Proyectos Educativos Específicos

Módulo 1

Lectura 1

Materia: Seminario Final de Licenciatura en

Educación

Profesora: María Eugenia Scocco

Seminario Final de Licenciatura en Educación - Ma. Eugenia Scocco | 2

Unidad 1: Proyectos

Educativos Específicos

Introducción

¿EN QUÉ CONSISTE UN TRABAJO FINAL DE

GRADUACIÓN?

Un trayecto educativo tiene instancias de consolidación parciales y finales. Este

espacio de aprendizaje del Trabajo Final de Graduación (TFG) tiene como objetivo

articular diferentes saberes, los propios -producto de la experiencia educativa y

laboral- y los específicos al trayecto de la Licenciatura en Educación, transitada en

la Universidad Siglo 21.

¿Cuál es el objetivo del mismo? Que de manera significativa seleccione una

problemática educativa que sea factible de ser abordada y resulte de interés para

el ámbito de las ciencias y prácticas en educación.

Muchas son las demandas genéricas que surgen en contextos educativos, en

instituciones escolares de distintas modalidades y en diferentes ciclos, en relación

a diferentes poblaciones que componen una comunidad educativa; uno de los

vectores a considerar en el momento de proyectar nuestro trabajo es el concepto

de “innovación educativa”, que alude a la necesidad de brindar respuestas ad hoc

a las necesidades especificas de una problemática educativa y en donde las

nuevas tecnologías aparecen como el andamiaje o soporte por excelencia.

Además de definir la temática o problemática de abordaje, ¿qué recaudos

técnicos y metodológicos tengo que tomar?

Es factible generar un Proyecto de Intervención y aplicación práctica (PAP), que

consiste en construir una propuesta para ser implementada ante una

determinada necesidad de gestión en la institución educativa, o una demanda de

capacitación, o proyectos asociados a una disciplina curricular especifica, una

innovación didáctica o evaluativa, etc..

Otra alternativa es decidir la construcción de un Proyecto de Investigación

Aplicada (PIA), cuyo objetivo será responder a una pregunta de investigación


sobre modos de gestión educativa, aspectos de un currículum, modalidades de

aprendizaje, o la apropiación de herramientas multimediales.

En el caso del PAP, deberá tomar contacto con una institución educativa, realizar

un análisis diagnóstico y generar de acuerdo a las prioridades presentadas una

propuesta de solución u optimización de procesos, a partir de su mirada de

experto.

El PIA supone pensar en un interrogante sobre aspectos educativos que necesitan

ser explicados o descriptos.

Para realizar un PAP, compartiremos posteriormente un formato de análisis

diagnóstico (módulo 2) para una institución educativa, que deberá implementar;

posteriormente el desafío será la construcción de su propuesta, al discriminar las

necesidades que arroje el estudio, más la selección que realice en torno a qué

aspectos trabajar.

Seguramente al relevar los datos diagnósticos, encontrará distintos tipos de

necesidades, en relación a la gestión de una escuela, el PEI y su estado de

situación, las currículas de las materias, la demanda de incorporar nuevas

didácticas, etc..

Es fundamental la selección y delimitación que realice de la problemática de

abordaje, para comenzar a construir a posteriori el proyecto y su fundamentación,

conjuntamente con las estrategias -que a su entender- revertirían la situación

necesaria, aportarían recursos innovadores a la institución escolar u optimizarían

procesos que la escuela necesita.

En el caso de un PIA, los tiempos y espacios de la tarea se invierten. Primero

escoge una pregunta de investigación, una problemática a investigar y

posteriormente va a terreno a relevar los datos para ser leídos y presentados en

su estudio (módulos 3 y 4).

Si la problemática construida admite hipótesis y la necesidad de la misma consiste

en obtener resultados representativos de una gran población, deberá trabajar con

un formato de investigación cuantitativa. El mismo tiene como fortaleza que los

resultados son factibles de ser extendidos a poblaciones que se correspondan con

la muestra inicial, y cuenta con la debilidad de que el tipo de información

obtenida –por el tipo de instrumentos que se utilizan en el relevamiento- no

cuenta con la profundidad en términos de aspectos no observables o

estructurales de los hechos educativos.

