Fractales - Carmen Megías

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FRACTALES Carmen Megías

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FRACTALESCarmen Megías

FRACTALES

FRACTALES. Para ser precisa y según la RAE, Fractal (del fr. fractal, voz inventada por el matemático francés B. Mandelbrot en 1975, y este del lat. fractus, quebrado): 1. m. Fís. y Mat. Figura plana o espacial, compuesta de infinitos elementos, que tiene la propiedad de que su aspecto y distribución estadística no cambian cualquiera que sea la escala con que se observe. U. t. c. adj.

Llevado al plano poético y al puro quiebre, hacer alusión a los fractales nació de una fractura de alma, desgaste emocional en la muerte de un padre, de la tristeza y el modo quebrado en lo que sobrevive, se van formando fractales, en lo que dura un gotero de quimioterapia, fractales del aire que falta. De agua fractales al cerrar la puerta y caer. Fractales de tierra y fuego en la esperanza y desesperanza del día a día, en la cotidianidad del Cáncer. Fractales de la muerte es el poema que da nombre al poemario, el poema donde me quebré y me quiebro cuando lo leo. Toda la serie Fractales está cargada de una emoción fuerte de tristeza y de pérdida.

No hubieran habido fractales de no ser por cada uno de los poemas que he escrito desde niña, balbuceando rimas hasta llegar al taller de literatura Espaciarte y al maestro Víctor Puertodan, al que estoy plenamente agradecida. En la cuna Espaciarte, conocí poetas y personas maravillosas, y renació mi poeta fusionándome a este grupo. La primera parte del poemario: Ronda de un sueño insomne, nació de ejercicios de clase; El resto son de diversas controversias con María Peiró y Pablo Camus: Circunvalación de la inercia, Poli de gargantas secas, El mundo perro malquerido, y Ébano camaleón en el abismo de una costra.

Una vez instalada en la ronda se prodigó mujer robot, que destila la esencia de mi ser; Y desde ahí juego a buscar, ronronea mi niña triste, puedo cocer versos, ingeniar estructuras, indagar los entresijos de la perspectiva, explorar el anonimato a través de una ballena, soñar la noche, sentir el latido en las muñecas de las manos y abrirlas y andar en gua gua.

Carmen Megías

FRACTALESCarmen Megías

“Ser libre no es un don, es una reconquista”

CHANTAL MAILLARD

“Cómo si yo fuera alguien que me está viviendo”

JULIO CORTÁZAR

Una casa vacía grita en la oscuridad, a un árbol le brotan cajones de las manos sujetando el nido, y un pájaro aprende a volar en el porche de una choza solitaria.Tuerce un ser humano raíces cósmicas y se prenden de su espalda soledades, paredes, inspira el oxígeno del jardín que sujeta su alma y la calienta.

Una estructura pétrea sostiene los cimientos del hombre.

Brilla una idea y se enamora de la ventana del olor a hoguera y de la música, del árbol esqueleto piedra en su raíz. Reza el ser pequeño metido en el armario, se le sale por un cajón el pulmón derecho y se agazapa en los brazos de la guarida, en el olor a limón la presencia humana y la casa saliéndose del folio.

El latido de la casa

I. Ronda de un sueño insomne

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El buen hacer demodé deambulando abrigos,en el cambio de estación,secándose en un abrevadero,flores,encargos a golpe de…altas temperaturas al este del país.

Sorbos de saliva,rotura de fe en combustión, empañando los cristales ahumados,evaporándose…

Tiembla, la palabra prostituta del cuento, la vida se retuerce, y el tiempo se mide cuando se mide…dejamos de buscar,no existen la certeza en este mundoy las agujas enloquecen en el arte de coser.

Celestes y ancestros enlutan el ardor del gran estómago global.

El buen hacer

I. Ronda de un sueño insomne I. Ronda de un sueño insomne

Resbaladensa una gota de resina por mis fosas nasalesy el ámbar del espacio traslúcidose impregna de cortezay se astilla el lapso, secase la traquea doble de cañay torpe remueves la crema hidratante con el perfumemadera y lámina de piel en su conjuro,lágrima barniz de versos, savia emergente de cortezasen las que me voy partiendo las raíces,respiro el rocío áloe de cefaleay va subiendo por mi tronco el horizonte,va por mi tronco bajando vade acordes untando recelo a la cuerda de una rama, re del silente acuerdo,gotera deshojando el funeral de una hojay un lápiz que cuentan cuentos a una púa aferrada en el delirio...

