La necesidad de invertir en Investigación y Desarrollo un país

Wilmer Susano

“En la naturaleza de las innovaciones está implícito el vértigo de emprender grandes

cambios para poder dar grandes saltos. El mejor camino para que una nación se proyecte

mejor en el futuro es que definitivamente asuma que sólo innovando podrá alcanzar a los

países más prósperos”  (Joseph A. Schumpeter).

En el presente ensayo tratamos de describir cómo influye el proceso de investigación

tecnológica en el crecimiento de un país, de qué manera la falta de este impacta en el

desarrollo económico y sostenible de las sociedades.

El crecimiento económico del país, ha generado un beneficio para todas las personas,

crecimiento de su nivel de vida, empleos mejor remunerados, acceso a un mejor nivel de

educación para sus hijos, medios de diversión, etc. Este crecimiento ha sido promovido

principalmente por la exportación de materia prima, en gran parte del sector minero, el cual

como parte de esta cadena virtuosa de desarrollo, permitió desarrollar los demás sectores

como construcción, alimentación, etc. Pero, como la mayoría de recursos naturales estos no

son renovables y en algún momento se terminara esta bonanza minera.

Nuestra sociedad tiene muchos problemas que resolver, educación, seguridad

ciudadana, reducción de la pobreza, corrupción, y otros en esta lista interminable; sin

embargo, si pretendemos convertirnos en un paisa desarrollado y con un economía auto

sostenible, que nos permita afrontar los diferente problemas de nuestra realidad, una de las

acciones primordiales que debemos realizar es la inversión en educación e investigación.

Como decía Albert Einstein, “necesitamos una manera sustancialmente nueva de

pensar si la humanidad ha de sobrevivir”. Para desarrollar nuevos métodos e ideas hace falta

el apoyo tanto del Estado como de las empresas en el desarrollo de instituciones dedicadas a

la investigación tecnológica.

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Segun Melo (2003), “respecto al factor tecnológico concluye que los indicadores de

productos e insumos para la innovación tecnológica para el Perú muestran que estos son los

más bajos de América Latina y es uno de los factores que inciden en la baja posición

internacional de la competitividad en el Perú. Los indicadores más usados son: i) el

coeficiente de invención de 0.2 para Perú, 3.0 para Cuba y 2.6 para Uruguay; ii) el número de

patentes otorgadas (por cada millón de personas) de 0.1 para Perú, 1.8 para Costa Rica y

308.7 para los Estados Unidos; iii) el gasto en ciencia y tecnología, 18 dólares per cápita de

Perú versus 43.2 de Argentina; iv) los gastos en investigación y desarrollo en el Perú, son de

1.65 dólares por persona vs. 36.1 para Argentina y 914 de los Estados Unidos; v) número de

investigadores por cada 1000 personas de la PEA, el Perú tiene 0.15 vs. 8.5 de Japón, 1.52 de

Costa Rica y 0.31 de Ecuador” (Tello, 2005).

Estas cifras para nada alentadoras nos muestran la precaria situación en la que se

encuentra la investigación en nuestro país. Muchos podrían indicar que hay problemas más

urgentes a los cuales darles prioridad, como la salud, pero, si no invertimos en investigación,

en un futuro próximo, nuestra economía sustentada principalmente en producción de materias

primas, se paralizara y no tendremos los medios, para desarrollar investigación y menos aún

para atender los demas problemas de nuestro país.

“La mayoría de la poblacion, e incluso las empresas, no considera a la innovación

tecnológica ni a la competitividad como motores de desarrollo. Eso se refleja en la mayoría

de los organismos e instituciones del sector público” (Tello, 2005). Esta situación está muy

arraigada en nuestra sociedad, son pocas las empresas, principalmente empresas grandes o

transnacionales, las que invierten en investigación e innovación de sus productos,

maquinarias o procesos, la gran mayoría de empresas en nuestro país, tienen como objetivo

principal el generar ganancias, sin importar las consecuencias de sus desidia. Esto a la larga

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termina con el cierre de estas. En la época de los ochenta con la hiperinflación del país

muchas empresas tuvieron que cerrar sus puertas, aumento el desempleo, muchos

profesionales no lograron desarrollar sus carreras. El Estado no tenía los recursos técnicos ni

económicos para cambiar esta situación. Esto provocó una brecha y un atraso en el nivel de

educación en nuestro país y aún más en el desarrollo de la investigación.

