítima de la tierra por la

vía del despojo y la violencia (PNUD, 2011).

Según Demarest, una sociedad entra en conflicto cuando el estado no es capaz de

garantizar los derechos a los ciudadanos. Cuando esto ocurre la propiedad se

reduce a la posesión por la fuerza y de esta manera aquellos que pueden ejercerla

en mayor medida se apropiarán de la tierra (Demarest, citado por (Reyes, 2016)).

La eficiencia económica requiere la seguridad de la tenencia de la tierra, lo que

implica que, en primer lugar, la sociedad reconozca los derechos individuales sobre

la tierra, y, en segundo lugar, existan mecanismos legales u otras formas para

defender esos derechos.

Pregunta problema

¿Cuál es la importancia de los derechos de propiedad y la reforma agraria

como causas de la concentración de la tierra y cuáles son sus consecuencias

sobre la eficiencia económica en Colombia?

Page 24: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

23

OBJETIVOS

Objetivo general

Analizar las consecuencias en la eficiencia económica generada por la inequidad

en el acceso a la tierra y determinar la importancia de los derechos de propiedad y

la reforma agraria en la estructura de tenencia de tierra prevaleciente en Colombia.

Objetivos específicos

1. Determinar la estructura y dinámica de la tenencia de tierra y de los derechos de

propiedad agraria en Colombia.

2. Establecer las causas que determinan el tamaño de equilibrio de los predios

agrícolas y llevan a la estructura de concentración de la tierra en Colombia

3. Comprender la relación entre el tamaño de explotación agrícola y la eficiencia

económica y social

Page 25: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

24

CAPÍTULO 1

LA DESIGUALDAD DE LA TIERRA Y LA ESCALA DE

PRODUCCIÓN

Page 26: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

25

CAPÍTULO 1. LA DESIGUALDAD DE LA TIERRA Y LA ESCALA DE

PRODUCCIÓN

Introducción

La estructura de tenencia de tierra es el factor que más impide la plena liberalización

de las fuerzas sociales internas y la ampliación de las bases sociales que sustentan

los Estados democráticos (García, 1970). La tierra además es el factor de

producción más importante en los países en desarrollo que dependen

principalmente de la agricultura. En estos países este factor de producción es

fundamental para garantizar los ingresos y la seguridad alimentaria a los más

pobres de las zonas rurales donde la agricultura es la mayor fuente de empleo

(Banco Mundial, 2006). No obstante, la importancia de la tierra, en muchos países

en desarrollo su distribución inequitativa es endémica, privando a la mayoría de los

pobladores rurales de su acceso total o parcialmente.

Las estructuras agrarias caracterizadas por una alta desigualdad en el acceso a la

tierra están asociadas con relaciones políticas y sociales poco democráticas, con

altos niveles de pobreza y una extrema desigualdad de los ingresos4. Dada la

importancia de la agricultura y el empleo agrícola en los países en desarrollo, la

tierra ha sido un tema importante en los debates y teorías sobre el desarrollo y una

fuente de movimientos sociales y políticos, y de conflicto agrario.

La concentración de la tierra es un obstáculo al desarrollo que ha llevado a un

intenso debate entre los defensores de una reforma agraria distributiva y liderada

por el Estado como vía para lograr la justicia social, y los partidarios de las

4 Cuando la concentración de la tierra es elevada genera pobreza y desigualdad, ya que en

situaciones en que la mano de obra es abundante en relación con la tierra, los retornos del trabajo

serán bajos y los de la tierra serán altos. En tal circunstancia si la propiedad de la tierra es

extremadamente sesgada, la desigualdad de los ingresos será muy alta y la pobreza será

generalizada entre los que no puedan acceder a la tierra.

Page 27: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

26

soluciones de mercado fundamentado en los derechos de propiedad como una

estrategia para la asignación eficiente de la tierra.

Redistribuir la tierra por asuntos de equidad es esencial en una sociedad desigual;

sin embargo, si fraccionar los predios grandes reduce la productividad, una reforma

agraria sería contraproducente porque empeoraría las condiciones del desarrollo

económico e incrementaría la pobreza rural. Los seguidores del mercado

consideran que una reforma agraria empeoraría la situación porque impediría que

el mercado de forma natural logre el tamaño óptimo del predio5. Este debate, sin

embargo, ha dejado de lado la cuestión fundamental de la relación entre el tamaño

del predio y la productividad agrícola. Si el tamaño del predio tiene un efecto sobre

la productividad esto debería ser considerado un asunto prioritario en la política

pública.

Este capítulo comienza analizando el problema de la concentración de la tierra y

sus orígenes históricos a nivel mundial, para introducir el largo debate que ha

existido en las ciencias sociales entre los rendimientos en la escala de producción

agrícola. Posteriormente se analiza la teoría del tamaño óptimo de explotación

agrícola y su relación con los rendimientos decrecientes a escala de la agricultura.

Luego se analiza la importancia de la reforma agraria como instrumento para

corregir las distorsiones en los tamaños de explotación que generan ineficiencia

económica. Por último se discute la importancia de los derechos de propiedad como

un mecanismo que permite lograr el ajuste del tamaño de explotación al permitir el

funcionamiento del mercado.

5 El tamaño óptimo de explotación agrícola es un área que es operada con eficiencia económica en el sentido amplio. Para Berry (2016), la eficiencia económica reducida es aquella que solo tiene en cuenta la productividad agrícola, mientras que la eficiencia económica amplia incluye además variables como la generación de empleo y la preservación del medio ambiente (Berry, 2016).

Page 28: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

27

1.1. El problema de la tierra y el debate de la escala de producción

Los orígenes de la concentración de la tierra

La tenencia de la tierra se relaciona directamente con la sostenibilidad ambiental,

los conflictos sociales y la seguridad alimentaria (FAO, 2002). El derecho a la

propiedad de la tierra es uno de los factores más importantes para que las personas

extiendan sus activos más allá de la tierra y la mano de obra garantizando la

sostenibilidad económica, ambiental y social (FAO, 2004). No obstante, los

derechos de propiedad no son solo una fuente de producción económica si no la

base de relaciones sociales y valores culturales, además de un factor de prestigio y

de poder.

En este sentido, los países que han emprendido reformas institucionales tendientes

a garantizar el acceso a la tierra y los derechos plenos de la población rural se han

desarrollado más rápidamente, generando mayores niveles de seguridad

alimentaria, salud, y calidad ambiental. A pesar de la importancia de la tierra para

los pobladores rurales, en la gran mayoría de los países en desarrollo la propiedad

de la tierra es demasiado desigual, excluyendo así a la mayor parte de la población

rural de su acceso, con consecuencias significativas para la distribución del ingreso,

el bienestar y el desarrollo de las generaciones presentes y futuras (Deininger,

2004).

Los orígenes de la desigualdad en la tenencia de la tierra se remontan a las

intervenciones coloniales presentes en la mayoría de los países del mundo. Antes

de los procesos de colonización, los cuales fueron padecidos por la mayoría de los

países en el mundo, el tamaño óptimo de una explotación agrícola correspondía a

una granja familiar (Binswanger, Deininger, & Feder, 1995). Estas intervenciones

coloniales se enfrentaron al problema de conseguir mano de obra para explotar los

recursos y la tierra. La mayor parte de la población explotaba la tierra en granjas

familiares altamente eficientes y autosuficientes, por lo tanto no requerían de los

colonizadores para garantizar su subsistencia. Entonces la estrategia utilizada en

muchas ocasiones consistió en quitarles la tierra a los agricultores, para forzarlos a

Page 29: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

28

trabajar en las haciendas o las plantaciones, caracterizadas por poseer enormes

extensiones de tierra. De esta manera las intervenciones coloniales terminaron

incrementado el tamaño de explotación, más allá del óptimo social. Esta fue la

manera como se consolidaron las grandes propiedades en regiones como

Latinoamérica, África y Asia (Deininger, 2004).

La herencia colonial de la concentración de la tierra ha llevado a la constitución de

estructuras agrarias bimodales, en las que coexisten grandes propietarios, que

acaparan la mayor parte de la tierra fértil, y pequeños propietarios que corresponden

al grueso de la población rural alojada en una fracción pequeña de la tierra, casi

siempre de mala calidad. De acuerdo con Machado, las estructuras agrarias

bimodales se constituyen en un freno al desarrollo ya que obstaculizan el

crecimiento de la productividad y el progreso tecnológico, generan conflicto y

pobreza, e impiden la profundización de la democracia (Machado, 1998). Las

estructuras bimodales son propias de los países en desarrollo, mientras que los

países desarrollados lograron la solución temprana de la distribución de la tierra

conformando estructuras agrarias unimodales, caracterizadas por una equidad en

la distribución que fue fundamental para la constitución de instituciones

democráticas que desplegaron todo el potencial para el desarrollo (Machado A. ,

2002).

Para superar los efectos a largo plazo de la intervención extranjera y las distorsiones

estructurales, frecuentemente resultó necesario tomar medidas para reformar la

estructura de tenencia de tierras. Puesto que la reforma agraria implica la

transferencia de rentas de una clase gobernante a trabajadores arrendatarios, la

gran mayoría de las reformas a gran escala han estado asociadas con revueltas

(Bolivia), revoluciones (Chile, China, Cuba, El Salvador, México, Nicaragua, Rusia),

conquistas (Japón y Taiwán, China), el derrocamiento del gobierno colonial (oriente

de India, Kenia, Mozambique, Vietnam, Zimbabue), o el final de guerras importantes

(Hungría y gran parte de Europa oriental). Sin estas agitaciones políticas populares

la reforma agraria muy rara vez ha tenido éxito en la transferencia sustancial de la

tierra, o se ha hecho de manera muy lenta (Deininger, 2004).

Page 30: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

29

Sin intervenciones externas el tamaño óptimo de la granja, en teoría, debería ser el

de una unidad agrícola familiar, es decir un área capaz de ser gestionada por

agricultores familiares, la cual se ajusta dependiendo de la calidad del suelo, el

precio de los factores, la tecnología y la capacidad de gestión de la familia

(Eastwood, 2009). El avance de la tecnología y la reducción del precio del capital

como resultado del desarrollo económico podrían ajustar este tamaño óptimo

haciéndolo crecer y desplazando a la mano de obra familiar, dando paso a las

explotaciones capitalistas (Eswaran & Kotwal, 1986).

Tabla 1.1 Tamaño medio de las explotaciones

Continente

Media Gini % pasturas

permanentes

África Sub-Sahariana 2.4 0.49 9.0

America Central 10.7 0.75 38.0

America del Sur 111.6 0.90 74.6

Sur de Asia 1.4 0.54

Este de Asia 1.0 0.50

Sureste de Asia 1.8 0.60 1.4

Asia occidental 4.9 0.70 7.1

Europa 32.3 0.60 35.9

Canadá 273.4

96.1

U.S.A 178.4 0.78 47.9

Australia 3601.7 .. 96.1

Nueva Zelanda 222.6

Fuente: Fao 2011

Eastwood encontró evidencias que confirman que entre mayor sea el Producto

Interno Bruto (PIB) per-cápita mayor será el tamaño medio de las explotaciones. En

Europa y Norte América el tamaño medio de las explotaciones ha aumentado desde

antes del siglo XX. En Asia y África, por el contrario, ha ido disminuyendo, mientras

en Suramérica no hay una tendencia definida. En los países densamente poblados

la tierra per-cápita es menor, y en consecuencia el tamaño medio de explotación

disminuye, así como también disminuye la proporción de tierras dedicada a pasturas

y aumenta la proporción del área dedicada a cultivos (ver Tabla 1.1). La evidencia

Page 31: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

30

muestra que, en algunas partes como África, el sur y el este de Asia presentan

tamaños muy pequeños. Adicionalmente se observa una correlación positiva entre

la concentración de la tierra medida por el Coeficiente de Gini y el tamaño medio de

las granjas (Eastwood, 2009).

A pesar de la tendencia al crecimiento medio de la granja, la producción agrícola

mundial sigue dominada por la agricultura familiar. Como se observa en la tabla 1.2,

el 92,3% del total de fincas a nivel mundial son pequeñas, incluso en Norteamérica

y Europa su participación es levada, 76,8% y 88,5% respectivamente.

Tabla 1.2 Importancia de las fincas pequeñas y distribución mundial de la tierra

agrícola

DISTRIBUCION MUNDIAL DE LA TIERRA AGRÍCOLA

Tierra

agrícola

(millones

de

hectáreas)

Número

de fincas

(millones)

Número de

fincas

pequeñas

(millones)

fincas

pequeñas

como %

del total de

fincas

Tierra

agrícola en

fincas

pequeñas

(millones de

hectáreas)

% de la

tierra

agrícola en

fincas

pequeñas

Tamaño

promedio

de las

fincas

pequeñas

(ha)

Asia-

Pacífico

1990,2 447,6 420,3 93,9% 689,7 34,7% 1,6

China 521,8 200,6 200,2 99,8% 370,0 70,9% 1,8

India 179,8 138,3 127,6 92,2% 71,2 39,6% 0,6

África 1242,6 94,6 84,8 89,6% 182,8 14,7% 2,2

América

Latina y el

Caribe

894,3 22,3 17,9 80,1% 172,7 19,3% 9,7

América

del Norte

478,4 2,4 1,9 76,8% 125,1 26,1% 67,6

Europa 474,5 42,0 37,2 88,5% 82,3 17,4% 2,2

TOTAL 5080,1 608,9 562,1 92,3% 1252,6 24,7% 2,2

Fuente: Fao 2011

El debate de la eficiencia y la escala de producción

La concentración de la tierra en los países en desarrollo y la importancia de la

agricultura familiar de pequeña escala han llevado a un debate sustancial en la

cuestión agraria actual. Este debate ha girado en torno a la existencia o no de

economías de escala en la agricultura, y sus consecuencias sobre las medidas de

Page 32: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

31

políticas que se derivan de estas posturas han sido radicalmente opuestas. Entre

los primeros defensores de las deseconomías de escala en la agricultura se

encuentran John Stuart Mill y Alexis de Tocqueville en su análisis sobre los

pequeños agricultores en Irlanda del siglo XIX. Por el lado delos creyentes en las

economías de escala en la agricultura se encuentra Arthur Young en su apoyo a los

Enclousers Acts6 en Gran Bretaña (Lipton M. , 2009).

Según Arthur Young, la revolución agrícola inglesa en el siglo XVIII fue atribuida a

los Enclousers Acts, al poner fin al Open fields (campos abiertos) y privatizar la tierra

para las grandes explotaciones capitalistas, quienes, con la adopción de los nuevos

métodos agrícolas, incapaces de ser adquiridos por los pequeños agricultores,

constituyeron los motores del progreso que abrieron paso a la revolución industrial.

Los argumentos de Young fueron aceptados por Marx durante el siglo XIX,

describiendo la brutal separación de los trabajadores rurales de los medios de

producción y su conversión en proletarios que facilitó la “acumulación primitiva” y

financió el capitalismo temprano en Inglaterra (Brookfield, 2008). Gracias a ello, la

idea generalizada durante el siglo XIX era que existían economías de escala en la

agricultura y que la agricultura a pequeña escala desaparecería antes de iniciar el

siglo XX.

Estas ideas se constituyeron en un hecho irrefutable durante los inicios del siglo XX,

y en consecuencia se consideraba que el desplazamiento de la mano de obra

abundante en la pequeña agricultura hacia la industria urbana era requerido para

lograr el desarrollo capitalista al estilo de la versión inglesa. Tanto las teorías

neoclásicas de pensadores como Arthur Lewis, como los economistas

estructuralistas de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina) apoyaron

la agricultura a gran escala, al tiempo que promovían el desplazamiento de los

6 El término enclosure (cercamiento en español) hace referencia al cierre de las tierras comunales a

favor de los grandes terratenientes ocurrida en Inglaterra entre los siglos XVIII y XIX. Los enclosure

acts (actas de cercamiento) llevaron a la privatización de las explotaciones. Al estar cercadas se

mecanizaron porque se hizo rentable su modernización, ya que como consecuencia del crecimiento

demográfico la demanda de alimentos había aumentado.

Page 33: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

32

campesinos hacia las industrias urbanas. Incluso los gobiernos comunistas

intentaron reorganizar las fragmentadas estructuras campesinas en unidades

mucho más grandes para lograr economías de escala con la intervención estatal y

financiar la industria urbana, pero en un periodo mucho más breve que el alcanzado

por las economías capitalistas. Sin embargo, el experimento comunista resultó

catastrófico, como sucedió en la Unión Soviética posterior a la revolución y en la

China de Mao Zedong a finales de la década de 1950, que cobró la vida de millones

de personas como consecuencia de eliminar la economía campesina7.

En los inicios del siglo XX se creía que las economías campesinas con su pequeña

escala no eran competitivas, al no ser capaces de adoptar la tecnología moderna y

responder de manera eficiente y racional a las exigencias del mercado. Se pensaba

que la agricultura familiar en pequeña escala no resistiría la competencia de la

agricultura capitalista de gran escala y por lo tanto se esperaba su pronta

desaparición.

Sin embargo, la persistencia solida de la economía familiar campesina conduciría a

nuevos estudios y nuevas visiones que romperían con el paradigma dominante que

presagiaba su muerte. Hoy es claro que la agricultura familiar es el modo de

producción agrícola más común tanto en países desarrollados como en vía de

desarrollo. En Europa y Estados Unidos cerca del 90% de la producción agrícola

corresponde a granjas familiares (Brookfield, 2008).

En esencia el punto de quiebre de la visión dominante en favor de la agricultura a

gran escala fueron los estudios de Chayanov sobre la economía campesina en la

Rusia de principios de siglo XX, en donde las transformaciones socialistas

promovían la descomposición de las formas de producción campesina al

nacionalizar la tierra con el objetivo de lograr economías de escala. Para Chayanov

la economía campesina, al no monetizar el valor de su trabajo, no era una forma de

producción capitalista y por lo tanto no estaba sujeta a las ideas marxistas de

7 Amartya Sen en 1993 estimó que las muertes en China entre 1958 y 1961 fueron entre 23 a 30

millones de personas como consecuencia de la hambruna generada por “Gran salto hacia adelante”

de Mao Zedong (FAO, 2000).

Page 34: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

33

plusvalía y ganancia. Según Chayanov, la economía campesina tiene como objetivo

satisfacer sus necesidades colectivas y por lo tanto antes que maximizar el beneficio

busca maximizar el producto total que se reparte entre todos los miembros de la

unidad familiar (Chayanov, 1974).

La mano de obra familiar tiene un menor costo de oportunidad que el trabajo

asalariado en las grandes explotaciones comerciales. Consecuentemente aplican

su mano de obra en un nivel en que la productividad marginal es menor que el

salario de mercado. Así mismo al no tener que pagar salarios pueden variar el nivel

de insumos ajustándose de manera flexible a los ciclos productivos y a las

condiciones del mercado, lo que les permite sobrevivir a los bajos precios del

mercado. Mientras que la agricultura capitalista es más inflexible dado que debe

maximizar beneficios y pagar salarios, por lo que los bajos precios los llevarían

fácilmente a la quiebra (Gül, 2008).

Más aún, la idea de que los Enclousers Acts y la agricultura empresarial de gran

escala durante el siglo XVIII fueran los responsables de la revolución agrícola en

Inglaterra ha sido rebatida recientemente por Allen (1982). Según el estudio que

utilizó los mismos datos de Arthur Young, los Enclousers no tuvieron ningún efecto

sobre los rendimientos en su comparación entre campos abiertos y tierras

privatizadas. Fueron los pequeños propietarios durante el régimen del “Open Field”

los auténticos héroes de la revolución agrícola. Sus variadas formas de tenencia los

llevaban a reducir costos cuando incrementaban la producción, lo cual se constituía

en un poderoso incentivo a la innovación. El proceso fue riesgoso, pero al amparo

de instituciones comunales que fomentaban el progreso, el riesgo era compartido

en forma cooperativa. Allen concluye que los Enclousers solo sirvieron en para

trasladar los excedentes de los campesinos a los nuevos propietarios latifundistas

(Allen, 1982).

La persistencia en siglo XXI del modo de producción agrícola familiar y la

preponderancia a nivel mundial de la agricultura a pequeña escala, como se

muestra en la tabla 1.2, han demostrado el gran error de los que pronosticaron su

desaparición. La resiliencia de la agricultura familiar a pequeña escala se basa en

Page 35: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

34

sus “microeficiencias”, muchas veces subestimadas, o incluso ignoradas, en las

políticas públicas (Forero G. B., 2013). Sus conocimientos ancestrales sobre el

territorio y el contexto agroecológico, la implementación de una agricultura de alto

valor, de gran diversidad y poca dependencia de insumos externos a la finca, la

utilización de mano de obra familiar abundante, flexible y con mayor grado de

compromiso, y un perfecto control de los recursos: tierra, agua, y material genético,

le permiten una amplia flexibilidad y adaptación a la agricultura familiar, que se

constituye en la clave de su persistencia (FAO, 2014).

1.2. Teoría del tamaño de explotación óptimo y la relación inversa

El tamaño óptimo de explotación

La respuesta a la pregunta sobre la persistencia de la agricultura familiar a pequeña

escala lleva a considerar el tamaño óptimo que emerge en una economía que opera

sin intervenciones deliberadas. El tamaño óptimo o de equilibrio de las explotaciones

agrícolas ha sufrido transformaciones deliberadas, debidas principalmente a

intervenciones coloniales que llevaron al aumento del tamaño de los predios o a

intervenciones concertadas como en los casos de las reformas agrarias que trataron

de reducir el tamaño de los predios. Sin tener en cuenta estas intervenciones

deliberadas, la teoría de la presión demográfica ha sido la explicación más

importante de cómo el tamaño del predio se ajustaría para lograr el tamaño óptimo

(Binswanger, Deininger, & Feder, 1995). En esta teoría, comenzando desde una

situación dada de abundancia de tierra, el crecimiento de la población lleva a un uso

cada vez más intensivo del suelo, demandando por un lado inversiones, como

riegos y abonamiento, y por otro lado seguridad en la tenencia (Boserup, 1965).

En ausencia de restricciones a la tenencia o la presencia significativa de poder

político local, el tamaño óptimo o de equilibrio se ajusta a una unidad de explotación

familiar (Eastwood, 2009). Según esta teoría, debido a los menores costos de

transacción asociados principalmente a la gestión y supervisión de la mano de obra

en el predio, la unidad familiar tendrá un área compatible con la capacidad de

Page 36: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

35

gestión de la familia. A partir de aquí el tamaño variará de acuerdo con el tipo de

cultivo, la calidad del suelo, los precios relativos de los factores, los precios de los

productos, los precios de los insumos intermedios y la tecnología entre otros.

No obstante, el equilibrio óptimo en el tamaño del predio no llevará a una

homogeneidad en la estructura agraria resultante; por el contrario, dada una

constelación de precios de productos e insumos, una tecnología y un nivel de

desarrollo, la heterogeneidad en la dotación de las familias llevará a una

heterogeneidad en la estructura agraria de tamaños y organización agrícola. Según

Eswaran y Kotwal (1985) dependiendo de las dotaciones de capital se generarán

cuatro categorías de productores agrícolas: (a) los trabajadores agricultores, con

fuertes restricciones de capital y muy poca tierra, que cultivan en su propio predio y

también venden su fuerza laboral al salario del mercado; (b) agricultores

independientes, con mayor dotación de capital y de tierra, dedicados

exclusivamente a trabajar en sus propias actividades agrícolas utilizando más mano

de obra familiar que mano de obra contratada, costosa en términos relativos; (c) los

pequeños capitalistas, que emplean aún más tierra y capital, y utilizan parte de su

tiempo en la supervisión de trabajadores contratados; y (d) los grandes capitalistas,

en donde toda la mano de obra es contratada y se especializan en la supervisión de

la mano de obra (Eswaran & Kotwal, 1986).

El incremento en el nivel de capital eleva la productividad del trabajo de los

agricultores lo cual les permite operar un área de tierra mayor, y simultáneamente

el costo de oportunidad del trabajo propio crece en un valor cada vez más alto que

el trabajo contratado. En consecuencia, en la medida en que se incrementa el capital

aumenta el área de operación de la unidad agrícola, se sustituye mano de obra

familiar por trabajo asalariado, y la granja familiar es sustituida por una explotación

capitalista en gran escala. De esta forma se espera que el desarrollo económico, en

la medida en que favorece el acceso barato del capital, afecte al tamaño de

equilibrio de la granja.

No obstante, la relación entre el tamaño de equilibrio y el desarrollo económico es

más compleja de lo que sugiere el modelo de Eswaran y Kotwal. El abaratamiento

Page 37: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

36

del capital podría incrementar el uso de maquinaria, como tractores y cosechadoras,

que reemplazarían la mano de obra en los cultivos e incrementarían el tamaño de

la finca; sin embargo, en las actividades pecuarias, que en sistemas tradicionales

requieren mucha tierra, el capital más barato lleva a la intensificación de los

sistemas de las explotaciones, reduciendo el tamaño de la finca a tal punto que la

necesidad de tierra se vuelve irrelevante (como sucede por ejemplo, en la avicultura

y la porcicultura). Esto significa que aun cuando el desarrollo económico abarate el

capital e incremente su uso en la agricultura su efecto sobre el tamaño de equilibrio

sería ambiguo. Cuando el capital es complementario a la tierra tiende a incrementar

el tamaño de la granja, pero cuando capital sustituye a la tierra tiende a disminuir el

tamaño de la granja (Eastwood, 2009).

Siempre que existan costos de transacción, el tamaño óptimo de la explotación no

será independiente de las dotaciones de mano de obra y capital. Si los costos de

transacción en la supervisión de la mano de obra llegan a ser muy grandes, la mano

de obra contratada será muy costosa en términos relativos, la autarquía del trabajo

será la situación óptima y el tamaño del predio crecerá con el número de miembros

del hogar en edad de trabajar (Lipton M. , 2009). Así mismo, el tamaño de la

explotación aumentará con mayores dotaciones de capital como lo señala el modelo

de Eswaran y Kotwal.

El tamaño óptimo y la relación inversa entre el tamaño y la productividad agrícola

El análisis de la relación inversa, que plantea que al aumentar el tamaño de

explotación disminuye la productividad agrícola, reviste una importancia mayúscula

en la política pública, ya que es el fundamento para establecer el tamaño óptimo de

la granja y una justificación para la redistribución de la tierra. Cuanto más alto sean

los rendimientos de las pequeñas granjas, más intensivo será el uso de la tierra; por

lo tanto, una reforma agraria logrará aumentar en mayor medida la producción con

una mayor absorción de mano de obra y una mejora en la distribución de los

ingresos que llevará a la superación de la pobreza rural (Carter M. , 1984).

Page 38: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

37

El tamaño de explotación óptimo depende del contexto del nivel de desarrollo de los

países. Los países en desarrollo suelen presentar una relación inversa entre el

tamaño y la productividad agrícola mientras que en los países desarrollados surge

una relación directa. La relación capital trabajo es alta en los países desarrollados,

donde aparece una relación directa donde los predios grandes son más productivos,

debido a que presentan ventajas en la gestión del capital, cuyo precio disminuye

con el avance del desarrollo económico y se reemplaza la mano de obra costosa en

términos relativos. Por el contrario, en los países en desarrollo domina una relación

inversa ya que hay abundante mano de obra, casi siempre de origen familiar, con

bajos costos de oportunidad y menores costos de transacción, debido a que

presentan ventajas en la gestión y supervisión de la mano de obra que es abundante

y barata (Lipton M. , 2009).

El tamaño del predio no es el principal determinante de la productividad, pero se

debe tener en cuenta que la relación del tamaño del predio y la productividad es

fundamental en los países en desarrollo por varias razones. En primer lugar, la

frontera agrícola mundial está llegando a su fin y no se puede depender en el futuro

cercano de su ampliación para satisfacer las necesidades de tierra de los más

pobres. En segundo lugar, el avance tecnológico es cada vez menos importante

para explicar los incrementos de la productividad agrícola y por el contrario su aporte

ha venido declinando en las últimas décadas. Por último, en los países en desarrollo

los incentivos a incrementar la productividad decrecen frente al avance de la

globalización y el proteccionismo de los países desarrollados (Lipton M. , 2009). La

productividad de la agricultura en cambio depende de variables como el acceso al

riego, el uso de fertilizantes, el uso de variedades de alto rendimiento y la intensidad

de uso de la tierra, pero existen evidencias de que todas estas variables disminuyen

conforme se incrementa el tamaño del predio (Chand, 2011).

1.3. La reforma agraria y la eficiencia en la escala de producción

Page 39: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

38

La reforma agraria y la redistribución de la tierra

La reforma agraria (en adelante RA) es una legislación dirigida a distribuir los

derechos de propiedad sobre la tierra, para superar la pobreza y la desigualdad. La

RA fue muy importante para sacar de la pobreza a millones de personas y hoy sigue

vigente. Al menos 1.500 millones de personas en el mundo han conseguido tierras

gracias a la reforma agraria y son menos pobres o salieron de la pobreza gracias a

ello. Pero aún persisten las desigualdades en el acceso a la tierra y por lo tanto la

reforma agraria es un asunto sin terminar. Las reformas agrarias bien

implementadas además han generado crecimiento económico, han reducido la

desigualdad y elevado la producción agrícola y el ingreso promedio, así mismo han

mejorado las oportunidades de inclusión social y de libertad. Siempre que existan

condiciones de desigualdad extrema, pobreza y desempleo, la distribución de la

tierra será importante (Lipton M. , 2009).

Una RA verdaderamente redistributiva, que se basa en los dos objetivos paralelos

del desarrollo económico y la justicia social, sigue siendo urgente y necesaria en la

mayoría de los países en desarrollo hoy en día. La evidencia de una relación inversa

sugiere que estos dos objetivos se pueden lograr en gran parte con la misma política

de RA. Una política de reforma haría más popular a un gobierno, generaría una

mayor base impositiva y cuantiosos recursos fiscales a largo plazo que permitirían

superar la resistencia de los opositores a la RA ¿A qué se debe entonces la

oposición a una política que sería beneficiosa para la distribución del ingreso y para

la productividad y el crecimiento económico? Se pueden enumerar varios factores:

(i) la presencia de hechos que son contraintuitivos para la mayoría de las personas

sin un conocimiento profundo del tema8; (ii) la falta de intuición con respecto a los

mecanismos de equilibrio general; (iii) la poderosa combinación de la influencia

política e intelectual de los grandes terratenientes y sus aliados políticos9; (iv) hay

8 Por ejemplo, la idea de que agricultores de pequeña escala, mal vestidos y sin educación puedan ser más eficientes que los agricultores modernos, bien vestidos y bien educados, que operan a gran escala, o la idea de que las economías de escala tienen relativamente poca importancia en la agricultura de los países en desarrollo (Berry, 2014). 9 Los terratenientes, especialmente donde la tenencia de la tierra es muy desigual y basada

en herencias, aspectos raciales o fruto del despojo y el fraude, o todas las anteriores,

Page 40: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

39

una falta de evidencia empírica rigurosa sobre el Impacto de la reforma agraria y (v)

que no exista suficiente presión social para generar políticas de reforma (Berry,

2014; Lipton M. , 2009; Binswanger, Bourguignon, & van den Brink, 2009).

Aunque hoy la reforma agraria distributiva es vista como un asunto del pasado,

asociado a revoluciones y con enormes costos de financiación y exiguos beneficios,

la reforma sigue siendo posible y deseable. Mientras exista escasez de tierra y

extrema desigualdad de activos, ingresos y oportunidades la reforma agraria será

justificable. Especialmente en países donde la pobreza rural es alta, y la agricultura

es una actividad importante para generar ingresos la reforma agraria es urgente.

Para ello se requiere revivir el debate académico sobre la reforma agraria,

involucrando a la sociedad en general y a los responsables de la política, mostrando

que los gastos públicos son justificables (Lipton, 2009).

La reforma agraria redistributiva es más pertinente en los países con una fuerte

desestabilización social y política y de fuertes conflictos internos, en donde la

concentración de la tierra y su mal uso hacen parte del núcleo central de la exclusión

y la pobreza. La reforma de tipo estructural transforma las relaciones de poder,

redistribuye la tierra entre los campesinos desposeídos y conforma una estructura

agraria más igualitaria, productiva y eficiente, con una fuerte articulación al sector

industrial, los sectores urbanos y los distintos mercados. La reforma agraria en

países con problemas estructurales y de desestabilización social y política, tiene

más justificación por lo político y social que por lo económico, dada la tendencia al

despoblamiento rural unida a la baja participación del PIB agropecuario dentro del

PIB total; sin embargo, los aspectos económicos y la búsqueda de la eficiencia no

se pueden descuidar (Machado A. , 2009).

pueden temer que la mayoría de las personas no acepten su derecho a tener la tierra. En

esta situación pueden temer que no se cumpla con una compensación y que al final la

reforma generará más presión antes que mayor seguridad para ellos, por lo cual tienen

incentivos para bloquear la reforma. Los grupos urbanos también pueden tener incentivos

para bloquear la reforma si creen que esta puede reducir la oferta de alimentos en las

ciudades generando inflación y pérdida del poder adquisitivo de sus salarios (Lipton M. ,

2009).

Page 41: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

40

Los países con distribuciones más igualitarias de acceso a la tierra tienden a tener

instituciones más inclusivas que a su vez conducen a niveles más altos de

crecimiento económico (Binswanger, Bourguignon, & van den Brink, 2009). Se ha

demostrado que los programas de distribución de la tierra bien conducidos tienen

impactos directos en reducir la pobreza significativamente (Binswanger, Deininger,

& Feder, 1995). También existe pleno acuerdo en que los países con distribuciones

de la tierra muy sesgadas, al pasar la tierra de grandes a pequeñas explotaciones

familiares se mejoran tanto el ingreso como la equidad.

La reforma agraria reduce la pobreza porque incrementa la demanda de

trabajadores agrícolas, al transferir la tierra a las pequeñas explotaciones que son

más intensivas en mano de obra. Como las pequeñas explotaciones demandan más

bienes locales se incrementa también la producción y el empleo no agrícola. De esta

manera se elevan los salarios de trabajadores rurales y también urbanos, ya que se

reduce la migración de trabajadores hacia las ciudades que deprimen los salarios

urbanos, contribuyendo así también a la reducción de la pobreza urbana. La reforma

agraria también reduce la pobreza porque acelera el crecimiento económico y la

distribución ingresos, beneficiando a los pobres rurales y urbanos.

Los ejemplos de muchos países confirman la importancia de la RA en sus logros de

políticas de desarrollo y reducción de la pobreza. En el periodo de la segunda

posguerra cinco países asiáticos sufrieron una exitosa transformación de sus

estructuras agrarias hacia un sistema de agricultores campesinos individuales con

un acceso muy igualitario a la tierra. Se trata de Japón, Taiwán, Corea del Sur,

China y Vietnam, quienes lograron la redistribución de la quizás más completa de

todas. Las condiciones iniciales fueron similares en los cinco países, a saber,

escasez de tierra, un sector agrícola muy grande, alta desigual de la propiedad de

la tierra. Pero los cinco países siguieron caminos que finalmente condujeron a la

creación de un sistema exitoso de agricultura campesina igualitaria (Griffin, Khan, &

Ickowitz, 2002).

En otro ejemplo de éxito están las reformas de países como China y Vietnam. Los

países del bloque socialista habían agrupado la tierra y expulsado a los agricultores

Page 42: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

41

familiares bajo la creencia errada de la existencia de economías de escala en la

agricultura. Pero una vez hacen la transición a economías de mercado rompen las

grandes explotaciones ineficientes en pequeñas granjas familiares resultando en un

rápido crecimiento económico y reducción de la pobreza como sucedió en China y

Vietnam (Binswanger, Bourguignon, & van den Brink, 2009). En el otro extremo,

países que han tenido menos éxito en reducir la pobreza, como Brasil, Colombia,

Guatemala y Sudáfrica se caracterizan por la extrema desigualdad en el acceso a

la tierra. En estos países existe un gran apoyo en inversiones públicas a las grandes

explotaciones que utilizan poca mano de obra; mientras las pequeñas explotaciones

son intensivas en mano de obra pero tienen muy poca tierra, por lo cual en estos

países el desempleo y la pobreza son elevados.

Uno de los beneficios más importantes de la RA se relaciona con los cambios

positivos en el mercado laboral. La concentración de la tierra genera un control de

los terratenientes sobre el mercado laboral, creando un exceso de oferta de trabajo

que lleva al desempleo y a una disminución de los salarios, constituyéndose en la

causa más importante de la pobreza rural. Sin embargo, la condición real de la

pobreza es mucho peor de lo que debería ser si el único problema fuera la

desigualdad de la tierra, ya que los campesinos pobres tienen que sufrir además el

sesgo implacable de la política pública que busca extraer excedentes para favorecer

a los habitantes urbanos y a la industria, y compensar a los grandes propietarios

con diferentes tipos de subsidios. La RA aumenta los salarios y reduce la pobreza

rural y urbana al aumentar el empleo agrícola y reducir el sesgo urbano. Incluso solo

la amenaza de una RA induce cambios en los latifundios tradicionales hacia

explotaciones capitalistas comerciales como sucedió con las incipientes reformas

agrarias en Latinoamérica (Griffin, Khan, & Ickowitz, 2002).

La reforma agraria y el mercado laboral

Durante la edad antigua y la edad media cuando existía abundancia de tierra,

resultaba difícil y costoso contratar mano de obra ya que los agricultores podían

derivar ingresos suficientes de su propia tierra, y en caso de ser contratados

Page 43: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

42

fácilmente podrían renunciar, por ello resultaba más barata la mano de obra esclava

que la contratada. La motivación de las conquistas y los periodos coloniales era

esclavizar la mano de obra que de otra manera no podrían conseguir. Una estrategia

utilizada en muchas épocas en la historia ha sido quitarles la tierra a los agricultores

creando enormes latifundios, los cuales al volver escasa la tierra generan una

sobreoferta de mano de obra que baja los salarios, resultando más barato contratar

mano de obra que capturar mano de obra esclava (Powelson J. P., 1988).

El monopolio de la tierra permite ejercer un control laboral local al incrementar la

oferta laboral creando islas de pequeños mercados laborales. Al hacer escasa la

tierra localmente se genera excedentes de mano de obra que desplazan la curva de

oferta laboral hacia la derecha, y disminuyen los salarios por debajo del equilibrio

de los mercados competitivos. Además la concentración de la tierra lleva a un

control institucional ejercido por diferentes organizaciones legales y extralegales,

que apoyan a los grandes propietarios y tratan de impedir la organización y

movilización de los campesinos, en muchas ocasiones con el uso de la violencia, lo

cual permite mantener la estructura inequitativa de la tierra. De esta manera los

grandes propietarios se convierten en creadores de precios del trabajo y de la tierra,

a la vez que ejercen el dominio social y el poder político.

Los excedentes de mano de obra rural con bajos salarios reducen también los

salarios urbanos y generan desempleo, informalidad y pobreza urbana. La

concentración de la tierra hace que los ingresos totales disminuyan porque hay

mucho desempleo y bajos salarios, y en consecuencia la pobreza rural aumenta. El

producto total también disminuye porque las grandes explotaciones subutilizan la

tierra, pero al mismo tiempo incrementan sus beneficios con lo cual crece también

la desigualdad (Griffin, Khan, & Ickowitz, 2002).

Por lo tanto una reforma agraria que elimine el control laboral por parte de los

terratenientes incrementará el producto total y el ingreso, aumentará el empleo y las

oportunidades no agrícolas, y reducirá la desigualdad del ingreso. Una reforma

agraria también disminuirá el desempleo urbano ya que evitará la migración hacia

las ciudades que incrementa la oferta laboral y deprime los salarios urbanos, con lo

Page 44: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

43

cual también disminuirá la pobreza urbana. Así mismo la reforma agraria puede

incrementar el nivel de libertad al romper las relaciones con los tiranos rurales que

ejercen el control laboral, y mantienen a los trabajadores bajo relaciones serviles.

Objetivos fundamentales de la Reforma Agraria

En esencia una RA busca transferir la propiedad sobre áreas de tierra agrícola a la

población rural pobre que carece de tierras o es insuficiente y así elevar su poder,

estatus oportunidades o ingresos en términos absolutos. El objetivo principal de una

reforma agraria es reducir la pobreza y la desigualdad, y para ello se requiere

cambiar las leyes que afectan los derechos y la propiedad de las tierras. Aunque en

general el objetivo de reducir la pobreza es inobjetable para un país en desarrollo,

no existe tanto acuerdo en reducir la desigualdad, pese a que hoy se reconoce que

los países con mucha desigualdad crecen menos (Berry, 2002). Investigaciones que

comparan países en el tiempo demuestran que la equidad en general es buena para

el crecimiento, y en particular la equidad en la distribución de la tierra se asocia con

un mayor crecimiento económico general (Binswanger, Bourguignon, & van den

Brink, 2009). También es claro que la desigualdad de oportunidades que son el

resultado de circunstancia heredadas, y que por lo tanto no son producto de un

mayor esfuerzo o eficiencia, no contribuyen mucho al desarrollo (Lipton, 2009).

Las reformas agrarias modernas tienen el propósito de abolir formas feudales,

coloniales o colectivas de propiedad de la tierra para corregir estructuras ineficientes

que obstaculizan el desarrollo económico a través de cambios en el ordenamiento

jurídico e institucional (Binswanger, Bourguignon, & van den Brink, 2009). En

general la reforma agraria incluye objetivos macroeconómicos más amplios como

incrementar la producción agrícola y el nivel de vida de los territorios rurales (White,

Borras Jr., & Hall, 2014). Adicionalmente con una reforma agraria se busca mejorar

la eficiencia y lograr un crecimiento económico rápido en aquellos países donde el

atraso de la agricultura se constituye en un obstáculo al desarrollo. La mayor

estabilidad de los ingresos también es un objetivo muy importante de toda reforma

agraria, ya que la dependencia de la agricultura hace muy volátiles los ingresos y

Page 45: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

44

las caídas en el consumo pueden ser desastrosas al profundizar la pobreza. Se

busca también mayor libertad, ya que el acceso a la tierra puede librar a los pobres

de la dependencia de tiranos rurales.

En muchas ocasiones el objetivo de las reformas agrarias ha sido consolidar una

clase grande y sólida de campesinos viables orientados al mercado, que producen

excedentes, en un marco amplio de políticas que busca garantizar la viabilidad de

las ciudades y la urbanización. Se pretende un cambio estructural y duradero en la

economía rural y en la sociedad siendo un instrumento para la modernización,

desarrollo y democracia con el objetivo de reducir la pobreza y la desigualdad

(White, Borras Jr., & Hall, 2014).

Los objetivos de la RA se pueden clasificar en sociales, económicos, políticos y

ambientales. Dentro los objetivos sociales se busca garantizar la subsistencia de la

gran masa de fuerza laboral desempleada, tener un gran impacto sobre la pobreza

rural y lograr la justicia social. En los objetivos económicos se enfatiza la mayor

eficiencia de las pequeñas granjas familiares. La eficiencia económica se

fundamenta en la evidencia de una IR que implica que las grandes explotaciones

subutilizan la tierra, mientras las pequeñas subutilizan la mano de obra, por lo cual

la reforma contribuirá a incrementar la producción y los ingresos, y reducir la

pobreza y la desigualdad. Dentro de los objetivos políticos se busca eliminar las

relaciones feudales y la concentración excesiva de poder de las élites rurales, lograr

estabilidad política y paz. En los objetivos ambientales se busca el manejo

sostenible de los recursos naturales y la biodiversidad (Binswanger, Bourguignon,

& van den Brink, 2009).

La reforma agraria y la escala de producción

Los debates sobre reforma agraria han girado en torno a la eficiencia de la escala

de producción. Históricamente ha existido un gran debate en la economía sobre la

eficiencia de las fincas pequeñas. La agricultura en pequeña escala ha sido

Page 46: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

45

cuestionada sobre su viabilidad y su papel en la producción mundial de alimentos10.

Los pequeños productores son criticados por que utilizan tecnologías atrasadas y

porque no es eficiente mecanizar sus pequeñas granjas para elevar la

productividad. Por el contrario, a menudo se ha considerado que las grandes

explotaciones tienen economías de escala, pues utilizan tecnologías modernas y

mecanización que los lleva a un nivel de productividad y eficiencia mayor que los

pequeños agricultores. Por lo tanto dividir las grandes explotaciones por medio de

una reforma agraria distributiva llevará a una pérdida de eficiencia.

Las políticas públicas han apoyado a las grandes explotaciones basadas en su

supuesta mayor eficiencia, logrando una estructura dualista de grandes granjas

capitalistas dedicadas a la exportación, mientras que, en la visión de estas políticas,

los pequeños deben desaparecer o integrarse a los agronegocios. Una visión

orientada a los agronegocios es entendida como una extensión lógica de la

globalización del capital en las economías rurales, como una culminación del

proceso de transformación del capitalismo agrario. Las políticas para modernizar la

agricultura con miras a la exportación llevan la promesa de buenos empleos e

ingresos, pero estos sistemas intensivos en capital y energía han demostrado no

ser sostenibles. Son economías de enclave de monocultivos, que generan poco

empleo y pocos vínculos locales (Borras Jr, Kay, & Akram-Lodhi, 2007).

Sin embargo, para analizar la eficiencia y la escala de producción se deben tener

en cuenta tres hechos importantes. El primero es que la propiedad de la tierra es

muy diferente a la de otros activos por su papel fundamental en la generación de

ingresos, estatus y poder local, por lo tanto la desigualdad extrema en el acceso a

la tierra distorsiona los mercados generando ineficiencia y desigualdad. El segundo

es que la mayor parte de la tierra no ha sido adquirida como resultado de una mayor

eficiencia de los propietarios, sino producto de la herencia, la confiscación de tierras,

las intervenciones de gobiernos coloniales recientes, la expropiación violenta o el

10 Según el banco mundial, los pequeños agricultores tienen tres alternativas: ser

asalariados en las grandes agrocadenas que producen para la exportación, integrarse a la producción capitalista de monocultivos en gran escala o migrar a las ciudades (Banco Mundial, 2008).

Page 47: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

46

fraude. Y tercero es que los pequeños agricultores han enfrentado a un sesgo en

las políticas públicas que ha favorecido a los grandes propietarios (Binswanger,

Bourguignon, & van den Brink, 2009).

Además, frecuentemente se ha encontrado que las grandes explotaciones suelen

tener propietarios absentistas, así que la gestión de la granja es realizada por un

administrador contratado y utilizan mano de obra asalariada, y por lo tanto son

menos eficientes que las pequeñas granjas operadas por mano de obra familiar

(Griffin). En los países desarrollados el tamaño de las fincas ha crecido en el último

siglo, pero esto no es debido a una mayor eficiencia de los grandes agricultores,

sino a que el crecimiento no agrícola ha generado mejores oportunidades de

inversión para los pequeños agricultores que ha llevado a vender sus explotaciones

(Eastwood, 2009).

Casi un siglo de investigación ha producido un contraintuitivo hecho estilizado. La

relación inversa entre la productividad agrícola y el tamaño de explotación (RI), que

muestra la productividad desciende cuando aumenta el tamaño de explotación,

significa que la redistribución de la tierra de los grandes a los pequeños traerá

ganancias en la eficiencia de la economía y ha sido la principal justificación de una

reforma agraria11. La RI ha sido además un shock para los que siempre han creído

en que las grandes explotaciones agrícolas son más eficientes.

La agricultura a pequeña escala puede generar un desarrollo más dinámico en

economías locales, ya que los pequeños agricultores producen alimentos que se

consumen en la región, generan más empleo y demandan bienes producidos

localmente. Gran parte de la superioridad de las fincas pequeñas se explica por el

uso intensivo de mano de obra familiar, que es supervisada por los mismos

miembros de la familia, reduciendo costos de transacción en la vigilancia de la mano

de obra.

11 Las explicaciones teóricas y las evidencias empíricas de la RI se describen en detalle en el

capítulo 3.

Page 48: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

47

Sin embargo, los responsables de la política pública han considerado a los

campesinos como agentes irracionales e incapaces12. Por ello las reformas agrarias

de carácter integral han creado programas de ayuda que incluyen crédito,

comercialización, insumos, asistencia técnica. La intención de estos programas es

eliminar toda la institucionalidad existente, e incluso erradicar la cultura y reemplazar

sus valores premodernos y tradicionalistas. Pero las ciencias sociales han

demostrado que los campesinos poseen sus propias instituciones de crédito,

comercialización e innovación que se adaptan bien a sus condiciones. Además

poseen semillas, producen abonos, son conservacionistas cuando el entorno es

favorable y saben enfrentar el riesgo e incorporar nuevas tecnologías cuando logran

adaptarlas. Se ha demostrado también que los campesinos son agentes racionales

y reaccionan a los cambios de precios, e incluso los campesinos ahorran e invierten

si se eliminan las distorsiones del mercado de capitales (Powelson & Stock, 2003).

Para Powelson, los gobiernos han negociado la tierra con los campesinos y a les

han arrebatado su producto y su trabajo con precios agrícolas bajos y costos de

insumos altos, empeorando los términos de intercambio para financiar el desarrollo

urbano industrial y el desarrollo capitalista, convirtiéndolos así en siervos del Estado.

Incluso el sistema socialista hizo lo mismo, supuestamente por benevolencia, pero

ha sido mayor lo que les ha quitado, que lo que les ha dado (Powelson & Stock,

2003).

1.4. Derechos de Propiedad de la tierra

La teoría Evolutiva de los Derechos de Propiedad

La explicación más popular sobre cómo se establecieron los Derechos de Propiedad

(en adelante DP) sobre la tierra ha sido dada por la teoría evolutiva. Esta teoría

12 Se dice que los campesinos son pobres y no pueden ahorrar, no saben acceder a los créditos por su bajo nivel educativo, son conservadores y tradicionalistas y se resisten al cambio tecnológico, no conservan los recursos y talan el bosque y erosionan el suelo, no tienen la capacidad de participar en los mercados y no actúan racionalmente a los incentivos de los precios, son muy adversos al riesgo y en general son fatalistas (Powelson J. P., 1987).

Page 49: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

48

sostiene que el aumento de la población elevará el valor de las propiedades, lo que

conducirá a una mayor demanda y disputas sobre la tierra que solo pueden

resolverse mediante la formalización (titulación) de las propiedades orquestadas por

el gobierno. La adjudicación y demarcación que forma parte del proceso de titulación

resuelve todas las disputas de tierras y límites promoviendo una mayor seguridad

en la tenencia y un aumento concomitante de incentivos para que los propietarios

realicen inversiones a largo plazo en la propiedad. Además, los títulos sobre la tierra

mejor definidos promoverán un mercado de tierras dinámico con agricultores más

eficientes, que compran a sus colegas menos eficientes, consolidando así tamaños

de tenencia más cercanos al óptimo de explotación.

Aunque la teoría evolutiva predice que el incremento en la densidad demográfica

conducirá a una definición más precisa de los DP, reduciendo el acceso abierto y

dando incentivos a los individuos para realizar inversiones, en muchas ocasiones la

mayor escasez de tierra no condujo a una mayor definición de los DP y en cambio

surgieron numerosos conflictos. Según esta teoría, con el surgimiento de una mejor

definición de los DP, que se hacen negociables en los mercados de venta y alquiler,

el resultado debería llevar a una asignación de tierras a sus usos y usuarios más

eficientes. Dado que la mayor parte de la investigación sobre la relación entre el

tamaño de la finca y la productividad muestra que los pequeños agricultores

familiares son más eficientes, la aparición de los DP debería asignar, por la vía del

mercado, la mayor parte de la tierra a estos agricultores familiares. Sin embargo,

esto a menudo no sucedió, por el contrario hubo concentración de la propiedad y

crecimiento en la relaciones de poder. Los grandes propietarios utilizaron la coerción

y las distorsiones en los mercados de tierras, crédito, trabajo y productos básicos

para extraer rentas económicas de los trabajadores campesinos y de los

consumidores y contribuyentes urbanos.

En entornos con abundante tierra el problema principal es la mano de obra, no la

tierra. Con baja densidad de población no hay incentivos para invertir en la fertilidad

del suelo, ni se requiere seguridad en la tenencia de la tierra. La abundancia relativa

de tierra permite que se utilice un lote de terreno para cultivo y luego de la cosecha

Page 50: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

49

se dejen periodos largos de barbecho que permiten recuperar la fertilidad del suelo,

con una rotación en varios lotes de cultivos hasta volver al lote inicial. Con el

incremento de la población los periodos de barbecho se reducen hasta que la tierra

se cultiva de manera continua, lo cual requiere de inversiones para mantener la

fertilidad del suelo tales como abonamiento, arado, y plantación de árboles entre

otras (Boserup, 1965).

Según la hipótesis de Ester Boserup (una de las teóricas más importantes de la

teoría evolutiva), a medida que la tierra se hace más escasa en relación con la mano

de obra y mejora el acceso a los mercados la agricultura se intensifica y como

resultado neto de este proceso hay una mayor producción agrícola por unidad de

área. El efecto del crecimiento poblacional y la mejora en el acceso a mercados trae

efectos como: la intensificación del suelo, el uso del arado, aumento en la

fertilización orgánica e inorgánica, inversión en sistemas de riegos, aumento en el

uso de mano de obra agrícola y mayor producción por unidad de superficie. De esta

manera el “efecto Boserup” da como resultado un incremento en la tierra fértil y en

la preservación de los recursos.

Sin embargo, Heath y Binswanger (1996) consideran que el efecto de Boserup está

lejos de ser automático y los ven más bien como resultados de las decisiones de

inversión de los agricultores. Para realizar las inversiones que predice Boserup los

agricultores requieren un régimen de incentivos y de acceso a tierra, agua y

mercados. Si el régimen político impide el acceso a estos recursos, los campesinos

empobrecidos se ven obligados a explotar los recursos de manera insostenible,

contrario a la hipótesis de Boserup. Esta situación es aún más dañina cuando el

campesino no tiene más alternativa que el acceso a zonas marginales en bosques

tropicales y ecosistemas sensibles (Heath & Binswanger, 1996).

Prácticamente todos los sistemas de tenencia de la tierra existentes antes del

surgimiento de la propiedad privada en la tierra parecen tener como característica

común el reconocimiento de ciertas familias a derechos de cultivo dentro de un área

determinada de tierra, mientras que otras quedan excluidas. La tierra “libre”

desaparece incluso antes de que se alcanza la etapa de la agricultura. Bajo el

Page 51: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

50

sistema de barbecho, todos los miembros de una tribu tienen el derecho general a

cultivar parcelas de tierra. En el derecho general de cultivo existe una distinción

social clara entre familias con derechos y familias sin derechos de cultivo; el último

grupo formado por extranjeros, ya sean esclavos o gente libre. En los sistemas de

barbecho, la tierra en barbecho en un momento dado está a libre disposición para

el pastoreo de animales domésticos pertenecientes a familias con derechos de

cultivo. Los derechos comunales de los cultivadores a utilizar las tierras en barbecho

para el pastoreo generalmente sobrevivirán mucho después de que desaparezca el

derecho general a despejar nuevas tierras forestales (Boserup, 1965).

La necesidad de expandir el nivel de producción agrícola paralelo al incremento de

la población implicaba que los periodos de barbecho se acortaran hasta llegar a un

uso continuo de las parcelas. En este punto, recuperar la fertilidad del suelo sin un

periodo de descanso implicará inversiones en abonamientos, irrigación,

construcción de terrazas o plantación de árboles13. Pero estas inversiones solo

serán posibles si se garantizan los DP sobre las tierras de tal manera que permitan

recuperar las inversiones y obtener beneficios.

A medida que la tierra se vuelve más escasa, los derechos generales de cultivo y

pastoreo se complementan con los derechos hereditarios para reanudar el cultivo

de parcelas específicas después de un período de barbecho, para alquilar las

parcelas, para usarlas como garantía en transacciones de crédito informales y para

venderlas dentro de la comunidad. Cuando el derecho a vender incluye ventas a

miembros fuera de la comunidad, se pierden los últimos vestigios de derechos

generales y derechos comunitarios, y emergen los derechos completos de la

propiedad privada, con tierras operadas por sus propietarios.

Derechos de Propiedad de la tierra y economías de escala

13 La difusión del cambio técnico y/o la expansión del comercio generalmente pueden tener un efecto

de incremento de la inversión similar al causado por una acrecentada densidad de población.

Page 52: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

51

A pesar de estos argumentos que exhiben las ventajas de los D.P, mostrados en la

sección anterior, no se puede pensar que la alta desigualdad en la tenencia de tierra

debe ser entendida totalmente a partir del paradigma de los D.P. La creciente

escasez de tierra ha llevado a una mejor definición de los D.P, que se hacen

negociables en los mercados de venta y alquiler. El resultado esperado debería ser

la asignación de tierras a sus usos más eficientes, lo cual llevaría a un equilibrio

cercano al tamaño óptimo. Pero la evidencia muestra a menudo los resultados se

desvían de la eficiencia. A pesar de la constatación de una relación inversa que

muestra que las pequeñas explotaciones son más eficientes, los D.P sobre la tierra

han llevado a la concentración de la tierra, fundamentalmente por las relaciones de

poder que ha ejercido la clase terrateniente históricamente. Las élites rurales,

utilizando la coerción y las distorsiones de los mercados de tierras, créditos y

productos básicos, han extraído rentas económicas de la tierra, los campesinos y

trabajadores agrícolas, e incluso, más recientemente de los consumidores urbanos

(Binswanger, Bourguignon, & van den Brink, 2009).

El paso de derechos generales de cultivo a granjas familiares operadas por sus

propietarios casi siempre atravesó un periodo intermedio bajo una clase dirigente

que obtuvo tributos o rentas de las familias de agricultores. Estos “señores”

propietarios tenían derechos a cobrar tributos y rentas a los campesinos, y en

muchas ocasiones restringían su libertad por medio de la esclavitud. Los derechos

del grupo gobernante fueron adquiridos y aplicados con la violencia o la amenaza

de violencia, y se institucionalizaron en la tradición, la costumbre y las fuerzas de la

ley y el orden del Estado. Los derechos tomaron numerosas formas y dejaron

legados históricos en la distribución de la tierra. Según Boserup, estos señores no

se convirtieron en dueños de la tierra, en el sentido moderno, solo tenían derechos

sobre tributos o rentas (Boserup, 1965).

Si no existen intervenciones externas (como las intervenciones coloniales) y bajo

condiciones de tecnología simple, no hay economías de escala en la agricultura, y

las granjas familiares independientes son económicamente el modo de producción

más eficiente. Las fincas familiares operadas por sus propietarios ahorran en costos

Page 53: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

52

de supervisión laboral, utilizan mano de obra flexible y más comprometida. En estas

condiciones los campesinos no necesitan a los señores propietarios y pueden

escapar de pagar tributos o rentas. Por lo tanto para extraer tributos o conseguir

mano de obra se requiere coerción o distorsiones económicas (Binswanger,

Bourguignon, & van den Brink, 2009).

