Fundación Universitaria Agraria de Colombia

Contaduría Pública

Seminario permanente en ciencias económicas, ambiente y ruralidad

Segunda sesión “Economía campesina y Soberanía alimentaria, retos para la articulación entre la academia y

los/las pequeños/as productores”

Editora

July Carolina Rojas Gómez

Director de investigaciones

Facultad de Ciencias Administrativas y Contables

Decano

Director de programa

Coordinador de investigaciones

Invitados

William Chavarro Rojas

Fredy Ordoñez

Diego Tupaz

Marco Fidel Liz

Aliex Trujillo García

Wilmer Liz

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Alfonso Cortés Rodríguez

Sergio Damián

Carlos Ancizar Rico

Egui Laurencio Gutiérrez Herrera

Luis Abraham Gutiérrez

Moderadores

César Yamit Beltrán Torres

Juan Carlos Ruiz Urquijo

Seminario permanente en ciencias económicas, ambiente y ruralidad

Segunda sesión “Economía campesina y Soberanía alimentaria, retos para la articulación entre la academia y

los/las pequeños/as productores”

Tabla de contenido

Seminario permanente en ciencias económicas, ambiente y ruralidad 1

Segunda sesión “Economía campesina y Soberanía alimentaria, retos para la articulación entre la academia y los/las pequeños/as productores”

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Seminario permanente en ciencias económicas, ambiente y ruralidad 2

Segunda sesión “Economía campesina y Soberanía alimentaria, retos para la articulación entre la academia y los/las pequeños/as productores”

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Introducción 3

1. La economía campesina y la soberanía alimentaria 51.1 La soberanía alimentaria y su relación con la economía campesina, las redes solidarias y visiones indígenas 71.2 Los actores frente a la soberanía alimentaria y retos para la academia 26

2. Redes solidarias en soberanía alimentaria 29

3. Análisis de los retos de la academia en relación con la economía campesina y la soberanía alimentaria 29

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3.1 Sobre el concepto de soberanía alimentaria 293.2 Los retos para la academia 323.3 Los actores de la soberanía alimentaria 34

4. Experiencias de producción y consumo campesino e indígena para la soberanía alimentaria 35

4.1 Introducción 354.2 La experiencia organizativa de los productores campesinos e indígenas 363.3 Retos y percepciones de la inserción a redes de distribución y consumo de las experiencias campesinas e indígenas 43

5. Análisis sobre las experiencias de producción y consumo para la soberanía alimentaria 58

5.1 Las características en común de las experiencias 595.2 Aportes de la academia a la soberanía alimentaria 595.3 Prácticas y aportes para construir el concepto de soberanía alimentaria 605.4 Los retos que aparecen 61

Anexo I: preguntas orientadoras mesa redonda del 01 de noviembre de 2013 62

Introducción

En noviembre 6 y 7 de 2012 se realizó el primer encuentro del “Seminario permanente en ciencias económicas, ambiente y ruralidad”, creado con el objetivo de poner en debate el papel de nuestras disciplinas en relación con las problemáticas que enfrenta Colombia en lo ambiental y rural, para proponer soluciones desde la investigación y la proyección social, socializar avances de investigación y promover el diálogo entre diferentes actores.

El seminario es un espacio pensado en torno a problemáticas que deben ser resueltas con el trabajo mancomunado de todas las disciplinas del conocimiento, reconociendo con esto las discusiones actuales de la filosofía de la ciencia, acerca de la necesidad de unificar y articular el conocimiento (Wallestein, 2006). Pero además con la articulación entre el conocimiento experto y los conocimientos tradicionales, populares y de la experiencia, a través de formas de diálogo de saberes.

Las problemáticas que interesan para este seminario parten de reconocer los retos de la globalización y de las particularidades locales, presenta también un compromiso con la necesidad de reformular el desarrollo de nuestra sociedad para que sea sustentable, y por tanto (como se expuso en el documento del seminario pasado) de construir una sociedad sustentable, y nuevas maneras de pensar y actuar. No podemos seguir el mismo sendero de desarrollo de los países que lo han logrado por diferentes razones: las dinámicas culturales condicionan la forma como la sociedad asume y responde a los programas que se han fijado como recetas del desarrollo (Escobar, 2007) pero no han logrado sus propósitos; seguir el modelo de desarrollo de los países Europeos y de Norte América conllevaría a un colapso, pues según muestran los cálculos de Huella Ecológica (Márquez, 2003) se requieren entre 3 y 5 planetas respectivamente

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para lograr que toda la humanidad sostenga los niveles de vida de los países desarrollados.

Entendiendo lo ambiental como la relación sociedad-naturaleza, aparecen retos que se gestan entre lo ecológico y social (cultural), que abren un abanico de diversas opciones de reflexión, análisis e investigación. El tema central de esta versión del seminario es lo rural, en torno al cual aparecen problemáticas ecológicas y sociales que se hacen más complejas con los problemas políticos, económicos y de infraestructura que se entremezclan con la guerra que vivimos desde hace más de 50 años, justamente relacionada con la propiedad por la tierra, y con la injusticia social que se hace cada vez más cruel en el campo.

Por su parte la ruralidad le han acontecido situaciones similares, pues ha sido asociada a referencias culturales, políticas, demográficas, sanitarias y económicas, según la ciencia o disciplina que la aborde como su objeto de estudio. De tal suerte que los adjetivos con los que se ha denominado los estudios “rurales” son varios: rural, agrario, de comunidades campesinas, de la vida silvestre. Hoy es necesario resignificar y discutir académicamente las definiciones, aproximaciones y usos que se le dan a los espacios rurales, como otro eje que permita analizar los aspectos económicos, políticos y sociales detrás de los aspectos que no observamos desde las estructuras urbanas.

Finalmente se orienta el análisis de las problemáticas rurales y ambientales desde las ciencias económicas por el liderazgo que ellas han mostrado en formulación de políticas públicas y en la toma de decisiones. Además, se plantea como un reto para …conectar con lo del ministerio…

El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Universidad Nacional (2009) plantean una agenda de investigación y desarrollo tecnológico en cadenas productivas agroindustriales, con el fin de “hacer más eficientes los procesos de producción y comercialización y buscar nuevos nichos de mercado (15). Tomar como referente de análisis la cadena productiva se torna estratégico para abordar la problemática rural desde aspectos económicos, sociales y ecológicos, puesto que es necesario identificar los diferentes eslabones y actores que intervienen en la generación de algún producto agrícola.

Una de las principales preocupaciones de la humanidad es la satisfacción de necesidades, entre ellas la de alimentación. Los objetivos de desarrollo del milenio se proponen erradicar el hambre… ¿Quién produce? ¿Quiénes alimentan al mundo? ¿Qué orientación se debe seguir para lograr la alimentación de todos?

En ocasiones se ha puesto en duda la eficiencia económica de los pequeños productores, sin embargo un estudio reciente concluye que “los productores agrícolas, indiferentemente de la escala de su actividad productiva, logran ser eficientes cuando acceden a condiciones de entorno favorables, y que los pequeños productores, así como los agricultores familiares, muestran nítidamente no solamente eficiencia sino también capacidad para generar desarrollo económico y soluciones efectivas a la pobreza rural” Forero, Garay, Barberi, Ramirez, Suárez, & Gómez, (2013: 75). Si sumamos a esto la eficiencia ecológica, otros estudios como el de Altieri & Toledo (2011) comparan el sistema alimentario industrial y sistema alimentario agroecológico

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campesino, tomando como variables de análisis la energía, escala, autosuficiencia, fuerza de trabajo, productividad del trabajo, productividad ecológica, diversidad, conocimiento y cosmovisión; y plantean, citando a Rosset (1999) y Vía Campesina (2010) “ los agroecólogos han demostrado que los  sistemas agrícolas de baja escala son mucho más productivos que los grandes, si se considera la producción total y la eficiencia energética, en lugar del rendimiento de un solo cultivo” Altieri & Toledo (2011: 13). Por eso el seminario muestra posturas desde los productores hasta los consumidores, con un panorama sobre los elementos que caracterizan la economía campesina y soberanía alimentaria.

En este sentido, lo ambiental y rural para este seminario se articula en torno a la soberanía alimentaria entendida como “es el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo” Vía Campesina (1996). Es este uno de los temas pensados en la planeación del seminario, el tema central de esta segunda versión del seminario es “Economía campesina y Soberanía alimentaria, retos para la articulación entre la academia y los/las pequeños/as productores”

Como se plasmó en el seminario anterior, las propuestas de desarrollo hasta ahora instrumentadas no han logrado superar problemas sociales como la pobreza, ni han reducido los impactos negativos en los ecosistemas, si bien, la búsqueda de opciones pasa por la interdisciplinariedad no basta con ella, se necesitan nuevas aproximaciones y alternativas que reconozcan la diversidad biológica, política, cultural y tecnológica en las que la sustentabilidad se basa” Lo cual implica un encuentro de actores diversos para poner en diálogo el conocimiento experto y conocimiento local. Es por eso que este seminario presenta espacios para propiciar un diálogo de discursos diferenciados, que permitan repensar la articulación entre universidad y en este caso habitantes rurales, basado en la compresión de los fenómenos socioeconómicos de los actores sociales involucrados e interesados.

El texto que se entrega en esta ocasión, son las memorias de dos mesas redondas, en la primera los invitados fueron académicos y representantes indígenas quienes debatieron sobre la soberanía alimentaria y los retos de la academia. En la segunda los invitados fueron campesinos, representantes de procesos campesinos e indígenas, quienes compartieron sus experiencias, y expresaron los aportes que han recibido por parte de la academia, y los retos que tiene frente al campo. Estas memorias son el resultado de un diálogo de saberes, en los que se pone en la mesa de discusión los conocimientos académicos y de la experiencia. En este sentido este libro plasma la memoria de los conocimientos expertos y cotidianos expuestos por los participantes en el foro, en sus dos jornadas.

1. La economía campesina y la soberanía alimentaria

La primera mesa redonda se desarrolló el 01 de noviembre de 2013 en el auditorio principal de UNIAGRARIA. El tema central fue la economía campesina y la soberanía alimentaria. Esta mesa se pensó en tres momentos. El primero es sobre las nociones

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de la soberanía alimentaria, que se ha hecho desde la academia y desde las experiencias los compañeros indígenas que nos acompañan. La segunda relacionada a cuál es la responsabilidad de los diferentes actores de la soberanía alimentaria y la tercera sobre cuáles son los retos de la academia. Porque esto nos va permitir pensar que puedo investigar cómo me puedo vincular a la investigación y pensar desde la academia como podemos aportar.

Para el desarrollo del seminario se formularon preguntas orientadoras las cuáles fueron expuestas por el moderador. Cada invitado dio respuesta a las preguntas (Anexo I) que le fueron formuladas. Se realizaron dos rondas de intervenciones, al final de las cuáles se escucharon las preguntas de los asistentes, estudiantes y profesores. A continuación se presentan a los invitados y al moderador:

William Chavarro Rojas: Pregrado, Magister en Desarrollo Rural de la Pontificia Universidad Javeriana, ha trabajado en Food and Agricultural Organization of the UN. Docente de la Universidad Nacional con el seminario de economía espacial. Su tema de intervención fue sobre la economía campesina.

Fredy Ordoñez: Abogado, Candidato a Magister en Derecho con profundización en Derechos Humanos y DIH de la Universidad Nacional de Colombia e investigador de ILSA. Su tema de intervención fue sobre la soberanía alimentaria en Colombia.

Diego Tupaz: Miembro del pueblo Indígena PASTOS, del Resguardo de Aldana en la ciudad de Pasto, estudiante de Derecho, y docente de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia. Su tema de intervención fue sobre soberanía alimentaria en los pueblos indígenas.

Marco Fidel Liz: indígena NASA del resguardo de Togoima en el Cauca, Estudiante de derecho de la UNIAGRARIA, gobernador del Cabildo Indígena de Bogotá. Su tema de intervención fue sobre soberanía alimentaria en los pueblos indígenas, particularmente del pueblo NASA.

Aliex Trujillo: Ingeniero Mecánico de Cuba, Magister en Desarrollo Educativo y Social, candidato a doctor del Doctorado Interinstitucional en Educación. Se desempeña como investigador en educación, complejidad, innovación y creatividad y como Docente universitario. Su intervención fue sobre redes solidarias y soberanía alimentaria. 

Moderador

César Yamit Beltrán Torres

La mesa redonda inicio con la presentación de cada invitado. En primer lugar...

Diego Tupaz: es indígena del pueblo Los Pastos de Nariño “…Yo he trabajado en la docencia en la Universidad Nacional de Colombia durante cuatro años, en el Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Humanas y también en la

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Facultad de Derecho en la escuela de justicia comunitaria. Hace muchísimo tiempo entre a estudiar derecho pero es la hora que no me he graduado, pero es lo que he trabajado en la universidad en investigación y en docencia - les comento esto porque no es normal que un alumno sea profesor de universidades – también asesoré el grupo de investigación de Cultura y Ambiente. Eso ha sido mi experiencia, espero que sin la prevención de las formalidades y de los títulos, hablarles más de nuestra gente que está allá en los territorios.

Mi nombre es Wilmer Liz, estudiante del programa de Contaduría Pública de Uniagraria. Soy indígena NASA, vengo del departamento del Cauca en Tierradentro y aquí estamos compartiendo experiencias. La idea es que todos intervengamos y esta es la oportunidad de que nosotros brindemos las preguntas e inquietudes de cómo vamos a desarrollar y de cómo queremos vivir y comentarles la experiencias. Venimos (el grupo de indigenas NASA) de sangre de campo entonces no tenemos un conocimiento técnico pero si lo tenemos a través de experiencias y a través de nuestros mayores.

Moderador - Las tres preguntas que se formularon a los expositores previamente tienen un sentido y una orientación. Hay diferentes formaciones y experiencias en cada uno. La mesa redonda se trata de darles respuesta desde sus fortalezas a estas tres preguntas.

La primera pregunta giro en torno a la economía campesina, que es como acontece la economía campesina, la soberanía alimentaria y la relación entre estos dos conceptos desde cada uno de los referentes de los ponentes. La segunda pregunta tiene como fundamento de discusión, cuales son los factores que giran en torno a esta economía campesina y la soberanía alimentaria. Y finalmente estamos como docentes y estudiantes para construir academia entonces nos van a pasar una cuenta de cobro, cuales son los retos que debe tener la academia sobre la economía campesina y la soberanía alimentaria.

1.1 La soberanía alimentaria y su relación con la economía campesina, las redes solidarias y visiones indígenas

Moderador - Entonces profesor William, que se está discutiendo actualmente desde la academia sobre la economía campesina en cuanto a estudios, posturas y ¿cuál es la relación de eso con la soberanía alimentaria?

William Chavarro Rojas

Hay una primera observación que se puede hace para intentar acercarse a una respuesta a esa pregunta. Es que el tema agrario y el tema campesino han venido teniendo una revalorización y una reapreciación desde hace unos poquitos años para acá, cosa que no pasaba antes. Para intentar enmarcar en esta discusión solo en un periodo reciente podemos decir que la cuestión agraria, la economía campesina y desarrollo rural sin duda tuvieron mucho más debate y mucho más tratamiento y discusión en los 50´s, 60´s, 70´s. En los 80´s para acá el tema cayó en franca desdicha, en olvido, se dejó de hablar de ese asunto. De alguna manera podemos

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decir que como un efecto del giro de las agendas nacionales de desarrollo y en la implementación de las sofisticadas estrategias de crecimiento económico en los noventa. Lo que se conoce como apertura económica. Una de las consecuencias de ese giro en la política fue una crisis agraria en la producción y en las áreas sembradas. Otra consecuencia no deliberada fue volver a preguntarse de cuál es el lugar de los campesinos, porque cuando en la crisis se plantean políticas económicas y esto tiene como consecuencia una seria crisis en la agricultura colombiana - bueno como les dije de la mitad de los 90 o desde los 2000 el tema de la economía campesina en la academia y currículos estaba abandonado y de repente vuelve a coger fuerza. Uno empieza a abrir las gavetas de la discusión y empieza a darse cuenta que hay muchas pregunta que no se habían resuelto y se engavetaron porque la discusión no se siguió dando, entonces es un tema que se está revalorizando. Y que se está discutiendo en la academia sobre la economía campesina.

Hay diferentes líneas de análisis de la economía campesina. Una es la modernizante, como lo señala Machado el informe de desarrollo más vendido, dice que la discusión de la economía campesina se ha centrado en como modernizarlo y volverlo más productivo, de tal manera que por esa vía le encontremos un lugar en el desarrollo. En el 83 sobre seguridad alimentaria se estaba diciendo lo mismo, que gran parte de la exclusión del campesinado se relaciona con los beneficios del desarrollo y avances tecnológicos, por el afán modernizante de la economía campesina, que paradójicamente se vuelve en contra de ella y la inhabilita como productor altamente productivo.

Otra discusión en la academia, con posiciones conservadoras y no conservadoras, se caracteriza por seguir leyendo a la economía campesina en términos de brecha de un sector y sociedad rezagada que debe cambiarse para que nos alcance.

Otra línea de discusión es lograr que los diseñadores de políticas y para el desarrollo oficial, sean consciente y entiendan que la economía campesina es otra cosa, no es algo rezagado ni es algo que requiere estrategias de modernización tecnológica, por lo menos no las convencionales.

Entonces ahí hay un rey para la academia, se trata de armar argumentos, intentar pensar que la economía campesina no es un rezago ni atraso, sino es una cosa diferente y que potencialmente ofrece otras estrategias y otras vías. Entonces vuelve a coger vigencia esta discusión desde la primera mitad del siglo XX sobre las vías de desarrollo. Desde la perspectiva de la economía política hay tres vías; Vía clásica, revolución verde y vía campesina.

Moderador - En la presentación justamente hay posturas académicas, redes solidarias y comunidades indígenas. Entonces ¿que se está discutiendo actualmente en la academia sobre soberanía alimentaria?

Freddy Ordoñez

Uno podría hacer tres niveles de la discusión, por una parte que se está discutiendo en Colombia, otra que se está discutiendo en diferentes escenarios a nivel global y que se

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está discutiendo en la academia sobre la soberanía alimentaria. En ese sentido retomaría buena parte de lo que ha dicho William en el sentido de que el tema campesino estuvo ausente en los escenarios académicos en los mismos programas de formación en pregrados y posgrados con algunas excepciones. Por ejemplo en el programa de derecho se evidencia cuando desaparece el derecho agrario del currículo, y algunas cátedras fueron perdiendo valor e interés por parte del estudiantado, esto en un escenario universitario.

Por otro lado, a nivel nacional, el tema se mantuvo pero no tenía la resonancia ni el eco que tienen las publicaciones universitarias, ni pueden llegar a tanto público. Tal es el caso por ejemplo de algunas organizaciones no gubernamentales que trabajamos en Colombia y que trabajamos (se refiere a ILSA) en el tema agrario, el derecho de alimentación y la soberanía alimentaria. Dentro de estas organizaciones se encuentran SINEB, PLANETA PAZ e ILSA. Destacándose en la institución en la que trabajo (ILSA), por ejemplo la publicación de los cuadernos tierra y justicia en 2002, que fue una serie de publicaciones entre revistas y cartillas que abordaban diferentes elementos de la vida rural y del tema agrario en general. Esto también y por otra parte en Planeta Paz una serie de conversatorios sobre la cuestión agraria y soberanía alimentaria, que terminaron saliendo a luz en una serie de publicaciones de planeta. El SINEB que ha trabajado esto desde un movimiento social.

Esto para decir que hubo un componente que se siguió moviendo entre el tema agrario pero que las lecturas no eran tan claras sobre soberanía alimentaria. Es algo que ha pasado en el país y que se evidencia es que tenemos un problema agrario no resuelto, un tema de reforma agraria no realizada que continua con mucha vigencia y mucha fuerza ligada al tema del conflicto armado, abandono, despojo de tierras etc. Desplazamiento forzado que centra un poco la atención de la academia. En ese sentido, y hay que decirlo, el tema de soberanía alimentaria también es un concepto si se quiere novedoso y al que ha entrado poco al país en términos académicos y bueno concepto novedoso del 96 y que más allá de las organizaciones que están vinculadas a la vida campesina es difícil que fluya especialmente en el ambiente universitario. No obstante como lo señalaba William, el tema agrario retoma fuerza, lamentablemente y aunque no lo compartamos, buena parte de esa fuerza la dio el informe de desarrollo humano del PNUD de Absalom Machado, que va a ser su obra maestra mucho más que sus anteriores escritos.

Eso y un resurgir de un movimiento campesino especialmente de un encuentro campesino afro indígena por la tierra y la paz desarrollado en Barrancabermeja en el 2010, pues potencian y permiten que el tema emerja con la suficiente fuerza para que sea considerado por la academia nacional. Bueno esto sin desconocer que había gente que estaba vinculada y venía trabajando cosas por ejemplo la maestría en estudios rurales de la Universidad Javeriana, los profesores vinculados al grupo de CLACSO tanto de esta universidad como de la Universidad Nacional, de la Universidad de Antioquia etc. Con intereses en el tema agrario en específico, pero es a partir de estas coyunturas de 2010 y 2011 que el tema se potencia y surge nuevamente.

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Como abordaje de soberanía alimentaria creeríamos que hay pocos aspectos que han venido trabajándose, sin lugar a dudas hay muchas tesis que se han desarrollado por ejemplo en la Universidad Nacional, voy a hacer referencia a algunas de ellas:

La estructura agraria en la era neoliberal y su impacto en la soberanía alimentaria en Colombia y México una tesis de la maestría de estudios políticos latinoamericanos, de Luis Alberto Arenas de Blanca Pascual.

Haciendo comestible la ciudad. Los indígenas urbanos en Leticia y sus redes en soberanía alimentaria.

Megaproyectos, desacralización y soberanía alimentaria el caso de la palma aceitera en el bajo Atrato de Diana María Peña.

Diana forma parte de un grupo de compañeros que durante un periodo reciente ha venido desarrollando el seminario Antonio García Nossa en la Universidad Nacional. Lo que permitió que se confluyeran varios temas, el tema agrario por una parte, el tema de desplazamiento forzado y despojo de tierras y se empezara a posicionar al interior del estudiantado de la universidad el tema de la soberanía alimentaria.

Esto como productos académicos de diferentes estudiantes de pregrado y posgrado, a la par de esto otras organizaciones y otras instituciones y académicos han venido trabajando el tema más concreto de soberanía alimentaria. Ligándolo con lo que es el análisis y el estudio del sistema agroalimentario a nivel global y el caso colombiano como algo que intentamos hacer en el instituto en ILSA fue una publicación sobre el sistema agroalimentario titulada, “el sistema agroalimentario, mercantilización, luchas y resistencias” que salió en el 2010, y en la cual intentamos conjugar diferentes lecturas. Por una parte un análisis global sobre la forma en que se encuentra estructurado la dinámica del sistema agroalimentario, referido al régimen alimentario corporativo. Por otra parte las particularidades a nivel regional en América Latina, de la forma en que se implementa ese régimen, y estudios de casos de diferentes países entre esos el caso colombiano, tanto desde la dinámica como opera el sistema como las diferentes resistencias alternativas que a este se presentan.

