Tema 2
-
Upload
jose-fernandez-razuri -
Category
Documents
-
view
8 -
download
3
description
Transcript of Tema 2
Tema 2:Filosofía del derecho
BienvenidaApreciado estudiante, iniciamos con muchas ansias de aprender nuestro
segundo tema de estudio, los contenidos que a continuación leerás te
brindarán los conocimientos básicos sobre la filosofía del derecho. Esta
rama de la ciencia del saber, ha servido de fundamento para
respondernos diversas cuestiones que teníamos en mente, del mismo
modo, para la resolución de “casos difíciles” que se presentan en nuestra
sociedad cada vez más compleja.
Ahondemos un poco más sobre este tema….
Organizador gráfico referido al tema
Observa detenidamente el siguiente esquema, en el encontrarás de un
“vistazo” de manera sintetizada los principales concepto de la temática
que abordaremos. ¿Qué conceptos o categorías te llaman la atención?
2.1. Definición
Fernández (1998) establece que la “Filosofía es la disciplina que trata
de llegar a establecer los primeros principios y las ultimas causas de las
cosas”.
“Filosofía del Derecho”, en el sentido etimológico es el “amor, apego,
afición o inclinación por las normas que señalan el camino recto a ser
transitado por una sociedad”; mientras que en su noción conceptual se
define:
Fernández (1998) afirma que “Filosofía del Derecho es la disciplina que
trata de desentrañar o establecer los primeros principios y las ultimas
causas de ese conjunto de reglas generales y obligatorias, procedentes
de la autoridad”.
Por otro lado, afirma García (1994) que la filosofía del derecho es
filosofía, ya que no estudia el derecho respecto del derecho, sino
respecto de la vida. Le interesa descubrir qué sentido tiene el derecho
dentro de la totalidad de la existencia.
La filosofía del derecho estudia la realidad en cuantía jurídica o, como
expresa Hervada (1995), estudia el derecho en cuanto derecho, no en
cuanto factor político o ético.
Pérez (2007) por otro lado, asevera que la filosofía del Derecho es una
disciplina bifronte resultado del encuentro entre dos tipos de
conocimiento: el filosófico y el jurídico. Esta condición crucial de la
Filosofía del Derecho, en cuanto resultado del cruce o confluencia de
saberes, determina una dificultad inicial. No todas las concepciones
filosóficas admiten la proyección de ese saber sobre otras formas de la
realidad; correlativamente, no todas las concepciones jurídicas
consideran que pueda tener sentido una proyección de métodos
filosóficos al Derecho.
2.2 Importancia de la filosofía del derecho
Pérez (2007) explica detenidamente la importancia que reviste la
filosofía del derecho afirmando que el sentido y la relevancia actuales de
la Filosofía para el Derecho o se derivan, de la respectiva incidencia de
cada una de estas dimensiones en otros tantos sectores de la
experiencia jurídica.
La dimensión cognoscitiva o lógica de la Filosofía cumple hoy un papel
decisivo en la conformación de los métodos de investigación elaboración
y aplicación del Derecho.
Carnelutti (1961) advertía que existe una materia jurídica, pero no un
método jurídico; el método debe adaptarse a la materia sobre la que se
proyecta, pero la vía de acceso al conocimiento es una sola. Se trata, en
opinión de Carnelutti (1961) de una vía problemática y dificultosa por la
que discurren los esfuerzos de filósofos, matemáticos, físicos, biólogos
historiadores y juristas.
El derecho es, por tanto, deudor de en aquellos aspectos en los que la
experiencia jurídica es susceptible de ser analizado desde presupuestos
metodológicos lógico-formales.
No debemos dejar de mencionar nuestro total acuerdo con Pérez (2007)
quien afirma que actualmente el análisis del lenguaje ha cifrado como
una de las principales metas en el ámbito jurídico el dotar a la ciencia y a
la Filosofía del Derecho de un lenguaje riguroso. Para ello se ha dirigido
a esclarecer el significado de los términos fundamentales que aparecen
en el discurso jurídico. Su principal preocupación metódica ha sido la de
purificar los dominios del Derecho de conceptos inútiles o equívocos
desde el punto de vista teórico o de nociones destinadas a enmascarar
realidad desde el plano ideológico.