El hecho de preguntarse sobre aspectos que hacen a una dinámica institucional, o

estructurales en un grupo de aprendizaje, determina que optemos por un diseño

cualitativo, que trabajará con una población pequeña en número –ad hoc-, y por

ende los resultados no admiten generalizaciones, son válidos sólo para esa


comunidad singular; pero gozan de la profundidad y permiten un análisis que

deviene posteriormente en la proyección de intervenciones o innovaciones

fundamentadas.


1.1 Fines de la Educación actual.

La modernidad ubicó a los docentes en la exigencia de las didácticas específicas, y

la cantidad de conocimiento a impartir.

La escuela gozaba del prestigio de ser la transmisora de información por

excelencia y la creatividad y creación de conocimientos no eran temas de la

agenda escolar.

El alumno era el “respondiente” en el sistema, que bajo la tutela del docente

aprendía, repetía, recordaba y se adaptaba a la cultura escolar en la medida que

mejor repitiera las normas que desde los adultos se impartía.

La gestión gozaba de los beneficios de la autoridad dada por el tiempo

transcurrido, y la sapiencia de estar en una institución por largos tiempos y

jornadas.

El Proyecto Institucional implicaba formar ciudadanos instruidos y respetuosos de

las normas imperantes.

La posmodernidad atravesada por la digitalización, optimizó la globalización y

determinó cambios de paradigmas sociales y culturales que produjeron los

impactos inherentes a la educación de estos tiempos.


Los adultos, al no ser nativos digitales, se vieron enfrentados con la necesidad de

nuevos aprendizajes, resistencias, algunos cuestionamientos y también de cara a

nuevos desafíos. Nuevas demandas de capacitación, necesidad de redefinir las

propuestas pedagógicas-didácticas, prestar especial atención al nuevo alumno

que empezó a asomarse para indefectiblemente reconstruir el rol docente.

Alumnos impregnados de la cultura de la imagen, de la síntesis, de la fascinación

por la tecnología. La posibilidad de tomar contacto con múltiples conocimientos,

información de diferentes fuentes a las que rápidamente se accede vía internet.

El espacio escolar dejó de ser el lugar privilegiado para la instrucción; se

multiplicaron los ámbitos y las propuestas que posibilitan ahora aprendizajes.

El mundo tecnológico y multimedial, adviene con la posibilidad de democratizar la

educación, impartir, construir y transformar el conocimiento con velocidades que

antes eran impensadas.

El trabajo colaborativo, en red, sin necesidad de compartir el mismo espacio

físico, optimizó las producciones y la interdisciplinariedad.

El expansivo mundo digital determinó que el acceso a los objetos de conocimiento

sea masivo, pero abrió la posibilidad de fijar nuevos horizontes educativos en

función de educar para el cambio.

Es así como los docentes se convierten en tutores de un conocimiento que se

comparte, se co-construye, se diagrama en función del trabajo en equipo, del

aprendizaje cooperativo.

El saber se transmite, se recrea a través de construir nuevas formas de conocer,

alternativos accesos a la educación, donde la resolución de problemas es uno de

los ejes transversales del sistema.

Alumnos inquietos, autónomos y también abúlicos, hipermotivados por la

tecnología, pero también demandando encuadres de trabajo alternativos e

instituciones que reconstruyan su cultura escolar haciéndolos participes.

Gestionar una institución escolar dejo de ser una práctica producto de la

experiencia; como cualquiera de los otros ámbitos de intervención escolar,

actualmente requiere profesionalización, la construcción de estándares de trabajo

y proyectos de evaluación continua.


1.2 Definición de un Proyecto Educativo.

Enfoques.

En tanto definimos a la educación como un proceso abierto en constante cambio

y construcción, es que los proyectos que se diseñan para orientarla, deben en

primera instancia considerar las características enunciadas.

El proyecto está atravesado por sujetos reales, en instituciones concretas y en un

contexto socio histórico y político particular; esencialmente es dinámico, se

convierte en un documento que sistematiza acciones que derivan en prácticas que

lo retroalimentan y suponen la factibilidad de modificación.

Existen modelos de “proyectos por objetivos”, que determinan una construcción

estática, en donde ni el contexto, ni la institución como ámbito son contenidas. Su

foco se centra en determinar una serie de normativas a implementar,

independientes de las características de los docentes y los alumnos, ubicando a

éstos en extremos inconciliables desde la acción educativa compartida.

