Jürgen Habermas Premio Nobel Filosofia
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Jürgen Habermas recibe el “Nobel”de FilosofíaJürgen Habermas y el filósofo canadiense Charles Taylor reciben en Washington el Premio Kluge por su trabajo sobre cuestiones fundamentales de la filosofía política.
P U B L I C A D O : H A C E 4 0 M I N U T O S
El mundo moderno cambia continuamente y nada lo detiene.
Cuestiones filosóficas como esta imprevisible modernidad
forman parte de la obra del alemán Jürgen Habermas y el
canadiense Charles Taylor, trabajo por el cual recibieron
el Premio Kluge, equivalente al “Nobel” de Filosofía. “Estoy
contento de recibir el premio y ser el primer alemán en
hacerlo”, aclaró a DW antes de la entrega.
A partir de mediados de los sesenta, Habermas trabajó como
profesor invitado en universidades estadunidenses. El
galardón, otorgado por el Centro John W. Kluge, de la
Biblioteca del Congreso de Washington, se concede desde
2003 para promover pensadores que van más allá de las
disciplinas de los premios Nobel. Entre los ganadores están la
historiadora india Romila Thapar, el filósofo francés Paul
Ricoeur y el antiguo presidente brasileño Fernando
Henrique Cardoso. Cuando se habla de este premio como
una promoción no se trata de una exageración, puesto que
está dotado con 1,5 millones de dólares y supera incluso al
Nobel.
ENTREGA DEL PREMIO JOHN W. KLUGE EN WASHINGTON.
El origen del galardón se remonta a la ciudad alemana de
Chemnitz. John W. Kluge creció allí como hijo de un ingeniero
que falleció en la I Guerra Mundial. Su madre contrajo
matrimonio con un germano-estadounidense y se mudaron a
Detroit, donde Kluge trabajó cómo vendedor de zapatos hasta
llegar a ser jefe. Como empresario, invirtió después en
alimentación y medios, hasta tener numerosas cadenas de
radio y televisión. A partir de los 90 se convirtió en mecenas y
en el año 2000 donó 60 millones a la Biblioteca del Congreso,
partida de donde salió el premio para Habermas y Taylor.
HABERMAS Y LA “ACCIÓN COMUNICATIVA”
Nacido en 1929, Jürgen Habermas estudió en Gotinga y Bonn.
A partir de 1956 investigó en el Instituto de Investigación
Social de Fráncfort, un semillero de jóvenes activistas de
izquierda que también inspiró los movimientos del 68. Su obra
gira, sobre todo, en torno al espacio público donde, según
Habermas, se produce un proceso de comunicación guiado
por la razón que mantiene unida a la sociedad. Las teorías de
ambos ganadores insisten en la compresión del individuo y su
conexión social, argumentó la concesión James H. Billington,
director de la Biblioteca del Congreso. Además, Billington
alabó a los premiados por la “profundidad filosófica de sus
perspectivas políticas y morales”.
Siempre comprometido con el discurso público, Habermas se
tomó un momento también para comentar a DW su visión
filosófica sobre el tema de los refugiados en Europa: “El
derecho de asilo es un derecho humano y se debería tratar
con justicia a los que lo solicitan y aceptarlos con todas las
consecuencias”, aclaró. Europa se ha dormido durante la
crisis y hace tiempo que se exige a Francia y Alemania que
desarrollen una política europea común, también sobre
cooperación en la política de refugiados. Por otra parte,
aunque suele ser crítico con el Gobierno de Berlín, alabó la
reacción alemana: “Hace muchos años que no estaba tan
contento con el Gobierno alemán como ahora”.
En 1999, Haberman defendió la intervención de la OTAN en
Kosovo diciendo: “Si no hay otra forma, los países
democráticos vecinos tendrán que prestar ayuda legitimados
por el derecho internacional”. Una opinión que también
defendería hoy sin dudarlo en referencia al régimen de Assad
en Siria. “Las intervenciones militares en Irak, Afganistán,
Mali o Libia nos mostraron que los poderes que intervienen no
están dispuestos a asumir las consecuencias. Es decir,
construir estructuras estatales. Por eso, en muchos casos
la intervención ha empeorado la situación en vez de
mejorarla”, explicaba.
Sobre su aprobación de la intervención en Kosovo, Habermas
lo hizo entonces con muchas “objeciones”, pero eso se olvida
rápido. “Los filósofos son cautos”, aclaró el galardonado, e
intentan preparar el camino a las nuevas generaciones. Por
eso, Habermas dedicará parte de la dotación a un premio
para promover a los jóvenes talentos en la Universidad de
Fráncfort, la escuela donde acumuló muchos de sus méritos
académicos.