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Medicine. 2017;12(44):2621-8 2621 Derrame pericárdico. Taponamiento cardíaco A.C. Martín-García*, E. Díaz Peláez, A. Martín-García y P.L. Sánchez Servicio de Cardiología. Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca. España. Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL). Facultad de Medicina. Universidad de Salamanca. Salamanca. España. CIBERCV. Salamanca. España Resumen Introducción. Se define como derrame pericárdico a la existencia no fisiológica de líquido en el saco pe- ricárdico. Cuando el aumento de la presión intrapericárdica impide el llenado efectivo de las cavidades cardíacas se alcanza la grave situación hemodinámica de taponamiento cardíaco. Etiología. En nuestro medio, la principal causa de derrame pericárdico es la idiopática. El taponamiento cardíaco puede desarrollarse ante un derrame pericárdico de cualquier origen. Manifestaciones clínicas. Los síntomas asociados al derrame pericárdico son secundarios a la compre- sión mecánica de las estructuras vecinas. Los principales signos clínicos que puede presentar un pa- ciente con taponamiento cardíaco son: taquicardia, hipotensión arterial, aumento de la presión venosa yugular, ruidos cardíacos disminuidos y pulso paradójico. Diagnóstico. La ecocardiografía transtorácica es la prueba diagnóstica de primera elección en ambas entidades. Tratamiento. El tratamiento del derrame pericárdico depende de la etiología del mismo. Se recomienda el drenaje del líquido pericárdico urgente mediante pericardiocentesis percutánea o drenaje quirúrgico pa- ra tratar el taponamiento cardíaco. Abstract Pericardial effusion. Cardiac taponade Introduction. Pericardial effusion is defined as the non-physiological presence of fluid in the pericardial sac. When increased intrapericardial pressure restricts the effective filling of the heart cavities this causes the serious haemodynamic situation of cardiac tamponade. Aetiology. In our environment, the principal cause of pericardial effusion is idiopathic. Cardiac taponade can develop in the event of a pericardial effusion of any origin. Clinical manifestations. The symptoms associated with pericardial effusion are secondary to mechanical compression of the neighbouring structures. The main clinical signs that a patient with cardiac taponade can present are tachycardia, arterial hypotension, increased jugular vein pressure, diminished heart sounds and pulsus paradoxus. Diagnosis. Transthoracic echocardiogram is the diagnostic test of choice for both conditions. Treatment. Treatment of pericardial effusion depends on its aetiology. Emergency drainage of the pericardial fluid is recommended by means of percutaneous pericardiocentesis or surgical drainage to treat the cardiac taponade. Palabras Clave: - Derrame pericárdico - Taponamiento cardíaco - Pericardiocentesis - Pulso paradójico Keywords: - Pericardial effusion - Cardiac taponade - Pericardiocentesis - Pulsus paradoxus ACTUALIZACIÓN *Correspondencia Correo electrónico: [email protected]

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Medicine. 2017;12(44):2621-8 2621

Derrame pericárdico. Taponamiento cardíacoA.C. Martín-García*, E. Díaz Peláez, A. Martín-García y P.L. SánchezServicio de Cardiología. Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca. España. Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL). Facultad de Medicina. Universidad de Salamanca. Salamanca. España. CIBERCV. Salamanca. España

ResumenIntroducción. Se define como derrame pericárdico a la existencia no fisiológica de líquido en el saco pe-ricárdico. Cuando el aumento de la presión intrapericárdica impide el llenado efectivo de las cavidades cardíacas se alcanza la grave situación hemodinámica de taponamiento cardíaco.

Etiología. En nuestro medio, la principal causa de derrame pericárdico es la idiopática. El taponamiento cardíaco puede desarrollarse ante un derrame pericárdico de cualquier origen.

Manifestaciones clínicas. Los síntomas asociados al derrame pericárdico son secundarios a la compre-sión mecánica de las estructuras vecinas. Los principales signos clínicos que puede presentar un pa-ciente con taponamiento cardíaco son: taquicardia, hipotensión arterial, aumento de la presión venosa yugular, ruidos cardíacos disminuidos y pulso paradójico.

