CAMINEM JUNTS 1

N.º 79 • NOVIEMBRE/DICIEMBRE 2006 PARROQUIA SANTA MARÍA. XÀTIVA

Nadal

CAMINEM JUNTS 2

S U M A R I OPág. 3El AbadPág. 4Panorama parroquialPág. 9NadalPág. 17Catequesis del PapaPág. 21Catequesis del ArzobispoPág. 26Algunos feligreses escriben sobre la NavidadPág. 29Consagración iglesia de sant Francesc15 de noviembre de 2006Pág. 36Instituto de Ciencias ReligiosasPág. 38El convento de San Francisco de Játiva“Notas históricas de las seráfi cas provincias de Valencia”.Pág. 44Cáritas La SeuPág. 48Restauración de la Colegiata Santa María de XàtivaPág. 59Nuevo libro del Abad

C A M I N E M J U N T SE D I T A

Consejo Parroquialde Pastoral de la Seu

Calixto III, 6- 46800 Xàtiva

Portada: Un niño de Belén señala el lugar

del nacimiento de Jesús (Portada de la revista Tierra Santa).

Contraportada: Iglesia de sant Francesc.

FOTOS:Levante-EMV, Archivo Colegial,

A. Climent. Rafa Gil, Antonio Tomás.

Vida Parroquial

I M P R I M EMATÉU impresores, s.l.- XÀTIVAE J E M P L A R E S

2.000D E P Ó S I T O L E G A LV - 3 0 7 2 - 1 9 9 2

HORARIOS PARA LAS CELEBRACIONES NAVIDEÑAS• Domingo 24 de diciembre (IV Domingo de Adviento): Horario nor-

mal de domingo. A las 12 noche, Misa solemne de Noche Buena.

• Día de Navidad: Horario de Domingo

• Día 26 y 27: Sólo se celebrará la Misa de la mañana a las 10.

• Domingo 31: Fiesta de la Sagrada Familia. Horario normal de do-mingo. La Misa de la Familia será a las 13 h.

• 1 de enero: Solemnidad de Santa María Madre de Dios: Horario de domingo.

• Sábado 6: Epifanía del Señor. Horario de domingo

• Domingo 7: Fiesta del Bautismo del Señor: Horario normal de do-mingo.

CELEBRACIONES HABITUALES EN LA IGLESIA DE SANT FRANCESCMisas

Laborables: mañana, a las 10 h. Misa Conventual.Tarde: Lunes a viernes, a las 19 h.Sábados y víspera de fi esta, a las 19.30 h.Domingos y festivos: mañana: 10.30 h. Conventual. A las 13 h. en valenciano. Tarde: a las 19.30 h.

Ofi cio DivinoLaudes: laborables, a las 9.50 h. Domingos y festivos, a las 10.05 h.Vísperas: Domingos y festivos, a las 19 h.

Adoración EucarísticaLunes a viernes, a las 18.30 h.

Rezo del Santo RosarioTodos los días excepto jueves, domingos y festivos, a las 18.30 h.

ConfesionesTodos los días de 10.30 a 11 h. y 18.30 a 19 h.

Celebración bautismalPrimer domingo, a las 12 h, y tercero, a las 17.30 h.

Ofi cinas parroquialesMartes y miércoles de 20 a 21 h.

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EL ABAD

Estos niños pertenecen al Orfanato de Belén. Son niños abandonados, sin padres, ni familia, ni casa. Las Hermanas de la Caridad los acogen, los crían y los educan hasta los cinco años.

Desde el Orfanato de Belén nos llega esta felicitación.

¡Feliz Navidad! ¡Bon Nadal!

¡Un Niño nos ha nacido,

un Hijo se nos ha dado!

Ha aparecido la Gracia de Dios que nos trae la salvación.

CAMINEM JUNTS 4

Panorama parroquialPrimer trimestre

Nuevo curso 2006-2007PROGRAMA PASTORAL

LA SEU

Objetivos principales:

• Recuperar el coraje de la fe

• Adquirir una formación sólida

• Vivir íntimamente unidos a Cristo

• Ser Iglesia y hacer Iglesia

Jóvenes de Confi rmación

Panorama parroquial

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FRIGORIFICOSANTENAS INDIVIDUALES

COLECTIVAS YPARABOLICAS

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INSTITUTO DE CIENCIAS RELIGIOSAS ARZOBISPADO DE VALENCIA. SEDE EN XÀTIVASEGUNDO CURSO

En octubre Iniciamos el segundo curso del Instituto de Ciencias Religiosas del Arzobispado de Valencia con sede en Xàtiva.

No cabe duda y la experiencia lo confi rma que es una buena ocasión para la formación teológico-bíblica y moral, para los seglares católicos. Contamos con sesenta alumnos.

Este año tratamos los temas:• La verdad de la Religión• Cristología• Eclesiología• Sacramentos.

CONGRESO DE VIDA PARROQUIALEn la fi esta de san Jacinto Castañeda inaugurábamos el Congreso de Vida Parroquial. Lleva-

mos ya cerca de dos meses. Interés e ilusión no falta. Cerca de cien son los congresistas que participan en estos trabajos. Y estamos convencidos que hará un inmenso bien a todos.

De noviembre de 2006 a mayo de 2007.

Para un tiempo difícil: Congreso de Vida ParroquialSi sientes inquietudes cris-

tianas, si quieres comprome-terte con tu fe, si amas a la Iglesia, si quieres dar testi-monio de Cristo…

Entonces, lo tienes claro: participa en este Congreso de la Seu de Xàtiva.

¡Atrévete a ser cristiano! Ese es el lema que guía el Congreso.

¡Atrévete a ser cristiano!

A los pies de la Mare de Déu de la Seu y sobre el Sepulcro de nuestros Mártires hemos depositado los trabajos del Con-greso que serán de renovación parroquial.

Durante la celebración del Congreso se organizarán diversos actos culturales aprovechando la exposición de la Luz de las Imágenes que tenemos la dicha de albergar en Xàtiva a partir del mes de marzo de 2007.

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Colaboración de una familia

Venid, adorad al Niño Dios.

Panorama parroquial

ADVIENTO

Cuatro domingos de esperanza, de oración y de espera. Del 3 al

24 de diciembre

NAVIDAD. 25 DE DICIEMBRE

No perdamos de vista que Jesús es la Navidad, la verdadera, la que

vale la pena vivir. Él debe estar en el centro de nuestra Navidad.

Calendario litúrgico de Navidad

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SAN ESTEBAN. 26 DE DICIEMBRE

Es el primer Mártir de la Iglesia de Cristo. El primero en probar el amor

de Cristo Jesús dando supremo testimonio. ¡Cuántos le han seguido!

SAN JUAN EVANGELISTA. 27 DE DICIEMBRE

Es el discípulo amado de Jesús, testigo de momentos privilegiado.

Es el Águila que vuela y propaga que Dios es Amor.

SANTOS NIÑOS INOCENTES. 28 DE DICIEMBRE

Estos sin tener uso de razón dieron la vida por Jesús. Los primeros

inocentes que son asesinados.

SAGRADA FAMILIA. 31 DE DICIEMBRE

La Familia cristiana es la célula más importante de la sociedad. La

Familia que reza unida permanece unida.

SANTA MARÍA MADRE DE DIOS. 1 DE ENERO DE 2007

María es la Madre de Dios. Este día celebramos su primera fi esta

del Año Nuevo. Ella es también la Reina de la Paz.

EPIFANÍA DEL SEÑOR. 6 DE ENERO

Jesús Niño se revela a los pueblos gentiles representados en los

Magos. Dios quiere que todos los hombres se salven.

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BAUTISMO DEL SEÑOR. 7 DE ENERO

Jesús es bautizado por Juan en las aguas del Jordán. Desde enton-

ces el agua tiene el poder de purifi car y regenerar: crea Hijos de

Dios por el Bautismo.

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Panorama parroquial

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Digno de recuerdo y de celebrarlo con piado-sa memoria es lo que hizo Francisco tres años antes de su gloriosa muerte, cerca de Greccio, el día de la natividad de nuestro Señor Jesucristo. Vivía en aquella comarca un hombre, de nombre Juan, de buena fama y de mejor tenor de vida, a quien el bienaventurado Francisco amaba con amor singular, pues, siendo de noble familia y muy honorable, despreciaba la nobleza de la san-gre y aspiraba a la nobleza del espíritu. Unos quince días antes de la navidad del Señor, el bienaventurado Francisco le llamó, como solía hacerlo con frecuencia, y le dijo: «Si quieres que celebremos en Greccio esta fi esta del Señor, date prisa en ir allá y prepara prontamente lo que te voy a indicar. Deseo celebrar la memoria del niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pese-bre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno». En oyendo esto el hombre bueno y fi el, corrió presto y preparó en el lugar señalado cuanto el Santo le había indicado.

Llegó el día, día de alegría, de exultación. Se citó a hermanos de muchos lugares; hombres y mujeres de la comarca, rebosando de gozo, pre-pararon, según sus posibilidades, cirios y teas

para iluminar aquella noche que, con su estrella centelleante, iluminó todos los días y años. Lle-gó, en fi n, el santo de Dios y, viendo que todas las cosas estaban dispuestas, las contempló y se alegró. Se prepara el pesebre, se trae el heno y se colocan el buey y el asno. Allí la simplicidad re-cibe honor, la pobreza es ensalzada, se valora la humildad, y Greccio se convierte en una nueva Belén. La noche resplandece como el día, noche placentera para los hombres y para los animales. Llega la gente, y, ante el nuevo misterio, sabo-rean nuevos gozos. La selva resuena de voces y las rocas responden a los himnos de júbilo. Can-tan los hermanos las alabanzas del Señor y toda la noche transcurre entre cantos de alegría. El santo de Dios está de pie ante el pesebre, desbor-dándose en suspiros, traspasado de piedad, de-rretido en inefable gozo. Se celebra el rito solem-ne de la misa sobre el pesebre y el sacerdote goza de singular consolación.

El santo de Dios viste los ornamentos de diá-cono, pues lo era, y con voz sonora canta el santo evangelio. Su voz potente y dulce, su voz clara y bien timbrada, invita a todos a los premios su-premos. Luego predica al pueblo que asiste, y tanto al hablar del nacimiento del Rey pobre como de la pequeña ciudad de Belén dice pala-

La Navidad de Greccio, celebrada por San Francisco

(1223)

RELATO DE TOMÁS DE CELANO 1 CEL 8487

NADAL

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Colaboración empresa

En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna, la Virgen y san José y el Niño que está en la cuna.

bras que vierten miel. Muchas veces, al querer mencionar a Cristo Jesús, en-cendido en amor, le dice «el Niño de Bethleem», y, pronunciando «Be-thleem» como oveja que bala, su boca se llena de voz; más aún, de tierna afección. Cuando le llamaba «niño de Bethleem» o «Jesús», se pasaba la len-gua por los labios como si gustara y saboreara en su paladar la dulzura de estas palabras.

Se multiplicaban allí los dones del Omnipotente; un varón virtuoso tiene una admirable visión. Había un niño que, exánime, estaba recostado en el pesebre; se acerca el santo de Dios y lo despierta como de un sopor de sueño. No carece esta visión de sentido, pues-to que el niño Jesús, sepultado en el olvido en muchos corazones, resucitó por su gracia, por medio de su siervo Francisco, y su imagen quedó grabada en los corazones enamorados. Termi-nada la solemne vigilia, todos retorna-ron a su casa colmados de alegría.

Se conserva el heno colocado sobre el pesebre, para que, como el Señor multiplicó su santa misericordia, por su medio se curen jumentos y otros animales. Y así sucedió en efecto: mu-chos animales de la región circunvecina que sufrían diversas enfermedades, comiendo de este heno, curaron de sus dolencias. Más aún, mujeres con partos largos y dolorosos, colocando encima de ellas un poco de heno, dan a luz feliz-mente. Y lo mismo acaece con personas de am-bos sexos: con tal medio obtienen la curación de diversos males.

