Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

35
Políticas y planificación del lenguaje: una introducción * Rainer Enrique Hamel In memoriam Guillermo Bonfil Batalla Érase una vez un anciano muy solitario que habitaba una cabaña al fondo de la playa. Para entretenerse, empezó un día a cambiarle los nombres a las cosas que lo rodeaban. Llamó mesa a la silla; a la mesa banco; a la pared suelo y a la ventana puerta. Al cabo de un tiempo se le olvidaron los oombresoriginales de las cosas, y cuando se comunicaba con alguien del pueblo, lo que rara vez sucedía, la gente ya no le entendía, de modo que aumentaba su aislamiento. Vemos en esta parábola del solipsismo comunicativo un caso extremo de política del lenguaje que explota hasta sus últimas consecuencias el carácter-en principio- arbitrario de la relación entre significante y significadoen todo sistema lingüístico. Ignora al mismo tiempo la existencia de todo lenguaje como hecho social en permanente transformación histórica en cuyos lexemas, estructuras morfosintác- ticas y, sobre todo, formaciones discursivas se sedimenta y se reproduce la experiencia de un pueblo y su visión del mundo. Ignora además que el lenguaje, estudiado como discurso, no es tan sólo soporte del pensamiento o instrumento de la transmisión del conocimiento, sino en primer lugar una acción social que produce efectos de sentido entre los locutores. El discurso es un acto de cultura que produce, transforma y hace circular las significaciones de las estructuras sociales.' •. Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, Departamento de Antropología.

Transcript of Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Page 1: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificacióndel lenguaje: una introducción

*Rainer Enrique Hamel

In memoriam Guillermo Bonfil Batalla

Érase una vez un anciano muy solitario que habitaba una cabaña al fondo de la playa. Para entretenerse,empezó un día a cambiarle los nombres a las cosas que lo rodeaban. Llamó mesa a la silla; a la mesabanco; a la pared suelo y a la ventana puerta. Al cabo de un tiempo se le olvidaron los oombresoriginalesde las cosas, y cuando se comunicaba con alguien del pueblo, lo que rara vez sucedía, la gente ya nole entendía, de modo que aumentaba su aislamiento.

Vemos en esta parábola del solipsismo comunicativo un caso extremo de políticadel lenguaje que explota hasta sus últimas consecuencias el carácter-en principio-arbitrario de la relación entre significante y significadoen todo sistema lingüístico.Ignora al mismo tiempo la existencia de todo lenguaje como hecho social enpermanente transformación histórica en cuyos lexemas, estructuras morfosintác-ticas y, sobre todo, formaciones discursivas se sedimenta y se reproduce laexperiencia de un pueblo y su visión del mundo. Ignora además que el lenguaje,estudiado como discurso, no es tan sólo soporte del pensamiento o instrumento dela transmisión del conocimiento, sino en primer lugar una acción social queproduce efectos de sentido entre los locutores. El discurso es un acto de culturaque produce, transforma y hace circular las significaciones de las estructurassociales.'

•. Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, Departamento de Antropología.

Page 2: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

6 Rainer Enrique Hamel

La actividad lingüística del anciano vislumbra,sin embargo, la permanente tensión que reina entrelo semántico y lo pragmático, entre el significadosedimentado en lexemas y la significación socialconstruida y reproducida en las prácticas discursivassocialmente situadas. Revela además la capacidaddel sujeto de intervenir en el lenguaje, de cambiar elsignificado y la significación, en breve, de hacerpolítica del lenguaje y romper con el objetivismoabstracto de la lengua concebida como sistema co-herente en sí, idealizado e independiente de .lossujetos hablantes.

El anciano de nuestro cuento fracasa por últimoen cuanto a sus intentos de comunicarse porque suactividad lingüística se desarrolla fuera de un con-texto social. No logra imponer sus definiciones por-que carece del poder para hacerlo. Descubrimos aquíotro aspecto fundamental de toda política lingüísti-ca: la posibilidad de intervenir sobre el lenguaje estádeterminada por las relaciones de poder vigentesentre los actores y grupos sociales.

"Todo comienza por el acto de nombrar" escribeCalvet (1974:,56), refiriéndose a la colonializaciónfrancesa en Africa. "El desprecio del otro [...] semanifiesta desde los primeros contactos precolonia-les en las iniciativas taxonómicas. Es un fenómenoviejo como el mundo que consiste en nombrar a losotros con un término peyorativo, un término quemuchas veces hace referencia a las diferencias lin-güísticas una vez más convertidas en desigualdades(traducción mía)."!

Los aztecas impulsaron esta misma política enla construcción de su imperio, irnponiéndoles nom-bres en náhuatl, muchas veces de connotación peyo-rativa, a los pueblos sojuzgados: chontal (foráneo),popoloca (lengua incomprensible), totonaca (rústi-co) (cf. Wolf 1959, América Indígena 22, 20-21).

El derecho de nombrar se extiende también a losterritorios de los pueblos dominados que se estruc-turan con las taxonomías traídas del Viejo Mundo.Surgen la Nueva Castilla, Granada y León, Sevillay Córdoba en el Nuevo Mundo como sello de laapropiación física y simbólica de las tierras conquis-tadas. Las primeras crónicas de Las Indias nos reve-lan que los conquistadores traían consigo sus viejosconceptos y palabras para aplicados a nuevas reali-dades (cf. Orlandi en este volumen), comparando losnuevos objetos con sus símiles en España. Se apro-piaban de lo extraño asimilándolo a lo conocido,como Fernández de Oviedo en su famoso "Sumariode la Natural Historia de las Indias" de 1925: "Ga-mos hay..., ciervos hay". Cristóbal Colón relata quelos árboles en la isla Hispaniola son todos verdescomo Andalucía en mayo, pero que, por lo demás,se distinguen de los árboles en España como el díade la noche (cf. Scharlau y Müntzel 1986).

La apropiación intelectual y lingüística procedíaa través de translaciones y amplificaciones del sig-nificado. Con sus nomenclaturas que se ampliabano modificaban cuando surgían confusiones, los con-quistadores no pretendían forjar nuevos instrumen-tos de conocimiento que les hubiese permitido en-tender lo nuevo en su propio contexto, a diferenciade algunos cronistas de formación humanística. Lesinteresaba más bien consolidar y extender sus con-quistas con la ayuda de nomenclaturas prácticas,haciendo caso omiso de todo aquello que no seadecuaba fácilmente a sus perspectivas (cf. Scharlauy MüntzeI1986).

Observamos en estos ejemplos la expresión depolíticas del lenguaje que han existido desde que losseres humanos se organizaron en sociedades y ex-tendieron sus relaciones de contacto, intercambio ydominación hacia otras sociedades cultural y lin-

DELL
Nota adhesiva
pregunta 3
DELL
Resaltado
DELL
Resaltado
DELL
Resaltado
DELL
Resaltado
DELL
Resaltado
DELL
Resaltado
Page 3: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación del lenguaje

güísticamente diferentes. En la mayoría de estasrelaciones, las lenguas juegan un papel de primerorden, tanto para organizar la dominación y hege-monía de un pueblo sobre otro, como también en losprocesos de resistencia y liberación.

Veremos, sin embargo, que en muchos de losenfoques existentes quedan excluidos importantesaspectos de los factores que componen el fondo delas políticas del lenguaje. De hecho, los modelosestablecidos no se han distinguido precisamente porun concepto del lenguaje como acción social y dis-curso relacionados con el poder, como lugar deconflicto y confrontación ideológica, donde las ten-siones entre significado semántico y acción pragmá-tica, entre constitución, reproducción y transforma-ción de las significaciones sociales se refleje en todasu complejidad. Por lo menos en su inicio se limita-ron más bien a concebir el lenguaje dentro de lasdicotomías estructuralistas establecidas ya desarro-llar su campo de acción a las situaciones de multi-lingüismo.

En lo que sigue resumiré primero el desarrollodel campo interdisciplinario que estudia la política yplanificación del lenguaje. Sin pretensiones de ex-haustividad," pondré énfasis en los problemas con-ceptuales y debates; señalaré ciertos problemas teó-rico-rnetodológicos que, a mi modo de ver, dificultanel avance de un conjunto de trabajos hasta ahora másbien descriptivos hacia una disciplina con un poderexplicativo adecuado (cf. Cobarrubias 1983, Jer-nudd 1991). Expondré después los elementos de unaconcepción sociolingüística amplia, cualitativa, dela política del lenguaje. que me permitieron estudiarlos efectos de ciertas políticas in actu, en el micro-nivel de las interacciones verbales mismas. Presen-taré finalmente los artículos que contiene este núme-ro de la revista Iztapalapa.

7

POLÍTICA y PLANIFICACIÓN:EL SURGIMIENTO DE UN CAMPO

Sobre los conceptos política y planificación dellenguaje y sus modelos existe desde hace tiempo uncontrovertido debate que gira básicamente en tornoa cuatro controversias relacionadas entre sí:

1. La amplitud del objeto de estudio: acaso selimita a las intervenciones deliberadas de ins-tancias del Estado o a las acciones -conscienteso no-del conjunto de las fuerzas sociales en unasociedad determinada.

2. La elaboración de tipologías parcialmente in-compatibles entre sí que delimitan y recortan eluniverso conceptual de manera diferente.

3. La definición de los conceptos lenguaje (len-gua, lenguaje, discurso, etc.) y política, consus implicaciones teórico-metodológicas y ladelimitación de la disciplina: ¿Qué disciplinasdeben intervenir -la lingüística, sociología,antropología, geografía, ... - y con qué pesorelativo? ¿Es la política o planificación dellenguaje una subdisciplina de la (socio)lin-güística o depende, por ejemplo, del desarrollode una teoría del cambio social, como lo plan-tean Fishman (1987) y Cooper (1989)? y ¿sepueden utilizar las metodologías de análisis einterpretación ofrecidas por cada una de lasdisciplinas o habrá que buscar parámetros in-tegrales?

4. Por último, la capacidad de proyección que tie-nen los modelos para pronosticar el futuro de unalengua, para determinar los efectos de una me-dida política específica y descubrir las causasreales que desencadenan una revitalización odesplazamiento lingüísticos.

DELL
Resaltado
Page 4: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

8 Rainer Enrique Hamel

No existe acuerdo sobre el estatus teórico y la deno-minación de cada uno de los componentes del cam-po; la mayoría de los enfoques, sin embargo, esta-blecen dos grandes áreas:

1. La política del lenguaje "externa" que se refiereal papel de cada lengua, es decir, sus usos yfunciones en un contexto multilingüe.

2. La política del lenguaje "interna" que analiza laintervención sobre las normas gramaticales, lacodificación, estandarización, la elaboración dealfabetos y vocabularios.

Algunos distinguen como tercera área la educación(enseñanza de lenguas) (cf. Uribe Villegas 1981,Cooper 1989). Para ciertas concepciones ampliasque reseñaré más adelante, la planificación lingüís-tica es un instrumento de la política del lenguaje, unadisciplina aplicada y actividad práctica con un esta-tus teórico diferente que se desarrolla en cada unade las áreas.

La mayoría de los enfoques más influyentes, sinembargo, generalmente de procedencia anglosajo-na, adopta una concepción circunscrita a la interven-ción institucional bajo la denominación general deplanificación del lenguaje (language planning) y nose refiere al concepto de política en su sentido am-plio, superordenado." Para estos modelos, la inter-vención de las diversas fuerzas sociales entra comovariable o antecedente basados en un diagnósticosociolingüístico previo.

Analicemos brevemente la trayectoria del con-cepto; surge, junto con otras propuestas de los añossesenta, como primera reflexión sobre el boom deactividades de planificación lingüística que caracte-riza la segunda posguerra, cuando en los diversospaíses de África y Asia se inician los procesos de

descolonización. Para los jóvenes estados inde-pendientes, que buscan una salida a la situación desas-trosa que -también en lo lingüístico- heredaron de laspotencias coloniales (cf. Calvet 1974, 1987), se comien-za a definir el estatus de las lenguas oficiales, se diseñannuevas lenguas nacionales, se elaboran alfabetos y vo-cabularios científicos, casi siempre desde los centros depoder neocolonial en el mundo industrializado."

El término language planning mismo fue creadopor Einar Haugen (1959) para referirse a "la elabo-ración de una ortografía normativa, una gramática yun diccionario para guiar el uso escrito y oral en unacomunidad lingüística no homogénea" (cit. enDaoust/Maurais 1987: 8). En 1969 Kloss establece unadistinción básica entre laplanificación del estatus y laplanificación del corpus de una lengua. El primertérmino se refiere a la adopción de una lengua comooficial, nacional, para la educación, etc.; el segundonos remite a la elaboración de alfabetos, la estandari-zación y la ampliación o creación de vocabularios.

En su versión de 1983, el modelo de Haugen(1983: 275) ya incluye la distinción de Kloss (vercuadro).

Según Haugen, el proceso comienza con la pla-nificación del esta tus, es decir, a nivel de la socie-dad y de la forma. Se identifica primero el problema(la), por ejemplo la necesidad de las ex-coloniasfranceses Marruecos, Argelia y Túnez de definirqué lengua usar en la educación y administraciónpúblicas después de la independencia. Habiendoidentificado el problema (la necesidad) y las opcio-nes (en este caso francés o árabe), se llega al actode tomar una decisión política gubernamental alseleccionar una lengua (una norma) para un propó-sito específico (lb). En el caso mencionado, losgobiernos árabes optaron por introducir de inmedia-to el árabe como lengua de enseñanza (1956-57),

Page 5: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación de/lenguaje 9

FORMA(planificación política)

FUNCiÓN(cultivación del lenguaje)

SOCIEDAD(planificación de estatus)

1. Selección(procedimiento de toma de decisión)

3. Implementación(difusión educativa)

b) asignación de normas

a) identificación del problema

b) evaluación

a) procedimientos de corrección

LENGUA(planificación de corpus)

2. Codlñcaclén(procedimientos de estandarización)

4. Elaboración(desarrollo funcional)

a) grafización

b) gramaticalización

c) lexicalización

decisión que fue revocada posteriormente por losresultados negativos que arrojó.

Posteriormente, a nivel de la lengua, se procedea codificar la norma elegida para estabilizarla yhacerla apta para cumplir con las funciones asigna-das." La estandarización de una lengua puede con-sistir en la elección de una variedad dialectal entrevarias como fue el caso de España con el castellanoo del Imperio Inca que escogió el quechua de Chin-cha -no el de Cuzco- como lengua oficial, ya queera el de mayor difusión (cf. Cerrón-Palomino1989); o puede tomar el camino de crear una nuevavariedad a partir de varios dialectos existentes (elcaso de Noruega). La codificación incluye la grafi-zación, es decir, la elaboración de alfabetos, gramá-trcas, diccionarios y glosarios especializados (2a-c).

. El proceso de implementación a nivel de la so-ciedad significa sobre todo ejercer la nueva funciónde la lengua escogida; consiste en la puesta en mar-

a) modernización de terminología

b) desarrollo estilística

cha de programas educativos, medios de comunica-ción de masas, etc. en la nueva lengua por parte deinstituciones estatales y privadas, incluyendo la ela-boración de manuales, periódicos y otros medios.Esto incluye procedimientos de corrección yevalua-ción (3a,b).

