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8~O~C~TU-B-R-E-2-0-d-e-1-9-8-3--------------------------------------=U=--e FPeql:e - CULTURRLES La plastica de Manuel' Hernandez Por German Rubiano Profesor .uN Estando cerca de cumplir 55 afios, Manuel Hernan- dez ha reunido en el Museo de Arte Moderno de Bogota 74 cuadros de su producci6n abstracta. Segun el catalogo, las primeras obras incluidas en la muestra datan de 1967. En este largo periodo de dieciseis afios, el artista ha desarrollado una tarea sistematica, fundamentada en unas cuantas ideas plasticas que, lentamente, ha venido perfeccionando hasta lIegar a las tecnicas mixtas de este afio. Imposible encontrar una mejor lecci6n de coherencia y disciplina. Los acrilicos de 1967 contienen en germen todos los elementos de sus obras actuales, pero son otra cosa. El recorrido por las cuatro salas del museo permite seguir paso a paso la evoluci6nde un trabajo que, dentro de las limitaciones forrnales autoimpuestas, ya ha dado pruebas suficientes de tener todos los recursos creativos de variaci6n e inriovaci6n hasta sus ultimas consecuencias. Estas, ademas, por 10 que se puede observar, no parecen demasiado pr6ximas. Hace veinte afios, luego de viajes de estudio a Italia y Estados Unidos (Nueva York), Hernandez comenz6 su obra abstracta. Si hay artistas que puedan haber influido los primeros momentos del pint or en el campo no figurativo ellos son varios: Capogrossi, Donati, Afro, el mexicano Felguerez y en general los norteamericanos de la "action painting". posteriOr-! mente vendria Rothko. Empero, si se mencionan estos nombres no es porque sus estilos aparezcan de alguna manera en la obra de Hernandez sino porque resulta evidente que detras de la producci6n del colombiano hay un bagaje pict6rico perfecta mente asimilado que, a partir de algunas ideas pict6ricas previas, cada dia resulta mas acendrado y personal. Hernandez es hoy dla un pintor genuino que, como cualquier artista importante, tiene antecedentes especificos, En la pintura de Hernandez hay tres elementos basicos: el espacio, los sign os y el color. El espacio es un campo neutro concebido en funci6n de los sign os que 10 van a poblar. -Su distribuci6n es muy variada y asi como en ocasiones es exclusivamente un fondo unitario, en la mayoria de los casos resulta zonificado de muy diversas maneras. Hay, sobre todo, dos tipos de subdivisiones: la cuadrada, centrad a y proporcio- nada de acuerdo con la superficie del lienzo y la rectangular inferior que disminuye la extensi6n total de la pintura. Aunque el espacio no tiene profundidad, muchas veces se convierte en receptaculo de las formas-signos, especialmente cuando estas son mas gaseosas. Los sign os caracteristicos del arte de Hernandez son: una especie de cintas con un lade en diagonal,', unos 6valos mas 0 menos exactos y unas emes de patas alargadas y configuraci6n redondeada. Estos signos sufren las mas diversas variaciones de un cuadra a otro; asumen un sinnumero de orientaciones y su aparici6n puede ser' abundante 0 limitada. En ocasio- nes los signos se mezclan entre si y otras resultan aislados y solitarios. Una virtud indiscutible es haber logrado con estos signos la mayor varied ad de motivos plAsticos :yJamayor c~nlidad de movimientos~', ' Espacios, signos, color Pero el color es el elemento mas importante de la pintura del artista. Si al principio aparecla pastoso, suelto, con rasgosde 'pintura de accion', poco a poco se ha vuelto