Monografía

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1 DEDICATORIA Dedico la presente monografía a mis padres que siempre Me han apoyado en todo momento y cualquier circunstancia, y que aquí muestro El resultado de mi esfuerzo. También la dedico a todas aquellas personas Que se interés por el medio ambiente En conjunto con la economía.

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DEDICATORIA

Dedico la presente monografía a mis padres que siempre

Me han apoyado en todo momento y

cualquier circunstancia, y que aquí muestro

El resultado de mi esfuerzo.

También la dedico a todas aquellas personas

Que se interés por el medio ambiente

En conjunto con la economía.

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AGRADECIMIENTO

Agradezco primeramente a Dios, por brindarme la dicha de

Estar en la Universidad y de poder tener salud y a mis padres.

Agradezco a mis padres por siempre brindarme

Su apoyo y su cariño.

A mis profesores, agradezco por brindarme su guía.

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3

PRESENTACIÓN

La relación existente entre economía y medio ambiente ha sido objeto de atención

en los últimos tiempos. Encontrar la relación existente entre crecimiento y medio

ambiente, políticas públicas y medio ambientales. El tema que a veces, no sólo

involucra ver a la economía en sus problemas más básicos, como lo es lo

relacionado con el dinero, sino desde la perspectiva del medio ambiente y el

impacto que recae en esta última. Siendo como esto se desarrolla en relación con

el medio ambiente y los impactos.

Además siendo de esto la economía, forma parte integral de la formación de los

propios economistas en un futuro cercano, y en su colaboración con las diferentes

entidades en las cuales se encuentran inmersas, estos también se encuentran

dentro de las políticas medioambientales.

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4

ABSTRACT

The existent relation between economy and half an environment has been object

of attention in many instances on behalf of economy, being from the age of 60 and

70 when the environmental economy attains his controversial issue, introducing for

us new themes that have caused the appearing of suppositions step by step and of

different problems that they require policies and of specific behaviors. Considering

the most recent issues and the effects that come from the same problem between

half an environment and economy.

Economy and the ambient midway analyze from a perspective microeconomics

themselves, when it would be supposed to be since one macroeconomic, and

relating to the growth and your policies for an equilibrium between these two

aspects, and that way giving you a new focus.

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5

I. EL PROBLEMA

Título descriptivo del problema: La Economía Y El Medio Ambiente

Formulación del problema: ¿Qué relación existe entre la Economía y el Medio

Ambiente?

Objetivos de la Investigación:

Objetivo General: Identificar la correspondencia existente social como la

economía, con el medio ambiente.

Objetivos Específicos:

Analizar los factores económicos que influyen en el medio ambiente

Reconocer las formas de cómo afecta la economía en el Ambiente

Estar al tanto de las políticas medioambientales, como resultado de los

efectos de la economía en el Medio Ambiente.

¿Por qué se investiga?

El temas seleccionado es investigado, porque, casi siempre se fija en la economía

y sus problemas, como su subida y bajada, su desarrollo monetario, etc.; pero, no

se ha pensado cómo este afecta en el lugar en donde vivimos y en nuestras

futuras generaciones, es decir, en nuestro medio ambiente.

Justificación

La economía y el medio ambiente, se basa, en la importancia que tiene los efectos

de esta ciencia en nuestro Ambiente, pero que no se le da el suficiente interés, el

conocimiento que tienen las personas sobre este aspecto es muy vago y no se lo

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ha tenido en cuenta o nunca lo han pensado, así también se ve su importancia en

haberse formado políticas medioambientales por la relación estrecha entre

Economía y Medio Ambiente.

Limitaciones

Viabilidad: si es posible conseguir fuentes de datos sobre el desarrollo de

este estudio, en internet, libros, revistas y en encuestas.

Se realizará la investigación en la ciudad de Cajamarca, a un grupo de

personas de media edad.

Se dispone de un tiempo límite de un mes para realizar la investigación

necesaria sobre el presente tema

El estudio solo será de factibilidad.

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7

II. MARCO DE REFERENCIA

A. Fundamentos Teóricos

LA ECONOMÍA

Economía, ciencia social que estudia los procesos de producción,

distribución, comercialización y consumo de bienes y servicios. Los

economistas estudian cómo alcanzan en este campo sus objetivos los

individuos, los distintos colectivos, las empresas de negocios y los

gobiernos. Otras ciencias ayudan a avanzar en este estudio; la psicología y

la ética intentan explicar cómo se determinan los objetivos, la historia

registra el cambio de objetivos en el tiempo y la sociología interpreta el

comportamiento humano en un contexto social.

El estudio de la economía puede dividirse en dos grandes campos. La

teoría de los precios, o microeconomía, que explica cómo la interacción de

la oferta y la demanda en mercados competitivos determinan los precios de

cada bien, el nivel de salarios, el margen de beneficios y las variaciones de

las rentas. La microeconomía parte del supuesto de comportamiento

racional. Los ciudadanos gastarán su renta intentando obtener la máxima

satisfacción posible o, como dicen los analistas económicos, tratarán de

maximizar su utilidad. Por su parte, los empresarios intentarán obtener el

máximo beneficio posible.

El segundo campo, el de la macroeconomía, comprende los problemas

relativos al nivel de empleo y al índice de ingresos o renta de un país. El

estudio de la macroeconomía surgió con la publicación de La teoría general

sobre el empleo, el interés y el dinero (1936), del economista británico John

Maynard Keynes. Sus conclusiones sobre las fases de expansión y

depresión económica se centran en la demanda total, o agregada, de

bienes y servicios por parte de consumidores, inversores y gobiernos.

Según Keynes, una demanda agregada insuficiente generará desempleo; la

solución estaría en incrementar la inversión de las empresas o del gasto

público, aunque para ello sea necesario tener un déficit presupuestario.

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.El siglo XX ha sido un período de progresos en la economía y la ciencia

único a lo largo de la historia. Es indudable que el desarrollo supone

grandes beneficios y mejora considerablemente nuestra calidad de vida,

pero también tiene una contrapartida negativa que no podemos ignorar, el

deterioro del medio ambiente y el agotamiento de recursos naturales y de

ciertas fuentes de energía, lo que de seguir así se dejará a nuestros

descendientes un planeta con serios problemas de habitabilidad.

Por ello es imprescindible llegar a un desarrollo sostenible que concilie el

desarrollo económico y social con el respeto por el medio ambiente y la

distribución justa de la riqueza.

I. MEDIO AMBIENTE EN LA ECONOMÍA

La economía no solamente recibe energía y materias primas del medio

ambiente, también influencia en el medio ambiente generando residuos y

cambiando de comportamiento. Por ejemplo, los seres humanos amplían

las fronteras, usan química en la agricultura y cambian el medio con

carreteras, vías de tren, líneas de electricidad y redes de comunicación. En

otras palabras, la economía y el medio ambiente están relacionados

íntimamente.

II. CONCIENCIACIÓN MEDIOAMBIENTAL: UN CAMBIO DE

MENTALIDAD

Actualmente el respeto y la protección medioambiental están de moda,

hasta el punto de que las conferencias y otros acontecimientos

internacionales sobre medio ambiente son los eventos que movilizan a más

autoridades a nivel mundial.

Fue en la década de los años sesenta hasta los setenta que se empezó

a generar esta sensibilidad medioambiental, aunque cobró mayor

importancia en los años ochenta. En 1987, la Comisión Mundial sobre

Medio Ambiente y Desarrollo publicó el informe “Nuestro Futuro Común”, en

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el cual contiene la definición más conocida de Desarrollo Sostenible como

“el desarrollo que asegura las necesidades del presente sin comprometer la

capacidad de las futuras generaciones para enfrentarse a sus propias

necesidades”

III. POLÍTICAS ECONÓMICAS AMBIENTALISTAS

La economía política ambiental es el enfoque en análisis económico de

los procesos a través de decisiones políticas relacionadas con la protección

ambiental. La política económica ambiental es un área mayor de las

políticas de desarrollo en la teoría económica cuyos efectos a corto plazo y

a largo plazo tienen un profundo impacto en el desarrollo humano. La

política económica ambiental desarrolla métodos e instrumentos para el

tratamiento de los problemas ambientales globales.

Al ser una política pública, tiene como objetivo fundamental la corrección

de las externalidades relacionadas con el medio ambiente con la finalidad

última de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través de una serie

de instrumentos o medidas.

Por lo tanto, el objetivo esencial de la política medioambiental es la

internalización de los efectos externos negativos que se vayan generando,

si bien no se ciñe únicamente a este aspecto, puesto que también debe

intentar prevenir la aparición de estos efectos externos y de cualquier

actividad económica que resulte perjudicial para el medio natural; intentar

mejorar las condiciones de vida en general, con un particular énfasis a su

vez en la salud pública, que en muchas ocasiones se ve afectada por la

situación del medio ambiente (consiguiendo además un abaratamiento de

los sistemas de salud pública, muy extendidos en diversos países), y, en

fin, buscar la preservación de la biodiversidad, tanto animal como vegetal,

así como de espacios paisajísticos y biotopos de especial interés por

razones económicas o de simple disfrute para quienes contemplan o los

que pueden contemplar en el futuro.

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Para intentar alcanzar todos estos objetivos, la economía del medio

ambiente ha ido desarrollando un entramado teórico importante cuya

finalidad última ha sido la de proporcionar instrumentos cada vez más

eficaces para el logro de estos fines: de entre ellos destacan por una parte

los instrumentos de valoración del medio ambiente y, por otra, los

instrumentos correctores.

Los instrumentos que perdiguen la corrección de los daños que la

actividad económica ocasiona al medio ambiente se han ido configurando

con el paso del tiempo desde aquellos en los que se utilizan

fundamentalmente medios legales (instrumentos de control) hacia otro tipo

de instrumentos que lo que pretenden es esencialmente la creación de

incentivos para que los agentes económicos corrijan los daños provocados

y eviten la realización de actividades que puedan ser perjudiciales para la

naturaleza.

La razón fundamental de este cambio en los instrumentos utilizados ha

sido la adopción generalizada del principio contaminador-pagador (Polluter

Pays Principle), que la OCDE (Organización para la Cooperación y el

Desarrollo Económico) diseñó en 1972 para poder realizar una política

medioambiental con un sentido básicamente internalizador, pero al mismo

tiempo incentivador de comportamientos preventivos por parte de los

agentes económicos, todo ello enmarcado por la creciente preocupación

que en los países industrializados se empezaba a manifestar en esos años

por la conservación del medio ambiente y de los recursos naturales, así

como por la intención de que los agentes contaminadores fueran quienes

soportarán el coste inicial que esa contaminación producía.

El principio contaminador-pagador, pese a su innegable éxito en su

aplicación, presenta dos problemas muy importantes en su puesta en

práctica: el primero de ellos se centra en el desconocimiento existente en

bastantes ocasiones de quién es el contaminador, especialmente cuando

se produce una contaminación difusa que carece de un origen cierto (caso,

por ejemplo, de la contaminación que puedan ocasionar vehículos a motor y

las empresas en una gran ciudad, pues son tantas las fuentes

contaminantes que es imposible someterlas a control a todas ellas), pero

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también cuando se realizan actuaciones contaminadores ilegales (como por

ejemplo, los vertidos de sustancias ilegales, también de muy difícil control,

que se ven incentivados si la sanción por realizarlos es menor que el

beneficio esperado de ello); el segundo de los problemas procede de la

muy habitual dificultad a la hora de calcular el coste de la actividad

contaminadora, debido a que los procedimientos para la evaluación de ese

coste se hallan en muchos casos en sus primeros pasos.

Existen por otra parte, una serie de criterios o principios de general

aplicación para todos los instrumentos de política medioambiental, en el

sentido de que son considerados deseables para que el efecto de la medida

adoptada sea óptimo y se consiga el objetivo perseguido, esto es, la

internalización de los perjuicios provocados por las externalidades

negativas. Estos criterios son los siguientes:

Alcanzar la mayor eficiencia económica posible en la asignación de

los recursos existentes

La información necesaria para llevar a la práctica los instrumentos

debe ser escasa, poco costosa y fácil de ponerla al día.

Los costes administrativos deben ser tan bajos como sea posible a la

hora de poner en marcha el instrumento, en el sentido de que el

personal y los medios burocráticos precisos sean los menores

posibles

Los instrumentos deben ser equitativos, de manera que deben

rechazarse aquellos que sean regresivos o, con carácter general,

injustos en función de los juicios de valor que al respecto

prevalezcan en la sociedad

Los instrumentos deben ser flexibles, en el sentido de que su

capacidad de adaptación a circunstancias tecnológicas,

climatológicas o de mercado cambiantes sea la mayor posible.

Los instrumentos deben generar incentivos dinámicos a una mejora

continuada de la calidad ambiental, tanto por la actuación de los

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agentes implicados como por la continuada innovación tecnológica

en el ámbito de preservación del medio ambiente

Deben tener aceptación política, de manera que no perjudiquen a

ciertos agentes económicos y no hagan variar la estructura

socioeconómica en exceso, pues de esta manera su aceptación

social será mayor y más rápida.

En la última década, se ha propugnado la utilización de los llamados

instrumentos económicos (especialmente de los impuestos ecológicos y de

los mercados de permisos negociables) para la protección del medio

ambiente debido a que permiten un mejor cumplimiento de la mayor parte

de los criterios antes enumerados, así como del principio general de

contaminador-pagador. Esto no ha implicado que su utilización se haya

hecho mucho más general, pues todavía siguen predominando los

instrumentos legales y coactivos sobre los de carácter económico.

En general, se puede señalar que los instrumentos de protección

medioambiental se pueden definir como todo medio, ya sea legal,

económico o social, que permite llegar a cumplir los objetivos que se haya

marcado la política medioambiental. Como se ve, esta definición es muy

general, lo que hace aconsejable una clasificación que permita explicar con

más precisión cada uno de los instrumentos de esta política.

Concepto Tipos Aplicación Práctica

Mecanismos

voluntarios

Incentivar

comportamiento

s voluntarios de

los agentes

económicos

Campañas

públicas de

concienciación

Publicidad de

empresas muy

contaminantes

Tiene cierta

importancia

especialmente las

campañas públicas

de información y

educación

medioambiental

Regulación

directa

Aplicar medidas

legales para

combatir la

contaminación,

Estándares

basados en

tecnología

Muy importantes. La

mayor parte de la

política

medioambiental se

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apoyadas en

sistemas

sancionadores

y de su

vigilancia de su

cumplimiento

uniforme

Estándares

basados en

funcionamiento

desarrolla a través

de este tipo de

medidas

Instrumentos

económicos

Incentivar

comportamiento

s

medioambiental

es adecuados

por medio de

mecanismos

económicos o

de mercado

Impuestos

ecológicos

Mercados de

permisos

negociables

Subvenciones

Sistemas de

depósito y

devolución

Incentivos al

cumplimiento de

las

reglamentaciones

Sistemas mixtos

Aplicación

creciente

Los impuestos

con fines

internalizadores

Utilización con

motivación

incentivadora

Otros

instrumentos

Otros

instrumentos

marginales

Producción publica

Planificación zonal

Aplicación

prácticamente nula

con fines

medioambientales

Mecanismos voluntarios

En los que la mayor concienciación acerca de los problemas

medioambientales proviene de la actuación voluntaria de los

agentes económicos, como en el caso de que una empresa trate por

su propia voluntad de mejorar sus niveles de protección del medio

natural en cualquiera de las fases de los canales de producción o

distribución del bien o servicio que provea.

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A este nivel, la actividad pública queda reducida a la importancia

que la información y la educación ambiental que proporcione tenga

para promover estas actitudes voluntarias de los agentes. Sin

embargo, no cabe despreciar la importancia que las campañas

públicas (y también de la prensa como medio de creación de opinión

y de difusión de información) tienen para el desarrollo de ciertos

comportamientos medioambientales, como se puede comprobar en

las campañas para reducir el consumo de agua que se realizan

cuando existen periodos de sequia en diversos lugares. Otro posible

ejemplo de este tipo de actuación consistiría en hacer pública una

relación de las empresas que fuesen excesivamente contaminantes

o que no cumpliesen sus compromisos en temas medioambientales,

para así presionarlas a través de los posibles efectos negativos que

podrían sufrir en sus ventas.

Regulación directa

También se conoce como mecanismo de mando o de control.

Éste es el tipo de política económica de protección de la naturaleza

que goza hoy en día de una utilización más amplia en los países

industrializados.

