Dº Del Consumo

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02. La legislación española sobre la defensa de los consumi Es a partir de la promulgación de la CE cuando de manera expresa, a través de su a primera, el OJ español acoge la idea de la defensa de los consumidores usuarios, categor!a de ciudadanos , criterio rector ordenador de una serie de relaciones como de contratos de consumo. La Constitución Española y la protección de los consumidore El art. 51 CE El art. 51, protección de los consumidores usuarios, viene inspirado por la Cons de 1"#$. El art. 51 CE %1. &os poderes p'(licos garantizar)n la defensa de los consumidores protegiendo mediante procedimientos eficaces la salud los leg!timos intereses ec mismos. *. &os poderes p'(licos promover)n la información la educación de los co usuarios, fomentar)n sus organizaciones oir)n a estas en las cuestiones +ue pued a+uellos -. En el marco de lo dispuesto en los apartados anteriores, la &e regul interior el régimen de autorización de productos comerciales . /asta la CE de 1"#0 no exist!a en España ninguna disposición legislativa +ue tuvie defensa del consumidor, ni estructura alguna social a su favor. Es punto de arran+ de protección del consumidor desarrollada desde entonces, pasando en pocos años de program)tico a convertirse en un principio del desarrollo de la legislación ordina &a 2rotección de consumidores usuarios como principio genera Ordenamiento Jur!dico 34uiere ello decir +ue la protección de los consumidores usuarios a devenido un general del 6erec o7 El art. 51 CE est) insertado en el 8!tulo 9 del Cap!tulo 999 %2rincipios :ec ;ocial Económica , por lo +ue la conclusión ser!a +ue para el constitucional la protección de los consumidores usuarios s! deviene un pr del derec o, as! como la misma &e <eneral para la 6efensa de los Consumidor =suarios se pronuncia en este sentido. El art. 5-.- CE esta(lece el reconocimiento, respeto protección de los pri 8!tulo Cap!tulo, informaran la legislación positiva, pr)ctica udicial l poderes p'(licos, pudiendo ser alegada su defensa ante la urisdicc acuerdo con lo dispuesto en las lees de desarrollo. &a negación del principio Es defendida por los tratadistas del 6erec o >ercantil, +uienes a'n reconociendo l la protección de los consumidores usuarios, la reducen a una mera idea program)t en contacto con otros principios derec os constitucionales de maor me or rang li(ertad de empresa, derec o fundamental en nuestra CE, relacionado éste con el pr autonom!a privada, de propiedad privada, e incluso con el derec o a elegir li(reme &a afirmación del principio

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APUNTES DERECHO DE CONSUMO UNED- 4º CURSO GRADO EN DERECHO

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02. La legislacin espaola sobre la defensa de los consumidores

Es a partir de la promulgacin de la CE cuando de manera expresa, a travs de su art. 51, por vez primera, el OJ espaol acoge la idea de la defensa de los consumidores y usuarios, como una categora de ciudadanos y, criterio rector y ordenador de una serie de relaciones sociales calificadas como de contratos de consumo.La Constitucin Espaola y la proteccin de los consumidoresEl art. 51 CEEl art. 51, proteccin de los consumidores y usuarios, viene inspirado por la Constitucin portuguesa de 1976.El art. 51 CE 1. Los poderes pblicos garantizarn la defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo mediante procedimientos eficaces la salud y los legtimos intereses econmicos de los mismos. 2. Los poderes pblicos promovern la informacin y la educacin de los consumidores y usuarios, fomentarn sus organizaciones y oirn a estas en las cuestiones que pueden afectar a aquellos 3. En el marco de lo dispuesto en los apartados anteriores, la Ley regular el comercio interior y el rgimen de autorizacin de productos comerciales.Hasta la CE de 1978 no exista en Espaa ninguna disposicin legislativa que tuviera por objeto la defensa del consumidor, ni estructura alguna social a su favor. Es punto de arranque de la poltica de proteccin del consumidor desarrollada desde entonces, pasando en pocos aos de un gesto programtico a convertirse en un principio del desarrollo de la legislacin ordinaria.La Proteccin de consumidores y usuarios como principio general informador del Ordenamiento JurdicoQuiere ello decir que la proteccin de los consumidores y usuarios ha devenido un principio general del Derecho? El art. 51 CE est insertado en el Ttulo I del Captulo III Principios Rectores de la Poltica Social y Econmica, por lo que la conclusin sera que para el mismo legislador constitucional la proteccin de los consumidores y usuarios s deviene un principio general del derecho, as como la misma Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios se pronuncia en este sentido. El art. 53.3 CE establece el reconocimiento, respeto y proteccin de los principio de dicho Ttulo y Captulo, informaran la legislacin positiva, prctica judicial y la actuacin de los poderes pblicos, pudiendo ser alegada su defensa ante la jurisdiccin ordinaria, de acuerdo con lo dispuesto en las leyes de desarrollo.La negacin del principioEs defendida por los tratadistas del Derecho Mercantil, quienes an reconociendo la importancia de la proteccin de los consumidores y usuarios, la reducen a una mera idea programtica, a ponerla en contacto con otros principios y derechos constitucionales de mayor y mejor rango, entre ellos la libertad de empresa, derecho fundamental en nuestra CE, relacionado ste con el principio de autonoma privada, de propiedad privada, e incluso con el derecho a elegir libremente una profesin.La afirmacin del principioOtros autores opinan que, aunque efectivamente existe una relacin entre libertad de empresa y propiedad privada, no por ello ha de llegarse a la conclusin de que cualquier otro principio que afecte a la libertad de empresa debe ser desechado.Resulta improcedente negar el carcter informador de la defensa de los consumidores y usuarios, originador de numerosas disposiciones legales, cuya ratio legis consiste en superar viejos esquemas de igualdad formal y adoptar criterios especiales de proteccin del consumidor.La Ley General para la defensa de los consumidores y usuariosLa LGDCU 26/1984 fue aprobada por el gobierno del PSOE tras el asunto del aceite de colza adulterado. Fue mal recibida, objeto de crticas por su falta de consenso jurdico- poltico y de los distintos sectores implicados en su aplicacin, y su falta de conexin con el CC y del C. Comercio.Sistemtica y objetivosSu redaccin originaria, aborda en una decena de captulos de diferente contenido, sin incidir directamente en las normas contractuales previamente aplicables, lo que gener una sensacin de duplicidad de regulaciones que provoc el rechazo de los profesionales del Derecho.En ella convergen: la integracin contractual de los mensajes publicitarios, la promocin del asociacionismo de consumo o el rgimen del sistema arbitral de consumo.Los objetivos de la LGDCU, Prembulo: Establecer los procedimientos para la defensa de los consumidores y usuarios. Disponer del marco legal adecuado para favorecer un desarrollo ptimo del movimiento asociativo en este campo. Declarar los principios, criterios, obligaciones y derechos que configuran la defensa de los consumidores y usuarios.Irrenunciabilidad de los derechos otorgados a consumidores y usuariosDe la ratio legis de la LGDCU y su especial preocupacin por la proteccin de los consumidores y usuarios, se deriva como uno de sus criterios fundamentales, la irrenunciabilidad previa de los derechos y facultades otorgados por ella a consumidores y usuarios, as como la declaracin de nulidad de cualesquiera actos o contratos realizados en fraude de sta. Preceptos que se encuentran tan ntimamente conectados con el rgimen general contemplado en el art. 6 del CC.El desarrollo legislativo posteriorLa publicacin de la LGDCU no fue ms que el principio, promulgndose con posterioridad disposiciones legales de carcter especial, como son: Ley 26/1991 Contratos celebrados fuera de establecimientos mercantiles. Ley 22/1994 Responsabilidad civil por daos por productos defectuosos. Ley 7/1995 Crditos al consumo. Ley 21/1995 Viajes combinados. Ley 7/1996 Ordenacin comercio minorista. Ley 7/1998 Condiciones generales contratacin. Ley 28/1998 Venta a plazos de bienes muebles. Ley 34/2002 Servicios sociedad informacin y comercio electrnico. Ley 39/2002 Transposicin directivas europeas. Adems de la LEC 1/2000 con incidencia concreta en relacin con el acceso de los consumidores a la justicia.El texto refundido de la Ley de Consumidores aprobada mediante RDL 1/2007Las disposiciones legislativas vigentes han sido objeto de refundicin normativa por parte del RDL 1/2007 (TRLCE).Objeto de la refundicin normativaSe trata de una legislacin delegada. Refunde en un nico Texto la LGDCU 26/1984 y las normas de transposicin de las Directivas comunitarias dictadas en materia de proteccin de los consumidores y usuarios, regularizando, aclarando y armonizando los textos legales. En concreto integra TRLCE: LGDCU Los contratos celebrados a distancia. Los contratos celebrados fuera de establecimiento comercial. Los contratos de venta de bienes de consumo. Los contratos de los viajes combinados La regulacin sobre la responsabilidad civil por daos causados por productos defectuosos.Disposiciones excluidas de la refundicinQuedan excluidas otras normas de transposicin de las directivas comunitarias, que instrumentan regmenes jurdicos muy diversos que regulan mbitos sectoriales especficos alejados del ncleo bsico de la proteccin de los consumidores y usuarios, tales como: Las Leyes que regulan los servicios de la sociedad de la informacin y el comercio electrnico. Las normas sobre radiodifusin televisiva y la Ley de garantas y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios. La Ley de crdito al consumo. El rgimen de los derechos de aprovechamiento por turno de bienes inmuebles de uso turstico. La Ley general de publicidad.La disposicin derogatoriaQuedan derogadas las disposiciones que han sido refundidas en el RDL 1/2007.SistemticaEl TRLCU contiene 165 arts., 3 disposiciones transitorias, y 3 disposiciones finales, todo ello estructurado en IV Libros.Libro I Disposiciones generales. Los derechos bsicos de los consumidores El derecho de representacin, regulando detalladamente las asociaciones, el Consejo de consumidores y usuarios. La Conferencia Sectorial como organismo bsico de cooperacin institucional La potestad sancionadora Las Acciones de cesacin y el sistema arbitral de consumo como manifestaciones procesales bsicas del rgimen peculiar de los consumidores Libro II Contratos y Garantas Los aspectos especficos de la contratacin con los consumidores, en especial el derecho de desistimiento Las condiciones generales y las clusulas abusivas Los contratos celebrados a distancia Los contratos celebrados fuera de los establecimientos comerciales Las garantas y servicios posventa.Libro III Responsabilidad Civil por bienes o servicios defectuososLibro IV Viajes CombinadosEstado y CCAAEl Ttulo VIII CE y los arts. constitucionales dedicados a la distribucin de las