Debido a la mayor eficiencia de los campesinos y sus posibilidades de ser agentes

libres, tradicionalmente se han utilizado cuatro formas de vincular la mano de obra

con las grandes explotaciones: la esclavitud, los contratos laborales, la servidumbre

y el peonaje de la deuda14. Siempre que la mano de obra fuera escasa y costosa

resultaba más rentable la esclavitud, de lo contrario, con mano de obra abundante,

resultaba más barato contratar mano de obra que tener esclavos. La servidumbre o

la esclavitud podrían usarse principalmente para producir para el consumo local en

regiones densamente pobladas. Los señores obtuvieron el derecho de vincular las

poblaciones y de obtener tributos o servicios laborales. El peonaje de la deuda o el

trabajo en condiciones de servidumbre sobrevivieron en muchas áreas, incluso en

altas densidades de población (Binswanger, Bourguignon, & van den Brink, 2009).

Otra manera de obtener campesinos libres para trabajar en fincas señoriales es

reduciendo el bienestar de los campesinos. Esto se logró a través de cuatro

mecanismos: (a) la reducción de la tierra agrícola para los campesinos; (b) el cobro

de impuestos diferenciales; (c) las restricciones de acceso a los mercados; y (d) un

mayor nivel de inversiones y susidios a las fincas señoriales para incrementar su

rentabilidad en comparación con las fincas familiares (Powelson & Stock, 2003).

La historia ha mostrado que el establecimiento de grandes fincas se ha logrado

como producto de la intervención y las ayudas de los gobiernos a través de

concesiones de tierras e impuestos diferenciales. La conformación y permanencia

de estas grandes explotaciones no fue producto de su mayor eficiencia, y prueba

de ello es que en los países donde se ha retirado los privilegios y ayudas del

gobierno estas grandes explotaciones se han desintegrado, y en otros casos donde

14 El peonaje de la deuda consiste en un pago de un tributo o servicio de trabajo originado por incumplimiento en un préstamo.

Page 54: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

53

han permanecido se han adaptado a otras formas de búsqueda de rentas o formas

de apoyo más sutiles (Binswanger, Bourguignon, & van den Brink, 2009).

Beneficios de los derechos de propiedad sobre la tierra

Los derechos de propiedad garantizados ofrecen suficientes incentivos a los

agricultores para aumentar su eficiencia en términos de productividad y aseguran la

sostenibilidad del medio ambiente. Sin derechos de propiedad garantizados los

agricultores no sienten apego emocional a la tierra que cultivan, no invertir en el

desarrollo de la tierra y no va a usar insumos de manera eficiente. Una justificación

muy importante para asegurar los DP es que estos generan incentivos que

aumentan la inversión en tierras y en su uso sostenible. En concreto, la tenencia de

la tierra desempeña un papel vital en la formación de las decisiones de uso del suelo

de los agricultores. Si los derechos de propiedad están ausentes y si el sistema de

tenencia de la tierra es inseguro, los agricultores no se preocupan mucho sobre el

uso de la tierra y, aunque se concentren en maximizar los beneficios a corto plazo,

lo harán a costa de la aceleración de la degradación de los suelos (Feder & Noronha,

1987).

Los DP de la tierra elevan la productividad agrícola, en primer lugar porque eliminan

la incertidumbre de expropiación alentando a los agricultores a tomar decisiones de

inversión de largo plazo y adoptando mejores sistemas de producción, y en segundo

lugar porque el título de propiedad de la tierra les facilita el acceso al crédito a los

agricultores. Los DP seguros permiten que una mayor capacidad de los agricultores

para aumentar los insumos agrícolas y la inversión, por préstamos contra la garantía

de la tierra; además una mayor voluntad para hacerlo, ya que los propietarios de

tierras seguras pueden disfrutar subsecuente ganancias. También se ha

demostrado una mayor voluntad para conservar la tierra y el agua e invertir en

hacerlo, para que la descendencia pueda disfrutar de los beneficios de la propiedad

(Lipton M. , 2009).

Page 55: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

54

La formalización de los DP, al otorgar mayor seguridad en la tenencia conduce a

mayores incentivos para invertir en la tierra, genera valores más altos de la tierra,

mayor disponibilidad y uso del crédito y más transacciones de compraventa de

tierras a través del mercado. Un mercado de tierras dinámico garantizará que las

tierras se transfieran a manos de agricultores más eficientes. La disponibilidad de

crédito y los horizontes de inversión más largos mejorarán la gestión de la tierra, lo

que conducirá a formas de desarrollo más sostenibles. Finalmente, la formalización

de la propiedad no solo promueve el desarrollo sostenible (a través de inversiones

a largo plazo) y la seguridad alimentaria, sino que también promoverá la paz y la

armonía al aclarar los límites de la propiedad y los intereses en conflicto. Los títulos

de propiedad claros proporcionan la seguridad que necesitan los bancos para

otorgar crédito en términos más razonables (tasas de interés más bajas y períodos

de préstamo más largos), lo que aumenta la inversión privada en la tierra (Barnes

& Child, 2010). Estos beneficios se extienden más allá de quien posee el DP, y dado

que el disfrute de una persona no reducirá la capacidad de otras de beneficiarse del

sistema, es decir no hay rivalidad, se justifica plenamente la participación del

gobierno para garantizar los DP.

Los costos en infraestructura para demarcar físicamente una parcela de tierra,

mantener registros precisos de la propiedad, resolver disputas y hacer cumplir los

derechos son elevados. Como los DP tienen características de bien público hay

ventajas significativas en términos de costos asociadas con la provisión pública de

información de registros de tierras y un sistema judicial y de cumplimiento forzoso

para garantizar los derechos de propiedad de la tierra. Los DP bien definidos

reducen la necesidad de gastar recursos valiosos en defender la tierra, permitiendo

que estos sean empleados en inversiones productivas. Aun cuando las

intervenciones para incrementar la seguridad de la tenencia frecuentemente se

justifican en términos de su impacto esperado en la productividad y la inversión, no

es menos importante la reducción de la necesidad de los hogares de gastar recursos

en defender esos derechos.

Page 56: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

55

Si bien en el corto plazo la tierra es virtualmente indestructible, la deforestación y la

destrucción ambiental minan la sostenibilidad a largo plazo de la base de recursos

naturales. Existen evidencias empíricas que indican que derechos de propiedad de

tierras más seguros constituirán incentivos para mayor conservación de los

recursos. Si los derechos de propiedad son débiles y si la tenencia de la tierra es

insegura, los agricultores no se preocuparán mucho sobre el uso más adecuado de

la tierra y aunque se concentren en maximizar los beneficios a corto plazo, lo harán

a costa de la aceleración de la degradación de las tierras (Tenaw, Zahidul, &

Parviainen, 2009).

Page 57: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

56

CAPÍTULO 2

LA REFORMA AGRARIA Y LOS DERECHOS DE PROPIEDAD

Page 58: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

57

CAPÍTULO 2. LA REFORMA AGRARIA Y LOS DERECHOS DE PROPIEDAD

EN COLOMBIA.

Introducción

Los elementos discutidos en el capítulo anterior sobre la escala óptima de

producción y la existencia de una relación inversa han sido las principales

justificaciones para emprender dos tipos de medidas de política para corregir las

distorsiones de la estructura agraria: la reforma agraria y los derechos de propiedad

de la tierra.

En este capítulo se analizan los resultados de la legislación agraria en Colombia

fundamentada en estos dos enfoques. En particular, el capítulo discute las

consecuencias del fracaso de la política de tierras que llevaron al conflicto rural y a

la consolidación de una contrareforma agraria que puede explicar la tendencia

creciente en la concentración de la tierra que se mostrará en el capítulo 3. Para

complementar el marco histórico de la reforma agraria, el Anexo 1 presenta en forma

detallada y analítica los hechos más importantes en esta materia en Colombia. El

Anexo 2, presenta los elementos teóricos de la reforma agraria. Por último el Anexo

3 presenta algunos elementos de la teoría de los derechos de propiedad.

2.1 La legislación de la reforma agraria en Colombia

La distribución desigual de la propiedad durante los siglos de dominio colonial, las

políticas de asignación de baldíos, los procesos de colonización y los distintos

conflictos armados que ha enfrentado el país a lo largo de su historia, son algunos

de los determinantes de la distribución actual de la propiedad. La política de tierras

iniciada en los años sesenta, con sus conocidos antecedentes en la Ley 200 de

1936 y la Ley 100 de 1944, más la presencia de conflictos alrededor de la propiedad

y los despojos ocurridos durante el período de la Violencia acentuados a partir de

1948, ha pasado por diversos momentos y dinámicas. Desde comienzos de la

década de 1960 el Estado ha intentado resolver el problema de tierras sin éxito. En

lugar de avanzar en la desconcentración de la propiedad agraria se ha retrocedido

Page 59: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

58

y el problema de tierras se ha agravado, por ello la solución se ha tornado cada vez

más compleja.

La legislación agraria en Colombia para distribuir la propiedad rural ha cambiado de

enfoques de política a lo largo de la historia. Antes de 1960 el énfasis consistía en

definir y clarificar los derechos de propiedad, con el fin de promover el

funcionamiento eficiente de los mercados de tierras y lograr una mejor asignación

de la misma a fines productivos. Desde principios de la década de los años sesenta

ha predominado un enfoque redistributivo de la propiedad por medio de la

intervención directa del Estado, complementada con acciones típicas de programas

de desarrollo rural integral. A partir de la Ley 160 de 1994 se cambia el enfoque

hacia el mercado asistido de tierras, donde se pretende hacer compatible los

mercados y el acompañamiento del Estado. Al mismo tiempo durante la década de

1990 y comienzos de la década del 2000 las consecuencias del conflicto sobre el

despojo y el abandono de tierras desborda la política redistributiva y el énfasis se

dirige hacia la restitución de tierras. Con el proceso de paz iniciado en el 2012 la

política de tierras queda articulada a los acuerdos de fin de conflicto.

La política ha pasado de la redistribución de tierras con alta intervención directa del

Estado (la Ley 135 de 1961 hasta la Ley 30 de 1988), a una política de mercado de

tierras y más recientemente, a una intervención estatal para restituir las tierras que

han sido despojadas a las víctimas del conflicto usando preferentemente el

instrumento de la extinción judicial del dominio de los predios rurales. Sin embargo,

ni las leyes de reforma agraria redistributiva de los años sesenta ni las reformas del

mercado de tierras lograron un cambio siquiera marginal en la estructura de la

propiedad, ni tampoco en la dinámica de la pobreza y la marginalidad rural. El

proceso de restitución de tierras ha sido incipiente porque la capacidad del Estado

se ha visto desbordada frente a la magnitud del problema. Las reformas también

fracasaron en su objetivo de promover una mayor eficiencia en los patrones de uso

de los suelos.

Page 60: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

59

2.2 Los resultados de la política de tierras

A pesar de esta larga trayectoria legislativa en política de tierras, aunque con

esfuerzos fiscales relativamente débiles, los resultados han sido muy

insatisfactorios si se los juzga a partir de su contribución al desarrollo del medio rural

y la promoción del progreso y el bienestar material y espiritual de los campesinos.

Aunque las reformas se evalúan en términos de su impacto en la producción

agrícola, la distribución del ingreso, el empleo, la pobreza y las relaciones de

género, así como desde una perspectiva social y política (Kay, 1998), sin embargo,

un análisis de efectividad de los programas públicos para la redistribución de la

propiedad rural en Colombia habría que hacerlo con referencia a los cambios que

se han presentado en la distribución de la tierra. En ese sentido, es claro que su

efecto ha sido marginal en cuanto al objetivo de impulsar una estructura más

equitativa de la distribución. Quizás el impacto más significativo habría que buscarlo

en lo relativo a titulación y normalización de los derechos de propiedad sobre tierras

de colonización, baldíos y delimitación de reservas y resguardos indígenas. La

acción en este sentido cubre más de 15 millones de hectáreas en titulación y más

de 30 millones en resguardos indígenas (Balcazar, Lopez, Orozco, & Vega, 2001).

Para el periodo comprendido entre 1962 y 1999, el INCORA afectó con fines

redistributivos el equivalente a 1,8 millones de hectáreas, de las cuales 1.4 millones

fueron adquiridas por compra, 350 mil obtenidas por cesiones al Fondo Nacional

Agrario y apenas 70 mil por acciones de expropiación. El 58% de las tierras

adquiridas por compra se llevaron a cabo en el periodo 1988 a 1999, principalmente

entre 1988 y 1994 (Balcazar Á. , 2001).

En el periodo 1961 a 1988 los resultados de la reforma agraria redistributiva en

reparto de tierras en este periodo pueden resumirse así: (1) el Estado colombiano

otorgó 370.360 títulos de propiedad sobre terrenos baldíos por un total de

13.360.882 hectáreas, y asignó 85.403 parcelas por un total de 1.415.468

hectáreas; (2) hubo 455.763 nuevos propietarios y la superficie agropecuaria bajo

propiedad privada aumentó en 14.776.350 hectáreas; y (3) con relación al número

de predios de propiedad privada registrados en el catastro rural del año 2000

Page 61: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

60

(2.183.833), los propietarios aumentaron en un 21 por ciento y la superficie bajo

propiedad privada en 46,5 por ciento. El aumento formidable de la superficie bajo

propiedad privada debido a la titulación de baldíos implica que el tamaño promedio

de los predios adjudicados era superior al de los de la propiedad privada registrada

en el catastro (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2016).

Los resultados de reforma agraria por la vía del mercado de tierras fueron aún más

modestos. Durante los primeros seis años de vigencia de la Ley 160 (1995-2000),

por el programa de compra subsidiada de tierras ingresaron al Fondo Nacional

Agrario 1.564 predios por un total de 303.503 hectáreas. Durante los años

comprendidos entre 2002 y 2012 fueron asignadas un total de 135.080 hectáreas a

12.610 familias que recibieron lotes de un poco más de 10 hectáreas en promedio.

En total para el periodo de 1995 a 2012, los resultados de la política del mercado

asistido de tierras el Estado entregó parcelas de 13 hectáreas en promedio a 33.291

familias y expidió 126.388 resoluciones de adjudicación de baldíos a particulares

(personas naturales y jurídicas) por un total de 5.031.556 hectáreas.

A partir de la década de 1960, la titulación de baldíos se tornó más relevante como

una estrategia alternativa a la compra y expropiación de tierras para la reforma

agraria y como política de legalización de la expansión de la frontera agropecuaria.

La política de titulación de baldíos ha sido preferida tradicionalmente por el Estado

colombiano, debido a que es una política menos costosa (aunque no en términos

políticos) para responder a la demanda de tierra, no solo de campesinos y

pobladores rurales, sino también de empresas nacionales y multinacionales. Sin

embargo en las dos últimas décadas el promedio anual de baldíos adjudicados ha

disminuido con relación a los periodos anteriores, lo cual es una muestra del declive

de la política de tierras y del debilitamiento del aparato estatal y la disminución del

gasto público en el sector rural.

Entre 1970 y 1984 la superficie catastral pasó de 26.125.052 hectáreas a

39.444.000 hectáreas, es decir un incremento total de la frontera de 13.318.348

hectáreas, de las cuales 4.861.031 hectáreas (36,5%) fueron aportadas por

adjudicación de baldíos a 381.691 predios (29,4%). Entre 2000 y 2009 el incremento

Page 62: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

61

en superficie catastral fue de 3.730.905 hectáreas (47,3%) en 281.919 predios

(19,8%). Esto quiere decir que en superficie catastral el aporte de los baldíos fue

proporcionalmente mayor en el periodo 2000 a 2009 (INCODER, 2013; INCORA,

2002).

La adjudicación de baldíos ha sido un factor que ha contribuido considerablemente

a la concentración la tierra. Entre 1910 y 1937 se habían adjudicado 1.013.466

hectáreas, de las cuales 91.1% eran superiores a 20 hectáreas y 8.9% menores de

20 hectáreas (Arango, 1987). Bajo la Ley 160 de 1994, sin embargo, se impuso un

límite en la adjudicación de baldíos de asignar una UAF solo a familias campesinas.

La distribución de los baldíos adjudicados a particulares según rangos de tamaño

UAF para el periodo 1995 a 2012 evidencia que el 98% fue adjudicado dentro de

los límites legales y que de estos el 77,8% tenía un tamaño inferior a una UAF. Las

cifras muestran que si bien las adjudicaciones superiores a una UAF representan

solo un 2,2 por ciento del total de adjudicaciones entre 1995 y 2012, la superficie

que se les adjudicó es muy alta, alcanzando el 13%. La altísima proporción de

baldíos adjudicados por debajo de una UAF durante la política de mercado de tierras

se explica porque la mayoría de los adjudicatarios son pequeños cultivadores que

posiblemente carecen de recursos suficientes para explotar una UAF. Estas cifras

demuestran que en la política de tierras el Estado colombiano no solo ha propiciado

la concentración de la propiedad agraria, sino también la microfundización de las

parcelas campesinas (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2016).

Tabla 2.1 Distribución de tierras del Fondo Nacional Agrario (FNA) 1962-2012

Fondo Nacional Agrario: hectáreas y familias por año

1962-2000, 2004-2012

Periodos Familias Hectáreas

1962-1972* 8.832 157.937

1973-1987* 38.432 657.782

1988-2000* 55.820 895.367

2004-2012** 4.805 50.154

Fuente: INCORA (2002), INCODER (2013)

Page 63: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

62

A los baldíos adjudicados se debe sumar las tierras distribuidas por el Fondo

Nacional Agrario, en su mayoría a familias campesinas. Para el periodo 1962 a 2012

(ver tabla 2.1) el Estado colombiano entregó parcelas a 107.889 familias que

recibieron 1.761.240 hectáreas para un promedio de 16,3 hectáreas por familia

(INCODER, 2013).

2.3 ¿Por qué fracasó la reforma agraria en Colombia?

En los últimos sesenta años el Estado ha adoptado dos visiones en las políticas de

tierras para afectar la estructura desigual de la propiedad rural, sin que ninguna de

ellas haya resuelto las dificultades para el desarrollo económico impuestas por la

tenencia, ni modificado la enorme desigualdad en el acceso a la tierra. La primera,

con el fracasado intento de practicar una reforma agraria clásica bajo el paradigma

de un Estado intervencionista y una economía regulada (leyes 135 de 1961, 1.a de

1968, 4.a de 1973 y 30 de 1988). La segunda, a partir de los años 1990, con la

puesta en práctica del mercado subsidiado por medio de convocatorias como

instrumento de acceso a la propiedad por parte de pequeños productores que no

tienen tierra o que la tienen de manera insuficiente (leyes 160 de 1994, 811 de 2006

y 1151 de 2003). Estas dos caras de la política pública, y en particular la última, se

presentan en medio de la intensificación del conflicto armado interno y el

fortalecimiento del narcotráfico. Ello introduce dificultades en la política de tierras y

la deja sin efectos al conducir a una especie de “contrarreforma agraria” (PNUD,

2011).

El análisis histórico sobre la legislación agraria con fines de redistribuir la propiedad

rural en Colombia está lejos de ser satisfactorio a la luz de los resultados obtenidos.

Después de una leve disminución del coeficiente de Gini de la distribución de la

propiedad rural en el periodo 1960 a 1984 la desigualdad ha venido empeorando

desde entonces, llegando a niveles incluso superiores a los encontrados desde la

Ley 131 de 1961 (Ver gráfica 2.3). Tanto la reforma liderada por el Estado, como la

reforma liderada por el mercado fracasaron en su objetivo principal de afectar la

estructura desigual de la propiedad rural en Colombia.

Page 64: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

63

El informe del PNUD (2011) dedicó dos capítulos al análisis del problema de la tierra,

y en él se señalan seis factores clave que explican porque se consolidó la

desigualdad de la propiedad agraria en Colombia: (a) el fracaso del reformismo

agrario en las décadas de 1960 y 1970, con lo cual se agravó el problema; (b) el

debilitamiento y estigmatización de las organizaciones y movilizaciones del

campesinado; (c) el intento de reemplazar el reformismo agrario por una política de

mercado de tierras, claramente insuficiente frente a la magnitud de la situación; (d)

la expansión y escalamiento del conflicto armado y tres de sus efectos:

reconcentración de la propiedad, extrema victimización del campesinado y,

desplazamiento forzado y despojo de tierras; (e) la sobrerrepresentación e

influencia política de los propietarios en diversos escenarios de toma de decisiones

sobre el futuro del sector; y, (f) la carencia o precariedad de información que permita

identificar el problema, someterlo a debate público y lograr consenso para intervenir

en su solución (PNUD, 2011).

Según Balcazar faltó capacidad política favorable a la reforma agraria y agrega que

ha sido equivocada la estrategia y la escogencia de los medios para lograr los

objetivos (Balcazar Á. , 2001). Para Machado el fracaso de la Reforma Agraria en

Latinoamérica se debe a que fueron reformas tardías, a diferencia de Europa que

entró al siglo XX con el problema de la tierra resuelto. Las reformas agrarias

realizadas oportunamente como un requisito para el desarrollo, permitieron una

articulación tanto dinámica como progresiva de la agricultura con la industria, y

resolvieron desde temprano el problema social rural, con lo cual se pudieron

construir no sólo democracias sólidas, también procesos de gobernabilidad

adecuados. Machado agrega que la óptica productivista prevaleció en los esquemas

reformistas de América Latina y que en consecuencia las reformas agrarias se

constituyeron en una suma de fracasos parciales con costos demasiado altos en

términos de bajo crecimiento, desempleo, conflictos, convulsión social,

desestabilización política, desinstitucionalización, atraso, frustraciones, pérdida de

confianza en las instituciones y poca legitimidad de éstas (Machado A. , 2009).

Page 65: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

64

Aunque no ha habido un proceso de evaluación de las políticas de reforma agraria

en Colombia, el informe del PNUD (2011) enumeró las principales causas de su

fracaso, dentro las que se destacan:

La resistencia al cambio del orden social existente en sociedades de capitalismo

tardío que presentan las élites, especialmente los grandes propietarios y

terratenientes.

La poca efectividad de los instrumentos legales entregados al INCORA.

La reforma fue un acuerdo político sin participación de los campesinos.

La calificación de los predios para determinar su expropiabilidad anuló los

esfuerzos para cumplir con los objetivos de la reforma.

Los obstáculos provienen de los mismos textos legislativos, de su aplicación e

interpretación, así como del proyecto político en el que se insertaba la reforma.

Factores políticos (falta de decisión política y factores de poder), económicos,

jurídicos, de carácter operativo y técnico se agruparon para obstaculizar la

reforma de la estructura agraria.

La redistribución de la tierra no parece haber sido el objetivo fundamental de la

política; se observa más una preocupación por la modernización del sector.

Se presentó una reglamentación excesiva con gran discrecionalidad en

organismos dispersos, y a veces con disposiciones contradictorias.

No se construyó un principio de integralidad de la acción del Estado. La reforma

articulada solamente al factor tierra y ligada a la responsabilidad de una sola

institución fue restrictiva y costosa socialmente; no existió una institucionalidad

articulada alrededor del mercado de tierras.

Hubo un débil apoyo institucional a la escasa participación comunitaria; se ignoró

la fragilidad de las organizaciones campesinas.

Se presentaron desfases entre los procesos reformistas y el presupuesto

nacional.

La reforma agraria y el mercado de tierras fallaron por falta de un desarrollo

institucional que redujera las asimetrías en los niveles educativos, en el poder

económico y en el uso y manejo del territorio entre campesinos y propietarios.

Page 66: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

65

La reforma agraria estuvo aislada de reformas urbanas, industriales, financieras

y comerciales; no se hicieron compatibles los cambios en el sector rural con los

requeridos en otros sectores de la economía y la sociedad.

No había un mercado integrado de tierras; los mercados están segmentados,

son asimétricos y sin cruces y han existido áreas del territorio bajo control de

fuerzas marginadas de los comportamientos típicos del mercado.

Se tomó una decisión muy costosa: impulsar la titulación de baldíos arrojando a

la periferia a inmensas masas campesinas con proyectos de colonización, donde

el Estado los abandonó a su suerte.

El narcotráfico, el conflicto armado interno y la irrupción de la corrupción y la

ilegalidad se atravesaron en el proceso reformista y la operación del mercado de

tierras, dificultando su operación y contrarrestando los pocos avances (PNUD,

2011).

En cuanto a la reforma agraria redistributiva, de Janvri argumenta que si bien hubo

muy pocas expropiaciones y una mínima redistribución de la tierra, la reforma fue

altamente exitosa en su efecto indirecto de la modernización bajo amenaza. No

obstante, los resultados fueron exiguos para poner fin a la desigualdad de la

propiedad agraria. En todo caso la modernización de la agricultura fue insuficiente

frente al rápido aumento de las demandas urbanas en la agricultura creada por el

auge del crecimiento industrial durante la segunda posguerra mundial (de Janvry &

Sadoulet, 1993). El factor social bajo la reforma redistributiva fue el mayor fracaso,

ya que en respuesta a la amenaza de expropiación los grandes propietarios

expulsaron a un gran número de inquilinos y aparceros generando crecientes

tensiones y conflictos.

En Latinoamérica Griffin pone la reforma agraria distributiva en Colombia dentro del

grupo de las reformas modestas (junto con Chile, Ecuador, el Salvador y Perú), y

argumenta que el fracaso de estas reformas se debió a que los gobiernos aplicaban

Page 67: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

66

políticas con un “sesgo urbano”15 y dentro de la agricultura un “sesgo de

propietario”16. Este sesgo general de la política contra las zonas rurales hace que

sea muy difícil reducir la pobreza rural, independientemente de la distribución de los

derechos de propiedad sobre la tierra. Los pequeños agricultores no recibieron ni el

apoyo financiero ni el apoyo técnico necesario para que la reforma agraria sea un

éxito. Los gobiernos continuaron descuidando la inversión en capital humano en el

campo y la inversión pública en infraestructura de vías, riego y energía,

particularmente en áreas donde predominan las fincas pequeñas. Como resultado,

los beneficios de la reforma agraria a menudo fueron decepcionantes. En tales

circunstancias las pequeñas granjas no prosperan ni la pobreza rural disminuye.

Para Griffin la reforma agraria está condenada al fracaso a menos que se acompañe

de la eliminación del sesgo del propietario en la política del gobierno, y en su lugar

se implementen políticas en favor de los pobres (Griffin, Khan, & Ickowitz, 2002).

Para Powelson, con las reformas agrarias distributivas en los países del tercer

mundo el campesino fue traicionado por los gobiernos que entregaron la tierra y a

cambio aplicaron este sesgo de la política agraria. La reforma agraria tan necesaria

en estos países para la equidad y eficiencia se ha convirtió en uno de los

instrumentos por los cuales "el excedente de la agricultura" (cantidades producidas

por los agricultores por encima de la subsistencia) ha sido estafado por el estado,

aparentemente para promover el desarrollo económico (Powelson & Stock, 2003).

Sin embargo, este despojo a la agricultura ha sido derrochado, ya sea a través de

15 Este sesgo urbano puede tomar muchas formas, pero Griffin subraya tres problemas

específicos. Primero, los precios relativos, o los términos rural-urbanos del comercio, muchas veces

se han vuelto contra la agricultura. En segundo lugar, la inversión del sector público ha sido asignada

a favor de las zonas urbanas (las zonas rurales han estado privadas de inversiones en infraestructura

física como transporte, energía, comunicaciones y riego). Tercero, el gasto en capital humano ha

sido sesgado en contra de las áreas rurales (esta incluye gastos en educación básica, capacitación,

servicios de extensión, educación primaria, atención sanitaria e investigación agrícola).

16 El sesgo de propietario también presenta muchas formas: Políticas de extensión que se concentran en los grandes agricultores; políticas de investigación que favorezcan los cultivos de exportación; políticas de apoyo a los precios agrícolas que favorecen a los cultivos de los grandes agricultores; políticas de distribución de agua a gran escala, sistemas públicos de riego que favorecen a los grandes terratenientes; políticas crediticias que discriminan "naturalmente" a favor de agricultores más educados y grandes terratenientes que tienen un gran excedente comercializable, y contra pequeños agricultores donde el riesgo de los prestamistas y los costos administrativos son más altos; y políticas institucionales que desalientan a las organizaciones de los campesinos pobres.

Page 68: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

67

la corrupción directa o de proyectos extravagantes, supuestamente para promover

el desarrollo territorial, pero en esencia para servir a los intereses de personas

políticamente poderosas. Las agencias de reforma agraria, como el INCORA, son

manipuladas para servir de instrumento del sesgo urbano en la política

gubernamental.

La opción del mercado asistido de tierras como mecanismo de reforma agraria ha

sido muy poco exitosa en Colombia. Las parcelas adquiridas a través de la

negociación directa de los beneficiarios de reforma agraria con propietarios de

tierras tuvieron un alcance muy reducido. Y aun cuando hubo oferta de tierras por

más de un millón de hectáreas, el INCORA no disponía del presupuesto requerido

para otorgar todos los subsidios solicitados (CMH).

2.4 Tierra y conflicto en Colombia

Ante el fracaso del mercado de tierras y el creciente número de víctimas del despojo

de tierras y el desplazamiento, las políticas redistributivas se reemplazan por las de

atención a las víctimas y restitución de tierras, atendiendo las consecuencias del

conflicto pero no sus causas. El despojo y el abandono de tierras pasaron a ser los

asuntos más importantes de la problemática rural colombiana, que mantiene una

estrecha relación con el conflicto armado y las disputas por la tierra pero también

con la debilidad de los derechos de propiedad. Durante la primera década del 2000,

atravesada por los dos gobiernos de Uribe Velez, el tema de la reforma agraria

había desaparecido de la política pública, y solo se presentó una tentativa mediante

el Estatuto de Desarrollo Rural, que fue declarado inexequible por la Corte

Constitucional.

La reforma agraria vuelve al debate público a partir de 2010, durante el gobierno de

Juan Manuel Santos. En este gobierno el Ministro de agricultura Juan Camilo

Restrepo anunció su política agraria fundamentada en tres ejes: restitución de

tierras, formalización de la propiedad agraria y desarrollo rural (Restrepo & Mórales,

2014). Frente al fenómeno del despojo el Ministro Restrepo afirmó que el gobierno

impulsó la Ley 1448 para “saldar una deuda con las víctimas que estaba insoluta,

Page 69: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

68

impagada, y que ni ética, ni históricamente era legítimo, ni aceptable dejarla sin

pagar” (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2016).

Política de desplazados y restitución

La Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR), define el despojo

como aquel proceso por medio del cual involuntariamente un grupo o un individuo

se ven privados material y simbólicamente por fuerza o coerción, de bienes muebles

e inmuebles, lugares y territorios sobre los que ejercían algún uso, disfrute,

propiedad, posesión, tenencia u ocupación para la satisfacción de necesidades. Se

entiende por abandono forzado de tierras la situación temporal o permanente a la

que se ve abocada una persona forzada a desplazarse, razón por la cual se ve

impedida para ejercer la administración, explotación y contacto directo con los

predios que debió desatender en su desplazamiento. Con el despojo, a diferencia

del abandono, existe la intención manifiesta de robo, expropiación, privación,

enajenación de un bien o de un derecho. También puede estar asociado a la

privación y despojo del disfrute y gozo de bienes muebles e inmuebles, espacios

sociales y comunitarios, hábitat, cultura, política, economía y naturaleza (Comisión

Nacional de Reparación y Reconciliación, 2009).

La apropiación ilegal de tierras públicas y privadas ha sido una constante histórica

en Colombia que ha existido desde los orígenes mismos de la propiedad privada,

que ha tenido en cada época distintas estrategias y modos de operación, aunque

en las últimas décadas se ha incrementado como consecuencia del conflicto y el

narcotráfico pero también por la corrupción de las agencia públicas y la alianza con

de la clase política y de elites económicas con los agentes armados. El despojo

histórico de la tierra en Colombia no solo es una consecuencia de la complicidad,

por acción o por omisión, del aparato estatal y la precariedad, incompetencia y

corrupción de los funcionarios en el nivel territorial sino también de la debilidad del

sistema de justica que han permitido lo que se conoce como la legalización irregular

del despojo. Durante gran parte del siglo XX este proceso se daba en medio de la

disputa por la tierra entre colonos, campesinos y terratenientes (Legrand, 1988),

Page 70: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

69

pero hoy se ha vuelto más complejo al incluir la disputa por el territorio (Reyes,

2009).

La información que hoy se conoce sobre el despojo de tierras y el desplazamiento

forzado es una consecuencia de las leyes 975 de 2005 “Justicia y Paz” y 1448 de

2011 “Ley de Victimas y Restitución de Tierras” (Centro Nacional de Memoria

Histórica, 2016). Aunque en Colombia el fenómeno del despojo y abandono de

tierras empieza a sentirse con mucha fuerza en la década de 1980, el Estado solo

se ocupa a partir de 1995 con la presentación del documento CONPES 2804 que

estableció el Programa Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada por

la Violencia, que luego fue sustituido por el CONPES 2924 de mayo de 1997 sobre

el Sistema Nacional de Atención Integral a los Desplazados por la Violencia.

Posteriormente, frente a la gravedad de la problemática del despojo y el

desplazamiento se creó una normatividad importante. La Ley 387 de 1997 (18 de

julio) adoptó medidas para la prevención del desplazamiento forzado; la atención,

protección, consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados

internos por violencia.

Tabla 2.2 Estimaciones sobre hectáreas abandonadas o despojadas en Colombia

Fuente Base de la

información

Estimación

de hectáreas

(millones)

Movimiento Nacional de

Víctimas – Catastro

alternativo Sin fecha.

Encuestas del catastro

alter- nativo de

despojo

10

Acción social – Proyecto

protección de tierras y

patrimonio de la población

desplazada – 2010 (1999

– 2010)

RUPD y RUPTA

6,5

Comisión de Seguimiento

a la Política Pública sobre

Desplazamiento Forzado.

Encuestas a población

incluida en RUPD

6,6

Page 71: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

70

III-ENV-2010

Sindicato de trabajadores

del Instituto Colombiano

de la Reforma Agraria

(Sintradin)

ND

4,9

Programa Mundial de

Alimentos 2001

ND 4

Contraloría General de la

República* 2005

ND 2,9

Unidad de Restitución de

Tierras (2013)

RTDA 3,4

Ibáñez, Moya y Velásquez

2006 (base RUT-Pastoral)

(1980-2005)

RUT (Pastoral)

1,2

Fuente: Centro Nacional de Memoria Histórica (2016)

La Ley 1448 de 2011, Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, contiene la

normatividad que guía las políticas de restitución de tierras, dicta medidas de

atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto. Se reconoce

la existencia de un conflicto armado interno, y de un proceso masivo de

desplazamiento, despojo y abandono de tierras, hechos se habían puesto en duda

en el anterior gobierno. Una de las principales críticas a Ley ha sido la lentitud del

proceso, de los 45.135 predios inscritos para restitución en 2013 correspondientes

a más 3 millones de hectáreas, un año después solo se habían dado fallos para

restitución para 1.200 predios correspondientes a 29.000 hectáreas. Dentro de los

obstáculos más importantes para garantizar la restitución está la precariedad de la

información sobre la propiedad privada rural, la falta de seguridad necesaria para

garantizar el retorno y la tardanza de los jueces que dilatan el proceso.

En Colombia no existe una información sistemática que permita precisar las cifras y

la evolución temporal del despojo y el abandono de tierras, y por lo tanto los datos

Page 72: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

71

de las diferentes fuentes muestran cifras bastante disimiles (ver Tabla 2.2). Según

la Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento Forzoso las

hectáreas despojadas y forzadas a dejar en abandono por causa del

desplazamiento entre 1980-2010 ascendieron a cerca de 6,6 millones (sin contar

los territorios de comunidades étnicas), cifra que equivale al 12,9% de la superficie

agropecuaria del país. En el año 2010 tan solo el 7,46% de la tierra se había

recuperado (PNUD, 2011). Según Acción Social de las 6.556.978 las hectáreas

abandonadas o despojadas en 270.680 predios, la mayor parte se centró en el

microfundio y la pequeña propiedad hasta 20 hectáreas (el 73% de los predios), y

en las medianas entre 20 y 500 hectáreas (26,6% de los predios). De 1997 a 2010

la cifra de población desplazada llega a 3,6 millones de personas que involucra a

836.000 familias, cifras que ponen a Colombia en el segundo puesto a nivel mundial.

El desplazamiento es esencialmente un fenómeno rural, el 60% de los grupos

familiares desplazados provienen de zonas rurales, el 24% de centros poblados y

el 15% de cabeceras municipales (Garay, 2012).

La ley de tierras y el Acuerdo de la Habana

La expedición de la Ley de Víctimas estuvo acompañada de la Ley de Tierras y

Desarrollo Rural, que además fueron complementadas con las propuestas

elaborados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en

su Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011 sobre la problemática rural y

posteriormente de los acuerdos de La Habana entre el Gobierno y las FARC. En

esta ley el Estado reconoce la existencia del conflicto armado, que había sido

negado por los dos gobiernos de Uribe Vélez, y la responsabilidad del Estado en la

reparación de las víctimas, incluida la restitución de tierras (Reyes, 2016). El

reconocimiento de la responsabilidad del Estado implicaba no solo la reparación de

víctimas, sino la obligación de poner fin al conflicto armado y evitar nuevas víctimas.

La Ley de tierras asimiló la perspectiva del desarrollo rural con enfoque territorial,

pero en su política de tierras no se incluía propiamente una reforma agraria

Page 73: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

72

redistributiva. La Ley de tierras se vincula con el desarrollo rural, buscando

recuperar esta política que había desaparecido de la agenda pública desde

mediados de los noventa del siglo pasado cuando las políticas neoliberales

apostaban por el mercado de tierras y la competitividad empresarial. En el

componente de desarrollo rural se incluyen elementos complementarios a la política

de tierras como el suministro de bienes públicos, crédito, asistencia técnica,

educación, seguridad social, salud, vivienda, mercadeo agropecuario, etc.

La Ley de tierras adopta una adopta una estrategia de ordenamiento de la propiedad

rural cuya realización queda sujeta a las recomendaciones propuestas por la Unidad

de Planificación de Tierras Rurales (UPRA). Los elementos de la estrategia de

ordenamiento de la propiedad incluyen la protección de ecosistemas sensibles

contra la ocupación ilegal, cierra de la frontera agraria, seguridad de los derechos

de propiedad sobre la tierra, recuperación y registro de los baldíos de la nación, dar

acceso a la tierra a quienes necesiten y garantizar el cumplimiento de la función

social y ecológica de la propiedad agraria. La ley mantiene las zonas de reserva

campesina y el régimen de UAF para baldíos. Establece la figura del derecho real

de superficie sobre predios rurales mediante un contrato y hasta por 30 años17.

Estos últimos elementos mencionados resultaron ser muy polémicos. La compra de

tierras baldías por grandes empresas nacionales e internacionales violando las

restricciones de la UAF puso en duda la capacidad del Estado para regular y

garantizar la seguridad del territorio nacional. Las zonas de reserva campesina

fuertemente estigmatizadas durante el anterior gobierno y objeto de una gran crítica

por parte de la derecha política por su apoyo en los acuerdos de La Habana.

Mientras muchas organizaciones campesinas veían en el derecho real de superficie

17 Según el derecho real de superficie, el titular del dominio otorga a otra persona, denominado superficiario,

el uso goce y disposición jurídica de la superficie del inmueble, para emplearla por un tiempo determinado en

actividades económicas o ambientales. Tiene como objetivo facilitar el uso de tierras que los propietarios por

razones de diversa índole no utilizan o no quieren seguir explotando pero quieren conservar el título de la

propiedad (Machado 2013).

Page 74: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

73

una figura en favor de la agricultura en gran escala y de los grandes grupos

económicos.

El informe del PNUD 2011, con un enfoque de desarrollo humano, fue un elemento

clave como insumo para los acuerdos de La Habana. Este informe se centró en la

problemática rural, y en particular en la de tierras. Su principal conclusión fue que el

modelo de desarrollo rural aplicado al país había fracasado, explicado por las

enormes brechas entre el mundo rural y urbano, la inequidad en el acceso a la tierra

agraria, la precariedad institucional y el extenso conflicto rural.

Los problemas identificados por el informe del PNUD 2011 en el tema de tierras,

son fundamentalmente: la alta concentración de la propiedad; los conflictos de uso

del suelo con una preponderante sobre-explotación en ganadería extensiva y la

subutilización del suelo en agricultura; altos niveles de informalidad en los derechos

de propiedad rurales, y atrasos en la actualización catastral y falta de información

sobre la tenencia de la tierra; el despojo y abandono de tierras por medios violentos

y a través de la violación de normas jurídicas; la persistencia de diversos conflictos

por la tierra y sus relación con el conflicto armado interno, configuración de

estructuras agrarias ilegales vinculadas al conflicto, el paso de la lucha por la tierra

a la disputa de los territorios, y la violencia contra la población rural (Histórica, 2013).

Con base en este diagnóstico, el informe plantea una política de tierras basada en

cinco componentes: distribución de la propiedad, restitución y formalización de los

derechos de propiedad, cambios en el uso del suelo, desarrollo del mercado de

tierras y la relación cambio climático tierras. Finalmente el informe propuso una

Reforma Rural Transformadora fundamentada en cuatro ejes: la seguridad humana,

el desarrollo rural, política integral de tierras y desarrollo institucional (PNUD, 2011).

Con el inicio de las conversaciones del gobierno con las FARC, se convocó a la

realización de un Foro Agrario en Diciembre de 2012. De acuerdo a Machado (2013)

las propuestas y planteamientos hechos en el Foro Agrario muestra la disputa entre

dos apuestas: la modernización del campo y el énfasis en la mejor utilización de los

recursos para competir en los mercados, y la crítica y/o rechazo a ese modelo de

Page 75: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

74

desarrollo, con miras a posicionar un modelo alternativo, fundamentado más en las

economías campesinas familiares que en la gran empresa.

Finalmente el gobierno contrata la Misión Rural, dirigida por el economista José

Antonio Ocampo, cuyos objetivos principales fueron: proponer políticas de Estado

para que el país salde su deuda histórica con el campo como elemento esencial

para construir la paz, y garantizar oportunidades económicas y derechos

económicos y sociales a la población rural. El documento Misión para la

transformación del campo titulado “El campo colombiano: un camino hacia el

bienestar y la paz” se fundamentó en tres ejes: fomentar un enfoque territorial

participativo, que reconoce una ruralidad diferenciada y a los habitantes rurales

como gestores y actores de su propio desarrollo; concepción del desarrollo como

un proceso integral, que busca la inclusión, tanto social como productiva, de todos

los habitantes rurales; la necesidad de promover un desarrollo rural competitivo y

ambientalmente sostenible (Departamento Nacional de Planeación, 2015).

La Ley 1448, las propuestas del Foro Agrario, y los informes del PNUD y la Misión

Rural fueron los principales insumos que llevaron al Gobierno a plantear una

reforma rural integral, fundamentada en dos razones: la primera es que la

apropiación armada e ilegal de los territorios genera violencia contra la población, y

debe reemplazarse por un ordenamiento y garantía estatal de los derechos sobre la

tierra; y la segunda es que la víctima principal del conflicto interno es la población

campesina. Una reforma rural integral se consideraba además una oportunidad

esencial para saldar la deuda histórica con el campo, lograr la eficiencia económica

y la justicia social, y garantizar la seguridad alimentaria (Reyes, 2016).

Durante el año 2012 los diálogos en La Habana entre el gobierno y la guerrilla de

las FARC culminaron con el “Acuerdo general para la terminación del conflicto y la

construcción de una paz estable y duradera”, donde se definió la agenda para llegar

a compromisos. Se definieron los contenidos de una política agraria que incluían

temas sobre desarrollo rural integral, el acceso y uso de la tierra, y seguridad

alimentaria. El acuerdo agrario en los diálogos de paz buscaba superar el atraso

rural y el pago de una deuda de justicia con el campesinado, principal víctima del

Page 76: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

75

conflicto armado. El enfoque territorial del desarrollo rural propuesto por el gobierno

es un pilar conceptual y político fundamental del acuerdo agrario.

La discusión sobre el punto agrario tuvo posiciones muy diferentes que fueron objeto

de un intenso debate. Para las FARC, el tema fundamental son las causas históricas

del conflicto armado relacionadas con la consolidación el latifundio y despojo

violento de la tierra al campesinado, las cuales deben ser eliminadas para alcanzar

la paz. Las causas históricas son la piedra angular de su origen y la base ideológica

de su existencia, y declaran que su lucha continuará mientras existan las causas.

El asunto principal para las FARC es la expansión del latifundio en todo el país, y

su derivación en la exclusión del campesino que fue violentamente desposeído de

la tierra. Se considera que se debe erradicar tanto el latifundio tradicional como las

nuevas formas de apropiación de la tierra por la agricultura empresarial a gran

escala y la gran minería que despojan la territorialidad campesina, indígena y negra.

Su apuesta es por una agricultura familiar campesina para garantizar la seguridad

alimentaria, para lo cual es necesario defender la UAF, y las zonas de reserva

campesina. Rechazan las alianzas entre campesinos y grandes empresarios por las

asimetrías que implican esas relaciones y desconfían de la formalización y

restitución de la tierra ya que puede significar la legalización del despojo y la

extranjerización de la tierra. Para las FARC el problema del despojo de tierras al

campesino y al colono es debido a la ineficiencia del Estado en garantizar los

derechos de propiedad y proponen realizar una cartografía social para identificar

tierras ociosas y/o fruto del despojo, y partir de allí construir políticas de restitución,

distribución y formalización.

Para el Gobierno la persistencia de las causas históricas no justifica la continuidad

de la guerra ni la decisión de emplear la violencia para atacar las causas en nombre

de las reivindicaciones sociales. Las causas históricas se consideran parte del

pasado que no puede alterarse, pero las consecuencias pertenecen al presente y

por lo tanto pueden transformarse para evitar la continuidad de la violencia. Así el

Gobierno prefiere actuar sobre las consecuencias del conflicto que empobrece las

condiciones de vida de la gente en los territorios por cuenta de la violencia, para lo

Page 77: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

76

cual se debe poner fin al conflicto armado. Para el gobierno las causas conducen a

unas consecuencias solo por una decisión voluntaria de asumir la lucha armada, en

vez de la lucha política, sobre las causas. Pero las FARC, por supuesto, consideran

que las vías democráticas les fueron negadas. El gobierno considera que la

insurgencia generó tres consecuencias negativas: obligó a incrementar el gasto

militar a costa del gasto social; genero una reacción defensiva de parte de las mafias

y los terratenientes que desembocó en el genocidio paramilitar; y desvió la

negociación democrática de los conflictos sociales, frenó la reforma agraria y el

movimiento campesino cuyas protestas fueron criminalizadas al asociarlas a la

manipulación de las guerrillas (Reyes, 2016).

Los compromisos derivados del acuerdo para terminar el conflicto en el punto

agrario fueron: fondo de tierras; acceso integral; formalización de la propiedad;

jurisdicción agraria; modernización del catastro rural; asesoría del gobierno a

recaudo predial; ordenamiento productivo y ambiental del territorio; cierre de la

frontera agraria; zonas de reserva campesina; y planes nacionales sectoriales en

infraestructura, salud, educación, vivienda, saneamiento básico, tecnología,

economía familiar, comercialización, seguridad social y seguridad alimentaria.

Los acuerdos en el tema agrario contenían instrumentos para afectar la estructura

de tenencia de tierra, dentro de los que se encuentran los instrumentos para

alimentar el fondo de tierras para la paz a partir del latifundio: extinción del dominio

a favor de la nación de latifundios por inexplotación o enriquecimiento ilícito,

recuperación de baldíos ilegalmente apropiados, sustracción de tierras de reserva

forestal de la Ley 2ª de 1959 y expropiación de tierras por motivos de utilidad común.

Otras medidas para afectar el latifundio incluyen la eliminación de latifundios en

tierras baldías, reducción de incentivos tributarios al latifundio, eliminación del

latifundio por despojo, eliminación del latifundio con poseedores de buena fe,

aumento de costos laborales del latifundio, aumento de presiones del mercado de

tierras contra el latifundio improductivo.

Sin embargo, el acuerdo de paz fue sometido a un Plebiscito el 2 de Octubre, cuyos

resultados obligaron a realizar ajustes y reformas al Acuerdo Final firmado el 24 de

Page 78: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

77

Noviembre de 2017. El partido Centro Democrático realizó diez propuestas para

modificar el Acuerdo, de las cuales tres se relacionaban con el capítulo agrario. Las

objeciones de la oposición se relacionaba con las medidas sobre la expropiación y

redistribución de tierras, sobre lo cual afirmaban que “los acuerdos no deben afectar

propietarios o poseedores honestos, cuya buena fe debe dar presunción, no

desvirtuable, de ausencia de culpa”, y además que “el apoyo al campesino no

implica desconocer la necesidad de la empresa agropecuaria transparente”.

2.5 Derechos de propiedad de la tierra, desigualdad y conflicto en Colombia

El reciente informe titulado “Basta ya”, del Grupo Memoria Histórica, encontró que

el conflicto en Colombia ha cobrado la vida de 220.000 seres humanos entre 1958

y el 201218 (Grupo Memoria Histórica, 2013). De su lectura se pueden extraer dos

conclusiones principales. La primera es que el conflicto en Colombia se ha

invisibilizado frente a sus devastadoras y letales consecuencias, altamente

subestimadas por los medios de información e incluso por las estadísticas oficiales.

Y la segunda es que el conflicto tiene raíces profundas en el problema agrario

colombiano.

Dos hechos importantes de la estructura agraria colombiana lo constituyen la

elevada concentración de la tierra y el prolongado conflicto armado que ha

atravesado la historia nacional. Ambos hechos han impactado en el desarrollo y el

bienestar de la población rural. La alta concentración de la tierra, heredada de la

colonia española, ha sido una fuente de ineficiencias, toda vez que la mayor parte

de la tierra se encuentra en predios de gran tamaño que conforman el panorama

predominante del latifundio improductivo. El conflicto ha sido una consecuencia de

la desigualdad en el acceso a la tierra, y a su vez ha facilitado el despojo con el uso

de la violencia, afectando así de manera grave el bienestar de la población rural.

Los derechos de propiedad de la tierra están en el centro del conflicto armado que

ha vivido Colombia, como se demostró en acuerdo de paz que firmó el gobierno con

la guerrilla. Varios de los diez compromisos del acuerdo agrario pactado en la

18 Adicionalmente los datos incluyen 23.000 víctimas de asesinatos selectivos, 11.750 víctimas de masacres, y 27.023 víctimas de secuestros (Grupo Memoria Histórica, 2013)

Page 79: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

78

Habana se relacionan con los derechos de propiedad de la tierra, por ejemplo la

creación de un fondo de tierras para democratizar el acceso, la formalización de la

propiedad, la jurisdicción agraria, la modernización del catastro rural, el recaudo

predial y el ordenamiento productivo y ambiental son compromisos que de manera

sustantiva afectan los derechos de propiedad agraria

Las asimetrías de poder y representación de los colombianos frente al Estado, así

como la debilidad del Estado para garantizar y proteger los derechos de propiedad

a todos los pobladores rurales ha llevado a que la ocupación del territorio por la vía

de la privatización de la tierra sea muchas veces ilegal y violenta. Según Reyes, las

mejores tierras del país han sido colonizadas por campesinos y apropiadas luego

sistemáticamente por los hacendados, y agrega “El secreto que hace posible esta

forma primitiva de acumulación del capital para las élites regionales colombianas es

la resistencia, negligencia, incapacidad u oposición del Estado para reconocer,

formalizar, titular y proteger los derechos sobre la tierra de las comunidades

campesinas” (Reyes, 2016). Los actores con más poder han corrido la cerca sobre

los baldíos, los bosques, los humedales y sobre los predios de los agricultores

campesinos, sin que el Estado haya tenido la capacidad de defender la propiedad,

los predios públicos, los bienes ambientales y a la población vulnerable.

Es claro que la debilidad en los derechos de propiedad es mucho mayor en los

predios pequeños que en los grandes19, fundamentalmente porque históricamente

los grandes propietarios han estado sobrerrepresentados frente al Estado, a quien

le importaba más el título de propiedad que la ocupación productiva, o porque el

Estado ha sido dirigido por los mismos grandes propietarios. Adicionalmente

durante el proceso de colonización interna y expansión de la frontera agraria, en la

mentalidad de los campesinos no era tan importante el título de propiedad como sí

lo era para los grandes terratenientes, movidos por los beneficios del poder, el

prestigio social y las rentas del monopolio de la tierra.

19 Cerca del 50 por ciento de los predios pequeños no tienen títulos de propiedad (Reyes, 2016) y el 61,1% de los predios despojados o abandonados deben ser formalizados (Restrepo & Mórales, 2014)

Page 80: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

79

La definición de los derechos de propiedad de la tierra ha repercutido en el bienestar

del país porque ha sido la causa principal del conflicto armado y de las luchas

históricas del campesinado colombiano por acceder a la tierra y a los derechos

como ciudadanos frente al Estado. La capacidad del Estado colombiano para

registrar y proteger los derechos de propiedad sobre la tierra ha sido débil, en

particular a los campesinos y colonos. De esta forma se configuró una elevadísima

concentración de la tierra en manos de muy pocos propietarios, quienes la poseen

con usos muy precarios, de baja productividad y poca generación de empleo. Esta

estructura agraria desigual es responsable de la baja productividad agrícola, unos

índices pobreza elevados y un notable deterioro del medio ambiente. El monopolio

de la tierra elevó los precios y por lo tanto las rentas de la tierra a expensas del resto

de la sociedad.

El modelo ético que subyace a la creación de los derechos de propiedad sobre la

tierra ha percibido a las poblaciones vulnerables de indígenas, afrodescendientes y

campesinos como sujetos de categoría inferior a los blancos españoles que

perpetuaron su dominio territorial como conquistadores y terratenientes a través de

títulos de propiedad respaldados por el Estado (Reyes, 2016). El trabajo de los

colonos campesinos que abrieron la frontera agraria, como en el caso de la región

cafetera tan crucial en el desarrollo del país, no fue reconocido con títulos de

propiedad.

En el fondo, la disputa por el modelo de derechos de propiedad llevó al conflicto.

Por un lado los políticos conservadores y la iglesia católica defensores del derecho

a la propiedad fundamentada en el código civil, y por otro lado los liberales

reformistas forjadores de la ley 200 de la función social de la tierra y de la extinción

de dominio a la tierra improductiva. En Colombia el derecho civil y el registro de

títulos han sido los modelos dominantes para generar derechos de propiedad frente

a las normas sobre posesión definidas en la ley 200 de 193620.

20 Los jueces han otorgado más títulos mediante declaraciones de pertenencia que el gobierno adjudicaciones formales a colonos de baldíos (Reyes, 2016)

Page 81: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

80

La visión de los terratenientes de apropiarse de la tierra con fines de poder y de

lucro ha contrastado con la visión de la tenencia y ocupación de los campesinos,

para quienes la tierra desborda los linderos de los derechos de propiedad. Para el

campesino la tierra es consustancial a la vida misma, a la naturaleza y al territorio,

a sus cosmovisiones y sus conocimientos ancestrales, a los lazos con el vecindario

y con la producción de cultura. Pero las dinámicas propias del avance del

capitalismo y del desarrollo económico del país confrontaron estas visiones de los

campesinos para quienes no era importante el título de propiedad. Frente a la

informalidad en la propiedad de la tierra de los campesinos y el vació jurídico en la

definición y adjudicación de baldíos, la tierra ha pasado a manos de los grandes

terratenientes, amparados por los títulos de propiedad concedidos por jueces y

notarios, en contravía de la legislación agraria que adjudica baldíos únicamente a

campesinos bajo el principio de la función social de la propiedad.

2.6 La debilidad de los derechos de propiedad y la concentración de la

tierra en Colombia

El régimen de propiedad de la tierra en Colombia ha sido históricamente débil

(Reyes, 2016), favoreciendo la conformación de una estructura de tenencia de la

tierra muy desigual que ha obstaculizado el desarrollo y se ha constituido en la

causa principal de los conflictos agrarios en el país (PNUD, 2011). Este régimen de

propiedad ha favorecido la acumulación de tierras por parte de los agentes con más

poder, desplazando legal o ilegalmente a los campesinos y colonos de sus tierras

legítimamente obtenidas, muchas veces con el uso de la violencia. El proceso de

acumulación de tierras ha tenido características propias en cada región del país y

en cada contexto histórico, pero siempre el denominador común ha sido la debilidad

de la estructura de los derechos de propiedad sobre la tierra.

En esencia, no existe una descripción legal clara y única de la propiedad y se ha

identificado que la información del catastro y del registro presenta

incompatibilidades, toda vez que el registro identifica los predios por sus linderos

históricos, en tanto que catastro lo hace por sus linderos físicos. En consecuencia

Page 82: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

81

el mercado de tierras se ha visto afectado por problemas relativos a la identificación

precisa de los predios, la inseguridad en su titularidad jurídica y la ineficacia del

proceso de expedición de los títulos.

En el año 2009, de los 3.718.000 predios rurales inscritos en el catastro nacional,

cerca de 1,7 millones, es decir el 47,7%, son predios que no cuentan con títulos

formales de propiedad debidamente registrados (IGAC, 2009). Según datos de Juan

Camilo Restrepo (2014) el 61,1% de los predios abandonados o despojados no

están formalizados. Restrepo comenta también que existen 200.000 fincas

cafeteras, correspondientes al 36% del total de la caficultura colombiana que no

tiene títulos ciertos (Restrepo & Mórales, 2014).

El catastro rural presenta además un atraso significativo en actualización de los

avalúos catastrales ya que el 44,3% de los predios rurales están desactualizados.

El bajo presupuesto del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), entidad a

cargo de realizar el catastro en Colombia, es una causa principal de la pobre gestión

en la actualización. Otra parte de la explicación es que históricamente el país no ha

considerado este instrumento de información para implementar políticas de

desarrollo. Por último ha habido poco interés en los municipios para mantener

actualizado el catastro.

Al respecto el informe del PNUD comenta: “… hay sobrerrepresentación en los

concejos municipales de los poderes de los grandes propietarios; falta de liderazgo

estatal para emprender un proceso decidido de modernización del catastro con

recursos suficientes para mantener la actualización catastral; despreocupación

histórica del Estado, y poca visión de las autoridades municipales sobre la

importancia que tienen los impuestos para avanzar en el desarrollo. Y políticamente

es claro que los concejos municipales, por lo general, están controlados por grupos

políticos que representan los intereses de los terratenientes, quienes no manejan

una cultura tributaria de pago de impuestos sobre la tierra para beneficiarse del

desarrollo. Es una cultura de privilegios que busca imponer obligaciones a los

demás. No solo las tarifas son bajas, sino que se cobran sobre avalúos bajos, y

además existe evasión de impuestos; las amnistías de los morosos son frecuentes

Page 83: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

82

en los concejos municipales, ordenadas por los propietarios allí representados”

(PNUD, 2011).