El ejercicio de la nueva función, por último,implica en la mayoría de los casos un desarrollofuncional y una expansión estructural (Sprachaus-bau, según Kloss 1967) de lenguas que no se habíanusado, por ejemplo, en la administración pública, eco-nomía y tecnología, lo que incluye la modernizaciónde la terminología (4a) y el desarrollo estilístico (4b).Así, se elaboraron 290 000 nuevos términos en Hindientre 1950 y 1963; en Indonesia se crearon 328 000nuevos lexemas entre 1952 y 1965 (cf. Tauli 1974).Otro caso exitoso es la modernización del hebreo enIsrael (cf. Cooper 1989). El proceso de corpus plan-ning, sin embargo, no se reduce a lenguas originalmen-

Page 6: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

10 Rainer Enrique Hamel

te ágrafas o clásicas; uno de los proyectos de mayorenvergadura en la creación termino lógica de losúltimos decenios se llevó a cabo en Quebec con lafrancisation del campo industrial y comercial, ademásde los dominios públicos (cf. Daoust 1984, 1987, YMaurais en este volumen).

En situaciones de bi o multilingüismo conflicti-vo, existen básicamente dos principios en la políticadel lenguaje que pueden ayudar a normar la situa-ción: el principio de territorialidad y el de persona-lidad, que apuntan a proporcionarle las condicionesal individuo para que pueda desarrollar en su lengualas actividades vitales, bajo determinadas condicio-nes. El principio de personalidad establece que unmiembro reconocido de un determinado grupo lin-güístico puede ejercer sus derechos de lenguaje encualquier parte del territorio donde tenga vigenciaeste principio. En este caso el Estado se pliega alindividuo. Así, por ejemplo, en algunas provinciasde Canadá o en la ciudad de Bruselas (Bélgica), losmiembros de cada uno de los grupos lingüísticosoficiales pueden exigir, por lo menos en teoría, quese les proporcionen los servicios públicos en sulengua. El principio de territorialidad, en cambio,establece zonas de vigencia exclusivas de una u otralengua por áreas geográficas. Aquí el individuo tieneque plegarse al Estado. En Bélgica y Suiza, porejemplo, los padres de familia no pueden escoger elidioma de instrucción para sus hijos, a no ser que secambien de residencia a una región donde rija lalengua de su preferencia. En muchos casos se obser-va una combinación de los dos principios (cf. Nelde,Labrie y Williams 1992).7

Existe una opinión generalizada, aunque contro-vertida, que el principio de territorialidad es el quemejor garantiza la sobrevivencia de una lengua su-bordinada en situaciones de asimetría generalizada,

puesto que sólo la unidad territorial que refuerza lasredes sociales de una minoría etnolingüística es ca-paz de contrarrestar el impacto desplazador de lalengua dominante (cf. Laponce 1984). El principiode personalidad, en cambio, que implica en buenamedida la libre elección de la lengua, favorece casisiempre la expansión de la lengua dominante (cf.Guespin y Marcellesi 1986, Maurais en este volu-men). Esta apreciación coincide con la evaluaciónde varios analistas latinoamericanos (cf. Stavenha-gen 1988, Díaz Polanco 1991, etc.) que, en general,es la base territorial el factor de mayor relevanciapara la sobrevivencia de los pueblos indígenas enAmérica Latina.

La distinción de Kloss entre corpus y esta tus, losprincipios de territorialidad y personalidad, como elmodelo de Haugen (1966, etc.) fueron determinantespara el desarrollo ulterior del campo. De hecho, lagran mayoría de los estudios posteriores (e.g. Heath1972, Horberger 1989, etc.) se basa o crea variacio-nes de la distinción entre estatus y corpus y de loscuatro pasos básicos del modelo de Haugen (1966)que consisten en la selección de una norma (lengua),su codificación, implementación y elaboración.

Rubin (1971, 1983) le añade la categoría de eva-luación al modelo. Neustupny (1970) propone distin-guir entre un acercamiento político (policy approach)en el nivel macro-sociolingüístico que regula tanto losproblemas de estatus como de estandarización (alfa-betos, vocabularios, etc.); y un acercamiento de "cul-tivación" (cultivation approach) en el micro nivelsocio lingüístico que se ocupa de las normas, el estilo,etc., en un sentido cualitativo.

Mencionaré tres enfoques más que provienen deregiones fuera del dominio anglosajón y que con-trastan en su fundamentación sociopolítica con elmodelo funcionalista de language planning.

Page 7: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación del lenguaje

En 1965 el sociolingüista catalán Lluís V. Aracílya había introducido la noción de normalización quefue desarrollada posteriormente en el contexto de lalucha catalana por la autonomía y contra el franquis-mo e incorporada en un modelo de conflicto lingüís-tico entre una lengua dominante y una dominada(cf. Vallverdú 1973,1979). El concepto de normali-zación se refiere sobre todo al estatus de una lengua;se define como el proceso de oficialización yexten-sión completa de una lengua dominada a todos losámbitos de la vida social de un pueblo o Estado,sobre todo a las funciones públicas; abarca tambiénsu estructura lingüística (corpus), puesto que impli-ca la estandarización de la lengua en cuestión. Lasconceptualizaciones de la sociolingüística catalanasólo se explican por su contexto histórico comoproducto y factor de la lucha catalana de los añossesenta y setenta en contra de la represión lingüísticadel franquismo. Su política del lenguaje apuntaba alpleno reconocimiento del catalán como lengua inde-pendiente del español (y no dialecto de éste), prime-ro, y por su plena expansión a todos los ámbitos dela vida catalana después.

Esta conceptualización contrasta con el enfoqueanglosajón, no tanto por la dicotomía entre estatus ycorpus que adopta, sino por su visión de la relaciónentre las lenguas como típicamente conflictiva, suinclusión de la perspectiva histórica de cambio (nor-malización vs. sustitución o asimilación) y el lugarcentral que le asigna a las relaciones de poder entrelos grupos etnolingüísticos enfrentados."

En el mundo francófono, particularmente enQuebec, se ha establecido el término aménagementlinguistique, de difícil traducción al castellano. Serefiere al mismo proceso que planning y denota la"mtervención humana consciente sobre las lenguas"(Daoust y Maurais 1987: 13); según Corbeil (1980,

11

1986) Y Maurais (en este volumen), sin embargo, ellexema planificación connota un tipo de intervenciónimpositiva del Estado que la población quebequenserechazaría, mientras que "aménagement linguistique[...] evoca esfuerzos a mediano y largo plazo paraaprovechar un recurso colectivo, el idioma o los idio-mas, en función de las necesidades y los intereses dela nación de acuerdo con un plan flexible que orientela evolución de la sociedad sin tratarla bruscamente,sino por el contrario, exigiendo su adhesión y partici-pación" (Daoust y Maurais 1987: 11).

La política quebequense no descuida la relaciónentre política lingüística y económica. Según los ana-listas canadienses (cf. Maurais 1991 y en este volu-men), la política del "francización" difícilmente hu-biera tenido éxito sin un claro estímulo económicoque hace atractivo el dominio y uso del francés. Deeste modo, el enfoque quebequense ve en la lenguasubordinada un recurso, no un problema (cf. Ruiz1984); considera fundamental crear un consensosocial, como proyecto lingüístico colectivo, en tornoa sus medidas y enfatiza la participación de losciudadanos en todo el proceso.

Cabría preguntarse frente a estos postulados aca-so la referencia explícita a una teoría de consenso ya un modelo participativo no contiene fuertes tintesideológicos en vista de los agudos conflictos lingüís-ticos, culturales y políticos que han acompañadodesde siempre el proceso de "francización" en Que-bec, conflictos que se complican en los últimos añospor el surgimiento de un vigoroso movimiento indí-gena que reclama sus derechos de autonomía políti-ca, cultural y lingüística."

Como hemos visto, los tres términos planning,normalización y aménagement se refieren al mismonúcleo conceptual, pero se distinguen en sus conno-taciones (Daoust y Maurais 1987) (dirigismo vs.

Page 8: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

12 Rainer Enrique Hamel

•,. ' .. . . " .. li't . ",

... :. >;" .:;:., .. . ,. ..

,,' " ~ ': ,: •. e • .•••. •

" ~;:'.:,:~~'~., r":)-~':'~:'~<.. ." .

,,

.• . ::s::z::; . . . . . . _ '.. ,.~.~'C:¡¡: •..• ' '. ~ ;, •••• ( ag:;;;:g::.u • rwd ::::S.

~ --'~'.•~.'',:~+'.1It.: /:.'/ ~.•. '. --~." I~=,..' ··,_",-,C· .•.... .., •.•.•. ~~•.. ' . ,,1'-i ~•..•. L!..:-!-" !: • • ~ . ~:r~ ;':-'(;''~~•..-Ift-;;-~: •• ~7,. ~.•. : l.! •. '.:. I..

r." •. ---......... • ••

., ~. .- • !. ',' . .,. \.. '_.•.. :~.'.'. o" '., ': •• ~-~ •• ~ .• _ ••

participación, etc.) y, sobre todo, en su marco socio- Como consecuencia han proliferado las nuevaslingüístico como político diferente. propuestas; algunas amplían las múltiples listas de

Los frecuentes desaciertos de la planificación objetivos, muchas veces sin mayor fundamento teó-lingüística tecnocrática y "desarrollista" de los años rico de las categorías (cf. por ejemplo Nahir 1984,sesenta y setenta llevaron a un creciente cuestiona- Hornberger 1989, 1990); 10 otras incluyen explícita-miento de estos modelos, lo que provocó la elabora- mente a los sujetos sociales, sus intereses, prejui-ción de nuevos modelos. Según Phillipson (1990: cios, los aspectos socio-económicos y políticos.76), éstos "combinan los aspectos técnicos de los Así, Cooper define la planificación lingüísticamodelos anteriores [...] con una mayor sensibilidad como el "esfuerzo deliberado de influir en el corn-política y social." "El criterio de 'desarrollo', que portamiento de otros en relación con la adquisición,favorece a aquellos que controlan el proceso de estructura o asignación funcional de sus códigosproducción económica, está cediendo en favor del lingüísticos", que es "típicamente motivada por es-criterio de 'igual acceso' a los recursos, en otras fuerzos para asegurar ? mant~ner [determinados]palabras, al criterio de 'democratización'" (Neus- intereses, materiales o Inmate~lales o de ambos ti-tupny 1983, cit. en Pillipson, ibid.). pos" (1989: 183). Con esta Importante precisión

Page 9: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación del lenguaje

dirige la atención hacia los sujetos sociales y gruposlingüísticos, y no los excluye al referirse directa-mente a las lenguas como se había planteado en losmodelos anteriores. En su marco descriptivo con-templa casos tan diversos como la creación de laAcademia Francesa de la Lengua, la revitalizacióndel hebreo en Palestina, la campaña de las feministasnorteamericanas por un uso lingüístico no-sexista yla campaña masiva de alfabetización en Etiopía des-pués de 1972.

El concepto de glotopolítica, introducido porsociolingüistas franceses de tradición marxista(Guespin y Marcellesi 1986), se opone al reduccio-nismo del lenguaje al sistema lingüístico de losenfoques anteriores; la glotopolítica debe incluir lasacciones conscientes o inconscientes de una socie-dad frente a la lengua, el habla y el discurso.

Jernudd (1991).propone un modelo de "ges-tión o manejo del lenguaje en el discurso" (modelpor language management in discourse) centradoen el lenguaje, no en la sociedad como los enfoques

-de Fishman (1987, 1991) YCooper (1989); el mode-lo incorpora los niveles micro y macro sociolingüís-ticos. Se propone relacionar así el "manejo del len-guaje por parte de los individuos en el discurso, porun lado, con los resultados de investigaciones in s-titucionales, de las ideología y actitudes, y de tipo·'survey' sobre el uso de las lenguas, por el otro"(Jernudd 1991: 130). Analiza las prácticas discur-sivas, los procesos de "reparación" y autocorrec-ción conversacional, y la conciencia lingüística através de los autorreportajes sobre el comporta-miento lingüístico. Su propuesta descansa en lacompetencia lingüística y comunicativa del sujeto yestablece un puente con diversas metodologías deanálisis del discurso oral (análisis conversacional,etcétera).

13

Por último, mencionaremos muy brevementeuna serie de propuestas que surgieron en torno a larevista de lingüística Osnabrücker Beitrüge zurSprachtheorie (OBST), editada en Alemania Fede-ral. Sus autores proponen, en primer lugar, una dis-tinción entre Sprachpolitik (política lingüística o dellenguaje) y Sprachenpolitik (política de las lenguas)que recorta la dicotomía de esta tus y corpus de unmodo diferente (cf. Gessinger 1981, Glück 1981,Januschek y Maas 1981, Lang 1980, etc.). Lapolíti-ea del lenguaje comprende las intervenciones que sepueden interpretar como políticas sobre determina-das formas de expresión en una lengua o variedad(cf. Glück y Wigger 1979: 15), lo que en otrosmodelos es la transformación del corpus. Los auto-res ponen énfasis, sin embargo, en un campo exclui-do de los modelos citados, como es el de la interven-ción de formas semánticas y discursivas deexpresión, generalmente para encubrir ciertos he-chos y relaciones o para obstaculizar la toma deconciencia en torno a ellos. Son intervenciones quepueden llevar a una reglamentación sistemática delos usos lingüísticos, particularmente en estados die-tatoriales."

La política de las lenguas (Sprachenpolitik), enplural, es una subcategoría de la primera; se refierea las intervenciones que afectan el estatus de unalengua y coincide más o menos con el espacio, no'las definiciones, que Kloss (1969) le asigna al statusplanning. La planificación lingüística no tiene elmismo esta tus teórico; es una actividad aplicada quese desarrolla en la Sprach- y en la Sprachenpolitik.Los autores critican tanto el concepto de políticacomo el de lenguaje (por su reducción estructuralis-ta) contenido en los modelos clásicos como inapro-piados, ya que para ellos, no se pueden disociar laspolíticas institucionales de otras intervenciones de

Page 10: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

14 Rainer Enrique Hamel

fuerzas sociales. Consideran además que las políti-cas del lenguaje intervienen en primer lugar sobre larelación que establecen los hablantes con las len-guas, y en segundo lugar en las formas lingüísticasmismas. En términos generales, su trabajo se orientahacia una crítica política e ideológica (o de lasideologías) de todos aquellos procesos políticos re-lacionados con el lenguaje (o las lenguas) que con-tribuyen a reproducir relaciones de dominación.

Cabe preguntarse finalmente cuáles han sido loslogros en un nuevo campo interdisciplinario quelleva unos 30 años de existencia. Entre los especia-listas no hay acuerdo sobre los avances en la materia.Algunos opinan que ya se progresó en la formula-ción de una teoría unificada (Hornberger 1989); quese han identificado las principales nociones teóricasy que el cúmulo de estudios existentes permite esta-blecer las teorías y metodologías del cambio lingüís-tico planificado (Daoust y Maurais 1987: 7). Otrosactores en el escenario son menos optimistas. Hau-gen (1983) mismo no le atribuye el carácter de unateoría de la planificación lingüística a su modelo ya otros que permanecen en la fase de la descripcióny no avanzaron aún a un estadio de adecuaciónexplicativa. Cobarrubias (1983) comparte esta eva-luación al considerar que el campo se encuentra enuna fase preteórica, en un "paradigma sociológico",en el sentido de Kuhn. Cooper (1989) considera queno hay siquiera acuerdo sobre el objeto y sus deli-mitaciones;'? y como no existe una teoría adecuadadel cambio social para sustentar una teoría global dela planificación lingüística, estaríamos tan lejos deésta como de la piedra filosofa\. Una tal teoría ten-dría que explicar la motivación para establecer de-terminadas metas de esta tus, corpus y adquisición delenguas, para escoger determinados medios y lasrazones por las cuales los medios permiten alcanzar

o no las metas en un contexto social específico(1989:182). Debido a estas dificultades Cooper re-nuncia a la formulación de teorías y se conforma conla descripción de casos." Desarrolla un "esquemacontable" (cf. Jernudd 1991) en cuyo centro se en-cuentran los actores de los procesos de toma dedecisión y los comportamientos lingüísticos que és-tos intentan modificar.