Tal es el caso en ese texto de la soberanía alimentaria y la agroecología, fundamentalmente identificadas como resistencias al modelo. También otro tipo de desarrollos sobre la soberanía alimentaria, el tema agrario, fundamentalmente lo que tiene que ver con la estipulación del derecho de la alimentación como un derecho fundamental, la seguridad y las soberanías alimentarias en diferentes marcos constitucionales en América Latina. Como un primer producto que centro el tema en las formas en que el régimen se presenta que es fundamentalmente a partir de lo que es la concentración corporativa y las diferentes políticas que apoyan o dan vía a esa corporación. Por otra parte lo que es un tercer vector que es lo de los movimientos sociales y sus diferentes alternativas. Recientemente publicamos el texto movimientos alimentarios unidos, estrategias para transformación del sistema agroalimentario que es una traducción de una publicación realizada por Food First en Estados Unidos, y en la cual en un convenio que desarrollamos hicimos esta impresión.

La publicación fundamentalmente intenta dar lectura sobre soberanía alimentaria y régimen alimentario corporativo desde diferentes sectores, diferentes miradas: la

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mirada a los productores, contiene artículos de productores brasileños, el país vasco, organizaciones campesinas; diferentes académicos que han orientado su trabajo hacia la forma en el que el régimen se presenta en el escenario de la producción; y lecturas sobre consumidores y apuestas de consumo crítico, comercio justo etc. (de diferentes países recursos fundamentalmente la de la red de consumo solidario de Cataluña); y las lecturas que tienen los trabajadores dentro de ese sistema agroalimentario, trabajadores de cadenas de restaurantes y; finalmente unas miradas vectoriales sobre el tema, fundamentalmente agroecología, derechos de las mujeres y las posibilidades del desarrollo de un modelo alternativo.

Esto es lo que se ha venido trabajando en el escenario nacional, yo pensaría que es muy poco en relación a lo que son los desarrollos a nivel internacional. Recientemente el programa de estudios agrarios de la Universidad de Yale, el 14 y 15 de septiembre con ocasión de los cuarenta años de la Revista de Estudios Campesinos, convocó junto con otras organizaciones entre ellas Food First a la Conferencia Internacional Soberanía Alimentaria un dialogo crítico.

Esta conferencia digamos a manera ilustración reunió 82 ponencias sobre el tema de la soberanía alimentaria. Obviamente un número mayor de autores de un buen perfil académico, por ejemplo profesores de la Universidad de Yale, de la Universidad de Toronto de Canadá, del Centro de Estudios Food Firs. Abordaron la soberanía alimentaria desde diferentes lecturas, una parte lo que tiene que ver con la soberanía alimentaria en dialogo con diferentes aspectos, por ejemplo reforma agraria, comercio justo, agroecología, etc. De otra parte consagración y estipulación de la soberanía alimentaria en diferentes instrumentos normativos, algunos análisis en lo que ha sido la estipulación en las cartas constitucionales en América Latina de la soberanía alimentaria. Los desarrollos que han tenido estas mismas estipulaciones constitucionales y finalmente lo que tiene que ver con movimientos sociales y soberanía alimentaria.

El impulso que los movimientos sociales han dado para la consagración en marcos normativos, o en el marco de sus luchas como se han venido presentando y abordando la soberanía alimentaria, eso fue a grandes rasgos lo que se abordó en este espacio que fue de una dimensión muy importante y sin duda representó una lectura académica sobre la soberanía alimentaria.

A la par de esto hay unas publicaciones que han venido desarrollándose a nivel internacional mencionare algunas. Aparte de la Revista de Estudios Campesinos, tenemos por ejemplo la publicación que hace la Universidad de Toronto del año entrante, globalización y soberanía alimentaria, la cual recoge varios artículos que ya están circulando entre diferentes académicos. La Revista Internacional de Sociología de la Agricultura y la Alimentación, la Revista Sociología Rural, la Revista de Estudios Campesinos ya señalada, y desde diferentes países y con un respaldo académico institucional muy fuerte han venido trabajando la soberanía alimentaria en dialogo con reforma agraria y derecho de alimentación.

Marco Fidel Liz

Mi nombre es Marco Fidel Liz de la cultura Nasa del Cauca. Respecto a cómo se percibe la soberanía alimentaria especialmente en el pueblo Nasa hay que partir

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desde el punto de vista de la Madre Tierra. Para el resto del mundo es un bien que se puede apropiar pero nosotros estamos en un contexto de respeto por la madre. Desde ese punto de vista se plantea la soberanía alimentaria la relacionamos como una forma en que la naturaleza se relaciona para poder mantenerse en el tiempo. Allá en Tierradentro hemos mantenido la forma de cultivar, una forma de ver la vida, de ver el mundo, donde hay diversidad de plantas y animales. Desde este punto de vista hemos aprendido a manejar la soberanía alimentaria.

Hemos mirado desde puntos de vista que se puede compartir, no simplemente para obtener ganancias, sino para poder subsistir en el tiempo. Digamos la gente está produciendo para obtener ganancias no para satisfacer necesidades de la gente. Y nosotros producimos para compartir, intercambiar y mantener la soberanía alimentaria. Hemos venido haciendo espacios de trueque, en donde se comparte no solo el producto sino también el conocimiento de nosotros para poder mantener las semillas, uno de los temas muy puntuales es como mantener las semillas. Porque si no se mantiene las semillas tradicionales propias obviamente la soberanía va a quedar un poco débil.

Aquí la discusión de ahorita es el tema de las semillas, cuando las semillas se van concentrando en una sola persona o multinacionales uno va perdiendo la soberanía. Ya no puede mantenerse porque uno va a depender de las semillas de las empresas. Lo que hemos hecho nosotros es mantener y recuperar la semilla tradicional como el frijol, la papa, el maíz, tantas semillas que hemos venido rescatando, fortaleciendo. No creando un banco como mucha gente piensa sino simplemente de que todo el mundo produzca, se intercambie. La semilla que no tenemos aquí se la regalamos a los vecinos para que el también ayude a mantener la semilla, es una forma de poder mantener la semillas tradicionales.

Como yo había dicho que es una relación entre el hombre y la naturaleza, antes de sembrar se hace un ritual, porque siempre uno parte del punto de vista de que la Madre Naturaleza es la madre nuestra y por lo tanto merece un respeto. Por lo tanto se hace un ritual de armonización para poder cultivar, posteriormente cuando se terminen los cultivos también se hace otro ritual de agradecimiento por haber producido.

Entonces la soberanía alimentaria la hemos venido inculcando a través de la educación porque creo que para poder mantener una soberanía alimentaria parte de la educación, y la educación parte desde la casa. Entonces es una forma de vivir, de cómo uno se puede mantener acá, de cómo se puede mantenerse en el tiempo.

Creo que hoy la discusión esta por el dominio de las semillas. Entonces claro se discuten grandes empresas como Monsanto que por un lado maneja el veneno y por otro la semilla, entonces ahí uno empieza a ver que están pretendiendo. Cuando todos los días dicen que hay que certificar las semillas, semillas de calidad. Entonces las semillas ya no se reproducen en el tiempo, hay que seguir comprando, la semilla dice necesita tal químico o la semilla dice necesita tal forma de cultivo. Ya viene diseñado como se cultiva hasta de cómo se debe de comer.

Entonces ese es el problema que se ha visto ahora y las universidades sobretodo UNIAGRARIA que ha venido impulsando el campo que debe seguirlo haciendo. Creo

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que es importante crear políticas que correspondan a las necesidades de las comunidades. Entonces desde ese punto de vista para nosotros es importante estar aquí compartiendo con ustedes las formas de ver el mundo, aquí el conocimiento de nosotros, trae conocimiento de la práctica, donde se ve, cómo es que se cultiva verdaderamente. Para ello, hemos venido haciendo una propuesta de Tul NASA para implantarlo acá en UNIAGRARIA. Estamos mirando la forma de cómo realizarlo acá en la agraria. El eco-parque es una muestra para compartir de cómo se siembra, porque más de cómo se siembra es la relación misma del hombre con la naturaleza, porque para uno sembrar es algo mecánico pero para nosotros es más que la misma relación que se tiene con la misma naturaleza.

De esa forma de ver el mundo vamos a compartir con ustedes, esperamos que sin tanto discurso porque a veces la gente se vuelve discursos académicos, que tantos términos complicados que uno ni entiende y que a veces se quedan en los libros. Hay que practicarlo y desde nuestro punto de vista queremos hacer una pequeña demostración, el otro año ya estamos elaborando el proyecto esperemos que sea bien acogida por la universidad porque ya contamos con los estudiantes de la universidad. Ahorita contamos con estudiantes de Tierradentro, como 60 estudiantes aquí en Bogotá en universidades públicas y privadas.

También tenemos un camino universitario que ha venido impulsando el trabajo de las diferentes universidades que quieren compartir con nosotros en el componente de la investigación, que corresponda a las realidades sociales de las comunidades. A veces realizan las investigaciones para las empresas, siendo que ellas las pueden pagar, en cambio a la gente que realmente lo necesita, gente del campo y creo que las universidades deben ayudar a hacer política desde ese punto de vista. Entonces estamos en ese camino que viene impulsando ese proyecto para poder compartir con todas las universidades con la UNIAGRARIA, la Pedagógica, la Javeriana. Les agradezco por este espacio que me han dado, los estaremos invitando al Tul NASA en el eco-parque y estaremos hablando de soberanía alimentaria desde la práctica.

Diego Tupaz

Voy a presentar la noción de la soberanía alimentaria para el pueblo Los Pastos. Muchas Gracias, quiero ver si me hago entender porque me parece este tema es muy complicado. Miren las miradas tan distintas y tan alejadas que puede haber del mismo asunto, yo creo que a ustedes les enriquece bastante como estudiantes y futuros profesionales de esta universidad. Yo sé que hay unos términos enredados pero que no han estado tan enredados, y que no han estado en la academia. En nuestro caso porque el tema indígena ha sido desconocido casi en totalidad por la academia.

Yo llevo trabajando casi 8 años con la Universidad Nacional y esa ha sido la lucha, sea en medicina, artes, derecho, por ningún lado está el reconocimiento que debe merecer ese conocimiento (indígena). Estamos para que nos estudien para que nos manden antropólogos, abogados, sociólogos, pero no para que el conocimiento universal occidental eurocéntrico, haya asumido ese conocimiento real, que tienen las

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comunidades no solo indígenas sino las comunidades rurales de América, no solo de Colombia. Entonces, en ese camino lo poco que llevo de mi vida, y haciendo parte de nuestras organizaciones.

Cuando se ha podido yo he visto varios términos que tienden a confundirse que vienen surgiendo en esta historia. Por un lado se ha hablado de la seguridad alimentaria, luego se empezó a hablar de la soberanía y ahorita muchos compañeros y mayores están replanteando el tema de la autonomía alimentaria. Yo no soy quien para aclararlos, de esto tampoco es que hayan estudios académicos, o seguramente, lo que pasa es que el tema indígena es tan complicado porque el conocimiento se interrelaciona con todo. Por ejemplo la agricultura está relacionada con el cosmos, el mundo de arriba, el mundo del medio y el mundo de abajo. Así es como se relacionan, no es un carretaso de los indígenas, ni su cuento, ni su cosmovisión alejada de todo.

Es sencillo, en la agricultura el cielo y la tierra están juntos, pues con los calendarios agrícolas, solares, lunares, los manejos de las constelaciones. Por ejemplo en el caso del pueblo Pasto, el manejo de la constelación de la Cruz del Sur, y los calendarios luni-solares son una aplicación directa del conocimiento del cosmos a la tierra. Eso no tiene mayor extrañez, no son solo los indígenas quienes lo hacen. El manejo de la luna que hacen las mujeres con las plantas, con la medicina, con la menstruación, con la preparación de los alimentos. Hasta para lavar la ropa, eso es un conocimiento aplicado con los tres mundos, la relación que menciono ahí está, concreta. No solo es el fruto de la especulación humana, sino de unos ciclos biológicos concretos, los que están ahí y lo que han hecho los pueblos es aplicarlos, descubrirlos encontrarlos. Las especies animales el papel que juegan para la producción de ciertos alimentos, el abono orgánico de las especies animales.

Entonces empecemos un poquito con lo de la seguridad alimentaria, el tema de la soberanía, seguridad o autonomía alimentaria es un asunto más de una capacidad que de un derecho. Aquí varios compañeros ya han hablado de cómo ha sido el panorama reciente a partir de las políticas nacionales e internacionales, y como los Estados han asumido a la población rural y a los indígenas. Yo creo que eso no es nuevo decirlo, la población indígena casi siempre ha estado fuera de las políticas excepto de la constitución de 1991 para acá, ya que hay algunos derechos, pero yo pensaría que la realidad indígena es más que desde la cosmovisión, en la realidad, de lucha concreta hay que pelearlo como una capacidad. Eso es lo que están diciendo los viejos, la capacidad alimentaria propia, orgánica, y con ese conocimiento tan profundo siempre ha existido lo que pasa es que eso se ha venido debilitando y esos últimos 500 años ha habido una mano de sucesos que lo han debilitado. Estos últimos 50 en el caso colombiano, pues ni se diga, o podríamos decir incluso de estos últimos tres gobiernos, con la entrega del país por medio de los monocultivos y la expropiación de la tierra por los sectores violentos.

Todo eso que ustedes ya lo conocen y lo manejan ese tema humanitario, entonces yo desde hay veo que la lucha que han ido poniendo los pueblos indígenas ha sido para frenar ese exterminio de la alimentación propia, porque yo por lo menos en el caso de la niñez yo viví así cuando era niño. Nosotros nos alimentamos con maíz, trigo, cebada, todo orgánico porque uno de niño le recuerdan, y le toco colaborar y ayudar, y

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uno vivió esa alimentación tan sana, y esa no es la que tienen ahora mis sobrinos, mis primos chiquitos.

La ganadería y la papa en versión de monocultivo y con todo el pesticida que empezó a surgir con el conocimiento técnico, que salió de las universidades desde los 70 y 80s, que fue campaña para envenenar a la tierra. Desde esa lógica productiva, la alimentación de nuestros niños de hoy es supremamente complicada, delicadísima.

Los departamentos donde más se ha encontrado cáncer de estómago en niños es Boyacá y Nariño, adivinen por qué, por la excesiva papa fumigada, es uno de los monocultivos que más pesticida recibe y eso está claro. Son los estudios recientes, incluso el Ministerio de Salud está hablando de esas cifras, y ¿por qué ha sido? pues precisamente por eso por el deterioro, y si la alimentación cambia a la fuerza (corporal) también cambia. Uno lo ve, los jóvenes que vienen ahora ya no tiene la misma fuerza, pues no solo la fuerza de boxeador sino la fuerza espiritual que para nosotros es material, como la música, el ritual. Las plantas con el ser simplemente y tiene que ver con la alimentación directamente.

En el panorama indígena están moviéndose estas propuestas de seguridad, soberanía y autonomía, y la lectura indígena ha sido anterior al tema de seguridad, este tema no tiene que ser que el Estado nos tiene que cumplir aquí con comida, porque entonces a donde vamos con el asistencialismo, y más cuando los pueblos nunca han dependido de asistencialismo. Estas son razones fundamentales de verlo no como derecho. El tema de seguridad lo hablo también como decir que no falte comida y el indígena - hay pueblos de pueblos - hay pueblos que todavía conservan una abundancia tremenda por su territorio, pero hay pueblos que han sido arrasados por la violencia y por la dependencia de los sistemas de afuera, por las multinacionales.

Ahora podemos tener aquí un pueblo como están en la ciudad mendigando, pueblos enteros, niños en pantaloneta, todo por nuestros sistemas de producción económicos. Parte de mi pueblo afortunadamente hemos tenido tierras muy fértiles, un complejo volcánico. Ha sido una lucha durísima porque ahí ha estado la iglesia, los terratenientes. Todo este tiempo toda esta lucha ha sido por la tierra en el sur, ha sido por tierras fértiles, muy apetecidas y buscadas. Allá están los paperos más grandes del país, los accionistas de papas margarita. Pero entonces ¿dónde queda la población indígena? en esa zona más, si la población nuestra es minoría y por eso ha sido lucha, cuando hablo de lucha es un proceso organizativo, de levantamientos de la gente.

Todo eso que caracteriza al indígena en un solo paquete, es una forma que se ha venido debilitando porque antes era más fuerte. Hoy por hoy lo de la autonomía podría entenderse como por esa lucha por esa capacidad, y es decirle al Estado y a las multinacionales que dejen vivir a los pueblos a su ritmo alimentario.

Por ejemplo mis abuelos no tuvieron los derechos que yo tengo, nosotros tenemos como 28 artículos en la constitución, en universidades hay convenios y ahora tenemos esta condición de estar aquí sentados al lado de ustedes. Pero nuestros abuelos no tuvieron esos derechos ni ese reconocimiento, pero tuvieron una alimentación supremamente sana y por eso llegan a 95 – 96 años. Mi abuela murió de 94 años y la

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primera vez que fue al médico fue a los 94, fue la única vez y cuando los médicos le hacían el historial, los médicos decían oh! Fue por la alimentación directamente.

Para ir cerrando lo que es alimento para las comunidades y los pueblos, no solo es el desayuno, almuerzo y cena, y las onces. Las plantas, por ejemplo, la medicina es un alimento. Los taitas dicen es que usted se está tomando un árbol cocinado, usted se está tomando una planta machacada, usted se está untando unas hojitas secadas, quemadas. Es alimento, entonces recuerdo en un ritual con los duros del Putumayo que son los taitas chamanes, muy conocidos por las plantas fuertes, y una señora estaba asustada porque le decía taita pero es que yo tengo sensaciones de naturaleza como de animales como de la selva y estoy asustada ¿que es lo que usted me dio? Y dice el taita, - no tranquila, que usted se está tomado un árbol del amazonas, es normal que sienta eso, que sienta cariño, de colores que usted no habían visto - El taita dice: tranquilos ustedes toman químicos, de todos los tragos y no se toman el jugo de una planta.

Entonces desde ahí hay que ver a los alimentos, para los pueblos son una definición mucho más amplia, en donde están muchas cosas implícitas no solo la comida, también son otros los factores que determinan la producción de esta comida en esas condiciones. Por ejemplo, vamos a la época de mis abuelos, también había páramos, había bosque nativo y más especies que no las hay ahora. Entonces piensen ustedes sin agua, sin especies nativas y sin bosque nativo, ¿cómo vamos a producir alimento sano?. Pues ahí si tocaría ir a comprarle a Monsanto. Llorando y con toda la humillación que quieran, porque hay unos factores y unos productores para que el alimento sea sano, y si las multinacionales está rompiendo todos los páramos entonces ¿hacia dónde va nuestra alimentación? Yo dejo ahí esas primeras cositas para reflejar el concepto de soberanía alimentaria.

Moderador - la pregunta está orientada frente a redes solidarias, ¿Que son las redes solidarias que se ha venido trabajando? y ¿Cuál es la relación de las redes solidarias con la soberanía alimentaria?

Aliex Trujillo

Buenos Días, yo cuando fui invitado se me ocurrió escribir un texto, lo escribí porque creía que podía leerlo pero siento que mejor lo voy comentando, sobre todo reaccionando o tratando de entrar en resonancia con lo que mis colegas de las mesas han planteado.

Yo quisiera hablar más que cual es el estado actual de ese concepto que podría definirse como redes solidarias. Yo nací en el campo, hasta hace relativamente poco tiempo estuve viviendo en el campo, tuve una infancia feliz, en un país (Cuba) donde los niños éramos protegidos. Todo eso que escuchaba yo del alimento y la soberanía sin saber yo que se llamaba soberanía y sin saber que se llamaba seguridad y solidaridad.

Después de viejo me vine a dar cuenta de que mi niñez fue acogida por esos conceptos. Más tarde cuando envejecí estudie y cuando estudie, estudie muchas cosas y cuando llegue a Colombia se me ocurrió trabajar en el campo. Entonces estuve trabajando con la Universidad Pedagógica Nacional en el Valle de Tenza, con

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la escuela campesina, con agroecología. Mi formación es de físico, entonces estuvimos trabajando socio-física que ahora les explico de que se trata eso, en términos de redes. Después estuve trabajando en el Amazonas, recorriendo Colombia, trabaje un tiempo con la escuela campesina. Como buen extranjero, amo a Colombia porque lao he recorrido, no como quisiera pero si conozco alguito. Mis compañeros que son colombianos siempre me consultan sobre temas colombianos. Entonces yo quisiera defender un poco la idea del extranjero, si me permiten. Es esa persona que viene de afuera que puede ver las cosas, primero con deslumbramiento, después con indignación, después con cariño, porque mis hijos son hijos de esta tierra. Entonces si me sigo poniendo poético me pongo a llorar.

Entonces, redes solidarias. Más que discutir con ellos (mis compañeros de mesa) del problema llamado así, redes solidarias, que creo que los profesores que me han antecedido con suficiencia lo han podido mapear. Yo voy a tratar de hacer lo que hacía Diego un poco, es una manía del académico irnos a los conceptos a mirar que posibilidades tienen esos conceptos para pensar las cosas de otra manera. Yo creo que la universidad también tiene que hacer eso, abstraerse un poquito para mirar quée se puede hacer con eso.

Entonces resulta ser que hay dos conceptos involucrados en redes solidarias, el primero es el de redes, y en socio física las redes están formados por nudos y arcos. Los arcos son relaciones, entonces ¿cómo se está dando? como movimiento social, como en la cultura, uno podría organizar esto en nodos y arcos-r y relaciones. En sociofísica uno hace esos mapeos y puede establecer las configuraciones de las redes y puede actuar sobre eso para mejorarla, para potenciarla. Entonces el concepto de resiliencia de redes, una cantidad de conceptos matemáticos muy abstractos, serviría. Ahí estoy de acuerdo con Marco Fidel, serviría para actuar porque entonces ahí me voy de nuevo a la provincia de Neira, al valle de Tenza. La escuela (campesinas) para quée sirvieron con esto de las redes, y esta teoría de las redes y análisis de las redes sociales. Diría entonces para darnos cuenta lo que hacían los campesinos, siempre era una buena causa para aprender nosotros eso y potenciarlo de esa manera, de la manera de agentes vinculados por un propósito común.

Entonces las redes, ya les dije, es un grafo que uno puede inclusive trabajarlo con computadores, pero también lo que más hemos hecho es trabajarlo con una metodología que se llama cartografía social. Es posible que ustedes hayan oído hablar de ella, que es trabajar con las comunidades a ver de qué manera entre todos podemos construir, y que es el tejido social, y mirar cómo es, qué calidades tiene, qué conformaciones tiene, qué posibilidades tiene para poder transformar.

