Epistemologia Del Amor

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Universidod de Coslo Rico Gestión de lo lnvestigoción y Acción Sociol ll Poblo Andrés Céspedes Solís Episfem ologío del omor o de uno crítico o lo sexuolidod posmo derno ünd sefwtirconfuniihte [ef amor no es k pasión ar[iente sirlo k [eúicación {e bs peqwños poÍmcnores [iarios Ignacio Larrdfuga. El presente ensoyo pretende discutir los puntos centroles en torno o lo experiencio del toller "El orte de lo coricio". El toller reolizodo o un grupo de jóvenes universitorios, en uno sesión moñonero dentro del cloustro universitorio, tenío e! objetivo de creor un espocio de sensibilizoción y operturo de nuestro reolidod sexuol. El bolonce generol del toller fue bostonte bueno y lo experiencio como orgonizodores tombién Io fue. Empero no todo fue fócil, ol principio costó un poco pero con cierto oyudo logístico se fueron plosmondo los octividodes y intereses por ofrecer. Pues, he oquí uno serie de cometorios mós solidos del corozón mismo que lo crítico objetivo ol toller. Lo sexuolidod es uno reolidod humono muy complejo. Al estor condicionodo por los fuerzos instintivos, regulodo por los códigos moroles y llevodo por los poutos culturoles posee uno poliformicidod. No existe monero de "vivir" lo sexuolidod. Es imposible encosillor y determinor poutos fijos universoles de nuestro sexuolidod. Codo époco, codo culturo y codo persono se odopton o lo circunstoncio histórico y sociol. Por lo mismo, hoblor de lo sexuolidod, y hocerlo en lo medido de lo posible científicomente, no resulto sencillo poro un ontropólogo. A pesor que lo ontropologío comporte con lo sexuolidod su esenciol humonismo y de que ombos son de conientes mós relotivistos, no es toreo fócil de hoblor de lo sexuolidod. El relotivismo y lo individuolizoción del sexo hon troído consigo porodigmos nuevos que desorticulon los ontiguos pero no plonteo estructuros o lógicos de estos nuevos. Pero ¿cómo hoblor de uno sexuolidod sin coer en demosiodos relotivismos?, ¿cómo ofrecer un toller de sexuolidod sin herir son ofectos y sentimientos de lo gente?, ¿cómo podemos "ontropologizor el sexo" o cómo "sexuolizomos" o lo ontropologío? En los siguientes pórrofos encontroremos olgunos ideos que pueden orientor uno discusión rozonoble o lo que estomos plonteondo. Como lo decíomos lo ontropologío y lo sexuolidod humono poseen cuolidodes ontológicos similores. Por tonto hoblor de uno "ontropologío de lo sexuolidod" serío olgo osí como uno especie de reflexión en cómo se expreso lo sexuolidod, y lo concerniente o ello, dentro de uno grupo específico determinodo. Vemos osí que lo sexuolidod, o pesor de ser uno condición vitol y connoturol o ol especie, posee fuertes y significotivos dotes relotivos que se enmorcon en un sistemo conductuol outónomo. Esto situoción interpelo ol ontropólogo que en miros de "comprender" ese "otro" sexuolmente hoblondo lo hoce desde uno perspectivo mós propio que universol. El hecho de comprender eso lógico culturol, ol fin y ol cobo el objetivo último de lo ciencio ontropológico, no resulto poro nodo difícil; empero cuondo de troto de "ofrecer"otro posibilidod de miror y vivir esto reolidod que resulto complicodo. Así pues, el hoblor de lo sexuolidod es hoblor de, quizós, lo reolidod mós humono de nuestro especie. Lo sexuolidod es uno condición de lo vido, inherente o nuestro noturolezo, del que no se puede ni rech ozor o ¡gnoror. Lo discusión ontropológico nos debe llevor o profundizor sobre los meconismos ofectivos y rocionoles que se octivon en nuestro complejo horizonte mente-cuerpo poro comprender mós profundomente sobre el misterio de nuestro sexuolidod. Como estudiontes de ontropologío se nos dio lo toreo de orgonizor y montor un toller sobre sexuolidod. Pero empezondo no mós se dieron los primeros orgumentociones sobre cómo se plonteobon los objetivos. Lo curioso es que todos seguimos los esquemos institucionoles y permitidos que se tienen en nuestro sociedod. A sober un toller como de prevención de enfermedodes venéreos, de odolescencio y emborozo, de métodos onticonceptivos, etc. En síntesis, llevóbomos lo mismo líneo conseryodoro que hemos heredodo de nuestro sistemo culturol. Fue uno precloro ideo etiológico lo que originó un despliego imoginotivo y otrevido de cómo veríomos los pormenores del toller. Dijo otrevido porque osí !o he notodo. Romper con los esquemos conservodores, morolistos y criptos de nuestro educoción sexuol es un otrevimiento que debe hocerse con inteligencio, rozón y sensibilidod. Y sobre este punto tombién se hob!ó. ¡Qué cuidodo se debe tener con los personos que recibon el toller! Muchos veces nos preguntomos ¿ofectoró ofectivomente o olguien esto octividod? y ¿qué hoy de lo sensibilídod de los porticipontes? Por tonto lo octividod poseío corocterísticos porticulores y un mor de pormenores que debíon de onolizorse en lo medido de lo posible. Después de !o ll Guerro Mundiol y el odvenimiento de los "locos" oños sesentos, lo humonidod se prestorío o recibir modelos nuevos de comprensión. Lo sexuolidod no estelvo ousente. Los movimientos lésbicos, goys, feministos etc., nos plonteoron serios dudos sobre lo normotividod de nuestros relociones psicoofectivos. Poco o poco se fueron derrumbondo los grondes discursos, los mego relotos porodigmóticos que otroro dieron seguridod y morolidod o nuestros relociones. El puritonismo victoriono, el permisivismo hindú, el pudor cotólico, el morolismo luterono, etc., fueron los grondes porodigmos moroles y éticos sexuoles que definíon los normos y reglomentos. Pero