Podemos concluir este breve recorrido por lahistoria de un nuevo campo disciplinario con laobservación de que en la actualidad contamos conuna vasta experiencia de estudios de caso y de pro-puestas teórico-rnetodológicas sobre políticas y pla-nificación del lenguaje. Hasta ahora, sin embargo,esta acumulación es más cuantitativa que cualitati-va. Coexisten varios modelos y enfoques que inter-vienen de manera muy desigual en las prácticas deplanificación y en los conflictos lingüísticos queintentan resolver.

LIMITACIONES, CONTROVERSIAS yPERsPEcrrv AS

No podremos avanzar en la formulación de hipótesisy enfoques para la investigación si no pasamos revi-sión crítica del tratamiento que reciben los conceptosbásicos más relevantes en los modelos existentes.

A mi modo de ver, gran parte de las limitacionesque se han perfilado en la discusión anterior sobremodelos y políticas se debe a las delimitaciones quelos autores establecen de sus conceptos, lo que llevaa una concepción reduccionista tanto del lenguajecomo de la política. Revisaré brevemente la divisiónentre esta tus y corpus (Kloss 1969), el concepto decomunicación y su lugar en el modelo de Haugen(1966), el concepto de lenguaje subyacente y la

Page 11: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación del lenguaje

delimitación del ámbito de la política a las interven-ciones institucionales planificadas.

Sin lugar a duda las circunscripciones termino-lógicas relativamente estrechas que se establecieronal inicio tuvieron el mérito de permitir avanzar conconceptos operativos; ayudaron además a estableceruna separación entre este nuevo campo y otros de lasocio lingüística, como el estudio del cambio o des-plazamiento lingüístico. Como veremos más adelan-te, sin embargo, estas restricciones resultaron limitarel alcance explicativo de los modelos.

Una tal dinámica se refleja claramente en ladistinción pionera entre planificación de esta tus y decorpus propuesta por Kloss (1969). Como habíamosmencionado, esta conceptualización influenció to-das las investigaciones posteriores, ya que práctica-mente todos los autores establecen algún tipo decategorización binaria en cuyo núcleo se encuentranla asignación de funciones y la intervención sobre laestructura de las lenguas +O situaciones lingüísti-cas- sujetas a planificación.

La separación entre las categorías y su concep-tualización, no tanto las categorizaciones mismas,se convirtió en objetos de controversia. Siendo alinicio una distinción analftica con su indudable valorheurístico, se transformó rápidamente en una sepa-ración institucional que tornó difícil visual izar sus~ú~tiples interrelaciones. Rubin (1983) sugiere sus-t¡t~lr el término de esta tus por el más amplio deasignacion de funciones, del cual las cuestiones deesta tus formarían una subcategoría; observa ade-más, junto con otros autores, que la distinción sevuelve borrosa: ¿pertenece un cambio de variedad ala planificación de estatus o de corpus? De hecho,existen complejas relaciones de interdependenciaentre los dos aspectos. Por un lado, es el dominio deuso el que determina el esta tus de una lengua;" por

15

el otro, la planificación del corpus de una lengua(alfabetos, ampliación del léxico, etc.) se realizasiempre en relación con una función en un dominiodeterminado (escritura, educación, industria, cien-cia) que la lengua "planificada" debe ejercer.

Una intervención del corpus muchas veces cam-bia simultánea o posteriormente el estatus de esa len-gua, lo que se puede observar en el caso de la elabora-ción de alfabetos para las lenguas indígenas enAmérica Latina (ver Pardo en este volumen). En mo-mentos de franco peligro de desplazamiento para cier-tas lenguas autóctonas, estalla un acalorado debate, aveces purista, en tomo a la selección del "buen alfabe-to", un debate que obstaculiza y atrasa la aplicación deprogramas de alfabetización y desarrollo de textos enlengua indígena. Este hecho -que parece ser típicopara muchas lenguas históricamente ágrafas (cf. tam-bién Fishman 1983, Hill Y Hill 1986)- constituye ensí un acto de política del lenguaje y objeto de estudiosocio lingüístico. Revela la complicada interdependen-cia entre ambos focos de intervención planificada,estatus y corpus, e indica que la elaboración de alfa-betos y gramáticas no puede basarse exclusivamenteen criterios científicos, técnicos o utilitaristas como hasucedido muchas veces bajo en enfoque funciona listade la planificación.

Por último, se considera inadecuada la denomi-nación de corpus, ya que en la mayoría de los casosno se trata de intervenir sobre un corpus finito deestructuras y vocabularios (cf. Daoust y Maurais1987), sino en complejos problemas de un sistemacomunicativo bi o multilingüe.

Sin lugar a duda la decisión más importante quepodrá tomarse en cualquier política o planificacióndel lenguaje es la selección de una lengua para unafunción específica: lengua nacional, lengua oficial,lengua para la educación, etc. Uno de los aspectos

Page 12: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

16 Rainer Enrique Hamel

más relevantes que tendría que especificar todo mo-delo sería, por lo tanto, dilucidar los criterios quesostienen las decisiones tomadas y los procesos dedecisión mismos.

En el modelo de Haugen (1966, etc.), los proble-mas de comunicación se ubican en el centro de losesfuerzos de planificación lingüística. Cabría adver-tir dos problemas interrelacionados en este modelo:su concepción de comunicación y la consecuentesobrevaloración de la función comunicativa dellen-guaje para la planificación lingüística.

Fiel al postulado ~tructuralista de sus tiemposque la eficiencia comunicativa es producto de lahomogeneidad lingüística, Haugen sostiene quelos países con una fuerte diferenciación dialectal,que afecta la comunicación interna, requieren deuna lengua nacional. De esta manera, las propuestasde planificación tendrán que resolver los problemasde comunicación -producto de la heterogeneidadlingüística- a través de la estandarización y homo-geneización. Ahora bien, sabemos que esta relacióntan estrecha entre homogeneidad y comunicaciónno se sostiene y que la eficiencia comunicativa nodisminuye sensiblemente en periodos de cambiolingüístico acelerado, cuando se reduce la homo-geneidad del sistema lingüísticoY

Observamos además en muchas regiones delmundo una situación lingüística relativamente esta-ble, aunque no exenta de conflicto, caracterizada poruna considerable heterogeneidad y coexistencia en-tre dialectos y lenguas, entre registros y sociolectos,prácticas discursivas y conciencias de la norma, que atodas luces no afectan la comunicación." Como con-secuencia la planificación y estandarización basadasen el concepto normativo de homogeneidad occidentalcausaron muchas veces serios daños y trastornos a losmodelos comunicativos heterogéneos en ciertos países

africanos y asiáticos, por ejemplo, lo que incrementólas críticas hacia la imposición de modelos occiden-tales como fundamentalmente inapropiados para lassituaciones de múltilingüismo del Tercer Mundo (cf.Phillipson 1990).

El segundo aspecto crítico se refiere al lugarcentral de la comunicación en el modelo de Haugencomo única motivación para la planificación lingüís-tica, lo que es un error según Fasold (1984). Esto serefleja en la aseveración de que los países multili-gües no necesitarían una lengua nacional, sino tan'sólo una lengua "internacional o auxiliar" de cornu-nicación (Haugen 1966). Ahora bien, el concepto delengua nacional no se agota en su función comuni-cativa; tiene que simbolizar además la identidad de losciudadanos como miembros de una nación (Fishman1989), aunque la función de identidad entre en conflic-to con la de comunicación. De otro modo no se expli-caría el hecho que muchos países y también nacionessin Estado propio optaran y opten por el manteni-miento o desarrollo de una lengua propia que cumplacon la función de lengua nacional como referente deidentificación de todo un pueblo, a pesar de losproblemas de comunicación y planificación que estadecisión conlleve.

De este modo, Noruega construyó su propialengua al independizarse de Dinamarca, aunque yadisponía del Bokmál para la comunicación nacional;la República de Irlanda sigue desarrollando el galésirlandés como lengua nacional, teniendo el ingléscomo lengua común. En muchas antiguas coloniasel anhelo por diferenciarse del antiguo poder colo-nial ha llevado a escoger el difícil camino de cons-truir una lengua propia, en vez de adoptar la lenguade las antiguas potencias coloniales que quizás hu-biera resuelto los problemas de comunicación másinmediatos.

Page 13: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación del lenguaje

En los casos citados de Quebec y Cataluña, nofueron los problemas de comunicación los que hicie-ron estallar los conflictos, ya que éstos estaban más omenos encauzados, aunque a costa del grupo lingüís-tico subordinado, quien cargaba con el peso del bilin-güismo. En ambos casos, un pueblo subordinado veíaamenazada su identidad y sobrevivencia como grupoetnolingüístico diferenciado de la sociedad dominan-te, sobre el trasfondo de un conflicto socioeconórni-co, aunque diferente en cada caso. Los dos puehlosencontraron en la lengua propia un "valor nuclear"(cf. Smolicz 19R1) que sirvió de catalizador paraunificar a toda una nación y reforzar una identidadnacional en torno a una lucha común contra la ame-naza de asimilación lingüística y cultural.

Nuestros ejemplos revelan una falacia funda-mental del modelo; éste justifica la necesidad de unalengua para todos los ciudadanos de un Estado conla aseveración de que la ausencia de un medio decomunicación general generaría conflictos socio po-Iíticos; es decir, la existencia de conflictos se atribu-ye a diferencias lingüísticas, no socioeconómicas.La eliminación de "barreras comunicativas" y laadopción de una lengua común, en cambio, aliviaríala opresión y reduciría los conflictos. Williams(1986) sostiene que, por el contrario, el hecho decompartir una lengua no suaviza sino agudiza lascontradicciones sociales, mientras no se alteren lasdiferencias socioeconómicas. Este hecho se puedeobservar claramente en ciertas momentos históricosde la política lingüística en México, donde la caste-lIanización y extensión de las escuelas rurales azonas indígenas en la época posrevolucionaria, im-pulsadas Con el fin declarado de acabar con las?ar~eras lingüísticas, la ignorancia y el atraso de losindios, no llevaron a reducir las contradiccionessociales y económicas de fondo.

17

Los problemas señalados nos remiten a la con-ceptualización estructura lista del lenguaje que sus-tenta la noción de comunicación en este y otrosmodelos.'? No puede causar sorpresa que la reduc-ción del lenguaje a la lengua, es decir, la visión deuna lengua como sistema abstracto, idealizado (uncorpus), desligado de los hablantes, impida explicarlos complejos procesos sociolingüísticos que se pro-ducen en la interacción y el discurso.l'' El modelo deCooper (1989) que coloca en el centro a los hablan-tes y su relación con la o las lenguas, como tambiénla propuesta de Jernudd (1991) Yotros quienes defi-nen la interacción verbal como punto de referencia,señalan la necesidad de una fundamentación socio-lingüística y pragmática del lenguaje para funda-mentar el campo de la política del lenguaje.

El concepto de política implícito en muchos delos modelos constituye también una fuente de limi-taciones. Esto se refleja, por un lado, en la teoríaevolucionista y funcionalista subyacente; por otro,en la reducción de la política a la planificación (depolicy a politics) y en la consecuente separaciónentre acciones institucionales explícitas y otras in-tervenciones sociales sobre las lenguas y sus ha-blantes.

La visión evolucionista de una teoría de la moder-nización se revela en la historia dicotómica que seconstruye de las relaciones entre grupos lingüísticos,dividiendo las lenguas entre europeas y no europeas,modernas vs. no modernas, desarrolladas frente a sub-desarrolladas. En los programas de educación asimila-cionistas para la población indígena se refleja esta con-ceptualización que pretende restituir un supuestoequilibrio perdido al ofrecerles una "igualdad deoportunidades", es decir, el acceso a la cultura do-minante a través de programas especiales (cf. Pauls-ton 1978, 1980).

Page 14: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

18 Rainer Enrique Hamel

Una de las principales limitaciones en la concep-ción de lo político reside, a mi modo de ver, en lareducción de su objeto a las medidas explícitas im-plementadas por instituciones autorizadas. Olvidano ignoran que las medidas de mayores consecuen-cias suelen ser, por lo general, aquellas que orientanun conjunto de fuerzas sociales y que funcionanmuchas veces a espaldas de los afectados.

En cambio, una visión integradora de lo políticodebería establecer una relación teóricamente funda-da entre los procesos y actividades explícitos e im-plícitos, institucionales y no institucionales, parapoder captar la tensión que muchas veces se produceentre unas y otras y que determinan en buena medidalos resultados de los programas. Es una afirmaciónconstante en los trabajos de Paulston (1988, 1990,etc.) y de otros investigadores que las políticas yprogramas que no toman en cuenta las fuerzas etno-sociales en pugna y las tendencias generales dedesplazamiento y resistencia lingüística están desti-nados a fracasar. Así, el intento de oficial izar el que-chua en el Perú de 1972 y extenderlo a todo el país fuerápidamente abortado por la violenta reacción de laburguesía hispanohablante (cf. Escobar 1988).

Además, un modelo integrador tendría que to-mar en cuenta el conjunto de políticas que se desa-rrollan en un país y establecer una relación fundadaentre las políticas de asignación de funciones queoperan para las lenguas subordinadas en contextosmultilingües y aquellas de desarrollo o "cultivación"que funcionan al interior de una lengua dominante.En el caso de México, difícilmente podríamos com-prender de manera caballas políticas institucionalesfrente a las lenguas indígenas si no tomáramos encuenta tanto el conjunto de las fuerzas sociales (laspolíticas implícitas) que ejerce presiones sobre lasituación lingüística, como las políticas acerca del

español, la lengua nacional, su papel en la definiciónde la identidad nacional y su función homo~eneiza-dora en la construcción del Estado nación.'

POLÍTICAS DEL LENGUAJE Y POLÍTICASDEL DISCURSO: UNA PERSPECTIVADESDE LA SOCIOLINGüíSTICA

Las consideraciones anteriores nos regresan al iniciode nuestro recorrido. ¿De qué manera interpretarprocesos tan dispares como los actos de nombra-miento y clasificación de los primeros adelantadosen este continente, la elaboración de programas edu-cativos para la población indígena, los procesos deresistencia y desplazamiento lingüísticos en la inte-racción bilingüe o las disputas puristas decimonóni-cas acerca del buen español en las Américas, bajoun concepto global de política del lenguaje?

En el camino hacia un marco conceptual másapropiado se perfila la necesidad de redefinir losconceptos básicos, lo que para mí implica, por lomenos:

1. Partir de un enfoque sociolingüístico que visua-lice los fenómenos de diversidad lingüística tan-to al interior de una lengua, entre registros, dia-y sociolectos, como también la relación entrelenguas, como expresiones de conflicto de múl-tiples determinaciones entre clases sociales, gru-pos, etnias y pueblos, para los cuales la cuestiónlingüística puede constituir un foco de cristali-zación un objetd y -a veces- instrumento de sulucha;10 las controversias sobre el estatus de unalengua aparecerían como luchas sobre el lengua-je, las de corpus como luchas al interior dellenguaje (cf. Williams 1986).

Page 15: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación del lenguaje 19

2. Reintroducir al sujeto enunciador a través de unaconcepción socio-pragmática del lenguaje comoacción social mediante la cual los sujetos "trans-forman el mundo"; esto implica tomar en cuentael conjunto de funciones del lenguaje, sobre todolas de comunicación, identidad, y relaciones depoder.

3. Operar con un concepto del lenguaje más amplioque el de "sistema lingüístico", que recupere ladimensión de texto, interacción y discurso, esdecir, las formas de existencia real del lenguaje;y que relacione sistemáticamente las prácticasdiscursivas con el nivel de la reflexividad lin-güística (cf. Hamel y Muñoz 1988).

4. Relacionar los niveles micro y macro sociolingíiís-ticos, tanto para poder identificar los problemasque requieren de una intervención, como tamhiénpara estudiar los efectos de las políticas en lasprácticas y representaciones de los hablantes.