Yo si estoy convencido que el papel de la academia es actuar sobre el campo. Yo no puedo dejar el campo como el lugar que me hizo crecer, ya a veces me pregunto porque las uñas me crecen tan rápido y yo creo que tome una (buena) leche. Yo siento un poco de tristeza con mis hijos porque nunca van a poder tomar esa leche que también me hacia el bigote blanco, y yo tuve la oportunidad de ordeñarla con esa espuma. A veces me molesta un poco que me crezcan tan rápido las uñas, pero digo, bueno es que (por) la alimentación que tuve, yo tengo huesos sanos.

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El segundo concepto es la solidaridad que es un poco más complicado. Hablamos de redes solidarias, entonces tendremos que preguntarnos qué es eso de la solidaridad, cómo opera. Ahí yo me voy a la filosofía porque yo creo que nos da elementos nuevos, porque a veces naturalizamos que la solidaridad la podemos confundir con la caridad. Entonces ¿hasta dónde va la solidaridad? entonces el filósofo, que su negocio son los conceptos, diría bueno ¿qué cosa es eso de la solidaridad? Resulta que a mí me parece interesante, rastreando el concepto de la solidaridad que es aquello que nos hace hablar en primera persona, en plural, es decir nosotros por ejemplo.

Ahora viene la segunda parte de las redes que a mí me gusta trabajar que es el discurso. Uno trabaja con el discurso, con aquello que fue dicho, que fue recogido en un taller, recoger ese texto y analizar que hay ahí en términos de redes, nos puede dar pistas muy interesantes sobre la solidaridad. Cuando hablamos en primera persona del plural, eso pareciera evidente pero créanme que después de escuchar a tanta gente no somos muy afectos al hablar en primera persona del plural. A veces hablamos en primera persona yo..yo..yo..yo.. (y mismo le he hecho aquí, aunque hay otras formas de decir “yo” sin usar la palabra) y ahí el principio egocéntrico del egoísmo entra a actuar. Creo que todo eso entra en juego cuando pasemos al concepto de soberanía.

Soberanía alimentaria y alimentación tal como se ha hablado acá. Yo decía, alimentar es como nutrir, como nutrir el alma, y eso no me lo enseño ni mi papáa, ni mi mamáa, ni la escuela, eso me lo enseñaron los campesinos y los pueblos originarios con los que he trabajado. Entonces alimentar es distinto a lo que decimos todos los días, no es nutrir, si alimentar no es lo mismo que nos dicen, si soberanía no es lo mismo que nos dicen, si la solidaridad no es lo mismo que nos dicen; e. Entonces esos son los conceptos que hay que trabajar, no solamente para hablar mejor porque no se trata de retórica, sino para actuar mejor.

Si hablamos de nosotros, no porque no lo enseñan, ni porque es políticamente correcto, sino porque así somos, hablamos como comunidad, como catedráticos, hablamos como universidad, como parche.

Ese nosotros en el discurso es un elemento interesantísimo para la investigación, porque yo lo que quiero es una red que no se desbarate nunca y ahí redes que se desbaratan muy fácil. Cuando uno arma o ve que existe una red egocéntrica, que quiere decir que todo se relaciona, en acto discursivo, con una sola persona, si esa persona un día no esta se acabó todo.

Hay tipogías de redes que la matemática, la socio-física han dicho que son buenísimas para tener esa resiliencia como tejido , y como red, entonces es favorable una red aleatoria donde todos estemos relacionados con todos. Es una red que cualquiera que sea suprimido por alguna razón sigue funcionando la red, y eso ¿quién nos lo enseñóo? pues la Madre Tierra es la que sabe de eso, la que sabe cómo hacer para reaccionar de alguna manera cuando hay algún tipo de perturbación o cualquier accidente. Esas son redes que uno como académico, como investigador tendría que promover. ¿cómo se promueve eso? dejar un poco esa idea egocéntrica de la academia de que llegamos a la comunidad, o al campo a arreglar eso. ¡No! es cómo hacemos para retirarnos y que las cosas sigan funcionando, eso es importando en

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estas redes aleatorias, donde todos estemos conectados con todo, y relacionado con todo. Porque la universidad en ese caso sería, o la academia, sería una eventualidad, una cuestión pasajera.

Generalmente, pues lo que decía Diego, yo lo sentí en carne propia porque la universidad colombiana ha escrito más de 10 bibliotecas sobre los pueblos originarios y los campesinos. Cosa tan respetuosa pero de ahí para allá cualquier otra cantidad de cosas. Entonces, en la comunidad siempre uno siente que están diciendo, estamos cansados de la universidad que se lleven todo el conocimiento y después no nos traigan nada, entonces el concepto de intervención en ese sentido es súper importante porque uno va y aprende y da lo que tiene y retorna.

Preguntas de los asistentes

Una vez terminada la intervención de cada uno de los expositores, se procedió a recibir las preguntas de los asistentes, las cuáles fueron respondidas en seguida y se presentan a continuación.

¿Qué aproximaciones tienen desde cada una de sus formaciones y sobre la soberanía alimentaria?

Se sugirió a Fredy aclarar la diferencia entre los conceptos de soberanía alimentaria y seguridad alimentaria, a lo cual respondió así:

Freddy Ordoñez

No es sencillo dar una definición clara sobre soberanía alimentaria. Por una parte es un concepto novedoso, del 96, donde surge la primer definición pero también porque no es un concepto estático sino muy dinámico. En el 96 decíamos una primera definición expuesta por Vía campesina, después una clase de foros en el 2002 y 2007. Una soberanía que empieza en el 96 como una contrapropuesta a la seguridad alimentaria y luego va tomando otros matices para llegar a ser una alternativa al neoliberalismo. Hoy en día una alternativa al capitalismo mismo.

Eso va de la mano con las discusiones que se han dado en estos últimos 20 años en el interior de la Vía Campesina. Hay que señalar que empezó siendo una organización campesina que buscaba posicionarse con 200 millones de personas del sector rural. Y empezó muy de la mano del profesor Chavaco haciendo una contradicción o rechazando este modelo de desarrollo que se estaba imponiendo, y luego toma un matiz mucho más de contradicción al modelo capitalista. Al punto de poderse señalar hoy en día que la soberanía alimentaria seria la apuesta política y programática, abiertamente contradictoria al modelo del capital hoy en día. No solamente en lo que tiene que ver circulación, distribución de alimentos sino en general haciendo la lectura de lo que ha sido la crisis global no solamente alimentaria sino ambiental, económica, etc. Frente a esa crisis la alternativa es la soberanía alimentaria.

Entonces hay diferentes niveles de lectura, esa que es una lectura fuertemente política, que responde al impulso del movimiento social y desde posturas claras sobre el derecho de los pueblos a decir que producen y que consumen. Con la cual no

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estaría de acuerdo pero ha sido una lectura que recientemente Gustavo Gordillo ha utilizado para contraponer a la seguridad alimentaria. (La seguridad alimentaria) es así establecida como una cuestión estratégica nacional e internacional, de la disponibilidad de alimentos básicos y estabilidad de precios, que haya todo el tiempo existencias mundiales suficientes de alimentos básicos para mantener una expansión constante del consumo, y contrarrestar la fluctuación de producción y los precios de los alimentos.

En la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996, la definió como “aquella circunstancia cuando todas las personas tienen en todo momento, acceso físico y económico a suficientes alimentos nutritivos, para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en alimentos para llevar una vida activa y sana”. Esto va muy de la mano con lo que son los elementos el núcleo esencial del derecho de alimentación. Alguno de los componentes -lo que han hecho referencia los otros expositores - el tema de la calidad cultural por ejemplo, como un primer elemento. La definición que dieron las personas que abrieron el espacio me pareció que era más una definición muy de una gran aceptación a nivel internacional. Es la seguridad alimentaria como el derecho de los pueblos de controlar democráticamente, o determinar la forma de producir alimentos suficientes y saludables de manera culturalmente apropiada, y ecológicamente sostenible dentro y cerca del territorio.

Esto se asimilaba mucho a la presentación que hicieron al comienzo, esta es una definición muy generalizada y en torno a lo que propone la Vía Campesina. de otra parte está la discusión que ya han señalado sobre la autonomía alimentaria que es la discusión de la soberanía alimentaria vs autonomía alimentaria, que es una discusión muy nacional y global que poco ha trascendido, es una discusión social y de algunos sectores académicos nacionales.

Moderador: Bueno me voy a atrever a hacer una mirada sobre la manera en que tú planteabas de nuevo y ¿qué es la soberanía alimentaria? Como se había planteado al principio del escenario y como no lo ratifica Freddy, la soberanía alimentaria se habla en general y es el derecho de producir alimentos culturalmente adecuados. Por ejemplo comer guayaba y no aceitunas. Pero que tiene que ver con lo propio y la forma de producción sostenible que eso va a ser importante. Allí también está en discusión la postura que nos pone Diego de que no es un derecho sino una capacidad que debemos tener en cuenta y yo creo que eso es unos elementos que ya nos permiten hacer el debate, ahora si quienes querían preguntar.

Diego Tupaz

Yo termino ahí para que sigan esas preguntas, una cosita es que de pronto nos mal entendemos y yo voy a hacer la rebeldía con el concepto. Yo creo que el consenso lo tienen que hacer ustedes como alumnos, aquí nosotros nos estamos apenas conociendo que no nos hemos dado ni la mano. Entonces yo creo que redondear algo que viene de experiencias tan distintas - que el fruto de eso también como dice el compañero del colectivo me gusta - pues arroja conceptos distintos entonces ustedes hacen ese ejercicio académico y miran. No es con quien se quedan sino que elementos sacan de estos procesos tan distintos de hacer esa lectura.

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Ahora ya dije las palabras pero las vuelvo a decir, la pongo (la soberanía alimentaria) como una capacidad, en el sentido en el que yo la veo como un conjunto de técnicas y tecnologías acumuladas en el tiempo para la producción de alimentos. Ya me réferi que es mas allá de alimentos, la medicina, muchas cosas si es desde la cosmovisión indígena. El paisano dice, el Tul de ellos, para nosotros es la Chagrita, que es un sistema tecnológico que se ha comprobado muy avanzado por la diversidad de productos, por las plantas, especies, por toda la funcionalidad que hay en una huerta campesina, una chagra diversificada, toda la posibilidad que tiene de subsistencia, correlación y todo el conocimiento tecnológico que está implícito en las técnicas, los manejos de los calendarios de las especies que yo anuncie.

Lo resumiría así porque los pueblos indígenas, de pronto, ha sido la herencia. Los mayores dicen que las semillas son la herencia, que en la semilla esta toda la memoria de los pueblos por eso es tan complicado el asunto de la semilla, que nos toca ahora si ir a comprar a las multinacionales, o lo que es peor que va a encarcelar a los mayores por conservar su semilla. Eso es un delito ahora con esta resolución (resolución 970 de 2010 expedida por el ICA). Entonces yo allá voy, si la semilla es una memoria del maíz cuantos miles de años, de la quinua, cuantos miles de años de la coca.

Entonces yo difícilmente podría decir que es un término acuñado ahora sino que es el conjunto de unos elementos de unas técnicas, tecnologías. Yo lo llamo así, porque a veces el conocimiento indígena es impuesto como sabiduría popular o como conocimiento popular, como un conocimiento que se sale de la cancha de la ciencia y la tecnología. Todo ese conocimiento, esa tecnología, esa manipulación que hubo de semillas para haber producido la alimentación que produjo América antes de la llegada de los españoles, es una realidad. Es mas hoy por hoy el maíz es uno de los alimentos del mundo, un invento americano (del continente antes de la llegada de los colonos europeos), en cuanto a esa definición me apuntaría hoy un poquito.

Yo creo que estos dos términos se van a mantener en el tiempo hablando de soberanía alimentaria y seguridad alimentaria, porque si uno dice que de acuerdo a la capacidad que uno produce para alimentarse es soberanía, según el término académico, incluso tiene unos componentes políticos y académicos. Si usted produce es autónomo para poder alimentarse, pero si usted no produce pero tiene plata para comprar y alimentarse estaríamos hablando de una seguridad. Mucha gente lo hace, vivimos de esa forma, pero cuando usted no es capaz de vivir en ese sistema de seguridad, es que usted depende de algo para poder obtener ese recurso económico, para poder buscar el alimento. Entonces lo que esos términos se van a mantener en el tiempo porque mientras no produzcamos no seremos soberanos. Para poder sobrevivir entonces estaríamos hablando solamente de una seguridad y por eso siempre se ha discutido que dejen que los pueblos sean autónomos y soberanos, pero no se ha podido, el gobierno teme que los indígenas sean soberanos y autónomos para poder decidir cómo deben alimentarse. Entonces Colombia va hacia allá, siempre vamos a estar dependiendo de que los alimentos deben venir de otro lado. Mientras estemos hablando de esos términos nunca vamos a hablar de soberanía, ni autonomía. Terminamos hablando siempre de seguridad y es lo que se ha hecho ahorita, y es lo que están peleando los campesinos que dejen ser soberanos, y que

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dejen producir pero que produzcamos con las técnicas de acá, con la del campo que hace mucho tiempo ha venido produciéndose para poder mantener.

Aliex Trujillo

Hay una definición que a mí me gusta, la soberanía es suse refiere al propio soberano y ser su propio soberano tiene un problema, que es que el soberano está asociado con los estados nacionales. Estamos asumiendo unos términos también porque en la discusión es una relación de lucha, y en las relaciones de lucha acoger un término implica lo que políticamente e históricamente arrastra ese término. Entonces repito, ser su propio soberano si bien es un ejercicio de autodeterminación, digamos también arrastra el termino de soberano como el rey, acuérdense, viene de los estados nacionales y monárquicos.

Entonces también sumándonos a la rebeldía, yo diría también, hay en la construcción que tienen que hacer ustedes sobre estos términos, y estos conceptos también hay que poner en sospecha aquello que naturalizamos y usamos en los debates, documentos y entonces ahí el termino de soberanía sería un poco problemático.

Se centran muchísimo en los términos y en la definición y en sus conceptos, lo que yo veo es que ese manejo que se hace es más espiritual y finalmente tiene un fin: es el de mejor salud y evadir todas esas complicaciones que pueden haber en el manejo de cultivos. Mi pregunta es ¿qué punto de quiebre tienen ustedes? (en la academia), porque no se centran solamente en la solidaridad.

Yo quiero hacer parte de ese conjunto de situaciones espirituales y todo lo demás me interesa, pero yo ¿cómo puedo combinar lo tradicional con un terreno especifico como Pasto con mi tierra?, ¿cómo puedo ser participe sin perder tiempo en las definiciones y ser preciso en el recital de todo lo demás?,

Para mí lo específico es tener una mejor vida y preservar la producción, y tener ese acercamiento espiritual que tienen entre esa parte de solidaridad y la conversación con los términos precisos.

La otra pregunta es ¿cómo puedo ser parte sin necesidad de estar físicamente cerca? Entonces la solución es tres que nos unimos a diez, pero hay que partir en la versión en plural. Quisiera insistir en el término de solidaridad y es un término que tiene que ver son la indignación que tiene que ver con ser sensible al horror y el dolor de los demás, y para eso hay que hablar en plural, nosotros los que estamos sentados acá nos solidarizamos con el tema agrario en Colombia y también vivimos como hablamos. Pero veo que también es excluyente porque solo menciona a nosotros, los de acá, entonces ¿qué es la solidaridad realmente?

Que es una solidaridad real, estoy diciendo cual es el principio, el fin, como participo yo activamente. No sé si para mediar digamos, el ejercicio singular así mismo confiere una exclusión, como tú dices, como yo hago, ya implica una exclusión y el llamado de Aliex es justamente la enunciación desde el plural en término de mediación. No podremos llevar a una mediación si no se concibe que existe una exclusión desde la enunciación, el singular. Si la reflexión pasa por un ejercicio de reflexibilidad personal pues que podemos hacer frente a, justamente estamos dando los elementos para

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diferentes definiciones y acciones políticas y las palabras son las cosas. Y que puedes hacer justamente, apropiar esas nociones y definiciones y hacer de ellas lo que tú consideres. Aquí cazando un poquito una pelea con Diego, quien decide definirse en rebeldía, yo quisiera decir justamente que uno son los fenómenos y otros las formas en que se enuncian. Que sucedan las cosas y siempre hayan sucedido no significa que se nombren de cierta forma. Entonces si ustedes se dan cuenta, permitiéndome hacer lo mismo que hace July, existen diferentes definiciones y prácticas para tratar de llegar como a ciertos consensos aquí. Para Diego y para Fidel es complicado la apropiación de la palabra soberanía, y puede pasar por muchos matices, porque probablemente para ellos la soberanía ya es un hecho, es una práctica. Pero la enunciación en si misma constituyen varios escenarios académicos, muchas veces se han hecho en otros escenarios obedeciendo a diferentes prácticas, y esa enunciación y ese discurso es el que puede ser problemático, no necesariamente la práctica, y ahí entro como Aliex, efectivamente cuando se decide enunciar se decide aceptar toda la carga histórica y política de esa anunciación.

Entonces puede pasar por matices sobre orden campesino, sobre la soberanía alimentaria, porque surge como definición de un elemento campesino a elementos de posición política institucional para ser agenciados y quitarle su posibilidad y su potencia de transformación, entonces yo dejaría esta primera ronda de esta forma.

Después de la respuesta a esta primera pregunta surgieron tres preguntas más:

He escuchado diferentes opiniones y puntos de vista y tengo la pregunta, que es, ¿Qué acto, más que todo escrito, publicación, o lo que sea, se ha empleado para llegar a un acuerdo entre ambos polos, para llegar al mismo fin que es la salud?

Diego Tupaz

Yo me atrevo a decir que el mundo académico y el profesional con las organizaciones humanitarias o indígenas solidarias, que han llegado a apoyar el trabajo en las organizaciones nuestras, nos hemos encontrados a veces con esa dificultad. En el distanciamiento con los lenguajes y yo le veo como algo normal porque la universidad convencional eurocéntrica ha estado diseñado así. Eso ha sido una lucha tremendísima yo les dije cuando empecé que lo de la academia había sido muy difícil buscar un reconocimiento, no de lo que dicen los líderes indígenas, ni lo que estudiamos los académicos indígenas, (sino de) lo que han construido y han dejado talladas las comunidades de ese conocimiento tan necesario para la humanidad. Tan necesario que incluso las multinacionales se lo están llevando. Entonces yo creo que es difícil pensar en que los que estamos sentados aquí hayamos podido construir una relación de sectores. Yo creo que ha habido organizaciones que están en eso, yo le veo dificultades, si (por) ejemplo vamos a trabajar con los indígenas necesitamos hacerles una caracterización. Entonces ¿qué les mandamos?, dos geógrafos, dos antropólogos, un sociólogo. Hagamos una lista de los que pueden trabajar con los indígenas, yo que he trabajado con la universidad muchos años, uno dice, caramba pero uno con esas falencias que ve, que eso no es de mandar el indiologo sino, las visiones tan tremendas que hay para reconocer un conocimiento que tiene sus fuentes

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propias, así como la filosofía con los griegos que tiene sus raíces, técnicas y tecnologías.

Veo que es complicado y aprovecho a darle un concejo al compañero de la anterior pregunta, que viene en el mismo sentido, eso con el famoso dialogo de saberes, si usted quiere solidarizarse con esta causa bonita por la vida desde acá es difícil, pero se puede luchar ¿cómo? pues volver más humana esta academia, no volverla tan cerrada hacia otros conocimientos. Yo creo que es una forma de luchar desde acá también, yo mismo ¿cómo aporto desde el mismo salón de clases? ¿Cómo voy más allá de todos los estamentos que se nos quieran imponer para ver el mundo? Pienso yo, ese ha sido el ejercicio de nosotros los indígenas. Nadie nos llegó a decir derecho indígena, aquí están los profesores, a nosotros nos tocó desilusionarnos de lo que nos mandaron a estudiar y agarrarnos duro de nuestros viejos porque no había más de otra. Y de ahí ha surgido una lucha de reivindicar a la universidad, de pararse y decirles – no - un momento y eso creo que construye creo que es un camino que hay por hacer pero es complejo.

William Chavarro

El conocimiento académico es el rezagado, en términos de brecha en particular. Si el conocimiento es rezagado respecto a la realidad, respecto a los movimientos sociales y las perspectivas de los movimientos sociales. Dentro de ese atraso académico, la economía está más atrasada todavía, porque (se) sigue pensando la realidad desde estrategias y desde tecnologías que fueron pensadas hace por lo menos 200 años. Siguen pensando la realidad así porque uno lo encuentra en las noticias. Cuando la crisis del café hace unos meses que los cafeteros se estaban quejando porque les costaba 700.000 producirlo y les estaban pagando 400.000. Entonces la solución que algunos expertos de FEDESARROLLO estaban dando, es que había que avanzar en la búsqueda de tecnologías para el trabajo. Que porque el café ya no podía soportar tantas familias, es un diagnóstico y una recomendación que presume de neutral, que presume de historia, que viven viendo las personas como un insumo, que si aquí ya no se valoriza entonces lo podemos mover a otra actividad como si nada. Como si no hubiera una historia de conocimiento generado que es más costoso reconvertirla, y quizás es más costoso perderla, entonces ¿qué ha hecho uno como para intentar acercarse a esas posturas?

Esta semana alguien decía - mire la resistencia, como modelo convencional se hace marchando, votando, se hace en las comunidades. Pero también es necesario hablarle a la tecnocracia en su lenguaje y me parece que es clave, eso me ha traído muchas limitaciones porque siempre hablo de la tecnocracia para abajo, y si, ustedes me preguntan algo, bueno, y ¿la comunidad que dice sobre eso? Corchado, por muchas razones, porque para mí la realidad se construye en el salón, en los textos, para mí el ejercicio en la economía es un ejercicio más filológico que matemático. Y a eso súmele que yo soy urbano, mi mama es urbana, mis abuelos son urbanos. Pero creo que el problema de la tierra, de la producción, de la agricultura, de la soberanía alimentaria, ha sido un reto formidable a la economía convencional. Me parece que allí hay unas fisuras formidables, que si uno las lee del lenguaje científico académico le puede dar durísimo a esa teoría.

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Cuando yo voy a campo, lo poquito que he ido, es que yo siempre voy es a aprender. Le enseñan a uno, yo digo, este hombre es pura teoría política económica y es brutal, y le digo bueno y ¿usted ya se leyó a Marx? Usualmente no lo ha leído y el tipo sabe por su vivencia, por su experiencia lo que se formalizo hace 200 años. Entonces uno lo lee en los textos y uno dice ¡uy, si! Se dan durísimo, pero uno va al campo y aquí está la teoría económica pura, en boca de ellos. La recomendación que yo le hago a los estudiantes es, miren cada vez que vamos a campo, si el campesino lo dice, párele bolas a eso que contradice al científico. La teoría académica caduca mucho más rápido que el conocimiento popular, yo sé que está cargado de sombras despectivas, pero en realidad hay una profunda envidia del conocimiento académico respecto al popular, porque el conocimiento popular logra algo que el conocimiento académico nunca ha podido lograr. Es como la mitología griega, porque los dioses envidian a los humanos y no al revés. Porque no envidiamos la inmortalidad, la omnipresencia pero no es al revés (por parte de ) los dioses porque los humanos mueren. La envidia no es del conocimiento popular a la academia, es al revés.