En general este tipo de mecanismos consisten en que el

gobierno fija una serie de normas de obligado cumplimiento para

aquellos a quienes van referidas, controladas por medio de un

sistema de inspección y reforzadas con las adecuadas medidas

sancionadoras y penalizadoras en caso de incumplimiento, pues de

lo contrario los incentivos económicos a no hacer caso de estas

normas serían muy elevados. Normalmente este tipo de medidas se

han materializado en dos grupos de mecanismos:

Por una parte, los estándares basados en tecnología

uniforme, que especifican con claridad la tecnología que debe

utilizarse para combatir el deterioro medioambiental de que

se trate. Un ejemplo de este tipo de medidas lo constituye la

obligatoriedad de aplicar el catalizador que se impuso en la

Unión Europea en 1994 con la finalidad de eliminar la

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contaminación por plomo que generaban los vehículos de

gasolina.

Por otra parte, los estándares de funcionamiento, que

establecen un objetivo medioambiental a conseguir pero

dejan libertad a las empresas acerca de la forma de

alcanzarlo. Éstos son menos frecuentes, pero son más

deseables, pues al ser más flexibles permiten una mayor

capacidad de adaptación a las empresas.

Instrumentos O Incentivos Económicos

Para la protección del medio natural, que son los que mayor

relevancia están adquiriendo hoy en día (fundamentalmente desde

un punto de vista teórico, pero poco a poco también en su aplicación

práctica). Este tipo de instrumentos pueden definirse como aquellas

medidas que a través de incentivos financieros persiguen la

internalización de efectos externos perjudiciales provocados por

comportamientos poco aceptables desde una perspectiva

medioambiental, haciendo estos comportamientos más costosos en

términos monetarios.

Dentro de los instrumentos económicos se pueden distinguir a

su vez distintos tipos de medidas. Para realizar una tipología de los

instrumentos económicos, será a los que hace referencia la OCDE,

por ser la de más generalizada aceptación:

Concepto Tipos Aplicación

práctica

Impuestos

ecológicos

Impuestos ad

valorem,

usualmente

con carácter

internalizador,

para corregir

problemas

medioambient

Cargas sobre

emisiones

contaminantes

Cargas sobre el

usuario

Impuestos

sobre el

producto

Aplicación

creciente,

especialmente

de cargas

sobre usuario y

diferenciación

positiva

Los impuestos

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ales. Se basan

en el principio

contaminador-

pagador (PCP)

Impuestos

administrativos

Diferenciación

impositiva

con fines

internalizadores

tienen una

aplicación

escasa todavía.

Aplicación

sobre todo en

países

industrializados

Mercados de

permisos

negociables

Consisten en

crear un

mercado de

permisos

negociables

que dan

derecho a

emitir una

cantidad

determinada

de

contaminación.

Aplica el PCP

Sistema de

permisos

ambientales

Sistema de

permisos de

emisión

Sistema de

permisos

mixtos

Escasa

aplicación de

este tipo de

medidas

Subvenciones Consiste en

otorgar ayudas

públicas para

reducir la

contaminación.

No aplica el

PCP.

Para reducción

de

contaminación

Para reducir la

producción de

empresas

contaminantes

Uso

desaconsejado

por tener

efectos

perversos

Poco utilizadas

para reducir

contaminación

o producción

Sistemas de

depósito y

devolución

Consiste en

pagar por un

envase con un

Sistemas de

depósitos y

devolución

Utilización cada

vez mayor,

especialmente en

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reembolso

posterior si

éste se

entrega tras su

uso.

países

industrializados

Incentivos al

cumplimiento

de las

reglamentacio

nes

Se trata de

incentivar el

cumplimiento

de la

reglamentació

n

medioambient

al.

Tasas por no

conformidad

Garantías por

buen

comportamiento

Utilización

prácticamente

nula con

motivación

incentivadora

Sistemas

mixtos

Mesclan

características

de los

sistemas

anteriores.

Aplica el PCP.

Impuestos

basados en

estándares

Aplicación muy

escasa pero

con buenas

perspectivas de

futuro

a. Impuestos ecológicos

Pueden definirse como aquel tipo de impuestos ad valorem que,

teniendo fines de ordenación de la actividad económica con el

objetivo de internalizar un efecto externo negativo sobre el medio

ambiente, aplican el principio de contaminador-pagador para

conseguir sus propósitos. Pese a basarse en el principio

contaminador-pagador, esto no impide que en numerosas ocasiones

sea el consumidor (en lugar del productor) quien termine pagando el

coste de la internalización de las externalidades ecológicas

negativas, lo que se debe a dos razones. En primer lugar, en muchos

casos (al igual que sucede con otros impuestos ad valoren) los

productores trasladan parte del impuesto que sobre ellos recae a los

consumidores finales vía precios. En segundo lugar, no debe

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olvidarse que, a menudo, la actividad dañina para el medio ambiente

no es generada por actividades productivas, sino por el consumo de

un bien (o por ambos tipos de actividades simultáneamente), en cuyo

caso, como es lógico, el impuesto no deberá recaer sobre el

productor, pues no es éste quien contamina.

Los impuestos ecológicos pueden ser de muy diferentes tipos en

función de distintas clasificaciones que se han ido realizando a lo

largo del tiempo, pues desde que Pigou los propuso por primera vez

éste ha sido sin duda alguna el instrumentos económico que en más

ocasiones se ha estudiado; pero, existen tres de ellas que enfocan

esta tipología desde diferentes perspectivas, pero principalmente en

la que proporciona la OCDE, pues ésta que cuenta con mayor

aceptación al ser la más completa. Basándose en esta clasificación,

los impuestos ecológicos pueden ser de los siguientes tipos:

Cargas sobre emisiones contaminantes , que pueden definirse

como impuestos por la emisión de sustancias contaminantes

al aire, agua o suelo, así como la generación de ruido, basada

en la cantidad y calidad de la sustancia emitida. Estas cargas

deberían contar con una función básicamente internalizadora

o incentivadora, dejando la función recaudadora en un

segundo plano, pues su objetivo básico es reducir la emisión

de sustancias contaminantes.

El cálculo de la cantidad a pagar en concepto de este tipo de

impuestos se puede hacer a través de tres métodos

alternativos: el primero consistiría en controlar el nivel real de

emisiones de cada punto emisor, lo que, aun siendo muy

preciso, seria también muy costoso en términos monetarios.

En segundo lugar, cabe la posibilidad de establecer los tipos

en función de tablas que recojan indicadores que puedan ser

significativos de cara a estimar el nivel de emisión (producción

o uso de determinadas materias primas por parte de la

empresa emisora, por ejemplo). Por último, existe la

posibilidad de fijar el mismo tipo independientemente del nivel

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de emisión existente, lo que no se emplea por ser injusto

desde el punto de vista del principio contaminador-pagador y

muy poco eficaz por carecer de efectos incentivadores

proporcionales a la emisión realizada para que el efecto

externo se internalice, que es el propósito fundamental de este

tipo de cargas.

El método que se elige tiende a ser, en vista de ello, mixto

entre la primera y segunda posibilidades. Para empresas que

emitan una gran cantidad se escoge el primero, pues en este

caso el gasto de control de las emisiones en que se incurre

para una empresa individual queda compensado por el alto

perjuicio que provoca la empresa en el medio ambiente; el

resto de las empresas seguirían el método de las tablas en

función de la tecnología empleada, la cantidad producida, el

número de empleados, la ubicación de la empresa o cualquier

otro indicador que se pueda fijar.

Cargas sobre el usuario , parecidas a la anterior en cuanto que

recaen sobre la emisión de residuos o de contaminantes en

general. La diferencia principal estriba en que, en este caso, la

función básica es la de poder financiar la instalación o el

funcionamiento de una planta de tratamiento de esos residuos

o de reducción en origen de la contaminación, dejando en

segundo plano la función internalizadora.

Como veremos, aparte de su parecido en el plano teórico, en

la práctica su semejanza es aún mayor, por cuanto las cargas

sobre emisiones suelen tener unos tipos impositivos

excesivamente bajos, que hacen imposible el cumplimiento de

su función correctora del efecto externo, quedando, por tanto,

convertidos en un simple recursos financiero, de carácter

general y muy limitado en su capacidad recaudadora.

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20

Impuestos sobre el producto , que pueden definirse como

cargas ad valorem sobre productos que son perjudiciales para

el medio ambiente, ya sea en su proceso de producción, en su

consumo final o a la hora de desecharlos. Este tipo de

impuestos suelen contar con tipos impositivos fijos, que

podrían re-calcularse en el caso de que en primer momento se

mostrasen insuficientes o excesivos para la consecución del

objetivo perseguido.

Estos impuestos son fácilmente integrables en el sistema

impositivo vigente como impuestos sobre consumos

específicos. Se podrían imponer, por ejemplo, sobre el uso de

vehículos a motor (ejemplo de bien cuyo consumo final

contamina), de hidrocarburos, de fertilizantes, de pesticidas

(ejemplos de factores productivos contaminantes ya sea en su

obtención o en su aplicación al proceso productivo), de bolsas

de plástico (ejemplo de bien que contamina al ser desechado),

etc.

Una ventaja que poseen es que pueden sustituir a las cargas

sobre emisiones en el casi de que estas no sean fácilmente

controlables. En el caso de los fertilizantes o de los

detergentes, que por su contenido en fosfatos pueden dar

lugar a la eutrofización de ríos y lagos, al ser imposible

controlar la emisión final de fosfatos a ríos y lagos, se grava el

producto del que proceden, ya se fertilizantes o detergentes,

en función de su contenido en fosfatos (que indica su

capacidad contaminante).

Impuestos administrativos , cuyo fin es el de financiar medidas

reguladoras directas a través de la concesión de licencias o

permisos para emitir cierta cantidad de contaminación. Su

función, debido a ello, debería ser básicamente recaudadora;

pese a todo, no suelen ser muy útiles, debido a que los

ingresos que se derivan de ellos no se destinan en la mayor

parte de los casos a la resolución de problemas

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medioambientales, sino que van destinados al presupuesto

del Estado con carácter general.

Diferenciación impositiva , que, pese a no ser un impuesto

ecológico propiamente dicho, lo incluimos como tal por ser

una medida de carácter impositivo que pretende incentivar un

comportamiento medioambiental más correcto. Este

mecanismo es relativamente frecuente; un ejemplo de su

aplicación lo podemos encontrar en la venta de la gasolina sin

plomo a un precio inferior al de la gasolina con plomo con el

objeto de incentivar el consumo de la primer (al ser menos

contaminante combinada con el uso del catalizador), algo que

será factible especialmente si la diferencia de precio entre

ambas es significativa.

Implicaciones de las cargas sobre emisiones (que van

acompañando con las cargas de usuario) y de los impuestos sobre el

producto, y así, existen dos clasificaciones alternativas que también

son de interés:

Según la fase del proceso

productivo en la que recaen

Según la finalidad que

persiguen

Impuestos sobre el uso

de los recursos naturales

Impuestos sobre la

producción

Impuestos sobre el

consumo

Impuestos pìgouvianos

Impuestos reguladores

Impuestos redistributivos

La primera de ellas cuenta como principal interés con la

característica de diferenciar entre tres tipos de impuestos

medioambientales atendiendo a la fase del proceso de producción en

la que recaen. Así, tendremos impuestos sobre el uso de los

recursos naturales, impuestos sobre la producción e impuestos sobre

el consumo. Dentro de los dos últimos se encuentran los que podrían

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clasificarse de nuevo sobre la base de la tipología anteriormente

desarrollada.

La segunda de estas clasificaciones alternativas divide los

impuestos ecológicos en tres categorías en función de la finalidad

que persiguen: impuestos pigouviano, impuestos reguladores e

impuestos distributivos. Los primeros tienen como fin la

internalización de la externalidad medioambiental negativa generada,

por lo que incluirían las cargas sobre emisiones contaminantes y

productos de la clasificación anterior. Los impuestos reguladores,

partiendo de la necesidad de llegar a un óptimo paretiano, plantean

que se fije un impuesto que permita llegar a una cantidad óptima de

segundo orden fijado por el gobierno, como hacen los impuestos

basados en estándares. Por último, los redistributivos parten de la

idea de que si el sector público va a realizar una instalación para

reducir la contaminación, quienes la generan son quienes deben

costear su pago. Esta última categoría sería equivalente a las cargas

sobre usuario, pudiendo recoger también las cargas administrativas

b. Mercados de permisos negociables

La creación de mercados de permisos negociables, quien fue

propuesta por vez primera por J.H.Dales en 1968, consiste en la

fijación de un topo de emisión contaminante por la autoridad en

función de los objetivos que ésta se haya propuesto, emitiéndose

derechos de contaminación de igual cuantía equivalentes al

montante total del topo propuesto, que se distribuyen entre las

empresas contaminantes y, posteriormente, se negocian en un

mercado creado al afecto. De esta forma, cada empresa tendrá una

cartera de permisos en función del volumen de contaminación que

desee emitir, pues cada titulo dará derecho a la emisión de una

cantidad dada de contaminación.

Una vez que se han distribuido los permisos entre las

empresas, éstas deberán decir cuál es la cantidad optima de

permisos que deben poseer, en función de la contaminación que

emitan y del coste de reducción de la contaminación que deban

Page 23: Monografía

23

afrontar, pues si este coste es reducido en comparación con el coste

de tener o ampliar la cartera de permisos, la empresa procederá a

instalar equipamientos o mecanismos que le permitan reducir la

contaminación, vendiendo permisos (reduciendo su precio), por

cuanto que éstos ya no le son necesarios. Si, por el contrario el coste

de reducir la contaminación fuera más elevado, la empresa tendría

incentivos a comprar títulos en el mercado de permisos, elevando su

precio en dicho mercado.

Existen, a su vez, tres posibles formas de desarrollar un

mercado de permisos negociables, con distintas implicaciones

teóricas y prácticas:

Sistema de permisos ambientales o zonales (ambient-

permit system), en el que lo que se pretende es definir los

permisos en función de la contaminación en cada punto

receptor o área contaminada con el objetivo de poder

conseguir la calidad medioambiental deseada en la zona

receptora. Este sistema presenta una serie de propiedades,

entre las que cabe destacar que es muy cómodo para la

agencia gubernamental emisora, puesto que, una vez

establecido el mercado y asignados los derechos, su labor

ha finalizado.

Sin embargo, desde la perspectiva de las empresas

contaminantes el sistema es poco conveniente, puesto que

la posesión de la cartera de permisos adecuada se

convierte en un serio problema debido a que puede existir

un numero de receptores muy elevado, lo que podría llegar

a plantear graves problemas de información a estas

empresas en cuanto a su cartera óptima de permisos y su

forma de actuar.

Sistema de permisos mixtos (offsets-permit system) ,

combinación de los dos anteriores en el sentido en el

sentido de que los permisos se definen en términos de

emisión de contaminantes pero su libre intercambio en el

Page 24: Monografía

24

mercado está restringido por la imposibilidad de que, como

resultado de la compraventa, el estándar de calidad

medioambiental en el punto receptor sea peor. Este sistema

recoge lo mejor de los dos anteriores, puesto que los

requerimientos de información de la autoridad

medioambiental para poner en marcha el sistema no son

muy elevados (como sucedía en el sistema de permisos

ambientales) y, simultáneamente, las empresas

contaminantes pueden operar en un único mercado sin

tener que preocuparse para la situación de los puntos

receptores más que cuando realice intercambio de

permisos.

Una vez que se ha elegido el sistema que se pretende llevar a

la práctica, se plantea el problema adicional de cómo repartir los

permisos entre las empresas, para el que se han planteado dos

posibilidades, la primera consistiría en llevar a cabo un reparto inicial

gratuito, lo que tiene la ventaja de no provocar cargas adicionales a

las empresas (evitando que algunas pudieran desaparecer) pero el

inconveniente de no seguir en principio contaminador-pagador.

La segunda alternativa consistiría en emitir los permisos por

medio de una subasta, en la que el precio de éstos se establecería

en función de la demanda de las empresas, con lo que sí aplicaría el

principio contaminador-pagador, si bien este sistema podrían ser muy

parecido al impuesto ecológico basado en estándares, puesto que el

gobierno fijaría la cantidad de contaminación permitida y a través de

la subasta establecería un precio por contaminar a las empresas

(más o menos lo mismo que se consigue con un impuesto ecológico

con fines internalizadores)

c. Las subvenciones

Las subvenciones a las empresas, que pueden ser bien `para

la adopción de nuevas tecnologías menos contaminantes, bien para

Page 25: Monografía

25

la reducción de la actividad productiva de la empresa contaminante,

con lo que se conseguiría reducir la cantidad de contaminación

emitida, o bien para incentivar trabajos de investigación y desarrollo

de tecnologías ambientales. En todas estas situaciones, la

subvención sería equivalente a un impuesto negativo, si bien sus

efectos son radicalmente distintos de los que de los impuestos

ecológicos.