La Filosofía analítica sigue constituyendo un método útil para abordar
distintos aspectos del conocimiento jurídico. En relación con su
significado Pérez (2007) afirma que pueden hacerse hacerse cuatro
precisiones:
1°) Que el análisis del lenguaje constituye un procedimiento habitual y
tradicional de los juristas, que es producto del Derecho se expresa
siempre a través de determinados lenguajes (simbólicos, escritos u
orales), al ser las normas jurídicas, en su dimensión externa, entidades
lingüísticas.
2°) Que, por ello, los métodos de análisis del lenguaje jurídico no
constituyen un invento del presente pero resulta innegable que tales
métodos han sido potenciados y depurados por el neopositivismo y la
Filosofía analítica de nuestro tiempo.
3°) Que las críticas a la concepción analítica de la Filosofía del Derecho
no deben entenderse como impugnaciones de los métodos de análisis
del lenguaje jurídico, sino de la actitud reductivista de toda la Filosofía del
Derecho al análisis del lenguaje.
4°) Que la denuncia de asepsia e, incluso, del pretendido carácter
acomodaticio de la Filosofía analítica, no debiera omitir la actitud
decididamente democrática y el compromiso con las libertades de
algunas de las figuras más representativas de ese pensamiento.
La Filosofía de la experiencia jurídica persigue ofrecer una concepción
del Derecho que capte su entero desenvolvimiento, desde sus
presupuesto sociales, a su formalización normativa y su valoración
crítica.
Obviamente cada época se distingue por una peculiaridad de intereses y
sensibilidades. Al aproximarnos al fin del milenio, parece que la consigna
cultural que mejor compendia las inquietudes de nuestro tiempo es la
exigencia de globalización. Los problemas actuales del Derecho deben
ser estudiados desde una perspectiva de totalidad. La sociedad humana
es multidimensional y, asimismo, lo son sus problemas económicos,
éticos, jurídicos y políticos. Por eso, la Filosofía de la experiencia jurídica
se presenta como un cauce adecuado para explicar y captar la dinámica
y compleja red de las conexiones globales del Derecho. La tendencia
hacia la globalización viene impuesta por el carácter interdependiente,
multicéntrico y multicultural de los fenómenos que gravitan sobre el
horizonte presente del Derecho. Por eso parece que la concepción del
Derecho como experiencia jurídica es la que mejor puede satisfacer los
apremios globalizadores del presente.
La Filosofía cumple un papel decisivo en la determinación del deber ser
jurídico. El jurista tiende a circunscribir su reflexión sobre el Derecho en
las normas positivas, es decir, en el Derecho que «es», la Filosofía
recuerda al jurista la necesidad de cotejar ese Derecho existe el Derecho
que «debe ser»; en otros términos, con el Derecho justo.
La Filosofía, en cuanto sea auténtica «Filosofía critica», en el sentido
anteriormente expuesto, tiene que contribuir a clarificar el «deber ser»
jurídico, a partir del discernimiento de los valores que fundamentan el
Derecho.
La dimensión crítico-valorativa de la Filosofía, al proyectarse sobre el
Derecho, incide en diversos planos:
- Contribuye a ampliar el horizonte intelectual y las atribuciones del
jurista.
- La Filosofía plantea al jurista la tensión entre el «ser» y el «deber ser»
del Derecho; entre la legalidad y la legitimidad.
- La Filosofía, en cuanto tenga una orientación crítica, invita al jurista a
un compromiso activo en la realización de los valores que integran el
sistema de legitimidad del Derecho.
2.3. Aspectos de la filosofía del derecho
a) Aspecto subjetivo
La Filosofía del Derecho se nos presenta como una disciplina cultivada
por juristas y filósofos.
El jurista-filósofo se plantea «filosóficamente» el problema del Derecho
cuando advierte la insuficiencia de los criterios técnico-jurídicos para
desentrañar el sentido de sus conceptos fundamentales (personalidad
jurídica, proposición normativa, deber jurídico, derecho subjetivo,
responsabilidad, relación jurídica“). La jurisprudencia no puede explicar
estas nociones porque se halla basada en ella; «tales nociones según
Siches (1974) funcionan para la ciencia jurídica como los supuestos
sobre los cuales ella se edifica; y su calidad de supuestos previos caen
fuera de su ámbito”.
La diferencia de motivaciones que empujan a juristas y filósofos hacia la
Filosofía del Derecho, se traduce, a la vez, en una duplicidad de
perspectivas de enfoque o de las posturas metódicas con que se
aprestan a cultivar esta disciplina.