Sin embargo, el PNUD encuentra que la principal fuerza para mantener el catastro

rural desactualizado e impedir que se desarrolle un censo agropecuario lo constituye

el poder que mantienen los grandes propietarios con la clase política, con la

complacencia de las instituciones del Estado: “el poder político de los terratenientes

y propietarios, sobrerrepresentados en las diferentes instancias legislativas y

normativas. Esos poderes buscan ocultar la realidad de la estructura de tenencia de

la tierra, para evitar que la sociedad y el Estado decidan cambiarla. El Estado

colombiano, por acción y por omisión, ha sido cómplice de esos poderes y no ha

tomado decisiones políticas que posibiliten el cambio de la tenencia y la distribución

de la tierra” (PNUD, 2011).

La desactualización del catastro se suma a la desigualdad en los avalúos por

hectárea. Para el año 2009 una hectárea de gran propiedad estaba avaluada siete

veces menos que su equivalente en un microfundio, tres veces menos que una

hectárea en pequeña propiedad y 3,3 veces menos que una mediana propiedad

(González, 2011). De acuerdo a esto el avalúo de una UAF en microfundio fue $74

millones, en pequeña propiedad $36,9 millones, en mediana propiedad $26,7

millones y en gran propiedad fue de sólo $14,4 millones. De esta manera, comenta

Kalmanovitz: “los microfundistas pagan proporcionalmente cinco veces más

impuestos que los grandes propietarios. La diferencia influye también en el pago de

servicios públicos, más subsidiados para los grandes que para los pequeños”

(Kalmanovitz, 2011).

En la década de los veinte del siglo XX, los conflictos por la tierra entre campesinos

y terratenientes derivaron en la ley 200 de 1936. La ley ordenó los derechos de

propiedad y organizó a los propietarios para defenderse de usurpaciones. La ley

privilegiaba la función social de la tierra fundamentada en el lema de “la tierra es

para quien la trabaja”. Pese a que fue formulada en un gobierno liberal y de talante

socialista, la ley permitió la apropiación privada de tierras donde no era claro el

dominio, favoreciendo el aumento de la concentración. La ley 200, junto con la ley

Page 84: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

83

100 de 1944 se enfocaron en resolver el problema agrario dentro de la frontera

agrícola, pero también dieron elementos para que la colonización continuara y se

acelerara la adjudicación de baldíos (Machado, 2009).

Los crecientes conflictos por la tierra detonaron la violencia con el asesinato de

Gaitán en 1948, y con la instauración del frente nacional se logra apaciguar la

violencia y se expide la ley 135 de 1961 para la reforma agraria, cuyo propósito era

dotar a los campesinos de tierras, adecuación y servicios básicos. En la práctica los

resultados de esta ley fueron marginales, ya que se entregaron baldíos y se

expandió la frontera agraria sin afectación de la estructura agraria. Los campesinos,

agremiados en la ANUC, quisieron hacer cumplir la ley por la fuerza y en respuesta

a las protestas campesinas el gobierno y los gremios firmaron en 1972 el “pacto de

Chicoral” con el cual se rompía la vértebra a la reforma agraria y de la ley 200 que

establecía la función social de la propiedad, ya que con el pacto de Chicoral

prevalecía el título sobre la posesión.

Las leyes 4ª y 5ª de 1973 condicionaron la entrega de tierras a unos mínimos de

productividad, castigando la no utilización de la tierra, pero no su subutilización,

cono lo cual se blindó aún más la gran propiedad. Posteriormente, la Ley 30 de 1988

suprimió los límites de productividad establecidos en la Ley 4ª de 1973, lo que

posibilitó grandes adjudicaciones de baldíos para la agricultura comercial sin

exigencia de ocupación previa (UPRA 2017). La ley 160 de 1994 intenta instaurar

una reforma agraria a través del mercado asistido de tierras, con resultados aún

más marginales que la ley 135.

El proceso histórico de privatización de la tierra en Colombia frente a unos derechos

de propiedad débilmente establecidos llevó a que los agentes con más poder se

beneficiaran configurando una estructura de tenencia de tierra muy desigual. En la

disputa entre los colonos y campesinos contra los grandes terratenientes, que se

conoció como “la lucha del hacha y el papel sellado”, fue favorable a los grandes

propietarios, ya que el Estado al final se puso de parte del papel sellado.

En esencia, la historia de la cuestión agraria en Colombia se circunscribe a la

disputa entre el régimen legal heredado del Código de Napoleón que privilegiaba la

Page 85: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

84

propiedad titulada e inscrita en la oficina de Registro de Instrumentos Públicos y

Privados sobre la ocupación y posesión material (Reyes, 2016). Esta es la disputa

entre el Código Civil y el Derecho agrario fundamentado en la Ley 200 de 1936. Con

el pacto de Chicoral el Estado, cooptado por los grandes propietarios, se puso a

favor del Código Civil, del papel sellado y del título de propiedad sobre los derechos

de quien poseían la tierra.

La informalidad en la posesión de la tierra ha caracterizado principalmente a los

pequeños propietarios, campesinos y colonos para quienes la propiedad familiar

más que un medio de producción es un asunto de honor, seguro de vida y

pertenencia cultural (Palacios, ¿De quién es la tierra? : propiedad, politización y

protesta campesina en la década de 1930 , 2011). La función social de la tierra

expresada en la ley 200, en consecuencia, era consustancial al campesino, pero no

al gran propietario buscador de rentas. Prueba de ello es que en la gran propiedad

en Colombia domina la ganadería extensiva, que más que cumplir una función social

es una actividad para legitimar la tierra, mientras que los predios pequeños

absorben la mayor parte del empleo rural y producen la mayor parte de los alimentos

(Berry, 2017).

Page 86: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

85

CAPÍTULO 3

LA CONCENTRACIÓN DE LA PROPIEDAD RURAL EN COLOMBIA

Page 87: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

86

CAPÍTULO 3. LA CONCENTRACIÓN DE LA PROPIEDAD RURAL EN

COLOMBIA

Introducción

La distribución de la tierra en América Latina ha sido durante mucho tiempo la más

desigual del mundo. No en vano, esta extrema desigualdad ha dado lugar a un

malestar rural persistente, lo cual ha sido fuente de numerosas revueltas y conflictos

en la región. Igual que la mayoría de los países latinoamericanos, Colombia se ha

caracterizado por una extrema desigualdad en la distribución del acceso a la tierra

agrícola.

El reciente acuerdo de paz firmado entre el gobierno y la guerrilla de las FARC

revivió el debate de la tierra, como un elemento central para poner fin al conflicto

armado en Colombia luego de más de medio siglo de violencia. El problema de los

derechos de la propiedad rural es un asunto histórico que aún permanece sin

resolver. La desigualdad social y económica, y en particular la desigualdad de la

tierra, están en la raíz del conflicto armado. Prueba de ello es que la tierra fue el

primer punto tratado en las negociaciones de paz que finalizaron en la Habana.

Colombia es un país que ha adolecido de información estadística suficiente sobre

la propiedad rural, lo cual ha dificultado realizar estudios serios que soporten el

diseño de políticas públicas adecuadas para el sector rural. La actual coyuntura del

proceso de paz y el posconflicto que vive el país hacen imprescindible disponer de

información veraz sobre la estructura de la propiedad rural en Colombia. Ante las

debilidades de la información catastral, el reciente Censo Nacional Agropecuario

(CNA) realizado en el año 2014 permitirá determinar la estructura actual de la

propiedad rural y su evolución respecto a los censos anteriores. Pese a que la

Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha

recomendado actualizar los censos cada diez años, el de 2014 se realizó luego de

44 años del anterior censo.

Page 88: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

87

A finales del año 2016 el Departamento Nacional de Estadística (DANE) hizo pública

la base en el nivel de microdatos, la cual ha servido de insumo principal para probar

las hipótesis y realizar los análisis de esta investigación. El objetivo principal de este

capítulo es presentar y analizar los datos de la estructura de la propiedad rural y su

evolución en Colombia a partir de las fuentes disponibles de registros censales y

catastrales, y explorar algunas posibles causas de la concentración de la tierra en

Colombia.

En este capítulo se calcularon el Coeficiente de Gini municipal, departamental y el

nacional a partir de la información del CNA de 2014, luego de depurar y filtrar la

base de datos. Posteriormente se presentaron los datos sobre la tenencia de la

tierra arrojados por el CNA las cifras de la informalidad de propiedad agraria en

Colombia. El capítulo intenta evaluar las causas de la concentración de la tierra

analizando la política de baldíos y la informalidad en los derechos de propiedad. Por

último se analizan las principales consecuencias de la concentración de la tierra en

Colombia.

3.1 Los datos de la concentración de la propiedad rural y su evolución en

Colombia

Fuentes y metodología

A pesar de que la estructura de la propiedad rural comienza a ser medida a partir

de 1960, es difícil apreciar sus cambios debido a que en el país solo se han realizado

tres censos, y el último censo agropecuario se realizó en 2014, es decir 44 años

después del censo de 1970. El primer censo agropecuario se realizó en 1960 y

abarcó el 24% del territorio nacional, principalmente las zonas productoras del

centro del país. Entre 1970 y 1971 se realizó el segundo censo nacional

agropecuario en 901 municipios, cubriendo una superficie de 31 millones de

hectáreas (28% del total) y más de un millón de explotaciones. Durante las décadas

de 1980 y 1990, en vez de censos se realizaron encuestas agrícolas. El censo

nacional agropecuario realizado en 2014 cubrió todos los municipios del país,

incluyendo resguardos indígenas y tierras de comunidades afrodescendientes,

Page 89: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

88

según lo informó el DANE ( Departamento Administrativo Nacional de Estadística,

2016).

La mayor parte de estudios realizados sobre la estructura de propiedad utilizan la

información catastral existente y la depuran para poder analizar su comportamiento

y evolución. Adicionalmente las mediciones en el tiempo del grado de concentración

de la tierra en Colombia han sido elaboradas con metodologías diferentes, lo cual

dificulta hacer comparaciones. Después del censo de 1970, la única información

disponible es catastral y su comparación con los datos censales no arroja resultados

claros (Kalmanovitz & López, 2006). El problema de la información catastral es que

es sumamente parcial, discontinua y dispersa lo que dificulta realizar un análisis de

la evolución de la estructura de la propiedad. Berry (2002) advierte que la

información catastral no es conceptualmente compatible con la información censal.

Adicionalmente, la información catastral en sí misma tiene problemas de diverso

orden que hasta el presente no han podido ser corregidos (Berry, 2002). Otro tipo

de medición inexacta se da por la falta de actualización del registro en cuanto a la

división de propiedades englobadas y las que han sido objeto de extinción de

dominio.

El Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) en 2012 realizó una recopilación y

tratamiento de los datos disponibles presentando una síntesis comparativa de la

estructura agraria nacional entre 1960 y 2012. El trabajo del IGAC, con la

coordinación de la investigadora Ana María Ibáñez, titulado Atlas de la Distribución

de la Propiedad Rural en Colombia, presenta una radiografía completa de lo

sucedido en ese periodo, pero con los problemas de información advertidos (IGAC,

2012).

El nuevo CNA de 2014 permite completar ese trabajo y obtener una visión más

actualizada y precisa de la estructura de la propiedad rural en Colombia. El CNA

está conformado por 3,9 millones de registros prediales correspondientes a

76.960.606 hectáreas; 773 resguardos indígenas que abarcan 31.569.990

hectáreas y 181 Territorios Colectivos de Comunidades Negras (TCCN), que se

extienden sobre 5.322.982 hectáreas, con lo cual se cubren 113.008.623,9

Page 90: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

89

hectáreas equivalentes al 99 % del área rural continental e insular del país. El CNA

encontró que en el país las unidades de producción del área rural dispersa

ascienden a 2.913.163, de las cuales 2.370.099 (81,4 %) corresponden a Unidades

de Producción Agropecuaria (UPA)21, y 543.064 (18,6 %) a Unidades de Producción

No Agropecuaria (UPNA)22. Del total del área rural dispersa censada con uso

agropecuario (43,0 millones de ha), el 80,0 %corresponde a pastos y rastrojos (34,4

millones de ha); el 19,7 %, a tierras con uso agrícola (8,5 millones de ha); y el 0,3

% está ocupada con infraestructura agropecuaria (0,1 millones de ha). El área en

bosque natural participó con el 56,7% del área rural dispersa censada y otros

(Incluye infraestructura no agropecuaria y otros usos del suelo) participó con el

2,5%. El área censada sin territorios de grupos étnicos equivale a 71’598.226 de

hectáreas, mientras que el área equivalente a grupos étnicos fue de 39’854.772.

3.1.1 Concentración de la propiedad mundial

Para analizar la concentración de la propiedad rural en Colombia es necesario

comenzar analizando el contexto mundial. Los datos que aquí se presentan

provienen de los informes de la FAO publicadas en anuarios estadísticos23. Según

el índice de tierras mundial el país que posee la mayor concentración de la

propiedad rural es Barbados (0, 94), seguido por Paraguay (0,92). Mientras que en

los países más igualitarios en el acceso a la tierra están Noruega (0,18) que es el

21 Según el DANE la UPA es la unidad de organización de la producción agropecuaria que puede

estar formada por una parte de un predio, un predio completo, un conjunto de predios o partes de predios continuos o separados en uno o más municipios, independientemente del tamaño, la tenencia de la tierra y el número de predios que la integran; debe cumplir con las siguientes tres condiciones:

1. Produce bienes agrícolas, forestales, pecuarios, acuícolas y/o adelanta la captura de peces destinados al consumo continuo y/o a la venta. 2. Tiene un único productor/a natural o jurídico que asume la responsabilidad y los riesgos de la actividad productiva.

3. Utiliza al menos un medio de producción como construcciones, maquinaria, equipo y/o mano de obra en los predios que la integran ( Departamento Administrativo Nacional de Estadística, 2016). 22 Es la unidad de organización de la producción no agropecuaria que está formada por un predio

completo, o una parte de un predio en un municipio, dedicado al desarrollo de actividades exclusivamente no agropecuarias como las vinculadas a la transformación de productos agropecuarios, industria, comercio y servicios. 23 Esta información proviene de las Rondas Censales Agrícolas que hace parte del Programa decenal “Censo Agrícola Mundial de la FAO” (World Census of Agriculture -WCA-)

Page 91: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

90

más equitativo del mundo, seguido de los países escandinavos como Finlandia

(0,26), y Suecia (0,27) (IGAC, 2012).

La tendencia de la concentración de la tierra por continentes se muestra en la gráfica

3.1. Se observa que América del Sur es la región que más concentra la propiedad

rural en el mundo (0,85), muy por encima del promedio mundial (0,63), seguido por

América del Norte y Central (0,75) y Oceanía (0,73), quienes también están por

encima de la media mundial.

Gráfica 3.1 Promedio Coeficiente de Gini mundo y continentes

Fuente: IGAC (2012)

Latinoamérica es la región que más concentra la propiedad rural en el mundo. En

este estudio realizado con datos recientes para Latinoamérica OXFAN encontró que

Colombia es el país con la mayor concentración de la tierra en la región, tomando

como indicador el porcentaje de tierra que posee el 1% de las explotaciones más

grandes (Gráfica 3.2). En Colombia el 1% de las explotaciones más grandes posee

el 81% de la tierra, seguido de Perú (77%) y Chile (74%), mientras que según este

indicador el país de menor desigualdad es Uruguay (19%) (OXFAN, 2017).

0,63

0,56

0,75

0,85

0,55 0,57

0,73

0

0,1

0,2

0,3

0,4

0,5

0,6

0,7

0,8

0,9

Mundo África Américanorte ycentral

América delSur

Asia Europa Oceanía

Page 92: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

91

Gráfica 3.2. Porcentaje de tierra que maneja el 1% de las explotaciones más grandes

Fuente: OXFAN (2017)

Evolución de la propiedad rural en Colombia

La concentración de la propiedad rural en Colombia ha sido una constante histórica,

que se ha mantenido hasta la fecha. Esta inercia histórica en la concentración de la

propiedad es consecuencia de diversas dinámicas. Una distribución desigual

durante los siglos de dominio colonial, las políticas de asignación de baldíos, los

procesos de colonización y los distintos conflictos armados que ha enfrentado el

país a lo largo de su historia, son algunos de los determinantes de la distribución

actual de la propiedad. Los mercados de tierras y las Reformas Agrarias

emprendidas en el Siglo XX parecen no haber sido efectivas para disminuir la

desigualdad estructural de la propiedad rural en Colombia, que según la mayoría de

las evaluaciones realizadas es muy elevada (IGAC, 2012).

La grafica 3.3 muestra la evolución del Coeficiente de Gini de la propiedad de la

tierra para el periodo 1960 a 2014. Se observa que la distribución mejoro levemente

durante el periodo 1960 a 1984, pero desde entonces la desigualdad de la propiedad

rural no ha dejado de aumentar. Muchos analistas coinciden en afirmar que este

periodo de disminución de la desigualdad obedeció a los esfuerzos realizados en

las políticas de tierras principalmente durante el Frente Nacional, pero

81%77%

74%71%

66%

56%52%

48%44%

40%36% 34%

29%25% 23%

19%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

Page 93: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

92

posteriormente estos esfuerzos se debilitaron y fueron desbordados por el

recrudecimiento del conflicto que se hizo explosivo a partir de la década de 1980 y

que generó una contra reforma agraria (PNUD, 2011).

La concentración de la propiedad rural en Colombia ha sido una constante histórica

y la última década no hay sido la excepción. La gráfica 2.4 muestra la evolución del

Coeficiente de Gini de tierras y de UAF en el periodo de 2000 a 2012, donde también

se observa una tendencia creciente. Lo que salta a la vista en la Gráfica 3.4, es la

estabilidad de la distribución de la propiedad privada rural en la última década, pese

a los cambios en el sector agropecuario y a fenómenos como la compra de grandes

extensiones de tierras por empresas agroindustriales, especuladores y

narcotraficantes, más el abandono y despojo de tierras en zonas afectadas por el

conflicto armado (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2016).

Gráfica 3.3 Evolución del índice de Coeficiente de Gini en la distribución de la

propiedad rural (1960 - 2014)

Fuente: IGAC (2012)

Al respecto de estos resultados Ibáñez concluyó que se presentó un aumento

considerable en el número de nuevos propietarios durante este periodo,

probablemente debido a transferencias en el mercado de tierras, por la actualización

catastral o por la usurpación de tierras. Agregó que existía una correlación entre la

0,868

0,839

0,863

0,8780,885

0,919

0,83

0,84

0,85

0,86

0,87

0,88

0,89

0,9

0,91

0,92

0,93

1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010 2020

Gin

i

Año

Evolución del índice de Gini en la distribución de la propiedad rural (1960 a 2014)

Page 94: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

93

presencia de grupos armados, por un lado, y los incrementos en la concentración

de la propiedad rural y el surgimiento de nuevos propietarios, por el otro (Ibáñez,

2011).

Los datos de la tabla 3.1 muestran la evolución de la estructura de propiedad según

rangos de tamaño. Los datos revelan que en general la concentración de la tierra

ha sido históricamente alta y ha venido creciendo aún más. Mientras en la década

1960-1970 domina la tendencia a la concentración de la tierra, en el periodo 1970-

1984 se observa la descomposición de la gran propiedad y la consolidación de la

mediana, pero sin que se reduzca la desigualdad rural debido a la fragmentación de

la pequeña propiedad.

Gráfica 3.4 Evolución del Coeficiente de Gini de Tierras y UAF

Fuente: IGAC (2012)

Un aspecto importante para destacar es la consolidación de la mediana propiedad

y su predominio relativo en la estructura de la propiedad agraria. En 1984 la mediana

propiedad concentraba el 60% de la tierra rural bajo propiedad privada, fenómeno

que está asociado al fraccionamiento de la gran propiedad. No obstante, en 1984

persistía una acentuada desigualdad, puesto que menos del uno por ciento de los

propietarios poseía casi una cuarta parte (23%) de la tierra bajo propiedad privada,

mientras que el 83,5 por ciento poseía el 17 por ciento.

0,78

0,79

0,8

0,81

0,82

0,83

0,84

0,85

0,86

0,87

0,88

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

Evolución del Gini de Tierras y UAF

Gini Tierras Gini UAF

Page 95: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

94

Sin embargo, a partir del año 1997 se presenta un crecimiento abrupto del área de

las grandes explotaciones (mayores a 500 ha) y una disminución del área en los

rangos medianos y pequeños, como también se puede observar en la gráfica 3.5.

La superficie las explotaciones de más de 500 hectáreas pasó de 5 millones de

hectáreas en 1970 (29% del área total censada) a 47 millones en 2014 (47% del

área total censada). El tamaño medio de las grandes explotaciones pasó de 1.000

hectáreas en 1960 a 5.000 hectáreas en 2014.

Tabla 3.1 Evolución de la Estructura de la propiedad rural en

Colombia. Datos porcentuales

Fuente: IGAC (2012), DANE (2016)

Los nuevos datos del CNA 2014 confirman la acelerada tendencia hacia la

concentración de la tierra en grandes explotaciones las cuales han ido acaparando

una proporción mayor de la propiedad rural a costa del desplazamiento de las

pequeñas y medianas explotaciones. Autores como Machado han coincidido en

señalar la tendencia a la concentración de la propiedad rural y la fragmentación de

la pequeña propiedad, y se mantiene en su tesis de deterioro de la mediana

propiedad, expansión de la pequeña y fortalecimiento de la grande (Machado 2013).

UPA Área UPA Área UPA Área UPA Área UPA Área UPA Área

< 5ha 66,7 6 64 5 62,4 5,2 64,8 5,8 67,6 4,2 70,5 2,7

5 a 20 ha 20,4 11,8 20,7 10,6 21,3 11,5 20,7 12,9 18,9 8,6 18 5,3

20 a 50 ha 6,7 12,3 7,9 12,7 8,6 14,4 8 15,2 7,4 10,8 6,2 5,8

50 a 200 ha 4,7 24 5,7 25,1 6,1 28,9 5,5 27 4,9 19,8 4 11

200 a 500 ha 1 16,9 1,2 17,5 1,2 16,7 0,9 13,3 0,9 10,1 0,8 6,9

> 500 ha 0,4 29 0,5 29,1 0,4 23,3 0,3 25,8 0,3 46,5 0,5 68,2

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Tamaño1960 1970 1984 1997 2002 2014

Page 96: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

95

Gráfica 3.5 Evolución del área por rangos de tamaños

(1960 a 2014)

Fuente: IGAC (2012). Cálculos propios

3.2 La estructura de la propiedad rural en el Censo Nacional Agropecuario

2014

3.2.1 Estructura de la propiedad según tamaños de explotación

Los datos del CNA 2014 revelan una estructura agraria fuertemente bimodal, lo cual

se puede observar en la tabla 3.2 analizando los tamaños de explotación en los

extremos. Las Unidades de Producción Agropecuaria (UPA) mayores a 2.000

hectáreas representan el 0,1% del total (2.362 explotaciones) y poseen el 58,7%

(40.615.258 hectáreas) del área total censada, con un tamaño promedio de 17.195

hectáreas por explotación. En el otro extremo las UPA menores a 10 hectáreas

representan el 81% del total (1.658.450 explotaciones), poseen el 4,9% del área

total censada, para un promedio de solo 2 hectáreas por explotación.

Si dividiéramos el área agrícola de Colombia en dos mitades tendríamos que una

mitad la ocupan 704 explotaciones que representan el 0,03% del total, con 50.000

hectáreas en promedio cada una; mientras que en la otra mitad habría 2.046.376

explotaciones que representan el 99,97% del total tienen la otra mitad y tendrían un

tamaño promedio de 17 hectáreas (OXFAN, 2017).

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

50,0

60,0

70,0

80,0

1 2 3 4 5 6

< 5ha 5 a 20 ha 20 a 50 ha

50 a 200 ha 200 a 500 ha > 500 ha

Page 97: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

96

Tabla 3.2 Estructura de la propiedad rural en Colombia a partir CNA 2014

TAMAÑO (ha) Número Porcentaje

Tamaño promedio

(ha) UPA Áreas UPA Áreas

>2.000 2.362 40.615.258 0,10% 58,70% 17.195

De 1.000 a < 2.000 2.333 3.211.557 0,10% 4,60% 1.377

De 500 a < 1.000 4.852 3.374.907 0,20% 4,90% 696

De 100 a < 500 43.468 8.593.620 2,10% 12,40% 198

De 10 a < 100 335.775 9.970.451 16,40% 14,40% 30

< 10 1.658.450 3.406.623 81,00% 4,90% 2

TOTAL 2.047.240 69.172.416 100% 100% 34

Fuente: DANE (2016)

La tabla 3.3 muestra la estructura de propiedad con más detalle. Se observa que

los predios de menos de 5 hectáreas corresponden al 71% del total, pero solo

acumulan el 3,1% de la tierra. Esto significa que el 71% de los propietarios posee

una extensión de tierra que no alcanza a generar ingresos suficientes para el

sostenimiento de una familia.

Así mismo se observa que en este 3,1% de la tierra se aloja el 65% de la población

rural, mientras que las UPA de menos de 500 hectáreas, que incluyen pequeñas y

medianas explotaciones, solo acumulan el 35% de la tierra, pero albergan el 99,3%

de la población rural, es decir que las grandes explotaciones están prácticamente

deshabitadas, solo 0,7% de la población habita en el 65% de la tierra.

Page 98: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

97

Tabla 3.3 Distribución del número de productores, área ocupada y población

según tamaño de la UPA - Total nacional - CNA 2014

Fuente: Estimaciones de la UPRA a partir del CNA 2014

3.2.2 Estimación del Coeficiente de Gini de tierras a partir del CNA 2014

El índice de Coeficiente de Gini es una medida de dispersión de una distribución, y

se usa para medir la desigualdad en la distribución, sea de la riqueza, el ingreso o

la tierra24. El IGAC ha calculado el Coeficiente de Gini con dos aproximaciones:

predial (tierras) y propietarios. El Coeficiente de Gini de propietarios se calcula con

24 El coeficiente de Gini es un número entre 0 y 1, en donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad

(todos tienen la misma cantidad de tierra) y 1 se corresponde con la perfecta desigualdad (una

persona tiene toda la tierra). El Coeficiente de Gini se calcula como una proporción de las áreas en

el diagrama de la curva de Lorenz. Para calcular el índice se utiliza la siguiente fórmula:

Donde: X = proporción acumulada de población. Y = proporción acumulada de ingresos.

# % % acumulado ha % % acumulado # % % acumulado

Menor 0.5 ha 531.119 26,1 26,1 108.037 0,2 0,2 777.493 24,3 24,3

Entre 0.5 y 1 ha 259.544 12,8 38,9 190.197 0,3 0,5 331.123 10,3 34,6

Entre 1 y 2.5 ha 381.884 18,8 57,7 625.561 1 1,5 537.721 16,8 51,4

Entre 2.5 y 3 ha 74.273 3,7 61,3 203.972 0,3 1,9 112.653 3,5 54,9

Entre 3 y 5 ha 191.970 9,4 70,8 748.255 1,2 3,1 311.916 9,7 64,6

Entre 5 y 10 ha 212.884 10,5 81,2 1.512.323 2,5 5,6 368.442 11,5 76,1

Entre 10 y 20 ha 152.154 7,5 88,7 2.149.286 3,5 9,1 280.659 8,8 84,9

Entre 20 y 50 ha 125.733 6,2 94,9 3.935.925 6,5 15,6 246.571 7,7 92,6

Entre 50 y 100 ha 52.894 2,6 97,5 3.696.241 6,1 21,7 114.555 3,6 96,1

Entre 100 y 200 ha 26.727 1,3 98,8 3.692.677 6,1 27,7 62.857 2 98,1

Entre 200 y 500 ha 15.169 0,7 99,6 4.566.967 7,5 35,3 38.499 1,2 99,3

Entre 500 y 1.000 ha 4.601 0,2 99,8 3.196.841 5,3 40,5 12.662 0,4 99,7

Entre 1.000 y 2.000 ha 2.128 0,1 99,9 2.928.544 4,8 45,3 5.487 0,2 99,9

Entre 2.000 y 5.000 ha 1.175 0,1 100 3.612.532 5,9 51,3 2.685 0,1 99,9

Entre 5.000 y 10.000 ha 424 0 100 2.833.886 4,7 55,9 1.439 0 100

Mayor 10.000 ha 483 0 100 26.769.566 44,1 100 270 0 100

TOTAL 2.033.162 100 60.770.811 100 3.205.032 100

TAMAÑO (ha)

UPA Área Personas

Page 99: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

98

el área del terreno en poder de cada uno de los propietarios. El Coeficiente de Gini

de tierras se calcula controlando calidad del suelo, usando el número de UAF por

predio.

Aunque el índice de Coeficiente de Gini es una medida adecuada de la desigualdad,

algunos trabajos sobre distribución de la propiedad rural privada en Colombia

pueden sobrestimar esta medida porque adolecen de una depuración precisa y

confiable de la información catastral.

El proceso de depuración de los datos de propiedad rural consiste en la eliminación

reiterativa de información que dificulta el análisis de los mismos. De la base pública

del CNA 2014 presentado el DANE en el nivel de microdato, en este trabajo se

eliminaron las encuestas en el siguiente orden: primero, los registros que

presentaban problemas de codificación25; segundo, los predios que no

correspondían a actividades agropecuarias; tercero, los predios pertenecientes al

Estado; y cuarto, los predios de parques nacionales, comunidades indígenas y

afrocolombianas.

En este trabajo luego del proceso de depuración de datos se llegó a un total

1.776.439 UPAS, las cuales fueron evaluadas para el cálculo del Coeficiente de Gini

de tierras (Ver anexo 4). Los datos del Coeficiente de Gini municipal y departamental

se presentan en el anexo 5. La gráfica 3.6 muestra los coeficientes de Gini de tierra

por departamentos.

El coeficiente de Gini de tierras nacional calculado es de 0.92, muy superior al último

valor estimado por el IGAC para el año 2012 correspondiente a 0.87. Los

departamentos con mayor contracción de la propiedad, aparte de los territorios

nacionales (Vaupés, Amazonas y Guainía que presentan ginis elevadísimos) son

Putumayo, Bogotá, Meta, y Córdoba; sin embargo todo el territorio nacional

presenta una elevada concentración de la propiedad como se observa en el mapa

de la gráfica 3.8, donde el color obscuro, que representa mayor índice de

concentración, es dominante en todo el territorio. Sorprende en este mapa que

25 En la base del censo aparecieron registros con el atributo 999999999 como código de la encuesta, los cuales fueron eliminados por presentar problemas de información.

Page 100: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

99

departamentos de mayor calidad de tierra como Bogotá, Meta, Córdoba, Antioquía

y Valle del Cauca, presenten altos índices de concentración de la propiedad.

Gráfica 3.6 Gini de Tierras por Departamentos

Fuente: DANE (2016), cálculos propios

El Coeficiente de Gini por calidad de la tierra se calcula dividiendo el tamaño de la

UPA por la UAF del municipio. La base de UAF solo se encuentra para 867

municipios, por lo cual se reduce la cantidad de UPAS a 1.534.307. Los datos del

Coeficiente de Gini de tierras en UAF se presentan en la gráfica 3.7.

Gráfica 3.7 Gini UAF por Departamentos

Fuente: DANE (2016), cálculos propios

0,99

0,99

0,97

0,95

0,94

0,93

0,92

0,92

0,92

0,92

0,92

0,92

0,91

0,91

0,89

0,89

0,88

0,88

0,87

0,86

0,86

0,86

0,86

0,85

0,85

0,84

0,84

0,83

0,83

0,83

0,81

0,8

0

0,7

8

0,76

0,00

0,25

0,50

0,75

1,00

Vau

pés

Am

azo

nas

Gu

ain

ía

Putu

may

o

Bo

gotá

D.C

.

Met

a

rdo

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Nar

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le d

el C

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La G

uaj

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uca

Ris

aral

da

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Gu

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Cal

das

Cu

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inam

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Sucr

e

Qu

ind

ío

Bo

lívar

Tolim

a

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ánti

co

Hu

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Bo

yacá

Nte

. San

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Cas

anar

e

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Vic

had

a

Mag

dal

ena

Ces

ar

San

An

dré

s,…

Caq

uet

á

Gin

i

Departamento

0,95

0,94

0,92

0,92

0,91

0,91

0,9

0

0,90

0,89

0,8

6

0,88

0,87

0,87

0,86

0,86

0,8

5

0,84

0,8

4

0,83

0,82

0,82

0,83

0,8

2

0,81

0,80

0,76

0,00

0,25

0,50

0,75

1,00

Pu

tum

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Bo

gotá

D.C

.

Val

le d

el C

auca

Met

a

rdo

ba

Nar

iño

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uaj

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Cal

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Mag

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Ces

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San

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r

Bo

lívar

Bo

yacá

Atl

ánti

co

Caq

uet

á

Gin

i

Departamento

Page 101: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

100

El Coeficiente de Gini en UAF a nivel nacional es de 0,88 (gráfica 3.7), muy superior

al estimado por el IGAC de 0.83 para el año 2012. En general el Coeficiente de Gini

de los municipios y de los departamentos se reduce un poco, pero sigue siendo muy

alto demostrando que la desigualdad de la tierra no obedece a un ajuste por calidad,

es decir que los predios más grandes sean aquellos alejados de los centros

urbanos, sin acceso a vías y bienes públicos y con baja fertilidad de la tierra. Los

departamentos que presentan mayor Gini de UAF son Putumayo, Bogotá, Valle del

Cauca, Meta, Córdoba, Nariño y Antioquia. La gráfica 3.9 muestra el mapa de la

concentración de la tierra en Colombia medida por UAF, aquí también se observa

como todo el territorio se encuentra de color obscuro, y como aquellos

departamentos que poseen las tierras de mayor calidad poseen índices de

concentración excesivamente altos.

Estos mapas de la concentración de la propiedad rural en Colombia son

contundentes en demostrar (reflejado en el color obscuro dominante en todo el

territorio) el fracaso de la política de tierras en Colombia analizada en el capítulo 2.

Adicionalmente sirve para corroborar que la idea de que la gran propiedad se

encuentra localizada en territorios donde la calidad de la tierra es muy baja, y donde

el acceso a mercados y a vías es precario es falsa, como se evidencia en el mapa

de la concentración por UAF.

Page 102: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

101

Gráfica 3.8 Coeficiente Gini de tierras por municipios

Fuente: Observatorio Rural. Universidad de la Salle

Page 103: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

102

Gráfica 3.9 Coeficiente Gini UAF por municipios

Fuente: Observatorio Rural. Universidad de la Salle

Page 104: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

103

3.3 El reparto de baldíos y la concentración de la tierra

Durante gran parte del siglo XX la privatización de baldíos llevó al predominio de la gran

propiedad dentro de la frontera agraria. Muchas veces esta privatización se hacía por la vía

de la usurpación de baldíos ya que resultaba menos costoso que las vías legales. Frente al

creciente comercio internacional durante el siglo XIX aumentó la demanda de tierras baldías

para explotación agroforestal (UPRA, 2016).

Si bien la política de adjudicación de baldíos mantuvo la desigual distribución de la

tierra, las adjudicaciones de terrenos medianos y pequeños contribuyeron a la

formación de una clase media rural, lo cual hacía parte del ideario liberal y el

conservador. Fue evidente en la política de baldíos durante siglo XX el interés de

los gobernantes colombianos de entonces de promover la colonización campesina

y la expansión de la frontera agraria, principalmente (Centro Nacional de Memoria

Histórica, 2016).

Legrand (1988) analizó los cambios en la política de concesión de baldíos durante

el período comprendido entre 1827 y 1931. Recientemente el trabajo de Rocío

Londoño (2016) presentado por el Centro Nacional de Memoria Histórica, actualizó

las cifras del reparto de baldíos de la Nación. Un análisis más detallado de la política

de baldíos en Colombia se presenta en el Anexo 1.

La tabla 3.4 muestra las concesiones de baldíos de la nación durante el periodo

1987 a 2012. La gráfica 3.10 muestra los Ginis estimados para las concesiones de

baldíos, la gráfica 3.11 muestra los porcentajes de concesiones de baldíos según

rangos de tamaños para cada periodo de análisis, y la gráfica 3.12 muestra los

porcentajes de áreas de baldíos entregadas según rangos de tamaños para el total

del periodo de análisis (1827-2012).

Page 105: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

104

Tabla 3.4 Concesiones de Baldíos de la Nación 1827 - 2012

Fuente: Centro Nacional de Memoria Histórica (2016). Cálculos propios

La tabla 3.4 y la gráfica 3.10 muestran como durante el siglo XIX (periodos 1827-

1869 y 1870-1900) las concesiones de baldíos fueron muy importantes en la

consolidación de la gran propiedad. Los Ginis de concesiones de baldíos fueron

para estos periodos de 0,85 y 0,73 respectivamente, y posteriormente decrecen

durante el siglo XX y XXI, fluctuando en rangos de entre 0,25 y 0,50.

1827- 1869 1870 -1900 1903-1931 1932-1946 1947-1953 1954-1957 1958-1961 1962-1987 1988 - 1994 1995 - 2012 Total

1 a 20 hectáreas

Número de concesionario 17 63 2.789 8.953 9.265 7.592 4.308 177.507 56.530 99.864 366.888

Número de hectáreas 115 598 41.897 85.037 55.798 37.374 20.572 976.607 218.182 276.056 1.712.236

Promedio de hectáreas 7 9 15 9 6 5 5 6 4 3 69

21 a 100 hectáreas

Número de concesionario 9 344 974 3.829 4.616 3.738 3.092 97.448 15.626 19.348 149.024

Número de hectáreas 568 23.444 55.278 157.391 201.524 166.388 145.477 4.111.725 711.404 900.135 6.473.334

Promedio de hectáreas 63 68 57 41 44 45 47 42 46 47 499

101 a 500 hectáreas

Número de concesionario 21 241 665 513 1.291 1.461 1.913 16.499 3.980 3.872 30.456

Número de hectáreas 6.223 61.459 155.449 105.988 240.434 275.926 387.943 3.112.046 781.330 810.622 5.937.420

Promedio de hectáreas 296 255 234 207 186 189 203 189 196 209 2.164

501 a 1.000 hectáreas

Número de concesionario 14 114 208 130 174 224 315 1.112 774 1.429 4.494

Número de hectáreas 11.259 87.760 171.750 95.489 127.338 167.574 232.900 869.054 643.986 1.096.977 3.504.087

Promedio de hectáreas 804 770 826 735 732 748 739 782 832 768 7.735

1.001 a 2.500 hectáreas

Número de concesionario 16 107 219 96 29 27 53 157 188 1.197 2.089

Número de hectáreas 26.684 185.460 437.783 202.847 47.523 43.300 81.284 240.869 320.058 1.583.840 3.169.648

Promedio de hectáreas 1.668 1.733 1.999 2.113 1.639 1.604 1.534 1.534 1.702 1.323 16.849

2.501 a 5.000 hectáreas

Número de concesionario 16 95 19 2 24 67 74 38 130 85 550

Número de hectáreas 57.810 395.163 73.353 7.583 109.721 281.940 275.720 123.052 379.922 253.262 1.957.526

Promedio de hectáreas 3.613 4.160 3.861 3.792 4.572 4.208 3.726 3.238 2.922 2.980 37.071

5.000 o más hectáreas

Número de concesionario 19 56 6 - - 4 - 17 8 13 123

Número de hectáreas 313.208 702.956 54.765 - - 31.879 - 763.803 84.811 109.334 2.060.756

Promedio de hectáreas 16.485 12.553 9.128 - - 7.970 - 44.930 10.601 8.410 110.076

Total

Número de concesionario 112 1.020 4.880 13.523 15.399 13.113 9.755 292.778 77.236 125.808 553.624

Número de hectáreas 415.867 1.456.840 990.275 654.335 782.338 1.004.381 1.143.896 10.197.156 3.139.693 5.030.226 24.815.007

Promedio de hectáreas 3.713 1.428 203 48 51 77 117 35 41 40 5.753

Coeficiente de Gini 85,5 73,7 49,2 33,7 32,6 44,2 39,7 25,5 38,3 43,9 33,2

Page 106: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

105

Gráfica 3.10 Gini de Concesiones de Baldíos 1827 - 2012

Fuente: Centro Nacional de Memoria Histórica (2016). Cálculos propios

La gráfica 3.9 muestra también esta fuerte tendencia durante el siglo XIX. En el

periodo1827-1869 se entregaron en concesión 415.867 hectáreas en total, de las

cuales el 85,5% (313.208 hectáreas) fueron de predios mayores de 5.000 hectáreas;

mientras que para el periodo 1870-1900 del 1.456.840 hectáreas 48,2% (702.956

hectáreas) fueron de predios mayores de 5.000 hectáreas (ver tabla 3.5). En

términos porcentuales estas concesiones de baldíos de predios mayores de 5.000

hectáreas tendieron a desaparecer a partir del siglo XX, aunque se siguieron

entregando incluso en el siglo XXI.

En la gráfica 3.11 también se observa como durante el siglo XX, empieza a dominar

la mediana propiedad (rangos de tamaño de 20 a 100 y de 100 a 500 hectáreas) en

la asignación de baldíos, como consecuencia de la legislación agraria que buscaba

la consolidación de los medianos agricultores en la estructura agraria. La gráfica

3.12 muestra como en el total del periodo de análisis fueron estos rangos medianos

los que al final tuvieron mayor prevalencia en el número de hectáreas de baldíos de

la nación asignados a los privados.

85,5

73,7

49,2

33,7 32,6

44,239,7

25,5

38,343,9

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90G

ini

Periodo

Page 107: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

106

Gráfica 3.11 Porcentajes de Concesiones según rangos de tamaños para cada periodo

Fuente: Centro Nacional de Memoria Histórica (2016). Cálculos propios

Los predios de más de 1.000 hectáreas suman casi el 30% de los baldíos asignados

por la nación, es decir 7.187.930 hectáreas; mientras que los rangos medios (20 a

1.000 hectáreas) suman 15.914.841 hectáreas (64.1%). Los predios menores a 20

hectáreas solo recibieron el 6,9% de la tierra baldía, pero el número de familias que

recibieron estas concesiones corresponde al 66,3% del total asignado durante todo

el periodo de análisis.

Gráfica 3.12 Porcentajes de Concesiones de Baldíos según rangos de tamaños

para el total del periodo 1827-2012

Fuente: Centro Nacional de Memoria Histórica (2016). Cálculos propios

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

1827- 1869 1870 -1900 1903-1931 1932-1946 1947-1953 1954-1957 1958-1961 1962-1987 1988 - 1994 1995 - 2012

1 a 20 hectáreas 21 a 100 hectáreas 101 a 500 hectáreas 501 a 1.000 hectáreas

1.001 a 2.500 hectáreas 2.501 a 5.000 hectáreas 5.000 o más hectáreas

6,9%

26,1%

23,9%

14,1%

12,8%

7,9%

8,3%

0,0% 5,0% 10,0% 15,0% 20,0% 25,0% 30,0%

1 a 20 hectáreas

21 a 100 hectáreas

101 a 500 hectáreas

501 a 1.000 hectáreas

1.001 a 2.500 hectáreas

2.501 a 5.000 hectáreas

5.000 o más hectáreas

Page 108: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

107

3.4 Los derechos de propiedad de la tierra

Formas de tenencia de la tierra

Una causa histórica muy importante de la concentración de la tierra en Colombia ha

sido para muchos analistas del problema agrario la debilidad de los derechos de

propiedad. Esta característica de la propiedad agraria en Colombia se puede

observar en los datos del CNA, como se muestra en la tabla 3.5 y la gráfica 3.13

donde se presentan las formas de tenencia de tierra.

Como se observa en la gráfica 3.11 la tenencia “Propia” responde al mayor número

de UPAS (66,3%) y ocupan el mayor porcentaje del área (40%), que corresponden

a 28.739.431,5579 hectáreas. La tenencia “Arriendo” ocupa el segundo lugar en

número de UPAS (8,78%), pero el porcentaje de la tierra que ocupan es tan solo el

2,6%, mientras que la “Aparcería” solo ocupa el 0,39% del área. La “propiedad

colectiva” participa con el 20,7% del área que corresponden a 14.909.465 de

hectáreas, sin embargo, estos territorios colectivos a grupos étnicos suelen estar en

zonas de reserva, y en consecuencia el área de uso agropecuario para estos grupos

es muy poca.

Tabla 3.5 Formas de tenencia de tierra. Total nacional - CNA 2014

Tipo de tenencia Número de UPAS

Número de Hectáreas

% de UPAS

% Área Promedio hectáreas

Propia 1.572.635 28.739.431 66,35% 40,04% 18,3

Arriendo 208.075 1.906.418 8,78% 2,66% 9,2

Aparcería 33.530 277.995 1,41% 0,39% 8,3

Usufructo 34.562 304.557 1,46% 0,42% 8,8

Comodato 6.718 72.096 0,28% 0,10% 10,7

Ocupación de hecho 7.245 155.463 0,31% 0,22% 21,5

Propiedad colectiva 110.995 14.909.465 4,68% 20,77% 134,4

Adjudicatario o comunero 28.708 267.964 1,21% 0,37% 9,3

Otra forma de tenencia 64.959 3.178.597 2,74% 4,43% 48,9

Mixta 96.501 3.779.737 4,07% 5,27% 39,2

No sabe 206.171 18.183.978 8,70% 25,33% 88,2

Total 2.370.099 71.775.706 100% 100% 397

Fuente: DANE (2016). Cálculos propios

Un dato muy importante que llama la atención observando la gráfica 3.8, es quienes

responden “No sabe” frente a la pregunta del CNA sobre el tipo tenencia. La

Page 109: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

108

respuesta “No sabe” corresponden a un área de 18.183.978 hectáreas, es decir

25,33% del área y 8,70% del total de UPAS. Este dato revela la informalidad de la

tierra y pone en evidencia el desconocimiento del Estado de quienes son los dueños

de la tierra en Colombia.

Gráfica 3.13 Porcentaje de UPAS y de Área según Forma de Tenencia.

Fuente: DANE (2016). Cálculos propios

Índice de informalidad de la UPRA

La Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA) ha calculado recientemente

un índice de informalidad que permite estimar, identificar y delimitar áreas con

posible presencia de informalidad en la tenencia de la tierra a nivel predial, con el

objetivo de servir de insumo técnico en el proceso de planificación del ordenamiento

social y productivo de la propiedad rural del país. Para el cálculo del índice de

informalidad, la UPRA tuvo en cuenta los predios que cumplieran con cualquiera de

los siguientes criterios:

Predios sin matrícula inmobiliaria: Con el propósito de presumir qué predios no

cuentan con un antecedente registral y, por ende, tienen problemas de

informalidad, con base en la información del catastro se clasifican los predios

con matrícula inmobiliaria identificada (se presume que cuenta con antecedente

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70%

Comodato

Ocupación de hecho

Adjudicatario o comunero

Aparcería

Usufructo

Arriendo

Otra forma de tenencia

Mixta

Propiedad colectiva

No sabe

Propia

% de UPAS % de Área

Page 110: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

109

registral) y aquellos que no registran matrícula inmobiliaria (se presume que son

predios sin antecedente (registral-informal).

Predios identificados con mejoras en predio ajeno dentro de la base catastral en

la base de datos catastral: Para esta variable, se toman las mejoras en predio

ajeno de la base catastral, presumiendo que son posesiones sobre predios de

propiedad privada, susceptibles de formalización.

Predios no interrelacionados en el Proyecto Interrelación Catastro-Registro

(Icare): La Superintendencia de Notariado y Registro (SNR) y el Instituto

Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) han realizado la interrelación de sus bases

de datos con el propósito de buscar una mayor transparencia y agilidad en el

sistema y dar acceso de forma eficiente y segura a la información acerca de

predios, propietarios y transferencia de propiedad. Como resultado de esta

interrelación, se identificaron predios que coincidieron en ambas bases de datos,

los cuales se denominan «predios con interrelación»; por otro lado, los predios

catastrales sin interrelación fueron aquellos que por medio de las variables

utilizadas no encontraron una pareja en la base de registro, razón por la cual se

presume que los mismos tienen alta posibilidad de ser informales.

Predios con falsa tradición registrada en el folio de matrícula inmobiliaria: La

falsa tradición es una inscripción realizada en el folio que se hace a favor de una

persona a quien otra, que carece de dominio sobre el bien o el derecho vendido,

le ha hecho acto de transferencia.

Los predios que cumplan con al menos una de las condiciones anteriores se

contabilizan como predios con indicios de alguna situación de informalidad y, por

ende, se suman dentro del número total de predios presuntos informales para cada

municipio. De esta manera se conforma el índice de informalidad municipal en todo

el país. La gráfica 3.14 muestra el mapa de la informalidad en Colombia, estimado

a partir del índice de la UPRA. Se observa en este mapa la alta predominancia en

todo el territorio de las tonalidades obscuras, que demuestran la alta informalidad

de la tierra en Colombia.

Page 111: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

110

Gráfica 3.14 Porcentaje de Informalidad de la propiedad de la tierra Municipios

Fuente: Observatorio Rural. Universidad de La Salle

Page 112: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

111

De acuerdo con este índice de informalidad la UPRA estimó que el país cuenta con

un 54,31 % de informalidad en la tenencia de la tierra1. De los 1122 municipios

sobre los cuales se calculó el índice, 288 presentan entre el 75 y el 100 % de

informalidad, 429 municipios entre el 50 y el 75 % de informalidad, 334 entre el 25

y el 50 % y solo 68 entre el 0 y el 25 %. Dentro de los departamentos con mayor

incidencia en los altos índices de informalidad del país, se encuentran Boyacá,

Cundinamarca, Nariño, Antioquia y Cauca. Los resultados del índice de informalidad

la UPRA a nivel municipal y departamental se presentan en el Anexo 7.

La informalidad en los derechos de propiedad y la concentración de la tierra

Con el fin de examinar la asociación entre la concentración de la tierra medida por

el coeficiente de Gini y el índice de Informalidad realizada por la UPRA, se realiza

un ajuste de un modelo de regresión simple (Ver gráfica 3.12). Los resultados

arrojan que no se encuentra una relación entre las dos características, ya que el

modelo de regresión simple no muestra una relación significativa entre las dos

variables (p=0,545).

Gráfica 3.12 Regresión simple Gini de tierras a índice de informalidad

Fuente: UPRA 2016, DANE 2015. Cálculos propios

Page 113: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

112

El modelo de regresión simple no muestra asociación entre la informalidad de los

derechos de propiedad y la concentración de la tierra a nivel municipal. Los datos

observados en la gráfica 3.12 muestran una gran dispersión en las observaciones,

por lo cual no se encuentra ninguna tendencia estadística, a pesar de que muchos

analistas coinciden en que la debilidad de los derechos de propiedad ha sido una

causa muy importante de la concentración de la tierra en Colombia. Una primera

explicación es que la información de la UPRA se basa en los registros catastrales y

notariales que solo cubren una parte de la población. Probablemente exista un

desfase temporal entre estas variables, para lo cual se necesitarían series

temporales, con las que el país no cuenta. También es importante hacer

investigación cualitativa y verificación en campo con variables más precisas.

3.5 Consecuencias concentración de la propiedad rural para la eficiencia en

Colombia

La tierra es el principal activo productivo y la agricultura es la fuente de ingresos

más importante para los pobres rurales en los países en desarrollo26. El acceso a la

tierra es fundamental para construir medios de vida viables y salir de la pobreza.

Por ello, la concentración de la tierra es un obstáculo para incrementar la

productividad agrícola y los ingresos rurales (Banco Mundial, 2008). La desigualdad

en el acceso a la tierra restringe los ingresos provenientes de la tierra y también del

trabajo, haciendo más difícil escapar de la pobreza. La desigualdad en el acceso a

la tierra no solo aumenta la desigualdad por ingresos, sino que también es probable

que reduzca la producción agrícola total y disminuya el crecimiento económico. Por

ello las estructuras agrarias caracterizadas por una alta desigualdad están

asociadas con relaciones políticas y sociales poco democráticas, características de

economías pobres y con una extrema desigualdad de los ingresos.

Dada la importancia de la agricultura y el empleo agrícola en los países en

desarrollo, la tierra ha sido un tema importante en los debates y teorías sobre el

desarrollo y una fuente de movimientos sociales y políticos, y de conflicto agrario.

26 La industria urbana suele ser demasiado exigente en habilidades y capital como para ser una

opción para los campesinos pobres.

Page 114: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

113

Cuando la concentración de la tierra es elevada genera pobreza y desigualdad, ya

que en situaciones en que la mano de obra es abundante en relación con la tierra,

los retornos del trabajo serán bajos y los de la tierra serán altos. En tal circunstancia

si la propiedad de la tierra es extremadamente sesgada, la desigualdad de los

ingresos será muy alta y la pobreza será generalizada entre los que no puedan

acceder a la tierra.

Los datos de la estructura de la propiedad agraria en Colombia revelan una

desigualdad en el acceso a la tierra históricamente elevada, y que ha venido

creciendo en las últimas mediciones. El análisis comparativo mostró que los índices

de concentración de la tierra ponen a Colombia como uno de los países más

desiguales de la región e incluso del mundo. La elevada desigualdad de la

propiedad rural en Colombia tiene consecuencias graves para el desarrollo del país

en el orden social, económico y ambiental.

La concentración de la tierra es suficiente para producir desigualdad y pobreza.

Dónde la mano de obra es abundante en relación con la tierra, los retornos a la tierra

serán altos y los retornos al trabajo serán bajos. La concentración de la tierra trae

como consecuencia una disminución de los salarios rurales. Los grandes

propietarios utilizan técnicas de producción que demandan poca mano de obra. Esta

situación genera un aumento en la oferta laboral que no es absorbida por las

grandes explotaciones, y como resultado hay un excedente de mano de obra en las

pequeñas explotaciones, generando condiciones de desempleo y subempleo. La

disminución del salario rural a la larga disminuye también el salario urbano y genera

desempleo en el sector urbano. La concentración de la tierra reduce producción

agrícola total porque, como veremos, las grandes explotaciones son menos

productivas. Sin embargo, los grandes propietarios se benefician porque tienen

mucha tierra y pagan salarios bajos, lo cual aumenta la desigualdad. La disminución

de los salarios produce pobreza generalizada (Griffin, Khan, & Ickowitz, 2002).

De acuerdo a los datos del CNA de 2014, el 5,5% de la tierra corresponde a predios

de menos de 10 hectáreas, pero en ellos vive el 76% de la población rural (Tabla

2.3). La concentración de la tierra genera un alto nivel de desempleo y subempleo

Page 115: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

114

debido al exceso de población en las pequeñas explotaciones y la baja demanda de

trabajadores de las grandes explotaciones. El exceso de trabajadores además

disminuye los salarios, genera migraciones masivas hacia los centros urbanos y

pobreza tanto rural como urbana.

La inequidad en el acceso a la tierra genera un grave conflicto ambiental por el uso

inadecuado del suelo. Gran parte de la tierra de uso agropecuario está ocupada por

latifundios en ganaderías extensivas de baja productividad, con un grave deterioro

de los bosques, el agua y la biodiversidad. Solo una pequeña proporción de la tierra

en grandes predios se utilizó en cultivos agroindustriales con alto uso de insumos.

En vista de que las tierras planas y de buena calidad fueron acaparadas por el

latifundio improductivo, los campesinos utilizaron las tierras de alta pendiente en la

zona andina, en páramos o humedales, o expandieron la frontera en la selva y en

los bosques causando enormes daños ambientales (Reyes, 2016).

También la inequidad en el acceso a la tierra ha sido una causa muy importante del

conflicto armado y social del país. En Colombia la apropiación, el uso y la tenencia

de la tierra han sido motores del origen y la perpetuación del conflicto armado27

(Fajardo, 2015). El hecho de que el problema de la tierra haya sido el primer punto

de la negociación en el acuerdo de paz firmado en el año 2016, es una demostración

de que la disputa por la tierra fue neurálgica en el conflicto colombiano. La debilidad

histórica de los derechos de propiedad agraria en Colombia permitió a los agentes

con más poder apropiarse de la tierra, legal o ilegalmente, muchas veces con el uso

de la violencia, llevando a incrementar el tamaño de los predios más allá de

cualquier criterio de eficiencia económica y social.

Una de las consecuencias más importantes de la desigualdad de la propiedad rural

en Colombia se relaciona con la eficiencia. Los datos del censo revelan que la mayor

parte de la tierra se encuentra en predios muy grandes, mientras la mayoría de

pequeños productores de economía campesina no poseen tierra suficiente. Si las

27 El conflicto en Colombia ha cobrado la vida de 220.000 seres humanos entre 1958 y el 2012. Adicionalmente los datos incluyen 23.000 víctimas de asesinatos selectivos, 11.750 víctimas de masacres, y 27.023 víctimas de secuestros. Más de medio siglo de violencia han dejado 6 millones de hectáreas despojadas y 7 millones de desplazados (Grupo Memoria Histórica, 2013).

Page 116: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

115

pequeñas explotaciones son más eficientes que las grandes como se ha reportado

en la mayor parte de la literatura internacional, la estructura de tamaños de predios

en Colombia muestra que el equilibrio de tamaños de predios no se ajusta en el

tamaño óptimo, generando una ineficiencia económica.

El tamaño óptimo de explotación agrícola es un área que es operada con eficiencia

económica en el sentido amplio. Para Berry (2016), la eficiencia económica reducida

es aquella que solo tiene en cuenta la productividad agrícola, mientras que la

eficiencia económica amplia incluye además variables como la generación de

empleo y la preservación del medio ambiente (Berry, 2016). Como lo afirma

Vogelgesang (1996) “Si se supone que hay una distribución óptima de las unidades

agrícolas en el tiempo y el espacio y que está vinculada al tamaño, lo más probable

es que una distribución extremadamente sesgada que no permite ajustes del

tamaño con fines de optimización también sea inadecuada desde el punto de vista

de la eficiencia” (Vogelgesang, 1996).