Las subvenciones a las empresas pueden tomar muy distintas

formas: pueden ser subvenciones a fondo perdido, tomar la forma de

gastos fiscales como deducciones en los impuestos que gravan los

beneficios de las empresas o estar constituidas por la concesión de

créditos blandos a tipos de interés subvencionados. Los efectos

finales de todas estas medidas serian muy parecidos y conllevarían

una serie de problemas que no hacen recomendable su aplicación

práctica aunque desde el punto de vista teórico, sin embargo, sí

conseguirían los objetivos internalizadores perseguidos.

El primero de estos problemas es el incumplimiento por parte

de las subvenciones del principio contaminador-pagador, puesto que

rompe con las recomendaciones de la OCDE en este sentido. De

hecho, no sólo no cumple con el principio, sino que además actúa en

sentido contrario al conceder dinero público a las empresas

contaminantes. Debe partirse además del hecho de que este

principio, aparte de estar recomendado por la OCDE, goza de una

aceptación social y política bastante elevada

Con todo, el principal problema de este tipo de instrumentos

se deriva del hecho de que podría dar lugar a comportamientos no

deseados en la consecución del objetivo de la reducción que se

persigue (la reducción de la contaminación en el ámbito global de la

industria), pues si bien se incentiva la reducción de la contaminación

en el ámbito de las empresas o individuales (si se conceden

subvenciones para la reducción de la producción), también

auspiciarían la entrada de nuevas empresas en el mercado , ya que

la subvención abarataría los costes de entrada, incrementando de

Page 26: Monografía

26

esta forma la contaminación global generada por el sector, lo que va

en contra del objetivo establecido inicialmente.

Cuentan, bien es cierto, con una ventaja transitoria en el caso

de que se pretenda acelerar la inversión en capital ambiental por

parte del sector privado de la economía, puesto que permiten

conseguirlo con el menor coste posible para las empresas. Sin

embargo, aparte de los problemas antes mencionados, estos

sistemas deberían ser vigilados para no distorsionar el comercio

(sobre todo el internacional en el caso de que estas subvenciones

ambientales encubran subvenciones competitivas) y, en general, la

libre competencia, favoreciendo a las empresas subvencionadas en

detrimento del resto.

d. Los sistemas de depósito y devolución

Tiene por finalidad evitar el desecho de los recursos que

pueden ser reutilizados o reciclados. Pueden consistir, por ejemplo,

en el pago de una cantidad adicional por botella de cristal co9mprada

que posteriormente seria reembolsada si se devuelve el casco de la

botella donde fue comprada, con lo que incentivaría al reciclado del

vidrio o, al menos, la reutilización de la botella.

e. Los incentivos al cumplimiento de las reglamentaciones

Pueden ser de dos tipos:

Tasas por no conformidad: que consisten en penalizaciones a

las empresas que no cumplan con determinados requisitos

medioambientales y a las que se las grava con esta especie

de pago impositivo, que no deja de ser más que una sanción

encubierta

Garantías por buen comportamiento: que, al contrario que las

anteriores, lo que persiguen es recompensar a las empresas

Page 27: Monografía

27

cuyo comportamiento medioambiental sea el adecuado. En

ocasiones se denomina a este instrumento bonos por

cumplimiento.

Se pueden hacer también referencia a otros instrumentos de

protección medio ambiente, muy marginales en cuanto a su

importancia teórica en el seno de la economía en relación al medio

ambiente y también en cuanto a su aplicación práctica con fines

ambientales.

La primera de estas posibilidades adicionales consistiría en la

producción pública, ya sea de bienes de interés medioambiental

(como pude ser la construcción de una planta depuradora, que

podría venir acompañada de cargas sobre los usuarios, de manera

que parte del coste de la construcción recayera sobre las empresas

contaminadoras pero llevando al sector púbico el peso principal de la

construcción), ya de bienes cuya producción ocasione una levada

emisión de sustancias contaminantes, en este segundo caso con la

finalidad de, al tener el sector publico la responsabilidad de la

producción, puede tomar con rapidez la decisión de cambiar los

metidos de producción para hacerlo9s menos contaminantes

La segunda consistiría en una planificación zonal por parte del sector

púbico de las áreas que pueden ser contaminadas y del grado en el

que pueden serlo, de manera que se consiguiese centrar la

contaminación en zonas poco pobladas, donde la naturaleza contara

con una gran capacidad de asimilación de esa contaminación y

donde los recursos naturales o ambientales no fuese muy valioso,

esto último con objeto de evitar situaciones irreversibles que

conlleven al agotamiento sin posibilidades de recuperación de alguno

de estos recursos.

La última de las posibilidades de la política medioambiental

constaría en la utilización mixta de alguno de los instrumentos

anteriores, de manera que se pudieran considerar combinar las

ventajas de varios de ellos minimizando al mismo tiempo la

importancia de las carencias que puedan mostrar. Este uso mixto de

Page 28: Monografía

28

dos o más instrumentos simultáneamente tiene un caso de especial

interés en los impuestos basados en estándares, puesto que es una

posibilidad cuyo estudio teórico ha sido bastante extendido y cuya

aplicación práctica sería muy interesante al combinar las principales

ventajas de un instrumentos económico (el impuesto ecológico) y de

la regulación normativa.

Este método comienza por seleccionar una serie de niveles

mínimos de calidad ambiental bien delimitados y cuantificados. Como

es lógico, la fijación de estos niveles mínimos es muy arbitraria, si

bien un estudio riguroso puede permitir decidir unos niveles mínimos

son tratables y con amplia aceptación social. Una vez fijado el nivel a

alcanzar, se elegiría un tipo impositivo que permitiera el logro del

objetivo, a través de los análisis pertinentes.

Este método cuenta con una ventaja de que si el tipo

impositivo fijado en principio se revelase insuficientemente para

llegar al nivel de calidad ambiental previsto, se podría ajustar hasta

lograr el objetivo deseado. De igual manera, si el tipo demuestra ser

excesivo (y, por tanto, peligroso para la supervivencia de las

empresas sujetas al impuesto), el tipo impositivo se podría reducir.

De hecho, hasta el nivel de calidad ambiental fijado inicialmente

podría variar, ya fuese por mostrarse excesivo (o excesivamente

gravoso para la economía) o por mostrarse insuficiente, hasta

alcanzar un nivel más acorde con la compatibilización de los

objetivos ambientales y económicos a alcanzar.

Ciertamente, estos procesos adaptativos, especialmente los

referidos a los ajustes en el tipo impositivo hasta llegar al nivel

medioambiental requerido por el estándar, serían costosos para la

autoridad ambiental y también para las empresas, pero a diferencia

de los impuestos pigouvianos o internalizadores con tipos impositivos

adecuados al objetivo que se pretende lograr lleva a que algunos de

los impuestos ecológicos aplicados hayan seguido un método en su

puesta en marcha muy parecido al que hemos descrito para estos

impuestos basados en estándares (aunque el proceso sea menos

Page 29: Monografía

29

iterativo, con menos variación en los tipos impositivos hasta llegar al

adecuado), si bien al final los impuestos que han predominado hasta

la fecha han sido los que tenían una intención básicamente

recaudadora, en los que los tipos impositivos tienden a fijarse en

niveles bajos desde un principio, no ligados a ningún estándar de

calidad ambiental a alcanzar.

Ventajas, inconvenientes y efectividad de los instrumentos de la

política económica medioambiental:

Ventajas Inconvenientes Efectividad

Regulación

directa

Aceptabilidad

política

Rapidez de

actuación y

consecución de

logros

No minimiza el

coste social

No genera

incentivos

dinámicos

Efectividad

variable, pero

especialmente

adecuados para

productos o

situaciones

peligrosas por la

rapidez de

actuación

Cargas sobre

emisiones

contaminantes

Efecto

incentivador

dinámico (a

favor de la

mejora

ambiental)

Efecto

internalizador

con tipos

adecuados

Efecto

recaudador

(incrementa la

recaudación

Difícil selección

de los

contaminadores

(numerosas y

fuentes difusas)

Posibilidad de

derivar en

cargas sobre el

usuario con

tipos impositivos

bajos

Elevados costes

administrativos

Limitada

Apenas tienen

capacidad

internalizadora

por los bajos

tipos impositivos

que se aplican en

la realidad (con

excepciones,

como el impuesto

sobre emisiones

al agua en

Holanda)

Page 30: Monografía

30

pública)

Minimizan el

coste social

Muy adecuados

si la fuente de

contaminación

está bien

delimitada

aceptabilidad

política

(especialmente

por las

empresas)

Costes

adicionales para

las empresas

Cargas sobre

usuarios

Efecto

recaudador

Incentivan la

construcción de

equipamiento

medioambiental

Flexibilidad

Carecen de

efecto corrector

Carecen de

efecto

incentivador

Cumplen su

papel recaudador

para financiar

instalaciones

Impuestos

sobre productos

Reducen el uso

de productos

contaminantes

Efecto

incentivador

dinámico

Efecto

recaudador

Flexibilidad e

integrables en

la estructura

impositiva

existente

Aplicables con

fuentes de

contaminación

numerosas o

difusas

Minimizan el

No

recomendables

para productos

o inputs

peligrosos

(actuación

lenta)

Pocos efectos

con bienes de

demanda

inelástica

Efectos sobre el

comercio y la

competitividad

Limitada

aceptabilidad

política

(especialmente

por las

No muy efectivos

por poseer tipos

bajos. Se

convierten en

mecanismos

recaudadores, sin

fines

internalizadores

en buena parte

de los casos

Page 31: Monografía

31

coste social

Muy adecuados

con

contaminación

difusa

empresas)

Costes

adicionales para

las empresas.

Diferenciación

impositiva

Fácil integración

en estructuras

impositivas

existentes

Costes

administrativos

muy bajos.

Aceptabilidad

política.

Efectos nulos

con

diferenciación

insuficiente

Consiguen su

objetivo, pero

sólo si la

diferenciación es

suficiente, lo que

no siempre

sucede

Mercados de

permisos

negociables

Muy flexibles.

Efecto

incentivador

dinámico.

Ahorran costes

a las empresas.

Minimizan el

coste social.

Problemas en la

asignación

inicial de los

permisos

Complejidad

administrativa

Costes de

transacción

elevados si el

mercado no

funciona bien

Pueden centrar

la

contaminación

en áreas

determinadas

Limitada

aceptabilidad

política (temor a

algo novedoso)

Eficacia disparar;

en principio

ayudan a reducir

la contaminación

a reducir la

contaminación,

pero a veces las

empresas apenas

negocian títulos

en el mercado

Page 32: Monografía

32

Subvenciones Incentiva la

tecnología

medioambiental

Efecto

contraproducent

e (puede

incrementar la

contaminación

total)

Escasa

aceptabilidad

política

(incumplen el

principio

contaminador-

pagador)

Eficaces para

fomentar la

tecnología

medioambiental,

pero no

deseables (ni

utilizados) para

reducción directa

de la

contaminación.

Sistemas de

depósito y

devolución

Recompensan

los

comportamiento

s adecuados

Incentivan la

reutilización y el

reciclado

Flexibilidad

Aceptabilidad

política

Sólo son

aplicables en

casos muy

específicos

Costes de

recogida,

reciclado,

relleno y

distribución

Eficaces para los

fines que

persiguen, pues

general los

incentivos

deseados

Impuestos

basados en

estándares

Minimizan el

coste social

Los

requerimientos

de información

son reducidos

para su puesta

en marcha

Ya existen

mecanismos

parecidos en la

economía

Carecen de

condiciones de

optimalidad

Arbitrariedad al

fijar el estándar

de calidad

ambiental

Pueden generar

incertidumbres

hasta llegar al

tipo definitivo

Eficaces para

alcanzar el

estándar

propuesto

siempre que se

fijen los tipos

impositivos

adecuados

Page 33: Monografía

33

(ejemplo,

objetivos

intermedios en

política

monetaria)

FUNDAMENTOS DE LAS POLÍTICAS MEDIOAMBIENTALES

1) La Controversia Medioambiental

El enfoque que toman algunas políticas de «protección

ambiental», no es realmente el de la protección de los recursos

naturales de los ataques de la humanidad, como el término parece

sugerir. Ni tampoco la protección medioambiental es un intento de

minimizar los efectos que pueden tener las actividades humanas

sobre los procesos naturales. Mientras el total aislamiento humano

de la naturaleza, en un enclave herméticamente sellado y

autosuficiente puede ser tecnológicamente viable, los

medioambientalistas más radicales prevén un mundo en el que el

hombre continuará ampliando su dominio. Es decir, las políticas

medioambientales dan por sentado la existencia de algo más que un

mínimo impacto en el medio ambiente. A partir de aquí, la política

medioambiental es la manera de determinar el «uso apropiado», que

la humanidad hace de los recursos naturales.

La mayoría de las controversias medioambientales están

relacionas con las interpretaciones posibles de la frase «el uso

apropiado» y los procesos políticos que determinan la interpretación

que finalmente será implementada como política. Por varias razones

las opiniones difieren mucho sobre cuál es el «uso apropiado» de los

recursos naturales. Hay personas que no están de acuerdo con la

función que tiene la naturaleza en lo que podría llamarse «la vida

Page 34: Monografía

34

placentera». Algunas personas aprecian mucho las transformaciones

de los procesos no-humanos. Otros encuentran la naturaleza

desordenada, sucia y peligrosa. Sin duda, el ilimitado y original

«estado natural» es más atractivo para los que creen que el

bienestar material empobrece el alma, que para aquellos que creen

que la penuria física aparta al ser humano de los fines superiores.

También hay desacuerdos sobre la valorización de la

responsabilidad del hombre hacia las otras especies, sobre las

cuestiones científicas como la capacidad de adaptación y estabilidad

de los sistemas meteorológicos y ecológicos, y sobre la

interpretación de la evidencia disponible.

Las diferencias en las circunstancias económicas y la ventaja

comparativa también juegan un papel en la determinación del

espectro de opiniones. Para un constructor, el «uso apropiado» de

un terreno puede ser el construir una casa cómoda para las

personas mediante modificaciones en su localización, más que la

incorporación de recursos naturales y artesanos autóctonos. Un

constructor desea limpiar el solar y construir una casa. Para un

agricultor, el «uso apropiado» implica una transformación menos

radical de la naturaleza, aunque suponga cambiar la vegetación

autóctona por otra (limpiar, arar y plantar maíz). Para un naturalista,

su «uso apropiado» pude significar levantar barreras legales o físicas

alrededor de un espacio con el fin de excluir aquellos que tienen

otras ideas sobre el «uso apropiado».

En términos económicos, las personas no están de acuerdo

sobre la manera en que los distintos procesos de transformación,

humanos y no humanos, incrementan o disminuyen su valor. Estas

diferencias conducen a que las personas adopten en sus propias

vidas niveles diferentes de «protección medioambiental»-empleado

más o menos pesticidas, coches, veredas, o flores importadas- y a

estar en desacuerdo sobre las ventajas relativas de las políticas

públicas aplicadas, las cuales afectan la manera y la extensión en

que los recursos naturales puedan utilizarse. Son estas diferencias

las que provocan enfrentamientos cuando se toman decisiones. Son

Page 35: Monografía

35

precisamente estos desacuerdos los que convierten a la economía

política en protección, en un tema de interés para aquellos que

desean entender los procesos políticos y económicos que

caracterizan la relación legítima del hombre con la naturaleza.

2) Algunos Antecedentes De Gestión Medioambiental

Aunque el volumen de regulación medioambiental ha

aumentado considerablemente en el mundo y principalmente en

Estados Unidos, en los últimos treinta años, las nuevas leyes no son

los primeros intentos de adopción de normas con el propósito de

restringir o redirigir el uso humano del medio ambiente. En 1626, la

«Plymouth Colony» aprobó ordenanzas que regulaban la tala y

posterior venta de madera en tierras coloniales. En 1652, en Boston

se construyó la primera canalización de agua pública. En 1657, los

burgomaestres de Nueva Ámsterdam emitieron una ordenanza

diciendo que las calles debían estar limpias y toda la basura debía

depositarse en sitios designados para ello. En 1681, William Penn en

su ordenanza sobre la transmisión de propiedades requirió que los

nuevos propietarios de la tierra dejaran un acre de bosque en pie,

por cada cinco acres de bosque limpios.