competencias entre el Estado y las CCAA, no existe referencias concretas al consumo, ni a la regulacin de los intereses y expectativas propias de los consumidores, al parecer dado el carcter multidisciplinar de la materia, lo que provoca un choque frontal entre las competencias genricas del denominado Derecho de consumo y algunas de las ms caractersticas competencias exclusivas del Estado, as sucede, con la legislacin civil y mercantil, el Derecho penal afirmacin que, sin embargo, puede ser sometida a un sinfn de matizaciones.Distribucin de competencias en materia de consumoNo obstante, se ha producido una auto-atribucin competencial en algunas CCAA, que han asumido en sus Estatutos de Autonoma competencias relativos al consumo y comercio, creando ex novo un ttulo competencial que jurdica y doctrinalmente, dista mucho de estar definido, y por otro lado intercambiable segn jurisprudencia del TC, donde: Los ttulos referentes al comercio, al Derecho de contratos y a la responsabilidad extracontractual son competencia exclusiva al Estado, tales como: Aseguramiento de la unidad de mercado, sobre la legislacin civil, con la salvedad de los territorios con derecho civil foral, sobre la legislacin mercantil, sobre la regulacin de las bases de las obligaciones contractuales, sobre la responsabilidad contractual y extracontractual; y, sobre la regulacin de las condiciones generales de los contratos y modalidades contractuales. Las CCAA con competencia plena en consumo, pueden regular cuestiones jurdico-pblicas de carcter administrativo, especialmente las materias de sanciones y controles administrativos. Las CCAA sin competencia plena, podrn desarrollar reglamentariamente y ejecutar las normas referidas anteriormente.El Derecho de consumo es una materia en la que concurren disposiciones de Derecho Privado y de Derecho Pblico.Las Leyes autonmicasHorarios comerciales y actividad comercial Ha habido sentencias del TC declarando inconstitucionales diferentes preceptos de las CCAA, auto-atribuyndose competencias propias del Estado por parte de las CCAA, en materia de horarios comerciales, responsabilidad contractual y perfeccin de contratos y obligaciones contractuales.La LO 2/1996 (complementaria de la de Ordenacin del Comercio Minorista, de acuerdo cone el art. 81 y 150 CE), desarrolla el rgimen de los horarios comerciales y encomienda dicha regulacin a las CCAA, las cuales habrn de respetar los mnimos fijados por la ley Estatal. La Ley 7/1996 de Ordenacin del Comercio Minorista, en su disposicin final se sealan los preceptos que tienen carcter estatal y sus ttulos competenciales; en los dems casos la norma estatal tiene carcter supletorio de la legislacin autonmica.Corresponden a las CCAA las siguientes competencias: La determinacin de los dos perodos de rebajas dentro de los lmites mximo y mnimo que se establecen con carcter general. El otorgamiento a los comerciantes de las correspondientes autorizaciones, creacin de registros y su inscripcin, en los casos de las denominadas ventas especiales (venta a distancia, ambulante, automticas y en pblica subasta). Salvo, en el caso de las ventas a distancia, que se difundan por medios que excedan el territorio de la Comunidad Autnoma, que la competencia es estatal. La homologacin de las mquinas para la venta automtica. La competencia sancionadora.El ejercicio de la competencia autonmicaLa mayor parte de las CCAA han hecho uso de sus competencias y en casi su totalidad se han dotado de disposiciones generales de proteccin a los consumidores, dictadas con rango de ley. El ncleo de dichas disposiciones autonmicas lo constituye la regulacin de aspectos jurdico-administrativos.Planes de actuacin y desarrollo de la proteccin al consumidorSiguiendo la estructura poltica mantenida por la UE en materia de consumo, Espaa ha aprobado el Plan estratgico de Proteccin al Consumidor 2002/2005, que tiene como objetivos: Crear la conciencia colectiva de consumidor. Impulsar desde la Administracin, la concertacin, acuerdo y mediacin entre representantes de los consumidores y usuarios y sectores econmicos. Adecuar la gestin de la Administracin de consumo a las demandas de la realidad socio-econmica. Profesionalizar la actuacin de Asociaciones de consumo. Impulsar la implicacin de las entidades locales en la poltica de consumo. Garantizar el aprovechamiento de los usuarios de los beneficios de la sociedad de servicios y sociedad de la informacin03. La nocin de consumidor

Sociedad de consumo y proteccin de los consumidoresEl Derecho privado codificado clsico se presenta insuficiente para abordar la problemtica sociedad de consumo, donde el consumidor aparece sistemticamente y presumiblemente como la parte dbil de la contratacin, siendo un fenmeno novedoso de las ltimas dcadas la consolidacin de polticas de proteccin a los consumidores, con objeto de ayudarles y dar satisfaccin al papel que la teora econmica tradicional les ha prestado pero que el medio socio-econmico real les ha hecho perder.La actual tutela del consumidor tiene la misin de abolir ciertas disfunciones de la economa de mercado.La nocin de consumidor en generalEstablecer una nocin legal del consumidor significa que, salvo que en la ley se disponga otra cosa, todas las personas incluidas en dicha nocin legal podrn ejercer los derechos y beneficios que la ley les otorga, sin que sea necesario examinar caso por caso si efectivamente la persona que pretende hacer valer esos derechos est en la situacin tpica del consumidor que tuvo presente el legislador al dictar la disposicin legal de que se trate.No existe una clara y nica nocin cientfico-jurdica sobre consumidor, lo que no significa tampoco que no exista relacin entre las nociones legales existentes, pues en todas ellas subyace el mismo tipo de adquirente de bienes y servicios al que se trata de proteger.La nocin econmica del consumidorSujeto de mercado que adquiere bienes o usa servicios para destinarlos a su propio uso o satisfacer sus necesidades, personales o familiares. Participa en la ltima fase del proceso econmico, usando o disfrutando un determinado bien de acuerdo con sus caractersticas y su naturaleza, pero sin integrarlo en actividad productiva alguna.En cambio, el empresario adquiere el bien pensando en su valor de cambio, para incorporarlo a su proceso de produccin o distribucin, para obtener nuevos valores de cambio.Sociedad de consumo y proteccin de los consumidoresEl Derecho privado codificado clsico el consumidor aparece sistemticamente y presumiblemente como la parte dbil de la contratacin, siendo un fenmeno novedoso de las ltimas dcadas la consolidacin de polticas de proteccin a los consumidores, con objeto de ayudarles y dar satisfaccin al papel que la teora econmica tradicional les ha prestado pero que el medio socio-econmico real les ha hecho perder. Dichas polticas buscan corregir las lagunas que afectan al buen funcionamiento del mercado, y restablecer un cierto equilibrio entre los recursos y los poderes respectivos de los actores participantes en el sistema. La actual tutela del consumidor tiene la misin de abolir ciertas disfunciones de la economa de mercado.mbito de la proteccin. Proteccin indirecta y proteccin directaLa proteccin indirecta alcanza todo el conjunto de medidas adoptadas o asumidas por los poderes pblicos que puedan arrojar alguna consecuencia en la promocin o persecucin del nuevo principio general del Derecho instaurado por el art. 51 CE; en especial: La ordenacin del mercado interior Libertad de competencia Regulacin de monopolios Poltica de precios Regulacin de importaciones Control de la actividad de los grupos transnacionales La proteccin directa por su parte, se concibe u concreta en las actividades o medidas realizadas mediante la atribucin de facultades, beneficios o derechos concretos a favor del consumidor.La delimitacin abstracta de la nocin de consumidorEn trminos generales pueden distinguirse dos nociones diferentes de consumidores. Una nocin concreta o estricta, los que adquieren bienes o servicios para uso privado. Y otra abstracta o amplia, que incluye a todos los ciudadanos en cuanto a personas que aspiran a tener una adecuada calidad de vida.En la nocin abstracta destacan dos ideas: la proteccin de los consumidores y la proteccin de la calidad de vida. Ello hace que esta nocin sea adecuada para expresar programas polticos de atencin a todos los ciudadanos en cuanto a consumidores.Las nociones concretas son las que atribuyen derechos a cada consumidor en concreto, pudiendo ejercitarlos individualmente. Este tipo de nocin basada en un criterio subjetivo, pues se centra sobre la persona del consumidor y sobre las condiciones en las cuales stos desempean su papel dentro del ciclo econmico, es el que se ha recogido en la generalidad de los textos legales.Es decir, todos somos consumidores en potencia al vivir inmersos en una sociedad de consumo, pero cuando realicemos determinados actos, sin haber dejado de estar en el mbito de la nocin abstracta de consumidor-ciudadano, pasaremos al mbito de la nocin concreta, lo que va a permitir al consumidor reclamar la proteccin de que el objeto por el hecho de reunir los requisitos que le son exigidos por la Ley en cada caso.El recurso a los actos de consumoAlgunos autores sugieren tomar como criterio de anlisis de la poltica tendente a promover los intereses de los consumidores la nocin de acto de consumo, ms que la de consumidor. En dicha lnea, cabra definir el acto de consumo como acto jurdico (un contrato, casi siempre) que permite obtener un bien o un servicio con vistas a satisfacer una necesidad personal o familiar, siendo un acto de consumo aislado suficiente para calificar de consumidor al que lo realiza, a diferencia del comerciante, a quien se exige la habitualidad.Se caracteriza tambin por ser un acto material consistente en utilizar el bien o el servicio, objeto de contrato. Y se excluye el criterio del contrato de consumo que reserva la cualidad de consumidor nicamente a la persona que compra o contrata.La delimitacin concreta del consumidor objeto de proteccinComo nociones concretas del concepto de consumidor: a) una nocin amplia, se refiere al consumidor como cliente; y, b) una nocin restrictiva, que considera al llamado consumidor final.El consumidor en su condicin de clienteIncluye a cualquier persona que interviene en relaciones jurdicas situndose en la posicin de demandante de bienes y servicios en un hipottico y convencional vnculo con el titular de la oferta, sin que sea relevante el destino que le otorguen a los bienes o servicios objeto de adquisicin. En este sentido, se considera consumidor cualquier comprador, arrendatario, usuario, espectador, etc.El consumidor como destinatario o consumidor final de bienesPara que una persona tenga la cualidad de consumidor final es preciso, por un lado, que adquiera, posea o utilice un bien o un servicio; y por otro lado, que ese bien o servicio sea destinado a fines privados. La definicin comprende a todo usuario de un producto o servicio sin considerar la naturaleza de la relacin jurdica operada por el transferente del bien prestacin, ni de la misma existencia de la transaccin. El criterio de uso privativo