El lugar del pesebre fue luego consagrado en templo del Señor: en honor del beatísimo padre Francisco se construyó sobre el pesebre un altar

y se dedicó una iglesia, para que, donde en otro tiempo los animales pacieron el pienso de paja, allí coman los hombres de continuo, para salud de su alma y de su cuerpo, la carne del Cordero inmaculado e incontaminado, Jesucristo, Señor nuestro, quien se nos dio a sí mismo con sumo e inefable amor y que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo y es Dios eternamente glorioso por todos los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. Aleluya.

Greccio: Gruta del Nacimiento

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NADAL

C/. Académico Maravall, 9 • Teléfono 962 27 52 03XÀTIVA

Tres años antes de su muerte se dispuso Fran-cisco a celebrar en el castro de Greccio, con la mayor solemnidad posible, la memoria del naci-miento del niño Jesús, a fi n de excitar la devo-ción de los fi eles.

Mas para que dicha celebración no pudiera ser tachada de extraña novedad, pidió antes li-cencia al sumo pontífi ce; y, habiéndola obtenido, hizo preparar un pesebre con el heno correspon-diente y mandó traer al lugar un buey y un asno.

Son convocados los hermanos, llega la gente, el bosque resuena de voces, y aquella noche ben-dita, esmaltada profusamente de claras luces y con sonoros conciertos de voces de alabanza, se convierte en esplendorosa y solemne.

El varón de Dios estaba lleno de piedad ante el pesebre, con los ojos arrasados en lágrimas y el corazón inundado de gozo. Se celebra sobre el mismo pesebre la misa solemne, en la que Fran-cisco, levita de Cristo, canta el santo evangelio. Predica después al pueblo allí presente sobre el nacimiento del Rey pobre, y cuando quiere nom-brarlo -transido de ternura y amor-, lo llama «Niño de Bethlehem».

Todo esto lo presenció un caballero virtuoso y amante de la verdad: el señor Juan de Grec-cio, quien por su amor a Cristo había abando-nado la milicia terrena y profesaba al varón de Dios una entrañable amistad. Aseguró este ca-ballero haber visto dormido en el pesebre a un niño extraordinariamente hermoso, al que, es-trechando entre sus brazos el bienaventurado padre Francisco, parecía querer despertarlo del sueño.

Dicha visión del devoto caballero es digna de crédito no sólo por la santidad del testigo, sino también porque ha sido comprobada y confi r-mada su veracidad por los milagros que siguie-

ron. Porque el ejemplo de Francisco, contempla-do por las gentes del mundo, es como un des-pertador de los corazones dormidos en la fe de Cristo, y el heno del pesebre, guardado por el pueblo, se convirtió en milagrosa medicina para los animales enfermos y en revulsivo efi caz para alejar otras clases de pestes. Así, el Señor glorifi -caba en todo a su siervo y con evidentes y admi-rables prodigios demostraba la efi cacia de su santa oración.

RELATO DE SAN BUENAVENTURA LM 10,7

J. Segrelles: El pesebre de Greccio

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El viajero que desde el valle de Espoleto entra por el sur al valle de Rieti, se da en seguida cuen-ta de que aquél es un país diferente, a pesar de que en los mapas el distrito de Rieti, rodeado de altas montañas, está señalado como formando parte de Umbría. Hay un no sé qué de altanero, tanto en el aspecto del paisaje como en el carác-ter de sus habitantes; pero es una altivez que no tiene el menor resabio de hostilidad. Por el con-trario, allí se encuentra una hospitalidad genero-sa, un deseo de que el visitante tenga la sensación de hallarse en su casa. Rieti tiene aires de gran señor, aun cuando hace entrega de lo mejor de sí mismo, distintivo que ostentan frecuentemente los pueblos inconquistados de las montañas. [...]

No maravilla que Francisco buscase refugio en el valle de Rieti, para apartarse de los cuida-dos y agitación de su apostolado activo, ni que en los años de su gran tribulación fuese allí a fortalecerse para el sufrimiento y la batalla. Y no podemos imaginar lugar más adecuado que aquel retiro montañés, para situar en él aquellos últimos años en que Francisco, lleno el espíritu de la expectación de la muerte, no podía ya ver turbada por los clamores del mundo la paz re-conquistada.

Al abandonar Roma después de la solemne aprobación de la Regla por Honorio III en no-viembre de 1223, tenía la certeza de haber reali-zado el acto culminante de su ministerio. Sabía que de diferentes maneras había desaparecido la simplicidad de los primeros años; pero en la me-dida de sus fuerzas había asegurado a todos los que amaban la vocación de la pobreza, la liber-tad de observarla con la autorización suprema de la Iglesia. Y sentía ahora que, descontando el dar buen ejemplo, su labor había terminado; con mayor independencia podía entregarse a la vida oculta con Cristo su Señor. En adelante, el mun-

do y los hombres apenas turbarán su alma, su-mida cada vez más íntimamente en el abrazo del Amado; y las voces de la tierra llegarán a su inte-rior tan sólo a través de aquella vida mística que es fronteriza con la eternidad.

Acercábase Navidad. Faltaban dos semanas para tan dulce fi esta y Francisco se hallaba otra vez en el valle de Rieti, probablemente en su cel-da de rocas de Monte Rainerio (Fontecolombo); y había invitado a un amigo a acompañarle, Gio-vanni de Vellita. Giovanni vivía en Greccio, a algunas millas hacia el norte siguiendo el cami-no que conduce al lago. Algunos años antes ha-bía conocido a Francisco en una de sus misiones, cayendo entonces bajo el hechizo de su espíritu y pasando a ser uno de sus discípulos aislados. Era hombre de posición desahogada y tenía algunas tierras en su país natal. Queriendo inducir a Francisco a residir algunas temporadas en aquel vecindario y conociendo su afi ción a los retiros solitarios, había dispuesto para su uso algunas cuevas en el peñascal que mira a la villa de Grec-cio, construyendo allí, en torno de las cuevas, un tosco eremitorio a gusto de Francisco, donde pu-diesen vivir algunos frailes. La villa de Greccio se asienta sobre una elevada arista de roca, al borde de una anchurosa oquedad. Puede con-templar en el fondo acomodadas masadas y viñe-dos resguardados del viento norteño por la des-nuda montaña escalonada. A la extremidad de la

RELATO DEL P. CUTHBERT

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NADALhondonada, opuesta a la población, la roca viva se alza cortada a pico a algunos centenares de pies. En la cúspide de esa roca está el eremitorio que Giovanni dio a los frailes; pero, en sus alre-dedores hay terreno llano sufi ciente para que el bosque brinde sus sombras hospitalarias.

Francisco conocía bien aquel paraje y sentía vivos deseos de celebrar allí la fi esta de Navidad. En la paz recobrada por su alma, el mundo se transfi guraba con signos sacramentales; al medi-tar durante el adviento el misterio de Belén, sen-tía un deseo vehementísimo, cual no lo sintiera anteriormente, de tener la visión de Cristo sobre la tierra. La dulzura de la condescendencia divi-na había penetrado en su alma con vital insisten-cia; en espíritu contemplaba la pobreza del naci-miento de su Señor, por el amor iluminada, y quería más todavía, a saber, la visión material de lo que espiritualmente adivinara. Quería ver este misterio de amor en su forma terrena y realizar con su representación el desposorio del cielo y de la tierra; y hacer de esta suerte que Dios habitara de nuevo entre las cosas temporales.

Así, pues, en llegando Giovanni díjole Fran-cisco: «Quisiera conmemorar aquel Niño que nació en Belén y ver de algún modo con mis ojos corporales los trabajos de su infancia; ver cómo yacía sobre la paja en un establo, con el buey y el asno a su lado. Si tú quieres, celebraremos esta fi esta en Greccio, adonde irás antes a preparar lo que te diga». Giovanni fue, pues, a Greccio, y en el bosque, cerca de las ermitas, dispuso un esta-blo con un pesebre y al lado del pesebre un altar. Y Francisco envió a decir a todos los frailes del valle de Rieti que se reuniesen con él en Greccio para celebrar la Navidad.

Llegó la vigilia de Navidad, y como se acercase la hora de la misa de medianoche, los vecinos de ambos sexos de la población y del campo acudie-ron al eremitorio llevando hachas encendidas que proyectaban un juego de sombras en la ladera de la

colina a medida que avanzaban con paso fi rme; al reunirse en grupo compacto entorno al establo, todo aquel lado de la oquedad parecía en llamas. Francisco ofi ció de diácono, impregnándose sus funciones sagradas con el embeleso y la solicitud de la madre que cuida a su hijo. Cuando, después del Evangelio, se adelantó a predicar, sintió la mu-chedumbre como que un misterio oculto iba a ser realmente revelado a sus ojos; el predicador le co-municaba su propia visión de Belén y la hacía es-tremecer con sus emociones personales. Parecía haber perdido la noción del concurso de gente que le rodeaba y no ver más que al Divino Niño, a su cuidado maternal, acariciado por la pobreza y ado-rado por la sencillez. Tiernamente le saludaba, lla-mándole «Niño de Belén» y «Jesús», y al pronun-ciar estos nombres parecía paladearlos con extraor-dinaria dulzura; y la palabra «Beth-le-em» la exha-laba con una entonación cual si fuese el balido de adoración de las ovejuelas de las colinas de Judea. De vez en cuando inclinábase sobre el pesebre y lo acariciaba. Giovanni aseguró después que vio un niño tendido en la comedera como si estuviese muerto, el cual despertó al contacto de Francisco. Todos los circunstantes creyeron que aquella no-che Greccio se había convertido en otro Belén.

Durante el resto del invierno y ya muy entra-da la primavera, parece que Francisco siguió ha-bitando el eremitorio en la peña, pero no entera-mente incomunicado con los hombres. Porque el mismo amor que le aproximaba a Cristo el Ama-do en la soledad, le impelía a anunciar al prójimo el evangelio del amor redentor de Cristo. [...]

Poco después de la muerte de Francisco, eri-gióse una capilla en el lugar del establo. La capi-lla existe todavía; próxima a ella hay otra más espaciosa construida algo más tarde. Reciente-mente se ha edifi cado una nueva iglesia, más moderna.

[P. Cuthbert, Vida de San Francisco de Asís, Barcelona 19563, 287-291]

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XÀTIVA

CAMINEM JUNTS 14

Volvamos ahora a Greccio, el lugar vinculado por antonomasia con la Navidad franciscana. Para ello, resumiremos los amplios y detallados relatos de los biógrafos, destacando algunas lí-neas básicas que completan el cuadro trazado por el Salmo Navideño. Greccio nos muestra so-bre todo el aspecto experiencial. ¿Cómo celebró Francisco la fi esta del nacimiento del Salvador?

En la Vida primera, escrita por Tomás de Ce-lano en 1228, el primer biógrafo de san Francis-co describe con todo entusiasmo cómo celebró nuestro Padre la Navidad del año 1223 en el pueblecito de Greccio (1 Cel 84-86). San Buena-ventura se basará en este relato para narrarnos, aunque de forma más breve, el mismo aconteci-miento en su Leyenda Mayor, escrita en 1262 (LM 10, 7). Ambos relatos nos informan sobre la famosa celebración navideña: el Pobrecillo quiso reproducir, con la máxima fi delidad posi-ble, un segundo Belén, con el buey y el asno, sirviéndose de una hendidura natural en la roca como cuna para el Niño Jesús, en plena natura-leza y en el corazón de la noche. Pero no sólo quiso reproducir visiblemente el acontecimiento de Belén; Francisco quería también que los asis-tentes participaran de lo que allí se celebraba y que la celebración les impulsara a una fe más profunda y a una devoción más ardiente. Así pues, invitó a todos los hermanos de los eremito-rios cercanos, al igual que a la gente de Greccio y de sus alrededores. Acudió con todos ellos, en solemne procesión, llevando velas y antorchas, al lugar previamente preparado y, una vez allí, em-pezó la sagrada representación del misterio del nacimiento del Hijo de Dios. Debe subrayarse que una parte de esta celebración nocturna y a cielo abierto consistió precisamente en la celebra-ción de la misa. Francisco participó en ella en su calidad de diácono. Cantó con voz emocionada

el evangelio del nacimiento de Cristo, y luego predicó. Pero su predicación no fue una exposi-ción doctrinal, sino más bien una representación mímica. Predicó con el corazón y con las manos, con el rostro y con los gestos, con palabras y con todo su ser. Su cuerpo entero expresaba la pleni-tud de sus experiencias íntimas. Como dice Ce-lano, cuando pronunciaba las palabras «Je-sús» o «Beth-le-em» parecía un niño tartamudo o una oveja que bala.

