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FACULTAD DE HUMANIDADES
Carrera de Arte y Diseño Empresarial
CONTAGIO DE ENFERMEDADES TRANSMISIBLES COMO DISENTERÍA EN BAÑOS PÚBLICOS DE VARONES EN EL
DISTRITO DE LA MOLINA POR FALTA DE POLITICAS DE PREVENCIÓN
Trabajo de Investigación para optar el Grado Académico
de Bachiller en Arte y Diseño Empresarial
GUSTAVO FABIAN SALAZAR RODRÍGUEZ
Asesor(es):
Carlos Francisco Valenzuela Martínez
Sofía Ana Pinto Vilca
Lima – Perú
2020
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 4
CAPITULO I ............................................................................................................................ 5
1.1. Descripción del problema encontrado ................................................................ 5
1.1.1. Problema principal ..................................................................................... 6
1.1.2. Problemas secundarios ............................................................................ 6
1.2. Justificación de la investigación .......................................................................... 7
1.2.1. Objetivo principal ....................................................................................... 8
1.2.2. Objetivos secundarios ............................................................................... 8
CAPÍTULO II: Marco Teórico ............................................................................................... 9
2.1. Diarrea por uso baños públicos .............................................................................. 9
2.1.1. Definición .................................................................................................... 9
2.1.2. Causas ........................................................................................................ 9
2.1.3. Factores de riesgo .................................................................................. 11
2.2. Tipos de diarrea ...................................................................................................... 13
2.2.1. Diarrea osmótica ..................................................................................... 14
2.2.2. Diarrea secretora ..................................................................................... 14
2.2.3. Diarrea inflamatoria e infecciosa .......................................................... 15
2.2.4. Disentería ................................................................................................. 15
2.3. Síntomas y signos ................................................................................................. 16
2.3.1. Heces líquidas y acuosas: ..................................................................... 17
2.3.2. Calambres abdominales: ....................................................................... 17
2.3.3. Fiebre: ....................................................................................................... 17
2.3.4. Hinchazón y gas. ..................................................................................... 17
2.3.5. Deshidratación: ........................................................................................ 18
2.3.6. Transmisión .............................................................................................. 18
2.4. Diagnóstico de laboratorio ................................................................................. 19
2.5. Diagnóstico sindrómico....................................................................................... 21
2.6. Tratamiento .......................................................................................................... 22
2.6.1. Terapia de rehidratación ......................................................................... 22
2.6.2. Mecanismo de transporte. ...................................................................... 23
2.6.3. Alimentación ............................................................................................. 23
2.6.4. Medicamentos antidiarrales ................................................................... 23
2.6.5. Terapia antibiótica ................................................................................... 24
2.6.6. Pro bióticos ............................................................................................... 25
2.6.7. Suplementación zinc ............................................................................... 25
2.7. Antecedentes internacionales ........................................................................... 26
2.7.1. Saneamiento ............................................................................................ 26
2.7.2. Lavado de manos .................................................................................... 26
2.7.3. Agua .......................................................................................................... 27
2.7.4. Vacunación ............................................................................................... 27
2.7.5. Nutrición .................................................................................................... 28
2.7.6. Amamantamiento ..................................................................................... 28
2.8. Antecedentes nacionales ................................................................................... 29
2.8.1. Lavado de manos con jabón .................................................................. 29
2.8.2. Eliminación de excretas .......................................................................... 30
2.8.3. Intervenciones de calidad del agua. ..................................................... 31
Referencias .......................................................................................................................... 33
INTRODUCCIÓN
La enfermedad diarreica aguda (EDA) es una de las enfermedades más
comunes en todo el mundo, y es más frecuente en los países en vías de
desarrollo. Este problema se da por múltiples causas de desnutrición
generando deshidratación con mayor frecuencia en menores de 5 años de
edad.
A nivel mundial, se conoce unos 1700 millones de casos de enfermedades
diarreicas infantiles cada año. Adicionalmente en Estados Unidos, se estima
que cada año hay entre 200 a 300 millones de casos de diarrea, pero esta
cantidad podría estar sobreestimada ya que la mayoría de sucesos suelen
terminar sin tratamiento debido a que los afectados no solicitan ayuda con
médicos especialistas. La actividad económica de dicha infección no es
menos importante por lo que a los gastos médicos se deberían agregar los
provenientes de la pérdida que hay en la productividad laboral.
En Latinoamérica, el rotavirus es la causa más común de diarrea grave por
ser responsable de más de 15.000 muertes y provocan cada año 75.000
hospitalizaciones, y la mayoría son de niños, datos obtenidos de la OPS. En
Perú, la disentería o diarrea grave se considera como una de las tres primeras
patologías culpables de morbimortalidad en menores.
Aparte de ello también se detectó que, en algunas zonas del Perú, la
enfermedad diarreica tiene una cantidad superior a 4,38 ocasiones por niño.
Se registró en el país 436,779 casos de diarrea aguda entre los años del 2010
al 2013.
En Lima, Arequipa y La Libertad vieron esta situación preocupante. En 2013,
la enfermedad infecciosa intestinal ocupó el tercer lugar en demanda
ambulatoria (3.9%), y en 2014, su tasa de hospitalización ocupó el noveno
(1.5%).
CAPITULO I
1.1. Descripción del problema encontrado
Las enfermedades diarreicas agudas (EDAs) tienen una constancia por
los factores determinantes en un ritmo significativo del pueblo,
asimismo son enfermedades prevenibles relacionadas al mínimo
acceso a servicio de agua potable, menor acceso a exclusión adecuada
de excretas, del mismo modo que la práctica malos hábitos de higiene.
“La tendencia de los episodios de EDA en los últimos 4 años (2012 -
2015) muestra un patrón estacional, cuya incidencia ocurre en las
temporadas cálidas” (Centro Nacional de Epidemiologia, 2018).
Adicionalmente, El doctor Héctor Edmundo Guerrero Marroquín, citado
en el diario ABC de España, señala que las enfermedades más
frecuentes que podemos adquirir en los baños públicos son las
respiratorias, gastrointestinales y dermatitis, debido a que distintas
bacterias como micrococos y estreptococos pueden alojarse allí (GRD,
2014).
En el siguiente cuadro, se puede visualizar que todos los
departamentos han reportado episodios de EDA, siendo Lima, el
departamento que reportó más casos, seguido de Arequipa y La
Libertad (Centro Nacional de Epidemiologia, 2018)
Adicionalmente, la infección presenta a la diarrea como síntoma de
infecciones ocasionadas por agua con contaminación fecal teniendo
como dos causas usuales de diarrea regular a grave en países con un
nivel socioeconómico bajo, son los rotavirus y Escherichia coli.