limita la cualidad de consumidor de forma general a quien, sin ser profesional, persigue la satisfaccin de necesidades de carcter particular.La tensin persona fsica y persona jurdicaOtra tendencia consiste en definir al consumidor como las personas fsicas o jurdicas que se procuran o que utilizan bienes o servicios para un uso no profesional.La contraposicin entre consumidor jurdico y consumidor materialEn la mayor parte de las definiciones legales, nocin concreta, incorporados a las disposiciones normativas reguladoras de la materia, el consumidor es sistemticamente asimilado a la figura del contratante. A este tipo de consumidor se le denomina consumidor jurdico, frente al consumidor material que sin haber contratado la cosa o el servicio puede utilizarlos.La proteccin de los consumidores gira principalmente sobre el consumidor jurdico. Sin embargo, ha habido un movimiento a favor de una mejor proteccin del consumidor material, recogida en el mbito de la seguridad de los consumidores, en la Ley 22/1994 RCPD donde su art. 1 establece como sujetos protegidos por esta norma a los perjudicados por el producto defectuoso, con independencia de que tengan o no la condicin de consumidores en sentido estricto.El concepto material de consumidor puede o no coincidir con el jurdico. En ambos casos se es consumidor, si bien la proteccin y el ejercicio de los derechos y garantas variarn, segn se trate de un consumidor material o jurdico, siendo este ltimo es quin podr ejercitar los derechos, garantas y acciones derivados de la adquisicin.La nocin de consumidor en el ordenamiento jurdico espaolEl precepto constitucional como pilar del sistemaFormalmente, la LGDPCU de 26/1984, obedece al propsito de desarrollar el art. 51 CE, enumera una serie de derechos del consumidor. Se deduce y resulta ser que de los arts. 51 y 53, que la defensa de los consumidores y usuarios pasa a ser un principio informador del ordenamiento jurdico, de la prctica judicial y de la actuacin de los poderes pblicos. As lo declara la Exposicin de motivos de la propia LCU y as resulta tcnicamente del conjunto del sistema: la defensa y proteccin del consumidor es un principio general del Derecho.La Ley General de Defensa y Proteccin de Consumidores y UsuariosLa LCU tiene por objeto la defensa de los consumidores y usuarios Quienes pueden considerarse consumidores y usuarios? Art. 1.2 LCU 2. Son consumidores o usuarios las personas fsicas o jurdicas que adquieren, utilizan o disfruten como destinatarios finales, bienes muebles, inmuebles, productos, servicios, actividades o funciones cualquieras que sea la naturaleza pblica o privada, individual o colectiva de quienes los producen, facilitan, suministran o expiden. 3. No tendrn la consideracin de consumidores o usuarios quienes sin constituirse en destinatarios finales, adquieran, almacenan, utilicen o consuman bienes o servicios, con el fin de integrarlos en procesos de produccin, transformacin, comercializacin o prestacin a terceros.Es claro por tanto que la LCU ha optado por una nocin concreta basada en un criterio subjetivo que gira en torno a la expresin destinatarios finales, e identifica al destinatario final con la persona que adquiere los bienes o los servicios para un uso personal, familiar o domstico.Por otro lado, de la actuacin del consumidor dentro del mercado se desprende tambin que no hay consumo frente a las administraciones pblicas cuando stas actan sometidas al Derecho administrativo, ni son actuaciones de consumidores las que se realizan en condiciones especiales y distintas de las del mercado en atencin, por ejemplo, a la relacin laboral existente entre el cliente y una empresa.La proteccin de los consumidores no tiene sentido cuando las relaciones se establecen entre particulares o entre empresarios.La interrelacin existente entre los apartados primero y tercero del art. 1 de la LCULa diferente redaccin de que han sido objeto los dos apartados dedicados en la LCU a la nocin de consumidor, art. 1.2 y 1.3, supone que, habr de entenderse que el apartado tercero se refiere precisamente a quienes caen dentro de la nocin del apartado segundo.La LCU protege a quien en ltima instancia consume el bien o el servicio; no, a quien interviene en la cadena de produccin o comercializacin de bienes o servicios.Pues la proteccin del consumidor se basa en la desigualdad entre las partes proveniente de la mayor competencia y pericia del empresario. Desequilibrio que puede producirse tambin cuando el profesional no contrata en el de su actividad habitual.Los bienes y servicios objeto de adquisicinLa definicin que del consumidor se da en la LCU incluye una referencia expresa a la necesidad de que ste adquiera, utilice o disfrute bienes muebles o inmuebles, productos, servicios, actividades o funciones. Esta enumeracin sera ms coherente si se redujera a mencionar los bienes muebles o inmuebles y los servicios; ya que los productos son bienes, y el disfrute de actividades desarrolladas por otras personas se incluye en la prestacin de servicios.Los destinatarios finales: consumidores jurdicos y consumidores materialesLa LCU considera consumidores o usuarios a quienes adquieren, utilizan o disfrutan, como destinatarios finales. Ello supone que la nocin legal comprende tanto al llamado consumidor jurdico quienes adquieren como al consumidor en sentido material quienes utilizan o disfrutan.Pueden coincidir ambas condiciones en una misma persona, pero no tiene porqu ser siempre as. En este ltimo caso, cuando el adquirente sea distinto a quien utiliza o disfrute o consume el bien, ambos tienen la consideracin de consumidor a los efectos de la LCU. Pero ello no supone que pueden ejercitar cada uno de ellos todos los derechos que la LCU reconoce al consumidor. Los derechos vinculados directamente a la realizacin del contrato de adquisicin sern ejecutables por el adquirente, mientras que los derechos otorgados a los consumidores para proteger su salud o su seguridad jurdica sern ejecutables por quienes utilizan o disfrutan los bienes y los servicios.Las personas jurdicas en condicin de consumidorasLa LCU, a diferencia de la normativa comunitaria, admite que puedan ser consideradas como consumidores no slo las personas fsicas, sino tambin las personas jurdicas.Slo ser razonable reconocer la cualidad de consumidor a una persona jurdica que adquiere bienes o servicios para que sean utilizados o consumidos por personas vinculadas a ella cuando no medie entre ellas relacin alguna de mercado.Sin embargo, se ha sealado que esta opcin de poltica legislativa no parece acertada, puesto que una de las razones fundamentales que justifican la proteccin del consumidor radica en que, a diferencia de los empresarios, los consumidores carecen de una organizacin que les permita autoprotegerse, circunstancia que no ocurre en los casos de las personas jurdicas, aunque actuasen sin nimo de lucro. No obstante, desde el punto de vista del Derecho espaol, la exclusin podra resultar excesiva.La dificultad estara en determinar qu personas jurdicas pueden ser conceptuadas como consumidores. Habr de concurrir los mismos requisitos que debe reunir el consumidor persona fsica y se reducir a aquellos supuestos de personas jurdicas que, sin finalidad de lucro, transmiten a ttulo gratuito o a precio de coste, los bienes y servicios adquiridos.Por ejemplo, el caso de las fundaciones o asociaciones que adquieren bienes o servicios para que sean utilizados por los miembros de la entidad.Sin embargo, tanto la Ley de Crditos de Consumo como la Ley de Viajes Combinados circunscriben su mbito de aplicacin subjetivo a las personas fsicas.La nocin de consumidor y usuario en el TRLCUSegn el TRLCU: El concepto de consumidor y usuario se adapta a la terminologa comunitaria, pero respeta las peculiaridades de nuestro ordenamiento jurdico en relacin con las personas jurdicas. El consumidor y usuario es la persona fsica o jurdica que acta es un mbito ajeno a una actividad empresarial o profesional. Esto es, que interviene en las relaciones de consumo con fines privados, contratando bienes y servicios como destinatario final, sin incorporarlos, ni directa, ni indirectamente, en procesos de produccin, comercializacin o prestacin a terceros.Los suministradores de bienes y serviciosLos empresarios y profesionales en generalSegn la LCU, para la calificacin de una persona como consumidor o usuario es indiferente quin haya producido o suministrado el bien o el servicio adquirido o utilizado por aqul.El nuevo TRLCU ha optado por diversificar y conceptuar a las distintas personas que pueden haber tenido relaciones contractuales con los consumidores o usuarios, o que, por causa de responsabilidad extracontractual, hayan de indemnizarlos: Art. 4. Concepto de empresarios se considera empresario a toda persona fsica o jurdica que acta en el marco de su actividad empresarial o profesional, ya sea pblica o privada. Art. 5. Concepto de productor se considera productor al fabricante del bien o prestador del servicio o su intermediario, o al importador del bien o servicio en el territorio de la UE, as como a cualquier persona que se presente como tal al indicar en el bien, ya sea en el envase, el envoltorio o cualquier otro elemento de proteccin o de presentacin, o servicio, su nombre, marca u otro signo distintivo. Art. 7 Concepto de proveedor es proveedor el empresario que suministra o distribuye productos en el mercado, cualquiera que sea el ttulo o contrato en virtud del cual realice dicha distribucin.Actividades empresariales y actividades econmicasLo que caracteriza principalmente la figura del empresario es la actividad econmica que desarrolla, con este fin pueden distinguirse las siguientes actividades: Actividad industrial. Dirigida a la produccin de bienes y de servicios a travs de la transformacin de materias primas y de la energa. Actividad dirigida a la produccin agrcola y ganadera. Segn el CCom este tipo de actividades no pueden ser objeto de contratos mercantiles. Pero el hecho de que los agricultores y ganaderos no estn sometidos al Derecho Mercantil, no impide su calificacin como empresarios. Se puede discutir sobre si los agricultores deben estar incluidos o no en el mbito de proteccin de la LCU, aunque est claro que los productos utilizados por los agricultores pueden causar perjuicios a los consumidores de sus productos, y por tanto deberan cumplir las mismas condiciones de seguridad como si estuvieses dirigidas directamente a los consumidores finales. Actividad artesanal. Dicha actividad no puede ser objeto de un Contrato Mercantil. Ello no es obstculo para que como en el caso anterior el artesano sea calificado de empresario. Actividad de las llamadas profesionales liberales. Se trata de una categora especial de empresario caracterizado por estar dotado de una especfica titulacin acadmica y en algunos casos estar sometido a una disciplina cooperativa, de carcter jurdico-administrativo, de sus respectivos colegios profesionales. Actividad intermediaria en la circulacin de bienes y servicios. Se trata del empresario comercial o comerciante caracterizado por las siguientes notas: organizacin, habitualidad y actuacin en nombre propio.

