Expresiones Ideológicas en Los Debates Educacionales en Chile Luis_celis

16
EXPRESIONES IDEOLÓGICAS EN LOS DEBATES EDUCACIONALES EN CHILE. 1860-1930. LUIS CELIS M. Sociedad Chilena de Historia de la Educación. Facultad de Educación Pontificia Universidad Católica Dirección : Pepe Vila 423 La Reina Santiago – Chile Teléfono: (562) 273 4416 e-mail : [email protected] RESUMEN. En el período en estudio se ha considerado que los debates en materia educacional se explicarían casi exclusivamente por la pugna secularización confesionalidad, simplificando el análisis de los nexos causales en materias como la enseñanza del latín, el plan concéntrico y las clases de filosofía. Pretendemos mostrar que para una comprensión más exacta del problema, además de la variable señalada, es necesario considerar otros elementos, como los derivados de la oposición de la orientación humanista frente a los planteos positivistas de la educación, en este caso, referidos a la enseñanza secundaria. INTRODUCCION. 1

Transcript of Expresiones Ideológicas en Los Debates Educacionales en Chile Luis_celis

EXPRESIONES IDEOLGICAS EN ALGUNOS DEBATES EDUCACIONALES EN

EXPRESIONES IDEOLGICAS EN LOS DEBATES EDUCACIONALES EN CHILE. 1860-1930.

LUIS CELIS M.

Sociedad Chilena de Historia de la Educacin.

Facultad de Educacin

Pontificia Universidad Catlica

Direccin :

Pepe Vila 423

La Reina

Santiago Chile

Telfono: (562) 273 4416

e-mail : [email protected].

En el perodo en estudio se ha considerado que los debates en materia educacional se explicaran casi exclusivamente por la pugna secularizacin confesionalidad, simplificando el anlisis de los nexos causales en materias como la enseanza del latn, el plan concntrico y las clases de filosofa. Pretendemos mostrar que para una comprensin ms exacta del problema, adems de la variable sealada, es necesario considerar otros elementos, como los derivados de la oposicin de la orientacin humanista frente a los planteos positivistas de la educacin, en este caso, referidos a la enseanza secundaria.

INTRODUCCION.

La historia de nuestro pas en el perodo sealado no fue un transcurrir tranquilo, sino ms bien complicado por problemas internos propios de una sociedad que reciba los efectos de la revolucin industrial y de los movimientos culturales europeos, adems de los conflictos internacionales derivados de problemas limtrofes, tpicos que prcticamente condicionaron el existir de todos los pases surgidos del derrumbe del imperio espaol.

La institucionalidad que se haba establecido respondi adecuadamente y el estado, respaldado por una legislacin fundamental que estableci un ejecutivo centralizado y fuerte, dirigi con eficiencia a la nacin al mantenerla unida e incorporarla con los trastornos consiguientes, a los modelos culturales y polticos predominantes en occidente.

La educacin se organiz bajo la direccin del estado y acogi las ideas de numerosas personalidades, - Andrs Bello entre otras -, quienes con su prestigio y capacidad lograron superar las limitaciones de muy variado orden en la materia y dieron a la enseanza en sus distintos niveles, un lugar importante en las preocupaciones de la sociedad.

Sin embargo, no todo se daba con las mismas caractersticas a lo largo del siglo especialmente en el tiempo que reseamos y el debate surga con fuerza cada vez que se planteaba alguna modificacin al modelo vigente, La educacin privada mantuvo siempre una importante presencia y en forma muy especial, los colegios catlicos velaron por ampliar su autonoma y debilitar la presencia del estado en las orientaciones del sistema.

Lo anterior en todo caso, no explica todas las disputas surgidas en el rea y es necesario considerar otras variables para apreciar con ms realismo, el siempre complicado proceso de los objetivos y modalidades que una sociedad asigna a las acciones educacionales.

Pretendemos mostrar que en el perodo que va desde la aprobacin de la Ley de Instruccin Primaria Gratuita en 1860 hasta 1930,-ao en que entra en vigencia la reformada Ley de Instruccin Primaria Obligatoria que haba sido promulgada en 1920 y que fue objeto de modificaciones importantes en 1929-, los debates no fueron slo una pugna entre liberales y conservadores o, si se quiere, entre la Iglesia y el Estado, sino que siempre estuvo presente la antinomia en el acento humanista o cientfico positivista que se buscaba para la educacin en las modificaciones propuestas.