Page 117: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

116

CAPÍTULO 4

LA RELACIÓN INVERSA ENTRE EL TAMAÑO DE LA FINCA Y LA

PRODUCTIVIDAD AGRÍCOLA: TEORÍA Y EVIDENCIAS

INTERNACIONALES

Page 118: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

117

CAPÍTULO 4. LA RELACIÓN INVERSA ENTRE EL TAMAÑO DE LA FINCA Y

LA PRODUCTIVIDAD AGRÍCOLA: TEORÍA Y EVIDENCIAS

INTERNACIONALES

Introducción

Ha habido un debate que lleva varios siglos en la economía acerca de la importancia

y la eficiencia de las fincas en pequeña escala. Muchos afirman que las grandes

explotaciones son más eficientes que las pequeñas, y por lo tanto subdividirlas por

medio de una reforma agraria reduciría la producción agrícola, la eficiencia y el

crecimiento económico. Casi un siglo de investigación por los economistas agrícolas

ha producido un contraintuitivo hecho estilizado: los pequeños agricultores

generalmente usan la tierra, el capital y la mano de obra más eficientemente que

los grandes agricultores. Esta relación inversa entre el tamaño de la finca y la

productividad agrícola implica que redistribuir la tierra de las grandes explotaciones

a los pequeños agricultores familiares aumentará la eficiencia de la economía

(Binswanger, Bourguignon, & van den Brink, 2009). Con pocas excepciones la

superioridad en productividad y eficiencia de las pequeñas explotaciones familiares

sobre las grandes explotaciones comerciales continúa hoy (Banco Mundial, 2006).

La relación inversa (en adelante RI) entre el tamaño del predio y la productividad

agrícola es la evidencia empírica más importante de la economía agraria (Fan, 2005;

Dyer, 1991; Lipton M. , 2009) y ha sido la principal justificación para emprender

reformas agrarias como requisito para superar los obstáculos al desarrollo. Las

reformas agrarias iniciadas durante la segunda posguerra e impulsadas durante la

guerra fría se fundamentaban en las evidencias de la mayor eficiencia de los

pequeños agricultores. A pesar de la solides teórica y del gran acerbo de evidencias

internacionales, la RI ha sido objeto de un gran debate en las ciencias económicas,

toda vez que sus resultados se oponen a los postulados de la teoría neoclásica que

normalmente encuentran rendimientos constantes a escala en la economía.

Page 119: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

118

A los responsables de la política pública les interesa aumentar la productividad

agrícola y reducir las desigualdades en el acceso a la propiedad rural, por lo cual la

constatación de una RI sugiere que estos dos objetivos se pueden lograr con una

misma política de reforma agraria. Desde hace mucho tiempo la relación inversa

entre el tamaño de la finca y la productividad de la tierra ha sido un elemento clave

en el argumento de que tal distribución de la tierra puede ser equitativa (a corto y a

largo plazo) y a la vez promotora del crecimiento. El desafío intelectual consiste en

entender que el asegurar que los grandes propietarios tengan más tierra, como

consecuencia condena a los demás a tener muy poca. La RI por lo general implica

que el ingreso agrícola total llegará al máximo cuando la tierra esté casi igualmente

distribuida. Esto a la vez implica que la brecha total de la pobreza se minimiza bajo

una distribución tal de la tierra (Berry, 2014).

Este capítulo muestra los elementos teóricos que han sido reportados en la literatura

sobre los orígenes de la RI, sus explicaciones y las principales objeciones que aún

persisten entre algunos economistas. A partir de estas bases teóricas se examinará

en el próximo capítulo la evidencia de una RI en Colombia.

4.1 La Relación Inversa: Elementos teóricos

Origen e importancia

La Relación Inversa (RI) sostiene que a medida que se incrementa el tamaño de la

finca, disminuye la producción agrícola por hectárea. Tanto histórica como

geográficamente, la evidencia empírica sobre la existencia de una RI es

abrumadora, abarcando desde la Inglaterra medieval, Rusia prerrevolucionaria y

China hasta los países en desarrollo contemporáneos en Asia, África y

Latinoamérica (Dyer, 1991). Iniciando el siglo XX, los estudios de Chayanov sobre

la economía campesina en Rusia mostraron evidencias sobre la mayor

productividad de los predios pequeños. Pero más recientemente Amartya Sen en

1962 encontró en la India evidencias cuantitativamente sólidas. Tomando los datos

de Indian Farm Management Surveys, Sen encontró que, en términos generales, la

Page 120: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

119

productividad de la tierra disminuía conforme aumentaba el tamaño de la

explotación. La posterior investigación empírica dejó pocas dudas sobre la validez

y generalidad de este fenómeno observado en muchos países de Asia, África y

América Latina28.

La RI constituye el núcleo microeconómico para establecer el tamaño óptimo de

explotación agrícola y la justificación más importante para una reforma agraria

redistributiva (Cornia, 1985). La principal justificación en que se fundamenta la

reforma agraria es que las grandes fincas desaprovechan la tierra mientras que las

fincas pequeñas subutilizan la mano de obra, lo que resulta en bajo nivel de

productividad de la tierra y del trabajo, y por consiguiente genera pobreza y

desigualdad. Pero ante todo el debate de la reforma agraria se ha centrado en la

pregunta por el desarrollo económico nacional (White, Borras Jr., & Hall, 2014).

Los debates sobre reforma agraria han girado en torno a la eficiencia de la escala

de producción. La agricultura en pequeña escala ha sido cuestionada sobre su

viabilidad y su papel en la producción mundial de alimentos. Con esta perspectiva

las políticas públicas han apoyado a las grandes explotaciones basadas en su

supuesta mayor eficiencia, logrando a una estructura dualista de grandes granjas

capitalistas dedicadas a la exportación, mientras se considera que los pequeños

deben desaparecer o integrarse a los agronegocios29.

Los pequeños productores son criticados por que utilizan tecnologías atrasadas y

porque no es eficiente mecanizar sus pequeñas granjas para elevar la

productividad. Por el contrario, a menudo se ha considerado que las grandes

explotaciones tienen economías de escala, pues utilizan tecnologías modernas y

mecanización que los lleva a un nivel de productividad y eficiencia mayor que los

28 Berry y Cline (1979) mostraron un impresionante conjunto de pruebas que confirman la generalidad

de una RI entre el tamaño de la finca y la productividad por hectárea en países como Colombia, Brasil, India, Filipinas, Malasia y Paquistán. También Cornia (1985) en un estudio amplio encontró evidencias de la RI en un amplio estudio de 15 países. Carter (1984) para el norte de la India, Heltberg (1998) en Pakistán, Masterson (2005) en Paraguay, Thapa (2007) en Nepal, Dyer (2008) en Egipto y Helfand (2004) en Brasil entre los muchos estudios existentes. 29 Según el Banco Mundial, los pequeños agricultores tienen tres alternativas: ser asalariados en

las grandes agrocadenas que producen para la exportación, integrarse a la producción capitalista de monocultivos en gran escala o migrar a las ciudades (Banco Mundial, 2008).

Page 121: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

120

pequeños agricultores. Por lo tanto dividir las grandes explotaciones por medio de

una RA distributiva llevará a una pérdida de eficiencia.

Sin embargo, para analizar la eficiencia y la escala de producción se deben tener

en cuenta tres hechos importantes. El primero es que la propiedad de la tierra es

muy diferente a la de otros activos por su papel fundamental en la generación de

ingresos, estatus y poder local, y por lo tanto la desigualdad extrema en el acceso

a la tierra distorsiona los mercados generando ineficiencia y desigualdad. El

segundo es que la mayor parte de la tierra no ha sido adquirida como resultado de

una mayor eficiencia de los propietarios, sino producto de la herencia, la

confiscación de tierras, las intervenciones de gobiernos coloniales, la expropiación

violenta o el fraude. Y tercero es que los pequeños agricultores han enfrentado a un

sesgo en las políticas públicas que ha favorecido a los grandes propietarios

(Binswanger, Bourguignon, & van den Brink, 2009).

Medidas de la productividad agrícola

La relación inversa entre el tamaño del predio y la productividad agrícola es un

hecho ampliamente demostrado que aún persiste en el siglo XXI30. Sin embargo, los

hallazgos sobre la existencia de una RI han causado mucho desconcierto para los

que siempre han creído en la mayor eficiencia de las grandes explotaciones. Estas

investigaciones normalmente han reportado dos regularidades: la primera es que la

producción agrícola por hectárea decrece cuando aumenta el tamaño de

explotación, y la segunda es que la productividad del trabajo crece cuando aumenta

el tamaño de explotación. De acuerdo con esto:

𝑃𝑀𝐴 = (𝑌𝐵

𝐴)

𝐴= 𝛹(𝐴)

30 Algunos de los autores que encontraron relación inversa durante el siglo XXI son: (Helfand & Taylor, 2017; Assunção & Ghatak, 2003; Verschelde, M, Rayp, & Vandamme, 2012; Gül Ünal, 2008 ; Dyer, 1998; Sial, 2012; Fan, 2005; Thapa, 2007; Lamb, 2001)

Page 122: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

121

Donde PMA es la productividad media de la tierra, YB es el valor del producto bruto,

A es el área de la finca, Ψ(A) denota que el rendimiento puede ser una función del

tamaño de la granja. En un mundo donde el tamaño de la granja y el rendimiento no

están relacionados, tenemos 𝜕Ψ(A)/𝜕𝐴 = 0. Sin embargo, normalmente el trabajo

empírico ha encontrado 𝜕Ψ(A)/𝜕𝐴 < 0 lo cual ha llevado al hecho estilizado de que

están inversamente relacionados, y es precisamente lo que ha llevado al abundante

interés en la relación y sus explicaciones (Helfand & Taylor, 2017).

Adicionalmente:

(𝑌𝐵

𝑁)

𝑝< (

𝑌𝐵

𝑁)

𝑔∧ (

𝑌𝐵

𝐴)

𝑝> (

𝑌𝐵

𝐴)

𝑔⟶ (𝑃𝑀𝐴)𝑝 > (𝑃𝑀𝐴)𝑔 ∧ (𝑃𝑀𝑁)𝑝 < (𝑃𝑀𝑁)𝑔

Si N es el número de trabajadores, p es la pequeña finca, y g es la gran unidad

productiva. A partir de la desigualdad anterior, Berry (1979) concluye que dado que

𝑃𝑀𝐴 = 𝑌𝐵 𝐴⁄ (productividad media de la tierra) y que 𝑃𝑀𝑁 = 𝑌𝐵 𝑁⁄ (productividad

media el trabajo) la desigualdad (𝑃𝑀𝐴)𝑝 > (𝑃𝑀𝐴)𝑔 y (𝑃𝑀𝑁)𝑝 < (𝑃𝑀𝑁)𝑔 la

productividad media de la tierra va disminuyendo a medida que crece el tamaño del

predio, pero la productividad media del trabajo aumenta con el tamaño de

explotación (Berry, R.A.; Cline, W.R. , 1979).

En este caso pasar la tierra de las grandes explotaciones a las pequeñas aumentará

la productividad de la tierra, pero reducirá la productividad del trabajo. Ante esta

disyuntiva que se observa en la medición de la RI la pregunta que surge es: ¿cuál

de las dos se debe maximizar para lograr la mayor eficiencia y contribuir al desarrollo

nacional? La respuesta a esta pregunta sería ninguna de las dos.

Para Berry (1979) y Binswanger (1995), la principal variable que deben maximizar

los responsables de la política a fin de lograr una mayor eficiencia es la

productividad total de los factores (PTF), es decir, el valor agregado dividido por la

suma de todos los factores de producción correctamente valorados a sus costos de

oportunidad social. La productividad total de los factores es una medida integral de

productividad. Si, como antes, la tierra, la mano de obra y el capital son los tres

Page 123: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

122

factores de producción y los índices de cantidad se construyen utilizando precios, la

PTF se puede escribir como:

𝑃𝑇𝐹 = (𝑄

Í𝑛𝑑𝑖𝑐𝑒 𝑑𝑒 𝑐𝑎𝑛𝑡𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝑓𝑎𝑐𝑡𝑜𝑟𝑒𝑠)

𝐴

= 𝜑(𝐴)

PTF captura efectivamente la productividad con la que se utilizan todos los insumos

en el proceso de producción. Mide las unidades de producto (Q) para cada unidad

de factores de producción utilizados. Si esta medida es una función del tamaño de

la granja, es decir, (𝐴) / 𝜕𝐴 ≠ 0, entonces hay una diferencia inequívoca en cómo las

granjas productivas de diferentes tamaños utilizan los activos en la producción

agrícola, y los formuladores de políticas reciben información clara sobre la relación

entre la productividad y tamaño de granja. Aunque esto es ampliamente reconocido,

un enfoque explícito en la PTF rara vez es el enfoque de los análisis empíricos del

RI en las economías en desarrollo (Helfand & Taylor, 2017).

Sin embargo, dado que en los países en desarrollo el capital es escaso y la mano

de obra es abundante, el costo de oportunidad será más alto para el capital que

para el trabajo, y por lo tanto la PTF será mayor en las pequeñas explotaciones que

utilizan intensivamente el trabajo, que en las grandes que utilizan intensivamente el

capital. En estas circunstancias la productividad de la tierra es un mejor proxy de la

PTF que la productividad del trabajo (Griffin, Khan, & Ickowitz, 2002), y en

consecuencia una RI implicaría que la reforma agraria distributiva aumentaría la

eficiencia económica.

La política pública para el desarrollo económico persigue dos objetivos

fundamentales, el aumento de los ingresos y la igualdad. El primero está asociado

con el crecimiento del PIB y el segundo asociado con la generación de empleo. La

evidencia de una RI muestra que las granjas pequeñas logran ambos objetivos, es

decir el aumento de los ingresos y la igualdad. Sin embargo, aunque la RI no implica

directamente mayor PTF, se debe tener en cuenta que en condiciones de elevado

nivel de desempleo y desigualdad el mejor criterio de eficiencia no es la PTF. Si solo

importara la PTF significaría que el único objetivo es el crecimiento del PIB, y no el

Page 124: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

123

empleo, la desigualdad y otros factores del bienestar. Por ello Berry considera que

la PTF es un indicador de “eficiencia limitada” (Berry 2017).

Entre más grandes son las explotaciones agrícolas menor será la demanda de

empleo y oportunidades para los más pobres. El nivel de vida aumenta con el

tamaño del predio, mientras que la probabilidad de estar en situación de pobreza

aumenta cuando disminuye el tamaño de explotación (Lipton 2009). La contribución

al empleo y la distribución de los ingresos se torna más importante que la “eficiencia

limitada” cuando persisten condiciones de alto desempleo y desigualdad. En estas

condiciones las pequeñas explotaciones son preferidas a las grandes porque son

capaces de generar más ingresos y empleo en los segmentos más pobres de la

población. Si midiéramos la eficiencia en un sentido amplio, en condiciones de

desempleo y desigualdad las pequeñas explotaciones serían preferidas, incluso

aunque no fueran más productivas por unidad de área (Berry, 2017).

Implicaciones de la RI

Sen (1962) hace tres observaciones sobre la agricultura india que son pertinentes

para el análisis: “Observación I: Cuando al trabajo familiar empleado en la

agricultura se le “imputa un valor”, en términos de la tasa del salario estándar, gran

parte de la agricultura india aparece sin remuneración”. “Observación II: En líneas

generales, la “rentabilidad” de la agricultura aumenta con el tamaño de la

explotación. La “rentabilidad” equivale al excedente (o déficit) del valor de la

producción con respecto a los costos, incluyendo el valor imputado de la mano de

obra”. “Observación III: De manera general, la productividad por acre disminuye con

el tamaño de la explotación” (Sen, 1962).

La observación I tiene que ver con las condiciones de pobreza y con la dificultad

intrínseca que tiene la ponderación del trabajo familiar. Las estimaciones

cuantitativas que se hacen de la pequeña producción teniendo como referencia un

estándar, como el salario mínimo, terminan presentando resultados que parecen

ilógicos, y que no guardan relación con los criterios de optimización de la teoría

Page 125: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

124

convencional. En condiciones de pobreza, el costo de oportunidad del tiempo y de

la mano de obra familiar no se puede asimilar a los de las prácticas contables que

se usan en el mundo financiero. En las pequeñas unidades productivas se llevan a

cabo tareas que podrían ser calificadas como “irracionales” desde los principios de

la eficiencia paretiana. No obstante, esta “anomalía” la pequeña unidad se

mantiene.

La observación II se refiere a la relación positiva que existe entre el tamaño de la

explotación y la rentabilidad. Las fincas grandes pueden acceder a mayor tecnología

y por esta razón su rentabilidad es más alta que la de las fincas pequeñas. Y en las

fincas grandes la productividad por trabajador es superior a la de las unidades

pequeñas.

Y la observación III es la constatación de la relación inversa. Cuando se analizan

los cambios en la productividad media por hectárea los resultados de las fincas

pequeñas superan los de las unidades grandes.

La observación I de Sen pone en tela de juicio las definiciones usuales de la

eficiencia, y las concepciones sobre la informalidad. Cuando la productividad

marginal baja y, no obstante, continúa aumentando la mano de obra, se presentaría

una situación insostenible si el costo del trabajo se evaluara en términos del salario

estándar. El trabajo de la unidad familiar no es remunerado. Y por esta razón, el

balance negativo que se desprende de la gráfica no se traduce en un cierre de la

producción. A pesar de que estas relaciones serían insostenibles desde la

perspectiva de la contabilidad formal, la pequeña unidad productiva continúa

operando. La estabilidad de estas unidades se mantiene aun cuando los balances

financieros indicarían que no son rentables. Para la familia campesina el costo de

oportunidad de continuar trabajando en la finca no se evalúa con los criterios de un

analista externo, que tiene como referencia el salario estándar.

La gráfica 4.1 combina las unidades de trabajo en el eje horizontal y la producción,

en el eje vertical. La pendiente negativa de la curva HP representa la productividad

marginal del trabajo. Las explotaciones de mayor tamaño estarían ubicadas hacia

la izquierda, pues su productividad por trabajador es superior a la de las fincas

Page 126: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

125

pequeñas, que se ubicarían hacia la derecha. El volumen de los salarios está dado

por el área OWAP. En el punto B la productividad es suficiente para pagar los

salarios. Allí habría equilibrio y la masa salarial OWBC es compensada con la

productividad, de tal forma que la ganancia es cero. A la izquierda de B, la ganancia

está dada por el área WHB. Esta situación se presenta en las fincas grandes

(observación II).

Fuente: Sen 1962, p. 246

Las fincas pequeñas, a la derecha de B, tienen pérdidas representadas por el área

BAP porque aun cuando su productividad por hectárea es más alta (relación inversa

y observación III), los costos relativos de la mano de obra son elevados. A pesar de

que las fincas pequeñas tienen pérdidas, continúan operando (observación I)

porque los miembros de la familia no las cuantifican como se hacen en los balances

usuales, que monetizan las horas de trabajo teniendo como referencia algún salario

estándar. La comparación de las áreas WHB y BAP que debería ser el punto de

Gráfica 4.1 Relación entre la producción y las unidades de trabajo (jornales

y número de operarios)

Page 127: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

126

partida para mantener o abandonar una explotación, no es considerada por las

familias que explotan unidades pequeñas.

4.2 Explicaciones a la Relación Inversa

La mayor productividad de las pequeñas explotaciones es consecuencia de al

menos tres elementos ampliamente estudiados. En primer lugar, los pequeños

agricultores cultivan un mayor porcentaje de área de la finca, tal como sucede en la

estructura agraria de América Latina donde los minifundios explotan intensivamente

la tierra, en contraste con el panorama de los latifundios improductivos

predominantes en la región. En segundo lugar, en las pequeñas explotaciones hay

una mayor intensidad del uso de la tierra para cultivos, es decir más cosechas al

año por hectárea que las grandes explotaciones. Y en tercer lugar, los predios

pequeños eligen un patrón de cultivos de mayor valor, generalmente cultivos mixtos

en actividades que demandan mayor mano de obra como hortalizas (Boyce, 1987);

en oposición a las grandes explotaciones caracterizadas por monocultivos

mecanizados y ganaderías extensivas. ¿A qué se debe este comportamiento que

exhiben los pequeños agricultores y que lleva la aparición de la RI en los países en

desarrollo? Los hallazgos presentados en la literatura internacional se pueden

agrupar en tres hipótesis que se han consolidado como las más consistentes en la

explicación de la RI: el dualismo del mercado laboral, los costos de transacción de

la mano de obra y las imperfecciones del mercado de factores.

El dualismo del mercado laboral

Según esta hipótesis se supone que los agricultores en pequeña escala están

dotados de abundante mano de obra familiar con un bajo costo de oportunidad, al

tiempo que enfrentan una escasez aguda de capital (Barret, 1996). La explicación

directa de la aparición de una RI es que la mayor productividad de los predios

pequeños se debe a que, frente a una situación de exceso de mano de obra el costo

de oportunidad será cercano a cero, es decir que los pequeños agricultores no

conseguirán empleo fuera de sus explotaciones o lo harán con una remuneración

Page 128: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

127

muy inferior al que conseguirán trabajando en su propia granja, por tanto, aplicarán

intensivamente la mano de obra elevando el producto por unidad de área. La

abundancia de mano de obra los lleva a una mayor aplicación de este factor con el

objetivo de maximizar el producto y repartirlo entre los miembros de la familia en

una lógica chayanoviana31.

El exceso de mano de obra en las pequeñas explotaciones es una consecuencia

del monopolio de la tierra, donde el gran propietario ejerce un control local sobre el

mercado laboral. La apropiación de la mayor parte de la tierra eleva la oferta de

mano de obra proveniente de las pequeñas explotaciones y reduce los salarios

(Griffin, Khan, & Ickowitz, 2002). Esta situación distorsiona los mercados de factores

e impide a la economía campesina la optimización y la acumulación de riqueza

lograda en las empresas capitalistas y mantiene a las economías campesinas en el

nivel de subsistencia (Gül, 2008).

Para los grandes propietarios la tierra representa un bajo costo de oportunidad, por

lo cual la utilizan de manera extensiva. Dado que los grandes propietarios enfrentan

costos del capital financiero más bajos, pueden acceder a mayores niveles de

capital físico y reemplazar la mano de obra que es relativamente más costosa (Sial,

2012). Esto dará como resultado la aparición de una RI, toda vez que el uso

intensivo de capital no podrá elevar el producto por hectárea como si lo hace la

aplicación de mayor trabajo por unidad de área en las pequeñas explotaciones

(Lipton, 2009).

31 De acuerdo a Chayanov (1966) el trabajador familiar campesino opera en un “modo de producción campesino” que lo diferencia de cualquier otro trabajador, ya que su objetivo es garantizar la subsistencia, la cual está determinada por la relación de dependencia dada entre el número de manos que trabajan y el número de bocas que alimentar. Esto explica porque las pequeñas explotaciones producen más por hectárea que un gran productor que aplica mano de obra solo hasta que iguala el producto marginal al salario de mercado, resultando en menos mano de obra contratada por hectárea que los pequeños productores. El modo de producción campesino se genera porque los mercados de productos y factores rurales no están completamente desarrollados o no existen (Chayanov, 1974).

Page 129: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

128

Los costos de transacción de la mano de obra

Esta hipótesis se basa en que el tamaño de la explotación podría conducir a costos

diferentes, y estos a su vez generaran distintos niveles de productividad. Pero las

ventajas de los pequeños agricultores que llevan a una RI no dependen de los

costos de producción por unidad de producto, ya que estos son aproximadamente

neutrales a la escala de producción32, sino de los costos de transacción por unidad

de producto, los cuales cambian sustancialmente dependiendo del tamaño de la

finca. Los costos de transacción son los costos asociados con el uso de los factores

y la entrega de bienes al mercado. Los costos de transacción asociados al trabajo

son la búsqueda y selección de trabajadores, el entrenamiento, la asignación de

tareas, la coordinación, la movilización y supervisión de la mano de obra para evitar

la evasión de tareas. La dispersión geográfica concomitante en la agricultura eleva

los costos de la supervisión de la mano de obra, ya que los trabajadores deben

moverse en grandes espacios. En consecuencia, los costos de transacción de la

supervisión de la mano obra aumentan con el tamaño de explotación.

Adicionalmente, “el modo de producción campesino” propio de las pequeñas

explotaciones, posee abundante mano de obra familiar cuyo objetivo es la

maximización del producto por hectárea para garantizar la subsistencia, lo cual

induce un comportamiento cooperativo en la producción que reduce los costos de

transacción de la mano de obra.

El objetivo de la agricultura a gran escala es maximizar beneficios, para lo cual

emplea trabajadores solo hasta el nivel en que el producto marginal de la última

unidad contratada iguala al salario. Adicionalmente dado que sus costos de

transacción por unidad de producto son inferiores para el capital físico, el acceso al

crédito y la comercialización utiliza menos mano de obra que las pequeñas

explotaciones. Sin embargo, en los países en desarrollo caracterizados por capital

32 Las cantidades físicas de insumos por unidad de producto no varían mucho con el tamaño de

explotación; si se aplican dos bultos de fertilizantes por hectárea en una pequeña explotación, se aplicarán los mismos dos bultos por hectárea en una gran explotación. Aunque los costos de fertilizantes o alimentos para el ganado pueden disminuir un poco cuando se adquieren en grandes cantidades, esta diferencia no cambiará la RI.

Page 130: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

129

escaso y mano de obra abundante, generalmente subempleada, son más

importantes los costos de transacción del trabajo (Lipton M. , 2009).

El uso intensivo de la mano de obra eleva la productividad agrícola de la tierra

directamente, pero también indirectamente mejora la capacidad productiva de la

tierra al aplicar el trabajo intensivo en abonamiento orgánico y conservación del

suelo, plantación de árboles, manejo de agua, división de parcelas, riegos y

drenajes, etc. Este tipo de inversiones que mejoran la calidad del suelo por hectárea

y que son generadas por la mano de obra, no son frecuentes en las grandes

explotaciones, que en general dependen más del capital físico. De esta manera, los

menores costos de transacción de la mano de obra en las pequeñas explotaciones,

conduce a la aparición de la RI en los países en desarrollo.

Una variable fundamental en la determinación de los costos de transacción es la

calidad de la administración que varía con el tamaño de explotación. Para los

propietarios de las grandes explotaciones los ingresos principales no siempre

provienen de sus granjas, y pueden tener otras ocupaciones de donde derivan sus

ingresos, además suelen ser absentistas, no viven en sus granjas y contratan a un

administrador que supervisa una mano de obra asalariada. Generalmente este

administrador contratado no conoce muy bien el entorno, no posee el conocimiento

ancestral de los campesinos ni las tecnologías mejor adaptadas a ese contexto. Por

el contrario, los pequeños agricultores viven en las granjas, ellos mismos la

administran y un alto porcentaje de la mano de obra es familiar.

Entre más pequeñas sean las explotaciones, mayor es la probabilidad de que

correspondan a agricultura familiar. La presencia de “agricultura familiar” asociada

a los predios pequeños es un elemento esencial en la explicación de la RI, ya que

utilizan mano de obra familiar que es más comprometida y no tiene que ser buscada

y seleccionada, disminuyendo substantivamente los costos de transacción. La mano

de obra en las explotaciones familiares trabaja generalmente a tiempo parcial,

generando más de un tercio de los ingresos fuera de la explotación. El trabajo a

tiempo parcial le permite mayor flexibilidad para adaptarse a los ciclos productivos

y derivar ingresos fuera de la finca que garantizan la estabilidad financiera de la

Page 131: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

130

familia. Así mismo las explotaciones familiares presentan distintos grados de

producción agrícola para el autoconsumo y la subsistencia, dependiendo de las

posibilidades del mercado y la dotación de factores en la finca. El autoconsumo es

una garantía para la sobrevivencia de la familia, al tiempo que mejora la rentabilidad

de la explotación cuando se realizan pagos en especie a la mano de obra

contratada. Por último, la característica más importante de la agricultura familiar es

que la gestión de la finca recae en la misma familia, lo cual reduce los costos de

transacción y le da ventajas frente a la agricultura a gran escala (Lipton M. , 2009).

Las imperfecciones del mercado de factores rurales

Según esta hipótesis siempre que existan mercados de factores rurales imperfectos

aparecerá una RI, ya que los precios de los factores serán diferentes para pequeñas

y grandes explotaciones. En general, el costo de oportunidad de la tierra y el capital

son relativamente más bajos para las grandes explotaciones, mientras que para las

pequeñas explotaciones el costo de oportunidad de la mano de obra es más bajo.

Entre más tierra posean las grandes explotaciones, menos tierra tendrán los

pequeños agricultores, así que la escasez de tierra generará excedentes de mano

de obra que reducirán el salario. En condiciones de alto desempleo del trabajo y de

salarios bajos los pequeños agricultores optarán por trabajar en su propia

explotación. Esto conduce a la RI debido al uso más intensivo de la mano de obra

en las pequeñas explotaciones como se explicó arriba.

Las imperfecciones en los mercados de tierras surgen porque la tierra para los

grandes propietarios es más que un factor productivo, ya que genera prestigio y

dominio social, es además un activo de riqueza y un seguro contra la inflación

(Binswanger, Deininger, & Feder, 1995). Dado que la cantidad de tierra fértil es fija,

el aumento de la población y el desarrollo económico incrementan su valor,

generando una valiosa renta que se apropia el terrateniente. Para los pequeños

productores campesinos la tierra representa un vínculo ancestral, la fuente principal

de ingresos y reproducción de la familia, y el espació de producción de cultura y de

vínculos comunitarios (Palacios 2009). Así la tierra resulta ser un factor muy

Page 132: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

131

atractivo que genera incentivos para su acumulación, y en consecuencia el precio

de la tierra siempre se encuentra por encima de sus retornos económicos. En

consecuencia, los mercados de tierras no funcionan y no hay ventas de grandes a

pequeños porque el precio de la tierra está por encima de sus retornos económicos

en valor presente. Además, los grandes propietarios no están interesados en vender

porque ellos ejercen un control sobre el mercado laboral, de modo que si vendieran

la tierra disminuiría la oferta de trabajo y tendrían que pagar salarios más altos

(Griffin, Khan, & Ickowitz, 2002).

Las imperfecciones del mercado de capital surgen por los costos de transacción

inherentes a los mercados financieros rurales. Las instituciones financieras rurales

enfrentan menores costos de transacción en los grandes propietarios que en los

pequeños. Además, en los mercados financieros rurales es fundamental la garantía,

que para los productores agrícolas suele ser la tierra. Sin embargo, en los países

en desarrollo los pequeños productores, no solo tienen poca tierra, sino que además

carecen a menudo de los títulos de propiedad que exigen las instituciones

financieras como garantía. Esta situación sumada al bajo nivel educativo y la poca

información en trámites financieros de los pequeños propietarios, dificulta su acceso

al crédito formal, y generalmente deben recurrir al crédito informal con elevadas

tasas de interés. Mientras tanto los grandes propietarios tienen acceso preferencial

a grandes cantidades de crédito con bajas tasas de interés. En suma, el acceso fácil

al crédito les permite a los grandes propietarios adquirir un mayor nivel de capital

físico que les resulta barato, mientras que para las pequeñas explotaciones resulta

costoso.

Las imperfecciones del mercado de trabajo surgen del poder monopsónico que

tienen los grandes propietarios localmente sobre la mano de obra. El excedente de

trabajo en las pequeñas explotaciones no es absorbido por las grandes,

disminuyendo así los salarios por debajo del equilibrio competitivo. En

consecuencia, las pequeñas explotaciones usan intensivamente el trabajo, lo cual

les da ventajas debido a los menores costos de transacción en la supervisión de la

mano de obra como ya se mencionó.

Page 133: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

132

En resumen, las imperfecciones de los mercados de factores rurales hacen que los

precios de los factores sean diferentes para los pequeños y los grandes

productores. La mayoría de las investigaciones realizadas en el tema coinciden en

que el bajo precio del trabajo en los países en desarrollo lleva a un uso intensivo de

la mano de obra que incrementa la producción agrícola por hectárea. Esta relación

de precios de los factores productivos y las imperfecciones de los mercados de

factores está muy relacionada con el desarrollo económico de los países.

La RI es una consecuencia de una estructura agraria donde los mercados de

factores rurales fallan. La tierra no se puede transferir de los grandes a los pequeños

por medio de mercados distorsionados y el tamaño de las fincas permanecerá lejos

del óptimo de eficiencia. Así mismo la mano de obra permanecerá desempleada

con un salario muy por debajo del salario competitivo, y el capital y la tecnología no

podrán ser adquiridos por los pequeños hasta que no puedan ajustar el tamaño de

explotación. En consecuencia, en presencia de distorsiones de los mercados de

factores la RI permanecerá en la estructura agraria.

4.3 Objeciones a la Relación Inversa

A pesar de la solidez teórica mostrada durante casi un siglo de investigación y de

ser este un hecho estilizado, es decir, aceptado por casi todos los expertos, existen

algunas objeciones a la RI que conviene aclarar. Aunque en general estas

objeciones presentan argumentos muy débiles, no siempre provienen de la

ignorancia en la teoría económica o el desconocimiento del mundo rural, sino que

muchas veces vienen de poderos intereses privados y políticos.

La pregunta de Chicago

Por ejemplo, una objeción que es muy citada en la literatura se conoce como “la

pregunta de Chicago”: ¿Si la tierra es más productiva en las pequeñas

explotaciones, por qué el mercado no transfiere toda la tierra de las grandes a las

pequeñas, y por qué la mano de obra menos productiva en las pequeñas

explotaciones no se transfiere a las grandes donde su productividad es mayor,

Page 134: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

133

logrando así mejoras paretianas a través del mercado? La respuesta es muy trivial,

incluso para un ortodoxo de la economía neoclásica, ya que se sabe bien que los

mercados en general son imperfectos, y mucho más los mercados de factores

rurales. Ante imperfecciones de los mercados de tierras las ventas de grandes

propietarios ineficientes a pequeños propietarios eficientes no se producirán.

Los mercados de tierras presentan muchos obstáculos que han sido ampliamente

analizados. En primer lugar, la prevalencia de una visión feudal en la cual el

monopolio de la tierra representa prestigio y permite ejercer control social y político.

En segundo lugar, para los pequeños propietarios no es fácil adquirir la tierra ya que

su valor de mercado es superior a los retornos netos descontados en el presente,

además no tienen capacidad de ahorro ni capital de trabajo para adquirirla y ponerla

a producir, por lo tanto, no es factible la compra. Tercero, los mercados agrarios son

incompletos, no hay perfecta información sobre la calidad y los precios de la tierra

(Lipton, 2009) y los costos de transacción son muy elevados (Deininger, 2004).

Cuarto, a los grandes propietarios les interesa mantener la concentración de la

tierra, ya que pueden ejercer dominio sobre el mercado laboral y así pagar bajos

salarios. Por último, tienen enormes ventajas en mantener grandes propiedades ya

que hay una captura de rentas derivadas la valorización de la tierra, pagan pocos

impuestos y reciben la mayor parte de los subsidios del gobierno (FAO, 2004). Estos

subsidios están dados por un mayor acceso a bienes públicos como infraestructura

e investigación, crédito agropecuario subsidiado y mayor protección frente al

comercio internacional entre otras (de Janvry A. y., 1993).

La calidad de la tierra

Otro argumento muy popular es que la RI es que surge de la omisión de variables

importantes como la calidad de la tierra. Se argumenta que las explotaciones más

pequeñas son más productivas porque se localizan en las tierras más fértiles y mejor

dotadas. Dado que las tierras más fértiles soportan una población mayor, esto lleva

a su fraccionamiento en pequeñas explotaciones. Por el contrario, en tierras de mala

calidad la densidad de la población es baja y prevalecen las explotaciones de gran

Page 135: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

134

tamaño. La RI aparece porque la calidad de la tierra está asociada con las pequeñas

explotaciones y esta variable es omitida. Sin embargo, se debe distinguir entre la

calidad endógena y exógena. La primera es producto del trabajo humano que se

aplica a mejorar la calidad de la tierra con riegos, plantación de árboles y

abonamiento, y la segunda que es intrínseca a la localización se relaciona con

factores como las fuentes naturales de agua o la fertilidad propia del suelo.

Pero la calidad de la tierra está lejos de explicar la RI. Muchas nuevas

investigaciones han controlado la calidad de la tierra y han confirmado que los

pequeños son más eficientes dentro de territorios homogéneos. Además, se ha

encontrado que las pequeñas explotaciones suelen tener mayor calidad endógena,

es decir producto de la aplicación del trabajo intensivo, y no producto de una mejor

localización. Por último, en países de África y Latinoamérica se ha verificado la RI

a pesar de que las tierras de mejor calidad exógena pertenecen a los grandes

propietarios que tienen más poder político y acceden a mayores bienes públicos

como carreteras y canales de riego.

Globalización y el avance tecnológico

Finalmente, se ha argumentado que, si bien pudo existir una RI en el pasado, el

nuevo entorno de globalización ha eliminado las ventajas de las pequeñas granjas.

En particular, el comercio internacional, el auge de los supermercados, el desarrollo

económico y el avance de la tecnología han revertido la RI. Pese a estas objeciones,

en el siglo XXI muchos estudios aún siguen confirmando RI en los países en

desarrollo, mostrando que estas variables no han eliminado las ventajas de las

pequeñas granjas en los países en desarrollo. En primer lugar, el comercio

internacional supondría una ventaja comparativa para los grandes agricultores

modernos intensivos en capital, pero en los países en desarrollo las pequeñas

explotaciones mantienen ventajas comparativas en su mano de obra abundante,

produciendo bienes no transables de alto valor por hectárea, además elijen

actividades agrícolas en las que tienen ventajas comparativas y por eso han

sobrevivido a la globalización (Brookfield, 2008).

Page 136: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

135

Segundo, los supermercados representan una ventaja para los grandes agricultores

por sus menores costos de transacción en la comercialización, pero en los países

en desarrollo esta ventaja no ha desplazado a los pequeños agricultores que

mantienen sus mercados locales y sus estrategias tradicionales de

comercialización. Tercero, el desarrollo económico puede cambiar la relación de

precios del trabajo y el capital y crear una población más urbana favoreciendo la

aparición de una relación directa; sin embargo, la relación de precios de los factores

no es la única causa de la RI, incluso esta podría persistir, aunque se invierta la

relación de precios de los factores, como lo demuestran las evidencias halladas en

el siglo XXI que aún confirman RI. Por último, la tecnología tampoco ha revertido la

RI, como lo revelaron los estudios en la India donde al principio de la

implementación de la revolución verde solo las grandes explotaciones la

adquirieron, pero posteriormente los pequeños adoptaron las nuevas tecnologías

con tan buenos resultados que incluso intensificaron la RI (Lipton M. , 2009).

El avance tecnológico ha mostrado ser neutral, en el mediano plazo33, a la escala

de producción. En la medida en que la tecnología no modifique la relación de precios

del capital y del trabajo, no revertirá la relación inversa como ocurrió con la

revolución verde en los países en desarrollo. Los pequeños agricultores adoptaron

con retardo la nueva tecnología de la revolución verde, pero una vez apropiada esta

tecnología no tuvo ningún efecto sobre la escala de producción.

El avance tecnológico impulsó los incrementos en la productividad agrícola mundial

con mucha fuerza en la década de 1950 y 1960, pero a partir de 1970 los

incrementos en la productividad han sido cada vez menores, hasta llegar a

incrementos de la productividad casi nulos a partir de 1990 (Lipton M. , 2009). En

vista de que los avances tecnológicos no han podido incrementar la productividad

agrícola a partir de ese momento, sumado a que la frontera agraria se está

agotando, la relación inversa ha cobrado una importancia mayúscula y las reformas

33 Cuando aparecieron las semillas mejoradas de la revolución verde en la India, los pequeños agricultores en un principio no las adoptaron. Se pensaba que estas variedades mejoradas solo podían ser utilizadas por los grandes agricultores, quienes tenían más capital y educación. Sin embargo, los pequeños agricultores experimentaron con estas semillas y las fueron introduciendo lentamente. Un tiempo después implementaron con más intensidad que los grandes agricultores (Bejarano, 1989; Lipton M. , 1989).

Page 137: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

136

agrarias han vuelto a las agendas políticas. El avance tecnológico no modificó las

deseconomías de escala en la agricultura de los países en desarrollo, pero la

concentración de la tierra si se constituyó en un obstáculo para una amplia difusión

del progreso tecnológico (CEPAL, 1990). Gracias a la existencia de la relación

inversa, una reforma agraria podrá incrementar la producción al tiempo que

permitirá una mayor difusión del progreso tecnológico.

Page 138: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

137

CAPÍTULO 5

LA RELACIÓN INVERSA. INDICIOS EN COLOMBIA

Page 139: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

138

CAPÍTULO 5. LA RELACIÓN INVERSA. INDICIOS EN COLOMBIA

Introducción

Colombia ha sido un país que históricamente ha carecido de información estadística

sobre el desempeño de su sector agrícola. Prueba de ello es que solo se han

realizado tres censos agropecuarios y el último se realizó en el año 2014 luego de

44 años de haber realizado el segundo. La información sobre precios y costos de

producción es muy incompleta y el censo no recogió información sobre estas

variables. Por ello han sido pocos los estudios que se han realizado para analizar la

relación entre el tamaño de la finca y la productividad agrícola.

En Colombia no ha habido mucha información estadística sobre la producción

agraria y la tenencia de la tierra que permita establecer de manera objetiva la

relación entre la eficiencia económica y el tamaño de las explotaciones

agropecuarias. En el año 2014 se realizó el último censo nacional agropecuario

luego de 44 años de haber realizado el anterior, y es una buena oportunidad de

actualizar los estudios realizados desde el censo de 1970. Berry (1972) utilizó los

datos del censo de 1970 y encontró RI en Colombia, recientemente Leibovich (2013)

encontró que las pequeñas explotaciones son más productivas que las grandes

tomando los datos de la encuesta de Agroingreso Seguro (AIS). En este capítulo se

tomaron los datos del censo agropecuario 2014 para establecer si aún en el siglo

XXI persiste una RI entre el tamaño de la finca y la productividad agrícola en

Colombia, tal como lo muestra la literatura internacional.

5.1 Antecedentes de la Relación Inversa en Colombia

El estudio pionero en Colombia fue presentado por Albert Berry en 1972 a partir de

los datos del censo nacional agropecuario de 1960, encontrando una fuerte RI entre

el ingreso medio y el tamaño de la finca. El estudio mostró que la producción media

por hectárea en las explotaciones de menos de 5 hectáreas superaba a las

Page 140: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

139

explotaciones de 50 hectáreas en un factor de 4,6 a 1; sin embargo, al ajustar las

diferencias en calidad de la tierra el factor pasó a ser de 2 a 1. Para Berry la

ganadería extensiva era el factor decisivo en la baja productividad de las grandes

explotaciones. Berry encontró que para los cultivos la RI no fue muy fuerte; las

unidades de menos de 10 hectáreas mostraron en promedio una ventaja de entre

10 y 15% en relación a las de mayor tamaño; y agregó que con la llegada de nuevas

variedades las grandes y medianas explotaciones alcanzaron mayores

rendimientos por hectárea, aunque fueron efectos transitorios que en el mediano

plazo no pudieron revertir la RI (Berry, 1972).

Si bien se esperaba que después del trabajo de Berry de 1960 las ventajas de las

fincas pequeñas se hubiera reducido debido al avance de los cultivos comerciales

y al limitado acceso a la tecnología en las pequeñas explotaciones (Berry A. , 2016),

un estudio presentado por Leibovich34 en el 2013 encontró una RI incluso más

profunda de los resultados hallados por Berry en 1972. Los datos presentados por

Lebovich fueron objeto de una gran polémica en el país. En estos resultados el

minifundio supera a la gran propiedad por un factor de 7 a 1 (Leibovich, 2013). La

diferencia de productividad por tamaños es tan grande que incluso cometiendo

errores metodológicos se confirmaría una RI en Colombia. Una explicación de las

diferencias en la intensidad de la RI entre el estudio de Berry y el de Leibovich, es

que el segundo usó datos que no son comparables con el censo agropecuario35.

En otro estudio realizado sobre la eficiencia productiva de la agricultura familiar en

Colombia, Forero (2017) midió la rentabilidad de los sistemas de producción en

Colombia, estimando la rentabilidad neta (sin descontar rentas) y la rentabilidad

técnica (contabilizando las rentas pagadas por los productores), encontró que no

existen diferencias en rentabilidad de acuerdo al tipo de productor (Forero,

Rodriguez, Gutierrez-Malaxechebarría, & Nieto, 2017). Sin embargo, este estudio

34 Los datos fueron obtenidos de la encuesta del programa del gobierno para apoyo a la competitividad agrícola “Agroingreso Seguro (AIS)” realizada en el año 2009. 35 La encuesta de AIS estima el valor de la producción a partir de un pronóstico que realizan los productores sobre los ingresos esperados, mientras que el censo pregunta por la producción física obtenida en el último periodo.

Page 141: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

140

no es comparable con las mediciones anteriores ya que utiliza la rentabilidad neta

por hectárea, mientras los anteriores utilizan el valor de la producción por hectárea36.

5.2 La investigación empírica a partir de los datos del Censo Nacional

Agropecuario 2014

Los datos

Los datos de producción agropecuaria fueron tomados del censo nacional

agropecuario (CNA) del año 2014, realizado por el Departamento Nacional de

Estadística (DANE). El censo se aplicó 1.101 municipios con una cobertura de

98,9% del territorio. La base de datos cuenta con un total de 5.335.518 registros, de

los cuales se seleccionaron las Unidades de Producción Agropecuaria (UPA) de

acuerdo con las actividades agrícolas más importantes incluida las actividades de

ganadería bovina. Luego de depurar la base de datos, tomando solo las unidades

productivas que durante el año 2013 habían tenido producción en las actividades

seleccionadas, se logró un total de 970.189 UPAs. Los elementos de la depuración

y del trabajo con los datos se presentan en el anexo metodológico (ver anexo 4).

Tabla 5.1 Áreas de cultivos de mayor importancia en Colombia

Nombre cultivo Total área

(hectáreas) % área

agropecuaria

Plátano 915.979 10%

Café 902.409 10%

Yuca 627.470 7%

Maíz amarillo 618.733 7%

Arroz verde 601.520 7%

Palma de aceite 481.735 5%

Maíz blanco 400.297 4%

Caña panelera 329.594 4%

Papa 267.571 3%

Caña de azúcar 239.795 3%

Cacao 199.549 2%

Fuente: CNA 2014. Cálculos propios

36 Como se advirtió anteriormente el indicador de eficiencia que debe utilizarse es la PTF, pero en vista de la dificultad de estimar los costos de oportunidad es preferible utilizar la productividad de la tierra como un mejor proxy de la PTF.

Page 142: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

141

Dentro de las actividades agrícolas se filtraron aquellas UPA cuya actividad principal

correspondía a las de mayor prevalencia en el área de uso agropecuario en

Colombia (Ver tabla 5.1). Estas actividades agrícolas representan el 62% del área

de cultivos en 11 actividades (presentadas en la tabla 5.1) de las 455 actividades

agrícolas reportadas en el CNA. Así mismo se tomaron las UPA donde la ganadería

bovina era una actividad importante. Se estimaron los precios de mercado37 de

estas actividades agrícolas y ganaderas, tomando información estadística del

Ministerio de Agricultura (2014) y de agremiaciones agropecuarias. Con los datos

de producción y precios se estimó el valor de la producción agropecuaria por

hectárea en cada UPA.

Para controlar el efecto de la calidad de la tierra por municipio, se utilizó el parámetro

de la unidad agrícola familiar UAF38, que representa un área que se ajusta para cada

municipio de acuerdo con la calidad de la tierra, el acceso a los mercados y la

dotación de bienes públicos. De este modo la UAF corresponderá a un área mayor

cuando la tierra sea de menos calidad o esté alejada de los centros urbanos. El

valor de la producción por UAF presenta una estimación de la productividad por

unidad de tierra de la misma calidad, acceso a mercados y dotación de bienes

públicos, controlando así el efecto de la calidad de la tierra sobre la productividad.

La productividad agropecuaria y el tamaño de la UPA

La ecuación más utilizada en la literatura para probar la RI entre en el tamaño de la

finca y la productividad agrícola se basa en una regresión de mínimos cuadrados

ordinarios como el siguiente modelo:

37 Los precios de mercado son un proxy de los precios al productor, ya que no existe información suficiente sobre estos. 38 La Unidad Agrícola Familiar (UAF) se define como “un fundo de explotación agrícola, pecuaria, forestal o acuícola que dependa directa y principalmente de la vinculación de la fuerza de trabajo familiar, sin perjuicio del empleo ocasional de mano de obra contratada”. La UAF es una unidad suficiente para suministrar cada año a la familia que la explote, en condiciones de eficiencia productiva promedio, ingresos equivalentes a dos salarios mínimos legales (Machado A. , 2009).

Page 143: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

142

Log (Y) = α + β Log (A) + u

Donde Y es el valor monetario del producto total por hectárea y A es el área en

producción agropecuaria de la finca por hectárea. Si el valor de β es negativo se

confirma la RI. La tabla 5.2 muestra que a nivel nacional, tanto en el agregado de

cultivos como en ganadería, se confirma la RI entre el tamaño de la finca y la

productividad. Tomando las actividades agrícolas más importantes por separado,

también se confirma la RI para todas excepto para caña de azúcar.

Tabla 5.2 Resultados del modelo de regresión

Cultivos Intercepto Pendiente R2 Coeficiente de

correlación

Total Cultivos 7,29 -0,291*** 0,060 -0,255***

Total Ganadería 11,566 -0,572*** 0,378 -0,621***

Algodón 8,227 -0,233*** 0,086 -0,303***

Arroz verde 8,013 -0,302*** 0,076 -0,277***

Arveja verde 10,121 -0,446*** 0,290 -0,541***

Frijol 7,72 -0,47*** 0,113 -0,337***

Maíz amarillo 6,982 -0,287*** 0,090 -0,304***

Maíz blanco 7,268 -0,302*** 0,109 -0,332***

Papa 10,552 -0,416*** 0,228 -0,479***

Tabaco 12,252 -0,511*** 0,248 -0,502***

Yuca 8,454 -0,347*** 0,172 -0,417***

Plátano 7,836 -0,304*** 0,115 -0,342***

Café 11,997 -0,67*** 0,424 -0,655***

Palma de aceite 8,602 -0,309*** 0,180 -0,433***

Caña panelera 3,333 -0,128*** 0,014 -0,123***

Caña de azúcar 3,26 0,022 0,001 0,0036

Cacao 6,999 -0,301*** 0,085 -0,295***

*** Significativo al 1% Fuente: CNA 2014. Cálculos propios

Los datos de la tabla 5.3 muestran la productividad agropecuaria según tamaños de

UPA en hectáreas para el total nacional. El número total de upas del estudio fue de

Page 144: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

143

970.189, en la columna 2 se presenta el porcentaje upas que corresponde a cada

rango de tamaños. Este total de upas corresponde a 28.107.785 hectáreas, la

columna 3 presenta el porcentaje de hectáreas para cada rango de tamaños. La

columna 4 muestra la productividad agropecuaria calculada como el valor de la

producción agropecuaria por hectárea. La columna 5 muestra la productividad

agrícola (cultivos) por hectárea y la columna 6 la productividad de la ganadería

bovina por hectárea. La columna 7 muestra el porcentaje de la UPA que está en uso

agropecuario. La columna 8 el porcentaje de área de uso agropecuario que está en

pastos para la ganadería, por diferencia el resto está en uso para cultivos. La

columna 9 muestra la productividad agropecuaria por trabajador permanente. Las

tres últimas columnas muestran los porcentajes de trabajadores permanentes,

familiares y de jornales adicionales respectivamente para cada rango de tamaños

de UPA. La tabla 5.4 muestra la productividad agropecuaria, por rangos de tamaño

por departamentos en Colombia.

Tabla 5.3 Productividad agropecuaria según tamaño del predio. Agregado Nacional

Tamaño de

UPA en

hectáreas

% de

número

de UPAs

% del

número

de Has

Productividad total ($/ha

año)

Productividad

cultivos ($/ha

año)

Productividad

Ganadera

($/ha año)

% del área

en uso

agropec.

% del

área en

pastos

(0,1] 18,27 0,3 $5.423.622 $15.113.871 $2.628.876 81% 21%

(1,3] 23,52 1,5 $3.978.095 $11.062.722 $2.053.588 83% 21%

(3,5] 12,45 1,7 $3.176.971 $9.376.416 $1.415.784 83% 21%

(5,10] 15,48 3,8 $2.633.905 $8.310.510 $1.024.272 80% 25%

(10,20] 11,76 5,7 $1.996.763 $6.635.560 $752.713 75% 33%

(20,50] 10,07 10,9 $1.397.568 $4.125.048 $666.615 66% 45%

(50,100] 4,29 10,4 $1.050.847 $2.040.901 $599.022 60% 61%

(100,500] 3,46 23,7 $800.381 $1.028.987 $531.527 58% 70%

(500,1000] 0,39 9,3 $473.661 $450.474 $337.206 64% 75%

(1000,2000] 0,18 8,6 $259.166 $257.554 $135.014 63% 81%

(2000,10000] 0,11 14,7 $153.519 $195.645 $64.909 63% 84%

más de 10000 0,01 9,2 $54.920 $32.819 $29.084 42% 96%

Fuente: Datos CNA 2014, cálculos propios

Page 145: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

144 Tabla 5.4. Valor de la producción agropecuaria por hectárea según tamaño del predio para los departamentos de Colombia

Valor de la producción agropecuaria en pesos por hectárea según tamaños de predios en hectárea

Departamentos De 0 a 1 De 1 a 2 De 2 a 5 De 5 a 10 De 10 a 20 De 20 a 50 De 50 a 100 De 100 a 500 De 500 a 1000 De 1000 a 2000 De 2000 a 10000 Más de 10000

Amazonas 1.581.363 1.372.460 941.478 838.887 919.342 852.925 742.183 666.297 52.083 3.875 Antioquia 7.591.571 6.411.630 6.095.722 5.807.700 5.189.655 3.551.963 2.298.587 1.801.988 1.479.912 1.682.568 679.944

Arauca 6.186.179 5.924.500 5.715.821 4.779.988 3.146.924 2.128.651 1.635.047 1.100.731 692.980 472.357 78.111 31.001

Atlántico 7.427.261 4.829.899 4.307.306 3.965.789 2.730.474 1.984.269 975.837 1.754.226 213.888

Bogotá 7.013.568 7.249.852 4.305.299 3.804.398 2.482.169 4.010.482 1.609.734 373.554 394.583 Bolívar 4.266.422 4.106.748 3.461.031 3.024.621 2.401.816 1.497.685 918.533 556.628 100.519 124.794 25.344 389

Boyacá 4.107.080 3.500.928 2.973.828 2.910.403 2.710.989 1.825.216 924.259 501.352 145.146 64.352 3.109 Caldas 5.171.112 4.728.885 4.884.257 4.775.502 4.455.479 4.347.892 3.333.845 2.982.693 954.759 1.205.316

Caquetá 2.575.993 2.339.133 2.316.698 2.023.906 1.552.195 970.917 579.051 416.728 300.855 68.975 28.084 Casanare 2.494.523 2.192.683 2.783.570 1.600.644 1.435.417 1.275.394 1.265.781 1.060.988 1.039.251 589.570 223.749 443.851

Cauca 2.766.271 2.559.523 2.183.979 1.591.760 1.229.303 956.345 823.527 427.954 176.987 104.953 4.713 4.272

Cesar 5.266.459 4.039.862 3.848.970 3.571.365 3.302.001 2.334.891 1.494.705 1.211.918 1.019.348 750.702 704.165 364

Chocó 2.450.885 1.961.031 1.801.711 1.452.048 1.075.204 771.347 545.113 415.851 196.428 13.001 2.063 1.028

Córdoba 3.058.607 3.717.205 3.642.597 3.648.015 3.305.054 2.750.941 2.118.831 1.624.480 1.172.463 915.340 3.572

Cundinamarca 3.997.286 3.878.180 3.112.964 2.122.478 1.292.017 981.058 832.713 996.509 737.389 165.323 Guainía 24.119.304 3.633.504 3.225.735 2.962.306 3.361.886 2.408.017 1.600.304 807.000 161.927 58.199 14.817 20.232

Guajira 13.758.557 2.244.875 2.393.572 1.571.134 1.198.865 1.079.396 1.056.194 791.219 109.943 211.567 38.636 682

Guaviare 3.819.139 4.138.585 3.684.214 2.393.066 1.560.760 998.427 699.132 651.129 342.199 22.800

Huila 4.094.598 3.607.747 3.137.525 2.797.761 2.335.257 1.621.703 1.345.856 966.763 480.591 294.189 174.155 Magdalena 17.411.052 19.375.918 16.207.047 9.752.378 7.062.000 6.635.578 5.756.165 2.580.321 816.823 604.118 280.368 1.425

Meta 3.455.201 3.718.457 3.622.109 3.354.546 2.691.725 2.049.711 1.143.695 713.027 488.618 323.242 103.393 26.695

N. Santander 4.769.002 2.471.351 2.033.956 1.639.181 1.322.103 992.966 753.549 431.764 756.774 523.899

Nariño 4.202.293 3.105.941 2.308.308 1.973.299 1.684.261 1.335.139 1.109.759 815.765 1.316.083 831.609 205.722 52.649

Putumayo 2.169.752 2.259.858 2.086.242 1.799.494 1.454.555 1.093.229 835.294 680.956 381.910 28.940 12.668 39.747

Quindío 7.354.275 8.867.206 8.510.618 8.309.011 6.561.285 6.486.743 5.962.117 8.839.268 3.878.066 18.609.828 Risaralda 5.527.166 5.643.117 5.100.105 4.930.906 4.307.538 3.590.243 2.494.976 866.725 2.075.078 142.058

Santander 2.775.122 2.679.742 2.423.916 1.974.609 1.592.520 1.149.128 919.984 718.898 606.726 323.362 527.574 Sucre 1.415.492 1.975.331 2.378.712 2.151.119 1.684.718 1.512.060 962.644 788.538 566.996

Tolima 5.649.621 5.008.847 4.743.440 4.186.200 3.544.711 2.664.520 2.289.283 2.275.381 1.640.100 2.120.803 Valle 4.769.383 4.489.225 3.871.627 3.488.961 3.218.521 2.050.770 876.623 572.372 685.441 634.050 314.564 10.956

Vaupés 5.537.012 4.722.308 4.055.624 3.249.489 1.427.390 867.501 328.048 179.784 510.898 Vichada 2.856.354 2.428.280 1.818.056 1.760.110 1.297.141 1.166.996 566.910 329.857 116.064 104.043 92.653 55.370

Page 146: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

145

Los datos de la tabla 5.3 y 5.4 evidencian que para el promedio nacional como para

la información desagregada por departamentos, la productividad agropecuaria de la

tierra disminuye conforme aumenta el tamaño explotación. La productividad agrícola

y ganadera también disminuye por separado cuando aumenta el tamaño del predio

(columnas 5 y 6 de la tabla 5.3). En la tabla 5.4 se evidencia que en todos los

departamentos se presenta una RI entre el tamaño de los predios y la productividad

agropecuaria39.