La intranscendencia de la calificacin o caracterizacin empresarialPodemos concluir que las personas frente a las que se protege al consumidor por la LCU incluiran a todo tipo de empresario, sin limitarse solamente y en modo alguno a los empresarios mercantiles. Tampoco se distingue entre pequeos y grandes empresarios.La Ley de consumidores solamente se fija en que los bienes y servicios adquiridos por los consumidores hayan sido integrados en procesos de produccin o de comercializacin.04. La formacin de los contratos en generalLa defensa de los consumidores y la formacin del contrato en generalLas polticas de proteccin de los consumidores y usuarios y la nocin de consumidor en sentido tcnico son cuestiones nacidas en el ltimo tercio del siglo XX. En consecuencia, dado que la formulacin contempornea de la nocin de contrato se lleva a efecto durante los siglos XVIII y XIX, a travs de las codificaciones civiles, no puede extraar que la nocin tcnica de contrato que sobrevive en tales Cdigos sea un dato anterior y por tanto, abstrado y distante del principio pro consummatore.En los Cdigos civiles del XIX la categora de los consumidores y, la defensa de consumidores y usuarios son datos que brillan por su ausencia, y no se refieren a consumidores, sino a partes contratantes a las que adems consideran iguales entre s por lo que las sita en el mismo plano, sin establecer ninguna discriminacin positiva, ni sentar base alguna de proteccin de la parte econmicamente dbil.El concepto de contratoIdea inicial de contratoLa idea de contrato responde al acuerdo que, mediante la prestacin del correspondiente consentimiento, vincula a dos o ms personas respecto de una determinada conducta de carcter patrimonial, art. 1.254 CC.El contrato es un mecanismo de generacin de derechos y obligaciones respecto de las partes, quienes se encuentran vinculadas a la realizacin de su promesa, por haber prestado su consentimiento.El contrato es fundamentalmente un procedimiento de creacin de relaciones obligatorias, y el hecho de que el mero consentimiento d lugar al nacimiento de las obligaciones, es el verdadero puntal del sistema contractual contemporneo, derivado del Cde Napolen y resto de los Cdigos Civiles, tributarios del ideario iusnaturalista, y de la ideologa liberal o liberal-individualista de la Revolucin francesa.El intercambio de bienes y servicios como sustrato econmico del contratoDesde el punto de vista econmico y funcional, nadie es autosuficiente, por tanto, cualquier persona ha de contar con los dems para hacer frente a sus necesidades. La satisfaccin de las necesidades individuales se realiza con la oportuna contraprestacin, a travs de una cadena sucesiva de intercambios econmicos de distinta naturaleza, y, claro est, no todos ellos pueden calificarse como contratos. Ahora bien, si no todo intercambio de bienes y servicios es un contrato, igualmente la mayor parte de tales intercambios constituyen la base de lo que los juristas denominan contrato.La patrimonialidad de la relacin contractualUn contrato es fundamentalmente el ropaje jurdico de una operacin econmica consistente en un intercambio de bienes o de servicios. La valoracin o decisin econmica nsita en todo contrato evidencia un dato de extraordinaria importancia, el carcter patrimonial de la relacin contractual. Todo contrato debe tener por objeto prestaciones susceptibles de valoracin econmica, ya consistan en bienes o servicios.En cualquier caso, el requisito de la patrimonialidad ha de estar presente en todo acuerdo contractual; por el contrario, otras figuras jurdicas consistentes tambin en un acuerdo de voluntades (ejemplo tpico: el matrimonio) no pueden ser consideradas propiamente como contratos por faltares la nota de la patrimonialidad.El principio de la autonoma privada y la fuerza vinculante de los contratosLibertad de iniciativa econmica y autonoma privadaEn el contrato subyace un intercambio econmico objeto de valoracin por las partes por lo que cabe resaltar el papel conformador de la voluntad de los contratantes, y de la libertad de iniciativa econmica privada reconocida por la generalidad de los sistemas econmico y jurdico de los pases evolucionados, incluso a nivel constitucional, como refleja nuestra CE al consagrar la llamada economa de mercado (art. 38).El contrato ha sido considerado como un instrumento dejado a la voluntad de los particulares por lo que la doctrina jurdica ha deducido el principio de la autonoma privada o autonoma contractual, lo que significa, que el ordenamiento jurdico reconoce a los particulares un amplio poder de autorregulacin de sus relaciones patrimoniales.mbito propio de la autonoma privadaLa relevancia que la voluntad de las partes asume en el mbito contractual requiere de algunas observaciones: La autonoma privada no puede ser contemplada al margen del ordenamiento jurdico (que la reconoce y protege) como si fuera una libertad del particular que permitiese atentar contra el propio ordenamiento jurdico, en concreto, contra las normas de carcter imperativo dimanantes del orden pblico, la moral y la buena fe. Ciertamente, la generalidad de las normas legales referentes al contrato, tiene carcter dispositivo y, por consiguiente, son disponibles y sustituibles por las partes. Empero, tambin contienen normas de ius cogens o de derecho imperativo que tienen primaca sobre la autonoma privada. En trminos tericos, no debe llegarse a una sobrevaloracin conceptual de la voluntad de las partes, que concluya en afirmar que el contrato es un acuerdo de voluntades, con olvido del substrato econmico del mismo, y de la nota de patrimonialidad referida.Autonoma privada y fuerza vinculante de los contratosNuestro CC enuncia la autonoma privada en su art. 1.255 Los contratantes pueden establecer los pactos, clusulas y condiciones que tenga por conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral, ni al orden pblico. Esto es, una vez respetados los lmites de la autonoma privada, el contenido de los contratos depende en exclusiva de la propia voluntad de las partes, quienes pueden dotar al contrato del alcance que les venga en gana.Planteado as, se genera la impresin de que las normas imperativas representan un papel meramente preventivo respecto del pacto contractual, prohibiendo determinadas conductas. Sin embargo, siendo cierto dicho papel preventivo, esto no resulta suficiente, debindose ver completado con otro tipo de contemplaciones: Las prescripciones legales pueden dotar al acuerdo contractual de un significado y alcance distintos al establecido por las partes en el clausulado contractual. El ordenamiento jurdico constituye precisamente el fundamento ltimo de la relevancia de la voluntad de las partes, otorgando al contrato una fuerza vinculante y unas posibilidades de actuacin de las que podra carecer tcnicamente hablando. Fuerza vinculante de los contratos, que se encuentra sancionada en el art. 1.091 CC Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes contratantes, y deben cumplirse al tenor de los mismos. Dicho precepto no afirma que el contrato sea, inter partes, ley; mas, sin embargo, atribuye a las obligaciones ex contractu fuerza de ley en las relaciones entre los contratantes, fundamentando as la eficacia obligatoria de la autonoma privada, tal y como ha declarado la jurisprudencia.Los elementos del contratoPara que se origine un contrato, basta con que dos personas coincidan en realizar un determinado acto que interese al otro y que dichos actos sean merecedores de la tutela jurdica.Elementos esenciales y elementos accidentales del contrato art. 1261 CCElementos esenciales: el minimum de elementos que acredita la existencia de un contrato vlido viene representado por el consentimiento de las partes, el objeto y la causa. Enumeracin exacta pero incompleta para los denominados contratos formales o solemnes y los contratos reales.Elementos accidentales: tienen su fundamento en el reconocimiento de la autonoma privada, que legitima a las partes a introducir en el contrato cuantas previsiones complementarias crean convenientes, siempre que no atenten contra el ordenamiento jurdico, no siendo requeridas legalmente, al no ser esenciales ni determinante para que pueda hablarse de contrato vlido. Fundamentalmente, son la condicin, el trmino y el modo, y una vez integrados en un acuerdo contractual, se convierten en requisitos determinantes de la eficacia del contrato.Los denominados elementos naturales del contratoEn la jurisprudencia es relativamente frecuente encontrar referencias a los elementos naturales de ciertos contratos, con la intencin de resaltar las notas caractersticas primordiales de algunas figuras contractuales, entendiendo que su funcin se agota en la pura descripcin de algunas caractersticas normativas de ciertos contratos.La formacin del contratoLa igualdad de las partes contratantesAunque el CC no dispone expresamente que los contratantes son iguales para contratar y tienen la misma capacidad econmica para llevar a cabo la negociacin patrimonial nsita en todo contrato, es evidente que tales ideas constituyen la nervadura de la regulacin del Cdigo. Ello no es extrao, pues nuestro CC, al igual que sus modelos, es fruto del liberalismo poltico y econmico propio de su poca.As, la formacin del contrato es para el CC un asunto entre particulares iguales ante la Ley, y por consiguiente, deben procurar la satisfaccin de sus intereses de forma personal, sin reclamar la intervencin arbitral.Y dicho esto, enseguida se pone de manifiesto que la igualdad formal ante la ley no se corresponde con la realidad econmica actual de cualquiera de los pases europeos, donde numerosos ciudadanos se ven a diario obligados a firmar determinados contratos en condiciones predispuestas por la denominada parte econmicamente ms fuerte, de forma que realmente, al celebrar tales contratos, no hay paulatina aproximacin o coincidencia de voluntades entre las partes.Los actos en masa: los contratos de consumoEl esquema de formacin del contrato recogido en los CC, responde por lo comn a la celebracin del contrato personalizado, donde las partes son iguales ante la ley, por lo que deben procurar la satisfaccin de sus intereses de forma personal, sin reclamar la intervencin arbitral.Sin embargo, los llamados actos en masa, escapan a dicho esquema codificado, por ello, se habla de crisis del esquema codificado, para resaltar que el proceso formativo del contrato, desde la codificacin hasta nuestros das, se ha visto profundamente alterado, hacindose a la postre la intervencin estatal necesaria en la sacro santa autonoma privada, vindose a su vez los propios particulares obligados a dejar de actuar individualmente, para organizarse en grupos de defensa de sus intereses.Ello ha dado lugar al nacimiento de una agrupacin de consumidores y usuarios, que se ha extendido por todos los pases evolucionados, en bsqueda de una legislacin superadora del esquema codificado que proteja sus intereses frente a las grandes compaas y suministradores profesionales de bienes y servicios. En dicha lnea, el art. 51 CE establece que los poderes pblicos garantizan la defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo, mediante procedimientos eficaces, la seguridad, la salud y los legtimos intereses de los mismos. El desarrollo de dicho mandato constitucional se ha llevado a cabo mediante la LCU 26/1984 de innegable importancia, al modificar o complementar numerosos preceptos del CC y de Comercio.Las fases de formacin del contratoLas diferentes fases de perfeccin del contrato o gnesis paradigmtica clsica: El modelo clsico de formacin del contrato o las fases genticas de su celebracin, radican en la oferta de una parte y la aceptacin de la otra. Para el Cdigo el modelo formativo del contrato viene dado por el contrato personalizado, en el que