Tras tan singular e inimitable predicación, que reproducía con gestos más que con palabras el mis-terio del nacimiento del Hijo de Dios, el hermano sacerdote se acercó junto con Francisco al altar preparado sobre la roca y prosiguió la eucaristía. El misterio de la encarnación de Dios desemboca en el misterio de la redención y en el de la nueva pre-sencia de Cristo glorioso en la eucaristía.

RELATO DE LEONHARD LEHMANN

Giotto: La Navidad de San Francisco en Greccio

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NADALSi Francisco proclamó y visualizó mímica-

mente el nacimiento de Cristo con tanta emo-ción y expresividad, podemos imaginarnos el fervor con que saludaría después al Redentor que se hacía presente sobre el altar, cómo lo adoraría y con cuánta fe lo recibiría.

La celebración navideña de Greccio fue mu-cho más que la representación de un misterio. Por su vinculación con la misa, fue una celebra-ción litúrgica cuasi-dramática, cuyo punto esen-cial consistió, no en la representación de una historia, sino en la actualización y vivencia de un misterio de fe. De hecho, según afi rma Celano, la fe, apagada en los corazones de muchos, se despertó a una nueva vida (1 Cel 86b).

La liturgia navideña de Greccio no queda an-clada en el acontecimiento de Belén, sino que sigue a Jesús hasta el Gólgota y lo reconoce como el Redentor y el Glorifi cado que desciende nue-vamente hoy hasta nosotros y se nos da en la co-munión. Así pues, Belén, la cruz y el altar que-dan ensamblados en una misma celebración de fe. No es, por tanto, difícil descubrir en todo ello una vinculación con el Salmo Navideño, cuyo rasgo distintivo, como antes vimos, radica en la visión unifi cada de la cuna y la cruz. En la cele-bración de Greccio el arco se amplía todavía más, llegando hasta la eucaristía, donde Dios conti-núa entregándosenos cada día.

La Navidad de Greccio fue una fi esta única, y esto en un doble sentido: en primer lugar, porque ni Francisco ni sus hijos espirituales la repitieron; y, además, porque es incomparable e irrepetible.

Por otra parte, no debemos olvidar que, a pe-sar de toda su singularidad, la expresiva y efi caz representación del misterio de la Navidad en Greccio, si exceptuamos la celebración de la eu-caristía, se inscribe dentro de la tradición medie-val de las representaciones de los misterios del tiempo navideño. Tiene algunos puntos de con-tacto sobre todo con los dramas bucólicos.

En fi n, sería erróneo considerar a Francisco como el introductor de las escenifi caciones del belén, como tantas veces alegan escritos edifi -cantes e incluso científi cos. Con anterioridad a Francisco ya hubo algunas escenificaciones sencillas del belén, aunque no muy numerosas; por ejemplo, en Santa María la Mayor, de Roma. Y nuestros conocidos y populares bele-nes, con sus gráfi cas fi guras que van acercán-dose paulatinamente al portal, aparecieron bas-tante más tarde, a partir del siglo XVI, como una derivación de esas escenifi caciones sacras. Su difusión se debe más a los jesuitas que a los franciscanos.

Así pues, con la escenifi cación de la Noche-buena, Francisco se halla, por una parte, dentro de la corriente de su tiempo; pero, por otra, la vinculación de esta representación con la eucaris-tía es un elemento nuevo y presenta rasgos sin-gulares e inimitables que hay que agradecer a las dotes de simplicidad e improvisación de Francis-co. Toda su celebración litúrgica cuasidramática está impregnada de la experiencia y transmisión de la fe de Francisco, tan personal, global y sen-sible. Aquí y en la universal popularidad del San-to radica el que la voz popular quiera presentarlo como el introductor y difusor del belén. Pero el Pobrecillo de Asís no tiene necesidad de esta fal-sa gloria.

En todo el magnífi co resplandor de Greccio, en toda la admiración de aquella maravillosa ce-lebración escenifi cada por Francisco, debemos tener muy presente su Salmo Navideño, serio, sereno, que nos invita a la imitación y el segui-miento: Francisco y sus hermanos lo recitaban varias veces al día durante todo el tiempo de Na-vidad, y aquel salmo-meditación iba acompasan-do su jornada y produciendo en su vida cotidiana lo que en Greccio fl oreció en fi esta inolvidable. He aquí el texto del Salmo Navideño de san Francisco (OfP 15):

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Gritad de gozo a Dios, nuestra ayuda; * aclamad al Señor Dios vivo y verdadero con gritos de júbilo.

Porque el Señor es excelso, * terrible, Rey grande sobre toda la tierra.

Porque el santísimo Padre del cielo, Rey nues-tro antes de los siglos, envió a su amado Hijo de lo alto, * y nació de la bienaventurada Virgen santa María.

Él me invocó: Tú eres mi Padre; * y yo lo constituiré mi primogénito, excelso sobre los re-yes de la tierra.

En aquel día envió el Señor su misericordia, * y de noche su cántico.

Éste es el día que hizo el Señor, * exultemos y alegrémonos en él.

Porque un santísimo niño amado se nos ha dado, y nació por nosotros de camino y fue puesto en un pesebre, * porque no tenía lugar en la posada.

Gloria al Señor Dios en las alturas, * y en la tierra, paz a los hombres de buena voluntad.

Alégrense los cielos y exulte la tierra, conmué-vase el mar y cuanto lo llena; * se alegrarán los campos y todo lo que hay en ellos.

Cantadle un cántico nuevo, * cantad al Señor, toda la tierra.

Porque grande es el Señor y muy digno de alabanza, * más temible que todos los dioses.

Familias de los pueblos, ofreced al Señor, ofreced al Señor gloria y honor, * ofreced al Se-ñor gloria para su nombre.

Ofreced vuestros cuerpos y llevad a cuestas su santa cruz, * y seguid hasta el fi n sus santísimos preceptos.

[L. Lehmann, El “Salmo Navideño” de san Francisco (OfP 15), en Selecciones de Francisca-nismo, vol. XX, núm. 59 (1991) 261-263]

La Junta deAlets de la Mare de Déu

de la Seucolabora en la publicación del

CAMINEM JUNTS

UNA

COLABORACIÓN

ANÓNIMA

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Catequesis del Papa

«El Señor me ha dicho: “Tu eres mi hijo, yo te he engendrado hoy”». Con estas palabras del Salmo segundo, la Iglesia inicia la Santa Misa de la vigilia de Navidad, en la cual celebramos el nacimiento de nuestro Redentor Jesucristo en el establo de Belén. En

otro tiempo, este Salmo pertenecía al ritual de la coronación del rey de Judá. El pueblo de Israel, a causa de su elección, se sentía de modo particular hijo de Dios, adoptado por Dios. Como el rey era la personifi cación de aquel pueblo, su entronización se vivía como un acto solemne de adopción por parte de Dios, en el cual el rey estaba en cierto modo implicado en el misterio mismo de Dios. En la noche de Belén, estas palabras que de hecho eran más la expresión de una esperanza que de una realidad presente, adquirieron un signifi cado nuevo e inesperado. El Niño en el pesebre es verdaderamente el Hijo de Dios. Dios no es soledad eterna, sino un círcu-lo de amor en el recíproco entregarse y volverse a entregar. Él es Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Más aún, en Jesucristo, el Hijo de Dios, Dios mismo, Dios de Dios, se hizo hombre. El Padre le dice: “Tu eres mi hijo”. El eterno hoy de Dios ha descendido en el hoy efímero del mundo, arras-trando nuestro hoy pasajero al hoy perenne de Dios. Dios es tan grande que puede hacerse pequeño. Dios es tan poderoso que puede hacerse inerme y venir a nuestro encuentro como niño indefenso para que podamos amarlo. Dios es tan bueno que puede renunciar a su esplendor divino y descender a un establo para que podamos encontrarlo y, de este modo, su bondad nos toque, se nos comunique y continúe actuando a través de nosotros. Esto es la Navidad: “Tu eres mi hijo, hoy yo te he engendrado”. Dios se ha hecho uno de nosotros para que podamos estar con él, para que podamos llegar a ser semejantes a él. Ha elegido como signo suyo al Niño en el pesebre: él es así. De este modo aprendemos a conocerlo. Y en todo niño resplandece algún destello de aquel “hoy”, de la cercanía de Dios que debemos amar y a la cual hemos de some-ternos; en todo niño, también en el que aún no ha nacido.

Escuchemos una segunda palabra de la liturgia de esta Noche santa, tomada en este caso del libro del profeta Isaías: “Sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz brilló sobre ellos” (Is 9,1). La palabra “luz” impregna toda la liturgia de esta santa misa. Se alude a ella nuevamen-te en el párrafo tomado de la carta de san Pablo a Tito: “Se ha manifestado la gracia” (Tt 2,11). La expresión “se ha manifestado” proviene del griego y, en este contexto, signifi ca lo mismo que el hebreo expresa con las palabras “una luz brilló”; la “manifestación” –la “epifanía”– es la irrup-

Homilía en la Noche Buena de 2005

Bon Nadal

La Cofradía de la Mare de Déu

colabora en esta revista

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ción de la luz divina en el mundo lleno de oscuridad y problemas sin resolver. Por últi-mo, el evangelio relata cómo la gloria de Dios se apareció a los pastores y “los envolvió en su luz” (Lc 2, 9). Donde se manifi esta la gloria de Dios, se difunde en el mundo la luz. “Dios es luz, en él no hay ti-niebla alguna”, nos dice san Juan (1 Jn 1,5). La luz es fuen-te de vida.

Pero luz signifi ca sobre todo conocimiento, verdad, en con-traste con la oscuridad de la mentira y de la ignorancia. Así, la luz nos hace vivir, nos indica el camino. Pero ade-más, en cuanto da calor, la luz signifi ca también amor. Donde hay amor, surge una luz en el mundo; donde hay odio, el mundo queda en la oscuridad. Ciertamente, en el establo de Belén aparece la gran luz que el mundo espera. En aquel Niño acostado en el pesebre Dios muestra su gloria: la glo-ria del amor, que se da a sí mismo como don y se priva de toda grandeza para conducir-nos por el camino del amor. La luz de Belén nunca se ha apagado. Ha iluminado hom-bre y mujeres a lo largo de los siglos, “los ha envuelto en su luz”. Donde ha brotado la fe en aquel Niño, ha fl orecido también la caridad: la bondad hacia los demás, la atención

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solícita a los débiles y los que sufren, la gracia del perdón. Desde de Belén una estela de luz, de amor y de verdad impregna los siglos. Si nos fi jamos en los santos –desde san Pablo y san Agus-tín a san Francisco y santo Domingo, desde san Francisco Javier a santa Teresa de Ávila y a la madre Teresa de Calcuta–, vemos esta corriente de bondad, este camino de luz que se infl ama siempre de nuevo en el misterio de Belén, en el Dios que se ha hecho Niño. Contra la violencia de este mundo Dios opone, en ese Niño, su bondad y nos llama a seguir al Niño.

Junto con el árbol de Navidad, nuestros amigos austríacos nos han traído también una peque-ña llama que encendieron en Belén, para decirnos así que el verdadero misterio de la Navidad es el resplandor interior que viene de este Niño. Dejemos que este resplandor interior llegue a nosotros, que se encienda en nuestro corazón la llamita de la bondad de Dios; llevemos todos, con nuestro amor, la luz al mundo. No permitamos que esta llama luminosa, encendida en la fe, se apague por las corrientes frías de nuestro tiempo. Custodiémosla fi elmente y ofrezcámosla a los demás. En esta noche, en que miramos hacia Belén, queremos rezar de modo especial tam-bién por el lugar del nacimiento de nuestro Redentor y por los hombres que allí viven y sufren. Queremos rezar por la paz en Tierra Santa: Mira, Señor, a este rincón de la tierra, al que tanto amas por ser tu patria. Haz que en ella resplandezca la luz. Haz que llegue la paz a ella.

