Ortega y Gasset apuntes

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1 ORTEGA Y GASSET COLEGIO LICEO SAGRADO CORAZÓN HISTORIA DE LA FILOSOFÍA Profesora: Mª Elena Rodríguez Sánchez

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Ortega y Gasset Apuntes recojidos de internet

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    ORTEGA Y GASSET

    COLEGIO LICEO SAGRADO CORAZN HISTORIA DE LA FILOSOFA

    Profesora: M Elena Rodrguez Snchez

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    l.- CONTEXTO HISTRICO.

    Jos Ortega y Gasset naci en Madrid en 1883. Su padre fue director del peridico El Imparcial Estudi Filosofa y Letras. En 1923 fund La Revista de Occidente. En 1929 dimiti de su ctedra de Metafsica de la Universidad Central a causa de un enfrentamiento doctrinal con la poltica de la dictadura de Primo de Rivera. En 1931 se instaur en Espala la II Repblica. Entonces, Ortega, junto con Gregorio Maran y Lpez de Ayala, fund la Agrupacin al servicio de la Repblica. Fue elegido diputado a las Cortes Constituyentes por la provincia de Len. Al comenzar la guerra civil en 1936 se exili a Pars. Luego vivi en Holanda, Argentina y, finalmente, en Portugal hasta 1945, ao en el que decide regresar a Espaa. Apartado de la ctedra fund el Instituto de Humanidades, donde prosigui su magisterio hasta su muerte en 1955.

    A Ortega le preocupaba el retraso intelectual de Espaa. Al igual que otros escritores de la poca, como Unamuno, Po Baroja y Antonio Machado, su pretensin fue europeizar Espaa. Su aportacin, en este sentido, fue dar a conocer en Espaa la filosofa que entonces se haca en Europa, principalmente en Alemania. Ortega entr en contacto con el neokantismo de Cohen, la fenomenologa de Husserl, el vitalismo de Nietzsche, el evolucionismo de Spengler, el historicismo de Dilthey y el existencialismo de Heidegger. De todas estas filosofas, ignoradas en Espaa, donde era predominante el pensamiento de tipo escolstico, Ortega tom mltiples ideas con las que trat de desarrollar un pensamiento propio.

    Entre las obras de Ortega ms destacadas, podemos citar las siguientes: Las Meditaciones del Quijote (1914), Espaa invertebrada (1921), El lema de nuestro tiempo (1923), Qu es filosofa? (1929, aunque publicada en 1958), La rebelin de las masas (1930), Ideas y creencias (1940), Estudios sobre el amor (1940) e Historia como sistema (1941).

    El contexto histrico en el que surge el pensamiento de Jos Ortega y Gasset, a nivel internacional, viene marcado por las dos guerras mundiales (1914 y 1939), que ponen al ser humano en situacin de plantearse su racionalidad o irracionalidad para asumir su discurrir histrico. Adems no podemos olvidarnos de la Revolucin rusa (1917), el ascenso del fascismo con Mussolini, el nacional-socialismo de Hitler y el estalinismo, as como del colapso de la Bolsa en Nueva York (1929). Estos acontecimientos histricos son muestra de un mundo convulso, controvertido y falto de una gua con valores humanos que nos hagan recordar cules son la naturaleza y las necesidades de las personas.

    A nivel nacional, en Espaa, se refleja el arcasmo dejas estructuras sociales (caciquismo) y econmicas (produccin agrcola latifundista) que lata debajo de la aparente apacibilidad del rgimen de la Restauracin borbnica de 1874, en la figura de Alfonso XII, a cuyo reinado hasta 1885 se aadira la regencia de Mara Cristina hasta 1902. En todo ese periodo la paz y la estabilidad poltica se apoyaban en esas estructuras sociales caducas y en un sistema poltico basado en la farsa sucesin pactada de conservadores y liberales. Con la prdida de las colonias de Cuba y filipinas (1898), se produce una gran crisis que va a influir en toda la cultura posterior; despus, Alfonso XIII inicia su reinado en 1902, seguido de la dictadura de Primo de Rivera, la proclamacin de la II Repblica, la Guerra Civil de 1936 y la dictadura de Franco, hasta la restauracin de la democracia en 1975, marcando el desarrollo histrico del siglo XX.

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    2.-CONTEXTO CULTURAL.

    En lo que se refiere a los aspectos socioculturales, Espaa sufre un retraso industrial, econmico y cultural frente a Europa. Junto a un elevado analfabetismo, se produce una estructura caciquil del Estado, con una gran influencia y poder de la Iglesia catlica.

    Asimismo, despus del desastre del 98, se genera un sentimiento global de fracaso y se extienden las ideas de regeneracin. Esta tradicin regeneracionista de intelectuales donde se ubica Ortega tiene como idea fundamental la necesidad de insertar definitivamente a Espaa en un contexto europeo y moderno. Todo ello impuls el surgimiento de una serie de generaciones de intelectuales de enorme prestigio y proyeccin a nivel nacional e internacional.

    E1 krausismo y la Institucin Libre de Enseanza, recordamos que es una institucin basada en una enseanza creativa, de calidad y en libertad y que en ella se educaron Buuel, Lorca, Dal... Dicha Institucin fue creada por Giner de los Ros, alumno del krausista Sanz del Ro.