Las reglas para controlar el acceso a los recursos comunales,

para regular la eliminación de las basuras y asegurar el suministro de

agua potable, datan de hace siglos incluso en América. También es

fácil en España identificar las obras públicas de los romanos para la

mejora sanitaria. La apreciación de la función medioambiental en la

salud y belleza coincide con el nacimiento de la historia escrita.

Aristóteles se refiere a las políticas para la calidad del agua y aire en

su caracterización de la comunidad ideal, y cita la influencia del agua

y el aire en el buen estado del cuerpo humano, concluyendo que

para el bienestar de los ciudadanos, el agua para el consumo

humano debe separase del consumo para otros fines.

Page 36: Monografía

36

También lo que sin duda debe interpretarse como una

consecuencia anticipada de regulaciones medioambientales

adoptadas por las civilizaciones antiguas, son los antiguos

vertederos de basuras y cementerios que han facilitado mucho la

tarea de los arqueólogos.

En el Perú

A pesar de que la historia productiva del Perú está marcada

por episodios derivados de la sobre explotación de los recursos

naturales (el caucho, el guano de islas y en años más recientes la

anchoveta), las normas legales y las medidas adoptadas para

prevenir o controlar estas situaciones no han sido muy eficaces.

Un ejemplo son las disposiciones relativas a la Amazonía

Peruana. Desde los primeros años de la República hasta años

recientes se ha dictado una serie de normas legales orientadas a

promover la colonización de esta vasta extensión de nuestro

territorio. El propósito fundamental es el de cultivar la tierra,

obligando en muchos casos a los colonos a talar los bosques para

poder ser beneficiarios de los incentivos previstos.

Un ejemplo de estas disposiciones es la Ley General de

Tierras de Montaña, que señalaba la convivencia de “reformar la

legislación en materia de tierra de montaña, como medio de

promover la colonización y progreso de las zonas orientales y ofrecer

en ellas garantías de estabilidad a las industrias agrícolas y en

especial de la industria gomera.

Las primeras disposiciones vinculadas al tema de la

contaminación ambiental se refieren a la actividad minera, como

consecuencia de protestas de los pobladores afectados. En 1925, el

gobierno presidido por Augusto B. Leguía expidió una Resolución

Suprema obligando a la Cerro de Pasco Corporation a instalar un

sistema de “recuperadores” tipo Cottrell con el fin de despejar de los

humos las partículas en suspensión nocivas.

Page 37: Monografía

37

A fines de la década de los 40 se aprobaron las primeras

disposiciones de carácter general para el control sanitario de las

plantas industriales. A fines de los 5 e inicios de los 60 se

incorporaron disposiciones sobre olores y ruidos molestos y normas

relativas a los desagües industriales. Durante Aquella época las

plantas industriales estuvieron en extremo auge, siendo la principal

fuente económica, hasta entonces sólo se habían preocupado por el

desarrollo económico y el propio crecimiento de este mismo, hasta

que se denotó algunos problemas ambientales, pero no fueron vistos

estrictamente desde el ámbito de la economía, sino tan sólo desde el

punto de vista de contaminación ambiental sin enlazarlo con el punto

básico y profundo del problema, la ciencia económica.

En la década de los 70 se dictaron normas importantes con

disposiciones ambientales como la Ley General de aguas y el

Código Sanitario. Sin embargo, su orientación es de carácter

sectorial sin ningún lineamiento claro de política, y sobre la base de

instrumentos de comando y control. En la misma década se

promulgó la Ley General de Minería y la Ley Foresta y de Fauna

Silvestre. Se creó la Oficina Nacional de Evaluación de Recursos

Naturales (ONERN) y se determinaron los valores límites permisibles

para agentes químicos en el ambiente de trabajo. En 1979 se

introdujeron por primera vez en el Perú consideraciones ambientales

en la Constitución Política, reconociéndose el derecho de habitar en

un ambiente saludable, lo que ha sido ratificado por la Constitución

de 1993.

La década de los 80 se vio marcada por los problemas de la

deuda externa y la crisis económica internacional, situación

agudizada por la presencia de grupos terroristas y el narcotráfico,

este último son una fuerte presencia en la zona de la selva. El cultivo

de la coca y su transformación en pasta básica de cocaína, así como

su erradicación a través de herbicidas como el tebuthuirion-conocido

como spike- generaron graves impactos ambientales que hasta el

día de hoy prevalecen.

Page 38: Monografía

38

Es a partir del Código del Medio Ambiente (CMA) de 1990 que

se tiene una orientación más clara de la importancia del tema

ambiental para las actividades productivas en el país y se empiezan

a dictar normas en forma más integral. A pesar de la fuerte oposición

inicial y las modificaciones sufridas, el CMA introdujo importantes

principios ambientales y herramientas de gestión ambiental, como

por ejemplo el principio de prevención, el principio contaminador-

pagador, los lineamientos de política ambiental y el sistema de

gestión ambiental, entre otros. A partir de la promulgación del código

se inició un proceso acelerado para establecer una política nacional

del ambiente con la legislación adecuada, instituciones con funciones

ambientales claras, recursos financieros para la gestión ambiental y

mecanismos que permitan al ciudadano la participación en la

formulación y ejecución de la política.

Este proceso se ha enfrentado a una serie de obstáculos y

muestra distintos niveles de avance, lo que denota la falta de

definición por parte del gobierno en cuanto al tema ambiental, con

marchas y contramarchas, vacíos y contradicciones en sus

regulaciones y limitaciones sobre todo en cuanto a su aplicación y

cumplimiento.

Las principales normas ambientales dictadas a partir del CMA

están vinculadas a las actividades productivas. Así, existen normas

ambientales para el desarrollo de las actividades mineras, de

hidrocarburos, de electricidad, construcción vial, procesamiento

pesquero y para la industria manufacturera; teniendo desde este

punto el enfoque económico que muy pocas veces es analizado

como lo debería estar de acuerdo al impacto en el medio ambiente,

en una de sus causas esenciales, y al no decir la única y más

importante la que da origen a estos problemas ambientales, que es

la economía.

Las condiciones ambientales para una vida confortable y sana

han sido siempre un tema práctico situado en el núcleo de la

prosperidad económica. En cambio o que se ha modificado a lo largo

Page 39: Monografía

39

del tiempo, ha sido la eficacia del trabajo llevado a cabo para adaptar

la naturaleza hacia formas más útiles y placenteras, así como los

valores estéticos y las posibilidades tecnológicas de los usos

alternativos de los recursos naturales y humanos.

3) Fundamentos Jurídicos Y Tecnológicos De Las Comunidades

Medioambientales

Los aspectos de la gestión de los recursos naturales pueden

ser divididos en dos áreas: aquellos que se consideran la gestión de

los recursos fijos y los que consideran los recursos que circulan

libremente. Estos dos campos han sido desde hace tiempo objeto de

regulación gubernamental y los dos presentan el mismo problema: el

libre acceso a los recursos naturales tienden a que se sobreexploten.

Es lo que Hardín (1968) denominó la tragedia de los comunes. Sin

embargo, el coste, la efectividad y la viabilidad de los sistemas de

gestión alternativos difieren sustancialmente entre ambas áreas. La

regulación del acceso a los recursos fijos es generalmente menos

problemática que la regulación de los recursos que circulan

libremente, ya que en el primer caso los costes de gestión son

menores y la mala administración es más evidente.

Históricamente, para los recursos fijos se han empleado una

gran variedad de métodos de gestión con el fin de limitar su acceso y

de promover su uso productivo y sostenible. Durante siglos para los

recursos fijos se han utilizado una amplia gama de métodos en la

asignación de «derechos de uso», tales como las tierras de pastoreo,

cultivos o residencias. En este caso las autoridades políticas no

regulan directamente el uso de recursos naturales, pero sí que

definen y protegen el derecho de uso de sus propietarios legales.

En los casos en los que los «derechos de uso» son exclusivos

e intercambiables, los mercados de «derechos de uso» otorgan

incentivos a los propietarios para mejorar la productividad presente y

futura de los recursos que controlan. La renta anual y el valor de

Page 40: Monografía

40

venta de una propiedad bien gestionada tienden a ser mayor que el

de una que esté mal gestionada. Los «derechos de uso» exclusivos

y comerciales también generan un sistema de bajo coste mediante el

cual los recursos pueden desplazarse desde un menor a mayor valor

de uso y también desde los peores gestores hacia los mejores. Los

mejores gestores naturalmente dispuestos a pagar un precio más

elevado por el derecho de uso a diferencia de los gestores peores,

ya que aquellos obtienen un mayor producto de los mismos recursos.

La gestión de las transmisiones de derechos de uso está casi

siempre a cargo de los mismos propietarios, lo que permite reducir

los costes de mantener el sistema.

Poca gente argumentaría que la privatización soluciona todos

los problemas de gestión de los recursos fijos, sin embargo, la

eficiencia de la solución mediante los derechos de propiedad se

confirma por el hecho de que los vínculos formales de los títulos de

propiedad inmobiliaria en Europa Occidental y en los estados del

Este de los Estados Unidos son por lo general desde hace varios

siglos anteriores similares a los actuales sistemas de gobierno. La

solución de los derechos de propiedad para la gestión de los

recursos fijos es relativamente permanente y sencilla y requiere poca

atención política en la administración cotidiana. Este argumento no

quiere decir que la privatización siempre haya sido adoptada con el

loable propósito de solucionar los problemas de los comunes. Es

más probable que las regiones del mundo que han adoptado los

derechos de la propiedad hayan evitado de esta manera los

problemas de los comunes, a diferencia de aquellas sociedades que

han empleado métodos más politizados para hacerles frente. A lo

largo del tiempo, cuando las instituciones legales evolucionan, la

mejor asignación de los derechos de propiedad tiende a substituir los

métodos de gestión que son significativamente menos eficientes.

Puede argumentarse que a lo largo de la historia ha habido una

gradual restricción de los derechos de uso privados. A menudo,

estas restricciones no son limitaciones sustanciales sobre los

recursos fijos, sino más bien restricciones al acceso de los recursos

Page 41: Monografía

41

que circulan, por debajo, por encima o a través de los recursos fijos.

Por ejemplo, las reglas modernas para la gestión de los residuos

sólidos intentan asegurar que los «residuos» sean tratados de

manera que no afecten localmente la calidad del agua o del aire.

En cambio la gestión de los recursos que circulan libremente

es más problemática y es en parte por esta razón, por la que la

política le presta actualmente mayor interés. La circulación y difusión

otorga a los sistemas del aire y del agua una capacidad sustancial

para disipar y neutralizar muchos de los productos no deseados en la

agricultura, industrias o transportes. La circulación y difusión también

aplica que el acceso a estos recursos está libre de obstáculos, como

por ejemplo largas distancias, señales de prohibición, o vallas. Por

sus propiedades se han considerado durante mucho tiempo (por lo

menos implícitamente) como inputs de los procesos de producción.

Después de todo permiten la combustión, el crecimiento de las

plantas y, por supuesto, respirar. La ausencia de regulación del libre

acceso a estos sistemas provoca la sobreexplotación de estos

recursos productivos, a diferencia de lo que sucede con los recursos

fijos.

Las mismas propiedades del aire y del agua que hacen que se

consideren como inputs para la producción y como vehículos de la

eliminación de residuos, son las que dificultan su regulación y

privatización. Las comunidades no pueden asignar derechos de uso

a unidades específicas de libre circulación del aire y del agua del

mismo modo que se hace para el suelo y los recursos minerales. El

agua y el aire difieren de los carriles de la autopista y las cañadas

para el ganado, en que el aire o el agua no se pueden identificar o

aislar correctamente como «plazas» concretas y por consiguiente no

se pueden conceder a determinados «propietarios». Ello contrasta,

por ejemplo, con la parcelación homogénea sobre la base de

coordenadas geométricas de una llanura o un desierto sin rasgos

físicos que distingan las parcelas, asignadas al propietario o

usufructuario. Se pueden establecer derechos intercambiables del

aire y del agua, pero hay que tener en cuenta que son derechos de

Page 42: Monografía

42

uso de los recursos de una propiedad comunal y no de una

propiedad privada en el sentido que se entiende normalmente.

Las políticas en áreas de recursos comunales son

prácticamente inevitables. La controversia sobre el acceso adecuado

a los recursos comunales es probable que surja porque la propiedad

común implica que las decisiones de reducir, mantener y/o aumentar

los «derechos de uso», afecten directamente los intereses de todos

los usufructuarios de los recursos de la propiedad común. Las

propiedades físicas de los recursos naturales de libre circulación

implican que un, relativamente, gran número de grupo es afectados

no estén de acuerdo sobre la importancia de controlar puntos

concretos que son fuente de emisiones contaminantes, ya que el

impacto de estas emisiones generalmente disminuye en la medida

que alejan del punto de origen. En consecuencia, incluso si no

hubiese otros motivos de desacuerdo sobre las tasas aceptables de

emisión, la sola difusión de la contaminación proporciona una base

física para la controversia política.

4) Los Bienes Públicos Y Externalidades Como Base Para La Política

Medioambiental

La teoría de los bienes públicos puede apli8carse a muchos de

los problemas que se plantean en la gestión de los recursos para lo

que no existe un mercado. La gestión del medio ambiente es uno de

ellos. Sin embargo, en el concepto de bien público, en términos de

Samuelson (1954), la restricción de consumo colectivo o conjunto

esta presumiblemente determinado por las características

tecnológicas de los bienes, en particular de las de rivalidad e

inexcluibilidad. Una manera de definir un bien público es que no

tenga un componente de distribución en su tratamiento. La misma

tecnología asegura que no surja el problema de división o

repartición. Por ejemplo, la tecnología en televisión permite

discriminar mediante codificadores a los consumidores del servicio.

La emisión que antes era un bien público puro (o local puro) deja de

Page 43: Monografía

43

serlo. El modelo formal de Samuelson tiende a esconder el

componente de distribución en el lado de la asignación ya que en

realidad un bien o servicio que cumpla con el requisito de bien

público no surge espontáneamente de la naturaleza. Cualquier bien

puede ser suministrado a partir de la producción es repartible entre

los miembros de la comunidad y entonces el único problema es

distributivo. Por esta razón, en política medioambiental también hay

que considerar la posibilidad de que exista una solución distributiva

en el reparto del coste de producción de un supuesto bien público

puro.

Las externalidades son la segunda categoría después de los

bienes públicos que sirven de justificación para la intervención del

gobierno. Una externalidad se genera cuando el consumo o

producción de un individuo o empresa tiene un impacto accidental en

la función de utilidad o de producción de otro individuo o empresa.

Estos efectos (la contaminación, las molestias, o, si es positiva, el

placer) pueden contrastarse con las transacciones normales del

mercado cuando los impactos están totalmente contabilizados por el

sistema de precios. Como no hay mercado para la contemplación del

paisaje o la conservación de la calidad del agua del rio no hay

mecanismos de precios para la coordinación de las acciones

individuales. Dada la existencia de externalidades se produce una

asignación Pareto no-óptima de los recursos.

La diferencia entre un bien público puro y la externalidad es

que en el caso de un bien público todos los miembros de la

comunidad consumen el mismo bien, mientras que, para una

externalidad, el bien (o mal) consumido por el segundo agente puede

diferir del consumido por el primer agente que lo adquiere

directamente. Lo que es crucial en el optimo de Pareto no es que dos

individuos consuman el mismo bien, sino que el consumo de uno

altera la utilidad del otro, de manera tal, que no se internaliza a

través del sistema de precios. El que soporta la externalidad no es

excluido de los efectos laterales del consumo del primero y es esta

Page 44: Monografía

44

condición de no exclusión que une bienes públicos y externalidades

por la misma condición de optimalidad paretiana.

En el tratamiento ambiental, si los residuos se consideran un

bien privado (mal privado), la emisión de estos bienes privados en un

espacio público, se convierten en una «publificación» del mal

privado. La simple prohibición de publificar reduce las externalidades

pero no reduce necesariamente la contaminación que cambiará de

sitio. Sin embargo la correcta «asignación de derechos de propiedad

del residuo» y la obligación de un «intercambio» privado de estos

«males» (venta con precio positivo o negativo), puede reducir las

externalidades y crea incentivos para la reducción de la

contaminación, si el precio del mercado pagado es función del grado

de contaminación, es decir, del coste de producción del reciclaje.

