Samojedny - Psicologia y Dialectica Del Represor y El Reprimido (1986)

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Excelente libro recopilado por Carlos Samojedny donde se desnuda el régimen represivo del terrorismo de estado en la cárcel de Rawson.Este plan nacional de destrucción de presos políticos fue aplicado en cada cárcel del país. Esta es la experiencia de los compañeros presos en Rawson. Es también la historia de su resistencia.Carlos Samojedny, después de sufrir durante largos años el régimen de destrucción descripto en este libro, fue desaparecido por los militares genocidas cuando fue detenido en el ataque a La Tablada. La publicación de su libro es una contribución al homenaje que se merece por su trayectoria de lucha y con la acción que termino con su desaparición en manos de los genocidas. Estos represores también beneficiaron de la impunidad que reina en nuestro país.El libro fue subido en un archivo único a partir de los capítulos, que en forma separada, figuran en la página original.

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CARLOS 1. SAMO}EDNY(redaccin, coordinaciny compilacin)

PSICOLOGIA y DIALECTICA DEL REPRESOR Y EL REPRIMIDO(Experiencias de la unidad carcelaria 6 - Rawson)

Roblanco S.R.L. Bs. As. 1986

INDICECoordinacin, Compilacin y Redaccin: Carlos J. Samojedny Prlogo Presentacin Prefacio Introduccin PRIMERA Captulo I: La crcel, Carlos J. Samojedny . Captulo II: M etlios utilizados en la crcel de Rawson para el "lavado de cerebro", Carlos]. Samojedny . Captulo III: Los tiempos bblicos, Carlos J. Samojed1vj', Arturo vanco Captulo IV: Vi. P AR'I'E . . . .

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1925

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Lbs autores cuyos nombres figuran en. el. ndice cons~rV'an. sus derechos de autor sobre los captulos por ellos escritos.

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Que reine el orden, Carlos J. Samojedny, Arturo Vivanco Captulo V: E 1 "bueno" 'V el "malo" (Por qu no premio y castigo?), Carlos T. S'amojedny, Arturo Vivanco . Capitulo VI: Se 'volvern locos, suicidas, traidores ... , Carlos Sarriojedny (Psiclogo), Rubn Pancaldo (Mdico Psiquiatra) Captulo VII:

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ROBLANCO S.R.L. Avda. Pueyrredn 1('80 Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723.

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Por qu fracasaron?, Carlos J Samojedny, Arturo Vivaneo. Alejandro Ferreyra, Juan Carlos Durdos, Eduardo Samojednv . 325 Cantulo VIII: Todo el pas afuera una gran crcel, Carlos J. Samo: iednv . 361 Palabras Finales: Presos polticos de Rawson . 464

Se termin de mnrmir en el mes de diciembre del ao 1986 en impresoras de la Editorial.

SEGUNDA -

PARTE 469

Psicologa de la dialctica del represor y el reprimido, Carlos J. Samojedny

DEDICAMOS ESTE TRABAJO A: Comisin de Familiares de Detenidos y Desap~recidos por Razones Polticas Ma(l'~esde Plaza de Mayo Abuelas de Plaza de Mayo

POR Su mESaN EN LA LUCHA POR LA VIDA, LA LIBERTAD Y LA JUSrr'CIA A todos los compaeros que dieron sus vidas en la lucha por la liberacin de nuestro pueblo desbrozando el camino que nos conducir a nuestro ideal

CON ESPECIAL RECONOCIMIENTO

A:

Cintia, por todo lo que ella puso de s para que este trabajo

pudiera cristalizar

Enriq~rGaineo; por su aliento y su trabajo en la correccin. de estiloAdriana, que ella tambin puso su granito de ar~na

. Ral R. C., que posibilit que este libro saliera a la luz Todos, los compaeros que entre julio y octubre del '83 compartieron conmigo el pabelln 1 de Rawson,

PARTICIPARON -

EN ESTE TRABAJO

Coordinacin, compilacin y redaccin Carlos J. Samojedny Prlogo Carlos J. Samojedny, Alejandro Ferreyra, Arturo Vivanco Introduccin Carlos J. Samojedny

Con fe ver~adera, que es la que se basa en el amar ("El que conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios", San Juan). O con el mundo de los carceleros y torturadores, de los violadores y asesinos, con el mundo que blasfemamente llamaron "Occidental y Cristiano" los Videla, los Massera y los Galtieri la gran mayorf de los oficiales de nuestras FF.AA. y la mayor parte de los Obispos y Capellanes de nuestra Iglesia Catlica tan dolorosamente prostituida! r