Se advierte en los juristas filósofos una preferencia generalizada por la
adopción de la postura analítica, lo que les lleva a multiplicar las
divisiones y distinciones, con las que pretenden clarificar el estudio de los
problemas objeto de examen. Por el contrario, los filósofos-juristas
propenden, en esta sede, por la síntesis, que consideran imprescindible
para su esfuerzo encaminado a integrar los diversos aspectos de la
experiencia de acuerdo con la peculiar Weltanschauung que les sirve de
punto de partida.
Otra diferencia en cuanto a la actitud metódica de juristas y filósofos
viene dada por la marcada preferencia de los segundos por un
planteamiento histórico de los problemas, en tanto que los juristas suelen
dar a este planteamiento un carácter accesorio, sin integrar la
componente histórica de los problemas en su tratamiento substantivo.
Por último, se ha insistido recientemente en la tendencia al
razonamiento tópico implícita en el actuar histórico de la jurisprudencia,
frente al esfuerzo en pos del razonamiento apodíctico que caracterizó ya
las prístinas construcciones filosóficas
b) Aspecto objetivo
Según Pérez (2007) estas divergencias en el orden subjetivo de parte de
quienes cultivan la Filosofía jurídica, se traducen, a su Vez, en dos
formas objetivas de entender su significación. Así, puede venir entendida
la Filosofía del Derecho como una filosofía aplicada, o bien como una
filosofía regional.
o Filosofía Aplicada
Siches (1974) señala que la concepción de la "Filosofía del Derecho
corno filosofía aplicada ha contado con numerosos partidarios siendo,
entre otros, defendida por Siches (1974) para quien ésta supone la
aplicación del punto de vista filosófico al Derecho. «Pero una Filosofía
aplicada no es auténtica Filosofía, sino en tanto en cuanto se articule en
la Filosofía general, con la Filosofía pura. Para hacer, pues, de la
Filosofía del Derecho auténtica Filosofía, será necesario... integrada en
una concepción filosófica del Universo.
La Filosofía del Derecho no se halla extensa de riesgo de peligrosas
deformaciones de la realidad jurídica, en aras de una mejor adaptación a
los presupuestos sobre los que se articula el sistema general empleado
por el filósofo-jurista.
La Filosofia del Derecho entendida como filosofía aplicada proporciona,
de este modo, en muchas ocasiones, una visión mixtificada de la
experiencia jurídica, cuya utilidad es prácticamente nula para la solución
de los auténticos problemas del mundo del Derecho.
o Filosofía Regional
Wolf (1964) la Filosofía del Derecho como una filosofía regional y señala
que, así corno la Filosofía tiene por objeto cuestionar al ser, es decir, a la
realidad en general, la Filosofía del Derecho acota ese ámbito y se
circunscribe a indagar el ser-Derecho, esto es, la realidad jurídica.
La tendencia de los juristas-filósofos al tratar la Filosofía del Derecho
como una filosofía regional va unida a su esfuerzo por resaltar la
autonomía de lo jurídico frente a los restantes órdenes normativos de la
vida social. Esta tendencia ha contribuido poderosamente a la formación
histórica de la noción de Filosofía del Derecho, y a la afirmación de la
substantividad de los aspectos didáctico y doctrinal.
Mérito evidente de esta postura es su contribución a evitar
mixtificaciones entre la experiencia jurídica y otros sectores de la
experiencia, poniendo de relieve sus peculiaridades y buscando motivos
en que fundar su autosuficiencia. De otra parte, el carácter abiertamente
pragmático que suele latir en estas construcciones, ha sido muy útil para
la solución de numerosos problemas concretos de la jurídica.
2.4 Razón de ser de la Filosofía del Derecho
Fernández (1998) afirma que dentro del mundo en el que vivimos, hay
tres aspectos fundamentales que ocupan la atención de los estudiosos,
particularmente de los filósofos: el ser, el conocer, y el hacer u obrar del
hombre.
Vecchio (1953), habla de la existencia de tres campos de acción o, como
el las enuncia, de tres investigaciones que la Filosofía del Derecho debe
llevarlas adelante:
a) Lógica,
b) Fenomenológica y
c) Deontológica.
En función de ello la describe, diciendo: “Es la disciplina que define el
Derecho en su universalidad lógica, investiga los fundamentos y los
caracteres de su desarrollo histórico, y lo valora según el ideal de la
justicia trazado por la pura razón”.