Ahora con todo lo que está pasando del acaparamiento de tierras, de que el modelo de desarrollo ya fue por el territorio, si quiere más, hay un problema serio con el conocimiento popular. Si uno lee los documentos de cooperación internacional está cada vez con unas fallas, se está hablando del conocimiento científico y del conocimiento localizado, y eso es aterrador porque entonces uno dice - ya fueron por la tierra, ahora van por las tecnologías que ellos tienen - porque realmente (no solo) han probado que son muy buenas sino que realmente no les han prestado atención. Pero ya se van dando cuenta (los del conocimiento científico) que sí, y el plan es para estropearlas, para patentarlas etiquetarlas y sacarlas de allá (de los territorios). Entonces yo creo, exagerando un poquito, que lo peor que le puede pasar al conocimiento popular no es tanto ser ignorado sino ahora ser reconocido.

Aliex Trujillo

En La Chorrera en el Amazonas le pidieron a la Universidad Pedagógica Nacional abrir un programa en licenciatura en biología y se lo piden los Mayores. Los Mayores son los que piden eso, entonces a mí me dijeron, usted se va para allá en un avión de Satena, lleve mochila, para los mosquitos. Yo me senté a escribir de como seria la física desde la cerbatana el rio y la maloca, y cuando llega él, ya tenía un programa montado de como yo creía que la física debía aterrizarse a la maloca, a la cerbatana y al rio. Cuando llegue allá me dieron tres cachetadas porque, a mí, lo uno que me dijeron fue respétenos, los mandamos a traer para que nos enseñe la física como ustedes estudian, tal cual, con las mismas ecuaciones y los mismos laboratorios y las mismas precisiones y las mismas teorías. Ahí fue cuando entendí que no hay nada más práctico que una buena teoría, y además que es un reclamo que escribí en aquel entonces.

También por acá los campesinos me volvieron a decir lo mismo, nosotros queremos saber cuáles son las ecuaciones con las que se obtiene el metano para un biodigestor. Creo que es la experiencia más grande que he tenido en mi vida, porque uno dice pobre indiecito son tan pobres que le tengo que dar la física mascadita, diluida para que entienda. Y la cachetada, fue eso un momento de - respete yo quiero saber la ecuación completa -, quien fue ese señor, y porque fue tan importante para ellos el

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inventarse eso de la hidráulica, fueron las ecuaciones, el saber occidental. Porque dicen ya no soy campesino profe yo nací campesino pero ya no soy campesino cuando me pican los moscos ya me infecto.

La última pregunta fue:

Hace unos meses cuando estaba lo del Paro Nacional Agrario por las redes sociales decía “apoye el Paro Nacional”, no compre productos extranjeros y aparecía el código de barras donde los tres primeros números debería decir 770. Entonces tu (Diego) nos dices que en Pasto, está uno de los magnates inversionistas de papa margarita. ¿Cómo hacemos para saber qué inversión apoyar? ¿Cómo se sabe para apoyar la parte campesina no como enriquecimiento personal de un monopolio?

Diego Tupaz

Pues yo creo que el sistema capitalista es tan complejo. Desde pelado yo pensaba como atacarlo, si no está en cabeza de unos funcionarios ni de un solo gobierno, sino (que) está en todos los lados, si llega hasta el último rincón. Establecer esa forma de relacionarse y yo no sé, yo vería el asunto, como es que aquí ya nos hemos enredado mucho con los términos.

Pero le cuento la historia así sencillita en Nariño, de una persona, les voy a dar el ejemplo y es conocido a nivel nacional en el mundo de la agricultura a gran escala. Un señor que se llama Alberto Benavidez que según las estadísticas, solo él con su familia siembran más de la mitad de papa en Nariño, y parte al norte de Ecuador. El negocio redondo es que ellos tienen las tierras en las zonas donde los hacendados dominan, si no las alquilan a los indígenas y campesinos, las arriendan y pues la mano de obra (empleo), sale de los grandes paperos de Nariño y Boyacá, es más los tienen asociados como cooperativas y les dan EPS, y una tasa de papas diarias que es casi medio bulto cuando están cosechando. Claro una estabilidad laboral frente a otros pequeños productores que los arrasa. Entonces ¿cuál es el negocio de él? Siembra, controla la mano de obra, toda la producción y cuenta con una flota de mulas que es transporte, directamente las va a dejar a Cali a papas Margarita. Porque les digo es impresionante detectar, ahí me parece muy difícil, ¿cómo hacemos? este sistema esta tan impregnado que no sabemos cómo. Yo le diría, ¡no! vamos a Nariño y compre papas de 200 pesos, que son ahí sin marca, y que dice registro en trámite que lo hacen campesinos indígenas, pero es ilegal. Entonces tú, ya en ese sistema jurídico y económico estas por fuera, tu convicción queda por fuera. Entonces vamos a Margarita que vale un poquito más y dice, mire el empaque está muy lindo pero tú no sabes a quien le estas tributando, todo un sistema productivo nefasto en esa zona que conocemos, la solución es complicada porque en ese mismo sistema estamos nosotros.

1.2 Los actores frente a la soberanía alimentaria y retos para la academia

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Moderador - La segunda y tercera pregunta formulada a los ponentes para el foro se respondieron en una sola ronda, por cuestiones de tiempo y dado que las intervenciones realizadas ya han tocado elementos que dan respuesta a éstas preguntas. Por tanto vamos a orientar las intervenciones hacia la respuesta de dos asuntos ¿Cuáles son los actores involucrados? y ¿cuáles son los retos que le corresponden a la academia?

William Chavarro

Los actores de la soberanía alimentaria somos todos, como dicen por ahí, el problema agrario nos compete a todos, no es solamente las sociedades rurales ni las sociedades agrarias. Porque ha habido o hay estrechos vínculos entre la ciudad y lo rural, incluso se ha escrito que la estabilidad política de las ciudades depende del control del campo. El que controla el campo controla la ciudad, ese es un argumento viejo y de eso se ha escrito mucho.

Como se enfrenta uno con ese modelo gigante que es el modelo convencional, por ejemplo lo de las papas no es un modelo económico sino un modelo jurídico y legal, sobre el que sustenta y más allá de eso es un modelo espacial que le permite mantenerse y continuar.

¿Cuáles son los retos? la semana pasada la Universidad Externado invito a un profesor de Brasil que es muy reconocido, que ha trabajado mucho los modelos socio territoriales, (del) movimiento social que crea su territorio, su espacio. Él estaba intentando hacer una charla de un tono informal y era de la teoría frente a la academia, el espacio, el territorio y como ahí jugaban los movimiento sociales. Uno de los retos que planteó al final lo hizo a manera de invitación, desde la academia ¿qué se puede hacer? ¿Cuáles son las competencias de la academia? ¿Reflexionar teóricamente en abstracto? Ahí hay mucho trabajo que hacer, que aunque a primera vista es inútil una teoría con aplicación inmediata eso requiere trabajo. Los paradigmas, pensar en abstracto se remite a los paradigmas de pensamiento a los grupos de cómo piensan la realidad.

Existe un paradigma convencional con diferentes nombres, el mito del mercado autorregulado, el modelo de inversión capitalista, el modelo tecnológico que aumenta la productividad por trabajadores. Son diferentes nombres que se le puede dar al desarrollo y eso tiene una manifestación teórica, pues como reto académico está cuestionar esa formulación teórica. Porque sirve, porque ayuda a entender las medidas de política económico-jurídicas y tecnológicas, no es simplemente porque a alguien se le ocurrió, no es una decisión arbitraria porque quiero y puedo.

Cuando revisa más cerquita uno se encuentra con una construcción teórica que lleva por lo menos 200 años, un poco más, desde los fisiócratas que se ubican las primeras semillas formalmente y jurídicamente establecidas del liberalismo económico. Frente a ese temor de la escasez y el cultivo de cereales, entonces es un modelo económico que se ha venido construyendo, que sigue vigente y se sigue imponiendo. Hay que pensar en los paradigmas, encontrar las fallas teóricas, hay que señalarlas y hay que

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hablar la jerga de los tecnócratas. Porque a veces se le entiende miedo y los economistas si son expertos en eso, porque ellos lo que hacen es técnico.

Los tecnócratas no negocian, no dialogan, solo se reúnen, van a campo, socializan. Los tecnócratas informan y explican. Usted cómo cree que se hace una producción eficiente de frijol, de tomate eficiente, cuantos insumos necesita y cuanta mano de obra contratar. Ellos asumen que la mejor manera es contratando personal, buscando economía de escala en la agricultura, integrando alianzas y centrándose en el comercio, comercialización y en la competitividad. ¿Qué puede hacer la academia? pues repensar eso, se escucha más y más que la primera victoria del neoliberalismo fue en la academia, se permeo los currículos occidentales, están permeados de esos valores, cuales son los valores, son un modelo, competitividad, especialización, uniformidad y el espacio como una sola cosa.

En el modelo convencional no hay espacios, hay un espacio, no hay territorios, hay un territorio, no hay tecnologías, conocimientos, sino una tecnología y un conocimiento, y todo lo demás está atrasado, rezagado. (Eso se evidencia) cuando uno mira los informes del Banco Mundial, miren ustedes desde el 88 para acá han salido tres informes sobre agricultura.

Todo eso está conectado y cuando uno mira las propuestas de desarrollo agrícola uno encuentra categorías como “nueva ruralidad”, “nuevo campesino” y “enfoque territorial”. En la Universidad Nacional y la Universidad Javeriana, de ahí surgieron las propuestas en los 90 de la nueva ruralidad, que es una política anti campesina por esencia. A pesar de que hablan de pequeños productores, hace una semana en la FAO lanzo una cosa que se llama directrices voluntarias de la gobernanza de la tierra, el agua y los bosques. (Solo) una vez aparece la palabra campesino, aparece mucho indígena pero campesino una sola vez, y por ningún lado se habla de derechos campesinos que ya es un logro de la vida campesina, (eso) no aparece por ningún lado. Ahí detrás hay un constructo teórico, si la academia tiene algo para aportar puede ser ahí, eso es un reto gigante.

El modelo convencional tiene una foto, es una gráfica, un plano cartesiano y aparecen dos curvas, una es la participación de la agricultura en el PIB en el informe del Banco Mundial. Una sociedad sabe si se está desarrollando si esas curvas van hacia abajo y la agricultura genera cada vez menos riqueza y menos empleo, ese es el monstruo en el que nos encontramos.

Moderador - Frente a la responsabilidad y los retos indudablemente lo que dice el profesor William, hay un escenario que es construir conocimiento alternativo y opuesto al conocimiento que se propone desde los diferentes espacios universitarios o diferentes centros académicos. Ahí habría que señalar una cosa y es que lo que podría verse como dos posiciones antagónicas en esta mesa realmente no lo son.

Si consideramos que la noción, desde el espacio académico depende de la soberanía alimentaria, es la defensa de una bandera política o construcción política, y de una herramienta de análisis que han realizado comunidades

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rurales. Decimos algunos académicos, sobre todo los académicos críticos, retomamos ese paradigma de soberanía alimentaria y lo utilizamos como herramienta para analizar diferentes entornos, y diferentes dimensiones. Pero es el reconocimiento de que es una construcción exclusiva y es un aporte al conocimiento de las comunidades rurales, que son más de 200 millones vinculados a la vida campesina, son quienes han hecho es construcción y esa categoría, entonces ahí no creo que haya una dicotomía.

No hay una ruptura entre las posturas en la mesa, todo lo contrario, digamos ¿cómo utilizar la soberanía alimentaria para hacer un análisis de cómo deberían ser las políticas agrarias para el desarrollo del país? Por ejemplo, ¿cómo utilizar la soberanía alimentaria para indicar que es posible construir otras formas de hacer economía? ¿Cómo la economía social o solidaria? Cómo a partir de la soberanía alimentaria, no todo económicamente se tiene que mover en la administración de la ganancia sino todo lo contrario. Como lo plantea la economía social, lo que se busca es brindar las posibilidades para la que la vida persista y florezca, y lo que implique la maximización o la ampliación de los elementos que posibilitan la vida.

En términos espaciales como entender la posibilidad de distribuir el territorio en los espacios rurales, en el país a partir del paradigma de la soberanía alimentaria. Entonces como entender que si hablamos de soberanía alimentaria tenemos que hablar de pequeña producción, diversificada, de comercio local de proximidad, y todo ese tipo de situaciones que bien algunos hemos intentado enfatizar y analizar sobre la construcción de lo que es soberanía alimentaria.

Eso por un lado una de las cuestiones que fundamentalmente la academia tendría que realizar es como esos conceptos y esos conocimientos que desarrollas las actividades rurales verlos jugar en otros escenarios.

Texto de Aliex Trujillo

2. Redes solidarias en soberanía alimentaria

3. Análisis de los retos de la academia en relación con la economía campesina y la soberanía alimentaria

El interés de este seminario se orientó a los retos de articulación entre la academia y los pequeños productores, los cuáles se abordaron en los capítulos anteriores. Ahora el propósito es realizar una síntesis de las discusiones al respecto, retomando los aportes y los temas que generaron debate.

3.1 Sobre el concepto de soberanía alimentaria

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El primer ponente William Chavarro pone en la mesa las posturas modernizaste y XXX que tienen miradas particulares sobre la economía campesina, y buscan estrategias para ubicar la economía campesina lo que consideran debe ser el desarrollo. Para el debate plantea que la noción de economía campesina debe dejar de verse como un sector rezagado, como el osito feo del desarrollo, y aceptar que es diferente. Además, el profesor William Chavarro expresa una de las responsabilidades que tiene la academia, se trata de construir argumentos para mostrar cómo es la economía campesina.

Lo anterior implica que las nuevas lecturas sobre la economía campesina requieren comprender como funciona sin tener que encasillarla dentro de las formas predominantes de desarrollo. Se trata más bien, de darle el lugar que tiene en el desarrollo, por ejemplo, rescatando las formas como construye cohesión social y el aporte a la alimentación del país. Lo anterior requiere que se garanticen condiciones, seguridad, acceso a financiación, a media de comunicación, asociarse para poder negociar mejor.

Como planteó Freddy Ordonez en Colombia la soberanía alimentaria ha sido manejada desde las organizaciones campesinas, hay que agregar que los indígenas también han realizado una labor importante al respecto. No solo al posicionar el tema, su aporte es milenario, pues aguardan un conocimiento ancestral, y sostienen unas visiones de mundo y prácticas culturales que sirven de ejemplo para la práctica de este concepto de soberanía alimentaria.

En el caso de los pueblos indígenas, o entender la noción de soberanía alimentaria de los pueblos indígenas requiere reconocer una visión de mundo, y una forma concreta de ver y relacionarse con la naturaleza.

Los representantes del pueblo NASA, Marco Fidel Liz y Wilmer Liz se refieren a la soberanía alimentaria desde la noción de territorio. Su territorio es ese espacio denominado Tierradentro, su noción está vinculada al respeto por la Madre Tierra, por la diversidad de plantas y animales, desde costumbres como el compartir, el Tul y ver en el conocimiento de los viejos el futuro. Se trata en el fondo de cómo estos elementos se articulan para poder subsistir en el tiempo, por tanto hay una mirada de largo plazo.

Marco Fidel Liz, cuenta como en sus prácticas culturales hay figuras como el trueque que permite mantener las semillas, elemento esencial de la soberanía alimentaria. La visión de soberanía alimentaria del pueblo NASA tiene valores propios como son el respeto por la naturaleza, y esto se expresa por medio de rituales.

En las diferentes exposiciones pudimos ver diferentes definiciones de soberanía alimentaria, esto nos embarca en una de las tareas más apremiantes en la investigación y es definir aquello que se va a investigar, delimitar el objeto de estudio. Se ha habló de seguridad alimentaria y de soberanía alimentaria, Diego Tupaz refiere a que los mayores están hablando de autonomía alimentaria.

Así la autonomía alimentaria está asociada al conocimiento de las comunidades, un conocimiento práctico que surge de la relación con la naturaleza y de prácticas culturales, donde la forma de ver el mundo está relacionada con el hacer, donde no

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hay separación del mundo material y espiritual. Entonces desde la postura que plantea Diego, los viejos de los pueblos indígenas están definiendo a la soberanía alimentaria como una capacidad de producir y relacionarse con el alimento, no solo por su composición nutricional, sino en una relación entre lo material y espiritual. Una noción de soberanía alimentaria que también pone en tela de juicio las tendencias de asistencialismo, que implican en ver a la soberanía alimentaria como un derecho.

Otro concepto que se pone en la mesa, es el que presentó Aliex Trujillo, quien expuso sobre redes solidarias. Él explicó como desde la sociofísica han trabajado en la construcción de redes con herramientas cualitativas como la cartografía social. Planteó a las redes como una forma de mirar lo que hay, incluidas las posibilidades de transformar, lo cual implica trabajar con el discurso.

Su posición frente a la noción de soberanía alimentaria es reflexiva, y dice que eso tiene que ver con nutrir el cuerpo y el alma, que lo ha aprendido de los campesinos y los indígenas en su experiencia de vida y profesional. Además nos dice, -“hay que aclarar los conceptos para que el acto corresponda con el concepto (…) si queremos una red que perdure, debe ser una red solidaria, que en el discurso y el acto hable de nosotros, una red egocéntrica se rompe muy fácil, el mejor ejemplo de una red duradera es la Madre Tierra. Ese tipo de redes se deben promover como académicos” este es entonces otro de los retos que tiene la academia.

Aliex en un sentido similar a lo que planteó William dice que el primer paso es dejar la idea egocéntrica de que como académicos vamos a llegar a solucionar los problemas, en sus propias palabras “Entonces, en la comunidad siempre uno siente que están diciendo, estamos cansados de la universidad que se lleven todo el conocimiento y después no nos traigan nada, entonces el concepto de intervención en ese sentido es súper importante porque uno va y aprende y da lo que tiene y retorna”.

En este sentido se lanzó una pregunta con la intensión de aclarar el concepto de soberanía alimentaria. Freddy plantea que el concepto ha evolucionado, pasando de ser una expresión de rechazo al capitalismo en su fase de globalización y de neoliberalismo, hasta convertirse en una apuesta política y una alternativa que enfrenta no solo los problemas asociados a los alimentos sino también a las diferentes crisis globales (económico, ambiental, de alimentos…). Por su parte el concepto de seguridad alimentaria surge desde Cumbre Mundial de la Alimentación en 1996, y se inserta en la política nacional como un asunto estratégico.

Mientras la soberanía alimentaria vista como un derecho, tiene otros componentes como el cultural, en el sentido de que se habla de territorio y de la necesidad de que la producción de alimentos vaya de la mano con prácticas culturales. Es una noción de gran aceptación, sin embargo Freddy pone en la mesa la existencia de otro debate que enfrenta la soberanía alimentaria versus la autonomía alimentaria. Un debate de discusión social que no ha trascendido.

Como sucede con el conocimiento, el debate está abierto, el comentario de Diego, muy pertinente en cuanto a la dificultad de llegar a un acuerdo del concepto, hace pensar que debemos hacer el ejercicio académico de intentar un consenso frente a los conceptos, y que no se trata de acoger una postura, sino más bien de retomar los

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diversos elementos que se han puesto en la discusión, visto como un derecho, como una capacidad, o como un ejercicio de autonomía.

Diego plantea que la soberanía alimentaria es una capacidad, que está amparada por la diversidad de semillas, de conocimiento, tecnologías y técnicas que se han acumulado y son una herencia. Como ejemplo las huertas que albergan una gran diversidad y son fuente de subsistencia y bienestar, las cuáles que se ponen en riesgo con políticas que se desprenden de la idea de seguridad alimentaria como es la resolución 970 de 2010 del ICA.

Aliex pone en cuestión la tendencia de centrarse en el concepto, cuando la soberanía alimentaria debe ser algo que se ejerce, que tiene un manejo espiritual, que debemos pensarnos en cómo ser partícipes sin desgastarnos en las definiciones. Dijo en palabras textuales “para mí lo específico es tener una mejor vida y preservar la producción y tener ese acercamiento espiritual”. Para hablar de soberanía propone que se hable de solidaridad.

Debemos pensar entonces en otra forma de llegar al conocimiento, que lo central sea el hacer, y ser dentro de ese hacer. Seguramente en el ser partícipes irán surgiendo y enlazándose los elementos que nos permitan armar las definiciones y conceptos. Hay que pensar como nos haremos partícipes bajo las actuales condiciones de la academia. ¿Qué opciones existen? ¿Hasta dónde van las posibilidades para lograrlo? ¿Depende de las personas o de las instituciones? Son preguntas que debemos resolver en el futuro.

3.2 Los retos para la academia

La intervención de Freddy alerta sobre la importancia de las publicaciones académicas en tanto que como medio de difusión tienen el potencial de llegar a un amplio público. De allí que los argumentos que se construyan deben ser divulgados.

Estos retos que tiene la academia se pueden alimentar de los esfuerzos que han hecho las ONGs mencionadas por Freddy, pues servían para construir una forma distinta de ver la economía campesina. Por ello una de las tareas de la academia será revisar esas publicaciones y sacarles provecho, mirar que material aportar para hacer una relectura del campesinado, del sector rural, de la economía campesina y para pensarse la soberanía alimentaria, pues como lo plantea Freddy las publicaciones de las ONGs no desarrollaban el tema aunque hablaban de lo rural.

Se reitera que la idea de soberanía alimentaria es más de las organizaciones campesinas que de la academia, esto tiene implicaciones en el sentido de que los propósitos, ideas y desarrollos han surgido en escenarios cotidianos y de resistencia de las comunidades, pero que al estar el tema desvinculado de la académia, se trata de propuestas que no logran tener eco por falta de difusión y por falta de ser considerado como un conocimiento válido, para, por ejemplo usarlo en la formulación de política pública. Por tanto un segundo reto consiste en retomar esos saberes, y

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realizar acciones tendientes a validar este conocimiento, pero además de asumir la soberanía alimentaria en los enfoques académicos.

Una de las bondades del escenario actual es que el tema agrario está tomando fuerza en la academia y como coyuntura debe aprovecharse. La gran pregunta es ¿Cómo aprovecharla? ¿Para qué aprovecharla? ¿A quién le beneficiará aprovecharla?

Freddy en su intervención hace un paneo sobre la atención que ha tenido el tema rural, campesino, y la soberanía alimentaria en la academia. Un aspecto a resaltar es el papel de los estudiantes quienes por medio de actividades y trabajos de grado han cedido espacio a la soberanía alimentaria.

Freddy plantea que los pocos análisis sobre soberanía alimentaria realizan una lectura acerca del modelo alimentario de la gran corporación, de la forma como se ha implementado en América Latina y las resistencias que han surgido por parte de las comunidades campesinas. Lo cual da cuenta, de que, si bien la soberanía alimentaria es un tema nuevo, con escasa atención académica, si existen orientaciones para la investigación en el tema.