En la tabla 5.3 también se muestra que conforme aumenta el tamaño del predio

disminuye la proporción del área de uso agropecuario. Los predios entre 1 y 2

hectáreas utilizan en promedio el 83% del área, mientras que los predios de 1.000

a 2.000 hectáreas usan el 63% del área y los mayores de 10.000 hectáreas usan

solo el 42% del área. En la última columna de la tabla 5.3 también se muestra que

los predios más grandes tienden a tener mayor proporción del área en pastos para

ganadería y menor uso del área en cultivos. Los predios de 1.000 a 2.000 hectáreas

usan el 81% del área en pastos, mientras los menores de 5 hectáreas solo usan el

21%.

Se observa también en la tabla 5.3 como las pequeñas explotaciones usan la mayor

parte de los trabajadores agrícolas. Las explotaciones de menos de 10 hectáreas,

que poseen solo el 7 por ciento del área, emplean el 70 por ciento del total de la

mano de obra permanente; mientras que las explotaciones mayores a 100

hectáreas que poseen el 66% del área solo emplean al 21% de la mano de obra

permanente. Se observa también una mayor intensidad en el uso de mano de obra

familiar y de jornales adicionales contratados en las pequeñas explotaciones (menor

a 10 hectáreas).

La productividad agropecuaria y la calidad de la tierra

La tabla 5.5 muestra la productividad agropecuaria según tamaño de la explotación

en UAF. La productividad por UAF corrige el sesgo por calidad del suelo al medir la

39 Solamente en el departamento de Quindío no es apreciable una RI.

Page 147: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

146

productividad por unidades de eficiencia del suelo. En la tabla 5.5 se observa que

al corregir por calidad del suelo, los resultados obtenidos en rangos de UAF

confirman una RI. Cuando se desagrega por cultivos y ganadería la RI se mantiene.

Esto quiere decir que en predios agropecuarios que poseen el mismo el potencial

productivo, la productividad es mayor en los pequeños que en los grandes.

Tabla 5.5 Productividad agropecuaria según rangos de UAF. Agregado Nacional

Tamaño en UAF % del número de

UPAS

% del número de

Has

Productividad total ($/ha año)

Productividad en cultivos ($/ha año)

Productividad Ganadera ($/ha

año)

0,0 - .25 52,5 4,3 $3.665.524 $12.288.563 $1.685.059

0.2 - ,0.5 16,9 5,0 $2.362.452 $9.338.055 $983.877

0.5 - 0.75 8,3 4,4 $1.898.176 $8.450.689 $773.389

0.75 - 1 5,0 3,9 $1.613.959 $7.183.887 $678.966

1 - 1.25 3,2 3,3 $1.530.495 $6.543.257 $663.780

1.25 - 1.5 2,3 2,8 $1.388.612 $6.229.549 $659.891

1.5 - 1.75 1,7 2,6 $1.281.664 $5.744.053 $627.495

1.75 - 2 1,3 2,2 $1.283.415 $5.457.932 $641.703

2 - 5 5,6 15,9 $1.137.207 $4.301.085 $656.417

5 - 10 1,9 12,5 $941.335 $2.763.894 $649.068

10 - 100 1,4 31,8 $721.949 $1.615.818 $525.323

Mayor a 100 0,0 11,2 $225.050 $959.897 $114.708

Fuente: Datos CNA 2014, cálculos propios

Empleo y productividad del trabajo

La relación inversa implica que la productividad del trabajo aumenta cuando crece

el tamaño de explotación, como se discutió en el capítulo 4. En la tabla 5.6 se

observa (columna 4) que la productividad por trabajador crece cuando aumenta el

tamaño explotación40. Las upas de menos de 10 hectáreas, que solo poseen el 7,4%

de la tierra, contratan el 70% tanto de trabajadores permanentes como de jornales

adicionales, y ocupan al 80% de los trabajadores familiares. La tres últimas

columnas de la tabla 5.6 muestran como la relación tierra/trabajo disminuye

dramáticamente conforme disminuye el tamaño de la upa; lo cual, según la literatura

científica, es la principal explicación del descenso de la productividad del trabajo

cuando decrece el tamaño de explotación.

40 La relación directa entre el tamaño del predio y la productividad del trabajo también ha sido

reportada en Colombia por Berry (1972) y Leivovich (2013)

Page 148: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

147

Tabla 5.6 Empleo y productividad del trabajo según rangos de UPA

Tamaño de

UPA en

hectáreas

Numero de

UPAs en el

estudio

Número total

de hectáreas

Productividad /

trabajador

permanente

($/ha año)

% Número de

trabajadores

permanentes

% Número de

trabajadores

familiares

% Número

de jornales

contratados

Número de

hectáreas /

trabajador

permanente

Número de

hectáreas /

trabajador

familiar

Número de

hectáreas

por jornal

adicional

(0,1] 177236 85.875 $2.259.853 40,1 50,8 35,3 0,34 0,17 0,00

(1,3] 228231 430.944 $5.034.769 15,6 17,0 17,3 1,34 0,64 0,03

(3,5] 120759 473.217 $7.855.842 8,6 8,6 9,9 2,68 1,49 0,07

(5,10] 150211 1.072.812 $11.291.874 5,5 5,2 6,1 4,54 2,62 0,14

(10,20] 114064 1.615.223 $16.022.997 3,8 3,5 4,4 8,66 5,15 0,27

(20,50] 97724 3.062.592 $24.250.944 2,8 2,4 3,2 17,73 10,72 0,49

(50,100] 41651 2.914.360 $36.743.094 2,2 1,8 2,8 37,09 23,73 0,98

(100,500] 33569 6.670.899 $56.619.992 1,7 1,4 2,3 80,61 51,51 1,98

(500,1000] 3760 2.625.451 $80.875.243 9,0 5,9 10,2 254,96 192,57 5,40

(1000,2000] 1775 2.417.610 $79.342.436 4,4 1,9 4,0 503,61 360,54 7,55

(2000,10000] 1099 4.144.441 $99.496.336 5,6 1,4 4,2 1.113,70 672,15 11,54

más de 10000 110 2.594.361 $169.523.576 0,6 0,0 0,3 7.259,74 1.994,02 2,01

Fuente: Datos CNA 2014, cálculos propios

Consecuencias de la desigualdad en la productividad de los factores

Una pregunta importante que surge del análisis de la desigualdad en el acceso a la

tierra es que pasaría con la productividad de la tierra y el empleo si la tierra se

distribuyera equitativamente. La tabla 5.7 plantea este escenario de equidad

distributiva estimando el valor de la producción si la tierra produjera al menos el

promedio de producción por hectárea, que para las upas tomadas en este estudio

equivale a 1.783.285 pesos (del año 2014) por hectárea. Se observa que el valor

total de la producción (columna 4) equivale a $25.065 (miles de millones de pesos

de 2014), mientras que si la tierra produjera el promedio este valor ascendería a

$76.621, es decir, un crecimiento de la producción agropecuaria de 206%.

El mismo ejercicio con las cifras de trabajadores arroja resultados igualmente

sorprendentes. El total de trabajadores permanentes (columna 6) equivale a 1.7

millones de trabajadores para las upas tomadas en este estudio; sin embargo, si se

contratara el promedio de trabajadores por hectárea (0,44 trabajadores

permanentes por hectárea) el número de trabajadores permanentes contratados

Page 149: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

148

ascendería a 12.4 millones de trabajadores, es decir, una variación de 620% más.

El mismo ejercicio con jornales adicionales contratados, al utilizar el promedio (1,56

trabajadores adicionales por hectárea) el incremento asciende a 518% más.

Tabla 5.7 Cambios en la producción y el empleo en un escenario de equidad distributiva

Tamaño de UPA en hectáreas

Número total de hectáreas

Productividad total ($/ha año)

Valor total de la producción

(1)

Valor de la producción calculado según

promedio (1) (2)

Total trabajadores

permanentes

Total trabajadores permanentes

calculado según

promedio (3)

Total jornales

adicionales

Total jornales calculado según

promedio (4)

(0,1] 85.875 $5.423.622 $466 $153 309.830 37.985 1.014.921 133.613

(1,3] 430.944 $3.978.095 $1.714 $18.997 342.724 190.621 1.327.895 670.507

(3,5] 473.217 $3.176.971 $1.503 $15.302 195.121 209.319 774.968 736.280

(5,10] 1.072.812 $2.633.905 $2.826 $12.616 263.785 474.539 1.068.555 1.669.190

(10,20] 1.615.223 $1.996.763 $3.225 $9.557 209.575 714.465 917.268 2.513.129

(20,50] 3.062.592 $1.397.568 $4.280 $6.617 193.990 1.354.684 938.531 4.765.094

(50,100] 2.914.360 $1.050.847 $3.063 $5.032 88.774 1.289.116 441.011 4.534.460

(100,500] 6.670.899 $800.381 $5.339 $3.830 96.213 2.950.755 470.237 10.379.268

(500,1000] 2.625.451 $473.661 $1.244 $2.267 12.463 1.161.322 55.465 4.084.945

(1000,2000] 2.417.610 $259.166 $627 $1.252 5.801 1.069.387 27.244 3.761.565

(2000,10000] 4.144.441 $153.519 $636 $751 5.021 1.833.221 21.552 6.448.346

más de 10000 2.594.361 $54.920 $142 $247 623 1.147.570 8.923 4.036.572

Total 28.107.785

$25.065 $76.621 1.723.920 12.432.984 7.066.569 43.732.970

(1): Cifras en miles de millones de pesos de 2014; (2): Promedio de producción = $1.783.285/ha;

(3): Promedio = 0,44trabajadores permanentes/ha; (4): Promedio = 1,56 jornales adicionales/ha

Fuente: CNA 2014, cálculos propios

5.3 Análisis de resultados

Los resultados observados confirman la existencia de una RI en Colombia (tablas

5.3 y 5.4), que se mantiene incluso controlando la calidad de la tierra (tabla 5.5).

Existe una tendencia creciente en el porcentaje del área no explotada y en el área

en pastos para ganadería conforme crece el tamaño de la granja (tabla 5.3). Así

mismo los resultados confirman una relación directa entre la productividad del

trabajo y el tamaño de explotación (tabla 5.6).

La relación del valor de la producción entre las explotaciones pequeñas y las

grandes se va incrementando hasta llegar a relaciones enormes. Los datos de la

Page 150: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

149

tabla 5.3 muestran que la relación del valor de la producción de explotaciones de

menos de 5 hectáreas con las de 100 a 500 hectáreas es de 5:1; con las

explotaciones de 1.000 a 2.000 hectáreas es de 16:1; con las de 2.000 a 10.000

hectáreas es de 27:1; y con las explotaciones mayores de 10.000 hectáreas es 76:1.

Las diferencias de productividad se reducen cuando se controla la calidad de la

tierra medida en UAF, no obstante los valores llegan a ser elevados en los extremos.

Las explotaciones menores a 0,5 UAF superan a las que están en el rango de 5 a

10 UAF en una relación de 3:1; con respecto a las explotaciones de 10 a 100 UAF

en una relación de 4:1 y respecto a las explotaciones de más de 100 UAF en una

relación de 13:1.

La baja productividad en las explotaciones más grandes tiene un gran impacto en

la productividad agrícola del país si se tiene que la mayor parte de la tierra se

encuentra en grandes explotaciones (el 1% de las explotaciones más grandes

poseen el 81% de la tierra (OXFAN, 2017)). El ejercicio de simulación presentado

en la tabla 5.7 muestra que si la tierra produjera el promedio de lo que producen las

upas (cerca 1.800.000 pesos por hectárea) el PIB agropecuario aumentaría más de

6 veces.

Adicionalmente la concentración de la tierra impacta negativamente el mercado

laboral. Las upas más grandes analizadas en este estudio, correspondientes a las

explotaciones de más de 500 hectáreas, poseen 40% de la tierra pero solo emplean

al 9% de los trabajadores permanentes; mientras que las explotaciones de menos

de 5 hectáreas, poseen el 7% de la tierra y emplean el 70% de los trabajadores

permanentes. De acuerdo a la tabla 5.7 si las explotaciones agropecuarias

contrataran el promedio de lo que se emplea en las upas (0,44 trabajadores

permanentes por hectárea) la demanda de empleo se multiplicaría por 7 veces

(pasaría de 1,7 millones de trabajadores permanentes a 12,4 millones). En el caso

de los jornaleros se multiplicaría por 6 veces.

La alta concentración de la tierra en Colombia es una causa importante de la alta

intensidad de la RI observada, debido al exceso de mano de obra que se genera en

las pequeñas explotaciones. De acuerdo CNA el 80% de la fuerza laboral es

Page 151: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

150

empleada por las pequeñas granjas, mientras las grandes explotan la tierra de

manera extensiva. Las pequeñas explotaciones utilizan más mano de obra por

hectárea que las grandes y esto explica la tendencia decreciente del producto por

trabajador. La concentración de la tierra mantiene la fuerza laboral subempleada y

los salarios deprimidos, y como no es fácil emplearse en el mercado laboral, el costo

de oportunidad de la mano de obra es bajo. Esto explica la alta intensidad de la

mano de obra aplicada en las pequeñas explotaciones.

La calidad de la administración es otra causa muy importante en la explicación de

la RI. En Colombia es muy frecuente que los propietarios de las grandes

explotaciones no vivan en sus granjas, por lo tanto, contratan un administrador y

utilizan mano de obra asalariada. Los grandes propietarios viven generalmente en

las ciudades, en muchas ocasiones por la alta inseguridad en las zonas rurales, e

invierten en tierras sus ingresos derivados en otras actividades. Para ellos la tierra

es un activo muy atractivo donde pueden invertir sus ahorros por su bajo riesgo y

alta valorización41. Las granjas pequeñas tienen ventajas en la administración de las

granjas ya que viven en el predio, utilizan mano de obra familiar y reducen los costos

de transacción por la supervisión de los trabajadores. Estas diferencias en la calidad

de la administración pueden ser muy importantes en la variación observada en la

productividad entre las grandes y las pequeñas explotaciones en Colombia.

La presencia de una RI es también una consecuencia de las múltiples

imperfecciones de los mercados de factores. En general el mercado de tierras es

muy segmentado y no existen ventas de tierras de grandes a pequeños como lo

demuestran los resultados de la política de mercado de tierras en Colombia,

considerada un rotundo fracaso (Machado A. , 2009; Borras Jr S. , 2003; Balcazar,

Lopez, Orozco, & Vega, 2001). El crédito no llega a los pequeños agricultores y por

ello no es fácil que adquieran tierra y capital, y el mercado de trabajo es controlado

41 La tierra se ha convirtió en un activo preferido para acumular riquezas por agentes urbanos como profesionales exitosos, industriales, funcionarios públicos influyentes y políticos poderosos. Más recientemente la acumulación de tierras por narcotraficantes fue enorme, se calcula entre 6 y 9 millones de hectáreas. En todos los casos la tierra fue un activo para acumular riqueza o valorizarla, una defensa contra la inflación, un refugio patrimonial para pagar menos impuestos, o una forma de lavado de activos derivada de actividades ilícitas (Kalmanovitz & López, 2006).

Page 152: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

151

por los grandes propietarios que determinan el precio en el mercado laboral.

Mientras permanezca una relación inversa en una estructura agraria siempre

existirán mercados imperfectos que impidan que la tierra se transfiera a sus usos

más eficientes.

La RI en Colombia también es causada por la proporción del área explotada en la

granja y el tipo de actividad elegida según el tamaño de explotación. Las pequeñas

explotaciones están obligadas a cultivar una proporción mayor del área de la granja

para garantizar su sobrevivencia y adicionalmente eligen actividades que generen

mayor valor por hectárea. Como se muestra en la tabla 5.3 las pequeñas

explotaciones utilizan 80% del área de la finca y dedican en promedio 20% de la

superficie agropecuaria a ganadería y 80% a cultivos, mientras que en las grandes

esta proporción se invierte. En general los cultivos generan mucho más valor por

hectárea al año que la ganadería42; según el informe del PNUD (2011) para

Colombia la relación del valor de la producción al año de una hectárea en cultivos

de economía campesina a una hectárea en ganadería es en promedio 14,3:1 en

frijol, 15,3:1 en café y 45,6:1 en papa (PNUD, 2011). Sin duda estos valores explican

gran parte de las enormes diferencias en productividad entre las pequeñas

explotaciones y las grandes.

5.4 La Relación Inversa y los sistemas de producción

La presencia de esta RI está muy correlacionada con los sistemas de producción

predominantes en la estructura agraria colombiana. Estos sistemas productivos

presentan diferentes relaciones de uso de factores y por lo tanto afectan la

productividad agrícola. La tierra de uso agropecuario en Colombia está dominada

por tres sistemas productivos: la ganadería extensiva, los cultivos agroindustriales

en gran escala y la agricultura familiar en pequeña escala.

42 Según cálculos de la Sociedad de Agricultores de Colombia, para el año 2011 el PIB de cultivos representaba 17 billones de pesos, mientras el PIB de la ganadería bovina era de 7,7 billones. Si tenemos en cuenta que según el CNA la ganadería ocupa 34 millones de hectáreas y los cultivos 7 millones aproximadamente, entonces la relación del valor de la producción de cultivos a ganadería será de 11 a 1.

Page 153: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

152

La ganadería extensiva

En Colombia el 80% del área de uso agropecuario está sembrada en pastos para la

ganadería, y la mayor parte es de carácter extensivo. La ganadería extensiva en

Colombia es una actividad de muy baja eficiencia productiva y su nivel tecnológico

es muy bajo43. Generalmente la ganadería extensiva es señalada de generar una

alta presión sobre los recursos naturales como el suelo, el agua, los bosques y la

biodiversidad. La tabla 5.3 muestra una fuerte RI en la ganadería, el valor de la

producción en ganadería para los predios de 1.000 a 2.000 hectáreas es en

promedio trece veces menor que los predios de menos de 5 hectáreas.

La ganadería ocupa 38 millones de hectáreas en Colombia, pero de acuerdo a la

vocación de uso agrícola de los suelos, el país solo debería tener 8 millones de

hectáreas en ganadería (UPRA, 2016). Por su carácter extensivo la ganadería

genera muy poco empleo por hectárea y una gran presión sobre la biodiversidad44.

El costo social de la ganadería es mayor si se tiene en cuenta el problema de la

concentración de la tierra y sus vínculos directos con el conflicto armado (Grupo

Memoria Histórica, 2013).

Adicionalmente la ganadería extensiva, desarrollada en predios de gran tamaño,

recibe múltiples subsidios tanto explícitos como implícitos. Por ejemplo, la baja

tributación de su patrimonio en tierras y ganado, la valorización de la tierra generada

por el desarrollo económico, los cuantiosos créditos con tasas de interés subsidiada,

la protección frente al comercio internacional y la omisión del pago de

43 El nivel tecnológico de la ganadería colombiana es muy bajo ya que utiliza mucha tierra por cada

animal, baja inversión en infraestructura y maquinaria, y poco uso de mano de obra. Esto se refleja

en los bajos parámetros productivos que hacen que la ganadería colombiana esté por debajo del

promedio mundial en productividad En Colombia una hectárea en cultivos produce varias veces más

que una hectárea en ganadería (Vergara, 2012).

44 La mayor parte del bosque que se tumba en Colombia se convierte luego en pastos para la

ganadería. La ganadería genera aproximadamente un millón de empleos en 34 millones de

hectáreas; mientras el café, que se produce en pequeñas explotaciones, genera un millón de

empleos en un millón de hectáreas plantadas, es decir que el café genera 34 veces más empleo por

hectárea que la ganadería.

Page 154: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

153

externalidades ambientales negativas. Esta situación resulta ser muy beneficiosa

para los ganaderos, pero demasiado perjudicial para el resto de la sociedad que

asume los enormes costos de su ineficiencia económica, social y ambiental. De esta

manera se genera un poderoso incentivo a mantener grandes extensiones en

pastos, a la vez que impide que la tierra se transfiera a usos productivos más

eficientes.

Las actividades agroindustriales

Las actividades agrícolas pueden dividirse en cultivos agroindustriales (como caña

de azúcar, palma de aceite o cereales) y cultivos de economía familiar campesina

(como hortalizas o tubérculos). Los cultivos agroindustriales, casi siempre

asociados a la agricultura capitalista a gran escala, están constituidos por

actividades más intensivas en capital y menos intensivas en mano de obra en

relación a la agricultura a pequeña escala. Según el censo 2014, el 35% del área

agrícola, corresponde a actividades agroindustriales, de las cuales una alta

proporción se desarrolla en predios grandes.

Las actividades agrícolas agroindustriales suelen tener altos niveles de protección

y son beneficiarios de muchos tipos de subsidios del Estado. El sesgo de las

políticas hacia los grandes agricultores ha sido bastante analizado en Colombia y

en toda Latinoamérica. Con el fin de modernizar la agricultura el Estado dotó de

capital productivo y tecnologías modernas subsidiadas principalmente a estos

grandes agricultores además de bajas tasas de interés en los créditos, y una fuerte

protección contra el comercio internacional entre otras ayudas. Por ejemplo,

actividades como el arroz han sido objeto de una protección histórica frente al

comercio internacional, manteniendo así un precio interno elevado para los

consumidores quienes subsidian a los productores (Kalmanovitz & López, 2006). La

caña de azúcar es utilizada en parte para la producción de etanol, que por ley debe

ser mezclado con la gasolina en los automóviles, obteniendo un mayor precio y

rentabilidad para los productores.

Page 155: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

154

Por último, uno de los subsidios que muchas veces se desconoce en la política

pública es el ocasionado por las externalidades ambientales negativas que generan

actividades agrícolas de gran escala como la palma de aceite y el azúcar, que

degradan el suelo y sobreexplotan los recursos hídricos. A pesar del apoyo del

Estado a estas actividades en gran escala desarrolladas por empresarios agrícolas

que utilizan intensivamente maquinaria y tecnología moderna, los datos del censo

muestran que la productividad disminuye conforme aumenta el tamaño del predio.

La agricultura familiar

La agricultura familiar es un sistema de producción en pequeña escala en el que la

administración y el trabajo son predominantemente familiares. En Colombia el

78,4% del total de explotaciones corresponden a pequeñas explotaciones de

agricultura familiar, y varios estudios señalan que estas actividades producen entre

el 50 y el 60% de los alimentos de la canasta básica con apenas el 10% de la tierra

de uso agropecuario (Perry, 2011). De acuerdo al CNA, la agricultura familiar a

pequeña escala es quien absorbe la mayor parte del trabajo agrícola permanente y

de jornaleros adicionales. El 88,5% del total de personas que trabajan de manera

permanente y el 86% de los jornales adicionales en las explotaciones

agropecuarias, labora en pequeñas explotaciones.

Los resultados presentados aquí confirman la mayor productividad de las

explotaciones agrícolas familiares; sin embargo, la productividad por trabajador

tiende a disminuir cuando decrece el tamaño del predio lo cual determina bajos

ingresos por trabajador. La mayor parte de la pobreza rural en Colombia, que

alcanza el 45%, se encuentra en las pequeñas explotaciones familiares y se debe

a la baja productividad por trabajador. La pobreza rural en las pequeñas

explotaciones es la principal justificación de una reforma agraria, ya que la baja

productividad por trabajador es consecuencia de la cantidad insuficiente de tierra

con que cuentan las explotaciones agrícolas familiares.

Page 156: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

155

Page 157: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

156

CONCLUSIONES

A pesar de la urgente necesidad de una reforma agraria en Colombia, es un tema

que no se menciona en la política pública desde hace mucho tiempo, ni es del

interés del debate académico. El elevado nivel de pobreza rural, el alarmante

deterioro ambiental y un persistente conflicto armado han sido las principales

consecuencias de la excesiva concentración de la tierra en Colombia. Los

campesinos fueron victimizados y despojados de su tierra en medio del persistente

conflicto armado interno, llevando la concentración de la tierra a niveles muy

elevados. Esta inequidad en el acceso a la tierra no solo es un asunto de justicia

distributiva, además representa un obstáculo al desarrollo por sus implicaciones

sobre la eficiencia económica y social.

Los datos expuestos en este trabajo acerca de la concentración de la tierra en

Colombia, revelan que la desigualdad de la propiedad agraria en el país es

demasiado elevada y en cada medición ha continuado su senda creciente. El índice

Gini de concentración de la tierra calculado en este trabajo a partir de la información

del CNA del año 2014 es de 0,92, cuando las mediciones del IGAC habían reportado

un gini de 0,87 en el 2012.

La contribución de la política de tierras fue bastante insatisfactoria si se analiza a

partir de su contribución al desarrollo del medio rural y la promoción del progreso y

el bienestar material de la población campesina. La reforma agraria en Colombia es

considerada como una reforma mediocre en relación al contexto latinoamericano.

Tal como lo muestran los resultados de la política de reforma agraria analizados en

el capítulo 2 y el anexo 2, su contribución a la transformación de la estructura agraria

colombiana han sido exiguos. Así mismo, se mostró que la política de reparto de

baldíos, fue importante en la consolidación de la gran propiedad durante el siglo XIX

y principios del siglo XX, pero posteriormente las dinámicas de apropiación y

concentración de la tierra obedecieron más a otras causas, en particular

relacionadas con el escalamiento del conflicto a partir de la década de 1980 en

adelante.

Page 158: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

157

La debilidad de los derechos de propiedad como el origen de la concentración de la

propiedad, planteada como una hipótesis central de este trabajo, se ha mostrado

como una causa fundamental en la literatura especializada sobre el caso

colombiano revisada en este trabajo. No obstante, en esta investigación no se

encontraron relaciones estadísticas entre la debilidad de los derechos de propiedad

y la concentración de la tierra. Los datos de ginis municipales presentan muy poca

variabilidad, ya que la tierra está muy concentrada en todo el territorio rural, por lo

tanto no arroja ninguna relación con posibles variables explicativas analizadas en

este trabajo como el índice de informalidad de la propiedad rural, el conflicto, el

índice de desarrollo humano, el área en pastos, entre otras. Otra posible explicación

es que la hipótesis de los derechos de propiedad como causa histórica de la

concentración requería series temporales para su comprobación, toda vez que la

actual concentración de la tierra fue causada por la debilidad en los derechos de

propiedad en periodos anteriores.

Desafortunadamente los responsables de la política pública desconocen las

evidencias de una RI y las implicaciones sobre la mayor eficiencia y equidad de

pasar la tierra de los grandes propietarios a los pequeños agricultores. La

constatación de una RI en Colombia demuestra que la reforma agraria es hoy un

asunto vigente. Los resultados analizados en esta investigación revelan en una

simulación que la producción agropecuaria podría multiplicarse por siete veces y la

mano de obra permanente por seis veces si utilizaran los promedios de producción

y empleo. No obstante, estos promedios son muy inferiores a los niveles de

producción y empleo de las upas de rangos más pequeños, lo cual daría resultados

enormes en el ejercicio de simulación

Desde la década de 1970 la política pública abandonó una intención firme de

realizar una reforma distributiva, requerida para lograr el desarrollo económico,

social y ambiental. Los intentos de reforma agraria en Colombia fracasaron porque

los grandes propietarios se negaron a entregar sus tierras y pactaron leyes con el

gobierno que blindaron sus propiedades. Gran parte de la tierra quedó convertida

en ganaderías extensivas, que generan poco empleo y destruyen el medio

Page 159: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

158

ambiente, y una pequeña fracción de las grandes explotaciones recibió cuantiosos

subsidios e infraestructura productiva por parte del Estado para crear agricultura

moderna de exportación. Pero la mayor parte de la población rural son productores

agrícolas que viven en una pequeña porción de la tierra, con altos niveles de

desempleo o subempleo, bajos ingresos y elevada pobreza. La existencia de una

RI demuestra que la concentración de la tierra es ineficiente en términos

económicos, sociales y ambientales, y que el pacto entre los grandes propietarios y

el gobierno para impedir la reforma agraria, junto al sesgo de la política agraria en

favor de las grandes explotaciones ha sido muy costoso para el país.

Los datos del censo nacional agropecuario realizados en el año 2014 en Colombia

confirman la existencia de una RI entre el tamaño del predio y la productividad

agropecuaria, la cual se mantiene incluso controlando la calidad de la tierra. Las

diferencias de productividad entre las pequeñas explotaciones y las grandes pueden

ser enormes si se comparan con las reportadas en Asia o África. Sin embargo, se

debe tener en cuenta que Latinoamérica se caracteriza por la presencia de enormes

latifundios donde la productividad es muy baja.

Estas grandes explotaciones no solo tienen una baja productividad, sino que

además generan muy poco empleo en las zonas rurales, generando tensiones que

históricamente han derivado en el conflicto armado en Colombia. La desigualdad

extrema en el acceso a la tierra ha generado pobreza rural y urbana, porque el

exceso de mano de obra resultante deprime los salarios y genera la migración de

trabajadores hacia las ciudades. Además el sacrificio ambiental es incalculable, ya

que los latifundios han convertido la biodiversidad de los bosques en pastizales o

en monocultivos, mientras que los campesinos son expulsados hacia zonas

ambientalmente frágiles con grandes daños a los ecosistemas.

En este trabajo se analizaron cuatro posibles causas que pueden explicar la alta

intensidad de la RI en Colombia. La primera causa es la elevada concentración de

la tierra en Colombia que genera un exceso de mano de obra cuyo costo de

oportunidad es muy bajo, lo cual induce una aplicación intensiva del trabajo en las

pequeñas explotaciones, elevando así su productividad. La segunda causa surge

Page 160: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

159

de la mayor calidad de la administración en las pequeñas granjas familiares que son

más eficientes que las grandes explotaciones caracterizadas por propietarios

absentistas que contratan la administración y la mano de obra. La tercera causa de

la RI es el tipo de actividad productiva que predomina según el tamaño de

explotación, toda vez que los pequeños agricultores se dedican a actividades que

generan mucho valor por hectárea, mientras que la mayor parte de la tierra que se

encuentra en grandes explotaciones es utilizada en pastos para una ganadería que

genera poco valor por hectárea. Por último, las distorsiones de los mercados de

factores han impedido que la tierra se transfiera de grandes e ineficientes a

pequeñas y eficientes explotaciones.

En este trabajo se mostró que aunque la productividad de la tierra es mayor en las

pequeñas explotaciones, la productividad del trabajo es menor, lo cual determina la

pobreza de los pequeños agricultores. En esta situación, la tecnología no puede

ayudar mucho para superar la pobreza sin antes corregir la desigualdad extrema de

la tierra. Una reforma agraria exitosa debería fraccionar las grandes e ineficientes

explotaciones para lograr un tamaño de explotación en el que la productividad del

trabajo crezca, se supere la pobreza rural y elimine el desempleo rural, al tiempo

que se incrementa la productividad de la tierra.

La política pública debe apoyar más a los pequeños agricultores no solo porque son

más productivos por hectárea, sino principalmente porque generan más empleo,

preservan más el medio ambiente cuando encuentran un entorno favorable,

constituyen un patrimonio cultural muy valioso, dinamizan las economías locales,

aportan más a la seguridad alimentaria y son fundamentales para lograr la

consolidación de la paz en Colombia. Una reforma agraria acompañada de políticas

de apoyo a la agricultura familiar sería importante para combatir la pobreza y la

inequidad rural y urbana, reducir el desempleo, generar crecimiento y desarrollo

económico.

Este trabajo es una contribución importante para Colombia porque permite

actualizar los datos de la estructura agraria y la eficiencia productiva que no contaba

con información censal desde 1970. Después de la confirmación de una RI en

Page 161: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

160

Colombia realizada por Berry en 1970 se pensaba que esta tendería a disminuir

debido al crecimiento económico, la urbanización, la modernización de la agricultura

y el avance tecnológico entre otros factores. Sin embargo, los resultados de este

estudio muestran que en el siglo XXI la RI persiste en Colombia e incluso es más

fuerte que la reportada en 1970.

Otro resultado destacable en esta investigación es que aun controlando la calidad

de la tierra se presenta una fuerte RI. En este trabajo se utilizó la UAF, que es una

unidad que permite comparar zonas homogéneas en calidad de la tierra. La mayor

productividad de las explotaciones más pequeñas con respecto a las más grandes,

después de controlar la calidad de la tierra es un resultado que confirma que la

mayor eficiencia de los pequeños agricultores, la cual se debe a características

intrínsecas de los agricultores familiares como la intensidad y flexibilidad en el uso

de la mano de obra y la calidad de la administración entre otros factores, discutidos

ampliamente en este artículo.

Un elemento muy importante en la explicación de la fuerte RI que muestran los

resultados presentados en este trabajo, y que lo diferencia de las evidencias

presentadas en otras regiones del mundo como Asia o África, es la excesiva

concentración de la tierra que caracteriza a la estructura agraria de Colombia, y

también de Suramérica. En Colombia el 0,03% de las explotaciones más grandes,

con un promedio de 50.000 hectáreas cada una, poseen la mitad de la tierra. No es

frecuente en otras regiones del mundo encontrar explotaciones tan grandes. La

mayor parte de estas explotaciones desaprovechan un gran porcentaje de la tierra

y mantienen ganaderías extensivas que generan poco valor por hectárea, pero

ocupan el 80% del área de uso agropecuario. En Colombia en promedio una

hectárea de café produce 15 veces más valor que una hectárea en ganadería. Sin

duda gran parte de la profunda RI observada en Colombia se debe a la

concentración excesiva de la tierra y la predominancia de la ganadería extensiva.

Por último, este trabajo puede ser una contribución muy importante para Colombia,

donde las políticas públicas han apoyado más a las grandes explotaciones,

desconociendo la mayor eficiencia y el enorme potencial de los agricultores

Page 162: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

161

familiares. La falta de información estadística y de suficientes estudios científicos en

el país ha creado una posición dominante en favor de una supuesta mayor eficiencia

de las grandes explotaciones. Estos resultados actualizados pueden servir para el

diseño de políticas que no discriminen a los pequeños agricultores y eliminen el

sesgo en favor de las grandes e ineficientes explotaciones. Los resultados

presentados en este trabajo pueden ser muy útiles también para otros países de

Latinoamérica que tienen condiciones similares, e incluso para muchos países

africanos que aún deben resolver el problema de la propiedad de la tierra.

Page 163: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

162

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ANEXOS

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171

ANEXO 1:

LA REFORMA AGRARIA EN COLOMBIA: DESDE LA APROPIACIÓN DE

BALDÍOS HASTA EL ACUERDO AGRARIO DE LA HABANA

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LA REFORMA AGRARIA EN COLOMBIA: DESDE LA APROPIACIÓN DE

BALDÍOS HASTA EL ACUERDO AGRARIO DE LA HABANA

1. El reparto de baldío en el Siglo XIX

La concentración de la tierra en Colombia igual que en Latinoamérica, se originó durante la colonia

por las mercedes y titulaciones del soberano español, y posteriormente la transferencia del dominio

de tierras públicas a privados durante el siglo XIX. El recurrente déficit fiscal y la necesidad de

financiar guerras civiles llevaron al traspaso de tierras públicas a agentes privados que financiaban al

gobierno, y a improvisados militares que participaban en las contiendas. Con el desarrollo económico

y el desarrollo de vías de comunicación las tierras se fueron valorizando. Entre tanto los resguardos

fueron tomados por mestizos al tiempo que las tierras de las laderas en la cordillera se ocuparon por

campesinos, donde más tarde se conformarían las zonas de minifundio.

El problema agrario a finales del siglo IXX y principios del siglo XX era fundamentalmente la

adjudicación de baldíos. Los conflictos sociales agrarios están prácticamente ausentes y el sector rural

solo se ve afectado por unas guerras civiles periódicas de contenido eminentemente político, a

excepción de la Guerra de los Mil Días que tenía un contenido social (Arango, 1987). La adjudicación

de baldíos ha sido prácticamente la única política estatal de distribución de la tierra que ha tenido

continuidad desde la conformación de la República, a pesar de los cambios introducidos en la

legislación de baldíos en los sucesivos gobiernos (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2016).

Según Palacios (2011) “Medio siglo después de la Conquista [según Palacios] los territorios

americanos ya formaban un abigarrado mosaico jurídico- legal de propiedad estatal, pública y

privada. El ager publicus (propiedad territorial del Estado) eran las tierras realengas que la República

(de Colombia) llamó bienes nacionales o bienes baldíos”. Entre 1590 y 1620, los criollos configuraron

los latifundios apoderándose de los valles fértiles interandinos, mientras la pequeña propiedad se

alojaba en las laderas circundantes, de manera que no hubo competencia ni guerra por las tierras

(Palacios, 2011).

Durante el siglo XIX la jurisdicción sobre el dominio de las tierras buscaba fines como: indemnizar

a militares de las guerras de independencia y a veteranos de las guerras internas; atraer inmigrantes

extranjeros; expandir la agricultura de exportación; apoyar el desarrollo de infraestructura pública;

expandir la frontera agraria; y financiar el aparato estatal. En la primera mitad del siglo XX, las

grandes concesiones de baldíos dieron lugar a numerosos pleitos, muchas veces violentos, con los

colonos que habían ocupado tierras baldías que los concesionarios reclamaban como de su propiedad.

Se dio prelación a la titulación de baldíos a los colonos o cultivadores, reiterándose el precepto

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173

colonial según el cual el derecho a la tierra se adquiere por labranza y morada. Pero al mismo tiempo

se mantuvieron las grandes concesiones sin mayores obligaciones y contraprestaciones por parte de

los concesionarios. (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2016).

Desde finales del siglo XIX los empresarios trataban de convertir a los baldíos en propiedades

privadas. Como lo comenta Legrand: “El procedimiento legal para titular baldíos consistía en dirigirse

al gobierno nacional en solicitud de una concesión. En 1873, se vendían a entre veinticinco y treinta

y cinco centavos por hectárea, y cincuenta años después su precio seguía igual. Cualquiera con

ahorros y conexiones en Bogotá podía adquirirlos fácilmente” (Legrand, 1988).

Legrand (1988) analizó los cambios en la política de concesión de baldíos durante el período

comprendido entre 1827 y 1931 (Ver Tabla 6.1). El período 1870-1900 fue en el que se concedió un

mayor número de hectáreas tanto a particulares como a poblaciones, aunque comprende un número

mayor de años que aquellos que le siguieron. Es también un momento de una gran efervescencia

social y política y de presión sobre la tierra por parte de colonos y empresarios (Kalmanovitz & López,

2006). Según Legrand el Estado colombiano adjudicó 1.132 terrenos baldíos a individuos y a

empresas durante el periodo 1827 a 1900, que en total sumaban 1.872.707 hectáreas (Legrand, 1988).

Durante este periodo el 89% de la tierra adjudicada correspondió a concesiones de más de 1.000

hectáreas que quedaron en manos de 309 adjudicatarios (27%), mientras que 11% de la tierra

adjudicada restante le correspondió a 823 adjudicatarios (73%) de menos de 1.000 hectáreas

(Legrand, 1988).

Kalmanovitz (2006) tomando los datos presentados por Legrand (tabla 6.1) calcula el coeficiente Gini

para cada periodo y encuentra que la concentración en las concesiones de baldíos aumentó en el

período de 1918 a 1931 (Gini de 0,84) con respecto al anterior de 1901 a 1917. También presenta una

gran concentración el período de 1870 a 1900 (Gini de 0,76), que corresponde al mayor número de

hectáreas otorgadas en concesión. La concentración es mayor en el período de 1827 a 1869 (Gini de

0,71) que el período de 1901 a 1917 (Gini de 0,65).

Hasta 1874 se habían adjudicado 3.318.500 hectáreas en concesiones y de estas cerca de 1.100.000

han pasado a dominio privado, aunque Galindo (1978) estimaba que ni la centésima parte de esa

extensión se había explotado en cultivos (Galindo, 1978). En el periodo posterior, el incremento de

la adjudicación de baldíos está relacionado con la creciente demanda externa de productos forestales

y agrícolas colombianos (Legrand, 1988). En contraste con las grandes adjudicaciones a individuos

o a compañías, la adjudicación a colonos fue insignificante. También lo fueron las adjudicaciones a

nuevas poblaciones, denominadas “concesiones especiales”, las cuales representaron, entre 1827 y

1881, el 8,8 por ciento de la tierra adjudicada. La escasa capacidad económica de gran parte de los

colonos explicaría no solo la poca tierra que se les adjudicó (tanto entonces como en el siglo XX),

Page 175: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

174

sino también el que muchos no solicitaran el título porque no podían pagar los costos de agrimensura

y delimitación del terreno, ni los demás trámites exigidos para la obtención del título de propiedad

(Legrand, 1988).

Tabla 6.1. Adjudicación de baldíos por rangos de tamaño. Colombia, 1827-1931

Fuente: Legrand 1988

Desde 1880 hasta 1930, las concesiones de baldíos expandieron la frontera frente al auge del mercado

externo. En el piedemonte llanero y a lo largo del río meta se otorgaron concesiones para la expansión

ganadera. Lo mismo sucedió en la costa atlántica donde dominaban las actividades ganaderas. En la

1827-1870 1880 - 1900 1901 - 1917 1919 - 1931 Total

1 a 20 hectáreas

Número de concesionario 17 63 156 1.935 2.171

Número de hectáreas 115 598 1.985 31.484 34.182

Promedio de hectáreas 7 9 13 16 45

21 a 100 hectáreas

Número de concesionario 9 344 648 303 1.304

Número de hectáreas 568 23.444 38.416 13.118 75.546

Promedio de hectáreas 63 68 59 43 233

101 a 500 hectáreas

Número de concesionario 21 241 461 127 850

Número de hectáreas 6.223 61.459 103.196 35.068 205.946

Promedio de hectáreas 296 255 224 276 1.051

501 a 1.000 hectáreas

Número de concesionario 14 114 98 64 290

Número de hectáreas 11.259 87.760 84.146 54.091 237.256

Promedio de hectáreas 804 770 959 845 3.378

1.001 a 2.500 hectáreas

Número de concesionario 16 107 64 129 316

Número de hectáreas 26.684 185.460 112.032 264.518 588.694

Promedio de hectáreas 1.668 1.733 1.751 2.051 7.203

2.501 a 5.000 hectáreas

Número de concesionario 16 95 14 9 134

Número de hectáreas 57.810 395.163 53.070 30.797 536.840

Promedio de hectáreas 3.613 4.160 3.791 3.422 14.986

5.000 o más hectáreas

Número de concesionario 19 56 1 2 78

Número de hectáreas 331.208 702.956 6.000 53.799 1.093.963

Promedio de hectáreas 17.432 12.553 6.000 26.900 62.885

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175

zona andina los empresarios solicitaban concesiones para el establecimiento del café en los

Santanderes, Cundinamarca, Tolima, Caldas y en todos los territorios de la colonización antioqueña

(Legrand, 1988).

Los gobiernos conservadores del primer tercio del siglo XX expidieron una abundante legislación

con el fin de fomentar y regular la colonización campesina de baldíos y ampliar la frontera

agropecuaria, otorgando grandes extensiones de tierra a empresas agrícolas, mineras y a compañías

ferroviarias. De esta época también data la política de colonización dirigida, que se materializaría en

la conformación de colonias oficiales en varias regiones del país En el trasfondo de tan abundante

legislación se percibe el dinamismo de la colonización cafetera y de la explotación campesina de

tierras incultas en distintas regiones del país. En 1930 fue expedida la Ley 5ª por la cual se ordenó

hacer cesiones de baldíos a varios departamentos y municipios, para el fomento de la agricultura y la

ganadería.

De esta manera el Estado central concedió grandes cantidades de tierras a los agentes con poder

político, militar y económico lo cual consolidó el problema original de la distribución de la tierra. En

este proceso fueron las personas acomodadas las que se apropiaron de los baldíos antes que los

colonos. La privatización de baldíos llevó al predominio de la gran propiedad dentro de la frontera

agraria. Muchas veces esta privatización se hacía por la vía de la usurpación de baldíos ya que

resultaba menos costoso que las vías legales. Frente al creciente comercio internacional durante el

siglo XIX aumentó la demanda de tierras baldías para explotación agroforestal (UPRA, 2016).

Si bien la política de adjudicación de baldíos mantuvo la desigual distribución de la tierra, las

adjudicaciones de terrenos medianos y pequeños contribuyeron a la formación de una clase media

rural, lo cual hacía parte del ideario liberal y el conservador. Fue evidente en la política de baldíos el

interés de los gobernantes colombianos de entonces de promover la colonización campesina y la

expansión de la frontera agraria, principalmente (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2016).

2. Ley 200 de 1936 y el ordenamiento de los derechos de propiedad agraria

Las décadas de 1920 y 1930 fueron quizás las más convulsionadas en la historia de la primera mitad

del siglo. El problema agrario se tomó la escena política y se visualizó por primera vez como un

problema nacional que merecía la atención del Estado en la medida que constituía un obstáculo al

incipiente proceso de industrialización y de ampliación del mercado interno. Fueron años destacados

en materia del debate sobre el problema de tierras y de decisiones del Estado que se sintetizaron en

la declaración constitucional de que la propiedad tiene una “función social”. Los conflictos sobre la

tierra y el ascenso del partido liberal al poder, junto con el surgimiento de organizaciones sindicales

Page 177: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

176

y grupos políticos socialistas y apartados de los partidos tradicionales, constituyeron un ambiente de

cambio y de renovación de propuestas para la acción del Estado (Machado A. , 2010).

En las primeras décadas del siglo XX la agricultura enfrentaba presiones para mejorar su desempeño

la industria estaba emergiendo y el desarrollo de obras de infraestructura incrementaban las demandas

de alimentos básicos. La agricultura se convertía en un cuello de botella y las haciendas fueron vistas

como un sistema arcaico. En las haciendas también había presiones desde los aparceros, sometidos a

relaciones coercitivas, reclamaban ser inquilinos o agricultores libres, lo que llevaría a la erosión del

sistema de hacienda tradicional (De Janvri). Hacia la década de los veinte, las deficiencias de los

mercados de tierra y trabajo ante el auge económico generaron una presión por una reforma agraria

(Kalmanovitz & López, 2006).

En este contexto surge la ley 200 de 1936, como parte de las reformas que llevó a cabo el gobierno

de Alfonso López Pumarejo, con el fin de inducir la modernización de las haciendas con la amenaza

de expropiación en caso de no explotar adecuadamente los predios. Para ello se fundamentó en el

principio de la función social de la tierra, que fue consideraba un patrimonio nacional. Este debate se

había dado en Europa durante el siglo IXX bajo el lema de “la tierra es para quien la trabaja” y por lo

tanto la ley buscaba reconocer el derecho a los trabajadores al dominio de las tierras. Pero una muestra

de la influencia política de los terratenientes fue el laxo requisito de productividad que se fijó: no

menos de la mitad del predio se debía usar productivamente. Para cumplir con esta exigencia se dio

un plazo de 10 años antes de ser expropiados (de Janvry & Sadoulet, 1993), que resultaba muy laxo

teniendo en cuenta que la ley 56 de 1905 había dispuesto la reversión inmediata al Estado de la tierra

adjudicada que no se utilizara.

Entre los aspectos más importantes de la Ley 200 cabe destacar: (i) Para deslindar las tierras de

propiedad privada de los baldíos, estableció como condición de los “fundos poseídos por particulares,

la explotación económica del suelo por medio de hechos positivos del dueño, como las plantaciones

o sementeras, la ocupación con ganados y otros de igual significación económica”; (ii) Ordenó “la

extinción del derecho de dominio o propiedad sobre los predios rurales en los cuales se dejare de

ejercer posesión en la forma establecida en el artículo 1º de esta ley”; (iii) Exigió como prueba de

dominio o propiedad, “el título originario expedido por el Estado que no haya perdido su eficacia

legal”, o en su defecto, “los títulos inscritos otorgados con anterioridad a la presente ley, en que

consten tradiciones de dominio por un lapso no menor del término que señalan las leyes para la

prescripción ordinaria”; (iv) Concedió un plazo máximo de 10 años para la explotación económica

de los predios privados, a partir de la vigencia de la ley, y en el caso de no hacerlo, la prescripción de

dominio a favor de la Nación; (v) Para quienes hubieran ocupado y explotado tierras incultas de

propiedad privada “durante cinco años continuos, creyendo de buena fe que se trata de tierras

Page 178: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

177

baldíos”, estableció a su favor la prescripción de domino sobre el terreno explotado; y (vi) Para

resolver los litigios de tierras, creó una jurisdicción especial denominada “ jueces de tierras” (Centro

Nacional de Memoria Histórica, 2016).

La ley 200 contribuyó a legalizar títulos de dudosa propiedad y viabilizó la adquisición de parcelas

de arrendatarios y la posesión de parcelas a los colonos. Para Mariano Arango los efectos inmediatos

de la Ley 200 fueron muy regresivos, ya que “en primer lugar, la ley legalizó los títulos con tradición

de dominio de 20 años, eliminando la exigencia de título original exigido por la Corte Suprema desde

1926” (Arango, 1987). Para Mauricio Uribe esa decisión, que buscaba frenar la expansión de las

grandes haciendas en baldíos públicos y la usurpación de las mejoras realizadas por los campesinos,

alentó las invasiones de tierras, pues se sabía que los hacendados no tenían tales títulos. Apoyados en

la sentencia, los campesinos se movilizaron y las tensiones y los episodios de violencia se

multiplicaron, lo que llevó a la intervención del gobierno, que se concretó en la citada ley (Uribe

López, 2009)). La Ley 200 se constituía así en una operación gigantesca de adjudicación de baldíos

a terratenientes. Como contraprestación, los terratenientes debían explotar sus tierras en diez años o,

en caso contrario, la tierra se volvería al dominio del Estado. Al respecto Hirschman comentó que la

legislación de la reforma agraria a través de medidas como la Ley 200 se había considerado un

“fracaso” (Hirschman, 2013).

La Ley 200 de 1936 había establecido la base jurídica para el reconocimiento de la propiedad privada

de grandes extensiones en el país, a través de la afirmación legal de diferentes títulos de propiedad

(ventas, sucesiones, donaciones) que no provinieran del Estado, legitimando así la estructura agraria

configurada desde el siglo XIX (Machado A. , 2010). La ley permitió legalizar títulos de dudosa

propiedad, posibilitó la adquisición de las parcelas de arrendatarios y la normalización de la posesión

de los colonos de buena fe y procuró una mejor utilización de la tierra de la gran propiedad, logrando

en este caso un resultado opuesto. El principal error de la Ley 200 es que buscaba atacar la

inutilización de la tierra pero no su subutilización. Se consideraba a la ganadería extensiva e incluso

la silvicultura de algunos tipos de bosques naturales como formas de explotación económica, por lo

cual se expandió la ganadería extensiva en detrimento de la agricultura. La no reglamentación de la

aparcería y la protección arancelaria para la agricultura capitalista buscaban transformar las viejas

estructuras productivas, pero el resultado fue el avance de la ganadería extensiva, y la expulsión de

los colonos y aparceros, con lo cual se produjo un fuerte déficit en la oferta de alimentos (Arango,

1987).

Los años cuarenta fueron el preámbulo de grandes transformaciones y conflictos políticos en la

sociedad colombiana. Se inicia el repliegue del reformismo agrario al extenderse el plazo de la

extinción del dominio y el retroceso en los procesos de modernidad. Adicionalmente se produce el

Page 179: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

178

avance de un capitalismo agrario que se impone con la violencia partidista y abre las puertas de un

conflicto social y político de gran dimensión, que se expresará en la denominada Violencia de los

años cincuenta (Machado A. , 2010). Los pobres resultados de la Ley 200, que llevaron a la expulsión

masiva de aparceros45 y la resistencia de los propietarios y el Partido Conservador (Kalmanovitz &

López, 2006), sumada al crecimiento de la industria urbana y las presiones de la Federación de

Cafeteros en favor de la aparcería llevaron al gobierno de López Pumarejo a expedir la ley 100 de

1944.

La Ley 100 contiene tres aspectos centrales: la declaratoria de utilidad pública de los contratos de

aparcería y similares, la extensión a quince años del término de la prescripción extintiva de dominio

a que se refiere el artículo 6o de la Ley 200 de 1936 y aspectos relacionados con la política de parcela-

ciones (Machado A. , 2010). El énfasis de esta ley era dar más seguridad a los derechos de propiedad

frente a las invasiones de colonos y la defensa de los contratos de aparcería que se calificaban como

forma tradicional de producción y de utilidad pública, por lo cual se ampliaba de diez a quince años

en el plazo para la restitución al Estado de los predios no explotados. Esta ley iba en contra del

propósito de promover la moderna agricultura capitalista pues fomentaba las atrasadas relaciones de

aparcería, lo cual fue considerado por algunos analistas como un retroceso (Arango, 1987).

3. La Reforma agraria del Frente Nacional: Ley 135, el Pacto de Chicoral y el DRI

En la década de 1950 se dio una nueva ola de privatizaciones de tierras públicas y expulsión de

colonos (Kalmanovitz & López, 2006). La violencia partidista produjo un flujo migratorio del campo

a las ciudades generalizando el despojo de tierras. El conflicto armado tuvo un gran impacto sobre la

producción agrícola generando déficit de alimentos y desempleo, al tiempo que las invasiones de

tierras se aceleraban en muchas regiones (Cepal). Existía además un temor generalizado de parte de

los grandes propietarios hacia el impuesto a la tierra y al avance electoral en 1960 del entonces

izquierdista Movimiento Revolucionario Liberal MRL. Mientras que los campesinos exigían la

distribución de la tierra, los grandes propietarios pedían protección a la propiedad privada y

compensación total en caso de expropiación, al tiempo que la población urbana quería la

modernización de la agricultura y la reducción de conflictos en las zonas rurales. Para de Janvri se

gestó una coalición entre la clase política urbana y los grandes terratenientes para modernizar la

45 La falta de documentos que probaran por escrito la celebración de los contratos de aparcería,

permitió a arrendatarios y aparceros declararse en muchos casos poseedores de la tierra que ocupaban y solicitar la prescripción adquisitiva del dominio establecida en por la ley sobre los terrenos trabajados durante varios años. La reacción de los propietarios fue el desalojo violento de aparceros y arrendatarios, lanzando un flujo creciente de campesinos hacia las ciudades y otras regiones (Machado A. , 2010).

Page 180: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

179

agricultura sin tener que recurrir a la expropiación, dejando así de lado las demandas de los

campesinos que reproducirían el conflicto en una siguiente fase (de Janvry & Sadoulet, 1993).

La respuesta política fue la expedición de la Ley 135 de 1961 o Ley de Reforma Agraria liderada por

el liberal Carlos Lleras Restrepo, con la cual se crea el Instituto Colombiano de Reforma Agraria

(INCORA) cuyo objetivo principal era reestructurar la tenencia de la tierra afectada por la violencia.

La Ley fue el resultado de un proceso de negociación entre las élites de los partidos tradicionales que

buscaban controlar la agitación social en las zonas rurales luego del estallido de la Violencia. Esta

iniciativa partidista surgió durante la conformación del Frente Nacional, también como una respuesta

a las exigencias de la Alianza para el Progreso de Estados Unidos que buscaba contrarrestar el ímpetu

comunista en la región luego de la Revolución Cubana que marcaba el inicio de la guerra fría

(Machado A. , 2009).

Aunque para Lleras Restrepo (1961) el problema central del sector agrario colombiano, era la

extremada inequidad en la distribución de la tierra, la Ley 135 no contemplaba, entre los mecanismos

de intervención estatal, la redistribución directa de la tierra en las zonas incorporadas a la frontera

agropecuaria (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2016). Lo que en realidad se buscaba era, por

una parte, dotar de tierra a los campesinos minifundistas y a los aparceros y arrendatarios, mediante

la compra de predios de propiedad particular o la expropiación con indemnización en caso de que el

propietario no estuviera dispuesto a vender su tierra, y por otra, racionalizar la colonización

espontánea y legalizar los baldíos explotados por colonos a través de los programas de “colonización

dirigida”. Se buscaba asimismo incentivar la explotación económica de las grandes propiedades,

utilizando una doble amenaza: la extinción del dominio privado por no explotación económica del

predio en el lapso establecido por la ley, y una reforma fiscal (Lleras Restrepo, 1961).

Para Absalón Machado (2009) la reforma agraria de los sesenta tenía sustentos económicos, políticos

y sociales, sin que pueda delimitarse claramente cuál de ellos tenía mayor peso en la decisión de

avanzar en una reforma agraria. La reforma agraria era un proceso de carácter político que buscaba

transformar la estructura agraria; y, por lo tanto, las relaciones de poder en el campo. Ello tenía tanto

impactos económicos en la producción, como sociales en la organización y participación de los

campesinos, pobres y desposeídos rurales (Machado A. , 2009). La reforma iniciada en los años

sesenta se basaba en la función social de la propiedad establecida en la reforma constitucional de

1936, que constituyó el pilar de la intervención estatal para expropiar o comprar tierras que no

cumplían con ese mandato. Por ello, preservó claramente la figura de extinción del dominio a favor

de la Nación sobre los predios rurales en los cuales se dejare de ejercer posesión durante 10 años

continuos, entendiéndose esa posesión como la explotación económica del suelo por medio de hechos

positivos propios de dueño.

Page 181: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

180

Para Mariano Arango, en la visión del problema agrario se enfrentaban dos visiones: la reformista y

la gran burgués. La primera liderado por Lleras, consideraba que se debía atacar la desigualdad de la

tierra conformando una estructura donde predominen explotaciones familiares pequeñas y medianas.

La segunda liderada por Lauchline Currie apoyaba el avance de la agricultura capitalista durante el

decenio de 1950 y la aplicación del impuesto a la tierra para estimular el uso de la tierra, al tiempo

que la migración de los campesinos debía ser absorbida por la industria urbana (Arango, 1987). Albert

Hirschman afirmaba que la reforma agraria era un proyecto más adecuado para Colombia que las

propuestas de Currie de imponer un impuesto a la tierra porque este provocaría una resistencia de

todos los propietarios en el país, mientras que la reforma solo afectaría a las regiones más atrasadas

donde los terratenientes no podrían generar una gran coalición (Hirschman, 1964).

La Ley 135 se formuló en el marco de un esquema intervencionista que buscaba modernizar el sector

agropecuario, donde aún persistían las relaciones de producción atrasadas y los avances tecnológicos

apenas comenzaban. La reforma buscaba redistribuir la tierra en unidades agrícolas familiares para

fortalecer las economías campesinas; sin embargo, se inició como un pacto de las élites políticas sin

contar con una representación del campesinado nacional (Machado A. , 2009).

La Ley se fundamentaba en tres estrategias fundamentales: primero la dotación de tierras a

campesinos carentes de ellas; segundo, la adecuación de tierras para incorporarlas a la producción, y

tercero la dotación de servicios sociales básicos y otros apoyos complementarios (Balcazar, Lopez,

Orozco, & Vega, 2001). Los objetivos de la ley eran: reestructuración de la tenencia de la tierra,

fomento de la producción y la productividad, elevación del bienestar de la población campesina,

conservación de recursos naturales y promoción de la organización campesina. La Ley de Reforma

Agraria se apoyaba en el principio de “la función social de la propiedad” enmarcada en la Ley 200

de 1936, constituyéndose en el pilar mediante el cual el Estado expropiaba o compraba tierras que no

cumplieran ese principio. La extinción de dominio se aplica cuando se deja de ejercer posesión sobre

el predio rural, cuando no se encuentra económicamente explotado durante tres años continuos o

cuando los propietarios violen las disposiciones ambientales.

