Question 81

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AÑO 8- NÚMERO 81- ENERO DE 2011/ P UBLICACIÓN MENSUAL EDITADA POR ALIA2 Y C OMUNICAN 81 81 (VER PÁGINAS 33 A 47) HAITÍ: a un HAITÍ: a un año del año del terremoto terremoto El nacimiento de El nacimiento de otra política/ otra política/ Terrófagos del Terrófagos del Sur del Lago/ Sur del Lago/ Universidad: salir del marasmo/ Universidad: salir del marasmo/ La La masacre de las bananeras/ masacre de las bananeras/ Cancún y después Cancún y después ¡Ay, qué año que se nos viene! ¡Ay, qué año que se nos viene! ESPECIAL: ESPECIAL: LA MILITARIZACIÓN LA MILITARIZACIÓN ESTADOUNIDENSE ESTADOUNIDENSE DE AMÉRICA LATINA DE AMÉRICA LATINA ¡En 2011, a redoblar la ¡En 2011, a redoblar la lucha y la esperanza! lucha y la esperanza! VENEZUE VENEZUE ñ ñ A A Las nuevas líneas de Chávez

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Territorio Libre para el Pensamiento Crítico / Plataforma para el Debate de las Ideas

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AÑO 8- NÚMERO 81- ENERO DE 2011/ PUBLICACIÓN MENSUAL EDITADA POR ALIA2 Y COMUNICAN

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(VER PÁGINAS 33 A 47)

HAITÍ: a un HAITÍ: a un año del año del terremototerremoto

El nacimiento de El nacimiento de otra política/ otra política/ Terrófagos del Terrófagos del Sur del Lago/ Sur del Lago/ Universidad: salir del marasmo/ Universidad: salir del marasmo/ La La

masacre de las bananeras/ masacre de las bananeras/ Cancún y despuésCancún y después

¡Ay, qué año que se nos viene!¡Ay, qué año que se nos viene!

ESPECIAL:ESPECIAL:LA MILITARIZACIÓNLA MILITARIZACIÓNESTADOUNIDENSEESTADOUNIDENSE

DE AMÉRICA LATINADE AMÉRICA LATINA

¡En 2011, a redoblar la ¡En 2011, a redoblar la lucha y la esperanza!lucha y la esperanza!

VENEZUEVENEZUEññAALas nuevas líneas de Chávez

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ENERO DE 2011 QUESTIONDIGITAL.COM

DIRECTOR FUNDADOR:ARAM AHARONIAN

DIRECTOR GERENTE:RICARDO FONT CARVALLO

DIRECCIÓN EDITORIAL:FILINTO DURÁN, RICARDO FONT, ARAM AHARONIAN

ASESOR EDITORIAL:ROBERTO HERNÁNDEZ MONTOYA

QUESTION DIGITAL:MARCOS SALGADO (COORDINADOR)

MARCA REGISTRADA: ALIA2, CADEPÓSITO LEGAL: PP 200201CS526ISSN: 1690-0952 QUESTION

ES UNA PUBLICACIÓN DE LA AGENCIA LATINOAMERICANA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS-2 (ALIADOS) Y LA ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA PARA LA COMUNICACIÓN SOCIAL (COMUNICAN)/

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¿Cómo los medios alternativos construyen un mensaje contrahegemónico sin asumir la marginalidad? ¿En qué medida la información es un ingrediente fundamental aunque no jerarquizado en los procesos de integración regional latinoamericanos? ¿Cómo democratizar la información en un contexto de empuje de las luchas sociales en el continente?

Éstas y otras interrogantes constituyeron los debates de una veintena de comunicadores y comunicadoras reunidos en la capital ecuatoriana la pasada semana en el Encuentro Internacional “Construyendo una agenda democrática en comunicación”.

Pero los representantes de medios y redes de medios alternativos también partieron de un análisis de la situación concreta para concluir que “en América Latina estamos reinventando la democracia: transitamos una etapa inédita que recupera y actualiza las mejores tradiciones emancipatorias y de resistencia popular”.

En momentos en que en varios países los medios de comunicación hegemónicos ocupan objetivamente el sitial de partidos políticos del capital, el compartir agendas y unifi car fuerzas en un único haz que no obstante refl eje la diversidad de enfoques es una

consecuencia lógica que se desprendió en el marco de las sesiones de dicho encuentro.

Las mismas se realizaron en la moderna sede de Flacso Ecuador y tuvieron como convocantes a la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI) y a la Unesco a través de sus ofi cinas en Quito.

El periodista uruguayo radicado en Venezuela, Arám Aharonián, que edita la revista Questión señaló que los medios contrahegemónicos deben esforzarse por abandonar el lugar de “marginalidad” que le tiene reservado el monopolio mediático e insistió en la necesidad de generar nuevos contenidos: “tenemos los medios, pero si no producimos nuevos contenidos le estaremos haciendo el juego al enemigo”.

Aharonián indicó que los medios populares deben revertir su actitud de “plaza sitiada” y asimismo criticó lo que considera la “denunciología” como parte importante de los contenidos de dichos medios.

Para Johnatan Vargas, del periódico costarricense El Pregón, es necesario desde el campo comunicacional “dar herramientas para que las organizaciones construyan sus propios mensajes”.

Temas como la desmilitarización del continente, la defensa de la Madre Tierra, la batalla contra las trasnacionales y el rescate de una integración real y no del mercado fueron ratifi cados por los medios presentes como ejes del trabajo futuro, aunque con el compromiso de abordarlos en clave de red, potencializando y no desperdiciando esfuerzos.

El argentino Ernesto Espeche, de la Agencia de Prensa del Mercosur marcó la necesidad de sistematizar teóricamente lo que está signifi cando la comunicación alternativa y sostuvo

que a su juicio la comunicación popular debe “profesionalizarse” en el sentido de capacitación y especialización por parte de los cuadros de las organizaciones sociales.

“La profundización de este proceso implica el protagonismo de los espacios de participación colectiva para sostener y ampliar las políticas públicas de integración regional, reconocimiento de derechos y equidad distributiva en los planos económicos, sociales y culturales”, señala el texto acordado al cierre del encuentro.

Y agrega: “En tal sentido creemos fundamental la democratización de la comunicación, la articulación de los medios populares y el fortalecimiento de los medios públicos. Es así que el afi anzamiento de una agenda para una comunicación democrática requiere del impulso de los movimientos sociales, de los Estados nacionales y de las instancias regionales de integración”.

En ese sentido, se señalaron algunos ejes de trabajo coordinado de este espacio abierto, como es el caso del Referéndum Climático impulsado por el gobierno boliviano y La Vía Campesina Internacional.

También se fi jaron temas que hacen a mecanismos de alerta que activen la denuncia y la solidaridad internacional, como es el caso del aniversario de la ocupación de Haití por parte de las fuerzas armadas de Estados Unidos a cumplirse en enero próximo, así como el segundo aniversario del golpe de Estado acontecido en Honduras.

En un Quito inusitadamente frío según los lugareños, se calentaron motores y tendieron lazos para un futuro cercano en que la comunicación alternativa es visualizada como una pieza fundamental de otro mundo posible.

Tejiendo voces popularesTejiendo voces populares

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Las señales de profundización de la lucha de clases en Venezuela, impulsadas por las acciones de radicalización que adelanta el presidente Hugo Chávez y los llamados recurrentes de algunos dirigentes de la oposición a la insurrección militar, al golpe, parecen estar a la orden del día en el fi n de un 2010 que obliga a chavistas y opositores a barajar y dar de nuevo.

Fue un fi n de año difícil para el gobierno bolivariano, apurado por aprobar una serie de leyes en una Asamblea Nacional favorable (antes del recambio del 5 de enero) y condicionado por la emergencia nacional devenida por las lluvias e inundaciones que dejaron decenas de miles de damnifi cados y pérdidas aún no contabilizadas.

“Yo quiero hacerle un llamado (a los militares) a que ejerzan la libertad de conciencia en un momento determinado, para que rechacen algunas órdenes que consideren que son violatorias de la Constitución y las Leyes”, dijo en vísperas de Navidad Noel Álvarez, presidente de la cámara de empresarios de Venezuela (Fedecámaras), en un obvio llamado a los militares para que, “en un momento determinado”, dejen de cumplir las órdenes de su Comandante en Jefe.

Álvarez fue a más y –como si fuera dueño del poder fáctico- amenazó que esta es la hora, porque “aquellos militares que están violentando los derechos de los ciudadanos, después, cuando se restituya el estado de derecho, no podrán poner como excusa el hecho de que le fueron ordenados realizar o llevar a cabo unas órdenes inconstitucionales. Además, todos sabemos que existe el Tribunal Penal Internacional, cuyas sanciones no prescriben en el tiempo”.

Llamada a bajar el perfi l después del frustrado golpe de Estado, Fedecámaras es la misma organización empresarial que encabezó paros en diciembre de 2001, abril de 2002 y diciembre de 2002, en todos los casos buscando que una insurrección militar derrocara a Hugo Chávez y su gobierno.

El entonces presidente de esa organización, Pedro Carmona Estanga,

se autoconvirtió en Presidente (dictador) el 11 de abril de 2002 y en su primer decreto disolvió el Congreso, destituyó a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía y adoptó poderes por encima de la Constitución.

Mientras la televisión privada cartelizadamente le daba protagonismo a este ignoto empresario, ganaderos de Santa Bárbara y Santa Cruz del Zulia realizaron el cierre de la carretera Panamericana que comunica a las localidades de El Vigía con Santa Bárbara. Los latifundistas protestan contra la toma de 43 fi ncas por parte del Instituto Nacional de Tierras, efectivos de la Guardia Nacional y milicianos campesinos tras el anuncio de expropiación hecho por el presidente Chávez.

La aprobación y promulgación de la Ley Habilitante que faculta al presidente Hugo Chávez para legislar durante 18 meses continúa generando reacciones disímiles dentro de la oposición, que parece aún dividida entre quienes ven en un golpe la única vía para volver al poder y quienes están dispuestos a transitar la vía democrática (o al menos las reglas e juego), en la esperanza de capitalizar el descontento y deterioro del gobierno y apoderarse de él tras las elecciones del 2012.

Mientras terratenientes y empre-

sarios eran los protagonistas de la televisión golpista, la ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Cecilia Sosa (precandidata presidencial), y el abogado constitucionalista, Gerardo Fernández, señalaron que estos nuevos poderes dados al jefe de Estado –a los que califi caron como apegados a la Constitución- se convertirán en una especie de “espada de Damocles”, dado que su gestión será evaluada permanentemente si no cumple con las promesas de soluciones habitacionales y mejoras en la calidad de vida ofrecidas a los damnifi cados y al país.

Además, consideran que corres-ponderá a los diputados de la nueva Asamblea Nacional (AN) -que se instalará el próximo 5 de enero- controlar el cumplimiento y ejecución de la Habilitante, a fi n de evitar el derroche de recursos y supervisar que se cumplan los planes que se ofrezcan a la población.

Lluvia de leyesLa Asamblea Nacional de

Venezuela aprobó en sus últimas sesiones del año un grupo de siete leyes encaminadas a garantizar la soberanía nacional y la participación popular en las transformaciones estructurales en marcha. Las posiciones encontradas trascendieron el marco parlamentario,

A pesar de todo,A pesar de todo, VenezueVenezueñaLas lucha de clases, la oposición y la nueva estrategia bolivarianaLas lucha de clases, la oposición y la nueva estrategia bolivariana

ARAM AHARONIAN

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y así los medios de comunicación comerciales y las calles se transformaron en testigos de dos visiones de país bien diferentes.

Por su impacto atraen la atención las normas sobre Defensa de la Soberanía Política, Universidades, Partidos Políticos y Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos (Ley Resorte). Otras leyes sancionadas fueron las de Contraloría, Telecomunicaciones y Reglamento de Interior y Debate.

La ley de Defensa de la Soberanía Política tiene entre sus prioridades la protección contra el fi nanciamiento extranjero para fi nes desestabilizadores y el combate a la circulación de dinero procedente del narcotráfi co y la legitimación de capitales, como forma de impedir la impunidad con la que entidades estadounidenses como la NED y la Usaid –amén de fundaciones y ONGs europeas- entregan millones de dólares a la oposición interna para sus planes políticos y también desestabilizadores y golpistas.

La nueva Ley de Universidades estableció el acceso sin exclusiones a la educación superior, el manejo transparente de los presupuestos y la implementación de programas docentes en sintonía con los procesos de cambio que vive el país. Docentes y estudiantes salieron a las calles para manifestarse a favor y contra la iniciativa, considerada por los opositores como un ataque a la autonomía universitaria y la pluralidad de ideas.También resultaron polémicas las reformas a las leyes de Partidos Políticos y Resorte.

La primera promueve la fi delidad de los diputados a sus electores, y sanciona a quienes traicionan a los votantes con el cambio de partido o postura política. Para los bolivarianos se trata de reivindicar la ética y el respeto al pueblo, mientras los opositores la consideran una camisa de fuerza contraria a la libertad de expresión.

Por su parte, la Ley Resorte busca evitar la infl uencia dañina de los medios de comunicación que divulgan contenidos contrarios a la moral y las buenas costumbres, impulsa una mayor presencia de contenidos nacionales. La oposición la califi có de mecanismo de control de Internet.

Con respecto a las de Contraloría,

Telecomunicaciones y Reglamento de Interior y Debate, todas recogen una mayor participación ciudadana en sus ámbitos de incidencia. Las siete leyes complementan instrumentos jurídicos aprobados días antes, entre ellos un paquete de iniciativas para fortalecer el Poder Popular y el sistema fi nanciero

Las líneas de Chávez

Según hacen trascender a algunos analistas políticos, el Presidente discute junto a algunos de los miembros de su gabinete ministerial, un documento llamado “Líneas estratégicas de acción política” postergado debido a la situación de lluvias e inundaciones que afecta al país. Profundizar hacia afuera, profundizar hacia adentro, esa es la orientación que quiere darle Chávez al proceso en este decisivo momento. “Los próximos dos años serán cruciales, así debe asumirlo la militancia del partido”, dijo el líder bolivariano.

Principales líneas de acción:

1) De la cultura política capitalista a la militancia socialista.

2) Convertir la maquinaria en un partido-movimiento al servicio de la lucha del pueblo,

3) Convertir al partido en un poderoso medio de propaganda y comunicación. Este punto pretende ir preparando a la opinión pública y ofrecer la Gaceta Ofi cial como un medio gratuito.

4) Pasar de la inercia de la maquinaria a liderar la lucha del pueblo

5) Constitución del Gran Polo Patriótico.

6) El PSUV va a la calle.Chávez ha recogido el malestar

de las bases, que reclaman mayor participación en la discusión del modelo y también en la concreción del mismo, denunciando la inefi ciencia, inefi cacia y corrupción administrativa, reconocidas por el mismo Chávez.

Las elecciones parlamentarias dejaron un sabor amargo al colectivo chavista. Las granbdes mayorías venezolanas lograron en 1999, desde la sanción de la nueva Con stitución, ser sujetos (y no solo objetos) de política. Y ahora reclaman ser protagonistas de su propia historia.

Chávez reconoció y explicó las razones profundas de estas orientaciones: “En lo personal yo he sido sacudido por la interpelación popular. (…) Y creo estar cumpliendo con el deber que la misma me exige: promoverla y abrirle cauces para que se exprese sin ninguna clase de cortapisas. (…) Debemos recordar que esta Revolución nació el 4 de febrero, (de una) gran rebelión popular que no ha terminado y que se ha estado expresando, de muchas formas, en esta dura y difícil coyuntura. Y, por eso mismo, nosotros estamos aquí no para apoltronarnos ni para aburguesarnos: nosotros estamos aquí para hacer una Revolución verdadera…

Chávez reconoció que “hoy más

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que nunca el pueblo interpelante, desde sus angustias acumuladas por infi nitos atropellos, es la piedra angular de nuestra revolución. Insisto en un punto: necesario es que el pueblo nos interpele, nos exija, nos desafíe. El ejercicio del poder obediencial comienza precisamente por allí (… )

Y recordó algo que muchos dirigentes medios han olvidado: “Somos Gobierno gracias a la sagrada confi anza que el pueblo ha tenido en este proceso, y nada nos puede eximir de semejante compromiso. Sobre nuestros hombros descansa la dura e insoslayable misión de hacer realidad los principios que nos rigen” Y fue categórico al señalar que lo que se debe es “radicalizar la Revolución democrática, y ello implica un verdadero y socialista atrevimiento.

Por allí van los tiros del nuevo mapa estratégico que estamos elaborando”.Chávez dijo que la primera línea, y la más medular del documento, es la transición de la cultura política capitalista a la militancia socialista: “Esta primera línea es la esencia de la batalla. Ese el cambio de costumbre y de cultura. Es el más grande de todos los retos de una revolución. Hay que desarrollarlo a partir de la conciencia y los valores. Ahí tenemos que hacer un esfuerzo muy grande. Esa cultura capitalista del egoísmo, del individualismo. Eso hay que combatirlo y desplazarlo con nuevos valores”.

La segunda línea, tras la necesaria autocrítica, será convertir la maquinaria del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en un partido-movimiento, al servicio de las luchas populares para satisfacer las necesidades humanas, y no sólo para enfrentar eventos electorales: “Esto es muy importante porque ahí está el MVR que terminó siendo una maquinaria sólo electoral. Esa es una derivación peligrosa, porque el MVR se alejó de las luchas cotidianas del pueblo. Eso no podemos permitir que suceda con el PSUV. Hay que atacarlo desde ahora mismo”.

Conciente de que la falta de una política comunicacional unívoca ha sido uno de los défi cits mayores del proceso, dijo que la tercera línea es convertir al partido es un poderoso medio de propaganda y comunicación, lo cual incluye el uso de métodos no

tradicionales de difusión, y planteó la distribución de volantes con datos puntuales, la comunicación a viva voz en las plazas públicas y que la Gaceta Ofi cial sea convertida en un periódico gratuito de distribución nacional.

Aceptando las críticas al carácter reactivo y no proactivo y propositito del gobierno, señaló que a través de la propaganda y la comunicación, se prepare a la población “antes de que algo vaya a ocurrir. Eso es para ir preparando la opinión. Porque a veces dejamos ese campo de batalla muy solo. Y el enemigo dale que dale y nosotros ni siquiera respondemos. Como si no nos importara”.

La cuarta línea, según Chávez, es pasar de la inercia de la maquinaria a lidiar con la lucha del pueblo, un aspecto muy vinculado con el segundo punto estratégico: “Es la misma onda autocrítica con una serie de propuestas que ya veremos más adelante”.

La quinta línea es la constitución del gran polo patriótico, tras la experiencia del PSUV, como una audaz política de reunifi cación y repolarización. Sobre este tópico, hizo un llamado a las corrientes y movimientos patrióticos y nacionalistas a sumarse con aportes a un gran polo patriótico: “Le hago un llamado a todas las corrientes y movimientos. Mientras más críticos, más me gusta. El llamado es a todos los sectores de la vida nacional. Sin sectarismos. Vistámonos de humildad. (…) El partido no puede tomar la actitud del mandamás. El partido es un sistema

abierto reunifi cador y potenciador. Aquí hay dos caminos: Este que llevamos (socialismo) o retrogradar y sería una catástrofe que nos lleven al pasado”.

La última y sexta línea del documento de acción política se denomina “El PSUV a va a la calle… que es como una consigna de batalla”.

Chávez indicó que es posible que durante el debate surjan otras líneas, pues el documento se constituye como un primer borrador elaborado con una profunda autocrítica revolucionaria. La versión defi nitiva de esta propuesta teórica será presentada en un encuentro de los equipos políticos estadales del partido, conformados por sus 30 principales e igual cantidad de suplentes. Las crítica son desde la base del pueblo, pero éste aún no ha sido invitado a discutir las soluciones y defi nir las estrategias de futuro para hacer realidad el sueño de las grandes mayorías.

Desde los colectivos se habla de la necesidad de un proceso revolucionario que no termine en un triste proyecto de estado burocrático y con sentido corporativo, cada vez más sometido a la lógica que le impone el capitalismo global y de desarrollar estrategias de “liberación territorial” que puedan afi anzar nuevas presencias e identidades sobre espacios sociales y territoriales cada vez mayores. que si en algún momento les toque enfrentar gobiernos reaccionarios estén preparadas para hacerlo

Por ahora, Vene-sueña, aunque hay quienes quieren matar también ese sueño

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La estrategia que se han trazado las fuerzas contrarrevolucionarias, para justifi car su conspiración que pretenden sea a gran escala, es sembrar la matriz de que en Venezuela se ha instaurado una dictadura, lo cual justifi caría cualquier desmán. La alianza opositora de la Mesa de Ultraderecha (MUD) declaró el miércoles que el gobierno del presidente Hugo Chávez y el Poder Legislativo pusieron en marcha un “golpe de Estado” en Venezuela con el objetivo de “implantar un régimen comunista”.

En un comunicado, los 67 diputados de la derecha electos a la AN y adscritos a la Mesa, hicieron un “llamado al pueblo venezolano a unirse y a activarse pacífi camente, pero enérgicamente” para juntos “rechazar el golpe de Estado desde el Estado que está en curso”.

La MUD aseveró que Chávez y sus aliados “Han dado, mediante el uso de formas constitucionales, un golpe a la propia Constitución”, por medio de un conjunto de leyes orgánicas que “solo pretenden concentrar el poder en una sola persona”. Estos diputados electos expresaron su “condena enérgica al golpe de Estado que se encuentra en pleno desarrollo por parte del régimen y que procura implantar, a través del Estado totalitario y militarista, un régimen comunista en Venezuela”.

Convocando a la subversión, el comunicado plantea: “Llamamos al pueblo venezolano a unirse y a activarse pacífi ca pero enérgicamente, junto a sus diputados, ante el golpe de Estado desde el Estado que está en curso para desconocer su voluntad y producir una absoluta concentración de poderes por parte del presidente”.

Así avanza el plan para convertir a la AN en el epicentro de la conspiración.

También algunos columnistas abonan a esta matriz del “golpe de Estado”, como Marianella Salazar y Nelson Bocaranda. En un artículo titulado AN habilitó golpe de Estado Gonzalo García afi rma: “La aprobación de la Ley habilitante, hasta mediados de 2012, por la actual AN, cuyo período fi naliza el 5 de enero de 2011, es la habilitación del golpe de Estado al desconocer el ejercicio y resultados de soberanía política efectuado el 26S”.

NÉSTOR FRANCIA

Estrategia del “golpegolpe”

El análisis de la Dirección Regional ampliada del Psuv (DR) en Caracas sobre las elecciones del 26S es muy claro: “En el partido se han producido preocupantes tendencias de fraccionalismo especialmente por funcionarios públicos locales y regionales, que aspiran determinar (o de hecho ya lo hacen) el desempeño del partido en función de intereses distintos a los populares”.

Antes, la diputada Iris Valera y el exministro Eduardo Samán han llamado a la formación de una tendencia radical, y en el Psuv de Táchira parece existir un grupo que los apoya. El propio Carlos Escarrá respondió que en el Psuv existen tendencias hace tiempo, como si no hubiese necesidad de crearlas.

Se supone que en las asambleas y en el seno de los organismos de dirección esas tendencias se evidencian cuando examinan cuestiones relacionadas con el desarrollo y el ritmo del proceso, la propiedad de los medios de producción, las políticas de alianzas, etc.

La DR dice: “en esta fase de la revolución la tarea no consiste tan solo en ganar las elecciones o aplicar políticas sociales de alto impacto, sino en profundizar la revolución (tesis de Alan Woods, el viernes 10 en El Mundo)… al ataque de la contrarrevolución sólo se le puede oponer la ofensiva revolucionaria. Esto será posible sólo si profundizamos la revolución, si desarrollamos la verdadera democracia, el poder popular…”

Sin detenerse a explicar cómo entienden o que signifi ca “la verdadera democracia”, se preguntan, “¿cómo avanzar en esta coyuntura”, y presentan tres escenarios: el primero “… propone la conciliación, la reforma como eje del proceso…” Esta es la vía de quienes temen al confl icto; un segundo escenario: “el avance indiscriminado… saltando fases, acelerando más allá de las posibilidades reales….”, etc y el tercer escenario “apunta al desarrollo sin concesiones, pero sin apresuramientos… la dirección del proceso juega un papel de excepcional importancia en la evaluación de la correcta correlación de fuerzas…”

Si nos guiamos por esta opinión de la DR: “la ausencia de una clara dirección política, para dirigir o conducir la revolución bolivariana, se expresa en la falta de revisión y rectifi cación oportuna sobre los problemas políticos, sociales y económicos”, defi ciencias que se manifestaron en los últimos resultados electorales: “donde (sólo) un 48% se pronunció a favor de la revolución…”, la Dirección Nacional del Psuv tendría que comenzar por revisarse.

¿De esos tres escenarios, cuál será el escogido para el año que en breve comienza? Sin ninguna duda, será el tercero. La palabra del presidente Chávez parece haberlo defi nido y despejado las interrogantes. En tal sentido, la DR está persuadida de esa radicalización, de la agudización de las contradicciones, de que habrá “una feroz resistencia de la contrarrevolución”, de la necesidad de “un partido con alto grado de organización y claridad política”, que es evidente, no existe, y de una “amplia alianza social”, que también está por construir.

Ya en su parte fi nal, el documento concluye que, en ese contexto, la tarea principal recae en la construcción de un Partido revolucionario de masas, sólidamente organizado que hasta ahora no ha podido garantizar el voto de sus siete millones de militantes. Ahora y en el 2007 le faltaron dos millones. Menudas tareas las que tienen planteadas.

ELEAZAR DIAZ RANGEL/ ÚLTIMAS NOTICIAS

Tendencias y fracciones fracciones dentro del Psuvdentro del Psuv

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MARÍA EGILDA CATELLANOS

La universidad es una institución social que, históricamente, ha sido y sigue siendo un espacio para el ejercicio de prácticas sociales organizadas alrededor de la creación, re-creación, comunicación y difusión de conocimientos; un tejido de relaciones sociales, científi cas, culturales, políticas, económicas, éticas y estéticas -entre otras- cuyo desenvolvimiento no ocurre al margen del sistema social que la contiene, y a cuyos intereses responde, aun cuando desde ella misma han de brotar o apoyarse los valores que deben transformarla permanentemente; y por ello jamás se le podrá desvincular de la estructura de clases y de la lucha por el logro de una sociedad justa y en armonía con naturaleza.

Los paradigmas que orientan su antiquísima estructura organizativa, su desarrollo social así como, los modos de enseñar, investigar, difundir el conocimiento y, en síntesis, su funcionamiento datan de los siglos XVIII y XIX, se enlazan con las lógicas que han orientado la racionalidad de las ciencias y demás saberes establecidos, y con la concepción lineal de la historia, según la cual, el progreso de la humanidad depende de un solo modelo, cuyo fundamento es el desarrollo de “la ciencia”, “la tecnología” y “la industrialización”, siguiendo el patrón de los países que hoy dominan el planeta, sobre todo después de la desaparición de la Unión Soviética, es decir, las potencias capitalistas que se han extendido más allá del llamado mundo occidental.

Hoy esos presupuestos están agotados. En el sistema capitalista por defi nición, no se podía alcanzar el bienestar de la humanidad, y ciertamente jamás lo logró. Por el contrario, la injusticia, explotación, pobreza, exclusión de grandes mayorías del disfrute de los bienes sociales básicos, las guerras, y la depredación del medio ambiente, hasta el extremo de lacerar la vida en y del planeta, son algunas de las evidencias de la crisis de un modelo de “civilización” del que la universidad es una de sus instituciones más emblemáticas.