Es importante tener en consideración etiologías específicas de cada
lugar. De igual manera, las altas tasas de malnutrición, pueden
conllevar a la muerte por diarrea al padecer un niño una malnutrición
subyacente. Las enfermedades que producen diarrea pueden también
trasladarse de persona a persona, particularmente en condiciones de
higiene personal deficiente. Asimismo, los alimentos que son
fabricados o almacenados en condiciones antihigiénicas son otra de las
causas principales de diarrea (OMS, Organización Mundial de la Salud,
2017). Las personas más afectadas son los niños menores de 5 años,
como se evidencia en la recopilación de datos del MINSA (Centro
Nacional de Epidemiologia, 2018).
Frente a este problema nos preguntamos cuáles son los componentes
concluyentes en el fallo de las iniciativas que buscaron brindar una
solución a los inconvenientes derivados de la falta de servicios
higiénicos públicos en nuestro país y de qué forma afecta la vida de los
ciudadanos. (Gonzales, 2004).
1.1.1. Problema principal
El contagio de disentería en los baños públicos de los varones en
la Galería comercial “el Edén” – La Molina como consecuencia de
la falta de conocimiento en enfermedades transmisibles.
1.1.2. Problemas secundarios
La anemia producida por el contagio de disentería en los baños
públicos de los hombres en la Galería comercial “el Edén” – La
Molina como consecuencia de la falta de conocimiento en
enfermedades transmisibles.
La deshidratación a causa del contagio de disentería en los
baños públicos de los hombres en la Galería comercial “el Edén”
– La Molina como consecuencia de la falta de conocimiento en
enfermedades transmisibles.
1.2. Justificación de la investigación
El estudio sobre la transmisión de los agentes causantes del síntoma
de diarrea, tiene como finalidad el exponer los diversos factores
asociados a desencadenar deshidratación, desnutrición crónica y
anemia infantil, actualmente son un importante problema de salud
pública, cuyas consecuencias se manifiestan a lo largo de todo el ciclo
vital y que afecta principalmente a los pobres o pobres extremos.
La importancia de esta investigación procede de dar a conocer al
ciudadano, el riesgo que se encuentra expuesto al realizar sus
funciones básicas como defecar u orinar en lugares públicos, y advertir
cuales son los efectos que esto podría traer a su salud, no solo de
aquellos que realizan la acción sino también a su entorno más cercano.
Por ello, en esta investigación se tiene el propósito de explicar cómo se
puede evitar su contagio, así como ejecutar una prevención secundaria
en salud. Adicionalmente, informar sobre qué acciones se debe tomar
ante la presencia de síntomas indicadores generalmente de una
infección como diarreas, sensación de alza térmica y dolor muscular u
óseo generalizado.
Las personas que resultaran beneficiadas del estudio en mención, será
de forma prioritaria los menores de edad, bajo el incremento de
conocimiento en el mantenimiento de los servicios básicos de higiene
de su entorno.
Asimismo, los adultos mayores, al poseer un sistema inmune
deprimido, al tener un conocimiento previo sobre el lavado de manos,
lavar los alimentos y otros, generará una disminución en la frecuencia
de las citas médicas en los centros de salud, disminuyendo el gasto
público en el Ministerio de Salud. Adicionalmente, los padres de familia,
disminuirán los gastos en medicamentos como antibióticos o
antiinflamatorios no esteroideos (AINES, siendo los más conocidos
ibuprofeno, naproxeno y diclofenaco) y al mantener a la población con
este espíritu de prevención, aumentaría la productividad, ya que al
estar enferma un trabajador promedio, disminuye su productividad,
causando un perjuicio a la empresa que lo contrató.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en Lima
Metropolitana, existen sólo 167 baños de uso público en los 43 distritos
que la conforman (INEI, 2017). En otras palabras, un baño público por
cada 52 mil habitantes, sin tener en consideración a otros
departamentos. Pero el déficit de baños públicos no es exclusivo de
Lima, de acuerdo al informe del INEI, es un problema nacional. En total
en todo el territorio nacional existen tan solo 3,345 baños públicos
(Panamericana, 2019).
1.2.1. Objetivo principal
Indicar sobre la transmisión de disentería en los baños públicos
de los varones en la Galería comercial “el Edén” – La Molina
como consecuencia de la falta de conocimiento en
enfermedades transmisibles.
1.2.2. Objetivos secundarios
Informar la anemia producida por el contagio de disentería en
los baños públicos de los varones en la Galería comercial “el
Edén” – La Molina como consecuencia de la falta de
conocimiento en enfermedades transmisibles.
Explicar la deshidratación a causa del contagio de disentería
en los baños públicos de los varones en la Galería comercial
“el Edén” – La Molina como consecuencia de la falta de
conocimiento en enfermedades transmisibles
CAPÍTULO II: Marco Teórico
2.1. Diarrea por uso baños públicos
2.1.1. Definición
La diarrea es la evacuación acuosa al menos 3 veces en un
tiempo de 24 horas. No obstante, lo más conveniente es la
consistencia de las deposiciones en lugar del número.
La diarrea aguda puede ser causada por diferentes virus,
bacterias y parásitos. Los rotavirus son los agentes más
comunes y causan hasta un 50% de casos de diarrea durante la
alta incidencia estacionaria, generalmente en verano. Es más
práctico basar el tratamiento de la diarrea con los síntomas y
signos que presente el paciente. Por lo general, no hay
necesidad de pruebas de laboratorio. (Clifton E. Yu, 2016)
En situaciones de desastre, debido a las condiciones de vida
superpobladas, la falta de un suministro adecuado de agua
limpia y la eliminación de heces, la diarrea es una de las causas
más importantes de morbilidad y mortalidad, particularmente
entre los niños. (Jorge Murno, 2016)
Los elementos clave más importantes son la detección temprana
y el tratamiento, ya que son necesarios para las intervenciones
de salud pública. Únicamente no es solo para solucionar casos
individuales, sino también para evitar la transmisión de la
enfermedad al resto de los ciudadanos. Las medidas correctas
de higiene disminuyen considerablemente la continuidad de
enfermedades diarreicas. (Clifton E. Yu, 2016)
2.1.2. Causas
En la Tabla 1, se conoce las posibles causas de diarrea aguda,
para tener una conclusión de forma certera.
