12-05-2013 LITERARIA LA GACETA

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SAN MIGUEL DE TUCUMAN, DOMINGO 12 DE MAYO DE 2013 5 a SECCION El puertorriqueño Edgardo Rodríguez Juliá dice que sus crónicas fueron cuadernos de apuntes para sus novelas En “El malestar de la Democracia”, el catedrático Carlo Galli habla de admitir sistemas alternativos al occidental 2 3 M iradas sobre la Feria E l lema que caracteriza la 39a Feria Internacional del libro en Buenos Ai- res es “Libros como puentes”. No cabe la menor duda de que un libro puede ser re- velador y puente en un segmento de la vi- da de una persona. Y que un espacio tan grande que conglomera a miles y miles de personas también hace de puente en- tre el lector y el escritor, entre el buscador apasionado por un tema y el libro hurga- do entre cientos de mesas editoriales; un sitio ideal para conocer mujeres, para en- contrarse con un amigo e incluso para que un escritor se convierta, no sin disi- mulo, en un observador de la marcha de la venta de su libro mientras una promo- tora le apoya una cajita de jugos en la mano o una caja de lápices. En fin, una verdadera fiesta del merchandise. Todos coinciden en que circula más gente que el año pasado en el predio de La Rural. Allí, la Feria es una calcomanía de la época en que vivimos; los lectores se sienten apabullados por la cantidad de li- bros, algo así como aplastados por el pe- so de la cultura; participan todos porque vivimos en democracia y hasta un cierto punto pareciera que todo es lo mismo: periodistas que escriben libros de perso- najes de la farándula junto a grandes in- vitados internacionales. Dicho sea de pa- so -lo mejor de la Feria de este año- estu- vieron el Premio Nobel de Literatura 2003, el sudafricano J. M. Coetzee; los ho- landeses Cees Nooteeboom, Herman Koch y Arnon Grunberg; el ruso Vladimir Sorokin; los cubanos Leonardo Padura, Miguel Barnet y Jesús David Curbelo; los franceses Mathias Enard y Jean-Philippe Toussaint; los mexicanos Juan Villoro y Laura Esquivel; la colombiana Laura Restrepo; el salvadoreño Horacio Caste- llanos Moya; el alemán Raúl Zelik y los españoles Rosa Montero, Arturo Pérez Reverte, Manuel Vilas y Javier Cercas. Convivencia Algunos comentaristas culturales tele- visivos miden el crecimiento de la Feria, que debería ser proporcional a la canti- dad de lectores o al desarrollo de la lectu- ra fruto de políticas culturales, por la can- tidad de metros cuadrados que abarca (45.000) en comparación con su inicio (5000). Vivimos en una época de estadís- ticas y nada mejor que ampararse en ellas para continuar en el engaño. El desarrollo de la industria nacional editorial creció en estos años. Las más grandes, Mondadori y Planeta, conviven con las medianas Capital intelectual, Bi- blos, Adriana Hidalgo, y las pequeñas co- mo Leviatán, Luxemburg y Mardulce. En otro rango están las editoriales autoges- tionadas, así como se ha vuelto fácil fil- mar o grabar, han surgido escritores que llevan adelante su obra y la de aquellos que forman parte de su estética a través de la edición de libros que conforman la contracultura: el suri porfiado, la maripo- sa y la iguana, Ediciones en Danza, son algunas de las 400 vigentes. Los stands de las provincias se constituyen en un vínculo de identidad de los comprovincia- nos residentes en Buenos Aires. Tucumán en un buen ejemplo, con una inmensa va- riedad de propuestas que abarcan desde opciones musicales, danzas, presentacio- nes de libros, degustación de manjares norteños, luthería en vivo, juegos tradi- cionales tucumanos, etcétera. El escándalo no podía estar ausente. Este año le tocó a un ex camarista de Mar del Plata, Edmundo O’Neill, portador del apellido de un gran dramaturgo. ¿Quién sostiene que un acusado de abusar de ni- ñas no puede ser escritor y además pre- sentar y firmar ejemplares de su libro? Este ex funcionario judicial, beneficiado por la extinción de la causa a raíz del pa- so del tiempo, firmó sus ejemplares en el pabellón amarillo. Si el libro contara -co- mo dicen las denuncias- la forma en que se masturbaba con las piernas de niñas de seis años, pongo la firma que sería un éxito editorial. ¡Dale que da, total, allá en el horno se vamo a encontrar! © LA GACETA Marcos Rosenzvaig Dramaturgo y no- velista. Doctor en Letras por la Universi- dad de Buenos Aires. C onstruir puentes es más arduo que construir muros. Quizás por eso los muros proliferan, como lo lamenta- ra Robert Frost: “Al alzar la pared quisiera ver/ qué prote- jo y qué he dejado fuera” . El muro separa, aísla; el puen- te comunica, dispone al encuentro. Esta metaforización de la arquitectura apunta a lo acertado del lema elegido para esta trigésimo novena edición de la Feria del Libro en Bue- nos Aires: “Libros como puentes”. Como los puentes, los li- bros conectan, potencian encuentros a veces buscados, otras veces inesperados; gozosos en ocasiones, o tal vez in- diferentes y hasta pasibles de rechazo. ¡Tantas cosas en- tran en juego! El momento, el ánimo, la expectativa que nos lleva a leer, aparte de la calidad de lo leído. Y no ha- blemos de precios. Cruzar ese puente, leer ese libro: desa- fíos de un territorio nuevo. Explorar una feria de estas dimensiones lleva al vértigo de la comunicación infinita. Porque no se trata solo del li- bro y yo, sino de los libros entre sí, sus procedencias, sus géneros, sus escuelas, la época en que fueron escritos, sus destinatarios… y admirar la decoración del espacio salte- ño para pasar a las líneas moriscas donde se exhibe lite- ratura islámica y sentir el brinco del niño que llevamos dentro ante la bibliopresencia de Javier Villafañe o de Ma- ría Elena Walsh. El vértigo incluye el continuo rumor de pasos y voces, el andar discreto de algún escritor conocido rumbo a su charla o su mesa panel y los agudos de niñas adolescentes que descubren el libro de sus amores en al- gún estante. Me acompaña el lamento íntimo de haberme perdido la conferencia del sudafricano J.M. Coetzee y de tener que perderme, entre tantos contactos deseados, las presenta- ciones de nuestro Alberto Rojo, la española Rosa Montero y la mexicana Laura Esquivel, pero me consuela haber es- cuchado a Antonio Requeni hablar de su obra y recitar un par de sus exquisitos poemas. Como en la vida, imposible abarcarlo todo. La novedad del año fue elegir una “ciudad invitada”: Amsterdam, que ocupa un cordial espacio de café, elemen- tos alusivos y la interesante visita de escritores holande- ses. Sea o no parte de la “onda Máxima”, esa urbe conste- lada de puentes sobre bellos canales ilustra el lema de la Feria. Recuerdo a Hans Brinker y los patines de plata, el relato para niños que la estadounidense Mary Dodge pu- blicara en 1865 y que los holandeses leen aun hoy como un clásico propio. Más puentes. Y las conexiones que así se logran entre tiempos, espa- cios, ideologías y emociones invaden la mente como una marea de creatividad y esperanza. © LA GACETA Eugenia Flores de Molinillo – Profesora de Literatura norteamericana de la UNT. Robert Frost, “Mending Wall”, Selected Poems of Robert Frost (New York: Holt, Rinehart & Winston Inc., 1952). La traducción me pertenece. Mary Dodge, Hans Brinker y los patines de plata (Bue- nos Aires: Codex, 1951). A menos de cinco cuadras del solar de la calle Serrano, en Palermo, donde Borges vivió su infancia, retorna, año tras año, con la obsesiva puntualidad del otoño, la Fe- ria del Libro de Buenos Aires. Todo un símbolo que la ma- yor fiesta de libros de la Argentina se celebre a tan poca distancia de la patria de Borges (¿o acaso Rilke no senten- ció que la infancia es la patria de los hombres?) Todo un símbolo, reitero, porque cada vez que la visito percibo el espíritu ubicuo de Borges en todas sus salas y corredores, aunque no precisamente se deba a los libros. Lo que de él descubro en ese ámbito son sus más recónditas obsesiones que tienen que ver con lo laberíntico y lo babélico. Quien alguna vez haya recorrido la Feria no podrá obje- tarme que ésta es un formidable laberinto en donde hasta el más pintado de los visitantes pierde la brújula. En mi ca- so, todos los años, repaso los planos de los pabellones, di- bujo croquis multicolores, destaco salas y stands, marco al detalle caminos y salidas pero, inexorablemente, apenas me interno en esas enmarañadas callejuelas, me extravío. Y como siempre, refunfuño, y me acuerdo de Borges. La otra gran desmesura tiene que ver con el sonido que contrasta con la policromía muda de millones de libros, con esa “radiación de fondo” que oigo, pero no escucho, mientras camino. Son miles y miles de voces, y los que las propalan -el especialista, el académico, el escritor, el edi- tor, el librero, el aficionado, el mercachifle, el esnob curio- so, el cholulo caza autógrafos- parece que se expresaran en idiomas distintos. Al menos eso es lo que yo percibo. Entonces, cómo no pensar en Babel, el de la confusio lin- guarum, en esa otra obsesión borgeana. Las ediciones pasan, el ciclo se repite, siempre regreso a la misma escenografía infinita y perenne. Es el tiempo cir- cular, me digo (otra vez Borges, pienso). A esta altura, la Feria, como el agua y el aire, me parece tan eterna, aun- que la historia evidencie que nació en 1975. Que sólo ten- ga 39 años, qué quieren que les diga, a mí se me hace cuento. © LA GACETA Jorge Brahim Director editorial de la revista El pulso argentino. Tres tucumanos enfocan el gran acontecimiento de la industria editorial argentina. Un escritor, un editor y una profesora de letras comparten sus impresiones después de recorrer la edición 2013 de la Feria del Libro de Buenos Aires. LIBROS COMO PUENTES Por Eugenia Flores de Molinillo PARA LA GACETA - BUENOS AIRES A LA MEDIDA DE BORGES Por Jorge Daniel Brahim PARA LA GACETA - BUENOS AIRES UN REFLEJO DE NUESTRA ÉPOCA Por Marcos Rosenzvaig PARA LA GACETA - BUENOS AIRES En 45.000 metros cuadrados es la más concurrida en el mundo de habla hispana, con un millón de lectores. TELAM