terso, delicado, vaporoso. Si en los primeros acrilicos era casi estridente, de modo lentoha devenido en una gama discreta y refinada, muchas 'veces, asordada, Los colores de Hernandez parecen colocados despues de una larga meditaci6n, como si los cuadros estuvieran previstos total mente antes de su elaboraci6n. EI artista opina, sin embargo, que aunque si hay ideas cromaticas previas, la gama tonal definitiva solo surge durante la ejecuci6n de las partes mas avanzadas de la obra, en consonancia con la tecnica de capas superpuestas que utiliza. La paleta del pintor es muy rica, pero tal vez pueda pensarse que los colores que predominan son los rosas, los violetas, los amarillos, los ocres y los azules. Hay, sobre todo en su trabajo de los ultimos diez afios, una bella relaci6n entre los colores de -Ios fondos y los de los signos sobrepuestos, que tienen los bordes quemados y con toques de colores contrastantes y, a veces, luminosos. Menci6n especial merecen las obras de 1983. Consecuente con toda su producci6n previa, Hernan- dez sigue renovando la presentaci6n de sus elementos basicos, En este momento, sus sign os son casi siempre mas escuetos y, muchas veces, se tocan, 'se yuxtapo- nen, se traslapan 0 se reproducen serial mente. En ocasiones, aparecen sostenidos en una especie de zona sombria sernigeometrica y, en unos cuantos casos, el fondo y los signos abundan en pequefios grafismos trabajados con earboncillo, Los colores son mas severos y hayvarios cuadros dominados por los ocres y negros. Manuel Hernandez se encuentra en la etapa de la madurez, del dominio de todos los recursos pict6ricos y de la mayor intensidad expresiva, Este ultimo terrnino no debe entenderse como algo relacionado con la intensidad emocional transmitida sino, como en el caso de Matisse, can la expresividadque reside en toda la distribuci6n del cuadro, en el acuerdo absoluto de los signos y de los fondos, en las proporciones y en la arrnonia del conjunto. EI resultado es alta mente reconfortante: cada cuadro del artista es un remanso crornatico que produce bienestar e invita a la reflexion. Claro que todo depende de la disposici6n del espectador; como dijera Mark Rothko: "Una obra pict6rica vive por medic de la compafiiaque recibe, ensanchandose y animandose a los ojos del contem- plador sensible. Y muere de igual modo". Ritmo y melodia: , I Ingredientes para una buena· 1 audici6n ' Por Ellie Anne Duque ProJesora U.N. meows obviu:., d ritnlv y la melodia. La definici6n mas amplia de la musica occidental, y en especial de la musica de conciertos a la cual nos referi- mos, es aquella que se limita a describirla coqio la ~ombina- '. Al continuar con este recuen- to, condensado, acerca de que escuchar cuando olmos musi- , ca,- desembocamosen dos ele- . ci6n de los sonidos yel tiempo. Y en terminos muy concisos, esta definicion se refiere al ritrno y a la melodfa. Habfamosdicho que una de las primeras articulaciones po- sibles acerca del mundo sonoro podria ser la de indentificar y c1asificar la fuente del sonido, el instrumento que 10 produce. El segundo paso, el que hoy nos ocupa, esel de senalar que hacen esas fuentes de sonido durante el termino de su activi- dad. La musica se da en el tiempo y la organizaci6n de este se define como ritmo. Hay algu- nas preguntas muy 'basicas que el oyente puede hacerse ace rca del ritmo. En primer lugar, definir ·Ia velocidad: i.se trata de una pieza rapida 0 lenta? i.Que tan r~pida y q"!c tan len~a? Los ~