Con el término “paz” hemos llegado a la tercera palabra clave de la liturgia de esta Noche santa. Al Niño que anuncia, Isaías mismo lo llama “Príncipe de la paz”. De su reino se dice: “La paz no tendrá fi n”. En el evangelio se anuncia a los pastores la “gloria de Dios en lo alto del cielo” y la “paz en la tierra”. Antes se decía: “a los hombres de buena voluntad”; en las nuevas traducciones se dice: “a los hombres que él ama”. ¿Por qué este cambio? ¿Ya no cuenta la buena voluntad? Formulemos mejor la pregunta: ¿Quiénes son los hombres a los que Dios ama y por qué los ama? ¿Acaso Dios es parcial? ¿Es que ama sólo a determinadas personas y abandona a las demás a su suerte? El evangelio responde a estas preguntas presentando algunas personas concretas amadas por Dios. Algunas lo son individualmente: María, José, Isabel, Zacarías, Si-meón, Ana, etc. Pero también hay dos grupos de personas: los pastores y los sabios del Oriente, llamados reyes magos. Refl exionemos esta noche en los pastores. ¿Qué tipo de hombres son? En su ambiente, los pastores eran despreciados; se les consideraba poco de fi ar y en los tribunales no se les admitía como testigos. Pero ¿quiénes eran en realidad? Ciertamente no eran grandes santos, si con este término se alude a personas de virtudes heroicas. Eran almas sencillas. El evangelio destaca una característica que luego, en las palabras de Jesús, tendrá un papel impor-tante: eran personas vigilantes. Esto vale ante todo en su sentido exterior: por la noche velaban cercanos a sus ovejas. Pero también tiene un sentido más profundo: estaban dispuestos a oír la palabra de Dios, el anuncio del ángel. Su vida no estaba cerrada en sí misma; tenían un corazón abierto. De algún modo, en lo más íntimo de su ser, estaban esperando algo. Su vigilancia era disponibilidad; disponibilidad para escuchar, disponibilidad para ponerse en camino; era espera de la luz que les indicara el camino.

Esto es lo que a Dios le interesa. Él ama a todos porque todos son criaturas suyas. Pero algu-nas personas han cerrado su alma; su amor no encuentra en ellas resquicio alguno por donde entrar. Creen que no necesitan a Dios; no lo quieren. Otros, que quizás moralmente son igual de pobres y pecadores, al menos sufren por ello. Esperan en Dios. Saben que necesitan su bondad,

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aunque no tengan una idea precisa de ella. En su espíritu abierto a la esperanza, puede entrar la luz de Dios y, con ella, su paz. Dios busca a personas que sean por-tadoras de su paz y la comuniquen. Pidámosle que no encuentre cerra-do nuestro corazón. Es-forcémonos por ser ca-paces de ser portadores activos de su paz, con-cretamente en nuestro tiempo.

Además, la palabra paz ha adquirido un sig-nificado muy especial para los cristianos: se ha convertido en una pala-bra para designar la co-munión en la Eucaristía. En ella está presente la paz de Cristo. A través de todos los lugares don-de se celebra la Eucaris-tía se extiende en el mundo entero una red de paz. Las comunida-des reunidas en torno a la Eucaristía forman un reino de paz vasto como el mundo. Cuando cele-bramos la Eucaristía nos encontramos en Belén, en la “casa del pan”. Cristo se nos da, y así nos da su paz. Nos la da para que llevemos la luz de la paz en lo más hondo de nuestro ser y la comuniquemos a los demás; para que seamos artífi ces de paz y contribuyamos así a la paz en el mundo. Por eso pidamos: Realiza tu promesa, Señor. Haz que donde hay discordia nazca la paz; que surja el amor donde reina el odio; que surja la luz donde dominan las tinieblas. Haz que seamos porta-dores de tu paz. Amén.

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1. Oh Dios que has iluminado esta noche santa con el nacimiento de Cristo, la luz verdade-ra; concédenos gozar en el cielo del esplendor de su gloria a los que hemos experimen-tado la claridad de su presencia en la tierra.

Esta oración, recitada después del canto del Gloria, nos habla de la luz de la Navidad, sím-bolo del bien que vence al mal.Alegrémonos todos en el Señor —nos invita la Liturgia—, porque nuestro Salvador ha nacido en el mundo. Hoy, desde el cielo, ha descendido la paz sobre nosotros.El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban en tierras de sombras y una luz les brilló.La luz es uno de los símbolos más ricos de signifi cado espiritual para expresar la fi esta de la Navidad. La luz prevalece sobre las tinieblas.Es un símbolo que evoca una realidad que afecta a lo íntimo del hombre: me refi ero a la luz del bien que vence al mal, del amor que supera al odio, de la vida que vence a la muerte.El Salvador —cuyo nacimiento celebramos— es presentado como el “Astro naciente”. Jesús es la estrella que indica el camino y guía a los hombres, peregrinos entre las oscuridades y los peligros del mundo, hacia la salvación prometida por Dios y realizada por él en la historia.Celebramos con alegría el nacimiento del Salvador en nuestras familias y en nuestras comuni-dades eclesiales.La cultura que nos envuelve trata muchas veces de hacer desaparecer los símbolos cristianos de la celebración de la Navidad.Asumamos todos el compromiso de comprender el valor de las tradiciones navideñas, que forman parte del patrimonio de nuestra fe y de nuestra cultura, para transmitirlas a las nuevas generaciones.Al ver las calles y plazas de nuestras ciudades adornadas con luces resplandecientes, recor-demos que estas luces evocan otra luz, invisible para nuestros ojos, pero no para nuestro co-razón.Al contemplar estas luces, al encender las luces del Nacimiento y del árbol de Navidad en nuestras casas, que nuestro espíritu se abra a la verdadera luz espiritual traída a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

Catequesis del ArzobispoHomilía en la Misa del Gallo 2005

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¡El Dios con nosotros, nacido en Belén de la Virgen María, custodiado por San José, es la Estrella de nuestra vida.La celebración del nacimiento de Cristo nos da la fuerza para seguir siempre el camino de la verdad, de la justicia y del amor (cfr. Benedicto XVI, Audiencia general, 21-XII-05).

2 Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, nos acaba de recordar la lectura de la carta del Apóstol San Pablo a Tito.Sí. También hoy, en los inicios del siglo XXI, es necesario recordar esta verdad: Ha aparecido la gracia de Dios, Jesucristo, que trae la salvación para todos los hombres, para todas las culturas.Muchos pensaban que el inicio del nuevo siglo marcaría una época nueva en la historia de la humanidad. Se esperaba un futuro en paz entre las naciones, una mejora en las condiciones de miseria y subdesarrollo sufridas por gran parte de la población del mundo.Sin embargo el 11 de septiembre de 2001 marcó el inicio de una guerra de nuevo género: la del terrorismo internacional, que ha creado una situación de miedo, una atmósfera de insegu-ridad.La situación se agravó de modo particular para España a raíz de los sucesos del 11 de marzo de 2004. Desde entonces vivimos en un clima nacional e internacional de desconfi anza. He-mos visto resurgir manifestaciones de odio inauditas, crisis que pensábamos superadas.Los primeros cinco años del siglo XXI nos ofrecen un balance que invita a mirar con preocu-pación el futuro. Vivimos tiempos sobrecargados de oscuridad e inseguridad.Tenemos necesidad de esperanza.Jesucristo es nuestra esperanza. Y no solo “nuestra” esperanza: Jesucristo “es” la esperanza del mundo, es la esperanza de todos los hombres, es la esperanza de la humanidad.Anunciar el Evangelio de la esperanza es una tarea esencial para nuestro tiempo. La fe en Jesucristo, nacido en Belén, crucifi cado y resucitado, vivo, signifi ca que la historia humana, por oscura y trágica que pueda ser, camina hacia la salvación de los hombres en el Reino de Dios.Anunciar el nacimiento del Hijo de Dios signifi ca que en la historia humana la última palabra no será del mal, de la perdición y de la ruina, sino del bien y de la participación de la huma-nidad en la gloria y la felicidad de Dios.La celebración de la Navidad recuerda que el Hijo eterno de Dios ha entrado de modo defi -nitivo en la historia humana como verdadero hombre.Jesucristo manifi esta que el hombre es la “gran obra” de las manos de Dios. La única criatura capaz de comprenderse a sí misma, de comprender el mundo y de comprender a Dios y en-trar en relación con Él. La única criatura capaz de amar hasta el don total de sí misma.Jesucristo se ha hecho compañero de camino para todos los hombres, que peregrinan en medio de un mundo marcado por el odio, las guerras, la opresión de los débiles.La historia ha cambiado su rumbo con el Nacimiento de este Niño: Él cargó sobre sus hom-bros las consecuencias del pecado. Cristo resucitado y vivo en medio de nosotros modifi ca el destino eterno de cada ser humano. Se ha transformado la situación del mundo en general y la situación de cada ser humano en particular.

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Nosotros formamos parte de la nueva historia: todo ha pasado de la esclavitud del pecado y de la muerte a la libertad y a la vida de los hijos de Dios.Sí. Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres.Es necesario aceptarla humildemente por la fe.

3. No temáis —son las palabras del ángel del Señor a los pastores— os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador.Los pastores escuchan la voz del ángel que anuncia la gloria de Dios y se ponen en marcha hacia Belén.Como los pastores también nosotros esta noche hemos de escuchar la voz del ángel y buscar el camino que conduce a Belén.El ejemplo de los pastores nos recuerda la necesidad de aceptar humildemente la salvación de Dios.Muchas veces nos encerramos en nuestro orgullo, en la soberbia de rechazar la llamada de Dios. Una sociedad que está cerrada a la presencia y a la llamada de Dios es incapaz de descubrir la salvación del mundo, la felicidad eterna del hombre.¿No estará nuestra cultura enferma de escepticismo presuntuoso? ¿Puede escuchar la voz del ángel, aquél que antes de haberla escuchado afi rma que los ángeles no existen?Queridos hermanos: Incluso muchos de nuestros contemporáneos escuchan la voz del ángel, pero la interpretan a su gusto. No responden a la llamada sino que la cuestionan. No buscan a Dios. Lo ponen en discusión. No lo aceptan. Su criterio está por encima.La presunción, el afán de poder, la falta de humildad, la falsa erudición difi cultan encontrar al Niño Dios nacido en Belén.Solo la humildad de los pastores permite escuchar la voz de Dios. Ellos velaban, vigilaban su rebaño al aire libre.También nosotros hemos de estar vigilantes, despiertos, para captar las realidades profundas, la vida del alma, las llamadas de Dios.Hemos de abandonar la presunción de este mundo que cree saberlo todo cuando en realidad está olvidando lo más importante. Hemos de liberarnos de los prejuicios de un laicismo lleno de presunción y soberbia (cfr. Joseph Ratzinger, Benedetto XVI, Sul Natale, Lindau 2005).

4. Vayamos a Belén. Sí. En esta Noche Santa la Iglesia desea que nuestros corazones acojan esta invitación.Hemos de ponernos en camino, hoy y siempre hacia Belén, para descubrir en el niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre, al Hijo de Dios, al único Salvador del mundo. Para descubrir el Camino, la Verdad y la Vida de nuestra existencia.La verdad de Dios nos aguarda. Nuestros pensamientos y proyectos se han de dirigir al Señor. Hemos de buscar el camino que nos transforma, el camino que nos conduce a escuchar la voz de Dios. El camino que nos invita a ver a Dios donde parece que no está: en un niño, en los más débiles, en la Palabra proclamada en la Iglesia, en el pan eucarístico, en el altar.María dio a luz a su hijo, lo envolvió en pañales y lo acostó en el pesebre.Con estos rasgos descubrimos el carácter de Santa María: ella escucha la voz del ángel, aco-ge la palabra de Dios, la protege y la custodia. La mantiene viva con amor.