Este tipo de proyectos que suponen la factibilidad de ser replicados en otra

institución, estatizan la dinámica escolar, enajenan a los sujetos de sus

particularidades educativas y lo que es más importante, no permiten el

involucramiento de la comunidad educativa; están compuestos por una serie de

normas que deben ser implementadas y sujetas a las decisiones de los “decisores”

del proyecto.

El diseño de un proyecto es el resultado de una síntesis entre la reflexión y la acción, es conocer y comprender una realidad educativa y hacer derivar acciones que permitan acercarnos al objetivo u objetivos institucionales.


Las definiciones vertidas inicialmente nos muestran la posibilidad de otros

formatos de “proyectos como construcción”, en donde las orientaciones que se

explicitan para la acción, se reconstruyen en la misma implementación.

Dichas orientaciones o definiciones son el resultado de un contexto particular,

una institución singular y la participación de los distintos actores que conforman

ese espacio educativo. El involucramiento de los sujetos facilita y optimiza

cualquier proceso de implementación sugerido.

La singularidad del proyecto, la incorporación -entre sus bases- de la dinámica de

las acciones sugeridas, en función sólo de los actores particulares de la institución

educativa, nos llevan a pensar el proyecto como una planificación política;

“planificación que tiene por objeto la institución escolar y que sienta las bases

sobre las cuales se vive y se hace la escuela” (Rossi y Grinberg, 1999, p 20).

Otro de los aspectos sustanciales a considerar en la etapa previa a la definición de

un proyecto es la necesidad de explicitar supuestos y trabajar en torno a las

diferentes concepciones teóricas, sobre educación, aprendizaje, la función de la

escuela, el estado y todos aquellas variables que determinan el accionar

pedagógico-didáctico en un ámbito educativo.

A continuación se comparte la visión de Rossi y Grinberg (1999) en relación a tres

posibles paradigmas que posibilitan revisar distintas concepciones teóricas

metodológicas sobre las variables que hacen a los hechos educativos.

Enfoques Ideas básicas sobre la

organización

Algunas consecuencias

para la práctica

Consecuencias para la

definición de la noción

de Proyecto

Técnico-

racional

La organización se piensa como una realidad estructurada en la que pueden reconocerse sus partes. Persigue el logro de metas específicas que se llevan a cabo mediante la división precisa de tareas. La planificación es una actividad técnico-instrumental. El conflicto es vivido

Se construyen instrumentos de monitoreo y control para medir el cumplimiento de las metas. Las acciones educativas se reducen a cuestiones instrumentales. Evaluación centrada en valoraciones cuantitativas. Reducción de la gestión a la resolución de

Preocupación por definir metas, estructuras, roles y tecnologías. Interés por conseguir la máxima relación entre necesidades/intereses individuales y roles o relaciones personales. El proyecto cumple el papel de definir los objetivos y acciones que deberán ejecutarse.


como una disfunción de la organización. Separación entre planificación/diseño y ejecución. Los mecanismos de control permiten garantizar el logro de los objetivos previamente definidos. La estructura es jerárquica y vertical, lo que demanda rigidez en la división del trabajo.

problemas técnicos. Toma de decisiones centradas en la autoridad máxima de la institución. Ausencia de procesos consultivos. Planificación prescriptiva, poco flexible. Los miembros de la institución son agentes ejecutores de lo planificado por otros, no contempla la adecuación al contexto.

Existe una clara diferencia entre los momentos de planificación y los momentos de implementación. La división de roles y funciones permite hacer más eficiente el proceso de planificación.

Interpretativ

o-simbólico

La organización es el resultado de la interacción entre sus miembros. La creación de normas, valores y la construcción de significados configuran la cultura organizacional. La organización crea cultura a través de los símbolos, ritos, valores, etc., y es única para cada escuela. Los actores construyen la organización y ella descansan en las mentes de sus miembros, que la concretan en reglas y relaciones. Las personas crean símbolos para reducir la ambigüedad y aumentar la certidumbre.

El cambio es el resultado del intercambio, la negociación y el consenso entre los miembros de la escuela. La construcción de acuerdos se basa en el consenso y la negociación. Los proyectos permiten reducir la ambigüedad y la incertidumbre. La planificación debería ser flexible y contemplar la acción de los actores institucionales.