    La generacin del 98: principales representantes Azorn, Baroja, Machado, Unamuno

    La generacin del 14: principales representantes Azaa, DOrs, Jimnez, Madariaga, Ortega

    La generacin del 27: principales representantes Aleixandre, Alberti, Lorca

    Las propuestas de estos pensadores, literatos e idelogos se realizan en tres espacios culturales concretos: el Ateneo de Madrid, la Residencia de Estudiantes y la Revista de Occidente. En arte hay que destacar en los pintores Picasso (cubismo), Dal (surrealismo) y Mir, as como Sorolla (impresionismo). En el campo de la arquitectura sobresale Gaud (autor de la Sagrada Familia), mximo representante del Modernismo. En escultura recordamos la obra de Gargallo (autor de el profeta) y en msica es fundamental recordar la figura de Manuel de Falla, Turina y Abniz. En el mbito literario destacan los poetas modernistas Rubn Daro y Juan Ramn Jimnez. En la Generacin del 98 destaca Valle-Incln o Antonio Machado y en la Generacin del 27 tenemos a Lorca, Alberti, Cernuda, Jorge Guilln, etc. Por ltimo, en la literatura de postguerra podemos citar a Blas Otero o Delibes.

    En el campo cientfico, Ramn y Cajal y Severo Ochoa destacan en medicina, mientras Albert Einstein descubre la teora de la relatividad.

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    3.- CONTEXTO FILOSFICO.

    Desde el punto de vista filosfico, conviene citar determinadas corrientes de pensamiento y autores cuya influencia fue notable en Ortega:

    La fenomenologa de Husserl, quien pretende hacer del saber filosfico ciencia estricta.

    El existencialismo de Heidegger y Sartre. El existencialismo es la filosofa que describe la angustia, la nusea y el absurdo de la existencia humana.

    El vitalismo de Nietzsche, (recordamos que para el vitalismo lo importante no es la razn pura sino la vida).

    El historicismo de Dilthev (recordamos que para el historicismo, la historia es la realidad esencial, y en ella los seres humanos y la sociedad se van constituyendo).

    El neopositivismo: el neopositivismo pretende encontrar una manera segura, exacta y precisa para tratar los asuntos que el hombre puede dilucidar con su mente pensante, y encuentran la racionalidad cientfica.

    La filosofa analtica de Wittgenstein y Russell. Esta filosofa considera que el problema del conocimiento debe plantearse en el marco de la relaciones entre el lenguaje y el mundo.

    Esta variedad de corrientes y posiciones filosficas invitan a Ortega a realizar una interesante sntesis en la que primen los valores de la vida, asumiendo la validez del sentimiento y la razn, con un desarrollo de la vivencia cotidiana y temporal de nuestra historia.

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    TEORA DE ORTEGA Y GASSET

    1.- ETAPAS EN EL PENSAMIENTO DE ORTEGA.

    En su desarrollo se distinguen varias etapas, que no son independientes entre s. Las diferencias se encuentran en el criterio interno de ese desarrollo. As, segn se atienda a los objetos, las perspectivas, puntos de vista, o la razn y la vida, se establecen tres etapas: objetivismo, perspectivismo y raciovitalismo.

    1.1.-Primera etapa: el Objetivismo.

    Esta etapa de su pensamiento va de 1902 a 1914. La produccin de Ortega consiste en artculos en peridicos y revistas, comenzando con "Glosas", su primer artculo, y concluyendo con su primer libro importante, Meditaciones del Quijote.

    Podemos destacar tres puntos bsicos en esta etapa:

    a) La disciplina de las cosas: La preocupacin casi nica de Ortega es el tema de la cultura, como la realidad objetiva de

    la que Espaa carece. Le interesan las cosas, los objetos. En la objetividad ve Ortega una disciplina, es decir, un instrumento que hace posible seguir normas y leyes, que entonces faltaban en su pas. Ha de interesarnos lo objetivo, repeta casi obsesivo, las cosas, o, lo que es lo mismo, la ley, el orden, la prescripcin, la exactitud.

    b) La necesidad de ciencia:

    Para Ortega, Espaa estaba falta de ciencia, y donde no hay ciencia, tampoco se da el descubrimiento de la verdad, ni la visin del universo; solo queda dogmatismo y retrica.

    c) La europeizacin: La europeizacin es el problema espaol. La explicacin de nuestro desnivel respecto a los

    europeos consiste en que Europa es ciencia, Espaa es inconsciencia. De lo anterior se deduce la necesidad de educar, de entender el sentido de las cosas. En definitiva, objetividad y sistematizacin constituyen los dos propsitos de Ortega para situarnos en la ruta europea.

    1.2.-Segunda etapa: perspectivismo.

    1.2.1.-El trmino perspectiva. Procede del latn per-spicere, es decir, mirar intensamente. Los objetos se presentan al

    espectador, y este los ve desde la situacin concreta y personal en que se encuentra.

    La teora perspectivista es una teora del conocimiento (gnoseolgica) y es una teora de la realidad (ontolgica).

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    La etapa perspectivista va de 1914 a 1923, y las obras fundamentales para seguirla son: Meditaciones del Quijote (1914), El espectador I (1916), II (1917), III (1921) y El tema de nuestro tiempo (1923).

    Entre esta etapa del pensamiento de Ortega y la anterior, es decir, entre objetivismo y perspectivismo, no hay ruptura sino prolongacin. La circunstancia marc el objetivismo, y la circunstancia exige, igualmente, el perspectivismo.

    De este modo la perspectiva incluye la circunstancia -situacin personal y social del sujeto- y, previamente, la vida.

    Las caractersticas de la teora del conocimiento perspectivista, podramos resumirlas de la siguiente forma:

    A) La supuesta realidad inmutable, absoluta y nica, no existe. Hay tantas realidades como puntos de vista. La realidad se nos muestra como la serie de perspectivas, por ejemplo, visuales, intelectuales, valorativas, cientficas, etc. Las distintas perspectivas son como las riberas de un ro; slo si las integramos todas tendremos la realidad completa y global, o el "torrente de lo real", como escribe Ortega. La perspectiva o los puntos de vista son las formas desde las que puede comprenderse una realidad. La realidad tiene infinitas perspectivas, todas ellas igualmente verdicas y autnticas.