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El gesto de la madre de Jesús nos hace recordar esta noche a todos nuestros hermanos en Cristo que sufren, a los que están exiliados y carecen de casa, a los que no tienen techo para vivir con dignidad.Recordamos esta noche a todos los niños concebidos y no nacidos, que esperan un “sí” para vivir y encuentran un “no” que les niega el derecho más elemental: el derecho a vivir.El ejemplo y la intercesión de Santa María pueden transformar un futuro sombrío en un hori-zonte de esperanza.Vivamos intensamente estos días de Navidad junto a María, la Virgen de la humildad y de la escucha. Que Ella, envuelta totalmente por la luz del Espíritu Santo, nos ayude a comprender y a vivir plenamente el misterio de la Navidad de Cristo.A todos, a vuestros familiares y a vuestros seres queridos, os deseo con alegría una santa y feliz Navidad.¡Bon Nadal!

Rafael Blesa Martínez

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Algunos feligresesescriben sobre la Navidad

“PERO MIRA CÓMO BEBEN...”

• Lorenzo García Serrano

- ¿...Los peces en el río? Preguntó un ángel desde lo alto de una estrella recordando el tradi-cional villancico.

- ¡No! Me refi ero a los cristianos de hoy, con-testó otro a su lado, esos que, en su mayoría, han olvidado que son hijos de Dios y han hecho de la Navidad una fi esta pagana y hedonista, unas jor-nadas meramente gastronómicas y de consumo.

- Es cierto, “beben y beben y vuelven a be-ber...”. Dijo entre risas siguiéndole la broma.

- Bueno, ahora con lo del carné por puntos y los controles de alcoholemia no beben tanto pero... es que no solo beben, míralos cómo se atiborran de comida. No comen, ¡tragan! Y se hacen miles de regalos que luego ni valoran y se olvidan del motivo de su fi esta.

- Sí, debe ser duro para Jesús ver que no se acuerdan de Él el día de su cumpleaños.

- ¡Y para el Padre! No te olvides que tanto amó Él al mundo que entregó a su Hijo para salvarlo.

- Si no me olvido... es el hombre el que ha acabado ignorándolo.

- Ay, Señor, a estos hombres la sociedad de consumo, que tanto anhelaban, los ha ido atra-

pando y no se dan cuenta de la esclavitud en la que viven. Creen que la felicidad está en poseer cuantas más cosas mejor y no se dan cuenta de que, como dijo San Francisco de Asís, “cuando abandonen ese mundo no podrán llevar consigo nada de lo que han recibido, solo lo que han dado...”

- ¿Te refi eres a los regalos que hayan hecho?- ¡No, hombre, no!. Me refi ero a la caridad,

al Amor que hayan sido capaces de dar al pró-jimo.

Los dos ángeles se quedaron un rato obser-vando en silencio el ir y venir de la gente por la calle, cargada con bolsas, felicitándose unos a otros con prisa, bajo luces de colores intermi-tentes.

- A mi me apena que, en una noche tan her-mosa, en la que recordamos el nacimiento del Salvador en el lugar más pobre del mundo y como el más pobre de los hombres, los cristianos se limiten a festejarlo con cenas opíparas y una montaña de regalos. ¡No tiene sentido!

- Lo tendría si por lo menos Lo recordaran a la hora de sentarse a la mesa dando gracias a Dios por todos los bienes que les ha concedido y

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Bon Nadal

Las Camareras de la Virgen

colaboran en esta revista

corrieran raudos después a la Misa de Gallo para felicitar a Jesús.

- Solo con eso ya podríamos dar por bueno tanto exceso...

- Pero acuérdate de cómo vi-ven la Semana Santa... Una se-mana de pasión y de dolor y los mayores se van de vacaciones a la playa a tumbarse al sol y los jóvenes se van de “marcha”, de “botellón” en pleno Viernes Santo... ¡Qué triste! ¡Qué falta de respeto! Con tantos días de fi esta que tienen y ni ese día son capaces de guardar.

- ¡Ah! Y luego tampoco cele-bran la Pascua, su Resurrec-ción... Y ahora, en Nochebue-na, a Misa de Gallo no irán, pero a la discoteca...

- Pero… ¡si no saben ni lo que celebran! Te podría hacer un listado de todo lo que creen que es Navidad y no lo es.

- A ver, sorpréndeme.- Por ejemplo, el sorteo de la lotería, las cenas

de empresa, las tarjetas de felicitaciones, las ces-tas de navidad, las luces en las calles, los regalos, las estrenas, los turrones, el mazapán, los polvo-rones, las guirnaldas, los abetos, las campanadas, las uvas, el cava, las cabalgatas... ¡Uf! Exclamó, dándose un respiro.

- ¿Nada de eso es Navidad...? ¿Cómo es posi-ble? Dijo desconcertado.

- Muy sencillo, porque ninguna de esas cosas, ni una sola, es Navidad si no tienen presente a Dios en su corazón.

Esas últimas palabras parecían defi nitivas. Una noche de alegría, una noche “buena”, iba a convertirse, si Dios no lo remediaba, en una no-

che de tristeza, una noche “mala”. No hubo tiempo. De pronto, sintieron que el mismo Jesús les hacía voltearse y observar el interior de algu-nos hogares. En ellos contemplaron, con ternura, que todavía habían cristianos que se emociona-ban ante el belén que presidía la estancia; que estos oraban y daban gracias a Dios ante una cena sencilla pero preparada con cariño; que se felicitaban la Navidad unos a otros con amor; que, aún recordando con nostalgia a los ausentes, eran capaces de cantar alegres villancicos; y que, sobretodo, emocionados, se ponían los abrigos para salir a la calle, bajo el frío de esa noche más estrellada que ninguna, para llegar al calor de su Parroquia y revivir, con gozo, esas palabras má-gicas que dos mil años después todavía nos estre-mecen: “Hoy os ha nacido un Salvador: el Me-sías, el Señor”.

Retablo de 1700. Lleida

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Dice la historia que San Francisco tras su pe-regrinación a los Santos Lugares, celebró la Eu-caristía en la nochebuena de 1223 en una cueva del pueblo italiano de Greccio, próximo al con-vento del Santo. Preparó una representación vi-viente de un pesebre con una mula y un buey. Desde entonces esta representación se toma como el origen del belenismo.

Pero ¿es el Belén sólo un recuerdo de lo que aconteció hace 2000 años? Sería triste si solo fuera eso, un recuerdo. El Belén, como otros símbolos que te han llegado hasta hoy, tiene su función de recuerdo y expresión de nuestra cul-tura, pero no es solo eso. Dicen que cuando apuntamos a la luna, solo los tontos miran al dedo que la señala. Así pues no has de ver en el Belén un mero recuerdo o una representación artística de lo que ocurrió hace 2000 años. El Belén es mucho más que esto. El Belén ha de servirte de ejemplo para tu vida. El Belén ha de ser un refl ejo en tu vida y en cada familia.

Has de ser otro Cristo. Es más, has de ver en tus semejantes a otro Cristo. Se dice que en cada persona puede existir un genio oculto, un Mozart, un Einstein. Puedes decir entonces que en cada concepción se renueva el nacimiento de Cristo. Pero yo te diré que puedes decir con dolor que hay muchos Cristos que hoy en día no llegan a nacer. Personas que revolucionarían el mundo y a los que se les ahoga antes de que puedan amar en pleni-tud. Hay muchos belenes donde pretenden en la práctica que falte el niño Jesús, en otros que haya dos vírgenes, en otros dos S. Josés.

Cualquiera diría que hemos cambiado los pa-peles de los personajes del Belén. Los pastores ya no tienen porque ser pastores, los Reyes no tie-nen porque serlo. El mundo al revés. El mismo

Dios cuestionado en sus obras. Sin embargo, aunque las cosas hubieran podido ocurrir de otra forma, estas ocurrieron así. Hay situaciones que ocurren de un modo y ya no hay vuelta atrás aunque nos hubiera gustado que se desarrollaran de otra forma. Cristo nació en un pesebre y tuvo una madre y un padre. Fue una familia pobre.

No es el nacimiento en sí sino lo que quiere Dios transmitirte. Al mirar el nacimiento, no dejo de pensar en esa niña María recogida en Dios; meditando y moliendo pacientemente lo que Dios le iba revelando. No dejo de pensar en ese aban-dono en manos de Dios de esta niña. Un abando-no que no la despreocupaba de su joven marido o del niño que le iba a nacer. Bien dejaba que su joven marido le buscara cobijo en aquella fría no-che. Sin embargo, todo parecía ponerse en contra. Todo parecía destinado a impedir el nacimiento del niño. Fue obligada a ir a presentarse ante las autoridades para el censo junto a su marido. No valieron excusas. El viaje era duro para su estado. Ni siquiera recibió la compasión de los lugareños. La veían como extranjera. Ni siquiera la fría no-che conmovió sus corazones con una cálida acogi-da. Solo recibieron indiferencia.

El nacimiento estaba cerca y tuvieron que buscar un establo abandonado. Un sitio destina-do a animales, sin acondicionar, húmedo y frío. Su joven marido a penas tuvo tiempo de prender un poco de paja humedecida por la noche, cuan-do ella se puso de parto. La vida se abría paso. Todo parecía en contra al nacimiento de este niño.

¿Sabrías encontrar este Belén en nuestros días? Hay muchas posadas a las que llama otras madres y a las que, aún hoy, se les cierra las puer-tas. En otras, la indiferencia las ignoran. Otras

QUÉ HEMOS HECHO DEL NIÑO DE BELÉN 2000 AÑOS DESPUÉS?

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Consagración iglesia de sant Francesc15 de noviembre de 2006

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madres han de emprender un camino duro con lo puesto. Otras madres reciben la incom-prensión de sus familias. La so-ciedad misma parece condes-cender con las madres que de-ciden acabar con el niño de Belén mientras se critica las que desean tenerlo.

Te recomiendo que te pre-sentes un día ante el Sagrario y medites algún Belén que hayas visto en estos días y te plantees cómo se desarrolla tu vida en el Belén. Si el momento del na-cimiento de Cristo se desarro-llara hoy en día en tu pueblo piensa que personaje te gustaría ser y cual es el que representas realmente para Dios. ¿Serías como un rey Herodes? ¿serías como un sencillo pastorcillo? ¿serías como un soldado cumpliendo sus órdenes? ¿serías como el posadero que no tenía sitio que ofrecer? ¿serías un Rey Mago? ¿serías otro Cristo? ¿cuál es tu papel en el Belén que renovamos cada año? El verdadero encuentro con Cristo disipa todas las sombras de nuestro interior. Todo queda descu-bierto al conocimiento. Nada queda para la duda.

El corazón del hombre no puede estar vacío, o se le llena de Amor o se le llena de pequeñas compensaciones que llevan a la tibieza

Dice un refrán popular que quien se alimenta de migajas siempre anda hambreando. No te conformes con migajas. Amar a Cristo es amar la cruz, es amar su pobreza, es amar su pesebre. Pero no has de ir muy lejos para encontrar esa cruz o esa pobreza o ese pesebre. Los tienes en el trato con tu familia, lo tienes en el trato a tus amigos, en el trabajo y lo tienes en todo lo que te rodea.

Ten cuidado de la tibieza que envuelve en nues-tros días. Hay enfermedades que no se perciben hasta que ya es demasiado tarde. Algo así ocurre al alma que sufre de tibieza. Sin apenas percibirla, llega un momento que la incapacita para amar. La tibieza la percibes cuando tienes una desgana o de-jadez hacia las cosas de Dios. La tibieza impide que profundices en las cosas de Dios. Es como corcho que se adhiere a tu alma y la impide sumer-girse en Dios. El alma ha de mantenerse vibrante, pero la tibieza la destensa. Su sonido queda enton-ces distorsionado, desagradable y fi nalmente mudo como una campana sin badajo o cascada.

No mires, pues, el Belén con los mismos ojos cansados o aburridos. Observa como el Belén empapa tu vida en estos días de Navidad. Únete a la oración humilde de María y José, al de los pastorcillos, al de los Reyes Magos. Entrégale el oro de tu libertad, el incienso de tu oración fer-vorosa, la mirra de tu afecto más profundo y después búscale a tu alrededor. Este año Jesús te visita y volverá a nacer bajo otra apariencia, no desaproveches tu ocasión de conocerle.