Ahora bien, “preguntémonos, ¿es el llamado desarrollo tecnológico necesariamente y

bajo todo punto de vista, positivo para el ser humano? La tecnología más allá de elevar la

calidad de nuestras vidas y la productividad en materialmente cualquier actividad, así como

permitir el logro de su propio desarrollo, nos ofrece gozar de cada vez más y más

información, permitiéndonos explotar al máximo nuestro tiempo, tal y como las exigencias

de la economía y del mundo moderno de los negocios lo requiere. Puede que las inversiones

inicialmente no resulten productivas pero luego de un proceso de aprendizaje, estas se

tornaran productivas” (Bravo Villarán, 2000).

Muchas de las empresas peruanas, en gran parte el pequeño empresariado, gracias a

los buenos resultados obtenidos en los últimos años, han logrado un gran crecimiento, en el

mercado nacional, de tal manear que han caído en una especie de “zona de confort”, y no ven

la necesidad de salir de ahí; no ven la necesidad de mejorar, modernizar, innovar. Incluso

grandes empresas como Kodak, cayeron a causa de la falta de innovación o no está al tanto de

los cambios en los gustos y necesidades de los consumidores, sin embargo, esta situación no

es ajena a las empresas de nuestro país. El sector textil así como el agrícola, viene presentado

caídas en su producción, producto de la globalización , gracias a la entrada de productos

provenientes de China u otros mercados, que en base a sus bajos costos obligan a cerrar a las

empresas locales. Esto podría evitarse si las empresas previeran esta situación y cambiaran su

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modelo de producción buscando mejorarla, reduciendo costos innecesarios, mejorando

procesos productivos, aplicando reingeniería, etc.

En síntesis, la investigación hace aportes importantes para los empresarios del país.

Las empresas han descuidado las estrategias innovadoras, privilegiando las estrategias de

imitación en busca de compensar con una mejor gestión de costos para poder competir en

mercados nacionales e internacionales (Castaño Duque & Calderón Hernández, 2010). En

nuestro país son muy comunes las prácticas de imitación de productos desarrollados por la

competencia, en todos los campos medicina, construcción, ingeniería, etc.

Somos grandes consumidores de tecnología, y lastimosamente esta situación seguirá

por un largo tiempo, son pocas las iniciativas del Estado en este tema, y los pocos logros

intelectuales que producimos son luego asimilados por las grandes empresas internacionales,

seducidos por jugosos salarios y grandes beneficios, profesionales con los cuales las

empresas locales y el Estado, no pueden competir; manteniéndonos en la misma situación.

Si el Estado y el empresariado no se comprometen y unen esfuerzos para desarrollar

estrategias que no permitan, pasar del modelo actual a un modelos de desarrollo sostenible,

estaremos destinados a continuar como los grandes, consumidores del desarrollo externo.

¿Qué sucederá el día que ya no podamos producir materias primas, cuándo se terminen los

minerales, cuando el agua, de por sí ya escasa en las grandes capitales de nuestro país,

empiece a escasear, cuando tengamos que pagar grandes sumas para adquirir los productos de

primera necesidad, cuando las fuentes de energía como el gas o petróleo o eléctrica ya no

puedan ser compradas por las personas de menores recursos? ¿Recién en ese momento

buscaremos soluciones? Esperemos no llegar a ese instante.

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Referencias

Castaño Duque, G. A., & Calderón Hernández, G. (2010). Investigación en administración:

conocimiento para el bienestar de las personas y el desarrollo de las organizaciones.

Bogotá: Editorial Universidad Nacional de Colombia.

Tello, M. D. (2005). Los factores de competitividad en el Perú. Lima: CENTRUM.

Villarán, L. B. (2000). Liberalismo con rostro humano. Lima.