COLEGIO ADVENTISTA DE IBAGUÉ

LUISA MARGARITA MIRANDA

IBAGUÉ

2017

1. BOSQUEJO DE MODELO EDUCATIVO

Este bosquejo se tendrá en cuenta para el modelo pedagógico del colegio que dirijo el CADI, Por tanto en cada aparte se menciona el colegio. Cuenta con la explicación de las concepciones de la filosofía, la antropológica, la pedagógica y la investigativa. Posteriormente se conceptúan las dimensiones que conforman el modelo y las intencionalidades de formación de cada una de ellas, para finalmente llegar a 10 principios institucionales. Por último se presenta un mapa conceptual que resume el modelo.

La concepción filosófica.

Nuestra concepción filosófica es cristiana adventista, y se fundamenta en una postura metafísica bíblica en la cual Dios es la realidad central que da significado a todo lo demás. El currículo cristiano tiene un énfasis único debido a la metafísica cristiana distintiva. Todo se ve en relación a la existencia y los propósitos de Dios-creador.

El cristianismo adventista encuentra algo en cada una de las filosofías de educación que considera útil, verdadero y bueno. También encuentra algunas cosas que no encajan en el marco bíblico y es totalmente contraria a todas las formas del naturalismo; a los artificios del pensamiento teísta que no colocan a Dios en el centro de la experiencia educativa humana.

Los pilares básicos de la cosmovisión bíblica están constituidos por los siguientes elementos:

1. La existencia del Dios vivo, el Dios creador;

2. La creación hecha por Dios de un mundo y un universo perfecto;

3. La creación del ser humano a imagen de Dios;

4. El invento del pecado por Lucifer, quien se olvidó de su propia condición de ser creado e intentó ponerse en el lugar de Dios;

5. La diseminación del pecado en la tierra, la caída de la humanidad, pérdida parcial de la imagen de Dios;

6. La inhabilidad de los seres humanos, para cambiar sin ayuda divina su propia naturaleza, sobreponerse a su tendencia al pecado, o restaurar la imagen perdida de Dios;

7. La iniciativa de Dios para salvación de la humanidad y su restauración a su estado original mediante, la encarnación, la vida, la muerte y la resurrección de Jesucristo;

8. La actividad del Espíritu Santo en el plan de restaurar la imagen de Dios en la humanidad caída, y su llamamiento a una comunidad de creyentes, la iglesia;

9. El retorno de Cristo al final de la historia de la tierra;

10. La restauración final de nuestro mundo (y sus fieles habitantes) a su condición edénica.

Se destaca la Biblia como fuente válida de la verdad, relacionada con otras fuentes de conocimiento, tales como la ciencia y la razón. El propósito de la escritura es hacer que las personas sean sabias, para la salvación por la fe en Cristo Jesús y proveer doctrina, reprensión, corrección e instrucción. Por lo tanto es evidente que la Biblia no es una fuente exhaustiva de conocimiento. Le sigue en importancia otra fuente de conocimiento: la naturaleza, la cual es una revelación del Dios creador y enriquece la comprensión del ser humano respecto de su ambiente, también provee respuestas para algunas de las muchas preguntas que la biblia no responde. La tercera fuente epistemológica es el raciocinio, ya que los seres humanos, son racionales por naturaleza. Pueden pensar en forma abstracta, ser reflexivos y razonan de causa-efecto. Por último todas las fuentes de conocimiento disponibles son complementarias. Todas estas fuentes pueden y deben ser usadas a la luz del patrón bíblico.

Reconocemos que la existencia de cada ser humano tiene un propósito, no existe la casualidad. La individualidad es parte de la existencia humana, los individuos no solamente difieren de los demás; también difieren de las otras formas de vida. Los seres humanos son considerados como hijos de Dios. Cada uno es depositario de la imagen de Dios y alguien por quien Cristo murió. Por lo tanto cada uno tiene posibilidades infinitas y eternas. El valor de cada ser humano en forma individual puede apreciarse solamente en términos del precio que se pagó por su restauración en la cruz del Calvario (Knight, 2002).

La concepción antropológica

Dios creó al hombre a su propia imagen. La humanidad goza de una relación especial con el Dios–Creador. Debido a que fueron creados a imagen de Dios, hay un abismo de separación entre las personas y el mundo animal. El amor y la racionalidad son rasgos humanos universales, que participan de la naturaleza divina porque son parte de las características de Dios. Debido al pecado la imagen de Dios se ha distorsionado. El equilibrio entre los aspectos espiritual, social, físico y mental de una persona es el ideal de la educación cristiana adventista, como se presentó en el desarrollo integral de Jesús. (Knight, 2002)

La concepción pedagógica

Concepto de formación de educación para la vida o pedagogía del ser que propende, al desarrollo integral del estudiante en sus distintas dimensiones en un proceso continuo de desarrollo del potencial humano a través del perfeccionamiento de sus habilidades generales (competencias) como condición de todo aprendizaje escolar y extraescolar. Está caracterizada por principios rectores: la restauración de la imagen de Dios en el estudiante a través del desarrollo de una verdadera amistad con Dios, la educación centrada en el estudiante, en su atención y comprensión; el respeto, aceptación y amor al educando, como actitud fundamental del educador; la vitalización de la escuela, (Molerio, Otero, & Achón, 2007; Villarini, 2006; Knight, 2002).