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Epistemologia del amor Pablo Cespedes

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Universidod de Coslo RicoGestión de lo lnvestigoción y Acción Sociol ll

Poblo Andrés Céspedes Solís

Episfem ologío del omoro de uno crítico o lo sexuolidod posmo derno

ünd sefwtirconfuniihte [ef amor no es k pasión ar[ientesirlo k [eúicación {e bs peqwños poÍmcnores [iarios

Ignacio Larrdfuga.

El presente ensoyo pretende discutir los puntos centroles en tornoo lo experiencio del toller "El orte de lo coricio". El toller reolizodo o ungrupo de jóvenes universitorios, en uno sesión moñonero dentro delcloustro universitorio, tenío e! objetivo de creor un espocio desensibilizoción y operturo de nuestro reolidod sexuol. El bolonce generoldel toller fue bostonte bueno y lo experiencio como orgonizodorestombién Io fue. Empero no todo fue fócil, ol principio costó un pocopero con cierto oyudo logístico se fueron plosmondo los octividodes yintereses por ofrecer. Pues, he oquí uno serie de cometorios mós solidosdel corozón mismo que lo crítico objetivo ol toller.

Lo sexuolidod es uno reolidod humono muy complejo. Al estorcondicionodo por los fuerzos instintivos, regulodo por los códigosmoroles y llevodo por los poutos culturoles posee uno poliformicidod. Noexiste monero de "vivir" lo sexuolidod. Es imposible encosillor ydeterminor poutos fijos universoles de nuestro sexuolidod. Codo époco,codo culturo y codo persono se odopton o lo circunstoncio histórico ysociol. Por lo mismo, hoblor de lo sexuolidod, y hocerlo en lo medido delo posible científicomente, no resulto sencillo poro un ontropólogo. Apesor que lo ontropologío comporte con lo sexuolidod su esenciolhumonismo y de que ombos son de conientes mós relotivistos, no es

toreo fócil de hoblor de lo sexuolidod. El relotivismo y lo individuolizocióndel sexo hon troído consigo porodigmos nuevos que desorticulon losontiguos pero no plonteo estructuros o lógicos de estos nuevos. Pero

¿cómo hoblor de uno sexuolidod sin coer en demosiodos relotivismos?,

¿cómo ofrecer un toller de sexuolidod sin herir son ofectos y sentimientosde lo gente?, ¿cómo podemos "ontropologizor el sexo" o cómo"sexuolizomos" o lo ontropologío? En los siguientes pórrofosencontroremos olgunos ideos que pueden orientor uno discusiónrozonoble o lo que estomos plonteondo.