Se considera que diversas enfermedades y trastornos pueden
provocar diarrea, incluyendo los siguientes factores. (Mayoclinic,
2018)
Distintos virus. Estos virus que provocan diarrea contienen
citomegalovirus, norovirus y virus de la hepatitis. La diarrea agua
infantil es causada comúnmente por el rotavirus.
Bacterias y parásitos. Estas se multiplican mediante agua y
alimentos contaminados. Los parásitos llamados Giarda y
Cryptosporidium pueden provocar diarrea.
Las bacterias que continuamente generan diarrea contienen E.
coli, Campylobacter, Shigella y Salmonella. Cuando se transmite
a otros países, esta enfermedad se le conoce como “diarrea del
viajero” a causa de la diarrea provocada por parásitos y bacterias.
El contagio de clostridium difficile puede suceder, particularmente
luego de usar antibióticos.
Medicamentos. En conclusión, los medicamentos y los
antibióticos, pueden provocar diarrea. Las bacterias buenas y
malas son destruidas por los antibióticos, deshaciendo así el
contrapeso natural de las bacterias dentro del intestino. Los
Tabla 1. Posibles causas de diarrea aguda
fármacos enfrentan el cáncer y los antiácidos que contienen
magnesio de igual forma pueden causar diarrea.
Intolerancia a la lactosa. El tipo de azúcar que se puede encontrar
en los productos lácteos, como la leche, el queso, yogurt, entre
otros, se llama Lactosa. Si una persona tiene inconvenientes al
digerir la lactosa, le ocasionará diarrea cuando consuma
productos lácteos.
El organismo crea una enzima que ayuda a asimilar la lactosa,
no obstante, en muchas personas, la cantidad de esta enzima
disminuye considerablemente cuando se termina la etapa
infantil. Como resultado, a medida que las personas crecen,
aumenta el riesgo de intolerancia a la lactosa.
Fructosa. La fructosa es el tipo de azúcar que hallamos
naturalmente en la miel de abeja y las frutas, se añade como
endulzante a algunas bebidas, generando diarrea en personas
con problemas digestivos.
Edulcorantes artificiales. El sorbitol y el manitol son edulcorantes
que se pueden encontrar en la goma de mascar y ciertos
productos que no contienen azúcares, estos pueden generar
diarrea en personas que no han contraído otras enfermedades.
Cirugía. A ciertas personas les puede dar diarrea luego de
haberse sujeto a una cirugía en el abdomen o la extirpación de
la vesícula biliar.
Otros trastornos digestivos. Otras causas que producen la diarrea
crónica, como la enfermedad de Crohn, el síndrome del intestino
irritable y la colitis ulcerosa o microscópica. (Mayoclinic, 2016)
2.1.3. Factores de riesgo
Para tener en cuenta los factores de riesgo se realizó un análisis
de datos, de una investigación realizada en un país con
semejantes situaciones en salubridad que Perú.
En la Tabla 2, se conoce los métodos de recolección de datos,
para tener una conclusión de forma coincidente con el contexto
peruano.
Tabla 2. Análisis de factores de riesgo en niños con diarrea.
Los resultados de este estudio indicaron que la falta de
conocimientos por parte de los cuidadores, referente a las
prácticas relacionadas con la higiene personal y alimentaria para
evitar la diarrea fue una circunstancia de riesgo importante para
la enfermedad diarreica en este grupo de niños menores de 5
años.
Adicionalmente, estos hallazgos sugieren que estos dos factores
de conocimiento son importantes en la prevalencia de diarrea
infantil en esta población a asociación entre el conocimiento de
la eliminación adecuada de las heces y la reducción de la
prevalencia de la diarrea solo se encontró en el grupo de filtros,
lo que quizás sugiera que una vez que se elimina la exposición
a través de la contaminación microbiana del agua potable, se
cambia la ruta de transmisión a la contaminación fecal directa
por vía oral se vuelve más importante.
Los resultados significativos de este análisis señalan que la
morbilidad por diarrea es elevada dentro del conjunto de
pobladores, teniendo una prevalencia de diarrea del 40% en el
conjunto sin filtro.
El análisis realizado acerca del conocimiento de los cuidadores
para la precaución de la diarrea señaló que cerca del 70% de
estas personas no se imaginaban que el agua tratada podía
evitar la diarrea en niños.
Gran parte de los cuidadores relacionaron la diarrea a la mala
alimentación. La segunda causa más frecuente fue el frío, y un
reducido subconjunto de cuidadores dedujo que la diarrea se
daba gracias al calor, las maldiciones, la magia y el mal de ojo.
(George Crhistine, 2014)
2.2. Tipos de diarrea
2.2.1. Diarrea osmótica
Un caso sería, que, si un individuo bebe soluciones con
abundante azúcar o sal, estas pueden obtener agua del cuerpo
y dirigirlas hacia el intestino provocando diarrea osmótica.
La diarrea osmótica también puede ser el efecto de una
indigestión (como el páncreas o la enfermedad celíaca), donde
se dejan nutrientes en la cavidad para extraer agua. O puede
ser provocado por un laxante osmótico (aliviando el
estreñimiento al absorber agua del intestino). (Moon C, 2015)
En personas con un buen estado de salud, la abundancia de
vitamina C, magnesio o la lactosa no digerida, pueden generar
distensión del intestino y diarrea osmótica.
Los individuos que son intolerantes a la lactosa pueden tener
inconvenientes para absorberla luego ingerir productos que son
totalmente lácteos.
Los individuos que tienen malabsorción de fructosa, el exceso
de ingesta de ésta, también puede causarles diarrea.
Los alimentos que contengan alta fructosa y glucosa son los más
absorbibles y las probabilidades de causar diarrea son mínimas.
Los alcoholes del azúcar como el sorbitol (que frecuentemente
se encuentra en alimentos que carecen de azúcar) son
complicados de absorber por el cuerpo y, en grandes masas,
causan diarrea osmótica. En muchas de estas situaciones, la
diarrea osmótica para sólo si el agente ofensivo deja de
funcionar (por ejemplo, leche, sorbitol). (WebMD, 2019)
2.2.2. Diarrea secretora
La diarrea secretora se refiere a un incremento en la secreción
activa o supresión de la absorción. Casi no hay daños
estructurales. La causa más común de esta diarrea es la toxina
del cólera ya que estimula la mucosidad de aniones,
especialmente el ion de cloruro (CI-). Por lo tanto, para
suministrar la carga en el espacio gastrointestinal, el sodio (Na
+) se traslada al igual que el agua. En este tipo de diarrea, la
mucosidad de líquido intestinal es isotónica con el plasma,
incluso durante el ayuno y a pesar de todo eso continua cuando
no ingieren alimentos por vía oral. (Moon C, 2015)
2.2.3. Diarrea inflamatoria e infecciosa
Cuando el revestimiento de la mucosa o en el borde del cepillo
están dañados, puede provocarse una diarrea, lo que conduce a
una pérdida pasiva de líquidos altos en proteínas y una menor
capacidad para absorber estos líquidos perdidos. Las
características de los siguientes tipos de diarrea se pueden
encontrar en la diarrea inflamatoria e infecciosa. Posiblemente
son provocadas por infecciones virales, bacterianas, parasitarias
o problemas autoinmunes como enfermedades inflamatorias en
el intestino. Asimismo, puede ser generado por tuberculosis,
enteritis y cáncer de colon (Sweetser, 2012).