ambas partes, tras las negociaciones iniciales, llegan a pactar sobre su celebracin, para lo cual es necesario que el consentimiento contractual se manifieste a travs del concurso de la oferta y de la aceptacin (art. 1.262 CC). As la propuesta contractual que realiza el oferente, al ser aceptada por el aceptante, da lugar a la celebracin del contrato o su perfeccin.No obstante, resultar determinante en los tratos preliminares, oferta y aceptacin, el tipo de contrato a realizar, su naturaleza, la trascendencia econmica de las correspondientes prestaciones, el que las partes contratantes se encuentren presentes en el mismo lugar o, por el contrario, se trate de personas distantes, a fin de fijar el momento de perfeccin del contrato, pues a partir de dicho momento la oferta dejar de ser tal propiamente hablando, pasar a ser irrevocable, y las partes podrn imponerse el cumplimiento del contrato, comenzarn a correr los plazos, etc.La oferta contractualEs una declaracin de voluntad emitida con la intencin de celebrar un contrato y ha de contener todos los elementos necesarios para que con la mera aceptacin de la otra parte se pueda decir que el contrato ha quedado perfeccionado.La oferta se caracteriza por ser un acto unilateral y generalmente revocable, aunque por disposicin legal, por la declaracin del oferente o por las circunstancias de hecho, existen tambin ofertas de carcter irrevocable, al menos durante un plazo temporal determinado que no deje insatisfechas las legtimas expectativas del destinatario de la oferta.En definitiva, la oferta contractual, para ser realmente tal, requiere que se mantenga en sus condiciones iniciales en espera de la aceptacin de la contraparte. Si se modifican las condiciones de la oferta por el eventual aceptante se est realizando una nueva oferta o contraoferta, que habr de ser objeto de aceptacin por quien inicialmente asuma la posicin de oferente.La aceptacin: el valor del silencioLa aceptacin es una declaracin de voluntad por naturaleza recepticia, es decir, debe ser dirigida al oferente y ser plenamente concordante con la oferta o contraoferta con independencia de que pueda realizarse tanto de forma expresa cuanto tcita, o a travs de hechos concluyentes que no dejen lugar a dudas sobre la admisin de las condiciones contractuales ofrecidas.En los supuestos de aceptacin tcita, resulta conveniente hacer una referencia explcita al valor del silencio o actitud reticente a desplegar una cierta actividad del eventual aceptante respecto de la oferta realizada por quien se encuentra en negociaciones con l.Y es que, el silencio o la falta de actuacin de quien no puede ser considerado eventual aceptante no pueden considerarse como una manifestacin positiva de voluntad que lo vincule contractualmente (ejemplo, venta por correo de objetos que son recibidos sin previa peticin). As lo ha declarado el TS en supuestos en los que entre las partes no exista relacin o trato previo alguno de naturaleza contractual.La perfeccin del contrato entre ausentes segn los CdigosCuanto los contratantes celebran el contrato en la distancia y no tienen un medio que de forma inmediata que les permita concluirlas, dejando aparte los problemas de prueba de la celebracin del contrato, pueden surgir graves incgnitas en relacin con el momento de perfeccin del contrato.Histricamente, el supuesto de la contratacin entre ausentes ha venido representado por los casos en que la oferta y la aceptacin de instrumentan mediante las respectivas cartas de oferente y aceptante, entendindose celebrado el contrato o vinculado el oferente por la declaracin de voluntad del aceptante, segn nuestro CC cuando la respuesta de ste llegue a conocimiento de aqul (Teora del conocimiento). La doctrina mayoritaria actual, considerando que semejante conclusin es excesivamente rigurosa, pues deja el momento de perfeccionamiento del contrato en manos del oferente, lo que supone una flagrante conculcacin del art. 1256 CC, considerndose preferible pronunciarse a favor de la teora de la recepcin, bastando en este caso, que la aceptacin llegue al crculo propio de la actividad del oferente.Frente a la opcin seguida por el CC, el CCom se adscribe a la tesis de la expedicin o remisin como momento perfectivo del contrato, al disponer que los contratos que se celebren por correspondencia quedaran perfeccionados desde que se contesta aceptando la propuesta.La Ley 34/2002: contratacin automtica, telemtica y electrnicaLos medios tcnicos contemporneos de comunicacin y de comercio, y la aceptacin por nuestro ordenamiento jurdico del nuevo principio general de Derecho de proteccin del consumidor, han exigido revisar los criterios de resolucin de conflictos en relacin con la denominada contratacin entre ausentes. Este revisin se ha llevado a cabo por la Ley 34/2002 de Servicios de la Sociedad de la Informacin y de Comercio Electrnico que, entre otras cosas, regula la contratacin por va electrnica y cuya disposicin adicional cuarta, reforma el tenor literal de los CC y de Comercio, respecto de la perfeccin del contrato, pues los unifica del criterio de la recepcin, adems, como regla especial, establece que la aceptacin es determinante en los casos de contratacin automtica (elegir una cajita de aperitivos en una mquina expendedora, cliquear en el caso de contratacin electrnica). En cuanto a la contratacin electrnica, aunque ofrecer un cuadro regulador de una materia nueva en el mundo del Derecho, lo cierto es que los fundamentos del Derecho contractual no han sido afectados, limitndose a consagrar la admisin de dicho tipo de contratacin, dejando a salvo: Que los contratos electrnicos sern vlidos cuando concurran el consentimiento y los dems requisitos necesarios para su validez. Que tales contratos se regirn por lo dispuesto en la Ley especial y en CC y CCom.Referente al TRLCU, conviene afirmar que la Ley 34/2002 no ha sido objeto de modificacin o alteracin alguna.05. La informacin contractualLa informacin contractualEste captulo analiza el derecho a la informacin del consumidor, as como los deberes de informacin a cargo de los suministradores de bienes y servicios que, por cualesquiera procedimientos, ponen a disposicin de los consumidores sus productos. As pues, en el mbito contractual, estamos ante una temtica absolutamente nueva, para nuestro Cdigo civil y la legislacin mercantil.Sin embargo, en materia de consumo, el tema de la informacin contractual aparece ya anunciado por el art. 51.2 CE, que recoge textualmente la informacin de los consumidores como uno de los aspectos que deben promover los poderes pblicos. As, desde la aprobacin de la CE los consumidores, parecen tener derecho a estar y ser informados respecto de cualesquiera relaciones contractuales que deseen acometer.La informacin en la Ley de consumidoresLos derechos bsicos de los consumidoresEl art. 2 de la LCU, y posterior, el art. 8 de la TRLCU, desgrana tales elementos, tratndoles en sucesivos prrafos, tras haber dispuesto que son derechos bsicos de los consumidores y usuarios: La proteccin contra los riesgos que puedan afectar a su salud o seguridad. La proteccin de sus legtimos intereses econmicos y sociales, en particular, frente a la inclusin de clusulas abusivas en los contratos. La indemnizacin o reparacin de los daos y perjuicios sufridos. La informacin correcta sobre los diferentes productos o servicios y la educacin y divulgacin, para facilitar el conocimiento sobre su adecuado uso, consumo o disfrute. La audiencia en consulta, la participacin en el procedimiento de elaboracin de las disposiciones generales que les afecten directamente y la representacin de sus intereses, todo ello a travs de las asociaciones, agrupaciones o confederaciones de consumidores y usuarios legalmente constituidas. La proteccin jurdica, administrativa y tcnica en las situaciones de inferioridad, subordinacin o indefensin.La informacin como derecho bsicoArt. 18.2 TRLCU Sin perjuicio de las exigencias concretas que se establezcan reglamentariamente, todos los bienes y servicios puestos a disposicin de los consumidores y usuarios debern incorporar, acompaar o, en ltimo caso, permitir de forma clara y comprensible, informacin veraz, eficaz y suficiente sobre sus caractersticas esencialesLas caractersticas o cualidades de los bienes y productosSe establece que, al menos (LCU), o en particular (TRLCU), la informacin debe suministrarse sobre las siguientes caractersticas: Nombre y direccin completa del productor. Naturaleza, composicin y finalidad. Calidad y cantidad. Categora o denominacin usual o comercial, si la tienen. Fecha de produccin o suministro y lote, cuando sea exigible reglamentariamente, plazo recomendado para el uso o consumo o fecha de caducidad. Instrucciones o indicaciones para su correcto uso o consumo, advertencias y riesgos previsiblesEn consecuencia, como mnimo, deben incorporarse a productos y servicios los datos relaciones, sin embargo, al no tratarse de una relacin de carcter exhaustivo, sino meramente instrumental e indicativa. A stos se habr de aadir aquellas otras circunstancias esenciales de inters del bien o producto, aun no viniendo expresamente recogidas en el texto legal.De otro lado, los distintos extremos de dicha relacin no han de ser contemplados, en todo caso, de manera acumulativa, sino adecundolos a los bienes y productos de que se trate, pues no todas las caractersticas legalmente contempladas son aplicables, simultneamente, a todo tipo de bienes y productos.Dinmica contractual y deberes de informacinSobre la vigencia temporal de los deberes de informacin que pesan sobre los suministradores de bienes y servicios, cabe indicar que stos debern ser atendidos por los empresarios tanto en los momentos anteriores a la celebracin cuanto a lo largo de la consumacin o ejecucin del contrato.Fase precontractualA entender de la generalidad de la doctrina, teniendo en cuenta el tenor literal del art. 13 LCU (18 TRLCU), su ratio legis y, su desarrollo reglamentario, no cabe duda alguna de que los deberes de informacin a cargo de los suministradores de bienes y servicios son exigibles desde el mismo momento en que son puestos a disposicin de los consumidores y usuarios, es decir, desde el momento en que se integran en la cadena de distribucin comercial o se ofrecen en el mercado, mediante la oferta al pblico, que constituye una declaracin de voluntad (de vender), tendente a la celebracin de un determinado contrato. As pues, la puesta a disposicin viene a coincidir con la incorporacin de bienes y servicios en el mercado, en cuanto su ofrecimiento manifiesta la idea de contratar del productor, en espera slo de la aceptacin del consumidor concreto.En consecuencia, incumplirn las normas comentadas cualesquiera empresarios que pretendieran introducir en el mercado bienes y productos sin ofrecer la informacin relativa a sus caractersticas alegando que todava no han entrado ni siquiera en negociaciones para contratar. La LCU quiere que el consumidor, incluso antes de contratar, pueda formar libremente su consentimiento contractual.Fase de ejecucin del contratoLos deberes de informacin no deben entenderse desaparecidos con la celebracin del contrato cuanto ste tenga naturaleza duradera o los bienes y productos tengan tal carcter.El art. 13.1 LCU (18.2 TRLCU) afirma que deben suministrarse a los consumidores y usuarios instrucciones o indicaciones para el correcto uso y consumo de los bienes de que se trate o constituyan objeto del contrato, por lo que tales deberes deben adecuarse a un lapso de tiempo dilatado (ejemplo, el libro de instrucciones de un ordenador, el libro de instrucciones del coche de papel de calidad buena, a prueba del tiempo y del uso).El necesario desarrollo reglamentarioLa heterogeneidad de los posibles objetos contractuales es de tal riqueza y profusin que choca