Con la Ley 135 se crea el Instituto Colombiano de Reforma Agraria (INCORA) como la entidad

pública encargada de la gestión de la reforma, también organismos como el Consejo Nacional Agrario

y el Fondo Nacional Agrario (FNA) que es el instrumento al que ingresan las tierras con fines

distributivos. Esta institucionalidad al principio era precaria, no existía un criterio de planeación ni

visiones de largo plazo, el presupuesto inicial fue muy bajo pero progresivamente fue ampliando su

Page 182: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

181

capacidad. El país no tenía experiencia ni la capacidad técnica para ejecutar una reforma agraria por

lo cual se recurrió a la cooperación internacional46.

El INCORA, fue la institución encargada de adelantar los programas de reforma agraria. Como

principal organismo ejecutor, las funciones designadas fueron: (1) Administrar a nombre del Estado

las tierras baldías de propiedad nacional, adjudicarlas o constituir reservas y adelantar colonizaciones

sobre ellas; (2) Administrar el Fondo Nacional Agrario; (3) Determinar las zonas de reforma agraria

en áreas precisas y delimitadas del territorio nacional; (4) Clarificar la situación de las tierras desde

el punto de vista de su propiedad, con el fin de identificar las que pertenecen al Estado y facilitar el

saneamiento de la titulación privada; (5) Adquirir tierras en zonas rurales mediante negociación

directa con los propietarios que las ofrezcan voluntariamente o decretar su expropiación de ser

necesario; (6) Redistribuir, adjudicar y dotar de tierras a la población campesina, y proveer a los

beneficiarios de asistencia técnica y financiación; y (7) Promover y ejecutar conjuntamente con las

entidades especializadas la construcción de vías y caminos vecinales para facilitar las comunicaciones

de las zonas de colonización y de parcelación, así como la dotación de servicios sociales básicos a las

comunidades campesinas.

La Ley 135 sufrió desde el principio una fuerte oposición a las expropiaciones de tierras inexplotadas

por parte una división de los conservadores liderada por Ospina Pérez, lo cual dificultó las

operaciones del INCORA (Arango, 1987). La reforma enfrentaba a los grandes propietarios

organizados entorno a la SAC (Sociedad de Agricultores de Colombia) y FEDEGAN (Federación

Colombiana de Ganaderos) en alianza con los poderes políticos local y nacional, contra una fracción

del Partido Liberal que defendía las reformas en favor del campesinado (PNUD, 2011).

En el periodo 1962 a 1967 ingresaron al FNA 357.861 hectáreas, de las cuales 25% correspondían a

compras, 72,4% a cesiones y 1,6% a expropiaciones. Estos resultados fueron absolutamente

insatisfactorios y la Ley 135 se veía como inoperante, por ello los esfuerzos se encaminaron hacia la

“colonización dirigida” ya que el problema que se percibía no era la distribución de la tierra si la

concentración demográfica (Kalmanovitz S. , 1986).

Frente a los resultados se buscó una nueva legislación agraria que diera impulso a la Ley 135, pudiera

afectar la tenencia de tierra y convirtiera los arrendatarios y aparceros en propietarios. Con esta

finalidad se formuló la Ley 1ª de 1968, conocida como de Arrendatarios y Aparceros. En esta Ley se

determinó que eran sujetos de expropiación los predios que se explotaran bajo estas modalidades y

46 En esta época Colombia contó con la participación de misiones técnicas procedentes de Estados Unidos, México, Perú, Francia, Holanda, Israel e Inglaterra, y de organismos como la OEA, FAO y la CEPAL. Adicionalmente la cooperación financiera internacional se dio a través de la AID, el BID, BIRF y el FIDA de la ONU. (Balcazar, Lopez, Orozco, & Vega, 2001)

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182

serían entregados a los arrendatarios y aparceros, lo cual provocó como reacción su expulsión por

parte de los propietarios. Adicionalmente se reglamentó la Unidad Agrícola Familiar (UAF)47 a fin

de proteger y regular la tenencia y explotación de las porciones de tierra distribuidas individualmente

a los campesinos beneficiarios, en caso de que las tierras ocupadas por los campesinos fuesen

insuficientes para formar unidades agrícolas familiares.

La Ley 1ª triplicó los recursos públicos aumentando visiblemente la planta de personal del INCORA,

pero no introdujo cambios sustanciales en las normas de la Ley 135 de 1961. Así mismo, la estrategia

gubernamental en materia de organización campesina se materializó con la creación de la Asociación

Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC). Sin embargo, el proceso de redistribución de la

propiedad adelantado por el INCORA se estancó. De los 71.000 aparceros inscritos en 1968 que

aspiraban a 514.000 hectáreas, apenas se adquiere el 20 por ciento de las tierras para beneficiar al 12

por ciento de los aspirantes. No obstante, durante el periodo de 1968 a 1972 el número de familias

beneficiadas fue de 19.634 frente a las 14.358 del periodo anterior. También en este periodo hubo un

crecimiento notorio en el porcentaje de compras y expropiación de tierras así como una disminución

en las tierras adquiridas por cesión (Balcazar, Lopez, Orozco, & Vega, 2001).

En 1970 se realizó una evaluación a la Ley 135 de 1961 con expertos de FAO y el IICA en la que se

consideraba que los criterios de la Ley se orientaban más hacia el fomento de la producción y la

productividad antes que a la redistribución del ingreso y el desarrollo social en beneficio del

campesino. Esto se expresaba en el énfasis exagerado hacia el desarrollo de distritos de riegos y obras

de desarrollo físico y tecnológico mientras que el desarrollo social y los demás factores que

explicaban el atraso se habían descuidado (Machado A. , 2009). También se creó una comisión de

expertos parlamentarios que advirtieron sobre el exagerado énfasis en infraestructura física antes que

en desarrollo social y la organización campesina, la necesidad de una mejor planeación de obras por

el INCORA y de establecer análisis costo beneficio para hacer más eficiente la reforma.

Los campesinos agremiados en la ANUC decidieron hacer oposición al gobierno, frente a la lentitud

y poca efectividad de la reforma comenzaron a invadir haciendas reclamando acciones más efectivas

por parte del INCORA. Dentro de los factores que motivaron la radicalización del movimiento

campesino se encuentran: el deterioro de las condiciones económicas y sociales del campesinado, el

47 La UAF quedó definida en la Ley 135 de 1961 como la explotación agraria de un fundo que dependa directa y principalmente de la vinculación de la fuerza de trabajo de una misma familia, sin perjuicio del empleo ocasional de mano de obra externa, de la cual no más de la tercera parte de los ingresos puedan ser destinados al pago de deudas originadas en la adquisición de las tierras y puedan disponer de un excedente para el mejoramiento gradual del nivel de vida de la familia. La Ley 160 de 1994 define a la UAF como la empresa básica de producción agrícola, pecuaria, acuícola o forestal cuya extensión, conforme a las condiciones agroecológicas de la zona y con tecnología adecuada, permite a la familia remunerar su trabajo y disponer de un excedente capitalizable que coadyuve a la formación de su patrimonio.

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183

desalojo de arrendatarios y apareceros, y el empeoramiento de las relaciones del Estado con la

organización campesina durante el gobierno de Pastrana.

Los intentos redistributivos de la reforma se habían frustrado, la concentración de la tierra había

crecido entre los censos agropecuarios de 1960 y 1970, la expulsión de arrendatarios y aparceros

había continuado y las pocas tierras expropiadas, fueron marginales y de baja calidad. En 1972 el

INOCORA solo había expropiado el 1,5% de las grandes propiedades y de las 935.000 familias

elegibles solo al 13% se les habían otorgado títulos.

Este resultado fue consecuencia del pacto de las elites políticas con los grandes propietarios

representado por los gremios para modernizar la agricultura y evitar las expropiaciones. Según

Kalmanovitz esta reforma indujo un auge sin precedentes en la producción de cultivos comerciales y

de exportación. La modernización de la agricultura terminó minando el impulso de la reforma, ya que

en estas condiciones no existía la posibilidad de que se diera apoyo político a una iniciativa de

expropiaciones con una agricultura que se expandía vigorosamente (Kalmanovitz & López, 2006).

Para de Janvri este auge fue producto de la alianza con los grandes propietarios para modernizar la

agricultura con grandes obras de infraestructura de riegos y carreteras financiado por el Estado (de

Janvri). La radicalización del movimiento campesino y su acción concertada para invadir miles de

hectáreas en 1971 y 1972 unifico establecimiento político en defensa de los derechos de propiedad

amenazados. Como resultado se firmó en enero de 1972 un acuerdo político entre los gremios

agrícolas, el Congreso y el gobierno con el fin de blindar la gran propiedad, y se conoció como el

Pacto de Chicoral.

El énfasis de la política cambio hacia la capitalización y modernización tecnológica y la incorporación

de tierras a la producción. El gobierno presentó un proyecto que daría lugar a la Ley 4ª de 197348, la

cual reformaba la legislación vigente y contemplaba nuevos criterios para la calificación de predios

como adecuadamente explotados mediante niveles mínimos de productividad. También disponía

entre otras el establecimiento de la renta presuntiva agrícola49, como una manera de ejercer presión a

favor del uso productivo de la tierra y penalizar su apropiación improductiva. Posteriormente fueron

decretadas la Ley 5ª de 1973, que establecía un sistema de financiamiento para el agro por medio del

48 El nuevo Ministro de Agricultura, Hernán Jaramillo Ocampo, decía ser partidario de la reforma agraria, pero quería una mejor administración del proceso, para lo cual el INCORA no debería seguir entregando tierras sino atender los problemas de los que ya habían recibido tierras, con lo cual su verdadera intención era no hacer más reforma. El Ministro presentó en agosto de 1971 un proyecto de ley modificatorio de las leyes 200 de 1936, 135 de 1961 y 1ª de 1968; y en octubre otro proyecto sobre capitalización del sector agropecuario. Ambos se convirtieron en las Leyes 4 y 5 de 1973, después de la negociación política en Chicoral realizada en enero de 1972 (Machado A. , 2009). 49 La renta presuntiva era del 10% del valor del terreno y del 4% para los predios dedicados a cría de ganado, la producción de leche o ambas actividades.

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Fondo Financiero Agropecuario, y la Ley 6ª de 1975 sobre los contratos de aparcería, con un énfasis

empresarial, con lo cual cambiaban las normas de la Ley 1 de 1968 que trató de acabar con estas

formas de explotación de la mano de obra rural (Balcazar, Lopez, Orozco, & Vega, 2001).

Desde ese momento la redistribución se limita a las ofertas voluntarias de los terratenientes que el

INCORA compraba por encima de los valores catastrales, incrementando así los costos de adquirir

tierras para redistribuir la propiedad. En la práctica ni los niveles mínimos de productividad, ni la

renta presuntiva funcionaron por la inoperancia y/o corrupción de los funcionarios del INCORA, con

lo cual ni el incremento del impuesto a la tierra ni las expropiaciones se lograron como se esperaba

bajo la Ley 4ª.

Durante el periodo de Pastrana se formuló el Plan de las Cuatro Estrategias bajo la asesoría de

Lauchlin Currie, que buscaba dejar la agricultura en manos del capitalismo agrario, mientras que una

parte del exceso de mano de obra sería absorbido por la industria y la construcción en las ciudades y

la otra parte sería beneficiaria de los programas de Desarrollo Rural Integrado (DRI). El gobierno de

Pastrana en 1973 lanza el DRI con el objetivo inmediato de controlar el alza en los alimentos de

primera necesidad, derivada de su estrategia de fomentar la construcción urbana. El DRI se convirtió

en la alternativa para resolver la pobreza.

Tanto la reforma agraria como el DRI fueron programas concebidos desde afuera, lo cual demuestra

la poca comprensión de la sociedad sobre sus propios problemas. Estos programas fueron vistos como

excluyentes en lugar de complementarios (Machado 2009), ya que al privilegiar sectores específicos

de la población rural y no tocar la tenencia de la tierra, consintieron el proceso de concentración de

la tierra y aumentaron las brechas con las poblaciones desatendidas en las cuales no hubo inversión

social de la misma magnitud (Arango). Para Jesús Antonio Bejarano las políticas de desarrollo rural

integrado de los años setenta estuvieron más vinculadas a la estrategia contrainsurgente que a la

transformación de la estructura agraria (Bejarano, 1989).

El desarrollo rural buscaba dotar a los pequeños productores de insumos y tecnología moderna

acompañados de crédito para mejorar los ingresos, en lugar de buscar un acceso a la tierra y otros

activos productivos. La reforma agraria y desarrollo rural se presentaron, entonces, como programas

excluyentes en lugar de complementarios, y allí radicó en buena parte su precario impacto (Machado

A. , 2009). Más tarde durante el Plan de Desarrollo “Para Cerrar la Brecha” del gobierno de López

Michelsen el DRI se constituye en la principal estrategia del Plan de Alimentación y Nutrición (PAN),

que buscaba modernizar a los campesinos de quienes se había descubierto que si eran importantes,

ya que producían el 55% de los alimentos y el 30% de las materias primas (Arango, 1987).

Las presiones internacionales se estaban alejando de las filosofías redistributivas de la Alianza para

el progreso y el Banco mundial, y habían migrado su posición de apoyo a la reforma agraria hacia un

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impulso al DRI como estrategia para modernizar a la agricultura campesina. Al respecto Mariano

Arango comenta con sarcasmo que el Banco Mundial en 1973 había admitido la racionalidad

campesina y sus posibilidades de resolver el problema mundial del hambre (Arango, 1987). Los

agricultores familiares con más información y acceso a mercados demandaban los beneficios del

Banco Mundial con el programa DRI. Mientras tanto los grandes propietarios no solo querían proteger

la propiedad privada sino también las grandes inversiones en infraestructura y maquinaria financiadas

con apoyo público para implementar las tecnologías de la Revolución Verde. Los grandes propietarios

que se modernizaron lo hacían en bienes agroindustriales y de exportación, y no en alimentos básicos

donde actuaba la política de intervención de precios que los hacia menos rentables. Se requería

entonces la modernización de un sector de la economía campesina considerada viable, por medio del

DRI para que produjera los alimentos básicos. Los campesinos inviables para el programa DRI serían

objeto de la beneficencia del Estado, pues se hallaban alejados de los centros urbanos, y sin acceso a

la infraestructura y a los servicios públicos, con lo cual no era factible acceder a las tecnologías

modernas.

El reemplazo de la reforma agraria por la política de desarrollo rural integrado benefició a una minoría

de familias campesinas con tierras próximas a los mercados y no afectó la estructura de la propiedad

ni mejoró las condiciones sociales del campesinado. Para 1984 toda la legislación de más de cinco

décadas en reforma agraria no había logrado cambiar la concentración de la tierra. El coeficiente Gini

de distribución era de 83% en 1960 y paso a 82% en 1984.

Tanto el Plan de las Cuatro Estrategias como la Ley 4ª gestada en el municipio de Chicoral fracturaron

la espina dorsal de la reforma agraria definiendo así su desmantelamiento. La visión reformista del

problema agrario de Lleras se había reemplazado por el gran burgués de Lauchlin Currie. En Chicoral

se habían reunido las élites rurales, el sector financiero y representantes de los partidos tradicionales,

pero excluyeron a los ideólogos reformistas de ambos partidos, lo mismo que a los partidos disidentes

de izquierda y por su puesto a los campesinos, dejando como única salida la insurgencia.

Durante el gobierno de López Michelsen la legislación sobre reforma agraria se había tirado al cesto

de la basura, reemplazada por el desarrollismo como política económica. En el gobierno de Turbay

Ayala no se volvió a mencionar el tema de la reforma agraria, ya que el debate giraba sobre los

cultivos ilícitos y el crecimiento de grupos armados al margen de la ley (Machado A. , 2009).

En el periodo que va del acuerdo de Chicoral hasta la Ley 30 de 1988 es de inactividad en reforma

agraria. Solo la política de negociación de paz del gobierno de Betancur reactiva las acciones de

distribución en zonas de conflicto con la ley 135 de 1982 o Ley de Amnistía, apoyada con la creación

del Plan Nacional de Rehabilitación (PNR) que fue reforzado durante la administración Barco junto

con el programa DRI.

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186

La legislación de reforma agraria retorna con la Ley 30 de 1988 durante el gobierno de Barco como

una política ligada al programa de lucha contra la pobreza y reconciliación entre los colombianos

(Machado). La Ley 30 en términos generales fija como lineamientos: lograr una acción más

coordinada de las instituciones gubernamentales; elevar el nivel de vida de la población campesina;

simplificar los trámites para la adquisición y dotación de tierras a los campesinos, eliminando la

calificación de las tierras, y proveer una mayor cantidad de recursos al INCORA para el desarrollo

de los programas de su competencia (Cepal). La ley 30 estableció que son susceptibles de adquisición

por negociación directa y de expropiación para la reforma agraria todos los inmuebles rurales,

eliminando así los obstáculos puestos por el Pacto de Chicoral y la Ley 4ª al calificarlos con base en

niveles mínimos de productividad, que finalmente fueron declarados inexequibles por el Consejo de

Estado (Machado).

La década de 1980 es un periodo en el cual se desmontan los obstáculos puestos después del Pacto

de Chicoral, pero también se incrementa la violencia en las zonas rurales y crecen los grupos ilegales

y el narcotráfico. Ante la debilidad del Estado, paradójicamente se estimula la intencionalidad de

reactivar la reforma agraria. La organización campesina se debilita frente a la escalada de la violencia

y se va configurando una contrareforma agraria por la compra de tierras del narcotráfico, el despojo

y el desplazamiento forzado causado principalmente por el paramilitarismo, que se extiende durante

la década de 1990 (PNUD, 2011).

4. El Mercado de tierras en Colombia

En medio de una apertura económica y la promulgación de una nueva carta constitucional, el

presidente Cesar Gaviria sanciona la ley 160 de 1994 que dispuso la creación del “sistema nacional

de reforma agraria y desarrollo rural campesino” e introdujo el mercado asistido de tierras como el

principal mecanismo de acceso a la tierra por parte del campesinado minifundista o carente de este

medio de producción. La Ley 30 de 1988 solo llevaba 2 años cuando la reforma agraria sufriría una

nueva ruptura durante la apertura económica, impulsada otra vez desde afuera por las imposiciones

del Consenso de Washington bajo el paradigma imperante de las políticas neoliberales.

Los economistas del Banco Mundial, en una fuerte crítica a las reformas distributivas lideradas por

el Estado, proponían una reforma agraria liderada por el mercado que se denominó Mercado Asistido

de Tierras (MAT). De esta manera los intentos redistributivos de la administración Barco fueron

desplazados por las ideologías neoliberales fundamentadas en el libre mercado, a pesar de la gran

necesidad de avanzar en la reforma agraria debido a la escalada del conflicto y el narcotráfico, y sus

consecuencias en el crecimiento exponencial de la concentración de la tierra.

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Los pobres resultados arrojados después de un poco más de cinco décadas de legislación para la

distribución de la propiedad, la escasez de recursos financieros, la excesiva centralización de las

políticas, la inoperancia y poca transparencia de las instituciones encargadas de la reforma y el alto

costo fiscal asumido frente a los mínimos logros en la solución de los problemas rurales justificaron

apartarse del modelo estatal de distribución de la tierra. La nueva tendencia en la política de tierras

se basó en el Proyecto de Cooperación Internacional del PNUD-FAO que asesoró el proyecto de Ley

114 de 1992 y que luego se convertiría en Ley 160 en 1994 (Machado)50. En esta ley el énfasis se

hace en una mayor iniciativa por parte de los beneficiarios, mientras que al INCORA se le confiere

el papel de facilitar las negociaciones basándose en el mercado para llevar a cabo las transacciones.

El objetivo que se perseguía en el nuevo modelo era dinamizar la redistribución introduciendo el

concepto de propiedad a través del mercado de tierras, paro lo cual el Estado es un facilitador de la

negociación directa entre propietarios y campesinos (Balcazar, Lopez, Orozco, & Vega, 2001). De

esta manera se buscaba que a través del MAT los campesinos sin tierras y los minifundistas pudieran

recomponer sus unidades productivas hacia la conformación de una Unidad Agrícola Familiar (UAF),

con la ayuda de subsidios otorgados por el Estado. Para ello, se establece un subsidio a los

beneficiarios, equivalente al 70 por ciento para la compra de tierras, y el otro 30 por ciento restante

podría venir de una línea de crédito especial de tierras, dispuesta por los intermediarios financieros

(como Caja Agraria con redescuento en FINAGRO), o de recursos propios.

Para Londoño la Ley 160 fue un intento del Estado colombiano para conciliar el modo de producción

campesino y el capitalista, los cuales han mantenido formas de subordinación, competencia y en

ocasiones de complementación (Londoño 2017)). Para ello la Ley introdujo dos tipos de organización

productiva: las Zonas de Reserva Campesina (ZRC) y las Zonas de Desarrollo Empresarial (ZDE).

Entre otros aspectos importantes introducidos en la Ley 160 de 1994 se destacan: la creación del

Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural Campesino; la definición de derechos de

exclusión hasta 2 UAF51; y la introducción como causal de extinción de dominio el destino de los

predios a cultivos ilícitos. La Ley definía que el INCORA debía establecer criterios metodológicos

50 Para Ramos (2002) entre los antecedentes de la Ley 160 de 1994, se encuentra el proyecto de ley preparado por el INCORA, denominado “La reforma agraria necesaria”, que no tuvo acogida en el gobierno, y a un documento Compes de junio de 1992, denominado Nuevo impulso a la Reforma Agraria, que definió la orientación de la política de tierras de la futura Ley 160 (Ramos, citado por Londoño). 51 La Ley 160 de 1994 define la UAF como: “Se entiende por unidad agrícola familiar (UAF), la empresa básica de producción agrícola, pecuaria, acuícola o forestal cuya extensión, conforme a las condiciones agroecológicas de la zona y con tecnología adecuada, permite a la familia remunerar su trabajo y disponer de un excedente capitalizable que coadyuve a la formación de su patrimonio”.

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188

para determinar la UAF por zonas relativamente homogéneas y fijar en salarios mínimos mensuales

legales el valor máximo total de la UAF.

En cuanto a la adjudicación de baldíos la Ley 160 se destaca el no reconocimiento de los ocupantes

de baldíos como “poseedores conforme al Código Civil”, y la aclaración de que el solo hecho de la

ocupación no genera el derecho a la adjudicación, sino una “mera expectativa”. Adicionalmente la

ley establece que en lugar de fijar límites máximos y mínimos del área adjudicable, la Ley dispone,

como regla general, que “salvo las excepciones que establezca la Junta”, las tierras baldías se titularán

en unidades agrícolas familiares (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2016).

Entre 1995 y 2012 obtuvieron parcelas de reforma agraria 33.291 familias por un total de 430.699

hectáreas, es decir, 13 hectáreas en promedio por familia. De 1995 a 2000 por el programa de compra

subsidiada de tierras ingresaron al Fondo Nacional Agrario 1.564 predios por un total de 303.503

hectáreas, que beneficiaron a 20.681 familias (Balcazar Á. , 2001). Entre 2004 y 2012 la DNE

(Dirección Nacional de Estupefacientes) aportó 36.733 hectáreas provenientes de procesos de

extinción de dominio y que fueron repartidas entre 2.889 familias. Según cifras del INCODER entre

LOS AÑOS 2002 y 2012 fueron asignadas un total de 135.080 hectáreas a 12.610 familias que

recibieron lotes de un poco más de 10 hectáreas en promedio (Centro Nacional de Memoria Histórica,

2016).

La adopción de la UAF en la Ley 160 significó un cambio radical en la política de distribución de

baldíos y en la escala de rangos de tamaños tradicionalmente usada. En consecuencia una gran

explotación en el Valle del Cauca o en Caldas puede equivaler a una pequeña explotación en el

Vichada. En el periodo 1995 a 2012 se adjudicaron 126.808 predios baldíos a particulares, de los

cuales el 77,8% tenía un tamaño inferior a una UAF, 20,1% correspondía a una UAF y 2,2% estaban

por encima de los límites legales, es decir que tenían más de una UAF. Estos predios que estaban por

encima de la UAF suman 2.798 predios baldíos que suman 658.356 hectáreas y equivalen al 13% de

la superficie total adjudicada. Si se mide en hectáreas la superficie de baldíos adjudicada se encuentra

que el 60% quedó en poder del 2% de adjudicatarios, mientras el 40% quedó en manos del 98% de

adjudicatarios.

Según muchos analistas el mecanismo de distribución de tierras a través del mercado asistido de

tierras (Machado A. , La reforma rural, una deuda social y política, 2009)as fue un rotundo fracaso si

se compara con el número de familias campesinas que mostraron interés en adquirir tierras

subsidiadas. Según Machado durante los años noventa el INCORA se vio congestionado de ofertas

de tierras porque nadie las quería comparar, dadas la intensidad del conflicto en el sector rural y la

inseguridad para los propietarios (Machado A. , 2010). De acuerdo a Mondragón los propietarios

ofrecieron al INCORA 1.141.313 hectáreas, pero la entidad solo tuvo dinero para subsidiar la compra

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de 42.527 hectáreas, es decir el 3,7% (Mondragón, 1999). Balcázar analiza los resultados de la Ley

160 durante el periodo 1995 a 2000 “La inversión cae, el crédito complementario al subsidio para la

adquisición de tierras no funcionó en concordancia con aquél; el sistema de reforma agraria no

funcionó como tal debido a la formulación aislada de políticas y prioridades propias en cada entidad,

al grado disímil en la planificación de instituciones y entidades territoriales, a la especialización y

dispersión de funciones y al Estado diferenciado del proceso de descentralización en todas ellas”

(Balcazar Á. , 2001).

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ANEXO 2:

ELEMENTOS CONCEPTUALES DE LA REFORMA AGRARIA. DE LA GUERRA

FRÍA AL MERCADO DE TIERRAS

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ELEMENTOS CONCEPTUALES DE LA REFORMA AGRARIA: DE LA GUERRA FRÍA

AL MERCADO DE TIERRAS

Introducción

La tierra es el principal activo productivo y la agricultura es la fuente de ingresos más importante para

los pobres rurales en los países en desarrollo52. El acceso a la tierra de los pobres es fundamental para

construir medios de vida viables y salir de la pobreza. Por ello, la concentración de la tierra es un

obstáculo para incrementar la productividad agrícola y los ingresos rurales. Las estructuras agrarias

caracterizadas por una alta desigualdad están asociadas con relaciones políticas y sociales poco

democráticas, características de economías pobres y con una extrema desigualdad de los ingresos.

Dada la importancia de la agricultura y el empleo agrícola en los países en desarrollo, la tierra ha sido

un tema importante en los debates y teorías sobre el desarrollo y una fuente de movimientos sociales

y políticos, y de conflicto agrario. Cuando la concentración de la tierra es elevada genera pobreza y

desigualdad, ya que en situaciones en que la mano de obra es abundante en relación con la tierra, los

retornos del trabajo serán bajos y los de la tierra serán altos. En tal circunstancia si la propiedad de la

tierra es extremadamente sesgada, la desigualdad de los ingresos será muy alta y la pobreza será

generalizada entre los que no puedan acceder a la tierra.

La reforma agraria (en adelante RA) es una legislación dirigida a distribuir los derechos de propiedad

sobre la tierra, para superar la pobreza y la desigualdad. La RA fue muy importante para sacar de la

pobreza a millones de personas y hoy sigue vigente. Al menos 1.500 millones de personas en el

mundo han conseguido tierras gracias a la reforma agraria y son menos pobres o salieron de la pobreza

gracias a ello. Pero aún persisten las desigualdades en el acceso a la tierra y por lo tanto la reforma

agraria es un asunto sin terminar. Las reformas agrarias bien implementadas además han generado

crecimiento económico, han reducido la desigualdad y elevado la producción agrícola y el ingreso

promedio, así mismo han mejorado las oportunidades de inclusión social y de libertad. Siempre que

existan condiciones de desigualdad extrema, pobreza y desempleo, la distribución de la tierra será

importante.

Una RA se considera exitosa si coloca la tierra y las decisiones sobre su uso en manos de agricultores

elevando la productividad. Una RA que funciona es aquella que aumenta el bienestar de los pobres

rurales. Desafortunadamente, los hallazgos encontrados en la literatura científica muestran que el

sistema que funcionaría es el que rara vez se intenta: expropiar la tierra de las oligarquías rurales,

dársela a los campesinos en propiedad con bajos costos, dejándoles vender sus tierras si lo desean,

52 La industria urbana suele ser demasiado exigente en habilidades y capital como para ser una

opción para los campesinos pobres.

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producir lo que quieran, pedir prestado, y comprar y vender sus cosechas donde y cuando quieran

(Powelson & Stock, 2003).

Una RA verdaderamente redistributiva, que se basa en los dos objetivos paralelos del desarrollo

económico y la justicia social, sigue siendo urgente y necesaria en la mayoría de los países en

desarrollo hoy en día. La evidencia de una relación inversa sugiere que estos dos objetivos se pueden

lograr en gran parte con la misma política de RA. Una política de reforma haría más popular a un

gobierno, generaría una mayor base impositiva y cuantiosos recursos fiscales a largo plazo que

permitirían superar la resistencia de los opositores a la RA ¿A qué se debe entonces la oposición a

una política que sería beneficiosa para la distribución del ingreso y para la productividad y el

crecimiento económico? Se pueden enumerar varios factores: (i) la presencia de hechos que son

contraintuitivos para la mayoría de las personas sin un conocimiento profundo del tema53; (ii) la falta

de intuición con respecto a los mecanismos de equilibrio general; (iii) la poderosa combinación de la

influencia política e intelectual de los grandes terratenientes y sus aliados políticos54; (iv) hay una

falta de evidencia empírica rigurosa sobre el Impacto de la reforma agraria y (v) que no exista

suficiente presión social para generar políticas de reforma (Berry, 2014; Lipton M. , 2009;

Binswanger, Bourguignon, & van den Brink, 2009).

Una política de RA requiere tomar en serio el potencial de la agricultura a pequeña escala como base

para un futuro agrícola, y como estrategia para la modernización, la difusión tecnológica, el desarrollo

y la democracia como parte de un asalto a la pobreza rural. Los argumentos a favor y en contra de

varios tipos de reformas agrarias son parte del debate subyacente sobre los méritos respectivos de la

agricultura a gran escala y a pequeña escala. Los movimientos sociales que están emergiendo en el

siglo XXI en favor de la agricultura a pequeña escala argumentan que esta puede aprovisionar al

mundo y hacerlo de forma respetuosa con el medio ambiente, al tiempo que genera más empleo y

dinamiza las economías locales (Via campesina, 2010).

53 Por ejemplo, la idea de que agricultores de pequeña escala, mal vestidos y sin educación puedan

ser más eficientes que los agricultores modernos, bien vestidos y bien educados, que operan a gran escala, o la idea de que las economías de escala tienen relativamente poca importancia en la agricultura de los países en desarrollo (Berry, 2014). 54 Los terratenientes, especialmente donde la tenencia de la tierra es muy desigual y basada en

herencias, aspectos raciales o fruto del despojo y el fraude, o todas las anteriores, pueden temer que

la mayoría de las personas no acepten su derecho a tener la tierra. En esta situación pueden temer

que no se cumpla con una compensación y que al final la reforma generará más presión antes que

mayor seguridad para ellos, por lo cual tienen incentivos para bloquear la reforma. Los grupos

urbanos también pueden tener incentivos para bloquear la reforma si creen que esta puede reducir

la oferta de alimentos en las ciudades generando inflación y pérdida del poder adquisitivo de sus

salarios (Lipton M. , 2009).

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El objetivo de este capítulo es presentar los elementos teóricos que fundamentan la RA (definición,

historia, objetivos, importancia, etc) y las bases de los dos modelos más importantes de RA: la

reforma agraria liderada por el Estado y la Reforma Agraria liderada por el mercado. Estos elementos

teóricos son la base que permitirá entender los próximos capítulos relacionados con las reformas

agrarias en Colombia y los derechos de propiedad de la tierra.

1. Reforma Agraria: Cómo se define

En el idioma castellano se utiliza el término “Reforma Agraria” para referirse a cualquier paquete de

leyes que intente cambiar la estructura agraria existente. Sin embargo, en ingles la expresión “reforma

agraria” equivaldría a “Land Reform” que especifica un conjunto de leyes para redistribuir los

derechos de propiedad sobre la tierra; mientras que “Agrarian reform” se refiere a “Land Reform”

más las reformas socioeconómicas y políticas complementarias, tales como crédito, mercadeo,

infraestructura, investigación y extensión.

El Consejo de Naciones Unidas definió la reforma agraria como un programa integrado de medidas

destinadas a eliminar los obstáculos al desarrollo económico y social derivados de problemas en la

estructura agraria (White, Borras Jr., & Hall, 2014). La reforma agraria comprende leyes encaminadas

a reducir la pobreza, al dotar de tierras agrícolas a los pobres rurales, para mejorar sus ingresos, poder

o estatus. La reforma agraria busca cambiar la ley para reducir la pobreza a través de una distribución

más equitativa de los derechos de propiedad.

Dorner (1972) expresa uno de los conceptos más conocido sobre la reforma agraria: "Toda reforma

agraria consiste fundamentalmente en una serie de cambios sustanciales y deliberados en el régimen

de tenencia de la tierra, o sea, en la propiedad y control de los recursos de tierra y agua" (Dorner,

1972).

Una definición más convencional de reforma agraria se refiere específicamente a programas que

redistribuyen la tierra de grandes propietarios a campesinos con poca tierra o sin tierra. Además de la

implicación clásica de redistribuir los derechos de propiedad, el término se ha usado para referirse al

establecimiento de acuerdos colectivos o comunales, esquemas de colonización de tierras

patrocinados por el estado y reformas de la tenencia de la tierra, es decir, cambios en los acuerdos

contractuales entre los terratenientes y los que cultivan la tierra. También se han incluido como

reformas agrarias las medidas fiscales y de crédito, destinado a crear incentivos para que los grandes

terratenientes vendan parte de sus propiedades, a veces se las describe como reformas agrarias

"amigables con el mercado" (Griffin, Khan, & Ickowitz, 2002).

Lipton (2009) define la reforma agraria como la legislación que intenta y probablemente logra

redistribuir directamente la propiedad y las reclamaciones sobre tierras agrícolas, con el fin de

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194

beneficiar a los pobres mediante el aumento en términos absolutos y relativos de su estatus, poder,

y/o ingresos, en comparación con las situaciones sin la legislación. Al ser una legislación, la reforma

excluye los procesos revolucionarios violentos. Además la reforma debe tener la intención de

redistribuir los derechos de tierras para beneficiar a los pobres, con buenas probabilidades de éxito

en sus métodos, basándose en evidencias y la evaluación de otras experiencias. En una definición de

reforma agraria debe ser explícito el objetivo de beneficiar directamente a los pobres, aumentar los

derechos sobre la tierra y hacerlos propietarios. Pero los beneficios generados por la reforma van más

allá de los ingresos, e incluyen autonomía, estatus, poder, libertad, estabilidad y sustentabilidad. Por

ello es importante que la reforma debilite el poder de los tiranos rurales basado en el monopolio local

de la tierra (Lipton M. , 2009).

La RA es un asunto fuertemente político, con la participación de sustanciales conflictos de interés.

De hecho, la propiedad de la tierra refleja el poder social y la estructura de las economías agrarias,

por lo que los cambios en el patrón de propiedad implican necesariamente cambios en la sociedad

misma. La noción de la intervención pública es profundamente problemática (Bell, 1990). El

concepto de RA, sin embargo, tiene el propósito de enfatizar la insuficiencia de las tierras. La reforma

redistributiva por sí sola busca generar un cambio estructural y duradero en la economía rural y en la

sociedad (White, Borras Jr., & Hall, 2014).

2. Objetivos fundamentales de la Reforma Agraria

En esencia una RA busca transferir la propiedad sobre áreas de tierra agrícola a la población rural

pobre que carece de tierras o es insuficiente y así elevar su poder, estatus oportunidades o ingresos

en términos absolutos. El objetivo principal de una reforma agraria es reducir la pobreza y la

desigualdad, y para ello se requiere cambiar las leyes que afectan los derechos y la propiedad de las

tierras. Aunque en general el objetivo de reducir la pobreza es inobjetable para un país en desarrollo,

no existe tanto acuerdo en reducir la desigualdad, pese a que hoy se reconoce que los países con

mucha desigualdad crecen menos (Berry, 2002). Investigaciones que comparan países en el tiempo

demuestran que la equidad en general es buena para el crecimiento, y en particular la equidad en la

distribución de la tierra se asocia con un mayor crecimiento económico general (Binswanger,

Bourguignon, & van den Brink, 2009). También es claro que la desigualdad de oportunidades que

son el resultado de circunstancia heredadas, y que por lo tanto no son producto de un mayor esfuerzo

o eficiencia, no contribuyen mucho al desarrollo (Lipton, 2009).

Las reformas agrarias modernas tienen el propósito de abolir formas feudales, coloniales o colectivas

de propiedad de la tierra para corregir estructuras ineficientes que obstaculizan el desarrollo

económico a través de cambios en el ordenamiento jurídico e institucional (Binswanger,

Bourguignon, & van den Brink, 2009). En general la reforma agraria incluye objetivos

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195

macroeconómicos más amplios como incrementar la producción agrícola y el nivel de vida de los

territorios rurales (White, Borras Jr., & Hall, 2014). Adicionalmente con una reforma agraria se busca

mejorar la eficiencia y lograr un crecimiento económico rápido en aquellos países donde el atraso de

la agricultura se constituye en un obstáculo al desarrollo. La mayor estabilidad de los ingresos también

es un objetivo muy importante de toda reforma agraria, ya que la dependencia de la agricultura hace

muy volátiles los ingresos y las caídas en el consumo pueden ser desastrosas al profundizar la pobreza.

Se busca también mayor libertad, ya que el acceso a la tierra puede librar a los pobres de la

dependencia de tiranos rurales.

En muchas ocasiones el objetivo de las reformas agrarias ha sido consolidar una clase grande y sólida

de campesinos viables orientados al mercado, que producen excedentes, en un marco amplio de

políticas que busca garantizar la viabilidad de las ciudades y la urbanización. Se pretende un cambio

estructural y duradero en la economía rural y en la sociedad siendo un instrumento para la

modernización, desarrollo y democracia con el objetivo de reducir la pobreza y la desigualdad (White,

Borras Jr., & Hall, 2014).

Los objetivos de la RA se pueden clasificar en sociales, económicos, políticos y ambientales. Dentro

los objetivos sociales se busca garantizar la subsistencia de la gran masa de fuerza laboral

desempleada, tener un gran impacto sobre la pobreza rural y lograr la justicia social. En los objetivos

económicos se enfatiza la mayor eficiencia de las pequeñas granjas familiares. La eficiencia

económica se fundamenta en la evidencia de una IR que implica que las grandes explotaciones

subutilizan la tierra, mientras las pequeñas subutilizan la mano de obra, por lo cual la reforma

contribuirá a incrementar la producción y los ingresos, y reducir la pobreza y la desigualdad. Dentro

de los objetivos políticos se busca eliminar las relaciones feudales y la concentración excesiva de

poder de las élites rurales, lograr estabilidad política y paz. En los objetivos ambientales se busca el

manejo sostenible de los recursos naturales y la biodiversidad (Binswanger, Bourguignon, & van den

Brink, 2009).

3. Hechos históricos de la Reforma Agraria

Antes de los procesos de colonización, los cuales fueron padecidos por casi la totalidad de los países

en el mundo, el tamaño óptimo de una explotación agrícola correspondía a una granja familiar

(Binswanger, Deininger, & Feder, 1995). Estas intervenciones coloniales se enfrentaron al problema

de conseguir mano de obra para explotar los recursos y la tierra. La mayor parte de la población

explotaba la tierra en granjas familiares altamente eficientes y autosuficientes, por lo tanto no

requerían de los colonizadores para garantizar su subsistencia. Entonces la estrategia utilizada en

muchas ocasiones consistió en quitarles la tierra a los agricultores, para forzarlos a trabajar en las

haciendas o las plantaciones, caracterizadas por poseer enormes extensiones de tierra. De esta manera

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196

las intervenciones coloniales terminaron incrementado el tamaño de explotación, más allá del óptimo

social. Esta fue la manera como se consolidaron las grandes propiedades en regiones como

Latinoamérica, África y Asia (Deininger, 2004).

Para superar los efectos a largo plazo de la intervención extranjera y las distorsiones no económicas,

frecuentemente resultó necesario tomar medidas para reformar la estructura de tenencia de tierras.

Puesto que la reforma agraria implica la transferencia de rentas de una clase gobernante a trabajadores

arrendatarios, la gran mayoría de las reformas a gran escala han estado asociadas con revueltas

(Bolivia), revoluciones (Chile, China, Cuba, El Salvador, México, Nicaragua, Rusia), conquistas

(Japón y Taiwán, China), el derrocamiento del gobierno colonial (oriente de India, Kenia,

Mozambique, Vietnam, Zimbabue), o el final de guerras importantes (Hungría y gran parte de Europa

oriental). En vista de que la reforma agraria implicaba transferencia de rentas de las clases dominantes

a campesinos pobres muchas reformas agrarias fueron impulsadas por revueltas o revoluciones. Sin

estas agitaciones políticas populares la reforma agraria muy rara vez ha tenido éxito en la

transferencia sustancial de la tierra, o se ha hecho de manera muy lenta (Deininger, 2004).

Se tiene conocimiento de la reforma agraria desde la antigüedad, comenzando por los griegos y los

romanos. Más recientemente durante la revolución francesa la reforma agraria tumbó el régimen

feudal para dar paso a la modernidad, que se extendió por toda Europa. Pero fue durante el siglo XX

que se realizaron la mayor parte de las reformas agrarias en el mundo a partir de la revolución

mexicana de 1910 (Borras Jr, Kay, & Akram-Lodhi, 2007). Durante el periodo 1910 a 1980 en

Latinoamérica, Europa oriental, la URSS China y otros países asiáticos y africanos organizaron

reformas agrarias con resultados muchas veces desastrosos, donde casi nunca se cumplió el objetivo

principal.

Luego de la segunda guerra mundial, ante el horror de la destrucción masiva provocada por el hambre

en los países desarrollados, el objetivo era incrementar la producción de alimentos y alejar para

siempre el fantasma del hambre. Con este objetivo se creó la Organización de Naciones unidas para

la alimentación y la agricultura FAO, el principal organismo que promovió la reforma agraria en el

mundo. La descolonización de los países africanos y asiáticos, la revolución cubana y la aparición en

escena de la “guerra fría” era el marco en que se impulsaban las políticas de desarrollo y la

erradicación de la pobreza del tercer mundo. Durante la posguerra la división del mundo entre el

bloque capitalista y el socialista fue decisivo en el aumento de las iniciativas de reformas agrarias. La

reforma agraria se convirtió en un instrumento usado por Rusia y China para promover el comunismo

y por Estados Unidos para prevenirlo. Estados Unidos impulsó reformas agrarias en Corea del Sur,

Japón y Taiwán, como reacción a la reforma agraria revolucionaria de China impulsada por la Unión

Soviética (White, Borras Jr., & Hall, 2014). También la revolución cubana presionó a Estados Unidos

Page 198: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

197

para impulsar reformas agrarias en toda Latinoamérica por medio de la Alianza para el progreso (Kay,

1998).

En la lucha contra pobreza las doctrinas del desarrollo unánimemente perseguían la urbanización y la

industrialización. El modelo requería alimentos baratos para las nuevas clases urbanas a fin de no

estrangular los salarios de la industria. Los gobiernos apoyaron la reforma agraria comprometidos

con el desarrollo y la seguridad alimentaria tomando la tierra de una aristocracia en descomposición

que no podía garantizar alimentos suficientes con sus formas feudales e ineficientes. En muchas

ocasiones la aristocracia se unió con el gobierno y se opuso a entregar la tierra. Powelson considera

que los gobiernos si entregaron títulos a los campesinos, pero las políticas que buscaban la

urbanización y la industrialización extrajeron excedentes de la agricultura que convirtieron a los

campesinos en “siervos del Estado”, pues fue mucho mayor lo que les quitó el Estado que lo que les

dio (Powelson J. P., 1987).

El hallazgo de Sen en la India durante la década de 1950, de que la producción por hectárea era tres

veces superior en minifundios que en latifundios y confirmada posteriormente por muchos estudios,

fue la base científica que inspiró e impulso a las reformas agrarias de muchos países. La Organización

de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FAO fue la organización internacional más

importante en apoyar la reforma agraria, y más adelante el Banco Mundial también tendría una

participación definitiva. Desde la Conferencia de Quebec, que fundó a la FAO, y las conferencias

mundiales de 1966 y 1979 la FAO impulsó la reforma agraria como un instrumento importante dentro

de un marco amplio de políticas para el crecimiento económico y la equidad en las zonas rurales. El

Banco Mundial hizo lo propio, impulsando reformas agrarias confiscatorias, fundamentas en la mayor

productividad de las pequeñas explotaciones. Sin embargo, tanto la FAO como el Banco Mundial

fueron cambiando su posición de reformas agrarias expropiatorias hacia las reformas basadas en los

mercados como fuente de asignación óptima de recursos. No obstante esto no implicaba que las

evidencias de una IR desaparecieran o perdieran importancia, más bien los analistas encontraron

razones de insostenibilidad económica de los programas ineficiencia y corrupción en sus organismos

de ejecución (Lipton, 2009).

Desde finales de la década de 1960 Estados Unidos comenzó a restar importancia a las políticas de

reforma agraria y a impulsar la revolución verde, basada en semillas mejoradas de alto rendimiento

con alto uso de insumos, mecanización, infraestructura de riegos, carreteras, electrificación. En esta

nueva perspectiva las innovaciones tecnológicas podrían eliminar el hambre y la pobreza en vez de

dar acceso a la tierra. La intención era generar excedentes agrícolas, industrializando la agricultura

para elevar la productividad. Aunque la reforma agraria y la revolución verde no siempre fueron vistas

Page 199: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

198

en oposición, los gobiernos consideraron menos polémicas las políticas de avances tecnológicos ya

que causaban menos resistencia (Borras Jr, Kay, & Akram-Lodhi, 2007).

Durante la década de 1980 en los estados nacionales no había voluntad política para financiar

programas de reformas agrarias. Los gobiernos continuaron con las leyes de RA pero no destinaron

recursos para mantenerlas. La crisis de la deuda en muchos países en desarrollo dio paso a las

reformas neoliberales que reducían la capacidad de los Estados e impulsaban el libre mercado, fueron

las semillas que darían origen al mercado de tierras, eliminado las reformas agrarias impulsadas por

el Estado que resultaban excesivamente costosas y de pobres resultados. Adicionalmente la crisis de

la agricultura y los pobres resultados de la reforma agraria mantenían un descontento general en la

población que había recibido tierras de la RA. Por último, con el derrumbe del bloque socialista, a

finales de la década de 1980, se termina la “amenaza comunista” y cesan las reformas agrarias

distributivas motivadas por la guerra fría, para dar paso durante la década de 1990 a las reformas

orientadas al mercado. La consideración que imperaba era que la reforma agraria había fracasado

(Borras Jr, Kay, & Akram-Lodhi, 2007).

A partir de 1980 la reforma agraria se ha vinculado a las políticas de liberalización del mercado,

muchas veces impulsados por programas de ajuste estructural y préstamos del Banco Mundial,

sacrificando el objetivo de la igualdad pero buscando la eficiencia con Derechos de Propiedad seguros

para crear competitividad y eficiencia. El Banco Mundial y USAID han financiado proyectos que no

buscan la redistribución de la tierra sino la garantía de los Derechos de Propiedad para mejorar el

marco legal, técnico e institucional de la propiedad de la tierra, con el objetivo de promover la

“seguridad de la tenencia” y el funcionamiento de los mercados de tierras.

En la década de 1990, cuando imperaban las políticas del mercado de tierras, comenzaron a surgir

muchos movimientos campesinos de resistencia de gran dimensión que reclamaban tierras, como “el

movimiento de Chiapas” en el sur de México, o “el movimiento de campesinos sin tierra” en el Brasil

y en muchos otros países surgieron movimientos de menor alcance como Filipinas, Honduras,

Sudáfrica, Indonesia y Bolivia. También en muchos países asolados por intensos conflictos armados

se retomaron las agendas de reformas agrarias en el marco de procesos de paz. Por último los

resultados decepcionantes de las agendas neoliberales, que en muchas ocasiones empeoraron las

condiciones de pobreza y desigualdad rural, llevaron a un replanteamiento de las políticas para

garantizar el acceso a la tierra como requisito para superar la pobreza.

4. De la reforma Clásica al Mercado de Tierras: Tipos de reformas agrarias

Las reformas agrarias han planteado debates dualistas que enfrentan visiones políticas, económicas y

sociales. En ese sentido, las reformas se dividieron por sus perspectivas ideológicas en capitalistas o

Page 200: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

199

socialistas, en el primer caso favoreciendo los derechos de propiedad privados como una institución

clave del capitalismo y en el segundo caso la reforma agraria se utilizó para eliminar los derechos de

propiedad privados y fortalecer el desarrollo socialista impulsado por el Estado. En las reformas

agrarias también se enfrentaban visiones sobre el camino del desarrollo nacional que se debía seguir;

por un lado se buscaba tomar el curso del desarrollo urbano-industrial favoreciendo un tipo de reforma

agraria más colectivista, mientras del otro lado se buscaba el desarrollo agrícola-rural favoreciendo

pequeñas granjas individuales. Algunas reformas fueron más autoritarias y centralizadas, otras más

democráticas; unas impulsadas por el Estado y otras por los campesinos.

El debate capitalista versus socialista o individualista versus colectivista, cambió al debate de liderado

por el Estado versus liderado por el mercado, impulsado por la oferta versus impulsado por la

demanda, coercitivo versus voluntario, centralizado versus descentralizado, de arriba-abajo versus de

abajo-arriba. La reforma agraria liderada por el Estado conocida como “reforma agraria clásica” y las

lideradas por el mercado a veces llamada “reforma agraria asistida por el mercado” (RALM). El

núcleo del debate es la oposición entre eficiencia y equidad. No obstante, la reforma redistributiva

con objetivos de equidad y la de mercados con objetivos de eficiencia pueden ser complementarias.

Por ejemplo en muchos países de África la reforma redistributiva dirigida por el Estado fracasó

porque los mercados permanecieron bloqueados. Del mismo modo en África la reforma de mercados

no logró sus objetivos porque no hizo nada por garantizar el acceso a los recursos y el aumento de los

ingresos para reducir la pobreza (Lipton M. , 2009).

4.1 Reforma clásica o dirigida por el Estado

En el paradigma de la reforma clásica, los hogares que poseen más tierra de un techo estipulado deben

entregar la tierra a una autoridad del Estado, y el exceso se distribuye a los que no poseen tierra, o

tienen insuficiente. El proceso liderado por el gobierno incluye los siguientes pasos: (1) se elige una

autoridad encarda de la reforma de tierras; (2) se define un máximo (techo) de tierras agrícolas por

hogar; (3) se establecen reglas para la compensación a perdedores; (4) se define el mínimo de tierras

que se transfieren a las familias elegibles; (5) se definen fechas para tomar tierras por encima del

techo (6); se distribuyen las tierras a los beneficiarios; (7) se establecen reglas para el pago (parcial,

total o nulo) por parte de los beneficiarios (Lipton M. , 2009).

Machado (2009) presenta una síntesis de los principales elementos de una reforma agraria

distributiva:

• La redistribución del poder dentro del sector rural fundamentado en el control sobre la propiedad

territorial.

• Una expropiación de la propiedad, sea con indemnización o sin ella, como en el caso de bienes

adquiridos ilícitamente.

Page 201: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

200

• Compra de tierras por parte del Estado para redistribuirlas a precios no comerciales, una vez

corregidas las subvaloraciones existentes (avalúos catastrales), con lo cual se evita reconocer a

los propietarios las rentas institucionales acumuladas.

• Pago de la tierra a los propietarios (cuando hay indemnización) con bonos de largo plazo.

• Fijación a los límites de tamaño de la propiedad para evitar nuevas concentraciones.

• Obligación del Estado de redistribuir tierra a quien lo solicite.

• Entrega de tierras gratis a los campesinos, o con un pago mínimo por parte de ellos.

• Adecuación de los servicios de asistencia técnica y crédito para la producción.

• Facilidad y agilidad en los registros de la propiedad y en la legalización de títulos para garantizar

el derecho de propiedad adquirido con mínimos costos de transacción.

• Eliminación de arriendos y aparcerías de tipo precapitalista.

• Titulación de tierras del Estado.

• Implantación de un régimen de seguridad social en el campo y de relaciones de trabajo modernas.

• Revisión del régimen de tributación de la propiedad rural (Machado A. , 2009).

Los mayores cuestionamientos a la reforma agraria clásica vienen de los defensores de la reforma

agraria liderada por el mercado. Sin duda la principal crítica, es que la RA clásica tiene problemas de

eficiencia porque prescinde del funcionamiento del mercado. La mayoría de las reformas agrarias

lideradas por el Estado impusieron restricciones a la venta o alquiler de las tierras obtenidas por los

beneficiarios de la RA, creando distorsiones a los mercados e impidiendo que los más eficientes se

quedaran con las tierras en transacciones libres. Además la RA dirigida por el Estado ha sido

impulsada por la oferta, creando más ineficiencia cuando las fincas más productivas se subdividen en

pequeñas explotaciones menos eficientes, o cuando se utilizan tierras del Estado ambientalmente

frágiles y muchas veces los beneficiarios no son aptos para recibir esas tierras. Las distorsiones del

mercado son mayores porque las reformas dirigidas por el Estado no se han acompañado de impuestos

previos que eviten la tenencia especulativa, lo cual hace demasiado costosa la RA por la elevada

compensación por las tierras expropiadas, ya que el valor comercial de la tierra se encuentra muy por

encima del valor compatible con la productividad de la tierra.

La segunda crítica es que el enfoque de arriba hacia abajo, característico de la RA clásica, crea una

enorme burocracia que consume gran parte del presupuesto de la reforma y que no conoce y no puede

responder a las necesidades de las comunidades locales. Tercero, distribuir la tierra a los pequeños

agricultores ya no incrementa la eficiencia porque la ventaja que pudieron tener las pequeñas

explotaciones se ha perdido con el desarrollo económico que abarató el capital y elevó el costo de

oportunidad del trabajo. Cuarto, los techos que impone la RA clásica no funcionan porque alteran la

Page 202: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

201

garantía de los derechos de propiedad, y la compra de tierras resulta costosa, generan corrupción,

inseguridad en la tenencia y burocracia. Por último, ya no se demanda tierra como antes porque la

industrialización y la urbanización han cambiado la estructura de la economía y la agricultura ha

perdido mucha importancia, por lo tanto la reforma agraria clásica ya no es viable porque existe poca

tierra para reformar y su precio es muy elevado. En conclusión los defensores de la RAAM afirman

que las reformas basadas en la expropiación han tenido más éxito creando enormes aparatos

burocráticos y colonizando tierras de frontera que redistribuyendo la tierra de grandes a pequeños

(Binswanger & Deininger, 1997).

4.2 El Mercado de tierras

Después de estar fuera de las agendas de política desde los años 70 del siglo pasado, la falta de acceso

a la tierra de la población rural pobre, ha presionado por el regreso de la RA. Pero esta vez la RA ha

regresado desde una postura crítica frente al “fracaso” de las reformas tradicionales dirigidas por el

Estado, de la cual surge la reforma agraria liderada por el mercado (RALM). El debate entre la

sociedad civil, los académicos y dirigentes políticos en favor o en contra de la RALM ha sido intenso,

pero en general muy especulativo por falta de datos que permitan evaluar los resultados.

Deininger y Binswanger propusieron cuatro elementos claves de la política de tierras del Banco

Mundial. Primero, promoción de granjas familiares operadas por sus propietarios, fundamentados en

argumentos de eficiencia y equidad. Segundo, asegurar los derechos de propiedad sobre la tierra para

mejorar el esfuerzo de los propietarios y la inversión y facilitar las transacciones de tierras. Tercero,

un entorno normativo que promueve transferencias a usos más eficientes de la tierra. Y cuarto la

promoción de una reforma agraria redistributiva donde la estructura agraria sea altamente dualista,

caracterizada por explotaciones muy grandes y muy pequeñas (Binswanger & Deininger, 1997).

El enfoque RALM se basa en un análisis microeconómico y neoinstitucional que resulta de tres

elementos teóricos. En primer lugar la existencia de una relación inversa, la cual se constituye en la

justificación clásica para la reforma agraria porque implica una correlación positiva entre equidad y

eficiencia, y sugiere un potencial de autofinanciamiento de la RALM. Segundo, la ausencia de

economías de escala en la producción agrícola, con excepción de unos pocos cultivos de plantación.

Y tercero, las ventajas comparativas de la agricultura familiar, ya que los miembros de la familia

comparten beneficios de la producción, presentan menores costos de transacción en la supervisión de

la mano de obra y mayor flexibilidad de la mano de obra para adaptarse a los ciclos de los precios y

de la producción agrícola (Höllinger, 1999).

La relación inversa que explica la ventaja de los pequeños agricultores lleva a la pregunta de Chicago:

¿si los predios más pequeños son más eficientes, por qué la mayor parte de la tierra se encuentra en

grandes explotaciones? Y entonces: ¿por qué el mercado no trasfiere la tierra de grandes

Page 203: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

202

explotaciones a pequeñas explotaciones sin la ayuda del Estado? Las respuestas a la pregunta de

Chicago, analizadas en el capítulo anterior, implicarían tres requisitos para el funcionamiento de los

mercados. En primer lugar se debe bajar el precio comercial de la tierra que se encuentra muy por

encima de su nivel de valor capitalizado de rentabilidad agropecuaria. Segundo, crear líneas de crédito

subsidiado para cerrar la brecha de precio y aumentar la capacidad de pago de los que necesitan tierra.

Crear un mercado de tierras fortaleciendo los derechos de propiedad y reduciendo los costos de

transacción del mercado formal.

En el nuevo paradigma de desarrollo basado en la globalización la RALM encajaría perfectamente

en la búsqueda de la competitividad, equidad y sostenibilidad. Los programas de RALM se han

acompañado de modernización de catastros y registros, clarificación de derechos de propiedad, con

proyectos pilotos en países como Colombia, Brasil y Sudáfrica55. Estos programas se basan en

esquemas descentralizados, con procesos de negociación voluntaria entre terratenientes y pobres

rurales. El Estado pasa a ser un facilitador en el proceso y otorga un subsidio a la compra de tierras.