Raíz del sauce que me habita

I. Ronda de un sueño insomne

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Acostada en el regazo del vacíosiento una pala atravesandoun ventrículo y un ven,unas manos, dando forma a la forma de la manoy deformando la montaña, eco en la tez de aire que me monta y que me tala por el tronco…polo norte en la madera somosy tuerces el cuello en busca de mi entrañay la arrastras a tras de trastos nuevos.Equidisto en la falta de estrategia y me quedo como gusano quieta de sedasin alas y sin patas somos capullo y gusanoy nos estiran la seda estos colmillos.Una herida que gira veces de costra,y se esquina la tira de piel arrasadaen un tsunami, un comienzo eterno,pedazo de frases pétalo inconcluso de hiel y tropezarlas líneas y romper estos ladrillos…

Oriente y occidente somos en los vientos de una vela.

El regazo de una llama

I. Ronda de un sueño insomne I. Ronda de un sueño insomne

Tengo un no entre el pero y el sí, lo mimo entre silencios de algodónsin mirarlo a los ojos para que no me lloren,tengo y no lo encuentro por ningún rincón de la memoria y lo pinto en sueños con palabras, pinto el sí azul levanto la cabeza y tiemblo de acantilado.

Hay un pero entre mis dos primeras costillas, lo miro borroso erguirse de buena mañana y ni lo saludo, me da un empujóny caigo sobre la alfombra de ropa sobre los azulejosde suelo porcelánico y ajeno, me hago daño en las muñecas, en el presente, me duele el suelo que pisoy tiemblo de acantilado.Abro la puerta y un vendaval arranca la ilusión de mi cuerpo.

Y un no, embrión del seísmo, que me sacude nocheniña con fiebre, una perra parturienta… Abro la ventana y un cartel con un gigante no,no ves, no miras, no coges perspectiva no lees lo que escribeslo suficientemente alto,un no de pupilas congelándome las manosy tiemblo de acantilado.

Ausencia triangular

I. Ronda de un sueño insomne

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Abro la puerta y un vendaval arranca la ilusión del cuerpo, presiona el pechoadelgazándome la traquea y la pena se vuelve palabrasy las palabras...

Me falta un sí entre el pero y el no.

I. Ronda de un sueño insomne

No hay retroceso en los sueños del camino que nos engulle, los girasoles se tiznan conversión ocular de acuarela, pétalos y oreja pueblan el otoño engullendo combustiones. Maceramos el brío funcionalidad y seguimos caminando amarillo. Pueblo vientre centrifugado y vientre nido de esta especie, circunvalación de la inercia, manos que acarician el impulso y pulso piernas de la vida, signos de barro y tallo delgado en la huída del silencio.

I. Ronda de un sueño insomne

Circunvalación de la inercia

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Trastes de luz deseos, dietarios kilométricos en la cola del INEM,eslabones de un abismo electrocutado,trasto enrutar de la paciencia oleando alternativas, viviendo una imagen repetida tropieza al subir un escalón y trastes de luzapagada, de trastienda encopetada vuelva de nuevo o mejor no vuelva nunca.Sombra en la curva de su oído manguera anudada repetidamente, y tierra seca del alma,sed infinita propagándose en una poli de gargantasvertical del cono obtuso, curva precisaa la sombra de la sordera inmunda y tremenda de feto sordo ante la luz de un nuevo día.

Poli de gargantas secas

I. Ronda de un sueño insomne I. Ronda de un sueño insomne

…y cómo mirar al mundo abandonado en la cuneta cuando no hay enmienda, cuando duele el miedo incomplacencia y sólo sale un canturreoentonado en ojos disoluto, en vientos sin direccióny sueños donde no existe el futuro y aún así se van forjandoen la inquisición del vértigo, cómo morder los labios de este mundo de perdidos y pérdidas y frío, y calor sin atmósfera quemándonosla vida abrasándonos la piel que a tiras arrancael temporal monumento de la decrepitud.