    Con esta teora Ortega critica a Platn, pues no existe una realidad arquetpica, modlica, trascendente, inmutable, a la que se enfrenta un sujeto, sino que el hombre percibe siempre la realidad en perspectiva, y esto porque la realidad es as, no por deficiencia del ser humano.

    B) El yo no est aislado, sino entre las cosas y con las circunstancias que le rodean. Dado que las circunstancias me hacen, yo me comunico con el universo entero desde mis circunstancias individuales. La circunstancia determina el modo de conocer el mundo, las cosas. Por ello, en cada acto comprensivo se incluye:

    Nuestro conocimiento del objeto que es siempre parcial.

    Toda la informacin histrica concreta que constituye al sujeto (circunstancias) Por eso slo podemos captar la realidad desde puntos de vista sin poder ir ms all de ellos.

    C) Las cosas no son sino valores o interpretaciones que cada uno hacemos desde nuestra situacin vital. Por ello, la idea de perspectiva va unida a la de la vida.

    D) La verdad no es una y nica, sino la complementacin de los distintos puntos de perspectivas con que se contemple. En este sentido somos insustituibles, necesarios para completar el cuerpo de la verdad total. Con otras palabras, cada uno de nosotros se forma una imagen de la realidad desde su perspectiva, y la suma de las diversas perspectivas conforman la verdad en su totalidad. La verdad es la perspectiva con que cada individuo, cada generacin, cada momento histrico percibe

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    la realidad, no existe la verdad nica y absoluta. Fundir todas las perspectivas en una sola sera posible a Dios.

    Para Ortega, la verdad no es algo cerrado y concluido, absoluto, sino que igual que la vida, se construye histricamente y consiste en la suma de perspectivas parciales de los distintos sujetos. La verdad se va conformando con el vivir.

    El punto de vista individual es el nico desde el cual puede mirarse el mundo en su verdad; cada uno contempla la realidad que le ha tocado vivir desde su propio yo en el mundo concreto que vive. Desde ah buscar la verdad como misin fundamental de su vivir.

    1.2.2.-Consecuencias del perspectivismo. La doctrina del perspectivismo permite a Ortega superar dos posiciones antagnicas en la

    historia de la filosofa: el relativismo y el racionalismo.

    1.- El relativismo: posicin filosfica que niega la existencia de verdades universales y absolutas. Solo hay verdades relativas a la circunstancia de cada sujeto. Afirma que las verdades son "relativas" a cada uno, pero no valen universalmente para toda poca ni para todo ser humano. Quien conoce es un individuo concreto sujeto a su corporeidad y a su contexto cultural, por eso la verdad no ser igual para todos ni para todos los tiempos: habr tantas verdades como contextos humanos. As, la verdad nica e invariable nunca ser cognoscible. Por eso el relativismo desemboca en el escepticismo. Para el escepticismo no hay verdades absolutas e indudables porque el espritu humano no las ha alcanzado nunca.

    Dicho con otras palabras, el relativismo quita valor objetivo a la cultura para mantener la vida y el sujeto presenta una visin deformada de la realidad. Esta corriente es el origen del vitalismo:

    - filosofa que defiende que la vida es la nica realidad y, por tanto, su objeto de estudio. - defiende que el conocimiento es un proceso biolgico que carece de principios racionales.

    - rechaza el conocimiento racional y propone la intuicin entendida como experiencia subjetiva.

    - defiende que la cultura debe someterse a la vida.

    2.- El racionalismo: la verdad es absoluta e invariable y el sujeto que conoce es el alma racional en Platn, la sustancia pensante en Descartes, la razn pura en Kant... ese sujeto tiene que ser ultravital y extrahistrico.

    Para Ortega, las verdades eternas del racionalismo que siempre haban existido y que eran el eje de la verdad sera como la de la existencia de un punto de vista que recogiera todas las posibilidades, lo que es contradictorio con la nocin misma de punto de vista. Por tanto, sera un

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    producto de la mente que se separa de las condiciones concretas y reales y forma un concepto perfecto y general (abstracto), por eso mismo es inexistente.

    Ahora bien, aunque se mostrara semejante "verdad", sera tan general y nica que carecera de la riqueza mltiple de la vida. As pues, el racionalismo niega todo sentido a la vida para salvaguardar la cultura, con otras palabras, olvida la vida y la historia y crea el "yo puro" inventado por la filosofa moderna. Por tanto, para Ortega el error radica en creer que la razn era capaz de encontrar la verdad en s mismas

    Esta corriente es el origen del culturalismo: posicin intelectual que por insistir en la importancia de la cultura olvida que el origen de la cultura es la vida. El tipo de cultura que defiende el culturalista es una cultura que no dice nada al hombre de su tiempo y por eso la rechaza. Segn Ortega la cultura tiene que ser vital, porque la cultura es una necesidad de la vida y tiene que estar conectada con ella.

    Por tanto para Ortega ninguna de las dos (relativismo y racionalismo) aportan una visin completa de la realidad, porque ambas no tienen en cuenta los valores de la anterior:

    porque el racionalismo niega los valores de la vida.

    porque el relativismo niega los valores de la cultura.