Desde hace once años el pueblo

La lucha por la transformación universitariatransformación universitaria

venezolano, mayoritariamente, deci-dió en forma libre y democrática construir una sociedad fundamentada en los valores de la justicia social, la solidaridad, el trabajo colectivo, la complementariedad, el respeto a la naturaleza, de la cual formamos parte, es decir, una sociedad no regida por la lógica de la acumulación de capital; esta sociedad cuyo centro debe ser el ser humano la hemos denominado socialismo bolivariano. En consecuencia, la contienda entre quienes desean conservar el modo de producción social capitalista y aquéllos que estamos decididos a cambiarlo se expresa en todos los órdenes de la sociedad, en todas sus instituciones sociales, y la universidad no es ajena a ello. Es así que, el debate sobre la transformación universitaria está impregnado de contenido político y social, anudado a la lucha de clases, y articulado a las concepciones que sustentan los modelos de sociedad en pugna. Por eso, aún cuando la reciente aprobación, de la Ley de Educación Universitaria, por la mayoría de la Asamblea Nacional, ha sido un gran paso, es fundamental que todas y todos, quienes hemos asumido la lucha por la transformación universitaria la entendamos anudada a la lucha de clases y, por tanto, formando parte de la dirigida al logro de la total independencia de la patria.

En la caída del campo socialista en la Europa oriental, ciñeron los vientos del “fi n de la historia”, del “fi n de las ideologías”. La culminación de la mal llamada “coexistencia pacífi ca” abrió paso a la imposición del modelo neoliberal sustentado en una visión unidimensional del mundo.

El neoliberalismo suprimió el espíritu crítico que caracterizó a las universidades en trascendentales debates para la vida nacional. El exterminio de las cátedras que brindaban un abordaje de totalidad social era paralelo a la constitución de programas gerenciales que fragmentaban la comprensión de la realidad. El neoliberalismo y su consiguiente pensamiento único, secuestraron el debate y estructuraron una relación de dominación “profesor”-“alumno” en la cual la verdad “absoluta” recaía en los designios del “profesor” y en la que el “alumno” se convertía en recipiente vacío dispuesto a recibir, almacenar y reproducir las unívocas concepciones del dios “profesor”. El díos “profesor” respondía a los parámetros propios de la lógica del capital de maximización de ganancias y acumulación de riquezas y el “alumno” era convertido en tecnócrata integrante de la élite “altamente califi cada” para dirigir el país.

¿A qué pensamiento único se refi eren los sectores de la contrarrevolución? ¿Al de la libertad de cátedras y pluralidad de visiones que fueron extirpadas por el neoliberalismo? ¿Al pensamiento pluridiverso que busca la emancipación nacional y la confi guración de una nueva sociedad? Creo que se refi eren a su “verdad”, la de darle continuidad a la explotación del ser humano en semejanza a los intereses de la minoría rica.

Nuestro planteamiento es abolir la idea de “universidad” en la que únicamente el capitalismo tiene cabida. Proponemos una universidad donde las mayorías decidan cómo deben vincularse los procesos de creación intelectual y formación de los cuadros técnicos del futuro socialista. Queremos una universidad en la cual fl orezca un portentoso pensamiento crítico y libre, que permita hacer realidad la utopía de la “unidad de lo diverso”.�

VICENTE MORONTA

¿Pensamiento único?

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El nacimiento de El nacimiento de otra políticaotra política en en VenezuelaVenezuela

Lo difícil es nacer, vivir en adelante ya es más fácil.

La vivencia del hambre es una constante presente entre nosotros que sirve además como un punto desde el cual construimos una identidad común. El 27 de febrero del 89, por aquellos días del famoso “ caracazo” quienes se rebelan son los “hambrientos”, los que cargan consigo como presente y como memoria esta condición terrible del no estar seguro si mañana tendremos de qué alimentarnos.

Por eso el instinto inmediato de esa fabulosa revuelta fue el saqueo del comercio alimentario e ir después por los bienes de utilidad permanente. Hecho aparentemente irracional y sin ningún sentido trascendente, un acto “antipolítico” por excelencia como dice el viejo izquierdista y novel actual de la periodística más sofi sticada de la derecha Teodoro Petkoff (en realidad le sirve de argumento a toda la derecha liberal para justifi car el genocidio que vino después) pero que cambió la historia de nuestro país o al menos la quebró en dos: por un lado estamos “nosotros” –en este caso los hambrientos- y por otro los “hijos de puta” -denominación acuñada por Pancho Villa a sus enemigos- que viven de nuestra hambre.

El rechazo a ese furor supuestamente antipolítico ya que está despojado de toda responsabilidad por el “todo nacional” –occidental y blanquito- como de toda sumisión al contrato interclasista que nos une subliminalmente en la nación y el estado que la representa, en realidad es el desespero constante y en momentos histérico de una casta política que desde entonces no encuentra como volver a “representar” el pueblo-hambre, incluidas en estos momentos buena parte de las cúpulas chavistas que empiezan a sentir lo mismo y ven con terror cómo “el caudillo igualitario”, el “comandante-presidente-camarada Hugo Chávez” se agota en su papel de llenar el vacío de toda representación. Política o anti-política en todo caso esa clara ruptura fue la que cambió todo e inició “otro tiempo” colectivo cuyo desenlace

todavía sigue estando borroso, pero a la vez absolutamente pendiente. ¿Allí nació entonces la “otra política”? Creo que todavía no.

¿Por qué no?, si bien el hambre sirve de contexto común para reconocernos como iguales en esta maldición y en ciertos momentos de motor básico del acto de rebelión, luego hay dos maneras de responder a esta vivencia común: nos ubicamos en ella desde el resentimiento y todas las rabias alojadas en nuestra memoria, buscamos entonces su “gran vengador histórico” o hacemos de ella una causa de liberación, opción tomada por el “toto” y su gente.

Respecto a la primera respuesta: el chavismo en su fase posterior al refedemdum del 2004 (agosto, victoria de Hugo Chávez en el referendum presidencial, fi n de la larga conspiración golpista de derecha comenzada a fi nales del 2001) siendo en su origen popular una expresión genuina de estas rabias fi nalmente se decide a confrontar directamente buena parte de los intereses de estas castas oligárquicas que han vivido “de nuestra hambre”. Deja de lado cualquier ponderación dialogante con estos “hijos de puta” y se lanza por una línea de radicalización política e ideológica que dura hasta el día de hoy, por supuesto comandada de manera personal y única por el presidente. Se concreta tanto en una retórica diaria antiimperialista y anticapitalista, como en una política fundamentalmente de expropiación legal de tierras, fábricas y empresas que neurotiza por completo a la vieja burguesía y buena parte de las clases medias. Digamos que es por esta

vía que el hambre encuentra fi nalmente su gran vocero y vengador, pero a su vez el vocero construye la ilusión de poder establecer desde su liderazgo una relación perfecta gobierno-poder popular –en sus palabras- que es acogida militantemente por buena parte de las bases populares organizadas aunque a la fi nal termina por convertirse en una situación por demás perversa. Más allá de todo voluntarismo jacobino y “socialista” por parte del líder, un movimiento popular administrado es utilizado de marco de apoyo para la creación de un proyecto republicano corporativo, burocrático y militarizado, sostenido en la renta petrolera y un capitalismo de estado que va creando como es natural su propia “boliburguesía” como la llaman, además de una gangrena de corrupción e inefi ciencia que presagia su irreversible decadencia. Hecho que ya se adelanta cuando vemos como las cúpulas chavistas van perdiendo la mayoría electoral en todas las grandes ciudades con el repliegue de sus bases tradicionales principalmente hacia la abstención. El hambre hecha solo rabia, convertida después en un discurso rencoroso y victimista, termina confundida y sin política pública que no sea guardar la esperanza respecto a la lealtad y capacidad fi nal de su gigantesco vocero y presidente. Los que no sucumben en el oportunismo político y la corrupción o ante la desmoralización que esta situación crea inevitablemente y por tanto a su retiro completo del “nosotros-rebelde” nacido en el 89, intentan una desesperada respuesta desde abajo que ataque el saboteo permanente de de “la corrupción y la burocracia”, tratando

ROLAND DENIS

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de renovar, esta vez “desde abajo”, la intención de forjar la alianza perfecta ahora entre pueblo y presidente que enfrente el aparato de estado, en concreto, la “derecha roja”, los “quita-columnas”, etc. Obviamente, aunque la extensa discursiva presidencial se acomode para responder positivamente a estos fuertes y cada vez más duros reclamos, los hechos nos develan la inmensa ilusión, yo diría hasta fantasía colectiva, en que está envuelto todo esto. Es la impotencia profunda consciente o no que esconden tanto las promesas presidenciales como el idealismo de “los de abajo”.

Aquí el “hambre” queda atrapada dentro de sus propias limitantes y por pedazos y mucha tristeza comienza reconocer sus fantasías por lo cual deduce en sus diálogos casi clandestinos que no nos queda otro camino que la preparación silenciosa para una pronta confrontación violenta con los “hijos de puta” que vuelven a tomar puestos de poder importantes y hasta podrían ganar las elecciones presidenciales del 2012. Dentro de esta línea, para sintetizar, la lucha de clases por supuesto que tiende a agudizarse, pero esto por sí solo no basta. La ausencia dentro de muchos de los polos más nobles de lucha de “otra política”, contraria a los tiempos, expectativas y modelos representativos del orden burgués ya globalizado, va acorralando esperanzas o minimizándolas a la defensa a ultranza de los derechos y espacios ganados dentro del tiempo de la “revolución bolivariana”. Una opción así, sin política y estrategia propia, sin su “gran vengador” instalado en el poder, también con miedo digo que es muy fácil que esté destinada al fracaso en esta guerra.

Sin embargo, dentro de este amplio cortejo del hambre desde hace algunos años comienzan a oírse ecos distintos provenientes de un alma libertaria jamás desaparecida dentro de las bases populares. Es desde el interno de ese mismo proceso donde se ha tenido que enfrentar por igual una derecha rancia y cada vez más reaccionaria como el saboteo burocrático, donde de repente aparecen frases convertidas en lemas colectivos y fi nalmente en puntos de identidad común que subvierten las racionalidades políticas dominantes y abren camino hacia lo que ciertamente podría ser una “otra política”. Son sus verdaderos puntos de nacimiento al

interno de un país y un proceso histórico determinado en forma tajante por la ruptura producida por la rebelión del 27 de febrero. Fuera de él no solo es imposible cualquier alternativa sino parte de un vanguardismo inútil y prepotente que nunca le faltan actores y propagadores. Con esta frase de “el toto”, repetida por él una y otra vez y con todo orgullo: “en mi hambre mando yo”, se va constituyendo en Maracaibo una columna de combate dentro del movimiento popular que no acepta mando externo a su propio proceso de liberación.

Perdidos muchos entre mil confusiones y dudas, sin embargo la claridad de un postulado que invita, primero a dignifi car plenamente nuestra condición de “hambrientos” y luego convertir esa misma hambre no en una rabia lastimosa y vengativa sino en un “hambre de autonomía y poder”, expresada de manera agitadora por un genuino batallador de la calle, termina creando movimiento y puntos inmediatos de encuentro con un potencial político enorme. Si “en mi hambre mando yo” entonces “no vengas a venderme los paraísos de mi felicidad, ni siquiera te pido que soluciones mis duras necesidades”. En primer lugar porque este es un problema “nuestro” ya que así nos defi nimos “en hombres y mujeres que hemos tomado el mando sobre nuestra propia condición y destino” y luego en generadores de la “ciencia necesaria” donde no exista ninguna necesidad de profetas y revolucionarios con saberes acabados y proyectos luminosos de liberación que en realidad, mucho más temprano que tarde, se convierten en

una casta que se revierte contra nosotros mismos. Con “el toto” comienza a nacer un “nosotros”, una comunidad de afecto y combate, que en primer lugar se establece como una “comunidad de iguales”, aunque sea en su hambre, pero un hambre que es punto de partida para despojarse de las fantasías caudillescas y la ideología del “estado socialista” en que se revuelca gran parte del movimiento popular y el izquierdismo chavista. Si viene la guerra contra todo el ampliado mundo de “hijos de putas” con uniformes de estado o corbatas de la patronal nacional e imperial, pues guerra será. Pero esta ya no es una guerra desesperada y reconocida desde la frustración y la tristeza, es el desenlace inevitable de un proceso que apenas comienza a cubrir sus primeros ciclos de aprendizaje, pero donde estamos obligados a ir generando las bases de “una república nuestra y autogobernante” descifrada a partir de cúmulo de saberes que van componiendo una verdadera “razón de todos”.

Una de las cosas que facilita este lema de “el toto” al defi nir y darle vida a un sujeto político “que manda en su hambre”, es efectivamente el nacimiento de una nueva militancia que empieza a reconocerse desde lo que puede ser “otra política”, es decir, otros parámetros políticos desde donde se asuma la construcción y la lucha revolucionaria. Para un “nosotros” naciente en la práctica de “otra política” lo importante por los momentos es que empiezan a generarse expectativas militantes que desechan la vieja angustia de medir la pertinencia de un proyecto político a partir de los esquemas de mando

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preestablecidos por la lógica del poder constituido para ser sustituida por un constructo abierto y organizado sobre sus propios tejidos orgánicos que son a su vez la medida de su propio poder. Es decir, donde no valemos por la capacidad de dominio sobre la realidad que acumulemos sino por nuestra capacidad de forjar “otra realidad” completamente distinta, independientemente de las contaminaciones y contradicciones históricas que carga consigo y por tanto las transiciones, las jugadas tácticas y procesos de crecimiento que ha de vivir. Son realidades de lucha pero a la vez alegres e igualitarias que parecen dispuestas a esperar que una nueva ciencia y un nuevo saber insurgentes sigan desarrollándose y sepan ayudar a triunfar defi nitivamente sobre el decadente mundo que administra el mando capitalista y todos sus hijos naturales, empezando por la máquina de estado. No estamos rindiéndole cuenta a nadie que no sea la base popular a la cual nos debemos y menos a estas doctrinas, hijas del stalinismo o cual sea su campo doctrinario, que sencillamente ya no sirven para nada…por ese lado es si se quiere una divina sensación de liberación militante, gracias entre otras muchas a la ofrenda espiritual que nos regala “el toto” y mucho más allá de él el espíritu colectivo que se desempeña desde el hambre como defi nición de igualdad y deseo de liberación.

Más allá de nuestra hambre, la clase obrera que ya no se asume como tal

¿Y cómo llega a nacer una “otra política” cuando ya no solo es el hambre sino la explotación la condición común? Percibimos que cualquier “otra política” nace en el medio de una explosión –o una tendencia explosiva- inesperada en el seno de una situación que parecía estar bajo absoluto control de los “hijos de puta”. En otras palabras, ella misma es una especie de acontecimiento en el medio de una manifestación de rebeldía que como todas ellas tienen el gran problema de no saber que hacer “el día después” ni proyecto para ello. Se manifi esta como “presencia” de un sujeto que nace allí mismo, en ese tiempo de rebeldía y deseo emancipador donde una nueva verdad aparece, tomando las enseñanzas del amigo y maestro

argentino Raul Carderias. Pero al mismo tiempo esta visión compartida de lo que es la producción de un sujeto que se expresa desde “otra política” a nuestro parecer debe ir acompañada por un reconocimiento de la inmensa importancia del problema de la identidad, del ¿quiénes somos? y con ello el asunto clave del cómo nos defi nimos a nosotros mismos en medio de estas convulsionadas historias. Es la lección entre otros de “el toto”. Notamos que la misma prioridad dada al hecho mismo, al acto insurgente como manifestación primaria del sujeto político emancipador tiene la identidad producida en ese mismo proceso que le sirvió de motor libertario y punto de partida para la construcción de una visión posible del “día después”, es decir, del proyecto emancipador.

Precisamente alrededor de este asunto de la presencia y la identidad, desde el marco de la explotación del trabajo, quisiera comentar algunos hechos que desde mi experiencia militante han servido como punto de partida para empezar a reconocernos partícipes de algo que al menos se sienta como la práctica de “otra política” aquí en esta tierra venezolana al interno de la clase trabajadora; es en defi nitiva un pequeño relato de lo que espero sea una de sus tantas actas de nacimiento.

Digamos por comenzar: mucho, en contra y a favor, desde el amplio mundo izquierdista se ha dicho alrededor del chavismo o de ese fenómeno político que signifi ca la llegada al poder de Hugo Chávez y con él de la “revolución bolivariana”. De eso ya hemos hablado

algo. Sin embargo muy poco se ha dicho respecto a las rebeldías interiores que subyacen a este tiempo de la “revolución bolivariana” que rompen precisamente con los referentes comunes del que solo lee políticamente una realidad llamada “Venezuela” desde los escenarios mediáticos dominantes. Una de estas cosas que se salen del molde interpretativo tiene que ver con la aparición de una tendencia dentro de una clase trabajadora que hizo suyo en estos últimos tiempos el dispositivo retórico chavista –hoy socialista- convirtiéndose a la fi nal en un “agente salvaje” del mismo, tomando y ocupando empresas, exigiendo el control obrero sobre las mismas, pero al mismo tiempo construyendo una nueva identidad de sí misma; hecho que a la fi nal se manifestó imprescindible.

Sucede que en una pequeña ciudad llamada Cumanacoa situada al oriente costero del país es tomada una central azucarera por parte de tres centenares de trabajadores. Después de duros nueve meses de toma el estado reconoce el hecho y comienza un conjunto de negociaciones tanto con los trabajadores como empresarios. De parte de estos últimos lo único que exigieron fue el pago por los restos de una fábrica en situación de completa obsolescencia técnica. Imaginamos que la burocracia habrá negociado sobre “benefi cios comunes” como es muy natural en estas tierras, de hecho estos desaparecen de la escena. Luego empieza la negociación con los trabajadores, pero en medio de esta sucede algo que rompe con lo previsto y sitúa el problema en un nivel que terminó enredado en un confl icto realmente emblemático para toda la clase trabajadora del norte oriental del país. En una asamblea de trabajadores donde me encontraba presente se discute la formación de un Consejo de Trabajadores que asuma la negociación con el gobierno. Tomo la palabra y me refi ero al hecho repitiendo una y otra vez el papel de la “clase obrera” en esta historia, jugando si se quiere el clásico papelito de la vanguardia iluminada. Pero de repente se para uno de los trabajadores presentes y me quita la palabra. Notablemente molesto me recuerda que por favor no me siga refi riéndome a ellos como “obreros”, que ellos ya no son obreros, son: “trabajadores asociados libremente”. En otras palabras ya no se consideran los obreros de nadie, su nueva

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condición responde a una defi nición de sí mismos que los obliga a liberarse de toda relación de sumisión. Y esto tiene una consecuencia muy concreta porque según el compañero si ya no son obreros, entonces ya no van a trabajar para nadie, no aceptan ser contratados por ningún patrón que asuma el mando sobre su trabajo, ellos se contratarán a sí mismos comenzado lo que llamaba Negri un proceso de autovaloración del trabajo.

Esta simple defi nición de sí mismos termina creando una “nueva subjetividad política” en ellos que sirve de punto de partida para una confrontación con el estado-patrón que dura hasta los días de hoy. Estamos hablando de más de dos años de confrontación sin ningún arreglo defi nitivo pero donde nace un poder, o si se quiere “una política”, que desmorona la estrategia de estado de convertirse en el nuevo patrón de una fuerza de trabajo que ha tomado en sus manos y con su lucha unos determinados medios de producción. Sin formalidad de arreglo sin embargo el estado no le queda otro camino que aceptar la situación desembolsando los capitales y recursos necesarios para reemprender un proceso de producción bajo control casi absoluto de los trabajadores. Espera por supuesto mejores momentos para retomar el control perdido, eso ya lo veremos. Sin embargo, mal que bien se llega fi nalmente a una frágil situación de “equivalencia de poderes” entre estado y trabajadores que desdibuja por completo la típica maniobra de cooptación y explotación de la plusvalía política producida por los trabajadores y el pueblo en sus procesos de lucha.

No obstante esto no se queda allí, desde entonces para acá, en estos dos años por lo menos se han tomado ocho nuevas fábricas en la región que involucran a unos cuatro mil trabajadores donde una y otra vez se repite el mismo fenómeno, no siempre con igual fuerza y la misma suerte para el proceso emancipatorio de la clase obrera en la región. Nace en todo caso, aquí también, “otra política” ligada a un clásico contexto obrero donde mueren las viejas retóricas socialistas, empieza a quebrarse el proyecto corporativo de estado promovido por las cúpulas altas del chavismo, generándose subterráneamente “otro proceso revolucionario” anclado en los valores del autogobierno pleno de los colectivos sociales que han asumido el

reto revolucionario desde una manera insólita y “salvaje”.

Más allá aún esta misma situación podríamos verla repetida en fenómenos que avanzan en estos momentos como es el caso del logro del control operativo de la recolección de la basura de Caracas por parte de centrales cooperativas en combinación con trabajadores que han tomado las principales empresas recolectoras, antes en manos de mafi as transnacionales o personajes claves de la cúpula chavista. O incluso en partes importantes del movimiento indígena del occidente del país que se han negado a ser “víctimas” de nada (tradicional postura que asumen las comunidades manejadas desde las ofi cinas de gobierno o las cruzadas religiosas) y se asumen plenamente como “comunidades de su tierra y con derecho a ella” como ya veremos más adelante.

De cualquier forma, dentro de un plano donde ya no solo estamos enfrascados en alimentar niveles de autonomía y dignidad populares indispensables a un proceso emancipador sino que nos metemos dentro del cuadro estructural y material del mismo, es decir, aparecen los escenarios de rebelión posible dentro del sistema de relaciones de producción, nos encontramos al igual

que en Maracaibo y los movimientos de calle “al mando de su hambre” con una clase trabajadora que pelea concretamente por el poder de los medios de producción. Todas las regiones del país están llenas de “asaltos” contra la propiedad privada de los medios de producción que ahora se convierten en confrontación cada vez más abierta contra la patronal tecnocrática de estado, al interno de una lucha que va a la par de la decadencia y legitimidad política de las cúpulas burocráticas y representativas identifi cadas con el chavismo y el PSUV. Cúpulas que se dividen ellas mismas en dos partes: una que se derechiza y opta por la represión y la criminalización de las luchas populares, otra que intenta “montarse sobre la ola” y acomodar su política a la línea difundida por el mismo presidente del “control obrero”, pero encerrada dentro de una maquinaria de estado que si algo delata es nuevamente la fantasía y el sueño ideológico en que están atrapadas. Los mismos trabajadores también viven su propio proceso contradictorio pero menos fantasioso. Ellos también se dividen entre quienes siguen apegados a la conquista de sus reivindicaciones o al menos el pago de todas las deudas y derechos no cancelados, hasta piden la presencia

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de una patronal responsable y no “tercerizante” del trabajo que los rebaje a la condición de simples contratados, otra parte da el “salto revolucionario” de la exigencia del control obrero.

Y es allí donde hemos aprendido a reconocer dos cosas básicas: primero que este último “salto” depende originalmente de la capacidad por parte de la clase de negarse como obreros y exigir la administración directa del contrato laboral. Es el punto de defi nición. A partir de ahí comienza a profundizarse el deseo liberador por abarcar el control total del proceso de producción, acabando con los sistemas constituidos de división despótica del trabajo, e ir acercándose a la idea de un “plan industrial” que desmantele la doctrina de la “planifi cación central” de estado y se vaya creando una ciencia de la “planifi cación en fl ujo” que pueda ir destrozando como el huracán pero al mismo tiempo creando en el plano de la producción vida nueva como el vientre materno. Y la segunda tiene que ver con las limitantes desde este mismo impulso libertario desde el momento que no ve otra cosa que medios y relaciones de producción, por tomar, por crear. Atadura clásica de todos los “obrerismos” y “socialismos científi cos” que convirtieron el marxismo en una nueva metafísica esencialista y dejaron de ver el mundo desde sus transformaciones y desgarraduras materiales. Al menos a nosotros nos faltaba esta experiencia de diez años “revolucionarios” para darnos cuenta hasta que punto toda “otra política”, además del problema de la constitución comunidad popular y el cambio de las relaciones de producción se encuentra fi nalmente con el dilema de la “liberación territorial”. En defi nitiva con la obligación de ir pensándose y haciéndose a partir de una “otra visión” de totalidad donde ella misma se descubre y fabrica al mismo paso de los procesos de liberación territoriales.

Sabino marca el camino: el reto territorial de la “otra política”

En Caracas o en oriente, se avanza mientras los movimientos indígenas en resistencia son acorralados, reprimidos y fragmentados, aunque mucho más vivos y trascendentes de lo que aparenta. El proceso conjunto en ese sentido es muy desigual y combinado como diría

Trotsky. Lo cierto es que manifestaciones importantes de resistencia cercanas todas o en medio de la generación de actos de rebeldía mayores, hacen presencia, se dan una identidad y cambian la vieja angustia de la “toma” o la participación en “el poder” por la generación de un constructo colectivo poderoso y constituyente que al menos imponga al estado una situación de “equivalencia de poderes” permitiendo el nacimiento de una nueva realidad política que abre el futuro.

Falta en todo caso un criterio para abordar algo que no podemos despachar (muy “posmodernamente” por cierto) por considerarlo parte de los desechos que dejan los viejos legados –supuestamente fracasados- del materialismo histórico y el movimiento comunista respecto a la “visión de totalidad”. Por el contrario, lo vivido y pensado nos deja el convencimiento que cualquier conocimiento que se vaya construyendo desde la práctica de “otra política”, cobra fortaleza en la medida en que va palpando y visualizando esa “otra totalidad” que ya no es solo un asunto metodológico y de “lógica dialéctica” de análisis, sino un conjunto posible de “otras realidades” que en la medida en que vemos como se integran materialmente y cobran signifi cado político, es decir, se convierten en “carta de lucha” de un sujeto que se hace presente, aparece una visión de conjunto que nos sitúa dentro de una “totalidad en potencia”, si me es permitido el término. Precisamente es aquí donde aparece la

importancia de las luchas de liberación territorial fuera de todo localismo y vistas más bien como el punto de partida de una construcción de totalidad que “no es la suma de partes territoriales liberadas” sino un proceso integrativo del todo de las conquistas revolucionarias desde la base que va llenando de riqueza la realidad, develando nuevas complejidades y produciendo lo que podría acercarse a una idea de “otra república” abierta y sin fronteras, en nuestro lenguaje “nuestramericana”.

Al respecto y retomando el tema indígena, prefi ero concentrarme en la inmensa signifi cación de la lucha emprendida por el cacique Sabino en su confrontación contra poderes locales-ganaderos, transnacionales y militares, en función de los derechos de su pueblo a la territorialidad ancestral despojada por las sucesivas conquistas coloniales o colonizantes hasta los tiempos de hoy. Sin entrar en mayores detalles, simplemente aclarando que el cacique Sabino, en estos momentos preso en la cárcel de Trujillo por acusación de asesinato y rebelión contra el estado, simboliza una encrucijada clave dentro de una conciencia colectiva que redescubre el problema de la tierra, de “nuestra tierra” como un punto central al proceso de liberación, situada esta vez mucho más allá de las tradicionales consignas nacionalistas y antiimperialistas condensadas en las políticas de “liberación nacional”. Está preso, sometido al odio muy particular de algunos ministros de gobierno que

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han visto en él y sus movimientos aliados un verdadero peligro para el estado, sus intereses y compromisos particulares, quizás con toda razón (no faltando por supuesto las esperadas acusaciones de contrarrevolucionarios, agentes de la CIA, etc.).