Cómo al mundo mirar en la cuneta…

El mundo perro malquerido

I. Ronda de un sueño insomne

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Se entorna el hilo capricho de su último dedaly van naciéndole preguntas a un niño habitante del silencio, sus dedos colorean señales entre las nubes, puntiagudas,símbolos formando un alfabeto de vida, diáfano, hilvanado, pespuntado en añil,se cose a los picos el ojo izquierdo al hilo el derechoy cosiendo cosido su vientre.

Señales del silencio y un niño hilvanadocordón umbilical del llantoy la secuencia consecuente ébano camaleón en el abismo de una costra.

Fuimos niños, encostramos en las preguntas retorciéndolas hasta cambiarlas,fuimos silencio delegado entre las nubes,ejecutores de franqueza, indios y vaqueros,polis y cacos y buenos y no tan buenos al cambiono tan cambiado, fuimos ganas y alfabeto de vida,diáfanos fuimos pespuntados en añil, cosimos nuestros ojos izquierdos a los picosal hilo los derechos y nuestros vientrescalcinaron en el abismo de la costra.

Ébano camaleón en el abismo de una costra

I. Ronda de un sueño insomne

Ronda de un sueño insomne yergue el tallo de la delgadez mentaly se encrespa el verbo lacio,refresca el ponienteen la oscuridad del mediodíay al subir la tarde cae la luna,estrella por piernas la tierratapiada en la crispación del planetaa la hora del almuerzo,líquida aridez de un filamento alimento de la estéril diarrea placidez del estómago,homogénea abstracción de un grupo desagrupado en la intoleranciay la rectitud de una curva.

Ronda de un sueño insomne

I. Ronda de un sueño insomne

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Busco ranuras de masa gris y se deslizan las ganas con el líquido raquídeo descendiendo hasta mi ombligo, núcleo esencia de la herida y carnecicatriz, úlcera de pecho hermetizándomeen la madera hambrienta de carbón,voracidad del agua empapando el papel en la cueva donde habitan los poetas.

Busco castora la miga que deshace mi pulsoy cerrándose la puerta de la jaulachirría golpeando el aire,me perturbo en la anarquía de las agujasy el tiempo es un laberinto donde siempre pierdo,sometida al caos volando en una corrienteintuitiva desorientación de alasadyacentes a la inconsciencia.

Busco razones en el frío que imperturbable miray resguarda en su pavimento la tristezade los adoquines ojos de espejo,la rudeza encallada a la vida despertandoel verso libre de la cuna, llanto recién nacido en su derroche, en la estrechez que lo atañe y la necesidad de ser lamido incesantementeen su infinita fertilidad.

(Ante su búsqueda)

II. Mujer robot

En la hondura busco en el instinto de lobameciéndome el mediodía con la luna a cuestasy un susurro entre bambalinas, ando de puntillas silente aproximación de una palabra a otray una curva curiosa de la muerte,desnuda, abriéndome indiferente a los astrospara robarles luz conceder fuego y verterme afluente en su regazo.

II. Mujer robot

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II. Mujer robot

Me urge esperarte, andando tu casa despeinada me urges tranquilamente,pausada de posesión introvertidame acunan tus manos permanentesacariciándome gris, ampliando la ondulación desbocada del tejido, entretejiendo caminosme urge que respires en mis pulmones,escucharte lentificada, de pupilas, alargar tus brazospor mi diástole, recalificarte extinguido en mi vientrerenaciendo entre las paredes me urges,te espero de pie, incandescente espero tus ruidos,longitud de una ideaen el placer de prórroga entonando cantata vital para una niña triste.

(Ante su niña triste)

Latido, espejismo dinosaurio olfatoy seguimos sin poder ver más de tres dimensionesretorcidos en un deísmo discontinuo. Erradicamos la palabra superiorpor no hablar de clasismo entre montañasde la cordillera garganta crujida, marcas entorpeciendo el alma de las yemas de los dedosy un amasijo de miedos flotando entre los pechos de una mujer que llora,una mujer que llora y ríe. Deshace sus anhelos en un bizcocho y la harina liga en espirales con el sonido augusto de su risay rueda la espátula apetitos de madera por la masa del descuido humedecido de afluentes. Ríe porque es mujer y llora igual motivoen el aullido de unos dedos que se encojen y lloran taciturno en el moldesin alcanzar la rueda cuando sube la masay el calentamiento globaliza.