Diagnóstico. La ecocardiografía transtorácica es la prueba diagnóstica de primera elección en ambas entidades.

Tratamiento. El tratamiento del derrame pericárdico depende de la etiología del mismo. Se recomienda el drenaje del líquido pericárdico urgente mediante pericardiocentesis percutánea o drenaje quirúrgico pa-ra tratar el taponamiento cardíaco.

AbstractPericardial effusion. Cardiac taponadeIntroduction. Pericardial effusion is defined as the non-physiological presence of fluid in the pericardial sac. When increased intrapericardial pressure restricts the effective filling of the heart cavities this causes the serious haemodynamic situation of cardiac tamponade.

Aetiology. In our environment, the principal cause of pericardial effusion is idiopathic. Cardiac taponade can develop in the event of a pericardial effusion of any origin.

Clinical manifestations. The symptoms associated with pericardial effusion are secondary to mechanical compression of the neighbouring structures. The main clinical signs that a patient with cardiac taponade can present are tachycardia, arterial hypotension, increased jugular vein pressure, diminished heart sounds and pulsus paradoxus.

Diagnosis. Transthoracic echocardiogram is the diagnostic test of choice for both conditions.

Treatment. Treatment of pericardial effusion depends on its aetiology. Emergency drainage of the pericardial fluid is recommended by means of percutaneous pericardiocentesis or surgical drainage to treat the cardiac taponade.

Palabras Clave:

- Derrame pericárdico

- Taponamiento cardíaco

- Pericardiocentesis

- Pulso paradójico

Keywords:

- Pericardial effusion

- Cardiac taponade

- Pericardiocentesis

- Pulsus paradoxus

ACTUALIZACIÓN

*Correspondencia Correo electrónico: [email protected]

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ENFERMEDADES CARDIOLÓGICAS (X)

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Derrame pericárdico

El espacio comprendido entre las dos capas de pericardio (visceral y parietal) contiene, en condiciones normales, entre 10 y 50 ml de líquido pericárdico. La presencia de una canti-dad de líquido superior se define como derrame pericárdico1.

El derrame pericárdico puede ser secundario a un incre-mento en su producción en el contexto de un proceso infla-matorio (exudado), o bien a una disminución de su reabsor-ción por aumento de la presión venosa sistémica (trasudado)2.

El derrame pericárdico se clasifica según diferentes crite-rios (tabla 1): su evolución temporal (agudo, subagudo entre 4-6 semanas o crónico si se prolonga más de 3 meses), su localización (circunferencial o localizado), su gravedad en función de la cuantificación por ecocardiografía (leve menos de 10 mm, moderado 10-20 mm o severo más de 20 mm) y la repercusión hemodinámica que ocasiona (ninguna, tapo-namiento cardíaco o efusivo-constrictivo).

Etiopatogenia

En las últimas dos décadas se han publicado varias series de casos, en las que se describen las principales etiologías del derrame pericárdico en los países occidentales (tabla 2): idio-pático (hasta el 50%), infeccioso (15-30%), neoplásico (10-25%), iatrogénico (tras radiación o cirugía) (15-20%) o asociado a conectivopatías (5-15%). Sin embargo, en países en vías de desarrollo la causa principal de derrame pericárdi-co continúa siendo la tuberculosis (más del 60%)3-7.

Fisiopatología

La existencia de líquido a nivel del espacio pericárdico mayor de lo habitual conlleva un incremento de la presión intrape-ricárdica. Sin embargo, la magnitud de esta elevación de la presión depende, no solo de la cantidad total del líquido, sino de la velocidad en la acumulación del mismo y de las propie-dades físicas del pericardio8. Si se produce una rápida acumu-lación de líquido, como puede suceder tras una perforación cardíaca durante un procedimiento invasivo, la evolución puede ser fatal, con el desarrollo de taponamiento cardíaco en minutos9. Por el contrario, cuando la acumulación es len-tamente progresiva puede ser silente, sin elevación significa-tiva de la presión intrapericárdica, almacenándose líquido durante días o semanas antes de la aparición de signos o sín-tomas secundarios al aumento de la presión.