    La vieja discordia est resuelta con la teora de Ortega: No hay vida humana sin dirigirla hacia la verdad, ni verdad que pueda existir sin lo vital. Esto es lo que resuelve precisamente la idea perspectivista. En la vida aparecen las cosas, como trozos del universo que se conocen mediante un punto de vista. "Hay tantas realidades como puntos de vista". La perspectiva constituye una totalidad de relaciones.

    1.3.-Tercera etapa: raciovitalismo.

    A partir de 1923 nos encontramos con el sistema definitivo de Ortega, el de su madurez, como culminacin de las etapas anteriores. La razn vital es el centro de la filosofa de Ortega. Quedarse en una de las dos posiciones, objetivismo o perspectivismo, es una mutilacin; la razn es una forma de la vida, "la razn pura tiene que ceder su imperio a la razn vital".

    Ni vitalismo. El tema de la vida est presente en Ortega desde su primer ttulo pero su sistema no es

    vitalista porque el vitalismo filosfico reduce el conocimiento a puro proceso biolgico. Se conocen las cosas cuando se tiene vivencia de ellas, y no a travs de conceptos racionales. Lo que hace es considerar la vida como el objeto de reflexin filosfica. Dicho en otros trminos, quiere hacer ontologa de la vida, viendo en ella la realidad radical, es decir, primera y ltima, en la que se fundamentan las dems realidades radicadas. Ni racionalismo.

    El sistema de Ortega tampoco es racionalista, aunque reflexionar sobre la vida solo puede hacerse desde la razn, introducindose mediante sta en la intimidad y el principio de la vida. Por

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    tanto, Ortega reivindica el papel de la razn: no va contra la razn, sino contra el racionalismo. La razn es "una funcin vital", por eso no puede sustituir a la vida, debe integrarse en ella.

    Para Ortega los dos ejemplos histricos del racionalismo son Platn y Leibniz. Para ambos, el mundo real tiene que organizarse racionalmente, es decir, segn dicen nuestras ideas. De este modo el mundo depende de los dictados de nuestra subjetividad, cayendo as en la mayor de las irracionalidades. As surge el racionalismo imperialista, en el que la razn gobierna el mundo legislando y mandando sobre l, en lugar de recibirlo y aceptarlo. Esta actitud le parece impropia de la mentalidad europea.

    Sino raciovitalismo. Para Ortega la realidad primera y primordial es la vida de ella dependen las dems

    realidades. Por ello, el mtodo adecuado para el conocimiento de la realidad es el que va a ser proporcionado por una razn vital e histrica, es decir, por una razn que integre en s misma la vida y la historia como elementos constituyentes. Por tanto, el raciovitalismo acepta la razn y la vida como componentes fundamentales de la realidad.

    Tenemos, pues, que la filosofa de Ortega se articula en torno a tres conceptos que especifican las caractersticas de la vida tal y como nuestro autor la comprende: como realidad radical, como razn vital y el hombre como ser histrico.

    A) Concepto de vida como realidad radical. Hemos visto que la Filosofa es el "conocimiento del universo o cuanto hay". Pero debemos

    dar otro paso, el ms decisivo: qu realidad del universo es la ms indudable? En otras palabras, el primer problema filosfico consiste en determinar qu elemento del universo nos es dado de forma tal que escape de todo tipo de duda.

    Ortega encuentra que esa realidad radical no es la conciencia, el sujeto, como crea el idealista en contra del realista, sino la vida, "que incluye -adems del sujeto-, el mundo".

    La realidad radical es, pues, nuestra vida, la de cada uno en particular. No existe otra realidad ms indubitable. Cualquier tipo de realidad siempre supone de antemano otra realidad que la fundamenta: nuestra vida.

    La vida es la realidad radical, es decir, aquella en que toda otra realidad radica, y es diferente del ser, de aquello en que las cosas consisten. Con otras palabras, la vida es realidad radical, aquella realidad primera y primaria de la que se derivan todas las dems realidades. La realidad radical es la realidad de un yo en una circunstancia.

    Esta vida tiene una estructura concreta: es la vida que un yo concreto ha de hacer en una circunstancia concreta. El problema tiene dos aspectos: el "yo-haciendo-su-vida" y la circunstancia.

    La circunstancia. La vida humana se realiza siempre desde una situacin concreta, el escenario que

    corresponde a cada uno: es circunstancia. Recordamos que circunstancia es lo que est a nuestro alrededor, lo que nos rodea o circunda. Para Ortega es todo aquello con lo que se encuentra el hombre y que, por tanto, no elige, sino que le viene impuesto por su situacin a la hora de desarrollar su vida (factores personales, sociales, histricos...) Los contenidos de nuestra circunstancia son vividos como dificultades o facilidades que la situacin ofrece a cada uno para desarrollar su vida.

    Segn Ortega las circunstancias son cambiantes y dependen del tiempo que nos ha tocado

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    vivir, esto es, de la altura histrica en que se desarrolla nuestra vida. Por eso, afirmaba Ortega, la realidad del hombre es una realidad histrica. Esto es lo que Ortega reconoce en su frase " Yo soy yo y mi circunstancia". La circunstancia por s misma no es nada, solo adquiere sentido cuando se relaciona con el yo humano que la vive.

    E1 "yo-haciendo-su-vida". La vida es algo que nos viene dado pero, es, a la vez, algo que hay que resolver. No est

    prefijada, an no es pero hay que hacerla en el tiempo. La vida nos es dada pero todo lo dems est por hacer. La vida es el quehacer que el hombre se ve obligado a realizar. Cmo? Desde sus creencias y con sus ideas el hombre desarrolla su proyecto vital eligiendo ente las posibilidades que la circunstancia le ofrece. En esto radica la intrnseca libertad humana. Esta libertad introduce en la vida el riesgo del fracaso. La vida humana es, pues, una realidad libre y susceptible de fracaso. Ahora bien, este quehacer en que consiste el ejercicio de la libertad que constituye la vida humana exige comprender las circunstancias que la facilitan o dificulta: es la tarea de la razn vital.