Efectivamente Sabino y el pueblo Yukpa que lo acompaña, en una lucha directa y frontal ha puesto sobre el tapete la imposibilidad de forjar un proceso de liberación real que no sólo “descriollice” la sociedad y el “nosotros rebelde”, es decir, aprenda a verse a partir de su propia historia y presente indígena, sino que además vea en el legado indígena en su lucha por los estados “plurinacionales” y el derecho a la territorialidad, un punto de partida desde el cual podamos ir fabricando una totalidad que adverse radicalmente las herencias y dominio del sistema capitalista. Es una muestra humilde de lo mismo que nos viene enseñando por ejemplo el pueblo mapuche en Chile y su lucha frontal contra el estado represivo, colonial y neoliberal chileno. En un lenguaje muy directo y lleno de la autenticidad que lo caracteriza, Sabino –y si se quiere el conjunto del movimiento indígena en resistencia- nos deja ver que “la tierra”, aquello que se expresa como “pachamama”, supone una “visión de mundo”, una cosmogonía, una insurgencia cultural y una propuesta de propiedad común, modelos de producción alternativos y relaciones humanas dentro de ellos, que se

convierten en un contenido básico, ya de corte programático, para cualquier “otra política”. Es precisamente desde esta riqueza de contenidos donde descubrimos una totalidad naciente, podríamos decir “nuestramericana” por darle amplia y abierta territorialidad, que no ha podido abarcar ni el movimiento popular urbano ni el movimiento de trabajadores por el mismo cuadro opresivo y cultural en que viven. En todo caso, aporta a ellos ese punto de ruptura profunda donde nos disponemos a abrazar “el todo de nuestra tierra” y hacerla completamente “nuestra” en la disposición de ver en ella no solamente un problema de poder y control sino ese mundo autogobernante y comunista -si no molesta el término- naciente que nos marca el verdadero camino revolucionario dentro de un ciclo de tiempo que rompe todas las lógicas de la “angustia de la conservación o ganancia representativa” y en general las dinámicas burguesas de la política.

Por tomar otra vez ejemplos de la experiencia, esta vez por lo que supone esta inmensa encrucijada que simboliza el cacique Sabino, en una ocasión, luego de la toma del Tribunal Supremo de Justicia por parte de comunidades Yukpas identifi cadas con la causa de Sabino y del fracaso de su cometido ya que el tribunal negó el derecho de los caciques Yukpas presos a ser juzgados por tribunales propios, es decir, indígenas, su hijo “Sabinito” –muchacho de 21 años- en una rueda de prensa fi nal dice en sus palabras lo siguiente: “si el gobierno no nos

apoya pues entonces nosotros tampoco apoyaremos al gobierno, asumimos todo el riesgo de esto y nos defenderemos solos como siempre lo hemos hecho”. Al menos de mi parte jamás había oído una frase igual y tan clara en todos estos años “revolucionarios” por ningún actor del movimiento popular. Todas estas comunidades indígenas han apoyado al gobierno bolivariano y en general “el proceso” como decimos. Es la misma situación tanto de “el toto”, de los compañeros trabajadores de Cumanacoa, como innumerables versiones rebeldes de este proceso. Pero ninguno, a mi conocimiento, ha sido capaz de poner el punto político con tanta claridad y elevar esa meta de la “equivalencia de poderes” a un condicionamiento explícito de apoyo sobre el principio libertario del “apoyo mutuo” de manera tan valiente y lucida. Obviamente esta declaración solo es posible si ya se vive tanto en el compromiso liberador que nos junta a todos desde hace más de veinte años de ruptura como al mismo tiempo desde una “visión de mundo” donde la totalidad ya no se expresa políticamente en el estado, mucho menos en el simbolismo de sus líderes y caudillos, sino en “lo que somos” como pueblo que asume su propia lucha, la hace acto, palabra y proyecto de vida. El estado quedó abajo, abajo en prioridad también quedan las relaciones eventuales, tácticas o estratégicas, que podamos hacer con actores involucrados en él. Y por encima estamos ese “nosotros” naciente y expansivo, al parecer preparado para la fragua de una “otra política” y “otro proyecto de vida” en la medida en que las luchas por la liberación territorial vayan ganando espacio y hegemonía. Aquí la exigencia por el reconocimiento de la “equivalencia de poderes” llega al máximo de su tensión e importancia en este momento histórico aunque tengamos que admitir que la victoria en este punto no está fácil. Sea lo que sea hay una pelea territorial y de contenidos de una nueva vida común que ya se desplaza desde la resistencia indígena hacia una inmensa cantidad de colectivos de base y que ahora veremos agudizarse con la formación de “las comunas” donde naturalmente por razón de ser el estado buscará incorporarlas corporativamente a su maquinaria de control político y social.

Ya por terminar, constatamos que en

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la dignidad de asumir plenamente nuestra condición “hambrienta”, en las presencias e identidades libres de sumisión que se han manifestado dentro del movimiento obrero y de trabajadores, en la visión territorial y de totalidad alterna que nos enseña la resistencia indígena propia, entre tantas otras, se constata con mucha alegría el nacimiento entre nosotros de otra política y por tanto de otra estrategia y otra vivencia militante.

En efecto, ver posible esto nos demuestra la posibilidad concreta de “otra política”, entendiendo que todos estos gobiernos progresistas dentro del contexto nuestramericano si han servido para algo es para reconocer por obligación de origen derechos y libertades que han sido básicas en la maduración de un ciclo político vivido desde las bases populares cuyo tiempo de expansión se visualiza largo pero que está dejando enseñanzas claves para el proceso de liberación conjunto.

Por la misma corrosión interna que van teniendo estos gobiernos y que se manifi esta en Venezuela en la imposibilidad de dirigir cualquier proceso revolucionario que no termine en un triste proyecto de estado burocrático y con sentido corporativo –una clásica visión de empresa dirigente- además cada vez más sometido a la lógica que le impone el capitalismo global, es evidente que la supervivencia o no de ese “otro ciclo político” ya no puede depender de ellos, sino de las fuerzas propias.

Estamos obligados a desarrollar estrategias de “liberación territorial” que puedan afi anzar como decíamos nuevas presencias e identidades sobre espacios sociales y territoriales cada vez mayores que si en algún momento les toque enfrentar gobiernos de signo abiertamente reaccionario estén preparadas para hacerlo.

Lo que cambia son las intensidades y los modos de lucha, más no la posibilidad misma. Una “república autogobernante y nuestramericana” como decíamos por acá, de todas formas pareciera que empieza a constituirse, haciendo cada vez más necesaria que las ideas y las ciencias necesarias para la creación cualquier “otra política” ligada a su proceso constitutivo se desarrollen y transmitan en un amplio terreno de diálogo de experiencias, siendo capaces de asumir plenamente el duro tiempo que se avecina.

MMichel Foucault en su obra Vigilar y castigar describe las técnicas por las que el Estado moderno europeo disciplina los cuerpos de los ciudadanos, con mecanismos de información que él denomina un panóptico, que como un servicio de inteligencia situado en todos los intersticios del poder político observa y castiga a los ciudadanos. Dicho panóptico se ejerce de arriba hacia abajo, del Estado y la representación política hacia la comunidad política o el pueblo. La Inquisición en el Estado moderno español del siglo XVI fue ya un aparato ideológico del Estado que cumplía esa función.

Estoy ahora refi riéndome a un tema novedoso en la historia mundial; un acontecimiento, diría Alain Badiou, que tiñe desde ahora en adelante el proceso político de las decisiones públicas de las burocracias de los gobiernos de las democracias representativas, especialmente en los estados que han organizado su dominación en el planeta para cumplir sus intereses metropolitanos (como Estados Unidos, los países europeos, Japón y algunos más). Se trata de la puesta a disposición del ciudadano cotidiano de millares de documentos que expresan juicios secretos

habituales en las comunicaciones de las burocracias de estos estados dominantes, que fundamentan decisiones políticas que afectan a millones de seres humanos de países dependientes o neocoloniales.

Ese secretismo cobijado bajo la razón de Estado (por sobre el tan publicitado estado de derecho) defi ne la estrategia política como un quehacer cínico que exige ocultar ciertas verdades a la propia comunidad política, o el pueblo, y mucho más a aquellos pueblos que sufrirán dichas decisiones políticas. Esto supone un juicio de profundo desprecio por el propio pueblo, y los pueblos extraños, como no aptos para entender dichas razones a favor del Estado que los gobierna y representa. La llamada democracia representativa se arroga así todo el poder, cayendo en un fetichismo político que desvirtúa a la política como tal, e igualmente a la democracia que les sirve como punta de lanza en su cruzada guerrera en el mundo.

La democracia representativa es necesaria y conveniente, porque responde a un principio de realismo político. No es posible gobernar en una asamblea permanente de millones de ciudadanos. Pero de ahí a la aceptación, y a la no

El panóptico y la democracia participativademocraci

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institucionalización de la –con mayor razón, y también necesaria y sustantiva– democracia participativa, hay mucha distancia.

El acontecimiento de la puesta a disposición por los medios electrónicos de millares de documentos que nunca debieron ser secretos (ya que los ciudadanos tienen derecho a conocer las razones que fundamentan las tomas de decisiones del gobierno representativo, y más cuando por la corrupción benefi cian sólo a ciertas oligarquías que proliferan a la sombra del poder) para poder ser leídos por millones de lectores anónimos, pero que constituyen las comunidades políticas o los pueblos del planeta, es un hecho que cambia la naturaleza de la participación.

Es la expresión de un panóptico ahora justo, legítimo, sustantivo de abajo hacia arriba, que permite cumplir con su condición la función esencial de la democracia participativa (articulada y no negación de la democracia representativa). La democracia participativa es el sistema de legitimación por el que el pueblo cumple la función, entre otras, fi scalizadora con respecto a la burocracia del gobierno en su momento democrático representativo. Si la representación se está

corrompiendo en todos los países en este momento; si los gobiernos vegetan en la impunidad, es porque el pueblo no tiene instituciones participativas de fi scalización. Fiscalizar es poder juzgar, y condenar y castigar (por ejemplo con la revocación del mandato en casos extremos) a los que cumplen cargos o encargos representativos. Los representantes constituyen mafi as fetichizadas que no rinden cuentas sino a sí mismos, y por ello se corrompen en la impunidad.

Y bien, la puesta en consideración pública de documentos que nunca debieron ser secretos, la verdad revelada de las fi cciones, mentiras, juicios parciales injustos, etcétera, viene a permitir cumplir con una condición de esa función fi scalizadora de democracia participativa. El gobierno (los burócratas de la representación fetichizada) estadunidense se escandaliza de que informes secretos sean colocados en la luz pública. Y es más, dispone que dicha burocracia no debe acceder a dichos fondos documentales, con lo que se vuelven ciegos ante revelaciones que un ciudadano común de otro país podrá tener en cuenta. Es decir, torpemente tornan al gobierno (o al menos a los niveles

inferiores de la representación) en simples títeres de la elite dominante, que será la única (ya que por supuesto se intenta impedir al propio pueblo dicho conocimiento) que tendrá el pleno manejo estratégico de un pueblo ciego y servil, el propio pueblo estadunidense.

Es tarea imposible enceguecer a un pueblo que comienza a conocer la verdad por medio de una revolución tecnológica en la política, análoga a lo que fue la máquina a vapor para la revolución industrial en el proceso de producción fabril. Los medios electrónicos son el instrumento tecnológico que transforma, subsumiéndolo materialmente, en el proceso de toma de conocimiento y de decisión política en este siglo XXI.

Millones de ciudadanos pueden conocer por dentro la trama del poder corrupto representativo de las grandes potencias, y ello les permitirá cumplir la función fi scalizadora de la democracia participativa, que es la gran revolución política en curso en el siglo XXI.

Aclamemos entonces a los nuevos héroes, y hasta mártires, de la libertad de expresión y prensa, de la libertad del conocimiento de los materiales necesarios para tomar decisiones políticas, que se objetivarán posteriormente en una mayor madurez en la elección de representantes, y en la fi scalización permanente de su accionar, que pueda y deba ser castigado.

Se trata entonces del comienzo de un despliegue de un sistema panóptico, de abajo hacia arriba, esencial para la democracia participativa, a escala mundial, y contando con los medios tecnológicos de punta, que permitirán la superación de la crisis de la representación por la pérdida de los gobiernos fetichizados del monopolio de la información. Es un auténtico Ifai en manos del pueblo y puesto a disposición de todos por medio de las redes electrónicas. ¡Ciudadanos del mundo, infórmense, para derrotar el secretismo cínico y manipulador de la representación política corrupta!

ENRIQUE DUSSEL/FILÓSOFO

democracia participativaa participativa

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Es un lugar común señalar que no podemos querer lo que desconocemos. Pero además a ello habría que agregarle que el desconocimiento de nuestro devenir histórico nos hace blanco perfecto para que brille la mentira elaborada y difundida por los diversos medios al servicio del capital; y como lo que se impone en nuestros días, -a la militancia PESUVISTA y al pueblo-es dar la batalla por la verdad y las ideas, he aquí una refl exión en torno a la confrontación que los Terrófagos del Sur del Lago de Maracaibo, quienes pretenden desatar una guerra contra las medidas impulsadas por el Gobierno nacional, decisiones que buscan abolir las prácticas terrofágicas y de violación de los más elementales Derechos Humanos, que se venía practicando en la zona desde hace largo tiempo.

De allí que nos dispondremos a elaborar nuestra verdad, como pueblo y como militantes, al servicio de las mayorías y la Revolución Socialista y Bolivariana. Para ello, dispondremos de las fuentes arqueológicas, etnológicas, históricas (orales y escritas), hemerográfi cas y bibliográfi cas, indispensables para la resemantización del discurso manido de la derecha golpista, de los terrófagos y sus defensores: los partidos y los políticos, agrupados en esa cosa que llaman la Mesa de la Unidad y sus medios escritos y audiovisuales, desde donde disparan todo su odio a los pobres, a la Revolución y a su líder, el comandante Hugo Chávez

Que sea la historia y sus fuentes quienes nos digan la verdad.

Antes de comenzar el análisis para demostrar que los hacendados y terratenientes del Sur del Lago representan la barbarie y el despojo, mencionemos algunos autores necesarios para conocer la historia: Los datos arqueológicos aportados por Erika Wagner en su texto Datos arqueológicos de la Cuenca del Lago de Maracaibo; los de Iraida Vargas en la Revista GENS de arqueología; los aportes etnológicos

¿De cual propiedad de la tierra hablan los terrófagosterrófagos del Sur del Lago ?

LUIS PRIETO/HISTORIADOR

de Stephen Beckerman, publicados en la Revista Montalbán de la Universidad Católica Andrés Bello dan cuenta del vastísimo territorio ocupado por los mal llamados indígenas Motilones en el Sur del Lago (hoy reconocidos como indígenas Bari, de fi liación lingüística Chibcha).

Este territorio es el que ocupan hoy los municipios zulianos Machiques, Catatumbo, Jesús María Semprum, Francisco Javier Pulgar, Colón y los merideños Alberto Adriani, Obispo Ramos de Lora, Carracciolo Parra y Olmedo, y Francisco Antonio Zea, solo por nombrar algunos para hacernos una idea del territorio abordado y de sus pobladores primigenios, de acuerdo a lo planteado por los autores antes señalados, en particular por la doctora Iraida Vargas.

Vargas sostiene que el poblamiento en el Sur del Lago se inició el sexto siglo antes de Cristo.

Llegó la cruz y con ella el despojo

Para 1774, y a objeto de neutralizar a los Bari -cristianizándolos-, la Iglesia católica crea pueblos de Misiones para trafi car con mercaderías hacia el mercado antillano y europeo.

Esta fue la principal razón por la que se fundara Santa Bárbara en 1779, Santa Cruz del Zulia en 1781 (aunque se dice que ésta última fue poblada por

representantes de España desde 1704); Santa Rosa de Mucujepe se fundó en 1787 y se inicia un proceso de apropiación del territorio Bari, considerado tierras realengas toda vez que no poseían títulos de propiedad otorgados por la Corona, como sí los obtendrá el bachiller Antonio Carmona a partir del año 1781.

Desde 1781 Carmona procedió a delimitar “sus tierras” y conminar por la fuerza al indígena a ubicarse en la desembocadura de los ríos, cuyas tierras eran cenagosas e inhabitables; o en su defecto los obligó a constituirse en mano de obra esclava, en la tierra que por cientos de años les había pertenecido.

Este proceso de despojo y cristianización de los Bari se mantuvo hasta 1809 (tras la muerte de un Bari convertido al catolicismo, quien asumía el papel de mediador entre los europeos y su etnia. Este converso llevaba por nombre Joaquín Gutiérrez, conocido también como el cacique Caricaguey) cuando los indígenas se rebelaron contra el usurpador español.

Es de hacer notar que para el 27 de abril de 1784, el Rey Carlos III mandó a aplicar las ordenanzas de minería en Venezuela, las cuales consagraban la propiedad del subsuelo, incluidos los bitúmenes o jugos de la tierra (hidrocarburos y petróleo), disposiciones que quedaron vigentes en los textos constitucionales y legales republicanos de Venezuela: Comenzando por los

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decretos de minas emitidos por Bolívar el 17 de septiembre de 1825 y el 24 de octubre de 1829, siendo éste último el que normaría la minería en la Gran Colombia.

Los caudillos amaban la tierra y al indígena… Si le servía como esclavo

Por supuesto que ese proceso no se detuvo allí. Con la promulgación del decreto del Libertador de fecha 20 de mayo de 1820 sobre el Reparto de Resguardos Indígenas- existentes desde 1518, cuando la Corona dispuso que los indígenas no fueran despojados de sus tierras de usufructo tradicional- Bolívar había hecho concesiones a los intereses de los Terratenientes -sin desearlo- sobre tierras indígenas y blancos empobrecidos.

Incluso los abusos desatados son reclamados por el Libertador en febrero de 1821. Porque además habían desplazado a los indígenas a tierras estériles.

Posteriormente y a partir de 1821, se emitieron una serie de disposiciones legislativas (años 1821, 1836, 1838 , 1841, periodo en el que se inician las prácticas aberrantes del Liberalismo Económico Burgués en Venezuela), que restringieron la autonomía de los Resguardos indígenas, vino la expropiación de sus tierras a favor de los vecinos y los Concejos Municipales.

Las tierras fueron vendidas por sumas ínfi mas a los poderosos de cada pueblo, o militares convertidos en caudillos, que aprovechan el momento cuando se les hace el pago de los haberes, por parte de la nación, para seguir impulsando la terrofagia institucionalizada desde 1820, siendo convertidas en dehesas de ganado, añadidas a los Latifundios, aumentando el mercado de mano de obra en algunas regiones, con la incorporación de los trabajadores indígenas.

Ferrocarriles movidos sobre las ruinas de los pueblos Bari

Finalizando el siglo XIX, Guzmán Blanco y los positivistas conciben la idea del Progreso, promoviendo el blanqueo de la población y la construcción de dos Ferrocarriles en el Sur del Lago. El que comunicaría a El Vigía con

Santa Bárbara y el Gran Ferrocarril del Táchira: desde la Fría a Encontrados. Ambos surtirían las embarcaciones que llevarían los frutos del agro al mercado internacional y viceversa, incluyendo los provenientes y hacia el interior de lo que hoy es Colombia.

Para ello los desarrollistas debían controlar la resistencia indígena. Se repitió el genocidio contra los Bari en las riberas de los ríos Tarra y Zulia y en el eje Santa Bárbara-El Vigía. No obstante estos crímenes, el Ferrocarril sigue siendo el símbolo de la Alcaldía de El Vigía y el municipio lleva el nombre de uno de los pensadores racista-positivista de principios del siglo XX, que con su pluma y convicción euro céntrica contribuyó con el crimen de los Bari, nos referimos a Alberto Adriani, quien no solamente estaba convencido de que había que “mejorar la raza”, sino que al igual que el argentino Alberdi “había que blanquear las sociedades desindianizando”.

Los barí fueron aniquilados y convertidos en mano de obra esclava -o acorralados en la Sierra de Perijá con las famosas Correrías de indios (cacería nocturna de los Bari por mercenarios pagados por los hacendados).

También fueron diezmados por la Shell cuando esta empresa fundó el campo petrolero de Casigua del Cubo en 1915 y electrifi có sus caminos e instalaciones para evitar el retorno de los indígenas y para que, en caso de atreverse a penetrar el campo petrolero, murieran electrocutados; los petroleros también llegaron a envenenar la sal de suerte que si los indígenas la consumían igual morirían.

La sumatoria de estos hechos

obliga a los terrófagos a incorporar indígenas Wayuu como mano de obra en el Sur Del Lago, hacia la primera mitad del siglo XX en condición de esclavos, tal como lo plantea Ramón J. Velásquez en Confi dencias imaginarias de Juan Vicente Gómez. Cito: “A esta situación debe agregarse la presencia de mano de obra goajira en las haciendas, como peonaje o servicio domestico en condiciones de literal esclavitud, pues no pocos de ellos eran comprados; en otras palabras, venta de por vida de personas por dinero”.

Además cuando se les cancelaba alguna remuneración se le hacía con una fi cha plástica canjeable en la bodega del hacendado con el cual quedaba endeudado de por vida y los hijos terminaban siendo esclavos por deudas contraídas. Las rebeldías u otras conductas “anómalas” se pagaban con el CEPO.

La condición de esclavo era de tal magnitud, que contaban los ancianos marabinos -allá por la primera mitad del siglo XX-, que cuando alguien se encontraba en una grave situación económica se le solía decir: “te tendréis que vender pal Zulia, si queréis salir de esa situación”.

Hacia la conquista del Sur del Lago de Maracaibo

La actividad petrolera impulsó a que muchos de sus trabajadores y un sin fi n de aventureros se lanzaran desde la primera mitad del siglo XX a constituir fundos agrícolas, amparados algunos por la militancia del partido de turno o en la Reforma Agraria, sin títulos que le avalaran la propiedad del terreno.

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Otro hecho conocido en el Sur de Lago fue la existencia de un personaje llamado Parafi na, contratado en la década de 1980 por los hacendados para matar a la mano de obra barata traída ilegalmente desde Colombia a las plantaciones. Finalmente y para borrar el rastro de estos asesinatos los hacendados encargaron la muerte de Parafi na.

Incluso para 1980, tras el asesinato de 30 braseros, dos lograron sobrevivir y denunciar la matanza en el Congreso colombiano, lo que provocó un escándalo diplomático entre ambas naciones. Otro de los episodios de sangre que pone en duda la propiedad de la tierra en el Sur del Lago para alguno de los productores tiene que ver con un secreto a voces en la zona. Está referido a las matanzas entre familias y estos contra pequeños productores, a fi n de poder ampliar sus predios.

Hoy diciembre 2010, nos preguntamos ¿de cuáles propiedades hablan los Terrófagos del Sur del Lago? ¿De cuál Derecho? Lo único que está claro es la violación sistemática de las leyes y de los Derechos Humanos de los trabajadores de las fi ncas, por parte de los hacendados. Instigando a la violencia y al desconocimiento del Estado de Derecho, al Gobierno Nacional y la intención de éste de darle el uso correspondiente a las tierras a objeto de garantizar la seguridad alimentaria que reclama el país; y no podría ser de otra manera.

La actitud de los hacendados ha sido históricamente antipopular, racista y proimperiales. Recuérdese el odio al Libertador tras la petición de liberar a los esclavos en 1816, de repartición de tierras en 1820, al punto de ser expulsado del país y que el 31 de enero de 1831, sin saber de su muerte señalaran en la Gaceta de Venezuela que la delicada situación del Libertador era producto de un chancro en el ano y tisis.

La misma que tras su muerte fabricó vasenillas con la cara de Bolívar en el fondo para que los niños se cagaran en su rostro. La misma que rompió la Ley de Tierras en el 2001 y que hoy se prestan cuales brabucones de barrio, a fomentar un confl icto que esconde sus verdaderas intenciones: Eliminar al Presidente y entregar el país al imperio, o no fue ese el interés de Rumbo Propio en el 2006 con Manuel Rosales y el imperio hablando de autonomismo.

En Panamá, Harold Salvatierra está reunido con su amigo Heinz Machado y sus nuevos socios panameños. Mientras escuchaba al que presumía ser el socio mayor en el negocio de las inmobiliarias que van a montar en el país, Harold piensa en su esposa Jenny Alcok. Entonces pide permiso y sale a llamarla desde su celular.

En el Centro San Ignacio Jenny escuchó la voz de su amiga Keyla Vollmer y rápidamente se soltó de los brazos de Ramón Pérez. Se acercó a su amiga y la saludó y se despidió de ella y volvió al lugar donde Ramón la esperaba. Ramón caminó con ella hacia un rincón del pasillo donde nadie los veía y, nuevamente le dio un beso. En ese momento repicó el celular de Jenny. Ella se soltó de los brazos de Ramón y buscó en su cartera Luis Vuiton el celular. Vio que era su marido. “Hola, papi”. “Qué tal, ¿cómo estás sin mí?, Jenny”. “Mal, papi. Extrañándote”. “Y qué te pasa que estás jadeando, ¿tienes asma? “No, papi, es que estoy pensando en ti”. “Okey, mami, mañana nos vemos, y mañana no te salvas”. “Okey, papi”.

Lejos de allí, Kathy Mendoza se estremecía de placer en los brazos de Gregorio Salazar. Había llegado puntual al Parque del Este y Gregorio la sorprendió cuando estacionaba. Se metió en el Porsche y allí estaban entregados a una pasión desenfrenada. “Gregorio, quiero verte más a menudo”. “Cuando quieras me llamas”. “Abandona el chavismo y dedícame más tiempo”.

En la quinta Prohibido Olvidar, Jean Brillembourg seguía por el canal ocho y por su canal Globovisión, todo lo que estaba pasando en el Sur del Lago. El gobierno chavista había decidido expropiar 47 fundos y ponerlos al servicio de la nación. En uno de esos fundos estaba el señor Chucho Melean que decía que no salía de su fi nca. “Vamos Melean, defi ende tu vaina con valentía. Pórtate como un macho, Melean. Tú nos estás representando. Que estos comunistas no te quiten tu vaina”, así decía Jean Brillembourg mientras veía los sucesos por Globovisión. Mientras tomaba coñac, con el control remoto iba al canal ocho y luego volvía a Globovisión.

Jean Brillembourg se detuvo en el canal ocho por un tiempo y vio que el vicepresidente Elías Jaua y el ministro Loyo estaban sentados en la cocina de Chucho Melean. “Que no te jodan, Melean. No te dejes engañar por esos comunistas”. Gritaba Jean frente al televisor. Y entonces escuchó las declaraciones de Melean. “Yo estoy dispuesto a negociar”. “Nos jodimos”. Dijo Jean.

En ese momento sonó el timbre y Jean se acercó a abrir la puerta y, sorpresa, se encontró de frente con el cuerpo más deseado por él.

De pena mueroROBERTO MALAVER

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La Organización de Estados Americanos (OEA) destituyó en Navidad a su representante especial en Haiti, el brasileño Ricardo Seitenfus, tras la publicación en Le Temps de Suiza de algunos cuestionamientos al papel de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah) y la política de la comunidad internacional para con la nación caribeña.

El diplomático brasileño señaló que La ONU impuso la presencia de tropas en Haiti a pesar de que el país no vive una guerra civil ni es una amenaza internacional, sino porque es un vecino próximo a EEUU. “Se trata de ongelafr el poder y de transformar a los haitianos en prisioneros en su propia isla”, sentenció. A la OEA no le gustó, claro.

Haití, en manos de las ONGs

El febrero, Seitenfus había hecho críticas declaraciones para la prensa española. Así narraba el periodista Jacobo García la entrevista: Después del terremoto, en la tórrida capital de Haití, conviven cascotes, viviendas a medio caer, vendedores ambulantes y decenas de impolutos 4x4 de la ONU recorriendo las calles. Junto a ellos soldados, muchos soldados y trabajadores de ONG. De todas las nacionalidades y uniformes posibles. A pesar de que los saqueos han sido algo puntual, en pocos días el país se ha militarizado sin que siga sin resolverse el problema de la comida el agua ni la vivienda para decenas de miles de personas que siguen en la calle. Aunque eso sí, rodeados de fusiles, tanquetas y vehículos Hummers.