El proyecto es la expresión de la cultura institucional. De hecho, se hace necesario para generar acuerdos que hagan posible la vida institucional frente a la diversidad de intereses y punto de vista entre los miembros de la institución. La construcción del proyecto es fruto de un proceso de negociación de significados que se producen en el seno de la institución entre los distintos actores.


La cultura es particular de cada organización.

Socio-crítico

La escuela es una institución social que asume diferentes formas de acuerdo con los distintos contextos socio-históricos. Las relaciones institucionales deben entenderse como relaciones de poder. En la organización se producen luchas políticas de las cuales emergen los objetivos. El conflicto es motor del cambio. La organización es reflejo de valores sociales-políticos que determinan lo académico. La condición de trabajo docente afecta las formas que asume el trabajo pedagógico.

Se rescatan los valores y las culturas de los grupos que están en la institución. La innovación y el cambio son herramientas de resistencia frente a las propuestas políticas dominantes. Se impulsa la participación de la comunidad en los procesos de gestión en consejos consultivos y colegiados. Se tiende a la profesionalización de la tarea docente a partir de la mejora de las condiciones de trabajo. Los docentes más que ejecutores son sujetos del cambio institucional. De aquí que los procesos de planificación y desarrollo se piensan como unidad.

El proyecto es una herramienta política de cambio y transformación.

Posee un fuerte contenido de debate ideológico y se constituye en la herramienta que poseen los sujetos para propiciar procesos de transformación planificada.

El enfoque Técnico Racional, concibe la institución como un todo organizado y

posible de ser estructurada en forma y contenidos.

Los proyectos educativos son el resultado de la enunciación de acciones que

devienen en un proceso lineal y pautado de efectos, en términos de

productividad.

En el enfoque Interpretativo Simbólico, la organización educativa es el resultado

de los vínculos entre sus miembros y la construcción de significados simbólicos

que conforman la cultura de la institución.


Los proyectos se construyen en función de la intervención de la comunidad

educativa, y las negociaciones entre sus actores y los significados y valores válidos

para esa comunidad.

En el último enfoque presentado, el Socio Critico, la institución educativa está

atravesada por los diferentes contextos que también la componen y los proyectos

son el eje de la acción cotidiana.

Se caracterizan por la innovación y la transformación constante, de programas

que persiguen la profesionalización docente y la atención a los procesos de

aprendizaje y los sujetos involucrados, así como sus entornos y recursos

pedagógicos.

Es importante advertir que la complejidad de los hechos e instituciones

educativas, nos enfrentan a la posibilidad de articular distintos enfoques ante la

necesidad de explicitar los supuestos teóricos metodológicos de nuestro estudio.

Un proyecto educativo no es igual al PEI (Proyecto Educativo Institucional)

necesariamente; nos referimos a una acción o grupo de ellas que de manera

dinámica se planifican para dar respuesta a necesidades educativas acotadas en el

tiempo.

Los proyectos son globales, ya que atraviesan e impactan a toda la institución

educativa y al contexto en donde la misma está soportada. Son teóricos-prácticos,

porque dependen de definiciones nodales sobre los aspectos que hacen a la

educación y se proyectan en las acciones que se definen para implementar, sean

de investigación o de aplicación práctica.

Un proyecto está definido por su singularidad, en función de ser significativo y

representativo de una realidad educativa concreta; y es dinámico, por definición:

se planifica, implementa, reorganiza, se reconstruye y se vuelve a implementar. La

retroalimentación de los actores y sus prácticas lo consolidan.


1.3 Aspectos Técnicos de un Proyecto

Educativo.

El mundo educativo actual está caracterizado por las amplias y diversas demandas

que las nuevas tecnologías posibilitan.

El acceso al mundo digital, determinó el cambio de la función de la escuela y los

docentes, modificó el acceso a la información y los procesos de construcción del

conocimiento.

El aprendizaje se diversificó en relación a los múltiples contextos que permiten

acciones educativas y los nuevos andamiajes y recursos que lo sostienen.

Las necesidades educativas de los diferentes ámbitos e instituciones deben ser

investigadas, consensuadas y sistematizadas para orientar las nuevas gestiones en

educación.