frontalmente con la necesaria generalidad de la norma jurdica.Ley de consumidores y reglamentosPor ello, la LCU, pese a su intento de dejar bien atado el tema de la informacin contractual, no tiene ms remedio que recurrir a la idea del irrenunciable desarrollo reglamentario. En este sentido, el art. 13.2 LCU dispone que las exigencias concretas en esta materia se determinarn en los Reglamentos de etiquetado, presentacin y publicidad de los productos o servicios, en las reglamentaciones especiales aplicables en cada caso, para garantizar siempre el derecho de los consumidores y usuarios a una informacin cierta, eficaz, veraz y objetiva. Desarrollo reglamentario que se ha llevado a cabo, con rango generalmente de Decreto, a nivel interno, a parte de los Reglamentos comunitarios europeas existentes y de directa aplicacin en todos los Estados Miembros de la UE.La informacin especial en relacin con la viviendaLa ltima parte del apartado segundo del art. 13 LCU contiene una novedad absoluta que obliga al promotor o constructor de una vivienda a entregar al comprador una documentacin completa suscrita por el vendedor, en la que se define, el planta a escala, la vivienda y el trazado de todas sus instalaciones, as como los materiales empleados en su construccin, en especial aquellos a los que el usuario no tenga acceso directo.El precepto en pocos aos, ha demostrado su utilidad y ha sido ampliamente superado con la aprobacin de la Ley 38/1999 de Ordenacin de la Edificacin, y el RD 515/1989 sobre Proteccin de los Consumidores en cuanto a la Informacin a Suministrar en la Compraventa y Arrendamiento de Viviendas.La aplicacin prctica del derecho a la informacinLos aos iniciales de la LCUEn los aos iniciales de vigencia de la LCU, la doctrina se limit a su estudio, no arriesgndose a aventurar la aplicacin jurisprudencial del precepto recogido en el art. 13 de la LCU. Todo lo ms que se hizo fue afirmar que la falta de informacin relativa a los productos podra dar lugar a sanciones de naturaleza administrativa, y nadie puso de manifiesto la posible incidencia de la informacin contractual sobre el contenido y la dinmica del contrato, desde el punto de vista del Derecho privado.La jurisprudencia sobre el art. 13 de la LCUSin embargo, con el paso del tiempo el art. 13 LCU ha encontrado al final aplicacin en varias sentencias de las Audiencias Provinciales e incluso en la jurisprudencia del TS. As los Tribunales han sabido encontrar aplicacin al derecho a la informacin contractual, concretando la virtualidad normativa del precepto incluso en el mbito de las relaciones entre los particulares, en el mbito jurdico-privado.06. Contenido contractual e integracin de la publicidadEl contenido del contratoEl Contenido o el objeto del contratoLa expresin contenido del contrato se encuentra referida al conjunto de derechos y obligaciones generados por el contrato en cuestin. Se trata de una referencia de carcter objetivo que determina concretamente, el cuadro de facultades, prerrogativas y derechos y el conjunto de cargas. Deberes y obligaciones que competen a cada una de las partes contratantes. Por tanto, la diferencia entre contenido y objeto del contrato es obvia, dado la mayor amplitud del primero de tales conceptos, sobre todo si el elemento esencial del objeto es identificado con las cosas, derechos o servicios sobre los que recae el acuerdo contractual.Pero la distincin debe incluso mantenerse en el caso de que se considere que el objeto debe alcanzar a las prestaciones de las partes y no slo a las cosas o servicios objeto del contrato. En efecto, el contenido contractual estara referido no slo a las prestaciones contractuales, sino tambin a cualesquiera poderes, prerrogativas o derechos de cualquiera de las partes, pues stos, junto con las prestaciones propiamente dichas, constituyen tambin parte del entramado contractual.La autonoma privada y las reglas contractualesEl contenido contractual depende, en cada caso, de la reglamentacin autnoma de las partes contratantes, quienes segn dispone el art. 1.255 CC pueden establecer los pactos, clusulas o condiciones que tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral, ni al orden pblico. Es decir, el principio de la autonoma privada no puede desvincularse del conjunto del OJ, ni ir en contra de las normas imperativas (ius cogens), bien generales o especficas, en relacin con los contratos, no pudiendo ser desconocidas sus reglas contractuales, ni sustituidas por acto alguno de autonoma privada, pues ocupan una absoluta preeminencia sobre el acuerdo contractual autnomo.Por tanto, una vez respetadas tales normas, las partes pueden establecer el contenido contractual que les parezca ms acorde con sus intereses, tal y como establece el art. 1.255, mediante los oportunos pactos, clusulas y condiciones, que pueden ser de lo ms variopinto y diverso. De ah la importancia de tener en cuenta tambin a los contratos atpicos.Por otro lado, el juego de autonoma privada y la prevalencia del consentimiento o voluntad de las partes no se manifiesta slo respecto de la forma del contrato. En efecto, del art. 1.255 cabe deducir dos consecuencias fundamentales:1. Respecto de los contratos regulados especficamente por el Derecho Positivo, los particulares pueden introducir las modificaciones que consideren adecuadas a su designio contractual.2. El principio de autonoma privada no tiene por qu quedar limitado o circunscrito al mbito de los contratos legalmente tipificados (contratos tpicos). Muy al contrario, los particulares son libres para celebrar pactos que no contraren las normas imperativas, aunque no estn contemplados expresamente por la Ley.Finalmente, sobre la importancia de las normas dispositivas, en relacin con el contenido de los contratos tpicos. Las partes pueden sustituir el mandato de dichas normas por un pacto o regla de carcter autnomo. Mas si las partes no proceden a tal sustitucin, el mandato normativo de las reglas dispositivas pasa a formas parte del contenido contractual.Los contratos tpicos y atpicosLos contratos tpicosTal expresin agrupa aquellos esquemas contractuales que estn legalmente contemplados y a los que el Derecho objetivo proporciona una regulacin de carcter general y en gran medida de carcter dispositivo, permitir en lnea de mxima la resolucin de la mayor parte de lagunas que presente la lex privata (o clausulado contractual) establecida por los contratantes.Los contratos atpicosSon aquellos contratos que, aun careciendo de reconocimiento legal y de regulacin positiva, renen los requisitos esenciales de la genrica figura contractual (art. 1.261 CC y concordantes).Ante la eventualidad de que la instrumentacin de figuras atpicas puede responder al designio de las partes de burlar prohibiciones legalmente fijadas para los contratos tpicos, doctrina y jurisprudencia suelen insistir en la necesidad de una causa lcita.La celebracin de un contrato atpica supone estructurar un modelo contractual que no cuenta con una regulacin supletoria ad hoc, lo cual exige a las partes, perfilar cuidadosamente las clusulas contractuales para evitar imprevisiones en la ejecucin efectiva del contrato, pues de lo contrario, en caso de litigio, se plantear el problema prctico, de qu normas habrn de aplicarse supletoriamente.A esta pregunta la doctrina ha pretendido dar respuesta terica proponiendo diversas opciones: Teora de la absorcin. Una vez acercado el contrato atpico al esquema contractual tpico que le resulta ms prximo, habran de aplicarse las normas de ste, por ser el elemento preponderante del contrato atpico analizado. Teora de la combinacin. Habran de tenerse en cuenta, conjuntamente y cohonestndolas entre s, la regulacin supletoria de todos aquellos modelos contractuales tpicos que, parcialmente, estn presentes en el contrato atpico. Teora de la aplicacin analgica. Habran de aplicarse las normas propias del contrato tpico que presente mayor identidad de razn y siempre conforme a las reglas internas de la aplicacin analgica.Atendiendo a los datos reales, sin embargo, las propuestas doctrinales objeto de resea son poco operativas, evidencindolo as el anlisis de la jurisprudencia del Tribunal Supremo, que ante todo atiende a la justicia del caso concreto, sobre la base de diseccionar lo mejor posible la voluntad de las partes, y atendiendo a la aplicacin de las normas generales de la contratacin.El contenido del contrato y las promesas u ofertas publicitariasLa defensa a rajatabla del principio de autonoma privada y el mantenimiento de que slo obliga lo estrictamente acordado por las partes y presente en el clausulado contractual o en las disposiciones de carcter supletorio que, en cada caso, resulten aplicables, ha trado consigo el absurdo de que, muchas veces, la buena fe de los adquirentes, se ha visto sorprendido por la habilidad profesional de suministradores de bienes y servicios que, amparndose en el hecho de que los actos precontractuales no tienen por qu considerarse al interpretar el contrato como actos vinculantes, han dado lugar a todo tipo de anuncios engaosos y dolosos. Ante ello, nuestro ordenamiento ha abierto dos lneas de actuacin:La defensa del valor propio de la integracin del contratoLa primera lnea argumentada por la doctrinal y jurisprudencial que considera que llegado el momento de ejecucin, en caso de discrepancia entre las partes, todo contrato debe ser interpretado y calificado despus, para determinar cul es el sector normativo que, conforme a dicha calificacin, le corresponde. As, finalizada la interpretacin y la calificacin del contrato, ste debe obligar, tambin, a todo cuanto se derive del acuerdo contractual objetivamente entendido.En este sentido, la determinacin del alcance y significado exacto de cualquier acuerdo contractual requiere, en determinadas ocasiones proceder a la integracin del contrato, etapa autnoma de la dinmica contractual. Dicha conclusin se deducira del tenor literal art. 1.258 CC Los contratos se perfeccionan por el mero consentimiento, y desde entonces obligan, no slo al cumplimiento de lo expresamente pactado, sino tambin a todas las consecuencias que, segn su naturaleza, sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley.La redaccin del art. 8 de la LCULa segunda lnea, sta directamente legislativa, ha venido representada por la letra y espritu del art. 8 LCU 1. La oferta, promocin y publicidad de los productos, actividades o servicios, se ajustarn a su naturaleza, caractersticas, condiciones, utilidad o finalidad, sin perjuicio de lo establecido en las disposiciones sobre publicidad. Su contenido, las prestaciones propias de cada producto o servicio, y las condiciones y garantas ofrecidas, sern exigibles por los consumidores y usuarios, aun cuando no figuren expresamente en el contrato celebrado o en documento recibido. 2. No obstante lo dispuesto, si el contrato celebrado contuviese clusulas ms beneficiosas, stas prevalecern sobre el contenido de la oferta, promocin o publicidad. 