Con el mundo de la libertad verdadera donde cada hombre es tan digno de res~eto como ei mismo Dios, su Padre, o con el mundo de la esclaoitud donde unos pocos tienen derecho a todo hasta sobre el pensamiento y la vida de los dems? ' .Yo elijo el mundo de Carlos, y como Carlos, por l quiero dar la vida. " Quiz, hermano, estas pginas te ayudarn a ser de los que eltJan el mundo que "entre todos" podemos y debemos construir.i Gracias, Carlos, a '[las y a todos los presos heroicos de estos alias tan' terribles!

A MANERA

DE PRESENTACION

A la realidad, por adversa y dolorosa que sea, no se la niega, se la transforma .

Fray Antonio Puigjan

. 1. - Mi nombre es Carlos Jos Samojedny y obtuve la licenciatura en Psicologa en la Universidad Nacional de Crdoba '':-U.N.C.en Febrero de 1970. En lo que se refiere a la actividad profesional trabaj en Psicologa Clnica como agregado a la Ctedra de Psiquiatra de la Facultad de Medicina de la U.C.N., en el Hospital Neuropsiquitrico Provincial y tambin ejerc en clnicas y consultorios privados. En el aspecto docente trabaj como coordinador en las Ctedras de Psicologa Evolutiva I y en Psicologa Evolutiva H, en la carrera de Psicologa de la U.N.C. Tambin particip como Psiclogo, junto a otras especialistas, en el Instituto de Sociologa e investigaciones interdisciplinarias, una entidad privada de estudios cientficos que funcionaba en Crdoba. En el mbito de la vida gremial, por la defensa de nuestros intereses profesionales trabaj en la creacin de la Asociacin Pro-Colegio de Psiclogos de Crdoba siendo presidente de la misma, junto a colegas de A.P.B.A. (Asociacin de Psicologa de Buenos Aires), de la Asociacin de Psiclogos de La Plata, de San Luis, de Mendoza, del Colegio de Psiclogos de Rosario y del Colegio de Psiclogos de Tucumn, entre otros, dimos los .primeros pasos para impulsar en aquellos comienzos de los aos

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setenta, la Confederacin de Psic610gos de la Repblica Argentina (C.O.P.R.A.). " .' .' .' En el orden poltico, interesado por las cuestiones que atailen a la problemtica de nuestra liberacin particip de grupos de estudio. de l~ realidad N a;ional y las. Ciencia~ Sociales, luego en la Universidad me sume a la militancia estudianti] aportando entre 1966 y 1969 a la reconstruccin de los organismos estudiantiles reivindicativos (coordinadoras), sustitutos naturales de los Centros Estudiantiles y Federacin que haban sido reprimidos por la dictadura militar de Ongana.

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. De algn modo mi partic~pa:in en la actividad gremial proIesional desde 1970 es la continuidad natural de mi anterior militancia estudiantil. Es as que, simultneamente, en el contexto de las circunstancias histricas, sociales y polticas que comienzan a signar desde un inicio la dcada del setenta, con la prctica poltica de un vast? sector ~opular abarcados de gran parte de la juventud de ese penado, fenomeno emergente que afectar todos los mbitos de la vida Nacional y que en Crdoba se inicia con la resistencia estudiantil y popular a la represin y al autoritarismo de la dictad~ra de Ongana el 28 de junio de 1966, y que una vez cerrados ,los .~anale~ democrt!c?s de expresin nos marca a toda una generacion ; dichas condiciones entonces me llevan a profundizar mi compromiso poltico con una militancia -la de los aos setentaq?e, c.~nforme a la >:isinde entonces, se propone avanzar en la direccin de los cambios profundos y transformaciones estructura. les que el pas requiere para conquistar as la felicidad, anhelo de nuestro pueblo. ....... uestra. generacin entenda que los cambios emprendidos enN t?llCeS perrmtrian lograr dichos objetivos de Liberacin Nacional 'y'Social ~a que los dems estaban vedados a una genuina, e' incluso a cualqUIer forma de participacin democrtica. La historia de la d~Cda' del ':0 es bien conocida, por lo que no ahondar al respecto. Ste? cambio creo oportuno asumir pblicamente una vez ms la pertinente autocrtica pblica que, conciente y responsablemente re;onoc, " l11undial 7 esta amos '1' ' olitica afuera, de algunos com~'interesaba" sobre lo militancia P