Manifestaciones clínicas

Una elevada proporción de pacientes que sufren un derrame pericárdico permanecen asintomáticos, siendo, por tanto, un hallazgo incidental tras la realización de pruebas diagnósticas por otros motivos.

Los síntomas del derrame pericárdico pueden ser secun-darios a la compresión mecánica de estructuras adyacentes al pericardio, como puede ser disfagia por compresión del esó-

fago, tos por afectación bronquial o de la tráquea, disnea por compresión del parénquima pulmonar, ronquera si se compri-me el nervio laríngeo recurrente o hipo en el caso del nervio frénico. Otros síntomas asociados son la disnea de esfuerzo, el dolor torácico o la sensación de plenitud. Además pueden apa-recer síntomas inespecíficos como debilidad, fiebre, anorexia o palpitaciones por taquicardia sinusal inapropiada10 (tabla 3).

La exploración física suele ser anodina en aquellos pacien-tes sin deterioro hemodinámico secundario al derrame peri-cárdico. Sin embargo, una vez que se produce el taponamien-to cardíaco aparecen los signos típicos del mismo (véase más adelante). La auscultación de roce pericárdico no es frecuente, salvo en aquellos enfermos con pericarditis concomitante.

Presentaciones atípicas y en situaciones especiales

En ocasiones, tras una intervención cardíaca (revasculariza-ción percutánea, implante de dispositivo tipo marcapasos, etc.) se puede producir hemopericardio y taponamiento car-

TABLA 1Clasificación del derrame pericárdico

Evolución temporal (momento de inicio) Agudo

Subagudo (4-6 semanas)

Crónico (> 3 meses)

Localización Localizado

Circunferencial

Tamaño Leve (< 10 mm)

Moderado (10-20 mm)

Severo (> 20 mm)

Repercusión hemodinámica Ninguna

Taponamiento cardíaco

Efusivo-constrictiva

Composición Trasudado

Exudado

TABLA 2Etiología del derrame pericárdico en países desarrollados

Etiología Prevalencia (%)

Idiopático Hasta 50

Infeccioso 15-30

Neoplásico 10-25

Iatrogénico 15-20

Conectivopatías 5-15

TABLA 3Manifestaciones clínicas del derrame pericárdico

Síntoma Estructura anatómica afectada por compresión

Disfagia Esófago

Tos Bronquio o tráquea

Disnea Parénquima pulmonar

Ronquera o afonía Nervio laríngeo recurrente

Hipo Nervio frénico

Síntomas inespecíficos (debilidad, fiebre, etc.)

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DERRAME PERICÁRDICO. TAPONAMIENTO CARDÍACO

díaco como consecuencia de la per-foración de una cámara cardíaca o arteria coronaria. En estos casos, está indicada la realización de una prueba con técnica de imagen de forma urgente, y se debe recomen-dar el drenaje pericárdico controla-do de una cantidad del hemopericar-dio pequeña pero suficiente que permita la estabilización hemodiná-mica del paciente11.

Pruebas complementarias

ElectrocardiogramaEl derrame pericárdico puede causar alteraciones electrocar-diográficas inespecíficas, como una reducción en el voltaje del complejo QRS (microvoltaje, definido como la suma de las ondas R y S en las derivaciones I, II y III menor de 15 mm) y un aplanamiento difuso de la onda T. En presencia de de-rrame pericárdico severo y/o taponamiento cardíaco puede observarse el fenómeno de «alternancia eléctrica» (cambios de la morfología y voltaje del complejo QRS en latidos alter-nos) producida por el bamboleo del corazón o swinging heart que lo aproxima o aleja de la pared torácica (fig. 1).