La investigación

Como trayecto pedagógico en el cual se adquiere una actitud vital en profesores y estudiantes para que dejen de ser receptores pasivos de información y se conviertan en sujetos activos; como la manera básica de construcción de conocimientos y de aplicar principios y leyes sencillos; como un camino eficaz en el logro de una mente creativa y reflexiva.

Se configura como un proceso integrador del currículo al buscar, desde la investigación formativa, que el estudiante alcance competencias que le permitan la construcción de conocimiento de manera autónoma con la participación en semilleros de investigación y demás proyectos que se desarrollen en cada una de las áreas en los que la curiosidad se convierte en el motor principal.

Denominación de la propuesta

El colegio adventista de Ibagué presenta a la comunidad educativa su modelo pedagógico denominado “Modelo pedagógico de desarrollo humano integral con énfasis adventista”, que propende por una formación integral del estudiante y un desarrollo equilibrado que incluya todas las dimensiones del ser humano evidenciadas en nuestra misión institucional: espiritual, intelectual, física y social con la finalidad esencial de desarrollar en nuestros estudiantes una verdadera amistad con Dios (Martínez, 2009); (Molerio, Otero, & Achón, 2007); (Perdomo, 2008);(Villarini, 2001); (Vallejo & Molina, 2014); (Villarini, 2000); (White H. G., 1992); (Knight, 2002).

Este modelo es un marco para establecer las políticas y las estrategias de nuestras prácticas educativas y pedagógicas. En él se representa la propuesta de formación cristiana adventista, en el contexto de la educación colombiana.

Este modelo contiene 5 dimensiones básicas: desarrollo espiritual, desarrollo neurofisiológico, desarrollo cognitivo, inteligencia y creatividad, desarrollo psicológico, afectivo y social y desarrollo para el trabajo útil.

Desarrollo espiritual, moral, ético y de valores. El desarrollo espiritual, moral, ético y de valores tiene que ver con el compromiso teórico y práctico referente a los principios y valores cristianos que son enunciados en la Palabra de Dios. En todo corazón existe no sólo poder intelectual, sino también espiritual. Una facultad de discernir lo justo, un deseo de ser bueno.

En el desarrollo espiritual es muy importante la Biblia como referente de valores cristianos. Para la autora cristiana, White (1992), Dios ha provisto en su Palabra los medios necesarios para el desarrollo mental y espiritual. Quienes de esta manera se ponen en contacto con los pensamientos de Dios, su mente se desarrolla y se fortalece. Es muy importante el poder de la Biblia en el desarrollo de la naturaleza espiritual. La autora continua diciendo que el hombre, creado para vivir en comunión con Dios, puede encontrar su verdadera vida y su auténtico desarrollo únicamente en esa comunión. Aquel que con espíritu dócil y sincero estudia la Palabra

de Dios para comprender sus verdades, se pondrá en contacto con su Autor y, a menos que sea por propia decisión, no tienen límite las posibilidades de su desarrollo (p. 125).

Para complementar lo anterior Knight (2002), expone que estos postulados de la axiología cristiana (valores) se derivan de la Biblia, la cual en su sentido último es una revelación del carácter y los valores de Dios. Es importante considerar que los valores cristianos son radicalmente diferentes de la mayoría de las otras cosmovisiones en términos de normalidad.

El autor continúa argumentando que, mientras que la mayoría de los no cristianos sostienen que la condición actual de la humanidad y los asuntos terrenales son normales, la Biblia enseña que los seres humanos han caído en su relación normal con Dios, con otras personas, con ellos mismos, y con el mundo que los rodea. Desde la perspectiva bíblica, el pecado y sus consecuencias han alterado la naturaleza de las personas y han afectado sus ideales y procesos de evaluación.

Como resultado de esto, las personas están propensas a llamar malo a lo bueno y bueno a lo malo, porque su marco de referencia es defectuoso. La enseñanza cristiana se basa en un grupo de valores diferentes a los que para el resto del mundo son normales. Ser normal en términos de los ideales de Dios, hace que uno parezca anormal según los estándares del presente orden social.

La base absoluta de la ética cristiana es Dios. No hay otro estándar o ley más allá de Dios. La ley, tal cual se revela en las escrituras, está basada en el carácter de Dios. Los atributos de Dios son el amor y la justicia. Puede considerarse el amor como el fundamento de la Ley, mientras que la justicia define su contenido. La esencia de la ética es la muerte <crucifixión del Yo> del orgullo, de centrarse en el ser, de la autosuficiencia, y un nuevo nacimiento por el cual actuamos bajo principios diferentes por causa de nuestra relación con Jesucristo. (Romanos 6:16, Mateo 16:24, Gal 2:20, Juan 3:3-5). La ética cristiana es una ética de servicio. La expresión más grande de esta ética se encuentra en los dos grandes mandamientos de Cristo: amor a Dios y amor a los seres humanos. La ética cristiana no se preocupa solamente por el bien de las personas, quiere lo mejor (Knight, 2002, p. 194-200).

Desarrollo neurofisiológico. Un adecuado desarrollo biológico del organismo humano requiere, desde los inicios de su conformación, un cuidado, un esmero y una atención muy especial.