La Investigación Lógica se ocupa de desentrañar el concepto del
Derecho en su sentido universal.
La Investigación Fenomenológica procura estudiar al Derecho como a un
fenómeno que se da en el devenir del tiempo y, en función de ese
entendimiento, ensaya descubrir su origen y su evolución histórica; es
decir, trata de determinar cuándo, dónde, cómo y por qué apareció el
Derecho.
La Investigación Deontológica mira al deber ser del Derecho, es decir al
ideal que este pretende alcanzar.
Siches (1974), enuncia también un programa tripario que lo integra del
siguiente modo: ‘Teoría Fundamental”, “Ontología Jurídica” y “Estimativa
‘Jurídica”.
- La Teoría Fundamental seria la investigación encargada de precisar
el contenido del Derecho, dentro de su contexto natural de la vida
humana – y el mundo.
- La Ontología Jurídica se encargaría de precisar la clase de ser a la
cual pertenece el Derecho, cuál es su naturaleza intrínseca.
- La Estimativa Jurídica tendría como su misión, la de valorar el
Derecho, en cuanto a sus alcances, a su aplicación, a los resultados que
su presencia dentro de la sociedad.
2.5 Filosofía del Derecho y Ciencia del Derecho
Fernández (1998) afirma que la filosofía del Derecho, a tenor de lo que
venimos anotando, la disciplina que trata de abarcar al Derecho en su
aspecto universal, buscando explicarlo desde su nacimiento y a través de
su evolución, al mismo tiempo que procura establecer su deber ser.
1. La Filosofía cuenta con un sentido universal y unitario; por lo tanto,
enfoca al Derecho con un criterio de globalidad, mientras que la Ciencia
ostenta un punto de vista particularizado y disgregado en facetas o
aspectos que abarcan a cada una de sus manifestaciones.
2. La Filosofía Jurídica aborda al Derecho especulativamente, midiendo
sus proyecciones y alcances, sus orientaciones, los valores que encierra
y sus más íntimos y esenciales caracteres. La Ciencia Jurídica, a su vez,
‘lo trata desde un punto de vista meramente descriptivo y como a un ser
ya consumado.
3. La Filosofía del Derecho muestra el lado teórico de la concepción,
elaboración y puesta en vigencia de la norma jurídica, en tanto que la
llamada Ciencia del Derecho tiende a ver el lado práctico, concerniente a
la simple operatividad y aplicación de la norma, sin preguntarse las
razones que median para su aparición ni, menos aún, las relacionadas
con su cumplimiento o incumplimiento.
En todo caso, Fernández (1998) señala que , es obvio que uno y otro
enfoque se complementan, o al menos los estudiosos procuran que así
sea, como ocurre, en general, con todas las disciplinas o materias del
conocimiento humano, porque toda Ciencia es limitada, en tanto que la
Filosofía, por su propia naturaleza, no conoce fronteras, por lo cual tiene
la obligación de asistir y ofrecer su contingente allí donde la Ciencia falla,
donde ésta encuentra su límite y se presenta como incapaz de responder
a todas las inquietudes humanas.
2.6 Filosofía del derecho y argumentación jurídica
La Gnoseología jurídica de acuerdo a lo desarrollado por Pérez (2007) se
ocupa de todas las cuestiones referentes al problema del conocimiento
del Derecho. La realidad social del Derecho en la que desarrollamos
nuestra existencia y a partir de la cual elaboramos nuestras
construcciones intelectuales, formulando juicios y teorías, debe ser
estudiada en consonancia con las categorías gnoseológicas que hacen
posible su conocimiento.
La argumentación jurídica es un tipo de razonamiento que desde
premisas Verosímiles llega a conclusiones razonables. Se trata de un
tipo de razonamiento concreto y adecuado al caso que, por ello, ha
tenido en la historia y tiene en la actualidad una gran importancia para la
interpretación y aplicación del Derecho.
Entre los argumentos retóricos según Pérez (2007) dentro de los
esquemas de razonamiento tópico con mayor proyección jurídica pueden
citarse los siguientes: a contraria, a simile, a fortiori y ad adsurdum.
a) Argumento a contrario
El argumento a contrario, que excluye la posibilidad de aplicar las
consecuencias jurídicas previstas en una norma para un comportamiento
o situación determinados, a otras conductas o situaciones no previstas
en ella.