Cabe esperar que teniendo la publificación un coste nulo para el

emisor, y la privatización (la venta) un precio negativo (o coste

positivo), los incentivos sean a publificar incluso con una correcta

asignación de los «derechos de propiedad del residuo». Esto

sucederá siempre que los costes públicos de control sean superiores

a los beneficios de evitar la publicación.

Una manera de reducir los costes de control es mediante la

introducción de normas éticas (rechazo social hacia el contaminador)

y también mediante la introducción de tecnología (sensores) que

permitan una evaluación más precisa del tipo de residuo que permite

discriminar el precio en función del costo real del reciclaje. En

realidad, cuando el coste del trabajo es bajo, el coste del reciclaje

manual disminuye (permite una selección del residuo) y éste llega a

tener un precio positivo (la actividad de los antiguos traperos). Si los

salarios son altos, el proceso de selección se puede trasladar hacia

las personas cuando su tiempo tiene un coste de oportunidad bajo

(por ejemplo, tiempo de ocio en el hogar) en este caso se pueden

introducir políticas de selección de residuos con el fin de facilitar la

recogida `por el servicio público, aunque son necesarias campañas

de concienciación éticas dirigidas a los ciudadanos para que utilicen

su tiempo de ocio (cuyo coste oportunidad siempre es positivo)para

Page 45: Monografía

45

actividades de selección. Además, igual como sucede en la

exclusión en los bienes públicos, la selección del residuo, es más

fácil cuando existe una tecnología que permita seleccionar a bajo

coste.

Sin embargo, en la selección personal de residuos, ni la

tecnología y el tiempo no tienen un coste de oportunidad bajo, ni las

campañas de concienciación ética siempre son eficientes. Hay que

destacar que en la tecnología se deben incluir la organización de

sistemas y rutinas a bajo coste, que pueden permitir la reducción del

tiempo empleado en la selección incluso cuando el coste de

oportunidad es bajo. Sin embargo, muchas veces la tecnología y la

organización es costosa y los sistemas de cobro para repartir el

coste del servicio puedan exceder el del servicio. Este es el caso de

la recogida selectiva de basuras, en que el coste puede ser elevado.

Experiencias en que se ha tratado de financiar el coste con tasas

individualizadas para incentivar la disminución de la producción de

residuos han dado resultados negativos. Por ejemplo, en una ciudad

“x”, se cobra la etiqueta por bolsa de basura a 80 centavos de dólar

(hay que pegar la etiqueta en la bolsa para que sea recogida). Este

precio no cubre el coste de impresión de la etiqueta, más los de la

comisión de su venta y el coste de los empleados que gestionan el

sistema. Por otra parte, la conducta del productor ha sido la de

incrementar aproximadamente en un 40 por 100 el volumen de

basura por bolsa.

Por otra parte, si el tiempo no tiene un coste de oportunidad

bajo, entonces disminuye la eficiencia de las campañas de ética

ciudadana. En el caso de recogida selectiva de basuras, si el coste

de oportunidad del tiempo de ocio es alto, la selección de basura

tiene un coste personal elevado y la eficiencia de la campaña ética

se reduce, a no ser que se compensen con beneficios tangibles y

repartibles. Por otro lado, la concienciación ética no siempre produce

resultados eficientes, en especial si esta se dirige al personal de la

administración pública con salarios relativamente altos, ya que

dedicará parte de su tiempo de trabajo a la «ética» tarea de

Page 46: Monografía

46

seleccionar los residuos, tarea que puede ser realizada de manera

eficiente por personal con costes horarios inferiores. Esta ineficiencia

también se traduce en una disminución del empleo, ya que esta

actividad (de baja productividad) realizada por funcionarios con

salarios relativamente elevados (supuestamente con productividad

marginal del trabajo alta) reduce las oportunidades de empleo de

personas con productividad marginal del trabajo menor.

FORMACIÓN DE LA POLÍTICA DE LA PROTECCIÓN MEDIOAMBIENTAL

Las políticas medioambientales reflejan los intereses de aquellos que

tienen el poder para tomar decisiones políticas dadas las restricciones

personales, económicas y políticas. Las disposiciones constitucionales y

legales determinan quién tiene el poder para tomar las decisiones de

política medioambiental y ante quiénes estos decisores son responsables.

Las consideraciones económicas determinan el coste real y la viabilidad de

políticas alternativas. Estas restricciones políticas y económicas pueden ser

tan vinculantes que “los decisores políticos” pueden tener poco margen de

acción. Sin embargo, los representantes elegidos y la burocracia pueden

indefectiblemente anticipar los intereses políticos que perciben del

electorado. Por lo tanto, las restricciones políticas y económicas pueden

permitir una discreción significativa que implica que los decisores tengan un

amplio margen de maniobra gestión medioambiental

Mientras que las políticas medioambientales de interés están

generalmente generadas por acciones humanas, todas las demandas

políticamente relevantes para la calidad medioambiental son demandas

personales. En consecuencia, para analizar los determinantes de la política

medioambiental se pueden utilizar los modelos de elección individual en

distintos ámbitos, políticos y no políticos.

Instituciones Públicas, Discrecionalidad y política medioambiental

En los votos de modelos determinísticos, el impuesto

medioambiental preferido por el votante mediano es la política

Page 47: Monografía

47

adoptada. El teorema de votante mediante dice que, si las

alternativas pueden ordenarse en el eje horizontal, de manera que

las preferencias de los votantes son de un solo toque, entonces para

un número impar de votantes el equilibrio es el punto ideal del

votante mediano.

Los modelos más aceptados de equilibrio electoral sugieren

que los votantes en el punto medio de la distribución de la

preferencia del voto (el votante medio y mediano) tienden a obtener

sus anticipadas preferencias políticas. Esto es así, porque con el fin

de ganar las elecciones, los candidatos, por lo general, se desplazan

hacia posiciones más moderadas en todos los temas incluyendo las

políticas medioambientales.

Si el votante mediano soporta cerca de la carga fiscal media,

el programa generará el nivel de calidad medioambiental preferida

por el votante mediano. Si soporta menos que la carga fiscal media,

preferirá un nivel de impuesto mayor que el óptimo y niveles de

calidad ambiental más elevados que los niveles óptimos de calidad

medioambiental.

Los modelos más elaborados de los procesos políticos tienen

en cuenta otros rasgos institucionales de las democracias modernas,

que permiten influir en los resultados políticos mediante grupos de

presión o contribuciones a las campañas electorales. Los detalles

institucionales y la tecnología de la persuasión determinan la

importancia relativa de los votos emitidos y del dinero gastado. Si los

votantes están bien informados y están influenciados por los

esfuerzos organizados de la persuasión, entonces las preferencias

de los votantes son decisivas en la medida que los representantes

están interesado en ser reelegidos. En este caso y en el caso en que

el interés de un grupo de presión es simétrico con el del votante

mediano, las preferencias del votante mediano, determinarán la

política. Si la opinión del votante es perfectamente maleable,

entonces el dinero gastado durante y después de la campaña, es

decisivo.

Page 48: Monografía

48

Las instituciones políticas y legales afectan los métodos

elegidos por los individuos, que intentan por todos los medios

influenciar las políticas medioambientales alterando el coste-

efectividad marginal de los métodos de influencia alternativos. En

democracia, el ir a votar tiene un coste generalmente menor que

declarar ante un comité legislativo o una comisión reguladora. En

consecuencia, hay más personas que van a votar que las que

testifican ante una comisión reguladora. Una razón para votar puede

ser el escaso interés en cambiar o mantener las políticas

medioambientales vigentes, pero no es lo mismo al hacer lobby en el

congreso o contribuir económicamente en un grupo de presión. Las

personas, que tienen un interés importante para cambiar la política

medioambiental, tienen a su disposición muchas más vías de

influencia.

Los medios para influir que no son el mecanismo de las urnas

existen en todas las democracias, ya que el vínculo entre los

ciudadanos corrientes y la crítica medioambiental es indirecto.

Después de las elecciones, los representantes pueden, en principio,

buscará una legislación del modo que deseen. La legislación

después será implementada por la burocracia. Además, un

representante electo es uno de los muchos que se encargan de

legislar sobre política medioambiental, por lo tanto no puede ser el

único responsable del resultado final de la política medioambiental.

Es poco probable que unos cuantos votos no anticipados sobre la

política medioambiental cambie sustancialmente las previsiones

electorales del representante. El voto que los electores dan a sus

representantes se basa en su comportamiento anticipado sobre un

número amplio y asuntos. Incluso en las áreas donde las posiciones

políticas se conocen bien, la mayoría de votantes pueden hacer poco

más que elegir al candidato menos inaceptable entre los que tienen

la posibilidad de ganar las elecciones.

Dado el potencial de discreción de calidad, es sorprendente

comprobar que el modelo del votante mediano predice bastante bien

muchos de los parámetros de la política gubernamental. La evidencia

Page 49: Monografía

49

nos sugiere que las políticas adoptadas por los gobiernos

democráticos son consistentes cuando se trata de maximizar el

bienestar del votante mediano o medio. Por otra parte; la evidencia

no es tan grande como para descartar por lo menos un simple

ejercicio de discreción representativa.

Una vez la legislación medioambiental ha sido aprobada, su

ejecución queda en manos de una larga e invisible cabina de

mandos, con departamentos y agencias que tienen autoridad en los

asuntos de interés. Otra vez, por lo menos superficialmente, está al

alcance de una considerable discrecionalidad burocrática y de las

efectivas actividades de los grupos de interés. Hay varias razones

que explican el porqué el legislativo concede una cierta

discrecionalidad a la burocracia, tales como las ventajas de la

especialización, la conveniencia de utilizar el conocimiento específico

del caso, o los deseos del congreso en trasladar las decisiones

controvertidas hacia otro sector del gobierno. Tanto las autoridades

específicas como las ocasionales tienen influencia de legislación

medioambiental y son a menudo las agencias reguladoras en el lugar

del legislativo las que he aquí para los reglamentos finales y las

directivas. Como los que toman las decisiones en las agencias

burocráticas, tienen preferencias políticas personales e

institucionales, las políticas medioambientales tenderán a reflejar los

intereses económicos, estéticos e ideológicos de los burócratas.

Por otra parte, hay un cuerpo de trabajo teórico y científico que

sugiere que las burocracias son responsables de los deseos de los

congresistas y de los comités de su previsión del congreso, y por lo

tanto, de los intereses del votante y mediano, y dijo. Las políticas

medioambientales adoptadas por la burocracia también pueden

reflejar indirectamente consideraciones electorales. Sin embargo, la

evidencia no es tan convincente como para descartar todas las

posibilidades del comportamiento discrecional de los burócratas.

Grupos de presión, persuasión y política medioambiental

Page 50: Monografía

50

Un método muy usado por los grupos de presión, que intentan

influir la política medioambiental, es la divulgación estratégica de la

información política relevante. Los grupos de presión subvencionan

la divulgación de la información para los votantes, el Congreso, y la

burocracia. Esta información destaca las ventajas relativas de sus

políticas referidas. Tal información puede aumentar o disminuir la

demanda individual de calidad medioambiental ya que no existe

información concluyente de las ventajas de las políticas

medioambientales alternativas. Si la información proporcionada es

imparcial y objetiva, o perfectamente filtrada por los receptores,

debería tender a mejorar el proceso legislativo mediante una

reducción de votos y de errores de la regulación. Por otra parte,

como los grupos de presión pueden manipular a los votantes y a sus

representantes mediante la provisión de información estratégica

parcial o incompleta, los grupos de presión pueden dirigir las

políticas medioambientales hacia sus propios objetivos, distantes de

los del votante mediano o medio.

La evidencia de la capacidad de persuasión de las actividades

realizadas por los grupos de presión son muchas, pero hay

relativamente poca evidencia empírica de la efectividad en las

campañas de información de los grupos de presión.

Por supuesto, no toda la información medioambiental

relevante la generan los intereses de los grupos de presión. Los

avances científicos, estéticos y tecnológicos tienden también a

afectar de diversa manera la demanda pública y privada de calidad

medioambiental. Los avances tecnológicos tienden a reducir el

precio de los bienes manufacturados en relación con la calidad

medioambiental y conducen a un aumento en los productos

manufacturados. Un aumento de la productividad implica que

aumenta la renta personal que tiende a aumentar la demanda de

todos los bienes normales, incluida la calidad medioambiental.

Cuando el conocimiento y la apreciación de los fenómenos naturales

aumentan, también se conocen y demandan tipos más sutiles de

calidad ambiental

Page 51: Monografía

51

Además, los avances tecnológicos pueden afectar directa o

indirectamente al equilibrio del poder político con la política. Por

ejemplo, algunas nuevas tecnologías tienden a reducir el coste

marginal de organizar y sostener actividades de un grupo de

presión. Un aumento de la renta personal junto con costes reducidos

tienden a aumentar el número de suscriptores potenciales de

servicios de apoyo político. Si las contribuciones a los grupos de

presión que apoyan reglas más restrictivas para el medio ambiente,

aumentan más deprisa que los grupos que se oponen a ser tan

estrictos, entonces los grupos de presión tendrán a reforzar el

incremento de la demanda popular de más calidad medioambiental.

En caso contrario, los grupos de presión pueden reducir el esfuerzo

para obtener regulaciones medioambientales más estrictas. En

cualquier caso, cuando la tecnología mejora con el tiempo el

aumento de la efectividad de los recursos invertidos en actividades

políticas, tiende a causar un conflicto político más visible e intenso

en las políticas medioambientales.

Un ejemplo de los métodos de persuasión para influir la

demanda de políticas que ha sido analizado por la literatura de la

elección pública es el aprovechamiento de la conducta conocida en

psicología como la discordia en la conciencia. La teoría de la

discordia en la consciencia, puede considerarse como el malestar

psicológico que puede existir cuando la elección de una persona no

es consistente con sus valores y creencias. La desarmonía puede

dar lugar a que un individuo reconsidere valores y creencias,

incorpore nuevas lecciones con distintos parámetros, reaccione

frente a las restricciones o cambie su función de preferencias. En

este sentido, Akerlof y Dickens reconocen en la teoría de la

discordia en la consciencia una fuente de fracaso del mercado y por

lo tanto una justificación para la intervención pública.

Bardy, Clark y Davis explican que los costes psicológicos de la

desarmonía pueden estar muy influidos por la exposición a la

información, la presión de los demás y el apoyo social. Entonces la

desarmonía se convierte en un instrumento de «rent-seeking», en el

Page 52: Monografía

52

llamado «triángulo de hiero», de los legisladores, los burócratas y

los grupos de presión.

Los parlamentarios, los burócratas y los grupos de presión

pueden influir el voto mediante la dirección de la desarmonía y la

orquestación de información que apoye sus fines y programas. Así

pues, las políticas ambientales son una oportunidad para la

administración de la desarmonía por parte del sector público porque

lleva implícita elementos de elección individual, incertidumbres, y

exposición involuntaria a la información.

Tales actividades comercian con el miedo a lo desconocido

aumentando desarmonía del votante o la ansiedad por elecciones

ambientales prioritarias.

Los grupos de interés pueden intentar «crear pánico»

popularizando palabras como el «calentamiento global» o el

«invierno nuclear». Al mismo tiempo ofrecen la gestión pública.

Un grupo especial de presión esta compuesto por individuos

que tienen posiciones similares en un tema dado. El grupo puede

aparecer como una asociación comercial, cartel o los llamados

grupos de interés público medioambiental, como el Natural

Resources Defense Council, o el Sierra Club. El grupo puede

identificar un tema, y utilizando los medios de comunicación y los

recursos políticos, fomentar la desarmonía para hacer un tema más

público. En el proceso justifica su existencia y al mismo tiempo

obtiene rentas. Los grupos de presión, desde un punto de vista,

intentan conciliar la desarmonía individual mediante la contribución a

los intereses especiales. Por ejemplo, muchos de los que

contribuyen a la American Lung Association son fumadores. Su

desarmonía sobre la decisión de fumar es, es parte, conciliada por

su contribución. Una parte pequeña del presupuesto de la

asociación se dedica a la investigación, la mayoría del presupuesto

va a las campañas y al lobby político. Similares circunstancias son

las de la American Heart Association y el American Cancer Society.