Son muchos los autores e investigadores que han demostrado que la falta de desarrollo estructural lleva luego a una incapacidad funcional. White lo especifica de la siguiente manera: “los niños no deberían permanecer mucho tiempo dentro de habitaciones; no se les debería exigir que se apliquen con mucho tesón al estudio hasta que se haya echado un buen cimiento para su desarrollo físico. Durante los ocho o diez primeros años de vida del niño, el campo o el jardín constituyen la mejor aula, la madre, la mejor maestra, y la naturaleza el mejor libro de texto. Hasta que el niño tenga edad suficiente para asistir a la escuela se debería considerar que su salud es más importante que el conocimiento de los libros. Debería estar rodeado de las condiciones más favorables para el desarrollo físico y mental” (White, 1992, p. 209).

La autora continúa expresando: No sólo el niño está en peligro por la falta de aire y ejercicio. Estas condiciones indispensables para la conservación de la salud no se deben descuidar en las escuelas y colegios. Los alumnos deben poseer las condiciones adecuadas para el aprendizaje, por falta de estas condiciones, el cuerpo no recibe suficiente nutrición, los músculos pierden fuerza y todo el organismo se debilita y enferma. Con frecuencia estos alumnos quedan inválidos para toda la vida. Si hubieran cursado sus estudios en las condiciones debidas, haciendo ejercicios regulares al sol y al aire, habrían salido de la escuela con más fuerza física y mental.

En otro aparte White, menciona que puesto que la mente y el alma hallan expresión por medio del cuerpo, tanto el vigor mental como el espiritual dependen en gran parte de la fuerza y la actividad física; todo lo que promueva la salud física, promueve el desarrollo de una mente fuerte y un carácter equilibrado. Sin salud, nadie puede comprender en forma clara ni cumplir completamente sus obligaciones hacia sí mismo, sus semejantes, o su Creador. Debiera cuidarse, por lo tanto, tan fielmente la salud como el carácter. El conocimiento de la fisiología y la higiene debería ser la base de todo esfuerzo educativo (p.195).

Desarrollo Cognitivo, Inteligencia y Creatividad. Los procesos cognitivos, en general, como el pensamiento original, creativo y productivo, no son acciones aisladas en las personas, sino que impregnan toda la personalidad; es decir, no son algo que se toma o se deja, que se entrena o se adquiere en un momento, como en un “taller para enseñar a pensar”, en un “taller de creatividad”, en una “semana de la creatividad” y cosas por el estilo. El verdadero proceso cognitivo, la verdadera creatividad, son procesos favorecidos y propiciados por un clima permanente de libertad mental, una atmósfera general, integral y global que estimula, promueve y valora el pensamiento original, divergente y autónomo, la discrepancia razonada, la oposición lógica, la crítica fundada.

Al respecto la autora White (1992) dice “Cada ser humano, creado a la imagen de Dios, está dotado de una facultad semejante a la del Creador: la individualidad, la facultad de pensar y hacer. Los hombres en quienes se desarrolla esta facultad son los que llevan, responsabilidades, los que dirigen empresas, los que influyen sobre el carácter. La obra de la verdadera educación consiste en desarrollar esta facultad, en educar a los jóvenes para que sean pensadores y no meros reflectores de los pensamientos de otros hombres. En vez de restringir su estudio a lo que los hombres han dicho o escrito, los estudiantes deben ser dirigidos a las fuentes de la verdad, a los vastos campos abiertos a la investigación en la naturaleza y en la revelación. Contemplen las grandes realidades del deber y del destino, y la mente se expandirá y robustecerá. En vez de jóvenes, educados, pero débiles, las instituciones del saber debieran producir hombres fuertes para pensar y obrar, hombres que sean amos y no esclavos de las circunstancias, hombres que posean amplitud de mente, claridad de pensamiento y valor para defender sus convicciones” (p. 18).

También Knight (2002) argumenta que una cuestión central en el desarrollo del carácter cristiano es comprender que los seres humanos no son animales altamente desarrollados que operan meramente a nivel mecánico y que están determinados por estímulos ambientales. La enseñanza bíblica muestra que los seres humanos fueron creados a imagen de Dios y tienen, aun en su

estado caído, la habilidad de pensar reflexivamente. Los alumnos de la escuela cristiana deben ser educados para que piensen por ellos mismos en lugar de ser entrenados para que respondan a estímulos ambientales. La esencia de la educación cristiana es permitir que los alumnos piensen y actúen en forma reflexiva por cuenta propia, en lugar de responder a la palabra o a la voluntad de una figura de autoridad. Esto es necesario para el desarrollo mental como el ético (p. 246).

Desarrollo psicológico, afectivo y social. La práctica educativa apenas ha valorado la importancia que tiene la afectividad en el desarrollo y adquisición de una personalidad equilibrada y estable, por el poco valor que hasta ahora, se le ha atribuido para el éxito académico. Sin embargo, si tenemos en cuenta que la educación debe orientarse al pleno desarrollo de la personalidad de los alumnos, el desarrollo cognitivo debe complementarse con el desarrollo emocional. La educación emocional debe dejarse sentir en las relaciones interpersonales, “en el clima de aula” y en el trabajo académico. Desde esta perspectiva amplia, la educación emocional es una forma de prevención de actos violentos, estados depresivos, consumo de drogas, etc. No debemos olvidar que los estudios realizados sobre la violencia escolar ponen de manifiesto que los jóvenes transgresores presentan carencias en habilidades emocionales, como el control de los impulsos o la capacidad para ponerse en lugar del otro (González, 2010).