    Ahora bien, cul ha de ser el compromiso del hombre consigo mismo y con su circunstancia, su compromiso moral? Para Ortega es "Llegar a ser el que eres". Todo hombre si sabe escucharla, oye en el fondo de su ser una llamada, la de su destino. Por esto, la cuestin moral clave es ser fiel a esa llamada, a esa vocacin. Con sus actos y renuncias el hombre va dibujando su perfil a lo largo de su vida. Si cumple su vocacin, ese perfil se adecuar a su destino: ser lo que debe ser. Y en esta adecuacin radica la felicidad a la que puede aspirar el ser humano: en el ms alto cumplimiento de su vocacin que sus circunstancias le permitan.

    Visto todo esto podemos decir que esa realidad radical que es la vida se especifica y define mediante una serie de categoras o modos de ser mediante los cuales se desarrollan las caractersticas ms importantes de la vida:

    1.- Vivir es, ante todo, encontrarse en el mundo. Mundo no es aqu naturaleza, como crean los antiguos, sino "lo vivido como tal". Esta es, pues, la primera categora de la vida: yo en el mundo.

    2.- Pero no nos encontramos en el mundo de una forma vaga, sino concreta: estamos ocupados en algo. Por ello, "vivir es convivir con una circunstancia".

    3.- Mas "todo hacer es ocuparme en algo para algo". Estamos dedicados a algo para una finalidad, en vista de la cual ocupamos nuestra vida de una forma determinada. La vida no est nunca prefijada, no est prevista. Es imprevista, es posibilidad y problema.

    4.- Por tanto, yo he decidido hacer lo que hago; yo he sido libre al decidirme por esta y no por aquella labor. Nada se nos da hecho, por eso la vida es un decidir antes que un hacer. Vida es anticipacin y proyecto. 5.- Ahora bien, si decido es porque tengo "libertad para...", es decir, puedo escoger. Esto es fundamental, ya que el poder de decisin depender siempre de que haya o no posibilidades frente al que tiene que decidirse. Con palabras de Ortega, decidimos "porque vivir es hallarse en un mundo no hermtico, sino que ofrece posibilidades".

    6.- Pero esas posibilidades no son en absoluto ilimitadas. El mundo de la vida es, pues, esencialmente circunstancial, y el hombre ha de decidirse dentro de la circunstancia, asumiendo plenamente "su" circunstancia.

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    7.- Acabamos abordando la ltima categora: la temporeidad. "Si nuestra vida consiste en decidir lo que vamos a hacer, quiere decirse que en la raz misma de nuestra vida hay un atributo temporal: la vida es futurizacin" (Qu es Filosofa, X). Esta categora juega un papel extraordinario y a dos niveles: un nivel ontolgico (con lo que se perfila totalmente la teora de la realidad), y otro gnoseolgico.

    Por lo tanto, las categoras las podemos resumir en tres:

    a) Vida es libertad, posibilidad y proyecto: la vida es futuro. b) Vida es circunstancia: la vida es presente. c) Vida es experiencia de la vida: vida es pasado.

    B) La razn vital. Desde Grecia, el concepto de razn como logos es el de algo que capta lo inmutable, la

    esencia eterna de las cosas, pero esta razn no es capaz de captar la realidad cambiante y radical de la vida humana. Ortega se opone tanto al racionalismo como al vitalismo, por considerarlos a ambos visiones parciales de la realidad. Por un lado, la razn matemtica es una parte, una forma particular de la razn vital, capaz de captar la realidad temporal de la vida.

    Ortega afirma que la razn tiene que ser una razn vital, es decir, una razn al servicio de los temas y problemas que nos preocupan en nuestro cotidiano vivir. La razn vital es una razn rigurosa, es ratio, es logos, es concepto preciso y bien delineado. La razn vital es una misma cosa con el vivir, es la misma vida humana funcionando como razn.

    Con este concepto de razn vital expresa la necesidad de integrar los conceptos de razn y de vida, una vida que es esencialmente razn; una razn que vamos adquiriendo progresiva y laboriosamente. Establece que razn y vida son dos trminos que no pueden entenderse adecuadamente, sino en interconexin. El pensamiento es una funcin vital semejante a la digestin o a la circulacin de la sangre como productos espontneos del sujeto viviente. El Raciovitalismo pone la razn al servicio de la vida, que es la realidad radical dentro de la cual se encuentran las dems realidades.

    Resumiendo, Ortega con el Raciovitalismo pretende colocar a la razn en su verdadero lugar, dndole el verdadero y riguroso sentido, poner la accin intelectual en contacto con la realidad, es decir, la vida. As, la realidad, la vida, resulta inteligible cuando funciona como razn.

    En la medida en que la vida se hace inteligible a s misma desde s misma, se convierte en el rgano con que inteligimos la realidad; es, as, razn vital. La razn vital es una razn rigurosa que es capaz dg aprehender Ja realidad temporal de la vida. La razn vital es igual que el vivir, es una misma cosa. Vivir es entender mediante la razn la circunstancia en la que nos ha tocado vivir.

    Como conclusin podemos decir que la concepcin de la razn de Ortega (la idea de raciovitalismo) es una consecuencia de su metafsica, de su ontologa (la vida como realidad radical).

