La unidad una estrategia de planeación para la articulacion de saberes
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LA UNIDAD
UNA ESTRATEGIA DE PLANEACIÓN PARA
LA ARTICULACIÓN DE SABERES.
Por. Mg. Saúl Romero Morales.
Desde la pedagogía existen diferentes definiciones sobre unidad, pero la sola palabra, nos lleva
a pensar en una programación o construcción de un plan previo a la intervención, en donde se
mezclan una serie de factores, que comprometen el proceso de enseñanza-aprendizaje con una
coherencia metodológica interna y por un período de tiempo determinado, pensamiento en el
que encuentro coincidencia, especialmente con Antúnez y otros, como Ibáñez, 1992.
Otros autores que hacen referencia a la unidad, la configuran desde un conjunto de actividades
que se desarrollan, para la consecución de unos objetivos, que deben estar orientados a dar
respuesta a todas las cuestiones curriculares, en especial, al qué enseñar (objetivos y
contenidos), cuándo enseñar (secuencia ordenada de actividades y contenidos), cómo enseñar
(actividades, organización del espacio y del tiempo, materiales y recursos didácticos) y a la
evaluación (criterios e instrumentos para la evaluación); todo ello, en un tiempo claramente
delimitados (MEC, 1992, 87 o 91 –en Cajas Rojas de Infantil o Primaria respectivamente-).
Con un criterio más hacia una unidad de trabajo (Escamilla, 1993, 39), piensa que esta es una
oportunidad de planificar el proceso de enseñanza-aprendizaje, alrededor de un elemento de
contenido que se convierte en eje integrador del proceso, aportándole consistencia y
significatividad. Esta forma de organizar conocimientos y experiencias, considera importante, la
diversidad de elementos que contribuyen a la contextualización del proceso de aprendizaje,
porque observa: nivel de desarrollo del estudiante, medio sociocultural y familiar, proyecto
curricular y recursos disponibles, para regular la práctica de los contenidos, desde una
identificación de objetivos básicos, que servirán como referentes para establecer pautas
metodológicas, con las que se trabajará las experiencias y también, el registro de resultados a
través de un proceso evaluativo.
Otro punto de vista sobre unidad, hace referencia a la posibilidad que esta tiene de concreción,
en relación con todos los elementos del currículo: qué, cómo y cuándo enseñar y evaluar; pero
también, esta debe ser entendida desde un proyecto de trabajo, un taller, la programación de las
rutinas, el seguimiento del tiempo libre, la programación de la lectura compartida, una salida
pedagógica, etc. siempre que supongan una planificación por parte del docente de un proceso
de enseñanza y aprendizaje.
Coherente con este discurso, una unidad podría propiciarnos entonces, un ambiente especial en
el que podemos diseñar un conjunto de actividades debidamente organizadas y enlazadas
entre sí, para conseguir un fin determinado; posiblemente, a través de una o varias tareas
integradas y orientadas para obtener en definitiva, hablando específicamente del sector
educativo, un producto social relevante; en donde, se pueda evidenciar la estrecha relación que
debe haber entre el conocimiento y la acción, para alcanzar un aprendizaje significativo, al cual
se llega, cuando se puede aplicar lo aprendido en contexto,aproximándonos de esta forma al
desarrollo de unas competencias desde un aprendizaje funcional, insertado en la vida real.
Complementando lo anterior, hay que tener en cuenta que las competencias, igual que las
actitudes, no son potencialidades a desarrollar, porque no son dadas por herencia ni se originan
de manera congénita, sino que forman parte de la construcción persistente de cada persona, de
su proyecto de vida, de lo que quiere realizar o edificar y de los compromisos que derivan del
proyecto que va a realizar (Jacqueline Valera Santander /Azucena López Chalén). Luego, la
construcción de competencias, debe relacionarse con una comunidad específica, es decir, desde
un entorno social, respondiendo a las necesidades de los demás y de acuerdo con las metas,
requerimientos y expectativas cambiantes de una sociedad abierta.
De acuerdo con lo anterior, el contexto es fundamental, para problematizar situaciones que
permitan la resolución de una situación – problema, desde la cotidianidad y la combinación de
todos los saberes disponibles, que permitirán en consecuencia, identificar alternativas de
solución; cuando también, en el proceso se facilite la comprobación del dominio adquirido, en el
manejo de un determinado conocimiento.