Los proyectos –de aplicación- en capacitación, aprendizaje y evaluación, nuevas

didácticas y tecnologías, puestas al servicio de los fines educativos de

democratización y articulación de los mismos con el mundo global y productivo,

deben ser singulares, dando respuestas específicas en el tiempo, sujetos a

planificaciones y evaluaciones constantes que devienen en estándares de calidad.

Es así como la innovación educativa, se transforma en el objetivo guía de

cualquier trabajo o estudio que pretenda brindar respuestas a un entorno

educativo específico y sus sujetos involucrados.

Innovación en términos de alternativa, ad hoc, particular; incorporando de

manera progresiva y sistemática las nuevas tecnologías al servicio de los objetivos

educativos.

Un estudio de investigación o proyecto de aplicación debe contar con un análisis

previo de factibilidad, en relación al contexto, los actores implicados, el tiempo de

trabajo, los objetivos y recursos.

Factibilidad se refiere a la disponibilidad de los recursos necesarios

para llevar a cabo los objetivos o metas señalados. Generalmente la

factibilidad se determina sobre un proyecto.


Si necesariamente debo contar con documentos históricos de la institución

educativa para realizar mi trabajo y los mismos son inexistentes, debo suplir esa

información con otro recurso o si la misma es nodal para responder a mi

problemática inicial, debo redefinir la misma.

Si el diseño de mi proyecto supone un diagnóstico institucional que la escuela

seleccionada no puede llevar a cabo, debo buscar una alternativa institucional

válida o nuevamente surge la necesidad de redefinir mi intención de estudio

inicial.

El interés personal del profesional que lleva a cabo el estudio, también condiciona

los resultados; a mayor involucramiento, mayores posibilidades de optimizar en

cantidad y calidad los resultados.

Hay otra dimensión del interés, que está íntimamente relacionada con la

comunidad educativa que forma parte del trabajo. Si para los actores de la

institución educativa la temática de abordaje no es significativa, menores serán

las posibilidades de proyectar el trabajo en el tiempo y brindar servicio con el

estudio al ámbito escolar comprometido en la tarea.

Y la tercera y última dimensión –del interés- se articula con las necesidades

actuales de innovaciones educativas, que está definida por los aportes y

resultados genuinos y totalmente nuevos que arrojaran el trabajo/estudio.

Interés: Provecho, utilidad o valor que en sí tiene una persona o cosa


1.4 Contextualización de un Proyecto

Educativo. Intenciones Pedagógicas.

Programación Curricular. Normativa

Institucional.

Recurriremos, como una de las formas posibles de contextualización, a la

triangulación desarrollada por Rossi y Grinberg (1999).

Dicha triangulación se compone de tres elementos: las intenciones pedagógicas,

la programación curricular y la normativa institucional.

Intenciones Pedagógicas:

Tales intenciones refieren a la caracterización de la institución educativa, en sus

aspectos organizativos, normativos e ideológicos.

Es importante contar entonces con “Notas de Identidad” de la escuela, colegio,

universidad o espacio educativo, donde se decida realizar actividades de

intervención.

La identidad de una institución se define principalmente por sus aspectos

fundacionales y el devenir histórico de sus fundadores y acciones.

Es importante contar con la explicitación de los supuestos en torno a la educación

y el aprendizaje y sus actores, los principios y valores que regulan la misión de la

institución.

Asimismo, es necesario complementar con el registro de las acciones del

presente; contexto u ámbito donde se ancla la escuela, recursos, actividades que

se desarrollan, proyectos construidos, el organigrama u otros elementos que den

cuenta del funcionamiento institucional.

Posteriormente surge como necesidad contar con la proyección que la institución

tiene en sí misma, su “Imagen-Objetivo”: cómo se visualiza en el futuro, cuáles

son los logros a corto y mediano plazo que pueden definir; en que ámbitos de la

gestión educativa construye y diagramará proyectos.


Es factible visualizar en este sentido, cuatro ámbitos de la gestión: el

específicamente curricular, el que hace al gobierno institucional, el administrativo

y el relacionado con los recursos humanos.

Las “Intenciones Pedagógicas” se completan cuando se diagrama una “Estructura

Organizativa”, que explicita los componentes de una comunidad educativa.

Programación Curricular:

El currículum es, en sí mismo, un proyecto que incluye actividades de enseñanza –

aprendizaje, también la evaluación, en un ámbito educativo particular y para un

grupo de alumnos específico.