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Domingo 12 de mayo de 2013 Literaria LA GACETA

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SAN MIGUEL DE TUCUMAN, DOMINGO 12 DE MAYO DE 2013

5aSECCION

El puertorriqueño Edgardo RodríguezJuliá dice que sus crónicas fueroncuadernos de apuntes para sus novelas

En “El malestar de la Democracia”, elcatedrático Carlo Galli habla de admitir

sistemas alternativos al occidental

2 3

Miradas sobre la Feria

El lema que caracteriza la 39a FeriaInternacional del libro en Buenos Ai-

res es “Libros como puentes”. No cabe lamenor duda de que un libro puede ser re-velador y puente en un segmento de la vi-da de una persona. Y que un espacio tangrande que conglomera a miles y milesde personas también hace de puente en-tre el lector y el escritor, entre el buscadorapasionado por un tema y el libro hurga-do entre cientos de mesas editoriales; unsitio ideal para conocer mujeres, para en-contrarse con un amigo e incluso paraque un escritor se convierta, no sin disi-mulo, en un observador de la marcha dela venta de su libro mientras una promo-tora le apoya una cajita de jugos en lamano o una caja de lápices. En fin, unaverdadera fiesta del merchandise.

Todos coinciden en que circula másgente que el año pasado en el predio deLa Rural. Allí, la Feria es una calcomaníade la época en que vivimos; los lectores sesienten apabullados por la cantidad de li-bros, algo así como aplastados por el pe-so de la cultura; participan todos porquevivimos en democracia y hasta un ciertopunto pareciera que todo es lo mismo:periodistas que escriben libros de perso-najes de la farándula junto a grandes in-vitados internacionales. Dicho sea de pa-so -lo mejor de la Feria de este año- estu-vieron el Premio Nobel de Literatura2003, el sudafricano J. M. Coetzee; los ho-landeses Cees Nooteeboom, HermanKoch y Arnon Grunberg; el ruso VladimirSorokin; los cubanos Leonardo Padura,Miguel Barnet y Jesús David Curbelo; losfranceses Mathias Enard y Jean-PhilippeToussaint; los mexicanos Juan Villoro yLaura Esquivel; la colombiana LauraRestrepo; el salvadoreño Horacio Caste-llanos Moya; el alemán Raúl Zelik y losespañoles Rosa Montero, Arturo PérezReverte, Manuel Vilas y Javier Cercas.

ConvivenciaAlgunos comentaristas culturales tele-

visivos miden el crecimiento de la Feria,que debería ser proporcional a la canti-dad de lectores o al desarrollo de la lectu-ra fruto de políticas culturales, por la can-tidad de metros cuadrados que abarca

(45.000) en comparación con su inicio(5000). Vivimos en una época de estadís-ticas y nada mejor que ampararse enellas para continuar en el engaño.

El desarrollo de la industria nacionaleditorial creció en estos años. Las másgrandes, Mondadori y Planeta, convivencon las medianas Capital intelectual, Bi-blos, Adriana Hidalgo, y las pequeñas co-mo Leviatán, Luxemburg y Mardulce. Enotro rango están las editoriales autoges-tionadas, así como se ha vuelto fácil fil-mar o grabar, han surgido escritores quellevan adelante su obra y la de aquellosque forman parte de su estética a travésde la edición de libros que conforman lacontracultura: el suri porfiado, la maripo-sa y la iguana, Ediciones en Danza, sonalgunas de las 400 vigentes. Los standsde las provincias se constituyen en unvínculo de identidad de los comprovincia-nos residentes en Buenos Aires. Tucumánen un buen ejemplo, con una inmensa va-riedad de propuestas que abarcan desdeopciones musicales, danzas, presentacio-nes de libros, degustación de manjaresnorteños, luthería en vivo, juegos tradi-cionales tucumanos, etcétera.

El escándalo no podía estar ausente.Este año le tocó a un ex camarista de Mardel Plata, Edmundo O’Neill, portador delapellido de un gran dramaturgo. ¿Quiénsostiene que un acusado de abusar de ni-ñas no puede ser escritor y además pre-sentar y firmar ejemplares de su libro?Este ex funcionario judicial, beneficiadopor la extinción de la causa a raíz del pa-so del tiempo, firmó sus ejemplares en elpabellón amarillo. Si el libro contara -co-mo dicen las denuncias- la forma en quese masturbaba con las piernas de niñasde seis años, pongo la firma que sería unéxito editorial. ¡Dale que da, total, allá enel horno se vamo a encontrar!

