27-05-2012 LITERARIA LA GACETA

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SAN MIGUEL DE TUCUMAN, DOMINGO 27 DE MAYO DE 2012 5 a SECCION Eugenio Zaffaroni denuncia que el pensamiento jurídico ha ignorado largamente a la naturaleza. Gustavo José Vittori hilvana sin rupturas un recorrido por Italia, ilustrado con fotos y buena prosa. 2 3 S abemos que nació en Nueva York, que es- tudió brevemente ingeniería y que se li- cenció en literatura en Cornell, universi- dad en la que siguió un curso con Vladi- mir Nabokov. Durante un año estuvo en la Mari- na y durante dos trabajó en una empresa de aviación. Las únicas fotos que se conocen de él son de esa época, de los años 50. El último me- dio siglo de su biografía es enigmático y se redu- ce, básicamente, a unos pocos títulos publicados. A diferencia de J.D. Salinger, el otro gran hura- ño de las letras estadounidenses, Pynchon se fu- gó de la fama antes de alcanzarla. En 1963 co- menzó su carrera de elusiones contra las cáma- ras. Ese año publicó V, primera novela que reci- bió el premio de la Fundación Faulkner y una crítica elogiosa en The New York Times. Un fotó- grafo de la revista Time lo siguió hasta México, Pynchon saltó por la ventana del departamento en el que estaba viviendo y corrió hasta subirse a un ómnibus que lo dejó en un lugar alejado de los flashes y fértil para la construcción del mito. Desde entonces ha vivido oculto en grandes ciu- dades: México DF, Los Angeles, Nueva York. El arco iris de gravedad, su novela más des- tacada, fue rechazada en 1974 por el jurado del premio Pulitzer por considerarla obscena. Ese mismo año el libro ganó el National Book Award y Pynchon envió a un comediante a recibirlo. Al año siguiente rechazó una distinción de la Aca- demia Americana de Artes y Letras. Hubo, eso sí, algunas “apariciones” recientes que contribuyeron a nutrir el misterio. Cuando publicó su última novela, Vicio propio (reciente- mente editada por Tusquets en la Argentina), Penguin Books lanzó un trailer en el que la voz de Pynchon nos adelanta la historia y, en una muestra adicional de su afición por el antimar- keting, bromea sobre el excesivo precio del libro. Esa voz había sido escuchada poco antes en dos episodios de Los Simpsons, en los que el per- sonaje aparece con su cabeza cubierta por una bolsa de papel. En 1997 concedió una entrevista a la CNN, sin que se filmara su cara, a cambio de que no se difundiera un video en el que un equi- po de la cadena había logrado registrarlo en la calle. “Creo que ‘recluso’ es un término genera- do por los periodistas para definir a alguien a quien no le gusta hablar con los reporteros”, di- jo en esa oportunidad. Todos siguen preguntándose por qué este ar- tista esquiva las luces en la época en que la visi- bilidad parece ser un imperativo para todo autor de un producto cultural. Quizás sea por fobia so- cial o por el interés de preservar la comodidad del anonimato. O por algo más. Tal vez Pynchon quiere decirnos que no debemos buscarlo en ninguna imagen sino en las palabras, en los per- sonajes, en las verdades más profundas de su propia obra. © LA GACETA LA DIRECCIÓN E lla vino por el callejón y subió las escaleras traseras, como antes. Hacía un año que Doc no la veía. Que nadie la había visto. Por entonces iba siempre en sandalias, con la parte de abajo de un bikini estampado de flores y una camiseta desteñida de Country Joe & the Fish. Pero esa noche vestía de pies a cabeza como una chica de tierra adentro y llevaba el pelo mucho más corto de lo que él recordaba: la pinta que ella juraba, en el pasado, que nunca tendría. – ¿Eres tú, Shasta? – Se cree que está alucinando. – Supongo que es por el nuevo envoltorio. Los iluminaba la luz de la calle que entraba a través de la ventana de la cocina, a la que nunca se había molestado en poner cortinas, y desde la falda de la colina les llegaba el estampido de las olas. Algunas noches, con el viento apropiado, se oía el oleaje en toda la ciudad. – Necesito tu ayuda, Doc. – ¿Sabes que ahora tengo una oficina? ¿Como un empleo normal y todo eso? – Te busqué en el listín telefónico; estuve a punto de pasarme por allí. Pero luego me dije: mejor para todos que esto parezca una cita secreta. Pues muy bien, nada romántico esta noche. Mal rollo. Pero a lo mejor todavía caía algún encargo remunerado. – ¿Te vigilan? – Acabo de tirarme una hora dando vueltas por las calles de los alrededores para no llamar la atención. Vicio propio (editorial Tusquets) es la séptima novela de Thomas Pynchon (1937). De las ante- riores, tres son de dimensiones y contenido que pueden denominarse “enciclopédicos”, por su extensión y sus ramificaciones. El candidato la- tente al Nobel se limita esta vez a 423 páginas para narrar un policial negro que supera larga- mente el mero entretenimiento, y nos sumerge en la densidad de un cosmos asfixiante, marcan- do, a fuerza de talento, sus intenciones de tras- cender cualquier banalidad pasatista. Los Ángeles, 1970. Tanto el protagonista, el de- tective privado Doc Sportello, como casi todos los personajes que se suman a la historia, le dan du- ro a la promiscuidad sexual y a la marihuana, al alcohol y a otros productos mucho menos ino- centes. Aclaro: sin pornografía y sin apología de la droga. Sin moralinas, estas conductas temati- zan el hedonismo, la ausencia de valores y la au- todestructividad que invade todo: individuos, instituciones, la ciudad de nombre irónicamente “angélico” y la sociedad de EEUU toda. La ima- gen de Vietnam, sumada a los asesinatos perpe- trados por la “familia” de Charles Manson en agosto del 69 (¡no olviden a Sharon Tate!), sobre- vuelan, ominosamente, el sur de California. La trama sigue la búsqueda que emprende Doc para hallar a un millonario inmobiliario de- saparecido, actual pareja de su ex-amante. El periplo del detective incluye encuentros, desen- cuentros, trampas y tiroteos, encierros y fugas y un viaje a Las Vegas que acentúa el tema de la urbe artificiosa y maligna, construida sobre are- na, y da sentido al epígrafe del libro: Sous les pa- vé, la plage, frase del Mayo Francés de 1968. De- bajo de los adoquines, obra del hombre, está la playa, lo natural, regalo del mar primigenio, es- cenario de los amantes del surf, deporte en el que Pynchon simboliza un atisbo de redención. Doc recuerda a “un par de surfistas que habían encontrado y cabalgado otras olas lejos de la costa […] a través de los túneles bullentes de ver- deazul solar…” (pág. 119). Los frecuentes diálogos, superando españolis- mos y trasposiciones de algunas expresiones an- glófonas imposibles en nuestro idioma, dan rit- mo a la narración, efecto que se acentúa con efi- caces toques de ironía y humor. Las alusiones a sucesos, personas, películas y piezas musicales de los agitados años 60 favorecen el tono de va- lidez histórica de la narración. El término legal “vicio propio” alude a un de- fecto de origen de un producto, que libera al ase- gurador o transportista de ser culpable de un po- sible deterioro. ¿El pecado original, en clave de flaqueza humana? No suelo tener paciencia pa- ra el policial negro, con sus personajes y su claustrofobia. Pynchon, sin embargo, me ganó por knock-out. © LA GACETA Eugenia Flores de Molinillo – Profesora de Literatura norteamericana de la UNT. El pasado 8 de mayo, Thomas Pynchon quizás celebró su cumpleaños número 75. No sabemos dónde, cómo ni con quién. Poco, en verdad, es lo que se sabe de este gran candidato al Nobel, escritor ineludible de la literatura norteamericana pero extraordinariamente elusivo para los medios y el público. Las únicas fotos que se conocen de él son de la década del 50. FRAGMENT0 DE VICIO PROPIO un policial negro que nos sumerge en un cosmos asfixiante Vicio propio , la última novela Por Eugenia Flores de Molinillo PARA LA GACETA - TUCUMÁN El artista invisible A diferencia de J.D. Salinger, Pynchon se fugó de la fama antes de alcanzarla. Buscando al e scritor fantasm a ROSTRO DE MEDIADOS DEL SIGLO XX. Las únicas fotos que se conocen de Pynchon datan de los años 50, cuando pasó por la Marina. Él mismo le puso voz a su personaje en Los Simpson, que tampoco “mostraron” su cara.