(Ante la cocina)

II. Mujer robot

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Desatando el cordón de silencio marea de fuerzas que huyen y encierran con sabor a sueño profundo cansancio…silbido arenal y aire retozando tan cercadel proceso que sus palabras detiene,se entretienen en las pupilasoscuras que una noche las tocarony la mala racha pasa como un murmullo de página.

(Ante el último aliento del día)

II. Mujer robot

Por dónde sangra una estrella, nieve y fuego, cuna de fantasía que aloja el vilo de una luna… por dónde si es que sangra, aristócrata del cielo fraguando el palacio de la noche,no sangra su viento estelar dibujante de cúspides en la retinani sangra una supernova de largas avenidasen una contracción límite.Por dónde sangra una estrellacuando le atraviesa la oscuridady le agita los vértices el pálpito crujir de la punta de un lápiz cuando se rompe, por dónde…Sangra en el rozamiento imposiblecon el sol que la sueña y deslumbra, radiación de una vida y otra vida en un encuentro fortuito,sangra de soledad una estrellaen su belleza y duele mirar tan alta la nostalgia,el ombligo de papel deshaciéndose en savia lunares de nievesonrisa de reflejo agonizante…sangra una estrella sosegada en la cuna del sangrar,en la espiral de un murmullo se escucha el descensoen el camino viejo sangra de fantasmasy ancestros mapa del oficio de la vida,

(Ante una estrella)

II. Mujer robot

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sangra en el alma una estrellasangre helada en el espacioinvertebrado que aloja su dolor,de supervivencia sangra una estrellacuando de pronto, espira su tiempo en la inestabilidad gravitatoriay muere en una colisión de versos para renacer en el enigma de la luz.

II. Mujer robot

A propósito de perspectiva, te diré, que no llueve torcido ni sé canalizar el vacío que estallaen lo que no digo… Sueño sin hablarte y me aprietan los pulmones en los que respirasy bañándose negro la atmósfera grito:no es cuestión de perspectivalo que prevalece, no es cuestión de coloresni de númeroshabitando un simulacro, no siento ni mido los silenciosni me arrimo a la sombra que dejastecuando reía, no es cuestión de perspectivani un matiz lo que late en la venade la izquierda sien, ni dejarlo para otro díamás calmada ni entender que no entiendesno sabes no tienes no.Miro de pie tumbada absuelta y perdida y no es cuestión de perspectiva.Observo de lado lo giroy mastico despacio y deprisaentre dudas a lo lejos lo acuesto intento dormirlo fumo lo siento tronándome en una esquina y no…

(Ante su perspectiva)

II. Mujer robot

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Golpe de luna a la sombra de un misterio translucido en un lago de peces espalda,femenina el ancla de hueso a la cola de ancestral ballenaébano hipnótico del aire mojando el folio,anónimo en el regazo triangular de la hembra hambre,del final de la lente anónimo y ausente enjambrado en jaurías volátilesy el principio a la raya,manos de agua comiendo del enigma anclado bebiendo atragantado el líquido sonar de la propia vozdel sonido propio del silencio, del anonimato.

(Ante el anonimato)

II. Mujer robot

Desfallecen las huellas con el paso de los días y el agua es más translucida a su curso, extendida sobre el cuerpo cae en un profundo recuerdo más allá de cualquier experiencia, necia, creciente y desmedida se acentúa en el camino, infame a su lujuria, al roce de los labios tropezándose con un cuerpo antes de vivir en un recodo del papel, antes de adormecer la implacable levedad del amor, de reírse de sí mismo. Partículas de una forma atropellando el vacío, las magulladuras que abultan su tobillo derecho, el indicio de precipitación en sus muñecas antes si quiera de aprender a tumbarse y sin haber aprendido otra forma que el placer de la carne… cuando hay carne.

(Ante su forma de muñeca)

II. Mujer robot

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Ingeniería de palabras en la avenida de los ojos negros,en la avenida de naves industriales, mar, agua, gua.

Asfalto atascando un riñón, mujer robot busca su reflejo y un espejo en su ombligo,saboreando la lentitud,reflejo del agua gua, gua reflejo del agua, gua,busca su reflejo mujer robot espejo en su ombligo y gua, azul y gua,un espejo busca en las palabras, destellos, olor salado, arquetipo de una carretera de montaña en su pesares, mujer robot y gua, guarda sus zapatos, guapa, paciente parda pa, palabras, gua…palabras y gua.