Se trata de una modalidad de interpretación "literal o estricta de la ley,
que se opone a cualquier extensión analógica de las consecuencias
normativas.
b) Argumento a simile
El Argumento a simile o analógico opera a la inversa que el argumento a
contrario. Este argumento permite aplicar a un supuesto no previsto por
las leyes, la consecuencia jurídica establecida para otro semejante que si
se halla previsto en ellas, siempre que entre ambos exista identidad de
razón. Nuestro Código Civil prescribe que “procederá la aplicación
analógica de las normas cuando estas no contemplen un supuesto
especifico, pero regulen otros semejantes entre los que se aprecie
identidad de razón”.
c) Argumento a fortiori
El argumento a fortiori, establece que las consecuencias jurídicas de una
norma deben aplicarse un mayor motivo a conductas o situaciones no
previstas en ella. Este argumento actúa de forma similar a la analogía, ya
que en ambos supuestos se trata de proyectar las consecuencias
jurídicas revistas en una norma para determinados supuestos, a otros no
contemplados expresamente en ella.
LECTURA COMPLEMENTARIA I
A Continuación te brindamos un extracto del artículo titulado
IMPORTANCIA DE LA FILOSOFIA DEL DERECHO COMO
DISCIPLINA EN LOS PROGRAMAS DE ESTUDIO D ELA FACULTAD
DE JURISPRUDENCIA
Elaborado por Yolanda Higareda Loyden
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/jurid/cont/20/pr/
pr6.pdf
IMPORTANCIA DE LA FILOSOFIA DEL DERECHO EN LA
FORMACION DEL ABOGADO
I. La Filosofia del Derecho, es muy necesaria e imponente en la
formación desde el punto de vista humanística. Del estudiante de la
Jurisprudencia, del abogado, del juez. Del legislador, del sociólogo, del
teórico del Estado y del político. Así como del funcionario público.
II. La Filosofia del Derecho no solo es útil para dar una explicación y
fundamentación de todo planteamiento y posible problemática jurídica,
sino también para proporcionar una visión más amplia unitaria y
totalizadora del Derecho. Asimismo nos valemos de ella para extender y
enriquecer las investigaciones en el campo de lo jurídico y objetos de
conocimiento afines. Ella proyectará sus avances y logros, no solo en el
exclusivo terreno del Derecho, sino también en el aporte de nuevos
conocimientos y surcará senderos hacia otras disciplinas afines, verbi
gratis: en la Teoría Política, Historia de las Doctrinas Ético-Políticas,
Historia del Derecho, Teoría del Estado. Teoría de la Constitución.
Sociología Jurídica, Psicología Social, Criminología, Derecho Penal,
Derecho Computado, Derecho Internacional Público, etc.
III. No se puede concebir estudio sistemático alguno de lo jurídico, ni
planteamiento correcto de validez o legalidad en el conocimiento del
derecho, sin las categorías o conceptos fundamentales que habrán de
aportar los estudios de la Filosofía del Derecho. Tales categorías, a su
vez se irán deduciendo de la “noción esencial" de lo jurídico hasta llegar
a elaborar la correcta conceptuación del derecho para sí distinguirlo y
delimitarlo de otros objetos de conocimiento. De modo semejante, con
estos elementos la Filosofía Jurídica ofrece a las ciencias particulares del
derecho la unidad de su objeto de conocimiento
IV. Si el conocimiento jurídico, como toda tarea humana se nos presenta
ahora en un inquirir constante, libre y abierto hacia el infinito y con afán
de superación (de todos aquellos errores que fueron asaz gravosos y
que desviaron las verdaderas metas del saber), en mucho se ha debido a
las invaluables aportaciones de los escasos sabios que han hecho de la
Filosofía del Derecho, su actividad favorita, y con entrega e imaginación,
fe y amor, obsequian a los juristas prácticos La posibilidad de contar con
las bases metódicas en sus estudios sistemáticos para abordar, resolver,
revisar, rectificar, confirmar, replantear, etc., cualesquiera problemas
prácticos del derecho, porque la Filosofia penetra directamente hasta la
raíz u origen del conocimiento. La Filosofía del Derecho nos obliga
inquirir lo jurídico en la panorámica más extensa y con todas las
posibilidades y dimensiones del saber.