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Domingo 27 de mayo de 2012 Literaria LA GACETA

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Page 1: 27-05-2012 LITERARIA LA GACETA

SAN MIGUEL DE TUCUMAN, DOMINGO 27 DE MAYO DE 2012

5aSECCION

Eugenio Zaffaroni denuncia que elpensamiento jurídico ha ignoradolargamente a la naturaleza.

Gustavo José Vittori hilvana sinrupturas un recorrido por Italia,

ilustrado con fotos y buena prosa.

2 3

Sabemos que nació en Nueva York, que es-tudió brevemente ingeniería y que se li-cenció en literatura en Cornell, universi-dad en la que siguió un curso con Vladi-

mir Nabokov. Durante un año estuvo en la Mari-na y durante dos trabajó en una empresa deaviación. Las únicas fotos que se conocen de élson de esa época, de los años 50. El último me-dio siglo de su biografía es enigmático y se redu-ce, básicamente, a unos pocos títulos publicados.

A diferencia de J.D. Salinger, el otro gran hura-ño de las letras estadounidenses, Pynchon se fu-gó de la fama antes de alcanzarla. En 1963 co-menzó su carrera de elusiones contra las cáma-ras. Ese año publicó V, primera novela que reci-bió el premio de la Fundación Faulkner y unacrítica elogiosa en The New York Times. Un fotó-grafo de la revista Time lo siguió hasta México,Pynchon saltó por la ventana del departamentoen el que estaba viviendo y corrió hasta subirsea un ómnibus que lo dejó en un lugar alejado delos flashes y fértil para la construcción del mito.Desde entoncesha vivido ocultoen grandes ciu-dades: MéxicoDF, Los Angeles,Nueva York.

El arco iris degravedad, sunovela más des-tacada, fue rechazada en 1974 por el jurado delpremio Pulitzer por considerarla obscena. Esemismo año el libro ganó el National Book Awardy Pynchon envió a un comediante a recibirlo. Alaño siguiente rechazó una distinción de la Aca-demia Americana de Artes y Letras.

Hubo, eso sí, algunas “apariciones” recientesque contribuyeron a nutrir el misterio. Cuandopublicó su última novela, Vicio propio (reciente-mente editada por Tusquets en la Argentina),Penguin Books lanzó un trailer en el que la vozde Pynchon nos adelanta la historia y, en unamuestra adicional de su afición por el antimar-keting, bromea sobre el excesivo precio del libro.

Esa voz había sido escuchada poco antes endos episodios de Los Simpsons, en los que el per-sonaje aparece con su cabeza cubierta por unabolsa de papel. En 1997 concedió una entrevistaa la CNN, sin que se filmara su cara, a cambio deque no se difundiera un video en el que un equi-po de la cadena había logrado registrarlo en lacalle. “Creo que ‘recluso’ es un término genera-do por los periodistas para definir a alguien aquien no le gusta hablar con los reporteros”, di-jo en esa oportunidad.

Todos siguen preguntándose por qué este ar-tista esquiva las luces en la época en que la visi-bilidad parece ser un imperativo para todo autorde un producto cultural. Quizás sea por fobia so-cial o por el interés de preservar la comodidaddel anonimato. O por algo más. Tal vez Pynchonquiere decirnos que no debemos buscarlo enninguna imagen sino en las palabras, en los per-sonajes, en las verdades más profundas de supropia obra.

© LA GACETA

LA DIRECCIÓN

Ella vino por el callejón ysubió las escalerastraseras, como antes.Hacía un año que Doc no

la veía. Que nadie la habíavisto.Por entonces iba siempre ensandalias, con la parte de abajode un bikini estampado de floresy una camiseta desteñida deCountry Joe & the Fish. Pero esanoche vestía de pies a cabezacomo una chica de tierraadentro y llevaba el pelo muchomás corto de lo que élrecordaba: la pinta que ellajuraba, en el pasado, que nuncatendría.

– ¿Eres tú, Shasta?– Se cree que está alucinando.– Supongo que es por el nuevoenvoltorio.

Los iluminaba la luz de la calleque entraba a través de laventana de la cocina, a la quenunca se había molestado enponer cortinas, y desde la faldade la colina les llegaba elestampido de las olas. Algunasnoches, con el viento apropiado,se oía el oleaje en toda laciudad.

– Necesito tu ayuda, Doc.– ¿Sabes que ahora tengo una

oficina? ¿Como un empleonormal y todo eso?– Te busqué en el listíntelefónico; estuve a punto depasarme por allí. Pero luego medije: mejor para todos que estoparezca una cita secreta.

Pues muy bien, nada románticoesta noche. Mal rollo. Pero a lomejor todavía caía algún encargoremunerado.

– ¿Te vigilan?– Acabo de tirarme una horadando vueltas por las calles delos alrededores para no llamarla atención.