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8~O~C~TU-B-R-E-2-0-d-e-1-9-8-3--------------------------------------=U=--e FPeql:e-

CULTURRLESLa plastica de

Manuel' Hernandez

Por German RubianoProfesor .uN

Estando cerca de cumplir 55 afios, Manuel Hernan-dez ha reunido en el Museo de Arte Moderno deBogota 74 cuadros de su producci6n abstracta. Segunel catalogo, las primeras obras incluidas en la muestradatan de 1967. En este largo periodo de dieciseis afios,el artista ha desarrollado una tarea sistematica,fundamentada en unas cuantas ideas plasticas que,lentamente, ha venido perfeccionando hasta lIegar alas tecnicas mixtas de este afio. Imposible encontraruna mejor lecci6n de coherencia y disciplina. Losacrilicos de 1967 contienen en germen todos loselementos de sus obras actuales, pero son otra cosa. Elrecorrido por las cuatro salas del museo permite seguirpaso a paso la evoluci6nde un trabajo que, dentro delas limitaciones forrnales autoimpuestas, ya ha dadopruebas suficientes de tener todos los recursoscreativos de variaci6n e inriovaci6n hasta sus ultimasconsecuencias. Estas, ademas, por 10 que se puedeobservar, no parecen demasiado pr6ximas.

Hace veinte afios, luego de viajes de estudio a Italia yEstados Unidos (Nueva York), Hernandez comenz6su obra abstracta. Si hay artistas que puedan haberinfluido los primeros momentos del pint or en el campono figurativo ellos son varios: Capogrossi, Donati,Afro, el mexicano Felguerez y en general losnorteamericanos de la "action painting". posteriOr-!mente vendria Rothko. Empero, si se mencionan estosnombres no es porque sus estilos aparezcan de algunamanera en la obra de Hernandez sino porque resultaevidente que detras de la producci6n del colombianohay un bagaje pict6rico perfecta mente asimilado que,a partir de algunas ideas pict6ricas previas, cada diaresulta mas acendrado y personal. Hernandez es hoydla un pintor genuino que, como cualquier artistaimportante, tiene antecedentes especificos,

En la pintura de Hernandez hay tres elementosbasicos: el espacio, los sign os y el color. El espacio esun campo neutro concebido en funci6n de los sign osque 10 van a poblar. -Su distribuci6n es muy variada yasi como en ocasiones es exclusivamente un fondounitario, en la mayoria de los casos resulta zonificadode muy diversas maneras. Hay, sobre todo, dos tiposde subdivisiones: la cuadrada, centrad a y proporcio-nada de acuerdo con la superficie del lienzo y larectangular inferior que disminuye la extensi6n totalde la pintura. Aunque el espacio no tiene profundidad,muchas veces se convierte en receptaculo de lasformas-signos, especialmente cuando estas son masgaseosas.

Los sign os caracteristicos del arte de Hernandezson: una especie de cintas con un lade en diagonal,',unos 6valos mas 0 menos exactos y unas emes de patasalargadas y configuraci6n redondeada. Estos signossufren las mas diversas variaciones de un cuadra aotro; asumen un sinnumero de orientaciones y suaparici6n puede ser' abundante 0 limitada. En ocasio-nes los signos se mezclan entre si y otras resultanaislados y solitarios. Una virtud indiscutible es haberlogrado con estos signos la mayor varied ad de motivosplAsticos :yJamayor c~nlidad de movimientos~', '

Espacios,•signos,color

Pero el color es el elemento mas importante de lapintura del artista. Si al principio aparecla pastoso,suelto, con rasgosde 'pintura de accion', poco a pocose ha vuelto terso, delicado, vaporoso. Si en losprimeros acrilicos era casi estridente, de modo lentohadevenido en una gama discreta y refinada, muchas

'veces, asordada, Los colores de Hernandez parecencolocados despues de una larga meditaci6n, como silos cuadros estuvieran previstos total mente antes de suelaboraci6n. EI artista opina, sin embargo, queaunque si hay ideas cromaticas previas, la gama tonaldefinitiva solo surge durante la ejecuci6n de las partesmas avanzadas de la obra, en consonancia con latecnica de capas superpuestas que utiliza. La paleta delpintor es muy rica, pero tal vez pueda pensarse que loscolores que predominan son los rosas, los violetas, losamarillos, los ocres y los azules. Hay, sobre todo en sutrabajo de los ultimos diez afios, una bella relaci6nentre los colores de -Ios fondos y los de los signossobrepuestos, que tienen los bordes quemados y contoques de colores contrastantes y, a veces, luminosos.