El éxito o fracaso de este tipo de experiencia, depende del nivel de compromiso y pertinencia
por la apropiación de saberes y de la forma como se puede abordar los procesos de aprendizaje
y de control de resultados; por esta razón, es fundamental fortalecer la investigación como un
ejercicio al cual se le debe hacer un seguimiento puntual, posiblemente a través de rúbricas
como una herramienta de evaluación,que con unos criterios claros, puede servir de guía de
trabajo, tanto para alumnos como para profesores y al tiempo, permitir la verificación en relación
a los desempeños alcanzados, de acuerdo con la competencia objeto del problema y del plan
articulado el cual no puede estar aislado del objeto de estudio, en relación con la misión de la
institución educativa. Lo anterior, en concordancia con la autonomía establecida desde la
promulgación de la ley general de educación.
Formalizar lo anterior, conlleva al desarrollo de un diseño curricular, que debe estar ideado
desde el “proyecto educativo institucional” (PEI) y un enfoque pedagógico, que trascienda los
modelos tradicionales, superando las concepciones de posmodernidad, para aproximarse a lo
transmoderno, teniendo en cuenta que desde el MEN, están establecidos unos referentes de
calidad y unas metas de alta exigencia al 2025, sobre la base constitucional de formar
ciudadanos desde una perspectiva global, que nos exige pensar con una visión de mundo.
Con estos referentes un proyecto curricular, debe tener como una de sus principales políticas lo
relacionado con la interdisciplinariedad, la interculturalidad y todo lo que al respecto nos lleve a
“integrar saberes en contexto”, luego es posible pensar que como estrategia de planeación,
se puede adoptar el concepto de unidades integradas; las cuales, pueden ser de aprendizaje o
didácticas, siempre que como táctica estén ligadas a resolver situaciones en contexto,
apoyándose para ello, en procesos investigativos y el trabajo por proyectos.
Para comprender mejor esta propuesta, es necesario precisar los conceptos que podemos
asumir, con respecto a la relación o diferencia, entre unidades de aprendizaje y didácticas, como
se puede apreciar en la siguiente tabla.
UNIDADES DE APRENDIZAJE UNIDADES DIDACTICAS
FINALIDAD
Su fin es promover la participación activa de los estudiantes, desarrollando habilidades de
pensamiento, razonamiento crítico y analítico.
Promueven la interacción con el entorno social desde un proceso de aprendizaje; propiciando así, la aplicación de conocimientos previos, la utilización de variados recursos didácticos y el
fomento de una autoevaluación formativa permanente.
Es una oportunidad para la selección, secuenciación y
complejización de contenidos, por tanto, resulta ser una estructura
pedagógica de trabajo cotidiano en el aula, especialmente para áreas específicas de estudio, pero con
dificultad para establecer relaciones de interdisciplinariedad.
MEDIACION
Se desarrollan a través de un conjunto de actividades.
Están centradas en los contenidos.
No hacen parte específica del plan o programa de estudio sino que resultan de la problematización
en contexto.
Se extraen del programa o plan de estudios.
No obstante lo anterior, la Red Interamericana de Educación Docente RIED de la Organización
de Estados Americanos OEA (2015), a través del curso “Pensamiento crítico, un reto del docente
del siglo XXI” cree pertinente además de estos aprendizajes por unidades, tener en cuenta otros
enfoques y metodologías como: el trabajo colaborativo, el aprendizaje por problemas y los
seminarios socráticos.
En algo estamos de acuerdo y esto tiene que ver, con los tipos de contenidos, desde un plan
curricular y en especial en lo relacionado con lo que el estudiante tiene que aprender. (Véase
gráfico 22, tomado del módulo 3): Elementos para la planeación de una secuencia de
enseñanza, de la Red Interamericana de Educación Docente RIED.
Igualmente, tampoco se puede dejar de lado el trabajo colaborativo para lograr unos objetivos
compartidos, ya que es una estrategia que tiene como objeto fundamental, que las personas
aprendan a trabajar juntas, desarrollando habilidades académicas y sociales; siendo clave, que
cada grupo de estudiantes esté identificado con un nombre, un logo, un lema, una canción, etc.,
complementado lo anterior, con un diario de reflexión, en donde se sistematicen los avances del
grupo y de sus miembros, con el fin de fomentar la reflexión y auto-evaluación en cada grupo al
final de cada actividad.