Para los servicios complementarios se busca la participación amplia de la sociedad civil y sector

privado (Frank, 2002).

El modelo RALM adopta un enfoque impulsado por la demanda, es decir, solo la tierra que demandan

las familias pobres que sean potenciales beneficiarios se negociará en el programa de reforma. Para

garantizar el éxito del programa se requiere una selección de los beneficiarios que cumplan

condiciones en cuanto a capital humano, ahorros previos y conocimientos adecuados para desarrollar

proyectos productivos. El objetivo principal es el desarrollo de explotaciones familiares eficientes y

competitivas, sin embargo, un requisito exigido es que estén localizadas en un territorio y formen

asociaciones para generar economías de escala en insumos y productos.

El programa adopta además un enfoque descentralizado, en donde el papel del gobierno es establecer

un marco jurídico, institucional y de políticas que garanticen las transacciones rápidas, la

transparencia y la igualdad para todos los participantes del mercado, mientras que la función de las

agencias gubernamentales locales es la mediación en la compra de terrenos y el recaudo de impuestos.

Además el gobierno debe proveer servicios de información de mercados para agilizar las ventas, y

dado que el pago de la tierra se realiza en efectivo por el 100 por ciento del valor y no en bonos a

largo plazo las transacciones serán aún más rápidas. Esto requiere una institucionalidad

descentralizada que incluya la participación del sector privado, la sociedad civil y los beneficiarios.

En este esquema el Estado pasa a ser un facilitador (Höllinger, 1999).

55 Colombia fue el primer país que institucionalizó legalmente el nuevo enfoque con la ley 160 de 1994.

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203

Un aspecto importante es que se debe cerrar la brecha de precios de la tierra por encima del valor

presente de los retornos netos de la producción agropecuaria y que responden a valores culturales o

de monopolio. Para ello se deben fijar impuestos progresivos y retirar los subsidios que elevan los

incentivos a la acumulación. Además se requiere un sistema adecuado de titulación de tierras para

que los compradores y los vendedores sepan con precisión lo que van a transar. La RALM requiere

que se desmantelen las distorsiones y los privilegios de los grandes agricultores con el fin de

dinamizar la oferta y bajar los precios. De otro lado incrementar la demanda de quienes necesitan

tierras por medio de créditos y subsidios. De esta manera los terratenientes venderán y los pobres

comprarán.

El modelo RALM debería disminuir de manera substantiva los costos respecto a la RA clásica porque

elimina los elevados gastos burocráticos y porque la tierra se puede adquirir a un precio más bajo y

adicionalmente los beneficiarios deben aportar a la compra de predios. El funcionamiento del

mercado de tierras llevaría al tamaño más eficiente de explotación transfiriendo la tierra a los mejores

agricultores (de Janvry, Gordillo, Platteau, & Sadoulet, 2001).

Sin embargo, los resultados han sido decepcionantes. La principal crítica es que dado que la

concentración de la tierra tiene su origen fuera del mercado, el mercado no puede corregir la

desigualdad y por el contrario la podría empeorar. Por ello se considera que dadas las causas de la

inequidad en el acceso a la tierra la intervención gubernamental es más importante. El modelo RALM

no funciona como se había previsto y no ha podido reemplazar las funciones de RA clásica de buscar

el desarrollo económico con justicia social.

El supuesto de que hay compradores dispuestos y vendedores dispuestos y que solo corrigiendo

deficiencias financieras y de información se lograran transacciones, ignora asimetrías y sesgos del

poder político como lo demuestran los casos de Colombia, Brasil y Sudáfrica, países donde el Banco

Mundial realizó pruebas piloto para la implementación de un mercado de tierras. El modelo RALM

desconoce la importancia de la desigualdad desproporcionada del poder político en las negociaciones

de tierras que hace difícil la negociación para los pobres. Además La descentralización, en la práctica

no lleva a la transparencia y la eficiencia administrativa. Por el contrario los poderes locales son

enclaves autoritarios que son menos proclives a la redistribución que el poder central. Los

funcionarios locales encargados de mediar en las compras voluntarias del programa RALM pueden

ser los mismos terratenientes que no son técnicamente neutrales y como lo demuestran los casos de

Colombia, Brasil y Sudáfrica (Borras Jr S. , 2003).

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204

ANEXO 3:

DERECHOS DE PROPIEDAD: ELEMENTOS TEÓRICOS

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205

DERECHOS DE PROPIEDAD: ELEMENTOS TEÓRICOS

1. El concepto de Derechos de Propiedad

En el idioma inglés el concepto propiedad equivale a “ownership”. La noción general de “derecho”

en el sentido que los juristas llaman “subjetivo” es recogida en el idioma inglés por la palabra “right”

(derecho a algo), mientras que en el sentido “objetivo” la palabra derecho equivale a “law” en inglés.

Honoré utiliza el derecho subjetivo para analizar el derecho de propiedad privada, tal como se

consagró en las constituciones liberales clásicas, entendiendo los DP como un control exclusivo que

el sistema jurídico confiere a una persona sobre una cosa (Honoré, 1961). La idea de control exclusivo

sobre “x” puede expresarse más precisamente en términos de un conjunto complejo de derechos de

diferentes tipos: pretensiones de uso exclusivo de x, libertades de usar o no usar x, poderes de cambiar

los derechos de otros en relación con x (por ejemplo, por contrato) e inmunidades relacionadas con x

(por ejemplo, una inmunidad frente a la confiscación) (Pincione, 2015).

Para John Stuart Mill la institución de los DP consiste en el reconocimiento, a cada persona, del

derecho a disponer exclusivamente de lo que ha producido con su propio esfuerzo o recibido de

quienes lo producen por donación o convenio justo, sin fuerza ni fraude (Mill, 1973). Un DP es un

título ejecutable para llevar a cabo determinadas acciones en un dominio específico (Commons, 1990;

Ostrom E. , 2000). Barzel define los DP sobre un bien como el poder que tienen los individuos para

consumir, obtener ingresos, y enajenar un bien; donde obtener ingresos y enajenar requiere del

intercambio, es decir ceder derechos mutuamente (Barzel, 2000).

Demsetz define los DP como una construcción social: “En el mundo de Robinson Crusoe los DP no

jugarían ningún papel, por eso se dice que los DP son una construcción social” (Demsetz, 1967). Los

DP son convenciones sociales respaldadas por el Estado o la comunidad que permiten a individuos o

grupos reclamar un beneficio o corriente de ingresos que el Estado acordará proteger mediante la

asignación de deberes a otros que puedan codiciar o interferir de alguna manera con la corriente de

beneficios (Sjaastad & Bromley, 2002 ). Los gobiernos juegan un papel importante, determinando

cómo se definen los derechos de propiedad, cómo pueden hacerse cumplir, y cómo evolucionan.

La propiedad no es simplemente los propios activos, sino el consenso entre la gente acerca de cómo

deben tenerse, usarse e intercambiarse esos activos (de Soto, 2004). Un DP no es el resultado de una

institución espontánea sino un derecho legítimo que la ley obliga a cumplir (Hodgson, 2015). En un

DP no es suficiente poseer o controlar un bien o un recurso; para excluir la propiedad de otro; los DP

deben además ser protegidos por la ley. Ante todo, un DP no puede existir ni se puede garantizar sin

la exigencia legal de una estructura permanente de toma de decisiones políticas (North, 1990).

Page 207: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

206

Los DP deben ser sancionados por un colectivo con el fin de constituir reivindicaciones eficaces. Por

lo tanto, los DP implican una relación entre el titular del derecho, la sociedad y una estructura de

gobierno para respaldar la reclamación. Los derechos de propiedad constan de dos componentes: la

regla y su mecanismo de aplicación. Las reglas pueden derivar de las leyes del Estado, el derecho

consuetudinario, las reglas de grupos de usuarios, y otros marcos institucionales. La aplicación de la

normativa legal suele ser responsabilidad del Estado, lo que significa que los DP se basan en leyes

formales. Los derechos de propiedad basados en otros tipos de reglas pueden ser aplicados por las

autoridades consuetudinarias o por un grupo de usuarios, que gestiona la distribución de derechos, o

los miembros de ese grupo definen o hacen cumplir los derechos entre ellos mismos (Schlager &

Ostrom, 1992).

Los DP están ligados al concepto de seguridad y desempeñan un papel importante en las decisiones

de inversión y los procesos de innovación tecnológica. La extensión y el grado de los derechos de

propiedad privada afectan fundamentalmente las formas en que las personas compiten por el control

de los recursos (Alchian, 1987). Cuanto mejor estén definidos los DP de un bien, mayor seguridad

habrá sobre los beneficios económicos que puedan obtenerse de él, y en consecuencia mayores serán

los beneficios para invertir e incrementar los beneficios. El asunto de los DP es inseparable de su

protección por la ley y no se puede equiparar a la simple posesión de un bien o de un recurso.

La fuerza de los DP se mide por su probabilidad de garantizarlos y por los costos de ejecución que

dependen del gobierno, de acciones sociales informales y de las normas éticas y morales imperantes.

En términos más simples, nadie puede usar legalmente o afectar las circunstancias físicas de bienes a

los que tiene derechos de propiedad privada sin su aprobación o compensación. Hipotéticamente bajo

derechos de propiedad privada perfectos ninguna de las acciones de una persona con sus recursos

puede afectar los atributos físicos de la propiedad privada de cualquier otra persona.

Los DP dependen de la existencia y aplicación de un conjunto de reglas que definen quien tiene

derecho a emprender actividades y como se asignarán los rendimientos de esas actividades, es decir

se requieren normas y reglas para establecer, controlar y aplicar un sistema de propiedad (Ostrom,

1989). Los derechos de propiedad definen acciones que las personas pueden tomar en relación con

otros individuos con respecto a alguna "cosa". Pero los derechos de los propietarios, nunca son

absolutos. Los propietarios privados tienen responsabilidades a no generar determinados tipos de

daños para los demás (Demsetz, 1967). El carácter social es una característica común en todas las

relaciones de DP. Los DP se refieren a relaciones entre personas y no a relaciones entre personas y

cosas, de modo que aunque los DP provienen de la existencia de cosas, su uso depende del tipo de

relaciones sociales (Zouboulakis, 2016). En todos los casos, la esencia del DP de un recurso es la

aceptación de ese derecho por otro (Hodgson, 2001).

Page 208: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

207

Para Adam Smith: “la esencia del nuevo sistema económico reside en la condición de que los sagrados

derechos de la propiedad privada son protegidos por la ley y permitidos por la libertad” (Smith, 1994).

El capitalismo se basa en gran medida en los mercados y los derechos de propiedad privada para

resolver los conflictos sobre el uso de los recursos escasos. El papel principal de los DP en un sistema

capitalista es el de distribuir los recursos productivos poseídos privadamente mediante mecanismos

de mercado (Zouboulakis, 2016). Un sistema efectivo de DP en términos económicos se considera un

bien público, ya que estimula la inversión por parte de los propietarios y es un elemento esencial de

los mercados de capital y de crédito. Los economistas modernos definen los DP en términos de

derechos autorizados para usar un recurso, los cuales actúan como una base necesaria para la

negociación del mercado (Fitzpatrick, 2006). En el sistema capitalista, donde los medios de

producción y los recursos son principalmente de propiedad privada, el intercambio de bienes y

servicios consiste en un intercambio de “dos conjuntos de DP” (Demsetz, 1967).

2. Importancia de los Derechos de Propiedad

Hernando de Soto destaca así la importancia de los DP en el capitalismo “El capitalismo requiere los

cimientos de un Estado de Derecho, comenzando por la propiedad misma. El sistema de propiedad

es mucho más que la condición de dueño: en verdad se trata de la arquitectura oculta que organiza la

economía de mercado en cada uno de los países de Occidente. Lo que el sistema de propiedad

logra es tan esencial para el capitalismo que las naciones desarrolladas han dado el éxito por

sentado; efectivamente, inclusive muchos expertos en propiedad no están muy seguros sobre

las conexiones que existen entre el sistema de propiedad y la creación del capital. Sin embargo,

estas conexiones existen” (de Soto, 2004).

Con derechos de propiedad privada más completos, los valores de cambio del mercado se vuelven

más influyentes. El estatus personal y los atributos propios de las personas que compiten por un

recurso importan menos porque su influencia puede compensarse ajustando el precio. En otras

palabras, los DP más completos hacen que la discriminación (racial, social, de género, o cualquier

otra) sea más costosa. Los derechos de propiedad privada hacen parte de los derechos humanos para

usar bienes específicos y para intercambiarlos. Cualquier restricción en los derechos de propiedad

privada cambia el equilibrio de poder de los atributos impersonales a los atributos personales y al

comportamiento que las autoridades políticas aprueban. Por ello Alchian considera que al proteger

los derechos de propiedad privada se protege también la libertad individual (Alchian, 1987).

Un propietario de un recurso posee el consentimiento de una comunidad para permitirle actuar de una

manera particular, siempre que sus acciones no estén prohibidas en las especificaciones de los DP.

Los DP especifican como las personas pueden ser beneficiadas o perjudicadas y por lo tanto quien

debe pagar a quien, y quien debe ser compensado por las acciones tomadas por las personas. Por ello

Page 209: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

208

existe una relación estrecha entre DP y externalidades. En este sentido la función principal de los DP

es la de generar incentivos para lograr una mayor internalización de las externalidades. Cada coste y

beneficio asociado con las interdependencias sociales es una externalidad potencial (Demsetz, 1967).

La justificación económica clásica para la institución de derechos de propiedad privada es que facilita

la explotación socialmente eficiente de los recursos. Los DP permiten al propietario excluir a otros

del uso de su recurso y así internalizar las externalidades que se producirían si el acceso fuera libre.

En ausencia de restricciones a la entrada, los pastizales tienden al sobrepastoreo, la pesca se realizará

de forma excesiva y las carreteras serán congestionadas en exceso. La capacidad de excluir también

proporciona incentivos para invertir en mejorar la calidad del recurso y participar en los beneficios

de la explotación del recurso. Además, dada la transferibilidad de los derechos de propiedad, los

recursos tienden a gravitar hacia sus usos más productivos (de Meza & Gould, 1992).

Un usuario de un recurso hará valer un DP privado cuando los beneficios de capturar rentas de ese

recurso superen los costos de su uso del establecimiento del derecho (Fitzpatrick, 2006). Para

Demsetz: “Los DP se desarrollan para internalizar las externalidades cuando las ganancias de la

internalización se vuelven más grandes que el costo de la internalización”. Los propietarios de un

recurso no están interesados en evitar los costos que le imponen a otros por usar el recurso; tampoco

existen garantías para que los esfuerzos sobre un recurso generen beneficios que sean apropiados por

quien explota el recurso. Es muy importante que los propietarios de un recurso asuman todos los

costos y reciban todos los beneficios que se generen de su uso. De acuerdo a Demsetz existen tres

formas de externalidades derivadas del uso de recursos: (1) la externalidad positiva de las rentas de

los recursos; (2) la externalidad negativa de la competencia derrochadora y el consumo de recursos

en un entorno de acceso abierto; y (3) la externalidad negativa de la difusión de efectos dañinos tales

como inundaciones, ruidos o contaminación (Demsetz, 1967). Los DP conducen a internalizar un

sistema legal capaz de imponer responsabilidad, o un entorno de mercado capaz de facilitar acuerdos

de uso de recursos entre usuarios vecinos (Fitzpatrick, 2006).

El enfoque de Demsetz fue influenciado por Ronald Coase con su célebre artículo de 1960, El

problema del costo social. Coase había argumentado que los DP eran importantes para entender y

resolver el problema de las externalidades. Coase, en respuesta a la tesis de Arthur Pigou de que los

costos sociales deberían ser mejor regulados por impuestos gubernamentales destinados a obligar a

los usuarios de recursos a soportar el costo total de su uso, señaló que en un mundo sin costos de

transacción, los afectados por las externalidades negociarían con usuario agresor para recibir una

compensación o inducir un cambio en el uso de los recursos. Si las partes afectadas pudieran ser

identificadas el proceso de negociación dejaría el recurso en manos de la parte que lo valore más. Por

definición, esta parte sería la más dispuesta a monitorear el uso de los recursos, excluir a los usuarios

Page 210: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

209

no autorizados y asumir la responsabilidad de efectos secundarios negativos: en resumen, para

internalizar las externalidades del recurso.

Coase pensaba que si los costos de transacción eran suficientemente bajos no importaría a que usuario

del recurso se le asignaba el DP, en todo caso se produciría un resultado eficiente, siempre que la

asignación fuera autorizada y exigible. La negociación en el mercado, más DP y normas de

responsabilidad, producirán resultados eficientes y mejora del bienestar mediante la creación de

incentivos para el uso sostenible de recursos y minimización de efectos no deseados (Fitzpatrick,

2006). En caso de que el número de usuarios y la complejidad del uso de recursos hicieran imposible

realizar un contrato bilateral, Coase sugería que la regulación gubernamental sería una mejor solución

al problema de las externalidades. Los modelos coaseanos suponen que las agencias estatales tienen

la capacidad y disposición de asignar los derechos de propiedad de manera autorizada, ya sea para

permitir la negociación en el mercado o como un sustituto de la negociación que fracasa debido a la

alta costos de transacción.

Según Demsetz los DP evolucionan en respuesta a los cambios en las condiciones de costo-beneficio.

Así como los agentes económicos se organizan dentro de una empresa para reducir costos de

contratación, también elegirán derechos de propiedad privada como la respuesta más eficiente a las

nuevas circunstancias económicas. Para Demsetz, la implicación normativa de esta condición es que

el Estado debía actuar como un facilitador y un proveedor de opciones institucionales a los

participantes del mercado reduciendo los costos de transacción que resulten de los acuerdos. Sin

embargo si los costos de transacción son muy elevados se requiere más un Estado intervencionista

con mecanismos que incluyan decisiones judiciales, regulaciones o resoluciones administrativas

(Demsetz, 1967).

El modelo Demsetzniano asume que el aumento de los valores de los recursos inducirá los DP, ya sea

a través del ordenamiento privado racional o con la asistencia del Estado. Este supuesto, sin embargo,

omite la naturaleza inherentemente disputada de la formación y cambio en los sistemas de DP. Los

DP son tanto un resultado como una causa de conflictos de recursos, y como tales, no tienen tanta

autoridad; por el contrario, son procesos y productos en constante negociación, impugnación y

compromiso. Las interacciones entre leyes, normas e instituciones desempeñan un papel clave en la

formación social de los DP.

Frente a la tesis de Demsetz y Coase de los DP como mecanismo para internalizar las externalidades,

Fitzpatrick argumenta que este supuesto pasa por alto la posibilidad de que el proceso de asignación

cree sus propias externalidades en forma de conflicto social. Fitzpatrick considera que los DP no

surgirán necesariamente cuando los usuarios de recursos estimen que las ganancias de la

internalización superan los costos, ya que en entornos sociales dinámicos, los costos del conflicto

Page 211: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

210

pueden exacerbarse, en lugar de internalizarse, por las consecuencias distributivas de los derechos de

propiedad emergentes. Agrega que no es práctico sugerir que los países del Tercer Mundo deberían

establecer DP seguros, cuando el proceso de establecer y asegurar esos derechos en sí mismo crea

nuevas formas de incertidumbre y conflicto (Fitzpatrick, 2006).

3. Propiedad privada y propiedad común

La teoría de los derechos de propiedad no hace hincapié en quien es el "dueño" de la tierra, sino que

analiza las disposiciones formales e informales que determinan quién tiene derecho a disfrutar de los

flujos de beneficios que surgen del uso de los activos y quien no tiene tales derechos durante cuánto

tiempo y bajo qué condiciones (Eggertsson, 1990). La literatura reciente sobre los derechos de

propiedad de la tierra y otros recursos naturales utiliza un espectro amplio de clasificación que va

desde el acceso abierto (no hay derechos definidos), hasta la propiedad privada (en posesión de

personas físicas o jurídicas tales como empresas). Los regímenes de propiedad de la tierra se puede

clasificar como:

Propiedad privada: la asignación de derechos a una parte privada que puede ser un individuo, un

grupo de personas o un cuerpo corporativo. Por ejemplo, dentro de una comunidad, las familias

individuales pueden tener derechos exclusivos sobre parcelas agrícolas. Se puede excluir a otros

miembros de la comunidad del uso de estos recursos sin el consentimiento de quienes tienen los

derechos.

Propiedad Comunal: puede existir un derecho de propiedad colectiva dentro de una comunidad

donde cada miembro tiene el derecho de usar independientemente los bienes de la comunidad.

Por ejemplo, los miembros de una comunidad pueden tener derecho a pastar el ganado en un

pastizal común.

Acceso abierto: los derechos específicos no se asignan a nadie y nadie puede ser excluido. Esto

típicamente incluye la tenencia marina donde el acceso a la alta mar está generalmente abierto a

cualquier persona; Puede incluir pastizales, bosques, etc., donde puede haber acceso gratuito a

los recursos para todos. (Una diferencia importante entre el acceso abierto y los sistemas

comunales es que, en el sistema comunal, los que no son miembros de la comunidad están

excluidos del uso de áreas comunes).

Propiedad Estatal: los derechos de propiedad están asignados a alguna autoridad en el sector

público. Por ejemplo, en algunos países, las tierras forestales pueden caer bajo el mandato del

estado, ya sea en un nivel central o descentralizado de gobierno.

La visión dominante entre los economistas y los juristas es que la propiedad privada es superior a la

propiedad común. Para muchos analistas los derechos de propiedad común son un asunto del pasado

Page 212: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

211

y otros más habían pronosticado que no sobrevivirían al siglo XXI. Sin embargo, nuevas

investigaciones en abierta oposición han planteado dudas sobre la supuesta superioridad de la

propiedad privada sobre la propiedad común (Ostrom E. , 2000). Un sistema de creencias legales y

políticas que vio el origen de la propiedad en los esfuerzos de los propietarios individuales para ocupar

tierras le otorgó a este propietario u papel especial en la sociedad, lo cual justificó la aprobación de

leyes para eliminar los derechos colectivos de propiedad de la tierra y para autorizar el cierre y la

toma de propiedades comunales por parte de los propietarios individuales.

A partir del artículo seminal de Garrett Hardin en Science (1968) la expresión "la tragedia de los

comunes" ha llegado a simbolizar la degradación del ambiente que puede esperarse siempre que

muchos individuos utilizan al mismo tiempo un recurso escaso (Ostrom E. , 2000). La tragedia de los

comunes describe una situación en la cual varios individuos, motivados solo por el interés personal y

actuando independiente pero racionalmente, terminan por destruir un recurso compartido limitado

(común) aunque a ninguno de ellos, ya sea como individuos o en conjunto, les convenga que tal

destrucción suceda.

Muchos economistas consideran que los regímenes de propiedad común son ineficientes, debido

principalmente a tres fuentes de ineficiencia. En primer lugar, la disipación de los beneficios porque

nadie es dueño de los productos de un recurso hasta que son capturados, y todos se involucran en una

carrera improductiva para capturar estos productos antes que otros. El segundo es el alto costo de la

transacción y el cumplimiento de la ley si los propietarios comunales trataran de diseñar reglas para

reducir las externalidades de su uso excesivo mutuo (Coase, 1960; Demsetz, 1967). El tercero es baja

productividad, porque nadie tiene un incentivo de trabajar duro para aumentar sus retornos privados

(North, 1990).

El debate se ha visto empañado por una troika de confusiones que se relacionan con la diferencia

entre (1) regímenes de propiedad común y acceso abierto, (2) recursos comunes y regímenes de

propiedad común, y (3) un sistema de recursos y el flujo de unidades de recursos. En los regímenes

de propiedad que son de libre acceso, como los mares abiertos y la atmosfera, nadie tiene el derecho

legal de excluir a nadie del uso de un recurso. En cambio en los regímenes de propiedad común, los

miembros de un grupo claramente demarcados tienen un derecho legal para excluir a quienes no son

miembros de ese grupo del uso de los recursos. En los regímenes de libre acceso donde cualquiera

puede utilizar un recurso, nadie tiene un incentivo para conservarlo o para invertir en mejorarlo, en

tal caso se podría esperar que la falta de las normas relacionadas con la utilización autorizada dará

lugar a un mal uso y el consumo excesivo. El término "recurso de propiedad común" se utiliza con

frecuencia para describir un tipo de bien económico que se conoce mejor como un "recurso común".

Todos los recursos comunes comparten dos atributos de importancia para las actividades económicas:

Page 213: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

212

(1) es costoso excluir a las personas del uso del bien a través de barreras físicas o instrumentos legales

y (2) los beneficios consumidos por una persona restan de los beneficios disponibles para otros

(Ostrom, Gardner, & Walker, 1994). Existen ejemplos tanto de los esfuerzos exitosos y no exitosos

para gobernar y gestionar recursos de uso común por parte de gobiernos, grupos comunales,

cooperativas, asociaciones voluntarias, y los particulares o las empresas.

Page 214: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

213

ANEXO 4

GINI DE TIERRAS, INDICE DE INFORMALIDAD

Fuente: CNA 2014, UPRA 2016, PNUD 2011.

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Antioquia Medellín 0,863 0,600 0,008 0,203 0,124

Antioquia Abejorral 0,716 0,630 0,005 0,549 0,339

Antioquia Abriaquí 0,763 0,430 0,000 0,528 0,285

Antioquia Alejandría 0,977 0,840 0,005 0,461 0,331

Antioquia Amagá 0,844 0,590 0,016 0,464 0,271

Antioquia Amalfi 0,998 0,410 0,046 0,473 0,453

Antioquia Andes 0,859 0,390 0,013 0,516 0,305

Antioquia Angelópolis 0,860 0,460 0,016 0,447 0,260

Antioquia Angostura 0,826 0,500 0,012 0,618 0,552

Antioquia Anorí 0,907 0,550 0,090 0,530 0,481

Antioquia Santafé De Antioquia 0,797 0,400 0,012 0,438 0,441

Antioquia Anza 0,795 0,600 0,010 0,608 0,513

Antioquia Apartadó 0,903 0,610 0,010 0,384 0,245

Antioquia Arboletes 0,925 0,400 0,004 0,552 0,724

Antioquia Argelia 0,847 0,540 0,006 0,562 0,390

Antioquia Armenia 0,870 0,850 0,019 0,520 0,398

Antioquia Barbosa 0,810 0,460 0,017 0,539 0,217

Antioquia Belmira 0,732 0,590 0,019 0,561 0,290

Antioquia Bello 0,888 0,180 0,004 0,233 0,106

Antioquia Betania 0,876 0,320 0,003 0,508 0,312

Antioquia Betulia 0,820 0,390 0,010 0,556 0,454

Antioquia Ciudad Bolívar 0,833 0,110 0,016 0,454 0,300

Antioquia Briceño 0,851 0,470 0,180 0,559 0,550

Antioquia Buriticá 0,814 0,630 0,025 0,575 0,703

Antioquia Cáceres 0,753 0,750 0,036 0,638 0,668

Antioquia Caicedo 0,766 0,360 0,006 0,598 0,639

Antioquia Caldas 0,896 0,450 0,008 0,387 0,130

Antioquia Campamento 0,847 0,490 0,045 0,548 1,000

Antioquia Cañasgordas 0,792 0,780 0,005 0,518 0,571

Antioquia Caracolí 0,814 0,390 0,004 0,393 0,299

Antioquia Caramanta 0,869 0,500 0,010 0,445 0,250

Antioquia Carepa 0,845 0,250 0,008 0,392 0,432

Antioquia El Carmen De Viboral 0,852 0,130 0,008 0,438 0,180

Antioquia Carolina 0,758 0,590 0,010 0,354 0,174

Antioquia Caucasia 0,856 0,500 0,012 0,391 0,524

Antioquia Chigorodó 0,911 0,550 0,009 0,352 0,402

Antioquia Cisneros 0,782 0,470 0,012 0,346 0,238

Antioquia Cocorná 0,692 0,720 0,007 0,581 0,362

Antioquia Concepción 0,735 0,500 0,005 0,496 0,259

Antioquia Concordia 0,763 0,290 0,008 0,523 0,392

Antioquia Copacabana 0,809 0,050 0,007 0,332 0,098

Antioquia Dabeiba 0,900 0,550 0,021 0,542 0,665

Page 215: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

214

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Antioquia Donmatías 0,773 0,390 0,004 0,429 0,187

Antioquia Ebéjico 0,908 0,570 0,005 0,611 0,425

Antioquia El Bagre 0,881 0,890 0,038 0,518 0,508

Antioquia Entrerrios 0,704 0,230 0,002 0,473 0,153

Antioquia Envigado 0,855 0,370 0,003 0,211 0,054

Antioquia Fredonia 0,899 0,120 0,012 0,532 0,245

Antioquia Frontino 0,940 0,390 0,009 0,519 0,444

Antioquia Giraldo 0,704 0,870 0,015 0,541 0,474

Antioquia Girardota 0,792 0,080 0,012 0,468 0,154

Antioquia Gómez Plata 0,829 0,400 0,008 0,501 0,394

Antioquia Granada 0,798 0,810 0,002 0,535 0,273

Antioquia Guadalupe 0,787 0,550 0,031 0,540 0,482

Antioquia Guarne 0,966 0,630 0,005 0,576 0,177

Antioquia Guatapé 0,777 0,460 0,003 0,359 0,145

Antioquia Heliconia 0,912 0,750 0,006 0,462 0,343

Antioquia Hispania 0,918 0,130 0,015 0,414 0,283

Antioquia Itagüí 0,889 0,320 0,006 0,000 0,088

Antioquia Ituango 0,988 0,510 0,081 0,577 0,652

Antioquia Jardín 0,855 0,110 0,005 0,472 0,243

Antioquia Jericó 0,863 0,360 0,000 0,392 0,271

Antioquia La Ceja 0,804 0,300 0,003 0,341 0,138

Antioquia La Estrella 0,893 0,490 0,012 0,453 0,116

Antioquia La Pintada 0,945 0,700 0,005 0,327 0,376

Antioquia La Unión 0,790 0,300 0,010 0,463 0,184

Antioquia Liborina 0,863 0,560 0,002 0,607 0,352

Antioquia Maceo 0,853 0,400 0,014 0,508 0,354

Antioquia Marinilla 0,763 0,340 0,005 0,377 0,146

Antioquia Montebello 0,825 0,190 0,010 0,535 0,340

Antioquia Murindó 0,974 0,190 0,016 0,597 0,971

Antioquia Mutatá 0,868 0,570 0,020 0,592 0,607

Antioquia Nariño 0,779 0,390 0,007 0,638 0,342

Antioquia Necoclí 0,883 0,800 0,003 0,670 0,778

Antioquia Nechí 0,809 0,660 0,008 0,488 0,681

Antioquia Olaya 0,893 0,650 0,040 0,636 0,406

Antioquia Peñol 0,834 0,160 0,005 0,450 0,215

Antioquia Peque 0,837 0,730 0,011 0,606 0,745

Antioquia Pueblorrico 0,770 0,300 0,003 0,473 0,300

Antioquia Puerto Berrío 0,983 0,380 0,014 0,335 0,384

Antioquia Puerto Nare 0,747 0,490 0,003 0,518 0,319

Antioquia Puerto Triunfo 0,910 0,370 0,007 0,574 0,337

Antioquia Remedios 0,826 0,600 0,035 0,564 0,476

Antioquia Retiro 0,801 0,450 0,003 0,478 0,122

Antioquia Rionegro 0,989 0,050 0,006 0,489 0,125

Antioquia Sabanalarga 0,846 0,860 0,022 0,534 0,603

Antioquia Sabaneta 0,956 0,400 0,004 0,305 0,068

Antioquia Salgar 0,801 0,250 0,009 0,481 0,386

Page 216: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

215

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Antioquia San Andrés De Cuerquía 0,795 0,600 0,067 0,504 0,372

Antioquia San Carlos 0,846 0,650 0,004 0,541 0,324

Antioquia San Francisco 0,894 0,860 0,012 0,479 0,499

Antioquia San Jerónimo 0,778 0,200 0,017 0,553 0,344

Antioquia San José De La Montaña 0,952 0,230 0,015 0,421 0,215

Antioquia San Juan De Urabá 0,921 0,830 0,003 0,574 0,759

Antioquia San Luis 0,848 0,600 0,023 0,512 0,336

Antioquia San Pedro De Los Milagros 0,798 0,600 0,011 0,487 0,179

Antioquia San Pedro De Uraba 0,890 0,520 0,004 0,521 0,825

Antioquia San Rafael 0,764 0,680 0,002 0,491 0,351

Antioquia San Roque 0,799 0,330 0,008 0,533 0,381

Antioquia San Vicente 0,714 0,460 0,006 0,508 0,299

Antioquia Santa Bárbara 0,987 0,480 0,001 0,503 0,285

Antioquia Santa Rosa De Osos 0,814 0,420 0,006 0,495 0,235

Antioquia Santo Domingo 0,739 0,160 0,028 0,603 0,291

Antioquia El Santuario 0,744 0,480 0,005 0,336 0,207

Antioquia Segovia 0,923 0,750 0,045 0,384 0,414

Antioquia Sonsón 0,984 0,230 0,004 0,535 0,337

Antioquia Sopetrán 0,792 0,440 0,013 0,497 0,336

Antioquia Támesis 0,879 0,480 0,002 0,503 0,282

Antioquia Tarazá 0,876 0,590 0,061 0,451 0,620

Antioquia Tarso 0,858 0,260 0,000 0,475 0,389

Antioquia Titiribí 0,899 0,320 0,008 0,458 0,278

Antioquia Toledo 0,867 0,890 0,069 0,613 0,505

Antioquia Turbo 0,961 0,550 0,011 0,721 0,674

Antioquia Uramita 0,774 0,470 0,007 0,551 0,636

Antioquia Urrao 0,900 0,140 0,010 0,572 0,402

Antioquia Valdivia 0,844 0,550 0,053 0,583 0,545

Antioquia Valparaíso 0,907 0,240 0,006 0,460 0,262

Antioquia Vegachí 0,911 0,540 0,035 0,441 0,463

Antioquia Venecia 0,901 0,400 0,005 0,474 0,260

Antioquia Vigía Del Fuerte 0,981 0,390 0,023 0,528 0,683

Antioquia Yalí 0,770 0,360 0,018 0,527 0,449

Antioquia Yarumal 0,765 0,280 0,018 0,451 0,283

Antioquia Yolombó 0,889 0,350 0,009 0,584 0,406

Antioquia Yondó 0,854 0,510 0,015 0,490 0,591

Antioquia Zaragoza 0,797 0,640 0,042 0,527 0,643

Atlántico Barranquilla 0,997 0,200 0,005 0,134 0,177

Atlántico Baranoa 0,855 0,670 0,003 0,358 0,268

Atlántico Campo De La Cruz 0,684 0,730 0,002 0,336 0,629

Atlántico Galapa 0,739 0,770 0,002 0,322 0,392

Atlántico Juan De Acosta 0,958 0,470 0,001 0,414 0,310

Atlántico Luruaco 0,712 0,750 0,006 0,497 0,505

Atlántico Malambo 0,905 0,060 0,004 0,300 0,318

Atlántico Manatí 0,681 0,670 0,001 0,327 0,571

Atlántico Palmar De Varela 0,822 0,710 0,000 0,295 0,377

Page 217: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

216

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Atlántico Piojó 0,995 0,570 0,000 0,489 0,540

Atlántico Polonuevo 0,996 0,160 0,001 0,357 0,354

Atlántico Puerto Colombia 0,759 0,630 0,004 0,346 0,247

Atlántico Repelón 0,637 0,780 0,001 0,424 0,523

Atlántico Sabanagrande 0,783 0,660 0,005 0,287 0,399

Atlántico Sabanalarga 0,772 0,520 0,004 0,383 0,391

Atlántico Santa Lucía 0,972 0,930 0,000 0,294 0,600

Atlántico Santo Tomás 0,724 0,620 0,001 0,297 0,338

Atlántico Soledad 0,802 0,750 0,003 0,065 0,241

Atlántico Suan 0,732 0,580 0,002 0,301 0,554

Atlántico Usiacurí 0,701 0,400 0,002 0,332 0,433

Bogotá, D.C. Bogotá, D.C. 0,938 0,320 0,004 0,210 0,092

Bolívar Cartagena 0,767 0,390 0,005 0,345 0,260

Bolívar Achí 0,890 0,940 0,007 0,632 0,807

Bolívar Altos Del Rosario 0,734 0,820 0,002 0,439 0,688

Bolívar Arenal 0,955 0,660 0,006 0,585 0,592

Bolívar Arjona 0,836 0,110 0,004 0,400 0,588

Bolívar Arroyohondo 0,916 0,590 0,002 0,411 0,678

Bolívar Barranco De Loba 0,883 0,760 0,004 0,553 0,745

Bolívar Calamar 0,792 0,930 0,000 0,468 0,720

Bolívar Cantagallo 0,823 0,860 0,024 0,488 0,619

Bolívar Cicuco 0,934 0,550 0,003 0,408 0,609

Bolívar Córdoba 0,873 0,700 0,000 0,585 0,702

Bolívar Clemencia 0,716 0,320 0,002 0,344 0,721

Bolívar El Carmen De Bolívar 0,689 0,710 0,002 0,387 0,934

Bolívar El Guamo 0,772 0,650 0,000 0,456 0,591

Bolívar El Peñón 0,836 0,570 0,004 0,515 0,729

Bolívar Hatillo De Loba 0,777 0,630 0,000 0,565 0,783

Bolívar Magangué 0,782 0,480 0,001 0,474 0,544

Bolívar Mahates 0,890 0,870 0,001 0,550 0,537

Bolívar Margarita 0,856 0,830 0,000 0,610 0,760

Bolívar María La Baja 0,679 0,830 0,006 0,542 0,600

Bolívar Montecristo 0,912 0,990 0,031 0,482 0,683

Bolívar Mompós 0,874 0,820 0,002 0,474 0,516

Bolívar Morales 0,851 0,970 0,005 0,588 0,638

Bolívar Norosí 0,862 0,920 0,026 0,510 0,888

Bolívar Pinillos 0,852 0,880 0,003 0,664 0,811

Bolívar Regidor 0,824 0,470 0,001 0,508 0,667

Bolívar Río Viejo 0,783 0,580 0,003 0,470 0,770

Bolívar San Cristóbal 0,876 0,530 0,000 0,343 0,460

Bolívar San Estanislao 0,775 0,890 0,001 0,393 0,571

Bolívar San Fernando 0,836 0,790 0,000 0,601 0,698

Bolívar San Jacinto 0,653 0,750 0,004 0,299 0,944

Bolívar San Jacinto Del Cauca 0,844 0,890 0,004 0,572 0,904

Bolívar San Juan Nepomuceno 0,733 0,650 0,002 0,374 0,679

Bolívar San Martín De Loba 0,593 0,820 0,002 0,521 0,689

Page 218: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

217

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Bolívar San Pablo 0,885 0,120 0,018 0,334 0,659

Bolívar Santa Catalina 0,835 0,710 0,007 0,541 0,483

Bolívar Santa Rosa 0,797 0,850 0,006 0,437 0,919

Bolívar Santa Rosa Del Sur 0,831 0,990 0,019 0,484 0,554

Bolívar Simití 0,774 0,990 0,015 0,486 0,620

Bolívar Soplaviento 0,784 0,770 0,000 0,296 0,532

Bolívar Talaigua Nuevo 0,757 0,580 0,000 0,492 0,635

Bolívar Tiquisio 0,789 0,780 0,019 0,587 0,865

Bolívar Turbaco 0,727 0,860 0,006 0,318 0,496

Bolívar Turbaná 0,769 0,900 0,003 0,316 0,620

Bolívar Villanueva 0,677 0,860 0,002 0,316 0,864

Bolívar Zambrano 0,835 0,560 0,000 0,322 0,559

Boyacá Tunja 0,778 0,590 0,001 0,282 0,120

Boyacá Almeida 0,695 0,600 0,000 0,599 0,373

Boyacá Aquitania 0,901 0,830 0,003 0,512 0,428

Boyacá Arcabuco 0,769 0,570 0,000 0,524 0,333

Boyacá Belén 0,819 0,690 0,004 0,479 0,311

Boyacá Berbeo 0,738 0,550 0,000 0,555 0,361

Boyacá Betéitiva 0,670 0,940 0,000 0,589 0,640

Boyacá Boavita 0,684 0,770 0,000 0,497 0,529

Boyacá Boyacá 0,685 0,100 0,001 0,630 0,510

Boyacá Briceño 0,554 0,680 0,000 0,583 0,350

Boyacá Buenavista 0,746 0,570 0,000 0,613 0,450

Boyacá Busbanzá 0,845 0,870 0,000 0,514 0,580

Boyacá Caldas 0,678 0,590 0,005 0,638 0,390

Boyacá Campohermoso 0,648 0,500 0,005 0,568 0,441

Boyacá Cerinza 0,723 0,740 0,005 0,502 0,260

Boyacá Chinavita 0,754 0,550 0,005 0,531 0,358

Boyacá Chiquinquirá 0,850 0,370 0,001 0,352 0,179

Boyacá Chiscas 0,963 0,780 0,000 0,584 0,700

Boyacá Chita 0,886 0,910 0,001 0,589 0,812

Boyacá Chitaraque 0,700 0,650 0,003 0,589 0,473

Boyacá Chivatá 0,784 0,280 0,000 0,503 0,494

Boyacá Ciénega 0,653 0,630 0,000 0,556 0,298

Boyacá Cómbita 0,851 0,110 0,000 0,656 0,384

Boyacá Coper 0,718 0,560 0,000 0,582 0,470

Boyacá Corrales 0,707 0,780 0,000 0,400 0,279

Boyacá Covarachía 0,736 0,750 0,000 0,592 0,796

Boyacá Cubará 0,948 0,280 0,021 0,556 0,585

Boyacá Cucaita 0,732 0,310 0,000 0,507 0,429

Boyacá Cuítiva 0,686 0,760 0,000 0,618 0,462

Boyacá Chíquiza 0,831 0,190 0,000 0,662 0,490

Boyacá Chivor 0,743 0,940 0,001 0,543 0,342

Boyacá Duitama 0,934 0,520 0,001 0,332 0,090

Boyacá El Cocuy 0,857 0,710 0,000 0,462 0,547

Boyacá El Espino 0,760 0,680 0,000 0,546 0,514

Page 219: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

218

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Boyacá Firavitoba 0,785 0,490 0,000 0,529 0,276

Boyacá Floresta 0,726 0,800 0,000 0,507 0,461

Boyacá Gachantivá 0,598 0,750 0,000 0,610 0,603

Boyacá Gameza 0,886 0,690 0,000 0,539 0,442

Boyacá Garagoa 0,782 0,450 0,000 0,361 0,231

Boyacá Guacamayas 0,869 0,780 0,000 0,549 0,627

Boyacá Guateque 0,671 0,600 0,000 0,375 0,260

Boyacá Guayatá 0,829 0,620 0,003 0,566 0,481

Boyacá Güicán 0,977 0,660 0,000 0,571 0,685

Boyacá Iza 0,775 0,570 0,001 0,499 0,232

Boyacá Jenesano 0,700 0,740 0,002 0,568 0,418

Boyacá Jericó 0,732 0,920 0,004 0,602 0,740

Boyacá Labranzagrande 0,799 0,740 0,018 0,580 0,702

Boyacá La Capilla 0,891 0,630 0,000 0,515 0,253

Boyacá La Victoria 0,586 0,060 0,000 0,462 0,447

Boyacá La Uvita 0,801 0,740 0,006 0,505 0,496

Boyacá Villa De Leyva 0,918 0,520 0,001 0,446 0,259

Boyacá Macanal 0,694 0,520 0,000 0,578 0,352

Boyacá Maripí 0,648 0,650 0,000 0,621 0,476

Boyacá Miraflores 0,752 0,390 0,000 0,444 0,253

Boyacá Mongua 0,872 0,740 0,004 0,536 0,471

Boyacá Monguí 0,767 0,770 0,000 0,452 0,301

Boyacá Moniquirá 0,687 0,520 0,000 0,491 0,309

Boyacá Motavita 0,727 0,080 0,002 0,629 0,502

Boyacá Muzo 0,995 0,770 0,002 0,436 0,457

Boyacá Nobsa 0,810 0,530 0,000 0,523 0,135

Boyacá Nuevo Colón 0,526 0,670 0,000 0,591 0,285

Boyacá Oicatá 0,833 0,060 0,000 0,622 0,516

Boyacá Otanche 0,677 0,740 0,007 0,526 0,507

Boyacá Pachavita 0,584 0,610 0,000 0,602 0,370

Boyacá Páez 0,675 0,390 0,000 0,505 0,382

Boyacá Paipa 0,781 0,540 0,001 0,447 0,181

Boyacá Pajarito 0,797 0,590 0,043 0,501 0,416

Boyacá Panqueba 0,636 0,700 0,000 0,502 0,469

Boyacá Pauna 0,682 0,680 0,011 0,585 0,617

Boyacá Paya 0,785 0,930 0,024 0,574 0,824

Boyacá Paz De Río 0,722 0,770 0,000 0,424 0,276

Boyacá Pesca 0,789 0,610 0,000 0,572 0,501

Boyacá Pisba 0,856 0,750 0,065 0,545 0,808

Boyacá Puerto Boyacá 0,823 0,370 0,006 0,443 0,393

Boyacá Quípama 0,632 0,060 0,003 0,592 0,538

Boyacá Ramiriquí 0,669 0,800 0,003 0,476 0,415

Boyacá Ráquira 0,664 0,650 0,004 0,580 0,602

Boyacá Rondón 0,713 0,760 0,000 0,590 0,417

Boyacá Saboyá 0,699 0,510 0,000 0,656 0,492

Boyacá Sáchica 0,695 0,720 0,006 0,472 0,461

Page 220: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

219

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Boyacá Samacá 0,803 0,220 0,002 0,574 0,309

Boyacá San Eduardo 0,717 0,550 0,000 0,491 0,307

Boyacá San José De Pare 0,657 0,580 0,006 0,585 0,448

Boyacá San Luis De Gaceno 0,654 0,430 0,013 0,531 0,335

Boyacá San Mateo 0,738 0,800 0,009 0,497 0,521

Boyacá San Miguel De Sema 0,743 0,570 0,000 0,626 0,314

Boyacá San Pablo De Borbur 0,676 0,680 0,013 0,630 0,467

Boyacá Santana 0,890 0,530 0,007 0,553 0,425

Boyacá Santa María 0,713 0,550 0,000 0,443 0,327

Boyacá Santa Rosa De Viterbo 0,791 0,570 0,000 0,472 0,171

Boyacá Santa Sofía 0,607 0,600 0,000 0,562 0,358

Boyacá Sativanorte 0,806 0,800 0,001 0,576 0,604

Boyacá Sativasur 0,739 0,780 0,000 0,569 0,461

Boyacá Siachoque 0,742 0,330 0,002 0,606 0,508

Boyacá Soatá 0,801 0,640 0,003 0,368 0,401

Boyacá Socotá 0,876 0,900 0,000 0,620 0,724

Boyacá Socha 0,820 0,740 0,000 0,458 0,291

Boyacá Sogamoso 0,797 0,530 0,001 0,349 0,116

Boyacá Somondoco 0,721 0,650 0,009 0,576 0,369

Boyacá Sora 0,623 0,270 0,000 0,601 0,463

Boyacá Sotaquirá 0,822 0,070 0,002 0,635 0,375

Boyacá Soracá 0,762 0,260 0,000 0,612 0,463

Boyacá Susacón 0,820 0,670 0,000 0,538 0,560

Boyacá Sutamarchán 0,648 0,550 0,003 0,581 0,354

Boyacá Sutatenza 0,608 0,590 0,000 0,590 0,577

Boyacá Tasco 0,846 0,700 0,000 0,551 0,395

Boyacá Tenza 0,594 0,540 0,000 0,546 0,282

Boyacá Tibaná 0,661 0,690 0,000 0,606 0,459

Boyacá Tibasosa 0,750 0,460 0,004 0,550 0,162

Boyacá Tinjacá 0,827 0,540 0,006 0,607 0,480

Boyacá Tipacoque 0,680 0,690 0,000 0,561 0,631

Boyacá Toca 0,734 0,120 0,002 0,535 0,445

Boyacá Togüí 0,724 0,670 0,000 0,608 0,440

Boyacá Tópaga 0,701 0,730 0,000 0,518 0,294

Boyacá Tota 0,755 0,860 0,000 0,629 0,606

Boyacá Tununguá 0,710 0,820 0,001 0,583 0,227

Boyacá Turmequé 0,620 0,820 0,000 0,500 0,321

Boyacá Tuta 0,850 0,660 0,000 0,567 0,325

Boyacá Tutazá 0,697 0,840 0,000 0,621 0,467

Boyacá Umbita 0,697 0,780 0,002 0,607 0,474

Boyacá Ventaquemada 0,758 0,130 0,006 0,625 0,284

Boyacá Viracachá 0,743 0,830 0,000 0,619 0,380

Boyacá Zetaquira 0,724 0,650 0,000 0,576 0,381

Caldas Manizales 0,859 0,260 0,005 0,352 0,100

Caldas Aguadas 0,840 0,310 0,005 0,473 0,230

Caldas Anserma 0,734 0,440 0,006 0,434 0,191

Page 221: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

220

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Caldas Aranzazu 0,800 0,410 0,002 0,444 0,203

Caldas Belalcázar 0,885 0,540 0,012 0,488 0,288

Caldas Chinchiná 0,884 0,420 0,013 0,325 0,186

Caldas Filadelfia 0,997 0,460 0,003 0,522 0,266

Caldas La Dorada 0,885 0,290 0,005 0,343 0,251

Caldas La Merced 0,995 0,560 0,012 0,501 0,258

Caldas Manzanares 0,855 0,490 0,001 0,517 0,281

Caldas Marmato 0,854 0,670 0,012 0,631 0,360

Caldas Marquetalia 0,662 0,450 0,005 0,509 0,269

Caldas Marulanda 0,700 0,340 0,011 0,518 0,214

Caldas Neira 0,869 0,280 0,004 0,485 0,226

Caldas Norcasia 0,836 0,280 0,009 0,408 0,367

Caldas Pácora 0,853 0,310 0,007 0,490 0,249

Caldas Palestina 0,849 0,370 0,009 0,532 0,259

Caldas Pensilvania 0,826 0,980 0,002 0,573 0,236

Caldas Riosucio 0,870 0,610 0,004 0,625 0,238

Caldas Risaralda 0,751 0,520 0,003 0,478 0,246

Caldas Salamina 0,851 0,400 0,003 0,440 0,188

Caldas Samaná 0,756 0,620 0,008 0,625 0,329

Caldas San José 0,730 0,180 0,005 0,575 0,252

Caldas Supía 0,719 0,570 0,004 0,502 0,243

Caldas Victoria 0,816 0,300 0,011 0,500 0,307

Caldas Villamaría 0,913 0,450 0,005 0,368 0,125

Caldas Viterbo 0,828 0,320 0,003 0,355 0,208

Caquetá Florencia 0,747 0,370 0,014 0,375 0,268

Caquetá Albania 0,643 0,580 0,013 0,524 0,350

Caquetá Belén De Los Andaquíes 0,753 0,330 0,025 0,456 0,478

Caquetá Cartagena Del Chairá 0,446 0,630 0,031 0,565 0,516

Caquetá Curillo 0,617 0,780 0,045 0,478 0,446

Caquetá El Doncello 0,908 0,390 0,042 0,432 0,423

Caquetá El Paujil 0,770 0,450 0,053 0,483 0,542

Caquetá La Montañita 0,653 0,260 0,074 0,618 0,653

Caquetá Milán 0,737 0,530 0,079 0,619 0,608

Caquetá Morelia 0,725 0,530 0,027 0,473 0,403

Caquetá Puerto Rico 0,890 0,510 0,072 0,537 0,462

Caquetá San José Del Fragua 0,954 0,420 0,063 0,518 0,497

Caquetá San Vicente Del Caguán 0,973 0,670 0,044 0,474 0,540

Caquetá Solano 0,858 0,870 0,019 0,678 1,000

Caquetá Solita 0,772 0,800 0,025 0,499 0,529

Caquetá Valparaíso 0,683 0,540 0,022 0,552 0,469

Cauca Popayán 0,804 0,180 0,006 0,375 0,181

Cauca Almaguer 0,990 0,990 0,012 0,669 0,885

Cauca Argelia 0,958 0,840 0,064 0,649 1,000

Cauca Balboa 0,820 0,620 0,020 0,584 0,621

Cauca Bolívar 0,785 0,960 0,015 0,693 0,670

Cauca Buenos Aires 0,858 0,810 0,026 0,692 0,579

Page 222: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

221

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Cauca Cajibío 0,893 0,900 0,013 0,714 0,637

Cauca Caldono 0,910 0,560 0,021 0,706 0,699

Cauca Caloto 0,895 0,590 0,064 0,587 0,489

Cauca Corinto 0,864 0,530 0,053 0,549 0,536

Cauca El Tambo 0,929 0,800 0,064 0,685 0,534

Cauca Florencia 0,754 0,890 0,023 0,581 0,467

Cauca Guachené 0,882 0,970 0,008 0,588 0,262

Cauca Guapi 0,872 0,070 0,039 0,456 0,874

Cauca Inzá 0,920 0,770 0,013 0,692 0,684

Cauca Jambaló 0,958 0,830 0,017 0,667 0,729

Cauca La Sierra 0,855 0,890 0,019 0,623 0,569

Cauca La Vega 0,943 0,940 0,008 0,718 0,706

Cauca López 0,938 0,000 0,047 0,577 0,448

Cauca Mercaderes 0,848 0,690 0,041 0,577 0,690

Cauca Miranda 0,960 0,580 0,016 0,407 0,503

Cauca Morales 0,771 0,560 0,020 0,686 0,623

Cauca Padilla 0,849 0,610 0,007 0,467 0,222

Cauca Paez 0,946 0,770 0,007 0,698 0,643

Cauca Patía 0,816 0,680 0,031 0,565 0,344

Cauca Piamonte 0,902 0,860 0,064 0,640 1,000

Cauca Piendamó 0,734 0,380 0,004 0,588 0,380

Cauca Puerto Tejada 0,935 0,560 0,021 0,334 0,180

Cauca Puracé 0,869 0,580 0,009 0,644 0,507

Cauca Rosas 0,746 0,760 0,009 0,632 0,659

Cauca San Sebastián 0,886 0,930 0,010 0,650 0,750

Cauca Santander De Quilichao 0,862 0,560 0,025 0,520 0,336

Cauca Santa Rosa 0,919 0,710 0,010 0,608 0,777

Cauca Silvia 0,974 0,480 0,006 0,664 0,503

Cauca Sotara 0,859 0,600 0,005 0,685 0,573

Cauca Suárez 0,856 0,880 0,236 0,631 0,595

Cauca Sucre 0,855 0,980 0,025 0,611 0,803

Cauca Timbío 0,765 0,510 0,008 0,551 0,360

Cauca Timbiquí 0,948 0,580 0,057 0,617 0,732

Cauca Toribio 0,879 0,440 0,038 0,693 0,618

Cauca Totoró 0,816 0,240 0,012 0,660 0,610

Cauca Villa Rica 0,995 0,860 0,009 0,370 0,307

Cesar Valledupar 0,883 0,490 0,004 0,479 0,327

Cesar Aguachica 0,766 0,760 0,009 0,357 0,419

Cesar Agustín Codazzi 0,815 0,590 0,009 0,392 0,514

Cesar Astrea 0,719 0,350 0,005 0,483 0,709

Cesar Becerril 0,773 0,570 0,009 0,374 0,565

Cesar Bosconia 0,664 0,890 0,004 0,329 0,502

Cesar Chimichagua 0,555 0,720 0,005 0,553 0,666

Cesar Chiriguaná 0,702 0,670 0,008 0,377 0,535

Cesar Curumaní 0,729 0,570 0,004 0,360 0,479

Cesar El Copey 0,735 0,720 0,002 0,380 0,512

Page 223: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

222

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Cesar El Paso 0,940 0,680 0,016 0,634 0,618

Cesar Gamarra 0,897 0,730 0,001 0,462 0,505

Cesar González 0,569 0,410 0,009 0,589 0,663

Cesar La Gloria 0,762 0,340 0,010 0,483 0,548

Cesar La Jagua De Ibirico 0,785 0,640 0,006 0,350 0,557

Cesar Manaure 0,742 0,740 0,004 0,430 0,553

Cesar Pailitas 0,806 0,480 0,008 0,379 0,513

Cesar Pelaya 0,746 0,390 0,003 0,419 0,554

Cesar Pueblo Bello 0,953 0,570 0,001 0,605 0,834

Cesar Río De Oro 0,722 0,710 0,009 0,509 0,497

Cesar La Paz 0,807 0,700 0,005 0,430 0,493

Cesar San Alberto 0,761 0,270 0,007 0,396 0,343

Cesar San Diego 0,793 0,640 0,007 0,463 0,403

Cesar San Martín 0,719 0,250 0,006 0,494 0,469

Cesar Tamalameque 0,703 0,550 0,005 0,521 0,613

Cordoba Montería 0,915 0,340 0,005 0,575 0,445

Cordoba Ayapel 0,903 0,460 0,008 0,518 0,615

Cordoba Buenavista 0,842 0,500 0,004 0,542 0,613

Cordoba Canalete 0,911 0,760 0,002 0,624 0,860

Cordoba Cereté 0,922 0,650 0,003 0,515 0,504

Cordoba Chimá 0,874 0,660 0,002 0,605 0,629

Cordoba Chinú 0,809 0,580 0,003 0,523 0,538

Cordoba Ciénaga De Oro 0,876 0,630 0,003 0,590 0,618

Cordoba Cotorra 0,811 0,980 0,002 0,580 0,613

Cordoba La Apartada 0,876 0,790 0,006 0,344 0,536

Cordoba Lorica 0,864 0,650 0,004 0,607 0,647

Cordoba Los Córdobas 0,897 0,760 0,002 0,628 0,854

Cordoba Momil 0,778 0,770 0,004 0,432 0,635

Cordoba Montelíbano 0,879 0,670 0,011 0,402 0,451

Cordoba Moñitos 0,842 0,690 0,006 0,606 0,771

Cordoba Planeta Rica 0,810 0,600 0,004 0,475 0,585

Cordoba Pueblo Nuevo 0,870 0,700 0,002 0,562 0,630

Cordoba Puerto Escondido 0,880 0,680 0,003 0,649 0,846

Cordoba Puerto Libertador 0,901 0,710 0,025 0,568 0,644

Cordoba Purísima 0,737 0,670 0,006 0,516 0,676

Cordoba Sahagún 0,876 0,640 0,003 0,540 0,538

Cordoba San Andrés Sotavento 0,844 0,820 0,001 0,610 0,825

Cordoba San Antero 0,921 0,740 0,012 0,479 0,656

Cordoba San Bernardo Del Viento 0,783 0,730 0,005 0,612 0,707

Cordoba San Carlos 0,918 0,620 0,005 0,624 0,662

Cordoba San José De Uré 0,900 0,710 0,017 0,482 0,725

Cordoba San Pelayo 0,864 0,660 0,003 0,660 0,634

Cordoba Tierralta 0,952 0,860 0,035 0,616 0,733

Cordoba Tuchín 0,899 0,870 0,003 0,658 0,923

Cordoba Valencia 0,930 0,820 0,007 0,583 0,762

Cundinamarca Agua De Dios 0,851 0,280 0,002 0,377 0,207

Page 224: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

223

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Cundinamarca Albán 0,837 0,400 0,006 0,565 0,258