Según Martínez (2009), este clima cálido y atmósfera acogedora crean una armonía, equilibrio hormonal y endocrino que dan como resultado un desarrollo óptimo y sano. El gran pedagogo suizo Johann Pestalozzi, hace dos siglos, se había adelantado a esta constatación cuando afirmó: “el amor es la única y eterna base sobre la cual se puede formar humanamente nuestra naturaleza”. Hoy día, podemos añadir, con fuertes argumentos de respaldo, que ese amor no sólo es la clave de una vida feliz en los adultos y el ingrediente indispensable de las mejores terapias psicológicas cuando los trastornos psíquicos han invadido su existencia.

Al respecto la autora White (1992) dice que: el que trata de transformar a la humanidad, debe comprender a la humanidad. Solo por la simpatía, la fe y el amor, pueden ser alcanzados y elevados los hombres. En esto Cristo se revela como el Maestro de los maestros: de todos los que alguna vez vivieran en la tierra, Él sólo posee una perfecta comprensión del alma humana (p. 78).

La autora continúa afirmando: con frecuencia los maestros no tienen bastante trato social con los alumnos. Manifiestan muy poca simpatía y ternura, y en cambio les sobra la dignidad que caracteriza al juez severo. Aunque el maestro debe ser firme y decidido, no debería ser exigente ni despótico. Ser rudo y censurador, mantenerse por encima de los alumnos y tratarlos indiferentemente, equivale a cerrar los caminos por medio de los cuales podría influir sobre ellos para bien (p. 280).

Son numerosos los beneficios de un adecuado equilibrio afectivo-emocional, a continuación mencionamos algunos: permite una armonía de los rasgos constitucionales, refuerza el desarrollo psicomotor, fomenta el desarrollo intelectual y fortifica el desarrollo afectivo-social. Investigaciones actuales consideran que mediante las habilidades que desarrolla la afectividad, se

desarrollan destrezas como: dominio emocional, positivismo ante la vida, empatía, control de conductas violentas, etc. (Milán, Suarez, & Godoy, 2011).

Desarrollo para el trabajo útil. Uno de los objetivos de la educación cristiana adventista es preparar a los alumnos para el mundo de trabajo. El objetivo principal en esta dimensión es que nuestros estudiantes perciban las diferentes ocupaciones o profesiones como una gran oportunidad para el servicio al prójimo y a la sociedad en general y a la vez encontrar la actividad económica para su subsistencia.

En general podemos decir que el ejercicio más benéfico para la juventud es el trabajo. Lo que adiestra la mano para la labor útil, y enseña al joven a asumir las responsabilidades de la vida, es sumamente eficaz para promover el desarrollo de la mente y el carácter.

Un aspecto de gran importancia en esta dimensión, lo constituye el fomento de la cooperación , el trabajo en equipo y la dinámica de grupo; no se trata de fomentar la competitividad mal orientada y la rivalidad, que tantos sentimientos negativos generan.

Con respecto al desarrollo del trabajo útil la autora White en su obra la conducción del niño, menciona que “Dios llama a sus hijos, y deben ser conducidos hacia Él, educados en hábitos de trabajo, limpieza y orden. Esta es la disciplina que Cristo desea que reciban (1957, p. 24).

Se mencionan a continuación algunos consejos de la autora cristiana, para los padres en cuanto a la educación en el trabajo útil.

1. Enseñen a sus hijos a ser útiles, a llevar cargas del hogar de acuerdo con su edad; luego el hábito de trabajar se automatizará en ellos, y el trabajo útil nunca les resultará penoso (White, 1957, p.113).

2. No permita la abundancia de ociosidad, Satanás trabaja con sus tentaciones para arruinar la vida y el carácter. Si no se enseña a los jóvenes que realicen trabajo útil, sean ricos o pobres, están en peligro; porque Satanás encontrará empleo para ellos según sus propias maquinaciones. Los jóvenes que no son protegidos mediante estos principios, no consideran el tiempo como un tesoro precioso, un legado de Dios, por el cual cada ser humano debe rendir cuentas (White, 1957, p.116)

3. El trabajo útil y el conocimiento de los secretos del trabajo doméstico serán de beneficio para sus hijos y alguna ocupación al aire libre es positivamente necesaria para su organismo y salud (White, 1957, p. 318).

4. Los jóvenes que se forma en ausencia de trabajo útil, suelen ser frívolos, vanos, amantes de la ostentación, desdichados, insatisfechos y, con demasiada frecuencia, disipados y carentes de principios. Tales caracteres son un borrón en la sociedad y una desgracia para sus padres (White, 1957)

5. Nadie debe avergonzarse del trabajo, aunque parezca pequeño y servil. El trabajo es ennoblecedor. Todos los que trabajan asiduamente con la mente o las manos son obreros u obreras. Y todos están cumpliendo con su deber y honrando a su religión, tanto mientras

lavan la ropa o los platos como cuando van a una reunión. Mientras las manos se ocupan en las labores más comunes, la mente debe ser elevada y ennoblecida por pensamientos puros y santos (Testimonies, tomo 4, pág. 590).