Radiografía de tórax. Tomografía computadorizada. Resonancia magnéticaEl incremento del tamaño de la silueta cardíaca en la radio-grafía aparece generalmente cuando se acumulan más de 250 ml de líquido en el espacio pericárdico. Por tanto, una radiografía de tórax normal no excluye la presencia de derra-me pericárdico. En casos graves, la silueta cardíaca adopta una forma globular como en «tienda de campaña», borrando el contorno a lo largo del borde cardíaco izquierdo.

Tanto la tomografía computadorizada como la resonan-cia magnética cardíaca son técnicas útiles para detectar la presencia de derrame pericárdico y su distribución y, en oca-siones, incluso permiten caracterizar su naturaleza (por ejemplo, en el caso de hemopericardio). Además, el uso de técnicas de imagen avanzadas es útil para la identificación de masas pericárdicas, realizar el diagnóstico diferencial con la grasa epicárdica y cuantificar el grosor del pericardio12.

Ecocardiografía transtorácicaLa ecocardiografía bidimensional es la técnica de imagen de elección para el diagnóstico, la cuantificación y el seguimien-to del derrame pericárdico. El diagnóstico de derrame peri-cárdico exige que la separación entre el epicardio (pericardio visceral) y el pericardio parietal se observe durante todo el ciclo cardíaco. Característicamente, el derrame tiende a ini-ciarse en la región posterior cardíaca por ser el área más de-clive del corazón. Al aumentar en cantidad, puede llegar a envolver circunferencialmente al corazón, apareciendo tam-bién una separación anterior, entre el ventrículo derecho y el pericardio anterior. Sin embargo, en ocasiones, con más fre-cuencia tras una cirugía cardíaca, el derrame pericárdico se encuentra localizado y circunscrito.

Diagnóstico

El diagnóstico consiste en la demostración por cualquier téc-nica de imagen de la existencia de líquido pericárdico en can-tidad superior a la fisiológica (tabla 4).

Generalmente, se realiza mediante ecocardiografía, que permite valorar semicuantitativamente el tamaño del derra-me y su repercusión hemodinámica.

Para la cuantificación del derrame pericárdico, los crite-rios más utilizados en nuestro medio son los propuestos por Weitzman13, que considera la suma de espacios libres de ecos en los sacos anterior y posterior durante la telediástole. Si esta suma es inferior a 10 mm, el derrame se considera lige-ro; si la suma se halla entre 10 y 19 mm, moderado y se diagnostica derrame severo si la suma alcanza 20 mm o más (fig. 2).

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial del derrame pericárdico debe rea-lizarse, fundamentalmente, con el derrame pleural y la grasa epicárdica. Además es necesario diferenciarlo de las masas cardíacas y de los tumores pericárdicos.

Se diferencia del derrame pleural por la posición de la aorta torácica descendente respecto del derrame y la distri-bución que adquiere el derrame. El derrame pericárdico en el saco posterior separa la aorta torácica descendente de la pared posterior del corazón, interponiéndose entre ambas;

Fig. 1. Electrocardiograma de varón de 82 años con derrame pericárdico. Se puede observar taquicardia sinusal a 110 lpm con bajo voltaje del QRS (suma de las ondas R y S en I, II y III < 15 mm).

TABLA 4Recomendaciones sobre el diagnóstico del derrame pericárdico según guías de la Sociedad Europea de Cardiología (2015) sobre el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del pericardio

Recomendaciones Clase Nivel

Se recomienda ecocardiografía transtorácica a todos los pacientes con sospecha de derrame pericárdico

I C

Se recomienda radiografía de tórax para pacientes con sospecha de derrame pericárdico o afección pleuropulmonar

I C

Se recomienda evaluar marcadores inflamatorios (PCR) de los pacientes con derrame pericárdico

I C

Se debe considerar TC o RM cuando haya sospecha de derrame pericárdico loculado, engrosamiento pericárdico y masas, así como otras anomalías torácicas asociadas

IIa C

Adaptada de Adler Y, et al14.

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ENFERMEDADES CARDIOLÓGICAS (X)

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por el contrario, el derrame pleural se sitúa por detrás de la aorta que, en este caso, permanece en contacto con el cora-zón (fig. 3).