(en gua gua)

II. Mujer robot

Loba enfurecida entre el follaje, tiembla, tierra bajo las patas cuatro de mamífera, corre loba vorazmente, el pecho es un nido, de heridas henchido, corre loba, se abre una grieta trueno de padre y corre, no parar, respirar no, lamerse las patas, no puede orejas erguidas, inclinadas, hacia dentro y corre, resbala en la grieta una pata y tres, se agarran a tierra profundo y aúlla muñecas en el bosque que le ahorca la loba cruda aúlla muñecas…

Huida

III. Fractales

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Hay una mujer que se sienta y se levanta de mi cuerpo, cristaliza en la mirada del espejo y se tumba sobre la cama una mujer que se sienta y nada mira. Se desviste en recuerdos desnuda de palabras, y se seca mis lágrimas una mujer que se hace vieja en la mirada del espejo, cristaliza sobre la cama una mujer que se tumba y se levanta, la conocen pesadillas desde nunca, la saludan adoquines que no anda y se arrodilla la mujer, mira por la ventana y el marco le sonríe… Hay una mujer que se sienta y se levanta cristalizada, de mi cuerpo.

Transparente

III. Fractales

Canto de muñeca perenne, a través de un aparato inmundo escucho el canto y lloro en silencio, una mosca ronda el té a medio beber, mosca lenta que me ronda aunque la espante, trata de descender por la taza, huele a Rooibos y a miel, escucho la voz de la muñeca, el canto se introduce en el pecho de mi cuerpo, un cuerpo extraño que me transporta sin sentido del ritmo, vuelve la mosca y parada en el cuerpo estiro la mano para espantarla dejándome llevar al lugar donde la muñeca sobrevive, y el cuerpo se cansa y decrece a una tarde de amaneceres muertos, a una vida que la transporta, que decrece y que sólo a veces recobra algo de ritmo en estos tiempos.

Va pesando más profundo el esqueleto, el esqueleto de la vida ronda el té de Rooibos y la dulzura se calza el cuerpo en su decrecimiento, le salen alas, le ronda pesando profundo un aluvión de recuerdos adheridos al esqueleto pesado que perdura.

Leo un libro negro dibujado en mariposa, en cuerpos decrecientes. Tiempo crece inexpugnable en el atardecer de una muñeca congelada, estremecida ante un canto, un ritmo en sus silencios, un corazón arrasado y recompuesto que tiene cosas que decir sobre la muerte, el día que moristeis y el día que moriremos se atraganta, no permite escribir ni leer fácilmente, el tiempo parapléjico amamanta las ganas de respirar invertidas en el esternón de la palabra, del libro negro, de la fase aplacada del ciclo último, bebo de la dulzura ojos de té del cuerpo que me creo pequeña y fuerte, bebo sin poder respirar, de dos ojos redondísimos.

Rooibos

III. Fractales

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Instantes de luz, aire fresco en el pasillo, aire…fresco.

Espacio y tiempo fundidos en un universo de conclusiones susurradas,aliento entrecortado que huele a vínculo,atlas del destello estelar,constelación del vínculo que huele a muerte en el instante que la luz ilumina.

Ubicuidad lacrimógena,lágrima ubicua sin sonidos,eternidad acongojada en el mapa de la blanca pestaña,pinceladas de Van Gogh en los pómulos, al otro lado,detrás de la palabra acurrucada,aguja que atraviesa la piel de un torso y silente caricia de acero y látex,virutas de agua emancipando el alma.

Dos manos sobre una huesuda mano,salvoconducto del quédate que no te vayas,grito entre tres manos sin hueco que te quedes,sobre una mano grito dos huesuda resistiendo rosario,cuentas de aire,inspiración del verbo oxigenado,huracán que atrapa la parcela de tierra ocupada por el hombre,expiración,hidrógeno entre los dedos y gotas de agua atravesando un verso.

Fractales de muerte

III. Fractales

Formas de luz invertida,cueva recoveco y años de vejezy curvas llueven mientras se dibuja un esqueleto,un susurro constante, cascada, fractales de tiempo,arena del alma desierta,concubina en el oído,pasos, posos de café,geografía de la flaqueza humana,inercia del mundo enroscada a un cuerpo,cañas y barro y forma de luz inferida,llueven curvas y se va dibujando un esqueleto susurro constante,arte del fractal melancólico,pasos, posos de café,consecución de lo propio impregnado de lo ajeno,ruido visual y cañas y barro,telaraña de ira,acueducto de recuerdos fractales,desnudos pies al aire del silencio ubicuo,pinceladas de Van Gogh en los pómulos al otro lado,constelación del vínculo que huele a muerteen el instante que la luz ilumina.