A Ricardo Seitenfus, representante de la OEA (organización de Estados Americanos) en el país caribeño se le ha encomendado la tarea de crear un Estado que quedó reducido a un montón de escombros tras el 12 de enero. “La comunidad internacional no sabía que hacer con Haití, así que el terremoto será la mejor oportunidad para volver a empezar”, señala. No obstante, en los próximos días llegarán al país casi 25.000 soldados en un país que hasta el momento sólo levanta la voz para gritar

que tiene hambre.

‘El 90% del gasto está destinado a seguridad’

“En los últimos veinte años ha habido en Haití seis intervenciones extranjeras y hay dos cosas claras: primero, que hay un problema en Haití, porque si no haría falta venir y segundo ha fracasado la forma de intervenir, si no, no haría falta volver una y otra vez. El problema en el modelo de intervención es que la forma de resolver los problemas en la ONU es muy rígido y sólo se divide en ‘amenaza de guerra o peligro para la paz’.

Pero, ¿hay guerra en Haití? No. ¿Es un problema para la estabilidad de la región? Tampoco”, explica este profesor de relaciones internacionales en la universidad Santa María de Brasil. “No es lógico que el 90% del gasto de los organismos internacionales vaya destinado a seguridad” señala en su despacho.

Autor de varios libros sobre Haití, hombre de confi anza del presidente Lula Da Silva señala claramente a las ONGs de ser culpables de la situación de Haití “Hay una relación causa-efecto entre la infelicidad de los haitianos y la felicidad de las ONG y el peligro más grande que afrontamos ahora es la ‘onegización’ del país”.

‘Haití nunca estuvo tan debilitado como ahora’

“Haití nunca estuvo tan debilitado como ahora y le toca dialogar y aceptar muchas cosas pero hay una relación perversa entre la debilidad del estado

haitiano y la fuerza de las ONG en el país. Aquí el ‘bien’ es privado, gracias a los médicos, hospitales, escuelas comida que llegan de todo el mundo pero el ‘mal’ es público porque el Estado sólo está presente con la Policía”, explica. Una policía que estos días primero dispara y después pregunta y que ha provocado muchos de los muertos por saqueos de estos días.

“Cuando hablamos de fortalecer el Estado hay que afrontar este tema. Hillary Clinton dijo que había 10.000 ONG trabajando en Haití pero sólo 300 están inscritas en el ministerio, así que hay cientos que actúan sin control alguno”, señala, dos días después de que una de estas supuestas organizaciones con sede en EEUU intentara sacar del país a 33 niños del país.

“Y lo peor aún es que Estados Unidos da la ayuda a las ONG estadounidenses, los canadienses a las canadienses y los españoles a las españolas y así sucesivamente. La mayoría de ellas son ‘cajas negras’ que nadie supervisa. Hemos intentado saber cuáles son las organizaciones no gubernamentales serias y no hay ningún estudio sobre esto. Es imposible saberlo”, comenta. “No hay político haitiano que no maneje personalmente al menos dos organizaciones de este tipo”, añade.

En los últimos meses su trabajo fue intentar hablar con Estados Unidos, la ONU, BID, BM, España, Francia y Brasil entre otros para crear un Estado donde ahora no hay nada y arrastra más de 200.000 cadáveres. “No hay precedentes. Hay que inventar un Estado y hacer que los haitianos se responsabilicen de su país. Es muy fácil para ellos pedir, pedir

Ricardo Seitenfus:Ricardo Seitenfus: Causas del fracaso fracaso de la comunidad internacional en Haitíen Haití

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y pedir porque siempre hay gente que trae cosas”, comenta.

“Haití es el único país del mundo donde no existe Estado. Y no hablo de Estado fallecido, hablo de ausencia total de instituciones desde mucho antes del terremoto. Hablar de Protección Civil haitiana es un chiste. Por ponerte un ejemplo, no hay ni un solo piloto haitiano, ni siquiera un solo helicóptero haitiano en el país”. “Este es un país en el que el 40% de la población no tienen ningún tipo de documento”, añade.

En la metodología para lograrlo hay algunas cosas claras: Haití es un país soberano y no va a haber ningún protectorado de la ONU; Haití debe encabezar el proceso; y la situación de Haití hay que afrontarla desde varios puntos de vista, atacando las raíces del mal: pobreza, salud, educación. Hace falta un pacto haitiano, pero como es presumible que no sea respetado por nadie, mi propuesta es que sea supervisado por el Consejo de Seguridad. Y cuando hablo del Consejo de Seguridad hablo, sobre todo, de Estados Unidos, que es el único país respetado aquí”, matiza.

Haití era antes una ‘operación cómoda’ para la ONU

Pero si Seitenfus es crítico con el papel de las ONG también lo es con la ONU, que lleva casi seis años presente en el país con más de 9.000 soldados pero que resultó incapaz de tomar las riendas de la situación hasta muchos días después del terremoto. “Ésta era una operación cómoda para la ONU porque no hay guerra, estamos a poco más de una hora y media de Miami, en el Caribe y hay restaurantes franceses...”, critica.

Sin dar nombres, Seitenfus se refi ere a una burocratización que ha llenado los bolsillos de muchos funcionarios de la ONU aquí destinados y que se embolsan un sueldo de entre 15.000 y 20.000 dólares al mes. Sin ir más lejos, algunos de los responsables del PNUD fallecidos en el terremoto ganaban 28.000 dólares mensuales.

La entrevista que le costó el cargo

En una entrevista publicada a fi n de año en el diario Le Temps, en Suiza, el 20 de diciembre de 2010, Ricardo Seitenfus explica las causas y los errores

que llevaron al fracaso de la comunidad internacional en ese país caribeño.

-Diez mil soldados de paz en Haití, ¿una presencia contraproductiva?

-El sistema de prevención de confl ictos dentro del sistema de las Naciones Unidas no se adapta al contexto haitiano. Haití no es una amenaza internacional. No estamos en guerra civil. Haití no es Irak o Afganistán. Sin embargo, el Consejo de Seguridad, a la falta de alternativas, impuso las fuerzas de paz desde el año 2004 después de la salida del Presidente Aristide. Desde 1990, estamos aquí en nuestra octava misión de la ONU. Haití desde 1986 y con la partida de Jean-Claude Duvalier transita lo que yo llamo un confl icto de baja intensidad.

Estamos frente a luchas por el poder entre actores políticos que no respetan el juego democrático. Pero me parece que Haití, en el ámbito internacional, fundamentalmente ha pagado el costo de su proximidad a los Estados Unidos. Haití ha sido objeto de una atención negativa del sistema internacional. La ONU ha congelado el poder y transformado a los haitianos en prisioneros en su propia isla. La angustia de los balseros explican en gran medida las decisiones internacionales en relación a Haití. Queremos que a toda costa se quedan en casa.

-¿Qué impide la normalización del caso de Haití?

-Durante doscientos años, la presencia de tropas extranjeras se ha alternado con los dictadores. Es la fuerza la que defi ne las relaciones internacionales y nunca el diálogo con Haití. El pecado original de Haití, en el escenario mundial es su liberación. Los haitianos

cometieron lo inaceptable en 1804: un crimen de lesa majestad para un mundo atribulado. Occidente era entonces un mundo colonialista, esclavista y racista que basaba su riqueza en la explotación de las tierras conquistadas. Así que el modelo revolucionario haitiano asustó a las superpotencias. Estados Unidos no reconoció la independencia de Haití sino en 1865 y Francia exigió el pago de un rescate para aceptar la liberación. Desde el principio, la independencia estuvo comprometida y obstaculizado el desarrollo del país.

El mundo nunca ha sabido cómo tratar a Haití y así que terminó haciendo caso omiso de ella. Comenzaron 200 años de soledad en el escenario internacional. Hoy en día, la ONU aplica ciegamente el capítulo 7 de su carta, y despliega sus tropas para imponer su operación de paz, lo que no resuelve nada, es peor. Quieren hacer de Haití un país capitalista, una plataforma de exportación para el mercado de EEUU, eso es absurdo. Haití tiene que volver a ser lo que es, es decir, un país predominantemente agrícola, imbuido del derecho consuetudinario. El país es continuamente descrito en términos de su violenciaPero sin Estado, el nivel de violencia es mínima, y alcanza aún una fracción de la de América Latina. Hay elementos en esta sociedad que han impedido que la violencia se extienda más allá.

-¿No es una renuncia contentarse con ver a un Haití cuyo único horizonte es un retorno a los valores tradicionales?

-Hay una parte de Haití, que es moderno, urbano y de mirada hacia el extranjero. Se estima en cuatro millones el número de haitianos que viven fuera de sus fronteras. Este es un país abierto al mundo. Yo no sueño de volver al siglo XVI, una sociedad agraria. Pero Haití vive bajo la infl uencia de las ONGs internacionales, la caridad universal. Más del 90% de su sistema educativo y sanitario está en manos privadas. El país no tiene recursos públicos para poder operar en un sistema mínimo de Estado. La ONU no tiene en cuenta los rasgos culturales: resumir Haití a una operación de paz, es hacer que la economía de los desafíos reales que enfrenta el país.. El problema es socio-económico. Cuando la tasa de desempleo alcanza el 80%, es imposible desplegar una misión de estabilización. No hay nada para

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estabilizar y todo para desarrollar.

-Haití es uno de los países más subsidiados en el mundo y, sin embargo la situación se ha deteriorado en los últimos 25 años.¿Por qué?

-La ayuda de emergencia es efi caz, pero cuando se convierte en estructural al sustituir al Estado en todas sus misiones, conduce a una falta de responsabilidad colectiva. Si hay evidencia de la falta de ayuda internacional, está aquí, en Haití. El país se convirtió en La Meca. El terremoto del 12 de enero y la epidemia de cólera no hacen sino acentuar este fenómeno. La comunidad internacional tiene la sensación de tener que rehacer todos los días que terminó el día anterior. La fatiga de Haití comienza a emerger. Este pequeño país ha sorprendido a la conciencia del mundo con desastres cada vez más mayores. Tenía la esperanza que con la situación del 12 de enero, el mundo entendería que había errado con Haití, pero lamentablemente hemos reforzado la misma política. En lugar de hacer un balance, hemos enviado más soldados. Tenemos que construir carreteras, construir represas, participar en la organización del Estado, el sistema judicial. La ONU dice que no tiene mandato para ello. Su mandato en Haití es mantener la paz del cementerio.

-¿Qué papel desempeñan las ONG en esta quiebra?

- Desde el terremoto, Haití se ha convertido en una encrucijada. Para las ONG transnacionales, Haití se ha convertido en un lugar de paso obligado. Yo diría que incluso peor que el de la formación. La edad de los cooperantes que llegaron tras el terremoto es muy baja: desembarcaron en Haití sin ninguna experiencia. Y Haití, les puedo decir, no es un sitio adecuado para los afi cionados. Después del 12 de enero, a causa de reclutamiento masivo, la

calidad profesional ha disminuido signifi cativamente. Hay una relación perversa o maléfi ca entre la fuerza de las organizaciones no gubernamentales y la debilidad del Estado haitiano. Algunas ONGs sólo existen a causa de la desgracia de Haití.

-¿Qué errores se hicieron después del terremoto?

-Entre los errores cometidos después del terremoto, el diplomático brasileño señaló que frente a la importación masiva de bienes de consumo para alimentar a las personas sin hogar, la situación de la agricultura haitiana ha empeorado. Recordó que el país ofrece un campo libre a todas las experiencias humanitarias.

“Es inaceptable desde el punto de vista moral que se considere a Haití como un laboratorio. La reconstrucción de Haití y la promesa de 11 billones de dólares hace infl amar la lujuria. Parece que mucha gente viene a Haití, no para en Haití, pero solo para hacer negocios. Para mí, EEUU es una vergüenza, una afrenta a nuestra conciencia. Un ejemplo: los médicos haitianos formados en Cuba debieran estar en Haití, pero casi la mitad de ellos trabajan hoy en los Estados Unidos, Canadá o Francia. La revolución cubana está fi nanciando la formación de recursos humanos para sus vecinos capitalistas ...

-¿Se siente el país como un concentrado de nuestro mundo contemporáneo?

Este es un concentrado de nuestras tragedias y del fracaso de la solidaridad internacional. No estamos a la altura del reto. La prensa mundial vino l paíus y ha descrito en Haití y el caos. Para la opinión pública Haití es uno de los peores países del mundo. Debemos ir a la cultura haitiana, tenemos que ir a la tierra. En Haití, necesitamos

antropólogos, sociólogos, historiadores, politólogos y teólogos, incluso. Haití es demasiado complejo para las personas que se presionan, los cooperantes tienen prisa: nadie se toma el tiempo para tratar de entender lo que podríamos llamar el alma de Haití. Los haitianos tienen las propiedades incautadas, pero se ve a la comunidad internacional como una vaca lechera. Ellos quieren aprovechar de su presencia y lo hacen con extraordinaria maestría. Si consideramos a los haitianos sólo por el dinero que aportamos es que nos presentamos de esa manera.

-Más allá del reconocimiento de un fracaso, ¿qué soluciones se ofrecen?

- En dos meses, habré completado una misión de dos años en Haití. Para estar aquí y no ser abrumado por lo que veo, tuve que crear una serie de defensas psicológicas. Yo intento seguir siendo una voz independiente a pesar del peso de la organización que represento Me quedé porque quería expresar mi profundas dudas y decirle al mundo que es tiempo de dejar de jugar con Haití. El 12 de enero, me enseñó que hay un enorme potencial para la solidaridad en el mundo.No hay que olvidar que en los primeros días, fueron los propios haitianos quienes trataron de salvar a sus seres queridos. La compasión ha sido muy importante en la emergencia, pero la caridad no puede ser la fuerza motriz en las relaciones internacionales, sino la autonomía, la soberanía, el comercio justo, el respeto por los demás.

Tenemos que pensar al mismo tiempo que ofrecemos oportunidades de exportación para Haití, que también debemos proteger la agriucltura familiar, que es esencial para el país. Haití es el último paraíso del Caribe sin explotar para el turismo, con 1700 kilómetros de costa virgen y tenemos que fomentar el turismo cultural y evitar allanando el camino para el nuevo Eldorado mosel turismo de masas. Las lecciones que dan no son efectivas por mucho tiempo. Hace 200 años, Haití ha iluminado la historia de la humanidad y la de los derechos humanos, y ahora hay que darle una oportunidad a los haitianos para confi rmar su visión..

*En base a entrevistas de El Mundo y Les Temps. Traducción de Question

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Buda renace “Siempre creí que era una suerte de superstición, pero cambié por completo mi forma de pensar luego de leer el libro”, titulado “Reconociendo el budismo”, señaló Quan, de 32 años, jefa ejecutiva de una agencia turística en Beijing.

Ella afi rma que esa religión le enseñó una forma de afrontar los problemas y de cooperar con empleados y clientes. “El budismo me da paz mental”, dijo.

China, un país ofi cialmente ateo, está experimentando un resurgimiento del budismo. En las tres décadas desde que el líder Deng Xiaoping anunció su política de Reforma y Apertura, se formó un vacío espiritual entre los chinos, explican expertos.

Saturados por la presión de sus trabajos y carreras, muchos han comenzado a buscar respuestas en la religión, y ninguna como el budismo, que tiene una historia de 2.000 años en China.

Un estudio realizado en 2007 por el Centro de Investigación para Cultura Religiosa de la Universidad Normal de China Oriental concluyó que de las 4.500 personas entrevistadas en 31 provincias y regiones autónomas, 33 por ciento se habían declarado budistas. “El budismo es la mayor creencia entre los intelectuales y los jóvenes” chinos, dijo Liu Zhongyu, jefe del equipo investigador, al Phoenix News Media.

Más de 300 millones de chinos pertenecerían a esta fe, indicó. Hace 10 años, la Ofi cina del Estado para Asuntos Religiosos los calculaba en 100 millones.

Liu atribuyó el creciente interés en el budismo a la inestabilidad social, a las presiones y a la ansiedad causadas por la economía de mercado, que se desarrolla rápidamente en China.

El “Catálogo de religiones” de la Academia China de Ciencias Sociales señala que el budismo experimentó un “periodo dorado” durante las tres décadas de reformas. En ese tiempo, la religión se organizó institucionalmente en todo el país, y sus líderes realizaron campamentos de verano y actividades educativas públicas.

El Centro sobre Religión y Sociedad China de la estadounidense Universidad de Purdue expresó su interés por el fl orecimiento del budismo.

Unos 185 millones de chinos siguen la fe budista hoy, señaló el Centro al participar del séptimo Simposio sobre el Estudio Científi co Social de la Religión, celebrado en julio en China.

En el siglo primero después de Cristo, el budismo comenzó a propagarse desde India a China a través de la ruta de la seda. Con el apoyo de emperadores, las enseñanzas de Buda se propagaron rápidamente. Varios dignatarios indios fueron invitados a predicar la nueva fe en China.

El máximo líder de la Revolución China, Mao Zedong, hostil a la religión, no prohibió abiertamente al budismo, pero muchos de los templos y organizaciones de esa fe fueron rápidamente tomados por el Estado.

Cuando Beijing reprimió al Tíbet en 1959 fue apoyado por la propia Asociación Budista China, controlada por el gobierno. Durante la Revolución Cultural, muchos sitios sagrados budistas fueron destruidos, pero tras la muerte de

Mao, en 1976, la represión a las religiones se alivió.Un hombre de más de 30 años, que dio a IPS el

seudónimo de Eddie, confesó haberse convertido al budismo para encontrar un signifi cado a su existencia. Esa religión lo ayudó a obtener respuestas sobre el propósito de la humanidad y sobre la vida futura, destacó.

“Me muestra todo un nuevo mundo. Es como una luz que guía mi vida, me da esperanza. Me hace comprender el poder del ahora”, dijo Eddie. “Creo que voy en el sendero correcto para conectarme conmigo mismo”.

Pero Duan Yuming, profesor en el Instituto de Estudios Religiosos de la Universidad Sichuan, señaló que, si bien la religión crece, muy pocos chinos profundizan en sus enseñanzas. “Practican el budismo sólo por su paz mental”, indicó. No obstante, aun este somero interés es bueno, dijo.

“El budismo es un progreso espirtual que lleva a la verdadera felicidad. Las prácticas budistas, como la meditación, son medios para transformarse uno mismo y desarrollar cualidades como la conciencia, la amabilidad y la sabiduría”, explicó.

“El pueblo chino ahora está siempre urgido de hacer cosas. Ni siquiera sabe cómo relajarse. La meditación puede ayudarlos a encontrar la paz mental”, agregó.

En las últimas décadas, monumentos budistas han sido construidos y restaurados en toda China, y el turismo a sitios budistas y de otras religiones se ha incrementado.

En 2006, China organizó el Foro Mundial Budista, y el año siguiente prohibió la actividad minera en montañas consideradas sagradas por esa fe.

Parte del renovado interés en el budismo se debe a la creciente fascinación con el Tibet. Aunque la vasta mayoría de los chinos ven a esa región autonóma como una parte inalienable de China, muchos habitantes de las ciudades la ven también como una frontera romántica y atrayente. El turismo a Lhasa, la capital tibetana, explotó en los últimos años.

Duan opinó que el nuevo interés en el budismo podría ayudar a un mejor entendimiento enntre Beijing y el Tíbet, algo que ya lo había señalado exiliado líder espiritual Dalai Lama.

CHINA MITCH MOXLEY

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Abusos de privilegiados ensanchan brecha social¿Demándenme si se atreven, mi padre es Li Gang!”, increpó el joven chino a los guardias de seguridad de la Universidad de Hebei que lo interceptaron cuando pretendía huir tras atropellar a dos estudiantes y dejarlos tirados inconscientes en un baño de sangre.

El conductor que se negó a bajar del automóvil tras ser interceptado por los guardias, es Li Qiming, hijo del subjefe de policía del distrito. Una de las víctimas de ese episodio, ocurrido en octubre, murió. Se trataba de Chen Xiaofeng, hija de granjeros pobres.

Alarmadas, las autoridades del gobernante Partido Comunista trataron de impedir que la prensa ofi cial cubriera el asunto, pero numerosos furiosos internautas transformaron el hecho en un debate nacional sobre el abuso de privilegios.

“Mi padre es Li Gang” se volvió el eslogan para expresar la voluntad de eludir una responsabilidad y pasó a simbolizar la brecha creciente entre las personas con poder y las más pobres.

En numerosos blogs chinos se hace alusión a los “ricos de segunda generación”, “a la segunda generación de funcionarios” y a la “segunda generación pobre”. También se denuncia que los hijos e hijas de cuadros del Partido Comunista y de adinerados empresarios tienen privilegios injustos.

La brecha entre ricos y pobres se amplía y puede generar inestabilidad social, alertan especialistas chinos.La diferencia social es uno de los asuntos que más preocupan al país, concluyeron dos diferentes encuestas realizadas este año por el ofi cialista Diario del Pueblo a través de Internet.

El enorme crecimiento económico de China apenas si signifi có mejoras en su vida cotidiana, dijeron las personas que respondieron el cuestionario. Cuarenta y cuatro por ciento de los que respondieron dijeron que la ampliación de la brecha de ingresos y la “división social en clases” requiere más atención del gobierno.

“China debería ser rica. Pero tras la crisis fi nanciera, los ricos son más ricos y los pobres, más pobres. Sólo los ricos

son felices, los pobres, no”, escribió una persona.

El coefi ciente Gini, un índice que mide la desigualdad social, se ubica en 0,47, indicó el Diario del Pueblo, muy cerca de la marca de 0,5 que se considera riesgo de inestabilidad.

Las décadas de crecimiento económico profundizaron la brecha entre los ingresos de los ricos y los pobres y entre el campo y la ciudad. En 2009, 10 por ciento de las personas más ricas concentraban 45 por ciento de la riqueza y 10 por ciento de las más pobres, sólo 1,4 por ciento.

Muchos jóvenes no tienen posibilidades de ascenso social. En cambio, las personas ricas y con infl uencia pueden mandar a sus hijos a las mejores escuelas y, además, recurrir a las conexiones y relaciones de sus padres para conseguir los mejores trabajos, coinciden varios especialistas.

“Se consolida la concentración de poder en la educación, el empleo y varios otros sectores y las clases más bajas suelen perder sus derechos. En endurecimiento de la jerarquía está frente a nuestros ojos. Cada día es más estrecho el canal de ascenso social para los más pobres”, escribió Dai Zhiyong, columnista del periódico Southern Weekend.

Numerosos internautas que se autodefi nen como pertenecientes a la “segunda generación de pobres” dicen que no quieren que sus hijos soporten el mismo destino que heredaron y prefi eren no tener descendencia, según la prensa estatal. “Soy de la segunda generación pobre y no quiero crear la

tercera generación”, dijo Wang Xiaolei, editor web de 28 años, al periódico China Youth Daily.

El gobierno central observa la situación con preocupación.Hace unos meses, las autoridades ordenaron a las cadenas de televisión que comenzaran a promover valores tradicionales después de que la participante de un programa en vivo dijera al aire que prefería “llorar en un BMW que sonreír en una bicicleta, agarrada a la espalda de su novio”.

Muchas personas consideran que la declaración representa el crecimiento del materialismo y así lo expresaron en la blogósfera. El gobierno propuso medidas para frenar la ampliación de la brecha social, como implementar mecanismos para aumentar los ingresos, mejorar el salario mínimo y garantizar que los pagos se hagan en tiempo y forma. También apuntan a mejorar la seguridad social en las ciudades y en el campo.

En marzo, el primer ministro, Wen Jiabao, se refi rió al asunto en un discurso en el Gran Salón del Pueblo, sede del parlamento, y dijo que los benefi cios del rápido crecimiento económico debían distribuirse con más justicia. “No sólo agrandaremos la ‘torta’ desarrollando la economía, sino que la distribuiremos bien”, remarcó Wen. “Revertiremos con fi rmeza la brecha de los ingresos”, añadió.

La “solución fundamental” para mejorar la difícil situación de los pobres es permitir que los trabajadores se organicen y formen sindicatos “para decir lo que necesitan”, señaló Hu Xingdou, profesor de economía del Instituto de Tecnología de Beijing.

CHINA

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Los ciudadanos chinos recurren cada vez más a Internet como herramienta para controlar el comportamiento de altos funcionarios, indicó Shao Jian, profesor de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Xiaozhuang, en la histórica ciudad de Nanjing.

En el caso de Li Gang, la presión de los internautas obligó a padre e hijo a pedir disculpas en un canal de televisión estatal. La prensa ofi cilista informó luego que Li Qiming había sido detenido. “Sin Internet no nos enteraríamos de nada”, remarcó Shao¡Demándenme si se atreven, mi padre es Li Gang!”, increpó el joven chino a los guardias de seguridad de la Universidad de Hebei que lo interceptaron cuando pretendía huir tras atropellar a dos estudiantes y dejarlos tirados inconscientes en un baño de sangre.

El conductor que se negó a bajar del automóvil tras ser interceptado por los guardias, es Li Qiming, hijo del subjefe de policía del distrito. Una de las víctimas de ese episodio, ocurrido en octubre, murió. Se trataba de Chen Xiaofeng, hija de granjeros pobres.

Alarmadas, las autoridades del gobernante Partido Comunista trataron de impedir que la prensa ofi cial cubriera el asunto, pero numerosos furiosos internautas transformaron el hecho en un debate nacional sobre el abuso de privilegios.

“Mi padre es Li Gang” se volvió el eslogan para expresar la voluntad de eludir una responsabilidad y pasó a simbolizar la brecha creciente entre las personas con poder y las más pobres.

En numerosos blogs chinos se hace alusión a los “ricos de segunda generación”, “a la segunda generación de funcionarios” y a la “segunda generación pobre”. También se denuncia que los hijos e hijas de cuadros del Partido Comunista y de adinerados empresarios tienen privilegios injustos.

La brecha entre ricos y pobres se amplía y puede generar inestabilidad social, alertan especialistas chinos.La diferencia social es uno de los asuntos que más preocupan al país, concluyeron dos diferentes encuestas realizadas este año por el ofi cialista Diario del Pueblo a través de Internet.

El enorme crecimiento económico de China apenas si signifi có mejoras en su vida cotidiana, dijeron las personas que

respondieron el cuestionario. Cuarenta y cuatro por ciento de los que respondieron dijeron que la ampliación de la brecha de ingresos y la “división social en clases” requiere más atención del gobierno.

“China debería ser rica. Pero tras la crisis fi nanciera, los ricos son más ricos y los pobres, más pobres. Sólo los ricos son felices, los pobres, no”, escribió una persona.

El coefi ciente Gini, un índice que mide la desigualdad social, se ubica en 0,47, indicó el Diario del Pueblo, muy cerca de la marca de 0,5 que se considera riesgo de inestabilidad.

Las décadas de crecimiento económico profundizaron la brecha entre los ingresos de los ricos y los pobres y entre el campo y la ciudad. En 2009, 10 por ciento de las personas más ricas concentraban 45 por ciento de la riqueza y 10 por ciento de las más pobres, sólo 1,4 por ciento.

Muchos jóvenes no tienen posibilidades de ascenso social. En cambio, las personas ricas y con infl uencia pueden mandar a sus hijos a las mejores escuelas y, además, recurrir a las conexiones y relaciones de sus padres para conseguir los mejores trabajos, coinciden varios especialistas.

“Se consolida la concentración de poder en la educación, el empleo y varios otros sectores y las clases más bajas suelen perder sus derechos. En endurecimiento de la jerarquía está frente a nuestros ojos. Cada día es más estrecho el canal de ascenso social para los más pobres”, escribió Dai Zhiyong, columnista del periódico Southern Weekend.