Las actividades pedagógicas –didácticas se diseñan en torno a contenidos, que

además de estar directamente relacionados con los objetos de conocimiento,

también suponen habilidades, valores y actitudes.

El currículum es dinámico y se redefine en la acción y reflexión cotidiana,

retroalimentada por aquellas variables que denominamos “currículum oculto”,

que refiere a los aspectos que se enseñan y aprenden sin estar explicitados en el

proyecto inicial, por ejemplo.

Las selecciones curriculares se articulan con las Intenciones Pedagógicas, ya que

las mismas direccionan el qué enseñar y el para qué.

Qué se enseña, define los contenidos que la institución y el docente seleccionan

para el logro de los fines de aprendizaje.

Los contenidos de acuerdo a su área de especialización y objetivo al que

respondan, serán eminentemente conceptuales, procedimentales o actitudinales.

El para qué, se contempla en los objetivos de la programación curricular; cuyo

objeto es explicitar los fines de la tarea educativa, los principios que la rigen y los

logros esperados.

Es importante completar la secuencia de objetivos y contenidos con los aspectos

metodológicos inherentes: qué estrategias se desarrollaran en el aula (real o

Una comunidad estará conformada por unidades que deben definirse, articularse entre sí, deben tener grados y modalidades de responsabilidad asignadas, tareas acordadas, distribución de tiempos y recursos para la ejecución de las distintas acciones.


virtual), con qué tipo de actividades se alcanzaran los objetivos fijados, en función

de lograr el aprendizaje de los contenidos consensuados.

Las estrategias pedagógico – didácticas se construyen también de manera

específica de acuerdo no sólo al contenido y los objetivos, sino en función del

grupo de alumnos y la organización que los sostiene.

Dichas estrategias se explicitan no sólo en relación a las actividades a desarrollar o

desarrolladas, sino también en relación a los criterios de planificación y secuencia.

En este apartado, las variables tiempo y espacio cobran dimensión, así como los

materiales y recursos didácticos necesarios para la práctica educativa definida.

La evaluación se convierte así, en la orientadora del proceso de enseñanza –

aprendizaje. Instancias de reflexión, sistematización de conocimiento, feed back

entre docentes y alumnos, entre pares, de manera individual; toda acción que

lleve a la consolidación de algún aspecto interviniente del hecho educativo, se

convertirá en instancia factible de evaluación, en términos de autorregulación.

Las instancias de evaluación, también suponen la construcción de acciones

pedagógico –didácticas en tres dimensiones: qué, cómo y cuándo evaluar.

Normativa Institucional:

Las normas que regulan la convivencia de una institución educativa, más las

funciones de sus equipos y unidades de trabajo, organizan las acciones de los

sujetos que componen una comunidad educativa.

La normativa institucional es el contrato que se construye y oficia entre los

miembros de una institución; está conformada por el conjunto de reglas que

evaluarán, orientarán y sancionarán los distintos comportamientos y acciones que

se desplieguen en las prácticas educativas.

La construcción de la normativa institucional debe ser una instancia de reflexión,

confrontación e intercambio institucional, con el fin de posibilitar que todos los

actores y miembros de la comunidad escolar tengan representación, participación

y oportunidad de involucrarse y ser protagonista de las diferentes formulaciones

La evaluación educativa no sólo refiere a las instancias de acreditación de conocimiento, sino a todas las acciones que suponen regulación de aprendizajes.


que posteriormente orientaran sus comportamientos dentro de la institución y los

relacionados con ella.

El abordaje de un conflicto, la distribución de las tareas y responsabilidades, el uso

de los recursos, la regulación de toda acción que se despliega en un espacio

educativo, está mediado por las normas que sostienen a la institución en el

tiempo.

Normas que son flexibles, plausibles de ser modificadas a partir de la reflexión

sobre las propias prácticas; pero que se convierten en uno de los pilares que

aseguran la distribución de la tarea y la optimización de las acciones saludables

que permiten cumplir con los objetivos de aprendizaje.

Las normas generan límites, pero también posibilidades; optimizan los espacios reales y simbólicos para que los sujetos puedan percibir sus espacios de acción – contención, pero también las aristas que potencialmente pueden desarrollar conflictos.

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