2.2.4. Disentería
La disentería es el resultado de infecciones virales, bacterianas
o parasitarias. Estos patógenos por lo general, llegan el intestino
grueso luego de ingresar oralmente, mediante la ingestión de
alimentos, contacto oral con objetos, agua, o manos
contaminadas. Cada patógeno específicamente tiene su
apropiado mecanismo o patogénesis, pero en realidad, la
consecuencia es un daño a los revestimientos intestinales, lo
que dirige a las respuestas inmunes inflamatorias. (Ryan, 2019)
Esto produce una alta temperatura física, espasmos dolorosos
de los músculos intestinales (calambres), tumefacción debido a
la salida de líquido en los capilares del intestino (edema) y un
daño superior tisular por las células inmunitarias del organismo
y las sustancias químicas, llamadas citoquinas, que se libran y
expanden para combatir el contagio. En si el resultado puede ser
una absorción defectuosa de nutrientes, una pérdida en exceso
de agua y minerales mediante las deposiciones debido a la
desintegración de los mecanismos de control en el tejido
intestinal que frecuentemente eliminan el agua de las
deposiciones y en casos mayores, también altera las entradas
de organismos patógenos en el torrente sanguíneo. (Gallardo,
2007)
La anemia asimismo puede retomar debido a la pérdida de
sangre producida por la diarrea. Las infecciones bacterianas que
provocan diarrea con sangre usualmente se dividen como
invasivas o toxogénicas. Las especies invasoras genera un gran
daño directo al irrumpir la mucosa. Y las especies toxogénicas
no irrumpen, sin embargo, si causan daño celular al secretar
toxinas, lo que deriva a una diarrea sanguinolenta. Esto además
contrasta con las toxinas que provocan la diarrea acuosa, que
habitualmente no generan daño en las células, sino que se
apropian de la maquinaria celular en el transcurso de la vida de
una célula. (Ryan, 2019)
(Koplan, 1999) afirma que ciertos microorganismos, como las
bacterias de la especie Shigella, secretan sustancias que son
llamadas citotoxinas ya que matan y dañan el tejido intestinal al
tener contacto con ello. Se comenta que Shigella provoca
sangrado a causa de la irrupción en vez de la toxina, porque
inclusive las cepas no toxogénicas pueden producir disentería,
pero la E. coli con toxinas semejantes a la Shigella no invaden
la mucosa intestinal y en su totalidad son dependientes de la
toxina. Las células intestinales son atacadas directamente por
los virus y toman su maquinaria metabólica para formar copias
de sí mismos, lo que ocasiona la muerte celular.
Las definiciones de disentería pueden modificarse según la
región y la especialidad médica. Los Centros para la inspección
y la prevención de enfermedades en los Estados Unidos (CDC)
limitan su propia definición a "diarrea con sangre visible”. Las
diferencias de esta definición deben tener una cierta importancia
al determinar los mecanismos. Por ejemplo, el uso del concepto
de CDC exige que el tejido intestinal esté tan seriamente dañado
que los vasos sanguíneos se hayan desgarrado, lo que otorga
que se pierdan grandes cantidades visibles de sangre con la
deposición. Otras definiciones solicitan un daño agravio
específico. (Koplan, 1999)
2.3. Síntomas y signos
2.3.1. Heces líquidas y acuosas:
El color de las heces puede ser distintas. Las heces rojas indican
que hay sangrado en el intestino, lo cual sería un signo de una
epidemia más grave. El camino de deposiciones espesas y de
color oscuro alquitranado sugiere un sangrado específico en el
tubo digestivo o en las partes superiores del intestino y
habitualmente no es provocado por infecciones agudas. La
diarrea puede presentarse de color verde, puesto que las
deposiciones pasan mediante los intestinos más acelerado de lo
normal.
2.3.2. Calambres abdominales:
En ciertos momentos, la diarrea viene junto a un malestar
estomacal de ligero a moderado. El dolor ventral o estomacal
rígido no es habitual y, si está presente, puede insinuar una
enfermedad más peligrosa.
2.3.3. Fiebre:
Tener fiebre alta no es usual. Si está presente, el individuo
afectado puede contraer una enfermedad más mortal que la
diarrea aguda.
2.3.4. Hinchazón y gas.
La percepción de necesidad o angustia de poseer una sacudida
abdominal.
2.3.5. Deshidratación:
Si la diarrea provoca deshidratación, es un signo de una
enfermedad potencialmente grave. (P. Cunha, 2020)
2.3.6. Transmisión
a. Amebeasis
La amebiasis habitualmente se traslada por la zona fecal-
oral, así mismo puede propagarse indirectamente mediante
el trato con las manos u objetos sucios, y también por el
contacto anal-oral. El contagio se propaga mediante la
deglución de la manera quística del parásito, una distribución
semi-latente y tenaz que se encuentra en las deposiciones.
Cualquier ameba o trofozoíto no inflamado morirá poco
después de abandonar el cuerpo, pero también puede estar
presente en las deposiciones; rara vez son una causa de
nuevas infecciones. En visto que la amebiasis se propaga
mediante alimentos y agua contaminados, frecuentemente
es endémica en áreas con instalaciones de saneamiento
limitadas en el mundo, incluidos México, América Central y el
oeste de América del Sur, Asia del Sur y África. África
occidental y Sudáfrica. (Signes, 2019)
Debido a que la disentería amebiana es frecuente en los
países en desarrollo, a menudo se confunde con "diarrea del
viajero". De hecho, la diarrea de la mayoría de los viajeros es
causada por bacterias o virus. (Ryan KJ, 2004)
b. Disentería bacilar
Se propaga principalmente por heces directas o indirectas
en pacientes sintomáticos o portadores asintomáticos. La
infección puede suceder luego de ingerir alimentos o agua
contaminados, y de persona a persona.