Vicio propio (editorial Tusquets) es la séptimanovela de Thomas Pynchon (1937). De las ante-riores, tres son de dimensiones y contenido quepueden denominarse “enciclopédicos”, por suextensión y sus ramificaciones. El candidato la-tente al Nobel se limita esta vez a 423 páginaspara narrar un policial negro que supera larga-mente el mero entretenimiento, y nos sumergeen la densidad de un cosmos asfixiante, marcan-do, a fuerza de talento, sus intenciones de tras-cender cualquier banalidad pasatista.

Los Ángeles, 1970. Tanto el protagonista, el de-tective privado Doc Sportello, como casi todos lospersonajes que se suman a la historia, le dan du-ro a la promiscuidad sexual y a la marihuana, alalcohol y a otros productos mucho menos ino-centes. Aclaro: sin pornografía y sin apología dela droga. Sin moralinas, estas conductas temati-zan el hedonismo, la ausencia de valores y la au-todestructividad que invade todo: individuos,instituciones, la ciudad de nombre irónicamente“angélico” y la sociedad de EEUU toda. La ima-gen de Vietnam, sumada a los asesinatos perpe-trados por la “familia” de Charles Manson enagosto del 69 (¡no olviden a Sharon Tate!), sobre-vuelan, ominosamente, el sur de California.

La trama sigue la búsqueda que emprendeDoc para hallar a un millonario inmobiliario de-saparecido, actual pareja de su ex-amante. Elperiplo del detective incluye encuentros, desen-cuentros, trampas y tiroteos, encierros y fugas yun viaje a Las Vegas que acentúa el tema de laurbe artificiosa y maligna, construida sobre are-na, y da sentido al epígrafe del libro: Sous les pa-vé, la plage, frase del Mayo Francés de 1968. De-bajo de los adoquines, obra del hombre, está laplaya, lo natural, regalo del mar primigenio, es-cenario de los amantes del surf, deporte en elque Pynchon simboliza un atisbo de redención.Doc recuerda a “un par de surfistas que habíanencontrado y cabalgado otras olas lejos de lacosta […] a través de los túneles bullentes de ver-deazul solar…” (pág. 119).

Los frecuentes diálogos, superando españolis-mos y trasposiciones de algunas expresiones an-glófonas imposibles en nuestro idioma, dan rit-mo a la narración, efecto que se acentúa con efi-caces toques de ironía y humor. Las alusiones asucesos, personas, películas y piezas musicalesde los agitados años 60 favorecen el tono de va-lidez histórica de la narración.

El término legal “vicio propio” alude a un de-fecto de origen de un producto, que libera al ase-gurador o transportista de ser culpable de un po-sible deterioro. ¿El pecado original, en clave deflaqueza humana? No suelo tener paciencia pa-ra el policial negro, con sus personajes y suclaustrofobia. Pynchon, sin embargo, me ganópor knock-out.

© LA GACETA

Eugenia Flores de Molinillo – Profesora deLiteratura norteamericana de la UNT.

El pasado 8 de mayo, Thomas Pynchon quizás celebró su cumpleaños número 75. No sabemos dónde, cómo ni con

quién. Poco, en verdad, es lo que se sabe de este gran candidato al Nobel, escritor ineludible de la literatura

norteamericana pero extraordinariamente elusivo para los medios y el público. Las únicas fotos que se conocen

de él son de la década del 50.

FRAGMENT0 DE VICIO PROPIO

un policial negro que nossumerge en un cosmos asfixiante

Vicio propio, laúltima novela

◆ Por Eugenia Flores de MolinilloPARA LA GACETA - TUCUMÁN

El artistainvisible

A diferencia de J.D.Salinger, Pynchon sefugó de la fama antesde alcanzarla.

Buscando alescritor fantasma

ROSTRO DE MEDIADOS DEL SIGLO XX.Las únicas fotos que se conocen de

Pynchon datan de los años 50, cuandopasó por la Marina. Él mismo le puso

voz a su personaje en Los Simpson,que tampoco “mostraron” su cara.

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LITERARIA2 LA GACETA

DOMINGO 27 DE MAYO DE 2012

La reedición de esta novela, cuyaprimera publicación data de 1997,responde, sin duda, al gran éxitode venta que tiene un libro poste-rior de su autora: Diez mujeres(Alfaguara, 2011). Ya se anunciaaquí la misma temática y un es-quema argumental similar: ungrupo de mujeres, heridas de insa-

tisfacción y desamor, son convoca-das alrededor de una figura feme-nina tutelar, que pretende sacar lomejor de cada una de ellas.

El albergue al que alude el títuloes un conjunto de cabañas en la is-la meridional de Chiloé. El sur pro-fundo, el Chile arcaico, insular, decapillas jesuíticas abandonadas, seconstruye ficcionalmente como unreservorio natural de poder sana-dor, frente un mundo impiadoso(tema recurrente en la narrativachilena contemporánea).

La protagonista, Floreana, histo-riadora especializada en el estudiode los aborígenes patagónicos, su-fre la pérdida de una hermana a

causa del cáncer y, al mismo tiem-po, busca recuperarse de los efec-tos de una fallida relación amoro-sa -poco convincente- con un “aca-démico”, al que omite nombrar.

No hay altura poética en la sim-pleza de la prosa, salvo en algunospárrafos descriptivos. Se apela aestereotipos que complacen a undeterminado público. Los diálogosse perciben como la dramatizaciónde teorías sobre la psicología de lamujer en el mundo de hoy, sus mo-dos de relacionarse y crítica sobregénero carentes de originalidad.

Si bien la idea apunta al empo-deramiento femenino, los princi-pales interlocutores son dos hom-

bres, que van a presentar un desa-fío intelectual para Floreana -quien se ha propuesto el fin de lacastidad- y, a decir verdad, pasapoco tiempo en el terapéutico al-bergue. La tensión gravitará sobresu nuevo y alienante enamora-miento de uno de ellos, el médicorural, hombre esquivo, con un pa-sado lamentable, en el que su es-posa ha jugado un pobre papel.

En suma, este albergue de lasmujeres tristes no alcanza para co-bijar a un feminismo inteligente,tampoco a la buena literatura.

© LA GACETA

L A N Z A M I E N T O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C R Í T I C A D E L I B R O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / L O S M Á S V E N D I D O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A

Las crónicas de viaje son me-recedoras de lectores devotos.No obstante, válido es reconocerque no siempre las mismas res-ponden a una categoría precisa-mente literaria, y aún, que enoportunidades sólo consisten entrayectos, reseñas y cronologíashilvanadas con cierta oportuni-dad de desarrollo.

Hay libros de viaje con valijascerradas. Lo que equivaldría de-cir, escritos por autores de limi-tadas condiciones para tornarrevivible el placer de viajar /descubrir / observar / atar cabossueltos / formular contrapuntoshistóricos, artísticos, sociales. DeRimbaud a Stendhal, puedendarse los más diversos ejemplosde versiones de viajeros, quetanto se remonten a los fantásti-cos de Ulyses y Marco Polo,cuanto a los de un inquieto estu-diante del siglo XXI.