© LA GACETA

Marcos Rosenzvaig – Dramaturgo y no-velista. Doctor en Letras por la Universi-dad de Buenos Aires.

Construir puentes es más arduo que construir muros.Quizás por eso los muros proliferan, como lo lamenta-

ra Robert Frost: “Al alzar la pared quisiera ver/ qué prote-jo y qué he dejado fuera” . El muro separa, aísla; el puen-te comunica, dispone al encuentro. Esta metaforización dela arquitectura apunta a lo acertado del lema elegido paraesta trigésimo novena edición de la Feria del Libro en Bue-nos Aires: “Libros como puentes”. Como los puentes, los li-bros conectan, potencian encuentros a veces buscados,otras veces inesperados; gozosos en ocasiones, o tal vez in-diferentes y hasta pasibles de rechazo. ¡Tantas cosas en-tran en juego! El momento, el ánimo, la expectativa quenos lleva a leer, aparte de la calidad de lo leído. Y no ha-blemos de precios. Cruzar ese puente, leer ese libro: desa-fíos de un territorio nuevo.

Explorar una feria de estas dimensiones lleva al vértigode la comunicación infinita. Porque no se trata solo del li-bro y yo, sino de los libros entre sí, sus procedencias, susgéneros, sus escuelas, la época en que fueron escritos, susdestinatarios… y admirar la decoración del espacio salte-ño para pasar a las líneas moriscas donde se exhibe lite-ratura islámica y sentir el brinco del niño que llevamosdentro ante la bibliopresencia de Javier Villafañe o de Ma-ría Elena Walsh. El vértigo incluye el continuo rumor depasos y voces, el andar discreto de algún escritor conocidorumbo a su charla o su mesa panel y los agudos de niñasadolescentes que descubren el libro de sus amores en al-gún estante.

Me acompaña el lamento íntimo de haberme perdido laconferencia del sudafricano J.M. Coetzee y de tener queperderme, entre tantos contactos deseados, las presenta-ciones de nuestro Alberto Rojo, la española Rosa Monteroy la mexicana Laura Esquivel, pero me consuela haber es-cuchado a Antonio Requeni hablar de su obra y recitar unpar de sus exquisitos poemas. Como en la vida, imposibleabarcarlo todo.

La novedad del año fue elegir una “ciudad invitada”:Amsterdam, que ocupa un cordial espacio de café, elemen-tos alusivos y la interesante visita de escritores holande-ses. Sea o no parte de la “onda Máxima”, esa urbe conste-lada de puentes sobre bellos canales ilustra el lema de laFeria. Recuerdo a Hans Brinker y los patines de plata, elrelato para niños que la estadounidense Mary Dodge pu-blicara en 1865 y que los holandeses leen aun hoy comoun clásico propio. Más puentes.

Y las conexiones que así se logran entre tiempos, espa-cios, ideologías y emociones invaden la mente como unamarea de creatividad y esperanza.

© LA GACETA

Eugenia Flores de Molinillo – Profesora de Literaturanorteamericana de la UNT.

Robert Frost, “Mending Wall”, Selected Poems of RobertFrost (New York: Holt, Rinehart & Winston Inc., 1952). Latraducción me pertenece.

Mary Dodge, Hans Brinker y los patines de plata (Bue-nos Aires: Codex, 1951).

A menos de cinco cuadras del solar de la calle Serrano,en Palermo, donde Borges vivió su infancia, retorna,

año tras año, con la obsesiva puntualidad del otoño, la Fe-ria del Libro de Buenos Aires. Todo un símbolo que la ma-yor fiesta de libros de la Argentina se celebre a tan pocadistancia de la patria de Borges (¿o acaso Rilke no senten-ció que la infancia es la patria de los hombres?) Todo unsímbolo, reitero, porque cada vez que la visito percibo elespíritu ubicuo de Borges en todas sus salas y corredores,aunque no precisamente se deba a los libros. Lo que de éldescubro en ese ámbito son sus más recónditas obsesionesque tienen que ver con lo laberíntico y lo babélico.

Quien alguna vez haya recorrido la Feria no podrá obje-tarme que ésta es un formidable laberinto en donde hastael más pintado de los visitantes pierde la brújula. En mi ca-so, todos los años, repaso los planos de los pabellones, di-bujo croquis multicolores, destaco salas y stands, marco aldetalle caminos y salidas pero, inexorablemente, apenasme interno en esas enmarañadas callejuelas, me extravío.Y como siempre, refunfuño, y me acuerdo de Borges.

La otra gran desmesura tiene que ver con el sonido quecontrasta con la policromía muda de millones de libros,con esa “radiación de fondo” que oigo, pero no escucho,mientras camino. Son miles y miles de voces, y los que laspropalan -el especialista, el académico, el escritor, el edi-tor, el librero, el aficionado, el mercachifle, el esnob curio-

so, el cholulo caza autógrafos- parece que se expresaranen idiomas distintos. Al menos eso es lo que yo percibo.Entonces, cómo no pensar en Babel, el de la confusio lin-guarum, en esa otra obsesión borgeana.

Las ediciones pasan, el ciclo se repite, siempre regreso ala misma escenografía infinita y perenne. Es el tiempo cir-cular, me digo (otra vez Borges, pienso). A esta altura, laFeria, como el agua y el aire, me parece tan eterna, aun-que la historia evidencie que nació en 1975. Que sólo ten-ga 39 años, qué quieren que les diga, a mí se me hacecuento.

© LA GACETA

Jorge Brahim – Director editorial de la revista El pulsoargentino.

Tres tucumanos enfocan el gran acontecimiento de la industria editorial argentina. Un

escritor, un editor y una profesora de letras comparten sus impresiones después de

recorrer la edición 2013 de la Feria del Libro de Buenos Aires.

LIBROS COMO PUENTES◆ Por Eugenia Flores de MolinilloPARA LA GACETA - BUENOS AIRES

A LA MEDIDA DE BORGES◆ Por Jorge Daniel BrahimPARA LA GACETA - BUENOS AIRES

UN REFLEJO DENUESTRA ÉPOCA

◆ Por Marcos RosenzvaigPARA LA GACETA - BUENOS AIRES

En 45.000 metroscuadrados es lamás concurrida enel mundo de hablahispana, con unmillón de lectores.

TELAM

LITERARIA2 LA GACETA

DOMINGO 12 DE MAYO DE 2013

L A N Z A M I E N T O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C R I T I C A D E L I B R O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / L A N Z A M I E N T O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A

No v e d a d e s

EL MISTERIO DEL CHESHIRECarmen Agra Deedy – Randall WrightFONDO DE CULTURA ECONOMICA (221 PAGINAS)Skilley es un gato callejero que vive en las rudas calleslondinenses del siglo XIX. Un día decide comenzar unanueva vida como cazador de ratones en el Cheshire, unacantina local repleta de secretos. Ahí Skilley deberáconfrontar a su propia naturaleza.