La principal causa de transmisión son las personas que no
se asean de la manera correcta luego de defecar. (Larry M.
Bush & Maria T. Perez, 2018)
Pueden transmitir la infección a otros a través del contacto
físico directo o indirectamente a través de alimentos
contaminados.
Periodo de incubación: Generalmente dura entre uno
a tres días, y puede durar hasta una semana en el
caso de S. dysenteriae.
Periodo de transmisibilidad: En la fase aguda de la
infección, hasta que el ente infeccioso ya no esté
presente en las heces, generalmente ocurre dentro
de las cuatro semanas de la enfermedad.
Susceptibilidad: Es general, y la infección es
producida por deglución de un grupo reducido de
microorganismos. (Ramírez, 2002)
2.4. Diagnóstico de laboratorio
La colonoscopia puede detectar pequeñas úlceras entre 3 y 5 mm,
pero debido a que las membranas mucosas entre estas áreas
pueden verse sanas o inflamadas, el diagnóstico puede ser difícil.
Los trofozoítos se pueden identificar en el borde de la úlcera o en el
tejido, utilizando tinción inmunohistoquímica con anti-E específico.
Las infecciones humanas asintomáticas generalmente se
diagnostican al encontrar quistes que se desprenden de las heces.
Se han creado varios procedimientos de flotación o sedimentación
para restablecer quistes fecales, y estos puntos ayudan a visualizar
quistes separados para un examen microscópico.
Debido a que el quiste no se puede extraer de forma continua, se
deben examinar al menos tres heces. En las infecciones
sintomáticas, las formas fluidas (trofozoítos) a menudo se ven en
las heces frescas. Con las pruebas serológicas, la mayoría de las
personas infectadas (con o sin síntomas) dan positivo a la
adquisición de anticuerpos.
Los pacientes con abscesos hepáticos tienen niveles de
anticuerpos mucho más altos. La serología se volvió positiva solo
dos semanas después de la infección. Los desarrollos recientes
incluyen kits para detectar la presencia de proteína ameba en heces
y kits para detectar ADN de ameba en heces. Estas pruebas no se
usan ampliamente debido a su precio.
La microscopía es, con mucho, el método de diagnóstico más
difundido en todo el mundo. No obstante, no es tan blando o exacto
como otras pruebas disponibles en términos de diagnóstico. Es
fundamental diferenciar los quistes de E. histolytica y los protozoos
intestinales no patógenos como Entamoeba coli por su aspecto. Los
quistes de E. histolytica tienen hasta cuatro núcleos, mientras que
los quistes de Entamoeba colilos tienen incluso ocho núcleos.
Asimismo, en E. histolytica, la endosoma está situado centralmente
en el eje, mientras que habitualmente está descentrado en
Entamoeba coli. En conclusión, los cuerpos cromatoideos en E.
histolytica.Los quistes son redondeados, mientras que están
dentados en Entamoeba coli. No obstante, otras especies,
Entamoeba dispar y E. moshkovskii, incluso son comensales y no
pueden diferenciarse de E. histolytica.
La OMS recomienda que, si no hay síntomas, las infecciones
diagnosticadas con un microscopio solo no deben tratarse, y no hay
otra razón para sospechar que la infección es efectivamente E.
histolytica. La detección de quistes o heces de trofozoitos bajo el
microscopio puede requerir el examen de varias muestras durante
varios días para determinar si están presentes, ya que los quistes
se eliminan de manera intermitente y pueden no aparecer en todas
las muestras.
Tinción inmunohistoquímica de trofozoitos (marrón) con anticuerpos
específicos del factor inhibidor de la migración de macrófagos anti-
Entamoeba histolytica en un paciente con colitis amebiana.
Por lo general, el organismo ya no se puede hallar en las
deposiciones una vez que la infección se vuelve extra intestinal. Las
pruebas serológicas son efectivas para localizar el virus E.
histolytica si el organismo es extra intestinal y para apartar al
organismo del diagnóstico de otras enfermedades. Una prueba de
Ova y parásito (O&P) o una prueba de antígeno fecal de E.
histolytica es la prueba adecuada para infecciones intestinales.
Puesto que los anticuerpos pueden persistir varios años
posteriormente de la curación clínica, los resultados serológicos
positivos no necesariamente indican la existencia de infección
activa. Sin embargo, un resultado serológico negativo puede ser
igualmente importante para excluir la sospecha de invasión tisular
por E. histolytica.
Las pruebas de descubrimiento de antígeno fecal han servido para
vencer algunas de las limitaciones de la microscopía de
deposiciones. La prueba de antígeno es sencilla de usar, pero tiene
una afectividad y especificidad variables, principalmente en áreas
de baja prevalencia.
El efecto en cadena de la polimerasa (PCR) se determina el
estándar de oro para el diagnóstico, pero no se ha utilizado por
completo. (Shirley, Farr, Watanabe, & Moonah, 2018)
2.5. Diagnóstico sindrómico
Muchas de las personas infectadas (alrededor del 90%) son
asintomáticas, pero la enfermedad puede volverse grave. Se
determina que entre 40,000 y 100,000 personas mueren de
amebiasis cada año en todo el mundo. Si no se trata, las infecciones
a veces pueden perdurar años. Los síntomas tardan unos días o
varias semanas en desarrollarse y aparecer, pero habitualmente
tardan de dos a cuatro semanas.
Los síntomas varían desde diarrea leve hasta disentería con
sangre, además de dolor estomacal intenso. La sangre procede de
daños sangrantes generadas por las amebas que invaden la capa
del colon. Alrededor del 10% de los casos invasivos, las amebas
ingresan en el torrente sanguíneo y navegan a otros órganos del
organismo. Generalmente, esto representa el hígado, puesto que
es donde la sangre del intestino es el primero en llegar, pero puede
acabar en casi cualquier parte del organismo.
El tiempo de inicio varía mucho y la infección asintomática promedio
dura más de un año. En teoría, la falta de síntomas o la intensidad
de los síntomas variará dependiendo de factores como la tensión
de la ameba, la respuesta inmune del huésped y las bacterias y
virus relacionados.