Con plena conciencia de lo an-terior, aunque con pasión no re-primida, Gustavo José Vittori en-trega generosamente sus viven-cias italianas. Lo hace con la ca-pacidad de un cicerone nato: co-mo si con romántico gesto nos

diera la mano para subir escali-natas de palacios y trepar a lassiete colinas de Roma. Su prosaelegante y sobre todo su lengua-je directo, sin adjetivaciones ges-ticulantes, contribuyen a que susexperiencias lleguen intensas yluminosas al lector, convirtiendolos escenarios en algo más quecontinentes de monumentos yde historias.

Bajo el cielo de Italia es pro-ducto de largos y variados itine-rarios de Vittori. En cada uno,por sobre deslumbramientos, laoportunidad de buscar lo que sequiere ver, de descubrir lo que sedesconoce, de observar pregun-tando y preguntándose inquisi-toriamente. Porque el autor noes un viajero complaciente. Deahí que sus caminos estén traza-dos más allá de mapas y carto-grafías y que cada espacio alcan-zado tenga para él (y para suslectores) el sol exacto para lacontemplación.

Presente y pasadoNo hay punto de partida ni si-

tio de llegada, aunque las pági-nas comiencen por Florencia yse cierren en Roma. En el vuelo

narrativo de Vittori (que sí cabetal concepto) los espacios se con-catenan, sin rupturas. Toda Italiaes una grandiosa expresión sen-sorial y sensitiva, una historiaque se conjuga en presente aun-que esté sustentada en pasado;un territorio en que el arte, lastradiciones y la fantasía puedenalcanzar las más inimaginablesalturas.

Entonces el autor conduce ynos muestra la fascinación antela sonrisa gótica, el reencuentrocon los Médicis; el triunfo del ar-te por sobre los siglos, la univer-salización de lo singular; la apro-piación gozosa de lo diferente;los aires miguelangelescos; losreveses de la historia; las santasmilicias, entre pontífices y Savo-narolas; la mineral dimensión detemplos y palacios; el valor de lapiedra y el relumbre de los meta-les, el amor bajo las losas, la ur-dimbre de la historia tejiendo en-cuentros y desencuentros; losperfumes, como inequívoca señalde vida, las ciudades tan anti-guas como orgullosas.

Gustavo Vittori desnuda su mi-rada para no encandilarse.Y a feque logra conciliar la explosión

de efectos y de estímulos, tras-fondos y misterios, sin que supalabra se quiebre en la emo-ción y pierda elocuencia.

Venecia y Milán, los meandrosde callejuelas con puesteros ypalacios, los grandes cementosde la contemporaneidad indus-trial, los escorzos de Oriente yOccidente con sus marcas y susestigmas de tiempo acumulado,están en la percepción de esteobservador sin tregua que sabecompartir gozosamente sus an-dares.

Por ello y por mucho más quesólo cabe para la delectación dequien recorra sus páginas, Bajoel cielo de Italia es un texto po-lisémico, de ventanas abiertas.Ya que, con palabras del prolo-guista Enrique Butti, escucha-mos con estupor y envidia alviajero que estuvo donde estu-vo, con una presencia capaz deabsorber las palpitaciones deun lugar.

Bellamente ilustrado por foto-grafías sacadas por el autor, ensu mayor parte, el libro observaun pulcro diseño y una tipogra-fía amable. Con el pie editorialde la Universidad Nacional delLitoral, sus páginas equivalen aun texto pautado en voz alta, co-mo si el viajero quisiera compar-tir vivamente con el otro, entreinflexiones y deslumbres.

© LA GACETA

GENTILEZA JUAN PAOLINI

NOVELAEL ALBERGUE DE LASMUJERES TRISTESMARCELA SERRANO(Punto de Lectura - Buenos Aires)

MARÍA EUGENIA BESTANI ◆

VIAJESBAJO EL CIELO DE ITALIAGUSTAVO JOSÉ VITTORI(Universidad Nacional delLitoral – Santa Fe)

Refugio que no cobija a un feminismo inteligente

Un texto de ventanas abiertas, a través delas cuales los espacios se concatenan. Y demiradas que no encandilan, para conciliar

la exposición de efectos y de estímulos

Una invitación aredescubrir Italia

J. M. TAVERNA IRIGOYEN ◆

/ L A N Z A M I E N T O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C R Í T I C A S D E L I B R O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / L O S M Á S V E N D I D O S /

No v e d a d e s

LAS MUJERES MÁS SOLAS DEL MUNDOJorge Fernández DíazCAPITAL INTELECTUAL (320 PÁGINAS)Una simple ama de casa asesina a su marido y descubreen la cárcel una nueva adicción: leer libros. Lee más de12.000 a lo largo de 30 años y está dispuesta a volver amatar para seguir con esa tarea. Sin conocerse, otrasmujeres comparten destinos igualmente “curiosos”...

¿QUÉ LOS HACE LEER ASÍ?Geneviève PatteFONDO DE CULTURA ECONÓMICA (270 PÁGINAS)Entender la biblioteca como espacio de encuentrocultural entre generaciones es el objetivo de este ensayo.Con pasión contagiosa, la autora expone las formasoriginales en las que ha logrado conectar con los niños yadultos mediante los libros para niños en las bibliotecas.

ESCRITOS PÓSTUMOS – VOLUMEN 1Jorge Luis AchaALCIÓN EDITORA (296 PÁGINAS)Cuando la vanidad disputaba la marquesina literaria ylos escribas alardeaban prosas siliconadas, un autor quepermaneció secreto. Hizo enigma de su rostro. Pergeñótrazos modestos para el asombro de escasos huéspedes.La imprenta, al final, se ha hecho carne del prodigio.

ESCRIBIR UNA TESISL. Cubo de Severino - H. Puiatti - N. LaconCOMUNICARTE (236 PÁGINAS)La obra parte de un modelo de producción de discursosacadémico-científicos para guiar la escritura de la tesis.Y desarrolla un programa de enseñanza-aprendizajeque permite optimizar las estrategias necesarias paraconceptualizar, escribir y revisar el trabajo propio.

A CONTRALUZAnnie SteinVINCIGUERRA (72 PÁGINAS)“Un reguero de espuma corría veloz y en paralelo. Y apesar de que las olas nuevas traían la fuerza profundadel océano, no lograban quebrar a la que se instalóprimero. Sucumbí a la evidencia de que era un solo mar.Agua cana, tal vez gris, imagen en espejo de la que soy”.