Si bien a nivel nacional existen esfuerzos por tratar la soberanía alimentaria, estos devienen principalmente de organizaciones campesinas y ONGs, por ello la academia tiene una deuda al respecto. Lo paradójico de esto es que el tema de soberanía alimentaria resulta imprescindible para el contexto latinoamericano y Colombia no le ha dado el lugar que merece.

A nivel internacional la soberanía alimentaria es un tema que ha ganado terreno, y que se trabaja de la mano con temas de vital importancia para América Latina, como son la reforma agraria y el derecho a la alimentación.

Marco Fidel Liz pone en cuestión que empresas multinacionales sean quienes están obteniendo derechos para generar semillas aceptadas. Es para debatir porque pone en una situación de dependencia tecnológica al pequeño productor, cuando aparecen mecanismos jurídicos que le limitan a limpiar su propia semilla. Con toda lógica esto hace difícil pensar en soberanía alimentaria, cuando la potestad sobre la semilla queda en manos de algunas empresas. En este sentido vale la pena preguntarnos ¿Qué hace la academia con el conocimiento asociado a las semillas? ¿Qué postura debemos tomar si queremos dar cabida a la soberanía alimentaria?

Además señalan los proyectos que están trabajando estudiantes de diversas universidades que vienen de Tierradentro y que buscan realizar y compartir sus prácticas, en definitiva, de soberanía alimentaria.

Sobre las investigaciones, la intervención de Fidel identifica dificultades en la realización de investigaciones, resaltando que para los campesinos y comunidades es difícil contar con recursos para esto. Por esto hace un llamado a que las universidades apoyen investigaciones que aporten a las comunidades y grupos que no tienen recursos para emprender investigación. Por ello otro reto para la universidad tiene que ver con el compromiso que asumen los investigadores con el conocimiento, y con la población que se verá afectada con los resultados que se obtengan.

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Diego plantea que la forma de hacer que la academia haga parte de, es hacerla más humana, con mayor apertura hacia otros conocimientos y lanza estas preguntas ¿cómo aporto desde el mismo salón de clases? ¿Cómo voy más allá de todos los estamentos que se nos quieran imponer para ver el mundo? Si aceptamos la propuesta de involucrarnos, debemos hacer parte de, comenzando por sentirnos responsables de lo que pasa con la producción de alimentos, si dejamos de ver al campesino como el que produce, y nos creemos parte de esto, vamos a pensar en ellos y nosotros, y por tanto en nosotros. Si vamos a construir redes solidarias, están deben llegar entonces hasta los salones de clases y reconocer a otras personas y otros conocimientos como parte del proceso de aprendizaje.

Sin duda los conocimientos académicos tienen gran aceptación, mientras que los conocimientos populares se subestiman. William plantea que el conocimiento académico es rezagado en relación al conocimiento popular, “porque (se) sigue pensando la realidad desde estrategias y desde tecnologías que fueron pensadas hace por lo menos 200 años”, y es rezagado en el sentido que presume de neutral, y de la historia de estos conocimientos populares. Por eso él propone que desde el ejercicio académico, “lo que debe hacerse es escuchar ese conocimiento, aprender, e identificar la forma como contradice al científico, para darse cuenta que caduca más rápido que el popular”. Eso es evidente con el discurso de la cooperación internacional al hablar de conocimientos localizados, que están siendo apropiados, hasta el punto en que “exagerando un poquito, que lo peor que le puede pasar al conocimiento popular no es tanto ser ignorado sino ahora ser reconocido” (William Chavarro). Que el conocimiento científico es el rezagado puede resultar una afirmación fuerte para los académicos, e implica, antes de contra argumentar, hacer un ejercicio para desmenuzar esta afirmación e identificar qué aspectos pueden hacer que el conocimiento científico sea rezagado y repensarse.

Contrastando las posturas de William y la de Aliex, parecen opuestas, el primero plantea que el conocimiento científico le envidia al conocimiento popular, mientras Aliex, cuenta que desde su experiencia los indígenas y campesinos quieren aprender del conocimiento científico. Al final no son posturas contradictorias, los dos reconocen que ese conocimiento popular es práctico, que tiene un potencial que termina volcando las pretensiones de los académicos con el conocimiento científico, hay que reconocer las potencialidades de cada tipo de conocimiento y complementarlos.

Como lo plantea Diego (cuenta el caso de la papa y papas margarita) la soberanía alimentaria tiene que ver también con la forma como se constituyen los negocios, de cómo se usa la tierra, y cómo se controla la mano de obra, la producción, la distribución y comercialización. Por ello uno de los retos desde la academia y desde los movimientos sociales, y desde las diferentes formas de organización social está en elaborar propuestas para lograr por parte de los agricultores acceso a los medios de producción, y estrategias de acceso a los mercados.

3.3 Los actores de la soberanía alimentaria

Sobre quiénes son los actores de la soberanía alimentaria, William dice que somos todos, y demos llamados a reconocer estrechos vínculos entre la ciudad y el campo. Si decimos que somos todos estamos hablando en plural, es un primer paso para tejer

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redes de solidaridad. Para enfrentar las situaciones que dificultan la soberanía alimentaria hay que tener en cuenta por sugerencia de Aliex Trujillo el discurso, la carga política que trae y como dice Diego Tupaz considerar lo espiritual y su vínculo necesario con lo material.

William dice que otro reto es cuestionar las teorías de la academia, encontrar las fallas, señalarlas y apropiarse del lenguaje de los tecnócratas para hablar también en sus términos y dejar el miedo que produce ese discurso técnico. La academia debe pensar esas soluciones que surgen desde la tecnocracia, se trata de cuestionar el modelo convencional, y revitalizar aquellos modelos existentes que ya implican una soberanía alimentaria. Hay que cuestionar el modelo y los valores, caracterizados por la competitividad, la especialización y la uniformidad, por ejemplo del espacio como una sola cosa, para dar espacio a valores que permitan la solidaridad.

Otro reto es aportar en la construcción de las teorías, pues por ejemplo como alude William en algunos informes la palabra campesino no aparece, y hay que evaluar las consecuencias de eso. La pregunta es ¿si no aparece la palabra campesino que pasará con las políticas? Si no está inmersa esa palabra en el discurso entonces ¿cómo se va a actuar frente a lo campesino? Esto se conecta con la reflexión que hace Aliex de la teoría y la práctica, pero no hay que olvidar que la teoría debe ser una forma de interpretar la realidad, pero que puede convertirse en un discurso apartado de esta. Hay que cuestionar ideas, como el hecho de que una menor participación de la agricultura en el PIB es indicador de desarrollo de una sociedad,

Hablando de esos retos el moderador presenta dos preguntas bien retadoras para la academia, ¿cómo utilizar la soberanía alimentaria para hacer un análisis de cómo deberían ser las políticas agrarias para el desarrollo del país? Por ejemplo, ¿cómo utilizar la soberanía alimentaria para indicar que es posible construir otras formas de hacer economía? Ahora debemos trabajar, no para encontrar respuestas, sino para construirlas.

4. Experiencias de producción y consumo campesino e indígena para la soberanía alimentaria

4.1 Introducción

La segunda mesa redonda se desarrolló el 02 de noviembre de 2013 en el auditorio principal de UNIAGRARIA. El propósito fue escuchar experiencias en las que se identifican acciones claras de soberanía alimentaria. Para esta jornada se formularon tres preguntas: i) ¿Cómo ha sido la experiencia organizativa de la iniciativa que nos quiere compartir?, ii) ¿cómo es la distribución de los productos que manejan? ¿Pertenecen a redes de productores, distribuidores o productores y cómo funciona? Y, iii) ¿se han articulado con la academia? ¿Qué aportes consideran que necesitan de la academia? 

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Al igual que en la jornada anterior, para el desarrollo del seminario se formularon preguntas orientadoras las cuáles fueron expuestas por el moderador. Cada invitado dio respuesta a las preguntas que le fueron formuladas, al final de las cuáles se escucharon las preguntas de los asistentes, estudiantes y profesores. A continuación se presentan a los invitados y al moderador:

Wilmer Liz: Estudiante de la Universidad Agraria de Colombia del programa de Contaduría Pública, originario del Pueblo Nasa ubicado en el departamento del Cauca Municipio de  Páez, o también como Tierradentro, actualmente curso el octavo semestre. Actualmente miembro del cabildo universitario de Bogotá, con un proyecto en UNIAGRARIA  tratando de formar a personas respetando la madre tierra obedeciendo el mandato de Juan Tama. 

Alfonso Cortés Rodríguez: diseñador gráfico, trabaja en proyectos sociales, principalmente de producción de quinua y otros cultivos andinos, en formas de organización social con mujeres cabezas de familia.

Sergio Damián: Profesional en medios audiovisuales principalmente en fotografía, trabaja con proyectos sociales, y apoya la experiencia de la Granja escuela agroecológica mutualitas y mutualitos.

Carlos Ancizar Rico : trabajador rural de origen campesino, representante ante la Federación Mundial de trabajadores de la Agricultura y la Alimentación, formador de formadores de la Confederación Mundial del Trabajo, miembro de la sociedad mutual del progreso. Apoya la organización de los mercados campesinos, articulando procesos de diferentes lugares del país.

Egui Laurencio Gutiérrez Herrera: joven de origen campesino que habita en el municipio de Cáqueza, dedicado a la producción agroecológica de alimentos y apicultura. 

Luis Abraham Gutiérrez: es uno de los campesinos invitados, habita en el municipio de Cáqueza, dedicado y comprometido con la producción agroecológica de alimentos, apoya procesos de capacitación y educación en agroecología.

Juan Carlos Ruiz Urquijo

4.2 La experiencia organizativa de los productores campesinos e indígenas

Wilmer Liz

Los 27 resguardos, hemos tenido la posibilidad de poder darle otra mirada al monocultivo tenemos un proyecto muy importante que se llama “Café Tierradentro” Es

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un modelo productivo enfocado en la agricultura NASA que va bien enfocado a todos sus dolores culturales, tiene arraigos económicos, ecológicos y también culturales. Es por eso el nombre de aroma, tradición y cultura. Igualmente en este mismo sentido nos hemos visto en el afán de transformar este modelo convencional. Hoy en día tenemos una cadena de productores en cada uno de los resguardos, en el municipio de Inza, en donde estamos integrando el modelo Tul con el modelo agroecológico. Esto ¿qué significa? Significa que para el pueblo NASA todo tiene una espiritualidad, el agua, el árbol la tierra. De un esfuerzo que hicimos de diagnóstico, pudimos darnos cuenta que en los hogares NASAs casi el 80% de la alimentación era de Nestlé, entonces decíamos que no era posible siendo una zona tan rica en agricultura, y biodiversidad agroecológica, y flora pues teníamos que estar padeciendo esta tragedia.

En ese sentido logramos hacer una cadena productiva agroecológica donde empezamos con los baños secos, como una experiencia de la agricultura ecológica y Tul. Nosotros como vamos a utilizar términos no tan bonitos pero lo hacemos entender de esa manera, y así es mejor. Decíamos cómo es posible que si el agua es vida nos tenemos que estar cagando encima del agua para todos, el agua es vida ¿no? Entonces desde ahí nos vimos en la necesidad de implementar los baños ecológicos en las familias.

En el mismo sentido decíamos que no nos quedaba suficiente producir limpio, y coger el grano de café, el de frijol y llegar al mercado y venderlo para que el comerciante saque provecho. Entonces empezamos a hablar de la localización de la economía en Tierradentro. Esto ¿cómo se traduciría?, era hacer una experiencia en cada uno de los resguardos indígenas responsabilizar a algunos para tener experiencia en localizar la economía, y eso se traducía que cada resguardo tenía que responsabilizarse de una experiencia productiva y transformarla. Y que esa producción no tenía que salir del territorio si no era consumido en el mismo territorio.

En ese sentido tenemos la experiencia en Tierradentro como el Resguardo de Calderas que está produciendo el jabón ecológico de la huerta, el Resguardo Chimichuque que está produciendo las pastas integrales de trigo, entonces estamos sacando tallarines con espinaca, tallarines con cebolla, con zanahoria. Como el Resguardo La Gaitana, están produciendo la harina de chachafruto integral con la quinua, con el cachaco y con el trigo cacha. El Resguardo Togoima está produciendo todo lo que son las aromáticas, dando su valor agregado que es la extracción de aceites y esencias, estas no son para vender a Esika, ni Ebel, sino para vender a quienes están produciendo el jabón de la huerta. Eso es lo que llamamos la localización de la economía, porque la idea es mantener una economía interna. Entonces es la experiencia que hemos venido desarrollando, hay muchas cosas que contar pero el tiempo es corto quizás más adelante se darán más elementos que compartir.

Alfonso Cortés Rodríguez

El proyecto de nosotros se llama “quinua opción para la soberanía alimentaria”, productividad de madres cabeza de familia” del municipio de Guasca. El objetivo general es desarrollar un paquete tecnológico, orgánico de quinua para madres

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cabeza de familia, en el municipio de Guasca en Cundinamarca. Yo soy egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano soy diseñador gráfico, trabaje en el proyecto de Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Naciones Unidas y Presidencia de la República, y soy productor de Quinua más o menos desde hace 10 años. Por el profesor Guillermo Corredor que lo tenemos acá, fue la persona que me inicio en el cultivo. El proyecto nace como una iniciativa de la Gobernación de Cundinamarca en cabeza de la Secretaria de Desarrollo Social, la alcaldía municipal de Guasca, las madres cabezas de familia del sector rural, y la Universidad Agraria en cabeza del profesor Guillermo.

Nos dimos en la tarea de formular este proyecto porque nos damos cuenta que en este municipio no hay opciones diferentes para trabajar la tierra. Guasca es un municipio que queda a 50 minutos de Bogotá Vía la calera, donde se está convirtiendo en el vividero de los ricos y se están desplazando los campesinos porque no tienen opción. Entonces formulamos este proyecto para generar una opción diferente de cultivo, ya que como todos sabemos la papa no está dando, la leche no está dando, entonces no hay como sustentarse ni comer.

Lo enfocamos hacia madres cabeza de familia para tener la oportunidad de trabajar con ellas y darles una opción de lo buena que es la tierra, y que trabajen ahí. La quinua es un cultivo nuevo, un producto nuevo que nadie lo conoce, que toca difundirlo. En Guasca hicimos lo mismo ¿quién se va a meter? y nos salieron de 25 a 30 personas de las cuales nunca han escuchado ni siquiera nombrarla, ni cómo se cultivaba, ni cómo se comía. Este proyecto tiene diferentes áreas que fue de una convocatoria abierta, llegaron 35 personas inclusive llegaron del municipio de Sesquilé y de Guatavita dispuestas a recibir la capacitación y toda la parte técnica del cultivo. Se escogieron las 10 madres cabeza de familia a las cuales se les iba a dar todo: los insumos, la capacitación y el contenido social que es como consumir antes de venderlo.

Lo que se quería hacer es que estas 10 personas fueran cultivadores y consumidores de quinua, entonces así comenzó el proyecto. Empezamos varias capacitaciones con el profesor Guillermo Corredor de la Agraria, teórico-prácticas, de cada uno de los temas, manejo de siembra, de cultivo, control de plagas, manejo pos cosecha y ahí vamos. En este proyecto se contó con todos los recursos técnicos para poder desarrollarlo, se hizo un análisis de suelo, el mejoramiento del terreno, la preparación y la siembra.

Lo que hicimos en la siembra fue que todas las personas que estaban tomando el curso hicieran una línea de trabajo y fueran a aprender a sembrar en cada una de las parcelas, estuvimos en tres parcelas y vimos que colaboraron sin cobrar nada; de las labores, todo iba por parte de las madres.

Hay parcelas de 1000 m2, de 700 m2, de 800 m2. Hicimos capacitaciones en elaboración de alimentos, porque como la gente no la conoce, entonces se dijo: como se prepara la quinua en el arroz, en un ajiaco, como se prepara el masato, los postres, y la gente quedo muy motivada para empezar a consumirlo. El éxito de este proyecto ha sido el acompañamiento que se ha dado, a las madres cabeza de familia en estos siete meses, nunca han quedado solas, siempre se ha estado pendiente de ¿cómo

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está su cultivo? De decir –póngale esto-. Cabe resaltar que todo esto que es orgánico, no se le ha metido ni un solo químico a estos cultivos. No tenemos certificaciones de estos cultivos porque son muy pequeños, porque hasta ahora estamos empezando, pero ya por lo menos para el próximo año tenemos la posibilidad de que ya no serán diez, sino que serán por lo menos 15 o 20 productores, que garanticen por sus propios medios que el proyecto continúe.

Del manejo pos cosecha, se ve en este cultivo una especia de enramada, de invernadero para secar la quinua. Hicimos cartillas informativas para darle a la gente, porque como hay gente que quería sembrar pero no tuvo la capacitación, en esa cartilla existe todo para la parte productiva. En la parte de transformación estamos sacando un producto que se llama Nutritetero que es con Panela, leche en polvo y quinua. Estas fotos son del proyecto que se ha realizado, debe haber voluntad, acompañamiento y que hay una forma natural de nutrirnos. No sé si sabían que las personas con cáncer les recomiendan comer quinua, les recomiendo consumirla.

Sergio Damián

Me gustaría comenzar por una frase de Rosa Poveda, ella es la cabeza del proyecto que vengo a contarles. Es una granja escuela en La Perseverancia (Bogotá). La frase es la siguiente “la crisis alimentaria solo será superada si capacitamos e informamos a nuestros niños y niñas y a los jóvenes, fomentando la armonía con el entorno natural, protegiendo la tierra, transformando los residuos orgánicos en tierra fértil y cultivando alimentos orgánicos para el consumo y abastecimiento de nuestra propia familia”.

Entonces en términos generales el proyecto se basa en el conocimiento desde esas semillas que son nuestros niños, el conocimiento como herramienta para poder hacer y crear cambio. Entonces los procesos en La Perseverancia iniciaron con el sitio donde está ubicado, era antes un basurero de todo tipo, se comenzó el trabajo con gente que quisiera hacer como un voluntariado y se hacía una olla comunitaria. Llegaba la gente a hacer limpieza en ciertos días, esto se tardó un año largo porque el terreno tenía desechos químicos.

Ha sido positivo este proyecto para la misma gente de la perseverancia. Normalmente a uno le nombran el barrio y uno asimila los problemas sociales y de seguridad fuertes. Se ha venido rescatando el tema de mercado, porque realmente la gente y los pequeños productores que están allá es gente que trabaja el campo. Tienen muchas experiencias pero el sitio donde estamos nosotros es pegado a la circunvalar y uno empieza a caminar esas calles, y uno dice “aquí como que hay mucha gente mirándome”, pero cuando ya llega arriba ya es otro tema. De llegar a conocer una señora campesina que es Rosa Poveda, que con todo el cariño, porque ha sido una persona desplazada de Suba y termino allá por cuestiones sociales. La motivación de ella es crear un cambio a través de esos frutos que está dando esa granja, en la cual se está generando un proyecto interno con el SENA y es a través de la construcción en guadua. Es el primer proyecto a nivel Bogotá en guadua de hogar, no ha tenido mucho avance porque con esta institución, pues la gente se interesa a un comienzo y como los fósforos para muchas cosas, empezamos y nos apagamos rápido.

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Entonces uno dice ¿hasta qué punto seguir? porque es que esto no se trata de dar un paso sino seguir. Entonces lo que hemos hecho es crear este conocimiento en niños y niñas, para darles conciencia de esa naturaleza como elemento básico. Se habla de la alelopatía que es una especie de cultivo entre diferentes plantas, más o menos entre las mismas se ayudan para que no lleguen plagas y que el crecimiento sea mejor.

La granja tiene un recorrido nutritivo porque les hablamos desde la semilla hasta la recolecta. Los colegios han tenido muy buen aceptación de este proyecto, los niños llegan muy contentos, el trabajo con la tierra es una cuestión que uno no se imagina hasta que la está haciéndolo. Uno está acostumbrado de las grandes tecnologías y la tecnología no lo es todo. Volver al alimento, hacer cara y frente de las situaciones que vive nuestro país es uno de los principales objetivos y la idea es ser multiplicadores de este mensaje.

Partiendo de un basurero se ha convertido en una granja eco-sostenible, donde los elementos básicos son proteger la semilla, trabajar los elementos que salen de los alimentos y convertirlos en compostaje y esa transformación de pensamiento.

Me gustaría finalizar con un proyecto que se llama semillas viajeras, son semillas orgánicas. Todo el proceso llegó de forma limpia y es llevar semillas a las casas, y en cuanto ustedes tengan más semillas vuelven. Nosotros tenemos una limpieza para ver si están limpias, porque algunas que se compran en invernaderos están abastecidas con químicos, la gran mayoría. Entonces semillas viajeras se ha convertido en un lema muy bonito para que cada uno pueda llegar allá, tenemos un blog http://ecoescuelamutualitos.blogspot.com/ para enterarse y tengan la iniciativa de llegar para que salgamos de las partes comunes, porque estos sitios llenan de conocimiento, llenan el alma para estar en comunidad.

Carlos Ancizar

Agradezco la posibilidad de venir a compartir las experiencias que hemos tenido en función de mejorar las condiciones de vida del sector rural, y sociales y proponer un nuevo modelo de desarrollo que nos permita ser más justos, más solidarios y fraternos. Ya que consideramos que son estos los valores fundamentales, que hemos perdido en la sociedad actual, y los que han impedido que realmente podamos superar los problemas que se han presentado en el transcurso de la humanidad.

Los que no hemos tenido, o tuvimos la educación formal se nos hace bastante difícil sintetizar. En primer término me perdonan si me salgo un poco, yo quisiera meterme un poco en la problemática rural, dar unas puntadas sobre cuáles son los elementos de esta problemática, sobre todo las semillas y algunos elementos de mercados campesinos.

Desde el inicio el ser humano está relacionado con la naturaleza y con la sociedad y sigue estando hoy así se haya evolucionado. Antes era muy directa y hoy siguiéramos relacionados en la medida en que nos desarrollamos, en agua y en oxigeno que proviene de la naturaleza, y que lo recibimos de la madre y con eso nos relacionamos con la sociedad.

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El otro aspecto que nos parece que es importante también tener en cuenta es que el ser humano desarrolla el conocimiento de sus necesidades en el lugar que ocupa en un entorno. Que es el que le permite desarrollar conciencia y por lo tanto investigar, conocer, saber que le es útil a las necesidades y aspiraciones que va teniendo. En este proceso de investigación, conocimiento, distinción, uso y adecuación de satisfactores, descubren las semillas, las siembran, las cultivan las mejoran, seleccionándolas y combinándolas y adaptándolas. Esto no es un invento de ahora de laboratorio, ha sido todo un proceso de miles de años. Ustedes habrán oído comentar también, el maíz hace 7 mil años era apenas un estigma. Ha sido un proceso de vinculación del campesinado y su relación a la naturaleza lo que ha hecho que hoy muchos productos hayan sido resultado de un proceso de trabajo, de cultivo, de combinaciones.