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~,a.'\~~~'actitud de colaborar era harto m~nifiest~, p~rodeel de~~~rioJ~ "'iT' , 1 o tema conCIenCIa ge su personahdad era ta qu~ un rechazo visceral por parte de c()mportamient~ desleal ~espertEn medio de la represin de los t()Q~s los demas cOJ:np~nero~~ render la traicin, Sin embarg~ la c;astlgos resultaba dflcl! cap [rnpidi que se 10 agrediera . ., liti de los campa eros I " ,c;omprenclon po I ~ca Se form un grupo que 10 acogi y trato y aislara de! conjuntO. d a la vez neutralizarlo corno de ayudarlo, de fortalecerlo, procuran o d'gnidad todo esto , d 1 que recuperara su I , delator y alentan o o para. , . dejarle entrever que sabamos por cierto, con tacto y sutil eza, sm que era un col:borador.. ron con l ese grupo, a cada rato Los campaneros que ntegra al diablo por los desplantes Y el deban contenerse de n:andarlo taba e injuriaba a los compadesparpajo con 9ue esrab~, ~re~:luso otros colaboradores como eros del pabello~ de da c~rce,; . ll haba con ellos una eompel a quien conOCla lo erugra a, a tencia muy sucia.. . r t que haba sido sido, el penal, la De un honesto grerma IS a " t Por la maana h b' ertido en un pSlcopa a, ' , dictadura, 1o a la conv it do ansioso se la pasaba girando luego de leva~tarse, t;Iuy deXI a ~ ido respiraba con las aletas por e! pabellon, c~mman o ~~y P bufando Andaba as hasta de la nariz muy dilatadas ag~~~:d~~s~nfermero' y le administraba que a eso de las 8 horas, v" tenacas") de las que haba desapsicofrmacos (las fam~sas . p~ la media hora o cuarenta y cinco rrollado una gran ~e.pen enca. di di y a las ocho de la noche minutos se tranq~lh~ba, Al ~e ell~o~do tena una gran depresin, le repetan las dOSIS, r~ que e ilt f humana Es posible que le deba sentirse un infel~z, na rr ates combinados con tranquisuministraran sobredOSIS e e~~m~ an. de noche le daban hiplizantes. Adems como no po ra orrrnr , '

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ntics, En una oportunidad le confes ... . . ~ no fuera que tena a su mad o a un companero que si de matar a algn corn aer re que e~taba ,e~perndolo era capaz dicho, si bien l saba Pque ~r~n dfspue~ ,sUIcidarse. Porque haba la destruccin de su hogar de os ~~htares los responsable de tenan los "subversivos". y su \ 1 a en el fondo la culpa la No estuvo mucho tiempo con nos pa.belln a los tres meses' . otros, lo trasladaron a otro .. .f'... mas o menos Ant d con iarle a un compaero qu d l' es e esto, alcanz a ~~I pas, porque l pensaba ~u~u~~s ~e~dieran la libe.r~ad Se ira querrn por ser un colabo d E s presos politices no lo las esperanzas el com ae;~ o;. h' n efta, cI,rcunstancia no perdi de transmitirle apoyo Pde t'. Ilzol u n ltimo esfuerzo tratando l ' es imu ar e a ca f . t . n lanza en el conjunto de los presos polticos Ant transformacin queriend e es o reaccionaba con una curiosa '. ' o aparecer como u Iid b ctonarro, como un resu " . , n I er o rero revoluPero sto duraba poco, r~~m~;~~~tr~~teono~ d,e ideal origina:io. y le daba como una deses er '. . e ;sm a a en ese sentido solicitu.des o pedidos de Pd' aCI?n, Ise poma a escribir febrilmente .. au iencia a direct l' f interna hasta que lo venan b " or, a je e de seguridad entraba en esos estados su d uscar. ~ar~ pasar los datos". Cuando la funcin policial con os cela~eqUlhbr~o lo llevaba a competir en llegaron a odiarlo, ores, aSI que estos, por ese motivo,

fr~

Se le adverta como una veleidad f n ' . ora a querer ser o aoarecer como a taSlOsa .que lo Impulsaba un importante "agente del .un,/?:r~n revolucionario, ora como era sencillamente un queb~emlgo e ara todos los compaeros hombre al que la dictadura ~' y , errotado por el rgimen un dignidad, errorista le haba desintegrado la