El centro de uno de estos momentos lo constituy la permanencia o eliminacin de la enseanza del latn, discusin que enfrent a personeros muy notables de la intelectualidad y de la educacin del pas. Aunque es innegable que el peso de la motivacin religiosa y el deseo de eliminar la influencia de la Iglesia catlica animaron la controversia, cabe sealar que en uno y otro grupo se mezclaron las posturas polticas y las concepciones culturales en un debate que se extendera casi por lo que quedaba del siglo. Es necesario considerar tambin que, con independencia de la lucha poltica centrada en el problema de la secularizacin o confesionalidad de la enseanza, la sociedad haba aceptado que la educacin fuese considerada un servicio pblico en cuya configuracin deberan participar todos los cuerpos sociales.

En las reformas educacionales que se aprueban, en la Ley de Educacin Secundaria y Superior de 1979, en la creacin del Instituto Pedaggico, en los Congresos de Educacin que se convocan, siempre surgir la inquietud por la defensa de la orientacin humanista de la educacin, la que se tornaba cada vez ms dramtica ante el avance de las orientaciones positivistas que llegaban con el aval del desarrollo de las diferentes expresiones de las ciencias.

En nuestro anlisis consideraremos especialmente los cambios curriculares por considerar que en ellos se expresaba con ms propiedad el ir y venir de las posiciones en pugna y las interacciones entre el discurso oficial y los entes intermedios que hacen presente las reales posibilidades y limitaciones de los cambios propuestos, como ocurri con el sistema concntrico establecido en 1893 as como con las modificaciones de mayor o menor envergadura que se dan en el perodo, con referencia en especial a la educacin secundaria.

Se han considerado fuentes primarias , revistas y publicaciones de quienes fueron protagonistas en los distintos momentos considerados, la legislacin pertinente, adems de fuentes secundarias de quienes han estudiado en parte este aspecto de nuestra historia educacional, disciplina que deja constancia de los cambios estructurados y diferenciales que una sociedad busca a travs de la enseanza, sin dejar de considerar que la historia no es sumisa a los enmarques escolares o polticos de un pas y en ms de una ocasin, hace visible la precariedad esencial del devenir educacional.

I.- El caso del latn. Un smbolo de contradicciones.

Los cambios socio econmicos del siglo XIX fundamentaron deducciones optimistas sobre el acontecer cultural que se daba en el pas y propiciaron una actitud de ruptura con los ms variados aspectos del pasado. El latn fue mirado como un significante que se deseaba superar y, como se dijo, se le consideraba un elemento ms de la exagerada orientacin humanista de la educacin media.

Los ataques comenzaron temprano al iniciarse la Repblica, puesto que en el Monitor Araucano, diario oficial del momento, se public el 6 de julio de 1813 una orden de la Junta de Gobierno del tenor siguiente: los estudios de Matemticas, Fsica, Elementos de Lgica, Economa Poltica, Leyes Reales, Anatoma y todos los dems que se puedan sin perjudicar la carrera eclesistica y la necesidad que hay en dichas profesiones de concurrir a autores latinos, se verificarn en Castellano.

En 1834, Jos Miguel Infante quien haba propiciado el acuerdo anterior, insistira en su peridico El Valdiviano Federal del 1 de junio, en el ataque al latn por considerarlo idioma de la tirana y del fanatismo y que debera ser eliminado del plan de estudios. Su intento no prosper por la pronta y categrica respuesta de Andrs Bello quien, sin embargo introdujo en el debate un elemento de fuerte carga ideolgica, al vincular la necesidad del estudio de la lengua latina con la religin catlica cuyos ritos se realizaban en latn y cuyo estudio permitira entender su significado.

Aos ms tarde, en 1857, al ingresar a la Facultad de Humanidades Gregorio Amuntegui, su discurso trat Sobre el Estudio de las Lenguas y Literaturas Extranjeras y esgrimi los argumentos de anacronismo e inutilidad para pedir la eliminacin de los estudios del clsico idioma. Slo el silencio respondi a la proposicin de este intelectual y poltico liberal.