Menci6n especial merecen las obras de 1983.Consecuente con toda su producci6n previa, Hernan-dez sigue renovando la presentaci6n de sus elementosbasicos, En este momento, sus sign os son casi siempremas escuetos y, muchas veces, se tocan, 'se yuxtapo-nen, se traslapan 0 se reproducen serial mente. Enocasiones, aparecen sostenidos en una especie dezona sombria sernigeometrica y, en unos cuantoscasos, el fondo y los signos abundan en pequefiosgrafismos trabajados con earboncillo, Los colores sonmas severos y hayvarios cuadros dominados por losocres y negros.

Manuel Hernandez se encuentra en la etapa de lamadurez, del dominio de todos los recursos pict6ricosy de la mayor intensidad expresiva, Este ultimoterrnino no debe entenderse como algo relacionadocon la intensidad emocional transmitida sino, como enel caso de Matisse, can la expresividadque reside entoda la distribuci6n del cuadro, en el acuerdo absolutode los signos y de los fondos, en las proporciones y enla arrnonia del conjunto. EI resultado es alta mentereconfortante: cada cuadro del artista es un remansocrornatico que produce bienestar e invita a lareflexion. Claro que todo depende de la disposici6ndel espectador; como dijera Mark Rothko: "Una obrapict6rica vive por medic de la compafiiaque recibe,ensanchandose y animandose a los ojos del contem-plador sensible. Y muere de igual modo".

Ritmo y melodia: ,I

Ingredientespara una buena· 1

audici6n 'Por Ellie Anne Duque

ProJesora U.N.

meows obviu:., d ritnlv y lamelodia. La definici6n masamplia de la musica occidental,y en especial de la musica deconciertos a la cual nos referi-mos, es aquella que se limita adescribirla coqio la ~ombina-'.

Al continuar con este recuen-to, condensado, acerca de queescuchar cuando olmos musi-

, ca,- desembocamosen dos ele- .

ci6n de los sonidos yel tiempo.Y en terminos muy concisos,esta definicion se refiere alritrno y a la melodfa.

Habfamosdicho que una delas primeras articulaciones po-sibles acerca del mundo sonoropodria ser la de indentificar yc1asificar la fuente del sonido,el instrumento que 10 produce.El segundo paso, el que hoy nosocupa, esel de senalar quehacen esas fuentes de sonidodurante el termino de su activi-dad.

La musica se da en el tiempoy la organizaci6n de este sedefine como ritmo. Hay algu-nas preguntas muy 'basicas que eloyente puede hacerse ace rca delritmo. En primer lugar, definir

·Ia velocidad: i.se trata de unapieza rapida 0 lenta? i.Que tanr~pida y q"!c tan len~a? Los ~

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DeTUBRE 20 de 1983DePreqle 9

POT Alfonso Nieto Gomez&tudiante de agronomia U.N.

EI termino "Salsa" se haaplicado generalmente y enforma muy amplia como no-minaci6n al tipo de musicadesarrollado por las orquestas"Iatinas". Se 10 asocia a lamusica hecha por los emigran-tes 0 hijos de los emigrantes dehabla hispana, latinoamerica-.nos que viven en New York, ysu origen se remonta a lamusicalidad africana y euro-pea, amalgamadas ricamentebajo el sol y la brisa del marCaribe. Esta vibrante amalga-rna es caracteristicamente mar-cada en la musica cubana, queal lIegar en los primeros veinteail os de este siglo a N ortearne-rica se Ie asociaron algunoselementos musicales del Jazz.de ahi que los estudiosos lla-men a esa musica "latin jazz"(jazz latino) que surge enel afio1947 con el "bep-bop'' en el

jazz, cuando Dizzy Gillespiecontrat6 al percusionista cuba-no Chano Pozo para quetocara congas en su orquesta. Apartir de este ano, diferentesritmos y virtuosos music oscubanos presentes en orquestasdejazz u orquestas latinas irianconsolidando la historia del"latin jazz", a la vez que