V. La Filosofia es: LA CIENCIA FUNDAMENTAL, RECTORA Y
METÓDICA DE LAS DEMÁS CIENCIAS (primera parte rigurosamente
teórica y gnoseológica) Y LA QUE, PROCURA ADEMAS DAR UNA
CONCEPCIÓN TOTAL.
VI. LA FILOSOFIA DEL DERECHO PROPORCIONA A LOS
ESTUDIOSOS DE ELLA Y DE LA CIENCIA JURÍDICA EN GENERAL.
LA POSIBILIDAD Y CAPACIDAD DE PLANTEAR Y RESOLVER
CRITICAMENTE CUALQUIER PROBLEMA JURIDICO. Esta aseveración
se aplica precisamente a partir de la Filosofía Critica Alemana (llamada
también filosofía Neokantiana), y de una de sus grandes corrientes; la
Escuela de Marburgo. La otra es la conocida como Escuela de Baden.
cuyas más grandes aportaciones fueron a la Filosofía de la Historia. de
los valores y dc la cultura en general, a diferencia de la corriente de
Marburgu que dedicó sus más arduos y profundos estudios a la Teoría
del Conocimiento, la Metodología, la Filosofía del Derecho e
investigaciones sobre las ideologías.
Fue Pablo Natorp, autor de un enjuridioso opúsculo titulado “EL ABC DE
LA FILOSOFIA CRITICA”, quien afirmó con clara energía que la Filosofía
no va a repetir con mayor amplitud o visión universal y totalizadora, lo
que han descubierto las ciencias en particular. Tampoco pretende
abarcar exhaustiva y enciclopédicamente los conocimientos científicos, o
aun con mayor audacia: “ir mas allá de ellos hasta encontrar el ser único
y total: el motor inmóvil, el ser “en sí” metafísico u ontológico en el mejor
de los casos". La Filosofía que quiere ser auténticamente cientifica, es
por damas humilde y sencilla: no quiere ir mas allá de los puros
conocimientos científicos, dc ellos parte y hacia ellos ira. Los desplantes
y la soberbia de “las posturas metafísicas” no la intimidan ni lesionan,
ciertamente POR SU CONSTANTE Y FIEL ACTITUD CRITICA ANTE
LOS PROBLEMAS DE REVISIÓN.
LECTURA COMPLEMENTARIA II
A Continuación te brindamos un extracto del Libro titulado
FILOSOFIA DEL DERECHO
Elaborado por Juan Manuel Terán
NORMAS JURÍDICAS Y DEBER SER
La consideración de que las normas son de carácter ideal proviene que
toda norma postula alguna conducta debida; es decir, una conducta que
debe ser realizada. Pero la conducta que debe ser realizada, no es la
conducta efectivamente existente, porque no tendría sentido como deber
ser. Por lo tanto" si la conducta postulada o propuesta es para el futuro,
entonces se dice que es algo que idealmente se propone; luego las
normas de conducta tienen un carácter ideal, no real; sin embargo, el
enlace presentado por la norma, 'también puede llamarse real, si por real
se entiende una forma de relación eficaz y efectiva establecida
positivamente. Compárense los planos, siguientes:
1º Hay que conducirse jurídicamente, según lo estipulan las normas del
Derecho. En este orden, lo real es cómo nos conducimos; lo ideal es
cómo debemos conducimos.
2º. Lo que el Derecho establece como conducta jurídicamente debida, ya
no es una relación de algo que es con algo que debe ser, como en el
primer caso sino la consideración de algo que de por, sí es en la norma;
es decir, lo que es jurídico según el Derecho mexicano está instituido y
existe efectivo y actual como un contenido de deberes postulados en
cada precepto.
Distinguiendo estos dos planos, se advertirá cuando se juzga que las
normas son significaciones o contenidos de carácter no real, sino ideal,
se está en el primer plano de la conducta frente a las normas; más
cuando se juzga que el derecho tiene una existencia propia, entonces se
está en el segundo orden de las normas positivas en su peculiar
estructura: Se subraya esta consideración cuando se inquiere: ¿Cómo
deben conducirse jurídicamente los hombres según el Derecho
mexicano? El plano real es el del sujeto que pregunta cómo' debe ser la
conducta, y el plano ideal o del deber ser, compete a las normas. Pero si
se interroga acerca de lo que establece el Derecho mexicano, el deber
ser se presenta como lo que jurídicamente es, porque se apunta el ser
del deber ser.