El debate continuara un tanto en sordina y Vicua Mackenna hara en 1863 un nuevo intento para sacar el latn de los planes de estudio, respondiendo as al discurso de incorporacin a la Facultad de Humanidades del sacerdote Joaqun Larran Gandarillas, en abril de dicho ao que vers acerca de La importancia del estudio de la lengua y la literatura latina, en clara rplica a las palabras de Amuntegui ya recordadas. La intervencin de Larran Gandarillas fue combativa y junto a los argumentos que consideraban la importancia del latn en la educacin intelectual y en el desarrollo de la disciplina del pensamiento propia de las ciencias, agreg los que vinculaban dicho idioma con la religin catlica y us expresiones desafiantes al pedir a nombre de la religin del Estado la enseanza de una lengua inmutable como sus dogmas, fecunda como su enseanza, profunda como sus misteriosde la lengua que ms aborrecen sus enemigos, de la lengua a que la Iglesia ha confiado los archivos de sus tradiciones

Pese a todo el debate no pas a mayores. El prximo captulo se desarrollara tambin en el seno de la Facultad de Humanidades en 1865, pero en esta oportunidad, tanto la prensa liberal como la conservadora, entraron en la lisa, subrayando las aristas poltica y religiosas del tema, dando cuenta del estado de plena pugna entre los idearios secularizacin- confesionalidad. La votacin realizada dio un estrecho triunfo a la mantencin del latn en el bachillerato en humanidades y en las carreras de derecho y medicina y en la enseanza media. El informe favorable haba sido redactado por Barros Arena y Larran Gandarillas y cont adems, con el voto favorable de Vicua Mackenna quien, al inicio de la discusin se haba pronunciado en contra.

Los aos posteriores veran la eliminacin paulatina de le enseanza del latn que culminara en 1875 con el Ministro de Instruccin Pblica Miguel Luis Amuntegui complementada con el acuerdo del Consejo de Instruccin Pblica del 13 de mayo de 1901 que elimin las tesis en latn para los aspirantes al bachillerato en humanidades, reemplazndolas por cdulas de francs, ingls y alemn.

Los planteamientos relativamente simples derivadas de posturas secularizantes o confesionales, se complicaban con los datos emergentes de la realidad. As, el romanticismo liberal heredero de la ilustracin que consideraba que crear una escuela garantizaba poco menos que de inmediato resultados positivos en la sociedad y en las personas, avanzar hacia concepciones positivistas, racionales, evolutivas, donde el progreso es una expresin del orden, y la ciencia era concebida como un instrumento de dominio y control sobre la naturaleza, relacin que constitua el fundamento de los fines de la educacin, en los que se subrayaba la valoracin de la disciplina y el acatamiento al orden social y poltico establecido. Parte de estas ideas eran compartidas no slo por los liberales catlicos, si recordamos que la presencia de educadores extranjeros tambin traan aires renovadores para los colegios catlicos, a travs de las congregaciones europeas que los dirigan y creaban. Las bibliotecas y laboratorios ms completos y actualizados acompaaban tambin al proceso de modernizacin educacional, sin importar el bando ideolgico o doctrinario de quienes hacan de la educacin una funcin pblica y nacional. Lo que era expresin de los movimientos a favor de la escolarizacin ms amplia a travs de la organizacin de un gran sistema nacional de educacin, capaz de satisfacer las demandas de los distintos grupos sociales. A ello habra que agregar que a fines del siglo ya se conocan los progresos alcanzados por la psicologa y la pedagoga los que proporcionaran antecedentes para comprender la conducta humana y aplicarlos en la metodologa escolar. Haba un nuevo matiz en el debate, ya que la nueva versin de la utopa liberal encargaba a la enseanza de preparar a la poblacin para adecuarse al orden establecido, para lo cual el latn no tena ninguna utilidad prctica.

II. El sistema concntrico

Nuevas dimensiones adquirira la pugna de positivistas y humanistas las que se hicieron presente al proponerse en la educacin media el sistema concntrico, que para sus partidarios representaba la posibilidad de alcanzar un rpido progreso en las cualidades humanas de los hombres y mujeres a travs del sistema educacional y, por tanto, en las condiciones econmicas y polticas de la sociedad.

En este sistema se destacaba la influencia de los pedagogos alemanes llamados para fundar el Instituto Pedaggico,- que inici sus actividades en 1889-, y preparar el nuevo cambio de la educacin media que se pondra en vigencia para todo el pas en 1893, cuando an estaban vivos los odios desatados por la revolucin de 1891 y el pas no se recuperaba de los descalabros econmicos consiguientes.