NADAR DESNUDASCarla GuelfenbeidALFAGUARA (288 PAGINAS)Sophie nunca se sintió tan protegida y feliz como en suamistad con Morgana. En el convulsionado Chile deprincipios de los ‘70 descubren que es mucho lo quecomparten, pero que por sobre todas las cosas, lashermana su sensibilidad por el arte y la poesía.

VIDA COTIDIANA EN BUENOS AIRES 1Andrés CarreteroARIEL (360 PAGINAS)Desde su fundación hasta mediados del siglo XIX, lavida en la ciudad de Buenos Aires no fue fácil niplacentera. De calles de tierra y abierta a los vientos queasolaban sus barrios, la ciudad porteña carecía de obrasde infraestructura que resguardaran a la población.

LAS PELÍCULAS QUE LACAN VIO Y APLICÓ ALPSICOANÁLISISCarlos Gustavo MottaPAIDOS (184 PAGINAS)Motta investiga la relación que existe entre cine y teoríapsicoanalítica lacaniana, a partir de las referencias queJacques Lacan hace en sus escritos y seminarios, que noson meras ilustraciones sino que enriquecen su teoría.

VIAJES POR LA TIERRA DE KUBLAI KHANMarco PoloTAURUS (144 PAGINAS)Tras dejar una profunda influencia en la visión que laEuropa medieval se formó del mundo, esta narración delas asombrosas experiencias de un comercianteveneciano del siglo XIII sigue siendo uno de los másfascinantes relatos de aventuras jamás escritos.

BRECHT Y EL METODOFredric JamesonMANANTIAL (272 PAGINAS)En este clásico estudio, Fredric Jameson da cuenta, condestreza y sensibilidad incomparables, del teatro políticode Bertolt Brecht, sosteniendo su importancia para lasprácticas artísticas de una época turbulenta. El autorrearma el mosaico de doctrina del método Brecht.

LA PIEL DE JULIETTETahereh MafiFONDO DE CULTURA ECONOMICA (324 PAGINAS)La piel de Juiette es letal. Quien la ha tocado no lograsobrevivir. Todos la consideran un peligro. En medio delcaos, Warner, un joven perverso, intenta restablecer elorden a través de la represión. Juliette no tiene ningunaesperanza de sobrevivir, hasta que aparece Adam.

LAS BANDERAS DE BELGRANOMartín Francisco BoneoLETEMENDIA (176 PAGINAS)Partiendo de reseñar el origen histórico de las banderasy las primeras banderas españolas (y las primerasbanderas españolas en América), el autor se centra en elcolor azul en la prehistoria de la bandera argentinahasta llegar a las banderas de Belgrano, así, en plural.

SIETE DEBATES NACIONALES EN POLÍTICAS DECOMUNICACIÓNGuillermo Mastrini – Ornela Carboni(compiladores)UNIVERSIDAD NACIONAL DE QUILMES EDITORIAL (280PAGINAS)Este libro es un trabajo de reflexión colectiva generadoen la Maestría en Industrias Culturales de la UNQ.

ESTAMOS TRABAJANDO PARA USTED (DISCULPELAS MOLESTIAS)Jorge MezzabottaEDITORIAL DUNKEN (56 PAGINAS)Un juego de textos y pretextos que sugieren, insinúan,las diversas relaciones de poder –tanto íntimas comopúblicas-, que establecen diferentes actores en lasociedad.

EL TRIUNFO DE MARTAEgon CiklaiVINCIGUERERA (176 PAGINAS)En estas páginas el autor reafirma la destreza narrativade un hombre que ha hecho de la vida misma unaaventura y reivindica a la vez para el género el sabor dela aventura y la fascinación de las grandes novelas. Unaobra que seduce también por la vigencia de sus temas,oportuna sin ser oportunista.

UN GORILA. UN LIBRO NO SÓLO PARA CONTARAnthony BrowneFONDO DE CULTURA ECONOMICA (32 PAGINAS)Ha llegado un viajero enigmático: Nazario, el artesanode los pescaditos y las cruces de madera. La aparicióndel forastero trae repercusiones y reconocimientos paralos habitantes del conventillo: Magdalena, la prostituta;María, la encargada; Pedro y Juan, los pescadores, ellleva y trae del Oreja... La historia de siglos se renueva.

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Ra n k i n g

FICCIONCINCUENTA SOMBRAS DE GREYE.L. James

LA RIDÍCULA IDEA DE NO VOLVER A VERTERosa Montero

CINCUENTA SOMBRAS MÁS OSCURASE.L. James

LA FURIA DE EVITAMarcos Aguinis

AMORIsabel Allende

12345

NO FICCIONEL JESUITASergio Rubín

ÁGILMENTEEstanislao Bachrach

CONVERSOPablo Sirvén

ENCUENTROSGabriel Rolón

SOBRE EL CIELO Y LA TIERRABergolgio y Skorka

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Ra n k i n g

FICCIONLA RIDÍCULA IDEA DE NO VOLVER A VERTERosa Montero

CINCUENTA SOMBRAS DE GREYE.L. James

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AMORIsabel Allende

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NO FICCIONENCUENTROSGabriel Rolón

EL JESUITASergio Rubín

ÁGILMENTEEstanislao Bachrach

CONVERSOPablo Sirvén

FRANCISCO, EL PAPA DE LA GENTEEvangelina Himitian

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T U C U M A N

LIBRE

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DEL

LIBRO

A R G E N T I N A

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El catedrático boloñés CarloGalli teoriza acerca de una situa-ción de la que hablan los noticie-ros de televisión, los portales deinternet y la prensa gráfica: lacrisis de la democracia en el sigloXXI. Es un hecho nuevo, queobliga a repensar los supuestosen que se basó el sistema políticooccidental. Al plantear el estadode la cuestión, el autor describeque el malestar de la democracia,reconoce un aspecto subjetivo yotro objetivo. El primero afecta al

sujeto que debe considerarse ciu-dadano y que se traduce en apa-tía y en desgano. Siente resigna-ción o repulsa hacia la política. Elmalestar objetivo se centra en loestructural. “La democracia hasido arrasada por las transfor-maciones del mundo”, postulaGalli. A partir de estas premisas,describe el itinerario que reco-rrió el pensamiento político des-de la Grecia clásica hasta las ob-jeciones de los críticos radicalesde la democracia, como la belgaChantal Mouffe, de reconocidainfluencia intelectual en el mun-do kirchnerista. De ese recorridohistórico, vale retener este datocentral: la sustitución del republi-canismo de la Antigüedad por eleje Estado-mercado, a partir delsiglo XVIII. Esta fórmula política

prevaleció hasta fines de la déca-da de 1980, precisa Galli. El co-lapso del socialismo real en Eu-ropa del Este constituyó una lí-nea demarcatoria muy precisa.Durante tan extenso período, eledificio institucional construido apartir de ese eje, pudo superar laconfrontación con los totalitaris-mos y mejorar el nivel de vida demillones de personas.

Nada es definitivo, sin embar-go, en el devenir de la historia.

Después de 1989 cambiaron lascosas. En la edad global, el capi-talismo exige independencia dela política, advierte el politólogoitaliano. El multiculturalismo adi-ciona otro problema a la demo-cracia, al sumarse a la inseguri-dad social. Las instituciones de lademocracia liberal, en ese con-texto, están jaqueadas por el po-pulismo. En ese contexto, Galliapunta que debe admitirse laexistencia de democracias dife-rentes a la occidental. La idea re-novada de democracia que pro-picia acepta que el conflicto pue-de resolverse en un ámbito cívicosin necesidad del uso de la vio-lencia y en el reconocimiento delas pluralidades.