6. En muchos casos, los padres que son ricos no sienten la importancia de dar a sus hijos una educación en los deberes prácticos de la vida tanto como en las ciencias. No ven la necesidad de darles un entendimiento cabal del trabajo útil para bien de la mente y la moral de sus hijos y para su futura utilidad. Esto deben hacerlo con sus hijos para que, si llegara la desgracia, ellos puedan mantenerse en noble independencia, sabiendo cómo usar las manos. Si tienen un capital de vigor, no pueden ser pobres aun cuando no tengan un peso.

7. Muchos que en su juventud estuvieron en la prosperidad pueden ser despojados de todas sus riquezas y dejados con padres y hermanos y hermanas que dependan de ellos para su sostén. Por lo tanto, ¡cuán importante es que cada joven sea educado para trabajar, a fin de que esté preparado para cualquier emergencia! Ciertamente, las riquezas son una maldición cuando sus poseedores permiten que se interpongan en el camino de sus hijos e hijas y les impidan obtener un conocimiento del trabajo útil a fin de que se preparen para la vida práctica (White, 1957, p. 327).

8. Es necesario enseñar a los jóvenes que la vida implica trabajo serio, responsabilidad y preocupación. Necesitan una preparación que les dé sentido práctico, que haga de ellos hombres y mujeres capaces de hacer frente a las emergencias. Debe enseñárseles que la disciplina del trabajo sistemático y bien regulado es esencial no sólo como salvaguardia contra las vicisitudes de la vida, sino como medio para lograr un desarrollo completo.

Teniendo en cuenta estos consejos relevantes, para el CADI, es una dimensión de igual importancia que las anteriores.

Las intencionalidades de formación

Cada una de las dimensiones anteriormente mencionadas presentan intencionalidades de formación. Estas se mencionan a continuación: (ver ilustración 1)

La formación en la dimensión espiritual, moral, ético y de valores. El CADI pretende educar para:

La conducción de los jóvenes a una relación salvadora con Jesucristo.

El desarrollo de una mente cristiana. Es decir, una forma cristiana de ver la realidad y organizar el conocimiento dentro del marco de referencia de nuestra cosmovisión cristiana.

El desarrollo del carácter cristiano, como la semejanza de los estudiantes a Dios, que internalicen la esencia de su carácter en sus vidas individuales.

La interiorización de los valores bíblicos. Construidos sobre los principios del cristianismo.

El desarrollo del autocontrol en los estudiantes, de tal manera que piensen y actúen en forma reflexiva por cuenta propia en lugar de responder a la palabra o a la voluntad de una figura de autoridad. Que puedan tomar sus propias decisiones y responsabilizarse por ellas sin que una autoridad poderosa los coercione, dirija y/o fuerce.

La formación de estudiantes con confianza en su derecho a triunfar y a ser felices, con seguridad en su capacidad de pensar, en su capacidad de enfrentarse a los desafíos básicos de la vida, con sentimiento de ser respetados, de ser dignos, y de tener derecho a alcanzar sus principios morales y a gozar del fruto de sus esfuerzos.

La formación en la dimensión neurofisiológica. Está orientada a:

La interiorización los principios y las prácticas de un adecuado desarrollo de la salud y del manejo responsable del cuerpo humano, en el marco de la filosofía de la salud promovida por la Iglesia Adventista.

El ofrecimiento de un currículo y unas actividades que sean práctica del pensamiento filosófico de salud de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Que el estudiante valore su cuerpo y la actividad física como medio de exploración y disfrute de sus posibilidades motrices, de relación con los demás y como recurso para organizar el tiempo libre.

Que el estudiante aprecie la actividad física para el bienestar, manifestando una actitud responsable hacia el mismo y las demás personas. También que reconozca los efectos del ejercicio físico, de la higiene, de la alimentación y de los hábitos saludables.

Orientar a los padres de familia en el cuidado y la alimentación adecuada de sus hijos para un óptimo desarrollo de cada una de sus facultades.

La formación en la dimensión cognitiva, inteligencia y creatividad. En esta dimensión el CADI pretende:

Búsqueda del conocimiento y comprensión de lo que hace.

El desarrollo de una educación de alta calidad, contextualizada a las circunstancias del entorno y, principalmente en el estudiante.

El desarrollo del pensamiento creativo o la habilidad para inventar ideas originales para cumplir metas. Estudiantes que consistentemente obtienen resultados únicos, significados nuevos y apropiados por el criterio del dominio en cuestión.

Desarrollo del pensamiento crítico, entendido como analizar y evaluar la consistencia de los razonamientos, en especial aquellas afirmaciones que la sociedad acepta como verdaderas en el contexto de la vida cotidiana.

La formación de estudiantes pensadores, reflexivos y críticos constructivos que hagan análisis y aporten conclusiones al proceso educativo.

Un proceso que, sin ignorar la importancia de la enseñanza, haga énfasis en el aprendizaje y en el desarrollo personal, individual del estudiante.

El desarrollo de aprecio por el arte y la percepción de lo bello. La estética.

El desarrollo y la práctica de competencias no solo en las áreas del conocimiento, sino de competencias para la vida tanto en esta tierra como en la venidera.

La formación en la dimensión psicológica, afectiva y social. El CADI pretende:

La generación de un clima cálido y una atmosfera adecuada, en la cual se genere la prevención de actos violentos, estados depresivos y drogadicción. Un colegio donde haya armonía, simpatía entre los componentes de la comunidad educativa, que proporcione equilibrio afectivo emocional y positivismo ante la vida de nuestros estudiantes.