, involucraban otros elementos"ritmicos del Caribe (merengue,bomba y plena) en el segundolustro de la decada del cincuen-tao

Posteriormente, en el ano de1966, el termino "salsa"aparece como nominaci6n ge-nerica de ese tipo de musica. Elorigen de esta palabra, deacuerdo con algunos musicos,es de Venezuela; los venezola-nos llama ban 0 lIaman "sal-

"Negros negros negros negros negros negrosamarillos amarillos amarillos amarillos

cobrizos cobrizos cobrizos cobrizoscolorados colorados colorados colorados

pobres pobres pobres pobres pobres pobres pobres·.....................y los demos".

LeRoy Jones (Censo) 'SALSA:sinonimo de terminos comerciales \

seros" a las orquestas yrmisicos neoyorquinos. Pero esprobable el aporte cubano.Precisarnente Fernando Ortiz,en su libro "La africania en /amusica folclorica de Cuba",>impreso por primera vez en1950, escribe refiriendose altoque de tambores ·bata aOchun: "( ... ). Afuera puede sercantado para saludar a losclochun, y se falsea, esdeeir secanta y baila con "slasa" osandunga, que es sal y pirnien-ta, con salaz movimiento ",

_,Para varios musicos "ne-gros", perseguidos por el segre-gacionismo racial blanco, jazzes una palabra de origen blancoque "clasifica" a una musica"ruidosa", "absurda" e "infe-rior" tocada por negros, por 10que ellos no utilizan el terminojazz para su musica, sino el de"musica negra afro-norteame-ricana", Si analizamosdiferentes aspectos relaciona-dos con los conflictos so-ciales en America, el racismoocupa un importante rengl6n

claramente notorio eITla estri-dente sociedad neoyorquinaprolifica formadora de ghettos(negros, portorriquefios, cuba-nos, chinos, etc.) cuyas expre-siones culturales tienden a serminimizadas por el "blanquis-mo" aplastante. Decir "latinjazz" 0 "jazz latino" es entonces"aceptar esta absurda imposi-ci6n y seria mas correcto usar eltermino "rmisica latina negraafronorteamericana ", Perola palabra "latina" essupremamente vag.a, va-

cia y se presta a confusi6nfrente a sus claros origenesafricanos, por 10 tanto es mu-cho mas exacto emplear 1apalabra afrocaribeiia. Tendre-mos casi: "musica negra afroca-ribefia y afronorteamericana ",

Ahora veamos 10 que dicenalgunos musicos de 10 quecomercialmente se ha llamado"salsa", "es musica cubanamezclada con jazz y rock"(Charlie Palmieri), "la salsa estipicamente cubana" (CeliaCruz), "es el folclor urbanointernacional. Son las variantesritmicas del Caribe ... " (RubenBladez), "Es latin-jazz" (Mon-go Santa Maria), etc. Es puesun nombre generico para deno-minar el manantial de ritmosdel Caribe, que unidos a lamusica "negra afronorteameri-cana ", son tocados por orques-tas "latinas" en New York.Pero en si, la palabra encierrauna denominaci6n netamentecomercial y obedece a untermino difundido porlos mo-nopolios fonograficos paravender su mercancia.

Dlosc6rldes

Entonces, en vez de emplearel termino "salsa", debemossentar una posici6n muy clarafrente al papel que ha desempe-nado la musica desarrolladapor los "negros" caribenos ynorteamericanos y siempre per-

..seguidos y humillados por lacultura impositiva blanca. ·Pro-

,curando denominarla con pre-cisi6n a partir de sus elementosde formaci6n y rechazandoterminos genericos, imprecisosy comerciales, la musica tocadapor los "Iatinos neoyorkinos"no es "salsa" no es "latin jazz "...es: musica negra afro-caribena..Jronorteamericana.

probablemente hara que losinterpretes de la pieza aceleren,un tanto mas, respecto delsimple allegro.