En los intelectuales y polticos criollos, el idealismo alemn no desentonaba con las ideas pedaggicas de Herbart, de fuerte presencia en la segunda parte del siglo XIX, valorizando el objetivo de la formacin del carcter y el alcance de la virtud personal a travs del conocimiento que ser alcanzado por el mtodo cientfico. Valentn Letelier hara un buen ensamble de estas ideas en su Filosofa de la Educacin, aunque su entusiasmo por el positivismo de Comte se enfriara un tanto al comprobar el respaldo que el autor francs habra otorgado a dictadores del rea en aras de la eliminacin de la anarqua y restablecimiento del orden en sus pases. La obra de Letelier, publicada en 1892, fue una exposicin bastante completa del pensamiento positivista, especialmente orientado a fundamentar el nuevo plan que se propona, especialmente en el captulo dedicado a la Metodoloja, de lo cual dejaban constancia sus prologuistas, Barros Arana y Jos Roehner, quienes reconocan tambin que una obra de discusin de principios fundamentales en una materia de tanta trascendencia, i que va en muchas de sus pginas contra ideas tradicionalmente aceptadas,no puede dejar de contener opiniones i doctrinas que encuentren resistencia en algunos espritus.

Letelier, con el apoyo del profesor Justino Fagalde diseara el plan concntrico que se aplicara en algunos establecimientos a partir de 1887 y luego en todo el pas. Le respaldara el prestigio de Barros Arana y el empuje del Ministro de Educacin Federico Puga y su sucesor Julio Baados, lo que asegur la aprobacin de la Facultad de Humanidades y del Consejo de Instruccin Pblica y el respaldo en el Congreso Nacional Pedaggico de 1889, cuyo tema central fue la Instruccin Primaria.

El plan en referencia, segn lo describa el Ministro consista en que todos los ramos de enseanza, siguiendo direcciones paralelas desde el 1 hasta el ltimo ao de Humanidades, vayan ensanchando paulatinamente su esfera, y habiliten de este modo al alumno para que, despus de haber empezado conociendo slo las verdades elementales de la ciencia, abrace al terminar el curso la verdad completa en todas sus manifestaciones. La Circular continuaba sealando las ventajas de esta nueva modalidad, llamaba a los profesores a estudiar la nueva reforma porque ella encierra la evolucin ms considerable que en los ltimos aos ha experimentado la enseanza nacional. Anunciaba el envo a los liceos de un libro con los contenidos de los programas de enseanza secundaria de Francia, Sajonia e Italia y peda a los Rectores que informaran sobre las condiciones de los gabinetes de fsica, qumica, cosmografa, geografa fsica e historia natural, y de la existencia de mapas, porque Antiguamente bastaba que los alumnos tuvieran odo; hoy la pedagoga moderna juzga que la vista es un camino ms corto para llegar al conocimiento de la verdad.

El optimismo ministerial tendra a poco andar un serio revs con la Revolucin de 1891, pero en 1893, restablecida formalmente la normalidad poltica, se promulga el plan concntrico para los liceos del pas. Sin embargo, es sintomtico que no se establece en los liceos fiscales de nias ni se hace obligatorio en los colegios particulares que slo lo irn aplicando muy pausadamente. La resistencia al plan concntrico fue bastante intensa y vino desde diversos frentes. En la propia Facultad de Filosofa de la Universidad de Chile y en el Instituto Nacional slo la energa del Ministro y la influyente argumentacin de Barros Arana lograron su aprobacin. Recordemos que en la fundacin del Instituto Pedaggico prcticamente se prescindi del Consejo de Instruccin Pblica y de la opinin de la Facultad de Filosofa, bast con el Decreto del Ejecutivo del 29 de abril de 1889.

Las dudas y crticas se expresan adems en la prensa, en el profesorado, en las autoridades educacionales intermedias que hacen ver las limitadas condiciones que se dan en los liceos, - en especial de provincias,- donde las carencias eran apabullantes, comenzando por la escasez de profesores, bajas matrculas, limitado material didctico. Los argumentos ms frecuentes en el debate se referan al campo religioso-secularizante, ya que el plan era un verdadero estandarte de la educacin positiva, racional, cientfica, segn lo proclamaban sus impulsores.

Eugenio Mara de Hostos, pensador y profesor portorriqueo, durante sus dos perodos de permanencia en Chile desarroll docencia en Santiago, e incluso fue Rector en el Liceo de Chilln y fue un entusiasta difusor de las ideas positivistas y algunos autores lo consideran un seguidor del krausismo en Latinoamrica, que constituy una expresin del racionalismo realista, orientacin filosfica desarrollada por el pensador alemn Karl Christian Friederich Krause y de gran acogida en los crculos intelectuales de Espaa del siglo XIX.