Numerosos internautas que se autodefi nen como pertenecientes a la “segunda generación de pobres” dicen que no quieren que sus hijos soporten

el mismo destino que heredaron y prefi eren no tener descendencia, según la prensa estatal. “Soy de la segunda generación pobre y no quiero crear la tercera generación”, dijo Wang Xiaolei, editor web de 28 años, al periódico China Youth Daily.

El gobierno central observa la situación con preocupación.Hace unos meses, las autoridades ordenaron a las cadenas de televisión que comenzaran a promover valores tradicionales después de que la participante de un programa en vivo dijera al aire que prefería “llorar en un BMW que sonreír en una bicicleta, agarrada a la espalda de su novio”.

Muchas personas consideran que la declaración representa el crecimiento del materialismo y así lo expresaron en la blogósfera. El gobierno propuso medidas para frenar la ampliación de la brecha social, como implementar mecanismos para aumentar los ingresos, mejorar el salario mínimo y garantizar que los pagos se hagan en tiempo y forma. También apuntan a mejorar la seguridad social en las ciudades y en el campo.

En marzo, el primer ministro, Wen Jiabao, se refi rió al asunto en un discurso en el Gran Salón del Pueblo, sede del parlamento, y dijo que los benefi cios del rápido crecimiento económico debían distribuirse con más justicia. “No sólo agrandaremos la ‘torta’ desarrollando la economía, sino que la distribuiremos bien”, remarcó Wen. “Revertiremos con fi rmeza la brecha de los ingresos”, añadió.

La “solución fundamental” para mejorar la difícil situación de los pobres es permitir que los trabajadores se organicen y formen sindicatos “para decir lo que necesitan”, señaló Hu Xingdou, profesor de economía del Instituto de Tecnología de Beijing.

Los ciudadanos chinos recurren cada vez más a Internet como herramienta para controlar el comportamiento de altos funcionarios, indicó Shao Jian, profesor de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Xiaozhuang, en la histórica ciudad de Nanjing.

En el caso de Li Gang, la presión de los internautas obligó a padre e hijo a pedir disculpas en un canal de televisión estatal. La prensa ofi cilista informó luego que Li Qiming había sido detenido. “Sin Internet no nos enteraríamos de nada”, remarcó Shao¡Demándenme si se atreven, mi padre es Li Gang!”,

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increpó el joven chino a los guardias de seguridad de la Universidad de Hebei que lo interceptaron cuando pretendía huir tras atropellar a dos estudiantes y dejarlos tirados inconscientes en un baño de sangre.

El conductor que se negó a bajar del automóvil tras ser interceptado por los guardias, es Li Qiming, hijo del subjefe de policía del distrito. Una de las víctimas de ese episodio, ocurrido en octubre, murió. Se trataba de Chen Xiaofeng, hija de granjeros pobres.

Alarmadas, las autoridades del gobernante Partido Comunista trataron de impedir que la prensa ofi cial cubriera el asunto, pero numerosos furiosos internautas transformaron el hecho en un debate nacional sobre el abuso de privilegios.

“Mi padre es Li Gang” se volvió el eslogan para expresar la voluntad de eludir una responsabilidad y pasó a simbolizar la brecha creciente entre las personas con poder y las más pobres.

En numerosos blogs chinos se hace alusión a los “ricos de segunda generación”, “a la segunda generación de funcionarios” y a la “segunda generación pobre”. También se denuncia que los hijos e hijas de cuadros del Partido Comunista y de adinerados empresarios tienen privilegios injustos.

La brecha entre ricos y pobres se amplía y puede generar inestabilidad social, alertan especialistas chinos.La diferencia social es uno de los asuntos que más preocupan al país, concluyeron dos diferentes encuestas realizadas este año por el ofi cialista Diario del Pueblo a través de Internet.

El enorme crecimiento económico de China apenas si signifi có mejoras en su vida cotidiana, dijeron las personas que respondieron el cuestionario. Cuarenta y cuatro por ciento de los que respondieron dijeron que la ampliación de la brecha de ingresos y la “división social en clases” requiere más atención del gobierno.

“China debería ser rica. Pero tras la crisis fi nanciera, los ricos son más ricos y los pobres, más pobres. Sólo los ricos son felices, los pobres, no”, escribió una persona.

El coefi ciente Gini, un índice que mide la desigualdad social, se ubica en 0,47, indicó el Diario del Pueblo, muy cerca de la marca de 0,5 que se considera riesgo de inestabilidad.

Las décadas de crecimiento

económico profundizaron la brecha entre los ingresos de los ricos y los pobres y entre el campo y la ciudad. En 2009, 10 por ciento de las personas más ricas concentraban 45 por ciento de la riqueza y 10 por ciento de las más pobres, sólo 1,4 por ciento.

Muchos jóvenes no tienen posibilidades de ascenso social. En cambio, las personas ricas y con infl uencia pueden mandar a sus hijos a las mejores escuelas y, además, recurrir a las conexiones y relaciones de sus padres para conseguir los mejores trabajos, coinciden varios especialistas.

“Se consolida la concentración de poder en la educación, el empleo y varios otros sectores y las clases más bajas suelen perder sus derechos. En endurecimiento de la jerarquía está frente a nuestros ojos. Cada día es más estrecho el canal de ascenso social para los más pobres”, escribió Dai Zhiyong, columnista del periódico Southern Weekend.

Numerosos internautas que se autodefi nen como pertenecientes a la “segunda generación de pobres” dicen que no quieren que sus hijos soporten el mismo destino que heredaron y prefi eren no tener descendencia, según la prensa estatal. “Soy de la segunda generación pobre y no quiero crear la tercera generación”, dijo Wang Xiaolei, editor web de 28 años, al periódico China Youth Daily.

El gobierno central observa la situación con preocupación.Hace unos meses, las autoridades ordenaron a las cadenas de televisión que comenzaran a promover valores tradicionales después de que la participante de un programa en vivo dijera al aire que prefería “llorar en un BMW que sonreír en una bicicleta,

agarrada a la espalda de su novio”.Muchas personas consideran que la

declaración representa el crecimiento del materialismo y así lo expresaron en la blogósfera. El gobierno propuso medidas para frenar la ampliación de la brecha social, como implementar mecanismos para aumentar los ingresos, mejorar el salario mínimo y garantizar que los pagos se hagan en tiempo y forma. También apuntan a mejorar la seguridad social en las ciudades y en el campo.

En marzo, el primer ministro, Wen Jiabao, se refi rió al asunto en un discurso en el Gran Salón del Pueblo, sede del parlamento, y dijo que los benefi cios del rápido crecimiento económico debían distribuirse con más justicia. “No sólo agrandaremos la ‘torta’ desarrollando la economía, sino que la distribuiremos bien”, remarcó Wen. “Revertiremos con fi rmeza la brecha de los ingresos”, añadió.

La “solución fundamental” para mejorar la difícil situación de los pobres es permitir que los trabajadores se organicen y formen sindicatos “para decir lo que necesitan”, señaló Hu Xingdou, profesor de economía del Instituto de Tecnología de Beijing.

Los ciudadanos chinos recurren cada vez más a Internet como herramienta para controlar el comportamiento de altos funcionarios, indicó Shao Jian, profesor de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Xiaozhuang, en la histórica ciudad de Nanjing.

En el caso de Li Gang, la presión de los internautas obligó a padre e hijo a pedir disculpas en un canal de televisión estatal. La prensa ofi cilista informó luego que Li Qiming había sido detenido. “Sin Internet no nos enteraríamos de nada”, remarcó Shao

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No ha sido la imaginación del colombiano Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura. No. Lo que narró sobre ello en su obra cumbre, «Cien años de Soledad» es la absoluta y triste verdad. La matanza y represión a los obreros comenzó a la madrugada del 6 de diciembre de 1928, y sólo se detuvo como tres semanas después. Fue en las plantaciones bananeras de la United Fruit Company, en el Caribe colombiano. Así fueron los primeros pasos del terrorismo de Estado en Colombia…

En Colombia, con las primeras luces del Siglo XX los yacimientos de petróleo, oro, platino y otros preciosos metales son casi regalados a empresas estadounidenses e inglesas. A sociedades de estas naciones son entregados extensos territorios para la explotación sin moderación de banano, cacao, tabaco y caucho. Con el beneplácito del gobierno, el personal empleado por estas compañías era tratado como en la época de la colonia.

La industrialización iniciada en aquellos primeros veinte años dio nacimiento a una burguesía urbana, y asimismo a un sector obrero que comenzó a reclamar mejoras sociales. Siguiendo su ejemplo, campesinos, indígenas y artesanos también procuraron organizarse. Estos incipientes movimientos reivindicativos dieron paso a las primeras organizaciones sindicales y políticas.

Ese embrionario proceso organizativo recibió un aliciente externo decisivo. En octubre de 1917 se produjo la Revolución de Octubre en Rusia, liderada por Vladimir Lenín, y el establecimiento de la Unión Soviética, estableciéndose la primera experiencia de construcción del socialismo. Este acontecimiento pasaría a infl uir de manera determinante en el pensamiento político y social mundial, como lo había sido la Revolución Francesa en 1789. Colombia no podía ser la excepción, menos cuando la palabra “socialismo” no era desconocida en círculos de la intelectualidad liberal.

Ahora la igualdad social se veía como posibilidad. A base de movilizaciones y huelgas se fueron

logrando derechos y concesiones inimaginables unos años antes, siendo los obreros petroleros de la Tropical Oil Company quienes estuvieron en la vanguardia de la lucha.

A los ojos del gobierno conservador, de la oligarquía y de la jerarquía eclesial -la mayor latifundista de la nación-, toda la organización y el descontento social eran prueba de la existencia de un complot comunista internacional para acabar con sus propiedades y vidas. Su paranoia aumenta cuando en 1926 se crea el Partido Socialista Revolucionario, alternativa a los partidos tradicionales, Liberal y Conservador. Aunque un sector importante de la intelectualidad liberal favorecía los cambios sociales, no por establecer el socialismo, sino por modernizar un Estado que manejaba al país como un mayordomo. (1)

Desde el gobierno, el parlamento, los púlpitos y periódicos, las prédicas no daban tregua contra la “subversión bolchevique”. Aterrorizados, la dirección conservadora y los jerarcas católicos decidieron actuar estratégicamente.

A mediados de 1927, el ministro de Guerra, Ignacio Rengifo, un intelectual que antes se había declarado “revolucionario”, expresó: “Al amparo del ambiente de amplia libertad que se respira en el territorio colombiano no pocos nacionales y extranjeros por su propia cuenta, o en calidad de agentes asalariados del gobierno soviético, hacen por doquier activa y constante

propaganda comunista.” (2)Rengifo fue el principal inspirador

de la Ley de Defensa Social, más conocida como “Ley Heroica”. Promulgada en octubre de 1928, ésta marcó la pauta en la concretización de un marco teórico altamente represivo. Con ella Colombia se adelantó a los teóricos de las guerras colonialistas europeas y estadounidenses, formulando una doctrina destinada a combatir a lo que se conocerá a inicios de los años sesenta como “enemigo interno”. La Ley inscribía como “subversiva” la acción reivindicativa, política y social de los sindicatos y organizaciones populares nacientes.

Finalizando el Siglo XIX la empresa estadounidense United Fruit Company se instala en Santa Marta, en el Caribe colombiano. El gobierno no solo le entrega extensos territorios, sino los privilegios que no tenían otras empresas extranjeras. La United pasó a funcionar y actuar en la inmensa región como una república independiente.

Para 1927, más de 25 000 personas trabajaban en las plantaciones de la United, con jornadas de 12 horas mínimo. Los obreros no recibían salarios en dinero: se les entregaban bonos que únicamente podían ser utilizados en las tiendas de la empresa, a cambio de productos transportados desde Estados Unidos en los barcos que habían llevado el banano. Además de no contar con asistencia médica, los trabajadores dormían amontonados en

Colombia:Colombia: La masacre de las bananerasHERNANDO CALVO OSPINA

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barracas insalubres. Existía un sistema de contratistas intermediarios como único vínculo laboral, y así la frutera se desatendía de las obligaciones básicas con los trabajadores. Buscando remediar esto, el sindicato presentó un pliego de peticiones.

Las negociaciones, que no avanzaban, se estancaron cuando se aprobó la Ley Heroica. La United rechazó el pliego al considerarlo subversivo. A los trabajadores no les quedó otra alternativa que ir a la huelga el 12 de noviembre de 1928. La consigna era: “Por el obrero y por Colombia”. Lógicamente, el movimiento fue catalogado como “subversivo” por el gobierno, la iglesia y la prensa. Se aseguró que “agentes de Moscú” habían desembarcado clandestinamente para preparar la insurrección.

Los Directivos de la United exigieron al gobierno la presencia del ejército. Inmediatamente el presidente Miguel Abadía Méndez declaró el estado de sitio en la zona, encargando al general Carlos Cortés Vargas de acabar con la “banda de malhechores”. El centro de mando militar se ubicó en las dependencias de la compañía, donde la ofi cialidad tenía a disposición licores, cigarrillos, un salario, y la posibilidad de realizar grandes bacanales con las prostitutas “recogidas” en la región. (3)

Se debía proteger en prioridad la vida de los directivos de la United, todos estadounidenses, pues se decía que los trabajadores los iban a degollar junto a sus familias.

El clima laboral se deterioró y los trabajadores realizaron mítines permanentes y bloqueos de la vía ferroviaria por donde iba el banano al puerto. El 5 de diciembre fueron convocados los huelguistas a la población de Ciénaga con el pretexto de recibir al gobernador, quien supuestamente iba a participar en la negociación. Pero nunca llegó. En su lugar estuvo el general Cortés Vargas, quien, a las 11 y media de la noche, expidió el decreto que ordenaba disolver “toda reunión mayor de tres individuos” y amenazaba con disparar “sobre la multitud si fuera el caso”. Pero en la madrugada del 6 el general Cortés, completamente borracho.

Dos horas después el militar, completamente borracho, leyó el

decreto sobre perturbación de orden público frente a la multitud que se encontraba durmiendo en la plaza. Al fi nalizar, mientras algunos huelguistas gritaban “¡Viva Colombia!”, “¡Viva el ejército!”, y se negaban a desalojar la plaza, ordenó a la tropa disparar las ametralladoras emplazadas sobre los techos. (4) Posteriormente el militar dijo, “era menester cumplir la ley, y se cumplió”.

Se ha calculado que había unos cinco mil campesinos, muchos acompañados con sus mujeres e hijos, rodeados de 300 soldados.

Los que no murieron instantáneamente fueron rematados a bayoneta, o se les enterró vivos en fosas comunes. En los trenes de la empresa se embarcaron centenares de cadáveres y llevados hasta el mar, donde se echaron como al banano de mala calidad. Tal como contara García Márquez en “Cien años de soledad”.

Se decretó la persecución para todos aquellos que quedaron vivos, sin diferenciar si trabajaban o no para la United. Otros cientos fueron brutalmente golpeados y encarcelados, mientras a los líderes se les juzgaba rápidamente en tribunales militares.

La matanza duró varios días, hasta que la noticia se expandió por el país a pesar de la censura de prensa instaurada, y se empezaron las movilizaciones de protesta. Para la United y el gobierno las cosas seguían como si nada hubiera pasado, al punto que el general Cortés fi rmó por los obreros un “arreglo

laboral”.Algunos trabajadores se organizaron

en especie de guerrilla y quemaron plantaciones, sabotearon el servicio telegráfi co, eléctrico y cortaron las carrileras de la empresa. La zona estuvo militarizada casi un año.

El general Carlos Cortés Vargas reconoció nueve muertos. El gobierno trece y 19 heridos. El 16 de enero de 1929, el diplomático estadounidense Jefferson Caffery reportó al Departamento de Estado: “Tengo el honor de informar que el representante de la United Fruit Company en Bogotá, me dijo ayer que el número de huelguistas muertos por las fuerzas militares colombianas pasa de un mil.” Pero la comisión de investigación del Congreso, encabezada por Jorge Eliécer Gaitán, descubrió fosas comunes, por lo tanto es seguro que las víctimas fueron más de 1.500.

El militar explicó su decisión argumentando que existía una situación insurreccional, que podría llevar a que tropas estadounidenses desembarcaran para proteger los intereses de la frutera. Y él quiso evitar una invasión a Colombia.

El Presidente de la república felicitó al general Cortés Vargas por haber salvado al país de la anarquía. Mientras el editorial del diario liberal El Tiempo, del 17 de diciembre decía: “resta averiguar si no hay medidas preferibles y más efi caces que las de dedicar la mitad del ejército de la República a la matanza de trabajadores.”

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Durante la presentación de la investigación parlamentaria, en septiembre 1929, Jorge Eliécer Gaitán, en una enardecida denuncia señaló a la oligarquía como responsable de la masacre. Del clero dijo: “aquellos misioneros de Cristo son fariseos que traicionan su doctrina, descuidan sus deberes para entrar en la palestra de las menesterosas luchas políticas, terrenas e interesadas”.

Gaitán constataría que se había aplicado contra los huelguistas, en favor de los intereses estadounidenses, la política del “enemigo interno”: “No es que yo niegue que una gran agitación de justicia social recorre de uno a otro extremo del país para todos los espíritus. Ella existe, pero no como fruto del comunismo, sino como razón vital de un pueblo que quiere defenderse contra la casta de los políticos inescrupulosos (…) Así proceden las autoridades colombianas cuando se trata en este país de la lucha entre la ambición desmedida de los extranjeros y de la equidad de los reclamos de los colombianos (…)

Naturalmente no hay que pensar que el gobierno ejerció ninguna presión para que se reconociera la justicia de los obreros. Estos eran colombianos y la compañía era americana, y dolorosamente lo sabemos que en este país el gobierno tiene para los colombianos la metralla homicida, y una temblorosa rodilla en tierra ante el oro americano.” (5)

La matanza de las bananeras no generó ninguna responsabilidad penal ni política. El general Carlos Cortés Vargas fue ascendido a director de la Policía Nacional. Pero ostentaba ese cargo cuando fue destituido, no por la masacre de las bananeras sino por el asesinato de un joven, el 8 de junio de 1929, durante una protesta callejera en Bogotá. Era un estudiante de la élite bogotana e hijo de un amigo del presidente Abadía Méndez.

La oligarquía y el alto clero se escandalizaron. Por igual motivo también fue destituido el ministro Rengifo, el que antes había sido elogiado como el hombre providencial del régimen.

Desde ese momento se demostró la asimetría moral y política del sistema que se construiría en Colombia.

Al igual que en Copenhague en diciembre del 2009, la Cumbre del Clima en Cancún debió terminar con un acuerdo internacional que reemplace al Protocolo de Kyoto, que vence en el 2012. La negación a reducir realmente las emisiones de carbono por parte de los países ricos del Norte, la carencia de una medida jurídicamente vinculante para combatir la crisis climática, hicieron nuevamente que el foro no llegara a un acuerdo sólido. Estados Unidos (donde Obama no tiene el apoyo del Senado ni de la Cámara de Representantes) promete como mucho una disminución del 17% para el 2020 con respecto al nivel de 2005, una promesa facilitada por la crisis económica y que no es ofi cial. Eso no es lo que hace falta. Se necesita una reducción mayor.

En cambio, en Cancún celebran un acuerdo de mínimos y al parecer sin el consenso internacional, por la posición fi rme y coherente del Estado Plurinacional de Bolivia. El embajador Pablo Solon se quedó solo el último día de la reunión de Cancún, teniendo la razón. Hay países que se niegan a aceptar responsabilidades históricas, otros que quieren crecer sin preocuparse del clima, otros, en fi n, claudicantes que no exigen justicia climática sino que se conforman con limosnas.

En el año 2005, un habitante promedio norteamericano emitió 19,5 toneladas métricas de CO2, un chino,

4,3 y un ecuatoriano, 2,2. En 2008, había 304 millones de norteamericanos en el planeta, 1.326 millones de chinos y cerca de 14 millones de ecuatorianos. El impacto ambiental de cada sociedad es diferente, por lo tanto, las responsabilidades deberían ser diferenciadas.

Desde el 1990 han aumentado las emisiones en todo el mundo (EEUU, un 13%), excepto algunos países europeos. Desde Kyoto el 1997 también han aumentado, excepto otra vez algunos países europeos. La crisis de 2008-09 hizo frenar el aumento de emisiones un par de años, pero éstas continúan excediendo lo tolerable en un 50 por ciento-

En Cancún, en general, los países del Sur no tuvieron una postura fuerte y consensuada de reclamo contra las excesivas emisiones per capita de los países ricos. Tampoco reclamaron con fuerza por las responsabilidades históricas y la consecuente deuda ecológica de los países ricos. Sabemos por experiencia propia (corte de ayuda a Ecuador y Bolivia tras Copenhague 2009) y por las revelaciones de wikileaks, cómo Todd Stern, el negociador de los EEUU recurre a las amenazas y a las promesas de donaciones monetarias (casos de Etiopía y las Maldivas) para lograr que los gobiernos del Sur renuncien a exigir la deuda ecológica y a pedir reducciones de emisiones más fuertes y más rápidas.

Más allá de la Cumbre de Cancún, la tarea es reducir las emisiones entre un 50 y 60%. En concreto se plantea

CancúnCancún: un acuerdo sin

*COORDINADOR DEL DOCTORADO DE ECONOMÍA DE DESARROLLO DE FLACSO-SEDE ECUADOR. **PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA.

reducciones

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la cuestión: ¿dónde dejar gas, petróleo o carbón en tierra? La respuesta es: allí donde el ambiente local es más sensible, tanto en términos sociales como ecológicos; allí donde la biodiversidad local vale más. Este es el caso del Parque Nacional Yasuní. Hay que insistir en estas iniciativas válidas para paliar un problema global.

El cambio climático es una realidad y el mundo espera acciones concretas. Hay responsabilidades comunes y diferenciadas. Desde hace tiempo se reconoce el aumento del efecto invernadero, como consecuencia, principalmente, de la quema de combustibles fósiles. En1895, el químico Svante Arrhenius ya explicó cómo el incremento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, aumentaría la temperatura y produciría el cambio climático.

El cambio climático genera transformaciones naturales irreversibles e irreparables. La desaparición de la biodiversidad, por el crecimiento de las fronteras productivas, no se puede revertir. En los países andinos, desaparecen los glaciares y demás fuentes de agua, como producto del aumento de la temperatura planetaria.

Los países ricos tienen una deuda ecológica o climática con los países del Sur. El reconocimiento de la deuda ecológica, por la acumulación de gases de efecto invernadero, permitiría determinar la responsabilidad histórica de los países ricos del Norte. Este tema de la deuda ecológica ha pasado de la sociedad civil a los discursos de algunos cancilleres y de presidentes, pero no se

hace operativo. Los fondos provenientes del pago

de la deuda ecológica histórica podrían dirigirse a la conservación de los bosques, los manglares, las fuentes de agua y la biodiversidad; a la adaptación de ecosistemas y grupos humanos vulnerables, como los del Ecuador, y a la transición energética para evitar la emisión de gases de efecto invernadero. Los países del Sur somos, por tanto, acreedores de la deuda ecológica. Nos deben un aire y un planeta limpio.

No se trata de que los países ricos del Norte den créditos de “adaptación” o “mitigación” a los países que no tienen responsabilidad histórica, o tienen muy poca, por el cambio climático. Mucho menos, de que esos créditos concedidos por un Fondo Verde del Banco Mundial actúen como nuevos mecanismos de endeudamiento para los países del Sur. Es una cuestión ética: los países del Norte deberían reconocer su responsabilidad fi nanciera y social con las generaciones actuales y futuras. Es necesario evitar que los “ajustes ambientales” adopten la misma forma perversa que los “ajustes económicos estructurales”; no se puede permitir la misma imposición de condiciones, que se dio con el beneplácito de los gobiernos de turno y las élites económicas y políticas, por parte de las tan cuestionadas instituciones de Bretton Woods, como el Banco Mundial o el FMI. Pagar la deuda histórica es como pagar una multa justa que se revertirá en su propio benefi cio: los países ricos obtendrían un mejor aire y calidad de vida a cambio de ese “pago”.

vinculantes no es acuerdo

FANDER FALCONÍ *Y JOAN MARTÍNEZ ALIER**

Obama no se atreve con Guantánamo

Un repaso somero a la historia política occidental confi rma que los gobernantes progresistas tienden a volverse conservadores en el poder, mientras que los políticos conservadores acostumbran a girar aún más a la derecha cuando gobiernan.

Será por aquello de la “razón de Estado” o por el roce diario con los poderes económicos o fácticos o por unas ganas irresistibles de arreglar el mundo que les lleva a despreciar los asuntos más cotidianos.

El caso es que un Blair, un Zapatero o un Obama experimentan en el Gobierno una deriva ideológica o pragmática que va habitualmente en dirección contraria a la de sus orígenes y programas.

El último ejemplo es la nueva normativa que prepara la Casa Blanca sobre la prisión de Guantánamo. Obama, que había prometido cerrarla por un elemental respeto a los derechos humanos, tiene en marcha una ley que permitiría dejar encerrados indefi nidamente a los presos considerados más peligrosos. Sin pasar por ningún tribunal. Sin juicio.

Que Bush o Aznar o Berlusconi alentaran la llamada guerra total contra el terrorismo haciendo pajaritas con el derecho internacional no sorprende, puesto que el ideario político que representan argumenta sin complejos que el fi n justifi ca los medios. Sin embargo, decepciona que Obama no se atreva a cerrar Guantánamo. Quizás considere que ya ha demostrado sufi ciente “valentía” al suprimir la absurda norma que prohibía a los militares declarar su homosexualidad.

JESÚS MARAÑA/PÚBLICO, MADRID

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Los recientes esfuerzos llevados a cabo por Estados Unidos para incrementar todavía más sus capacidades en América Latina han provocado que muchos líderes en la región muestren su angustia y que incluso un grupo de países se oponga a Estados Unidos.

Teniendo en cuenta el efecto que las fuerzas de Estados Unidos tienen en América Latina, Prisma ha hablado en exclusiva con Grace Livingstone, periodista y escritora especializada en cuestiones latinoamericanas.

Cuando el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, decidió no renovar la licencia con Estados Unidos con relación al centro antidroga en la base de Manta, la administración de Obama puso en práctica un programa en Colombia con el que se ha incrementado de forma masiva el número de bases estadounidenses en la región. De hecho, Colombia y Estados Unidos fi rmaron el 30 de octubre de 2009 un Acuerdo complementario de diez años para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad, permitiendo así el acceso estadounidense a siete bases militares colombianas.

Este acuerdo, junto con la reactivación de la Cuarta Flota en el Caribe y el Atlántico Sur, así como un acuerdo similar para establecer varias bases militares nuevas en Panamá y la todavía presencia militar estadounidense en Honduras, ha dejado a muchos líderes regionales profundamente preocupados, dado que, de este modo, Estados Unidos cuenta con un enorme potencial para actuar contra cualquier gobierno “anti-estadounidense” en América Latina. La reactivación de la Cuarta Flota después de que fuese retirada de servicio en 1950 constituye especialmente una preocupación para el presidente brasileño Lula da Silva, que teme que la fl ota entre en un área en la que acaban de descubrir petróleo.

La Base Aérea de Soto Cano

(Palmerola) en Honduras, que en su momento sirvió como base operativa para la Contra, fuerzas paramilitares que la CIA entrenó, armó y fi nanció con el fi n de lanzar ataques contra los movimientos izquierdistas en América Central, sigue ocupada en la actualidad por el ejército estadounidense. Los ataques de la Contra se saldaron con muchos muertos, desaparecidos, torturados y heridos, así como dirigentes estadounidenses que supervisaron estas maniobras. La parte positiva es que muchos gobiernos se han estado oponiendo a Estados Unidos, negándole el acceso a las bases militares en sus países. En concreto, el presidente Manuel Zelaya alineó Honduras con los países del ALBA y ha dado un paso de vital importancia con el fi n de reducir la presencia del ejército estadounidense en Honduras.