Como no todas las personas interpretan un problema de la misma forma; entonces, es necesario
abordar el aprendizaje por problemas, formalizado desde una especie de “conflicto de ideas” a
nivel de un seminario socrático, para generar nuevos conocimientos, mediante el
cuestionamiento y el análisis de información relevante; esto supone, una buena escogencia de
textos para obtener más información, con el fin de argumentar en los debates, reflexiones y
conclusiones.
Lo descrito hasta ahora, esta en gran correspondencia con la iniciativa que tiene la ENSV, en
torno a formalizar las unidades didácticas, para continuar en la línea del modelo de la “ACCION
Y LA CONSTRUCCION”, como una estrategia de aprendizaje, que se encuentra
fundamentalmente ligada a las teorías constructivistas; que como sabemos, siguen la corriente
del constructivismo, la cual afirma que el conocimiento humano de todas las cosas, corresponde
a un proceso mental del individuo; que además, se desarrolla de manera interna y conforme el
sujeto interactúa con su entorno.
Este tipo de unidad, básicamente aplica atendiendo a los siguientes elementos:
Objetivos didácticos: enunciado desde las capacidades que deberá alcanzar el alumno al
fin de la unidad y que deberán ser coherentes con los objetivos generales y específicos.
Contenidos: en relación con los saberes organizados de manera armónica y que se
enuncian como conceptos, procedimientos y actitudes.
Actividades: concerniente especialmente con aquellos medios, que permitirán lograr los
objetivos previstos; teniendo en cuenta: la recolección de ideas, actividades introductorias,
de desarrollo, de síntesis y de expresión; además, de una evaluación de los resultados
obtenidos.
Tal vez lo más coherente, seria no centrarnos solamente en los contenidos; sino en un análisis
en donde nos podamos aproximar a la cotidianidad y la realidad, aprovechando para ello la
relación entre aprendizaje por proyectos y el aprendizaje por investigación, como dos
estrategias que responden a una necesidad de lectura de un mundo globalizado y altamente
competitivo como el actual, en donde prácticamente todos los rincones del planeta, están
interconectados y dependen el uno del otro. Desde este punto de vista, resulta de suma
importancia, que los docentes contemos con habilidades y competencias para orientar análisis
situacionales o diagnósticos que permitan identificar situaciones problemicas en contexto,
con preguntas desde las cuales nuestros estudiantes puedan abordar alternativas de solución,
haciendo acopio de saberes pertinentes, que puedan aprehenderse, cuando se logre demostrar
que este ejercicio teórico, puede aplicarse y efectivamente es aprovechado en un contexto real.
El fundamento de lo anterior, está ajustado a la participación y las acciones aplicadas, para
“aprender haciendo”, tanto de forma individual como en colectivo, desde los estudiantes, pero
donde el docente se constituye en un guía u orientador, teniendo también la posibilidad de
ejercitarse, si comprendemos la importancia del seguimiento a estos procesos en la vía de un
mejoramiento continuo, que nos permita coadyuvar al mismo tiempo, en la sistematización de
resultados, para evaluar nuestro desempeño como formadores con un carácter diagnóstico
formativo.
Para poder hacer en esta perspectiva, un plan estratégico, se debe diseñar una ruta que permita
identificar la unidad de aprendizaje y proyecto, para lo cual proponemos los siguientes pasos o
momentos, los cuales también se ajustan a los que el docente debe evidenciar para su
evaluación diagnostica formativa:
1. Identificar un punto de partida o eje central para el diseño de un plan académico, desde la
identificación de una situación, problema, necesidad u oportunidad, aunque también
puede ser relevante las fortalezas presentes en el contexto o lugar en el que se encuentra
la comunidad educativa; esto quiere decir, que debemos hacer observaciones focalizadas
así:
En relación con el contexto interno: aspectos relacionados con el PEI, plan de estudios
y caracterización de los estudiantes.
En relación con el contexto externo: resultados de las pruebas SABER, características
de la población, conocimiento ambiental y geográfico del área de influencia de la
institución educativa, oportunidades productivas de la región y además tener en
cuenta el fomento de la cultura del emprendimiento en cumplimiento de la ley 1014 de
enero 26 de 2006.
2. Luego de la observación y compilación de evidencias del contexto, se procede a cruzar la
información para precisar todas las inquietudes existentes a través de preguntas, que
luego categorizaremos en fundamentales y específicas para identificar el proyecto.