5. Ampliar, por último, el concepto de política atodas las intervenciones que afectan el lenguaje,institucionales o no, conscientes o inconscientes.Las distinciones anteriores, como también el as-pecto de planificación, permanecerían como cate-gorías analíticas y no constitutivas del modelo.

Es evidente que una propuesta de tal amplitud estálejos de constituir a la fecha un marco conceptualmtegrado y teóricamente consolidado. Comparto laapreciación de Cobarrubias, Cooper, Williams yotr?s de que estamos aún lejos de una teoría expli-cativa de los procesos que componen la política delI~n!?uaje. No creo, sin embargo, que debiéramoshmltarnos, como propone Cooper (1989), a comple-tar e} "esquema contable" de los hechos y factoresemp~ncos que conforman políticas del lenguaje, sinal mismo tiempo intentar de avanzar en la construc-

ción de teorías por lo menos sectoriales o fragmentosde ellas que no nos cierren el paso a una futuraintegración teórica y metodológica.

Como ejemplo esbozaré las orientaciones y refe-rencias conceptuales que han surgido paso a pasodurante los últimos años en mis propias investiga-ciones sociolingüísticas que abarcan las relacionesentre el español y las lenguas indígenas en México.

En primer lugar, considero adecuado entender laspolíticas del lenguaje en un sentido amplio, comoprocesos históricos de cambio lingüístico en loscuales intervienen tanto instituciones como otrasinstancias y fuerzas de relevancia social (cf. Glück1981). Lo anterior no sólo implica una transforma-ción de estructuras y usos lingüísticos (estandariza-ción, difusión, desplazamiento, etc.), sino también yfundamentalmente un cambio en la relación que loshablantes establecen con su propia lengua y con lasdemás que se encuentran en su entorno.

Retornando algunas de las proposiciones discu-tidas anteriormente (cf. Ninyoles 1975, etc.), inclu-yo en el concepto amplio la esfera de la intervenciónpolítica deliberada del Estado (el objeto clásico dellanguage planning), pero también los cambios so-ciolingüísticos en sí que estudia la sociolingüísticabajo denominaciones diversas: el surgimiento y es-tallido de conflictos lingüísticos, los procesos dedesplazamiento, resistencia y apropiación, las con-troversias en torno a la definición de alfabetos ygramáticas, la defensa de las lenguas nacionalescontra el surgimiento de lenguas subordinadas o laamenaza de lenguas internacionales," etc.; este acer-camiento invierte hasta cierto punto el proceso tradi-cional de análisis que va de las políticas (los progra-mas, objetivos) a los efectos; parte de los efectos deciertas intervenciones en los procesos sociolingüfsti-cos mismos para reconstruir las políticas lingüísticas,

Page 16: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

20 Rainer Enrique Hamel

tanto las oficiales como las que de [acto se imponen.De esta manera, muchas de las investigaciones so-ciolingüísticas, históricas, filológicas, etc., podránreleerse y reinterpretarse desde la perspectiva de laspolíticas del lenguaje, como sucede con varios tra-bajos reunidos en este volumen.

Considero además que las investigaciones cien-tíficas mismas forman parte de las políticas dellenguaje, puesto que, desde su diseño y formulaciónde objetivos hasta su ejecución, intervienen poI íti-camente en los procesos lingüísticos.

Veamos con el ejemplo de una investigaciónsobre los procesos de desplazamiento y resistenciadel hñahñú (otomí), lengua indígena mexicana de lameseta central, de qué manera un estudio de caso enel nivel micro sociolingüístico es capaz de revelar elfuncionamiento de determinadas políticas del len-guaje y puede ser releído desde esa perspectiva."

El análisis etnográfico y discursivo de una seriede eventos comunicativos en la región estudiada nosmostró que la vinculación entre sociedad nacional ypueblos indígenas no se reduce, en el plano lingüís-tico, a una simple oposición entre el español y laslenguas autóctonas. Se reproduce más bien medianteuna estructuración discursiva compleja de las len-guas que se articula en tres dimensiones discerniblesanalíticamente: los esquemas y patrones culturales,las estructuras discursivas y las [armas y códigoslingüísticos mismos, tal como se presentan en lasuperficie del habla.

En el caso estudiado se combinan políticas ex-plícitas institucionales con otras intervenciones noinstitucionales. L1S primeras definen el uso del es-pañol en determinados contextos o el seguimientode ciertos procedimientos culturales (esquema deuna asamblea, informes, actas) estrechamente rela-cionadas con el español; las segundas se reflejan, por

ejemplo, en la asimetría de prestigio y la creencia enuna mayor eficiencia comunicativa del español quepueden inducir la reorientación de los hablantes y elabandono de su lengua originaria.

Una de las características más reveladoras delproceso de cambio lingüístico consiste en la exis-tencia de frecuentes rupturas y des fases entre diver-sos componentes del universo discursivo bilingüe.Las rupturas transforman la base interpretativa delgrupo, es decir, sus patrones culturales de interac-ción e interpretación del mundo (cf. Hamel 1988b).Modifican, en otras palabras, la relación entre ellenguaje y la experiencia cultural históricamenteacumulada. Dado que las políticas del lenguaje pres-criben qué patrones discursivos se deben usar en unadeterminada situación (v. gr. el orden del día en unaasamblea), intervienen en las formas de percepcióny apropiación de las experiencias socioculturales.

En algunos casos las políticas lingüísticas llevana una apropiación forzada de nuevos procedimientoso códigos lingüísticos en la lengua dominante. Estosucede típicamente en tres campos de crucial impor-tancia para el conflicto interétnico: en la escuelabilingüe, los aparatos locales y regionales de orga-nización política y jurídica y en una serie de situa-ciones de contacto del grupo indígena con institucio-nes y agencias externas a la comunidad."

En un inicio los nuevos códigos lingüísticospermanecen, por lo menos parcialmente, incom-prensibles porque los hablantes indígenas no puedenestablecer una relación entre ellos y su propia expe-riencia biográfica acumulada. En la escuela bilingüeprimaria, por ejemplo, los alumnos, padres y miem-bros del comité escolar se ven enfrentados a ununiverso discursivo que no está arraigado en suexperiencia cultural, por lo menos bajo su modali-dad actual. Por esta razón no están en condiciones

Page 17: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

enueel

els-r-e.elc-0).elte

n

o.-a

de captar plenamente el funcionamiento del sistemaescolar. Encontramos un fenómeno parecido en elaparato del poder político, sobre todo en cuanto a surelación con las instancias externas a la comunidad quese ~esarrollan en español: las jerarquías políticas su-penores y las diversas instituciones burocráticas.

La intervención sobre el lenguaje muestra sumayor eficiencia en una segunda fase de estos pro-cesos, cuando los ciudadanos indígenas involucra-dos comienzan a comprender los enunciados y códi-gos que anteriormente les eran incomprensihles,porque ya adoptaron los modos de apropiación de la

s

1

experiencia social correspondiente. Podemos obser-var este proceso en el comportamiento verbal ycultural de los nuevos dirigentes que actúan comointermediarios entre las dos culturas. Debido a lasrelaciones asimétricas de dominación, sólo puedenadquirir esta habilidad porque incorporan los modosde apropiación cultural (es decir, el habitus, cf.Bourdieu 1980, etc.) de las formaciones socialeshegemónicas a espacios centrales de su vida, lo querefleja en no pocos casos una reorientación y uncambio de estatus étnico. La apropiación de lasnuevas formas de organización se vehicula en estas

21

Page 18: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

22 Rainer Enrique Hamel

ocasiones a través de las nuevas estructuras discur-sivas ligadas a los patrones culturales dominantes yal español. Vemos que un proceso de intervenciónde esta naturaleza excluye a la lengua indígena yala experiencia cristalizada en ella a través de unprocedimiento de dos fases consecutivas.

Una segunda modalidad de desplazamiento querevela el análisis empírico se inicia con la transfor-mación de la base interpretativa de la etnia, es decir,con el cambio de los esquemas culturales, los patro-nes de interacción verbal y los procedimientos inter-pretativos, mientras la lengua indígena se conservaen la superficie. Sobre la base de este cambio, lasustitución de la lengua indígena se puede realizarcon mayor facilidad. Podemos observar este procesoen una serie de situaciones institucionales internasde las comunidades, como son las conciliaciones yasambleas que se desarrollan en lengua indígena.Los mismos dirigentes, especialmente los maestros,introducen estructuras discursivas nuevas (pase delista, actas, protocolos, informes) o técnicas de ar-gumentación provenientes de la sociedad nacional.Una vez que estos nuevos patrones están sólidamen-te arraigados, habiendo causado una transformacióndel universo conceptual del grupo indígena, es másfácil que se produzca el paso al español y un despla-zamiento del hñahñú mismo, tomando en cuenta lasrelaciones de poder desfavorables para la etnia indí-gena.

Constatamos que en ambas modalidades de in-tervención se produce una ruptura que podemosinterpretar como contradicción entre la producciónsocial de las experiencias colectivas y su apropia-ción lingüístico-discursiva. Esta ruptura se superauna vez que se cierra el ciclo, es decir, cuando elproceso de desplazamiento hace converger nueva-mente las experiencias y las modalidades discursi-

vas de su apropiación y organización, pero esta vezen la lengua y cultura dominantes.

Como hemos visto, las intervenciones esencia-les de las políticas del lenguaje no se manifiestannecesariamente en la superficie lingüística; se vehi-culan sobre todo y con mayor eficiencia en el nivelde las estructuras discursivas y de las lógicas cultu-rales subyacentes, tal como se demuestra en losdes fases de desplazamiento analizados.

Se evidencia así que un concepto restringido dellenguaje que abarca solamente la superficie de lasformas lingüísticas (presencia-ausencia de una len-gua) y separa estatus y corpus, no puede dar cuentacabalmente de los procesos reales de intervenciónsobre el lenguaje, ya que se le escapan los procedi-mientos subyacentes más fundamentales.

Este resultado tiene implicaciones importantespara la formulación de políticas y legislaciones lin-güísticas. Un análisis parcial de la persistencia deuna lengua subordinada en un conjunto de campossociales (organización política, trabajo, religión) po-dría llevar a la conclusión de que ésta no se encuen-tra amenazada y no requiere de protección o refuerzoalguno, cuando en realidad su base cultural quizásya esté erosionada y ella misma pueda estar a puntode ser desplazada en el campo analizado.

En resumen, este ejemplo de investigación em-pírica que incluye, pero no se limita al micro nivelde la interacción verbal, demuestra la necesidad deformular conceptos integradores, tanto del lenguajecomo de lo político, para poder analizar el objeto delas políticas del lenguaje en todas sus dimensiones.En rigor, deberíamos hablar de políticas del discur-so, no sólo del lenguaje.

Sin duda el enfoque citado no señala la única víapara investigar las políticas del lenguaje; más bienrepresenta un procedimiento que hasta ahora casi no

Page 19: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación del lenguaje 23

se ha considerado como útil o viable para el análisisde esta temática. Pero si consideramos la compleji-dad del objeto y el carácter multidisciplinario de estecampo, queda evidente la necesidad de combinarcreadora mente varios enfoques y de relacionar mé-todos cuantitativos y cualitativos, integrando aspec-tos locales y globales de las políticas del lenguaje.

POLÍTICAS DEL LENGUAJE EN AMÉRICA LATINA:LOS ESTUDIOS EN ESTE NÚMERO DE IZTAPALAPA

Hasta ahora América Latina ha estado prácticamen-te ausente en nuestro recorrido por la política dellenguaje. Este hecho se debe en parte a la hegemoníaanglosajona en el debate internacional y a la con-centración de los grandes proyectos de planificaciónlingüística en regiones que han vivido cambios sig-nificativos en las últimas décadas como las excolo-nias en África y Asia, o regiones como Quebec yCataluña. No significa esto que no existan proyectosde planificación lingüística importantes en AméricaLatina, ni mucho menos la ausencia de políticas dellenguaje, en su sentido amplio.

No es mi propósito desarrollar un panoramaglobal de las situaciones existentes o estudios reali-zados en la región. Me limitaré a señalar algunosaspectos llamativos, tendencias quizás y sohre todonecesidades, con el fin de contextualizar las contri-buciones que configuran este número de la revistaIztapalapa.l El ~ema histórico principal de las políticas delenguaJe en Iberoarnérica" es sin duda el de larel . ,

aCI~n entre lenguas autóctonas y lenguas de losCO~~.Ulstadores. En los países que aplicaron unaPOtItJ~ de genocidio y segregación, una de las es-rateglas fi . , luí le icaces conststía en que se exc uia a a

población indígena de la construcción nacional y senegaba su existencia, como fue el caso del Brasil(ver OrIandi en este volumen). En los países quedesarrollaron políticas de asimilación y etnocidio endiversos grados, las políticas lingüísticas formabanparte integral de estos procesos a través de diversasestrategias administrativas y educacionales.

Frente a esta situación llama la atención quepocos estudios sobre la temática mantienen una vi-sión de conjunto, es decir, enfocan la interrelaciónentre políticas orientadas hacia las lenguas europeasy hacia las lenguas indígenas, a pesar de la impor-tancia que reviste, a mi modo de ver, el estudio deunas para la comprensión de las otras. La disocia-ción entre los dos campos podrá explicarse quizáspor razones históricas y disciplinarias.

En primer lugar, se considera que las políticasdirigidas a las lenguas indígenas fueron en generalmucho más explícitas y numerosas " que aquellasorientadas hacia las lenguas dominantes." Entre lasprimeras prevaleció la lucha sobre las lenguas, esdecir, por su estatus. En cambio, las políticas de"cultivación" (Neustupny) del español pasaron mu-cho más inadvertidas y no se expresaron necesaria-mente como políticas explícitas del Estado. De he-cho, en muchos países no se considera o se concibeque exista una política del lenguaje para la lenguanacional. En este sentido, se trata también de unadisociación entre el estudio de las políticas externas(de estatus) e internas (de corpus, para usar el térmi-no conocido).

En segundo lugar, la división mencionada seproduce por la tradicional separación entre la filolo-gía, por un lado, que estudia el desarrollo de laslenguas ibéricas en el nuevo continente, y la antro-pología lingüística y sociolingüística, por el otro,que se centran en las lenguas indígenas.

Page 20: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

24 Rainer Enrique Hamel

Contamos hoy en día con un cúmulo importantede trabajos sobre el terna de las políticas del lenguajeen América Latina; por las razones expuestas se refie-ren, en su gran mayoría, a las medidas explícitas quelos gobiernos han establecido a lo largo de la historiapara normar los espacios y funciones de las lenguasindígenas. Existe además una serie de estudios queanaliza la normalización y estandarización de laslenguas nacionales latinoamericanas, escritos en ge-neral desde una perspectiva filológica e históricaque no torna en cuenta el enfoque sociolingüísticode las políticas del lenguaje." Y encontramos algu-nos trabajos sobre la difusión del español en Améri-ca en relación con las lenguas indígenas (e. g. Heathy Laprade 1982, Cobarrubias 1990).

Entre las numerosas publicaciones en el campoindigenista hay relativamente pocas monografíasextensas sobre un aspecto o periodo histórico, cornoel estudio ya clásico de Heath (1972) que analiza lapolítica del lenguaje en México, desde los aztecashasta este siglo. La gran mayoría de los estudios serefiere a las políticas de educación indígena, conjusta razón, ya que ésta constituye uno de los pilaresde las políticas lingüísticas institucionales dirigidasa los pueblos indígenas. Sin ninguna pretensión deexhaustividad, mencionaré las publicaciones colec-tivas editadas en forma de libro o número especialde revistas científicas más recientes que han llegadoa mi conocimiento.