LA CAUSA DE LOS PECESAlberto TarsitanoVINCIGUERRA (224 PÁGINAS)La incomprensión, la soledad, la incomunicación, laprostitución, el sufrimiento de un enfermo; las penuriasen la memoria de un conscripto y un abuso traumáticoen la infancia son algunos de los temas que tocan estoscuentos, de modo muy logrado y con fluidez narrativa.

NEGOCIAR CON EL DIABLOSergio KaplanLIBROS DEL ZORZAL (224 PÁGINAS)En este libro no habrá conjeturas sobre la existencia deldiablo, sino sobre lo que representa para nuestra vidasu sola mención. Para unos es el espíritu del mal. Otroslo personalizan: en su pareja, en su jefe, en sí mismos oen cualquiera de los ángeles rebeldes echados del cielo.

NOCTURNO – RECETARIO DE SUEÑOSIsolFONDO DE CULTURA ECONÓMICA (32 PÁGINAS)Este libro está fabricado para brillar en la oscuridad.Simplemente hay que exponer alguna de sus hojas a laluz solar o a un foco para que la tinta fosforescente “secargue” y devuelva, cuando estemos a oscuras, algo delingenio que Isol dejó entre sus páginas.

EL HOMBRECITO VERDE Y SU PÁJAROLaura DevetachALFAGUARA INFANTIL (62 PÁGINAS)El hombrecito verde deja de lado su mundo verde paradarle lugar a sentimientos de todos los colores. Entraránamarillos, rojos, violetas, blancos... Su pájaro verde lollevará por un camino de conocimiento, en el queencontrará amigos, fronteras y un amor con alas.

HISTORIA SOBRE UN CORAZÓN ROTO…Y TAL VEZ UN PAR DE COLMILLOSM.B. BrozonALFAGUARA JUVENIL (270 PÁGINAS)“Es la historia de mi vida. Aparece Nadia, una niñamuy importante para mí. Era un poco extraña: secomportaba como alguien que no era de este mundo. Miamigo Pedro piensa que se trataba de un vampiro...”

LAS AVENTURAS DEL REY MONOY OTRAS LEYENDAS CHINASOche CalifaCOLIHUE (96 PÁGINAS)Entre las leyendas chinas se destacan las del Rey Mono:un personaje fantástico con un maestro real: el monjeTang, figura clave en la difusión del budismo. Y resaltantambién las historias de princesas: reivindicación de lamujer en una cultura que tradicionalmente las oprimió.

JUAN BAUTISTA ALBERDI Y LAINDEPENDENCIA ARGENTINADiana Quattrocchi-Woisson (Directora)UNIV. NACIONAL DE QUILMES EDITORIAL (400 PÁGINAS)En el marco del bicentenario de las independenciaslatinoamericanas, especialistas de Francia y Argentinaofrecen un libro para entender el ciclo de construcciónnacional tras la ruptura con el orden colonial. La fuerzadel pensamiento y de la escritura, es su subtítulo.

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FICCIONCARTAS MARCADASAlejandro Dolina

TORMENTA DE ESPADASGeorge Martin

CUANDO TE ENCUENTRENicholas Sparks

LA MUJERES MÁS SOLAS DEL MUNDOJorge Fernández Díaz

CABALLO DE FUEGO – GAZAFlorencia Bonelli

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NO FICCIONLOS HIJOS DE LOS DÍASEduardo Galeano

ENCUENTROSGabriel Rolón

DISPOSICIÓN FINALCeferino Reato

LA CÁMPORALaura Di Marco

BIENVENIDO DOLORPilar Sordo

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FICCIONTORMENTA DE ESPADASGeorge Martin

CARTAS MARCADASAlejandro Dolina

LA CONFESIÓNJohn Grisham

CABALLO DE FUEGO – GAZAFlorencia Bonelli

LA PRINCESA DE LAS PAMPASGabriela Margall

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NO FICCIONENCUENTROSGabriel Rolón

LOS HIJOS DE LOS DÍASEduardo Galeano

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DISPOSICIÓN FINALCeferino Reato

LA CÁMPORALaura Di Marco

12345

T U C U M A N

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LITERARIA 3LA GACETA

DOMINGO 27 DE MAYO DE 2012

- E1 artículo 1 del Código Civil estable-ce que “persona es todo ente susceptible de adquirir derechos y contraer obliga-ciones”. Leyendo su nuevo libro, La Pa-chamama y el humano, uno puede pre-guntarse: ¿cuáles son los derechos que tiene la naturaleza?

- Sí, el concepto de persona es un con-cepto que se ha ido ampliando. Fue ne-cesario que en el año 1948 se reunierany dijeran que “todo ser humano es per-sona” Ah, ¡qué novedad! De modo queno nos olvidemos de que en el siglo XIXuna sentencia de Habeas Corpus desatóla Guerra de Secesión, o que más tardeel filósofo Hegel dijo que “persona” esaquel que ha superado un espíritu subje-tivo, la conciencia. Que luego los nazishablaron de subhumanos y demás co-sas. El concepto de persona es un con-cepto complejo, pero la novedad es reco-nocer el carácter de persona a los entesde la naturaleza; es decir que se les da elcarácter de persona. Hay una primeraetapa en que se reconoce hasta la res-ponsabilidad penal de los animales -enla Edad Media-, una segunda etapa enque se abre la protección, y luego unaetapa ecológica, en la cual lo que se ha-ce es tratar de proteger al medio am-biente, pero siempre en función de lo hu-mano. ¡Cuidado! Estamos en el mismonivel, estamos integrando un conjunto.Es decir, formamos parte del planeta queestá vivo y que tiene una delicada red enla cual todos nos integramos.Y no es queel planeta se va a morir. No, los que nosvamos a morir somos nosotros. Si fraca-samos, el plantea puede estornudar y si-gue… lo cual es impactante. Creo que seabre una etapa de un constitucionalismoque sale de lo teocéntrico y antropocén-trico, una etapa que coloca la vida delplaneta en el centro.

- ¿Cómo relacionó a la Pachamama con el Derecho?