En una infección asintomática, la supervivencia de la ameba se
logra al comer y digerir bacterias y partículas de alimentos en el
intestino (parte del tracto gastrointestinal). Debido a la capa
protectora de moco que recubre los intestinos, generalmente no
entra en contacto con los intestinos. Esta enfermedad ocurre
cuando la ameba entra en apoyo con las células que cubren el
intestino. Después segrega las mismas sustancias usadas para
digerir las bacterias, incluidas las enzimas que dañan las
membranas celulares y las proteínas. Este desarrollo puede llevar
a la introducción y digestión de los tejidos humanos, obteniendo
como resultado inicial ulceraciones en modo de matraz en el
intestino. Entamoeba histolytica ingiere las células destrozadas por
fagocitosis y se percibe muchas veces con glóbulos rojos (un
proceso llamado eritrofagocitosis) en el interior cuando se mira en
muestras de deposiciones. Principalmente en América Latina, se
puede constituir una oleada granulomatosa (llamada ameboma) en
las paredes del colon ascendente o recto gracias a la respuesta
celular inmunológica de larga permanencia, y ciertas veces se
confunde con el cáncer. La deglución de un quiste factible puede
producir una infección. (Shirley, Moonah, & Meza, 2016)
2.6. Tratamiento
2.6.1. Terapia de rehidratación
El primer paso para tratar la diarrea aguda es la rehidratación oral
con fluido acumulada (calculado aproximadamente como la
diferencia entre el primero debe abordarse el peso normal del
paciente y su peso en la presentación con enfermedad diarreica).
A continuación, el enfoque debe centrarse en la sustitución de las
pérdidas en curso y la continuación de los fluidos de mantenimiento.
La rehidratación oral (SRO) debe contener una mezcla de sal,
glucosa y agua para lograr el uso óptimo de las células intestinales
acopladas a glucosa y sodio. (Materán, 2009)
2.6.2. Mecanismo de transporte.
En el 2002, la Organización Mundial de la Salud admitió una
SRO con una reducción en la osmolaridad (250 mOsm por L o
menos) comparando con la regla pasada de 311 mOsm por L).
La osmolaridad limitada SRO reduce las salidas de las
deposiciones, episodios de emesis y la carestía de rehidratación
intravenosa sin incrementar la hiponatremia, en relatividad con
la norma ORS. El ORS con una presión osmótica reducida se
duplicarse aproximadamente al combinar 1/2 cucharadita de sal,
6 cucharaditas de azúcar y 1 litro de agua. Si la rehidratación
oral no es posible, puede ser imprescindible la rehidratación
intravenosa.
2.6.3. Alimentación
La retroalimentación temprana reduce la permeabilidad
intestinal causada debido a la infección. Esto reduce la duración
de la enfermedad y mejora el efecto nutricional. Esto es
especialmente importante para los países en desarrollo donde a
menudo ocurre la desnutrición fundamental. Aunque
generalmente se recomienda usar la dieta BRAT (plátano, arroz,
puré de manzana y pan tostado) y evitar los productos lácteos,
los datos de apoyo para estas intervenciones son limitados.
Indicar a los pacientes que no coman alimentos sólidos dentro
de las 24 horas, lo que también parece ayudar. (Alarcón &
Alarcón, 1997)
2.6.4. Medicamentos antidiarrales
El agente anti-ejercicio loperamida puede reducir la diarrea hasta
por un día, y cuando se trata con antibióticos, puede aumentar
la posibilidad de curación clínica dentro de las 24 y 48 horas. La
combinación de loperamida y simeticona puede calmar los
síntomas agudos de manera más rápida y completa.
La diarrea no especificada y molestia relacionada con el gas en
relación con cualquiera de los fármacos solos.
La loperamida puede hacer que los pacientes con ciertas formas
de diarrea sanguinolenta o inflamatoria prolonguen el riesgo de
la enfermedad, por lo que debe limitarse a pacientes con
deposiciones no sanguinolentas. El subsalicilato de bismuto
(Pepto-Bismol) es una opción segura para los pacientes que
tienen fiebre y diarrea inflamatoria.
No hay pruebas suficientes para recomendar el uso de carbón
activado absorbente de caolín / pectina. (Benedí, 2005)
2.6.5. Terapia antibiótica
En vista que la diarrea aguda con más frecuencia es más
autolimitada y provocado por el virus, no se recomienda usar
antibióticos de costumbre para la totalidad de los adultos con
diarrea acuosa delicada. Asimismo, el uso extremo de
antibióticos puede trasladar a resistencia (por ejemplo,
Campylobacter), supresión dañina de flora estándar,
continuación de la enfermedad (por ejemplo, superinfección con
C. difficile), continuación del estado del portador (por ejemplo,
excreción lenta de Salmonella), incitación de Shiga toxinas (por
ejemplo, de E. coli creadora de toxina Shiga), y un precio
superior.
No obstante, si se usan adecuadamente, los antibióticos pueden
tratar eficazmente la Shigelosis, Campylobacter, C. difficile,
diarrea del viajero e infecciones por protozoos. El tratamiento
antibiótico de la diarrea del viajero (habitualmente quinolona)
puede reducir la gravedad de la enfermedad y acortar la duración
de la enfermedad en dos o tres días. Si la publicación clínica del
afectado sugiere el riesgo de E. coli creadora de toxina Shiga
(por ejemplo, diarrea sanguinolenta, referencias de consumir
brotes de semillas o carne molida, cercanía a un brote), la
utilización de antibióticos puede incrementar el peligro de
síndrome urémico hemolítico. El método moderado sin
tratamiento con antibióticos es menos satisfactorio para la
diarrea que dura entre 10 a 14 días, los tratamientos y pruebas
para infecciones protozoarias debe ser tomadas en cuenta.
Los antibióticos pueden considerarse en pacientes mayores de
65 años, son inmunocomprometidos, gravemente enfermos o
séptico. (Aakre, 2019)
2.6.6. Pro bióticos
Se estima que los probióticos funcionan estimulando el sistema
inmune y compitiendo por los sitios de fusión en las células
epiteliales del intestino. Aunque muchas especies se clasifican
generalmente como probióticos, su uso en niños con diarrea
aguda reduce la gravedad y la duración de la enfermedad
(reducción promedio en la duración de un día), e incluso las
cepas estrechamente enlazadas pueden poseer distintos
efectos clínicos.
Los efectos de cepas específicas de probióticos deben ser
verificadas en estudios de adultos antes de poder dar
recomendaciones específicas justificadas en evidencia. (Rojas,
2019)
2.6.7. Suplementación zinc
Los estudios en niños han demostrado que los suplementos de
zinc (20 mg por día para niños mayores de dos meses y
suplementos de zinc durante 10 días consecutivos) pueden
desempeñar un papel importante en la cura y la prevención de
la diarrea aguda, especialmente en los países en desarrollo.