© LA GACETA

PERSPECTIVA. Carlo Galli propone un lúcido ensayo sobre la democracia.

Un grupo de amigas engorda pa-ra seducir. Aunque, en verdad, esun club, con cuota social, ritos deiniciación y sobre todo buena co-mida, con chicas dispuestas a todo-para que, como decía Nietszche,acontezca tanto lo bello como lo te-rrible. Pero más concreto aún esque ese sobrepeso tendrá no sóloun fin estético, sino otro ejecutor, yun desenlace que recordará laapoteosis de la película El cocine-ro, el ladrón, su mujer y su aman-te.

Luego devendrán los rastros dela tortura en la memoria de los exi-liados. Una niña, hija de la pobre-za, transformada un poco a lafuerza en prostituta, malquerida yenferma. Una mujer mayor reclui-da en un geriátrico de alta alcur-nia. Criadores de aves que recuer-dan al Bestiario de Cortázar. Ungrupo de amigos, todos ellos artis-

tas, muy new-age, cultivadores decualquier nueva tendencia, al bor-de los 40, libres de espíritu -o almenos con esa pretensión-, inmer-sos de cabeza en una fiesta al piede la pileta.

Sobre ese tipo historias -¿senci-llas?- se asienta Cacería, de MaríaTeresa Andruetto (quien fuera ga-nadora del premio Hans ChristianAndersen en 2012): las experien-cias transformadoras o las expe-riencias cotidianas de una mujeren particular que puede ser cual-quier mujer (sí: los protagonistasson -casi todas- mujeres: “una do-

ble exploración de género”, segúnla autora: “femenino y cuento”, ariesgo de estigmatizar en demasíaa los hombres y convertirlos enmisóginos aún en ausencia).

Con el sobresaliente relieve delrelato que da título al libro, los es-pejos que las muestran son las re-laciones entre amigas, entre ma-dres e hijas, las rebeldías de juven-tud y las categorías sociales, infi-delidades y divorcios, el suicidiocomo una opción adquirida y here-dada, en lento andar de los díascomo una supervivencia apática.

Así de heterogéneo es ese sub-

conjunto femenino: víctimas, trai-doras, asesinas, culposas, perver-sas, ansiosas, resignadas, irónicas,atormentadas, sometidas, exacer-badas. Y mucho más. Vivas o alborde de la muerte en un mundodonde mandan el desaliento, la su-jeción, los vejámenes, la crueldad oel fracaso. Personajes que apare-cen expuestos ante una ventanaque mira a lo que no se quiere ver,y que es irremediablemente visi-ble.

Andruetto dice al inicio del volu-men que los cuentos “fueron escri-to a lo largo de veinte años” y que,hace diez, se imprimieron bajo eltítulo Todo movimiento es cacería.Para esta selección redujo el títuloy agregó nuevas historias, pero,está claro, la cacería continúa.

© LA GACETA

Relatos con lo femenino como protagonista

La crisis de la democraciaen el siglo XXI

CARLOS ABREHU ◆

HERNÁN CARBONEL ◆

Galli asegura que no sepuede esperar que lasinstituciones hagan elcambio que nosotros noles demandamos.

Sentir que la realidadno se puede cambiar ydesentendernos noshace olvidar que lademocracia es lucha.

RELATOSCACERÍAMARÍA TERESA ANDRUETTO(Mondadori – Buenos Aires)

el nuevo libro de la ganadora del “Nobel” de la literatura infantil

el autor sostiene que deben admitirse modelos alternativos al occidental

ENSAYOEL MALESTAR DE LA DEMOCRACIACARLO GALLI(Fondo de Cultura – Buenos Aires)

LITERARIA 3LA GACETA

DOMINGO 12 DE MAYO DE 2013

- Usted es un experimentado au-tor de crónicas. ¿Por qué se ha in-teresado en la ficción? ¿Cuáles cree usted que son las diferencias entre crónica y ficción?

- La piscina es mi octava novela.Soy un novelista que también es-cribe crónicas. La crónica, que esun género “híbrido”, ya que tienealgo de reportaje periodístico ymucho de ensayo, puede lograr labuena escritura, pero pocas vecesalcanza el nivel de gran arte litera-rio; la crónica me ha servido, mu-chas veces, como cuaderno deapuntes para mis novelas. Este esel caso entre mi crónica El crucede la bahía de Guánica y la novelaSol de medianoche.

-¿Por qué escribió La piscina? ¿Qué lo llevó a llamar Edgar al personaje central de la novela?

-Escribí La piscina porque hacíaya tiempo que me rondaba en laimaginación. Quería escribir sobreuna conflictiva familia puertorri-queña en esa década de cambios ymudanzas para los puertorrique-ños que fueron los años 50. Lo queme llevó a llamar Edgar al prota-gonista es que en parte, sólo enparte, se trata de una novela auto-biográfica; de esa manera, con lacercanía de ese nombre, podría in-vocar mejor mis fantasmas.

- En La piscina hay una demora en las variaciones sobre la luz. Se habla de luz mortecina, de medio-día, contraluz, débil, etcétera. Por lo demás, usted publicó una nove-la llamada El espíritu de la luz. ¿Podría hablar de esta “obsesión” con la luz?

- Mi obsesión con la luz antillanacomenzó con sendos ensayos queescribí sobre dos pintores caribe-ños, el venezolano Armando Reve-rón y el puertorriqueño FranciscoOller. Más adelante escribí esa no-vela que mencionas, El espíritu dela luz, que es única en mi produc-ción, y me explico: en vez de co-menzar a narrar mediante unaanécdota, o partir de un detalle,quise comenzar con una idea, esdecir, la luz antillana. ¿Cómo haríapara descubrirla en sus momentos

deslumbrantes o recortados, cómoprecisar sus matices? La descrip-ción de la luz en la literatura esuna manera de crear eso que lla-mamos atmósfera, o clima emocio-nal, algo así como lo que logra elimpresionismo en la pintura.

- Como dice acertadamente Ca-rolina Sancholuz, la novela propo-ne tres tiempos: el de la infancia de Edgar, el que coincide con la muerte del padre y el de su madu-rez. ¿Cómo construyó la trama del libro?

- La trama del libro la madurédurante mucho tiempo. Sabía que,en algún momento, intentaría des-cribir la muerte del padre. Ese fueel motivo inicial. Luego me intere-só toda esa retrospección en quecuento la infancia del arquitecto.La vuelta a la madurez del prota-gonista y el episodio de su excén-trica y solitaria vejez -todo eso- seme ocurrió después. Antes que na-da, me interesaba narrar el dramadel padre, porque es ahí donde re-trato muchas tensiones de raza yclase en el mundo antillano.

-Tanto en sus crónicas como en esta novela la historia aparece cla-ra en la puesta en escena. Creo, de hecho, que los instantes históricos fueron introducidos de manera lo-grada en la trama de la ficción. Me gustaría que hablara de las rela-ciones entre crónica e historia y de ficción e historia.