Comentario Hablar de los colaboradores ' 5 larg-os aos de lo qu h n~ resulta sencillo, Han pasado delacin conservamos m: e ,conta o. Pe~o I?s que sufrimos la paso del tiempo logra bo~rav~vaf!\ experteneia y ni siquiera el de la historia y en cualquier r o, da~ mI ente. En t~das las pocas socie a , os yugas reciben el rechazo W6 '

el repudi y el desprecio de quienes, 16 rodean. Estos .sentimieritos hacia 16s delatores, en las crceles se agigantaba. Sucede que al encontrarnos todos en manos del mismo enemigo, cuando alguien de los nuestros cede, se quiebra, y elige el camino de la traicin, como salida individual, y pasa a colaborar con los que nos torturan durante aos, en cada uno de nosotros la razn se enfrenta como a un abismo y el corazn sufre abruptamente la transformacin desgarradora de un sentimiento de cario fraternal hacia el que fuera un compaero ms y por otro de odio y repugnancia hacia el convertido en colaborador. El sentimiento de ser entregado por un compaero es mucho ms doloroso que las torturas del enemigo, y constituye una forma de tortura moral que el enemigo sabe usar muy bien, "10 primero que aprende todo preso poltico, es que sus carceleros y verdugos tienen por misin exclusiva quebrar su moral, para ello recurrirn a todos los medios, a todas las tcnicas de represin, tortura y destruccin personal. Por eso decimos que en las crceles, y en cualquier situacin en que uno se encuentra en manos de la represin de las dictaduras contra las cuales se lucha, en 10 esencial existen slo dos posibilidades, ms all de 10 que cada uno piense: o se est de este lado o se est del otro lado; cabe preguntarse no puede haber indiferentes, no puede haber trmino medio sin duda de un lado ni de otro, si en los hechos esto es posible y han ocurrido casos. as. Pero nuestra experiencia nos ensea que en la crcel la indiferencia ser rpidamente detectada por el enemigo. Las ansias sobre el indiferente 10 acosarn, le sugerirn, le permitirn, 10 amenazarn, 10 presionarn, obligarn y 10 torturarn ms para que colabore. El indiferente que es objeto de todo esto en un momento har una crisis, o rechaza al enemigo y se apoya en el conjunto de los presos polticos o terminar pesndose para el otro lado. Los presos polticos hemos simplificado esto diciendo que, en ltima instancia, "o se est de este lado de la reja o se est del otro lado de la: rej a". Aqu cabe mencionar un aspecto fundamental de nuestra poltica en la crcel en tanto militantes populares presos. Coneientes del objetivo de los carceleros del rgimen, de la dictadura, del Terrorismo de Estado aplicado a los presos polticos, siempre nos hemos dado una lnea poltica, una conducta de conjunto, para

ay~g\r, Y fortal~qer, aquellos compaeros u ' p,ortIn mal momento 9 que han sido en q e estan. atravesando ggrmentos, lo que 10 descontrolaba an ms, mencion que a una persona que haca eso slo le quedaba matarse. Solo por momentos haba chispas de lucidez ya que la locura le dominaba. . . A la noche, y es la ltima imagen que tengo de l, pero tan nitida q~e me. parece qu~ 10 estuviera ~iendo ahora (luego de cuatro anos mientras escribo) y que releja que estaba absorbido por otra cosa en el momento que nos encierran a cada uno en su celda hasta la otra maana al formar con un pauelo blanco colgando de la mano, tpica formacin para salir al recreo. La formac.in en este rgimen e;a muy estricta y cualquier f~lta daba mO~lvos de abultadas sanciones: La formacin para el cierre era el pie de la celda, todos a la misma altura precisamente estip~lada por la "no;;ma" que la locura del celador ("forma de trabajo 10 llamaban) se le antojaban, las manos atrs en abs~~uto sile~cio, con la vista mirando el piso y algunos peda; que pusieramos cara de guerra". Si 10 vean al "Chamigo" con el pauelo colgando iba a los calabozos seguro, entonces empec a llamarlo y a chistarle todo 10 fuerte que poda pero estaba en otra y demor en llevarme el apunte. Me encerraban a mi en la ronda cuando alcanc a verlo que se agarraba la cabeza como expresin de sorpresa, meta rpido y con movimientos torpes que 10 delataban, el pauelo en el bolsillo y ojeaba para ver si lo haban cachado. A la maana me despierta una puerta que se abre, se cierra y unos pasos que es alejan, la cadena 'de la puerta del pabelln que suena, La otra puerta que da al patio y la sucesin de puertas que van hacia adelante donde estn las oficinas de la superioridad y dems dependencias administrativas. Con el encierro y el ais1a-