En 1892 Hostos public en los Anales de la Universidad de Chile un extenso artculo acerca de La Reforma de la Enseanza Secundaria en que explica el alcance del plan concntrico, analiza su orientacin y contenido, el avance pedaggico que significa y su necesaria implantacin en el pas. El plan divida las humanidades en dos ciclos de tres aos cada uno y, segn afirmaba nuestro autor, en el primero se aplicara una metodologa intuitiva deductiva para hacerlo en forma inversa en el segundo ciclo, habida consideracin de las caractersticas del desarrollo mental de las edades correspondientes: el primero acopiar hechos; el segundo expondr principios; el primero contendr la enseanza analtica; el segundo la sinttica; el primero dar los fundamentos de la ciencia, el segundo expondr la ciencia misma.

Al igual que Barros Arana quien se lamentaba de no haberse dispuesto del tiempo necesario para acercarse ms plenamente al modelo europeo, ya que la primera intencin fue adoptar fielmente la ordenacin de materias existentes en los programas de aquellos pases, Hostos afirmaba que el plan concntrico estaba inspirado en la educacin de Alemania, Francia e Inglaterra con las necesarias adecuaciones a la realidad nacional, lo que constituira un flanco de ataque reiterado por parte de quienes se oponan a la reforma al tacharla de simple copia de modelos extranjeros y de no considerar las caractersticas de los alumnos chilenos, ni de nuestra realidad cultural. Los programas, fueron elaborados por profesores del Instituto Pedaggico, tratando de expresar claramente la relacin entre ciencia y progreso, orden y naturaleza, como fundamento de los fines de la educacin.

Las reacciones ante el nuevo modelo no se hicieron esperar, como qued dicho y ellas surgieron en la propia Facultad de Filosofa de la Universidad de Chile mezclndose consideraciones que iban desde la escasez de profesores capacitados para enfrentar las nuevas metodologas, la excesiva ampliacin de los ramos cientficos y el desmedro consiguiente de las disciplinas humanistas. El debate fue bastante amplio y pronto sali del puro mbito universitario para comprometer a variados sectores ideolgicos y polticos y el tema del plan concntrico fue el pretexto para hacer presente lo enciclopdico de los contenidos, la orientacin intelectualista de este nivel y que el exceso de informacin enciclopdica a que era sometido el alumno llevaba el riesgo de crear hasto y aborrecimiento al estudio. Adems se haca notar que deberan proporcionarse a los jvenes conocimientos tiles para contribuir a fundamentar la vida econmica del pas.

Sin embargo, la crtica ms compartida en los grupos intelectuales y acadmicos subrayaba las inquietudes humanistas de considerar al hombre como poseedor de muy complejas caractersticas, en que la razn, con ser de fundamental importancia, slo era una de ellas. En esas cualidades se daba la diferencia entre la naturaleza espiritual del hombre y la base material del mundo fsico, el dualismo fundamental entre el hombre,- dotado de razn, conciencia moral, gusto esttico y fe religiosa -, y la naturaleza.

El aprendizaje no es slo materia de percepciones sensoriales que se recogen del mundo externo, sino que es materia de disciplina de las facultades intelectuales, morales, espirituales y estticas. Los estudios de la historia clsica de Occidente, sus idiomas y su literatura, junto a las matemticas, la filosofa, la religin y las bellas artes deben constituir las disciplinas fundamentales. Los estudios clsicos garantizaban que los estudiantes alcanzaran una disciplina mental y del carcter, que cultivaran el sentido del deber y de la obligacin moral, que valorizaran el trabajo y la disciplina, cualidades todas que constituiran una base que servira a los estudiantes para cualesquiera fuesen las actividades a que se dedicaran en el futuro.

Algunas de estas ideas las expresaba el profesor Martn Schneider, Rector del Liceo Santiago en dos artculos publicados en los Anales de la Universidad de Chile en 1892. Cabe sealar que en este Liceo se haba aplicado experimentalmente el nuevo plan y las opiniones del Rector lo respaldaban y buscaban discutir algunas de las ideas planteadas por Hostos

A su juicio, la educacin debera procurar el desarrollo armnico de todo el ser humano formado por el dualismo de cuerpo y alma. En la enseanza de cada disciplina deben considerarse las tres facultades que posee el alma, puesto que la educacin dirigida con exclusividad a la inteligencia, es insuficiente. Las facultades perceptivas, afectivas y volitivas del alma explican el fin material de la educacin: adquisicin del conocimiento positivo y de su aplicacin; el fin formal: desarrollo tcnico de todas las facultades mentales como percepcin, atencin, memoria, fuerza productiva,imaginacin, etc. ; el fin moral: el cultivo de todos los sentimientos nobles como los simpticos, religiosos, nacionales, adems de todas las manifestaciones de la voluntadobservacin espontnea del orden y aseo, la exactitud en el cumplimiento del deber, la escrupulosidad de la conciencia, la firmeza de convicciones, etc.