- La novela La piscina es unaobra de ficción donde se evidenciaesa literatura que siempre he am-bicionado, una literatura de edad yépoca, donde a la vez que nos co-locamos en una época histórica,con todas sus especificidades, seretrata la interioridad de unos per-sonajes. La crónica a la larga seconvierte en fuente histórica, mu-chas veces la Historia misma sirvepara emblematizar toda una cróni-ca personal. Eso ocurre en La pis-cina con la foto de los gobernado-res coloniales y el Presidente Tru-man, durante su visita al Hotel Ja-güeyes de Aguas Claras en 1948, ytambién la foto de los nacionalistaspuertorriqueños durante su arres-

to, inmediatamente después delataque al Congreso de los estadosUnidos en 1954.

- En La piscina impacta el uso del lenguaje, la prosa adjetivada, el ritmo de la prosa, la recurrencia atinada de ciertas metáforas, la creación de climas. ¿Podría hablar de este trabajo con el lenguaje?

- Mi trabajo con el lenguajesiempre ha sido muy meticuloso;con los años se ha vuelto maniáti-co. En mi juventud las novelas fue-ron de un barroquismo exuberan-te, quizás exagerado; con los añoshe logrado moderarlo hasta lograrcierto equilibrio entre descripcióny narración; quizás se trata decierta abundancia sensorial enuna prosa que se ha vuelto aúnmás estructurada, hasta algo “con-ceptista”, pienso a veces. Intentocrear un equilibrio entre los efec-tos puramente sensuales y las epi-fanías, esas revelaciones concep-tuales que iluminan primeramenteal narrador y luego al lector. No sé,todo esto tiene algo de arcaísmo li-terario, lo sé. Uno de los rasgos de-finitorios de nuestra literatura an-tillana es esa tendencia hacia unbarroco de cláusulas amplificadasy complejas, tanto en lo nominal yadjetival como en lo verbal.

- Aunque no conozco con minu-cia la historia de Puerto Rico, sien-to que la novela entrega un mapa indirecto, una geografía resumida de algunos problemas sociales en-tre los habitantes del país. ¿Ha tra-bajado esto de manera consciente?

-Pues claro que lo he trabajadode manera consciente. Como ya di-je, la novela es importante en tan-to recala en una particular época yevidencia concreciones de nuestrahistoria social, siendo el racismo ylas complejidades de clase uno delos motivos importantes de la tra-ma. Muy particularmente la novelaestá enmarcada en los años 50, es-pecíficamente entre los años 1953y 1958. Ahí también aparece lagran emigración a Nueva York queocurrió en esa época, la mudanzadel pueblo pequeño a la urbaniza-ción, hay un retrato de la sociedadmulata dominicana, clasemediane-ra durante el Trujillato; en ese par-tido de béisbol con Puerto Rico,Cuba ya está a punto de aislarsedel resto de las Antillas a causa dela confrontación con el Imperio. Lanovela recoge mucho de aquellaépoca y mucho de los demonios in-teriores de los personajes, comodebe ser en cualquier novela de in-terés.

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C R I T I C A S D E L I B R O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C R I T I C A S D E L I B R O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C R I T I C A S D E L I B R O S

- ¿Cómo y cuándo nace la idea de realizar las Jornadas sobre micro-ficción?

-La idea surgió hace cinco añosen el seno de la SEA (Sociedad deEscritoras y Escritores Argentinos)que la propuso a la Fundación El Li-bro. La Fundación la adoptó y des-de entonces la viene realizando to-dos los años. Al principio eran sola-mente lecturas, pero luego se fue-ron incorporando entrevistas, pro-yecciones, un concurso en Twitter,información de actividades cone-xas, etc. Es una actividad que reúnemicroficcionistas de todo el país yalgunos extranjeros.

-¿Por qué eligió el género breve? -No lo elegí, él me eligió a mí. La

primera microficción que escribí, laescribí como descanso en la correc-ción de un cuento largo. Cuando laleí a otros escritores provocó tantoentusiasmo que me asombró. En-tonces comprendí que había encon-trado mi forma natural de expre-sión. Poco después, le propuse aMario José Grabivker de EditorialDesde La Gente, hacer una antolo-gía de este tipo de textos. Tuvo tan-to éxito que se hicieron tres edicio-nes. Así empecé, y llevo ya más de25 años escribiendo, pensando y di-fundiendo el género.

-¿Existe un “método” para escri-bir minificciones?

-No hay métodos ideales en lite-ratura, lo que funciona muy bien

para un escritor puede no funcionarpara otro. Hay escritores que tien-den a irse por las ramas y otros aquienes los relatos se les cierran en-seguida. Los primeros deberán lu-char contra su tendencia a la fron-dosidad. Deberán aprender a escri-bir con el silencio, a sugerir másque a decir. El silencio en la micro-ficción es una presencia y tiene sig-nificado. Cuanto más denso y com-plejo es, mejor. De aquí la diferen-cia con el chiste. El silencio del chis-te es elemental, a nadie se le ocurri-ría contar dos veces el mismo chis-te. En cambio las buenas microfic-ciones admiten la relectura. La di-ferencia con el microensayo es cla-ra: pretenden ser verdad. En cam-bio los microtextos ficcionales argu-mentativos, casi siempre irónicos,son microficciones. La diferenciacon la prosa poética es menos clara.De hecho, hay poemas que en uncontexto microficcional, se leen per-fectamente como microficciones.

-¿Prefiere los textos de un autor o las antologías? ¿El objeto libro o los soportes digitales?

-Son cosas diferentes. Un libro deautor me gusta cuando sus micro-ficciones, además de ser muy bue-nas, están inextricable e invisible-mente conectadas de tal modo quecomponen y transmiten una con-cepción del mundo y no me refieroa unidad temática.

El libro brinda una ilusión de per-manencia y la pantalla sugiere fu-

gacidad. Pero si una microficción esmuy buena, será memorable encualquier soporte.

-¿Cuáles son sus autores de per-manente consulta y disfrute?

-Sigo pensando que la escrituramás noble, el silencio más sustan-cioso y complejo, la ironía más sutile inteligente, está en las microficcio-nes de Borges. Son para leer y re-leer muchas veces. Diálogo sobreun diálogo, de Borges, me deslum-bró; Cuento de horror, de Arreola,es un portento de poder de suge-rencia; La oveja negra, de Monte-rroso, por su ironía demoledora.

-El pasado 29 de octubre presen-tó su libro Las gemas del falsario. ¿Es necesaria la desnudez literaria para legitimar la singularidad?

-La literatura da ejemplos deobras singulares que recurren a ladesnudez o, por el contrario, queson genialmente minuciosas. Si noslimitamos a la microficción, la ex-trema brevedad impone condensa-ción máxima de significado que noes lo mismo que desnudez de deta-lles. Hay veces en que un detalle dacuenta de lo que se quiere contarmejor que el resumen de la historiacompleta; en tal caso, la microfic-ción debe ser el detalle cargado designificado por el autor. Esta es unade las razones por lo que es erróneoconcebir el microrrelato como resu-men.

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“La extrema brevedad impone condensación máxima de significado”

E N T R E V I S T A A E D G A R D O R O D R I G U E Z J U L I Á

“La crónica pocasveces alcanzael nivel degran arteliterario”

El escritor puertorriqueño, uno de los más

destacados invitados internacionales de la Feria

del Libro de Buenos Aires, habla sobre La Piscina,

su último título. Reconocido en América latina

por sus crónicas, dice que estas muchas veces

fueron cuadernos de apuntes para sus novelas.