Page 53: Monografía

53

Desde Punto De Vista Normativo

La economía política ambiental se relaciona con la creación y la

atribución del valor. La economía política ambiental trata de internalizar las

externalidades en los análisis de políticas públicas, lo cual permite enfocar

los costos ambientales y sociales actuales de una política económica

expansiva. En la economía política ambiental, los levantamientos sociales

son consecuencia de que los problemas ambientales sociales son

razonablemente tratados (Hawken, Amory and L.Hunter)

Estas, definen las relaciones entre el hombre con el medio ambiente, e

incluyen las reglas que afectan el uso de los recursos naturales.

IV. FACTORES ECONÓMICOS

Los factores más determinantes dentro de la economía son: el crecimiento

económico y el desarrollo económico, los cuales si se desarrollan a

cabalidad se verán los efectos en el medio ambiente.

Primeramente, el

crecimiento

económico, es un

proceso reversible. Es

decir, al crecientito

puede seguir la

decadencia.

Lógicamente, el

desarrollo económico

es igualmente

reversible, aunque de

hecho es raro que se produzca una regresión a estructuras o formas de

organización exactamente iguales.

Page 54: Monografía

Servicios

Recursos naturales

54

En el sentido con el medio ambiente, se identifica que el crecimiento

económico está dado en términos cuantitativos y el desarrollo en términos

cualitativos, en este aspecto los impactos en el medio ambiente son más

evidentes con este último, Al haber un desarrollo se pone en manifiesto que

ha habido mayormente más ingresos, por lo tanto mayor producción y por

ende mas efectos contaminantes y residuos que proceden de ella.

Relaciones entre Medio Ambiente, Sistema Productivo y Familias

Las flechas señalan las relaciones habituales entre las familias y las

empresas, tratándose de la relación habitual en el comportamiento de los

agentes económicos. La parte inferior de la figura, muestra cómo la

consideración de la cuestión ambiental produce otra serie de efectos que

MEDIO AMBIENTE

ProducciónConsumo

Bienes y servicios

Trabajo y capital

ResiduosContaminantes

ResiduosContaminante

Page 55: Monografía

55

son necesarios considerar. Desde el punto de vista positivo, comprobamos

que las familias obtienen servicios de ocio, y las empresas los recursos

naturales que les son imprescindibles para desarrollar su tarea productiva.

Como externalidad negativa habría que señalar que ambos agentes

sociales generan residuos y contaminación que influyen sobre el medio

ambiente y que lo pueden afectar nocivamente, por lo que las

externalidades positivas indicadas pueden verse afectadas. Estos efectos

sobre el medio ambiente son a los menos se les brinda atención en el

análisis tradicional.

LA ECONOMIA EN EL MEDIO AMBIENTE

Causas

económicas

Efectos globales Efectos

económicos

Efecto

invernadero

Emisiones de CO2

y metano por:

Incendios

forestales

Transporte

Industrias que

usan

combustibles

fósiles

Ganadería

intensiva

Cambio climático:

Inundación de

zonas costeras

Elevación de

temperaturas

media

Lluvias

estacionales y

torrenciales

Reducción de

la producción

agrícola

mundial

Caída de

actividad

económica en

zonas costeras

Lluvia ácida Emisión de

compuestos de

nitrógeno y azufre

a la atmósfera:

Centrales

terminas

Transporte

Industria química

Muerte

biológica de

masas de agua

cerrada

Destrucción de

masas

forestales

Pérdida de

valor

recreativo

Caída del

rendimiento

pesquero y

forestal

Destrucción Uso de CFCs Efectos Costes

Page 56: Monografía

56

de la capa de

ozono

como:

Propelentes

Refrigerantes

Base para

elaborar algunos

plásticos

perjudiciales

para la vida

Enfermedades

de la piel y de

la vista

médicos de

esas

enfermedades

Reducción del

rendimiento

agrícola y

ganadero a

largo plazo

Despilfarro de

recursos

No existencia de

valor de cambio

para algunos

recursos

naturales y

medioambientale

s

Falta de

concienciación

individual

Agotamiento de

recursos

Destrucción del

entorno natural

Costes de la

acumulación y

tratamiento de

basuras y

desechos

Agotamiento

de recursos

sin sustitución

tecnológica

Aumento de la

población

mundial

Provocada por la falta de planificación, presiona sobre

los recursos y genera problemas especiales en el

Tercer Mundo

Contaminació

n atmosférica

Emisión de gases

contaminantes a

la atmosfera de:

Fuentes móviles

Fuentes fijas

Reducción de

la calidad del

aire

Problemas de

salud

Pérdida de

valores

paisajísticos

Aceleración de

procesos de

corrosión

Problemas de

trafico

Contaminació

n acuática

Vertido de

contaminantes

en:

Empeoramiento

de la calidad

del agua

Menor cantidad

del agua

potable

Page 57: Monografía

57

Mares y

océanos

Cauces de agua

dulce

Indirectamente

en aguas

subterráneas

Causas:

Actividad

consuntiva

Agricultura y

ganadería

Minería e

industria

(especialmente

grave donde

sea un bien

escaso)

Riesgos de

salud

Riegos para la

biodiversidad

Contaminació

n terrestre

Vertido en el

suelo de:

Basuras

Metales

pesados

Compuestos

químicos

Menor calidad

de la tierra

Potencial

incidencia en

aguas

subterráneas

Pérdida de

calor del suelo

Caída de

rendimientos

agrícolas

Riesgos de

salud

Efectos

paisajísticos

Acumulación y

tratamiento de

residuos

Residuos

peligrosos

Nucleares

Químicos

sanitarios

Efecto

contaminador

muy potente y

duradero

efectos nocivos

para la salud

peligroso para

la vida, así

como para la

agricultura

Page 58: Monografía

58

CRECIMIENTO ECONÓMICO Y MEDIO AMBIENTE

Al ser el PBI el principal indicador del crecimiento económico, es

necesario su análisis para la interpretación de la relación existente con el

medio ambiente, como pueden ser las implicaciones sectoriales, los efectos

de la política medioambiental sobre la demanda interna o sus efectos sobre

la productividad (que guarda una relación directa como la competitividad de

una economía).

En principio, como ha hecho Daly, la macroeconomía, como base

teórica de la política económica del medio medioambiente es esencialmente

microeconómica, olvidando que la actividad económica del ser humano en

el ámbito agregado no es sino parte de un sistema mayor, la naturaleza, en

el que se desarrolla toda actividad económica. Básicamente las decisiones

de la política económica y, mas concretamente, de la política

medioambiental empieza por delimitar a qué escala deseamos crecer sin

reducir las posibilidades que la naturaleza nos brinda de seguir creciendo

en el futuro.

Otros autores como Huppes, establecen todo un aparato teórico en la

definición e implementación de la política medioambiental de carácter

macroeconómico. Este autor parte de definir la calidad medioambiental

como objetivo de las medidas que se van a aplicar, a través de cifras que la

relacionan con algunos problemas del entorno natural muy concretos, como

el deterioro de la capa de ozono o el agotamiento de os recursos naturales.

Posteriormente establece una tipología de los instrumentos de la política

medioambiental que deben cumplir en todo caso con tres principios

fundamentales: eficiencia, equidad y naturalidad (en el sentido de que la

libertad de elección de los agentes económicos no se vea afectada).

Efectos de la política medioambiental sobre el PBI

1. Efectos negativos sobre el PBI de una mala situación

medioambiental

La mayor parte de los análisis que se han realizado para medir

el impacto de las políticas de protección del medio ambiente sobre el

Page 59: Monografía

59

crecimiento económico a través del PBI, pasan por alto el hecho de

que algunos problemas medioambientales significativos en el ámbito

internacional (efecto invernadero o destrucción de la capa de ozono)

puede provocar una reducción a largo plazo del PIB, con lo que la

realización de políticas medioambientales evitaría esos costes en

términos de crecimiento económico.

Así, el efecto invernadero podría afectar gravemente a la

agricultura mundial, porque conduciría, según los análisis científicos

realizados hasta la fecha, a una alteración de la climatología en el

ámbito planetario, que favorecería el surgimiento de condiciones

extremas (menos lluvias y más concentradas, extensión de zonas

desérticas, etc). Por otra parte, probablemente produciría un

aumento en el nivel de los mares, al derretir las enormes masas de

agua que están contenidas en los polos, lo que acarrearía gastos

defensivos para proteger zonas y ciudades costeras e importantes

desplazamientos de la población. Estos son sólo dos ejemplos de

consecuencias del efecto invernadero que reducirían el crecimiento

económico y producirían una reasignación de gastos con la finalidad

de protegerse de los efectos perversos de esta situación.

Otro ejemplo sería el de la destrucción de la capa de ozono.

Este problema conllevaría importantes consecuencias negativas. Dos

de ellas son: por un lado estaría la pérdida de biodiversidad que

provocaría, que implicaría importantes costes de oportunidad en

términos de pérdida de sustancias beneficiosas para el ser humano

que todavía están por descubrir (algo que también sucedería en el

caso de la destrucción de los grandes bosques tropicales), además

de la pérdida irreversible de un importante valor de existencia; por

otro, los importantes costes sanitarios que generaría, especialmente

por el aumento en la incidencia de los cánceres de piel que se prevé,

así como la pérdida de jornadas de trabajo que esto implicaría.

Como se ve, existen muchas situaciones en las que la

existencia de problemas medioambientales conduciría

Page 60: Monografía

60

(especialmente en el largo plazo) a una reducción de las

posibilidades de desarrollo económico. Este hecho, de por sí,

debería incentivar la adopción de medidas de política

medioambiental (siguiendo el conocido principio de «es mejor

prevenir que curar», inmediatamente aplicables a este caso, máxime

cuando la existencia de irreversibilidades está presente) que

ayudasen a paliar estos problemas, con la intención de reconducirlos

a unos términos que fuesen compatibles con el logro de un desarrollo

sostenible.

Otra forma, para conocer las implicaciones de la política

medioambiental en la actividad económica en general es la diferencia

entre el corto y el largo plazo.

Según Weyant, estudia las conclusiones y las diferencias entre

realizar modelos a largo plazo y a corto plazo. En cuanto a los

resultados a largo plazo que obtiene este autor, cabe señalar tres

fundamentales: para controlar o reducir emisiones contaminantes de

CO2 hasta el año 2100 es fundamental un alto grado de coordinación

y cooperación internacional; de otro modo, los efectos negativos

sobre el PBI se verían acentuados. Asimismo, parece de interés que

la introducción de las medidas medioambientales, ya se trate de

impuestos, mercados de permisos, subvenciones u otros

instrumentos, se realice de forma gradual, para permitir a los agentes

económicos una acomodación progresiva a estas medidas que

permita que sus costes a largo plazo no sean apreciables. Para

terminar, propone la implantación de un sistema internacional de

permisos negociables, del tipo del que se ha venido hablando en las

Cumbres de Kioto y en las restantes cumbres sobre el cambio

climático, en el cual se repartirían una serie de permisos entre los

distintos países, que luego podrían comerciar con ellos, lo que

permitiría a los países que más emiten seguir haciéndolo hasta el

punto en el que les resultara rentables la compra de permisos (si les

es más rentables reducir las emisiones el propio mercado les llevará

a ello), mientras que los países más pobres recibirían un flujo de

dinero que les ayudaría, en teoría, a salir del subdesarrollo.

Page 61: Monografía

61

Si nos encontramos en el corto plazo, Weyant señala una

serie de aspectos que deben tenerse en consideración. Para

empezar, indica que si la introducción de las medidas

medioambientales es más rápida que la adopción de nuevas mejoras

tecnológicas o que la tasa de depreciación del capital, los costes de

ajuste a corto plazo serán mayores; esto, a su vez, guarda relación

con la observación de que, una vez fijado el objetivo a alcanzar,

cuanto antes se pretenda su logro, mayores serán los costes de

transición que impondrá. La reutilización de los ingresos de este tipo

de medidas (sobre todo si se trata de impuestos ecológicos) tienden

a reducir la carga impositiva de algunos impuestos que distorsionan

la asignación de recursos (impuestos sobre la renta personal o

empresarial, IVA i impuestos sobre las nóminas) permite contener los

costes de ajuste de la mayor parte de los instrumentos de la política

medioambiental. Por último, señala que, aparte de los problemas de

competitividad (para los países o grupos de países que actúen en

solitario) que conlleva que algunos de los principales países

emisores no adopten este tipo de medidas, esta esta el hecho de que

esta falta de coordinación llevaría a la reducción de emisores en el

ámbito mundial fuese significante o, incluso, que creciera en lugar de

disminuir, debido a que la caída en la demanda de petróleo y otras

materias primas energéticas que generaría cualquier medida para

reducir las emisiones de CO2, conduciría a una mayor utilización de

estas materias primas por parte de los países que no introduzcan

estas medidas, con su consiguiente incremento en las emisiones.

Por último, en cuanto a la relación entre costes a corto y largo

plazo, destacar la recomendación de Grubb en el sentido de afirmar

que, pese a que los costes a corto plazo de introducir un apolítica

medioambiental para reducir las emisiones de contaminantes de

cualquier tipo puedan parecer inasumibles para una economía

abierta en un mundo tan relacionado con el nuestro, a largo plazo os

costes son menores, una vez que la economía se ha ajustado a la

nueva situación. Además, como hemos visto, existen múltiples

mecanismos mediante los cuales podemos amortiguar estos costes a

Page 62: Monografía

62

corto plazo (instrucción neutral desde una perspectiva fiscal de estas

medidas, introducción gradual de las mismas, medidas de ahorro

energético, etc.)

Otro punto a destacar es la importancia de la elasticidad de

sustitución entre factores en el resultado que obtengan los estudios

realizados hasta la fecha. Como bien señala Winters, si en el estudio

se supones una elevada sustituibilidad entre materias primas

energéticas (especialmente petróleo) y otros factores, las medidas

que pretendan reducir las emisiones de graves contaminantes

tendrán escasos efectos negativos sobre la actividad económica,

puesto que esta elevada elasticidad de sustitución facilitará el ajuste.

Sin embargo, cuando la sustituibilidad sea reducida, los costes del

ajuste, tanto a largo plazo como a corto plazo, serán mayores. La

mayor parte de los estudios realizados hasta la fecha parecen

suponer una sustituibilidad alta entre los factores de producción,

especialmente a largo plazo.

Las posibilidades de sustitución de la energía por otros

factores cobran un mayor interés se considera más probable para los

años venideros, a saber, un incremento en el coste de las energías

más utilizadas hoy en día (los procedentes de fuentes fósiles) debido

a la cada vez mayor escasez de estas materias conforme se vayan

agotando sus reservas, dado que no es muy probable (al menos eso

parece en nuestros días) que se invente petróleo, carbón o gas

artificial que, contando con un precio asequible, puedan sustituir a los

naturales.

En relación con esto, otro aspecto a destacar es la capacidad

de las economías de por medio del progreso técnico, ser capaces de

desarrollar tecnologías ahorradoras de energía que posibiliten una

mayor capacidad de intercambio entre petróleo y capital. De nuevo

los supuestos que se establezcan a este respecto tienen una

importancia decisiva de cara a los resultados que se obtengan. En

todo caso, no debe pasarse por alto la capacidad actual de ahorro de

energía sin recurrir a tecnologías muy caras o que se espera

Page 63: Monografía

63

desarrollar en el futuro; tampoco debe subestimarse en este sentido

la capacidad que determinadas regulaciones medioambientales

tienen para incentivar el desarrollo de tecnologías limpias.

Finalmente, aún cuando la variación en términos PBI sea

negativa, lo es en escasa medida, lo que induce a afirmar que la

introducción de políticas medioambientales es conveniente desde el

punto de vista de su eficacia en la protección del entorno y

aconsejable desde el punto de vista de la actividad económica,

siempre que se realice de forma adecuada (introducción neutral,

gradual, coordinada)

2. Efectos sectoriales

Por lo que se refiere a la desagregación de la oferta en sus

diferentes ramas de actividad, el interés del estudio de los efectos de

la política medioambiental bajo esta perspectiva estriba en las

notables diferencias sectoriales que se presentan ante la aplicación

de políticas ambientales. En principio, una vez que se ha introducido

el impuesto, se observa una redistribución favorable a los sectores (y

dentro de cada sector a favor de las empresas (menos intensivos en

el uso de energía o de combustibles fósiles.