Niños del Orfanato de Belén

CAMINEM JUNTS 34

Un día Yavé, que es como los judíos llaman a Dios desde hace siempre, le pareció que ya era hora de hacer la Navidad, y eso le llevó miles de años más a pesar de que es Omnipotente, pero para Él fue como un re-lámpago, porque ya sabéis que cuando El quiere llegar: ya está allí, para El no existe el tiempo (qué lío verdad?)

Todo empezó después de aquel disgustón que le dieron los ta-ta-tatatarabuelos Adán de los humanos: Adán y Eva al desobedecer.

Pues bien, como os cantaba empezó a prepararlo todo, las estrellas, las montañas, las fuentes, los rebaños, los peces en el río y todo “de colores” claro .

Y eso porque Dios no sabe esta.

Un día Yavé quiso hacer la Navidad, y enfadado y menos con sus hijos (cuantos dolores traen los hijos, siempre van a la suya, a la de ellos, claro) de los cuales estaba infi nitamente enamorado ¡Dios todo lo hace así, a lo grande, más aun!

Así, que a su última lágrima la cuajó de dia-mantes encendidos de cariño y la puso en órbita como a todas las estrellas pero se tomó unos si-glos más para ir preparando la cosa más perfecta que se pueda imaginar, a la que haríamos noso-tros si fuéramos Dios, a María que sería su Ma-

dre. ¿Y os digo una cosa?, yo creo que El ya se temía que acabaría dejando que también fuera madre de los humanos que son sus criaturas pre-feridas. Solo por eso me gustaría ser humano y no un burro (también nos quiere mucho, pero no es lo mismo, la verdad). Y es que a El le gusta mucho compartirlo todo, lo bueno y lo malo; bueno lo que los hombres dicen malo, que no lo

LA PRIMERA NAVIDAD

• Lucero

Del retablo de la Capilla Mayor en la Catedral de Toledo

CAMINEM JUNTS 35

es. Si lo sabré yo, ni diluvios, ni terremotos, ni el martirio, yo le oí un día mientras me tenían atado a un olivo que todos esos que lo sufren serán bienaventu-rados, eso El lo hace en un plis plas! Mira tu le das un carbón y El lo hace un diamante, bien mirándolas dos cosas las hizo con la misma facilidad.

Luego tenía que escoger donde y con quien nacería y echó mano de un viejete que quería mucho a Yavé (se llama-ba Abram) y para el encargo le cambio un poquito el nombre, eso le gusta mucho a los pode-rosos. Y lo mandó irse muy le-jos desde un pueblecito perdido cerca de Bagdad (Ur de Caldea) a otro más perdido aún. Bueno para no hacerlo más largo a Be-lén que ahora todos saben don-de está.

Y ya va llegando lo bueno: entonces como siempre que tie-ne algo importante manda a un ángel, esta vez lo ascendió de categoría a Arcángel, me acuer-do como si pasara ahora mis-mo, José estaba fuera trabajando (qué bueno era José) y la Virgen sola, bueno, estaba yo en el es-tablo, pero ya sabéis que a nosotros los burros … como si no existiéramos: Estiré mis orejas más aún y … si me pinchan no me sala ni un rebuz-no. En pocas palabras y pocos segundos, la His-toria se paró y comenzó otra nueva.

Me diréis que esto parece un cuento. Os diré que soy demasiado burro para inventarme cosas tan bonitas. Burro sí, pero con más suerte que nadie, pues la cosa no acaba ahí, en que la noche

del parto estuve más cerca del Niño ¡le calenté! Con mi aliento, no quería asustarle (después de todo dicen que somos feos) y como El todo lo adivina y lo agradece, me sonrió y con un dedito me tocó en la frente. Me quedó un lunar blanco. Desde entonces José me puso un mote. Cuando me llama así me sabe a miel.

Todo parecía salirles mal a mis amos. La po-sada, el frío, Herodes, Egipto … Pero que va! Junto al Niño todo es una borrachera de felici-dad. Aquella noche ya será eternamente la No-chebuena: la Primera Navidad.

CAMINEM JUNTS 36

• Vivir la Navidad en familia.

• Procurar que cada día sea una fi esta en el amor de Dios.

• Dedicar un momento del día a la oración

• Demostrar con nuestra vida a los que nos rodean lo que realmente signifi ca

que Dios se haya hecho hombre y que Jesús produce en nuestros corazones

sentimientos de amor, perdón y alegría.

• Montar la Corona de Adviento con los cuatro cirios y encender uno cada

domingo.

• Acercarse más intensamente a los Sacramentos, a la Penitencia y a la Euca-

ristía.

• Visitar a los enfermos de nuestra familia parroquial

• Ayudar a los más necesitados

• Vivir la Navidad de manera austera.

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Alumnos del Instituto con Sede en Xàtiva han hecho alguna sugerencia para vivir en cristiano la Navidad.

He aquí una selección:

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CAMINEM JUNTS 37

• Que ninguna ocupación o preocupación aparte de nuestra mente, de nuestro

corazón y de nuestras vidas lo único importante de la Navidad.

• No perder de vista el sentido cristiano de la Navidad.

• Regalar por Navidad un libro bueno.

• Menos consumismo y menos televisión.

• Más tiempo pasado en familia.

• Dedicar más tiempo a los niños.

• Disponer más tiempo para la oración y la meditación en el Nacimiento de Jesús.

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CAMINEM JUNTS 38

ORIGENES Y DESARROLLO

Parece que este convento fue fundado, no el año 1294 como dice Colomer2, sino a raíz de la reconquista de la ciudad por el rey Jaime I, el conquistador. En efecto, en el Llibre del reparti-ment del regne de València, se lee que, en 10 kalendas de mar-zo de 1248, el rey hizo real do-nación a los frailes menores de unos terrenos ante las murallas de Játiva, entre caminos públi-cos, para que edifi casen allí su primitivo monasterio extra-mu-ros: “ fratribus minoribus spa-cium terre ante murum Xative, sicut affrontatur in honore P. de Blasco et tribus viis publicis, ad hedifi candum monasterium”. Ya quizás anteriormente les había

cedido unas casas y una mez-quita dentro de la ciudad, don-de probablemente moraron los frailes mientras duraron las obras del convento, y que, lue-go, el mismo rey concedió a otras personas, pues en tres de mayo del mismo año de le dan a Arnaldo Guillen de Morlans (sic): “domos in Xàtiva quas nunc tenent fratres minores” y, un año más tarde se concedía al mismo individuo “IIII opera-toria in Xàtiva, que affrontant ex III partibus in viis, in quarta in mezquita quam tenent fratres minores”.3

El primitivo convento, situa-do extra-muros, fue demolido el año 1350 con motivo de la guerra con Castilla, pero con licencia del rey D. Pedro de Va-

lencia y IV de Aragón, el día 25 de septiembre de 1369 la ciu-dad comenzó su reedifi cación intra-muros, según el Llibre de consells de estos años, en una is-lita de casas que había en la plaza de Moncada, quedando terminada la obra en 1373. Gregorio XI por su bula Sacrae religionis de 19 de junio de 1373 aprobó este traslado, con-cediendo al nuevo convento to-das las inmunidades, gracias y privilegios que gozaba el ante-rior.4

Tanto este convento como su iglesia, de los que la ciudad se declaró patrona, eran góti-cos, y aunque la primitiva ar-quitectura se borró con obras posteriores, pueden, sin embar-go, aún admirarse fl orones es-

El convento de San Francisco de Játiva“Notas Históricas de las seráfi cas Provincias de Valencia”.

P. CONRADO ÁNGEL 1

1 Agradecemos el habernos facilitado este texto al P. Benjamin Agulló, OFM.2 I, p. 41.3 Archivo Ibero-Americano (AIA), XIX, 298; Ventura Pascual y Beltrán en “El Obrero Setabense” de 29 de junio 1918. La conquista de Játiva fue obra

lenta y laboriosa. En 1239 fue el primer sitio, en 1244 se consiguió su señorío y en 1248 la completa posesión de la ciudad y de uno de sus castillos.4 BF, VI. C. Sarthou Carreres, Datos para la Historia de Játiva, I, p. 111.

CAMINEM JUNTS 39

culturados, bandas de// capite-les de cantería labrada y otras piedras del refectorio y del tem-plo, que se conservan en el mu-seo municipal de la ciudad.

La iglesia, de una sola nave ancha y espaciosa, como dice el señor Sarthou y Carreres tenía techumbre de tablas policroma-das en ensamblado a doble ver-tiente, lo mismo que las iglesias de san Félix y san Pedro. Toda-vía se conserva intacta en su si-

tio la puerta lateral gótica, con adornos cairelados en el arco mayor, del siglo XIV, que es quizás el más preciado monu-mento ojival de la ciudad, y en el interior del templo se veía un estimable políptico gótico y dos bellísimas tablas del s. XV, obra de Jacomart, conservadas hoy día en el museo.5 Según el cro-nista setabense G. Viñes Masip por los años 1413 se haría la si-llería ojival sencilla de la Seo

que se vendió a los religiosos franciscanos y se conserva to-davía en la iglesia de san Fran-cisco, y como se lee en Sarthou y Carreres, Francisco Serra hizo un retablo para los franciscanos de Játiva (1388-1396).

En lo iglesia fueron enterra-dos el conde de Urgel, aspirante a la Corona de Aragón, que murió en la prisión del castillo el 1 de junio de 1433, y los ce-lebres Borjas D. Rodrigo y

5 Estas tablas, que llamaron la atención en la exposición de Valencia, representan a san Sebastián y a santa Elena.

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Doña Sibila, abuelos del Papa Alejandro VI, y Doña Catali-na, hermana del Papa Calixto III.

En esta iglesia estuvo domi-ciliada, además de la Tercera Orden, la antiquísima cofradía de la Sangre, por esto salieron siempre de este templo las pro-cesiones de Semana Santa. Cle-mente V, en su bula de 13 de junio de 1311 y dirigida al Mi-

nistro provincial de Aragón, a los custodios de Cataluña y Va-lencia y al guardián de Játiva, los autoriza para recibir bie-nes.6

Finalmente, Doña Saurina de Entenza, en su testamento otorgado en Valencia a 25 de agosto de 1325, ante el notario Pedro Ferrer, entre otros lega-dos, dejó 500 sueldos reales cada año a este convento de Já-

tiva para vestirse sus frailes, y 1000 sueldos anuales a los frai-les menores del convento de Valencia.7 En 2 de junio de 1372 la abadesa de santa Clara de Játiva sor Cecilia de Peralta, con el consentimiento del guar-dián de este convento de san Francisco fr. Berenguer de So-rribes, destituyó a los seis pres-bíteros seculares que por desig-nación de sor Inés Pérez Guas-

6 B.F. V, p. 75, nº 180: A.I.A., XIV, p.12.7 AIA, XXV (1926), nº. 74, p.257.

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ch, abadesa tortosina, obtenían las capellanías fundadas por Doña Saurina en su monasterio de santa Clara, y en su lugar nombró a otros tantos padres del convento de san Francisco para que levantasen estas car-gas. Este acto fue confi rmado por el obispo de Valencia como consta por los pergaminos del Archivo de la Catedral.

Posteriormente, por los años de 1452, hubo en este convento grandes obras de restauración, sobre todo en el dormitorio y en el refectorio, que consumie-ron los fondos de la comuni-dad, por lo que hubo necesidad de suspenderlas. En virtud de ello, el padre guardián acudió a la abadesa de santa Clara mani-festándole lo que ocurría y su-plicándole se dignasen pagarle los atrasos que les debían por el servicio de las capellanías.