3. La oferta, promocin o publicidad falsa o engaosa del producto, actividades o servicios, ser perseguida y sancionada como fraude. Las asociaciones de consumidores y usuarios, constituidas de acuerdo con lo establecido en la Ley, estarn legitimadas para iniciar e intervenir en los procedimientos administrativas tendentes a hacerla cesar. (Esta ltima parte ha sido declarada inconstitucional por el TC).La importancia del precepto consiste en que, en relacin con los consumidores, a partir de la LCU, la integracin de las promesas publicitarias en el contrato constituye una norma de directa y enriquecedora aplicacin.La refundicin normativa de 2007En la RDL TRLCU 1/2007 los dos primeros prrafos del precepto comentado han pasado a desglosarse en tres nuevos prrafos, conforme a lo siguiente: a) La oferta, promocin y publicidad de los bienes o servicios se ajustarn a su naturaleza, caractersticas, utilidad o finalidad y a las condiciones jurdicas o econmicas de la contratacin, b) El contenido de la oferta, promocin o publicidad, las prestaciones propias de cada bien o servicio, las condiciones jurdicas o econmicas y garantas ofrecidas sern exigibles por los consumidores y usuarios, an cuando no figuren expresamente en el contrato celebrado o en el documento o comprobante recibido y debern tenerse en cuenta en la determinacin del principio de conformidad con el contrato; y, c) No obstante lo dispuesto, si el contrato celebrado contuviese clusulas ms beneficiosas, stas prevalecern sobre el contenido de la oferta, promocin o publicidad.La integracin del contrato en el Cdigo CivilAlcance y significado del art. 1.258 del CCLa interpretacin y la calificacin del contrato con operaciones lgicas cuyo resultado ofrece consecuencias positivas en relacin con el contenido del contrato, con la precisa determinacin de los derechos y obligaciones de las partes.Sin embargo, la determinacin del exacto contenido del contrato, y la efectiva ejecucin del mismo no habra de derivarse slo de la actividad interpretativa y calificadora, sino que (con base en la naturaleza del contrato) sera necesario extraer consecuencias complementarias acordes con el conjunto del sistema normativo. A dicha operacin se le conoce tcnicamente con el nombre de integracin del contrato, en cuanto su resultado puede suponer la agregacin de derechos y obligaciones no contempladas por las partes ni por las normas de carcter dispositivo aplicables al contrato en cuestin.La integracin del contrato se encuentra contemplada en CC art. 1.258. Dicho precepto, tras identificar el momento de perfeccin de los contratos con el mero consentimiento, establece que stos obligan no slo al cumplimiento de lo expresamente pactado, sino tambin a todas las consecuencias que, segn su naturaleza, sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley. Establece pues la segunda parte del art. 1.258 el alcance obligatorio del contrato y no es, en absoluto, un precepto interpretativo.En base a lo dispuesto en el art. 1.258 CC, la funcin caracterstica y propia de esta norma no radica en reinterpretar el contrato dentro de los mrgenes de la autonoma privada. Muy al contrario, su sentido es el de delimitar la autonoma contractual impidiendo que sean desconocidos los efectos contractuales impuestos por las ms elementales reglas del trfico jurdico.As, la norma considerada es un precepto de carcter imperativo que se aplica con independencia de la voluntad de las partes. De aadidura, su aplicacin no requiere inexcusablemente que haya laguna contractual, sino que puede entrar en juego incluso cuando las partes hayan previsto extremos que son indisponibles por los particulares. En tal caso, las clusulas pactadas habran de ser sustituidas por las legalmente aplicables.Los Medios de integracinEl art. 1.258 seala como tales la buena fe, el uso y la ley. Sin embargo, el escalonamiento jerrquico de tales medios de integracin debe ser el contrario, en primer lugar, la ley imperativa, en su defecto, la dispositiva; a continuacin, los usos normativos, y finalmente la buena fe.La LeyLa norma imperativa aplicable a un supuesto contractual determinado conformar e integrar el rgimen del mismo con primaca incluso sobre el clausulado contractual. Las normas dispositivas slo integrarn el contrato cuando contemplan un elemento natural del mismo que no haya sido contemplado de forma diversa a la legalmente prevista (art. 1.455 gastos de escritura; art. 1.478 contenido tpico del saneamiento por eviccin, etc.).Los usos normativosLos usos normativos integran el acuerdo contractual en cuanto costumbre. Ahora bien, al igual que la norma dispositiva, en caso de ser conocidos y no queridos por las partes, pueden ser excluidos del acuerdo contractual.La buena feLa buena fe es un principio general del Derecho. Por consiguiente, no puede ser extraa a la propia conformacin de los usos normativos y de los mandatos legales. Se ha de presuponer inserta en ambos grupos de normas o, al menos, debe ser inspiradora de aqullos. Al mismo tiempo, su virtualidad de principio general del Derecho comporta, que su plasmacin no puede reducirse a lo establecido en la ley o en los usos. Va ms all; es el ltimo canon hermenutico (interpretativo, explicativo) que, en sentido objetivo, utiliza el legislador para tratar de que en todo momento los efectos del contrato se adecuen a las reglas de conducta socialmente consideradas como dignas de respeto.Por consiguiente, la buena fe debe ser entendida como un criterio ordenador de las relaciones contractuales, que se superpone al propio comportamiento de las partes y configura el contenido o efectos del contrato de acuerdo con las reglas de conducta socialmente consideradas como dignas de respeto.La consolidacin de la integracin del contratoLa superacin del debate sobre el carcter imperativo del art. 8 LCUNo cabe duda alguna de que tanto el art. 1.258 CC cuanto el art. 8 LCU (retocada en la TRLCU, como ya hemos comentado) son normas radicalmente imperativas y aplicables, as los acredita el conocimiento de la realidad de nuestros Tribunales, en los que es precepto comentado es hoy moneda de uso corriente en mltiples sentencias.La jurisprudencia en materia de adquisicin de viviendaMuchas de tales sentencias han encontrado su origen en supuestos de compraventa de viviendas, con ocasin de las cuales es sumamente frecuente que los promotores o constructores ofrezcan todo lo que se les pasa por la imaginacin, despreocupndose del resultado final de la obra. En este aspecto, fue pionera la STS de 1977, y desde entonces y hasta ahora, los supuestos litigiosos y las sentencias sobre el particular se han incrementado casi geomtricamente, sobre todo desde el momento en que en la demanda basta alegar el mandato normativo contenido en el art. 8 LCU.Otros supuestos contractuales sometidos a conocimiento de los TribunalesNo obstante, la aplicacin del art. 8 LCU tiene un mbito de aplicacin mucho ms vasto, pues en principio la integracin contractual de la publicidad se refiere a cualesquiera relaciones patrimoniales en las que estn interesados los consumidores.

07. Las condiciones generales de la contratacinLa crisis del esquema codificadoLa gnesis clsica del contrato, establecida en el CC, con enfoque reposada e individualizada, convive actualmente con una serie de supuestos contractuales que presentan una conformacin bastante distinta en el momento formativo del contrato, con ocasin del intercambio de bienes y servicios caracterstico de la sociedad contempornea, donde el trfico contractual es mucho ms en serie, mediante actos en masa, realizados en forma repetitiva y sucesiva.As la desindividualizacin sufrida por el contrato es paralela a la produccin en masa, que permite a los suministradores de bienes y servicios dictar sus propias condiciones contractuales, situando al consumidor, en el mejor de los casos, en una posicin sometida que se limita a contratar o dejar de contratar. Ante ello, los Ordenamientos jurdicos se han visto obligados a reaccionar, ya sea mediante la renovacin del CC, bien mediante la promulgacin de leyes especiales, bien regulando las condiciones generales de la contratacin, bien mediante la legislacin general de proteccin del consumidor, o bien a travs de ambas vas, como sucede en Espaa, desde la aprobacin de la Ley 7/1998 sobre Condiciones Generales de la Contratacin.Al tiempo, la legislacin administrativa ha impuesto una serie innumerable de controles y requisitos a determinados suministradores de bienes y servicios; conformando as una serie de supuestos contractuales que constituyen el envs de la formulacin de los Cdigos Civiles del siglo XIX.Como regla general, tales supuestos contractuales son enfocados por las disposiciones legislativas aludidas y la jurisprudencia, como casos en los que la posicin del contratante fuerte debe ser reconducida a sus justos trminos, mitigando su posicin dominante y velando por los intereses de los econmicamente dbiles.Las condiciones generales de la contratacin y los contratos de adhesinNocin de condiciones generalesDoctrinalmente, se ha dado a denominar condiciones generales de la contratacin a las clusulas, estipulaciones o contenido contractual seguido en los actos en masa por las grandes empresas y potentes suministradores de bienes y servicios. Mirado desde la perspectiva del consumidor o contratante, dado que la nica salida que tiene (si quiere contar con el servicio contratado) es asentir al contenido contractual predispuesto por la otra parte, adhirindose al mismo, se habla de contrato de adhesin.As, en la actualidad, condiciones generales de la contratacin y contratos de adhesin son sustancialmente dos caras de la misma manera.La eficacia obligatoria de los contratos de adhesinEl problema que plantean los contratos de adhesin no viene representado por su eficacia obligatoria, sino por la posibilidad de someter a las condiciones generales de la contratacin a una criba que permita reducir la supremaca econmica de quien las ha dispuesto unilateralmente. En efecto, desde el punto de vista puramente jurdico, la aceptacin del contrato de adhesin por el consumidor conlleva que ste, ha prestado su consentimiento al contrato, o al contenido medular del mismo.As, la cuestin a dilucidar es la de evitar abusos por parte del predisponente de las condiciones generales de la contratacin, permitiendo incluso que la obligatoriedad de aqul, no obste a la posible ineficacia de alguna clusula que contradigan los ms elementales principios de justicia contractual o de equivalencia de las prestaciones.Con ello se consigue, de una parte, establecer un cierto equilibrio entre las obligaciones a cargo del predisponente y del consumidor, al tiempo que se imposibilita que posibles reclamaciones de ste en relacin con determinadas clusulas contractuales lo excluyan de la posibilidad de contar con los bienes y servicios ofrecidos en masa.Las Condiciones Generales de la Contratacin en Derecho espaol bajo la regulacin del CCHasta tiempos bien recientes, no se contemplaba legalmente la materia en el Derecho espaol, y la cuestin quedaba reenviada a la doctrina jurisprudencial, que, en una lnea constante y reiterada, ha llegado por lo general a conclusiones similares a las legalmente previstas en otros Ordenamientos jurdicos, ello, con vistas a proteger a los ciudadanos frente a los poderes econmicos que preparan y redactan las condiciones generales de la contratacin.As la contemplacin jurisprudencial y doctrinal del tema y los precedentes de Derecho comparado han trado consigo, recientemente, la atencin del legislador patrio. Por otra parte, el Consejo de las Comunidades Europeas, ha aprobado la Directiva 93/13 sobre las Clusulas Abusivas en los Contratos Celebrados con Consumidores.La Ley de Contrato de SeguroEn la Ley 50/1980 de Contrato de Seguro se declaran nulas las clusulas que tengan carcter lesivo o sean perjudiciales para el asegurado, al tiempo que obliga a los aseguradores a modificar en las plizas vigentes las clusulas que hayan sido declarados nulas por el TS (art. 3).La Ley General para la Defensa de los Consumidores y UsuariosEn parecida lnea, el texto original de la Ley 26/1984 General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (LGDCU), contiene una regulacin bastante completa de las condiciones generales de la contratacin, en resumen:Nocin general de las condiciones generales de la contratacinLas condiciones generales son las declaradas previa y unilateralmente por una empresa o grupo de empresas cuya aplicacin no puede evitar el consumidor o usuario, siempre que quiera obtener el bien o servicio de que se trate. E impone para las condiciones generales de la contratacin