Los estudios han demostrado que se reduce el riesgo de
deshidratación y se estima que la duración y la gravedad de los
ataques de diarrea son del 20% al 40%. Se necesita más
investigación para calcular los beneficios potenciales de los
suplementos de zinc para la población adulta. (Physician, 2014)
2.7. Antecedentes internacionales
2.7.1. Saneamiento
Varios estudios han demostrado con el pasar del tiempo que las
mejoras en el agua potable y el saneamiento (WASH, por sus
siglas en inglés) reducen el peligro de contraer diarrea. Estas
mejoras podrían contener, por ejemplo, el uso de los filtros de
agua, alcantarillado de alto nivel en calidad y el abastecimiento
de conexiones de agua. (Wolf J, 2014)
En algunos establecimientos, comunidades y viviendas, las
intercesiones que generan la limpieza de manos con jabón llevan
a reducir significativamente el suceso de la diarrea. (Ejemot-
Nwadiaro RI). Se emplea lo mismo en la precaución de la
deposición al aire libre a nivel corporativo y al acceso a la higiene
más limpia y además renovada. También incluye la utilización de
retretes y la instauración de todo el vínculo de saneamiento
enlazado a estos (recolección, transporte, eliminación o
reutilización de excretas humanas). (OMS, Organización
Mundial de la salud, 2011)
2.7.2. Lavado de manos
Los métodos de la purificación de saneamiento pueden adquirir
un resultado abismal en la concesión del padecimiento diarreico.
La ejecución de la limpieza con agua y jabón, por ejemplo, se ha
implementado experimentalmente que disminuye la incidencia
del padecimiento alrededor de un 42–48%. No obstante, la
limpieza de manos en los países en perfeccionamiento se ve
expuesto por la indigencia, como lo inspeccionan los CDC: "El
lavado de manos es parte integral de la precaución de
enfermedades en cualquier lugar del mundo; a pesar de ello, el
ingreso del agua y el jabón es limitado de los países que no
tienen buena economía. Esta falta de acceso es uno de los
muchos desafíos para una higiene adecuada en los países
menos desarrollados”. Lo que podríamos encontrar en este
inconveniente es que requieren de la implementación de
programas educativos que fomenten el aprendizaje de
conductas sanitarias. (CDC, 2020)
2.7.3. Agua
Como sabemos la infección del agua es un medio fundamental
para propagar enfermedades diarreicas, para abastecer un
suministro y tener los refuerzos de agua limpia y un mejor
saneamiento, por ello tienen la capacidad de disminuir
drásticamente la tasa de incidencia del padecimiento. En
realidad, se ha propuesto que podríamos esperar una reducción
del 88% en la mortalidad infantil como resultado de
enfermedades diarreicas como resultado de una mejor higiene y
saneamiento del agua. De modo similar, un metaanálisis de
varios estudios referente al mejoramiento de los suministros de
agua y el saneamiento nos da una disminución de 22 a 27% en
el acontecimiento del padecimiento y un descenso de 21 a 30%
en la tasa de mortalidad que está asociada con el padecimiento
diarreico. El método con agua y cloro, por ejemplo, ha
manifestado disminuir tanto el peligro de enfermedades
diarreicas como la contaminación del agua almacenada con
patógenos diarreicos. (OMS, Organización Mundial de la Salud,
2019)
2.7.4. Vacunación
La inmunización de patógenos que causan diarrea es una
estrategia de prevención viable, no obstante, requiere la
detección de ciertos patógenos para la vacunación. Los
rotavirus causan aproximadamente el 6% de los episodios de
diarrea y el 20% de las muertes por diarrea entre los niños en los
países en desarrollo. El uso de vacunas contra el rotavirus en el
ensayo de 1985 produjo una incidencia total de diarrea
Disminuyó ligeramente (2-3%), mientras que la tasa de
mortalidad general disminuyó en un 6-10%. Del mismo modo,
aunque el cólera no es uno de los principales patógenos que
causan diarrea, la vacuna contra el cólera muestra una
reducción significativa de la morbilidad y la mortalidad, aunque
el impacto general de la vacunación es mínimo.
Desde este período de tiempo, se han desarrollado vacunas
más efectivas, que potencialmente pueden salvar miles de vidas
en los países en desarrollo, al tiempo que reducen los costos
generales del tratamiento y los costos sociales. (Rheingans RD)
La vacuna contra el rotavirus puede reducir la tasa de diarrea en
las personas. Se están desarrollando nuevas vacunas contra
rotavirus, Shigella, Escherichia coli productoras de enterotoxinas
(ETEC) y cólera, y otras vacunas que causan diarrea infecciosa.
2.7.5. Nutrición
En los países de pleno perfeccionamiento, las deficiencias
dietéticas pueden combatirse generando mejores prácticas
alimentarias. La complementación con el zinc resultó útil y
mostró un desgaste que significa mucho en la incidencia de una
enfermedad diarreica, comparándolo con un conjunto de control.
En la literatura, la mayoría de personas sugiere que la
suplementación con vitamina A es ventajosa para disminuir la
incidencia de la enfermedad. El incremento de una estrategia de
suplementación debe tener en cuenta el hecho de que la
suplementación con vitamina A fue menos efectiva para
disminuir la incidencia de diarrea a comparación de la
suplementación con vitamina A y zinc, asimismo estimó que esta
última estrategia era de cierta manera más rentable. (Figueroa,
Vásquez, Noguera, & Villalobos, 2014)
2.7.6. Amamantamiento
Los hechos han demostrado que la lactancia materna tiene un
impacto significativo en la incidencia de ciertas enfermedades
diarreicas entre los pobres. Los estudios realizados en diferentes
países en desarrollo han demostrado que los bebés que reciben
lactancia materna moderada dentro de los primeros 6 meses de
vida pueden prevenir mejor las infecciones diarreicas. Un
análisis en Brasil, encontró bebés que no habían sido
amamantados tenían 14 veces más probabilidades de morir por
diarrea que los bebés exclusivamente amamantados. En la
actualidad, la OMS recomienda priorizar la lactancia materna
durante el comienzo de los primeros seis meses de la vida de un
bebé y hacer la lactancia continuamente hasta por lo menos dos
años de edad. (OMS, Organización mundial de la salud, 2018)
2.8. Antecedentes nacionales
2.8.1. Lavado de manos con jabón
La investigación calculó un total de 38 estudios, pero 21 no fueron
convenientes para la extracción de datos ya que no especificaron si
usar jabón o brindar datos que permitieran los cálculos del efecto. De
los 17 estudios restantes, 7 eran ensayos de participación y 10 eran
estudios observacionales. Todas las medidas de contacto o
intervenciones relacionadas con el lavado de manos, antes de digerir o
coger alimentos, luego de defecar o después de tratar con las
deposiciones de los niños, o una fusión de éstas.