La formación en un evidente compromiso con el servicio al prójimo y a las comunidades más necesitadas.

El desarrollo y la práctica de experiencias de aprendizaje sociales que procuren hacer realidad los principios y valores de nuestra institución.

El desarrollo de la habilidad para amar a Dios y a su creación.

La formación de ciudadanos libres y responsables, en los cuales primen los valores de sentido de pertenencia, tolerancia, capacidad de concertar y cumplir acuerdos. Que respeten la ley y cumplan las normas de convivencia por voluntad propia.

La formación de conciencia ambiental y el cuidado por el medio ambiente

La formación en la dimensión del trabajo útil. Está orientada a:

El desarrollo de la preparación para el trabajo y una vida útil que prepare al estudiante para la inserción laboral. Que sea un aprendizaje para toda la vida con una visión integral del desarrollo y formación de competencias laborales específicas.

El desarrollo de la capacidad del estudiante de gestionar su propia transición a la vida adulta. Que construya su independencia económica sobre la base de la solidaridad y la responsabilidad ciudadana, asociada a nuevos desafíos cognitivos y emocionales.

Principios Institucionales

De las intencionalidades de formación en cada una de las dimensiones se extrajeron los diez principios institucionales. La educación cristiana adventista, a partir de lo establecido en su filosofía, enfatiza algunos elementos que resultan básicos para el logro de los propósitos trascendentes e inmanentes del objeto educativo. Entre otros, pueden enunciarse los siguientes:

1. Educar para la redención: “En el sentido más elevado, la obra de la educación y la de la redención, son una, pues tanto en la educación como en la redención, nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo´, “por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud” (White H. G., 1992, pág. 30).

2. Educar para la integralidad: “La verdadera educación significa más que una preparación para la vida actual. Abarca todo el ser, y todo el período de la existencia accesible al hombre. Es el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales, espirituales, sociales y vocacionales” (White H. G., 1992, pág. 14).

3. Educar para el civismo y la cultura ciudadana: es el desarrollo de una actitud que consiste en el cumplimiento con los deberes de ciudadano, respeto por las leyes y contribución al funcionamiento correcto de la sociedad y al bienestar de los demás miembros de la comunidad. Las bases que propone esta conducta social son el respeto hacia el prójimo, hacia el entorno natural, los objetos y las instituciones públicas, la buena educación, la urbanidad y la cortesía. White en su libro la educación expone que la ambición de la educación cristiana es inculcar en los estudiantes principios de verdad, obediencia, honor, integridad y pureza, principios que los conviertan en una fuerza positiva para la estabilidad y la elevación de la sociedad (White H. G., 1992, pág. 30).

4. Educar para el dominio propio: debe establecerse desde los primeros años el hábito del dominio propio. Se debe inculcar en los jóvenes el pensamiento de que deben ser amos y no esclavos” (White, La educación, p. 204).

5. Educar para el servicio: La ley de amor requiere la dedicación del cuerpo, la mente y el alma al servicio de Dios y de nuestros semejantes. Y este servicio, a la par que nos constituye en bendición para los demás, nos proporciona a nosotros la más grande bendición. La abnegación es la base de todo verdadero desarrollo. Por medio del servicio abnegado, todas nuestras facultades adquieren su máximo desarrollo (White, La educación, p. 17).

6. Educar en lo ético y moral: es la construcción de la base que guiará la conducta del hombre, determinando su carácter, su altruismo y sus virtudes. Según White, únicamente en la armonía con Dios se puede hallar la verdadera esfera de acción de la vida. Transgredir su ley, física, mental o moral, significa perder la armonía con el universo, introducir discordia, anarquía y ruina (White, La educación, p. 100).

7. Educar para el trabajo útil: en ocasión de la creación, el trabajo fue establecido como una bendición. Implicaba desarrollo, poder y felicidad. Aunque ahora debido a la maldición del

pecado el trabajo va acompañado de ansiedad, cansancio y dolor, sigue siendo una fuente de felicidad y desarrollo. Es también una salvaguardia contra la tentación. Su disciplina pone freno a la complacencia, y promueve la laboriosidad, la pureza y la firmeza (White, La educación, p. 215). La educación cristina debe inducir a los jóvenes a apreciar la verdadera dignidad del trabajo. Todas las cosas de la naturaleza cumplen la tarea que se les ha asignado. Se ve actividad en toda la creación y, para cumplir nuestra misión, nosotros también debemos ser activos.

8. Educar para amar: “El amor, base de la creación y de la redención, es el fundamento de la verdadera educación” (White, La educación, p. 16).

9. Educar para el cuidado de la salud: el cuidado de la salud es primordial, puesto que la mente y el alma hallan expresión por medio del cuerpo, tanto el vigor mental como el espiritual dependen en gran parte de la fuerza y la actividad físicas; todo lo que promueva la salud física, promueve el desarrollo de una mente fuerte y un carácter equilibrado (White, La educación, p. 103).

10. Educar para el cuidado del medio ambiente: La naturaleza es una expresión del amor y de la sabiduría de Dios (White, La educación, p. 195). Se debe enseñar a los jóvenes que las leyes de la naturaleza son leyes de Dios, tan ciertamente divinas como los preceptos del Decálogo (White, la educación, p. 197).

En la figura 2. Se muestra un resumen del modelo pedagógico presentado.

Figura 1. Dimensiones y sub-dimensiones del desarrollo humano integral desde la filosofía Adventista.