utilizadas por empresas pblicas o concesionarias de servicios pblicos en rgimen de monopolio, la aprobacin y posterior vigilancia y control administrativa.Requisitos de orden formalTrata de lo que podramos denominar integracin de las condiciones generales de la contratacin en el documento contractual concrecin, claridad y sencillez en la redaccin, con posibilidad de comprensin directa, sin reenvos a textos o documentos que no se faciliten previa o simultneamente a la conclusin del contrato, y a los que, en todo caso, deber hacerse referencia expresa en el documento contractual (art. 10.1 LCU).Entrega de recibo, o documento acreditativo de la operacin, salvo renuncia del interesado (art. 10.1.n (LGDCU).Requisitos de orden material: la equidad contractualExige que las condiciones de la contratacin estn presididas por la buena fe y justo equilibrio de las contraprestaciones para, a continuacin, declarar prohibidas una serie de clusulas que considera que atentan contra la equidad, art. 10.1 LCU: Facultad de resolver discrecionalmente el contrato. Las clusulas abusivas, las que perjudiquen de manera desproporcionada o no equitativa al consumidor, o comporten en el contrato una posicin de desequilibrio entre los derechos y las obligaciones de las partes en perjuicio de los consumidores o usuarios. Las limitaciones absolutas de responsabilidad frente al consumidor o usuario. La inversin de la carga de la prueba en perjuicio del consumidor o usuario. La negativa expresa al cumplimiento de las obligaciones o prestaciones propias del productor o suministrador, con reenvo automtico a procedimientos administrativos o judiciales de reclamacin, conducta que merece la calificacin de dolosa, en cuanto manifiesta una resistencia consciente y deliberada de incumplimiento de las obligaciones que tiene asumidas. La imposicin de renuncias a los derechos del consumidor y usuario.La interpretacin contra stipulatoremLas dudas que plantee la interpretacin de las condiciones generales del contrato se resolvern en contra de quien las haya redactado, mandato que sustancialmente coincide, aunque reforzndolo, con lo dispuesto en el ya aludido art. 1.288 CC.La primaca de las clusulas particularesLa contratacin por impresos o formularios, no excluye la inclusin o el aadido de otras de carcter particular, redactadas para un caso concreto de contrato de adhesin. En tal caso, establece la ley que prevalecern las clusulas particulares sobre las condiciones generales, siempre que aqullas sean ms beneficiosas que stas.La sancin de nulidadLa LCU es reglamentista en algunos aspectos e imperativa. Por tanto, conforme a lo dispuesto en el art. 6.3 CC y en el art. 10.4 LCU: Sern nulas de pleno derecho las clusulas que contravengan los requisitos expuestos. Ser nulo o ineficaz el contrato que contravenga la equidad contractual.La directiva comunitaria 93/13/CEE de 5 de abril de 1993mbito de aplicacin de la directivaLa Directiva 93/13 tiene como finalidad fundamental la coordinacin y aproximacin de los Derechos Europeos sobre las clusulas abusivas en los contratos celebrados entre profesionales y consumidores. En su art. 2, la directiva define: Consumidor es toda persona fsica que, en los contratos regulados (por ella) acte con un propsito ajeno a su actividad profesional. Profesional es toda persona fsica o jurdica que, en las transacciones reguladas por la presente Directiva, acte dentro del marco de su actividad profesional, ya sea pblica o privada.Se trata de una disposicin que procura la defensa del consumidor en sentido estricto, y que pretende erradicar las clusulas abusivas en la contratacin que afecta a los consumidores.La caracterizacin de las clusulas abusivasEl art. 3 de la Directiva adopta como punto de partida que las denominadas clusulas abusivas deben reunir cumulativamente dos circunstancias, requisitos: Que no hayan sido objeto de negociacin individual, y Que originen un desequilibrio importante entre los derechos y obligaciones de las partes.Deben darse conjuntamente para que quepa hablar de clusula abusiva.La falta de negociacin individualLa Directiva pretende atajar la imposicin de un clausulado contractual predispuesto por la parte econmicamente fuerte.En efecto, su art. 3.2 establece que se considera una clusula que no se ha negociado individualmente cuando haya sido redactada previamente y el consumidor no haya podido influir sobre su contenido, en particular en el caso de los contratos de adhesin. As, si el contrato no ha sido negociado, sino que se trata de un contrato predispuesto, estaremos ante el primer requisito del carcter abusivo de la clusula en cuestin. La erradicacin de la predisposicin del contenido contractual es potenciada por la Directiva al: Fijar la carga de la prueba en perjuicio del suministrador de bienes y servicios. Prever que la posible configuracin bilateral de una clusula contractual no tiene por qu suponer que el resto del contrato ha sido objeto igualmente de negociacin entre el consumidor y el profesional.El desequilibrio de las prestacionesPor otra parte, el art. 3.1 de la Directiva establece que slo podrn calificarse como clusulas abusivas aquellas que causan en detrimento del consumidor un desequilibrio importante entre los derechos y obligaciones de las partes que se derivan del contrato.La concrecin de las clusulas abusivas y la nulidad parcial del contratoLa determinacin exacta de cundo estamos frente a una clusula abusiva, no es cuestin fcil como acredita la experiencia prctica. La Directiva contiene un extenso elenco de clusulas, enumeradas en un Anexo que, segn el artculo 3.3, consiste en una lista indicativa y no exhaustiva de clusulas que pueden ser declaradas abusivas.La reforma legislativa espaola: la Ley 7/1998La Ley 7/1998 de Condiciones Generales de Contratacin, se caracteriz por afrontar el reto de la incorporacin de la Directiva sobre clusulas abusivas mediante una ley especial sobre las condiciones generales de la contratacin, al tiempo que se llev a cabo ciertas modificaciones normativas de importancia en la LCU.Condiciones generales de la contratacin y clusulas abusivasLa LCGC da claras muestras de seguir la pauta de que las condiciones generales de la contratacin no deben considerarse, por principio y como regla, clusulas abusivas.Los aspectos fundamentales de la reformaLa nueva Ley 7/1998 ha introducido las reformas: La Disposicin Adicional 1 modifica ampliamente la LCU, dando nueva redaccin al art. 10, al que aade el art. 10 bis, sentando las bases de desarrollo del elenco que realiza la nueva disposicin adicional de la LCU de las clusulas contractuales que han de entenderse abusivas. Regula los aspectos requeridos por el anlisis de las condiciones generales, afecten o no a los consumidores, introduciendo un Registro de condiciones generales de la contratacin. Adems su art. 20, derogacin por la nueva LEC 1/2000, estableca que las sentencias de casacin podan vincular a los jueces inferiores, originando ello un debate sobre la imposibilidad del acceso al recurso de casacin.La lista de clusulas abusivasEl legislador opt por aadir a la LCU una disposicin adicional primera en la que como complemento de la regulacin general de la materia, se recoge una lista extensa de clusulas contractuales que han de considerarse abusivas.Destacando algunas ideas fundamentales, se ha de decir (art. 10 bis): Que la extraordinaria longitud del precepto ha llevado al legislador, con escaso xito, a intentar una clasificacin de las diversas clusulas abusivas consideradas. Y que en todo caso, se trata de una lista gris, como se deduce claramente del prrafo que encabeza el precepto.La nocin general de clusulas abusivasEl precepto en el que se establecen las pautas generales sobre las clusulas abusivas, se encuentra en el primer prrafo del art. 10 bis LCU, conforme a la redaccin de la Ley 7/1998, del cual se desprende. La clusula abusiva requiere la predisposicin y la falta de negociacin individual, as como la falta de equidad contractual. En efecto, dicho equilibrio en el contenido contractual al que alude el precepto, por el hecho de haber predispuesto unilateralmente el profesional su contenido, tiene por objeto abusar de su posicin de supremaca econmica y de su capacidad de iniciativa contractual, para as aligerar sus obligaciones e incrementar sus prerrogativas, mientras que el consumidor es colocado precisamente en la perspectiva contraria.Por tanto, cualquiera de las clusulas relacionadas en la nueva Disposicin adicional LCU es, sin duda, abusiva, por as declararlo el legislador, pero lo es igualmente cualquier otra que, sin haber sido objeto de negociacin individual, implique, en caso de llegar a ser aplicada, un desequilibrio en las contraprestaciones de las partes contratantes.La nulidad parcial del contratoEn caso de existencia de clusulas abusivas procede tenerlas por no puestas, manteniendo la eficacia general del contrato celebrado, conclusin que sigue la doctrina jurisprudencial espaola, que siempre ha mantenido que la parte vlida del contrato no debe verse viciada por la abusiva o nula. Y en tal sentido, se pronuncia con toda claridad el art. 10 bis LCU conforme a su nueva redaccin.Condiciones generales y clusulas abusivas en el texto refundidoLas modificaciones introducidas en la Ley de mejora (Ley 44/2006, de Mejora de la Proteccin de los Consumidores y Usuarios), dirigidas a distinguir entre acciones colectivas y acciones individuales, han sido objeto de refundicin en el Ttulo II del Libro II de la RDL TLRCU:Art. 85. Clusulas abusivas por vincular el contrato a la voluntad del empresario.Las clusulas que vinculen cualquier aspecto del contrato a la voluntad del empresario sern abusivas y, en todo caso, las siguientes:1. Las clusulas que reserven al empresario que contrata con el consumidor y usuario un plazo excesivamente largo o insuficientemente determinado para aceptar o rechazar una oferta contractual o satisfacer la prestacin debida.2. Las clusulas que prevean la prrroga automtica de un contrato de duracin determinada si el consumidor y usuario no se manifiesta en contra, fijando una fecha lmite que no permita de manera efectiva al consumidor y usuario manifestar su voluntad de no prorrogarlo.3. Las clusulas que reserven a favor del empresario facultades de interpretacin o modificacin unilateral del contrato, salvo, en este ltimo caso, que concurran motivos vlidos especificados en el contrato. En los contratos referidos a servicios financieros lo establecido en el prrafo anterior se entender sin perjuicio de las clusulas por las que el empresario se reserve la facultad de modificar sin previo aviso el tipo de inters adeudado por el consumidor o al consumidor, as como el importe de otros gastos relacionados con los servicios financieros, cuando aqullos se encuentren adaptados a un ndice, siempre que se trate de ndices legales y se describa el modo de variacin del tipo, o en otros casos de razn vlida, a condicin de que el empresario est obligado a informar de ello en el ms breve plazo a los otros contratantes y stos puedan resolver inmediatamente el contrato sin penalizacin alguna. Igualmente podrn modificarse unilateralmente las condiciones de un contrato de servicios financieros de duracin indeterminada por los motivos vlidos expresados en l, siempre que el empresario est obligado a informar al consumidor y usuario con antelacin razonable y ste tenga la facultad de resolver el contrato, o, en su caso, rescindir unilateralmente, sin previo aviso en el supuesto de razn vlida, a condicin de que el empresario informe de ello inmediatamente a los dems contratantes.4. Las clusulas que autoricen al empresario a resolver anticipadamente un contrato de duracin determinada, si al consumidor y usuario no se le reconoce la misma facultad, o las que le faculten a resolver los contratos de d