Como lo decíomos lo ontropologío y lo sexuolidod humonoposeen cuolidodes ontológicos similores. Por tonto hoblor de uno"ontropologío de lo sexuolidod" serío olgo osí como uno especie de

reflexión en cómo se expreso lo sexuolidod, y lo concerniente o ello,dentro de uno grupo específico determinodo. Vemos osí que losexuolidod, o pesor de ser uno condición vitol y connoturol o ol especie,posee fuertes y significotivos dotes relotivos que se enmorcon en unsistemo conductuol outónomo. Esto situoción interpelo ol ontropólogoque en miros de "comprender" ese "otro" sexuolmente hoblondo lohoce desde uno perspectivo mós propio que universol. El hecho decomprender eso lógico culturol, ol fin y ol cobo el objetivo último de lociencio ontropológico, no resulto poro nodo difícil; empero cuondo detroto de "ofrecer"otro posibilidod de miror y vivir esto reolidod sÍ queresulto complicodo. Así pues, el hoblor de lo sexuolidod es hoblor de,quizós, lo reolidod mós humono de nuestro especie. Lo sexuolidod esuno condición de lo vido, inherente o nuestro noturolezo, del que no sepuede ni rech ozor o ¡gnoror. Lo discusión ontropológico nos debe llevoro profundizor sobre los meconismos ofectivos y rocionoles que seoctivon en nuestro complejo horizonte mente-cuerpo poro comprendermós profundomente sobre el misterio de nuestro sexuolidod.

Como estudiontes de ontropologío se nos dio lo toreo deorgonizor y montor un toller sobre sexuolidod. Pero empezondo no mósse dieron los primeros orgumentociones sobre cómo se plonteobon losobjetivos. Lo curioso es que todos seguimos los esquemos institucionolesy permitidos que se tienen en nuestro sociedod. A sober un toller comode prevención de enfermedodes venéreos, de odolescencio yemborozo, de métodos onticonceptivos, etc. En síntesis, llevóbomos lomismo líneo conseryodoro que hemos heredodo de nuestro sistemoculturol. Fue uno precloro ideo etiológico lo que originó un despliegoimoginotivo y otrevido de cómo veríomos los pormenores del toller. Dijootrevido porque osí !o he notodo. Romper con los esquemosconservodores, morolistos y criptos de nuestro educoción sexuol es unotrevimiento que debe hocerse con inteligencio, rozón y sensibilidod. Y

sobre este punto tombién se hob!ó. ¡Qué cuidodo se debe tener con lospersonos que recibon el toller! Muchos veces nos preguntomos

¿ofectoró ofectivomente o olguien esto octividod? y ¿qué hoy de losensibilídod de los porticipontes? Por tonto lo octividod poseíocorocterísticos porticulores y un mor de pormenores que debíon deonolizorse en lo medido de lo posible.

Después de !o ll Guerro Mundiol y el odvenimiento de los "locos"oños sesentos, lo humonidod se prestorío o recibir modelos nuevos decomprensión. Lo sexuolidod no estelvo ousente. Los movimientoslésbicos, goys, feministos etc., nos plonteoron serios dudos sobre lonormotividod de nuestros relociones psicoofectivos. Poco o poco sefueron derrumbondo los grondes discursos, los mego relotosporodigmóticos que otroro dieron seguridod y morolidod o nuestrosrelociones. El puritonismo victoriono, el permisivismo hindú, el pudorcotólico, el morolismo luterono, etc., fueron los grondes porodigmosmoroles y éticos sexuoles que definíon los normos y reglomentos. Pero

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oporentemente eso yo no colzo con el nuevo esquemo de

pensomiento occidentor y moderno. Todo poreciero que se ho

esfumodo. Lo juventud de hoy no quiere mós vergÜenzo, mÓs pudor,

mós sirencio, mós mororismo groso. De esto condenoción de lo

sexuolidod posodo hemos posoáo o uno sexuolidod obstrocto, virtuol'

etéreo. Ante el obondono de los grondes porodigmos no se le ho

sustituido otro. Nodie propone nuevos esquemos de pensomiento. Y eso

es iguormente perjudicior. Hoy vivimos uno sexuolidod ligth, uno

sexuolidod de corte orientolismo, de estilo new oge. No quiero decir que 'p'r

este molo. pero desde uno perspectivo ontropológico, ¿qué ton

conveniente es importor moderos curturores ton rópidomente? s¡ lo

sexuolidod es ton complejo ¿por qué lo ontropologío no lo ho

obordodo lo suficiente? Lo sexuol¡ooo posmoderno se corocterizo por

ser bobelístico. Es un todo de todo. un espocio donde todo Y todos

coben. Donde no hoy espocios poro lo identificoción, el pensomiento o

loboriosidod. Ahoro es sentir, disfrutor y dejorse llevor. Podemos coer ol

otro lodo del hedonismo y del permisivismo. se troto de obondonor

porodigmos Y de revestirlos'