    C) El hombre como ser histrico. La realizacin existencial especficamente humana se sita en el tiempo: en un presente

    mediante una determinada relacin con el futuro y con el pasado. El hombre vive en un determinado momento, en un tiempo, en una poca histrica. Este tiempo es el que tenemos que

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    abordar, no slo con la razn, sino tambin con la vida y desde la vida. La historia es el encuentro de la temporalidad y la intersubjetividad, donde la vida se hace historia.

    El vivir del hombre es historia porque todos nosotros nos encontramos juntos en un mismo mundo. El hombre es un ser histrico porque es el lugar donde se despliega su futuro, su quehacer y proyectos. La historia es una constante relacin activa del hombre con el mundo y del mundo con el hombre, y hace del proyecto humano el factor histrico por excelencia.

    La razn histrica. Hemos insistido anteriormente que la accin intelectual del hombre para que sea autntica

    razn tiene que estar en contacto con la realidad, es decir, la vida. As la razn se hace vital, una sola cosa con el vivir. Pero el vivir del ser humano es un proyecto, un quehacer de lo que podemos ser ante un mundo circunstanciado de posibilidades, que nos exige decisin y libertad. Pues bien, esta realizacin existencial se lleva a cabo en la historia. La vida del hombre es un continuo hacerse, es la realizacin permanente de un proyecto que se est haciendo en la historia, en el devenir de la vida.

    La razn vital es constitutivamente histrica y el hombre ms que naturaleza es historia, segn afirma Ortega. Su vida no es naturaleza esttica, algo acabado e inmutable, sino que es historia, en tanto que en ella se hace su existir, que no le es dado, ya hecho, sino que no tiene ms remedio que hacer algo para no dejar de existir. Por esto, la historia pertenece esencialmente a la vida de cada uno de nosotros.

    La vida del hombre se concretiza en razn histrica, desde donde se explica tanto la vida individual como la de los pueblos y naciones y desde donde se comprende el devenir de los hechos.

    La razn histrica no es una descripcin narrativa y superficial del quehacer humano (propio de la razn abstracta), sino constante bsqueda dinmica de los factores que la posibilitan y hacen inteligible en la totalidad de su ser histrico.

    La razn histrica es activa como la realidad misma que est tratando de aprehender. Esto slo se consigue viviendo y reviviendo continuamente esa realidad, esto es, siendo una razn viviente.

    La realidad como historia.

    La concepcin historicista enlaza ntimamente en Ortega con su filosofa de la vida y le sigue muy de cerca. Toda su concepcin de la vida es claramente historicista, pues la vida es un devenir que transcurre en la historia y forma la historia.

    Nuestro tiempo es el momento histrico del hombre. El hombre no slo vive en la historia y tiene una historia, sino que lo histrico es su modo de ser constitutivo, como la vida eterna. El hombre no es naturaleza, sino historia.

    El hombre es historia porque la vida entera es una realidad histrica, la cual es viviente, es decir, ha de entenderse como una fuerza de movimiento. Los conceptos de vida, historia y mundo aparecen en un mismo sentido. La historia es simplemente la vida, concebida desde el punto de vista del todo de la humanidad.

    La historicidad encuentra su raz en la temporalidad de la vida. La vida se desenvuelve en el espacio y tiempo como una corriente, que comienza en el tiempo y en l acaba. El tiempo concreto de la vida, no se mide por el reloj, sino por la vivencia del acontecer.

    Historicismo y Sociedad. Histricamente cada poca se caracteriza por sus creencias, ideas, cultura, problemticas,

    etc. Estos factores constituyen unas formas de vida, unas costumbres, modos de vivir, instituciones y relaciones de tipo sociales.

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    En un perodo histrico de tiempo viven varias generaciones: los viejos, los hombres maduros, jvenes y nios. En esta realidad social se establece unas relaciones dinmicas entre las nuevas generaciones que buscan nuevas innovaciones, valores culturales, interpretaciones de su realidad histrica y social, etc., que van sustituyendo a las generaciones anteriores que han dejado su legado cultural.

    El pasado socio-cultural se hace presente transformndose y proyectndose hacia el futuro en el fluir de su propia espontaneidad. Sin este proceso social la historia quedara estancada, las generaciones anquilosadas, la comunidad social empobrecida.

    Puede darse el enfrentamiento generacional cuando son muy fuertes las tensiones entre los valores recibidos de unas generaciones y las radicales transformaciones de otras nuevas que vienen empujando. Cuando hay generaciones polmicas es posible las innovaciones, la dialctica histrica siempre culmina en nuevas sntesis socio-culturales.

    Lo mismo que la vida del hombre es un quehacer, realizacin de un proyecto que se hace en la historia, as las generaciones tienen histricamente su misin propia, sus proyectos y tareas histricas. Cada generacin tiene que abrirse al futuro proyectndose en dimensiones histrica.

    2.- LA FILOSOFA PARA ORTEGA Y GASSET. Analizados los contenidos fundamentales de la filosofa de Ortega y Gasset, cabe

    preguntarse an qu es para l la filosofa. Como hemos visto, el hombre desarrolla su vida con un bagaje de creencias e ideas (nunca parte ni de la ignorancia ni del saber absolutos) en recproca disputa. Esta disputa obliga a reflexionar sobre su yo y su circunstancia, sobre la vida, estableciendo un tribunal ltimo de apelacin ante el que dirimir la verdadera falsedad de sus convicciones. Este tribunal, esta certidumbre ltima que el ser humano se ve obligado a constituirse es la filosofa, que tiene las siguientes caractersticas:

    Es radical. Constituye la raz de toda otra verdad, pues toda verdad lo es porque as lo ha dispuesto la filosofa.