Clasificación y manejo

Una vez detectada la presencia de de-rrame pericárdico, es necesario eva-luar no solo su tamaño y la repercu-sión hemodinámica sino las posibles enfermedades asociadas14,15 (fig. 4).

Cuando el derrame pericárdico de asocia a signos inflamatorios, la probabilidad de pericarditis aguda es elevada y, por tanto, el tratamiento debe ser dirigido a esta entidad. Si existe compromiso hemodinámico (taponamiento cardíaco) sin signos inflamatorios, la probabilidad de etiología neoplásica es alta. Además, cuanto mayor sea el derrame más probable es el origen bacteriano o neoplásico. Sin embargo, el derrame pericárdico grave sin taponamiento cardíaco ni signos de inflamación suele ser idiopático crónico4.

Factores pronósticos

El pronóstico del paciente con derra-me pericárdico está estrechamente asociado con la etiología del mis-mo16,17.

El derrame pericárdico idiopático tiene un pronóstico bueno, especial-mente cuando el tamaño es leve o moderado18.

El derrame crónico idiopático de gran tamaño presenta una probabilidad de progresión a taponamiento cardíaco en-tre el 30-35%19. Por otro lado, los derrames subagudos (4-6 semanas) de gran tamaño refractarios al tratamiento médico convencional son subsidiarios de drenaje preventivo según algunos expertos.

Fig. 2. Ecocardiograma transtorácico en el que se observa un derrame pericárdi-co severo circunferencial de predominio posterior (24 mm anterior y 29 mm pos-terior; total de 53 mm –grave cuando > 20 mm–).

Fig. 3. Ecocardiograma transtorácico en el que se aprecia un derrame pleural significativo situado por detrás de la aorta (asterisco) y derrame pericárdico leve circunferencial.

Tratamiento antiinflamatorio empírico (tratar como una pericarditis)

Derrame pericárdico probablemente relacionado. Tratar la enfermedad

Considere pericardiocentesis

y drenaje si escrónico (> meses)

Pericardiocentesis y búsqueda etiológica

¿Enfermedad asociadaconocida?

¿Derrame pericárdico severo (> 20 mm)?

Seguimiento

Sí No

¿Taponamiento cardíaco o sospecha de etiología bacteriana o neoplásica?

¿Marcadores inflamatorios elevados?

Sí No

Sí NoNo

Fig. 4. Algoritmo simplificado para el diagnóstico etiológico del derrame pericárdico y su tratamiento según las guías de la Sociedad Europea de Cardiología sobre el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del pericardio del año 2015. Adaptada de Adler Y, et al14.

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DERRAME PERICÁRDICO. TAPONAMIENTO CARDÍACO

Durante el seguimiento de pacientes con derrame peri-cárdico, es fundamental evaluar los síntomas, el tamaño del derrame por ecocardiografía y los marcadores de inflama-ción, como la proteína C reactiva. Un derrame pericárdico leve y asintomático suele tener buen pronóstico y no requie-re monitorización periódica. En caso de derrames pericárdi-cos moderados idiopáticos, el seguimiento recomendado es mediante ecocardiografía cada 6 meses. Finalmente, en los derrames severos, el seguimiento ecocardiográfico puede ser cada 3-6 meses.

Tratamiento

El tratamiento del derrame pericárdico depende de la etiolo-gía del mismo15. En la mayoría de los pacientes existe una enfermedad asociada al derrame y el tratamiento, por tanto, debe dirigirse al de la enfermedad subyacente. En caso de derrame asociado a pericarditis, el tratamiento debe ser el propio de la pericarditis. Cuando un derrame se hace sinto-mático sin evidencia de inflamación o resulta refractario a los fármacos antiinflamatorios, se debe considerar el drenaje del mismo estudiando el líquido obtenido (tablas 5 y 6).

En aquellos casos con derrame aislado y ausencia de in-flamación, no hay tratamientos médicos que resulten eficaces para su reducción.