En México se publicaron en 1980 los resultadosde un foro sobre "Políticas del lenguaje en México"(Instituto de Investigaciones Antropológicas 1980);todas las 21 contribuciones se refieren a los pueblosindígenas (ninguna a los hispanohablantes), 10de ellasexplícitamente a la educación. En 1982 aparece ellibro México pluricultural (Scanlon y Lezama Morfín1982) con una distribución similar de artículos.

En tres libros editados por la UNESCO y el Insti-tuto Interamericano Indigenista (Rodríguez el al.1983, dos volúmenes, Zúñiga et al. 1987, Amadio etal. 1987) se traza un panorama amplio de la educa-ción indígena en América Latina. Las 70 contribu-ciones individuales se dividen en secciones por paí-ses, artículos programáticos y conceptuales,componentes de la educación indígena (planifica-ción, pedagogía, materiales didácticos, formación,etc.) y, sobre todo, relatos de experiencias educati-vas. Sólo algunos de los artículos tratan explíc:;ita-mente la política o planificación lingüísticas, y unnúmero más reducido aún se ubica en el marcoconceptual de la discusión científica del campo.

En 1988 se publica un libro con el título "Políti-cas lingüísticas na América Latina" en el Brasil(Orlandi 1988), país por lo demás ausente en losotros libros. De sus nueve contribuciones, tres serefieren a temas indigenistas del Brasil, ninguno a laeducación indígena en ese país; y cuatro hacen refe-rencia explícita a las políticas del lenguaje.

El InternationaLJournal ojthe Sociology oj I.an-guage le dedica su número 77 (1989), editado por N.Hornberger, al tema de la "Educación bilingüe yplanificación del lenguaje en América Latina". Delos cinco artículos cuatro presentan, otra vez, infor-mes generales o históricos sobre el Perú (2) Boliviay Guatemala; sólo uno, el de Hornberger, exponeresultados concretos de una investigación en el mi-cro nivel del salón de clase en el Perú y los relacionacon la problemática de desplazamiento y resistenciaen el macro nivel de la planificación lingüística.

En 1990 aparece un excelente y muy completoinforme (survey) sobre la educación indígena enMéxico, Guatemala, Ecuador, Perú y Bolivia, elabo-rado por F. Chiodi y L. Citarella de la oficina regio-nal de la UNESCO para América Latina y el Caribe

(1Jete

Ie(

((

(

e(

Page 21: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

sti-al.) etca-JU-aí-es,ca-ón,iti-ita-unreo

íti-isillosse

daJe-

in-N.! YDeor-viameTIl-macia

etoen

JO-

.io-ibe

Políticas y planificación de/lenguaje

(OREALC), con la participación de M. Amadio y M.Zúñiga." Los informes por país analizan las políti-cas educativas para los pueblos indígenas en susbases conceptuales, la planificación e implernenta-ción.

En el mismo año se editan las actas de un sim-posio sobre "Educación para poblaciones indígenasen América Latina" del 46Q Congreso Internacionalde Americanistas, celebrado en 1989 en Amsterdam(López y Moya 1990). Las 26 contribuciones sedividen en tres secciones, de las cuales la primeracontiene siete artículos sobre políticas estatales deeducación y lengua; todos ellos se centran en laeducación indígena y presentan resúmenes por paí-ses o regiones. Los editores constatan en la introduc-ción la escasez "del esfuerzo investigativo que toda-vía caracteriza la educación bilingüe en elcontinente" (López y Moya 1990: 13).

En 1991, por último, se editan los resultados deun seminario sobre "Educación bilingüe intercultu-ral" en Perú (Zúñiga et al. 1991), cuyas 10 contribu-ciones giran en torno de los mismos temas que laspublicaciones anteriores.

Existen numerosos artículos en revistas especia-lizadas y capítulos de libros sobre la temática que esimposible citar aquí. Considero, sin embargo, quelas publicaciones citadas son representativas del de-bate que se está llevando a cabo en América Latina.Observamos que la mayoría de los textos se refierea la educación indígena; sólo algunos hacen refe-rencia explícita a la política y planificación del len-guaje, y muy pocos discuten sus tópicos a la luz delos debates teórico-metodológicos actuales en elcampo.

La mayor parte de los trabajos contiene resúme-nes globales, exposiciones programáticas o relatosde experiencias específicas, sin una mayor funda-

25

mentación teórica y metodológica. El dato de mayorrelevancia que se desprende de las publicaciones esla enorme escasez de investigaciones científicas so-bre políticas del lenguaje y educación indígena, ba-sadas en marcos teóricos y datos empíricos sólidosde acuerdo con estándares científicos internaciona-les. En los últimos años, sin embargo, y como con-secuencia del auge de los movimientos indígenas yla educación bilingüe en el continente, se observa unaumento en las investigaciones científicas (cf. lasreferencias en von Gleich 1989).

La composición de los trabajos demuestra que

1. Por políticas del lenguaje se entienden en Amé-rica Latina casi exclusivamente las intervencio-nes estatales dirigidas a la población indígena,ligadas estrechamente a las políticas educativas.

2. No se concibe una relación con las políticaslingüísticas dirigidas a la población hispano- olusoparlante monolingüe, lo que se puede dedu-cir de la ausencia del tema en las publicacionescitadas.

3. y casi no se vinculan las intervenciones institu-cionales explícitas con las intervenciones deotras fuerzas sociales sobre las lenguas; por lomenos no se conciben en términos de políticasIingüísticas. Sólo entran en la discusión comocontexto sociolingüístico general (diglosia, con-flicto lingüístico, desplazamiento, asimetría deprestigio, etcétera).

4. No se observa ninguna vinculación explícitacon el campo de las políticas culturales engeneral, lo que es comprensible, hasta ciertopunto, por el divorcio histórico entre cultura(entendida como "alta cultura") y poblaciónindígena y la fragmentación de las políticas cul-turales.29

Page 22: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

26 Rainer Enrique Hamel

En los trabajos de Índole globalizadora predominanlas semejanzas entre casos, experiencias y países.Así, comparando Chile con Bolivia, a López y Moya(1990: 18) les llama la atención "cómo las políticasestatales latinoamericanas son extremadamente se-mejantes, pese a tratarse de países de conformacióndistinta". Cabe preguntarse, sin embargo, si acasolos enfoques globalizadores en el macro nivel de laspolíticas y programas no encubren muchas veces lasdiferencias y construyen semejanzas bajo marcosconceptuales muy generales.

Quizás nos encontramos frente a un cierto ago-tamiento de los enfoques macro, a nivel de estados,y de las reflexiones globalizadoras y programáticas,a veces sin mucho fundamento empírico. A mi modode ver, necesitamos

1. Realizar un mayor número de estudios detalla-dos, de casos concretos, regiones y fases histó-ricas, sin perder de vista la fundamentación teó-rico-metodológica y la dimensión global.

2. Impulsar estudios comparativos, nacionales einternacionales, para ampliar nuestros horizon-tes de referencia.

3. Incorporar nuevos enfoques de diversas cienciassociales, del análisis del discurso, la antropolo-gía, historia, geografía, etcétera.

4. Releer estudios realizados por la historia, filolo-gía, antropología, etc., desde una perspectiva delas políticas del lenguaje.

Esto nos permitirá, por un lado, completar el cono-cimiento de la historia y el funcionamiento especí-fico de las políticas del lenguaje en América Latina.Por otro, nos ayudará a someter los resultados clási-cos, pero a veces muy globales ("las grandes tenden-cias"), a un nuevo escrutinio a la luz de resultados

.,

r o,.

1 !,:::~,~,".:.. ' ,

.~..~..

parciales, con el propósito de acumular conocimien-tos para nuevas síntesis en el futuro.

Con los trabajos reunidos aquí nos proponemosdar un paso en la nueva dirección señalada. Por estarazón, los autores que contribuyeron a este númerode la revista Iztapalapa -14 autores de cinco países-fueron invitados bajo un concepto muy amplio delcampo disciplinario. En una primera aproximación,entendimos por políticas de/lenguaje los procesoshistóricos de cambio lingüístico-discursivo de len-guas nacionales y subordinadas (autóctonas o de

Page 23: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación del lenguaje 27

.~.~..

inmigrantes), como también de socio- y dialectos alinterior de una lengua. Hemos incluido las políticasexplícitas o implícitas, de instituciones estatales,pero también las intervenciones muchas veces vela-das de otras fuerzas sociales.

Encontramos así algunos artículos en este núme-ro que normalmente no se hubieran presentado bajoel título de "políticas del lenguaje". Por otro lado, lapublicación no tiene ninguna pretensión de comple-tud temática o regional, ya que apenas abarcamoscinco países del continente. Los grandes temas y laspresentaciones globales están ausentes en esta obra,con excepción de las contribuciones sobre Uruguayy Quebec, puesto que consideramos que ya estabanlo suficientemente cubiertos en las publicacionescitadas. De hecho ninguno de los trabajos aborda laeducación indígena como tema principal. Y todoslos artículos presentan resultados de investigacionescientíficas bien definidas en el campo de especiali-zación de sus autores. Hemos adoptado una políticadel lenguaje homogeneizadora, de desplazamiento(¿sub-imperialista?) en esta publicación ~ue corres-ponde a la política general de la revista- al traducir losartículos escritos originalmente en portugués y fran-cés. Desafortunadamente no hemos osado desarrollaruna política ofensiva que practique el plurilingüismocon las demás lenguas latinas del continente, privandoasí a nuestros lectores del placer de descubrir losencantos de la alteridad -muy relativa-en lenguas queal fin y al cabo nos son cercanas y transparentes.

Un primer grupo de cuatro trabajos estudia di-versos aspectos de las políticas orientadas haciagrupos indígenas. Los tres artículos siguientes ana-lizan las políticas frente a las lenguas nacionales desus ,respectivos países. El último trabajo expone el?menagement tanto de la relación entre francés emglés como de las lenguas indígenas en Quebec.

--,, "1.:-

.. "':~:.

saa

:11,

S

e

El número se inicia'? con un estudio de MaríaCándida Barros del Brasil intitulado "La palabra deDios en la lengua del otro". Compara las políticas yestrategias de traducción de la Biblia a las lenguasindígenas que desarrollaron los jesuitas durante laColonia, con aquéllas que emplea el Instituto Lin-güístico de Verano (ILV) en la actualidad. Mientraslos jesuitas intentaron instaurar el tupí como "Iinguageral" de toda la Colonia, el ILV se propone traducirla Biblia a todas las lenguas indígenas de su misión.En ambos casos la congregación religiosa estableceun control institucional sobre las traducciones, demanera que sólo la versión dirigida por el misioneroes reconocida como oficial y existe un sólo grupo detraductores legítimos. La autora analiza detallada-mente los modelos de traducción, especialmente delIL v, y su fundamentación teórico-metodológica. Te-nemos aquí un caso de política del lenguaje queinterviene de manera quizás indirecta en el conflictolingüístico. Contrario a las prácticas predominantesde combinar la evangelización con la imposición dela lengua colonial, en ambos proyectos religiosos sele asignan funciones y un estatus a las lenguas indí-genas que en el esquema clásico de la diglosia lecorresponde a la lengua "alta". En principio estapolítica, guiada por el motivo de garantizar la plenacomprensión de la misión cristiana por parte de loshablantes nativos, podría contribuir al mantenimien-to de las lenguas autóctonas. Sin embargo, el análisisde la autora permite identificar estos procesos comocasos reveladores de las rupturas entre niveles deorganización del discurso -esquernas culturales, es-tructuras discursivas, estructuras lingüísticas- quecaracterizan los procesos de desplazamiento discu-tidos anteriormente: en la superficie permanece lalengua indígena, pero las estructuras discursivas (ar-gumentación catequizadora, etc.) y los esquemas

Page 24: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

28 Rainer Enrique Hamel

culturales (modelo religioso, monoteísmo, etc.) per-tenecen a la cultura occidental. Tomando en cuentala asimetría de poder -siempre es el misionero quiencontrola el discurso religioso en lengua indígena-sepodrá prever un futuro desplazamiento de la lenguay la cultura indígenas. Observamos aquí una políticadel lenguaje deliberada, planeada, que transformatanto el estatus como la estructura (discurso, escri-tura) de la lengua indígena.

En el segundo trabajo, "La danza de las gramá-ticas: la relación entre el tupí y el portugués delBrasil", Ení Orlandi, también brasileña, nos ofreceuna perspectiva sumamente original y novedosa enesta disciplina para estudiar el proceso histórico quedomestica al indio y a la vez lo hace desaparecer dela identidad cultural del Brasil. Tomo los textos deviajeros y misioneros de los siglos XVI y XVII paraanalizar esta desaparición, en particular "el borra-miento de la dimensión lingüística propiamentedicha. Esa dimensión se especifica en el borra-miento de los rasgos del tupí, impresos en el por-tugués del Brasil, en la imagen atribuida a laslenguas indígenas". Sostiene la autora que los mé-todos tradicionales de la lingüística y sociolingüis-tica que analizan la estructura formal de las lenguas(la "lengua imaginaria"), no le hubieran servidomucho para construir y estudiar su objeto. Necesitaemprender un desplazamiento teórico al analizar losdocumentos históricos -los relatos de los viajeros-como discursos (la "lengua fluida"), para poder ex-plicitar los modos ideológicos de la construcciónhistórica que borra al indígena de la cultura nacio-nal. El análisis de los textos nos hace descubrirpaso a paso esta construcción en los relatos, textosdidácticos, traducciones, o el surgimiento de unimaginario científico. El resultado de este procesoes contundente:

La cara [ea del indio, la cara fea, ahistórica, de la lengua,pasadas en limpio por el catequismo y la colonización, ganansu coto en la civilización occidental [...]. Yeso sólo es posiblepor la construcción de un saber relatado. Este se hace sobre elindio, pero donde él no tiene voz. Es pues una/orma de decirque impone un cierto silencio al indio. Silencio del que seservirá para resistir.

Orlandi nos ofrece aquí una visión muy particular deeste proceso, generalmente ausente en los estudiosde las políticas del lenguaje reducidas a la lenguaformal y las medidas explícitas de las instituciones.La desaparición del indio extrae su eficacia porquefunciona a través de implícitos, prácticas significa-tivas que no se exponen como tal. Interviene comopolítica del lenguaje a espaldas de los afectados. Ylos conquistadores reproducen e incrementan su po-der por la posición que adoptan frente al nuevomundo: "conocer es saber, (y dar) los nombres esnombrar. [... ] Y nombrar es controlar, administrar,gobernar". La política de atribuirle "nombres y sen-tidos a lo que se les presenta sin nombre y sinsentido" parece ser una categoría general de la colo-nización; interviene en la estructura gramatical, lasemántica y el discurso de las lenguas indígenas.Como vemos, una política eficaz del discurso.

El tercer trabajo prolonga nuestra serie de análi-sis: de textos producidos durante la época colonial.Con su estudio minucioso sobre "El Inca Garcilasoo la lealtad idiomática en el Virreinato peruano delsiglo XVI y XVII", Rodolfo Cerrón-Palornino del Perúnos ofrece un ejemplo iluminado de las imbricacio-nes múltiples e inseparables entre aménagement in-terno y externo, corpus y estatus; entre las políticasinstitucionales explícitas como las normas de orto-grafía dictadas por el Tercer Concilio de Lima y laintervención de las fuerzas vivas de la colonización ,

Page 25: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

le1-

10

YD-IO

eslT,n-;10

10-la

as.

¡li-ial.ISO

delerú.io-In-casrto-y laión,

re

e

.a~.