Son importantes los efectos de las subvenciones y mercados

de permisos en el aspecto de la posible redistribución sectorial de los

costes de las puestas en marcha de una política medioambiental

basada en alguna de estas dos medidas. En cuanto a los mercados

de permisos, dado que su introducción se realiza en un marco tanto

geográfico como sectorial (en función esto último del tipo de

contaminación emitida; si la contaminación es sobre el medio

acuático, sólo los sectores que viertan contaminantes a este medio

se verán afectados), la limitación de los efectos perniciosos sobre los

costes de los sectores afectados, que supondría su puesta en

marcha, parece clara. Esto ni implica que no se produzcan efectos

colaterales sobre otros sectores (dependerá de las relaciones

comerciales de los sectores afectados con otros sectores y de la

importancia que las ramas de actividad productiva afectadas en

Page 64: Monografía

64

primera estancia tengan en el conjunto de la economía), pero estos

serán secundarios.

Por lo que se refiere a las subvenciones, podemos ver dos

tipos de efectos según cuál sea el efecto perseguido. Si se trata de

eliminar subvenciones a sectores contaminantes por la utilización de

determinadas materias primas (por ejemplo, el ya comentado caso

de las subvenciones al carbón español), los efectos sectoriales

serían directos y de gran importancia, no sólo en términos

económicos (llevaría al cierre de gran parte de las empresas de

estos sectores), sino también sociales (por la pérdida de puestos de

trabajo y la pobreza que se generaría en las regiones afectadas). De

hecho, remarcar que estas subvenciones tienen una clara finalidad

política y social, puesto que tanto desde una perspectiva económica

como desde un punto de vista medioambiental carecen de sentido.

Otro tipo de subvenciones serian las concedidas para la

implantación o el desarrollo de determinadas mejoras tecnológicas.

En este supuesto, si bien el efecto inicial se correspondería con los

sectores subvencionados, se produciría un efecto desbordamiento a

favor de otros sectores relacionados con los anteriores, lo que hace

aconsejables su introducción. Así, en el caso de subvenciones a

actividades altamente contaminantes (sector energético, químico,

transporte, etc.) el hecho de que muchos hechos de estos sectores

sean fabricantes de productos intermedios beneficiaría a los sectores

que los incorporan dentro de su producto final.

Por último, la influencia de un impuesto ecológico sobre la

actividad económica. Lo primero a resaltar es que la incidencia del

impuesto en este sentido es muy diferente en el corto plazo (en el

que los sectores más dependientes de energía, o de otras sustancias

contaminantes que fueran susceptibles de gravamen,, soportarán un

duro proceso de ajuste) de los que sucedería en el largo plazo, en el

que los sectores más afectados, al contar con mayores posibilidades

de sustituibilidad entre factores y con un caro incentivo a desarrollar

tecnologías menos intensivas en el uso de energía, probablemente

Page 65: Monografía

65

habrán tomado las medidas necesarias para amortiguar el impacto

inicial del impuesto.

Entre estos sectores más afectado por la introducción de un

impuesto ecológico (aquellos con una mayor participación de los

costes energéticos en el total de los costes de producción),

independientemente de si recae sobre la producción o sobre el

consumo, destacan los de producción y distribución de energía,

extracción de carbón, extracción y procesamiento del hierro y del

acero, cristal, química básica, cemento y cerámica, todos aquellos

sectores de producción de bienes intermedios básicos, así como el

sector del transporte.

Se diferencia entre tres tipos de posibilidades, siempre

teniendo en cuenta que los resultados pueden variaren función del

país analizado, ya que cada uno de ellos cuenta con una

ponderación especifica de la importancia de cada sector en el total

de la economía, así como con comportamientos diferentes entre

sectores iguales a su intensidad en el uso de los factores:

La primera contempla una introducción de un impuesto sobre

la producción o sobre el consumo de energía. En este caso,

se observa que un impuesto sobre la producción sólo

afectaría seriamente (con aumentos del precio de más del 5

por 100) al sector de hierro y acero, y al de cemento, mientras

que un impuesto sobre el consumo lleva a menores

incrementos en los precios, especialmente si el consumo de

electricidad es elevado. La razón de esto estriba en que un

impuesto sobre el consumo no grava la producción de energía

eléctrica en sus fases intermedias (algo que sí realiza el

impuesto sobre la producción), sino sólo una vez en el

momento del consumo de energía final.

En segundo lugar, se comparan los efectos de introducir un

impuesto sobre la energía con los de implantar un impuesto

sobre el CO2, ambos en términos de barril de petróleo

equivalentes. En este caso, si bien las diferencias en su

Page 66: Monografía

66

incidencia en los precios de los sectores analizados no es

nunca demasiado significativa (dentro de cada país), sí que se

observa una estrecha correlación entre las materias primas

que se utilizan para producir la energía eléctrica entre los

distintos países y los resultados obtenidos. Aquellas naciones

con una producción de energía eléctrica basada en

combustibles fósiles (sobre todo carbón), como es el caso de

Italia y Alemania, tienen incrementos mayores en los precios

si se introduce un impuesto sobre el CO2, mientras que

aquellas (Francia fundamentalmente) que se basan en una

energía eléctrica de origen nuclear o renovable se ven más

favorecidas por un impuesto sobre el CO2, debido a sus

escasas emisiones de este contaminante por parte del sector

energético, que por un impuesto sobre la energía. Hay que

tener en consideración, además, la importancia que la energía

eléctrica tiene como factor productivo para muchos sectores,

con lo que se explica con claridad la importancia de elegir bien

el tipo de impuesto si se pretenden evitar grandes efectos

sectoriales

La última posibilidad que plantea el estudio se refiere a la

introducción neutral, desde el punto de vista de la

recaudación, de este tipo de impuestos. La opción

considerada en este estudio es una reducción en las

cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, puesto que

supone el abaratamiento de un factor productivo, el trabajo, lo

que provoca una redistribución entre sectores mucho más

acusada. Mientras que si la introducción del impuesto no es

neutral todos los sectores pierden, en el caso de que se

proceda a una reducción en un impuesto sobre la contratación

de mano de obra simultánea a la implantación del impuesto

ecológico todos los sectores se ven beneficiados. Ahora bien,

los sectores beneficiados (hasta el punto de que reduciría sus

precios, en ligar de incrementarlos, haciéndolos más

competitivos) serían los mas intensivos en el factor trabajo

Page 67: Monografía

67

que, en general, se corresponde, con un nivel bajo de

desagregación, con el sector servicios. En el resto de

sectores, incluso en los mas dependientes de la energía, los

precios, en estas circunstancias, subirían o bajarían de forma

moderada, dependiendo de la intensidad en mano de obra del

sector en cuestión, pues la caída en los costes laborales

ayudaría a compensar la subida en los costes energéticos.

Medio Ambiente y Empresa

A medida que aumenta la concientización por la protección del medio

ambiente, se van sucediendo cambios en el entorno empresarial. Por

ejemplo, los consumidores se vuelven ecológicamente responsables, los

trabajadores valoran más el compromiso de la empresa con el medio

ambiente, etc.

Ante este nuevo contexto empresarial, la empresa se ve obligada a

valorar un sistema de gestión compatible con la protección medioambiental.

Además esta política no solo conlleva costos, sino que también aporta sus

beneficios, ya que puede suponer una ventaja competitiva al mejorar la

percepción de los consumidores, que cada vez valoran más estas

iniciativas empresariales, puede convertirse en un valor diferenciador del

producto, al haber un gran número de consumidores dispuestos a apostar

por productos ecológicos aunque tengan que pagar un poco más. Incluso

puede tener beneficios económicos a más corto plazo, como el ahorro de

costes energéticos.

Habitualmente se afirma que la inversión es el motor del crecimiento

económico, al ser la compra devienes de capital la que permite, en última

instancia, el desarrollo económico. El agente económico protagonista del

esfuerzo inversos es la empresa, por lo que el estudio de la empresa es sus

relaciones con el medio natural cobra gran importancia de cara a entender

la relación entre desarrollo económico y protección de la naturaleza, que lo

que pretende, en definitiva, es compaginar un crecimiento económico que

Page 68: Monografía

68

nos permita mejorar nuestra calidad de vida con un respeto por los recursos

naturales.

La relación entre el mundo empresarial y el medio ambiente es doble:

por un lado, las empresas utilizan los recursos que la naturaleza pone a su

disposición; por otro, los residuos y desechos resultantes del proceso

productivo se depositan (depurados o no) en el medio natural. Por esta

razón, es muy importante cómo se desenvuelven las empresas en su

relación cotidiana con el medio ambiente.

Por otra parte, no debe olvidarse que los propietarios últimos de las

empresas son consumidores, por lo que las políticas medioambientales que

se apliquen no sólo tendrán incidencia en el mundo empresarial a través de

su impacto en los costes (y, por tanto, en las tomas de decisiones relativas

a cómo aminorarlos en la medida de lo posible, al tiempo que se cumplen

con los objetivos medioambientales, impuestos o no), sino también en cómo

pueda incidir en el consumo privado, en la medida en que afectan a

propietarios de empresas.

En un principio, las empresas tomaron el medio ambiente como una

variable impuesta que incidiría de forma negativa sobre sus costes, con los

que las políticas medioambientales (especialmente si se llevaban a cabo

por medio de los «temidos» impuestos ecológicos) se percibían por parte

de las empresas como algo negativo, planteándose incluso la conveniencia

o no, desde el punto de vista de la minimización del coste, de cumplir con la

normativa de protección del entorno.

Afortunadamente, hoy en día las cosas cada vez se contemplan en

menor medida bajo esta perspectiva, debido a dos razones. En primer

lugar, el hecho de que las empresas tienen adecuadamente asumido que

los costes de protección del medio natural que recaen sobre ellas con parte

de sus costes totales. Es más, cuanto mayor sea el esfuerzo que realice

para evitar contaminar, tanto menor serán los costes derivados de

regulaciones medioambientales que deberá soportar, lo que, si bien parece

una perspectiva poco interesante en el corto plazo (cuando se puede

plantear si es mejor pagar el precio de contaminar o el de adquirir

mecanismos que permitan reducir el uso de recursos naturales o la

Page 69: Monografía

69

utilización de la naturaleza como sumidero), a largo plazo es más deseable,

pues suele conducir a una minimización del coste de producción. A esto se

añade que el ahorro de determinados factores de producción que utilizan

las empresas no sólo conduce a una eficiencia económica, al minimizar el

coste de producción, sino también a una eficiencia ambiental, al minimizar

la utilización de recursos naturales, especialmente en el caso de que antes,

por su aparente abundancia, parecieran gratuitos (agua, atmósfera, etc.)

En segundo lugar, las empresas contemplan, cada vez en mayor

medida, el medio ambiente como una oportunidad de negocio desde una

doble vertiente. La primera consiste en ser capaces de ver que, asumiendo

las mejoras medioambientales antes de que vengan dictadas por el

gobierno, se obtendrán dividendos positivos una vez que la medida

medioambiental sea de obligado cumplimiento, pues esto permitirá que las

estructuras productivas de la empresa estén preparadas ante la

introducción de la política medioambiental de que se trate, lo que redundará

en la obtención de ventajas competitivas frente a las empresas que no

perciban esto.

La segunda de estas perspectivas se refiere al surgimiento de

nuevas oportunidades de negocio debido a la mayor concienciación

ambiental y a unas políticas de protección del entorno cada vez más

estrictas. Esto está permitiendo que esté naciendo tanto un sector industrial

de producción de bienes ambientales (cualquier tipo de mecanismo que

permita reducir algún tipo de contaminación) como un sector terciario de

prestación de servicios medioambientales. Esto sin olvidar que algunos

sectores ya existentes han visto impulsada su actividad productiva como

consecuencia de este mayor interés por la preservación de la naturaleza.

Otro aspecto que debe destacarse es que el mayor interés de los

consumidores por la preservación del medio ambiente y por el disfrute del

medio natural ha llevado a que su preocupación por adquirir bienes que

cumplan con un criterio que podría denominarse de «calidad ambiental» se

traslade a las empresas, que intentas satisfacer esta nueva demanda de los

consumidores para que sus ventas no se resientan frente a las de las

competencias. De hecho, la paulatina introducción de eco etiquetas que

Page 70: Monografía

70

ofrecen información sobre la idoneidad medioambiental de un producto en

los países desarrollados (sobre todo los del norte de Europa, Alemania y

Benelux) es una muestra de la presión que ejercen los consumidores por

conocer si un producto es respetuoso con el entorno en todas las fases de

producción, distribución, consumo y desecho, dado que este dato se está

convirtiendo en una característica más a tener en cuenta a la hora de

adquirir un bien o un servicio. Este hecho, unido a la presión en el mismo

sentido (que las empresas se preocupen más por participar en la protección

del medio ambiente) que ejercen los Estados a través de sus políticas

medioambientales, lleva a que el comportamiento ambiental de las

empresas sea cada vez mejor en su conjunto, si bien es inevitable que,

aisladamente, algunas empresas escapen a esta tendencia.

Con todo, el papel que el gobierno debe desempeñar de cara a

incentivar a las empresas a tener un comportamiento medioambiental

correcto sigue siendo fundamental, pues existen muchas empresas (y

empresarios) que siguen siendo miopes en torno al interés que la

preservación del medio natural tiene parea ellas. En este sentido, la política

medioambiental, sea cual sea el instrumento mediante el que se lleve a

cabo, sigue siendo básica.

Las ventajas e inconvenientes de cada instrumento ambiental con

vistas a llevar a las empresas a un comportamiento adecuado con el

entorno natural (en este sentido, las medidas reguladoras son posiblemente

las mejores, al obligar a las empresas a adoptar determinados tipos de

medidas), así como las ventajas que los instrumentos económicos

(impuestos ecológicos y mercados de permisos negociables, sobre todo)

tenían a la hora de minimizar el coste para las empresas de alcanzar

determinado estándar de calidad ambiental.

Uno de los aspectos más destacables de la relación entre empresas

y medio ambiente surge por las nuevas oportunidades de negocio que

determinadas actividades están generando. En algunos casos, se trata de

sectores ya existentes que se han visto revitalizados por el nacimiento de

las preocupaciones medioambientales. Así, el reciclaje y la reutilización

(incluso la reparación de prendas de vestir, pequeños electrodomésticos y

Page 71: Monografía

71

otros bienes, que tendrían de ser desechados para adquirir uno nuevo en

cuanto se estropeaban, pues el precio de la reparación no compensaba al

cliente y prefería adquirir otro bien equivalente), que parecen sectores de

reciente aparición, ya estaban presentes antes de la Segunda Guerra

Mundial; tras su casi desaparición hacia los años sesenta o setenta, en

pleno auge del consumismo, hoy en día han renacido con gran fuerza.

Pero junto a esos sectores que han surgido, están naciendo

actividades nuevas, tanto en el campo industrial como en el de los

servicios, que guardan una relación muy estrecha con el medio ambiente.

Los sectores de equipamiento medioambiental que se están desarrollando

lo están haciendo,, en buena medida, al amparo de las nuevas normativas

sobre protección del entorno natural o como conse3ciencia de la

introducción de incentivos económicos que levan a las empresas a adoptar

estos equipamientos, ya sea por motivos medioambientales, legales o

económicos. Asimismo sectores como el de gestión de residuos,

generación de energías renovables (solar, eólica, por biomasa, etc.),

agricultura biológica, explotación sostenible de la riqueza maderera, etc.,

siguen esta misma línea de crecimiento y mejora en la producción de

bienes ambientales.

Lo mismo sucede con las nuevas empresas que se están dedicando

a la prestación de servicios medioambientales de todo tipo: realización de

evaluaciones de impacto ambiental, consultoría sobre temas ambientales,

realización de auditorías medioambientales o de cualquier estudio que

conlleve a un giro ecológico por parte de la empresa, algo que se demanda

cada vez en mayor medida al ser requerido por los consumidores o por el

gobierno. Otro tipo de empresas de servicios medioambientales son las de

turismo rural o alternativo, las de distribución de productos ecológicos (de

agricultura biológica, por ejemplo), etc.

Precisamente, el sector que se dedica a la prestación de servicios

ambientales está registrando un fuerte crecimiento debido a la paulatina

introducción de tres tipos de prácticas medioambientales: la auditoria

medioambiental, las evaluaciones de impacto ambiental y las eco-etiquetas.