En un principio lo que se utilizaba fundamentalmente, hoy todavía con las comunidades indígenas, el sistema de trueque. Se truqueaban las semillas, cuando no se tenían se pedían prestadas, se busca la manera de seleccionarlas, hay sistemas de selección propios de los campesinos, es una tarea que han realizado fundamentalmente las mujeres. Eso ha hecho que hallamos preservado y descubierto muchas nuevas semillas, especialmente en el sector alimentario.

Ese trueque fue inicialmente provincial, después se va ampliando a las comunidades. Con ese intercambio va surgiendo el comercio, con la apareción del dinero entonces, va despertando también una nueva concepción del ser humano, de la naturaleza, y va llegando incluso a cambiar valores y principios. EL valor de la solidaridad, del intercambio, ayuda mutua. Se va pasando a un proceso de desarrollo de conciencia, de acumulación de dinero. Ese desarrollo de la conciencia de acumulación de dinero, también se va dando la utilización del dinero que no es de acuerdo a principios de solidaridad, sino fundamentalmente en el control del poder, para utilizarlo en función de acumular mucho más capital.

Ese es el desarrollo de lo que hemos venido llamando el modelo del desarrollo capitalista, que ahora no lo presentan como el modelo de desarrollo neoliberal. Tiene en su objetivo fundamental la concentración de la riqueza en unos pocos, y por lo tanto la manipulación del poder en función de qué las políticas sigan funcionando, hacia ese anhelo de controlar las minorías. Eso ha llegado también a un control en la tierra, ustedes saben que en el Informe de Desarrollo Humano del PNUMA, si leen los diversos estudios que han hecho, dicen que el 1% de los propietarios concentran en este momento el 53% de la tierra cultivada en el país. Por lo tanto tenemos 370.000 familias campesinas que no tienen tierra. También un buen número de familias que se desenvuelven en terrenos entre una y tres hectáreas y un máximo de siete hectáreas de tierra.

Por supuesto la concentración de la tierra también lleva a un control cada vez mayor del territorio. El territorio como lo entendemos desde el punto de vista rural, que no es el pedazo de tierra sino que también es el agua, el bosque, el capital, porque ha sido resultado del trabajo del ser humano. Esa concentración de capital y de poder ha ayudado también a que se dicte desde los gobiernos, una serie de normas que indudablemente ayudan a que se fundamenten en el crecimiento económico. Por lo tanto que favorece a esa concentración de capital, y el crecimiento económico es lo

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que afecta fundamentalmente la sociedad de hoy, especialmente en el sector rural, no porque sea malo el crecimiento económico, sino porque es la función que se le da al capital. Un crecimiento económico para la concentración y de la manipulación del poder.

Eso ha dado como resultado que se dicten una serie de normas que en este momento es lo que preocupa al movimiento campesino. En Europa se realizó un evento hacia 1961, donde se habló de la constitución de la unión de patentes y obtentores vegetales, una norma que aparece en el árbol jurídico legal como autor, de XXX el 61… Se han hecho reformas, una reforma en el año 72 luego en el año 78 y hoy está vigente la del 98.

A raíz de los tratados de libre comercio fundamentalmente del TLC con Estados Unidos, hubo un acuerdo con el gobierno de que deberían cambiarse las leyes sobre las semillas a nivel nacional. Ya se tenía la 970 dictada por el ICA del 2004, se plantea que de 16.5 SMMLV hasta 1500 salarios, es la multa que se les imponen a los agricultores cuando intercambian, cuando siembran o cuando comercializan semillas que no son certificadas.

Luego con el acuerdo que se hizo para el funcionamiento del TLC, que tampoco estamos diciendo que es totalmente malo, puede beneficiar algunos sectores del país, pero fundamentalmente en el sector rural prácticamente lo liquida, sobre todo con lo que es el sector de economía campesina, que todos sabemos que es el que sostiene la producción del 63% de los alimentos del país y de la población colombiana.

En este sentido esta la legislación que se dicta en torno a los acuerdos, está también la ley forestal, la ley de desarrollo rural, que acompañamos con los compañeros indígenas, las comunidades negras, las comunidades campesinas y asociaciones, fuimos a la Corte Constitucional para que declararan inexequible.

Esto para plantear uno de los puntos fundamentales, es mostrar cómo impacta esto en la seguridad alimentaria del país, creo que ese es el tema fundamental de lo que ustedes vienen realizando. De paso felicitamos a los profesores que se interesen en estos temas, porque realmente es uno de los temas más importantes en este momento, en cuanto a que si queremos tener autonomía, tanto cultural, económica, social política, ambiental; lo primero que tenemos que garantizar es la seguridad, la autonomía y la soberanía alimentaria.

Nosotros consideramos que la seguridad alimentaria además de la suficiencia de los alimentos, deben ser de calidad, alimentos sanos, nutritivos y tiene que respetar la autonomía alimentaria de los pueblos. Tal como se concibe dentro de los últimos gobiernos de nuestro país, y de América Latina no se llenan estos requisitos. Entiéndase simplemente por seguridad alimentaria la capacidad de tener la suficiencia de los alimentos, y la calidad lo toman simplemente desde el punto de vista del empaque, de la uniformidad. Basta con que los alimentos sean limpios, sean bien presentados, sean uniformes, para decir que ese es un alimento de calidad, sin analizar: cuál es la forma como se ha cultivado, o como se ha preparado el terreno, cuales son los insumos que se han utilizado. Por lo tanto hoy, todavía tenemos los rezagos de la revolución verde, sabemos cómo se han envenenado los suelos, como con el envenenamiento de los suelos también se envenena el producto, y el producto

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generado es el que consumimos nosotros, y estamos ocasionando en este momento el 75 % de enfermedades sobre todo cancerígenas, cardiovasculares y digestivas.

Esto es lo que nos preocupa en las organizaciones campesinas y por eso es que, ustedes habrán oído mencionar las luchas que se han venido presentando. Primero por una reforma agraria socialmente clara, en función de que haya una redistribución más equitativa de la tierra, y de los bienes y medios de producción. Porque para tener una seguridad alimentaria, suficiencia de alimentos y si se quieren de calidad, tenemos también que cambiar los sistemas productivos.

No podemos seguir en un sistema productivo como el de la Revolución Verde, primero porque estamos causando muchos males a las sociedades rurales y a todas las poblaciones. Segundo porque tenemos que rescatar la autonomía alimentaria, hoy los que cultivamos la tierra no tenemos autonomía para producir, no podemos decir que es lo que queremos producir, cuanto queremos producir, como lo queremos producir y para quien, desde las entidades crediticias y los espacios que proporciona el Estado.

No estamos en contra de las tecnologías, lo que no podemos aceptar es que coloquemos al ser humano al servicio de la tecnología y no la tecnología al servicio del hombre. La geoingeniería, la nanotecnología fundamentalmente a nosotros nos afecta tremendamente, porque es una cuestión muy bonita pero de unas consecuencias impredecibles, porque no hay las investigaciones suficientes. La genética también se viene aplicando en nuestro criterio totalmente perjudicial para nosotros.

En un futuro podríamos hablar, incluso con otra gente más autorizada, con más conocimiento de esto. Nosotros damos conocimientos muy empíricos producto de lo que hemos vivido, lo que estamos sufriendo, y lo que hemos analizado en los diversos congresos de las organizaciones campesinas. Terminamos diciendo que para lograr que haya seguridad alimentaria, que haya autonomía en los procesos productivos, es necesario también que haya soberanía nacional sobre los bienes y medios de producción. Que realmente el país sea soberano sobre la tierra, sobre el bosque, sobre el agua, sobre el capital, y no como está ocurriendo ahora que dentro de un modelo de desarrollo concentrador de riquezas y poder, donde estamos enajenando la riqueza del país. Estamos dándole prioridad a la explotación de los recursos naturales fundamentalmente en el proceso de la minería, sin haber hecho un proceso de ordenamiento territorial que permita favorecer los terrenos productivos y los que están destinados o que tienen vocación alimentaria.

En ese sentido el otro problema fundamental es el comercio, el control de comercio por parte de las transnacionales ha hecho que ese mecanismo de succión de arriba para abajo para la concentración del capital hace que el campesino siempre haya trabajado en pérdida pero que en este momento sea mucho más protuberante la injusticia en este sentido. Los precios que se le pagan a estos campesinos son unos precios miserables que no alcanzan a cubrir el 50% o 60% de los costos de producción. Al consumidor también se le está explotando porque hay una cadena de intermediación de 6, 7, 8 intermediarios, que tienen en el caso del entorno de Bogotá. La Región Central que tiene siete intermediarios, cada uno con una concepción de concentración de capital y por lo tanto de ganancia.

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En ese sentido también el consumidor está observando el crecimiento de los precios en los productos, no estamos diciendo que se elimine la intermediación porque eso no es posible, pero si podemos darle otro contenido, otro espíritu a la intermediación y podemos acortar la cadena de intermediación. Es en ese sentido es que venimos planteando la realización de los mercados campesinos, donde podamos ir como medio, como instrumento para ir educando al productor, en los cambios de los procesos productivos. Que no sigan enriqueciendo a los transnacionales con los insumos que son venenos que nos venden, pero que tampoco sigan perjudicando a los consumidores porque se les impone una dieta alimentaria, que no es la más aceptable para la conservación de la salud y de la vida.

Creemos que hay que hacer un esfuerzo y ustedes los jóvenes, porque nosotros ya vamos de salida, pensar ¿en qué tipo de sociedad quieren vivir?, es responsabilidad de ustedes ayudarnos en esta tarea de organización de los consumidores en la ciudad. A fin de que también hagamos conciencia sobre cuál es la dieta alimentaria que debemos tener, que realmente corresponda a una vida sana. Sobre cómo podemos organizarnos en función de contribuir a la construcción de un modelo de desarrollo rural que sea más justo, más solidario más fraterno, que contribuya a un proceso de cambio de ese modelo tradicional. Para construir una sociedad bajo esas mismas condiciones y bajo esos mismos principios. Y por lo tanto lograr de lo que hoy tanto se habla, de lo que hoy todos queremos, pero que cada vez más lo queremos en función de las ambiciones que de las aspiraciones normales, como es el anhelo de la paz. Muchas gracias.

3.3 Retos y percepciones de la inserción a redes de distribución y consumo de las experiencias campesinas e indígenas

Moderador - En la implementación de cultivos orgánicos y de llevar las formas de vida que tienen, ¿Cuáles han sido los principales tropiezos que han experimentado?, tenemos diferentes experiencias con un eje común alrededor de la solidaridad, el espacio, entonces la segunda parte está encaminada a las problemáticas que Don Carlos determinaba, cómo manejan las redes de distribución y que dificultades han tenido con la experiencia con esas redes y de una vez, podrían determinar si tienen preguntas hacia los docentes alrededor de las redes y las experiencias.

¿Mi pregunta es al implementar cultivos orgánicos, al tener una visión de mundo diferente, más solidarios que políticos, cuales ha sido esos tropiezos frente a la experiencia que han vivido?

Luis Abraham Gutiérrez

El primer inconveniente que se ha venido dando es que las personas están acostumbradas a una cultura de consumismo fácil. Los que nos entramos en esa experiencia del cambio en la forma de cultivar orgánico, de cultivar sano, hemos visto que nuestros propios vecinos nos han mirado mal, que porque si no se ara la tierra no se van a dar los cultivos, dicen que hemos perdido el sentido. Uno se da cuenta que cuando hace las cosas, lo primero, el ingrediente que hay que colocarle es el amor al querer hacer las cosas.

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Uno se da cuenta que sí se puede, lo que falta es conciencia en las personas que critican, quienes están sumidas en una ley de consumismo que tienen que estar comprando las cosas. En la agricultura hay que comprar los insumos que impone el comercio.

Cuando uno está saliendo de ese consumismo, la gente no quiere que uno salga y tenga esa libertad, esas han sido las dificultades. De pronto hay otras cosas en el comercio, digamos en esos productos sanos que hay muy poca gente que lo conoce. Entonces se ha venido buscando la forma de dar a conocer y luchar que lo conozcan y hay un grupo pequeño de personas que quiere entrar a hacer parte, como consumidor de los productos que se están produciendo sanamente.

Esos son los inconvenientes que hemos encontrado en nuestro camino, porque definitivamente, la costumbre es criticar cuando se hace lo bueno y tapar cuando hace lo malo. Eso es lo que hemos visto nosotros. Pero cuando nosotros tenemos la voluntad de salir adelante, contra viento y marea, porque nosotros sabemos y si necesitamos una capacitación, y si esa capacitación la recibimos con amor, nos damos cuenta del gran perjuicio que le estamos haciendo a la naturaleza y contra eso hay que luchar.

Yo si quisiera pedir un favor, ya que estamos reunidos acá. Tengo una pregunta ¿porque debemos comprar semilla certificada cuando la tenemos en nuestro campo, en nuestra propia granja? Sacamos semillas que son puras, sanas, nutritivas y no, que si quiero sembrar una arveja, tengo que ir al almacén, y debemos tener cuidado. Ojalá que también haya una revolución, así como hay una revolución verde, así también apoyar un cambio y hacer respetar nuestra forma de pensar y nuestra forma de cómo podemos recuperar las semillas nativas. Porque esas semillas son la soberanía de ahorita y de las generaciones venideras, porque lo que le vamos a dejar a nuestras generaciones es lo que nosotros hicimos hoy en día, y tenemos defender a capa y espada la recuperación de todas las semillas.

Porque uno se da cuenta que, por ejemplo compramos un maíz, cuando no da ni la tercera parte de lo que venía en el kilo. Cuando uno recupera una semilla con esfuerzo y amor en el campo, eso da muy buenos resultados. Entonces aprovechando esta oportunidad también debería haber una revolución de defender y no consumir estas semillas transgénicas, ¿Qué nos trae eso?, nada, nos trae un empobrecimiento no tanto económico sino de la salud. Entonces esta es la oportunidad para que tomemos conciencia y nos apoyemos en cada lugar, en los municipios, en los departamentos y ojalá en toda la nación, porque creo que entre el consumidor y el productor debe haber una buena relación. Para contarles que se ha venido trabajando en Cáqueza, dos familias, dos granjas pequeñas agroecológicas, solo existen dos en el municipio. Hay desde cualquier clase de vida, el árbol más pequeño al más grande, desde el animal más pequeño, hasta el animal más productivo. Y con tristeza vemos que los demás se han entregado a lo mismo de siempre, a consumir. Porque no existe más en el comercio y les ha tocado consumir lo que el comercio les ofrece entonces apoyémonos. Hay que hacer semilleros de una agricultura sana, de una agricultura limpia para el bien del consumidor. Muchas gracias.

Egui Laurencio Gutiérrez Herrera

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Como mencionaba un poco al comienzo de la aparte de la comercialización, una parte importante es la educación, porque hemos estado en mercados campesinos y nosotros como campesinos también necesitamos formas de educación. Porque por lo menos nosotros ponemos café y lo que está en cosecha, les damos las pruebas, les decimos como se elaboran y nos dicen, ¿por qué esto tan costoso? y les decimos que más allá de eso viene un trabajo artesanal, limpio. Es un poco la educación, de hacer ver, de formar una red de consumidores de los productos y del cuidado del medio ambiente, eso es fundamental. En eso están los tropiezos que hemos tenido, estábamos en una feria en la plaza de los artesanos y luego en Cáqueza, me dijo una señora - véndame una libra de café- y me dijo que porque tan costoso, y le explique todo el proceso, que lleva tiempo, lo hacemos de forma artesanal y llegamos otra vez a ese tropiezo de la educación.

Wilmer Liz

En la parte de Tierraadentro en pueblo NASA, hemos visto las dificultades por los monocultivos. En este caso el pueblo NASA se ha visto afectado y no hemos visto esa trascendencia, o ese intercambio que realizaban los mayores, que era el trueque. Entonces esa es la dificultad que se ha visto por las políticas del gobierno, por falta de espacio, deficiencia técnica supuestamente. También nosotros nos estamos acostumbrando a lo más fácil, pero no somos conscientes de que la Madre Tierra sufre, que nosotros tenemos que llegarle espiritualmente, y ser conscientes de lo que estamos produciendo.

Yo creo que el problema más grande de Colombia y de las unidades campesinas e indígenas es el modelo educativo. Porque el que se imparte es un modelo educativo urbano que está dejando lo rural, no se encuentra un modelo educativo rural en Colombia, ese es el primer problema. En este sentido ha conllevado a que el modelo educativo es consumista. En los pueblos indígenas en el Cauca hemos logrado transformar los planes de estudio, las mallas curriculares de los planes de educación de Colombia en los pueblos indígenas.

El otro problema que vemos y que está arraigado con la educación, es la pereza mental en la población. Esa pereza mental conlleva al facilismo, en los folletos que tenemos en los resguardos hemos identificado eso. Ya el campesino, el indígena, sino no es con triple quince, si no es con la urea, ya no quiere sembrar. Ese fue el gran problema y por eso nace el proyecto de café en Tierraadentro, cuando llegamos con el proyecto se inscribieron más de 5000 productores, cuando empezamos a implementar terminamos con 200 productores convencidos. La diferencia es bastante amplia, esto es de construir disciplina, cultura, identidad, con los proyectos ecológicos alternativos. En este momento, gracias a estos productores convencidos tenemos que reunir más productores, porque la idea no era trabajar con gente que tenía pensado que el proyecto los iban a sacar de la pobreza, o que creían que daba mucho más plata que el café tradicional, entonces es algo mental.

Otro problema que nos hemos dado cuenta es que no contamos con el apoyo institucional, en estos proyectos alternativos en Colombia. El gobierno nunca le ha apuntado a asignarle un fondo de subsidio para los proyectos ecológicos, agroecológicos, que vayan en tenencia de la Madre Tierra, nunca. Simplemente los

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recursos que están destinados son para las grandes empresas como las azucareras del Valle del Cauca, o las arroceras. Pero nunca están apoyando la agricultura ecológica, ese es otro gran problema que encontramos. Entonces, las inicias productivas alternativas que van en favor a la conservación y supervivencia de la humanidad, siempre es al costo del sudor de la gente, del indígena, del campesino.

El otro problema que encontramos en el municipio de Inza, con el proyecto de café de Tierradentro, es la Federación de Cafeteros, es un problema como la roya. ¿Por qué? Porque en Inzá se está haciendo un esfuerzo en transformar un café ecológico y orgánico. Desde el 2009 lo que hizo la federación a través de la política de renovación cafetera fue tumbar todos los cafés tradicionales, ecológicos, tumbar todos los árboles y dejar un suelo desértico para meter el café que se llama castilla.

Es un gran problema, y esto conlleva a otro problema cultural del pueblo NASA, porque la forma como yo cultivo, de esa misma forma se va transformando mi pensamiento, mi forma de vivir. Entonces en últimas lo que para el pueblo NASA de Tierraadentro se está convirtiendo un genocidio para el pueblo indígena en esos modelos. Gracias.

Alfonso Cortés Rodríguez

Los problemas que hemos tenido que se han visto en el cultivo de la quinua es primero la falta de apoyo institucional en Cundinamarca, no existe una línea o un renglón establecido dentro de la secretaria de agricultura que diga vamos a apoyar el cultivo de la quinua. Todas esas experiencias que existen en Cundinamarca han sido particulares hasta este año. Desde el ministerio el apoyo es incipiente, no se ve, no es relevante, no se ve como una alternativa productiva a sabiendas de que la quinua está antes de la soya, que ha sido desplazada por el tema económico, la han remplazado con la soya, por el maíz, el sorgo, eso ha sido un cuello de botella bastante grande.

En la cultura de consumo la quinua es todo lo contrario de para lo que está hecha, es un consumo elitista, uno la va a comprar y vale cinco mil o seis mil pesos ¿Quién la puede comprar? Los estratos cinco y seis. ¿Qué es lo que se quiere con la quinua?, masificar el cultivo, masificar el consumo. La quinua Cundiboyacense es de minifundio, no podemos decir que tenemos las grandes extensiones de tierras como en los llanos, como en el Caquetá, como en Yopal, Casanare, donde los cultivos son extensivos. Acá no, Cundinamarca básicamente es de minifundio, es de campesinos que tienen una fanegada, dos, tres, cuatro, cinco, y tendemos a desaparecer, porque no hay las iniciativas y estos cultivos son alternativos, tanto para autoconsumo como para productividad, y que es nueva para el 90% en Cundinamarca.

Otro problema es que en Cundinamarca no existe cadena productiva de la quinua, estamos hablando de un centro que se hizo de unas iniciativas particulares, de 50 municipios que hay aptos no alcanzan haber 20 hectáreas cultivadas en quinua, entonces no podemos hablar de cadena productiva. Lo beneficioso del Año Internacional de la Quinua es que el Estado se comenzó a preguntar ¿qué es la quinua? ¿Por qué? ¿Cómo así? Hasta ahora está comenzando a incluirla en los procesos departamentales. En Cundinamarca ya existe la iniciativa de un proyecto a

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mediana escala con algunos municipios, Zipaquirá, Tenjo, que están haciendo un ejercicio importante, lo promueven desde la parte institucional.

Otro problema que se tiene es que es un cultivo nuevo para el campesinado y ellos no creen en muchas cosas, prefieren seguir con su papa, su zanahoria, pero quinua no, entonces nadie quiere sembrar. Este proyecto de Guasca es un piloto, ahorita comenzamos otro en Gama, ya lo moldeamos no solo para madres cabezas de familia, sino mujeres rurales y la sorpresa grata es que la gente no quiere salir del campo. El campesino no quiere salir, lo que ellos necesitan son los insumos y estar abiertos al conocimiento, y a las nuevas expectativas, porque ellos no saben hacer nada más. Que ellos se tengan que venir a vivir acá (Bogotá) a pagar un arriendo en Ciudad Bolívar, es quitarles media vida.

Lo que se quiere es fomentar esos cultivos como el de la quinua, el del amaranto, de la chía, del yacón, que son cultivos limpios, sanos, que tienen muchos beneficios para la salud, que son alternativos y nos salimos del esquema productivo del país. Acá la tierra está en diez familias para las que está hecho el TLC, por ejemplo ¿quiénes pueden sembrar palma? ellos, ¿cuáles son los beneficios del crédito para el que siembre palma? les dan créditos a bajo interés, en cambio al campesino le toca empeñar la finca para que le presten, y si no se le da el cultivo le toca perder la finca. Entonces las políticas de este país están diseñadas para favorecer a los grandes, a los latifundios, y estamos hablando de la caña de azúcar, de la palma, que están en unos modelos en los que el campesino tiende a desaparecer. La satisfacción que se tiene es ver el deseo de la gente de aprender cosas nuevas, de cultivar cosas nuevas, de la gente es la satisfacción, de cultivar cosas nuevas, llegan con preguntas a las reuniones y solicitan apoyo, eso es lo bonito de la gente, del campo, porque ellos no quieren salir, ellos se quieren quedar en el territorio lo importante es contar con ayuda del Estado para poder desarrollar otras actividades que se salen del común. Gracias.