Es una cuestión nada más de perspectiva lógica, de sistema de
apreciación. Claro que puede preguntarse además si el ser del deber ser
en el Derecho positivo mexicano es un deber ser válido, o sea: estas
normas que son así en el Derecho mexicano, ¿cómo deben ser en una
buena política legislativa? Pero este ya es otro problema, de reforma
legislativa y política.
Lo anterior no es un puro juego de palabras, sino un juego puro de
sistemas. Cuando la doctrina, afirma que las normas jurídicas tienen
carácter ideal, es porque las postula como un deber ser, en el primer
plano enunciado; es decir, en cuanto los sujetos deben conducirse
conforme a derecho, las normas representan el contenido ideal que debe
ser. Pero cuando se afirma que un derecho real y positivo es aquel que
rige para un tiempo y lugar determinados, se está en el segundo plano,
en el plano de lo que es el deber ser o el derecho; en la realidad efectiva
y concreta del derecho, dentro de un sistema jurídico vigente
No son contradictorios estos órdenes, porque el problema de la vigencia
y positividad está colocado en el plano de lo que es el derecho, y no en el
de lo que para los sujetos debe ser derecho. De suerte que el concepto
de idealidad está aplicado en relación a lo que opera como mandato o
deber en el futuro, pero no en el concepto de estructura abstracta a la
manera matemática. Cuando se asimilan las normas jurídicas a las
estructuras matemáticas, se olvida que el deber ser tiene su peculiar
estructura, su peculiar modo de ser; porque puede decirse que algo es
ideal en tanto que no se ha realizado, o .bien en tanto que es una
estructura ideal en la abstracción como en el caso de los objetos
matemáticos. El derecho es ideal en cuanto objeto de futuro, pero no en
el sentido universal y abstracto que se aplica a la idealidad de los objetos
matemáticos.
Las normas jurídicas son significativas en forma de conducta. Como los
hombres no vivimos espontáneamente con buena conducta, hay este
sistema coactivo que establece modos aproximados de buenas
relaciones de conducta; pero esas buenas relaciones de conducta
establecidas por las normas son variables, y se renuevan con el
propósito de mejorar la vida social. Por lo tanto, no tienen ni pueden
tener la misma permanencia estructural de las formas matemáticas o de
los principios filosóficos.
En suma, en cuanto se considera cómo son los deberes establecidos
normativamente, se trata al derecho como un objeto que es; es decir,
como un objeto real, y si se considera la vida de los hombres, para
quienes son establecidas esas formas o modos de relación jurídicos, se
trata el derecho como un contenido ideal a realizar, pero nunca como una
estructura de tipo matemático. Ahora se comprenderá, el interés en
diferenciar estos órdenes, que constantemente se confunden en la
polémica sobre si el derecho es real, material o normativo. El derecho,
como un contenido normativo en la cultura, puede presentarse, como
ideal con las limitaciones, y condiciones ya explicadas, sin asimilado con
las estructuras universales de carácter matemático. Puede presentarse
como real, si se entiende que las relaciones significadas para la conducta
con validez transitoria son reales y positivas
http://www.uco.es/dptos/ciencias-juridicas/filosofia-derecho/diego/Nuevo/FILOSOFIA/
materiales/Filosofia%20Del%20Derecho%20-Juan%20Manuel%20Teran-.pdf
https://www.youtube.com/watch?v=aJUNtn7ZIgk
Conclusiones de la segunda semana
La Filosofía Jurídica aborda al Derecho especulativamente,
midiendo sus proyecciones y alcances, sus orientaciones, los
valores que encierra y sus más íntimos y esenciales caracteres. La
Ciencia Jurídica, a su vez, ‘lo trata desde un punto de vista
meramente descriptivo y como a un ser ya consumado.
La Filosofía del Derecho
muestra el lado teórico de la concepción, elaboración y puesta en
vigencia de la norma jurídica, en tanto que la llamada Ciencia del
Derecho tiende a ver el lado práctico, concerniente a la simple
operatividad y aplicación de la norma, sin preguntarse las razones
que median para su aparición ni, menos aún, las relacionadas con
su cumplimiento o incumplimiento.
La Filosofía cuenta con un sentido universal y unitario; por lo tanto,
enfoca al Derecho con un criterio de globalidad, mientras que la
Ciencia ostenta un punto de vista particularizado y disgregado en
facetas o aspectos que abarcan a cada una de sus
manifestaciones.