- Justamente, las constituciones deEcuador y de Bolivia invocan a la Pacha-mama y de allí derivan las reglas delbuen vivir. Son reglas de coexistencia, noreglas que me prohíben estar en la natu-raleza, explotarla para vivir, en la medi-da en que necesito vivir porque tenemosque convivir. Es eso lo que quiere signi-ficar. Hay acólitos de la Pachamama. Elenano Coquena: Cazando vicuñas andu-ve en los cerros. Heridas de bala se es-caparon dos.- No caces vicuñas con ar-mas de fuego; Coquena se enoja, - me di-jo un pastor. La simbología es una regladel buen vivir que nos dice que somosparte de eso y coincide con la tesis de al-gunos científicos norteamericanos, la dela hipótesis de Gaia. Son dos culturas di-

ferentes que sostienen lo mismo. La hi-pótesis de Gaia implica pertenencia a laTierra, al planeta. La Pachamama es unsímbolo universal. Es un fenómeno inte-resante porque cuando el cura Hidalgodeclaró la independencia en México, sa-lió al balcón con el estandarte de la Vir-gen de Guadalupe y es una virgen more-na -más allá de lo que signifique para laIglesia Católica- y es un símbolo mexica-no. Cuando los soldados zapatistas en-traron en el Distrito Federal llevaron co-mo estandarte a la Virgen de Guadalupe.Y de allí hacia el sur, llegamos hasta laDifunta Correa.

- ¿Por qué unió en el libro lo ético, lo jurídico y lo filosófico?

- Justamente, la cuestión es cómo semanejó el pensamiento filosófico occi-dental con respecto a la naturaleza. Enun momento dado, el ser humano quisoproclamar su monopolio de la racionali-dad. El ser humano con su racionalidadquiso proclamar la naturaleza. El racio-nalismo europeo nace con Descartes ymanifestaba: los racionales somos no-sotros, los animales son máquinas. Hayun balbuceo en Kant que no queda cla-ro; nunca arreglaron cuentas con la na-turaleza…

- Tanto las constituciones de Ecuador y Bolivia incorporaron una relación de pa-ridad entre la naturaleza y el humano ¿Imagina que estas iniciativas puedan llegar a la ONU?

- Calculo que sí. Sé que algunas perso-nas, como el presidente de Ecuador, es-tán haciendo gestiones en ese sentido. Esinteresante consignar que el Código Civilalemán, el suizo y el francés colocan alanimal en la condición de cosa. Hay algoque va cambiando en esto y algo que vamutando, y hay que ser demasiado ciegocomo para no darse cuenta y no ver elavance, si no vamos hacia una catástro-fe. Estos fenómenos de daño al medioambiente provocan daños, desplaza-mientos y luego genocidios.

- Usted dice que en el libro no se ha-bla de ambientalismo sino de la nece-sidad de cambiar el eje. ¿Cuál es la di-ferencia?

- Claro, de cualquier manera hayambientalismo anárquico, ambienta-lismo marxista y además hay diferen-tes corrientes. Pero esto no significaque hay que proteger al medio am-biente para proteger al ser humano;esto es insertar al ser humano dentrodel planeta -lo cual al ser humano leda miedo-. La capacidad de escucha yde pertenencia que tenemos nosotros

no la tiene otro animal, por lo tanto te-nemos más responsabilidad. No tene-mos que dar marcha atrás con la tec-nología, pero somos parte de un pla-neta que debemos cuidar.

- ¿Cómo podría el hombre establecer un diálogo con los ríos, las montañas, para así “pertenecer a la naturaleza”?

- Es muy difícil, eso requiere un cam-bio civilizatorio y uno sobre la forma deconocimiento. Desde el siglo XII o XIII te-

nemos una forma de conocimiento inqui-sitorial. Foucault dice que preguntamospor interrogación, interrogamos al obje-to que queremos conocer. No lo hacemospor diálogo sino que estamos en un pla-no superior, interrogamos con un inte-rés. Si interrogamos a la vaca es para sa-carle más leche; la vaca no se entera, mecontesta como vaca: muge. Pero no estoypreparado para recibir la totalidad de larespuesta, el resto de la respuesta, sinosólo para recibir el dato de sacarle másleche. La etimología lo aclara; objeto esalgo que se lanza en contra y sujeto es al-go que se empuja para abajo. Esa formade conocimiento señorial representa ungravísimo inconveniente porque me co-loco en un plano superior al otro. A loque nunca llegamos es a la forma de co-nocimiento a través del diálogo: lucha,inquisitio, dialogus. San Francisco ha-blando con el hermano lobo. Tomamos ellobo y le disparamos en la cabeza conuna escopeta. El grado de civilización nolo hemos logrado por la falta de conoci-miento.

- Es lamentable porque nos hace falta ese grado de humanidad.

- Y no lo hemos logrado entre nosotrosmismos, justamente por ese desequili-

brio pragmático-funcional del hombrepara adquirir poder.

- En una entrevista usted manifestó que “las comunidades indígenas que es-tán dentro del territorio argentino debe-rían tener algún tipo de representación política: Hay sectores que no reconocen al Estado y si bien muchos motivos para reconocerlos no tienen, habrá que paula-tinamente ir dándosela” ¿Cree que aún esto es así?

- Sería deseable pero es difícil. Todavíano es así porque son comunidades pe-queñas y están muy desperdigadas en elterritorio -por eso no son “negocio políti-co”-. Nuestra realidad es desventajosapara ellas. No es lo mismo lo que sucedeen Perú, Ecuador o Bolivia, donde sonmuy numerosas y están asentadas en unsolo lugar. Tenemos que pensar otra for-ma de articulación.

- ¿Qué libro de cabecera elige de su ex-tensa biblioteca?

- La Divina Comedia, o Canción de Na-vidad, de Dickens.

© LA GACETA

Alejandra Crespín Argañaráz –Periodista, profesora en Letras.

PERFILEugenio Raúl Zaffaroni esabogado de la Universidadde Buenos Aires y doctor enCiencias Jurídicas y Socialespor la Universidad delLitoral. Es doctor honoriscausa de 16 universidadeslatinoamericanas yeuropeas. Desde 2003 esmiembro de la CorteSuprema de Justicia de laNación.

“Somos parte de un planetaque debemos cuidar”

/ C R I T I C A S D E L I B R O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / E N T R E V I S T A S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C R I T I C A S D E L I B R O S /

Nostalgias de esa edad durante la que el mundo es conquistable

El autor de la novela La pregunta desus ojos, obra que inspirara luego laexitosa película El secreto de sus ojos,nos ofrece un compendio de anécdotasde su infancia. Se trata de una infanciatranquila, que transcurrió en el senode una familia de clase media en Cas-telar, provincia de Buenos Aires, allápor los años 70. Pequeñas aventurasde un niño de 10 u 11 años y sus ami-gos en ese ámbito son el material deestos relatos.

Jugar al fútbol en una calle poco tran-sitada, entrar furtivamente a un caserónvacío cuya última habitante muriera po-cos días atrás, correr carreras en bicicle-tas alrededor de la manzana ante el en-fado de un vecino poco amigable son ac-tividades que hicieron aquellos niñosque hoy cuentan cuatro decenios deedad y que, a la luz de la evolución tec-nológica e informática de los últimosaños, el autor las evoca con elocuentenostalgia.