Políticas y planificación del lenguaje 29

los canónicos, eruditos, indios nobles y mestizos deformación cosmopolita como el mismo Inca, en laconstrucción de una nueva cultura a la vez híbrida ysincrética. Intermediario cultural consciente que ofi-cia como intérprete entre los dos mundos encontra-dos, el Inca invierte su capital lingüístico -conoci-miento del quechua como lengua materna, perotambién su erudición lingüística- en el mercado delos bienes simbólicos de la época. En su lucha contrala "corrupción idomática" del quechua como pro-ducto del contacto con los españoles, su defensaapasionada de la pureza del quechua que para él esidéntica con "el recto conocimiento de la verdadhistórica", se encuentra escindido por una doblediglosia que contribuye a reproducir, puesto que ensu vida no escribe una línea en lengua indígena:entre el castellano y quechua primero, y entre suvariedad materna, cuzqueña y noble, y el quechuade la lengua general, después. En su desconocimien-to de la variación dialectal del quechua le atribuyemuchos fenómenos fonológicos y semánticos a laintervención de los españoles sobre el "corpus" delquechua que son en realidad propios de la lenguageneral. Al querer defender un estatus quo ante delas lenguas, no percibe que el cambio histórico trans-forma el conjunto de las lenguas y dialectos enconflicto, proceso que contribuye tanto a la rápidadesintegración de la lengua general (corpus y esta-tus), como al surgimiento de una nueva norma enascenso, la "del castellano andino en formación[que] regía para los quechuismos asimilados desdelos primeros momentos de la conquista". Otra vez,una nueva norma emana produciéndose simultánea-~ente un nuevo corpus y estatus a través de una~~h~ en la lengua y sobre la lengua, como diría

llltams (1986). Concluye Cerrón-Palornino reco-mendando las lecciones delInca como planificador

del lenguaje para los embates actuales de la políticadel lenguaje en el Perú, donde los problemas decorpus, la normalización y estandarización del que-chua, aún no están resueltos; y donde una prácticaprofesional deficiente de la lexicografía, por ejem-plo, se inscriba "dentro de la corriente de extirpacióncultural iniciada en la colonia" y contribuya a limitarel fomento y cultivo literario, el pleno desarrollo yla elevación de esta tus de la lengua delInca.

En el cuarto trabajo sobre "El desarrollo de laescritura de las lenguas indígenas de Oaxaca", MaríaTeresa Pardo, lingüista mexicana, nos ofrece unestudio de los "tropiezos y dificultades que enfren-taron los pueblos indígenas para apropiarse de laescritura en su lengua". Su investigación se realizaen Oaxaca, el estado con mayor número de pobla-ción indígena y diversidad de lenguas autóctonas (15en total) en la República mexicana. Discute el valorde la escritura, un arma de doble filo, como recursode resistencia etnolingüística. Si bien los gruposindígenas ven en la escritura un necesidad, aunqueamarga como una medicina, la autora es escépticaen cuanto a las posibilidades de que la escritura ensí contribuya a la revitalización y advierte de lospeligros inherentes a una "concepción sobrevalora-da y mitificada del poder de la escritura". En el casode los zapotecos del Istmo, la vitalidad etnolingüís-tica no fue el producto del desarrollo de una escritu-ra, sino al revés. María Teresa Pardo nos expone losresultados de una política del lenguaje que revela eldilema de los pueblos ágrafos subordinados: laadopción de la escritura conlleva los riesgos de unamayor aculturación. Al mismo tiempo representauna necesidad, un recurso inevitable en mi opinión,para la reivindicación etnolingüística en una socie-dad profundamente grafocéntrica como la mexica-na; y donde, a diferencia de otros países como el

Page 26: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

30 Rainer Enrique Hamel

Brasil, el contacto secular relativamente estrechoentre sociedad dominante y pueblos indígenas llevóa que éstos internalicen la alta valoración de laescritura. En términos de política del lenguaje, ob-servamos el intento de una "contraélite" indígena(cf. Cooper 1989) de oponerle a la política históricadel Estado una estrategia que apunta, con la apropia-ción de la escritura, a una modificación, por lomenos virtual e hipotética, del estatus de sus lenguasa través de la ampliación de sus modalidades deexistencia.

Con el quinto trabajo de Bárbara Cifuentes yMaría del Consuelo Ros, lingüistas mexicanas tam-bién, sobre la "Oficialidad y planificación del espa-ñol: dos aspectos de la política del lenguaje enMéxico durante el siglo XIX", abandonamos el cam-po de las lenguas indígenas y nos trasladamos a losdebates sobre la consolidación de un proyecto nacio-nal con sus políticas lingüísticas en el México delsiglo XIX. Relata el surgimiento de la AcademiaMexicana en 1835 y de la Academia Mexicana Co-rrespondiente a la Real Academia Española (RAE) en1875. Se centra en los conflictos y disputas que seprodujeron entre la Academia Mexicana y la Espa-ñola en torno a la consolidación de una variedadpropia del español mexicano que dejaba de ser len-gua colonial para transformarse en lengua nacional.La Academia Mexicana sostenía "que un buen nú-mero de particularidades mexicanas no eran frutodel error y la corrupción, como pensaban los acérri-mos hispanistas nacionales y extranjeros", sino deun proceso evolutiva propio. La RAE, sin embargo,no compartía esta visión y "se otorgaba el derechode decidir sobre la pertinencia [de las acepcionespropuestas desde México] en el diccionario [de laReal Academia ...] sobre las que en múltiples oca-siones desconocía la extensión de uso y aun su

etimología". Finalmente, concluyen las autoras, se'consolida en México un proyecto que no violentó lasaspiraciones de unidad hispánica. Observamos eneste caso un proceso donde las intervenciones deplanificación sobre el corpus, mientras estaban con-troladas por España, debilitaban el estatus del espa-ñol mexicano como lengua nacional, justamenteporque la RAE no admitía los marcadores de alteridaden el lenguaje que eran necesarios para consolidar elproyecto lingüístico nacional.

El sexto artículo escrito por Luis Fernando Larade México es la "Crónica de una política del lengua-je abortada: la Comisión par la Defensa del IdiomaEspañol" que existió entre 1981 y 1983 como órganodel gobierno federal mexicano. Con su relato y aná-lisis el autor llena un importante vacío de informa-ción sobre un episodio efímero, pero significativo enla política mexicana reciente. La Comisión fue crea-da para contrarrestar la influencia del inglés y elAmerican way 01 lile en México. Según el autor, laComisión debía proporcionar una respuesta a la cre-ciente influencia ideológica de los Estados Unidosen los sectores medios y altos. Pero pronto susactividades publicitarias se volvieron contra el len-guaje popular, atacando los usos "vulgares" y "can-tinflescos". Dado que el academicismo purista queorientaba la Comisión no "tenía correspondenciacon la realidad lingüística mexicana", sus interven-ciones tuvieron poco efecto, a veces un efecto "per-verso" (cf. Laponce 1989), causando la divulgaciónmasiva por televisión y radio de los giros ("quéonda") que se proponía combatir. Fracasó finalmen-te por varias razones. Como política del lenguajeexplícita del Estado, nunca había definido con clari-dad sus objetivos. Trató de intervenir sobre el "cor-pus" del español mexicano, sin conocer ni tomar encuenta la orientación de las fuerzas sociales y sus

Page 27: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación de/lenguaje 31

políticas implícitas, contrarias a un purismo abstrac-to. Por último, fracasó por su concepción estrecha,cosificada del lenguaje. "Las lenguas no son 'bienesculturales' o 'acervos' que posee una nación", nosdice el autor, "son fundamentos de la sociedad mis-ma que anteceden a su cultura aunque después seantambién objeto de cultura".

El séptimo artículo "Planificación y políticaslingüísticas en Uruguay" fue redactado por un equi-po de lingüistas de la Universidad de la República(Graciela Barrios, Beatriz Gabbani, Luis E. Behares,Adolfo Elizaincín, Susana Mazzolini). Proviene deun país del cual sabemos poco en México, y menossobre sus condiciones lingüísticas. A la distancia-más de desconocimiento que geográfica en un con-tinente fragmentado y, quizás, dividido por su prin-cipal lengua común- tenemos la visión de un Uru-guay homogéneo cultural y lingüísticamente. Conelocuencia y buenos argumentos el trabajo corrigenuestra ignorancia y nos revela un panorama dediversidad y de temas significativos que tratar poruna política del lenguaje. El artículo abarca tresáreas:

1. El bilingüismo español-portugués en la fronteracon Brasil.

2. La asimilación lingüística de los inmigrantes.3. La situación de la comunidad de los sordos.

1 En cuanto al primer tema, aprendemos que la regiónfronteriza fue poblada primero por hablantes delportugués, y que el español no se hizo presentemasivamente hasta el último cuarto del siglo XIX.Hor existe una diglosia entre el español uruguayo~tánd~r y un dialecto portugués de bajo prestigio.dParh.r de 1877 se aplicó una política lingüística y

e ucatlva que apuntaba a crear un monolingüismo

e

'-ns

español en esa zona. Fracasó en su intento de erra-dicar el portugués del territorio nacional, según losautores, porque partió de bases descriptivas equivo-cadas y no tomó en cuenta la realidad lingüísticabilingüe (o monolingüe portuguesa en un inicio),como suele suceder tan frecuentemente con talespolíticas. Más éxito tuvo la misma política asimila-dora con los inmigrantes -principalmente italianos,pero también armenios, griegos, etc.-que entre 1850y 1940 arribaron masivamente al país. Su principalvehículo fue la enseñanza obligatoria del español entodas las escuelas. "Hayan o no planificado interna-mente la conservación de sus variedades étnicas [lascomunidades de inmigrantes], experimentaron unproceso de asimilación lingüística similar, en el cuallas características de la sociedad receptora y la pla-nificación lingüística del Estado fueron determinan-tes." El tercer tema, el de los sordos y su educación,representa una caso a la vez original y excepcionalen dos sentidos: por un lado, podriá parecer sorpren-dente discutir la situación de los sordos en el con-texto de las políticas del lenguaje, en el mismo nivelque las situaciones de multilingüismo. Cuando mu-cho, la lengua de señas aparece en algunos modelosde planificación bajo el rubro de "estandarización delenguas auxiliares" (cf. Nahir 1984), junto con lossistemas de señales de tránsito. Aquí los autoresplantean, en cambio, que la lengua de señas es laprimera lengua de los sordos que aprenden antes queel español. Sostienen, basándose en argumentos deFishman y otros, que la comunidad de sordos puedeconsiderarse incluso como "un grupo con tendenciasétnicas en proceso", puesto que la unen lazos delealtad a un conjunto de pautas culturales y unalengua común. El segundo hecho sorprendente esque, en el caso de los sordos, el Estado uruguayoabandonara su política homogeneizadora y aceptara

Page 28: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

32 Rainer Enrique Hamel

que en las escuelas públicas para sordos se desarrolleuna educación bilingüe y se enseñe primero la len-gua de señas y después el español, un tipo de currí-culo que no le es concedido a los hablantes delportugués en la frontera norte. En términos de polí-ticas del lenguaje observamos aquí un modelo clási-co latinoamericano que protege sus fronteras lin-güísticas externas e impulsa una política deasimilación hacia los inmigrantes que va desde latolerancia, pero obligatoriedad de la enseñanza delespañol en las escuelas "extranjeras" (Chile, etc.)hasta la violenta represión de toda expresión lingüís-tica y cultural de las comunidades de inmigrantes enel Brasil de los años treinta y cuarenta.

En el último artículo el franco-canadiense Jac-ques Maurais describe "L1S políticas lingüísticas deQuebec". A muchos sorprenderá quizás el hecho deque incluyamos un trabajo del Canadá en una colec-ción de textos sobre América Latina. Pero si toma-mos en serio el "recorte lingüístico" que traza eltérmino al escoger un subconjunto de países delcontinente, tenemos que reconocer que Quebec estádefinitivamente en él. Es más, ninguna nación delcontinente ha defendido su latinidad, su pertenenciaa la Romania, con mayor fervor que la quebequense.Como corolario de tal identificación -que no signi-fica identidad con el resto de América Latina- Que-bec ha desarrollado la política y planificación lin-güística de mayor alcance en las Américas. En sudetallada exposición que revela al autor como espe-cialista y actor de la política del lenguaje quebequen-se, Maurais aborda los siguientes aspectos:

1. La definición del estatus del francés.2. El concepto de aménagement linguistique.3. La calidad de la lengua.4. Las relaciones con el inglés.

5. Las lenguas autóctonas

El estatus del francés, que es la piedra angular de lapolítica lingüística, se basa en tres principios socio-lingüísticos: "La sociedad quebequense no debe seruna sociedad bilingüe." Esta determinación se fundaen la convicción que el bilingüismo masivo no puedemantenerse por un tiempo prolongado; constituyetan sólo un paso hacia un nuevo monolingüismo enla lengua dominante. Por esta razón, el Estado recha-za el laisses [aire de la libre elección de la lenguapor parte del individuo que sólo favorece a la lenguamás fuerte: a partir de la legislación de 1974, losfrancófonos e inmigrantes (no anglófonos) se veíanobligados a enviar a sus hijos a escuelas francófonas.Luego, el reconocimiento del papel fundamental delas instituciones para determinar o modificar unasituación lingüística obliga a legislar en la materia.y la necesidad de producir cambios visibles en Que-bec para demostrar que los cambios en favor delfrancés son posibles. Para este efecto se escogieron losámbitos de las compañías, la publicidad y la termino-logía utilizada en el trabajo para imponer en ellos lautilización del francés. Por último, el artículo hacereferencia a la situación de las nueve lenguas autócto-nas de Quebec habladas por un total de 50 mil indíge-nas. En 1983 la Asamblea Nacional de Quebec adoptó15 principios que reconocen a los pueblos indígenascomo naciones distintas y les otorgan amplias faculta-des de autonomía en lo cultural y lingüístico. El textode Maurais describe una país donde la lengua realmen-te constituye un valor nuclear de la identidad nacional.Este hecho llevó a que su gobierno y sociedad mayo-ritaria desarrollaran una política del lenguaje y plani-ficación lingüística de defensa del francés que es unade las más explícitas, extendidas y normadas por de-recho que se conocen en el mundo. Sin embargo,

Page 29: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación del lenguaje

hasta ahora no ha logrado apaciguar los conflictoslingüísticos existentes.

En resumen, el calidoscopio de experiencias pre-sentadas aquí nos abre los ojos sobre un mundo defascinante diversidad cultural y lingüística, que repre-senta al mismo tiempo diferencia, conflicto y domina-ción; lucha en y sobre las lenguas. Ejemplifica tam-bién las múltiples formas en que intervienen ellenguaje, el discurso y la comunicación en la cons-titución de identidades, etnias, naciones, estados.Demuestra, por último, el carácter político de todoacto lingüístico, intervención en y a través del len-guaje. Quizás la lectura de los trabajos lleve a unamayor comprensión del lugar central del lenguaje ennuestra historia y vida social, y, por tanto, en elquehacer de las ciencias sociales; esperamos final-mente que motive a emprender nuevos esfuerzosinterdisciplinarios de su estudio.

Los artículos reunidos en este número de Iztapa-lapa representan el potencial y las temáticas de unimportante campo interdisciplinario de la sociolin-güística actual. La Universidad Autónoma Metropo-litana-Iztapalapa desarrolla esta línea de investiga-ción y docencia en el Departamento de Antropologíaa través de su Programa de Sociolingüística y comoárea de especialización en su Doctorado de CienciasAntropológicas de reciente creación.

NOTAS

1 ~ convergencia de este enfoque de la lingüística social cond~versas corrientes antropológicas y sociológicas que estu-dian la cultura se refleja en la definición socio-semiótica de"cultura" que ellas adoptan como "el conjunto de procesosdonde se elabora la significación de las estructuras sociales,s.e la reproduce y transforma mediante operaciones simbó-licas" (García CancIini 1987: 25).