La pericardiocentesis aislada puede ser necesaria para la resolución de grandes derrames. Sin embargo, en caso de recurrencias frecuentes se debe considerar la ventana peri-cárdica o, incluso, la pericardiectomía. Del mismo modo, en el caso de derrame loculado o si se requiere una biopsia pe-ricárdica, el tratamiento deberá ser quirúrgico14.

Taponamiento cardíaco

El taponamiento cardíaco es un síndrome secundario a la compresión del corazón que impide el llenado efectivo de las cámaras cardíacas debido a la presencia de derrame pericár-

dico tras un proceso inflamatorio, traumatismo, disección aórtica o rotura cardíaca (fig. 5). Representa un continuum desde ligeros aumentos de la presión intrapericárdica con escasa repercusión clínica hasta cuadros dramáticos de bajo gasto o muerte8.

Etiopatogenia

El taponamiento cardíaco puede desarrollarse ante un derra-me pericárdico de cualquier causa y presentarse de forma aguda o crónica (tabla 7).

Fisiopatología

La magnitud del trastorno clínico y hemodinámico depende de la velocidad de acumulación y la cantidad del contenido

TABLA 5Análisis del líquido pericárdico

Gasometría en el momento de la pericardiocentesis (incluyendo hematocrito y glucosa)

Proteínas, glucosa, hemograma, LDH, ADA, INF en el líquido

Cultivos para aerobios y anaerobios, baciloscopia y tinción de Gram del líquido

Estudio citológico del líquido

Marcadores tumorales (bajo rendimiento diagnóstico)

ADA: adenosindesaminasa; INF: interferón; LDH: lactatodeshidrogenasa.

TABLA 6Clasificación según las características del líquido pericárdico

Trasudado Proteínas < 3 g/dl, glucosa igual a la sérica, LDH < 300 UI/dl, densidad < 1.015, leucocitos< 10.000): urémica, hipotiroidismo, traumática o por radiación

Exudado No cumple los criterios anteriores: neoplasias, pericarditis víricas o bacterianas, pospericardiotomía, parainfecciosas o reumatológicas

LDH: lactatodeshidrogenasa.

Fig. 5. Esquema de derrame pericárdico circunferencial con taponamiento cardíaco.

Derramepericárdico

TABLA 7Causas de taponamiento cardíaco

Causas frecuentes

Pericarditis

Tuberculosis

Iatrogénica (en relación con procedimientos invasivos)

Traumatismo

Neoplasia/enfermedad maligna

Causas infrecuentes

Enfermedades del colágeno (esclerodermia, artritis reumatoide, etc.)

Inducida por radiación

Tras infarto de miocardio

Uremia

Disección aórtica

Infección bacteriana

Neumopericardio

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ENFERMEDADES CARDIOLÓGICAS (X)

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pericárdico, las características físicas del pericardio, las pre-siones de llenado y la distensibilidad de las cámaras cardíacas.

La principal alteración hemodinámica del taponamiento cardíaco es la elevación de la presión intrapericárdica que impide el llenado efectivo de las cavidades cardíacas al supe-rar la presión intracavitaria.

El taponamiento se define por la igualación de la presión intrapericárdica (diferencia menor de 2 mm Hg) con la pre-sión de llenado de las cavidades derechas (presión auricular derecha o diastólica de ventrículo derecho) en telediástole. Conforme la magnitud del taponamiento aumenta, se alcan-za la presión diastólica ventricular izquierda y la presión in-trapericárdica se iguala a las presiones diastólicas de los ven-trículos derecho e izquierdo20.

La falta de distensibilidad o rigidez del pericardio deter-mina aquellos incrementos del líquido pericárdico que pre-cipitan la situación de taponamiento, con una subida lenta inicial de la presión intrapericárdica seguida de un ascenso brusco (casi vertical) que conduce a una compresión cardíaca crítica o taponamiento cardíaco21.