Estas últimas se comenzaron a aplicar en 1978 en Alemania a través de lo

Page 72: Monografía

72

que se denominó el «Ángel Azul», que era una etiqueta que se concedía a

determinados productos que habían contrastado el respeto por el entorno

en todas sus fases de producción y distribución. Posteriormente se han

implantado mecanismos similares en otros países europeos y del resto del

mundo industrializado (Japón o Canadá fueron los pioneros en su

aplicación), así como otro tipo de etiquetas que garantizan la reciclabilidad

de un producto o de su embalaje (el llamado «punto verde», que figura en

embalajes y envases como distintivo de su potencial de reciclabilidad o de

reutilización). Esta tendencia no es ajena al hecho de que la información

suministrada en todos los productos en sus etiquetas haya mejorado mucho

en general, incluyendo en algunos casos cierta información de contenido

ambiental. En algunos sectores se empiezan a tomar unas pocas iniciativas

en este sentido; pero, son de carácter restringido.

En etiquetas ecológicas, pese a la información que proporcionada

referente a la idoneidad medioambiental de un bien (con lo que esto supone

a la hora de facilitar la decisión al consumidor), presentan un par de

problemas que conviene mencionar: en primer lugar, el hecho de que los

criterios para conceder estas etiquetas son, en general, bastante laxos,

debido a la dificulta de controlar que a lo largo de todos los procesos de

fabricación, venta y desecho de un bien se cumplen todos los criterios

ambientales necesarios ( si bien, menos, la etiqueta sirve para distinguir los

productos más respetuosos con la naturaleza ,aunque no lo sean por

completo, de aquellos que no lo son o lo son de forma muy reducida); otro

problema importante que plantean, relacionado con lo anterior, es que, en

el momento en que muchos productos /en parte por la laxitud de los

criterios necesarios para concederla) disfruten de este tipo de etiqueta, su

función principal, que es la de diferencia productos ecológicos del resto, se

habrá difuminado, con lo que la eco-etiqueta tenderá a desaparecer o a

adoptar criterios cada vez más estrictos.

A partir de los mecanismos que la empresa puede integrar las

preocupaciones medioambientales en su gestión y en su actividad

productiva, debemos plantearnos la cuestión de cómo reaccionan las

empresas ante la introducción de medidas económicas o legales de

protección del entorno. Evidentemente, el primer efecto económico de

Page 73: Monografía

73

introducir una política medioambiental del signo que sea es un incremento

en los costes de producción, que las empresas trasladarán al consumidor

dependiendo de la elasticidad de la curva de demanda; en este sentido,

como muchos de los bienes gravados por motivos medioambientales con

inelásticos (combustibles, así como bienes intermedios de la simetría

química, debido en ambos casos a la carencia de bienes sustitutivos,

fundamentalmente), la traslación del incremento de costes a los

consumidores es significativa en la mayoría de los casos.

Otra cuestión relevante es la propensión que las empresas afectadas

muestren a eludir estos costes a través del incumplimiento de las medidas

medioambientales, lo que, en teoría, harán siempre que la probabilidad de

ser detectados sea baja, así como cuando los costes derivados del no

cumplimiento sean reducidos. Sin embargo, también existen una tendencia

en sentido contrario a alcanzar las metas medioambientales previstas

debida a la presión que los consumidores llevan a cabo en este sentido

que, cada vez en mayor medida, encamina a las empresas a seguir las

pautas medioambientales necesarias para cumplir con la legislación que se

plantea en materia de medio ambiente (e incluso a sobrepasarla o

adelantarse a ella).

La forma en que las empresas multinacionales, especialmente

cuando cuentan con plantas en distintos países, aborda la legislación

medioambiental también platea mucho interés, sobre todo si se tiene

presente que cuentan con incentivos importantes para cambiar la radicación

de laguna de sus plantas cuando, en uno o varios de los países en los que

está establecida, se introduzcan políticas medioambientales que eleven

muchos costes.

Las empresas multinacionales suelen ser, en razón de su dimensión,

emisores de cantidades importantes de contaminación, al tiempo que

utilizan gran cantidad de recursos naturales. Sin embargo, no debe pasarse

por alto que, debido a su dimensión y al carácter internacional de su

actividad empresarial, también presentan ventajas de cara a la

conservación del medio natural; por una parte, como transmisores entre

países de tecnologías y prácticas para reducir la contaminación; por otra,

Page 74: Monografía

74

debido a que su tamaño les permite emprender actuaciones e

investigaciones de contenido medioambiental con independencia de la

política que el gobierno lleve en este sentido; por último, en muchos casos

pueden llegar a imponer a muchos de sus proveedores comportamientos

medioambientales correctos.

Con todo, la influencia en cuestiones medioambientales de una

multinacional no se limita a sus proveedores y, a sus consumidores, sino

que también los accionistas (igual que pasa en todas las compañías que

tienen su capital social dividido en acciones) tienen un papel significativo

que desempeñar en cuanto a las líneas a seguir por la empresa en su

estrategia medioambiental. La multiplicidad de las presiones que reciben

para tener un comportamiento correcto en su relación con el medio

ambiente, ya que un desliz en este tema, aparte de llegar a oídos de

muchos agentes económicos, seria conocido en muchos países.

Por último, las estrategias que las empresas en general (y las

multinacionales y grandes empresas en particular) siguen en su relación

con el medio ambiente, la OCDE agrupa a las empresas en tres categorías,

en función de la estrategia que adopten en su relación con el medio

ambiente: las estrategias activas, de empresas que se involucran en

cuestiones medioambientales hasta el punto de ir por delante de los

requerimientos del gobierno en esta materia, al ver en estos temas una

oportunidad de negocio; las estrategias defensivas, que sólo ven el medio

ambiente como un coste que debe ser minimizado, incluso a través del no

cumplimiento de los requerimientos ambientales del gobierno, si llega el

caso; y las estrategias de seguimiento, que se sitúa entre las dos anteriores

en el sentido de que pretenden cumplir con las normas, pero sin ir más allá.

La mayor parte de las empresas (en especial cuanto más reducida es su

dimensión) siguen esta ultima estrategia.

Además, tiene mayor importancia que la mayor preocupación por el

entorno natural, que el gobierno ha recogido a través de los distintos

instrumentos de la política medioambiental, ha tenido en el desarrollo

tecnológico por parte de las empresas, que se han visto incentivadas a

introducir nuevas tecnologías, desarrolladas además por un sector industrial

Page 75: Monografía

75

de equipamiento medioambiental en alza. Es más, este desarrollo

tecnológico en cuestiones medioambientales se ha difundido en ocasiones

a otros segmentos de la actividad económica, por lo que ha sido

doblemente beneficioso.

Los motivos que impulsan a tener comportamientos correctos en su

relación con el medio ambiente, son:

La búsqueda de la eficiencia a través de la minimización del coste,

ya que en muchos casos, al tener ciertos bienes ambientales un

valor del que carecían con anterioridad, las empresas han empezado

a considerar la posibilidad de respetar mas el medio natural,

especialmente cuando detrás de todo esto está la intervención de un

sector publico (con relaciones o instrumentos económicos) que, al

internalizar los costes medioambientales, los que pone de manifiesto,

elevando los costes empresariales.

Ver el medio ambiente como una oportunidad de mejorar la imagen

de la empresa (o del sector industrial, cuando la medida le afecte a

él) ante los consumidores, los accionistas o el propio gobierno, lo

que redundaría, probablemente, en unas mayores ventas.

Ver en el medio ambiente todo el mundo de nuevas oportunidades

empresariales, en las que se pueden obtener importantes beneficios,

ya sean actividades industriales o terciarias. Aquí se incluyen el

renacer, a una escala significativa, de algunas actividades que

habían caído en el olvido por falta de rentabilidad económica.

Por último, el simple cumplimiento de las normativas

medioambientales, sobre todo si su elusión conlleva el pago de

sanciones económicas e incluso el ingreso en prisión, en cuanto esto

sirve de incentivo que, incluso los empresarios más reticentes a

seguir la normativa medioambiental, terminen por cumplirla.

Finalmente, entre un conceso de todas las fuentes consultadas, sobre las

personas y el verdadero conocimiento sobre los aspectos negativos de la

economía en el medio ambiente:

Page 76: Monografía

76

¿Tienen conocimiento sobre la economia en el medio ambiente?

SINO

B. Marco Referencial

La información del presente tema monográfico, es muy extensa.

"Environmental Systems and Public Policy" Copyright: H. T. Odum et al.

Ecological Economics Program. University of Florida, Gainesville 32611,

USA. 1988, por ejemplo da una idea sobre el medio ambiente y la

economía, más no se hay encontrado trabajos de investigación

Page 77: Monografía

77

(monografías, tesis, etc.) con el mismo enfoque dado en la presente. Se

han adecuado muchos libros e información de internet para esta

investigación, toda esta informaciones muy basta, pero no está dada desde

el enfoque de importancia y el conocimiento de esta que tiene en la

humanidad.

El tema en general, la economía y medio ambiente, se ha encontrado con

facilidad, existiendo mucha información sobre este.

También se ha encontrado, referencia de algunos otros relacionados, por

ejemplo sobre políticas de ventas, que hace el mejoramiento en ventas de

acuerdo a los estándares ecológicos que las propias empresas mantienen.

C. Elaboración de la hipótesis

Hipótesis en primer grado: si se sabe sobre los problemas

medioambientales y sobre la economía que tienen relación estrecha, y no

se le da el enfoque económico, entonces, será porque no se conoce

suficientemente la influencia de la economía en el medio ambiente.

D. Identificación de las variables

Variable Independiente: Falta de enfoque económico a la relación entre

ambiente y economía.

Variable Dependiente: Carencia del saber cómo influye la economía en

el medio ambiente.

Variable interviniente: Existen algunas políticas económicas

ambientales pero no se las llega a conocer a cabalidad.

Page 78: Monografía

78

III. METODOLOGÍA

A. Diseño y técnicas de recolección de información

Page 79: Monografía

79

La técnica de recolección de datos se ha dado en forma paulatina, en

revista, en internet y en libros, cada semana desde la fecha indicada. El

diseño de la recolección de la información.

B. Población y Muestra

Estudiantes:

Unidades: 20 personas (estudiantes) a las cuales se les

realizó un cuestionario

Contenido: los 20 estudiantes respondieron preguntas

sencillas sobre el conocimiento que tienen estas mismas

sobre el tema a tratar.

Extensión: el conocimiento previo sobre la ciencia económica

relacionada estrechamente con el medio ambiente.

C. Técnicas de análisis

Se ha utilizado la técnica de forma constante de investigación en

libros serios sacados de la Biblioteca de la Universidad Nacional de

Cajamarca, así también cierta información en internet de fuentes

confiables y serias, exactamente sólo páginas científicas como

“Scielo”.

D. Índice

Dedicatoria………………………………………………………………………pag.1

Agradecimiento…………………………………………………………………pag.2

Page 80: Monografía

80

Presentación……………………………………………………………………pag.3

Abstract …………………………………………………………………………pag.4

I.-EL PROBLEMA………………………………………………………………pag. 5-6

II.- MARCO DE REFERENCIA

Fundamentos teóricos…………………………………………………………pag.7-76

Marco referencial………………………………………………………………pag.77-78

Elaboración de hipótesis………………………………………………………pag.77

Identificación de variables…………………………………………………….pag.78

III.-METODOLOGIA

Diseño y técnicas de recolección de información………………………….pag.79

Población y muestra…………………………………………………………..pag.79

Técnicas de análisis…………………………………………………………..pag.79

Índice …………………………………………………………………………...pag.80

Guía de trabajo de campo……………………………………………………pag.81-103

IV.-ASPECTOS ADMINISTRATIVOS…………………………………......pag.104-105

V.- CONCLUSIONES………………………………………………………pag. 106

VI.- SUGERENCIAS Y RECOMENDACIONES………………………….pag. 107

VII.- BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………pag.108

E. Guía de trabajo de campo

Estudio previo o sondeo: la elección del tema fue, por las condiciones

establecidas, de elegirlo relacionado con la economía, y que mas el estudio

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del medio ambiente, internándome en su causa fundamental de la

contaminación o efectos negativos en este último, se debe a todas las

actividades provenientes de la ciencia económica.

Diseño de la muestra: se planeó estructurarlo en sus temas más

fundamentales, así partir de las respuestas de los encuestados sobre el

ahondamiento en las perspectivas de los objetivos dados en la presente

monografía.

Preparación de los materiales de recolección de datos: se aprovisionó de

elementos esenciales de recolección: revistas, encuestas, el propio internet

y también contar con apoyo familiar para el desarrollo de la monografía y

del presente tema.

Equipo de trabajo necesario:

Cámara

Libreta de apuntes

Encuestas

Usb

Carnet de biblioteca

Revistas relacionadas con el tema

Fotocopias de los propios libros necesarios

Selección y entrenamiento del personal: tan sólo se estableció la

investigación la autora, quien se preparó, leyendo sobre el tema dado y así

poder realizar las encuestas.

Revista y prueba experimental de las etapas anteriores:

Estudio previo y sondeo

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BUSQUEDA DE INTERNET

Diseño de la muestra

Preparación de los materiales de recolección de datosDISEÑO DE LOS PASOS EN LA MONOGRAFÍA

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Toma de encuestas

ENCUESTAS

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Se escanearon las encuestas realizadas:

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103

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IV. ASPECTOS ADMINISTRATIVOS

A. Recursos humanos:

Encuestados:

Calificación profesional: estudiantes de grado superior

Función en la investigación: punto de partida de la presente

investigación.

B. Presupuesto

Utensilio Costo (S/.)

Encuestas 2.00

Pasajes 4.00

Impresiones de

información

consultada de

internet

3.50

Fotocopias de

libros

4.50

TOTAL 14.00

C. Cronograma

ACTIVIDADES TIEMPO FECHAS

Asesoría

Metodológica

120 Horas en

general (asesoría

propia, tomando

fuentes

informativas)

05 de mayo-24 de

junio

Propuesta 12 horas 05-07 mayo

Observaciones 48 horas 15 de mayo

Diseño del proyecto 48 horas 16 de mayo-19 de

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105

mayo

Observaciones 24horas 20 de mayo

Encuestas

realizadas

1 hora 06 de mayo

Clasificación de

material

36 horas 21 de mayo-24 de

mayo

Tratamiento de la

información

48 horas 24 de mayo-1 de

junio

Análisis e

interpretación

72 horas 2 de junio- 8 de

junio

Redacción 120 horas 8 de junio-24 de

junio

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106

V. CONCLUSIONES

1) Los problemas medioambientales son diversos, los cuales tienen su origen de

las actividades económicas, siendo ésta en su posición más básica la ciencia

económica

2) Las actividades económicas tienes gran impactos nocivo sobre el

medioambiente

3) Para poder controlar el aspecto nocivo de la economía en el medio natural, se

han creado políticas medioambientales

4) Las políticas medioambientales avanzan a pesar de los múltiples problemas.

5) Las empresas al tener más consideraciones sobre el medio ambiente, se

dedican a crear productos con estas implicancias ecológicas, y así mejoran

sus ventas; ya que, los consumidores tienen tendencia a productos con

ciertas consideraciones ambientalistas.

6) La mayoría de las personas (también en Cajamarca), ignoran como la fuente

generadora de contaminación a la actividad económica.

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107

VI. SUGERENCIAS Y RECOMENDACIONES

El presente trabajo monográfico debe considerarse como un apoyo al

desarrollo del conocimiento, al examinar la causa principal contaminante

actividades económicas.

Debe ser tomado como fuente de mas investigación, en un campo mas

extenso de aspectos

Se debe utilizar como fuente informativa y no de copia.

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108

VII. BIBLIOGRAFÍA

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS CONSULTADAS

ALFRANCA Oscar (1999), Economía y medio ambiente. Editorial

Biblioteca Nueva, Madrid.

http://www.formaselect.com/areas-tematicas/Medio-Ambiente/

economia-y-medioambiente.htm

http://www.monografias.com/trabajos36/economia-y-ambiente/

economia-y-ambiente2.shtml

http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-

090X2008000100015&lng=es&nrm=iso

http://www.unicamp.br/fea/ortega/eco/esp/esp-25.htm

FUENTES BIBLIOGRAFICAS PARA CONSULTAR

FERNÁNDEZ Bolaños (2002), Economía y Política Económica.

Ediciones Pirámide. Madrid.

http://www.eumed.net/rev/delos/01/jgvh.htm