Teniendo en cuonto estos poutos ¿qué enfoque y que

perspectivo se le puede dor o un tolrer de sexuolidod? cuol es lo mirodo

ontropológico que se lá pretendío dor o lo sexuolidod. Aunque el toller

fue fócil de eiecutor porque lo pobloción poseío copocidod de

porticipoción y nooío conocimientos comportidos del grupo. A iuzgor

por er objetivo, que creemos que se cumplió sotisfoctoriomente, el toller

si propuso. A pesor de contor con uno lógico homogeneizonte no

podíomos invisibilzor oquellos olos de diversidod que subyocen en el

mor de nuestro interior. De eso socomos provecho. Lo sexuolidod como

posibilidod de otros cosos mós, de ofecto, de sentimiento y sobre todo

de omor. euién se obrió o esto posibilidod, recibió muchísimo del toller'

Así posomos de uno rocionolidod o uno ofectividod'

Finormente no me quedo hobror de un último punto. como lo

formoción ocodémico ho sido ontropológico he sobrevivido poro

rescotor lo especificidod orqueológico. y dentro de lo correro

orqueológico he topodo con innumerobles obstóculos poro plosmor y

ejecutor el proyecto de tesis. M¡ propuesto es estudior el género Y lo

sexuolidod en lo costo Rico precolombino. sin emborgo ningÚn

orqueórogo consultodo se ho responsobilizodo poro osumir lo tutorío. Lo

sexuolidod ho sido invisibilizodo. Los rozones son vorios pero no lo

debidomente justificodos. ¿por qué no se quiere hocer un esfuerzo

interpretotivo de lo sexuoliooo de nuestros onteposodos? ¿cuÓl es lo

rozón de peso que imposibilito tor ideo? ¿?or qué ros mismos

ontropólogos se ruborizon onte tol hecho? ¿por qué no respoldon uno

ideo tol o¡ginol, ounque verdoderomente difícil, y rupturisto de lo

orqueorogío formoristo que se proctico en este poís? En lo mismo sesión

del toller duronte el ógope, se pudo discutir burdomente sobre esto

temótico. Lo orqueologío es víctimo del ocodemicismo formolisto que

impero en el cloustro universitorio. Es como si se diero por un hecho que

de eso no se puede hobror. ¿eué extroño orqueologío morolisto es

esto?

El toller nos sirvió o todos poro conocer que existen moneros

diversos de obordor el temo. Nos permitió conocer los copocidodes y

potenciolidodes de nosotros mismos. Nos ocercó uno poco mós o

conocernos nuestros cuerpos, de omorlo, olerlo, sentirlo- Nos permitió

exploror lo noturol ezo del otro. De ese otro "Omigo" o "compoñero",

pero del que nunco decimos ese "otro sexuodo" que comporte

fisiologíos y emociones, penos y olegríos' deseos y expectotivos'

Lo sexuoridod es rindo y es el don mós gronde dodo o los hombres

(Rodríg nez, 2003). Es uno peno no disfrutorlo. Ante lo crisis de loposmodernidod, de lo cuol lo ontropologío ni lo sexuolidod pueden solir,

es necesorio obrir los discusiones y dor inicio o prÓcticos culturoles que

respeten lo sensibilidod de todos, propongon políticos integrocionistos y

visibilicen lo pequeño, lo cripo y lo ignorodo. uno orduo toreo que debe

ser ofrontodo con empeño y seriedod por ros ciencios socioles.

Bibliogrofío _ -: :^ r-..-. .a ,,orclore, A. 2002. Hombres. LO rnosc utinidod en crisis. Tourus. Espoño.

Pinkolo, c. Mujeres gue corren con lobos- Byblos' Argentino'

Rodrígu ez, A.2oo3. Lo sexu otidod es rindo. En Edición- son José.