miento uno haba aprendido a distinguir todos los ruidos y tambien el de las puertas. De esa forma cuando sala alguien uno saba si se quedaba en el pabelln, si iba a la enfermera, si iba a requisa, a los calabozos o adelante. A la noche no haba mayoresmovimientas. Casi todo se reduca a los recuentos celda por celda cada dos horas y punto. Me alarm, la cabeza empez a funcionar, qu haba pasado? quin haba sido? y la primera respuesta fue lo sacaron para interrogar. Ya no me pude dormir. m~na todas las antenas paradas. Al rato, gente que entra, se prende la luz, abren una puerta, est unos minutos abierta, se siente un cuchicheo que aunque aguzaba todo el odo no logr decifrar. Me imaginaba variantes de 10 que suceda: 10 acaban de traer del interrogatorio Y charla con el que lo trajo; 10 estn interrogando aqu; mientras charlan esperan que se vista para llevrselo de vuelta. .. la puerta se cierra y pasos nue se alejan y hacen el mismo recorrido que el anterior. Para ese entonces ya haba varios pares de ojos u odos siguiendo las alternativas acostados y desde la total oscuridad de sus celdas. Yo me puse ms tenso, estaba claro que algo delicado estaba pasando y no se me ocurra otra cosa que no fuese un interrogatorio. Al rato otra vez los pasos, ya no me aguanto y me trepo a un ventilete y busco y busco hasta encontrar una ranurita muy , pequea, en ese instante prendan la luz, el inspector D., abra la puerta y a su lado estaba el Subdirector B., desde el pie de la celda miraron unos minutos hacia dentro, no escuchaba que hablaran. Ahora pienso que estaran regocijndose de la "victoria", B., en particular era extremadamente sdico, fue el que llev adelante y puls todos los mtodos sutiles aplicados aqu. En junio de 1977 vino como jefe de seguri'dad. En el '79 ascendi a Subdirector y en el '81 a Director hasta el '82. Tiene responsabilidad directa en todo 10 ocurrido, aplicando todo con iniciativa Y crueldad. De pronto me agarr el da. vino la hora de apertura de puerta, abrieron arriba y nosotros quedamos encerrados. Nadie entraba al pabelln. Era un anormalidad ms, un enigma que no alcanzbamos a descifrar, no habamos tenido an ninguna experiencia de este tipo, estbamos muy acostumbrados a la rutina, al cumplimiento estricto de los horarios y la mnima anomala era motivo de "alarma". Esta 293.

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,yeJf~ le ag-r~gab~lambient~ que todos intua1110s que aIgo haba pas,a;do, .'... . ' '.' 0Jnx>a las 8,30 se sinti que entraba gente al pabelln, abrier()p.lma)pu~r.ta, hablaban entre ellos, abrieron otra y hablaron con .11n compaero, se escuchaba slo murmullo y c01110ya estbamos todos prendidos al ventilete queriendo resolver. el enigma. De golpe ~bre~ la ma, un grupo grande de S.P.F. el ms visible B. se ~para 'en la puerta y entran el Juez, el fiscal, abogado defensor 'Y preguntan cmo estoy, si hay algn problema, si escuch ~l~o. A. qu se deben las preguntas -les digo-, no me responden 'Y contesto formalmente. ,,.,. "Un minuto cuanto. mucho habr demorado esta escena con B. mirando y haciendo de guardaespaldas. Como lo pudimos corn.probardespus, no estaban muy interesados en profundizar. Como a mi, hablaron con tres compaeros ms y se retiraron. Luego vino gente de R. y servicio mdico, aun continubamos encerrados. Estuvieron haciendo ruido y trabajando unos diez minutos a posteriori se qued un grupo 'fregando con fuerzas y echando agua. Ya no me quedaba casi dudas de 10 sucedido y me sent con bronca. en la cama. Hubiera preferido que se confirmara miespeculacn sobre los interrogatorios. A esto y puteando me deca, una semana ms de tiempo y les ganbamos. Andaba con todas estas cavilaciones por momentos sentado, y por momentos haciendo los tres pasos del largo de la celda, cuando me abren y me dicen que me prepare que vaya salir. Me llevan a la sala de situacin (una oficina comn) haba Un escribiente delS.P.F. muy dormido, y un ambiente impregnado de orina de gato. Me hace sentar y me empieza a preguntar ms o menos 10 mismo del juez, que segn l lo haca a pedido de l, y lo imit muy bien, porque 10 hizo iznal o meio- de formal. Cuando termin le pregunt qu pas, "se sucidi". Era el "Chamigo" y me acord de su compaera. rubia, que estaba all en Devoto y de su hijita que no conoci y junto con la impotencia senta que la sangre me herva. Me trajeron al pabelln, llegu justo cuando comenzaban a abrir las puertas. iban saliendo cada lino de la suva y en la mirada