◆ Por Fabián SoberónPARA LA GACETA - BUENOS AIRES

PERFILEdgardo Rodríguez Juliá es cronista, novelista y ensayista. Entre sus crónicas y ensayos se destacan Las tribulaciones deJonás, El entierro de Cortijo y Caribeños. Ha publicado novelas históricas y novelas cercanas al policial negro como Sol demedianoche y Mujer con sombrero panamá. Desde 1999 es miembro de número de la Academia Puertorriqueña de laLengua Española. Ganó la Beca Guggenheim y numerosos premios internacionales. La piscina, su octava novela, fuepublicada en la Argentina por Corregidor.

E N T R E V I S T A A R A Ú L B R A S C A

DIÁLOGO SOBRE UN DIÁLOGOPOR JORGE LUIS BORGES

A- Distraídos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado queanocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las caras.Con una indiferencia y una dulzura más convincentes que el fervor,la voz de Macedonio Fernández repetía que el alma es inmortal. Measeguraba que la muerte del cuerpo es del todo insignificante yque morirse tiene que ser el hecho más nulo que puede sucederlea un hombre. Yo jugaba con la navaja de Macedonio; la abría y lacerraba. Un acordeón vecino despachaba infinitamente laCumparsita, esa pamplina consternada que les gusta a muchaspersonas, porque les mintieron que es vieja... Yo le propuse aMacedonio que nos suicidáramos, para discutir sin estorbo.Z (burlón)- Pero sospecho que al final no se resolvieronA (ya en plena mística)- Francamente no recuerdo si esa noche nossuicidamos.

TRIÁNGULO CRIMINALPOR RAÚL BRASCA

Vayamos por partes, comisario: de los tres que estábamos en elboliche, usted, yo y el “occiso”, como gusta llamarlo -todos muyborrachos, para qué lo vamos a negar- yo no soy el que escapó conel cuchillo chorreando sangre. Mi puñal está limpito como puedeapreciar; y además estoy aquí sin que nadie haya tenido quetraerme, ya que nunca me fui. El que huyó fue el “occiso” que, porla forma como corría, de muerto tiene bien poco. Y como él estávivo, queda claro que yo no lo maté. Al revés, si me atengo al ardorque siento aquí abajo, fue él quien me mató. Ahora bien, puestoque usted me está interrogando y yo, muerto como estoy, puedoresponderle, tendrá que reconocer que el “occiso” no sólo memató a mí, también lo mató a usted.

PERFILRaúl Brasca es narrador, antólogo, crítico y ensayista. Es compilador dequince antologías y autor de varios libros de cuentos y microficciones. Suobra fue recogida en revistas y suplementos literarios de América y Europa.Es colaborador del diario La Nación y, desde 2009, organiza y conduce la“Jornada Ferial de Microficción” en la Feria del Libro de Buenos Aires. Suúltimo libro de microficciones es Las gemas del falsario (Granada, 2012). LaUniversidad de Carabobo (Venezuela) le confirió la Orden de Alejo Zuloaga.

El coordinador de laJornada de Microficciónde la Feria del Libro de

Buenos Aires cuentacómo surgió ese espacio

y habla sobre lascaracterísticas de un

género que conoce comopocos en América latina.

“Sigo pensando que laescritura más noble, el

silencio más sustanciosoy complejo, la ironía más

sutil e inteligente, estánen las microficciones de

Borges”, afirma.

◆ Por Mónica CazónPARA LA GACETA - BUENOS AIRES

LITERARIA4 LA GACETA

DOMINGO 12 DE MAYO DE 2013

La principal innovación conceptual de Jorge Luis Borges,que introdujo ya cercano a sus 40 años, fue escribir cuentosde ficción “utilizando la anatomía del ensayo crítico” (J.M.Coetzee, 1998). Este nuevo vehículo le permitió explorar enun espacio reducido problemas filosóficos y matemáticos, asícomo las implicancias de una idea o situación hipotética (ej.una biblioteca infinita, una persona con una memoria infini-ta) .

Las características de la obra de Borges lo revelan comoun innovador conceptual. En sus escritos, hace hincapié enlas ideas. Con respecto a su cuento “El Aleph” (1945), comen-ta: “Lo que la eternidad es al tiempo, el Aleph lo es al espa-cio. En la eternidad, todo el tiempo -pasado, presente y futu-ro- coexiste simultáneamente. En el Aleph, la suma total deluniverso espacial se encuentra en una pequeña esfera bri-llante de poco más de una pulgada de ancho.” Por otro lado,toma prestadas ideas de forma masiva de otros libros acadé-micos y narrativos. En este sentido, en el prefacio de La-byrinths (1962), André Maurois, de la Academia Francesa,señala que “sus fuentes son innumerables e inesperadas,Borges ha leído todo, y sobre todo lo que ya nadie lee…”

En sus cuentos más reconocidos, Borges construye tramascomplejas y cuidadosamente planificadas de antemano, conun estilo casi matemático. Sobre su cuento policial “La Muer-te y la Brújula” (1942), explica que “patrones en el tiempo yel espacio pueden encontrarse a lo largo de la historia. Untriángulo se sugiere, sin embargo, la solución se basa real-mente en un rombo.”

Caso poco comúnEstudios sobre creatividad realizados por el economista

David Galenson, de la Universidad de Chicago, muestran queel ciclo de creatividad a lo largo de la vida de un escritor de-pende en gran medida de la naturaleza de su obra. Las ca-rreras de los escritores conceptuales generalmente alcanzansu pico antes de los 40 (ej. Francis Scott Fitzgerald, HermanMelville), mientras que la de los expe-rimentales alcanzan su pico mástarde, cuando el entendimien-to y el dominio de su oficioes más profundo, ya queel mismo crece con eltiempo (ej. CharlesDickens, MarkTwain). Un hechoenigmático sobre lacarrera de Borges,compartido conGabriel GarcíaMárquez, es porqué siendo un es-critor conceptual letomó tanto tiempollegar a su innova-ción más importante.

La respuesta es quesu labor como escritorde cuentos empezó tardeen su carrera, cuando teníaalrededor de 33 años (la pri-mera parte la dedicó principal-mente a la poesía y a escribir ensa-yos críticos). En el caso de García Márquez, la primera partede su carrera estuvo dedicada principalmente al periodismo.El primer libro de cuentos que publicó Borges fue HistoriaUniversal de la Infamia en el año 1935. Su siguiente libro decuentos, en el cual presenta de manera clara su innovación,fue El Jardín de Senderos que se Bifurcan en 1941 (más tar-de aparece como la primera sección del libro Ficciones,1944).

Borges tuvo una gran influencia en otros escritores latino-americanos. J.M. Coetzee señala que la “influencia (de Bor-ges) en las letras de América Latina -en donde los escritorestradicionalmente han mirado a Europa para sus modelos- hasido muy grande. Él más que nadie renovó el lenguaje de laficción y abrió así el camino a una generación notable de no-velistas hispanoamericanos. Gabriel García Márquez, CarlosFuentes, José Donoso y Mario Vargas Llosa, todos han reco-nocido una deuda con él”. En su reseña sobre el libro El Jar-dín de Senderos que se Bifurcan, Bioy Casares anticipa su in-fluencia y afirma: “los problemas nunca habían sido el inte-rés principal de un cuento. Por sus temas, por la manera detratarlos, este libro inicia un nuevo género en la literatura.”