El sábado 4 de diciembre se llevó a cabo “América Latina 2010” en la Confederación de Sindicatos, una conferencia que juntó la perspicacia de varias fi guras importantes preocupadas por las cuestiones de América Latina, debatiendo asuntos que iban desde la justicia climática para las naciones del ALBA, el apoderamiento de América Latina y las relaciones con Estados Unidos. Tras su discurso sobre la militarización estadounidense de

América Latina,Prisma habló en exclusiva con

Grace Livingstone , autora de “America’s Backyard: the U.S. and Latin America from the Monroe Doctrine to the War on Terror.”

Los gobiernos han permitido que Estados Unidos establezca bases militares en sus países, a cambio de ayuda militar y económica. ¿Esto ha ayudado realmente a los países de América Latina?

En Colombia, el gobierno tenía afi nidad ideológica con el gobierno de George Bush. Uribe quería tomar medidas energéticas en contra de las FARC, lo que coincidía con el gobierno de Bush. De este modo, en realidad, su gobierno permitía gratamente que Estados Unidos utilizase bases militares en Colombia mientras estuvo en el poder.

Desde el Plan Colombia, a Estados Unidos se le ha metido en la guerra contrainsurgente en Colombia, lo que ha permitido la entrada de ayuda estadounidense y ha contribuido a hacer que las FARC retrocedan al campo. Sin embargo, como se puede observar en la “Militarización de Colombia”, las violaciones de los derechos humanos han aumentado, con 12.000 asesinados: sindicalistas y activistas.

Un gobierno de derechas en Colombia concede una gran libertad

La militarizaciónmilitarización estadounidense estadounidense en América Latina LORI DEGOLYER

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de actuación a Estados Unidos, pueden establecer satélites sin el permiso del gobierno colombiano, no tienen que pagar peaje en las carreteras, ni impuestos de aterrizaje, están exentos. A los colombianos ni siquiera se les permite inspeccionar o buscar vehículos o aviones militares estadounidenses en Colombia. Así, algunas de estas cuestiones han originado protestas en América Latina.

¿Ha habido algún consenso o la posibilidad de consenso entre los gobiernos de los países de América Latina para hacer un frente común y decir NO a las bases estadounidenses?

La mayoría de los países en Sur América estaban en contra de las bases colombianas que tratan con Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Venezuela, Ecuador y Bolivia, todos en contra del acuerdo con Colombia especialmente porque dijeron que choca con su soberanía.

En Colombia también existe una oposición a estas bases. Allí hay un movimiento con el que se espera impedir que Estados Unidos las utilice. El tribunal constitucional ha dictaminado que viola la constitución. Si Estados Unidos quiere utilizar esas bases, los tribunales colombianos tienen que aprobarlo primero.

En Ecuador tuvo lugar un movimiento de base contra la base estadounidense en Manta, que fi nalmente acabó con éxito cuando se le pidió a las fuerzas estadounidenses que se marcharan. El gobierno colombiano lo está utilizando como modelo.

El reclamo general es que hay más ayuda militar que ayuda dirigida al bienestar social. De este modo, ¿si hubiese asistencia social no habría problema con la ayuda militar?

“Creo que hay un problema con toda la ayuda estadounidenses, tanto militar como social, porque en general se dice que la ayuda estadounidense se ha utilizado para promover el interés nacional estadounidense y, con frecuencia, para minar las organizaciones gubernamentales con las que Estados Unidos estaba en desacuerdo.

Así se puede ver en Bolivia, Ecuador y Venezuela. A través de

Estados Unidos, se les ha estado dando dinero a quienes se oponen al gobierno. En Ecuador se dio dinero a quienes guiasen el golpe de Estado. En Venezuela ocurrió lo mismo. En Bolivia están empleando el dinero de Estados Unidos para lanzar propaganda contra Evo Morales y su gobierno. Así que creo que es problemático el modo en el que la ayuda estadounidense se esta utilizando en este momento.

Si los estados de América Latina se unen y trabajan juntos, desde ALBA, por ejemplo, ¿es posible parar la militarización?

“Pienso que es realmente importante que los estados latinoamericanos estén unidos y trabajen juntos y en el caso de la militarización de Colombia se han declarado casi por unanimidad en contra y considero que tendrá un efecto. El presidente Santos esta considerando la idea de enviar el proyecto de ley al Congreso. Es consciente de la gran oposición por parte de sus vecinos y se está pensando dos veces el seguir adelante con este acuerdo colombiano. Han sufrido un tremendo impacto y la realidad es que para Estados Unidos está siendo cada vez más difícil encontrar países que se ofrezcan para que puedan establecer sus bases.

Se están buscando países con gobiernos derechistas, por lo que en este momento avanzan hacia Panamá y Costa Rica. La unidad que los gobiernos progresistas han mostrado está teniendo un impacto progresivo. Estados Unidos ya no cuenta, como lo había hecho en el pasado, con la libertad de llevar a cabo maniobras. Está intentando recuperarse pero es una lucha con la solidaridad y la unidad que los gobiernos progresistas están mostrando.

¿Los países latinoamericanos necesitan ayuda de Estados Unidos?

Considero que todos los países darían la bienvenida a la ayuda si viniese sin condiciones. Pero, el problema con la ayuda estadounidense en este momento es que se está utilizando para promover intereses y desestabilizar a los gobiernos opositores. Esta es la razón por la que en la actualidad muchos gobiernos están buscando ayuda e inversión por parte de otros países.

En su último libro, “America’s Backyard: the U.S. and Latin America from the Monroe Doctrine to the War on Terror”, Grace Livingstone habla más del impacto perjudicial que Estados Unidos ha tenido sobre América Latina, así como de la tendencia izquierdista, cada vez mayor en los países de la región.

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UnoTres poderosas fl otas que suman

quince acorazados dejan el helado Atlántico y convergen hacia el ardiente Caribe. Son fortalezas

fl otantes. Sus proyectiles vuelan de horizonte a horizonte. Bajo sus cubiertas se agolpan miles de hombres armados. Los navegantes fi jan el rumbo: Venezuela.

DosMientras los artilleros calibran

cañones, los medios internacionales disparan andanadas de insultos contra el presidente venezolano.

“Dictador” lo llama el Tribune de Nueva York. “Transgresor de la ley y el orden internacional” lo apostrofa Life. El Harper’s Weekly lo

trata de “mínimo bobito”. El Daily Eagle de Brooklyn lo apoda “bombástico furioso”. El Journal de Minneapolis lo califi ca de “puercoespín”. El Jugend de Munich de “gato salvaje”; el Inquirer de Filadelfi a lo moteja de “lloroncito”, el Tribune de Minneapolis de “mosquito” y The American Monthly Review de “invasor de EEUU”. Mientras que el Charivari de Paris lo caricaturiza como “mono salvaje”, y el Punch de Londres como “mono”(Sullivan, 1980). El asesinato moral precede al físico.

TresEl 2 de diciembre de 1902 irrumpen

los acorazados en nuestras costas. Venezuela sale de una terrible prueba. Los caudillos locales arrearon

contra el gobierno 15.000 peones armados por las transnacionales asfalteras. Cipriano Castro los barrió con una milicia de 5.000 voluntarios. Las transnacionales, en vez de pagar los daños que causaron fi nanciando el alzamiento, exigen al gobierno perjuicios que causaron los enemigos de éste, mientras que los acreedores de la Deuda demandan el pago inmediato. Las nuevas reclamaciones ascienden a la para entonces descomunal suma de 186.400.000 bolívares, más que todo el monto anterior de la Deuda Externa. Los imperios quieren imponer a cañonazos el que las controversias sobre asuntos

Tres imperiosTres imperios invaden VenezuelaLUIS BRITTO GARCÍA

de interés público de Venezuela sean resueltas según leyes foráneas por tribunales o árbitros extranjeros. Vale decir, nos creen colonias. Desde 1810 los venezolanos pensamos otra cosa.

CuatroUn país soberano decide sobre su

interés público con sus propias leyes y tribunales. Para 1868 el diplomático argentino Carlos Calvo sostuvo en su obra Derecho Internacional Teórico Práctico que un Estado independiente, por el principio de igualdad de los Estados, no puede estar sometido a ingerencia de otros Estados.

Afi rmó que los extranjeros no podían gozar de mayores derechos y privilegios que los nacionales, y debían solucionar sus controversias ante los tribunales internos del Estado territorial. Varios países latinoamericanos, entre ellos Bolivia, Honduras y Venezuela, incluyeron en sus constituciones y legislaciones una “Cláusula Calvo”, relativa a los contratos con inversionistas extranjeros, que les impide resolver las controversias sobre tales pactos acudiendo al “recurso de protección diplomática” en el exterior, y los obliga a dirimir sus reclamaciones única y exclusivamente en los tribunales del Estado receptor y de acuerdo con las leyes de éste.

CincoLa doctrina se convierte desde el

siglo XIX en principio constitucional venezolano. La Constitución de 1901,

en su artículo 139 pauta que : “Ningún contrato de interés público celebrado por el Gobierno Federal o por el de los Estados, por las Municipalidades o por cualquier otro Poder Público, podrá ser traspasado, en todo o en parte, a gobierno extranjero; y en todos ellos se considerará incorporada, aunque no lo esté, la cláusula siguiente: ‘Las dudas y controversias de cualquier naturaleza que puedan suscitarse sobre este contrato y que no puedan ser resueltas amigablemente por las partes contratantes, serán decididas por los Tribunales competentes de Venezuela de conformidad con sus leyes, sin que por ningún motivo o por ninguna causa puedan ser origen de reclamaciones extranjeras’.

Las sociedades que en ejercicio de dichos contratos se formen, deberán establecer domicilio legal en el país, para todos sus efectos, sin que esto obste para que lo puedan tener a la vez en el extranjero”. Cañón mata constitución, piensan los imperios.

SeisSobre los posibles efectos de entregar

la soberanía jurisdiccional a extranjeros, advierte Rafael López Baralt, canciller venezolano para

1902:“Legislar sólo para los naturales y dejar abierta a los extranjeros la práctica de un derecho especial, ejercido con la intervención de los representantes de otros gobiernos, sería exponer a los países que están llamados a crecer por efecto de la inmigración, a degenerar en simples factorías, con mengua de la propia calidad de Estados políticos que ocupan en el concierto internacional.” Y en efecto, “Quiere el gobierno imperial, según las frases del embajador von Holleben, estudiar por sí y decidir ante sí propio, el carácter, monto y regla de pago de los reclamos relacionados con bienes o intereses radicados en la República de Venezuela; y el gobierno de Venezuela, apoyado en la Constitución y en sus preceptos reglamentarios, sostiene que tales procedimientos no pueden atribuirse sino a los respectivos Poderes Nacionales”. (Velásquez, 1973:293).

SieteVenezuela tiene el derecho, los

imperios tienen los cañones. El 9 de

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diciembre de 1902 acorazados ingleses y alemanes sin previo aviso ni declaratoria de guerra abordan en La Guaira las naves venezolanas “Margarita”, “Zamora”, “Zumbador” y “23 de Mayo”. El acorazado “Panther” rinde bajo amenaza de sus cañones al “General Crespo” y “Totumo” y los hunde en alta mar.

El barco venezolano “Restaurador” es abordado en Guanta. El crucero inglés “Caridbys” se apodera del buque venezolano “Bolívar” en Trinidad.

La nave venezolana “Miranda” escapa internándose en Orinoco. Marinos armados del acorazado inglés “Retribution” abordan el “Ossun” y el “Margarita” y les destruyen las máquinas. Dos buques de guerra italianos abastecen y apoyan las operaciones de los invasores. Las naves venezolanas son unidades ínfi mas, algunas desarmadas, otras en reparación.

Pelotones armados de ingleses y alemanes desembarcan para llevarse a bordo a sus nacionales. Caen las máscaras. No se trata de bloqueo, sino de guerra de conquista. Alemania, Inglaterra e Italia tratan de recolonizar América del Sur.

OchoSin fl ota, Cipriano Castro se defi ende

con retumbante proclama: “¡La planta insolente del Extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria!” A su conjuro, el gobierno peruano propone una acción colectiva de las repúblicas americanas para defendernos.

Las colonias colombiana y chilena se ofrecen para defender Venezuela como si fuera su patria. El Canciller argentino Luis María Drago lanza la doctrina de que “la deuda pública no puede dar lugar a la intervención armada, ni menos a la ocupación material del suelo de las naciones americanas por una potencia europea”.

Rudyard Kipling fulmina contra el gobierno airados versos: “¿Por qué engañados llevarnos a luchar/Aliados con el Godo y el Huno falaz?” Cien mil venezolanos se alistan como voluntarios. El doctor José Gregorio Hernández fi gura entre los primeros.

NueveEn Puerto Cabello, una

muchedumbre patriótica aborda el carguero “Topaze” y le arría la bandera inglesa. Las escuadras inglesa y alemana

bombardean sin declaratoria de guerra el Fortín Solano y El Vigía. Las arcaicas baterías venezolanas responden sin alcanzarlas.

Los atacantes desembarcan tropas, destruyen archivos y documentos históricos, se roban las campanas, asesinan, incendian. Los acorazados alemanes “Vinneta” y “Panther” bom-bardean sin declaratoria de guerra el fuerte San Carlos en Zulia desbaratando trozos de muralla. El Fuerte responde fuegos durante ocho horas; el “Panther” embiste la Barra, encalla, queda inutilizado para el combate.

DiezEl aparente fi asco es una victoria.

El “bloqueo” se ha vuelto guerra abierta con desembarco de tropas; Estados Unidos interviene en defensa de la doctrina Monroe, negocia el retiro de las fl otas invasoras y somete a revisión las alegadas acreencias. Castro considera los términos de la revisión “depresivos e insultantes”

Y sin embargo, reducen la supuesta deuda a treinta y cinco millones. Apenas la sexta parte de lo que reclamaban los imperios. Frustrados sus planes expansionistas en América Latina, éstos deberán disputarlos en una Primera Guerra Mundial que les costará nueve millones de muertos. Nunca podrán deponer al voluntarioso Cipriano Castro en combate abierto: sólo lo lograrán mediante un turbio golpe de Estado. Dos acorazados estadounidenses anclados en La Guaira protegen la usurpación.

OnceEl bloqueo, el bombardeo, los

asesinatos tuvieron por objeto privarnos de la soberanía afi rmando a cañonazos

que los contratos de interés público venezolanos no están sometidos a las leyes y tribunales venezolanos, sino a árbitros y jueces extranjeros. Dos años después de derrocado, el irreductible Cipriano Castro declara en España: “…Sabe usted cuántas lágrimas y cuánta sangre ha derramado Venezuela en este siglo para defender su Soberanía e Independencia…? Pues bien; esa cara conquista de los venezolanos ha venido a echarla por tierra el Gobierno de Gómez, aceptando a los Estados Unidos el desconocimiento de nuestro Poder Judicial, que es el tercero de la República.

Su reconquista, si es que puede hacerse, costará nuevos torrentes de sangre y lágrimas y un cúmulo de sacrifi cios… Creo esto más que

sufi ciente para que usted pueda apreciar la verdadera situación de la desgraciada Venezuela…”(Manuel Carrero, 289).

DoceUn siglo pasa. Funcionarios

apátridas siguen insertando en los contratos de interés público cláusulas que inconstitucionalmente

pretenden someterlos a tribunales o árbitros extranjeros. Jueces sin patria alcahuetean esta abdicación de la soberanía, que estuvo a punto de costarnos recientemente el embargo de las reservas internacionales. Las transnacionales ya no necesitan bombardearnos para aniquilar nuestra soberanía. Funcionarios sin patriotismo dañan más que fl otas extranjeras. Son hechos apasionantes de perenne actualidad, que veremos en una película del maestro Román Chalbaud, cuando se materialicen los recursos indispensables.

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La gran crisis fi nanciera comenzó durante el verano de 2007 y tres años después, a pesar de una presunta “curación”, produce aún profundos efectos en los Estados Unidos, en Europa y en la mayor parte del mundo.

En muchos países la austeridad está siendo impuesta al mundo del trabajo. Es el caso particularmente difícil de Grecia, un país obligado por las exigencias de los banqueros, incluyendo el Fondo Monetario Internacional, a estrujar a sus asalariados/as a cambio de préstamos del extranjero para ayudar al gobierno a devolver sus deudas.

La tasa ofi cial de paro en los Estados Unidos se sitúa todavía en alrededor del 10%, y la tasa real es bastante más elevada. Fenómeno sin precedentes: el 44% de los parados están sin trabajo desde hace más de 6 meses. Un número récord de personas reciben tickets de ayuda alimentaria así como comidas o alimentación de organismos caritativos. Muchos estados americanos y ciudades están confrontados a recortes en sus presupuestos como consecuencia de las bajadas por los ingresos de los impuestos; suprimen empleos y reducen los gastos de educación y los programas sociales.

En la búsqueda de las causas de la crisis, se ha puesto atención sobre todo en el papel de los préstamos hipotecarios “subprime” en los Estados Unidos, préstamos que eran vendidos a gentes que tenían débiles ingresos y que no tenían casi ninguna oportunidad de ser capaces de devolverlos. Muchos de estos préstamos “subprime” concedidos, estaban llenos de cláusulas predadoras particularmente desfavorables a los prestatarios sin desconfi anza. Estos préstamos estaban reagrupados en paquetes destinados a

La gran crisis fi nancieracrisis fi nanciera: tres años ya y nada la detiene

JOHN BELLAMY FOSTER, FRED MAGDOFF

[ESTE TEXTO ES LA INTRODUCCIÓN A LA TRADUCCIÓN AL GRIEGO DE SU OBRA THE GREAT FINANCIAL CRISIS, OBRA PUBLICADA EN INGLÉS A COMIENZOS DE 2009. EL ARTÍCULO APARECIÓ EN EL NÚMERO DE OCTUBRE DE 2010 (VOL 62, Nº5) DE LA REVISTA SOCIALI STA INDEPENDIENTE MONTHLY REVIEW].

ser vendidos a instituciones de todo el mundo, lo que sirvió para difundir riesgos importantes por todas partes /1.

Hasta ahora, a pesar de la inestabilidad generada por estos préstamos en cuestión, y toda una multitud de instrumentos fi nancieros exóticos que les estaban asociados, la gravedad misma de la Gran Crisis Financiera sugiera que al comienzo no se trataba de un producto destinado a prácticas especulativas. Derivaba más bien en lo esencial de factores estructurales a largo plazo que se traducen en el declive secular de la tasa de crecimiento económico, así como en el aumento continuo de la fragilidad y de la inestabilidad fi nanciera.

Las tasas de crecimiento de los países ricos situados en el corazón del sistema capitalista mundial han declinado a pequeña velocidad desde hace decenios. En los EEUU, el crecimiento medio del PIB, corrigiendo la infl ación, ha pasado del 4,4% en los años 60 al 3,3% en los años 1970, al 3,1% en los años 80 y 90 y fi nalmente al 1,9% en los años 2000 (de 2000 a 2009).

En respuesta a estas condiciones de profundización del estancamiento económico en el interior de la economía “real” /2, los excedentes de capitales acumulados por los agentes

económicos, afl uían hacia el sector fi nanciero, buscando remuneraciones rápidas. Esto ha llevado a la creación de una superestructura fi nanciera considerable en la cúspide de una base económica debilitada. Este recurso a la fi nanza especulativa, en tanto que estrategia permanente de enriquecimiento, dio lugar al auge de enormes benefi cios artifi ciales (y de ganancias en capital) aparentemente más allá de toda medida -es decir sin relación con la economía “real”.

En esta situación, una acumulación cada vez mayor de deudas -las de las familias, de las empresas y del gobierno- se ha mostrado necesaria para asegurar un determinado nivel de crecimiento. En el mismo momento el infl amiento de la deuda total tomará cada vez más el carácter de una pirámide Ponzi, lo que va a requerir constantes añadidos de liquideces para diferir el hundimiento fi nal inevitable /3. El resultado fue una verdadera explosión de deudas por un total astronómico del 350% del PIB de los Estados Unidos en 2007.

Las burbujas fi nancieras son invariablemente los síntomas de problemas subyacentes más profundos. El hecho de simplemente focalizarse sobre los préstamos subprime o incluso en la burbuja inmobiliaria misma, como causa verdadera de la crisis

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-como fue el caso de la mayor parte de los comentaristas pertenecientes a la ortodoxia económica-, consiste en tomar el síntoma por la enfermedad. Si esto no se hubiera producido con la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos, habría podido producirse con otra burbuja que habría llevado esencialmente a los mismos resultados. Desde los años 1970, la economía ha conocido cada vez más crisis del crédito, con en cada ocasión, los bancos centrales precipitándose al primer signo de difi cultad para salvar a las instituciones fi nancieras en suspensión de pagos. Esto ha contribuido, sin embargo, a aumentar la fragilidad fi nanciera mientras que el problema subyacente del estancamiento era dejado de lado.

Desde el comienzo de la Gran Crisis Financiera, hace tres años, las cosas han empeorado de tal forma que un Paul Krugman, laureado con el Premio Nobel de Ciencias Económicas concedido por el Banco de Suecia, ha declarado que estábamos ahora en (o entrando) una Tercera Depresión, es decir, un tercer período de estancamiento económico.

Sugiere que esta Tercera Depresión se parece a la vez al estancamiento que comenzó en Europa y en los Estados Unidos en los años 1870 -la llama Larga

Depresión- y el estancamiento de los años 1930, que llama Gran Depresión. Así, Krugman escribe: “Temo que estemos ahora en las primeras etapas de una tercera depresión. Se parecerá probablemente más a la Larga Depresión que a la mucho más severa Gran Depresión. Pero el coste -para la economía mundial, y sobre todo para las millones de existencias golpeadas por la ausencia de empleos- será sin embargo inmenso”. Krugman sostiene que “esta tercera depresión será ante todo el resultado de un fracaso político”: es decir la prosecución, incluso añadiendo una importante moderación, de la política neoliberal de austeridad, con el objetivo de borrar los défi cits gubernamentales, en lugar de la adopción de una política keynesiana de fuerte estímulo de la economía como medio de salir de la crisis” /4.

Es cierto que una mala política económica neoliberal, centrada en la lucha contra los défi cits durante la crisis, hipotecará las perspectivas económicas. Pero la estimulación keynesiana tampoco es una verdadera solución. Por nuestra parte, sostenemos que el verdadero problema no tiene que ver con la política económica sino con el desarrollo del propio capitalismo.

Nuestra tesis, expresada de la forma más sintética posible, es que

las economías capitalistas avanzadas están cogidas en una tendencia al estancamiento resultante de un doble proceso de madurez industrial y de acumulación de tipo monopolista. La fi nanciarización (el desplazamiento del centro de gravedad de la economía capitalista de la producción hacia la fi nanza) debe ser considerada como un mecanismo compensatorio que, en estas circunstancias, ha ayudado al mantenimiento del sistema económico pero al precio de una mayor fragilidad. El capitalismo está así cogido en lo que llamamos una “trampa de estancamiento-fi nanciarización”.

Todo esto está en relación estrecha con la estructura monopolística del capital fi nanciero, que ha provocado desigualdades sin precedentes en el mundo capitalista avanzado. Lo que se llama el “Forbes 400” (estudio publicado por la revista Forbes), las 400 familias estadounidenses más ricas, poseen tantas riquezas como la mitad menos afortunada de la población total, es decir 150 millones de personas.

Algunos analistas de Citigroup /5 han sostenido recientemente que la cúspide de la pirámide de la riqueza social pesa en el momento actual con un peso tal en los Estados Unidos y las demás economías ricas, en términos de riquezas y de distribución de rentas, que conviene llamarlas “plutonomías” en las que pequeñas fracciones de clases extienden su control sobre una gran parte de la riqueza social /6.

Es cierto que las “economías emergentes”, y particularmente China e India, no han adquirido aún las enfermedades de la madurez y de la monopolización como los países capitalistas avanzados y escapan así a las enfermedades crónicas que han paralizado los países del centro del sistema. Pero los países emergentes están lejos de estar protegidos de la llegada de estos problemas.

En efecto, hay todas las razones para creer que ellos también van a conocer de muchas formas los efectos de la globalización contemporánea como consecuencia del debilitamiento del núcleo central del sistema. Hay que señalar que la Larga Depresión fue seguida por una gran ola de expansión imperialista que debía llevar a la Primera Guerra Mundial, mientras que

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la Gran Depresión llevó al confl icto interimperialista de la Segunda Guerra Mundial. La actual Tercera Depresión está ya, como un mal augurio, desembocando en un confl icto imperialista particularmente centrado en el Golfo Pérsico, lo que podría llevar a consecuencias desastrosas para la humanidad en su conjunto.

Como si todo esto no fuera sufi ciente, el mundo está en nuestros días confrontado a un peligro aún más serio: una aceleración rápida de la crisis ecológica planetaria: si cambios radicales no son emprendidos en la próxima década o la siguiente, tendremos la amenaza de un eventual hundimiento de la mayor parte de los ecosistemas mundiales tomados en su conjunto con la civilización humana misma.

No hay más que una solución posible a esta crisis planetaria englobante: es la eutanasia del capitalismo (alusión a la fórmula de Keynes en el último capítulo de su Teoría General sobre la eutanasia de los rentistas), reemplazándolo por una nueva economía orientada hacia un desarrollo humano duradero, un fl orecimiento ecológico y la puesta en valor de una verdadera comunidad humana. Cuanto antes comencemos a construir ese sistema cualitativamente nuevo a través de nuestras luchas de masas, mejor para el destino a largo plazo de la Humanidad y de la Tierra.

(Escrito en Eugene, Oregon; Burlington, Vermont el 30 de junio de 2010)

1) Para favorecer la titulización (venta en el mercado fi nanciero), hasta varios millares de títulos de crédito están consolidados bajo la forma de una obligación única.

2) Los autores distinguen la economía “real” que concierne a la circulación de los bienes y servicios: las riquezas, de la economía “monetaria” o fi nanciera que concierne a la circulación de créditos y deudas.

3) Método utilizado por un tal Ponzi en los Estados Unidos, para “garantizar” una tasa de remuneración elevada del dinero que le era confi ado, ampliando en cada etapa (piramidal), el número de nuevos suscriptores cuyo aporte de dinero servía de hecho para remunerar a los precedentes… Madoff practicaba el mismo, ¡hasta que…!

4) Paul Krugman, “The Third Depression”, New York times, 28 de junio de 2010.

5) Citigroup es uno de los mayores grupos bancarios estadounidenses.

6) Forbes, “The richest people in America” 2009 et Citigroup Research “Plutonomy Report” Octubre 2005

“Nosotros estábamos convencidos de que hacíamos buenos negocios con las petroleras al fi rmar los acuerdos de compensación, pero la realidad resultó ser muy distinta”, afi rma Diocles Zambrano, líder de la Red de Líderes Comunitarios Ángel Shingre, (RLCAS), organización que agrupa a comunidades afectadas por la explotación petrolera en la provincia nororiental de Orellana.

En efecto, una investigación de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH), fi nalizada en noviembre, reveló que las petroleras han cumplido únicamente con el 10% de los compromisos asumidos como forma de compensación social a las comunidades, en tanto que éstas han sido obligadas a cumplir todos los acuerdos, incluyendo renuncias voluntarias a reclamos ante nuevas afectaciones que puedan tener.

“Todos los convenios establecen una cláusula en donde las comunidades renuncian a reclamar por los daños que provoquen las empresas, especialmente por derrames de petróleo que contaminen las fi ncas de los campesinos o los territorios indígenas”, afi rma Rodrigo Varela, autor de la investigación.

En los convenios, fi rmados durante los últimos 15 años, las empresas catalogan los derrames de petróleo como accidentes, hechos fortuitos o de fuerza mayor, y, por tanto, no asumen responsabilidades sobre los mismos.