Sergio Damián

Yo quisiera hablar sobre las principales problemáticas a nivel de la Granja. Ha sido sobre la difusión del conocimiento. Muchas veces hemos visto que el gobierno ve en esas nuevas iniciativas y lo que hace es cogerlas a su nombre para captar dineros. Hemos tenido cuidado con esto para que no se vuelva una cuestión con un tinte político. Después de esa difusión del conocimiento se toman tres puntos fundamentales como son las autonomía, seguridad y soberanía alimenticia. Esa responsabilidad con ese conocimiento, ustedes estando aquí, teniendo estas nuevas ideas, estos nuevos planteamientos, ustedes no pueden salir de esta puerta así como entraron, ustedes ya son otras personas con más conocimiento y esto tiene que ser responsable, de acuerdo a con lo que ustedes vayan a dar allá afuera.

Vayan a fuera en sus círculos sociales a dar un ejemplo que nos ha parecido muy bueno, y es apoyar a los mercados agroecológicos, a los productores, y salir de los mercados tradicionales. Ir a un Carulla o a un Pomona es ir por el ojo (por la apariencia), ¿por qué le gusta tanto este tomate que se ve espectacular y está en el catálogo? ¿Por qué no les gusta éste tomate chonto que está un poquito torcidito? es como de fotografía, están comiendo por el ojo pero hay que darle más importancia a los procesos.

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La cultura a corto plazo, esa pereza mental de la que hablábamos, se vuelve una mentalidad de sicario, que quiere ir ya y que le paguen su plata de inmediato. No, que bueno es saber que esos monocultivos pueden tener una salvación, por ejemplo el amaranto es una semilla muy parecida a lo que es la quinua, y se ha descubierto que limpia el terreno. Todos esos terrenos de papa que tienen bastante químico en poco tiempo pueden llegar a limpiar en una buena parte, si se cultiva una buena cantidad de amaranto.

Yo hago tres, cuatro invitaciones hoy, la invitación a la edificación de sociedad, si tenemos un ideal de sociedad clara podemos llegar a multiplicarla. La otra es a valorar al campesino, a las comunidades afro e indígenas y a la reivindicación cultural que tanto necesitamos. Gracias.

Carlos Ancizar

Yo creo que para hablar de la problemática, podemos resumirlo. Primero el problema fundamental que se ha venido discutiendo en las movilizaciones campesinas, que es tal vez lo que nos ha unificado es el modelo de desarrollo. Un modelo orientado al crecimiento económico en función a la acumulación del capital en unos pocos, es evidente que van creando mucha mayor pobreza y la va profundizando más, a medida que van creando y profundizando y expandiendo la pobreza. Entonces lo que queda para nuestro seguimiento del modelo son los programas asistencialistas.

Es uno de los problemas que tenemos porque desafortunadamente a los sectores sociales y populares, inconscientemente nos estamos volviendo limosneros, mediocres. Todo el proceso de participación entonces no es aportar ideas, no son espacios para el cumplimiento de deberes y derechos en función de la satisfacción de necesidades básicas y satisfacción de las aspiraciones de las personas, de las familias y de los pueblos. Sino de participación para ir a pedir, y para ir a decir sí, o para salir renegando. ¿Por qué? porque lo primero que hace cualquier modelo de desarrollo que se quiere imponer es tocar el modelo cultural.

El modelo de desarrollo capitalista lo primero que hizo fue quebrar la cultura de resguardos, y ahí es cuando se crea el problema del modelo educacional. Eso no va orientado a desarrollar el conocimiento con base en la cultura de los pueblos, sino va a quebrar la estructura de los pueblos, para imponer unos nuevos valores y nuevos principios en función de lo que se persigue para la acumulación de capital.

Por supuesto, este modelo un modelo económico absorbente que opera como la esponja de arriba para abajo y que nos obliga a ser explotadores y decir lo que hacen los de arriba también lo replicamos nosotros. Por qué el pequeño propietario que tiene un pedacito de tierra y no puede cultivarlo, porque el gobierno dijo que si no hay un mínimo de condiciones de vida, entonces no tengo capacidad. Porque los productos que yo saco, los sacó de contado, y el precio no lo pongo yo, lo pone el sistema comercial, y ¿quiénes lo dominan?

Hay tenemos unos problemas económicos, sería muy bueno que ustedes nos informaran o por lo menos nos dieran un resumen del Informe de Desarrollo Humano del 2011. Yo creo que hay una realidad de lo que ocurre porque es un informe precisamente sobre el campesinado y hay una información valiosa aunque no cubre

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realmente cual es la profundidad de la problemática rural y se queda muy corto en las concentraciones y en las propuestas. Muestra un panorama de que es lo que ocurre en lo rural, el problema alimentario que es insólito, tenemos los mejores territorios, la diversidad de tierra, y la más alta desnutrición en el sector rural.

El problema de la vivienda, que es desastroso, el problema de la recreación que antes uno jugaba en las lomas, el problema social que se deriva del mismo modelo, se orienta a que los pobres tengamos que necesariamente incorporarnos a esa institucionalidad en función de los que persiguen el poder. Una institucionalidad, que no contribuye al desarrollo humano sino al crecimiento económico.

Por lo tanto cada programa asistencialista que sale del sector gubernamental exige la creación de una organización, no les sirve ninguna de las organizaciones que existen en la vereda hay que crear otra especial para el programa. ¿Qué se pretende? pues generar la división, contradicciones e impedir que los sectores sociales populares construyamos poder. Porque es indudable que un poder no se combate sino con otro poder. En el campo tenemos bastantes organizaciones, las juntas de acción comunal, o los sindicatos de las comunidades productivas. El gobierno dice que cada programa debe tener una nueva organización. Cuando se creó la ANUC, con todo lo que se ha hecho se dijo, que porque no se hacían esos programas por medio de las organizaciones ya existentes, porque hay organizaciones campesinas desde el 96.

El problema del modelo de desarrollo condiciona la política estructuralmente, las políticas económicas, y ahí también tenemos el problema de que los términos los degradan, los satanizan. Aquí cuando uno habla de política lo que le preguntan es ¿a qué partido pertenece? y ¿cómo lo está siguiendo?. Cuando la política debería ser fundamentalmente la organización de los recursos humanos y económicos en función de la construcción de un bien de una sociedad, que responda a las necesidades y aspiraciones de las personas, de las familias y de los pueblos. Eso es el ejercicio político y en esencia todos somos políticos, porque todos de alguna manera realizamos alguna actividad en función del mejoramiento de nuestras condiciones de vida y de trabajo. En cambio, aquí la política es una politiquería en función de caciques.

Ahora tenemos el problema ambiental, que es uno de los problemas más serios en este momento, de las alteraciones climáticas que estamos viviendo, es una responsabilidad que nos cae a nosotros, es una responsabilidad de todos. Entonces otro documento que se puede consultar es el informe alterno, sobre cómo van los derechos económicos, sociales culturales y ambientales en el país. El último informe, el del 2011 es muy clarificante sobre la situación de los sectores sociales populares.

En conclusión, Aquí el problema es un modelo de desarrollo injusto, y por lo mismo injusto es un modelo criminal que está contribuyendo a la destrucción de la sociedad, y a la destrucción de la vida, y del planeta. Por eso es importante este tipo de eventos. Lo que tenemos que hacer es combatir las causas.

Preguntas de los asistentes: Ustedes hablaron de dos productos alternativos que suplen necesidades alimenticias, pero son alternativos y el

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desconocimiento entonces al campesino también le hace falta una metodología para llegar a la información en casa hacia los consumidores naturales y son ustedes los que conocen los productos y son ustedes los llamados a exponer sus virtudes sus propiedades y creo que esa es una de las falencias de los productos alternativos, no se está sabiendo llegar al consumidor con sus cualidades y entonces explíqueme como es la quinua, el amaranto y lo puedo sustituir con cual alimento?

LA segunda pregunta es que desde mi punto de vista cada uno de ustedes trabaja en diferentes escenarios al entorno nuestro entonces que harían ustedes desde su escenario para que nosotros nos acerquemos como academia y como comunidad a lo que ustedes están haciendo para poderlos apoyarlos y vincularnos con ese proceso?

La tercer pregunta es ¿han experimentado cultivar la quinua en otro tipo de clima?

Respuestas:

Alfonso Cortés Rodríguez

La primer pregunta es cómo saber de la quinua, la quinua la tenemos desde el tiempo de los indígenas, fue desplazada cuando llegaron los españoles, acá en Colombia hasta ahora se está retomando. Lo que es Perú, Bolivia, Ecuador, y Bolivia que es el primer exportador de quinua en el mundo. El consumo es algo particular, porque Bolivia tiene un nivel de desnutrición del 75% porque no la consumen. En este momento las exportaciones de quinua en Bolivia fueron suspendidas hasta que la gente la compre, entonces partamos de ahí que Bolivia es el mayor productor de quinua y es el que está más desnutrido.

Acá en Colombia hay cuatro departamentos que son los potenciales productores que son Nariño, Cauca, Cundinamarca y Boyacá de los cuatro el que está más atrasado en cuanto a la producción y el consumo es Cundinamarca. En Boyacá la consumen la cultivan, la procesan. En Cauca hay un proyecto que lidera la Gobernación del Cauca que se llama el proyecto Panes, en este momento están incluyendo dentro de la dieta departamental de los desayunos escolares, supliendo la bienestarina con quinua, y en Nariño también la cultivan bastante.

La quinua no se ha podido masificar en Cundinamarca porque la gente no la conoce, es un producto elitista, la consumen los estratos 5 y 6 que son los que tienen la posibilidad de comprarla y es de difícil acceso, solo se consigue en el mercado naturista, en Pomona, en Carulla. Y ¿a qué sabe? la quinua no sabe a nada pero contiene los 7 aminoácidos indispensables para la vida. Es un cultivo que tiene el nivel más alto de proteína vegetal, puede remplazar la carne, la utilizan mucho los astronautas cuando van al espacio porque es fácil de digerir, todos la podemos consumir. Hay una cartillita de cómo se consume, se puede ponerle al arroz, a la ensalada, a los postres, hay variedad de formas para consumirla. Hay panaderías que están elaborando panes con quinua que valen $7000 o $8000. El objetivo es masificar el consumo de la quinua, tenemos que hacer que baje el precio para que lo consuman los estratos 1 y 2 que son los que están desnutridos. El tema es el poder adquisitivo de

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la quinua, se pueden hacer coladas, cambiar por el chocolate, por el café, por la sopa de verduras, el masato. El amaranto es de la misma familia, si la quinua es desconocida el amaranto es peor, el grano es más pequeño. En Guasca hay un proyecto en el que el objetivo es vender el 20% de la cosecha, y el resto es para el autoconsumo y para transformarlo, darle un valor agregado y poderlo vender en el mercado campesino.

La quinua se da de los 2.800 metros a los 3.000 pero hay una variedad que decía el profesor Guillermo Corredor que están cultivando en este año en Ecuador, si hay una variedad que se da a nivel del mar. En este momento no sé cómo se llama pero a los 1.000 sobre el nivel del mar, allá en los llanos podría cultivarse amaranto porque es de clima cálido.

Representante NASA

La experiencia de productos transformados alternativos en las mismas comunidades, el gran problema que se tiene para darlos a conocer es que la gente no cree en la producción que ellos mismos hacen, entonces hay más convencimiento del consumo de allá afuera que del consumo de adentro. Por ejemplo el proyecto de Café Tierradentro, fue una lucha constante para que las mismas tiendas reemplazaran el café Sello Rojo y Águila Roja, para poder colocar el café Tierradentro porque no hay una apropiación de la economía de la misma región. Esa es la dificultad que se encuentra en los proyectos alternativos.

De otros proyectos que hay en Tierradentro la gente no se apropia del producto, en vez de comprarse un jabón XXXXX lo que hace es comprarse un jabón Palmolive o Rexona, eso es algo mental, Hoy en día con el café de tierra adentro por lo menos ya en los hogares, en las comunidades uno puede tomar ese café que lo coge lo seca, lo tuesta y lo toma, y es más ecológico y más saludable.

¿Qué dificultad ve en el consumidor frente a su producto?

Luis Abraham Gutiérrez

La falta de conocimiento más que sentido de pertenencia, porque a veces vemos un producto bueno y preferimos un producto que ha sido producido como no corresponde. Aunque poco a poco si hay un pequeño grupo de personas, los médicos, gente en la alcaldía, pero digamos le dicen a uno que si está produciendo un producto orgánico bueno, encargan un kilo o dos kilitos. Entonces es un pequeño camino que se está consiguiendo pero la gente si es muy reacia a consumir lo que realmente vale la pena, y prefieren ir a los mercados a comprar productos de marca, y eso si es lo que nos perjudica por no preferir la alimentación sana. Hay que tener en cuenta que si yo produzco algo bueno y veo que no es aceptado pues como que se le baja la moral a uno. Los productos buenos es lo que hay que buscar, y no hay que perderle en hilo a las cosas y ojala en el mañana tomemos consciencia de verdad y que todos podamos interrelacionarnos y formar una cadena de producción y consumo favorable para todos.

Egui Laurencio Gutiérrez Herrera

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Nosotros en nuestras fincas debemos estar creando cosas innovadoras, en los mercados hay gente los acepta y otros que nos dicen –uy esto no lo había visto pero ¿por qué lo hacen? ¿Cómo lo hacen?-, por ejemplo nosotros empezamos a hacer ajíes, hacemos jaleas de mora que es algo convencional, pero entramos también a crear ajíes de guayaba, aprovechamos la planta de limonaria. Me parece que es algo importante tener algo nuevo que ofrecer, hay mucha opción y en una finca hay mucha diversidad, manejamos el concepto de diversidad para aprovechar lo que más se puede. En ese sentido la gente a veces lo acepta bien, y a veces no. Cómo dijo mi papá a veces la gente local no acepta, pero también trabajamos con voluntarios que vienen a las fincas que vienen de otros sitios, y prueban un ají de guatila y dicen -¡uy!- y eso es algo muy delicioso para ellos, y de pronto en el caso de la gente local, es un poco la educación, es importante educarnos más, la parte dura es esa, salir a mostrarle a la gente es muy enriquecedor, en el camino vamos encontrando gente que le dice a uno -muy bien sigamos, que rico que hagan eso- es una parte enriquecedora para pensar que si se puede y seguir. En los mercados es duro cuando la gente no conoce y a veces en ciertas ocasiones no lo aceptan muy bien, pero ahí vamos.

¿Cómo podemos apoyar en esos escenarios desde la academia, como estudiantes y como actores sociales al proceso que ustedes están desarrollando?

Carlos Ancizar

Son tres cosas muy precisas, esto no es de metodología, el problema nuestro es de medios y de recursos, los medios de comunicación ya sabemos quiénes los controlan, nosotros no tenemos acceso a los medios de comunicación. y no tenemos recursos para hacer la tarea, las organizaciones campesinas fuimos desprovistos de recursos apartados, eso hace que las organizaciones campesinas no tengamos la posibilidad de subsistir.

En cuanto al problema de la relación campo-ciudad, todos sabemos que desafortunadamente no tenemos todavía mucha consciencia de esto, la pobreza para acceder a recursos. No hay conciencia en cuanto al rompimiento del campo ciudad, de aquí se nos borró la memoria que no fue la ciudad la que creo los campos, sino que el excedente del campesino el que creo la ciudad. Entonces como no se tiene tampoco conciencia de la relación entre el ser humano y la naturaleza, entonces la naturaleza pasa a ser suciedad, entonces si a uno lo ven embarrado ya sabemos que se dice. Eso genera que el campesino, si usted entra a un supermercado ve los precios usted nunca pide rebaja en el precio, pero ¿cuando llega el campesino a ofrecerle un producto y le ofrecen la mitad? hay hay un rompimiento que hay que tener en cuenta en ese proceso de volver a reestructurar esa relación tan considerable. La gente que vive en la ciudad se le olvido a la mayoría que sus ancestros son de origen campesino, pero eso se les olvidó. El campo entonces se convierte en un sitio para ir a descansar, para ir a una piscina, para ir a una cuestión de turísmo, no a conocer el campo. Ustedes deben conocer estadísticas de las encuestas que se hicieron en Europa, y se decía -¿de dónde provenía la leche? – y la gente respondía –de allí de los supermercados-. Hay un desconocimiento total de lo que pasa en el campo, ¿qué podemos hacer frente a eso? Nosotros lo que hemos venido haciendo en las poquitas posibilidades que tenemos, vamos 7 años desde que iniciamos el proceso de los

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mercados campesinos, buscando recursos del gobierno para hacer una campaña en dos temas fundamentales: en lo que es seguridad, soberanía y autonomía alimentaria; y lo que es la economía solidaria como alternativa al modelo neoliberal, en función de la organización de los consumidores para que tengamos conciencia de consumidor. Está también el problema de tiempo, el modelo lo que hace es ocupar a la gente, porque la baja de ingresos de los hogares hace que se deba trabajar todo el día y por eso llegan los enlatados, y la alimentación chatarra que estamos comiendo hoy, porque no hay tiempo para nada.

Entonces otro problema por una parte falta de recursos, falta de medios y por otra parte la ciudad, en la ingenuidad de que no le queda tiempo sino para escuchar cosas de menos importancia que lo que pasa en el sector rural. Lo que hemos venido haciendo ha sido, como en el caso de la granja con Rosa Poveda, como es un proceso de recuperación de semillas, se aprovecha para llevar a los niños de las escuelas, de los colegios, y van bastantes universitarios de diversas universidades. Se les explica cuál es el proceso y la importancia de la semilla, y cuál es la importancia del sector rural y cuáles son los problemas que se tienen.

Nos encontramos con algo muy interesante, mientras en el sector rural por carencia de medios, carencia de recursos, y por la misma idiosincrasia que hemos adquirido para decirle al niño tiene que estudiar porque si no usted no puede ser como yo, si quiere ser alguien tiene que estudiar. Aquí encontramos otra cuestión diferente, encontramos que ese poco de jóvenes, de muchachos, de niños, empiezan a pensar bueno yo me voy para el campo, pero a que si yo no sé nada del campo. Entonces no hay conocimiento, en eso hemos planteado que los muchachos bachilleres del campo se incorporen dentro del programa de educación formal a través de la UNAD y permanezcan en el campo. Hay que hacer una transformación, por eso estamos proponiendo unas granjas escuelas agroecológicas a nivel regional.

Aquí en la ciudad, con la Universidad Nacional se han realizado 4 eventos en donde con los jóvenes y los campesinos, se inculca los campesinos productores, se invita a los campesinos productores, se hace un mercado campesino y sobre eso se empieza a hacer análisis de cómo se puede intercambiar conocimiento y como los muchachos pueden visitar comunidades rurales para para conozcan el campo, sepan que es lo que se hace allá, sepan de los problemas y como podemos colaborarnos mutuamente. También se estaba haciendo con la UNIMINUTO, se realizó como especie de mercado campesino. Creo que lo concreto sería que empezáramos ese intercambio. EL gran problema nuestro es que si a uno lo invitan uno se pregunta – bueno ¿y con qué me voy?- esas son las dificultades que debemos vencer, en función de que volvamos a recuperar esa población campesina, a través de los mercados campesinos, eso es un medio, es un instrumento, tenemos muchas dificultades pero es una forma de que el citadino conozca al campesino, converse con él, se relacionen y traten de ver como beneficiarse mutuamente.

¿Cómo podríamos articular los espacios entre la academia y lo rural, que le piden ustedes a la academia?

Carlos Ancizar Rico

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Nosotros estamos creando en los municipios comités de comercialización en el sector campesino, que son los que participan en los mercados campesinos aquí en Bogotá. Estamos convocando una reunión para ver como constituir un comité de la ruralidad de Bogotá, hay que tener en cuenta que Bogotá es 75% de área rural y que hay más de 35.000 campesinos pero apenas producimos el 0,2% de los alimentos que necesita Bogotá. La idea es crear un comité orientado a políticas rurales que nos permita vincular profesionales, vincular estudiantes, y vincular a los campesinos para que diseñemos una política de corto plazo.

Sergio Damián

En la granja, el hecho de uno tener el contacto directo de la semilla que se siembra hasta el último momento en que lo cogemos, para esas mingas, esos momentos en que se intercambia cultura con la gente que va a colaborar. Hay una frase de un filósofo de cuyo nombre no me acuerdo, pero dice “que la medicina sea tu alimento y tu alimento sea tu medicina”. Hemos venido hablando de los procesos limpios, de todos estos alimentos alternativos como son la quinua, el amarando el yacón, y demás, porque no salir de esa mentalidad de como por una necesidad y ya… y no pensar en que si no como bien ahorita, después voy a estar metido en una camilla, en un hospital y ahí si que me va a costar realmente, eso que ya tienen los alimentos.

Entonces hay que pensar más allá, apoyar estos procesos organizativos y por parte del proyecto nuestro vale la pena que se peguen la pasadita, el que lo vive es el que lo goza, dicen. Realmente es un proyecto del cual uno puede aprender muchísimo, se hacen talleres de agricultura urbana, ustedes pueden en sus apartamentos, en sus casas, en pequeños espacios pueden producir parte de su alimento y la gente puede seguir apoyando estos mercados campesinos que venimos desarrollando en la ciudad cada quince o treinta días. Hay van conociendo y multiplicando todo esto.

Alfonso Cortés Rodríguez

Yo creo que la academia si juega un papel muy importante en todo esto, creo que está muy lejos de los procesos reales que existen en los municipios, está bastante distante porque una cosa es la academia y otra es el trabajo en campo. Eso es lo que nos hemos dado cuenta. Acá yo he visto unas experiencias bastante interesantes con la Facultad de Ingeniería de Alimentos, donde hay unos acercamientos con los productores y con las necesidades que tienen ellos. Particularmente con una asociación en el municipio de Guasca, desarrollamos dos productos, que aquí se hicieron los análisis y las pruebas para que los sacaran una mermelada que pueda competir, o que puedan ser tangibles los resultados en la transformación.

Yo creo que la universidad debe mirar desde la responsabilidad social se podría ampliar, e invertirle, no sé si dinero, pero si más profesionales o estudiantes a este tema. Por ejemplo con el cultivo de quinua que tenemos, las señoras que están trabajando un día me decían – qué posibilidades hay de que un día estandaricemos un pan con quinua y que podamos hacer el análisis de los componentes de las harinas y que porcentajes tiene y le podamos sacar una marca – Yo les dije – pues hay muchas posibilidades pero para eso se necesita plata, que es lo que falta. Mis compañeros (los demás expositores) tienen procesos reales de productividad que se están viendo, que son alternativas de vida, hay personas que lo tienen como opción de vida.