me

uno descubra el signo de interrogacin; tuve que confirmar a .todos lo que ellos intuan; . El ambiente se puso lgubre y tenso, apoyado en la reja el oficial observaba y estudiaba nuestras reacciones. Como parte de su sadismo, tena la costumbre de provocar o generar situaciones de tensin y quedarse en la reja mirndonos con detenida atencin como estudiando nuestro comportamiento a la vez que pareca que disfrutaba, o se haca tambin para estimular al personal para que vaya al "choque". N o le tenan respeto ni a los muertos, el mismo da comenz su humor negro: "Te va a pasar lo mismo del Chamigo ... ", o cuando salamos al recreo gritaban "van todos menos uno .. ;", o la requisa pasaba por la celda 25 (su celda) y le pegaban un puntazo a su puerta (la celda estaba vaca) y gritaban: " N ombrel" (!pica sea de identificacin) con un coro de risas que 10 festejaban y uno que le deca "no te va a contestar" y hasta se ,intent camb.i~r a algunos compaeros a esa celda con el solo objeto de martirizarlo. sin que se 10 hayamos permitido. Estos eran los que aqui tenan la tarea de "defender nuestro estilo de vida" y el "mundo occidental y cristiano" como solan llenarse la boca y que traducido a la jerga de ellos, 10 haban sintetizado cristalinamente al OFS, un da entr bravuconamente y a los g-ritos al pabelln diciendo "los estamos volviendo locos, ahora los vamos a volver putos", 1-8-83. , Cuando un compaero mostraba sintornas evidentes de alteraciones mentales como consecuencia del rgimen, al coniunto de Jos prisioneros polticos se nos presentaba una contradiccin: nuestro apovo v solidaridad -indu~o atencin especializadadeha ser enc~1bierta y 'de posibilidades muv limitadas, por otro lad.o, rebasaba nuestro marg-en de accin, recurrir al penal resultaba rlPS:;OSO por los obietivo que perseguan por cuenta de la dictadura. En ese ca~o hubo la necesidad imperiosa de hacerlo en un momento dado previa informacin a los familiares del compaero. Testimonio N? 38: Otro triunfo del rgimen, pero .. : Salvado! ruando lo conoc en el 80 estaba muy preocupado porque en Sch I haban dicho los mdicos que tena T.B.C. sin embargo

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.no pa~eca tener esta enfermedad porque fsicament 1 ' muy bien y fue,rte. De todos modos haba un e ,e se d vela no to t '1 omun acuer o de -. mar ma e con e J para prevenir un asible . laa:tenci?n su actitud distante y reconc~ntrada cont~~o, L1~maba y eraCev?dente 5ue le costaba relacionarse. Nos ~;~r:n a casi solo as un ano despus en 1981 no '. ' pabell..n., Al poco tiempo se cambia sd~o~e~~aJuntos en el mismo campanero con quien se llevaba bien N para estar con un en el hasta que un da loui . o notamos nada muy raro lo encontramos sentado ~~alu::: nos. lla~a para que lo veamos, mirada perdida y un gesto d ' a, miran o. ~n punto fijo con la N .. . e gran preocupacion '. os dIJO Por qu todos me miran? ,p', , VIVIrtranquilo? Me miran' . or que no me dejan eso!". a nu para controlarme, i Ya acordaron En esos das hablamos todos 1 ~ acordamos en hablar con l d OSIcampaneros del pabelln y E ' y ayu ar o en todo lo posible ' n cuanto a el se acentu su t ', ' a caminar solo mirando el' re ra~clOn, en el recreo comenz con nadie, si n'os acerca'bamoPlso, penshatIbvo, no quera conversar y P s nos ec a a oco a poco las manifestaciones qu se fueron acentuando D ' e a principio eran aisladas , ' eCla que su espos . bi , detemda en Villa Devoto-- h bi t .. ad--