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Julio J. Elías - Director Ejecutivo del Centro de Economíade la Creatividad de la Universidad del CEMA y Economis-ta Jefe del Banco de Inversión y Comercio Exterior.

Durante siglos, la palabra prínci-pe estuvo asociada a un color, elazul, y se representaba con la figu-ra de un esbelto y rubio jinete que,montado en enjaezado corcel,aparecía ante los ojos de la prince-sa que daba título al cuento des-pués de que ésta, prendada del ho-rrible sapo de quien se había ena-morado (el amor venciendo a la re-pugnancia), lo besaba permitiendoel fin del perverso encantamiento.Y después, ambos ya bellos, eranfelices.

Niñas aún, las jovencitas soña-ban con ese momento mágico en elque, roto el encantamiento, se ca-sarían con el príncipe y se senta-rían en tronos desde los que re-partirían goce y prosperidad a supueblo, que los veneraba ese día ypara siempre. En aquella época,los cuentos infantiles nos hablabande un tiempo que, si bien no eramencionado con fechas precisas,abonaba la sensación de que lahistoria –Disney ayudando- remi-tía al pasado. Ahora el presente noha respondido a ese imaginariopasado, los libros con príncipes yprincesas no tienen lugar en las bi-bliotecas juveniles, casi invariable-mente colmadas de comics o detramas en los que perversos aliení-genas procuran destruir al génerohumano. Actualmente los prínci-pes y princesas, los verdaderos, in-tegran una cofradía que observainquieta que sus años de holganzay de frívolas fiestas están conta-dos; que, inexorables, las ideasmodernas están reemplazando alas antiguas y que las loas a los re-yes se han convertido en protestasde indignados ante la magra reali-dad de la población y las fabulosassumas que recibe la realeza, ungrupo que casi nunca ha sido de-masiado adicto al trabajo.

El tema específico de esta notacomienza en Sevilla, en una fiesta,cuando nuestra compatriota Máxi-ma Zorreguieta recibió la ayuda,suponemos que espontánea, dequien en los cuentos antiguos seríael hada buena y en este caso unaamiga oficiosa. Eso fue, según lascrónicas, lo que provocó el en-cuentro entre una economista ar-gentina que trabajaba en un bancode proyección internacional y unpríncipe que, entre sus presuntascondiciones, figuraba la de futurorey de Holanda. Hablamos de Má-xima y Guillermo. Bonita ella,atractiva su sonrisa, finos los ras-gos, que insinuaban tendencia alsobrepeso, tenía mucho para ofre-cer a ese “candidato” rubio comosólo puede ser un holandés, unhombre notorio por sus títulos, loque compensaba el hecho, a todas

luces visible, de que no derrocharasensualidad. Se casaron, tuvieronhijos tan rubios como sus padres yella mostró su encanto ante el pue-blo holandés, encanto que fue pro-vocando una admiración con laque no cuenta ningún otro miem-bro de la rica familia real holande-sa. La abdicación de la reina Bea-triz fue un hecho que demostró suhabilidad. Se acogió a su fastuosajubilación en el momento indicado,cuando el pueblo había convertidoa Máxima en un ícono, cuando lareina Beatriz mantenía cierto as-cendiente sobre la gente, cuando lagente aún no se había hartado deella, cuando –esto con sentido cor-porativo de realeza- las monar-quías, acosadas por hechos inad-misibles y con un prestigio decli-nante que hace presumir su próxi-ma extinción, necesitaban de unhecho positivo para paliar sus in-fortunios en los países vecinos. Deahí la adhesión-adoración de lareina ahora saliente para con Má-xima, quien no tuvo que soportartodas las calamidades que recibióDiana Spencer en el Reino Unido.Tal vez soportó otras, pero no po-demos decir nada, fueron acepta-das tal vez sin protesta por la ac-

tual reina. Así fue como se obvia-ron cosas incómodas y la reina, adiferencia de Elizabeth de Inglate-rra, que se aferra a su trono y ha-ce imaginar a Carlos recibiendo lacorona en articulo mortis, tuvo lainteligencia de renunciar. No creoque pase apuros económicos, so-bre todo si nos ponemos a analizarlas fortunas que recibirá por…bueno, por haber sido reina.

DistanciaMientras tanto, en la Argentina,

su país natal, a pesar de las tapasde las revistas de noticias y las delcorazón, la idolatría –bueno, baje-mos un poco: el entusiasmo- notiene la menor cabida. A pocos lesemociona que una argentina seareina de Holanda. Los emocionamucho más contar con un Papaautóctono. Es que no ha caído na-da bien entre la gente, en especialentre la gente joven, la distanciaque la actual reina mantiene consu país natal, el hecho de que nohaya hecho valer sus influenciaspara lograr relaciones económicasde peso, el haber incurrido enaquella frase, innecesaria y muypoco simpática de “soy una holan-desa que nació en la Argentina”.Equivocada o no, la gente conside-ra que se advierte un desdén deMáxima Zorreguieta para con supaís, y eso no ayuda al afecto. LaBBC hizo una encuesta sobre elsentir del pueblo argentino, entre-vistando y pidiendo su parecer aciudadanos de varias categorías,

profesiones y situación social. Lascontestaciones no son precisamen-te positivas: “lo único que le intere-sa de su país es el sur para venirde vacaciones”, “hay una cuestiónde escalamiento social”, “no se co-nocen declaraciones repudiando ala dictadura”, “nunca se refirió alos derechos humanos”.

Al leer estas cosas me embarquéen una mini-encuesta que abarcóparientes, conocidos, encargadosde portería de las casas vecinas ala mía y hasta chicas del Normalnúmero 1. De esas conversacionesextraje una conclusión no muy ri-gurosa (el universo consultado fuemuy pequeño) pero que coincidecon la investigación de la BBC:existe un cierto rechazo light (diga-mos fastidio mezclado con indife-rencia) hacia Máxima, originadoen factores donde casi siempreaflora el nacionalismo que en ge-neral los argentinos llevamosadentro. Una de las manifestacio-nes que me parecieron importan-tes fue la de una de las chicas delNormal: “A mí no me obligaban arenunciar a mi nacionalidad ni apalos”. Se fueron. Creí oír que ha-blaban de Las Leonas.

© LA GACETAAsher Benatar - Escritor y fotó-

grafo.

MáximaBORGES

El economista David Galenson sostiene que

las carreras de los escritores conceptuales

generalmente alcanzan su pico antes de los

40 años. Borges, sin embargo, tardó

mucho tiempo en llegar a su innovación

más destacada.

Luces y sombras de una historia que parece un cuentoLos libros con príncipes

y princesas perdieron el

lugar privilegiado que

tenían en las bibliotecas

juveniles. En una época

en que crece en el

mundo el rechazo a las

vidas de los miembros

de la realeza, una

argentina se convierte

en reina. Sus

compatriotas no

parecen demasiado

entusiasmados con ese

hecho sorprendente e

inédito.

◆ Asher BenatarPARA LA GACETA - BUENOS

AIRES

Y LACREATIVIDAD

◆ Por Julio J. ElíasPARA LA GACETA - TUCUMÁN

REUTERS