    Es autnoma. La filosofa es un saber carente de supuestos (y, a la inversa, todo saber presupone una filosofa, una concepcin del mundo y de la vida, como le sucede al saber cientfico).

    Es responsable. Es un saber que ha de dar cuenta de s mismo ante s mismo. A la propia estructura de la filosofa le compete la exigencia de justificacin, que ha de realizar el hombre ante s mismo. Este carcter responsable y humano de la filosofa la diferencia de la religin (en la que la fuente del saber es la revelacin, Dios), del arte y de la experiencia de la vida (que no asumen la exigencia de exhibir su fundamento).

    En definitiva, la filosofa es algo vital y necesario, flexible, abierto y vivo como la propia vida. Filosofa es, por tanto, "conocimiento del universo o de todo cuanto hay", una certidumbre radical y ltima que el hombre ha de hacerse para no desorientarse en las vicisitudes de su vida.

    La dimensin histrica de la vida hace que la filosofa haya de vrselas con la generacin a la que pertenece y con los usos sociales vigentes (con sus ventajas e inconvenientes) en la circunstancia que le ha tocado vivir. En definitiva, Ortega considera la filosofa como un saber radical y ltimo que el hombre se ve forzado a hacer para vivir.

    3.-INFLUENCIA E IMPORTANCIA DE ORTEGA. Ortega ha sido el filsofo espaol ms importante del siglo XX. Su mrito es doble: por una

    parte consigui introducir en Espaa el pensamiento europeo dominado por corrientes de pensamiento como la fenomenologa, el vitalismo, el historicismo y el existencialismo; por otra,

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    logr expresarse con una terminologa y un estilo que no existan en la lengua castellana. En cuanto a la originalidad de su pensamiento, su aportacin consiste en integrar de un

    modo coherente, modificndolas en parte, ideas procedentes de corrientes filosficas diferentes, como el vitalismo, el historicismo y el existencialismo. Que lo haya conseguido o no es una cuestin discutida. Su filosofa, efectivamente, est inundada de ideas filosficas ya formuladas por otros autores, pero Ortega en todo momento trat de dar a las ideas recibidas un nuevo rumbo.

    Su vitalismo, por ejemplo, aunque parte de principios similares al vitalismo inaugurado por Nietzsche (la vida es la nica realidad, cada vida incorpora su propia perspectiva vital, la razn est subordinada a la vida), pretende ser un vitalismo de corte racionalista que da cabida a los ideales o proyectos de la razn humana. La conducta humana no slo est regida por el deseo irrefrenable de satisfacer los instintos, como pensaba Nietzsche, sino tambin por ideales racionales.

    Su historicismo, aunque recoge ideas historicistas presentes en autores como Hegel, no admite el necesitarismo histrico de ste, dando cabida a la libertad humana y a la capacidad del ser humano para disear proyectos y cambiar la historia.

    Su existencialismo, muy prximo al de Heidegger, trata, sin embargo, de superar el pesimismo de ste con su tica deportiva, de indudable raigambre estoica, con la que afrontar el sinsentido de la existencia humana tan subrayado por los autores existencialistas.

    Al recoger ideas de diferentes filosofas, Ortega es un autor difcil de integrar en una determinada corriente. En algunas cuestiones su pensamiento adolece de cierta ambigedad. Por ejemplo, su perspectivismo no aclara cmo pueden complementarse visiones o ideas de la realidad completamente antagnicas. Cmo complementar el materialismo con el espiritualismo?, o el atesmo con el tesmo?, o cmo aplicar su perspectivismo a la ciencia? Qu hacemos con las teoras cientficas que han sido refutadas y sustituidas por otras? Podemos complementar la fsica aristotlica con la fsica newtoniana?

    Su raciovitalismo, aunque pretende ser un vitalismo moderado, no entra en el problema de la ms que posible incompatibilidad de proyectos vitales. S el que eres es una mxima vaca de contenido que puede justificar cualquier proyecto humano.

    Ortega renov sin duda la filosofa espaola. Fruto de su esfuerzo son los innumerables discpulos que form y que han dominado el panorama de la filosofa espaola de la segunda mitad del siglo XX. Entre ellos cabe mencionar a autores como Garca Morente, Xabier Zubiri, Mara Zambrano, Julin Maras o Jos Gaos, que han sabido encontrar en Ortega un punto de partida para desarrollar filosofas propias, y en algunos puntos divergentes a la del propio maestro.

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    RELACIN DEL TEMA DEL TEXTO CON OTRA POSICIN FILOSFICA. 1.- SI EL TEMA DEL TEXTO TRATA SOBRE LA REALIDAD (ONTOLOGA).

    Podemos comparar a Ortega con Platn. Platn defiende la existencia de dos mundos: el inteligible y el sensible. El inteligible representa la realidad arquetpica, modlica, trascendente, inmutable. Sin embargo, Ortega afirma que el hombre percibe siempre la realidad en perspectiva, y esto es as porque la realidad es as, no por deficiencia del ser humano (los sentidos no nos engaan). Por tanto, no hay una realidad nica y verdadera (mundo de las ideas en Platn), sino que las diferentes perspectivas sobre la realidad son todas ellas verdicas y autnticas. De este modo, piensa el filsofo espaol que Platn pretenda dar una visin absoluta de la realidad (mundo inteligible) cuando inevitablemente la estaba contemplando desde su perspectiva. La filosofa platnica sera utpica porque pretenda que una realidad, un saber valiese para todos los tiempos y todos los hombres, olvidando la dimensin histrica y vital del mundo y de la realidad.

    2.- SI EL TEMA DEL TEXTO TRATA SOBRE EL CONOCIMIENTO (GNOSEOLOGA).