~ compositores han utilizado d i-versas maneras de comunicar alinterprete la velocidad con quese deben ejecutar sus piezas. Lamas mecanica de tolfas elias es'la de utilizar indicaciones me- Las indicaciones mas comu-

'nes y que ap~recen describien-tron6micas que establecen rit-mos marcados por el metro- do la velocidad y el animo denomo. Esta practica se genera- una gran cantidad de piezas deliza a partir del siglo XIX, y se conciertos son: adagio, lento, amezcla con una anterior: la de .gusto; andante, despacio, comoemplcar adjetivos, en italiano, quien camina a gusto; modera-como gufas no s610 de veloci-' to, moderado; allegretto, undad sino de los estados animi- tanto alegre; allegro, decidida-cos que la complementan. mente alegre; presto, rapido.Cuando el compositor indica Algunas oi)!"" cOllSavan la4ue un movimiento debe ejecu- misma velocidad desde su ini-tarse allegro,. sabemos que el cio hasta su fin. Otras. variantiempo es rapido y, el estado de considerablemente.. Es conve-animo, alegre. Un allegro con niente anotar est as gradacione:>Fuoco, no s610 es rapido y cn la velocidad, ya que aalegre, sino que hay un elemen- menudo ayudan a identificar lato apasionado que aporta la . epoca a la cual pertenece unaindicacion.: \'tCOll ,fuegq ':vilUe,.! tcomposlci6n;'; ,; Si ,esta acusa'

multiples alteraciones, es muyprobable que se trate de. unapieza del siglo XIX 0 posteriora el.

Hay una segunda observa-cion en torno al ritmo, que eloyente ne6fito puede registrarfacilmente, la organizacion rit-mica de la obra. Hay dosextremos por los cualt:s guiar-se. EI del ritmo metricamenteorganizado y que recpnocemosporque esta pie no de acentos ynos involucra en fprma "nat:-ral" que permite que lIevemosel !"it:no con nuestrocuerpo, lasmanos. los pies, 0 que dance-mos. Al otro lado del espectro,hay una musica que elude todaorganizaci6n metrica y quemuchas veces depende del rit-mo de un texto -como en .caso del canto gregoriano- 0que flota'"libremente, como a'

menudo sucede en el repertoriodel siglo XX, en el mundo mas."real" de los minutos y segun-dos. Este ultimo caso se obser-va en las obras de caracterimprovisatorio en las cuales elinterprete no lee 10 escrito porun compositor, sino que darienda sue Ita a su imaginaci6ncreativa.

La escritura tradicional delritmoen Occidente -y que seperfila en 1a Europa Centralhacia el siglo XIV-divide eltiempo a manera de qu~bradossimples. Un espacio de tiempoespecifico 10 abarca una redon-da 0 ; la mitad de este tiempo, lablanca d ; una cuarta parte, lanegra tI . una octava parte, lacorchea~; y asf progresiva-mente aparece la semicorcheaJ (1/16); la fusa ell (1/32) y Jasemlfusa 'J (l/64). '

Simultaneamente, con el rit-mO,capta nuestra atenci6n lamelodfa, una sucesi6n lineal denotas. La melodfa se conjugacon el ritmo para crear lostemas y los motivos que hacenque identifiquemos y memori-cemos una obra musical. Aligual que en el comportamien-to rftmico, cuando fijamosnuestra atenci6n en el aspectomel6dico, se dan dos extremos:las melodfas que son facilmenteidentificadas por ser tonadasque se prestan por ser cantadasy las melodfas cuyo comporta-miento asimetrico y ampliaextension, impiden su repro-ducci6n inmediata y facil einclusive dificultan su segui-miento.

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