Sacheri nos informa mediante una li-minar advertencia que las historias na-rradas en este volumen sucedieron enrealidad; lo cual despoja de pretensionesliterarias al libro, y de las siempre frági-

les expectativas al lector. Además, al avi-sarnos que estas situaciones y aventurasrealmente ocurrieron en su pasado, ima-ginamos a sus protagonistas, que apare-cen con diferentes nombres, en algún lu-gar, hoy mismo, con este libro en susmanos, y de cuya dedicatoria son depo-sitarios.

El rasgo fundamental de esas hazañasmínimas radica en que formaron y plas-maron códigos y claves que quedaránpara toda la vida.

Con todo, la realidad histórica de lasnarraciones modifica el modo en queuno recorre las páginas de Los dueñosdel mundo. En efecto, una vez que estose sabe, la lectura se hace sencillamenteplacentera, porque al no encontrar cona-tos argumentales para redondear los re-latos ni un esfuerzo ficcional que preten-da impresionar al lector, éste se relaja ydisfruta de lo que bien podría ser unacharla de café.

El autor nos cuenta su infancia con ex-trema simpleza y con una entonación tal

que en momentos escuchamos la autén-tica voz de un niño narrando esas pe-queñas gestas, amplificadas ahora por elpoderoso lente de la nostalgia y la evoca-ción.

Finalmente, el título hace referencia auna verdad: durante la infancia, el mun-do es inmenso pero también es conquis-table en virtud del espíritu de aventurapropio de los niños. Este libro evoca esemismo ánimo aventurero, que algunoshombres amoldados en mayor o menormedida por el adiestramiento social, tra-tamos de conservar.

© LA GACETA

CÉSAR DI PRIMIO ◆

RELATOLOS DUEÑOS DEL MUNDOEDUARDO SACHERI(Alfaguara - Buenos Aires)

Sacheri nos informa pormedio de una advertencialiminar que las historias quenarra en este libro sucedieronen realidad.

E N T R E V I S T A A E U G E N I O Z A F F A R O N I

En su último libro, La Pachamama y el humano (editorial

Colihue), el juez de la Corte Suprema de Justicia de la

Nación señala cómo se ignoró a la naturaleza en el

pensamiento jurídico y rescata el tratamiento que esta

tiene en las constituciones de Ecuador y de Bolivia. “La

Pachamama es un símbolo universal”, afirma◆ Por Alejandra Crespín Argañaráz

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES

LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO

Page 4: 27-05-2012 LITERARIA LA GACETA

LITERARIA4 LA GACETA

DOMINGO 27 DE MAYO DE 2012

El panorama político de Amé-rica Latina en la primera dé-cada del siglo XXI es inéditoen muchos aspectos. Excep-ción hecha de Cuba, todos

los países del área están gobernados pordemocracias representativas.

No es casual que algunos historiado-res inscriban en tales circunstancias unindicador de la progresiva confluenciade la región con el resto de Occidente.Claro que el vaso medio lleno puede pa-recer medio vacío si se observan las ca-rencias y los límites de numerosas de-mocracias, que en algunos casos condu-cen a peligrosas regresiones y a la viejaoscilación entre populismo y militaris-mo.

Algo semejante ocurrió con la crisis deHonduras en 2009, donde las fuerzasarmadas depusieron al presidente, Ma-nuel Zelaya, tentado de trasponer los lí-mites constitucionales a su poder recu-rriendo a una consulta popular que lepermitiera prolongar su mandato, y queno estaba prevista en la Constitución vi-gente.

Hacia fines de la década, antes de quese proyectase sobre América Latina lasombra de la grave crisis que golpeó a la

economía global, el horizonte parecíaabrir grandes esperanzas. Así lo mues-tran encuestas de opinión, según lascuales cerca del 70% de los latinoameri-canos expresaba satisfacción por el pre-sente y confianza en el futuro.

Aventurar en qué medida tal expecta-tiva era fruto de los años de fuerte creci-miento económico inmediatamente an-teriores, y en qué medida correspondíaa la mayor estabilidad política, es casiimposible.

No obstante, en el primer decenio delnuevo siglo la democracia política seconsolidó como nunca antes en muchospaíses en los que la pacífica alternanciade los gobiernos se volvió norma, las cri-sis políticas son mantenidas dentro delcauce constitucional, los presidentes cul-minan sus mandatos regularmente, y las

elecciones son competitivas y,en número creciente de casos,transparentes.

Sin embargo, la calidad, legitimi-dad y eficiencia de las instituciones po-líticas y la difusión de la cultura demo-crática son escasamente uniformes en laregión, como tampoco son en todas par-tes favorables a la consolidación de lademocracia. Por tanto, junto a democra-cias más o menos consolidadas y esta-bles, como las de Uruguay, Chile y CostaRica, y a otras que, pese a sus numero-sas imperfecciones y desafíos, lo son enbuena medida, como en Brasil, México yla Argentina, persisten otras más inesta-bles, en particular en Centroamérica,donde la concentración del poder enmanos del presidente está a menudoprivada de contrapesos a causa de la es-casa autonomía del Parlamento y la Ma-gistratura, donde los sistemas de parti-dos políticos son frágiles y volátiles, y lasociedad civil está atravesada por hen-diduras atávicas.

Reflejo de tales carencias son las recu-rrentes inclinaciones de varios líderes agobernar en forma plebiscitaria, es de-cir, utilizando su popularidad para re-formar las constituciones, creando así

las condiciones para perpetuarse en elpoder, como sucedió en países como laVenezuela de Hugo Chávez y la Colom-bia de Álvaro Uribe. En fin, en numero-sas naciones la corrupción endémica yla difusión de prácticas clientelares mi-nan la credibilidad de la clase política yalimentan la ideología antipolítica quetanto contribuye a erosionar las institu-ciones representativas.

En tanto, allí donde persisten profun-das desigualdades sociales sumadas aantiguas barreras étnicas, las institucio-nes democráticas intentan satisfacer lasenormes expectativas de integraciónsimbólica y llevar una mejora material avastos sectores marginados, entre loscuales la noción populista de democra-cia conserva extraordinaria vitalidad.Esta promete su anhelada integración al

c o s t ode minar elpluralismo y tras-poner a la esfera polí-tica la lógica maniqueatípica del imaginario re-ligioso. Lógica que tiendea transformar el conflictopolítico en guerra entreamigos y enemigos,mutuamente exclu-yentes.

En este marco, laprimera décadadel siglo XXI que-dará inscripta enla historia como laépoca del retornode la izquierda. Re-torno que ha caracte-rizado a gran partede la región, con lasrelevantes excepcio-nes de Colombia yMéxico, entre cuyascausas se destacael fracaso o elagotamiento delas experienciasneoliberales enboga en los años90. Se trata de fe-nómenos seguidospor una creciente de-manda de protecciónsocial y retorno a laprimacía de la po-lítica contra la ti-ranía imputada alos dogmas econó-micos.