El artculo del profesor Schneider haca algunas precisiones sobre el alcance de la denominacin concntrico,- nombre que no se habra usado en su pas -, y sobre la adecuada preparacin del profesorado, en disciplinas como la psicologa, filosofa, lgica, pedagoga y metodologa. Recordemos la prescindencia mostrada por Hostos, Barros Arana y Letelier con respecto a la filosofa y los alcances que les mereca la psicologa en su momento. Lo anterior graficaba la distancia cultural entre su pas y el nuestro que el profesor alemn apreciaba en el problema, as como la importancia de insistir en los hbitos de disciplina, trabajo y responsabilidad en la educacin de los estudiantes, inquietud expresada por varios de los educadores alemanes llegados al pas.

El efecto del debate que hemos resumido, signific que el plan concntrico en su expresin definitiva mostrara evidentes transacciones si consideramos el nmero de horas de las seis asignaturas centrales. Castellano 5 horas, Historia y Geografa 3, Matemticas 5, Ciencias fsicas y naturales 4, Idiomas vivos 4, Religin 2. De los idiomas, francs slo se estudiara en el primer ciclo. Como se ve, salvo matemticas, el resto de las asignaturas tiene un nmero de horas equilibrado y an a Ciencias fsicas y naturales se le asignan 4 horas.

III. La asignatura de filosofa.

La educacin secundaria haba reducido la enseanza de la filosofa a los dos ltimos aos y al aprobarse el plan concntrico, la elimin en un primer momento para slo considerarla en el sexto ao con el nombre de Lgica y con 3 horas semanales. Al decir de Valentn Letelier, ella debe entenderse como filosofa de las ciencias, complemento de todos los dems estudios, la ciencia de las ciencias.

En resumen, digamos que al poco tiempo, en 1897 Lgica es unida a la asignatura de Castellano perdiendo su calidad de disciplina autnoma.

Habr que llegar a 1912 para que Filosofa recupere su presencia con dos horas semanales en los ltimos aos de las humanidades. En parte, la situacin se explica por el debilitamiento de la influencia alemana que empieza a ser resistida por un nmero creciente de intelectuales, como de la Barra, Venegas, Palacios. Adems los aires renovadores que traa el pensamiento norteamericano y europeo empezaba a captar cultores que examinaban crticamente la realidad chilena, includa la educacin y en ella su fundamentacin filosfica.

Digamos solamente que la concepcin social de la naturaleza humana, la inquietud por el avance de la vida poltica hacia la democracia y la comprobacin de las grandes lagunas de miseria en la poblacin que limitaban el efecto de las acciones educacionales, imponan una forma diferente de examinar la realidad. Una filosofa realista del conocimiento se abrir paso en los aos cercanos a la dcada de los 30, en concomitancia con la nueva institucionalidad y los nuevos esquemas poltico y econmicos que se ensayarn, inspirando modelos diferentes para la educacin que se expresarn en la escuela nueva y en su filosofa inspiradora.

Bibliografa Fundamental.

- Amuntegui, Miguel Luis(1897-98): Estudios Sobre Instruccin Pblica

Imprenta Nacional.

- Anales de la Universidad de Chile, tomo LXXXI y siguientes correspondientes al perodo.

- Ballesteros, Manuel (1872): Compilacin de Leyes y decretos vigentes en materia de instruccin pblica.

- Boletn de Leyes, Ordenes y Decretos del Gobierno.

- Castillo, Gabriel (1952) el Humanismo Clsico en Chile, Memoria indita.

- Celis, L. y otros (1992) Filsofos y Educadores. El pensar chileno en el siglo XX. Facultad Educacin P.U.C. Santiago de Chile.

- Donoso, Ricardo ( 1946) Las Ideas Polticas en Chile. F.C.E. Mxico.

- Letelier, Valentn (1892) Filosofa de la Educacin. Imprenta Cervantes, Santiago. de Chile.

- Snchez, Elena: (1991)Los Valores de la Cosmovisin Positivista y la Asignatura de Filosofa en la Educacin Secundaria Chilena. 1889-1912. Ponencia presentada a las IV Jornadas de Historia de la Educacin Chilena.

10