“Todo derrame se produce por negligencia de las compañías, ya que mantienen infraestructura obsoleta,” afi rma Varela.

Palabra empeñada

“Al inicio, los acuerdos con las petroleras fueron verbales. No se necesitaba más. Nuestros ancianos respetaban la palabra empeñada, pero las petroleras nunca respetaron un acuerdo de palabra; por eso se empezó a exigir un acuerdo fi rmado”, comenta Zambrano, al referirse a los acuerdos realizados en los años 80, pues antes de eso ni siquiera se contaba con la opinión de las comunidades.

“Las empresas entraban pateando al perro y decían que era por orden del presidente”, comenta Ángel Álvarez, del Comité de Derechos Humanos de Shushufi nde, en la provincia de Sucumbíos.

PetrolerasPetroleras abusan de la comunidades indígenas del Ecuadorcomunidades indígenas

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Petroleras buena fe de comunidades indígenas del Ecuador del Ecuador

La palabra es de fundamental importancia en la vida de los campesinos e indígenas; por eso los acuerdos con los delegados de las empresas, generalmente personas sin ningún poder de decisión, se hacían verbalmente. Pero mientras los primeros cumplían con lo acordado, los segundos no reconocían haber hecho un acuerdo.

“Yo di permiso para que la empresa pase por un costado de mi fi nca, pero ellos hicieron un camino por la mitad y me dañaron todo. Cuando reclamé, el delegado reconoció el daño y aseguró que la empresa me pagaría por el daño. Cuando fui a la empresa para que me paguen, dijeron que no se había acordado nada conmigo”, cuenta Carlos Gordillo, miembro de RLCAS.

“Cuando empezamos a exigir convenios fi rmados, creíamos que habíamos ganado y que las empresas ahora sí cumplirían”, afi rma Zambrano,

Sin embargo, en el análisis realizado por INREDH se concluye que tampoco los convenios escritos han constituido una garantía para que las comunidades fuesen compensadas por los daños que producen las empresas.

“Los convenios se limitan a establecer montos muy pequeños de inversión en las comunidades, tales como casas comunales, adecuación de canchas deportivas y a veces infraestructura sanitaria. En ningún caso se comprometen en temas como salud o educación”, comenta Varela.

Los convenios escritos resultaron ser nuevas trampas para los campesinos e indígenas, pues establecían cláusulas que violentaban sus derechos o se establecían sistemas de compensación irónicos, como un acuerdo fi rmado por la petrolera italiana AGIP y la nacionalidad waorani en 1994.

Alexandra Almeida, investigadora de Acción Ecológica, una de las principales organizaciones ambientalistas del Ecuador, cuenta que AGIP “hizo un acuerdo escrito con algunos waoranis en el que se comprometió a nivelar un terreno para una cancha de fútbol y proporcionar un pito para el árbitro.

A cambio los indígenas daban

permiso a la petrolera para que ingrese a todos los territorios waoranis y haga uso de los recursos que necesite, lo que incluía la explotación forestal y la apertura de caminos”.

“Este acuerdo, como todos los demás, también obligaba a no realizar reclamo alguno en el futuro por cualquier afectación que provoque la explotación petrolera. Este convenio es una muestra de cómo las empresas manipulan a las comunidades indígenas; es volver al canje de baratijas por oro que se hizo en la conquista de América”, dice Almeida.

Las petroleras no se conformaron con engañar a la gente haciéndola fi rmar convenios ilegítimos, sino que tampoco cumplieron las pocas obligaciones que asumían, lo que llevó a nuevos confl ictos que, a su vez, llevaban a la fi rma de nuevos convenios. “Los convenios analizados tienen como antecedentes convenios anteriores incumplidos, lo que provocó que las comunidades asumieran actitudes de hecho, como el cierre de carreteras y el boicot a la producción petrolera, para lograr un nuevo convenio con una compañía, que a su vez, nuevamente se incumplía”, afi rma Varela.

En este escenario, las comunidades aprendieron a negociar bajo presión, pero también asimilaron prácticas clientelares, en donde la compañía petrolera era vista como la única con posibilidades de conceder favores.

Estado asume a medias sus obligaciones

La dinámica de las petroleras creó dependencia en las comunidades, pues las empresas se presentaron como alternativas al rol del Estado. Es decir, el Estado dejó de ser el referente de la inversión social y se convirtió en el agente de seguridad de las empresas,

mientras que éstas asumían el rol de proveedoras de servicios básicos.

Con la nueva Constitución del Ecuador, vigente desde octubre del 2008, se quiere modifi car esta realidad, pues se argumenta que el petróleo constituye una riqueza nacional y es el Estado quien deberá poner las reglas de la inversión social y no las empresas. Por ello la Secretaría de Pueblos y Participación Social es ahora la encargada de dialogar con las comunidades y así evitar los confl ictos con las empresas.

“Sin embargo, las nuevas atribuciones del Estado han provocado que las empresas desconozcan los compromisos asumidos previamente. Ahora las empresas nos dicen que pidamos al gobierno las compensaciones por los daños que ellas causan”, dice Zambrano.

El gobierno, por su parte, está empeñado en conseguir el beneplácito de las comunidades para ampliar la producción petrolera, pero no tiene en cuenta el impacto que provoca en el ambiente, ni en las formas de vida de las comunidades.

“No se trata sólo de conseguir compensaciones económicas; se trata de garantizar una vida digna para las comunidades, y eso incluye el prever un sistema de remediación ambiental, es decir, se debe presentar a las comunidades los planes de emergencia para remediación ambiental y no sólo un plan de cuentas de una futura inversión social”, dice Varela.

Mientras tanto, los campesinos e indígenas de las zonas petroleras deberán conformarse con el 10% que recibieron de lo ofrecido por las empresas, pues ahora ni el Estado ni las empresas desean asumir los convenios de compensación ya fi rmados. .

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Contra-estrategiaContra-estrategia ciudadana: 10 ideas para acabar con la bestia de Wall StreetWall Street

El debate sobre la crisis económica se ha centrado en los síntomas: rescates, la corrupción en Wall Street, el colapso de los precios de la vivienda, un nivel de paro intratable, la política monetaria de la Reserva Federal… Pero para mucha gente se ha silenciado socialmente la causa misma de la enfermedad: una perniciosa concentración de riqueza. Se oye muy poco el aplastante argumento de que es de hecho la concentración de riqueza la causa última de esta persistente crisis, porque a los pocos milisegundos de haberlo dicho en un foro público saltan ya por todos lados los gritos de “¡Socialista!, ¡Socialista!”. Un ejército de idiotizados locutores de derecha llenan las ondas radiofónicas de funestas advertencias sobre el creciente peligro comunista que es la redistribución de riqueza; Rick Santelli se despacha en la CNBC; y los del Tea Party se dedican a pisotearnos (fi guradamente… o a veces literalmente).

Pero la gente que más ruido hace no son los archirricos que controlan la riqueza; son en realidad miembros de una red laberíntica de mercenarios, que actúan como un cuerpo de elite de guardaespaldas mediáticos para quienes acaparan toda la riqueza. Los ultrarricos de verdad son los colegas que aparecen en la lista Forbes de los más ricos; gente como Charles y David Koch, cada uno de los cuales con más de 21.500 millones de dólares en su haber, quienes además crean múltiples estratos de respetables organizaciones, como el Americans for Prosperity, para así hacer no sólo socialmente aceptable su tremenda acumulación de riqueza, sino convertirla en el nirvana del debate político. Los Koch celebran una vez al año reuniones secretas con sus colegas ultrarricos, donde comparten el rosario de sus penas y confabulan para lograr que se mantengan los recortes de impuestos a los ricos de Bush, no vaya a ser que se conviertan en el número 6 de la lista Forbes en lugar del 5. Y ello mientras 43 millones de sus

compatriotas estadounidenses viven por debajo del umbral de la pobreza, incluyendo a uno de cada cinco niños.

David Barber, profesor asociado de Historia Americana en la Universidad de Tennessee, no teme a la algarabía de esa conspiración de acaparadores de riqueza, y escribe sin tapujos sobre los peligros de la concentración de la misma. Respondiendo a una pregunta por email de la semana pasada, el Dr. Barber comentaba:

“La fantásticamente sesgada distribución de riqueza de la sociedad americana sigue siendo uno de los principales problemas estructurales que subyacen a esta crisis. El 1% más rico de los americanos ostenta alrededor del 40% de la riqueza del país (excluyendo la propiedad de viviendas), en esta que es la más opulenta sociedad que ha visto jamás la historia. Por otro lado, el 60% más pobre de los americanos tienen sólo un 1% de la riqueza total del país. Mantener los recortes de impuestos de Bush simplemente perpetúa parte de la contradicción que nos llevó a la presente situación de crisis económica mundial”.

Las estadísticas que cita el Dr. Barber provienen de un estudio llevado a cabo por Edward N. Wolff para el Levy Economics Institute del Bard College en marzo de 2010. Otros hallazgos del mencionado estudio son los siguientes:

El 1% más rico se hizo con 1/3 del total de las ganancias generadas por la riqueza en forma de bienes

comerciables durante el periodo 1983 – 2007. El siguiente 4% recibió alrededor de otro tercio del total de ganancias y el siguiente 15% aproximadamente un quinto de las mismas, de modo que el quintil más rico de la distribución se llevó un 89% de todo el aumento de riqueza producido, mientras que el restante 80% de gente se quedó con sólo el 11%.

En 2007, el 1% más rico de los hogares era propietario del 38% de todos los activos bursátiles; el 5% más rico, del 69%; y el 10% más rico, del 81%.

Las deudas fueron de hecho el componente más equitativamente distribuido en los balances de las familias, con el 90% más pobre de ellas soportando el 73% de todo el endeudamiento.

La concentración de riqueza en demasiadas pocas manos mientras el resto de la población carga con demasiadas deudas como para poder comprar los bienes y servicios que producen las empresas, de las que además los más ricos ostentan el 81% de las acciones y por lo tanto de su capital, es simplemente reproducir las condiciones que llevaron al Crack de 1929 y pusieron en marcha la Gran Depresión (el sistema de la Seguridad Social nació a raíz de esa debacle. Ahora los ultra ricos esperan poder poner las zarpas sobre los fondos que el resto del 90% más pobre de la población destina a la Seguridad Social, para así

PAM MARTENS

*VETERANA ECONOMISTA CON LARGA EXPERIENCIA EN WALL STREET, ANALISTA ECONÓMICA INDEPENDIENTE.

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hacer subir el precio de las acciones y benefi ciar a ese restante 10% más rico. Cualquier acción que posponga hoy el inevitable proceso de una mayor redistribución de la riqueza, como pueda ser privatizar la Seguridad Social o mantener los recortes impositivos de Bush, simplemente va a acelerar la producción de daños económicos hasta que sea la defl ación la que devore la riqueza de los que están en los quintiles más altos).

En su libro “The Worldly Philosophers” (Filósofos Mundanos), Robert Heilbroner explica la situación que llevó a la Gran Depresión de los años treinta:

“El torrente de renta nacional era sin duda impresionante en cuanto a su volumen total, pero cuando uno rastreaba el camino de los millones de arroyos que lo componían se hacía evidente que la nación como un todo se benefi ciaba de ello de forma muy desigual. Unas 24.000 familias en la cúspide de la pirámide social recibían un fl ujo de renta tres veces mayor que el de los 6 millones de familias aplastados debajo – el ingreso medio de las familias más afortunadas era de 630 veces el ingreso medio de las familias en la base de la pirámide… y luego estaba el hecho de que el americano medio había utilizado su prosperidad de una forma suicida; se había hipotecado hasta las cejas, había multiplicado peligrosamente sus recursos a través de las compras a plazos, y fi nalmente había sellado su destino comprando con avidez fantásticas cantidades de acciones – se estima que unos 300 millones de ellas – y no con sus fondos, sino en el margen, es decir con dinero prestado”.

En ambas épocas, Wall Street dejó de ser un mecanismo para asignar capital a las buenas empresas y se convirtió en un sistema institucionalizado de transferencias de riqueza encubiertas. Los principales mecanismos esta vez han sido los falsos derivados emitidos a sabiendas; poner de acuerdo a grandes clientes institucionales para comprar a precios predeterminados el primer día de la emisión de un nuevo paquete de títulos (práctica conocida como laddering) – lo que hace que el precio parezca que se dispare y atrae así al pequeño inversor; amenazar con quitarle la comisión al corredor de bolsa

(una penalización) si éste permitía que el pequeño inversor sacara benefi cios de esa nueva emisión de títulos – la práctica era reconocida como irregular y se reservaba para los peces gordos. Cuando la euforia de las punto com se esfumó y quedó claro que se trataba de un timo, los pequeños inversores salieron en estampida. Wall Street, con la inestimable ayuda de la FED, se encargó de engrasar la que iba a ser la nueva burbuja – la vivienda – y diseñó derivados aún más complejos para transformar ese mercado en la gallina de los huevos de oro para Wall Street, y en un montón de ejecución de hipotecas para el resto de la gente.

El 21 de enero, el Tribunal Supremo decidió que las empresas pudiesen tener una asombrosa infl uencia fi nanciera en nuestras elecciones (Citizens United contra la Comisión Electoral Federal), y los resultados de las elecciones intermedias del pasado 2 de noviembre deberían ser un claro mensaje de alerta. No hay ayuda en camino. La consecuencia última de esta concentración masiva de riqueza va a ser una defl ación a largo plazo, miseria económica y varias futuras generaciones que nos van a ver como aquella desventurada sociedad que no pudo poner freno a la avariciosa maquinaria de Wall Street, por carecer de un plan para ello.

Los estadounidenses que se preocupan por ello no pueden seguir esperando a que nos rescaten los políticos. Cuando a un entregado

servidor público como el senador Russ Feingold de Wisconsin se le ningunea sin paliativos, mientras que alguien ultra-fi nanciado como el senador Rand Paul de Kentucky presta juramento para lo que ha dado en llamarse un mandato popular, el testigo para la salvación económica pasa a manos del individuo de a pie. Por ello a continuación ofrezco diez ideas para empezar con el primer paso destinado a privar de su sustento a la bestia de Wall Street. Y para ser clara con aquellos a punto de saltar sobre sus asientos al grito de “¡Socialista!”, no estoy hablando de “redistribuir” la riqueza; estoy hablando de devolvérsela a quienes se les quitó de las manos mediante un mecanismo fraudulento de transferencia de riqueza.

Uno Acorte su hipoteca: el anterior juez

del Tribunal Supremo Louis Brandeis lo resumió así: “Podemos tener democracia en este país, o podemos tener una gran concentración de riqueza en manos de unos pocos, pero no podemos tener ambas cosas”. La bestia de Wall Street crece gracias a los intereses que pagamos por nuestras deudas, y los utiliza para contratar lobistas y fi nanciar a políticos para que defi endan sus intereses, no los nuestros.

Según datos a 31 de marzo de 2009 de la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC, una agencia federal independiente creada por el Congreso de los EEUU para asegurar los depósitos bancarios – N. del T.), cuatro gigantes de

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Wall Street controlan el 35% de todos los depósitos bancarios asegurados y el 46% de los activos (aunque la calidad de dichos “activos” está sujeta a un importante debate). Esas empresas son: Bank of America Corporation, JPMorgan Chase & Co., Wells Fargo & Co. y Citigroup, Inc. Ello deja a las restantes 8.242 instituciones bancarias aseguradas por la FDIC repartiéndose lo que queda. Los depósitos nacionales totales fueron de 7,5 billones de dólares mientras que el total de activos era de 13,5 billones a marzo de 2009. Ello implica claramente una concentración de riqueza demasiado grande y en demasiadas pocas manos, como tristemente hemos comprobado al tener que acabar rescatando fi nancieramente a esas cuatro entidades.

Así pues pida consejo a su contable o su asesor fi nanciero para convertir su hipoteca a 30 años en una a 15 y así mover riqueza desde los bolsillos de los accionistas del banco a los suyos propios. Las tipos de interés no han estado nunca mejor para una jugada de este tipo. De media, durante la vida de su hipoteca se va a ahorrar decenas de miles de dólares en pago de intereses. Puede ver concretamente cuanto se va a ahorrar en su caso accediendo a la siguiente calculadora de hipotecas: www.bankrate.com (no estoy aconsejando ninguna de las hipotecas que se ofrecen en esa página web ya que no he podido investigar esa cuestión; solamente la menciono para usar su calculadora de hipotecas).

Y hable con sus hijos, antes de que se embarquen en una hipoteca, sobre la diferencia del interés a lo largo de la vida de la misma entre una a 30 años y una a 15. Enséñeles como usar esa calculadora de hipotecas.

DosPiense localmente: plantéese mover

su liquidez desde los grandes bancos de Wall Street que tienen puestos sus grilletes al Congreso, a su banco local cuando éste tenga asegurados sus depósitos en la FDIC (cuidando de no exceder el límite de la cuantía asegurable). Una buena aproximación es estructurar el vencimiento de sus inversiones para que coincida con los momentos en los que va a necesitar el dinero. De nuevo, consulte con su

contable y/o su asesor fi nanciero. Ello ayudará también a proveer de fondos para préstamos a los negocios de su municipio y al mercado de vivienda local.

Tres Empiece un negocio: no se preocupe

por la posible llegada de una carta de despido; sea proactivo. Empiece un negocio por su cuenta. Hágalo bien haciendo lo correcto: ¿qué producto o servicio puede ofrecer que quiera y pueda permitirse un consumidor en difi cultades? (Algunas ideas podrían ser: asesoría fi scal sobre deudas, cuidado infantil barato, asesoría sobre ejecución de hipotecas, si dispone de tierras agrícolas un negocio de fruta y vegetales recolectados por uno mismo, tiendas de segunda mano, arreglos domésticos en viviendas que se vendan, etc.).

Cuatro Invierta sabiamente: sea listo con el

uso que le de a su plan 401(k) (uno de los sistemas de pensiones para asalariados más conocidos de EEUU – N. del T.). Invertirlo en el S&P 500 (el equivalente al IBEX 35 – N. del T.) es simplemente alimentar a la bestia; y la bestia va a usar su capital barato para contratar a lobistas, crear grupos de presión (llamados Political Action Committee) y alejarlo a usted de sus representantes políticos. Algunos planes 401(k) le permiten trasladar el 50% o más de los fondos a su propio fondo de pensiones una vez alcanzada cierta edad. Llame a su ofi cina de la Seguridad Social y averigüe qué

opciones tiene. Hable con su contable y/o asesor fi nanciero antes de tomar ninguna decisión. Puede incluso que le interese abrir su propia cuenta de ahorro en un banco local y comprar certifi cados de depósito asegurados como alternativa a poner más fondos en su plan 401(k).

Cinco Acérquese a las cooperativas de

crédito: ¿alguno de los miembros de su familia pertenece a una cooperativa de crédito? Es posible que le puedan abrir a usted también una cuenta. Si necesita utilizar una tarjeta de crédito, trate de conseguirla a través de la cooperativa de crédito a un precio razonable y luego deshágase de cualquier otra tarjeta que tenga que sea más cara. Es un escándalo que algunos de los bancos que necesitaron un rescate van a recibir el dinero de la Reserva Federal casi gratuitamente mientras están cobrando a los ciudadanos comisiones del 20% por sus tarjetas.

Seis No utilice tarjetas de crédito de

compañías que abusen de usted: todas las siguientes tiene algo en común: Home Depot, Exxon Mobil, Shell, Macy’s, Sears, Zales. Todas ellas dan crédito a sus clientes a través de una tarjeta de crédito de Citigroup. Con el uso de esas tarjetas 40 millones de clientes están ayudando a sostener a Citigroup y sus prácticas contrarias a los consumidores y la ciudadanía.

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Citigroup exige a sus trabajadores que renuncien por escrito a su derecho a acudir a los tribunales (ver el número 8 más abajo), y ha estafado seriamente a los inversores mediante prácticas fraudulentas.

Siete(7) Ataques a las marcas: es

bastante probable que los comerciantes de su localidad no tengan un grupo de presión y unos lobistas a las puertas del Congreso trabajando en contra de sus intereses, ¿no? Recompénseles con sus compras y castigue a las empresas del S&P 500 hasta que capten el mensaje: si quieres que respete tu marca, respeta tú mi derecho a la representación política.

OchoDevuelva los tribunales a los

trabajadores: muchas de las grandes empresas obligan a sus trabajadores a renunciar por escrito a su derecho a acudir a los tribunales nacionales si quieren conseguir un empleo. Se llama arbitraje obligado y es un proceso terriblemente injusto que está además diseñado para favorecer a la empresa. Si acude a una entrevista de trabajo, pregunte si la empresa tiene ese tipo de política y en ese caso salga por donde ha entrado.

Nueve Quéjese: no permitamos que

prácticas encubiertas sigan sin conocerse. Escriba un informe detallado y diríjalo al organismo adecuado: el fi scal de distrito, la ofi cina del fi scal general, ofi cinas de protección al consumidor, etc. Y escriba una carta al editor del periódico local. Todo ello ayuda a prosperar a los buenos negocios y pone difi cultades a los engañosos y fraudulentos.

Diez Sencillamente, diga no: a las

fotografías desnudo, la radiación, la palpación genital… todo solamente para subir a un avión. No vuele. Estará luchando por los derechos civiles y dañando a Wall Street. Las empresas de bio-escáneres operan en Wall Street y sus banqueros ya esperan que la vigilancia policial en el interior del país va a ser su nueva gallina de los huevos de oro.

La Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) se ha transformado en una organización de inteligencia global con alcances más allá de las drogas, informó hel diario The New York Times al citar cables diplomáticos fi ltrados por Wikileaks.Los cables muestran que la DEA se ha extendido al punto que ha tenido que defenderse de políticos extranjeros que quieren utilizarla en contra de sus enemigos políticos.

Los cables ofrecen vistazos de agentes antinarcóticos balanceando la diplomacia y la aplicación de la ley en lugares donde puede ser difícil diferenciar a políticos y trafi cantes.Por ejemplo, en Panamá, un mensaje urgente del presidente al embajador de Estados Unidos exigió que la DEA persiguiera a sus enemigos políticos: “Necesito ayuda para intervenir teléfonos”.

En Sierra Leona, una importante investigación de tráfi co de cocaína casi se descarrila por el intento de la fi scalía general para solicitar 2.5 millones de dólares en sobornos. “En Guinea, el más grande narcotrafi cante del país resultó ser el hijo del Presidente y los diplomáticos descubrieron que antes de que la policía destruyera un gran cargamento de cocaína, la droga había sido sustituida por harina”, según los documentos revelados por Wikileaks.

De acuerdo con el rotativo, funcionarios de la DEA y del Departamento de Estado se negaron a discutir, lo que dijeron era una información que no debió ser hecha pública.

Los cables fi ltrados en semanas recientes sobre la guerra contra las drogas ofrecen un panorama más claro de la infl uencia corruptora de los grandes trafi cantes y del complicado juego de averiguar qué funcionarios extranjeros son en realidad controlados por los señores de la droga. Los cables esbozan la historia de un organismo que operaba a las sombras de la FBI y se ha convertido ahora en una agencia con 87 ofi cinas en 63 países y nexos tan cercanos con los gobiernos que mantienen en alerta a la Agencia Central de Inteligencia.

Debido a la ubicuidad del fl agelo de las drogas, en la actualidad la DEA tiene contacto con gobiernos extranjeros, incluyendo aquellos que, como Nicaragua y Venezuela, han tensado las relaciones diplomáticas con Estados Unidos. En algunos países, la colaboración parece funcionar bien, con la DEA proporcionando la inteligencia que ha ayudado a reducir a los trafi cantes e incluso eliminar totalmente a los cárteles.

Por su parte, según otro cable difundido por Wikileaks, la diplomacia estadounidense se inquieta por la infl uencia en África occidental de narcotrafi cantes sudamericanos, que se sirven de la región para el transporte de cocaína. Según los documentos revelados, algunos países, como Guinea Bissau, “han caído presa de organizaciones criminales oportunistas y sofi sticadas”, y otros, como Sierra Leona y Liberia, se defi enden como pueden, agregó Wikileaks.

DEA, organización de espionaje global, opera en 63 países

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El fi nal de la obtención de petróleo a un precio barato ha provocado que la industria del automóvil busque una alternativa más económica. Y de paso, aprovecha para dar un lavado verde: el coche eléctrico. De momento no hay ninguna elección defi nitiva, pero la industria del coche se ha lanzado a la búsqueda de litio para el desarrollo de baterías litioion. Este metal es un recurso que se encuentra especialmente en América Latina y, posiblemente, en Afganistán. Hacia esas zonas se han lanzado gobiernos, empresas mineras y marcas de coches para asegurarse las reservas de este metal.

La penúltima esperanza energética

“Esto es el futuro”, predecía a bordo de un coche eléctrico (Opel Ampera) uno de los máximos representantes de General Motors en Lisboa durante la cumbre de la OTAN. Y es que el rostro sonriente que realizaba tareas publicitarias no era otro que el del presidente de los EE UU, Barack Obama. Obama empieza a rentabilizar una de sus medidas más polémicas, la nacionalización de los grandes sellos de la industria automovilística americana: General Motors y Chrysler. Ambas se declararon en quiebra durante 2009, a pesar de la inyección pública de 110.000 millones de dólares. El Tesoro norteamericano se quedó con el 60% de GM y un porcentaje menor de Chrysler, ya que Fiat entró en su accionariado. Ahora el Estado norteamericano hace caja, el 18 de noviembre GM volvía a Wall Street y la Administración se deshacía del 35% de sus acciones por 13.000 millones de dólares.

La comercialización del coche eléctrico es el gran reto por el que se pelea la industria mundial del automóvil. En los años ‘90, fracasó el primer intento de su comercialización, pero ahora es la gran estrella de los salones internacionales del automóvil y una apuesta ecológica de futuro. El fi nal del petróleo barato y la consolidación en el imaginario común del coche como uno de los mayores productores de CO2, por ende, del calentamiento global, ha

Coche eléctricoCoche eléctrico desata la fi ebre del litioHÉCTOR ROJO LETÓN

llevado a este sector a buscar un nuevo mercado e imagen. Para ello, el propio Gobierno de Obama ha proporcionando 11.000 millones de dólares en préstamos y subvenciones a fabricantes del coche y de la batería eléctrica para reducir la dependencia energética del país, según el periódico Blooomberg.

Pero el coche eléctrico (o híbrido, que combina el motor de gasolina y eléctrico, el sistema más comercializado hasta ahora), de momento tiene grandes inconvenientes como la toxicidad de sus baterías, la necesidad de recursos naturales escasos para su fabricación, el peso de las baterías y, sobre todo, su precio.

Las baterías de litio-ión

Las baterías basadas en carbonato de litio son la gran esperanza de la industria automovilística para la popularización del coche eléctrico. Éstas pueden almacenar más energía que las de plomo o níquel, son mucho más pequeñas y ligeras que las anteriores y se descargan muy poco si no se usan, ni se deben descargar del todo para volver a ser rellenadas. Unas ventajas de sobra conocidas para cualquier usuario de teléfono móvil u ordenador portátil. Sin embargo, según el mundo científi co, los aspectos negativos de las baterías de litio-ion no se refl ejan en ordenadores o móviles, pero sí en su uso para vehículos y ésta tecnología no será la alternativa a los automóviles de

gasolina.Junto a los argumentos científi cos,

se encuentra la oposición del sector ecologista, que no cree que estas baterías sean una alternativa ecológica y práctica a la dependencia del petróleo. “Es cierto que los vehículos eléctricos podrían generar menor contaminación acústica, de gases y de partículas en las ciudades. Pero los coches originan otra serie de problemas: expansión urbana, construcción de grandes infraestructuras, gran ocupación de espacio público, limitaciones a la movilidad de otros medios más sostenibles, siniestralidad... y eso sin garantizar una menor emisión de gases de efecto invernadero”, explicaba a principios de año Luis González Reyes (Ecologistas en Acción), en este mismo periódico. Si el coche eléctrico expulsa menos sustancias contaminantes, estas sí se producen en el lugar de producción de energía y de la extracción de las materias primas. “Los confl ictos [por la minería del litio] más notables tanto en Argentina, como en Chile, están relacionados con los daños por el uso y la contaminación del agua, los derrames tóxicos y la existencia de partículas perjudiciales en el aire”, explica Arturo Landeros, de Educación para la Acción Crítica, que analiza los confl ictos socioambientales en América Latina.