3. Basados en el título, descripción y justificación del proyecto, identificaremos en
consecuencia, las metas y trayectorias para la investigación o proceso de aprendizaje.
4. Posteriormente, a cada meta se le asignan unas actividades; estas, serán la guía para la
articulación de las áreas, las cuales tendrán sus referentes de calidad desde el MEN, lo
previsto en el plan de estudios del grado especifico desde la institución educativa y los
aportes particulares, en relación con el problema a resolver a través del proyecto.
5. Con el plan articulado concebido, se procede a la elaboración del plan académico, el cual
puede determinarse por periodo, semestre o año, dependiendo de las políticas que al
respecto determine la institución educativa a través de su PEI o sistema de evaluación de
estudiantes.
6. Finalmente en su ejecución se tendrá en cuenta una agenda o diario, para el registro de
evidencias, de conformidad con los subproductos y producto final, como resultado para los
estudiantes en cumplimiento de unos desempeños y una o varias competencias. Para el
docente, es la oportunidad para mostrar el seguimiento del proceso (en este caso a través
del video) como requisito para su evaluación diagnostica formativa, aunque existen otros
instrumentos igualmente validos (véase una visión de la evaluación diagnostica formativa
para docentes por Mg. Saúl Romero Morales en: http://es.slideshare.net/ ).
Lo interesante de todo lo anterior, es que la ENSV, desde la gestión académica, tiene previsto un
plan estratégico de aula, direccionado por una pregunta, que resulta de las áreas, omitiendo el
punto de partida; sin embargo, este proceso puede ser válido cuando se concibe la planeación
por unidades didácticas, ya que estas se centran en los contenidos; en este caso, asumirían
solamente los pasos 5 y posiblemente el 6 del anterior proceso.
El llamado es para hacer un trabajo de problematización en contexto y que se proyecte una
unidad de aprendizaje que se pueda desarrollar a través de un conjunto de actividades desde
las cuales es más fácil articular diversas áreas, como ya se viene haciendo en las prácticas
pedagógicas investigativas del programa de formación complementaria de educadores para el
nivel de preescolar y ciclo de básica primaria.
Como evidencia y también como ejemplo, podemos encontrar informes de los docentes en
formación de la práctica rural en http://vanguardiacairoalto.blogspot.com.co/ en donde
lograremos en detalle, ver el desarrollo de los pasos sugeridos para identificar la unidad de
aprendizaje y proyecto; sin embargo, a continuación podrán observar en el siguiente formato
una especie de resumen de los pasos de la propuesta de diseño.
UNIDAD DE APRENDIZAJE Y PROYECTO.
DIAGNOSTICO Y CATEGORIZACION EN CONTEXTO HASTA IDENTIFICAR LA SITUACIÓN – PROBLEMA.
TITULO DEL PROYECTO: PREGUNTA PROBLEMATIZADORA:
DESCRIPCIÓN, JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS DE LA UNIDAD.
META(S) ACTIVIDADES EJEMPLO DE ÁREAS DE POSIBLE ARTICULACIÓN EN RELACIÓN CON LA SITUACIÓN – PROBLEMA.
RELACION
CON EL PROYECTO
MATEMATICAS LENGUAJE SOCIALES CIENCIAS TECNOLOGIA ARTISTICA
NOTA: por cada área, se hará una relación por desempeños o contenidos, según la habilidad del docente en relación con cada una de las actividades y obviamente debe haber una secuenciación y observancia, desde los diseñados por el MEN, los del plan de estudios de la institución educativa y otros, según la necesidad con respecto al proyecto.
PLAN ACADEMICO.
AREA ESTANDAR COMPETENCIA DESEMPEÑOS
CRITERIOS DE EVALUACION. EVIDENCIAS EN RELACION
CON EL PROYECTO.
BAJO BASICO ALTO SUPERIOR SUBPRODUCTOS PRODUCTO
FINAL
MATEM. LENGU. SOCIAL CIENC TECNO
ARTIST NOTA: Se inicia su diligenciamiento, trasladando a la columna de desempeños de todas la áreas, los identificados en la tabla anterior de articulación, pero identificándolos según sean del SABER, HACER O SER; igual en los subproductos, lo establecido en relación con el proyecto. Luego se diligencia la casilla de estándares, retomando los vigentes del MEN, para luego construir las competencias en relación con los desempeños y posteriormente, de acuerdo con estos últimos se establecen los criterios de evaluación, los cuales estarán directamente relacionados con el producto final.