33

2 En este trabajo traduciré todas las citas en lenguas extran-jeras al español.

3 Consúltese los resúmenes, evaluaciones y críticas en Coba-rrubias (1983), Ferguson (1983), Fishman (1983, 1987,1991), Williams (1986), Daoust/Maurais (1987), Haarmann(1988), Cooper (1989), Hornberger (1989), Jernudd (1991),etc.; sobre cambio de estatus, Anunon y Hellinger (1992), sobrepolíticas y derechos lingüísticos, Hamel (1989, 1993a, b, c).

4 En algunas proposiciones (cf. Neustupny 1970) se activa ladiferencia lexicalizada en inglés entre policy (el conjunto deactitudes, posturas, etc. frente a las lenguas) y politics quese refiere a las acciones y programas mismos (" Los acon-tecimientos que preceden la decisión política (=policy) y ladecisión misma (= politics) constituyen dos momentos deun proceso cuya frontera es la intervención de un acto deautoridad" (Ninyoles 1975: 55). Pero se pierde una concep-ción amplia de lo político y de todos modos el análisis quedareducido a las posiciones y acciones deliberadas del estado.

5 Consúltele las influyentes reuniones internacionales comola de 1966 llamada Language Problems of DevelopingNations (Fishman, Ferguson y Das Gupta 1968), las quetuvieron lugar en 1968 y 1969 en el East-West Center enHawai a las que se refiere Rubín (1983) (Rubin y Jernudd1971, Fisbman 1972).

6 En el caso que citamos, esta necesidad se presenta para elárabe, no para el francés. Los países independientes queoptaron por mantener la lengua colonial como lengua ofi-cial, aunque sea para un período de transición como la India,tomaron esta decisión precisamente para evitar el procesode codificación o para ganar tiempo en su implementación.

7 En Quebec, por ejemplo, rige el principio de territorialidadque establece el francés como lengua oficial para la admi-nistración pública y otros ámbitos. Los quebequenses an-glófonos reconocidos pueden hacer uso de su derecho depersonalidad en la educación, ya que ellos y aquellas perso-nas que recibieron su educación primaria en inglés tienen elderecho a enviar a sus hijos a escuelas anglófonas públicas(cf. Maurais en este volumen). También en varias repúblicasde la antigua Unión Soviética rige una combinación de losprincipios de territorialidad y personalidad (ef. Maurais1992b).

8 Con el concepto de conflicto lingüístico la teoría sociolin-güística catalana ha ganado un espacio internacional comopropuesta contestataria, formulada desde una cultura domi-

Page 30: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

34 Rainer Enrique Hamel

nada, cuyo enfoque contrasta con la sociolingüística (ysociología del lenguaje) funcionalista y consensualista an-gIosajona (ver un análisis detallado en Hamel y Sierra 1983 yen Boyer 1991). No obstante, el concepto de normalizaciónintroduce, a mi modo de ver, una connotación etnocentrista quese explica por el contexto de su surgimiento en la luchacatalana. Dado que apenas dos o tres centenares de las 5,000 a7,000 lenguas existentes en el mundo cumplen con los criteriosque los catalanes establecen para considerar a una lengua enestado "normal", se le imputa implícitamente un estatus pato-lógico (de "anormal") a todas aquellas lenguas que no disponende una escritura estandarizada y socialmente aceptada y unaextensión funcional generalizada. La crítica de Daoust y Mau-rais apunta en la misma dirección cuando sostiene que elconcepto de "normalización presupone la existencia de unasituación inadaptada que es necesario readaptar al curso histó-rico para volverla normal" (1987: 12).

9 Ver la discusión en Maurais (1992a) y su contribución eneste volumen.

10 Homberger (1989: 7) enumera 16 metas de la planificacióndel lenguaje: oficialización, nacionalización, estandariza-ción de estatus, vernacularización, revitalización, difusión,mantenimiento y comunicación interlingual en cuanto aestatus; y purificación, reforma, estandarización de corpus,modernización (o elaboración) léxica, unificación termino-lógica, simplificación estilística, estandarización de códi-gos auxiliares y grafización en cuanto al corpus de unalengua.

11 ... o en ciertos canales de televisión. Se refiere a construc-ciones impuestas desde el poder como "reestructuración dela deuda externa", cuando se trata de endeudarse más parapagar los intereses de la deuda existente; "federalización dela educación" cuando se descentraliza, lo que significa locontrario en la tradición mexicana; "liberación de contin-gentes de fuerza de trabajo al mercado" para despidosmasivos; "conflicto lingüístico", reducción metonímica quedenota una conflicto entre grupos, pueblos, etnias que esta-lla en tomo la(s) lengua(s); "limpieza étnica", variante muyactual de genocidio y expulsiones masivas. Además, eltérmino se refiere a un conjunto de construcciones discur-sivas más complejas, no reducidas al léxico, como las queanaliza Orlandi en este volumen.

12 Cita 12 definiciones diferentes de la planificación lingüís-tica (Cooper 1989: 30-31).

13 Es un procedimiento generalizado en el campo criticado porGlück (1981) y Williams (1986: 509) quien lo llama "cons-trucción tipológica basada en la inducción".

14 El término dominio se refiere a los ámbitos como familia,trabajo, escuela, religión que determinan y son constituidospor variedades situacionales (registros) de cada lengua. Ensituaciones de bilingüismo social asimétrico (digIosia, etc.),suele producirse una distribución relativamente fija de laslenguas en los dominios (lengua de la escuela, administra-ción, de la familia, etc.).

15 Recuérdese que esta importante paradoja estructuralista yafue resuelta en principio por Weinreich, Lobov y Herzog(1968), al disociar la relación axiomática que el estructura-lismo había establecido entre homogeneidad y sistematici-dad del lenguaje. En su esbozo de una teoría del cambiolingüístico in situ, los autores demuestran que la fuente delcambio se encuentra en la heterogeneidad sincrónica, cons-titutiva de todo lenguaje, y que ésta es en gran medidasistemática (ver una discusión en Hamel 1990b).

16 Consúltense los diversos trabajos sobre pidgins y criollos(cf. Romaine 1988); menciono a modo de ejemplo losestudios de Manessy y Wald (1985) y Wald (1986) sobre laheterogeneidad de las estructuras de comunicación y lasdiscrepancias entre prácticas discursivas y conciencia lin-güística que se observan en Africa central. Este últimofenómeno aparece también en nuestros propios trabajos(Hamel y Muñoz 1982, 1988).

17 Hay quienes comparan la lengua con una máquina que requierede mantenimiento, reparaciones y perfeccionamiento (Sauva-geot 1979 citado en Daoust y Maurais 1987: 38).

18 Véase la excelente exposición de Cerón-Palomino sobre lanormalización del corpus de las lenguas andinas, quechua yaymara, que inicia con una crítica de la tradición descripti-vo-estructuralista cuyas principales características y a la vezlimitaciones son: sincronismo, idiolectalismo, antimentalis-mo, antifilologismo, exotismo (1992: 33).

19 En el presente volumen, Lara plantea con este argumento lanecesidad de una mayor integración de ambos campos delas políticas del lenguaje. Maurais tematiza esta relaciónpara el caso de Quebec al preguntarse acaso existe una solapolítica del lenguaje en esa provincia canadiense, o si laspolíticas frente a la relación entre el francés e inglés no sedisocian de las políticas que se aplican a las lenguas indíge-nas.

Page 31: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación del lenguaje 3S

20 De este modo se supera la reducción metonímica inherentea conceptos como "conflicto lingüístico", "políticas cultu-rales", etc. que aparentan una relación directa entre suscomponentes (entre lenguas, entre política y cultura) yhacen desaparecer los sujetos sociales como actores y afec-tados. Obviamente que las lenguas no se relacionan entre sí,sino a través de los sujetos que las usan para comunicarse,identificarse, ejercer su poder, etc.

21 Cabe mencionar en este rubro el episodio de defensa delespañol en México que analiza Lara en este volumen, ysobre todo el movimiento "English only" que propone re-forzar las políticas asimilacionistas e impedir el surgimientode otras lenguas en los Estados Unidos de América (cf. losvolúmenes editados por fishman 1986, Cazden y Snow1990 y el libro de Baron 1991).

22 No es posible contextualizar aquí el estudio ni presentar losanálisis específicos de los eventos comunicativos. Reproduzcoalgunos fragmentos de la argumentación que se desarrolla enHamel (1990b). No podemos exponer aquí la reconstruccióndetallada de las políticas lingüísticas en acción.

23 Sobre estos temas hemos realizado estudios detallados enun proyecto colectivo en el Valle del Mezquital, regiónhñiihñú a la que nos referimos. Los estudios sobre la escuelabilingüe se encuentran en Hamel (1988c) y sobre el funcio-namiento del aparato administrativo y jurídico en Sierra(1990,1992) Y Hamel (1988a, 1990a, y 1992)

24 Tengo que excJuir por el momento el caso de otras regioneslatinas de América, especialmente Quebec, de nuestra dis-cusión, porque en ellas el desarrollo histórico y la situaciónactual presentan facetas diferentes.

25 Heath (1972: 14) habla de "la prolongada historia de losesfuerzos de planeamiento lingüístico en este país", refirién-dose a México.

26 Con esta afirmación habrá que cuidarse de un efecto ideo-lógico que se suele producir en situaciones de dominaciónetnolingüística: las políticas de estatus lingüístico aparecenmuchas veces como políticas dirigidas exclusivamente a lospueblos indígenas, normando los espacios y funciones de suslenguas. En realidad se dirigen a la relación entre ambaslenguas cuando establecen, por ejemplo, el estatus del españolCOmoúnica lengua de la evangelización y administración.

27 Cito tan sólo el trabajo de Milán (1983) que trata losmodelos contemporáneos de estandarización en un marcode la planificación lingüística. En lo que sigue, no volveré

sobre las publicaciones de este tema. Remito a los artículosde Cifuentes/Ros y Lara en este volumen.

28 Cabe mencionar aquí el survey sobre la educación indígenaen América Latina de von Gleich (1989). Este presenta unasinopsis de los enfoques y conceptos relevantes en la edu-cación bilingüe, un resumen de investigaciones realizadasy perfiles de la educación indígena en 13 países latinoame-ricanos.

29 Este desconocimiento es recíproco, tanto frente a la pobla-ción indígena como sobre todo frente al lenguaje. Por logeneral, los investigadores de la políticas culturales noconciben un vínculo entre éstas y las políticas lingüísticas,o entre la cultura y el funcionamiento social del lenguaje, apesar de la definición socio-semiótica de la cultura que estáganando terreno (ver nota 1). Así, ninguno de los trabajossobre "Políticas culturales en América Latina" editados enGarcía Canclini (1987) o en el núm. 24 de Iztapalapa serefiere explícitamente al lenguaje (existen referencias a lacomunicación de masas).

30 Aprovecho en estos resúmenes los brillantes comentarios deRodrigo Díaz Cruz sobre los trabajos reunidos en estevolumen.

BIBLIOGRAFÍA

AMADlO, M. et al. (eds.)(1987): Educación y pueblos indíge-nas en Centroamérica. Santiago de Chile: UNESCO-OREALC.

América Indígena núm. 22AMMON, Ulrich & Marlis HELLINGER (eds.)(1992): Status

change 01 languages. Berlín y Nueva York: Walter deGruyter.

BARON, Dermis (1991): The English-only question. An officiallanguage for America? New Haven y Londres: Yale Univer-sity Press. ,

BOYER, Henri (1991): Langues en conflit, Etudes sociolinguis-tiques, L'Harrnattan, Paris.

CALVET, Luis-Jcan (1974): Linguistique et colonialisme. Petittraité de gloüophagie. Paris: Payot.

CALVET, Luis-Jean (1987): La guerre des langues. Paris:Payol.

CAZDEN, Courtney B. & Catherine E. SNOW (eds.)(l990): "En-glish Plus: Issues in bilingual education" TheAnnals núm. 508.

Page 32: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

36 Rainer Enrique Hamel

CERRON-PALOMINO, Rodolfo (1989): "Language policy enPeru: a historical overview", en: International Journal of theSociology of Language núm. 77, 11-34.

CERRON-PALOMINO, Rodolfo (1992): "Normalización enlenguas andinas", en: Pueblos indígenas y educacián núm.23,33-50.

COBARRUBIAS, Juan (1983): "Language planning: The stateof the art", en: COBARRUBIAS, Juan & Joshua A. FISH-MAN (eds.): Progress in language planning. Internationalperspectives. Berlín, etc.: Mouton, 3-26.

COBARRUBIAS, Juan (1990): "The spread of the Spanishlanguage in the Américas", en: LAFORGE, Lorne & GrantD. MCCONNELL (eds.): Diffuswn des langues et change-ment social. Dynamique et mesures. Sainte-Foy: Les PressesUniversitaires de Laval, 49-92.

COOPER, Robert L. (1989): Language planning and socialchange. Cambridge: Cambridge University Press.

CORBEIL, Jean-Claude (1980): L' aménagement linguistiquedu Québec. Montreal: Guérin.

CORBEIL, Jean -Claude (1986): L angues et usages des langues.Québec: Conseil de la langue francaise.

DAOUST, Denise & Jacques MAURAlS (1987): "L'arnénage-ment linguistique", en: MAURAlS, Jacques (ed.): Politiqueset aménagement linguistiques. Quebec: Conseil de la languefrancaise, 5-46.

DAOUST, Denise (1984): "Fracization and terminology changein Quebec business firrns", en: BOURHIS, Richard Y. (ed.):Conflict and language planning in Quebec. Clevedon: Mul-tilingual Matters, 81-112

DAOUST, Denise (1987): Le changement terminoligique dansune entreprise de transporto Quebec: Office de la languefrancaise,

DIAZ-POLANCO, Héctor (1991), Autonomía regional. Laautodeterminación de los pueblos indios. Siglo XXI, Mé-xico.

ESCOBAR (1988): "Lingüística y política", en: ORLANDI,Ení P. (ed.): Política lingüística na América Latina. Cam-pinas: Pontes, 11-26.

FASOLD, Ralph W. (1984): The sociolinguistics of society.Oxford: Blackwell.

FERGUSON, Charles A. (1983): "Language planning and lan-guage change", en: .cOBARRUBIAS, Juan & Joshua A.FISHMAN (eds.): Progress in language planning. Interna-tional perspectives. Berlín, etc.: Mouton, 29-40.

FISHMAN, Joshua A. (1972): "Domains and the relationshipbetween micro and macro-sociolinguístics", in: GUMPERZ,John J. & Dell HYMES (eds.)(1972): Directions in sociolin-guistics. The ethnography of communication. New York,etc.: Holt, Rinehart & Winston, 435-453.

FISHMAN (1983): "Modeling rationales in corpus planning:Modernity and tradition in images of the good corpus", en:COBARRUBIAS, Juan & Joshua A. FISHMAN (eds.): Pro-gress in language planning. International perspectives. Ber-lín, etc.: Mouton, 107-118.

FISHMAN, Joshua A (ed.)(1986): "The question of an officiallanguage: language rights and tbe Engl ish language amendment"Intemational J oumal o[ the Sociology o['Language núm. 60.

FISHMAN, Joshua A. (1987): "Conference cornments: reflec-tions on tbe current state of language planning", en: LAFOR-GE, Lo r n e (ed.): Proceedings o] the internationalcolloquium on language planning, May 25-29, 1986. Qué-bec: Les Presses de I'Université Laval, 405-428.

FISHMAN, Joshua A. (1989): Language and Ethnicity in Mi-nority Sociolinguistic Perspective. Clevedon & Philadelp-hia: Multilingual Matters.

FISHMAN, Joshua A. (1991): Reversing Language Shi[t, Mul-tilingual Matters, Clevedon.