Manifestaciones clínicas

El paciente suele referir disnea y, en ocasiones, dolor toráci-co. Los principales signos clínicos que puede presentar un paciente con taponamiento cardíaco son taquicardia, hipo-tensión arterial, aumento de la presión venosa yugular, rui-dos cardíacos disminuidos y, de forma característica, pulso paradójico22. El pulso paradójico definido como el descenso de 10 mm Hg o más en la presión arterial sistólica durante la inspiración, se produce por la elevada interdependencia ventricular durante el taponamiento cardíaco. El volumen total de las cámaras cardíacas se hace fijo y los cambios de volumen en el ventrículo derecho producen cambios opues-tos en el ventrículo izquierdo (aumento del retorno venoso sistémico durante la inspiración con reducción de la presión arterial sistémica). El pulso paradójico no es patognomónico del taponamiento, puede observarse también en la miocar-diopatía restrictiva y en el embolismo pulmonar masivo. El paciente puede desarrollar signos de bajo gasto cardíaco (ta-bla 8).

Presentaciones atípicas y en situaciones especiales

Si el taponamiento cardíaco es muy severo, la presión arterial y el gasto cardíaco disminuyen. En caso de hipotensión mar-cada, la presencia de pulso paradójico puede ser difícil de apreciar; sin embargo, la presión venosa yugular suele estar significativamente elevada.

Pruebas complementarias

ElectrocardiogramaPuede mostrar signos de pericarditis, voltajes del QRS mar-cadamente bajos y fenómeno de «alternancia eléctrica».

Radiografía de tórax Hallazgos similares a los del derrame pericárdico con ensan-chamiento de la silueta cardíaca.

Tomografía computadorizada. Resonancia magnética En general, son herramientas menos disponibles que la eco-cardiografía y no necesarias para el diagnóstico de tapona-miento cardíaco23.

Ecocardiograma transtorácicoComo ya se ha descrito, la ecocardiografía es la técnica diag-nóstica de mayor utilidad para identificar el derrame pericár-dico, cuantificar sus dimensiones, su localización y analizar la existencia de repercusión hemodinámica.

El signo ecocardiográfico más característico del tapona-miento es el colapso de las cavidades cardíacas. El colapso de la aurícula derecha se produce cuando la presión intraperi-cárdica supera la presión en el interior de dicha cavidad. El colapso consiste en una inversión de la pared libre de la au-rícula durante la telediástole y se extiende durante parte de la sístole auricular. El colapso del ventrículo derecho es un movimiento de inversión de su pared libre durante la diásto-le que se produce cuando la presión intrapericárdica supera la presión en el interior del ventrículo derecho, momento que coincide con la diástole ventricular. El colapso de aurí-cula derecha tiene mayor sensibilidad en el diagnóstico de taponamiento que el de ventrículo derecho, pero su especifi-cidad es menor. El colapso simultáneo de aurícula y de ven-trículo derechos es mucho más específico de taponamiento que el colapso aislado de una de las cavidades.

El análisis del flujo transvalvular mitral pone de mani-fiesto alteraciones características del taponamiento cardíaco. En condiciones normales, existen pequeñas variaciones en la velocidad máxima del flujo transvalvular mitral a lo largo del ciclo respiratorio. En situación de taponamiento estas varia-ciones superan el 25% (la velocidad de la onda E del flujo transmitral será como mínimo un 25% menor durante la inspiración comparada con la espiración)24 (fig. 6).

El flujo venoso puede analizarse en las venas suprahepá-ticas o en la vena cava superior. En condiciones normales, el flujo venoso tiene una morfología bifásica, con dos compo-nentes sistólico y diastólico, que se dirigen hacia la aurícula derecha, siendo el primero mayor que el segundo, y pueden

TABLA 8Manifestaciones clínicas de taponamiento cardíaco

Síntomas

Disnea

Dolor torácico

Signos

Hipotensión

Taquicardia

Aumento de la presión venosa central

Ruidos cardíacos disminuidos

Pulso paradójico

Bajo nivel de conciencia

Oliguria

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DERRAME PERICÁRDICO. TAPONAMIENTO CARDÍACO

Responsabilidades éticas

Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.

Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Bibliografía Importante Muy importante

✔ Metaanálisis ✔ Artículo de revisión

✔ Ensayo clínico controlado ✔ Guía de práctica clínica

✔ Epidemiología

✔1. Spodick DH. The normal and diseased pericardium: current concepts of pericardial physiology, diagnosis and treatment. J Am Coll Cardiol. 1983;1(1):240-51.

✔2. Soler-Soler J, Permanyer-Miralda G, Sagrista-Sauleda J. A systematic diagnostic approach to primary acute pericardial disease. The Barcelona experience. Cardiol Clin. 1990;8(4):609-20.

existir pequeñas inversiones coincidiendo con la contracción auricular. Estos flujos se incrementan ligeramente en inspi-ración. Durante el taponamiento se produce una disminu-ción del componente diastólico que puede llegar a desapare-cer o, incluso, invertirse durante la espiración, observándose entonces un gran predominio del componente sistólico.

Diagnóstico

El diagnóstico de taponamiento se basa en la demostración de compromiso hemodinámico cardíaco en presencia de de-rrame pericárdico moderado o severo. Los criterios diagnós-ticos de taponamiento son el pulso paradójico, la hipotensión arterial y la ingurgitación venosa yugular25.

Factores pronósticos

La severidad del taponamiento se valora por la amplitud del pulso paradójico (debe ser igual o superior a 10 mm Hg), el porcentaje de su reducción tras la pericardiocentesis (supe-rior al 50%) y el aumento del gasto cardíaco tras la pericar-diocentesis (superior al 10 o al 20%) (tabla 9).

Tratamiento

El tratamiento del taponamiento cardíaco consiste en el drenaje del líquido, en la mayoría de los casos mediante la realización de pericardiocentesis percutánea, guiada por eco-cardiografía o fluoroscopía. En aquellos pacientes con peri-carditis purulenta o hemopericardio puede realizarse de for-ma quirúrgica (tabla 10).

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de inte- reses.

Fig. 6. Patrón de flujo transvalvular mitral con variaciones respiratorias que su-peran el 25% en la velocidad de la onda E.

TABLA 9Clasificación de la gravedad del taponamiento según criterios hemodinámicos

Taponamiento ligero

Cuando solo exista la igualación de las presiones de llenado y las pericárdicas, asociado solo a pulso paradójico, o solo a mejoría del gasto cardíaco > 10%

Taponamiento moderado

Además de los criterios de igualación, hay mejoría del gasto cardíaco > 10% tras la pericardiocentesis y criterios de pulso paradójico o tan solo mejoría del gasto cardíaco > 20%

Taponamiento severo

Criterios de igualación, asociado a mejoría del gasto cardíaco > 20% y a pulso paradójico

TABLA 10Recomendaciones sobre el diagnóstico y tratamiento del taponamiento cardíaco según guías de la Sociedad Europea de Cardiología (2015) sobre el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del pericardio

Recomendaciones Clase Nivel

Se recomienda ecocardiografía transtorácica para pacientes con sospecha clínica de taponamiento cardíaco como primera técnica de imagen para determinar tamaño, localización y grado de impacto hemodinámico del derrame pericárdico

I C

Se recomienda una pericardiocentesis de urgencia o cirugía cardíaca para el tratamiento del taponamiento cardíaco

I C

Se recomienda una evaluación clínica razonable que incluya hallazgos ecocardiográficos para orientar el momento de la pericardiocentesis

I C

Se puede recomendar un sistema de clasificación inicial para orientar el momento de la pericardiocentesis

IIb C

No está recomendado el uso de vasodilatadores y diuréticos en presencia de taponamiento cardíaco

III C

Adaptada: Adler Y, et al14.

Page 8: Derrame pericárdico. Taponamiento cardíacoresidenciamflapaz.com/Articulos Residencia 17/236 Derrame...El incremento del tamaño de la silueta cardíaca en la radio-grafía aparece

ENFERMEDADES CARDIOLÓGICAS (X)

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