ESCUELA PÚBLICAEn este convento, además del

estudio de Teología para la or-den, hubo, desde un principio, una importante escuela pública de Gramática y de Artes, pen-sionada por la ciudad, de la que entre otros fueron regentes: en 4 de mayo de 1374 fr. Ponce Aranyó, lector civitatis, y fr. Ni-colás Redo, magister logicorum. En 17 de marzo de 1402 fr. An-

tonio Palomar y fr. Blas Serra; en 18 de mayo de 1416 fr. Juan Simó, y en 6 de noviembre de 1427 fr. Jaime Vives y fr. Pedro García. Esta escuela continuó al abrazar el convento la Obser-vancia y en 1575 estuvo al frente de la misma el P. Pedro Estrada, religioso tan celebre por su cien-cia y virtud, que muchos nobles acudieron a ser sus discípulos. Hubo también, al menos por al-gún tiempo, cátedra pública de Teología, según se desprende de la siguiente sentencia: “1594. Decreta la Audiencia del Reino que los jurados de Xàtiva den cuatro cahices de trigo anual-mente al convento de francisca-nos con el deber de que los frai-les enseñen la Teología”.8

LA OBSERVANCIAConsecuencia de los decretos

del Papa Alejandro VI y de los reyes Católicos que impusieron la reforma a los religiosos claus-trales de las ordenes mendican-tes, el año 1503 los religiosos de este convento aceptaron la Ob-servancia, al parecer, sin difi -cultad alguna. El siguiente año de 1504 hicieron escritura de donación de los bienes que ha-bían sido del convento y reli-giosos claustrales a favor de los jurados de la ciudad y de sus sucesores en el ofi cio.

Aunque sin datos positivos, por no haber leído la extensa escritura de seis folios escritos en latín, que se conserva en el Archivo Municipal de Játiva, expediente nº 23 de 1736, su-ponemos que al aceptar esta donación, los jurados, por su parte, se comprometieron tam-bién a algo, es a saber, a invertir en remediar las necesidades presentes y futuras del conven-to los réditos del capital que se les entregaba. Nos confi rma en esta opinión la conducta de la misma ciudad que, desde esta fecha, se manifi esta patrona del convento, y tiene un cuidado especial del mismo, subvencio-nando su escuela pública y en-cargándose de las reparaciones extraordinarias que se presen-tan. Así vemos que, en 1748 corren por cuenta de la ciudad las obras de reparación y conso-lidación del edifi cio del conven-to que amenazaba ruina por efecto de los terremotos.9

LA GUERRA DE SUCESIÓN Y EL RESTABLECIMIENTO

Durante la guerra de Suce-sión, en el asalto de la ciudad, fue este uno de los conventos que tuvo más que sufrir, por hallarse construido junto al muro y muy contiguo a la puer-

8 Sarthou Carreres, Datos para la Historia de Játiva, I, 244.9 Sarthou Carreres, Datos para la historia de Játiva, II, 351 nota y 111-112; AIA, t. 27, p. 367.

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CAMINEM JUNTS 42

ta llamada de San Francisco, y brecha por donde entraron las tropas de Felipe V en la ciudad, porque en él se hicieron fuertes los partidarios del archiduque. Entonces se arruinó la mayor parte del edifi cio, perdiéndose casi todo el archivo, las alhajas y los ornamentos de la sacristía, como consta de la información testifi cal hecha en 1727 a ins-tancias de Bartolomé Trobat, como síndico del convento, ante el corregidor y alcalde de San Felipe, antes Játiva, y su escribano Jaime Gascó. Y se completó su ruina en el incen-dio de la ciudad que por orden del rey tuvo lugar el 17 de ju-nio de 1707, después de haber salido desterrados de Játiva to-dos los religiosos.10

Siete años más tarde, en 11 de junio de 1714, el rey dio su autorización para que fuesen reedifi cados los conventos en los mismos lugares donde antes estaban y morasen en cada uno de ellos doce religiosos.11 En virtud pues de este Real Decre-to volvieron nuestros religiosos a Játiva y bajo la presidencia del P. Juan García, defi nidor y pre-sidente in capite del mismo co-menzaron la reedifi cación del convento, instalando interina-mente la iglesia en el local lla-mado De profundis.

Para el restablecimiento de la tercera orden, interrumpida por el mismo motivo, el día 14 de abril de 1715 reuniéronse en junta general varios de los her-manos antiguos, bajo la presi-dencia del citado padre Juan García, y después de nombrar la

Junta Directiva acordaron que se formase un registro por orden alfabético de todos los hermanos y hermanas que, o por las carti-llas, o por el testimonio de testi-gos, constase que eran terciarios profesos antes del exterminio de la ciudad. De este modo logra-

10 Ventura Pascual y Beltrán, Datos para la historia del exterminio de Játiva, pp. 119-121; Sarthou y Carreres, Datos para la Historia de Játiva, II, 111.11 Archivo Regional de Valencia. Legajo 383.

Os traigo una buena noticia: hoy, en Belén, ha nacido el Salvador.

En acción de gracias de una familia

CAMINEM JUNTS 43

ron inscribir hasta 114 herma-nos y hermanas. En vista de que la Tercera Orden había quedado sin capilla para sus ejercicios, la nueva junta directiva acudió a la comunidad pidiéndole sitio oportuno para levantarla. En 9 de junio de 1716, por acta nota-rial, la comunidad les cedió el local que servía de sacristía prin-cipal de la iglesia, bajo las si-guientes condiciones:

1ª.- que la capilla y sacristía que se construyesen ha-bían de servir tan solo para los ejercicios mensua-les y demás actos y funcio-nes de la Tercera Orden.

2ª.- que no había de tener puerta a la calle.

3ª.- que nunca de la Tercera Orden podría apropiarse el dominio directo y abso-luto de aquellos locales.

Admitidas las condiciones y tomada posesión del local por el hermano mayor, como se describe en la citada acta nota-rial, el 13 de septiembre de 1716 comenzaron las obras de esta capilla con las limosnas que había recogidas y dinero que se pidió a préstamo a algu-nos hermanos.12

Más tarde encontramos al hermano de hábito patente José Martínez, que servía a la Terce-ra Orden con los empleos de

sacristán, cobrador, convocador y habitaba en una dependencia de la sacristía (1817-1830).

En 1725 se restauró el Vía Crucis, tal y como estaba antes de la destrucción, pero ya antes, en 1721, lo practican los tercia-rios todos los viernes, lo mismo que en Valencia. Finalmente, en 1723, comenzaron las 40 horas para la fi esta de las Llagas con tres sermones.

En los terremotos del día 23 de marzo de 1748 la fábrica de este convento resulto con tales grietas, muros salidos de plo-mo,… etc., que amenazaba rui-na y la torre o campanario, con sus campanas, se vino a tierra. Se encargó de la reparación y consolidación de esta obra fr. J. Alberto Pina, carmelita, arqui-tecto de la colegial, y corrieron los gastos a cuenta del Estado.

SEGUNDA Y TERCERA ÉPOCA CONSTITUCIONAL

De la estadística que el ayun-tamiento de Játiva, por orden superior, practicó el día 20 de noviembre de 1820, consta que este convento, cuyo guardián era el P. Francisco Llorca, tenía en-tonces 39 religiosos ordenados in sacris, mientras que el de san Onofre, cuyo superior era el P. Luis García, sólo tenía 24. Por esto, aquel fue respetado, y este

suprimido, enviándose su comu-nidad al convento de Carcagen-te. Esto no obstante, por dispo-sición del jefe político de la efí-mera provincia de Játiva, en 13 de junio de 1823, este convento de san Francisco fue convertido en Hospital Militar y su comu-nidad obligada a reducirse al menor lugar posible del edifi cio.

Finalmente, exclaustrados defi nitivamente los religiosos el año 1835, y cerrada su iglesia al culto, la Tercera Orden, con au-torización del Vicario Foráneo y del Provincial P. Ronda, el día 25 de octubre fue trasladada a la iglesia del monasterio de Santa Clara, donde continua todavía. Y el convento, después de varias vicisitudes, fue destinado a cuar-tel de infantería. La iglesia con-tinuó abierta al culto católico hasta 1931 y en 1945 las autori-dades eclesiásticas la transfor-maron en salón cinematográfi co para Acción Católica.

Hubo en Játiva otros dos con-ventos franciscanos, a saber el de capuchinos, fundado bajo la ad-vocación de san Antonio de Pa-dua el año 1607 en el edifi cio que, al oeste de la ciudad, ocupa ac-tualmente el asilo de Ancianos Desamparados; y el de Padres Al-cantarinos, fundado el 8 de enero de 1575 en sent Onofre el Vell, extramuros y al este de la ciudad.

12 Archivo de la Tercera Orden de Játiva. Libro de Decretos. Por este libro consta que antes de exterminio, a más de la capilla, tenían su salón de Juntas y una sala conveniente para habitación de su Padre Visitador.

CAMINEM JUNTS 44

CáritasCADA AÑO SE NOS PRESENTA UNA NUEVA OPORTUNIDAD DE REDESCUBRIR LA MAGIA DE LA NAVIDAD

Esta magia nos transporta a Navidades pasa-das. Olores, imágenes, músicas, abrazos, alegrías, tristezas, nos sumergen en un mundo de recuer-dos y añoranzas, amigos que han partido, afectos que no están con nosotros, hijos que crecen, nie-tos que nacen, de recuerdos que perduran, de emociones que nos han marcado. Quizá sería bueno unir todas las navidades pasadas para pensar concretamente en ésta que está por venir y decidir vivir esta Navidad de una manera dife-rente. Acercándonos más a Jesús, a ese Jesús que se defi nió como VERDAD, CAMINO y VIDA y decidamos ser portadores de un mensaje nue-vo, el que hoy en día el mundo necesita, el que Cristo nos trajo en la primera Navidad.

Esta primera Navidad que cambió la HISTO-RIA en un ANTES y un DESPUÉS, Jesús de Nazareth, El Mesías, el Hijo de Dios, como dice San Marcos en la primera línea de su Evangelio, nace en Belén; este nacimiento es el inicio de un cambio radical en las personas, porque el mensa-je de la Navidad es un mensaje universal pero a la vez dirigido al corazón del hombre, de todos no-sotros; corazón por corazón, por ello la Navidad cristiana no se vive en solitario, se comparte, se transmite y se lleva a los demás de mil maneras.

Pensemos que Jesús se encuentra en cada una de las personas que nos rodean: en nuestros pa-dres, nuestros hijos, nietos, amigos, en nuestros vecinos. Esto no es complicado, lo difícil es ver-lo en esas otras personas, en aquel vecino que no soportamos, o en ese chivo negro que se acerca a vendernos cds, o en aquel joven consumido por las drogas que se acerca a pedirnos un ciga-rrillo y, quizá, sea un buen momento para plan-tearnos qué signifi ca la NAVIDAD para cada uno de NOSOTROS, que sea un objetivo para este año que la Navidad nos encuentre a cada uno comprometidos a descubrir de nuevo su mensaje.

Pese al crecimiento y al marcado desarrollo del estado de bienestar en nuestro país, seguimos aumentando el número de los empobrecidos y han surgido nuevas formas de pobreza.

Los más necesitados hoy no son sólo los que carecen de recursos económicos sino también los que no pueden acceder a bienes y servicios, a los mercados de trabajo, a una vivienda digna, a la salud, a la educación y a gran número de dere-chos humanos básicos como identidad, digni-dad, seguridad.

Estas carencias afectan también a enfermos mentales, discapacitados, sin techo, reclusos, in-migrantes, parados crónicos, mujeres con hijos a su cargo, ancianos que habitan solos.

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CAMINEM JUNTS 45

Desde Cáritas La Seu no sólo somos conscien-tes y denunciamos esta realidad sino que tratamos de concretar con hechos las enseñanzas de Jesús, porque esta realidad nos demanda más compro-miso, porque estas situaciones de injusticia no son

algo lejano, no suceden sólo en otros países, otros continentes, sino a la vuelta de la esquina, a nues-tros vecinos, nuestros parientes y amigos.

Muchos conocen el nombre de Cáritas y to-dos tienen una idea de lo que la Institución re-

CAMINEM JUNTS 46

XÀTIVA

presenta, es una dimensión esencial en la vida de la Iglesia Católica; tratamos de concretar en hechos las enseñanzas de amor de Je-sús hacia todos los hombres, pero muy especialmente ha-cia los más pobres, los que están pasando por un mo-mento de necesidad concre-ta como pueden ser pérdida de empleo, pérdida de un familiar, enfermedad, inmi-gración.