En medio de tal oleadase distinguen izquierdas y contex-tos diversos, puesto que no todas las iz-quierdas proceden del mismo modo nitodos los contextos están caracterizadospor la ruptura con el pasado.

Por un lado, se despliega una izquier-da reformista, desarrollada allí donde lademocracia está más consolidada. Sus

r a s -g o s

c l a v eson la elec-

ción estratégicade la democracia

representativa y lacultura política plura-

lista; la búsqueda de equi-dad social en relación con los

vínculos macroeconómicos; elpragmatismo destinado a la con-quista de los sectores medios (decisi-

vos para conferirle la victoria electo-ral); una política exterior abierta ymultilateral, carente de la tentacióndel nacionalismo antiamericano; laconciencia de que el mejoramiento so-cial requiere tiempo y no admite ata-jos, allí donde la evolución es preferiblea la revolución.

No es casual que los representantesde esas corrientes -Lula da Silva enBrasil, Michelle Bachelet en Chile, Taba-ré Vázquez en Uruguay y, en algunos as-pectos, Alan García en Perú- hayan sidomás moderados como gobierno de loque fueron como oposición, y que hayanprocurado sostener los aciertos institu-cionales heredados de sus predecesores.

Por otro lado, se encuentra la izquier-

da populista, desplegada en con-textos de crisis política y profundas

fracturas étnicas y sociales. Decidida-mente más radical, utiliza un lenguajerevolucionario y pretende regenerar las

estructuras materiales y espirituales dela sociedad. Adecuándose a los procedi-mientos formales de la democracia libe-ral, aspira a suplantarla con un modeloparticipativo, en el cual el pueblo -enten-dido en términos de una comunidad, ho-mogénea por historia, etnia o condiciónsocial- encontraría reparación y protec-ción.

A la economía de mercado le opone eldirigismo; y al pragmatismo, la polariza-ción, ya sea en términos de conflictosentre las clases o de la contraposiciónética entre pueblo y oligarquía. En elplano internacional, es artífice de unfrente antinorteamericano, del cual esemblema la Alternativa Bolivariana paraAmerica Latina y el Caribe (ALBA), unorganismo de cooperación política yeconómica nacido en 2004, a partir deun acuerdo entre Hugo Chávez y FidelCastro, al que luego adhirieron los go-biernos de Bolivia, Ecuador, Nicaragua yHonduras.

La izquierda populista reniega delcontexto institucional heredado y proce-de, con el apoyo de la mayoría pero acosta de ásperos conflictos, a su radicaltransformación mediante la redacciónde nuevas cartas constitucionales.

Loris Zanatta – Politólogo italiano, profesorde Historia e Instituciones Latinoamericanasen la Universidad de Bolonia.

El personaje, David, está casado -y profunda-mente enamorado- de su esposa Sara, conquien ha tenido tres hijos. La familia, de ori-

gen colombiano, ha vivido en Miami y luego enNueva York. Es en esa ciudad, y a partir de un acci-dente automovilístico (un junkie borracho se estre-lla contra el taxi en el que viaja), de que su hijo Ja-cobo queda imposibilitado de volver a caminar, ypresa de profundos y terribles dolores que vuelvensu vida un verdadero calvario. Para ello, el jovenhallará una solución única, una decisión final: lamuerte programada.

Ya de regreso en Colombia, en un pueblo llamadoLa Mesa (no son pocos los datos autobiográficos queintroduce el autor: Tomás González vivió buena par-te de su vida en los Estados Unidos, para luego vol-

ver a vivir a un pequeño poblado de su país natal),solo, viejo, viudo y al borde de la ceguera, el prota-gonista retoma y reconstruye (desde el futuro: juliode 2018) lo sucedido un par de décadas atrás y re-memora aquellos días de dolor. La composición deuna pintura atravesará esos momentos del relato,para el cual se volverá esencial el papel de la luz:inasible, eterna, esquiva. Una luz difícil.

El progresivo deterioro de la vista ha arrastrado aDavid a abandonar la pintura (el arte que le ha da-do renombre y relevancia pública, el que lo ha sol-ventado económicamente a él y a su familia duran-te años), y es por eso que se vuelca a la escritura, sedejar asombrar por las palabras: dúctiles, ambi-guas, toscas, “inestables como casa en llamas, comozarza ardiente”. Y es en ese tiempo, el de la vejez y

la soledad del personaje, donde las palabras pasana hablar de las palabras.

La luz difícil es un libro que se deja llevar por elritmo mismo del relato; pausado, pero sin pausa;continuo, pero sin vértigo. Que propone una ten-sión a través de sus capítulos cortos y aletarga undesenlace que no es difícil intuir, pero al que es ne-cesario arribar. Un relato en dos tiempos y dos es-pacios, alternados, cambiantes: la muerte de unhombre joven, el lento crepúsculo de un anciano. Y,a pesar de que no lo parezca, habla desde la mara-villa, la esperanza.

© LA GACETA

Hernán Carbonel –Escritor y periodista.

Una novela sobre la muerte y la vida dignas

EL GIRO ALA IZQUIERDA

En días en que en la Argentina el derecho

a la muerte digna es noticia y se convierte

en ley, bien viene leer La luz difícil (editorial

Alfaguara, 2012), libro del colombiano

Tomás González, autor de bajo perfil, de

los que mucho escriben y poco publican, y

que es parte de las grandes plumas de la

literatura latinoamericana.

◆ Por Hernán CarbonelPARA LA GACETA - SALTO (Provincia de Buenos Aires)

La primera década del siglo XXI quedará inscripta en laen la historia como la época del retorno de la izquierda.Retorno que ha caracterizado a gran parte de la región, conlas excepciones de Colombia y México, entre cuyas causas sedestaca el fracaso de las experiencias neoliberales de los 90.

A unir América Latina durante buena parte de la

década contribuyeron tanto el sostenido crecimiento

económico (impulsado tanto por el de los Estados

Unidos como por la demanda china), como la

tendencia general a elegir gobiernos de izquierda,

decididos a poner un freno a las políticas

neoliberales de la década precedente. En cambio,

el grado de consolidación de la democracia

representativa varió entre cada nación.

Adelanto de Historia de América Latina (Siglo XXI editores) ◆ Por Loris Zanatta

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LA INCLINACIÓN IDEOLÓGICA DEL CONO SUR.Los presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Rafael

Correa (Ecuador), Ollanta Humala (Perú), EvoMorales (Bolivia) y Fernando Lugo (Paraguay); y las

presidentas Dilma Rousseff (Brasil) y CristinaFernández de Kirchner (Argentina).