Al margen de las reservas encon-tradas supuestamente en Afganistán o los intentos de extracción en el mar por parte de Corea del Sur , “las mayores reservas se encuentran en el llamado

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‘triángulo del litio’, formado por el Salar de Uyuni en Bolivia, con 5,4 millones de toneladas [todavía por explotar]; el Salar de Atacama en Chile, con 3 millones; y el Salar del Hombre Muerto en Argentina, con 850.000”, precisa Landeros. Y hacia esta zona ha dirigido sus miradas desde hace años la industria extractiva y automovilística. Otras grandes reservas están en el lago de Chabyer (Tibet, China), que se conoció a fi nales de los ‘90, en EE UU, en Australia y en México. Desde 1999, el litio, según Credit Suisse, ha triplicado su precio.

Nuevos intereses económicos

En Chile, donde más litio se produce, existe actualmente una campaña para la liberalización de su extracción. “El litio quedó al margen de la ley de concesiones de 1981 por ser un material estratégico en la fusión nuclear [ver recuadro inferior], es decir, clave para la energía nuclear. Es más, según la legislación, sólo el Estado puede disponer de las reservas de explotación del litio, exceptuando las constituidas antes de la publicación de la ley, correspondientes a SQM (ex Soquimich, encabezada por el yerno de Augusto Pinochet, Julio Ponce Larrea) y la Sociedad Chilena del Litio (SCL)”, según publicaba en julio el periódico alternativo chileno El Ciudadano. Y el mayor instigador de esta campaña es el actual ministro de Minería, Laurence Golborne.

Este verano, Gal Luft, del lobby International Lithium Alliance, anunciaba que la importancia del litio irá en aumento y que Chile se puede quedar marginado en este proceso si no da avances liberalizadores. Para ello ponía el ejemplo del petróleo en Azerbaiyán, que hoy proporciona el 1% del suministro mundial, cuando a mediados del siglo XIX distribuía casi la mitad de este recurso natural. Estos problemas no se han dado en México. A fi nales de 2009 se descubrían minas de litio en Zacatecas y San Luis Potosí que serán gestionadas por Litiomex SA. Este país ha fi rmado un acuerdo con la china Citic Guoan Group (Nissan, Honda y GMC) para la construcción en los alrededores de una fábrica de baterías de litio. Litiomex, según desvelaba en junio La Jornada, cuenta con el apoyo de un grupo de empresarios españoles vinculados al Banco Santander “para hacerse cargo de

la comercialización global” del litio.En Argentina, a pesar de la oposición

social a la minería, la industria del litio avanza. Empresas coreanas como LG o GS Caltex fi rmaban a mediados de noviembre acuerdos para su extracción en Catamarca. En este mismo país, Toyota, junto a la australiana Oro Cobre, extraen litio en Jujuy, mientras que en Cauchuri es la canadiense Lithium Americas Corp, con el apoyo de Mitsubishi y la marca de componentes automovilísticos Magna, quien ha conseguido permisos para su extracción. Bolivia, todavía a la espera Las fabricas de baterías de litio-ion de China, Corea del Sur y Japón, que controlan el 98% de este mercado, empezarán a recibir el carbonato de litio boliviano en marzo, cuando está previsto que se inicie su producción. Y por eso, en los últimos meses empresas y delegaciones ofi ciales de numerosos países han contactado con el Gobierno de Evo Morales.

En 2008, se lanzó el Proyecto Litio para su extracción y transformación como una iniciativa 100% estatal. La oposición cívica en la región de Potosí, donde esta Uyuni, frenó este proceso, ya que la sede de la empresa pública que lo gestionaría estaba en La Paz. Según el propio Gobierno de Morales, esta localización permite un mejor control de las negociaciones con las compañías internacionales. Por los despachos de La Paz han pasado representantes públicos franceses (en defensa del grupo Bolloré, cuyo dueño en 2007 prestó un yate y un jet privado al presidente Sarkozy para sus vacaciones), brasileños (en apoyo a la antigua empresa pública Vale do Rio Doce) o iraníes. Estos últimos, tras el viaje de Morales a Teherán a fi nales de octubre, pueden estar más cerca de un acuerdo para construir baterías de litio en el país andino e, incluso, para producir energía nuclear.

Otros “acuerdos de entendimiento”

se han fi rmado con Brasil y con la empresa estatal coreana del litio. Según el Observatorio Boliviano de Industrias Extractivas, el Gobierno “ha empezado a preparar a la opinión pública para el anuncio futuro de una alianza con alguna transnacional para la explotación del litio, bajo ciertas condiciones”. De momento, empresas como Toyota o Mitsubishi se han tenido que trasladar a Argentina, pero la lucha por acceder a Uyuni sigue en pie.

Tampoco ha logrado participar en este mercado el magnate boliviano Marcelo Claure, (Brightstar Corp, empresa de servicios a compañías de telefonía móvil), que se ha conformado con participar en Global X Lithium, un fondo de inversión que cotiza en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) del que se llevará la mitad de sus benefi cios.

42 nuevos modelos en 2012

La industria automovilística ha anunciado 42 nuevos modelos eléctricos antes de 2012, según Pricewaterhouse Coopers. Aunque todavía seguirán utilizando gasolina, éstos serán accionados con baterías de litio. Según el presidente de Renault (y Nissan) en 2020 el 10% de la producción mundial de coches serán eléctricos, aunque, por ejemplo, GM espera que ese año su fl ota eléctrica sea el 40% del total.

EEUU: Reciclar litioEl Departamento de Energía de

los EE UU otorgó en verano de 2009 9,5 millones de dólares a Toxco, una compañía de California, que planifi ca construir la primera planta de EE UU para el reciclaje de baterías de iones de litio de vehículos eléctricos. Su objetivo, reducir con el reciclaje de las baterías las preocupaciones por la escasez del litio y el oligopolio que sus productores podrían establecer.

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MercosurMercosur, integración, desarrollo regional

Los miembros del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) concluyeron 2010 con acuerdos y noticias económicas halagüeñas, así como proyectos de propiciar para el próximo año la aceptación de nuevos integrantes y una mayor integración regional.

El XL Consejo del bloque, conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, colocó en los primeros planos la urgencia de concretar la integración aduanera de sus miembros la que el canciller brasileño, Celso Amorim denominó “el cemento de la unión interna”.

Los Jefes de Estado enfatizaron que el buen momento económico que vive la zona representa una inobjetable oportunidad para llevar a término la ansiada unión aduanera. Esta se caracteriza por establecer mecanismos relacionados con el arancel común, la distribución de la renta aduanera y otras medidas no arancelarias.

En la Cumbre se acordó un cronograma de eliminación de regímenes especiales que protegen a distintos sectores industriales y de servicios con fecha límite en 2019. En la actualidad, 95% del comercio dentro del MERCOSUR está liberado, y con el cronograma aprobado se busca eliminar el otro 5% “hasta llegar a una Unión Aduanera perfecta”.

Los cuatro miembros del grupo acordaron mantener hasta el 31 de diciembre de 2012 el 0% de aranceles a la importación de bienes de capital extra zona. “Los elevados índices de crecimiento económico en el bloque ofrecen un momento propicio para el establecimiento de metas de largo plazo para la profundización de la integración”, puntualiza el documento fi nal.

Pese a la crisis económica mundial, las organizaciones internacionales aseguran que los países sudamericanos deberán crecer este año como promedio entre 6 y 7%, con destaque para Brasil, Argentina y Paraguay. Las naciones del grupo tienen una población de 240 millones de personas y un Producto Interno Bruto (PIB) ascendente a dos billones 500 000 millones de dólares.

HEDELBERTO LÓPEZ BLANCH

Además, el comercio entre éstas, incluida Venezuela, llegará en 2010 a la cifra récord de 40.000 millones de dólares.

Pero la cuestión medular de la reunión efectuado en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú, en la zona de la “Triple Frontera”, , sin discusión alguna, fue la coincidencia y la importancia que sus miembros efectivos dieron a la necesidad de que todas las naciones de América del Sur se integren al MERCOSUR.

“Tenemos que traer a Colombia, a Ecuador, a Bolivia y Chile. Tenemos que esforzarnos para que Venezuela, que se halla en proceso de adhesión, ingrese lo más rápido posible. Haría falta que el Congreso paraguayo aprobase su ingreso, además que se incorporen Chile, Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia”, afi rmó Lula da Silva. Añadió que esa necesaria unión también requiere la llegada al grupo de Guyana y Surinam.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, abogó por la rápida incorporación de Venezuela, que se le reclama al parlamento paraguayo, lo cual “permitiría cerrar la ecuación energética de América del Sur”. o es el energético”.

Para el mandatario uruguayo José Mujica “los pueblos del continente necesitan que Venezuela entre al MERCOSUR y que toda América Latina se vaya arrimando”.

Mientras, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, (quien pasó a ejercer la dirección pro témpore del grupo en el próximo semestre) dijo que la incorporación de otros países al MERCOSUR será una de las tareas centrales de su gestión.

El ingreso venezolano al bloque representaría un vital impulso energético ya que este país es el quinto mayor exportador mundial de petróleo, y la Faja del Orinoco está considerada la fuente de reserva de hidrocarburos líquidos más grande del planeta, con 1,3 billones de barriles de crudo. Venezuela mantiene con los cuatro países miembros un abultado intercambio comercial: a Paraguay le suministra importantes cuotas de combustible a precios preferenciales que han permitido al pequeño país mantener sus principales actividades económicas sin tener que erogar grandes sumas para su adquisición.

Si Asunción confi rma la participación de Venezuela (que no será hasta después de marzo de 2011 cuando inicie las sesiones su Parlamento) el bloque contará con cerca de 280 millones de personas, con un Producto Interno Bruto (PIB) que representará casi 76% del suramericano.

El trabajo de integración y la consolidación del grupo, que padeció períodos de bajas y altas desde su fundación, se ha debido, en gran parte, al trabajo desarrollado por el presidente Lula.

Hoy MERCOSUR se consolida junto a otros mecanismos de integración regionales como UNASUR (Unión de América del Sur) y el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) lo cual lleva a continuar caminos soberanos e independientes alejados de las políticas hegemónicas que en otros tiempos ejerció Estados Unidos en este hemisferio occidental.

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El automóvil:El automóvil: una enfermedad mortalMARCELO COLUSSI

A escala mundial cada dos minutos muere una persona por causa de un accidente automovilístico. En estos momentos ese hecho constituye la décima causa de muerte en términos globales, y de mantenerse la tendencia actual, para el año 2020 será la tercera. Estamos por tanto –sin ningún lugar a dudas– ante una “epidemia” en términos de política pública de salud; es, como dice la epidemiología, una “catástrofe oculta”. Siguiendo ese ritmo entonces, la prospectiva indica que dentro de unos pocos años el 25% de los gastos mundiales en salud se dedicará a la atención de víctimas de accidentes viales, lo cual incidiría muy negativamente en la viabilidad fi nanciera de las políticas sanitarias en términos planetarios.

Desde la aparición del automóvil, hace un siglo aproximadamente, su crecimiento ha seguido un ritmo vertiginoso como ningún otro bien industrial en toda la historia. Sin embargo esa prosperidad económico-industrial se ha dado a costa de crear artifi cialmente un problema sanitario nuevo, de proporciones gigantescas, con el agravante de constituirse además en uno de los factores de desastre medioambiental más grande que existe. La idea de progreso a cualquier costo es quizá en este fenómeno el ejemplo donde más claramente puede apreciarse: la llegada del automóvil abrió escenarios radicalmente nuevos en la historia de la humanidad cambiando la fi sonomía de las sociedades; pero además de crear perspectivas fabulosas en cuanto a comunicaciones, generó problemas socio-sanitarios tanto o más grandes que los aportes que realizó.

Lo curioso, no obstante, es que el tema en cuestión no es abordado en esa perspectiva de “problema sanitario serio”. Si bien los diversos Estados del planeta reconocen en general que hay ahí un factor a resolver, las medidas que se toman no están a la altura de la gravedad de los acontecimientos, por lo que la visión a futuro en este ámbito no se muestra muy prometedora. La idea de “progreso” sigue primando. O, si se quiere ver de otro modo, progreso yendo

de la mano de crecimiento económico para un grupo favorecido, en este caso, la industria que produce la mercadería en cuestión (los automóviles) más las industrias tanto o más grandes que siguen indisolublemente su evolución (la petrolera fundamentalmente). Y que quede claro que esto no es un llamado a la no utilización de estos modernos transportes autopropulsados; sin ninguna duda una planifi cación racional de medios de transporte público rápidos, efi cientes y seguros es un paso adelante maravilloso en la historia humana. Lo que está en discusión es el primado del automóvil particular, símbolo de la opulencia económica, marca de prestancia social, de triunfo…., y destructor del planeta como muy pocas otras cosas.

Cualquier epidemia, en tanto se constituye en un problema sanitario, rápidamente pone en marcha medidas que tienden a evitar su propagación, su ampliación. En el caso de los accidentes de tránsito signifi cativamente no ocurre eso. Es obvio que hay intereses creados para que ello no suceda. La industria del automóvil, y la del petróleo que va coligada, son dos sectores industriales de los más grandes en el mundo moderno. La tendencia en marcha busca su ampliación continua. De esa cuenta el desastre sanitario en juego no encuentra una verdadera contención, sino solo remiendos cosméticos.

Todo indica que, en tanto existan reservas petroleras (y eso será aproximadamente hasta fi nes del presente siglo), el motor de combustión interna que hace caminar a estos fabulosos ingenios que son los automóviles no sufrirá mayores variaciones. Autos que, en la gran mayoría de casos, transportan a una sola persona, o a una sola familia. En todo caso, se reemplazarán los derivados de combustibles fósiles (gasolina y diesel) por otros derivados de biomasa, los llamados biocombustibles (a base de maíz, caña de azúcar o palma africana), tanto o más desquiciantes en términos de sustentabilidad planetaria que la utilización del petróleo (para producir un galón de biocombustible se necesita una hectárea de maíz).

La gran industria de la fabricación de vehículos automotores para uso individual ha transformado la cultura del siglo XX; tener auto propio es sinónimo de progreso –aunque haya “epidemia” de accidentes y contaminación a niveles demenciales–. El mercadeo de estos productos ha alcanzado ribetes por demás de sutiles, logrando hacer del consumo del automóvil privado una necesidad casi de primer orden. Para los primeros veinte años del siglo en curso las grandes corporaciones de fabricantes de automóviles estiman vender cantidades fabulosas de vehículos en

Mercosur

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un nicho de mercado aún bastante poco explotado: los países pobres del Sur, gracias a campañas publicitarias agresivas y planes crediticios favorables. Como consecuencia de esa política global de mercadeo, más las unidades que siguen vendiéndose en el Norte, para el 2020 se estima llegar a los mil millones de automóviles individuales a nivel planetario en circulación. Vehículos, obviamente, que habrá que alimentar no con agua, no con energía eléctrica ni solar, sino con petróleo, el mismo por el que se siguen produciendo guerras e invasiones.

En tanto haya cada vez más automóviles circulando, no hay real solución a la problemática de los accidentes: la epidemia –o pandemia, más precisamente– no puede ceder. Y no puede hacerlo por varios motivos inmodifi cables: 1) la cantidad de vehículos en movimiento es tan grande que torna matemáticamente imposible evitar un porcentaje de colisiones entre tantos móviles. Al respecto no hay medidas técnicas que puedan evitarlo: ni nuevos sistemas de frenos, ni mecanismos de guiado automatizado que minimicen al máximo el error humano. Mientras haya cuerpos en movimiento, necesariamente habrá colisión entre algunos de ellos. 2) Los conductores de esos aparatos son seres humanos, y los seres humanos somos falibles. Por otro lado –ahí está la llave del negocio justamente– de lo que se trata es que cada vez más gente disponga de su auto privado, que lo maneje, que lo renueve cada tanto, o que compre repuestos (por cada unidad nueva que se vende, se venden dos más en forma de autopartes, de repuestos). Quienes los manejamos somos ciudadanos comunes muy precariamente capacitados para ese ofi cio, y no pilotos profesionales (como sucede con otros medios de transporte: aéreos, acuáticos); por tanto, el grado de impericia conductual es imposible de ser reducido. Conclusión: no hay modo alguno, con esa tendencia, que pueda reducirse el número de accidentes. 3) Psicológicamente considerado, todo conductor de automóvil dispone de un medio que le permite dejar afl orar legalmente su violencia. La agresividad humana se manifi esta de las más variadas formas: el conducir es una de ellas, y quizá de las más sutilmente horrendas. Disponer de un automóvil es disponer

de un arma –los peatones atropellados (30% de las víctimas de accidentes de tráfi co) pueden testimoniarlo de modo fehaciente. Este tenor agresivo que nos surge tras un volante, valga aclararlo, no es en modo alguno patológico; es lo más común y esperable que pueda suceder. Ahí está la contaminación sonora de toda gran urbe para evidenciarlo.

A lo anterior se suma el caos del tránsito vehicular creciente de cualquier ciudad de mediana para arriba. Los automóviles ocupan lugar, y millones y millones de automóviles en circulación ocupan, naturalmente, más lugar. Circular en las ciudades modernas de más de un millón de habitantes ya ha pasado a ser una tragedia en cualquier parte del mundo. Todo esto es sabido por los planifi cadores sociales, así como la degradación medioambiental que producen cantidades infernales de motores de combustión interna expeliendo gases tóxicos a la atmósfera. Entonces, si todo ello se sabe: ¿qué pasa que nada da muestras de cambios profundos en el corto ni mediano plazo? Obviamente algo sucede que no permite su modifi cación real. Con las armas ligeras en manos de civiles, con el tabaco más recientemente, al ver su potencialidad mortífera, al ver su grado de incidencia nociva en tanto epidemia, se tomaron severas medidas correctivas: campañas de despistolización y regulación de la tenencia de armas, propaganda anticigarrillo, etc. Pero con la industria del automóvil/petróleo ello no sucede. Y el reemplazo parcial

de los derivados del petróleo por biocombustibles no es ninguna solución de fondo sino, por el contrario, una mayor cuota de sacrifi cio para los habitantes del Sur –el lugar donde se produce la materia prima para esos carburantes–, que por esta vía se verán condenados a una menor disponibilidad de alimentos para favorecer la circulación de autos en el Norte.

Apelar a la educación vial –la experiencia lo confi rma– defi nitivamente no basta para modifi car la situación de tragedia accidentológica. Puede ayudar, sin dudas, pero no disminuye en forma drástica el porcentaje de víctimas.

La mejora técnica en las condiciones de seguridad de los vehículos tampoco aporta soluciones de fondo: la prueba está en que el grado de accidentalidad, en vez de reducir, sigue aumentando. Considerando entonces que de las tres causas más arriba apuntadas las dos últimas no pueden cambiarse, queda por actuar sólo con la primera: para reducir el número de muertos y heridos por accidentes de tránsito no hay otra posibilidad que reducir el número de vehículos en circulación.

Es ésta una verdadera opción práctica, concreta y posible, a este fenómeno de la accidentalidad vial. Claro que ello implica una disputa contra factores de poder del más alto rango. ¿Quién y de qué manera le pone hoy el cascabel al gato? Modestamente podríamos empezar por un cambio de actitud personal: pese a la avalancha de propaganda consumista en sentido

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contrario, también se puede vivir sin automóvil privado. Podemos luchar por medios de transporte público de óptima calidad que, combinado con la decisión de no seguir consumiendo automóviles individuales, pueden constituir un interesante camino alternativo y una respuesta efi ciente a esta enfermedad mortal.

El automóvil individual es, como pocos, símbolo del éxito del sistema capitalista, la representación de su prosperidad y su llamado a un consumo interminable donde la “superación” y el “avance” personales se mide en función del nuevo modelo de automóvil de que se dispone. Dentro de esos marcos, pensar en reemplazarlo se muestra una tarea titánica, muy difícil en principio, quizá imposible. La catástrofe ecológica ya en curso puede sensibilizar a más de algún consumidor, a muchos quizá quienes reemplazarán su auto por la bicicleta quizá, pero la oferta de vehículos no cesa.

Y en tanto las grandes multinacionales productoras de autos sigan existiendo, la tentación estará siempre puesta ahí, al alcance de cualquiera, para “mostrar su nivel”. Todo lo cual demuestra que, lo quiera o no, el sistema capitalista no tiene en el largo plazo sino el futuro de seguir hundiendo a la humanidad, o a buena parte de ella.

Si una sana conciencia ecológica y sanitarista pudiese imponerse dentro del capitalismo, una de las primeras medidas sería reemplazar esta cantidad infernal de vehículos particulares por transportes públicos, más efi cientes, menos traumatizantes, más amigables con el ambiente.

Algunas islas dentro del mundo (países nórdicos por ejemplo) van camino de eso. Pero son islas. El sistema, como globalidad, no puede permitirse tamaña “civilización”. Es entonces ahí donde cobran cabal sentido las palabras de una socialista ya histórica, la polaco-alemana Rosa Luxemburgo: civilización o barbarie. Es decir: o reemplazamos esto que lo único que puede hacer es brindar felicidad a unos pocos sobre la base de la miseria de muchos y destruyendo nuestra casa común, o nos morimos todos cocinados en este mismo caldo de la barbarie consumista.

El Congreso estadounidense aprobó un presupuesto de defensa de 708.000 millones de dólares para el año 2011. Este presupuesto se divide en dos partes: 549.000 millones de dólares para programas de defensa nacional y 159.000 millones de dólares para intervenciones militares en el extranjero, principalmente en Afganistán e Irak.

El presupuesto de defensa nacional para 2011 representa un aumento de 18 millones de dólares respecto a 2010, que era de 531.000 millones, lo que supone un aumento del 3,4 por ciento. El Secretario de Defensa, Robert Gates, justifi có dicho incremento afi rmando que hace falta “mantener, entrenar y equipar a los soldados que sostienen las intervenciones militares en el exterior”.

“El presupuesto para 2011 proporcionará recursos adicionales necesarios para mantener las tropas de EEUU en la “Operación Libertad Duradera” – en Afganistán y en otros lugares – y la “Operación Libertad Irakí”. Esto incluye fondos para salarios, logística y protección, así como fondos para formar y armar a la Policía y al Ejército en Afganistán e Irak y poder retirar a las tropas”, dice el documento.

“Las decisiones tomadas y el nuevo presupuesto refl ejan el compromiso de Estados Unidos para mantener las guerras que estamos librando”, dijo Gates.

Además, el Departamento de Defensa ha solicitado un presupuesto complementario de 33.000 millones de dólares para “apoyar los costos adicionales de la nueva estrategia del presidente en Afganistán” y enviar 30.000 soldados adicionales al país. También se supo que se destinarán 75 millones de dólares en 2011 para entrenar y equipar grupos militares en Yemen para “luchar contra grupos insurgentes”.

Otra medida contemplada consiste en incrementar un 1,4% las pagas a los militares.También una parte del presupuesto se destinará a modernizar las armas nuclearesxistentes.

En el documento se habla de poner en funcionamiento el llamado Comando Cybercom, un proyecto del Departamento de Defensa para censurar en internet cualquier tipo de contenido que se considere que es peligroso para la “seguridad” de EEUU.

A temblar: De 708 mil millones de dólares el presupuesto militar de EEUU para 2011

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Universidad: Universidad: salir del marasmosalir del marasmo

¡PProhibido olvidar! Hemos contado con las mejores condiciones para discutir una Ley de Universidades y se ha desperdiciado torpemente. Cuando era Ministro de Educación Superior el amigo Héctor Navarro y bajo el comando de la amiga María Egilda Castellanos, se produjo un trabajo impresionante alrededor de este asunto con un equipo del más alto nivel que bregó con una intensidad inusitada. Se convocó los buenos ofi cios de Unesco-Iesalc para integrarse a este esfuerzo y lo mismo se hizo con el Observatorio Internacional de Reformas Universitarias (Orus) El resultado fue un amplio mapa de actividades en todo el país (más de 100 reuniones en todos lados: con autoridades, con estudiantes, a escala nacional, a escala regional, con organismos, por sectores, por tipos de universidades) Unesco y Orus fungimos de anfi triones de todo este trabajo que signifi có una montaña de documentos con propuestas de las más disímiles.

Unesco contrató a un equipo especial para realizar una delicada labor de recuperación y sistematización de todo este material durante varios meses. Luego se contrató a otro equipo de juristas que diera forma de proyecto al material sistematizado. Finalmente, el amigo Claudio Rama consignó formalmente ante el ministerio el proyecto de ley terminado.

A partir de allí ni Orus ni Unesco teníamos más responsabilidades. La cuestión que seguía era muy sencilla: procesar ante el parlamento el curso normal de una Ley de Universidades. Bueno, eso será en Noruega, porque entre nosotros funciona una simpática consigna que reza más o menos así: “Por qué hacerlo fácil si lo podemos hacer bien complicado”. En efecto, ocurrió la desgracia de un cambio de ministro y con ello toda una cadena de disparates que terminó liquidando esta experiencia.

“Las incoherencias se pagan”, escribí para entonces (verá usted en los próximos días el monto de esta factura política). Tanto el contenido de aquel documento, como el laborioso proceso de debate que suscitó en todo el país, reunía las condiciones mejores para hacer avanzar una materia muy sensible sobre la que nunca habrá acuerdo pleno.

Lo único que se puede aspiraren estos casos es a concitar la mayor voluntad convergente posible y que los conjurados contra cualquier cambio paguen ellos su factura política (por cierto que la amiga Ana Julia Bozo y su fi el equipo en la Universidad del Zulia organizó la mejor reunión de las tantas hechas para entonces) ¿Dónde estamos, hoy? La mala noticia es que el ambiente creado en aquella oportunidad se perdió. Creo más bien que la electoralización de todo cuanto se hace contamina cualquier discusión. La buena noticia es que el texto de la nueva Ley de Universidades recoge en buena medida lo que ya estaba en el documento entregado por Orus y la Unesco. Ello signifi ca que se ha salvado parte del inmenso esfuerzo hecho por tanta gente involucrada.

En adelante lo que cuenta es darle vida a un instrumento legal que por sí mismo no puede con los tremendos obstáculos de un sistema universitario casi intransformable. Un marco jurídico nuevo puede ayudar a empujar los cambios, pero hasta allí. Cambios habrá si la gente que piensa fuera del paradigma de la simplicidad y al margen de los poderosos intereses de clases, grupos y mafi as, logran converger alrededor de programas innovadores y atractivos para mucha gente.

Ridículo sería que las “cabezas mal puestas” se empeñen en una “universidad chavista” o disloques parecidos. La universidad es también el Estado, por tanto, como en cualquier otro espacio de la vida pública, menester será preservar escrupulosamente la diversidad de miradas, el pluralismo de las ideas, la diferencia legítima que son la esencia de cualquier proyecto emancipatorio.

La agente tiene derecho a estar en desacuerdo. Esa no es una concesión sino una clave de la convivencia democrática. Desde luego, ese derecho no signifi ca imposibilidad de tomar decisiones porque haya alguien que se oponga. El marco legal expresa reglas de juego claras para saber hasta dónde llegar. Lo demás se endereza en el camino.

Ver nota de M.E.Castellanos en la página 7

RIGOBERTO LANZ

“El gobierno hace en cuatro días lo que no fue capaz de hacer

en once años”