Exclusivamente se halló un estudio de destrucción. No se indicó la cifra
de eventos, pero los extensos intervalos de confianza (disminución de
+ 62% a −43%) recomiendan que hubo muy pocos y el análisis fue
observacional, con debilidades en la explicación del resultado (aparte
de muertes por otras enfermedades infecciosas) se introdujeron
diarrea) y constatación de cuidado.
Por eso nos dirigimos a los estudios de morbilidad. Los estudios de
participación dieron datos de cumplimiento insuficientes, por lo que el
efecto avisado (una disminución del 47%) fue abordar el lavado de
manos en vez del lavado de manos en sí; o sea, el resultado de la
intervención, no la respuesta de la persona a ella. No obstante, esto es
sutilmente mayor que el efecto compuesto de todos los estudios en este
registro (un descenso del 43%).
En otros términos, los estudios observacionales informaron el impacto
del comportamiento individual, y no se halló ninguna señal importante.
El registro primordial halló que el efecto fue muy resistente en todos los
estudios con gran calidad metodológica y en estudios con formas
peligrosas de diarrea. En todas estas categorías, la estimación habitual
del efecto se reducirá en un 42% a 48%. El efecto compuesto de la
diarrea más severa se redujo en un 48%.
Dos análisis de shigelosis verificados en laboratorio, un resultado más
peligroso y "más complicado" que la diarrea auto informada, tuvo un
resultado compuesto de disminución del 59%. Por otra parte, tres
estudios se ejecutaron en entornos en el cual se sabía que el uso del
agua estaba prohibido.
i. Un campo de pocos ingresos de Lima, Perú, en el que los
trabajadores venden agua con un precio elevado en camiones
cisterna.
ii. Un área refugiados ubicados en Malawi.
iii. Un campo en Burundi en el cual el uso promedio de agua era de
solo 5 per cápita cada 24 horas. Las reducciones en el peligro
fueron del 11, 26 y 41%, proporcionalmente, todas menos del
efecto compuesto del 43% hallado en la investigación en su
conjunto.
2.8.2. Eliminación de excretas
El primer intento de esta revisión casi fracasó. La búsqueda
inicial13 realizó 7 estudios de intervención cuasialeatorios
utilizando la morbilidad por diarrea como indicador de resultado,
y uno realizó un estudio de mortalidad por diarrea.
Los análisis de mortalidad mencionaron que las intervenciones
incluyen el suministro de agua y la educación en terapia de
rehidratación oral, lo que puede informar la disminución
observada en la mortalidad.
Los ocho estudios incluyen una participación para optimar el
suministro de agua y la exclusión de excretas, por lo que nadie
mide el efecto de intervención de las medidas sanitarias. (Clasen
TF, 2010)
2.8.3. Intervenciones de calidad del agua.
Los entusiastas que utilizan la tecnología de tratamiento de agua
en el hogar creen que el impacto más pequeño de las
intervenciones basadas en la fuente, se debe a la anterior
contaminación del agua durante su entrada o mientras el
almacenamiento en el hogar. Los escépticos señalan la falta de
efecto significativo encontrado en los estudios ciegos,
atribuyendo la diferencia al sesgo de cortesía o al efecto
placebo.
Creen que los consumidores tienen menos conocimiento sobre
el tratamiento intensivo, por lo que es poco probable que estas
formas de prejuicio aparezcan en el informe de diarrea.
Estos descubrimientos han provocado un acalorado debate
sobre la conveniencia de expandir el tratamiento del agua en el
hogar. La única conclusión real es que el impacto es incierto, y
es poco probable que los procedimientos de Delphi lleguen a un
consenso amistoso. Hay muchas razones para creer que las
desviaciones pueden ser aplicables a la calidad del agua, pero
no a lavarse las manos.
Primero, existe una racionalidad biológica; en muchos casos, el
individuo debe beber grandes cantidades de agua para ingerir
patógenos bacterianos infecciosos.
En segundo lugar, la disminución de la diarrea parece ser un
fenómeno anormal que no tiene nada que ver con la calidad del
agua ambiental antes del tratamiento.
Tercero, los estudios de observación sobre la calidad del agua
potable no han mostrado tanto impacto como los ensayos de
intervención en el lugar de utilización.
Cuarto, casi todas estas pruebas son pagadas por fabricantes
de productos químicos o equipos usados en el tratamiento del
agua.
En este caso, los datos de una serie de pruebas recientes y, por
lo tanto, cualquier investigación sistemática basada en ellos, no
pueden proporcionar una base sólida para calificar el efecto del
crecimiento de la calidad del agua. Las alternativas incluyen
adoptar el resultado de los cuatro ensayos cegados (sin
disminución importante en ningún ensayo), adoptar el efecto
compuesto de los estudios de participación justificado en la
fuente (3 ensayos entre niños menores de cinco años dieron un
descenso del 7%). La opinión de asenso actual llegó hace dos
décadas en revisiones de análisis de ayuda basados en fuentes
y observacionales, se puede persistir que las mejoras en la
calidad del agua se enlacen con una disminución cerca del 17%
en el riesgo de diarrea. El último dígito se propuso para LiST y
está asociada con la utilización de un suministro de agua
mejorado, que está apto a una distancia prudente y requiere un
tiempo de retorno de 30 minutos o menos. Una cuestión que
surgió durante el debate fue que los resultados "diferentes"
(como buscar atención para la diarrea) fueron más objetivos y
menos propensos a sesgos que los resultados "relativamente
leves" como la "diarrea autoinformada". Se excluyó una prueba
de calidad del agua conocida porque los resultados incluyeron
gastroenteritis sin diarrea y encontraron que “de visitas a los
médicos debido a síntomas gastrointestinales y
hospitalizaciones en los dos grupos fue similar durante el
período de estudio". En este caso, una investigación reciente
sobre la calidad del agua y los dispositivos para lavarse las
manos fue particularmente interesante porque los autores
documentaron los efectos de cada dispositivo en términos de
diarrea autoinformada y buscando atención.
Esto muestra que cualquier sesgo que afecte el resultado
antepuesto también afecta el segundo resultado, o la
investigación a ciegas muestra que la primera no es propensa al
sesgo. (Schmidt, 2010)
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