    Posicin racionalista de Platn y Descartes. Aunque llegan a la misma conclusin por distintos

    motivos, para ambos la verdad es eterna, nica e invariable. Para Platn slo el conocimiento de los seres inteligibles es verdadero (idealismo): para que la verdad tenga esos rasgos, tiene que ser conocimiento de seres a su vez inmutables, las Ideas, una realidad independiente del cambio y movimiento sensible. En coherencia con lo anterior, los rasgos del mundo sensible slo permiten una opinin (conocimiento no verdadero). A la ciencia o conocimiento verdadero se llega a travs de un alma racional que ha sabido separarse de lo corporal (lo vital otolgico en palabras de Ortega).

    Para Descartes ser verdadero lo que la razn, cualquier razn, pertenezca al lugar o momento histrico al que pertenezca, perciba con claridad y distincin. La razn que alcanza la claridad y distincin es, nuevamente, una razn separada y sin ningn contacto con el cuerpo: la sustancia pensante. Precisamente cuando el alma racional platnica o la sustancia pensante cartesiana se dejan llevar por los sentidos y entran en contacto con lo sensible (con la vida), pierden la posibilidad de alcanzar la verdad. Por eso el alma racional, la sustancia pensante o la razn pura kantiana son, aplicando nuevamente las expresiones orteguianas, ultravitales y extrahistricas. Ni la vida concreta de cada individuo ni su momento histrico deben influir en su capacidad para conocer lo que esos mismos autores han definido como lo real (las Ideas o lo que corresponda a una idea cierta).

    Posicin perspectivista y raciovitalista de Ortega. La doctrina del punto de vista resume la posicin gnoseolgica orteguiana, opuesta tanto a la racionalista como a la vitalista o relativista. El conocimiento es siempre conocimiento desde una vida, desde unas condiciones corporales, socioculturales e histricas concretas, es decir, desde un punto de vista. La circunstancia de cada sujeto determina la parte de realidad a la que tiene acceso. Por tanto, ningn sujeto ni ninguna poca histrica podrn alcanzar el conocimiento absoluto y definitivo (crtica al racionalismo), lo que no implica que la parte de verdad alcanzada sea precisamente eso, una parte de la verdad (crtica al relativismo). Desde su vida el hombre alcanza realidades objetivas, lo que no implica que sean realidades ultravitales y extrahistricas, porque slo son accesibles desde una vida, desde una historia. Precisamente por eso, la verdad no ser consecuencia de un alma racional o sustancia pensante (versiones de la razn pura del racionalismo), sino de una razn encarnada en la vida, de una razn vital.

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    3.- SI EL TEMA DEL TEXTO TRATA SOBRE EL HOMBRE (ANTROPOLOGA). Posicin racionalista de Platn y Descartes. Ambos defienden un dualismo antropolgico. Para Platn la verdadera identidad del hombre es su alma racional, que es inmortal y fuente del verdadero conocimiento. Para alcanzar la verdad el alma tiene que luchar contra el cuerpo y sus sentidos que la encarcelan. La vida se convierte as en un camino de separacin y lucha contra lo corpreo, de negacin de lo vital. El hombre que quiera llegar al Bien y acabar con su ciclo de reencarnaciones debe ser un medio transparente sin ninguna peculiaridad ni individualidad, un elemento ultravital y extrahislrico en el que la verdad absoluta y eterna pueda hacer su aparicin. Una verdad extrahistrica slo puede ser conocida por un hombre ultravital. Descartes propone un dualismo racionalista muy cercano: lo nico indudable es la existencia del pienso, la de una sustancia que se define y justifica su existencia como pensamiento. Lo corporal es un aadido accidental y secundario. Por eso, los hombres de todas las pocas y lugares son los mismos. Las diferencias culturales e histricas que Descartes reconoce entre ellos no tocan a la esencia humana, que es su pensar. La actividad que lleva a la verdad es una actividad no vital.

    Posicin vitalista de Nietzsche. La vida humana es esencialmente inconsciencia e instinto. El hombre tiene que tener la suficiente valenta para ejecutar sus instintos. Los nicos valores que debe alimentar son los valores vitales. El hombre, definido como un ser que busca valores absolutos (la Verdad, el Bien, la Belleza), es una ilusin del racionalismo y del cristianismo que niega los rasgos propios de la vida del hombre. Se pide al hombre que viva de un modo que contradice lo vital. La filosofa occidental ha definido al hombre exactamente por lo que no es: intelecto, razn, pureza, quietud, contemplacin de lo trascendente...

    Posicin raciovitalista de Ortega. Lo que define al hombre es su vivir. La vida no es una cosa o sustancia que se pueda definir. El hombre no tiene naturaleza, tiene historia (crtica al racionalismo). Es un ser que se est haciendo incesantemente a s mismo decidiendo desde el marco de libertad que le ofrece su circunstancia. La definicin de cualquier aspecto humano que olvide que nace de lo vital es una abstraccin. Sin embargo, y aqu se introduce la crtica al vitalismo, el hombre no puede prescindir de la cultura: de querer conocer la verdad, de actuar bien y de contemplar lo bello. Ortega define al hombre como un devorador de verdades: se alimenta de verdades porque necesita saber a qu atenerse. Sin verdad no hay hombre, pero esa verdad slo es accesible y til desde y para un hombre que es razn vital.

    SUERTE CHIC@S, STE ES EL LTIMO TEMA QUE OS LLEVAR AL TRIUNFO! ESPERO QUE HAYIS APRENDIDO A SER BUENOS FILSOF@S Y A CUESTIONAROS EL POR QU

    DE LAS COSAS.