III. Fractales

Fractales de muerte

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La voz del aire, el silencio de una estrella esperando ser pinchada, un tenedor, la canción rota de viento, voz soñar silencio y sonambulismo a cucharadas, complicidad en gestos iguales, sentir parecido, aire aplastado entre los labios, bajo la punta fría de la nariz crece el silencio de una mujer redondeada, de estrechos vaqueros, hambrienta, con cuchara casi plana, mate, tiznada de recovecos, bronce pintas negro eslabones donde caer ahuecada y recia, cocinar la pesadez del invierno atragantándose en la voz del aire.

Caer ligera conservando la conciencia, tropezar despacio, arrastrar un cuerpo eslabonado que tropieza consciente, resbala la palabra adherida a los huesos, no conoce el fondo, le crecen puntas, se ensancha la estrella, vuela rozando el contoneo, desciende enumerando los párrafos de su folio escrito, se tapa la cara con gafas de pasta, aprende a escribir, a gritar en silencio, a contener el oxígeno, a ser y a caer ligera conservando la conciencia.

Eslabones de mujer

III. Fractales

Tic, tac, el tiempo, las raíces que me amarran loca en este trance.

Construirme huérfana de raíces, amarre que me instala en lo que formo parte, chupóptero de espacios, chupóptero de tiempo, fusión de esqueletos donde converjo. Respiro del aire que otros respiran, mate inhalar sorda, exhalar, sola. Sorda de soledad en el espacio. El entorno caldera y la sordera me infunden retroceso, tic tras tac, abrir cada cerrojo que une organismo y raíces, abrir cerrojo, unir raíces. Lo que queda es herida, casi cicatriz, ningún pendiente adorna ya el ombligo, nadie vigila la existencia, la no presencia, la voz, el reloj pedazos del panal, mis costumbres en su olor, un ser que dejo de existir humanamente y tomó una postura más liviana.

Odio el reloj, ruido que me marca cada segundo, cada segundo ingratitud de la hora exacta. Reloj redondo de pared, el inútil tic me recuerda que estoy parada, que he crecido hacia dentro, tengo que cortar raíces, cortar raíces, cortar… El sosiego es imposible, imposible siento sus montículos de tierra, cruje el omoplato, cuello rectus, intestino grueso…odio ese reloj. Descuelgo el tac de la pared y le saco la pila, descanso gris raíces, desenroscarlas, temo romper algún órgano vital, deshacer los nudos y cada día revierte encrucijada, un traspié…cada día encrucijada y órgano vital.

Debajo de las ojeras recopilo raíces, debajo de las lágrimas el tiempo. Debajo de las lágrimas el tiempo.

Raíces

III. Fractales

Eslabones de mujer

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Raíces delgaduchas se enroscan en otras gruesas, aferradas al interior, al tic tac, las raíces que me amarran saben abrir ventanas, puertas, mover los labios, los labios no emiten sonido en el silencio catacumba de un reloj sobre la mesa. Recopilo ecosistemas, me crispo en la falta de pellejo, no ser, qué hacer, ser en continuo desaliño, dejo crecer las ojeras, me despeino y lloro, hace humedad en mi cuerpo de invernadero, ser o no ser raíces delgaduchas. Aferrada al tic tac abro ventanas, abro puertas y muevo los labios, los gritos retumban el silencio de un reloj.

Agujas, tac, puntas, humus. Raíces de queroseno me estiran hacia un ecosistema cálido y mojado, la humedad ramifica tic en las fronteras con la piel, vibra el reloj sobre la mesa, tic tras, ser en continuo desaliño, dejar crecer tac las ideas, despeinarse y vibrar y ser, aferrarse al calor, no ser raíces delgaduchas, aferrarse al latido.

Me siento y recopilo silencios enormes. Recopilo pasos, registro cajones, relamo el esqueleto de letras que me cobijan mujer y costumbre, deshago lenta las raíces del tiempo convertido en cerrojos, hilvano de tierra el agujero que ha dejado, desenredo las ojeras, las arrugas, el tic de las ideas, los recuerdos, crujidos, desenredo el horizonte olor de su cuello, las manos torpes de botones, recopilo agua sobre la lengua terrosa.