Figura 2. Mapa conceptual del modelo pedagógico de desarrollo humano integral adventista.

Se traduce en dimensiones de desarrollo

DiseñarImplementarEvaluar

Modelaje

Pertinentes

Aprendizaje colaborativo

Clima afectivo

HerramientasIntelectuales

Criterios de calidad

Por medio de la estrategia de enseñanza que contiene las siguientes dimensiones:

Exploración Conceptualización Aplicación

Y se divide en tres fases o momentos:

Trabajo útil

Psicológica, afectiva y social

Cognitiva, inteligencia y creatividad

Neurofisiológica

Dimensión espiritual

DialogarReflexionarPracticar

ConectarContactar

4. Compartir1. Conocer 2. Comprender 3. Crear

A través de una secuencia de estrategia de aprendizaje:

Lo cual se fomenta por medio de procesos de aprendizajes auténtico que son:

Con énfasis en el pensamiento como motor del desarrollo.

MODELO DE DESARROLLO HUMANO INTEGRAL ADVENTISTA

Empoderadores

Reflexivos

Colaborativos

Activos

Significativos

Actitudes (corazón)

Destrezas (mano)

Conceptos (mente)

Cuyos elementos son:

Aprendizaje mediados por las TIC´s

Ejercicios, demostraciones y simulaciones.

Análisis de casos

Trabajo en equipos cooperativos

Aprendizaje en el servicio

Método de proyectos

Prácticas situadas

A través de estrategias didácticas, tales como:

4. Pregunta problema

1. Situación problema

2. Problema docente

3. Tarea problema

El paso a paso de este modelo de didáctica es:

La didáctica o forma como se realiza el aprendizaje es:

La didáctica basada en problemas

Todo lo cual depende y comienza por el desarrollo humano de los docentes.

La reorganización de la convivencia humana en la escuela, hogar y comunidad

Que lleva al diseño de un currículo propio, como experiencia de desarrollo humano integral

Multiplicidad de actividades

Variedad de métodos

PertinenciaParticipación y autogestión

Criterios y estándares

Y un sistema de evaluación auténtica (control de calidad) basado en:

a) Especificar cómo se incluirán los aspectos esenciales de la educación adventista

El bosquejo del modelo pedagógico concluye en la elaboración de los principios institucionales. En estos principios se puede evidenciar los aspectos esenciales de la educación adventista.

EDU

CAR

PARA

La redención

La integralidad (mano, mente, corazón)

Civismo y cultura ciudadana

Dominio propio

Servicio

Ética y moral

Trabajo útil

Amar

Cuidado de la salud

Cuidado del medio ambiente

Amor por lo bello

b) Aclarar cómo las bases bíblicas y fundamentos filosóficos de la educación adventista serán incluidas en las estrategias.

Toda la propuesta está realizada teniendo en cuenta las bases bíblicas y los fundamentos filosóficos de la educación adventista. Sin embargo, en la definición de las concepciones filosóficas, antropológicas y pedagógicas se evidencia claramente este aspecto. El modelo presenta 5 dimensiones, cada dimensión tiene varias intencionalidades de formación y de ellas se extrajeron 11 principios instituciones, los principios deben aplicarse en todo lo que hace la institución, en cada área, en la transversalidad, desde la llegada del estudiante hasta la salida. Es decir en todo.

c) Definir cómo asegurar la inclusión de los requerimientos que el gobierno de Colombia solicita.

Esta propuesta es la adaptación de un modelo pedagógico denominado el Desarrollo Humano Integral, defendido por varios autores, entre otros, se mencionan los siguientes: (Martínez, 2009); (Molerio,Otero, & Achón, 2007); (Perdomo, 2008); (Villarini, 2001); (Vallejo & Molina, 2014) y (Villarini, 2000).

El modelo apunta a establecer un proceso de aprendizaje auténtico en las aulas de clases. Por tanto, la toma de decisiones curriculares en materia de objetivos, selección y organización del contenido, así como actividades de enseñanza, y evaluación, se orientan a promover este tipo de aprendizaje (Villarini,2000).

El la ilustración 3, podemos evidenciar las características del aprendizaje auténtico.

Ilustración 3. El aprendizaje auténtico es:

Se busca crear una cultura escolar cuyo objetivo sea avanzar hacia un aprendizaje, que como consecuencia de las prácticas educativas, produzca cambios duraderos en capacidades y conductas de los educandos, que puedan ser transferidos (recordados y aplicados con éxito) a nuevas situaciones que serán vitales para el educando (incluso y preferiblemente, fuera del contexto escolar). Este es el éxito de nuestro docente (Villarini, 2001).

Lo anterior implica que el currículo obviamente contenga los estándares nacionales que da el ministerio de educación nacional, en cuanto a componentes, estándares, derechos básicos de aprendizaje, niveles de desempeño, competencias y contenidos.

d) Determinar el tipo de producto más adecuado

Con esta propuesta se pretende mostrar un modelo pedagógico que articule y contextualice todas las necesidades educativas de un colegio de Colombia. Para posteriormente comenzar a aplicar y hacer una prueba piloto que muestre si es considerable la opción de aplicarlo en todos los colegios adventistas de Colombia.

SIGNIFICATIVO

-Relaciona el estudio con sus necesidades e intereses.-Establece propósitos y se involucra afectivamente.-Trabaja a un nivel apropiado para su desarrollo y estilos de aprendizaje.