Cundinamarca Anapoima 0,850 0,420 0,003 0,514 0,300

Cundinamarca Anolaima 0,788 0,420 0,002 0,562 0,269

Cundinamarca Arbeláez 0,902 0,380 0,003 0,509 0,252

Cundinamarca Beltrán 0,859 0,520 0,002 0,589 0,339

Cundinamarca Bituima 0,805 0,540 0,000 0,596 0,321

Cundinamarca Bojacá 0,910 0,560 0,002 0,364 0,208

Cundinamarca Cabrera 0,790 0,440 0,027 0,578 0,374

Cundinamarca Cachipay 0,769 0,920 0,002 0,550 0,214

Cundinamarca Cajicá 0,916 0,320 0,002 0,444 0,127

Cundinamarca Caparrapí 0,732 0,480 0,000 0,624 0,539

Cundinamarca Caqueza 0,693 0,440 0,000 0,512 0,303

Cundinamarca Carmen De Carupa 0,705 0,450 0,000 0,565 0,392

Cundinamarca Chaguaní 0,706 0,420 0,005 0,596 0,441

Cundinamarca Chía 0,799 0,510 0,001 0,388 0,071

Cundinamarca Chipaque 0,844 0,460 0,000 0,557 0,303

Cundinamarca Choachí 0,979 0,470 0,000 0,544 0,243

Cundinamarca Chocontá 0,833 0,580 0,001 0,494 0,400

Cundinamarca Cogua 0,875 0,380 0,002 0,572 0,132

Cundinamarca Cota 0,914 0,820 0,001 0,456 0,139

Cundinamarca Cucunubá 0,762 0,560 0,005 0,598 0,407

Cundinamarca El Colegio 0,798 0,620 0,004 0,540 0,213

Cundinamarca El Peñón 0,719 0,670 0,004 0,632 0,480

Cundinamarca El Rosal 0,857 0,020 0,002 0,399 0,247

Cundinamarca Facatativá 0,864 0,490 0,002 0,332 0,131

Cundinamarca Fomeque 0,916 0,480 0,005 0,531 0,304

Cundinamarca Fosca 0,795 0,510 0,000 0,573 0,389

Cundinamarca Funza 0,903 0,480 0,003 0,298 0,134

Cundinamarca Fúquene 0,764 0,480 0,000 0,651 0,234

Cundinamarca Gachala 0,799 0,790 0,000 0,533 0,337

Cundinamarca Gachancipá 0,841 0,420 0,001 0,449 0,210

Cundinamarca Gachetá 0,910 0,710 0,000 0,547 0,389

Cundinamarca Gama 0,707 0,800 0,000 0,581 0,273

Cundinamarca Girardot 0,963 0,340 0,004 0,291 0,201

Cundinamarca Granada 0,926 0,070 0,002 0,583 0,183

Cundinamarca Guachetá 0,802 0,520 0,002 0,550 0,328

Cundinamarca Guaduas 0,826 0,250 0,004 0,508 0,298

Cundinamarca Guasca 0,909 0,540 0,006 0,546 0,185

Cundinamarca Guataquí 0,815 0,530 0,000 0,469 0,471

Cundinamarca Guatavita 0,835 0,700 0,000 0,562 0,229

Cundinamarca Guayabal De Siquima 0,731 0,490 0,005 0,575 0,276

Cundinamarca Guayabetal 0,876 0,760 0,011 0,551 0,317

Cundinamarca Gutiérrez 0,902 0,630 0,000 0,565 0,467

Cundinamarca Jerusalén 0,795 0,430 0,013 0,582 0,511

Cundinamarca Junín 0,897 0,690 0,002 0,630 0,341

Cundinamarca La Calera 0,900 0,860 0,003 0,529 0,134

Page 225: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

224

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Cundinamarca La Mesa 0,844 0,100 0,002 0,475 0,237

Cundinamarca La Palma 0,739 0,660 0,001 0,532 0,428

Cundinamarca La Peña 0,777 0,660 0,003 0,618 0,685

Cundinamarca La Vega 0,822 0,420 0,002 0,537 0,248

Cundinamarca Lenguazaque 0,720 0,570 0,002 0,591 0,324

Cundinamarca Macheta 0,948 0,640 0,005 0,578 0,451

Cundinamarca Madrid 0,879 0,850 0,002 0,344 0,136

Cundinamarca Manta 0,827 0,610 0,000 0,563 0,376

Cundinamarca Medina 0,834 0,530 0,004 0,528 0,428

Cundinamarca Mosquera 0,830 0,810 0,004 0,293 0,111

Cundinamarca Nariño 0,989 0,400 0,010 0,417 0,439

Cundinamarca Nemocón 0,887 0,510 0,001 0,520 0,172

Cundinamarca Nilo 0,844 0,570 0,000 0,590 0,240

Cundinamarca Nimaima 0,787 0,480 0,000 0,503 0,290

Cundinamarca Nocaima 0,690 0,460 0,011 0,580 0,353

Cundinamarca Venecia 0,859 0,530 0,003 0,560 0,250

Cundinamarca Pacho 0,855 0,440 0,003 0,468 0,222

Cundinamarca Paime 0,723 0,910 0,000 0,627 0,597

Cundinamarca Pandi 0,810 0,440 0,010 0,597 0,360

Cundinamarca Paratebueno 0,766 0,550 0,000 0,552 0,389

Cundinamarca Pasca 0,794 0,400 0,003 0,591 0,262

Cundinamarca Puerto Salgar 0,813 0,380 0,004 0,388 0,293

Cundinamarca Pulí 0,745 0,570 0,012 0,580 0,417

Cundinamarca Quebradanegra 0,625 0,380 0,000 0,636 0,395

Cundinamarca Quetame 0,797 0,470 0,005 0,584 0,392

Cundinamarca Quipile 0,675 0,490 0,003 0,642 0,427

Cundinamarca Apulo 0,741 0,370 0,004 0,518 0,376

Cundinamarca Ricaurte 0,873 0,590 0,028 0,496 0,366

Cundinamarca San Antonio Del Tequendama

0,825 0,340 0,007 0,651 0,276

Cundinamarca San Bernardo 0,862 0,450 0,002 0,525 0,271

Cundinamarca San Cayetano 0,763 0,650 0,000 0,616 0,377

Cundinamarca San Francisco 0,834 0,460 0,000 0,540 0,226

Cundinamarca San Juan De Río Seco 0,858 0,520 0,002 0,560 0,341

Cundinamarca Sasaima 0,827 0,370 0,005 0,589 0,248

Cundinamarca Sesquilé 0,965 0,400 0,001 0,588 0,166

Cundinamarca Sibaté 0,809 0,690 0,004 0,429 0,167

Cundinamarca Silvania 0,775 0,170 0,003 0,581 0,246

Cundinamarca Simijaca 0,813 0,440 0,000 0,460 0,220

Cundinamarca Soacha 0,876 0,020 0,008 0,241 0,162

Cundinamarca Sopó 0,909 0,370 0,002 0,436 0,089

Cundinamarca Subachoque 0,865 0,710 0,000 0,540 0,140

Cundinamarca Suesca 0,774 0,660 0,001 0,493 0,236

Cundinamarca Supatá 0,829 0,620 0,000 0,551 0,330

Cundinamarca Susa 0,680 0,470 0,000 0,481 0,307

Cundinamarca Sutatausa 0,696 0,510 0,003 0,547 0,300

Page 226: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

225

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Cundinamarca Tabio 0,902 0,060 0,001 0,499 0,124

Cundinamarca Tausa 0,876 0,430 0,002 0,628 0,255

Cundinamarca Tena 0,812 0,480 0,000 0,637 0,242

Cundinamarca Tenjo 0,877 0,740 0,003 0,499 0,162

Cundinamarca Tibacuy 0,792 0,390 0,011 0,625 0,375

Cundinamarca Tibirita 0,703 0,610 0,006 0,600 0,340

Cundinamarca Tocaima 0,792 0,370 0,004 0,453 0,338

Cundinamarca Tocancipá 0,883 0,220 0,003 0,529 0,200

Cundinamarca Topaipí 0,638 0,770 0,000 0,597 0,636

Cundinamarca Ubalá 0,814 0,720 0,000 0,630 0,495

Cundinamarca Ubaque 0,801 0,450 0,000 0,613 0,322

Cundinamarca Villa De San Diego De Ubate 0,777 0,480 0,004 0,437 0,209

Cundinamarca Une 0,927 0,430 0,000 0,482 0,282

Cundinamarca Útica 0,774 0,510 0,000 0,460 0,427

Cundinamarca Vergara 0,784 0,520 0,000 0,594 0,521

Cundinamarca Vianí 0,684 0,490 0,000 0,544 0,309

Cundinamarca Villagómez 0,670 0,650 0,000 0,553 0,429

Cundinamarca Villapinzón 0,777 0,530 0,002 0,563 0,259

Cundinamarca Villeta 0,852 0,400 0,002 0,434 0,213

Cundinamarca Viotá 0,735 0,380 0,002 0,552 0,385

Cundinamarca Yacopí 0,751 0,690 0,004 0,596 0,647

Cundinamarca Zipacón 0,838 0,410 0,000 0,523 0,306

Cundinamarca Zipaquirá 0,901 0,390 0,002 0,351 0,130

Chocó Quibdó 0,982 0,410 0,026 0,326 0,895

Chocó Acandí 0,885 0,890 0,008 0,456 0,492

Chocó Alto Baudó 0,970 0,640 0,009 0,620 0,972

Chocó Atrato 0,940 0,680 0,019 0,541 0,801

Chocó Bagadó 0,952 0,910 0,028 0,561 0,845

Chocó Bahía Solano 0,957 0,690 0,017 0,471 0,302

Chocó Bajo Baudó 0,935 0,910 0,035 0,616 0,783

Chocó Bojaya 0,969 0,930 0,024 0,482 0,960

Chocó El Cantón Del San Pablo 0,963 0,220 0,009 0,505 0,525

Chocó Carmen Del Darién 0,961 0,680 0,040 0,575 0,907

Chocó Cértegui 0,957 0,680 0,006 0,430 0,872

Chocó Condoto 0,994 0,570 0,009 0,407 0,626

Chocó El Carmen De Atrato 0,975 0,860 0,018 0,491 0,317

Chocó El Litoral Del San Juan 0,877 0,800 0,048 0,657 0,776

Chocó Istmina 0,983 0,900 0,035 0,375 0,881

Chocó Juradó 0,957 0,970 0,030 0,481 0,862

Chocó Lloró 0,953 0,710 0,012 0,560 0,718

Chocó Medio Atrato 0,979 0,680 0,003 0,709 1,000

Chocó Medio Baudó 0,986 0,090 0,017 0,668 1,000

Chocó Medio San Juan 0,978 0,680 0,029 0,546 0,582

Chocó Nóvita 0,955 0,950 0,058 0,515 0,662

Chocó Nuquí 0,946 0,760 0,008 0,505 0,452

Chocó Río Quito 0,972 0,680 0,009 0,564 0,988

Page 227: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

226

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Chocó Riosucio 0,951 0,180 0,038 0,589 0,852

Chocó San José Del Palmar 0,959 0,680 0,062 0,579 0,420

Chocó Tadó 0,952 0,550 0,030 0,430 0,869

Chocó Unguía 0,964 0,780 0,013 0,563 0,606

Chocó Unión Panamericana 0,951 0,570 0,001 0,503 0,534

Huila Neiva 0,767 0,260 0,007 0,345 0,177

Huila Acevedo 0,970 0,580 0,012 0,643 0,641

Huila Agrado 0,845 0,390 0,002 0,447 0,449

Huila Aipe 0,826 0,390 0,004 0,446 0,380

Huila Algeciras 0,740 0,400 0,015 0,441 0,492

Huila Altamira 0,831 0,750 0,000 0,412 0,236

Huila Baraya 0,807 0,340 0,011 0,471 1,000

Huila Campoalegre 0,731 0,710 0,015 0,394 0,267

Huila Colombia 0,785 0,590 0,036 0,604 0,648

Huila Elías 0,740 0,600 0,000 0,548 0,333

Huila Garzón 0,740 0,990 0,004 0,578 0,309

Huila Gigante 0,749 0,680 0,005 0,489 0,307

Huila Guadalupe 0,747 0,350 0,006 0,608 0,369

Huila Hobo 0,950 0,340 0,009 0,377 0,327

Huila Iquira 0,793 0,360 0,007 0,615 0,443

Huila Isnos 0,791 0,640 0,012 0,622 0,466

Huila La Argentina 0,840 0,410 0,008 0,548 0,447

Huila La Plata 0,809 0,340 0,008 0,579 0,445

Huila Nátaga 0,787 0,450 0,019 0,537 0,423

Huila Oporapa 0,735 0,620 0,004 0,571 0,533

Huila Paicol 0,845 0,320 0,007 0,499 0,384

Huila Palermo 0,762 0,220 0,007 0,515 0,302

Huila Palestina 0,818 0,670 0,003 0,610 0,450

Huila Pital 0,869 0,400 0,006 0,534 0,449

Huila Pitalito 0,692 0,330 0,007 0,547 0,371

Huila Rivera 0,753 0,350 0,012 0,463 0,323

Huila Saladoblanco 0,912 0,660 0,018 0,584 0,494

Huila San Agustín 0,913 0,560 0,005 0,575 0,425

Huila Santa María 0,857 0,400 0,010 0,570 0,420

Huila Suaza 0,792 0,360 0,007 0,606 0,457

Huila Tarqui 0,798 0,430 0,012 0,577 0,408

Huila Tesalia 0,796 0,420 0,008 0,449 0,295

Huila Tello 0,811 0,340 0,007 0,497 0,534

Huila Teruel 0,953 0,290 0,017 0,483 0,344

Huila Timaná 0,737 0,440 0,008 0,547 0,315

Huila Villavieja 0,783 0,340 0,001 0,544 0,400

Huila Yaguará 0,813 0,380 0,004 0,349 0,218

La Guajira Riohacha 0,841 0,680 0,004 0,430 0,491

La Guajira Albania 0,852 0,750 0,012 0,504 0,610

La Guajira Barrancas 0,917 0,790 0,017 0,502 0,541

La Guajira Dibulla 0,873 0,950 0,016 0,663 0,665

Page 228: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

227

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

La Guajira Distracción 0,755 0,850 0,001 0,556 0,629

La Guajira El Molino 0,620 0,890 0,005 0,409 0,565

La Guajira Fonseca 0,738 0,690 0,012 0,438 0,434

La Guajira Hatonuevo 0,946 0,650 0,004 0,472 0,587

La Guajira La Jagua Del Pilar 0,707 0,400 0,001 0,398 0,668

La Guajira Maicao 0,933 0,740 0,012 0,508 0,684

La Guajira Manaure 0,998 0,840 0,001 0,633 0,797

La Guajira San Juan Del Cesar 0,897 0,740 0,005 0,438 0,448

La Guajira Uribia 0,934 0,830 0,001 1,000 0,960

La Guajira Urumita 0,698 0,710 0,014 0,452 0,630

La Guajira Villanueva 0,634 0,620 0,003 0,420 0,476

Magdalena Santa Marta 0,862 0,380 0,010 0,331 0,290

Magdalena Algarrobo 0,829 0,720 0,006 0,418 0,646

Magdalena Aracataca 0,950 0,250 0,004 0,413 0,614

Magdalena Ariguaní 0,681 0,200 0,006 0,452 0,592

Magdalena Cerro San Antonio 0,732 0,540 0,004 0,453 0,637

Magdalena Chivolo 0,615 0,160 0,000 0,415 0,723

Magdalena Ciénaga 0,871 0,720 0,007 0,312 0,438

Magdalena Concordia 0,652 0,630 0,000 0,497 0,626

Magdalena El Banco 0,793 0,530 0,007 0,460 0,636

Magdalena El Piñon 0,775 0,290 0,003 0,542 0,616

Magdalena El Retén 0,912 0,930 0,003 0,377 0,592

Magdalena Fundación 0,857 0,590 0,005 0,299 0,441

Magdalena Guamal 0,715 0,620 0,005 0,594 0,639

Magdalena Nueva Granada 0,673 0,210 0,001 0,529 0,830

Magdalena Pedraza 0,646 0,550 0,000 0,553 0,686

Magdalena Pijiño Del Carmen 0,755 0,940 0,000 0,481 0,832

Magdalena Pivijay 0,743 0,510 0,001 0,473 0,476

Magdalena Plato 0,825 0,240 0,004 0,395 0,636

Magdalena Puebloviejo 0,866 0,740 0,005 0,541 0,578

Magdalena Remolino 0,820 0,610 0,002 0,404 0,617

Magdalena Sabanas De San Angel 0,686 0,970 0,001 0,593 0,711

Magdalena Salamina 0,678 0,510 0,000 0,428 0,535

Magdalena San Sebastián De Buenavista

0,775 0,620 0,001 0,557 0,663

Magdalena San Zenón 0,892 0,780 0,000 0,576 0,737

Magdalena Santa Ana 0,764 0,310 0,001 0,504 0,665

Magdalena Santa Bárbara De Pinto 0,800 0,960 0,001 0,452 0,802

Magdalena Sitionuevo 0,927 0,670 0,003 0,509 0,669

Magdalena Tenerife 0,664 0,310 0,003 0,478 0,682

Magdalena Zapayán 0,753 0,330 0,002 0,516 0,778

Magdalena Zona Bananera 0,901 0,860 0,006 0,739 0,442

Meta Villavicencio 0,893 0,470 0,007 0,347 0,171

Meta Acacías 0,889 0,430 0,006 0,369 0,227

Meta Barranca De Upía 0,871 0,890 0,015 0,392 0,402

Meta Cabuyaro 0,788 0,450 0,000 0,503 0,440

Page 229: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

228

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Meta Castilla La Nueva 0,794 0,450 0,008 0,481 0,234

Meta Cubarral 0,958 0,360 0,012 0,416 0,312

Meta Cumaral 0,859 0,050 0,003 0,417 0,233

Meta El Calvario 0,807 0,810 0,001 0,530 0,202

Meta El Castillo 0,771 0,560 0,131 0,538 0,414

Meta El Dorado 0,693 0,810 0,001 0,503 0,360

Meta Fuente De Oro 0,814 0,350 0,005 0,467 0,391

Meta Granada 0,781 0,480 0,012 0,366 0,276

Meta Guamal 0,995 0,530 0,006 0,394 0,194

Meta Mapiripán 0,765 0,760 0,041 0,665 1,000

Meta Mesetas 0,870 0,560 0,090 0,545 1,000

Meta La Macarena 0,900 0,610 0,036 0,676 1,000

Meta Uribe 0,869 0,740 0,090 0,596 0,505

Meta Lejanías 0,903 0,510 0,084 0,490 0,384

Meta Puerto Concordia 0,729 0,820 0,022 0,503 1,000

Meta Puerto Gaitán 0,862 0,490 0,020 0,524 0,655

Meta Puerto López 0,828 0,400 0,009 0,437 0,328

Meta Puerto Lleras 0,755 0,450 0,018 0,557 0,598

Meta Puerto Rico 0,941 0,840 0,063 0,588 1,000

Meta Restrepo 0,882 0,560 0,004 0,402 0,175

Meta San Carlos De Guaroa 0,848 0,360 0,001 0,495 0,390

Meta San Juan De Arama 0,992 0,470 0,023 0,501 0,394

Meta San Juanito 0,914 0,950 0,003 0,522 0,297

Meta San Martín 0,863 0,310 0,007 0,335 0,270

Meta Vistahermosa 0,902 0,500 0,037 0,556 0,539

Nariño Pasto 0,985 0,390 0,005 0,488 0,162

Nariño Albán 0,755 0,460 0,002 0,545 0,455

Nariño Aldana 0,845 0,710 0,003 0,595 0,368

Nariño Ancuyá 0,910 0,880 0,006 0,569 0,461

Nariño Arboleda 0,692 0,730 0,006 0,612 0,818

Nariño Barbacoas 0,949 0,860 0,074 0,547 0,739

Nariño Belén 0,768 0,790 0,005 0,525 0,283

Nariño Buesaco 0,811 0,680 0,004 0,604 0,586

Nariño Colón 0,844 0,660 0,014 0,612 0,574

Nariño Consaca 0,852 0,610 0,004 0,598 0,576

Nariño Contadero 0,649 0,700 0,013 0,538 0,654

Nariño Córdoba 0,995 0,710 0,014 0,618 0,719

Nariño Cuaspud 0,710 0,700 0,005 0,564 0,566

Nariño Cumbal 0,949 0,800 0,006 0,637 0,403

Nariño Cumbitara 0,887 0,870 0,032 0,645 1,000

Nariño Chachagüí 0,836 0,080 0,002 0,478 0,472

Nariño El Charco 0,949 0,000 0,039 0,619 0,810

Nariño El Peñol 0,881 0,550 0,010 0,607 0,544

Nariño El Rosario 0,998 0,730 0,049 0,546 0,810

Nariño El Tablón De Gómez 0,952 0,840 0,011 0,653 0,502

Nariño El Tambo 0,786 0,820 0,006 0,502 0,453

Page 230: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

229

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Nariño Funes 0,923 0,670 0,001 0,562 0,647

Nariño Guachucal 0,839 0,690 0,001 0,611 0,399

Nariño Guaitarilla 0,693 0,740 0,001 0,531 0,543

Nariño Gualmatán 0,787 0,660 0,003 0,519 0,474

Nariño Iles 0,804 0,650 0,002 0,588 0,602

Nariño Imués 0,739 0,660 0,001 0,633 0,554

Nariño Ipiales 0,967 0,710 0,020 0,462 0,307

Nariño La Cruz 0,854 0,620 0,005 0,546 0,717

Nariño La Florida 0,734 0,760 0,008 0,601 0,462

Nariño La Llanada 0,904 0,870 0,018 0,545 0,371

Nariño La Tola 0,893 0,870 0,025 0,388 0,915

Nariño La Unión 0,794 0,740 0,018 0,525 0,380

Nariño Leiva 0,841 0,000 0,058 0,556 0,643

Nariño Linares 0,961 0,790 0,046 0,575 0,539

Nariño Los Andes 0,967 0,830 0,010 0,533 0,685

Nariño Magüi 0,940 0,010 0,031 0,622 0,825

Nariño Mallama 0,938 0,780 0,008 0,611 0,461

Nariño Mosquera 0,974 0,780 0,017 0,547 0,843

Nariño Nariño 0,968 0,290 0,005 0,380 0,402

Nariño Olaya Herrera 0,912 0,000 0,063 0,586 0,656

Nariño Ospina 0,807 0,700 0,005 0,559 0,592

Nariño Francisco Pizarro 0,782 0,700 0,016 0,485 0,713

Nariño Policarpa 0,976 0,700 0,093 0,620 0,466

Nariño Potosí 0,952 0,740 0,007 0,610 0,426

Nariño Providencia 0,719 0,920 0,006 0,511 0,645

Nariño Puerres 0,921 0,710 0,002 0,528 0,461

Nariño Pupiales 0,731 0,570 0,005 0,566 0,409

Nariño Ricaurte 0,998 0,830 0,011 0,645 0,659

Nariño Roberto Payán 0,939 0,000 0,065 0,686 0,729

Nariño Samaniego 0,833 0,840 0,045 0,580 0,580

Nariño Sandoná 0,678 0,690 0,003 0,507 0,423

Nariño San Bernardo 0,820 0,860 0,001 0,606 0,574

Nariño San Lorenzo 0,789 0,760 0,002 0,638 0,573

Nariño San Pablo 0,759 0,820 0,005 0,594 0,333

Nariño San Pedro De Cartago 0,890 0,840 0,001 0,632 0,570

Nariño Santa Bárbara 0,912 0,000 0,026 0,604 1,000

Nariño Santacruz 0,998 0,850 0,009 0,622 0,680

Nariño Sapuyes 0,883 0,690 0,000 0,583 0,362

Nariño Taminango 0,835 0,810 0,011 0,596 0,551

Nariño Tangua 0,712 0,560 0,003 0,577 0,544

Nariño San Andres De Tumaco 0,847 0,850 0,165 0,634 0,487

Nariño Túquerres 0,737 0,720 0,003 0,538 0,413

Nariño Yacuanquer 0,824 0,690 0,015 0,578 0,634

Norte de Santander

Cúcuta 0,697 0,480 0,014 0,335 0,232

Page 231: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

230

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Norte de Santander

Abrego 0,889 0,530 0,012 0,532 0,484

Norte de Santander

Arboledas 0,714 0,760 0,003 0,567 0,520

Norte de Santander

Bochalema 0,776 0,560 0,003 0,535 0,293

Norte de Santander

Bucarasica 0,703 0,530 0,003 0,618 0,643

Norte de Santander

Cácota 0,763 0,570 0,000 0,554 0,528

Norte de Santander

Cachirá 0,664 0,580 0,003 0,619 0,492

Norte de Santander

Chinácota 0,789 0,370 0,001 0,414 0,229

Norte de Santander

Chitagá 0,926 0,520 0,008 0,541 0,526

Norte de Santander

Convención 0,977 0,580 0,179 0,532 0,451

Norte de Santander

Cucutilla 0,796 0,810 0,005 0,611 0,586

Norte de Santander

Durania 0,720 0,650 0,005 0,484 0,341

Norte de Santander

El Carmen 0,963 0,680 0,081 0,618 0,665

Norte de Santander

El Tarra 0,804 0,920 0,118 0,518 0,731

Norte de Santander

El Zulia 0,983 0,300 0,022 0,452 0,429

Norte de Santander

Gramalote 0,645 0,660 0,003 0,481 0,329

Norte de Santander

Hacarí 0,610 0,700 0,047 0,635 0,792

Norte de Santander

Herrán 0,823 0,570 0,000 0,568 0,381

Norte de Santander

Labateca 0,980 0,610 0,000 0,574 0,429

Norte de Santander

La Esperanza 0,857 0,790 0,009 0,626 0,607

Norte de Santander

La Playa 0,800 0,600 0,006 0,646 0,508

Norte de Santander

Los Patios 0,754 0,710 0,006 0,292 0,187

Norte de Santander

Lourdes 0,611 0,550 0,001 0,528 0,352

Norte de Santander

Mutiscua 0,785 0,490 0,000 0,613 0,374

Norte de Santander

Ocaña 0,776 0,580 0,009 0,337 0,262

Page 232: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

231

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Norte de Santander

Pamplona 0,638 0,580 0,001 0,309 0,150

Norte de Santander

Pamplonita 0,773 0,520 0,000 0,598 0,448

Norte de Santander

Puerto Santander 0,875 0,020 0,014 0,313 0,434

Norte de Santander

Ragonvalia 0,659 0,540 0,003 0,510 0,442

Norte de Santander

Salazar 0,721 0,320 0,000 0,512 0,436

Norte de Santander

San Calixto 0,556 0,870 0,061 0,621 0,739

Norte de Santander

San Cayetano 0,703 0,510 0,000 0,521 0,383

Norte de Santander

Santiago 0,805 0,450 0,001 0,480 0,356

Norte de Santander

Sardinata 0,752 0,560 0,070 0,533 0,533

Norte de Santander

Silos 0,769 0,480 0,004 0,576 0,413

Norte de Santander

Teorama 0,944 0,780 0,123 0,653 0,565

Norte de Santander

Tibú 0,682 0,620 0,086 0,563 0,568

Norte de Santander

Toledo 0,918 0,660 0,023 0,587 0,417

Norte de Santander

Villa Caro 0,682 0,610 0,000 0,524 0,561

Norte de Santander

Villa Del Rosario 0,786 0,640 0,007 0,292 0,228

Quindío Armenia 0,857 0,080 0,006 0,258 0,132

Quindío Buenavista 0,782 0,470 0,006 0,501 0,224

Quindío Calarca 0,844 0,310 0,011 0,403 0,145

Quindío Circasia 0,810 0,220 0,016 0,386 0,172

Quindío Córdoba 0,990 0,440 0,002 0,452 0,248

Quindío Filandia 0,712 0,170 0,004 0,470 0,188

Quindío Génova 0,763 0,480 0,006 0,476 0,254

Quindío La Tebaida 0,884 0,400 0,008 0,306 0,224

Quindío Montenegro 0,797 0,200 0,016 0,365 0,229

Quindío Pijao 0,930 0,450 0,016 0,439 0,239

Quindío Quimbaya 0,813 0,270 0,007 0,355 0,221

Quindío Salento 0,835 0,320 0,008 0,467 0,209

Risaralda Pereira 0,895 0,270 0,008 0,476 0,134

Risaralda Apía 0,753 0,370 0,002 0,516 0,243

Risaralda Balboa 0,749 0,290 0,006 0,558 0,280

Risaralda Belén De Umbría 0,969 0,340 0,006 0,509 0,241

Risaralda Dosquebradas 0,763 0,540 0,005 0,265 0,133

Risaralda Guática 0,728 0,520 0,002 0,581 0,257

Page 233: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

232

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Risaralda La Celia 0,629 0,370 0,010 0,519 0,243

Risaralda La Virginia 0,793 0,680 0,013 0,279 0,237

Risaralda Marsella 0,820 0,440 0,006 0,461 0,282

Risaralda Mistrató 0,914 0,470 0,018 0,586 0,450

Risaralda Pueblo Rico 0,805 0,480 0,009 0,584 0,529

Risaralda Quinchía 0,950 0,660 0,007 0,615 0,335

Risaralda Santa Rosa De Cabal 0,826 0,440 0,005 0,368 0,192

Risaralda Santuario 0,778 0,310 0,017 0,502 0,236

Santander Bucaramanga 0,803 0,240 0,003 0,231 0,116

Santander Aguada 0,653 0,750 0,000 0,616 0,410

Santander Albania 0,642 0,740 0,000 0,623 0,413

Santander Aratoca 0,815 0,400 0,000 0,559 0,492

Santander Barbosa 0,771 0,340 0,003 0,360 0,188

Santander Barichara 0,708 0,210 0,000 0,529 0,310

Santander Barrancabermeja 0,813 0,510 0,009 0,359 0,223

Santander Betulia 0,720 0,210 0,014 0,585 0,432

Santander Bolívar 0,879 0,840 0,005 0,640 0,562

Santander Cabrera 0,683 0,490 0,000 0,556 0,401

Santander California 0,809 0,550 0,000 0,456 0,266

Santander Capitanejo 0,708 0,710 0,000 0,454 0,463

Santander Carcasí 0,734 0,700 0,004 0,617 0,667

Santander Cepitá 0,828 0,850 0,000 0,553 0,479

Santander Cerrito 0,809 0,360 0,033 0,489 0,461

Santander Charalá 0,788 0,420 0,005 0,463 0,241

Santander Charta 0,783 0,110 0,000 0,575 0,324

Santander Chima 0,786 0,450 0,000 0,557 0,439

Santander Chipatá 0,695 0,570 0,000 0,615 0,415

Santander Cimitarra 0,733 0,550 0,007 0,568 0,457

Santander Concepción 0,800 0,400 0,000 0,477 0,392

Santander Confines 0,643 0,290 0,000 0,607 0,301

Santander Contratación 0,764 0,470 0,000 0,373 0,299

Santander Coromoro 0,823 0,470 0,000 0,619 0,430

Santander Curití 0,698 0,490 0,002 0,563 0,402

Santander El Carmen De Chucurí 0,751 0,540 0,000 0,578 0,511

Santander El Guacamayo 0,706 0,740 0,000 0,578 0,362

Santander El Peñón 0,740 0,940 0,009 0,601 0,673

Santander El Playón 0,649 0,700 0,007 0,486 0,449

Santander Encino 0,829 0,530 0,000 0,592 0,353

Santander Enciso 0,970 0,500 0,000 0,586 0,409

Santander Florián 0,670 0,600 0,001 0,579 0,539

Santander Floridablanca 0,783 0,140 0,002 0,263 0,094

Santander Galán 0,720 0,450 0,000 0,561 0,428

Santander Gambita 0,761 0,760 0,004 0,640 0,537

Santander Girón 0,812 0,370 0,003 0,361 0,154

Santander Guaca 0,779 0,590 0,000 0,535 0,447

Santander Guadalupe 0,611 0,430 0,007 0,543 0,321

Page 234: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

233

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Santander Guapotá 0,734 0,460 0,000 0,564 0,217

Santander Guavatá 0,668 0,640 0,000 0,587 0,363

Santander Güepsa 0,705 0,500 0,000 0,469 0,370

Santander Hato 0,846 0,450 0,000 0,531 0,451

Santander Jesús María 0,666 0,700 0,005 0,555 0,437

Santander Jordán 0,696 0,470 0,000 0,642 0,608

Santander La Belleza 0,750 0,550 0,002 0,588 0,340

Santander Landázuri 0,790 0,630 0,008 0,591 0,489

Santander La Paz 0,706 0,620 0,001 0,605 0,391

Santander Lebrija 0,848 0,340 0,003 0,519 0,260

Santander Los Santos 0,700 0,570 0,000 0,621 0,404

Santander Macaravita 0,715 0,720 0,000 0,615 0,693

Santander Málaga 0,662 0,460 0,000 0,346 0,212

Santander Matanza 0,726 0,110 0,000 0,589 0,304

Santander Mogotes 0,745 0,560 0,003 0,538 0,494

Santander Molagavita 0,764 0,620 0,003 0,610 0,490

Santander Ocamonte 0,704 0,360 0,000 0,613 0,248

Santander Oiba 0,774 0,380 0,000 0,491 0,396

Santander Onzaga 0,791 0,660 0,000 0,571 0,538

Santander Palmar 0,789 0,600 0,000 0,550 0,464

Santander Palmas Del Socorro 0,730 0,350 0,000 0,544 0,291

Santander Páramo 0,754 0,300 0,000 0,537 0,256

Santander Piedecuesta 0,852 0,140 0,002 0,405 0,144

Santander Pinchote 0,729 0,260 0,000 0,554 0,226

Santander Puente Nacional 0,922 0,530 0,000 0,491 0,351

Santander Puerto Parra 0,784 0,760 0,003 0,488 0,509

Santander Puerto Wilches 0,862 0,460 0,005 0,488 0,490

Santander Rionegro 0,793 0,420 0,001 0,600 0,393

Santander Sabana De Torres 0,758 0,440 0,005 0,418 0,332

Santander San Andrés 0,748 0,570 0,000 0,553 0,355

Santander San Benito 0,683 0,560 0,000 0,619 0,353

Santander San Gil 0,735 0,310 0,001 0,333 0,111

Santander San Joaquín 0,662 0,630 0,007 0,564 0,415

Santander San José De Miranda 0,673 0,580 0,000 0,588 0,568

Santander San Miguel 0,719 0,740 0,000 0,601 0,620

Santander San Vicente De Chucurí 0,767 0,210 0,004 0,555 0,291

Santander Santa Bárbara 0,808 0,730 0,000 0,590 0,391

Santander Santa Helena Del Opón 0,670 0,650 0,001 0,612 0,569

Santander Simacota 0,817 0,500 0,001 0,543 0,482

Santander Socorro 0,749 0,340 0,001 0,360 0,151

Santander Suaita 0,782 0,380 0,000 0,608 0,351

Santander Sucre 0,751 0,740 0,004 0,656 0,430

Santander Suratá 0,758 0,620 0,000 0,583 0,441

Santander Tona 0,822 0,070 0,000 0,642 0,241

Santander Valle De San José 0,701 0,380 0,000 0,498 0,294

Santander Vélez 0,819 0,500 0,003 0,473 0,340

Page 235: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

234

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Santander Vetas 0,832 0,680 0,000 0,458 0,208

Santander Villanueva 0,694 0,270 0,003 0,415 0,344

Santander Zapatoca 0,708 0,180 0,000 0,427 0,181

Sucre Sincelejo 0,888 0,260 0,005 0,325 0,420

Sucre Buenavista 0,926 0,480 0,002 0,346 0,571

Sucre Caimito 0,845 0,670 0,008 0,573 0,681

Sucre Coloso 0,873 0,850 0,001 0,465 0,815

Sucre Corozal 0,847 0,640 0,002 0,372 0,448

Sucre Coveñas 0,870 0,160 0,012 0,570 0,562

Sucre Chalán 0,765 0,840 0,001 0,429 0,710

Sucre El Roble 0,801 0,950 0,001 0,516 0,716

Sucre Galeras 0,762 0,490 0,001 0,448 0,531

Sucre Guaranda 0,816 0,910 0,007 0,541 0,769

Sucre La Unión 0,818 0,630 0,002 0,464 0,615

Sucre Los Palmitos 0,884 0,580 0,004 0,503 0,547

Sucre Majagual 0,857 0,800 0,002 0,577 0,740

Sucre Morroa 0,838 0,690 0,003 0,502 0,615

Sucre Ovejas 0,578 0,710 0,001 0,463 0,555

Sucre Palmito 0,931 0,670 0,000 0,531 0,734

Sucre Sampués 0,843 0,720 0,005 0,482 0,707

Sucre San Benito Abad 0,731 0,620 0,002 0,627 0,671

Sucre San Juan De Betulia 0,911 0,510 0,000 0,477 0,555

Sucre San Marcos 0,819 0,570 0,004 0,489 0,581

Sucre San Onofre 0,821 0,610 0,006 0,491 0,651

Sucre San Pedro 0,803 0,480 0,002 0,408 0,573

Sucre San Luis De Sincé 0,845 0,100 0,001 0,391 0,512

Sucre Sucre 0,948 0,870 0,005 0,539 0,803

Sucre Santiago De Tolú 0,912 0,470 0,004 0,363 0,475

Sucre Tolú Viejo 0,879 0,670 0,002 0,577 0,558

Tolima Ibagué 0,797 0,570 0,005 0,364 0,162

Tolima Alpujarra 0,834 0,640 0,006 0,525 0,393

Tolima Alvarado 0,777 0,320 0,009 0,526 0,458

Tolima Ambalema 0,808 0,260 0,008 0,379 0,344

Tolima Anzoátegui 0,900 0,660 0,015 0,652 1,000

Tolima Armero 0,892 0,360 0,012 0,403 0,326

Tolima Ataco 0,791 0,670 0,013 0,605 0,664

Tolima Cajamarca 0,813 0,370 0,017 0,488 0,283

Tolima Carmen De Apicalá 0,835 0,280 0,004 0,373 0,287

Tolima Casabianca 0,782 0,500 0,013 0,587 0,325

Tolima Chaparral 0,837 0,530 0,015 0,490 0,476

Tolima Coello 0,790 0,710 0,003 0,602 0,458

Tolima Coyaima 0,829 0,890 0,012 0,641 0,717

Tolima Cunday 0,753 0,540 0,011 0,585 0,405

Tolima Dolores 0,884 0,270 0,012 0,519 0,453

Tolima Espinal 0,794 0,600 0,003 0,402 0,279

Tolima Falan 0,698 0,490 0,003 0,607 0,358

Page 236: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

235

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Tolima Flandes 0,932 0,610 0,016 0,342 0,214

Tolima Fresno 0,735 0,420 0,008 0,502 0,282

Tolima Guamo 0,773 0,540 0,005 0,490 0,339

Tolima Herveo 0,843 0,440 0,007 0,575 0,234

Tolima Honda 0,850 0,220 0,009 0,302 0,188

Tolima Icononzo 0,671 0,550 0,017 0,552 0,348

Tolima Lérida 0,776 0,310 0,001 0,362 0,273

Tolima Líbano 0,680 0,340 0,008 0,456 0,298

Tolima San Sebastián De Mariquita 0,710 0,440 0,008 0,405 0,235

Tolima Melgar 0,877 0,360 0,004 0,363 0,166

Tolima Murillo 0,760 0,890 0,007 0,557 0,396

Tolima Natagaima 0,908 0,830 0,009 0,423 0,470

Tolima Ortega 0,835 0,730 0,006 0,612 0,640

Tolima Palocabildo 0,630 0,860 0,009 0,552 0,380

Tolima Piedras 0,891 0,420 0,000 0,548 0,335

Tolima Planadas 0,892 0,470 0,026 0,608 0,602

Tolima Prado 0,892 0,600 0,007 0,510 0,403

Tolima Purificación 0,884 0,570 0,002 0,455 0,334

Tolima Rioblanco 0,919 0,630 0,034 0,625 0,659

Tolima Roncesvalles 0,768 0,660 0,035 0,590 0,355

Tolima Rovira 0,825 0,690 0,031 0,499 0,460

Tolima Saldaña 0,777 0,620 0,002 0,443 0,317

Tolima San Antonio 0,761 0,530 0,021 0,569 0,513

Tolima San Luis 0,777 0,430 0,001 0,617 0,480

Tolima Santa Isabel 0,871 0,430 0,010 0,533 0,291

Tolima Suárez 0,857 0,780 0,001 0,485 0,519

Tolima Valle De San Juan 0,759 0,630 0,007 0,493 0,487

Tolima Venadillo 0,839 0,340 0,004 0,398 0,349

Tolima Villahermosa 0,778 0,460 0,012 0,541 0,284

Tolima Villarrica 0,996 0,680 0,019 0,515 0,355

Valle del Cauca Cali 0,882 0,390 0,016 0,269 0,110

Valle del Cauca Alcalá 0,823 0,320 0,008 0,474 0,256

Valle del Cauca Andalucía 0,927 0,430 0,017 0,356 0,184

Valle del Cauca Ansermanuevo 0,813 0,330 0,018 0,415 0,310

Valle del Cauca Argelia 0,707 0,260 0,014 0,484 0,296

Valle del Cauca Bolívar 0,890 0,460 0,033 0,582 0,304

Valle del Cauca Buenaventura 0,976 0,440 0,039 0,386 0,359

Valle del Cauca Guadalajara De Buga 0,790 0,390 0,015 0,369 0,116

Valle del Cauca Bugalagrande 0,959 0,580 0,018 0,467 0,213

Valle del Cauca Caicedonia 0,923 0,240 0,029 0,358 0,159

Valle del Cauca Calima 0,975 0,250 0,014 0,453 0,191

Valle del Cauca Candelaria 0,954 0,490 0,007 0,674 0,145

Valle del Cauca Cartago 0,871 0,410 0,015 0,288 0,157

Valle del Cauca Dagua 0,916 0,440 0,016 0,634 0,250

Valle del Cauca El Águila 0,839 0,370 0,029 0,583 0,273

Valle del Cauca El Cairo 0,734 0,400 0,004 0,573 0,294

Page 237: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

236

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Valle del Cauca El Cerrito 0,932 0,380 0,017 0,472 0,187

Valle del Cauca El Dovio 0,974 0,420 0,014 0,444 0,239

Valle del Cauca Florida 0,910 0,510 0,020 0,414 0,216

Valle del Cauca Ginebra 0,885 0,640 0,005 0,496 0,181

Valle del Cauca Guacarí 0,880 0,520 0,015 0,461 0,214

Valle del Cauca Jamundí 0,813 0,310 0,015 0,485 0,156

Valle del Cauca La Cumbre 0,893 0,400 0,010 0,594 0,227

Valle del Cauca La Unión 0,880 0,320 0,025 0,377 0,184

Valle del Cauca La Victoria 0,848 0,270 0,011 0,396 0,187

Valle del Cauca Obando 0,777 0,310 0,016 0,389 0,307

Valle del Cauca Palmira 0,932 0,360 0,012 0,480 0,127

Valle del Cauca Pradera 0,882 0,610 0,015 0,348 0,238

Valle del Cauca Restrepo 0,869 0,390 0,008 0,464 0,208

Valle del Cauca Riofrío 0,839 0,380 0,016 0,549 0,264

Valle del Cauca Roldanillo 0,791 0,420 0,019 0,386 0,184

Valle del Cauca San Pedro 0,797 0,380 0,012 0,531 0,165

Valle del Cauca Sevilla 0,875 0,310 0,014 0,391 0,182

Valle del Cauca Toro 0,842 0,390 0,024 0,466 0,299

Valle del Cauca Trujillo 0,813 0,360 0,020 0,506 0,228

Valle del Cauca Tuluá 0,905 0,390 0,015 0,395 0,157

Valle del Cauca Ulloa 0,803 0,380 0,011 0,475 0,234

Valle del Cauca Versalles 0,751 0,430 0,008 0,519 0,190

Valle del Cauca Vijes 0,961 0,490 0,002 0,421 0,211

Valle del Cauca Yotoco 0,882 0,350 0,017 0,483 0,266

Valle del Cauca Yumbo 0,850 0,360 0,011 0,355 0,179

Valle del Cauca Zarzal 0,920 0,390 0,010 0,423 0,173

Arauca Arauca 0,858 0,500 0,023 0,362 0,337

Arauca Arauquita 0,759 0,470 0,079 0,531 0,415

Arauca Cravo Norte 0,836 0,620 0,018 0,397 0,539

Arauca Fortul 0,768 0,720 0,054 0,485 1,000

Arauca Puerto Rondón 0,831 0,580 0,056 0,386 0,361

Arauca Saravena 0,932 0,430 0,031 0,436 0,341

Arauca Tame 0,937 0,440 0,076 0,588 1,000

Casanare Yopal 0,811 0,700 0,012 0,358 0,245

Casanare Aguazul 0,767 0,530 0,008 0,398 0,267

Casanare Chameza 0,678 0,610 0,003 0,413 0,464

Casanare Hato Corozal 0,840 0,740 0,009 0,505 0,573

Casanare La Salina 0,874 0,820 0,089 0,497 0,511

Casanare Maní 0,796 0,460 0,006 0,416 0,352

Casanare Monterrey 0,719 0,480 0,006 0,351 0,272

Casanare Nunchía 0,822 0,590 0,011 0,582 0,640

Casanare Orocué 0,780 0,470 0,009 0,427 0,628

Casanare Paz De Ariporo 0,759 0,770 0,008 0,402 0,436

Casanare Pore 0,804 0,620 0,005 0,480 0,555

Casanare Recetor 0,666 0,530 0,005 0,526 0,463

Casanare Sabanalarga 0,702 0,520 0,006 0,471 0,266

Page 238: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

237

Departamento Municipio Coeficiente

de Gini Índice de

Informalidad Índice de Conflicto

Índice de Ruralidad

Índice de Pobreza

M.D

Casanare Sácama 0,824 0,870 0,002 0,393 0,377

Casanare San Luis De Palenque 0,827 0,620 0,005 0,557 0,534

Casanare Támara 0,879 0,880 0,021 0,546 0,724

Casanare Tauramena 0,810 0,570 0,001 0,427 0,337

Casanare Trinidad 0,766 0,620 0,007 0,460 0,549

Casanare Villanueva 0,859 0,580 0,009 0,346 0,319

Putumayo Mocoa 0,949 0,360 0,014 0,365 0,279

Putumayo Colón 0,981 0,740 0,001 0,439 0,197

Putumayo Orito 0,842 0,950 0,078 0,548 0,511

Putumayo Puerto Asís 0,945 0,870 0,115 0,505 0,307

Putumayo Puerto Caicedo 0,853 0,950 0,107 0,541 0,414

Putumayo Puerto Guzmán 0,986 0,620 0,039 0,618 1,000

Putumayo Puerto Leguízamo 0,955 0,820 0,044 0,432 0,378

Putumayo Sibundoy 0,968 0,790 0,001 0,392 0,207

Putumayo San Francisco 0,915 0,820 0,008 0,445 0,248

Putumayo San Miguel 0,726 0,980 0,157 0,621 0,406

Putumayo Santiago 0,937 0,910 0,001 0,513 0,400

Putumayo Valle Del Guamuez 0,975 0,820 0,109 0,582 0,392

Putumayo Villagarzón 0,952 0,790 0,049 0,481 0,357

Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina

San Andrés 0,737 0,340 0,005 0,356 0,425

Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina

Providencia 0,775 0,560 0,000 0,494 0,197

Amazonas Leticia 0,982 0,110 0,004 0,457 0,376

Amazonas Puerto Nariño 0,980 0,700 0,000 0,576 0,583

Guainía Inírida 0,978 0,460 0,008 0,436 0,575

Guaviare San José Del Guaviare 0,875 0,250 0,031 0,437 0,424

Guaviare Calamar 0,913 0,390 0,036 0,428 0,285

Guaviare El Retorno 0,947 0,630 0,024 0,483 1,000

Guaviare Miraflores 0,873 0,550 0,054 0,592 0,444

Vaupés Mitú 0,883 0,960 0,002 0,497 0,518

Vaupés Carurú 0,987 0,000 0,038 0,589 1,000

Vaupés Taraira 0,981 0,990 0,001 0,606 0,821

Vichada Puerto Carreño 0,932 0,560 0,008 0,352 0,456

Vichada La Primavera 0,747 0,280 0,006 0,461 1,000

Vichada Santa Rosalía 0,735 0,710 0,001 0,413 0,584

Fuente:

Page 239: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

238

GINI DE TIERRAS POR DEPARTAMENTO

Código DANE Departamento Coeficiente de Gini

5 Antioquia 0,9174

8 Atlántico 0,8485

11 Bogotá D.C. 0,9381

13 Bolívar 0,8569

15 Boyacá 0,8395

17 Caldas 0,8764

18 Caquetá 0,7637

19 Cauca 0,9176

20 Cesar 0,8026

23 Córdoba 0,9228

25 Cundinamarca 0,8727

27 Chocó 0,8870

41 Huila 0,8460

44 La Guajira 0,9099

47 Magdalena 0,8097

50 Meta 0,9334

52 Nariño 0,9177

54 Norte de Santander 0,8372

63 Quindío 0,8600

66 Risaralda 0,8876

68 Santander 0,8295

70 Sucre 0,8644

73 Tolima 0,8561

76 Valle del Cauca 0,9160

81 Arauca 0,9083

85 Casanare 0,8329

86 Putumayo 0,9518

88 Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina 0,7788

91 Amazonas 0,9861

94 Guainía 0,9672

95 Guaviare 0,8776

97 Vaupés 0,9924

99 Vichada 0,8272

Fuente: Cálculos propios

Page 240: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

239

ANEXO 5

DESARROLLO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN

Objetivo: Documentar los hallazgos del censo nacional agropecuario en lo referente a calidad de la

información en las tablas analizadas.

Unidad productora agropecuaria

Se cuenta con información de 5.838.850 registros en la tabla de Unidad Productora, de estos se han

encontrado los siguientes hallazgos:

1. 412.342 registros sin información en la variable "S05_TENENCIA" que indica el tipo de

tenencia de la tierra.

2. 2042 registros con 999999999 en el número de la encuesta, lo que indica que estos casos no

cuenta con identificador único en las bases de datos.

Cultivos

Se cuenta con información de 10.671.036 registros en la tabla Cultivos, en esta tabla se han

encontrado los siguientes hallazgos:

1. 1.069.502 registros con 999999999 en el número de la encuesta, lo que indica que estos

casos no cuenta con identificador único en las bases de datos y no es posible asociar la UPA

correspondiente.

2. 3.090.690 registros con la variable P_S6P59_UNIF que se refiere al rendimiento por

tonelada en valor “NULL” o sin información.

3. 1.991.068 registros con valor 0 en la variable P_S6P59_UNIF que se refiere al rendimiento

por tonelada.

4. Para los casos sin la inconsistencia 1, se encuentra un total de 73.088 casos en los que el

área cultivada es mayor al área de la UPA.

5. Para los casos sin la inconsistencia 1, se encuentra un total de 2.647.164 registros únicos

entre la combinación “encuesta” y “P_S6P46” que se refiere al tipo de cultivo, indicado que

se encuentran cultivos duplicados por UPA

6. Se encuentra un total de 736.735 cultivos únicos (“encuesta” y “P_S6P46”) sin información

del rendimiento, en la siguiente tabla se muestra la distribución por número de cultivo:

Page 241: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

240

Nombre.cultivo

Número de

registros sin producción

Número de

registros total Porcentaje

Acacio 3924 4005 97.98%

Aguacate 9724 38953 24.96%

Ahuyama 8404 16076 52.28%

Ajies y piminetos 1815 6267 28.96%

Albahaca 1496 1505 99.40%

Algodón 2167 5399 40.14%

Arracacha 15136 25776 58.72%

Arroz verde 13246 41841 31.66%

Arveja verde 1154 16030 7.20%

Banano 11067 69769 15.86%

Batata 2459 7042 34.92%

Bore 1733 6706 25.84%

Cacao 88372 88372 100.00%

Cafe 184262 184305 99.98%

Caña azúcar 833 12377 6.73%

Caña forrajera 15483 15483 100.00%

Caña panelera 18325 162723 11.26%

Cedro 10223 10330 98.96%

Cereza 359 401 89.53%

Chontaduro 22938 22937 100.00%

Cipres 4277 8651 49.44%

Ciruela 2079 3892 53.42%

Coco 14415 17783 81.06%

Corozo 4873 20001 24.36%

Cubios 791 2103 37.61%

Cúruba 838 4892 17.13%

Durazno 1813 2475 73.25%

Eucalipto 11019 12422 88.71%

Feijoa 441 1791 24.62%

Fique 1128 6611 17.06%

Frambuesa 1659 15978 10.38%

Page 242: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

241

Frijol 44936 49040 91.63%

Ibias 92 814 11.30%

Limón 2347 24335 9.64%

Lulo 2245 12094 18.56%

Maíz amarillo 53163 108726 48.90%

Maíz blanco 35674 81345 43.86%

Malanga 3825 9409 40.65%

Mandarina 2392 17248 13.87%

Manzana 449 693 64.79%

Ñame 17151 34343 49.94%

Papa 11328 34221 33.10%

Papa criolla 5299 6571 80.64%

Papaya 403 8755 4.60%

Piña 10133 33290 30.44%

Pino colombiano 10092 16734 60.31%

Plátano 32552 318822 10.21%

Rosas 28 924 3.03%

Sandia 5267 6398 82.32%

Tabaco 1907 5154 37.00%

Tomate de árbol 1212 6707 18.07%

Yuca 39787 178320 22.31%

Coeficiente de Gini

A continuación se muestra el cálculo de los coeficientes de Gini nacional y departamental en base a

los resultados del censo nacional agropecuario, en cuanto a la tenencia de la tierra por Unidad

Productora Agropecuaria, a nivel nacional, se calcula un coeficiente de Gini del 0.9318 con la

siguiente curva de Lorenz:

Page 243: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

242

Si se considera solo las UPA’s que no reportan predominancia étnica colectiva, se encuentra un

coeficiente de 0.9194 con la siguiente curva de Lorenz:

A nivel departamental, se encuentra la siguiente distribución de los coeficientes calculados:

Page 244: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

243

Donde se encuentra, que el departamento del Vaupes es el que presenta el mayor coeficiente de

Gini con un valor de 0.9932, mientras que el departamento del Vichada es el que presenta mayor

diferencias entre los coeficientes de Gini Total y el calculado sin predominancia étnica colectiva,

con una diferencia porcentual del 9.6%.

Asociación entre el coeficiente de Gini y el índice de Informalidad.

Con el fin de identificar una posible asociación entre el coeficiente de Gini y el índice de

Informalidad realizada por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria – UPRA, se realiza un

ajuste de un modelo de regresión Spline, con el siguiente resultado:

Page 245: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

244

Donde no se encuentra una relación entre las dos características, un modelo de regresión simple no

muestra una relación significativa entre las dos variables (p=0,545).

En cuanto a la relación entre el coeficiente de Gini considerando las UPA’S sin predominancia

étnica colectiva, se encuentra la siguiente relación:

En la cual, no se encuentra una relación aparente entre las dos características, un modelo de

regresión simple no muestra una relación significativa entre las dos variables (p=0,4206).

Page 246: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

245

Índice de Tenencia de la Tierra

De la información registrada en el censo Nacional Agropecuario, se crea un índice definido como el

porcentaje de UPA’s donde se reportan que las categorías de tenencia de la tierra se encuentra

dentro de las categorías “propia”, “arriendo” y “aparcerías”.

Usando un modelo de regresión simple, se encuentra una relación entre el porcentaje de predios

entre las tres categorías y el coeficiente de Gini (P=2,2e-16) aunque el modelo no presenta un ajuste

adecuado a los datos propuestos R2= 0,08978.

Comportamiento similar se observa entre los predios con tenencia tipo “propia”, “arriendo” y

“aparcerías” con el coeficiente de Gini considerando las UPA’s sin predominancia étnica colectiva:

Page 247: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

246

Usando un modelo de regresión simple, se encuentra una relación entre el porcentaje de predios

entre las tres categorías y el coeficiente de Gini (P=3,679e-13) aunque el modelo no presenta un

ajuste adecuado a los datos propuestos R2= 0,04608.

GINI POR NUMERO DE UAF

Con el cálculo del comportamiento de las Unidades Agricolas Familiares - UAF avalados al corte

de abril de 2015, se realiza un conteo de UAF según el área reportada en el censo nacional

Agropecuario, de este se obtiene un coeficiente de Gini total de 0,88 con la siguiente curva de

Lorenz:

Page 248: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

247

Mientras que para los predios sin predominancia étnica colectiva, se calcula un coeficiente de Gini

del 0,879 con la siguiente curva de Lorenz:

A nivel departamental, Putumayo es el que presenta el Gini más alto con un valor del 0.94, mientras

que el municipio con mayor diferencias entre el coeficiente de Gini total y el considerando predios

sin predominancia étnica colectiva es la Guajira con una diferencia de 3.54%:

Page 249: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

248

De igual forma, la siguiente gráfica no muestra relación entre el coeficiente de Gini calculados con

las UPAS y el índica de informalidad calculado por la UPRA:

Page 250: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

249

Usando el calculo del porcentaje de UPA’s donde se declara el tipo de tenencia “propia”, “arriendo”

y “aparcerías” con el coeficiente de Gini calculados con las UAF, se evidencia una relación entre

estas dos variables (P=1,106e-09) con un R2= 0,04204

Resultado similar para el coeficiente de Gini en UPAS sin predominancia étnica colectiva donde se

evidencia una relación entre estas características (P=4,028e-09) con un R2= 0,03924

Page 251: Derechos de propiedad agraria, concentración de la tierra ...

250