Me siento y recopilo silencios enormes.

Tic, tac, el tiempo, alimento de raíces que me enganchan infinito, el silencio de un ser que ha echado raíces y riega, que converge a modo de tic tac, a modo de agujas marcando el paso del tiempo que pasa y no pasa, tic, tac, el tiempo, las raíces que me amarran loca en este trance. Tic, tac, el tiempo…

III. Fractales

Late un despojo,golpetecla a las yemas de los dedos, las células, el golpe en cada fragancia de la esencia, cadencia en golpe, cadencia elemental que defiende la palabra pespuntada.

El rumbo deglute asfalto,las células cosidas, la aberración mastica tierra,supura carnes que gimen, aúlla células madre, alcohol para desinfectar la utopía, teclagolpe cada vida cada golpe encendido de palabras.

Late un despojo de ilusión,golpe golpeando las teclas encendido,sintiendo yemas, los dedos de las manos,golpes de teclados interplanetarios,golpetecla,late un despojo, una ilusión ilusionándose en el golpe,golpetecla a las yemas, los dedos, células interplanetarias, golpes de teclado en la fragancia de la esencia.

Latido

III. Fractales

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Loctite, contaminación del recuerdo arrastra los ojos al noreste.La vida rezuma un latido de voz en la frente a surcos.

Retomo contacto.

Agazapado al glup, la distancia ronronea el gato negro, en la esquina exhibe calor, el cruce del espacio con la ausencia,hueco de doblar costados, correr, llenar la parte dormida del cerebro. Se enciende la farola, la esquina, se enciende la calle, el quinqué de la mesita, el contoneo...

Retomo contacto.

Loctite de costado, glup en la distancia, en la estantería,glup en imágenes,litros de agua para una garganta seca, la vida rezuma un latido de voz en la frente a surcos...

Loctite

III. Fractales

I. Ronda de un sueño insomne - El latido de la casa- El buen hacer- Raíz del sauce que me habita- El regazo de una llama- Ausencia triangular - Circunvalación de la inercia - Poli de gargantas secas - El mundo perro malquerido - Ébano camaleón en el abismo de una costra - Ronda de un sueño insomne

II. Mujer Robot- (Ante su búsqueda) - (Ante su niña triste) - (Ante la cocina) - (Ante el último aliento del día) - (Ante una estrella) - (Ante su perspectiva) - (Ante el anonimato) - (Ante su forma de muñeca) - (En gua gua)

III. Fractales- Huida- Transparente - Rooibos - Fractales de muerte - Eslabones de mujer - Raíces - Latido- Loctite

Indice

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FRACTALES

Carmen Megías Vicente (Valencia 1979). Poeta e Ingeniera Informática. Conoció al poeta Víctor Puertodan en septiembre del 2006 y comenzó el primero de los 3 años de poesía, junto a Guillermo Roqués; Se fue haciendo grande el grupo de poetas: María Peiro, Paloma Ángel, Mabel Valero, Natalia Ruiz de Cenzano, Sebastián Vitola, Pablo Camus, Gonzalo Lagos, Sergio Marin, Ana Noguera, Lorena del Hierro y María Mormeneo.

Sobrevivimos al maestro como fragmentos a su imán, creamos un taller clandestino de plaquetas, convivimos en la aventura literaria Transfusiones y en el Kaf Café.

Dibujo de Aldo Alcota para FRACTALES

Colección: Transfusiones.Directores de la colección “plaquetas”: Aldo Alcota y Guillermo Roqués.

FRACTALES©Texto: Carmen Megías.©Diseño: Guillermo Roqués.©Dibujos: Aldo Alcota.©Maquetación: Guillermo Roqués.

©De esta edición: Transfusiones Plaqueta FRACTALES.C/ Guardia Civil 22, esc 2 pta 33.46015 Valencia.e-mail: [email protected] de la propiedad intelectual. Número de solicitud: Primera edición: 2010

Ninguna parte de esta publicación, incluidos el diseño de la portada, las fotografías y las ilustraciones, puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera o medio alguno, sin permiso previo de los editores/autores.

Este libro fue impreso en Valencia en Mayo 2010