FISHMAN, Josbua A., Charles A. FERGUSON & JyotirindraDAS GUPTA (eds.)1968): Language problems o[ develo-ping nations. New York: Wiley and Sons.

GARCIA CANCLINI, Néstor (ed.)(1987): Políticas culturalesen América Latina. México: Grijalbo.

GESSINGER, Joacbim (1981): "Linguistik als Nacbbarwis-senscbaft", en: OBSTnúm. 18,323-41.

GLEICH, Utta von (1989): Educación primaria bilingüe inter-cultural en América Latina. Escbborn: GTZ.

GLÜCK, Helmut (1981): "Sprachtheorie und Sprach(en)poli-tik. Bemerkungen zur gegenwartigen Lage und zu diesemHeft", en: OBST núm. 18, I-XIV.

GLÜCK, Helmut & Arndt WIGGER (1979): "Kategoriale undbegrift1 icbe Probleme der Forscbung über Sprach( en)proble-me", en: OBSTnúm. 12, 6-11t

GUESPIN, L. & Jean-Baptiste MARCELLESI (1986): "Pour laglottopolitique", en: Langages núrn.83, 5-34.

GUlTARTE, G. (1983): Siete estudios sobre el español deAmérica. México: UNAM

HAARMANN, Harald (1988): "Sprachen- und Spracbpolitik",en: AMMON, Ulrich, Norbert DITTMAR & KIaus J.

Page 33: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

Políticas y planificación del lenguaje 37

MATTIIEIER (eds.): Sociolinguistics-Soziolinguistilc.. AnInternational Handbook o/ the Science o/ Language andSociety, tomo 2, Berlín y Nueva York: Walter de Gruyter,1660-1678.

HAMEL, Rainer Enrique (1988a): Sprachenkonflikt und Spra-chverdriingung. Die zweisprachige Kommunikationspraxisder Otomi-Indianer in Mexico, Berna, Frankfurt, Paris, Nue-va York: Verlag Peter Lang.

HAMEL, Rainer Enrique (1988b): "Las determinantes sociolin-güísticas de la educación indígena bilingüe", en Signos.Anuario de Humanidades 1988. México, UAM·I, 319-376.

HAMEL, Rainer Enrique (1988c): "La política del lenguaje yel conflicto interétnico. Problemas de investigación sociolin-güística", en ORLANDI, EníP. (ed.),Política lingüística naAmérica Lati1UJ.Campinas: Pontes, 41-73.

HAMEL, Rainer Enrique (1989): "Politiques et droits linguis-tiques des minorités indiennes au Mexique: quelques aspectssociolinguistiques", en PUPIER, Paul & José WOEHRUNG(eds.) (1989), Langue et droit. Actes du Premier Congres deI'lnstitut international de droit linguistique comparé. 27-29avril 1988. Université du Québec a Montréal, Montréal:Wilson & Lafleur Uée, 445-456.

HAMEL, Rainer Enrique (1990a): "Lenguaje y conflicto inte-rétnico en el derecbo consuetudinario y positivo", en STA-VENHAGEN, Rodolfo & Diego ITURRALDE (eds.): Entrela ley Y la costumbre. El derecho consuetudinario indlgenaen América Latina. México: m-una, 205-230.

HAMEL, Rainer Enrique (1990b): "Lengua nacional y lenguaindígena en el proceso bistórico de cambio. Teoría y meto-dología en el análisis sociolingüístico de los procesos dedesplazamiento y resistencia", en Alteridades. Anuario deAntropología 1990. UAM-I, México, 175-196.

HAMEL, Rainer Enrique (1992): "Internet Sprachkolonialis-mus in Mexiko. Die Minorisierung von Indianersprachen inder Alltagskornmunikation", en: Zeitschrift für Linguistikund Llteraturwissenschaft núm. 85, 116-149.

HAMEL, Rainer Enrique (1993a): "Linguistic rights for Indianpeoples in Latin Arnerica", en: SKUTNABB-KANGAS,Tove & Robert PHlLLlPSON (1993): Linguistic humanrights. Cambridge: Cambridge University Press (en prensa).

HAMEL, Rainer Enrique (1993b): "Indian education inLatin Ame-rica: Policies and legal frameworks", en: SKUTNABB-KAN-~AS, Tove & Robert PHllLIPSON (1993): Linguistic humanrights, Cambridge: Cambridge University Press (en prensa).

HAMEL, Rainer Enrique (1993c); "Derechos lingüísticos", en:Nueva Antropologia (en prensa) _

HAMEL, Rainer Enrique & Héctor MUNOZ CRUZ (1982):"Conflit de diglossie et conscience linguistique dans descornmunautés indiennes bilingues au Mexique", en: DITT-MAR, Norbert & Brigitte SCHLIEBEN-LANGE (eds.): DieSoziolinguistik in den romanischsprachigen Ldndern -Lasociolinguistique dans les pays de langue romane, Tübin-gen: Narr, 249-270.

HAMEL, Rainer Enrique & Héctor MUÑoz CRUZ (1988):"Desplazamiento y resistencia de la lengua otomí: el conflic-to lingüístico en las prácticas discursivas y la reflexividad",en HAMEL, Rainer Enrique, Yolanda LASTRA DE SUA-REZ & Héctor MUÑoz CRUZ (eds.): Sociolingüística lati-noamericana. Actas del 10° Congreso Mundial deSociología. UNAM, México, 101-146.

HAMEL, Rainer Enrique et María Teresa SIERRA (1983):"Diglosia y conflicto intercultural", en: Boletín de Antropo-logla Americana, núm. 8, 89-110.

HAUGEN, Einar (1959): "Language planning in modern Nor-way", en: Anthropological Linguistics núm. 1/3,8-21.

HAUGEN, Einar (1966): "Linguistics and language planning",en: BRIGHT, William (ed.): Sociolinguistics. La Haya:Mouton,50-71.

HAUGEN, Einar (1983): "The implementation of corpus plan-ning: Tbeory and practice", en: COBARRUBIAS, Juan &Josbua A. FlSHMAN (eds.): Progress in language planning.International perspectives. Berlín, etc.: Mouton, 269-290.

HEATII, Shirley Brice & Ricbard LAPRADE (1982): "Casti-Iian colonization and indigenous languages: tbe cases ofQuecbua and Aymara", en; COOPER, Roberet L. (ed.):Language spread. Studies in diffusion and social change.Washington, D. C.: Center for Applied Linguistics, 118-147.

HEATII, Sbirley Brice (1972): La política del lenguaje enMéxico. De la colonia a la 1UJcwn.México: oo.

HIIL, Jane H. & Kennetb C. HILL (1986): Speaking Mexicano.Dynamics of syncretic language in Central Mexico. Tucson:The University of Arizona Press.

HORNBERGER, Nacy H. (1989): "Introduction: Bilingualeducation and indigenous languages in the light of languageplanning", en: International Journal o/ the Sociology o/Language núm. 77, 5-10.

HORNBERGER, Nacy H. (1990): "Bilingual education andEnglish-only: A language-planning framework", en: CAZ-

Page 34: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

38 Rainer Enrique Hamel

DEN, Courtney B. & Catherine E. SNOW (eds.)(1990):"English Plus: Issues in bilingual education" The An1U1lsnúm. 508, 12-26.

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ANTROPOLOGICAS(1980): Indigenismo y lingüística. Documentos del foro" Po-líticas del lenguaje en México ". México: UA·UNAM.

Iztapalapa núm. 24JANUSCHEK, Franz & Utz MAAS (1981): "Zum Gegenstand

der Sprachpolitik: Sprache oder Sprachen?", en: OBSTNúm. 18, 64-94.

JERNUDD, Bjórn H. (1991): "Language planningas a discipli-ne" en: Journal of Multilingual and Multicultural Develop-ment Vol. 12, núm. 1&2, 127-134.

KLOSS , Heinz (1967): "'Abstand' languages and 'Ausbau'languages", en: Anthropoligical Linguistics, 9, 29-41.

KLOSS, Heinz (1969a): Grundfragen der Ethnopolitik im 20.Jahrhundert, Die Sprachgemeinschaften zwischen Rechtund Gewalt. Wien-Stuttgart: Ethnos.

KLOSS, Heinz (1969b): Research possibilities on group bilin-gualism: A reporto Québec: lnternational Center for Re-search on Bilingualism. Publication B-18.

LANG, Martin (1980): "Sprachenpolitik, Einige Bemerkungenzur mühsamen und doch notwendigen Kooperation von Se-hern und Bastlern", en: OBSTnúm. 14,75-79.

LAPONCE, Jean (1984): Langue et territoire. Quebec: Interna-tional Center for Research on Bilingualism.

LOPEZ, Luis Enrique & Ruth MOYA (eds.)(1990): Pueblosindios, estados y educación. Lima: EBI.MEC-GTZ.

MANESSY, Gabriel & Paul WALD (1985): Le francais enAfrique naire. Tel qu'on le parte, tel qu'on le dit. Paris:L'Harmattan-IDERC.

MAURAJS, Jacques (1991): "Language planningand human rights:Some preliminary comments", ponencia presentada en :Sympo-sim on Linguistic Human Rights; Tallinn, octubre 13-15, 1991.

MAURAlS, Jacques (1992a): Les langues autochtones du Qué-bec. Québec: Conseil de la langue francaise.

MAURAlS, Jacques (1992b): "Redéfinition du statut des lan-gues en Union Soviétique", en: Language Problems andLanguage Planning núm. 16/1, 1-20.

MILAN, William G. (1983): "Contemporary models of stand-ardized new World Spanish: origin, development, and use",en: COBARRUBlAS, Juan & Joshua A. FISHMAN (eds.):Progress in language planning, Intemational perspectives.Berlín, etc.: Mouton, 121-144.

NAHIR, Moshé (1984): "Language planning goals: A classifi-cation", en: Language Problems and Language Planningnúm. 8/3, 294-327.

NELDE, Peter Hans, Norrnand LABRIE & Colin H. WI-lLIAMS (1992): "The principies ofterritoriality and perso-nality in the solution of linguistic conflicts", en: Journal ofmultilingual and multicultural development Vol. 13, núm. 5,387-406.

NEUSTUPNY, J. V. (1970): "Basic types of treatment of lan-guage problerns", en: Linguistic Communication núm. 1,77-98.

NlNYOLES, Rafael L1. (1975): Estructura social y políticalingüística. Valencia: Fernando Torres.

ORLANDI, Ení P. (ed.)(1988): Política lingüística na AméricaLatina. Campinas: Pontes.

PAULSTON, Christina Bratt (1978): "Bilingual/bicultural educa-tion", en: Review of Research in Education Núm. 6, 186-228.

PAULSTON (1980): Bilingual educa/ion. Theories and issues.Rowley, Mass.: Newbury House.

PAULSTON, Christina Bratt (ed.)(1988b): International hand-book of bilingualism and bilingual educa/ion. Nueva York:Greenwood Press.

PAULSTON, Christina Bratt (1990): "Understanding educatio-nal policies in multilingual states", en: CAZDEN, CourtneyB. & Catherine E. SNOW (eds.)(1990): "English Plus: Issuesin bilingual education" The Annals núm. 508, 38-47.

PHILUPSON, Robert (1990): English language teaching andimperialismo Tronninge: Disertación.

RODRIGUEZ, N. el al. (1983): Educación, etnias y descoloni-zación en América Latina. Vol. 1 + II, México: UNESCO-ill.

ROMAlNE, Suzanne (1988): Pidgin & creo le languages. Lon-dres & Nueva York: Longman.

RUBIN, Joan & Bjórn H JERNUDD (eds.)(1971): Can langua-ge be planned? Sociolinguistic theory and practice for deve-loping nations. Honululu: Unversity Press ofHawaii.

RUBIN, Joan (1971): "Evaluation and language planning", en:RUBIN, Joan & Bjorn H JERNUDD (eds.)(1971): Canlanguage be planned? Sociolinguistic theory and practicefor developing nations. Honululu: Unversity Press of Ha-waii,217-279.

RUBIN, Joan (1983): "Evaluation status planning: What has thepast decade accornplished?", en: COBARRUBIAS, Juan &Joshua A. FISHMAN (eds.): Progress in language planning.International perspectives. Berlín, etc.: Mouton, 329-344.

Page 35: Políticas y planificación del lenguaje. Introducción.Hamel_1993

ys

d

t-

1-

1-

n:mrea-

le&-s-

Políticas y planificación del lenguaje

RUlZ, Ricbard (1984): "Orientations in language planning", en:NABE Journal núm. 8 (2), 15-34.

SCANLON, Arlene P. & Juan LEZAMA MORFIN (eds.):México pluricultural. De la castellanización. a la educaciónindlgnena bilingüe bicultural. México: ssr-Porrüa.

SCHARLAU, Birgit & Mark MÜNTZEL (1986): Qellqay.Mündliche Kultur und Schrifuradition bei Indianern Latei-namerikas. Frankfurt: Campus.

SIERRA, María Teresa (1990a): "Lenguaje, prácticas jurídicasy derecbo consuetudinario indígena", en: STAVENHA-GEN, Rodolfo & Diego ITURRALDE (eds.): Entre la ley yla costumbre. El derecho consuetudinario indígena en Amé-rica Latina. México: Ill=IIDH,231-258.

SIERRA, María Teresa (1992): Discurso, cultura y poder. Elejercicio de la autoridad en los pueblos hñáhñús del ValledelMezquital, México-Pacbuca: CIESAS-Gobiernodel Estadode Hidalgo.

SMOUCZ, Jerzy (1981): "Core values and cultural identity",en: Ethnic and racial studies, Núm.4/l, 75-90.

STAVENHAGEN, Rodolfo (1988): Derechos indígenas y de-rechos humanos en América Latina. México: lIDH-El Cole-gio de México.

TAULI, Valter (1974): "El planeamiento del lenguaje", en:URffiE-VILLEGAS, Oscar (ed.): La sociolingüística ac-tual. Algunos de sus problemas, planteamientos y solucio-nes. México: UNAM,246-269.

URffiE VlLLEGAS, Oscar (1981): "Posturas frente a los estu-dios de política del lenguaje", en: OBSTnúm. 18, 1-16.

39

VALLVERDU, Francesc (1973): El fet lingüistic com a fetsocial. Barcelona: Edicions 62.

VALLVERDU, Francesc (1979): La normalització lingüisticaa Catalunya. Barcelona: Laia.

WALD (1986): "Diglossie applied: vernacularmixingand func-tional switching witb Bangui Yakomas", en: FISHMAN,Josbua A. et al. (ed.): The Fergusonian impacto In honor ofCharles A. Ferguson on the occasion of his 65th blrthday,Berlín, etc.: Mouton de Gruyter, 417-430.

WEINREICH, Uriel, William LABOV & Marvin J. HERZOG(1968): "Empricial Foundations for a Theory of LanguageChange", en: LEHMAN, Winfried P. & Yakov MALKIEL(eds.): Directions for Historical Linguistics. London, Aus-tin: University of Texas Press, 95-195.

WILUAMS, Glyn (1986): "Language planning of languageexpropriation?", en: Journal of Multilingual and Multicultu-ral Development, vol. 7, núm. 6, 509-518.

WOLF, Eric (1959): Sons of the shaking earth: The people ofMexico and Guatemala. Their land; history, and culture.Chicago: University of Chicago Press.

ZUÑIGA, Madeleine, Inés POZZI-ESCOTT & Luis EnriqueLOPEZ (eds.)(1991): Educación bilingüe intercultural. Re-flexiones y desafíos. Lima: Fomciencias.

ZUÑIGA, Madeleine, Juan ANSION & Luis CUEVA(eds.)( 1987): Educación enpoblaciones indígenas. Políticasy estrategias en América Latina. Santiago de Chile: ill-UNES-<X>/OREALC.