Desde Cáritas hemos en-contrado alternativas de ac-ción para muchos de nues-tros emprendimientos:

ACOGIDA,ROPERO SOLIDARIO,BOLSA DE TRABAJO,ANIMACIÓN.

Intentando mejorar estos servicios a través de nuestros voluntarios, personas anóni-mas de diferente educación, sexo, edad, pero fi nalmente Unidos e Iguales por ser to-dos hijos del mismo Padre.

Académico Maravall, 7 - Tel. 96 227 55 82 - XÀTIVA

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Con entusiasmo y alegría y conscientes de que debemos mejorar por siempre dispuestos a cele-brar esta Navidad con los más desfavorecidos in-tentamos con tu ayuda llegar a todos ellos po-niendo en marcha la Campaña de esta Navidad 2006-2007 basada en el lema “Nadie sin Futu-ro”.

Como es tradicional en nuestra comunidad realizaremos el Concurso de Dibujo y Cuentos inspirados en el lema “JESÚS NACE PARA TODOS”, a través del cual invitamos a niños y jóvenes de nuestra comunidad a refl exionar sobre su signifi cado y como en años anteriores espera-mos que la participación sea elevada e invitamos a toda la comundidad a ver las obras que serán expuestas en la iglesia Sant Francesc durante toda la Navidad.

La recogida de Cuentos y Dibujos se realizará el jueves 14 de diciembre para los niños de Cate-quesis y para Juniors el día 16 de diciembre.

La entrega de premios se realizará en la Misa de la tarde del Día de Reyes.

Este año también realizaremos otras dos Campañas, cerrando así con el trabajo iniciado durante todo el año con las familias más necesi-tadas.

CAMPAÑA DE ALIMENTOSEsta campaña tiene como objetivo ayudar a fa-

milias de nuestra comunidad con las que hemos trabajado durante el año y conocemos sus necesida-des para que nadie pase una Navidad pobremente.

Puedes colaborar con alimentos, especialmen-te turrones, mazapán, chocolates, etc. o donati-vos que pueden ser entregados en el Edifi cio de Cáritas La Seu, hasta el día 22 de diciembre.

CAMPAÑA DE REYESEsta campaña tiene como objetivo brindar

ayuda a las familias y contribuir para que nin-gún niño pase esta fi esta sin la visita de los Reyes Magos.

Necesitamos juguetes nuevos que puedan ser utilizados por niños de meses hasta los 14 años, también pueden preguntarnos qué necesidades hay, ya que conocemos bien a todos los niños y por eso podemos decirles qué necesitan.

Y a modo de refl exión fi nal demos gracias a Dios por habernos llamado a trabajar en favor de construir un mundo mejor, más justo, más verda-dero, más fraternal porque somos Cristianos para servir, para ayudar, para anunciar el Evangelio.

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¡¡¡FELIZ Y SANTA NAVIDAD PARA TODOS!!!

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La Fundación de la Comunidad Valenciana La Luz de las Imágenes fue creada en el año 1999 por la Generalitat Valenciana para la recu-peración, intervención y difusión del patrimonio histórico-artístico valenciano.

Desde su fundación en el año 1999 ha com-pendiado un haber extraordinario de bienes ar-tísticos, muebles e inmuebles restaurados, de va-lor incalculable, para disfrute de la población y de las generaciones posteriores. Se han celebrado cinco ediciones:

1999 Valencia. Lema Sublime.2001 Segorbe. Lema: Desconocida Admira-

ble.2003 Orihuela. Lema Semblantes de Vida.2005 Sant Mateu. Lema: Paisajes Sagrados.2006 Alicante. Lema: La faz de la Eternidad.

La actividad de este organismo cultural se ci-fra, hasta el momento, en cerca de 1.500 bienes muebles intervenidos, entre obras pictóricas, es-culturas, orfebrería, tejidos y documentos. Ade-más ha restaurado los más importantes edifi cios eclesiásticos, entre ellos las Catedrales de Valen-cia, Segorbe (Castellón), Orihuela (Alicante) y Concatedral de San Nicolás, Iglesia de Santa María y Monasterio de la Santa Faz de Alicante. También, la Iglesia de San Martín y el Semina-

rio de Segorbe; los templos de las Santas Justa y Rufi na, y Santiago, en Orihuela; las iglesias Ar-ciprestal y de Sant Pere en Sant Mateu; el templo de Nuestra Señora del Socorro en Peñíscola, en-tre otros.

Los objetivos marcados como fi nalidad se han cumplido en todos los casos de las cinco edicio-nes anteriores. Entre los que cabe destacar:

• Haber ofrecido el “Turismo cultural” como oferta alternativa a los tradicionales desti-nos de sol y playa.

• Una apuesta de inversión permanente en la cultura valenciana.

• Promocionar el arte para explicar los valo-res de sus gentes y compartirlo con el resto del mundo

La actividad que desarrolla La Luz de las Imá-genes se gestiona a través de un Patronato, órga-no de gobierno, representación y administración, y a través del Consejo Rector, encargado del fun-cionamiento.

Como miembros fi guran la Generalitat Va-lenciana, el Arzobispado de Valencia, y la Con-selleria de Cultura, Educación y Deporte. Tam-bién está integrado por el Grupo Iberdrola, Ban-caixa, la Fundación Generalitat Valenciana-Iber-drola, Radio Televisión Valenciana (RTVV), los

Restauración de la Colegiata Santa María de Xàtiva

CAMINEM JUNTS 49

Miguel Ferrando Perales

ADMINISTRADOR DE FINCAS COLEGIADO

EXPERTO INMOBILIARIO

Reina, 33 - 1º - Tel. 96 227 68 62 - XÀTIVA

ayuntamientos de Valencia, Castellón, Alicante, Segorbe, Orihuela y Sant Mateu, así como las diputaciones provinciales de Castellón, Valencia y Alicante, el Obispado de Segorbe-Castellón, el Obispado de Orihuela-Alicante y el Obispado de Tortosa

LA RESTAURACIÓN DE LA COLEGIATA DE SANTA MARIA

En los últimos meses se viene desarrollando la más importante restauración que ha ocurrido en la ciudad de Xàtiva. La Basílica Colegiata de san-ta María, sede de la exposición la Luz de las Imá-genes a celebrar durante el 2007, esta acometien-do una restauración casi completa de todo el Templo.

El esfuerzo económico y humano comprende uno de los hitos que marcará la historia cons-tructiva de la Iglesia. Casi 4 millones de euros de presupuesto, un equipo de técnicos formado por diez personas, tres empresas restauradoras con una plantilla de aproximadamente 60 trabajado-res, más de tres mil metros cuadrados de anda-mios, numerosos materiales de restauración… son las cifras que convierten a la restauración de la Seu de Xàtiva en la más importante realizada hasta el momento.

Esta actuación se completa con la interven-ción realizada en la Iglesia de Sant Francesc don-de se ha continuado el culto religioso y ha per-mitido que se actúe en el interior en toda la ex-tensión necesaria.

CAMINEM JUNTS 50

Las cuatro actuaciones que se están desarrollando se explican a continuación.

Portada NorteDirección Facultativa:Antonio Vela Masó. ArquitectoLuis Almela Gil. ArquitectoSantiago Tormo Esteve. Arquitecto TécnicoEmpresa Constructora: Estudio Métodos de la Restauración S.L.

Trabajos Realizados:• Limpieza de paramentos con microproyección de partículas de Silicato de alúmina.• Consolidación de Cornisas y piezas escultóricas pétreas.• Sustitución de piezas en estado grave de patología por piedra de similar características.• Tratamientos generales de biocida, hidrofugantes y patinado en aquellas zonas necesarias.• Sustitución de piezas oxidadas en las rejas para permitir el giro y movimiento.• Limpieza de la puerta.

CAMINEM JUNTS 51

CAMINEM JUNTS 52

Portal del Lleó, 9 • Tel./Fax 96 227 42 47 • Apartado 5046800 XÀTIVA (Valencia)

CAMINEM JUNTS 53

Fachada Norte

Trabajos a realizar:• Limpieza de para-

mentos con micro-proyección de partí-culas de Silicato de alúmina.

• Consolidación de Cornisas y reinte-graciones pétreas.

• Sustitución de pie-zas en estado grave de patología por piedra de similar características.

• Tratamientos gene-rales de biocida, hi-drofugantes y pati-nado en aquellas zonas necesarias.

• Eliminación de ve-getación superf i-cial.

• Impermeabilización de canales y bajan-tes.

• Retejado de todas las cubiertas.

• Restauración de vi-drieras.

Dirección Facultativa:Luis Almena Gil. Arquitecto Antonio Vela Masó. ArquitectoEladia Ballesteros Marín. Arquitecta Técnica.

Santiago Tormo Esteve. Arquitecto TécnicoEmpresa Constructora:Edycon

Alameda Jaume I, 36 • Tel. 962 27 49 60Vicente Boix, 2 • Tel. 962 28 36 00

XÀTIVA

CAMINEM JUNTS 54

A L T A C O S T U R A

Portal del Lleó, 6 - 1ºTeléfono (96) 227 70 46

46800 XATIVA (Valencia)

CAMINEM JUNTS 55

Fachada Este

Trabajos a reali-zar:• Limpieza de para-

mentos con micro-proyección de par-tículas de Silicato de alúmina.

• Consolidación de Cornisas y reinte-graciones pétreas.

• Sustitución de pie-zas en estado grave de patología por piedra de similar características.

• Tratamientos gene-rales de biocida, hi-drofugantes y pati-nado en aquellas zonas necesarias.

• Eliminación de ve-getación superf i-cial.

• Impermeabilización de canales y bajan-tes.

• Retejado de todas las cubiertas.

• Limpieza de la Puerta y ejecución del cortaviento in-

Dirección Facultativa:Elisa Moliner Cantos. ArquitectaLuis Cortes Meseguer. Arquitecto Técnico

Santiago Tormo Esteve. Arquitecto Técnico.Empresa Constructora:Estudio Métodos de la Restauración S.L.

TURRONERIA

NIETA DE ELIAS CARBONELL®

Calle La Reina • Teléf. 96 227 48 92 • XÀTIVA

R E G A L S

C O M P L E M E N T S

Porta Sant Francesc, 10Tel. 96 227 52 6646800 XÀTIVA

CAMINEM JUNTS 56

El BaratoSetabense

Carrer Botigues, 18 · Tel. 96 227 46 81 · XÀTIVA

CONFECCIONES - GÉNEROS DE PUNTO

Mª José Garcia Alemany

CAMINEM JUNTS 57

Fachada Oeste e Interior

Trabajos a realizar:• Limpieza de para-

mentos con micro-proyección de partí-culas de Silicato de alúmina.

• Consolidación de Cornisas y reintegra-ciones pétreas.

• Sustitución de piezas en estado grave de patología por piedra de similar caracterís-ticas.

• Tratamientos genera-les de biocida, hidro-fugantes y patinado en aquellas zonas ne-cesarias.

• Eliminación de vege-tación superfi cial.

• Impermeabilización de canales y bajantes.

• Repaso de revesti-mientos interiores y pintado de bóvedas.

• Eliminación de insta-laciones interiores y colocación de nuevo alumbrado interior y megafonía.

• Construcción de aseos para uso público.

Dirección Facultativa:José Emilio Llacer Bellver, ArquitectoJoaquín Llopis Penadés, IngenieroGuadalupe Querol Seguí, Arquitecta Técnica

Santiago Tormo Esteve, Arquitecto TécnicoEmpresa Constructora: Torremar S.A.

BALDRÉS

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Tel. 96 227 44 40Carrer de les Botigues, 10, 12. Xàtiva

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Avda. Selgas, 28 • Telf./Fax: 96 228 71 23 Avda. Selgas, 32 • Telf.: 96 228 01 79

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JUCAMITel. 96 227 20 53Avda. Valencia, nº 3XÀTIVA

Tel. 96 228 23 58Baixada de l’Estació

XÀTIVA

CAMINEM JUNTS 60