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Me disculparán, pero para los estudiantes una de estas experiencias puede ser su trabajo de grado y nada más, pero para las personas que están allá y que no tienen el conocimiento que se está obteniendo en la academia, si es para ellas una esperanza de vida y una luz a final del túnel. Para que no sea solamente el trabajo para graduarme y si te veo no me acuerdo, sino que de verdad sea un trabajo que va de la mano. Yo conozco en Cundinamarca procesos productivos, todos los que quieran. Que tienen la idea de sacar un monton de cosas pero no saben cómo hacerlo, que si quiero hacer un cultivo hay que mirar como hacerlo más productivo. Por eso hay que ver como trabajamos, pero que se llegue y se trabaje con la gente que está siendo productiva en este momento, con las iniciativas que ya existen y las que pueden surgir.

Hay muchas iniciativas, yo le preguntaba a la ingeniera Mary Luz González, de los proyectos que hemos trabajado donde se está vinculando, se está trabajando en el sector productivo, en esa cadena primaria en donde no se tiene la posibilidad de llegar a un mercado, a un consumidor final directamente. Lo podemos hacer, no necesitamos montar una planta para hacer una mermelada para 20 productores, podemos estar haciendo una cosa a nivel regional. Sabemos que esto es lo que nos tiene fracturados en el sector agrícola, porque no estamos aprendiendo a trabajar en comunidad. No estamos aprendiendo a trabajar, sino que cada quien jala para su lado. Yo creo que la academia puede jugar un papel muy importante para todas estas asociaciones. Por ejemplo un plan de negocios, para presentarse a cualquier convocatoria del Estado se debe tener un plan de negocios, que el campesino no sabe cómo hacerlo. Hay cosas que no necesitan de mucha plata pero que si pueden ser relevantes.

Les invito a que esa parte de la responsabilidad social no sea tanto la responsabilidad social de las universidades, por ejemplo con el trabajo que están haciendo aquí en UNIAGRARIA, que se extienda más, porque de esos procesos han salido cosas muy bonitas. Hay trabajos que se pueden sentir, se pueden palpar y hay comunidades que se lo van a agradecer, eso se va a ver plasmado en la calidad de vida de los campesinos. Somos un país muy rico, y la academia si va a jugar un papel muy importante, sobre todo con esto de los TLCs.

Representante NASA

Valga este espacio para hacer una crítica pertinente frente a las universidades y todo el colectivo de académicos que las mismas producen. En el sector rural las comunidades indígenas y campesinas siempre han sido objeto de investigación, sobre la práctica de los mismos campesinos, mas no sobre la práctica de la misma academia. Las mismas universidades tienen documentos, archivos de tesis, proyectos de grado que en últimas en la práctica no se hace real.

Creo que el sector rural siempre ha propiciado el espacio de investigación y el relacionamiento entre la academia y la experiencia, lo único es la academia no lo ha aprovechado al máximo para que esos proyectos sean visibles. También es importante decir que en Bogotá existe un cabildo estudiantil universitario indígena, que lleva más de un año y el propósito es poder cómo los jóvenes indígenas que están en las universidad des puedan llegar a las comunidades para convertir lo teórico en algo practico en sus proyectos de grado. Las comunidades indígenas han sido muy abiertas para el sector académico, en Tierradentro tenemos un órgano que hace esa

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interlocución entre universidades e investigadores, que se llama el Centro Indígena de Investigaciones Interculturales de Tierradentro, se realizaron convenios con la universidad distrital e incluso con la universidad nacional para realizar procesos de investigación, pero que los resultados no se queden simplemente en una propiedad, de patentes de la universidad, sino que los conocimientos queden en las comunidades como propiedad colectiva. En el mundo indígena el conocimiento es colectivo y no individual.

Como se ha hecho aquí en Bogotá hay que empezar a abrir los espacios, aquí no se trata de que espacios de damos los indígenas a los académicos, sino en que espacios los académicos pueden untarse del sector rural.

Intervención de una asistente - Sé que no muchas universidades se involucran con el sector agrario, pero en mi caso en el programa de contaduría pública nos ha tocado ir a lugares donde hemos visto proyectos de la quinua, hemos visto varios proyectos. En este caso de UNIAGRARIA creo que hemos hecho parte del trabajo, hemos tratado de hacer capacitaciones a gente que no tienen muchos conocimientos, que no tienen acceso a saber cómo llevar una contabilidad. Creo que como universidad nos hemos involucrado, no todos, pero nos ha tocado como estudiantes sacar recursos, para transportarnos, para ir a localidades cerca como Tenjo o Funza, hemos sacado tiempo y compartido nuestros conocimientos para transmitirlos a los proyectos y sacarlos adelante. Hemos apoyado proyectos de madres, de personas discapacitadas, de desplazados. Eso es lo que quería aclarar.

Los expositores continúan respondiendo la pregunta anterior

Wilmer Liz

Hay instituciones donde podemos hacer acuerdos y buscar formas de irnos como académicos, como estudiantes, como profesores, de irnos directamente al campo. Del pueblo NASA en el resguardo de Togoima existe un convenio firmado con UNIAGRARIA. El grupo de trabajo somos seis compañeros, estamos en diferentes programas, yo estoy en contaduría, otros compañeros están en derecho y en agroindustrial. Entonces a través de esto incentivar a hacer equipo, aquí hay voluntad de los profesores, de la doctora Teresa que es de los fundadores.

En el año 2007 se firmó el convenio interinstitucional con el resguardo de Togoima y UNIAGRARIA. Lo firmamos para el intercambio de saberes, nosotros hemos venido para compartir como es que se trabaja, y en la parte técnica es la que necesitamos (es lo que puede brindar la academia). Estamos haciendo los contactos, hemos tenido salidas en el 2008 con un grupo de estudiantes y profesores, de la profesora Marcela que en este momento no se encuentra, ella inició ese aporte a la comunidad. También tuvimos una salida el año pasado (2012), y este año a inicios de febrero, con un grupo de profesores fuimos a hacer un levantamiento de información. Llegamos al acuerdo se trabajar en comunidades, resguardos, que sea en todo el municipio, con la alcaldía, para hacer convenios con los estudiantes que tienen la voluntad de colaborar para aplicar esa técnica (que se aprende en la academia). Porque uno está enseñado al respeto a los mayores y aprende de ellos, pero uno llega aquí y ve ese cambio, llega el profesor, y uno llega y se siente perdido, y eso me pasó a mí. Es muy bonito escribir

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pero de ahí a llevarlo a la realidad es muy diferente. Nosotros tenemos un semillero que lo hemos llamado caminando la palabra, para nosotros el futuro esta atrás, porque los mayores ya pasaron por ahí y nosotros vamos recorriendo la huella de ellos. Estamos trabajando en eso porque ahora nos van a dar un espacio en la finca de UNIAGRARIA en Tenjo para nosotros hacer una parcela demostrativa las personas que se quieran incluir, están bienvenidos. Yo creo que la academia debe dirigirse directamente al campo, no quedarse aquí recibiendo la técnica pero cuando vamos allá la cosa es diferente. Gracias.

Luis Abraham Gutiérrez

Hay que hacer más interrelación entre la academia y el sector campesino, nosotros como campesinos tenemos ciertos temores, hay que es bajar ese temor y acudir a las personas y a las instituciones que tienen el valor de instruir a otras personas que necesitan saber las cosas, deberíamos estar más en comunicación. De todas maneras de antemano les agradezco la invitación, aquí estamos para hablar nuestras inquietudes, pero si seguir un camino más avanzado, mitad y mitad, hay que intercambiar saberes.

Hay que cambiar el paradigma y construir saberes, hay muchas universidades que si tienen la voluntad pero si no hay comunicación y si no hay interrelación no se puede. Que seamos como una unidad, debemos apoderarnos y apoyarnos y beneficiarnos todos, esa es mi propuesta desde mi punto de vista. También, invitar a los compañeros campesinos que nos relacionemos, que pensemos, igual a los profesores, los profesionales que nos unamos y así podemos hacer muchas cosas y mejores las cosas porque el Estado ha descuidado el campo. Cuando alguien llega a la ciudad al tiempo se le olvida ser campesino porque usan términos como, usted tan campeche y usan esos términos que le da a uno pena de relacionarse con los demás. Con los campesinos se discutió porque el campesino se ha visto con esa noción tan negativa, seamos campesinos o de ciudad todos somos una mezcla de razas, somos de los mismos. Pero ya no nos da miedo relacionarnos.

Egui Laurencio Gutiérrez Herrera

En la finca nosotros tenemos un espacio para la gente, nos interesa que las personas vayan, es una forma de intercambiar la experiencia y el conocimiento, nos interesa porque a veces van personas que conocen de sanidad y esos temas que nosotros no sabemos. Estamos abiertos al cambio, siempre tenemos las puertas abiertas, manejamos un cine educativo en Cáqueza, nos interesa que vaya la gente de la ciudad para relacionarnos y compartir ideas. Por ejemplo para hacer una huerta, para sembrar árboles, es una experiencia enriquecedora, para nosotros los campesinos y para la gente de la ciudad. Tenemos las puertas abiertas para intercambiar que aprender.

Moderador

Por parte del programa de contaduría pública agradecemos a los asistentes por participar. Hay algo que quiero puntualizar, hay estudiantes que no tienen espacios para realizar investigación y los campesinos nos están invitando. El intercambio de saberes está allí, entonces un llamado es que las puertas están

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abiertas y hay aspectos que se pueden trabajar entre la comunidad y la academia. Nosotros tenemos las líneas de investigación de contabilidad rural y ambiental podemos trabajar en temas como manejo de costos, cadenas productivas, certificaciones, para mirar la comercialización. Entonces se pueden desarrollar trabajos de grado que no se queden en trabajos escritos sino que sean proyectos de vida. Algunos podrán crear empresa en el sector agropecuario como proyecto de vida, la invitación es a que ustedes como estudiantes con toda esa juventud lo hagan.

Para finalizar se presenta un video del consultorio contable, el cual es parte del programa de Contaduría Pública, la idea es que desde el consultorio se identifiquen esas ideas y proyectos sobre los que tenemos que trabajar e investigar. Hay que mirar que problemas hay para articularnos, las puertas aquí también quedan abiertas.

5. Análisis sobre las experiencias de producción y consumo para la soberanía alimentaria

Se dijo en el primer día de debate que el concepto de soberanía alimentaria no está acabado, aún nos queda camino para lograrlo. Más allá, lo que tiene mayor importancia es la forma como se practica, los actos que realizamos y la forma como nos relacionamos con el alimento y el acto de nutrir el cuerpo y el alma. Una expresión de esto son las experiencias campesinas e indígenas que apreciamos en la mesa de discusión del segundo día, cuando las voces de quienes producen el alimento hablaron amorosamente a la academia, señalando los retos que nos esperan, y valorando los esfuerzos que realizan las universidades y académicos.

Recordemos, las experiencias compartidas vienen de lugares distintos y son: Escuela Agroecológica Mutualitas y Mutualitos, una apuesta por la educación para la vida, donde su lugar de referencia queda en el barrio La Preseverancia en Bogotá; “Finca de Don Luchito” una finca familiar agroecológica, con un interés por cuidar la diversidad de plantas, alimentos, y de compartir el conocimiento; el grupo de mujeres productoras de quinua en Guasca, quienes ven una opción económica y se motivan por el potencial nutricional de este grano andino; el pueblo NASA que por sus prácticas culturales, han vivido procesos de resistencia y de rupturas, pero asumen nuevos retos para el buen vivir; los mercados campesinos, una propuesta organizativa que involucra a quienes producen para acercarlos al consumidor, y disminuir los efectos negativos de las actuales formas de intermediación para la distribución de los alimentos.

5.1 Las características en común de las experiencias

A continuación se resaltan las características de cada experiencia que muestran actos y formas de hacer y relacionarse con los demás, con algunos elementos analíticos, orientados a repensar nuestro papel como académicos en la relación con los procesos de producción y consumo. Veamos primero que tienen en común: en todos los casos

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se produce para nutrir, como planteó Aliex en la sesión anterior, no se trata solo de alimentarse, se trata de nutrir el cuerpo y el alma.

Otro elemento en común son las prácticas solidarias, Fidel nos habla de la experiencia NASA, un claro ejemplo de soberanía alimentaria, que implica no solo decidir que producir y como producirlo, sino que en el práctica implica también resistir ante los vínculos existentes entre las personas que habitan los resguardos y empresas que ostentan un poder económico frente a la producción agropecuaria como el caso mencionado de Nestlé. La apuesta de los NASA es fortalecer la economía local con productos locales, y generar identidad para que los habitantes del lugar decidan consumir esos productos y se nutran.

EL proyecto de quinua en Guasca presentado por Alfonso Cortés Rodríguez, incluye a instituciones de gobierno, mujeres que habitan en zona rural y la academia. Hay solidaridad entre las mujeres, por prácticas como la mano prestada a la hora de realizar labores del cultivo. Es una contribución a la soberanía alimentaria por varias razones, busca diversificar la producción para no depender solamente del cultivo de papa, su visión es lograr el bienestar de las mujeres que están en situaciones vulnerables. Además, la quinua es fuente de motivación por su potencial nutricional, como ha reconocido la FAO, en los hogares son las mujeres las encargadas del alimento en las familias, y por eso son ellas quienes se preocupan por lo que va a comer la familia.

Otra manifestación de la solidaridad es la forma tradicional como se ha dado manejo a las semillas, como dijo Carlos Ancizar, hay que destacar el cuidado de las semillas ha sido una labor principalmente de las mujeres. Las semillas se han cuidado por miles de años, y han existido prácticas solidarias como el trueque, que se asocia a prácticas de intercambio y ayuda mutua. En contraste y como se puso en discusión, actualmente predomina la lógica de acumulación de dinero, la cual transforma esos valores de solidaridad. Contrario a la solidaridad es la concentración de la tierra, el ejercicio del control de los territorios, y todos los elementos que estos albergan como son las fuentes de agua. Los acuerdos de libre comercio impactan de forma significativa el cuidado de las semillas, porque imponen exigencias con argumentos de salubridad, que implican generar legislación que limita la limpieza e intercambio de semillas, perjudicando principalmente a las familias campesinas.

5.2 Aportes de la academia a la soberanía alimentaria

Alfonso Cortés afirmó que el proyecto de producción de quinua en Guasca fue exitoso por el acompañamiento de asesoría técnica constante que se brindó, donde se resalta el aporte del profesor Guillermo Corredor. , siendo este uno de los retos de la academia, y que tiene que ver con lo que plantea Aliex Trujillo de involucrarse, no solo de proponer soluciones sino de generar mecanismos para hacer acompañamiento y seguimiento.

El tema del acompañamiento se hace evidente no solo con el éxito de ese proyecto, sino también con el caso de la construcción en guadua en la escuela granja

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agroecológica. Pues se menciona que el proyecto no ha avanzado por falta de constancia, la ausencia ha llevado a perder material, al deterioro de la guadua, a mantener en expectativa a la familia que confió en tener una casa construida con materiales ecológicos. Ese proyecto de bioconstrucción está lejos de ser un caso exitoso, y tiene que ver con ausencia en el acompañamiento.

Es necesario estar en los lugares, observar, hacer seguimiento, concluir los proyectos, y transferir el conocimiento a quienes van a asumir las soluciones que se generan desde la academia. Esto se convierte en otro reto. Si bien hay que considerar el papel de la academia y sus retos, debemos también reconocer que la academia no es un actor homogéneo, sino que en esta participan personas, con conocimientos, vivencias y niveles de compromiso diferentes, y lo que se logre depende de la agencia que generen éstas personas.

5.3 Prácticas y aportes para construir el concepto de soberanía alimentaria

El proyecto de la quinua surgió como opción, la quinua como cultivo alternativo a la producción de papa, es una respuesta a la situación económica desfavorable de los campesinos en el municipio, por la incertidumbre ante los precios de la papa. Las personas están dispuestas a arriesgar y emprender nuevas tareas, que están prestos a ver opciones para vivir bien, realizar las labores de que tienen conocimientos y permanecer en el campo. Ese permanecer, poder estar en su lugar de visa, es un punto que debe considerarse en la soberanía alimentaria, y tiene que ver con la noción de territorio, porque es donde se crean y circulan los conocimientos y los alimentos. Este proyecto pensó no solo en la producción sino también en el consumo, eso implica una mirada diferente, porque la quinua es una opción de vivir mejor, pero sin un enfoque orientado solo a producir, la quinua es en este sentido un alimento, y se ha convertido en un elemento cohesionador, que ha motivado la organización de mujeres no solo en Guasca, sino también en otros municipios de Cundinamarca y Boyacá.

En ésta segunda sesión se volvió a hablar de autonomía alimentaria, en la primera sesión lo hizo Diego Tupaz, en esta ocasión lo dijo Carlos Ancizar. Vemos entonces que es un tema que empieza a ponerse en las mesas de discusión, y que desde la academia debemos trabajar, frente a qué significa, pero sobre todo frente a como se ejerce, como se realiza ésta autonomía alimentaria, que en palabras de Carlos Ancizar Rico implica decidir qué producir, cuánto producir, cómo producir y para quién producir.

Además, Carlos Ancizar Rico pone en cuestión la idea de seguridad alimentaria en el sentido de que este concepto no considera la calidad del alimento, y no tiene en cuenta el proceso que antecedió al producto. Entonces no se tienen en cuenta las enfermedades que sufren las personas, como consecuencia del uso de químicos perjudiciales en la producción de los alimentos.

Se ha dicho que la práctica de la soberanía alimentaria tiene que ver también con el pensamiento, las historias contadas por Luis Gutierrez y Egui Gutierrez, sugieren la necesaria transformación de la imagen que hay del campesino. Actualmente se ve

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como atrasado y relegado, Egui Gutierrez cuenta como desde su juventud aprendió a valorar lo que significa ser campesino, el conocimiento que tienen y el aporte de hacen a la sociedad con la producción de alimentos ¿Qué seríamos en la ciudad son ellos? Por ello la noción de soberanía alimentaria en contextos como el nuestro no puede estar completa sin darles protagonismo a los campesinos.

La experiencia de Luis Abraham Gutiérrez nos muestra como una agricultura diferente no consiste únicamente en cambiar las técnicas e insumos para el cultivo, sino que se requiere en primer lugar un cambio en la visión de mundo, en la forma de asumir la vida, y por tanto en la relación que se establece con la naturaleza y con la sociedad. Cuando se refiere a una revolución, nos habla de un cambio asociado a la soberanía alimentaria, en cuanto a lograr que se mantengan las prácticas de recuperación de semillas. Esto implica no solo tener autonomía para limpiar las semillas, sino que nos propone dos ingredientes más, del amor con el que se deben hacer las cosas, para que sean más fructíferas, y el respeto por el pensamiento de las comunidades. Son ideas comunes al pensamiento expuesto por los indígenas del pueblo Pastos y NASA. Al final, se trata de velar en el largo plazo por las futuras generaciones y de vivir bien en el ahora.

5.4 Los retos que aparecen

El deber ser es que sean sanos y nutritivos, y respetar la autonomía de los pueblos. Dice Carlos Ancizar Rico, si queremos alimentos suficientes y de calidad debemos cambiar los sistemas productivos, siendo este otro reto que no sería solo de la academia, pero al que hay que aportar.

En todos los casos las experiencias identifican en los procesos de comercialización varios retos, a los que podemos aportar no solo como académicos, sino también como consumidores y como personas que hacemos parte de una sociedad. Carlos Ancizar cuenta que los movimientos campesinos proponen acortar la cadena de intermediación, más no eliminarla, siendo los mercados campesinos un medio para lograrlo. Surge como reto la organización de los consumidores en la cuidad, pues existen esfuerzos por trabajar con los productores, hay organizaciones de prosumidores.

En palabras de Luis Abraham Gutiérrez necesitamos estrategias que generen mayor cercanía entre productores y consumidores en la ciudad. En este sentido los productores se están pensado una vida del campo interconectada con la ciudad, no quieren seguir estando aislados, y por ello se requiere construir y fortalecer las redes de solidaridad de que nos habló Aliex Trujillo en la primera sesión.

Otra de las dificultades identificadas por Luis Abraham Gutiérrez son las críticas e incredulidad de los vecinos, y dificultades en el comercio dado que algunas personas no conocen de los alimentos sanos, Es necesario que se masifique y comunique sobre la existencia de estos productos, y se generen alianzas entre productores y consumidores. Hay un deseo de lograr alianzas y apoyo mutuo entre productores y

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consumidores, en beneficio de las dos partes, teniendo como componente central la salud tanto del productor como del consumidor.

Por su parte, el presentante del pueblo indígena NASA, identifica como una dificultad la puesta en los mercados locales de los productos que resultan de procesos alternativos. La historia del Café Tierradentro es el mejor ejemplo, dado que las personas que habitan la región tienden a comprar productos que vienen de afuera en vez de apoyar la economía local. Eso tiene que ver con cuáles son los imaginarios, con cómo influyen los medios de comunicación y el valor que damos a los esfuerzos que realizan quienes producen alimentos. ¿Debemos hacer mercadeo como las empresas de marcas importantes? O ¿Debemos cambiar muestra forma de ver el mundo y actuar en él? El debate está abierto.

Anexo I: preguntas orientadoras mesa redonda del 01 de noviembre de 2013

William Chavarro Rojas, economía campesina.

 1.  ¿Qué se está discutiendo actualmente en la academia sobre la economía campesina (en cuanto a estudios, problemáticas, posturas? ¿Qué relación se trabaja con la soberanía alimentaria?

2.  ¿Qué actores (principalmente desde la academia tienen responsabilidad frente a la economía campesina y en qué consiste?

¿Cuáles son los retos de la academia frente a la economía campesina? 

         Fredy Ordoñez, soberanía alimentaria

1.   ¿Qué se está discutiendo actualmente en la academia sobre la soberanía alimentaria (en cuanto a estudios, problemáticas, posturas? ¿qué relación se trabaja con la soberanía alimentaria? 

2.   ¿Qué actores (principalmente desde la academia tienen responsabilidad frente a la soberanía alimentaria y en qué consiste?

3. ¿Cuáles son los retos de la academia frente a la soberanía alimentaria? 

         Fidel Liz noción de soberanía alimentaria del Pueblo indígena  NASA

1.  ¿cuál es la noción de soberanía alimentaria del pueblo indígena NASA en sus características esenciales?

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2.  ¿Quiénes son las personas que tienen responsabilidad frente a la soberanía alimentaria?

3. ¿Cómo podría aportar la academia para fortalecer la soberanía alimentaria? 

         Diego Tupaz noción de soberanía alimentaria del Pueblo indígena  PASTOS

1.  ¿cuál es la noción de soberanía alimentaria del pueblo indígena Pastos en sus características esenciales?

2.  ¿Quiénes son las personas que tienen responsabilidad frente a la soberanía alimentaria?

3. ¿Cómo podría aportar la academia para fortalecer la soberanía alimentaria? 

         Aliex Trujillo - Redes solidarias

 1.  ¿Qué se está discutiendo actualmente en la academia sobre las redes solidarias (en cuanto a estudios, problemáticas, posturas? ¿Qué relación se trabaja con la soberanía alimentaria?

2.  ¿Qué actores (principalmente desde la academia tienen responsabilidad frente a las redes solidarias y en qué consiste?

3. ¿Cuáles son los retos de la academia frente a las redes solidarias? 

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