ACTIVO

-Lleva a cabo acciones en situaciones reales o cuasi- reales.-Desarrolla medios o maneja instrumentos.-Diseña o produce algo.

REFLEXIVO

-Ejercita sus destrezas de pensamiento.-Planifica y supervisa su proceso de estudio y aprendizaje.-Auto evalúa los resultados de su aprendizaje.

COLABORATIVO

-Desarrolla competencia social.-Da, recibe e incorpora retro-comunicación.-Coordina sus metas y acciones con las de los otros.

EMPODERADOR

-Desarrolla competencia o habilidades.-Supera la pasividad frente a la realidad.-Trasforma o domina un aspecto de la reaalidad.

2. REDACTA UNA REFLEXIÓN PERSONAL DE TU ROL COMO LÍDER EDUCATIVO. ¿QUÉ IMPLICACIONES TIENE PARA TI, QUE EN TU CAMPO DE TRABAJO ESTAS ESTRATEGIAS SEAN IMPLEMENTADAS?

Mi nombre es Luisa Margarita Miranda, tengo una experiencia cómo docente de 19 años, como coordinadora académica de 1 año y actualmente dirijo el Colegio Adventista de Ibagué desde hace tres años. En mi primer año de rectora, tuve la “fortuna” de recibir una visita intermedia de acreditación de la AAA, y en el año siguiente, es decir segundo año de experiencia, la visita de la comisión acreditadora. De esas dos experiencias quedaron recuerdos amables y otros no tanto. Un poco de cuestionamiento a la evaluación que no me parece estandarizada y con criterios claros. También quedaron muchas recomendaciones para una próxima visita intermedia en 2 años y acreditadora en cuatro. En mi corta experiencia como directora de colegio, pero larga como docente, tenía claro que no hacer cómo directora, aprendido de mis anteriores jefes, también cómo hacer ciertas otras cosas, pero un gran desconocimiento de la mayoría. Al recibir el colegio tuve que aceptar un gran desafío. Pues tenía que reconstruir casi que de ceros el proyecto educativo institucional y muchas cosas más, además dar respuestas a la visita acreditadora anterior que solamente había acreditado el colegio tres años, con visita intermedia. En el proceso de crear el P.E.I, puedo decir que aprendí mucho de los procesos administrativos del colegio. Me puse también el objetivo de crear una propuesta de modelo pedagógico a la cual dedique casi todo un año, por eso, me parece este trabajo muy difícil, para quien tenga que partir de ceros. El CADI, entonces tiene una propuesta, que nace de la necesidad que había en el colegio y de una de las recomendaciones de la AAA. En este momento estamos en la etapa de la capacitación en todos los aspectos que se necesitan para entender y aplicar este modelo, es decir, no hemos empezado a aplicarlo. Actualmente trabajamos en construir el plan de cursos y actualizarnos de acuerdo a las estrategias que quedaron registradas en el modelo. Queremos hacer una prueba piloto, para posteriormente realizar una propuesta a la Unión Colombiana del Sur, si desean aplicar este modelo a todos los colegios. Realmente la más beneficiada en todo este proceso he sido yo misma, y cada vez valoro más los aporte de Helen White en la educación y cuando leo otros autores modernos que hablan de educación integral, veo en ellos muchas ideas de White que expresó hace más de 140 años. Estamos comprometidos todo el colegio, en el mejoramiento de la calidad educativa y en cumplir nuestra misión y visión. Mi compromiso con el mejoramiento continuo es real, estoy convencida que podemos ser de los mejores colegios académicamente hablando sin dejar de cumplir nuestra misión y fundamentos de la educación adventista.

REFERENCIAS

García, J. (16 de 03 de 2015). INED 21. Obtenido de Una secuencia para el aprendizaje auténtico: http://ined21.com/una-secuencia-para-el-aprendizaje-autentico/

Knight, G. (2002). Filosofía y educación. Una introducción en la perspectiva cristiana (1 ed.). Miami: APIA.

Martínez, M. (2009). Dimensiones básicas de un desarrollo humano integral. Revista de la Universidad Bolivariana, 8(23), 119-138.

Molerio, O., Otero, I., & Achón, Z. (2007). Aprendizaje y desarrollo humano. Revista Iberoamericana de educación(44), 3-25.

Monereo, C., & Pozo, J. I. (2001). ¿En qué siglo vive la escuela? El reto de la nueva cultura educativa. Cuadernos de pedagogía, 50-55.

Perdomo, L. E. (2008). Modelo Pedagógico del desarrollo humano integral, basado en "autonomía y competencias".

Pérez, T. (Septiembre de 2009). Ministerio de educación nacional. Obtenido de Altablero: http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-209857.html

Vallejo, M., & Molina, J. (2014). La evaluación autentica de los procesos educativos. Revista Iberoamericana de educación(64), 11-25.

Villarini, Á. (2000). El currículo orientado al desarrollo humano integral.

Villarini, Á. (2001). Calidad educativa y desarrollo humano: una propuesta curricular crítica-liberadora. Organización para el fomento del desarrollo del pensamiento.

Villarini, Á. (2004). Teoría y pedagogía del pensamiento crítico. Perspectivas sicológicas, 35-42.

White, H. G. (1992). La educación. Florida: Asociación Publicadora Interamericana.